Está en la página 1de 60

INTRODUCCION

Kábíyèsí, Ṣàngó! Mojúbà

Ìbà Àkòdà

Ìbà Àṣẹdà

¡Su majestad, Ṣàngó! ¡Te saludo!

Los saludo a todos. Te saludo.

Saludo a los inicios de la existencia.

Saludo a las energías de la madre naturaleza.

En este libro, el sacerdote e investigador yoruba Babá King pretende


transmitir las enseñanzas sobre Ṣàngó según los conceptos del culto tradicional de
los ọrìșàs en África. El profesor Síkírù Sàlámì, conocido como Babá King o Profesor
King, es el fundador del Centro Cultural Oduduwa, la editorial Oduduwa y el Templo
Oduduwa de ọrìșàs, que tiene unidades en Brasil, África y Europa. Iniciado en Ṣàngó,
Babá King lleva más de treinta años investigando este ọrìșà. En 1990, publicó
contenidos sobre el Ṣàngó en La Mitología de los ọrìșàs Africanos), publicado por
Oduduwa.
ṢÀNGÓ: ỌRÌȘÀ DE LA VICTORIA Y LA JUSTICIA

Hay mucha información sobre Ṣàngó, un ọrìșà que influye en la vida de todos,
iniciados en él o no, ya que cualquiera puede diferenciar entre lo justo y lo injusto.
Este ọrìșà personifica muchas virtudes. Defensor de la justicia, la defensa, la
protección y la prosperidad, hace que sus devotos sean intocables por el mal.
Los mitos cuentan que Ṣàngó es ọmọ olómi tí njẹ́ Yemọja (gran hijo de
Yemọja), y esto indica que podemos lograr el equilibrio con su asé. Los que lo
adoran deben entender la justicia como una cuestión de derecho y no de venganza.
Esta ọrìșà nos enseña que la verdad y la justicia van juntas, pero son relativas,
porque lo que es verdad para uno puede no serlo para otro. Dejar la justicia en
manos de Ṣàngó es pedirle que ponga orden en el desorden y equilibrio en las
relaciones.
Las ofrendas a Ṣàngó tienen como objetivo recuperar, mantener o conquistar
lo que nos pertenece por derecho. Ṣàngó es también el patrón de la nobleza. Como
era el cuarto Aláàfin Ọyọ ́ (rey de Oyó), todos sus hijos llevan corona. Quien pide
ayuda a Ṣàngó pide su corona y quien tiene su corona necesita desarrollar su
nobleza. La nobleza de Ṣàngó nos llena de salud, prosperidad, defensa y todo lo
bueno.
Según los relatos míticos, Ṣàngó luchó mucho para ganar. Quien le adora
pidiendo la victoria encontrará en sí mismo los recursos necesarios para realizar lo
que desea. Adoramos a Ṣàngó para que nuestros esfuerzos no sean en vano. Los
asuntos que requieren una victoria pueden tener su origen en desacuerdos en el
trabajo, en las relaciones y en la familia, pero las ofertas aportan armonía a estos
entornos. La armonía y la victoria van juntas.
LA RESISTENCIA FÍSICA DE ṢÀNGÓ

Durante su vida, Ṣàngó fue un ser poderoso, fuerte, resistente y bueno. Tener
la capacidad de practicar el bien significa hacer todo lo bueno para uno mismo y
para los demás y, como benefactor, conseguir buenos resultados. Ṣàngó nos
convierte en benefactores y deja clara la importancia del esfuerzo para alcanzar la
victoria y el bienestar, que se producen en la vida de una persona en la medida del
bien que hace.
En la esfera biológica, primera instancia de nuestra defensa, el equilibrio y el
bienestar pueden disminuir, permanecer estables o aumentar. La devoción a Ṣàngó
ayuda a mantener y elevar la buena condición física. Hay ofrecimientos específicos
para ayudar a quienes se sienten inseguros, tienen miedo, padecen el síndrome de
pánico o fragilidad emocional a desarrollar las defensas y la confianza en sí mismos
necesaria para caminar. La certeza de estar defendido, de contener en sí mismo la
roca de Ṣàngó implantada en los Ori a través de las ofrendas, aumenta la sensación
de seguridad física, mental, emocional y espiritual.

ṢÀNGÓ: ASÉ ÚNICO PARA LIDERAR

Adoramos a Ṣàngò para tener la bendición del liderazgo. Símbolos de Ṣàngò


como el rayo, el hacha, el Ẹdùn Àrá (piedra del trueno), el rayo solar y el fuego son
elementos únicos e incomparables. Del mismo modo, el asé de un líder es único y
original. Todo ser humano tiene el potencial de gestionar su propia vida, dado el
liderazgo de sus Ori, pero sólo aquellos que pueden liderarse a sí mismos son
capaces de liderar a los demás.
Adoramos a Ṣàngó para que nos dé el asé para guiar nuestros caminos con
confianza en nosotros mismos, alta autoestima y seguridad física, emocional, mental
y espiritual. Quien dirige está en el camino de la riqueza, la prosperidad, la victoria y
el éxito. Nadie tiene éxito o victoria sin liderar y es nuestra capacidad de liderazgo
la que determina el alcance de nuestro éxito. Es posible materializar el propio
potencial de liderazgo mediante la devoción a Ṣàngó.
ṢÀNGÓ: NOBLEZA, RIQUEZA Y PROSPERIDAD

Ṣàngó también tiene una fuerte relación con la riqueza y bendice al ser
humano con los frutos de su trabajo y lo hace próspero. Cuando le adoramos
pidiendo prosperidad, también podemos evocar a Àjẹ, ọrìșà de la riqueza, pidiendo
que nuestros esfuerzos no sean en vano. Es importante saber que Àjẹ sólo bendice a
los trabajadores y que la corona de Ṣàngó sólo descansa en los nobles Oris.
En los mitos, Ṣàngó es considerado próspero, rico, exitoso e influyente. Como
la riqueza es contagiosa, un Ori bendecido, rico y próspero influye en los demás.
Hay cantos que abordan específicamente la relación de Ṣàngó con la prosperidad y
que deben cantarse cuando se desea pedirle a este ọrìșà que progrese, como el
segundo canto presentado al final de este libro (Ọba Kòso, Oníbàntẹ́ owó jingbẹ́ nẹ́:
'el Rey de Kòso, el dueño de la túnica hecha de dinero').

ṢÀNGÓ: LA VERDAD COMO CAMINO A LA


VICTORIA

La verdad no puede dejarse de lado cuando se habla de Ṣàngó. El aprecio por


la verdad es una de las virtudes del Ṣàngó y sería imposible alcanzar los valores de
esta ọrìșà sin la práctica de la verdad, que pasa por lo que es obvio, sensato,
ponderable, admisible, aceptable, de sentido común. Nadie gana sin saber y decir la
verdad.
Ṣàngó aborrece las mentiras. Cada uno dice lo que quiere, pero las falsedades
no sobreviven mucho tiempo. Quien quiera prosperar en el trabajo tiene que ser
veraz, justo, correcto, entender la dinámica y lo que se espera de su trabajo y actuar
en consecuencia. Cuanto más transmitamos la verdad a nuestros socios, más les
gustará nuestro trabajo y más querrán quedarse con nosotros. Ṣàngó aprecia a los
que trabajan correctamente, de forma aceptable, y bendice a sus devotos y lo que
hacen para que sean vistos y apreciados, recordando siempre que sólo la verdad
conduce a la victoria.
Reconocer la superioridad del adversario es el camino hacia la victoria.
Cuando tenemos un adversario muy bueno en el trabajo, no sirve de nada decir que
es malo, porque cuanto más negamos su supremacía, competencia y superioridad,
más nos gana. Ṣàngó nos abre los ojos para ver las cosas como son. Cuando
admitimos que nuestro adversario es mejor que nosotros, podemos buscar la fuerza
necesaria para vencerlo, pero decir que es inferior sería mentir.

