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2. AUTOR: Sebastian
maricieloquezada10@gmail.com Universidad Nacional de Tumbes
3. RESUMEN
Los saberes como herramientas de conocimiento Como tales es preciso interrogarse sobre la
sociología del conocimiento, cómo éste se adquiere y se construye, a qué está sujeto
(reviSABERES CULTURALES(4L)2.indd 13 03/06/14 7:10 14 Saberes culturales son de
conceptos, planteamientos teóricos…) y de qué depende su progreso. Si atendemos al pasado,
a diferencia de la neutralidad o distanciamiento epistemológico que pudo caracterizar durante
mucho tiempo a la vieja antropología, los autores del libro están presentes en el texto, no sólo
a título de un «yo testimonial» sino como parte intrínseca de la exposición. Lo que, hoy en día,
no debería ser más que una obviedad constituye un recordatorio que sirve para desanimar
cualquier lectura objetivista, que esconde el contexto del campo científico que la genera y el
lugar que en él ocupa el investigador. Aunque los autores que participan en el presente
volumen han compartido mucho entre sí y con el homenajeado (proyectos, docencia,
conferencias…), se distinguen por tener trayectorias profesionales, temas de investigación y
planteamientos teóricos relativamente dispares, que impide reunirlos bajo un mismo epígrafe,
bien sea escuela o campo temático. Claramente, lo que nos une aquí es la estima e idea
compartida sobre el papel desempeñado por José Luis en la antropología social y, sobre todo,
una cierta concepción de la disciplina que está en consonancia con dicha valoración. Los
saberes disciplinares se construyen así y dependen de la colaboración entre personas
(Córdoba, Sánchez)
5. 3. ABSTRACT :
7.INTRODUCCIÓN :
No es tan habitual desde el mundo achinado referirse de vislumbrar efectivamente lo que son
los saberes ancestrales, pues primero debiésemos efectuar un praxis de “descolonización
mental”, por decirlo de algún suerte. obligatoriedadíamos primero advertir que los saberes
ancestrales son la gesto de una cosmovisión, profunda y compleja, que difiere mucho del
causa del comunidad occidental; saber que el conocimiento y tolerancia de estos saberes no
puede desatender bien a través de un proceso de parábola, estudio y segmentación, pues la
definitiva compresión de los saberes ancestrales nacen desde la experiencia de esa
cosmovisión, en la que la olfato y el notar se entrelazan con el instrucción para crear el
principios del sociedad.
Señalado esto, y sin poder desprendernos del todo de la urgencia de achacar y categorizar,
podríamos decir que los saberes ancestrales engloban una gran categoría de aspectos del
principios y la técnica que van desde el lenguaje hasta la cocina, desde las matemáticas hasta
la artesanía, pasando por la bebedizo, la edificio, la arboricultura, las técnicas de conservación
del ambiente y microclimas, la adquisición y sostenimiento, la bordado y el aseo, el éxtasis y la
comunicación, etc
En primer lugar, conviene precisar el alcance de lo tratado en los capítulos que siguen. No se
trata de presentar un estado de la cuestión exhaustivo de los saberes, algo difícil y, en cierto
modo, con poco sentido. Tendría que incluir un abanico demasiado amplio de maneras de ser,
entender y de hacer que las sociedades objetivan material o inmaterialmente en los distintos
ámbitos de la vida. Pero sería imposible también porque, la evocación de los saberes culturales
no se limita a identificar y rastrear los fenómenos empíricos que los conforman o mediante los
cuales se manifiestan, sino también y fundamentalmente plantearse cómo se generan
cognitiva, simbólica y socialmente. Los textos son investigaciones actualmente en curso en las
que destaca una determinada concepción de la antropología contemporánea y de la reflexión
que desde ella se puede aportar, especialmente en el campo de la antropología cognitiva y
lingüística, la antropología del conociSABERES CULTURALES(4L)2.indd 15 03/06/14 7:10 16
Saberes culturales miento y las políticas patrimoniales, aspectos todos aquí privilegiados. Los
saberes culturales y su análisis cruzan las fronteras de la cotidianeidad y del sentido común
ordinario desde varios ámbitos: la ciudad
existe una producción académica extensa. Ana María Alarcón, Aldo Vidal y Jaime Neira, por
