Está en la página 1de 12

SABERES CULTURALES

REALIZADO POR:

LUIS ENRIQUE CORDERO CABRALES

CURSO: INSTITUCIONAL III

UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA

FACULTAD: CIENCIAS BÁSICAS

DEPARTAMENTO: QUÍMICA

MONTERÍA – CÓRDOBA

2020
INTRODUCCIÓN

El presente trabajo tiene como objetivo principal comprender e identificar las prácticas

cotidianas en relación a los saberes ancestrales, tradicionales y científicos; también la manera de

cómo éstos saberes, en la medida que el tiempo transcurre producen cambios o una interacción

entre las partes. Previamente estos saberes han sido definidos y catalogados para poder

evidenciar posteriormente, a qué tipo de prácticas pertenecen.

En la misma línea de igual manera se busca, a parte del comprender los sentidos y

prácticas de los saberes ancestrales, tradicionales y científicos, el fortalecimiento de la identidad

cultural y la relación directa de estos tres aspectos, con el fin de acceder a nuevas formas de

conocer, integrar, intercambiar, y construir saberes sobre la naturaleza a través de la cultura. El

trio entre estos saberes plantea a los saberes científicos como universales, basados en preceptos

teóricos y válidos por la práctica experimental, mientras que los saberes autóctonos se consideran

localizados, contextualizados e inseparables de las prácticas a las que son asociadas. Por otro

lado las prácticas ancestrales dan diferentes visiones sobre el mundo, sobre cómo comprenderlo,

cómo cuidarlo y preservarlo. Y esta visión se logra cuando el ser humano entra en armonía con la

naturaleza. Esta distinción clásica puede, en efecto, servir de marco de análisis dentro de una

situación relativamente pura, donde saberes científicos, ancestrales y tradicionales pueden ser

claramente diferenciados. Del mismo modo, ella puede servir de etiqueta si se consideran estas

categorías como tipos ideales, es decir, como conceptos que corresponden a un ejercicio de

purificación intelectual, eliminado las complejidades de ciertas situaciones observadas en campo.


CONTENIDO

INTRODUCCIÓN........................................................................................................................

OBJETIVOS...............................................................................................................................1

MARCO TEÓRICO....................................................................................................................2

METODOLOGÍA.......................................................................................................................5

DESARROLLO..........................................................................................................................6

BIBLIOGRAFÍA........................................................................................................................9
1

OBJETIVOS

- Identificar prácticas cotidianas en relación a los saberes ancestrales, científicos y

tradicionales.

- Evidenciar a qué tipo de saber (ancestral, tradicional y científico) pertenece cada práctica

cotidiana según la clasificación previa.

- Conocer algunas prácticas cotidianas que den relación alguna o mezcla, entre los distintos

saberes culturales.
2

MARCO TEÓRICO

Dentro de las tintas ramas del saber y conociendo a este como un mundo del conocimiento

intelectual y pragmático de la sociedad contemporánea, se establecen tres pilares o criterios

fundamentales, los cuales están asociados directamente al continuo desarrollo y progreso de las

civilizaciones. Estos saberes están arraigados a la idea de establecer principios autóctonos y de

identidad cultural, que justifiquen el origen y existencia de lo que hoy en día nos ayuda a

sobreponernos, es decir, los componentes de donde surgen los materiales en beneficio de la

sociedad.

Lo anterior no implica pues que deban ser conceptos necesariamente inconmensurables, es

decir, conceptos con un alto grado de complejidad o medición, en cuanto a lo que implica el

entendimiento de estos saberes del conocimiento.

En primer lugar están los saberes ancestrales, los cuales surgen a raíz de la necesidad de crear

una convicción sobre la cual, en ese entonces e incluso ahora, demandan una gran creencia hacia

lo natural (naturaleza). Por este motivo, la biodiversidad se convierte como fuente prima de los

recursos del hombre, pero estos utilizados de manera racional y sin afectar en ninguna medida a

la misma naturaleza. Estos saberes ancestrales son considerados por muchos, como la base e

impulsión a la transformación de lo que en la actualidad se conoce; ejemplo de ello lo expresa un

miembro de la comunidad muisca, “Sí recordamos nuestras raíces, tendremos un futuro mejor,

una conciencia más clara sobre a qué vinimos y para dónde vamos” Víctor Noreña. Cabe aclarar

que los saberes ancestrales, son aquellos que nuestros antepasados, y que son origen de ello,

transmiten de una generación a otra y con un sentido propio y de permanencia marcada a través

de la historia.
3

De igual manera se encuentran los saberes tradicionales, quienes podrían decirse que parten

de la ideología de los saberes ancestrales, pero teniendo en cuenta que no representan lo mismo

dentro del entorno cultural. Es decir, los saberes tradicionales son aquellos conocimientos

innatos e inherentes de cada cultura, pueblo o civilización; son aquellos conocimientos locales

que al igual que los ancestrales, su doctrina proviene de la riqueza natural (naturaleza), pero

reiterando, que no por compartir un punto de partida o idea generalizada, sus conceptos y por

ende su aporte a la cultura, expresan una igualdad.