ṢÀNGÓ: PODER, INFLUENCIA E


INVENCIBILIDAD
Hablar de Ṣàngó es hablar de poder, un tema que fascina a cualquiera. Quien
adora a Ṣàngó puede volverse invencible, intocable, victorioso. Cuanto más
conozcamos la verdad, más podremos aprovechar el poder de Ṣàngó y más
influyentes seremos.
Al adorar a Ṣàngó adquirimos el poder de influir en nuestra vida y en la de las
personas que componen nuestro universo. Los que tienen el poder adquieren una de
las cualidades más importantes para ganar: la respetabilidad. Quien es respetable es
respetado, admirado, apreciado. Las cualidades humanas son notorias; apreciarlas
puede convertirse en trabajo, dinero y prestigio. Todo el mundo quiere asociarse
con personas respetables y prestigiosas, pero las buenas asociaciones son una
cuestión de poder.
El poder puede ser físico, emocional, mental o espiritual. Cuando hacemos
una ofrenda a Ṣàngó, él refuerza el tipo de fuerza que necesitamos. Conviene
recordar que nadie puede alcanzar la victoria, la riqueza y el éxito sin presión. Esta
es una de las razones por las que hacemos ofrendas a Ṣàngó: para poder resistir las
presiones.
LA MITOLOGÍA DE LOS ỌRÌȘÀS
Los mitos de los ọrìșàs, narraciones de la antigüedad, tienen un simbolismo
difícil de interpretar y a veces presentan información divergente. El mitológico
Ṣàngó era el cuarto Aláàfin Ọyọ ́ (rey de Oyó) y tenía una autoridad absoluta en su
reinado, situándose sólo por debajo de Elédumarè u Olódùmarè (el Ser Supremo) y
los ọrìșàs primordiales. La mitología yoruba muestra la creencia en la existencia de
los ọrìșàs, los fenómenos naturales y la ascendencia. Los ọrìșàs primordiales dieron
lugar a los ọrìșàs deificados, seres humanos con fuerza sobrenatural, que nacieron
especialmente para contribuir al desarrollo humano.
Entre los ọrìșàs primordiales están Èṣú, Ifá, Ọgùn y Osa N’là. Cada uno de
ellos tuvo una tarea en la creación del planeta y sus habitantes, incluidos los
hombres, los animales, las plantas y los minerales. También actuaron en el proceso
de civilización y en la transmisión de conocimientos. Ifá era responsable de la
información y el conocimiento. Ọgùn, por la organización y la capacidad de
desentrañar los misterios de la tierra. Osa N’là, por la creatividad necesaria para
descubrir la utilidad de los recursos naturales, incluidos los de nuestros talentos;
todo lo que se construye tiene su origen en la inspiración y, gracias a la creatividad
regida por Osa N’là, el progreso humano es notorio.
Èṣú, el gran maestro de todo, tiene la tarea de hacer posible el trabajo y
ayudar a los demás ọrìșàs a mantener el orden y el equilibrio entre los hombres y
entre ellos y todo lo que conforma la existencia. Ori es también un ọrìșà primordial,
pues dio origen a todo lo que Elédumarè creó y nada existe sin un origen.
La devoción a los ọrìșàs es un camino hacia el conocimiento, la vitalidad, la
supervivencia, el poder, la fuerza y el bienestar. Cada uno de ellos tiene su
particularidad, su energía vital y su importancia. Para entenderlas podemos
observar la anatomía del cuerpo humano, que tiene cabeza, ojos, nariz, brazos,
piernas, hígado, corazón y pulmones. Lo que hace un brazo no lo puede hacer una
pierna, lo que hace la boca no lo pueden hacer los ojos. Los ọrìșàs son así. El papel
de Ṣàngó es diferente al de Ọgùn, Ọbálúáyẹ y Òṣùn. Algunos devotos creen que por
ser hijos de Ṣàngó no necesitan el apoyo de otros ọrìșàs, pero lo que hace Òṣùn en
nuestras vidas no lo hace Ṣàngó. Los ọrìșàs fueron creados para ser fuerzas
complementarias, con gran interacción entre ellos.
ṢÀNGÓ: UN ANCESTRO DIVINIZADO
Ṣàngó es un ancestro divinizado. En varios relatos míticos se le describe
como hijo de Ọrànyíàn, que a su vez es hijo de Oduduwa, el gran guerrero y
patriarca del pueblo yoruba. El padre y el abuelo del rey Ṣàngó eran reyes y la
realeza siempre ha formado parte de su genealogía. Algunos mitos cuentan que
Ṣàngó era hijo de Yemọja, reina y madre de todas las aguas. Yemọja, madre de
Ṣàngó, es la reina y cuidadora de los Ori del ser humano. Ya sea a través de la
herencia materna o paterna, Ṣàngó también se ocupa de los Ori del ser humano y
promueve su mejora. Conocemos la importancia de las aguas y de Yemọja para la
vida, y cuando la alabamos, decimos lo siguiente

Yemọja, awo mi mo foríbalẹ ̀


Yemọja, ìyá mi mo foríbalẹ ̀
Yemọja, mi venerable madre,
Yo toco a mi Ori en la tierra para venerarte.

En algunos mitos, Ṣàngó se llama Olúkòso. Olú es el prenombre de lo divino,


de lo superior y de la realeza, y Kòso significa "no colgarse", no rendirse, no dejarse
vencer. Obakòso significa "el rey no se ahorcó".
Ṣàngó tenía la misión de civilizar a la gente y enseñó mucho al pueblo durante
su reinado en Oyó. Aunque era similar a los demás en apariencia física, nació con
energía divina y era inusual: los mitos cuentan que de su boca salían llamas de
fuego, lo que demuestra que no era uno más.
Los mitos sugieren que Ṣàngó fue utilizado por el pueblo. Mientras fue
proveedor, todo el mundo quería ser su amigo, pero en cierto momento ya había
cumplido su misión y había enseñado todo lo que podía, y la gente le dio la espalda.
Esto sucede con todos los ọrìșàs de la mitología: aparecen, sirven al pueblo,
producen maestros capaces de transmitir información a las siguientes generaciones
y abandonan el mundo cuando ya no son necesarios para la sociedad. Pero el
rechazo del cuerpo físico favorece el reconocimiento mitológico, divino y espiritual.
Para ser divinizado y venerado, Ṣàngó ya no podía estar físicamente presente. De
ahí la necesidad de que se retire de la sociedad para dar paso a la veneración
popular.
FUEGO EN LOS OJOS Y EN LA BOCA: LOS
ASPECTOS FÍSICOS DEL ṢÀNGÓ
Sus calificativos dicen Ọjù Ọrọgbọ (comparando sus ojos redondos con las
semillas de Ọrọgbọ) e Iná Lanu (aludiendo a que lanzaba fuego por la boca). Sus ojos
eran tan electrizantes que parecían un volcán en erupción: físicamente ya tenía un
poder respetable y temible. A pesar de su apariencia biológica ordinaria, Ṣàngó tenía
un aspecto único. Por eso la gente le admiraba, apreciaba y quería, aunque le
temiera.
Las necesidades de Ṣàngó eran similares a las del pueblo y tenía sentimientos
y comportamientos humanos, como ofenderse, enfadarse y pelearse, porque si no
tuviera este aspecto humano, sería muy difícil cumplir su misión en Oyó. Esto
incluía la enseñanza de los conceptos de justicia, victoria, defensa, poder, fuerza,
éxito, riqueza, valor, seguridad y autoestima. Además, enseñó a sus ministros las
artes de la medicina y la magia e impartió conocimientos sobre la naturaleza para
que pudieran proteger el reino de Oyo durante su ausencia.
A la gente le molestaba que Ṣàngó estuviera enfadado y fuera pendenciero,
pero tenía que disciplinarlos. Dadas sus cualidades, todos querían que fuera rey,
pero lo criticaban por tener esas cualidades. Cuando su presencia dejó de tener
sentido, empezó a utilizar su poder y sus conocimientos de forma perjudicial, y la
gente empezó a presionarle para que renunciara.
NARRACIÓN DEL MITO DE ṢÀNGÓ
Según la mitología, Ṣàngó tuvo dieciséis esposas. Los tres más notorios
fueron Ọyá, Òṣùn y Ọbà, que estuvieron con él durante la crisis política del reino. En
un momento dado, Ṣàngó reconoció que su presencia se había vuelto innecesaria y
se retiró del palacio. Luego se dirigió a un bosque cercano a Oyó, hoy llamado Kòso,
en el que se adentró y desapareció.
De camino al bosque, Ọbà y luego Òṣùn renunciaron a acompañarlo porque el
esfuerzo era agotador; sólo Ọyá siguió en su compañía. Pero Ṣàngó tenía la misión de
abandonar la Madre Tierra para transformar su propio cuerpo en un elemento
venerable. Como Ọyá no podía presenciar esta transformación, Ṣàngó utilizó todo el
poder mágico que poseía para dominar los fenómenos de la naturaleza y se adentró
en el bosque, desapareciendo ante Ọyá. En ese momento se oyó el estruendo de los
truenos y el sonido de la lluvia.
El pueblo de Oyó comenzó entonces a preguntarse por la desaparición de
Ṣàngó. ¡Como estaba alterado cuando desapareció, sus adversarios, que habían
recibido de él todo lo que poseían de poder y conocimiento, comenzaron a decir que
se había ahorcado: Ọba así! Los enemigos de Ṣàngó fueron al bosque, donde se
suponía que se había ahorcado, pero no lo encontraron. ¡Cuando volvieron a Oyó,
encontraron a sus amigos y al pueblo diciendo Ọba kòso! "¡El Rey no se ahorcó!" Así
que cantamos:
Ọba Kòso! Ọba Kòso!
Oníbàntẹ ́ ajé jingbéné
Ọba Kòso!
Ṣàngó re o owó jingbéné
Ọba Kòso!
Oníbàntẹ ́ ajé jingbéné
Ọba Kòso!