ejemplo, han argumentado que la diversidad biológica, cultural y social es un factor
importante de todo proceso de salud y enfermedad, y que es necesario comprender las
culturas involucradas en dicho proceso (Alarcón, Vidal y Neira, 2003). De 1993 a 2003, Ana
María Alarcón realizó un trabajo de campo en el pueblo mapuche y enfatizó la pertinencia
cultural de los aspectos éticos de la investigación (Alarcón, 2004). Nancy Andrea Álvarez hizo
un estudio en una comunidad mapuche y se centró en la interculturalidad que se origina en
torno a la salud. Resalta la necesidad de que entre paciente y terapeuta se genere una relación
en la que se interconecten saberes tradicionales con conocimientos científicos occidentales
(Álvarez, 2005). Leonardo Nina pone de relevancia los saberes especializados de las plantas
medicinales de la cultura kallawaya y su transferencia en procesos educativos formales (Nina,
2004). Judith Ortega aborda las representaciones sociales respecto de la salud y la enfermedad
entre los mayas mexicanos y las contrasta con la ideología biomédica (Ortega, 2006). María
Claudia Duque profundiza en la diversidad y en los problemas de inequidades en la relación
entre la cultura y la salud (Duque, 2007). Carlos Alonso, quien participó en el número especial
de Desacatos acerca de la influenza A (H1N1), indaga las diversas concepciones culturales
entre médicos y pacientes en torno a la prediabetes y propone vías para una traducción mutua
(Alonso, 2008). Roberto Campos examina la transición en la enseñanza de la antropología
médica en México del indigenismo culturalista a la interculturalidad en la salud (Campos,
2010). El Banco Interamericano de Desarrollo (bid), por su parte, ha planteado la elaboración
de una guía para la adecuación cultural de los servicios de salud. En Ecuador, el Ministerio de
Salud impulsó un trabajo intercultural, en tanto que en la Universidad Técnica del Norte del
mismo país se discutió la creación de una red de salud comunitaria con enfoque intercultural
basada en la perspectiva del Buen Vivir.
Los conocimientos y creencias sobre la crianza de los hijos a lo largo del tiempo se ha
considerado como una tarea exclusiva de la madre. Existen premisas fundamentales que han
sido transmitidas de abuelas a madres y a madres jóvenes; sin embargo, con la globalización
del conocimiento y la aculturación que se ha producido por la movilidad de los pueblos se han
cambiado y hasta olvidado aquellas. La finalidad de este artículo es detectar y valorar las
prácticas y experiencias de crianza de abuelas y madres de las comunidades de Cotopaxi desde
el punto de vista del rescate de saberes, mediante la descripción de actividades propias de su
entorno. La metodología tiene un enfoque histórico heurístico, caracterizado por la aplicación
de un cuestionario semiestructurado, para indagar y transcribir las experiencias vividas por las
abuelas, madres y madres jóvenes, los saberes y prácticas que ellas realizaron en la etapa de
crianza de sus hijos recién nacidos y en el cuidado de la madre después el parto. Desde la
perspectiva del respeto a los saberes ancestrales es importante conservar estas creencias y
prácticas de cultura ancestral para mantener la identidad intercultural y diversidad del pueblo
ecuatoriano, que sin duda permanecerán a través de la historia.
Los saberes culturales entendidos como las creencias y prácticas ejercidas por generaciones
para atender a una población en diferentes situaciones de las comunidades y de los hogares
apuntan a enriquecer el conocimiento de la realidad sociocultural puesto que son acciones que
representan o forman parte de la cultura popular (García de Alba García, 2012), porque el
hacer y el deber hacer relacionado con las creencias, experiencias y certezas que se comparten
en la comunidad como valores, formas de pensar, actitudes y conductas. La educación se
constituye en el medio para la transmisión de conocimiento, existen métodos, técnicas,
medios y formas que son una ciencia por sí misma. Los contenidos que se convierten en
verdades irrefutables que han sido sometidas a múltiples experimentaciones que han llevado a
su idoneidad. Sin embargo existen conocimientos que han servido a conglomerados pequeños
para ejecutar actividades cotidianas como el proceso de alumbramiento y cuidado de niños
recién nacidos.