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3.

La Validez Jurídica de los Contratos electrónicos

De acuerdo a la ley 34 Ley 34/2002, de 11 de julio. Se recoge su validez a efectos

legales. Así, el artículo 23 de esta norma indica lo siguiente:

“Los contratos celebrados por vía electrónica originarán todos los efectos

previstos por el ordenamiento jurídico, cuando concurran la venia y los demás

requisitos necesarios para su validez.”

Por tanto, las piezas clave para avalar un contrato electrónico suele ser el

consentimiento de las partes, la existencia de un objeto o fin contractual y que

dicho objeto se fundamente en una causa licita.

3.1 Naturaleza jurídica

Se refiere a la formalización del contrato electrónico donde es necesario

establecer anticipadamente las declaraciones voluntarias y se darán al momento de la

celebración de un acuerdo con la finalidad de que se acredite su existencia y obtenga la

validez oportuna.

3.1.1. Oferta. La duración de la oferta es fijada por el prestador. Solo así la

oferta será válida también se deben respetar los plazos mencionados.

El que presta el servicio es quien da a conocer a la persona aceptante la

condición general de la contratación previamente a que comiencen las negociaciones,

con el fin de que ‘‘puedan ser guardadas y reproducidas por el destinatario’’

La oferta tiene carácter receptivo porque se envía a los destinatarios para que

puedan acceder a ella a través de sistemas tecnológicos, y si estos no son determinados

se entiende que corresponden a gran cantidad de personas que navegan

constantemente por Internet, entonces se dice, que la oferta recae sobre el objeto y la

causa.
3.1.2. Aceptación. La oferta es dirigida a un destinatario el cual se encarga de

afianzar dicha oferta, de manera que ambas partes deben coincidir, por lo cual, se

acepta la oferta de acuerdo a los términos que presta el servicio

También se afirma ‘‘El sentido o la falta de actuación de quien aún no puede ser

considerado aceptante no puede entenderse como una manifestación positiva de

voluntad que lo vincule contractualmente’’ (Alvarez, 2011, págs. 57-58) por tanto no

puede considerarse como tal si no ha prestado la debida aceptación.

3.1.3. Formación del Contrato. Momento en el que el contrato electrónico

se perfecciona.

Según el ordenamiento jurídico español se toma en cuenta la teoría de la emisión

para establecer la perfección de los contratos electrónicos, según Lacruz Berdejo al

asumir que ‘‘el contrato entre personas distantes se entiende concluido en el momento

enque el prestador de servicios conoce o pudo conocer, de buena fe, la aceptación’’

(Berdejo, 2011, págs. 376-378)

Sin embargo, algunos autores coinciden en que la confirmación de la aceptación

no tiene nada que ver con el momento de perfeccionar el contrato, ya que este hecho

solamente es un requisito de formalidad, el cual se orienta a dejar constancia de que

existe un contrato celebrado por dispositivos tecnológicos.

3.1.4. La Firma Electrónica. Son datos electrónicos que acompañan a una

información en un mensaje de datos. Cuando se crean los contratos electrónicos, se

origina la necesidad de crear un sistema de firmas idóneo y que acepte la suscripción de

dichos contratos entre personas ausentes, que garantice la identidad de los suscriptores

y los vincule al contenido que se acuerda en dicho contrato, también se tiene que tomar

en cuenta la originalidad del documento y el mensaje de datos que contiene el contrato,

mas no un papel impreso que constituya solo una representación gráfica, por lo que no

se plasma la firma autográfica en un documento digital.

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