Esta canción alaba al rey incansable, al rey que no se rinde, al rey que
persevera. Dice que está más vivo que nunca y que es el rey de la corona del dinero
y la riqueza. De este modo, Ṣàngó pasó a ser venerado por amigos y enemigos, por
todos los ciudadanos de la ciudad de Oyó, en reconocimiento al proceso civilizador
que aportó al pueblo. Hasta hoy incluso el rey de Oyó tiene que venerarlo.
SÍMBOLOS DE ṢÀNGÓ: ARMAS PODEROSAS
Los símbolos de Ṣàngó son armas poderosas para vencer cualquier mal o
enemigo. Como ganó todas las batallas durante su estancia en el trono, se le asocia
con la victoria y la invencibilidad. Utilizamos los símbolos del Ṣàngó para adquirir
estos poderes de invencibilidad, para hacernos insuperables ante nuestros enemigos
y adversarios.

EL HACHA DE ṢÀNGÓ
Entre sus símbolos se encuentra el osé Ṣàngó (hacha de Ṣàngò), generalmente
tallado en madera. El hacha de Ṣàngó tiene dos caras, que representan el bien y el
mal, la corrección de lo que está mal y el mantenimiento y mejora de lo que está
bien. El osé Ṣàngó simboliza la resistencia, la seguridad, la firmeza y la defensa. Esta
hacha tiene el poder del control atmosférico. Los Bàbá Mọgbà, grandes sacerdotes y
Ẹlẹgùn de Ṣàngó, la utilizan para invocar la lluvia y el trueno y para transmitir el asé
de Ṣàngó a la gente apuntando con esta hacha en su dirección.

ẸDÙN ÀRÁ: LA PIEDRA DEL RAYO


Los rayos, truenos y relámpagos, las fuerzas de Ṣàngó, pueden derribar casas
y árboles y lanzar ẹdùn àrá, piedras de rayo, capaces de abrir muros. La piedra del
rayo es Ọta Ṣàngó, utilizada en los asentamientos de los ọrìșà, y cuenta con
numerosos recursos vinculados a la magia de este ọrìșà.

EL PILÓN
Ṣàngó era un ser poco común, dotado de una fuerza física, mental y espiritual
incomparable, tan fuerte a nivel energético que su cuerpo se volvía cien veces más
pesado. Su trono estaba hecho de odó, una madera ultrarresistente, porque cada vez
que se sentaba, todo su poder mágico y su vitalidad espiritual caían sobre el
asiento. Por ello, Ṣàngó está sentado sobre el mortero, normalmente con la boca
invertida. El mortero se utiliza en las iniciaciones y ofrendas para que el devoto gane
resistencia, vitalidad y fuerza.

INSTRUMENTOS: ṢẸ ̀RẸ ̀, BÀTÁ Y GÁNGAN


Algunos instrumentos musicales se encuentran entre los símbolos de Ṣàngó.
El Ṣẹ ̀rẹ ̀, (maracá) atrae las virtudes y bendiciones de Ṣàngó. Llevado para que él
pueda oírnos y para que nosotros podamos oírle y reconocer sus bendiciones, es una
extensión de su poder que atrae el valor, la elevación de la autoestima, la victoria, el
dinero, la realeza y todo lo bueno que representa Ṣàngó. Los mitos cuentan que a
Ṣàngó le encanta bailar al son del bàtá y el gángan, dos de los tambores que se
utilizan para evocarlo.

FUEGO
Ṣàngó gobierna el Iná, el fuego, con el que impide la llegada del mal. El fuego
de Ṣàngó libera su asé de defensa y nos hace intocables por los enemigos humanos y,
espirituales. Nos defiende de los ataques mágicos, de los hechizos, de las plagas y de
cualquier otro mal que alguien pueda desear sobre nosotros. Incluso una lámpara
puede ser encendida con el fin de defendernos. El fuego actualiza la época en que
Ṣàngó enseñó al pueblo de Oyó a utilizar la capacidad mágica de trascender los
aspectos físicos de la condición humana.
Cuando Ṣàngó decía algo muy impactante, salía fuego de su boca como una
firma espiritual que autentificaba la profundidad, la grandeza, la seriedad y el
impacto de sus palabras. Trabajar con el fuego de Ṣàngó significa utilizar su asé para
transformar todo en una verdad incontestable.

ẸRẸ ṢÀNGÓ
Ẹrẹ Ṣàngó son estatuas realizadas en honor a Ṣàngó. Hay figuras masculinas y
femeninas que sostienen el osé y el Ṣẹ ̀rẹ ̀, que movilizan el asé de Ṣàngó. La estatua
sacralizada sirve como instrumento de defensa, proporcionando valor para superar
el miedo, la inseguridad y el síndrome de pánico. Desde los tiempos primordiales,
Ṣàngó ha utilizado el hacha, el fuego y estas estatuas para curar las dolencias
emocionales. En las festividades en su honor, el ọmọ Ṣàngó, el Bàbá Mọgbà, el Ìyá
Mọgbà y el Ẹlẹgùn Ṣàngó llevan los símbolos de Ṣàngó y los utilizan para transmitir
el asé a los presentes.
LA ROCA
Àpáta, la roca, es otro símbolo de Ṣàngó, señor de las piedras, especialmente,
de las rocas monumentales, gigantescas y prehistóricas. Algunos de ellos tienen
superficies talladas por la acción de la lluvia. El agua que se acumula en ellos es ideal
para el baño, que desarrolla la intuición innata para tomar decisiones y elegir
direcciones. Ṣàngó orienta sobre los caminos de la defensa y la seguridad. Cuando
tocamos una roca con nuestro Ori e invocamos a Ṣàngó, o cuando nos bañamos en el
agua que allí se encharca, buscamos saber qué dirección tomar.

BAYÀNNÌ: LA CORONA DE ṢÀNGÓ


Como Ṣàngó es un rey, la corona Bayànnì, que lleva el nombre de su hermana
menor, es uno de sus símbolos. Cuando desapareció, Bayànnì se convirtió en reina y
gobernó con mucha tristeza, angustia y malestar por haber perdido a su hermano.
Fue una de las personas más fieles a Ṣàngó y también desapareció tras cumplir su
misión. Tras su desaparición, los devotos de Ṣàngó fueron a buscar su corona, hecha
de cuentas de colores y cowries, para honrarlo. Ṣàngó es llamado Aládé Ọwọ, dueño
de la corona de la riqueza y el dinero, porque durante su reinado e incluso después
de él, todos los que buscaban su asé se volvieron prósperos, notorios, influyentes e
importantes. La corona de Ṣàngó realza el Ori de sus devotos.

TRENZAS
Durante su reinado, Ṣàngó fue un rey ejemplar por su fuerza, prestigio y
poder de influencia. Su aspecto físico era único: cuentan los mitos que era tan guapo
que la gente quedaba impresionada por su belleza y su Ori era tan fuerte que era
necesario trenzar y trabajar su pelo. Todavía hoy es habitual que los Bàbá Mọgbà,
sacerdotes de Ṣàngó, le trencen el pelo. Este extraordinario poder se transmite a sus
devotos a través de la iniciación.