Los saberes tradicionales hacen referencia al saber y a las responsabilidades y filosofías que

han sido desarrolladas por sociedades de larga historia de interacción con su medio ambiente.

Este saber forma parte integral de un sistema cultural que combina la lengua, los sistemas de

clasificación, las prácticas de la utilización de los recursos, las interacciones sociales, los rituales

y la espiritualidad. En otras palabras, este saber forma parte de un desarrollo sostenible

modificado al modo de vida local, impartiendo la diversidad cultural como punto de origen.

Y por último, encontramos uno de los sistemas más controversiales en lo que respecta en la

relación desde el punto de vista ambiental. Los saberes científicos o conocidos también como

modernos, son los que la actualidad rige el mundo del conocimiento, pero se debe entender que

muchas de sus ideas, hipótesis, postulados, etc... Surgen en consecuencia a los dos saberes

conocidos previamente; e incluso existen numerosos ejemplos en la actualidad, donde el mundo

de la ciencia ha tenido que interaccionar o relacionar con los saberes tradicionales y/o

ancestrales. O mejor dicho, los saberes científicos han partido de los conocimientos de otras

culturas para poder comprender verdaderamente lo que nos rodea y recrear lo que pensamos. En

este punto volvemos nuevamente de nuestra raíz, del origen, la naturaleza.


4

Los saberes científicos, como un tipo de conocimiento, se caracteriza no solo por la

participación de una racionalidad que va más allá de la mera razón instrumental, sino por ña

transformaciones implicado, busca distinguirse entre otros tipos de conocimiento, erigiéndose

como aquel cuyos resultados garantizan una mejor comprensión d la realidad.


5

METODOLOGÍA

En el presente trabajo investigativo referente a los saberes ancestrales, tradicionales y

científicos, se abordará de manera concreta y precisa claras ejemplificaciones, que expresaran de

forma certera la incidencia que emitirá o reflejará estos conocimientos culturales hacia el

entorno. Se mostrarán prácticas cotidianas en las cuales, además de identificar y relacionar con

cada una de ellas los saberes culturales, se evidenciará una ilustración contúndete que manifieste

una combinación entre dichos saberes, y así poder mostrar a profundidad el impacto que casusa

un choque cultural de esta magnitud, hacia la crítica pensativa de una sociedad.

Aunque los ejemplos en relación a los saberes ancestrales, tradicionales y científicos, se

llevarán a cabo de una manera general, es preciso señalar que estos a su vez se manejarán hacia

los campos más polémicos o de mayor demanda de la sociedad. Es decir, se girará entorno hacia

áreas como la medicina, el manejo de los recursos naturales, las interacciones sociales entre

otros. Cada una de estas prácticas cotidianas, dará a revelar como los distintos saberes

mencionado previamente tiene una influencia de alto grado, para su desarrollo y posteriormente

en beneficio de la sociedad, que en definitiva es la directamente implicada en el proceso de

desarrollo de toda esta transformación cultural, y por supuesto su interacción con el ambiente.
6

DESARROLLO

Siendo consecuente de lo entiendo en referencia a los saberes ancestrales, tradicionales y

científicos, se desarrollará de manera investigativa cada una de estas.

En primera instancia, nos encontramos con el saber cultural más antiguo por decirlo de alguna

manera, sin tener evidencia alguna que antes de este saber hayan existido otros, los saberes

ancestrales. El ejemplo más directo y amplio posible que puede representar a este a este tipo de

saber cultural, es la medicina, es decir, los saberes ancestrales desde el punto de vista de la salud

son los más reconocidos a nivel general. Las prácticas ancestrales relacionadas con los usos de la

biodiversidad aplicadas a la medicina son de suma importancia. Pues, estas prácticas integran la

salud humana, el cuidado del medio ambiente y la relación espiritual entre el hombre y la

naturaleza. A raíz de tantas enfermedades, se ha olvidado la parte espiritual, pues el contacto con

la naturaleza se ha alejado. Entonces, es imprescindible rescatar todos estos valores culturales.