EL TRAJE DE ṢÀNGÓ
La ropa de Ṣàngó estaba adornada con adornos de caracoles, que en aquella
época representaban el dinero: era tan rico que se vestía con dinero. Su cuerpo era
tan fuerte que tenía que llevar ropa de cuero rojo para cubrirse y que no se
rompiera. Solía llevar faldas, prendas generalmente destinadas a las mujeres en la
sociedad yoruba, como recurso para acomodar su enorme vitalidad. Este es el
origen de los Aṣọ Ṣàngó, prendas que llevan hasta hoy sus devotos, que incluyen
batas decoradas con conchas y abalorios rojos y blancos y faldas. La prenda de
Ṣàngó integra los elementos de su asentamiento y sólo pueden llevarla los iniciados.

LA TORTUGA
Ṣàngó simboliza la vida y todo en él está muy vivo. Uno de sus símbolos es
Àjàpà, la tortuga, un animal longevo, dinámico y organizado. La tortuga tiene su
propio dinamismo, al igual que Ṣàngó, que tiene su propio ritmo y puede conferir
longevidad a sus devotos. La salud, la realeza, la riqueza, el valor, la seguridad, la
autoestima y el bienestar deben ser la longevidad. La adopción de la tortuga en el
culto a Ṣàngó es precisamente para que todo lo bueno perdure en nuestras vidas.

LÀBÀ: EL BOLSO DE ṢÀNGÓ


El poder de Ṣàngó es tan grande que cuando los Bàbá Mọgbà, los Ìyá Mọgbà y
los Ẹlẹgùn Ṣàngó van a buscar la ẹdùn àrá, guardan estas piedras en la bolsa làbà, de
cuero o de cuentas para llevar los elementos medicinales y mágicos que utilizaba
cuando estaba en la tierra. El làbà simboliza la magia y la medicina de Ṣàngó y es
uno de los objetos indispensables que hay que tener cerca del asentamiento.

ALIBÉ
Hay una semilla muy utilizada en el culto a Ṣàngó, conocida como Àgbà en
yoruba y como alibé en portugués. Una vez sacralizado, atrae el valor y la seguridad,
promoviendo la defensa para que todo vaya bien y no haya accidentes o incidentes
desagradables en el camino.

VASIJA SAGRADA DE ṢÀNGÓ


Ṣàngó tiene dos caras: donde está la vitalidad del fuego, está el equilibrio del
agua. La vasija de arcilla conocida como Àwẹ ́ Ṣàngó o Ìkọkọ Ṣàngó puede ser
sacralizada, lavada con hojas y colocada junto al asentamiento. En ella el sacerdote
coloca el agua que beberán los devotos en busca de curación para dolencias como el
miedo, la inseguridad, el temor a sufrir derrotas, la sensación de incapacidad y el
síndrome de pánico. Quien bebe esta agua deposita en su interior la vitalidad y las
virtudes de Ṣàngó.
ÌLẸKẸ
El Ìlẹkẹ de Ṣàngó es un collar de pequeñas cuentas rojas y blancas. Después
de ser sagrado con las hojas y uno de los animales del ọrìșà, puede ser llevado por
sus iniciados y por los devotos que se enfrentan a dificultades, persecuciones,
problemas con los sueños, hechizos e inseguridad.

LOS COLORES DE ṢÀNGÓ


Los colores de Ṣàngó son el rojo y el blanco. El rojo simboliza el fuego, la vida,
la sangre, las acciones, el valor, la determinación, el pragmatismo y la verdad única,
cierta, sin dudas e incontestable; este color representa lo que es original, único e
incomparable en un ser humano. El blanco simboliza el punto de equilibrio, el ẹ ̀rọ ̀, la
armonía.
Ṣàngó actúa con intensidad, pero busca el punto de equilibrio para que sus
conocimientos puedan ser fácilmente absorbidos. Se le adora para que su asé
equilibre la vitalidad y la fuerza humanas y para que las personas aprendan a
utilizar correctamente sus propios recursos. El rojo y el blanco juntos, como el fuego
y el agua, forman el asé de Ṣàngó.
Ẹ ̀BI Y ÀRE: EL ERROR NO SE CONVIERTE EN
DERECHO
Ṣàngó es el ọrìșà de la Justicia. Si adoramos a Ṣàngó y la justicia no prevalece
en nuestras vidas, algo va mal. No podemos querer convertir lo injusto en justo. Es
habitual que las personas con problemas legales busquen a Ṣàngó y le pidan que
gane a sus adversarios. Pero cuando alguien se equivoca y pide justicia a Ṣàngó,
acaba perdiendo el caso: es mejor pedir a Ṣàngó el asé necesario para superar la
situación en la que se encuentra.
Ṣàngó trabaja con los conceptos de ẹ ̀bi, el ofensor, el injusto, el que se
equivoca y pierde una causa con justicia, y àre, la víctima, el correcto, el que tiene
razón y gana una causa con justicia. Una persona equivocada no puede pedir justicia,
pero sí puede pedir sus bendiciones para que las consecuencias de sus errores no
sean drásticas. Una persona correcta puede pedir justicia a Ṣàngó.
La vida está hecha de victorias y derrotas; en la ley humana, no siempre gana
el más justo, pero con la bendición de Ṣàngó, el injusto no gana al justo, el mal no
gana al derecho y el mal hecho no gana al bien hecho. La justicia de Ṣàngó hace valer
la verdad absoluta, pero no convierte lo bueno en malo, ni lo malo en bueno. Ṣàngó
es un ọrìșà temperamental, justo y verdadero: no castiga por el error porque el
propio error castiga al que erró. Sin embargo, castiga a los que niegan el error.

PODER ESPIRITUAL X FUERZA FÍSICA


Hay momentos en los que la fuerza física, mental y espiritual no es suficiente
y es necesario incorporar el asé de los ọrìșàs para superar las dificultades. Una
persona perseguida, robada, agraviada, calumniada o injustamente saboteada puede
ser defendida por Ṣàngó, que tiene el asé de la defensa.
El dinero compra muchas cosas mediante la corrupción, pero el poder, el
prestigio y la fuerza hacen lo que el dinero no puede hacer. A veces, nuestro
adversario dispone de una situación de prestigio social o de las condiciones
materiales necesarias para practicar las injusticias como si nada. Ṣàngó lucha contra
este tipo de situaciones porque él mismo no es un corrupto ni un traidor.
Ṣàngó trabaja con situaciones que implican tanto el poder físico como el
espiritual. El poder espiritual se adquiere a través de las ofrendas y supera cualquier
tipo de sufrimiento, superando la fuerza de los adversarios. El poder espiritual de
Ṣàngó puede transformarse en fuerza física, que nadie puede robar. Aquellos que
buscan vencer a sus oponentes necesitan materializar las bendiciones de Ṣàngó, que
aporta el poder espiritual necesario para vencer. Al adorarle nos hacemos
físicamente más fuertes, inquebrantables, intocables e incuestionables, acercándonos
a las verdades que nos llevarán a todas nuestras victorias.

LA JERARQUÍA EN EL CULTO DE ṢÀNGÓ


Existe una jerarquía en el culto a Ṣàngó. El iniciado es el adosu, porque
durante el rito de iniciación recibe Òṣù en su Ori: es la primera calificación en el
culto de este ọrìșà. Ọmọ Ṣàngó es el nombre que recibe el iniciado que se une a la
sociedad de adoradores de Ṣàngó. Con el tiempo, tras varios procesos
complementarios y mucha devoción, puede alcanzar el estatus de Ẹlẹgùn, aquel que
incorpora el Ṣàngó a un nivel más profundo y elevado. Otros cargos importantes son
los de Ìyá Mọgbà y Bàbá Mọgbà, sacerdotes supremos que poseen la máxima
autoridad en el culto a Ṣàngó. Todos los iniciados en Ṣàngó están bien protegidos y
desarrollan la concentración, la seriedad, la perseverancia, la búsqueda del
conocimiento, la persistencia, la honestidad y la disciplina, que contribuyen al
progreso y la victoria.

COMPROMISO CON LA VERDAD: EL PRECIO


DE LA VICTORIA
Debemos recordar siempre que no sólo tenemos enemigos externos.
Nuestros enemigos internos son la pereza, la inseguridad, el miedo y todas las
sensaciones capaces de limitar nuestro progreso. La victoria tiene un precio y el
compromiso con la verdad es indispensable para conseguirla. Es esencial que
reconozcamos la realidad en la que vivimos y evitemos mentir a los demás y a
nosotros mismos. Cuando reconocemos los errores, las faltas y las falsedades en
nuestro interior, podemos esforzarnos por neutralizarlos. Una canción dice que
Ṣàngó frota la boca del mentiroso contra la tierra. Esto significa que la consecuencia
de no admitir la verdad es la derrota, pues la persona derrotada queda postrada en
el suelo.
La ausencia de la verdad hace que una persona se tambalee y su presencia le
hace sobrevivir a las tormentas porque la práctica de la verdad permite discernir
entre el bien y el mal y tener claro el rumbo a seguir. Ṣàngó aborrece la mentira, la
falsedad y la mentira. Esta cuestión tiene que ver con la supervivencia: sólo podemos
sobrevivir si vemos las cosas como son, somos leales a nosotros mismos y hacemos
las cosas como deben hacerse. Ṣàngó nos guía para hacer las cosas como deben
hacerse.
PEQUEÑAS INJUSTICIAS, GRANDES
CONSECUENCIAS
Adoramos a Ṣàngó para vencer la timidez, abrir los ojos, levantar la cabeza y
pulir el asé de nuestros Ori. Hacer ofrendas y lavar a los Ori frente al santuario de
Ṣàngó les ayuda a superar su timidez.
En los mitos, los agraviados buscan refugio en Ṣàngó. Por eso sus iniciados
adquieren el asé necesario para defender a los agraviados y superar las dificultades
y amenazas. Una persona que trabaja y está mal pagada, por lo tanto, siendo
injustamente tratada, haciendo ofrendas a Ṣàngó, puede hacer que se corrija esta
injusticia.
Es muy común en nuestra sociedad que la gente hable mal de los demás.
Cuando inventamos algo sobre alguien o repetimos una falsedad que hemos oído
sobre él, estamos cometiendo una injusticia que puede destruir su vida. Nos
dirigimos a Ṣàngó para que nos defienda de las injusticias que son fruto de las
lenguas venenosas y que afectan al progreso y al bienestar. El devoto de Ṣàngó es un
articulista que utiliza su asé para bendecir a quienes han sufrido cualquier tipo de
injusticia.

ṢÀNGÓ: 200 SOLUCIONES A UN PROBLEMA


La canción dice que Ṣàngó es el dueño de doscientas Ọta (piedras) y las lanza
donde considera más necesarias. Esto significa que Ṣàngó puede ofrecer doscientas
posibilidades de solución a cualquier tipo de problema y es imposible que quede sin
resolver. Es importante que el sacerdote, intermediario entre los hombres y los
ọrìșàs, presente la verdad a Ṣàngó y le pida ayuda para encontrar una solución al
problema.
FIDELIDAD Y LEALTAD
La fidelidad y la lealtad son virtudes poco comunes que los devotos de Ṣàngó
deben cultivar. Los mitos cuentan que dieciséis reinas fueron esposas de Ṣàngó,
siendo Ọyá la principal. Uno de los símbolos de Ọyá es la lealtad, y como a Ṣàngó le
apasiona la lealtad, Ọyá se lo ganó. Fue la única esposa de Ṣàngó que le acompañó
hasta el último momento de su estancia en la tierra. Los dos tienen similitudes
energéticas, predominando el elemento fuego: Ṣàngó es la fuerza del rayo, el trueno
y el relámpago y Ọyá, la fuerza de los vientos y las tormentas. Un elogio de Ọyá la
llama "La poderosa que tiene la sabiduría y el valor de caminar por el fuego sin
quemarse". La sabiduría de Ọyá ayudó mucho a Ṣàngó y lo que los unió fue la lealtad.
Una canción dice:

¿Quién se atrevería a desafiar la fuerza de esta pareja?


Ṣàngó con su osé en la mano y Ọyá con su espada en la mano.
¿Quién se atrevería a desafiar a estos dos asés juntos?

VIGOR SEXUAL Y FERTILIDAD


Ṣàngó se asocia con el vigor sexual. Un Ọríkì compara su virilidad con la de un
elefante. Si era tan fuerte físicamente que no podía llevar ninguna ropa ni sentarse
en ninguna silla, cualquier figura femenina no podría vivir con él.
Se invoca a Ṣàngó para que el ser humano recupere su libido, porque la falta
de deseo sexual es una enfermedad. No debemos avergonzarnos de tratar este tema
y no es impuro abordar la sexualidad en el ámbito sagrado, porque el ser humano es
fruto de ella.
A menudo nos encontramos con varios ọrìșàs que se ocupan de la sexualidad
humana. Adoramos a Ṣàngó para recuperar las ganas de vivir, el deseo de sentir el
cuerpo como se debe sentir en cada momento. Ṣàngó se asocia a la sexualidad, la
libido, el deseo sexual y la fertilidad. Hombres y mujeres estériles con impotencia
sexual o dificultad para concebir acuden a él para tener hijos. Su asé, al igual que la
de Òṣùn y Yemọja, aumenta la fertilidad biológica y material de quienes recurren a
él.
NOMBRES EN HONOR A ṢÀNGÓ
Entre los nombres en homenaje a Ṣàngó destacamos:
Ṣàngótunbí Ṣàngó me hizo renacer
Ṣàngóyọmi Ṣàngó me salvó
Ṣàngódáisi Ṣàngó lo sostuvo (lo mantuvo vivo en la tierra)
Ṣàngógbàmi Ṣàngó me recibió
Ṣàngógbèmi Ṣàngó me apoya
Ṣàngótimilẹyin Ṣàngó me sostiene con su asé
Ṣàngótosìn Ṣàngó es digno de elogio, venerable
Ṣàngódìmimú Ṣàngó me sostuvo las manos para dar longevidad (nombre
del niño Àbìkù)