En la misma medida es importante recuperar la memoria ancestral y lo relacionado con las

plantas medicinales y tradicionales, que en muchas ocasiones nos ayudaron de una forma

increíble; pues son conocimientos que se han ido perdiendo con el paso del tiempo. Para

finalizar, en cuanto a los saberes ancestrales debemos recordar que estos son la base del mundo

moderno, además debemos tener una conexión con estos conocimientos y esta sabiduría que

también nos complementa. Esto es parte de nuestra esencia como seres humanos.

En segundo lugar y por esa misma línea particular en la que se desplaza los saberes

ancestrales, tenemos a los saberes tradicionales; los cuales ya fueron objeto de estudio

previamente y básicamente se enfoca en los conocimientos que una determinada población

adquirió a lo largo de la historia en relación directa con la madre naturaleza. En este orden de

ideas, se encuentran ejemplos representativos o significantes, que dieron a conocer a la cultura


7

tradicional, y los cuales fueron en relación directa a la herbolaría, la producción de alimentos y la

astronomía. Las comunidades tradicionales llegan a tener conocimientos extremadamente

detallados y profundos, lo cual está ampliamente documentado. Por ejemplo, cientos de plantas

medicinales han originado producto de la industria médica de occidente. Otro ejemplo fascinante

es la forma en la cual las comunidades indígena se han dado cuenta, desde hace décadas, de la

realidad del cambio climático; en consecuencia de su íntimo conocimiento de los tipos de hielo,

los tipos de nieve y su estacionalidad, en relación con la pesca y la caza, todo este tipo de

actividades expresan de manera muy directa y precisa la percepción de que el mundo está

cambiando.

Ya en última instancia, nos encontramos con los saberes modernos o mejor dicho, saberes

científicos. Estos saberes actual e indiscutiblemente son los pilares de la sociedad mundial, en la

cual reposa y descansa esa parte del conocimiento que es indispensable para el proceso de

desarrollo de todo lo que conlleva el mundo contemporáneo. El método científico es su guía, es

decir, aquellos saberes que se obtienen mediante el estudio riguroso, metódico y verificable de

los fenómenos de la naturaleza. El conocimiento científico se sustenta en evidencias y se recogen

en teorías científicas, a su vez implica un proceso arduo de investigación, recolección (datos) y

posteriormente demostración de los hechos, en forma científica, obviamente.

Abarcar los saberes científicos, en su totalidad, sería algo complejo y largo, puesto que para

poder entender esta parte del conocimiento se requiere un dote adicional de transformación al de

este mismo.

Describir la forma como la ciencia ha contribuido a la humanidad, no es algo muy complicado

explicar, puesto que todos los cambios que se producen constantemente son producto de ella.

Los teoremas matemáticos de Pitágoras, filósofo griego de la antigüedad, que aún siguen siendo
8

vigentes más de 2000 años después y se imparten formalmente en la escuela. La compresión

bioquímica de los antibióticos a partir el descubrimiento de la penicilina e el sigo xx y su

administración médica para combatir infecciones. Las formulaciones de Isaac Newton sobre el

movimiento, que hoy en día tienen rango de leyes y se imparten en la física. La explicación

detallada del ciclo hídrico o ciclo del agua en sus diversas fases. La compresión del átomo y de

las fuerzas que encierra, puestas en marcha en la energía atómica pacífica y en las bombas

atómicas del siglo xx.

Existen un sin número de ejemplos donde se observa el comportamiento del mundo en

relación a ella, la ciencia. Pero se sabe, que los saberes tradicionales o locales, en algunas áreas

de la ciencia fueron de gran importancia, por ejemplo; en la agricultura y en la medicina. Estas

dos fueron sin duda alguna la base donde la ciencia empezó a construir.

En definitiva debemos recordar que si bien estamos en mundo en constantes cambios y por

ello debemos movernos a su ritmo, nunca debemos olvidar esa tradición ancestral y local que

algún día fueron el surgimiento de un nuevo mundo.


9

BIBLIOGRAFÍA

[1]. Cabo, J. y Mirón, E. (2004). Hacia un concepto de ciencia intercultural. Enseñanza de las

Ciencias, 22(1), 137-146. Recuperado de http://ddd.uab.cat/record/1639.

[2].Guadarrama, P. (2012). Pensamiento filosófico latinoamericano. Humanismo, método e

historia. Bogotá: Planeta.

[3].Pérez, M. y Argueta, A. (2011). Saberes indígenas y diálogo intercultural. Cultura y

Representaciones Sociales, 5(10), 32-56.

[4].Olivé, L. 2007. La ciencia y la tecnología en la sociedad del conocimiento. Ética, Política

y Epistemológica. México: FCE. .

También podría gustarte