Relación de Ṣàngó con los Àbìkù


Algunos de estos nombres indican que Ṣàngó se ocupa del fenómeno Àbìkù,
que se produce cuando una mujer tiene sucesivos abortos o cuando se producen
muertes prematuras de niños y jóvenes. Ṣàngó detiene la acción del Àbìkù para que
la persona que lo padece pueda vivir lo suficiente en la tierra. El Ṣàngó cura
enfermedades, evita abortos y muertes de niños y jóvenes.
Llamamos a Ṣàngó el Bàbá Ọlọ ́mọ Èwe, "Padre de los niños y los jóvenes". Su
interés por la vida comenzó en los tiempos primordiales, cuando siempre estaba
acompañado por miles y miles de personas. Ṣàngó amaba a los niños y a los seres
humanos en general, amaba la familia y el amor y tenía una inmensa pasión por la
vida. Se llamó a sí mismo el padre de todos y es por ello que lo invocamos y
trabajamos con su asé para romper el pacto que los Àbìkù tienen con su Ẹgbẹ ́ no
Ọrùn.
LA RELACIÓN DE LO SAGRADO CON LA
COMIDA
Las bocas de los seres humanos son las bocas de los ọrìșàs. Los ọrìșàs
también se alimentan a través de la boca de los seres humanos. La relación entre lo
sagrado y la comida es inestimable y encuentra su significado en el verbo bọ, que
significa tanto venerar como alimentar. La devoción a los ọrìșàs se basa en diversos
procesos litúrgicos, culturales y espirituales e incluye la recitación de Ọríkì
(evocaciones), Àdúrà (oraciones), orin (cantos), Ìbà (invocaciones) y Ìtàn
(narraciones míticas). El acto de ofrecer comida es fundamental en las
manifestaciones devocionales y esto no es diferente en relación con Ṣàngó.
Ṣàngó fue un rey exigente, caprichoso, rico, próspero y notable. Fue líder,
padre, amigo y proveedor de soluciones. Adoramos a Ṣàngó con diversos fines, pero
necesitamos mensajeros que le transmitan nuestras peticiones. Cada ofrenda es un
intermediario entre el ser humano y el ọrìșà. La comida que forma parte de cada
ritual es un elemento de intercambio.
El alimento tiene minerales de la tierra y del agua de lluvia y pasa por los
procesos de germinación y maduración. Se planta con el asé de Ọgùn, de Ọkọ y de
otros ọrìșàs agrícolas y de tierra; luego se cosecha, se lava, se procesa y se cocina.
En estos procesos intervienen el agua, que lava y prepara los alimentos, el fuego, que
los transforma y el trabajo -sudor, dedicación y devoción- de quienes los preparan.
Ofrecemos alimentos a los ọrìșàs porque los asés de todas las personas que
participan en su preparación se unen y se convierten en elementos de diálogo con lo
divino. La comida que ofrecemos a los ọrìșàs es un símbolo espiritual de todo el
esfuerzo que garantiza nuestra supervivencia. La ofrenda es una forma de poner
nuestra vitalidad al servicio de nuestros sueños.
ALIMENTOS OFRECIDOS A ṢÀNGÓ
Algunos alimentos de Ṣàngó nos permiten trascender el plano físico y
alcanzar la fuerza vital que necesitamos para resolver nuestros problemas. El Àmàlà,
plato tradicional elaborado con harina de ñame, es originario de Oyó, tierra de
Ṣàngó. El ñame se pela, se corta y se pone en agua caliente; después de cuatro o
cinco días se saca del agua y se seca al sol; una vez bien seco, se muele en un molino
y se tamiza para eliminar las impurezas de la harina. En este punto del proceso
tenemos èlùbọ ́, harina de ñame procesada, o yuca siguiendo el mismo proceso. Para
preparar el Àmàlà, se pone agua al fuego y, cuando está hirviendo, se vierte la harina
y se remueve continuamente hasta obtener una masa consistente. Esta pasta se sirve
con salsa de judías o de quimbombó.
El Àkàrà se prepara con harina de maíz blanco que, tras cocerse como la
polenta, se vierte en un cuenco o artesa.
El iyán (ñame), tras ser pelado, cortado en trozos y cocido con poca agua para
no empaparlo, se machaca hasta que se convierte en una pasta húmeda que se
asemeja al puré de patatas. Con esta pasta se pueden hacer doce bolitas, que se
colocan en un cuenco o comedero y se cubren con salsa de alubias o quimbombó.
Hay otros dos platos principales que se ofrecen a Ṣàngó. Una de ellas es la
sopa gbẹgiri, preparada con alubias rojas peladas que se cuecen hasta que se
deshacen por completo, y luego se condimentan con pescado y aceite de Palma. Si a
la gente le gusta y quiere, puede añadir pimienta y trozos de carne.
Podemos colocar una piedra ẹdùn àrá en el gbẹgiri para transferir el valor, la
invencibilidad, la perseverancia, la resistencia, la realeza, la fortaleza y la grandeza
de Ṣàngó a todos los participantes en la ofrenda. Cuando la sopa se enfría, se retira
el ẹdùn àrá. Cualquier persona con miedo, inseguridad, síndrome de pánico o
problemas de autoestima puede lamer esta piedra para ingerir el asé de Ṣàngó, y si
repite este procedimiento varias veces, perderá el miedo. El propietario de la ẹdùn
àrá puede lavarlo con hojas de pèrègún, colocarlo en un platillo o en un cuenco con
un poco de aceite de palma encima, y estará listo para el siguiente uso. La ẹdùn àrá
puede guardarse dentro del recipiente de Ṣàngó.
Otra ofrenda es el quimbombó cortado, cocinado y condimentado con aceite
de palma, pescado, camarones y todo tipo de especias para hacerlo sabroso. Esta
salsa a base de quimbombó se vierte sobre la pasta mencionada anteriormente.
LA RELACIÓN DE ṢÀNGÓ CON OBI Y ỌRỌGBỌ
Algunas personas dicen que no se ofrece obi a Ṣàngó, pero esto no es cierto.
Sucede que, debido a la asociación mitológica entre el ọrọgbọ y los ojos de Ṣàngó,
esta fruta se ofrece tradicionalmente más. El obi se ofrece a todos los ọrìșàs para
equilibrar y calmar a las personas y neutralizar el mal. La cantidad de ọrọgbọ y obi
a ofrecer depende de las condiciones económicas del oferente; si tenemos doce de
cada uno para ofrecer, ya que este es el número sagrado de Ṣàngó, grande; si
tenemos menos, el asé será el mismo.

CÓMO PROCEDER PARA HACER UNA


OFRENDA A ṢÀNGÓ
Cuando la comida está fría, se le da a Ṣàngó. Quién debe llevarlo a la
liquidación depende de las circunstancias de la oferta. Si se trata de una Ọṣẹ ̀, una
ofrenda cíclica, es posible establecer una rotación entre los hijos de Ṣàngó en la casa.
Cuando la ofrenda se realiza en el marco de un Ebó, es el propio oferente quien la
entrega, acompañado por el sacerdote o la sacerdotisa.
Al llegar al asiento de Ṣàngó, el oferente le saluda tres veces: ¡Kábíyèsí!
¡Kábíyèsí! ¡Kábíyèsí! Luego toca la ofrenda en el suelo de tres a doce veces. Como el
número sagrado de Ṣàngó es el doce, porque en el juego de las conchas el Ọdú de
Ṣàngó, Èjìila-Așẹbọra, tiene el número doce, se recomienda tocar la comida en el
suelo doce veces. Después se deja la ofrenda en el suelo delante del asentamiento. El
sacerdote echa un poco de agua de un vaso en el suelo y en el asentamiento y, con el
sẹ ̀kẹ ̀rẹ ̀ en la mano, evoca a Ṣàngó. Durante la evocación, el sacerdote y el oferente
pedirán a Ṣàngó la calidad del asé que desean obtener.
Cuando se evoca algún ọrìșà durante la entrega de ofrendas, los oris de los
presentes se despiertan para recibir su asé. Es importante expresar los objetivos
que se desean alcanzar, incluida la capacidad de reconocer y aceptar las bendiciones
recibidas. Armada con esta capacidad, la persona puede lograr resultados positivos.
HOJAS DE ṢÀNGÓ
Ṣàngó trabaja con el asé de algunas hojas. El ojúoró (Victoria Regia) y el
Òṣìbàtá (loto) son plantas acuáticas que atraen la victoria y convierten a la persona
en intocable, neutralizando todo el mal enviado hacia ella. El tẹ ̀tẹ ̀ (bredo) confiere
perseverancia y si alguien intenta sabotear al hijo de Ṣàngó, el uso de esta planta lo
defenderá porque este asé permite superar las barreras y vencer a los enemigos. El
rẹnrẹn (lengua de rana) y el Orìrì (oriri-de-Òṣùn) aportan equilibrio, tranquilidad,
paz y armonía. La abamọda (hoja de la fortuna) atrae la suerte, el progreso y la
riqueza y convierte los sueños y deseos en realidad. El pèrègún (drachena) premia
el esfuerzo y la lucha. El yèyé (cajá-mirim) proporciona el axé para sobrevivir a las
presiones, dificultades y limitaciones y para que un individuo logre convertirse en el
número uno.
El akòkò hace venerable al Ori y manifiesta su realeza, su grandeza, su
potencial innato; esta hoja es tan importante que entre los yoruba nadie asume una
situación jerárquica notable sin bañar su Ori con akòkò. La Ẹwẹ ìlasa (hoja de okra)
aumenta la suerte, el magnetismo y el poder de atracción.

SIGNIFICADO DE LOS ANIMALES


En el reino animal, la tortuga es el ser más sagrado de Ṣàngó, tiene
longevidad, enfoque, concentración, ritmo, frecuencia, constancia, organización y
disciplina. El carnero representa la victoria y pospone la fecha de la muerte. La
gallina de Guinea armoniza, reduce las tensiones y desenreda las presiones, ayuda a
resolver los problemas y a superar las dificultades.
La gallina y el gallo cambian la desgracia y el mal por el bien, la mala suerte
por la suerte, el sufrimiento por el alivio, las lágrimas por las sonrisas, la tristeza por
la alegría y la derrota por la victoria. La paloma da el dominio sobre las dificultades
y los sufrimientos. El Ìgbìn amortigua todo, de modo que el devoto de Ṣàngó resiste
el impacto de las adversidades; también neutraliza los sufrimientos, las tensiones y
las molestias. El refrán yoruba dice que "el mugido del buey es grande", y el buey
también simboliza a Ṣàngó porque todo en Ṣàngó es grande.
OFRENDA CON COWRIES PARA ATRAER LA
PROSPERIDAD
Ṣàngó aporta soluciones a muchas dificultades, si no a todas. Adorarle trae
riqueza: es frecuente escuchar la evocación Olówó Orí Mi ('Señor de la riqueza de mi
Ori'). Para que el trabajo de un devoto de Ṣàngó genere riqueza, el sacerdote debe
preparar una ofrenda con los alimentos de Ṣàngó y las bayas. El sacerdote toma doce
cowries, o muchos cowries, las pasa sobre el cuerpo de la persona, las coloca junto a
la comida que se va a ofrecer y, de pie frente al asentamiento, va diciendo "Ṣàngó,
Olówó Orí ______ (nombre de la persona)", repitiendo siempre el nombre de la
persona.

OFRENDA CON ẸDÙN ÀRÁ PARA EL VALOR Y


LA AUTOCONFIANZA
Las ofrendas a Ṣàngó aportan valor, curan el miedo, la inseguridad y la
timidez, tan perjudiciales para el progreso y la supervivencia. Para tener valor, hay
que tomar la piedra ẹdùn àrá, ponerla en el fuego, dejar que se caliente mucho,
retirarla del fuego, ponerla en agua potable, esperar a que se enfríe en el agua,
sacarla, ponerla en un platillo o cuenco y ponerle una gota de aceite de palma. El
agua debe tragarse.
Esta terapia cura la inseguridad, el miedo, el síndrome de pánico y los
problemas de autoestima y confianza en uno mismo. El agua puede ser tomada poco
a poco por el devoto para complementar la ofrenda y promover el asé necesario
para lidiar con los problemas y dificultades emocionales, para que su trabajo sea
reconocido y sus sueños se hagan realidad. El devoto que realiza esta práctica siente
en su interior la fuerza y la realeza de Ṣàngó, que envía mensajes a sus Ori diciendo
que es fuerte.
CARISMA: LA CLAVE DEL ÉXITO
Para que una persona tenga éxito en lo que hace, el primer paso es el
reconocimiento. El Ṣàngó eleva el carisma de una persona, poniéndola en el punto de
mira, y pule el brillo de su Ori para que brille en el trabajo y alcance el éxito y, en
consecuencia, la riqueza. Las ofrendas a Ṣàngó con este fin van acompañadas de
cánticos que favorecen el progreso y la prosperidad, como el siguiente:

¡Ọba Kòso! ¡Ọba Kòso!


Oníbàntẹ́ ajé jingbéné

CÓMO MANTENER EL ASÉ DE ṢÀNGÓ JUNTO


A TI
Para beneficiar a los profesionales que tratan con mucha gente, el sacerdote
puede sacralizar un pequeño ẹdùn àrá para que el devoto lo lleve consigo y tenga
siempre el magnetismo de Ṣàngó emanando hacia él. Quien tiene esta simpatía lleva
el asé del liderazgo y la notoriedad de Ṣàngó y hace que sus esfuerzos e importancia
sean vistos por la sociedad. Para sacralizar el ẹdùn àrá el sacerdote lo lava con hojas
de Ṣàngó maceradas, sin zapatos y sin fumar, en un ambiente tranquilo. Luego lo
coloca dentro del asentamiento junto con una ofrenda preparada con uno de los
animales favoritos del ọrìșà. Después de tres días, el ẹdùn àrá se retira del
asentamiento, se lava de nuevo con las hojas y está listo para su uso.
Ṣàngó ofrece la solución contra la persecución. El hacha de Ṣàngó puede
sacralizarse y guardarse en la casa o el negocio del perseguido. Cualquiera que sufra
cualquier tipo de persecución, injusticia o sabotaje puede tener esta hacha en su
poder, lograr la victoria y estar protegido de las malas acciones, los hechizos, las
maldiciones, la ira, el odio y el rechazo social.
Todo lo bueno que ocurre en la vida de un ser humano depende de las
acciones de sus Ori. Ẹlẹdà ́ es en sí mismo un asé listo y tiene el poder último sobre
la vida, pero no siempre la conciencia de los seres puede alcanzar los mensajes y la
grandeza del propio Ori. Ṣàngó ayuda a que el Ori de su devoto despierte y se
interese más por las situaciones y circunstancias que pueden llevarle a la
victoria. Ṣàngó colabora mucho con el crecimiento del ser humano a través de su
diálogo con Ori.

ṢÀNGÓ: SANTO PATRÓN DE LOS QUE


DEFIENDEN LA JUSTICIA
Todas las profesiones tienen ọrìșàs como patronos. Ọgùn es el patrón de los
cazadores, policías y guerreros, Yemọja, de los pescadores y Ọṣọṣṣì, de los cazadores
y guerreros. Ṣàngó es el patrón de los que defienden la justicia, incluidos los
abogados, los fiscales y los jueces, y de los hombres de bien que quieren un mundo
más justo.
Ṣàngó era tan justo que transmitió todos sus conocimientos al pueblo para
que éste pudiera sobrevivir en su ausencia. Hoy en día, la injusticia se produce
debido a diversos factores, como la incapacidad de los seres humanos, el egoísmo, la
ignorancia y el egocentrismo, entre otros muchos. Cuando adoramos a Ṣàngó
pedimos justicia y victoria sobre la injusticia y las dificultades. La solución a algunos
problemas está en nosotros. Como Ṣàngó es el ọrìșà de la justicia, nos ayuda a
superar también las injusticias que practicamos contra los demás y contra nuestra
propia vida.
Hay personas a las que otros boicotean o hablan mal de ellas y se quejan
innecesariamente. Ṣàngó aborrece la malicia y le encanta trabajar con temas
sociales. Por eso se dice: "El gran sabio Ṣàngó, que frota las bocas de los malvados
en la tierra". Lamentablemente, la maldad forma parte de la naturaleza humana,
pero Ṣàngó nos disciplina y hace valer los derechos que cada uno de nosotros tiene
para estar bien y evitar que otros sean saboteadores de nuestro bienestar, nuestra
felicidad y nuestra gloria en la vida.
Se han traducido partes de los siguientes textos por su simbolismo.
Debido a la complejidad de su contenido, a menudo no es posible una
traducción literal.

ỌRÍKÌ ṢÀNGÓ - INVOCACIÓN A ṢÀNGÒ

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÍKÌ ṢÀNGÓ 1 INVOCACIÓN A ṢÀNGÒ 1
1. Káábíyèsí Ṣàngò! Ṣàngò, Su Majestad, lo saludo.
2. Iná l’ójú De tus ojos salta el fuego
3. Iná l’ẹ́nu De su boca sale fuego
4. Olúkòso El Rey no se ahorcó (Epíteto de Ṣàngò)
5. Àyàran iná El poderoso fuego con el poder de quemarlo todo
6. Àkàtà yẹrì yẹrì El fuego indomable que se extiende
7. Ògíri-ẹkùn Leopardo feroz (epíteto Ṣàngò)
8. Onímú símú Cada uno dice lo que quiere
9. Èké nsá Y los mentirosos huyen por miedo a ser castigados
10. A tú wọn ká El que desune lo que está unido
11. Ní ibi tí wọ́n gbé ndá iná irọ Donde los malhechores se unen para hacer el mal
12. Ọlọ́ọ̀lọ̀ tí nfẹnu ìkà lọlẹ́ El sabio que frota la boca del mentiroso en el suelo
13. Ò sọ ògiri kàà kà kàà Cuyo poder, a través del rayo, agrieta las paredes
14. Ki igba ẹdùn bọ́ ọ̀ àrá Y llena esas paredes con cientos de ẹdùn àrá
15. Káábíyèsí bàbá mi Padre mío, te saludo
16. Káábíyèsí olówó orí mi Señor de mi Orí, te saludo
17. Káábíyèsí Ṣàngò! Ṣàngò, Su Majestad, lo saludo.

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÍKÌ ṢÀNGÓ 2 INVOCACIÓN A ṢÀNGÒ 2
1. Káábíyèsí ò! (3x) ¡Su Majestad, le saludo! (3x)
2. Ṣàngó Olúkòso El rey no se ahorcó (Epíteto de Ṣàngò)
3. Àkàtà yẹrì yẹrì El fuego indomable que se extiende
4. A tú wọn ká El que desune lo que está unido
5. Ní ibi tí wọ́n gbé ndá iná irọ́ Donde los malhechores se unen para hacer el mal
6. Ọlọ́ọ̀lọ̀ tí nfẹnu ìkà lọlẹ́ El sabio que frota la boca del mentiroso en el suelo
7. A-waápọn-mọ̀rí Quién se preocupa de resolver cada caso difícil
8. Ó torí ijà dáko sẹ́bàá ọ̀nà Aquel que, teniendo el poder cuestionado, hizo su jardín
donde todos pudieran verlo
9. Ṣàngó ní bó ò kí ládòbò, ijà ni Si los que pasan por su jardín no le saludan, protesta
10. Bó o si kí ládòbò, ọ̀ràn Cuando se le saluda, observa cómo se le saluda
11. Ṣẹ́ẹ́rẹ́jọbí ọmọ Àrìrà El poder de Ṣẹ̀rẹ́ que une a las personas
12. Alànà tóóró kan ayé, Alànà tóóró k’ọ̀run El que tiene el poder de abrir la conexión entre el
mundo físico y el espiritual a través del rayo
13. Jagunjagun, Ẹṣìn rógun jà El guerrero que se enfrenta a todos los retos
14. Ẹranko bí ọ̀bọ ò sí Lóko, Káábíyèsí! No hay ningún animal que se parezca al chimpancé en
la selva
15. Afijimere tí n pe àrá rẹ̀ Lólóógùn El poderoso mago que posee conocimientos sobre
magia y medicina
16. Eréku elemele ọkọ Ọyá El constante compañero fiel de Ọyá
17. Àyàran iná Fuerte y rápido como el fuego
18. Ṣàngó gboná bi Ṣapala Ṣàngò, cuyo cuerpo es caliente como Ṣapala
19. Irọ́ ni ọrìșà kékerè n pa lẹ́yìn Ṣàngó Ningún otro ọrìșà puede disputarle
20. Ti Ṣàngó ni n osé Seguiré el asé de Ṣàngò
21. Káábíyèsí! ¡Su Majestad, le saludo!

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÍKÌ ṢÀNGÓ 3 INVOCACIÓN A ṢÀNGÒ3
1. Ṣàngó o jẹ ọká ogun ọdún Ṣàngò, que come comida hecha hace 20 años
2. Ṣàngó o jẹ gbẹgiri oṣu mẹwa Ṣàngò, que come gbẹgiri hecho hace 10 meses
3. Ṣàngó iyán ọdún mẹta ngobona Ṣàngò, que hace que el iyán se mantenga caliente
durante tres años
4. Okunrin Alagbara inu iná El hombre poderoso (dios) que sobrevive dentro del
fuego
5. Ṣàngó, bàbá mi, Olúkòso Ṣàngò, mi padre (mi deidad)
6. Káábíyèsí ¡Su majestad, le saludo!
ORIN ̣SÀNGÓ - CANTOS PARA ṢÀNGÒ

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÌN ṢÀNGÓ 1 CANTO PARA ṢÀNGÒ 1
1. Àlàdó fọwọ́ ranú o Alado, sé paciente y tolerante conmigo
2. Àlàdó fọwọ́ ranú o Alado, sé paciente y tolerante conmigo
3. Ṣàngó fọwọ́ ranú o Ṣàngò sé paciente y tolerante conmigo
4. Ṣàngó fọwọ́ ranú o Ṣàngò sé paciente y tolerante conmigo
5. Bàbá bí èmì bá ṣẹ̀ ẹ Padre si violo involuntariamente tus
principios éticos y morales
6. Kí o má ṣe já o No me castigues si transgredo tus
principios éticos y morales
7. Àlàdó fọwọ́ ranú o Alado, sé paciente y tolerante conmigo

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÌN ṢÀNGÓ 2 CANTO PARA ṢÀNGÒ 2
1. Ọba kòso, Ọba kòso El rey de Kòso
2. Oníbàntẹ́ ọwọ jingbẹ́nẹ́ El que tiene su capa hecha de dinero
3. Ọba kòso El rey de Kòso
4. Oníbàntẹ́ ajé jingbẹ́nẹ́ El que tiene dinero y prosperidad
5. Ọba kòso El rey de Kòso
6. Oníbàntẹ́ adé jingbẹ́nẹ́ El que tiene la corona de la prosperidad
7. Ọba kòso El rey de Kòso
8. Oníbàntẹ́ ọlà jingbẹ́nẹ́ El que tiene el manto de la riqueza
9. Ọba kòso El rey de Kòso
YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÌN ṢÀNGÓ 3 CANTO PARA ṢÀNGÒ 3
1. Bàbá tani yíò dúró ¿Quién se atreverá a desafiar la fuerza de
mi padre Ṣàngò?
2. Bàbá tani yíò dúró ¿Quién se atreverá a desafiar la fuerza de
mi padre Ṣàngò?
3. Kí Ṣàngó yọ́ oṣé o Cuando Ṣàngò se manifiesta con su oṣé en
la mano
4. Kí Ọyá yọ́ idà Cuando Ọyá se manifiesta con su espada
5. Bàbá tani yíò dúró ¿Quién se atreverá a desafiar la fuerza de
mi padre Ṣàngò?

YORUBÁ TRADUCCIÓN
ỌRÌN ṢÀNGÓ 4 CANTO PARA ṢÀNGÒ 4

1. Olúkòso Àlàdó Olúkòso Àlàdó 1


2. Ọkọ Ọyá Esposo y protector de Ọyá
3. Olúkòso Àlàdó Olúkòso Àlàdó
4. Ọkọ Ọyá Esposo y protector de Ọyá
5. A rù òkúta El que levanta una roca
6. A rù òkúta El que levanta una roca
7. Lái ni oṣuka Sin el menor esfuerzo
8. Olúkòso Àlàdó Olúkòso Àlàdó
9. Ọba Ire El rey de la suerte y el bienestar
10. A rù òkúta El que levanta una roca
11. A rù òkúta El que levanta una roca
12. Lái ni oṣuka Sin el menor esfuerzo
13. Olúkòso Àlàdó Olúkòso Àlàdó
1 Epítetos de Ṣàngò que significan, respectivamente, "El rey no se ahorcó" y "el que rompe el mortero".
ÌBÀ ṢÀNGÓ - SALUDO A ṢÀNGÓ

YORUBÁ TRADUCCIÓN

1. Ṣàngó jẹ́ njay é pẹ́ ẹ́ pẹ́ ẹ́ o Ṣàngò, permíteme vivir muchos, muchos
años
2. Ibà fún bàbá mi Saludo a mi padre
3. A ké kàrà Cuyo grito es fuerte
4. A ke kòrò Cuyo grito genera castigo
5. Ó j’ọkà Quién come la comida
6. Ogún ọdún Hecha hace 20 años
7. Ó jẹ gbẹgiri oṣù mẹ̀wà Quién come gbẹgiri hecho hace diez años
8. Káábíyèsí ò! ¡Su Majestad, le saludo!
9. Ṣàngó òòṣà mí Ṣàngò, mi gran ọrìșà
10. Ibà rẹ o láàlú Te saludo, oh ilustre
11. Bàbá mi Mi gran padre
12. O ṣ’ọkọ fún olè Que castiga a los mentirosos y a los
ladrones
13. Ibà rẹ ò, Ṣàngó Te saludo, Ṣàngó
14. Má ṣ’ọkọ fún mi o No me castigues
15. Mo wá nfọ̀ wípé Es lo que siempre pido
16. Ibà a sángiri Saludo a quien tiene la fuerza de romper
el muro
17. Ọba tó tó, káábíyèsí ò! Gran rey, Su Majestad, lo saludo.
18. Ṣàngó Ọba Ṣàngò, el rey
19. Jẹ́ kí gbogbo ọjọ́ ayé mi ó Déjame ser feliz todos los días de mi vida
yẹmí o
20. Imalẹ̀ gbogbo, ibà yín o A todas las deidades, les saludo
CIERRE
Es imposible para un ser humano resumir la grandeza e importancia de los
ọrìșàs. Ṣàngò es el ọrìșà de la civilización, que enseñó al hombre el conocimiento de
la magia, el liderazgo, el sentido de la defensa, la autoestima, la confianza en sí
mismo, la seguridad personal, la fuerza y la resistencia. Es un ọrìșà que enseñó al
hombre a trabajar sus emociones para lograr la victoria, el éxito y el bienestar.
Espero que hayas aprendido y disfrutado y que puedas asimilar toda la riqueza de
Ṣàngó en tu vida diaria, para que tu Ori sea tu mayor guerrero.

Káábíyèsí Ṣàngó!
¡Asé!

Bàbá King

También podría gustarte