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En mi casa No entra el Bullying

Presentado por:

Yeimy Vanessa Parra Tenjo

Jenny Vanesa Rubio Gil

Karen Lizeth Suarez Diaz

Presentado a:

Ps. Lady Mayerli Vergara

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA Y TECNOLÓGICA DE COLOMBIA

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

ESCUELA DE PSICOLOGÍA

PSICOLOGÍA EDUCATIVA

TUNJA - BOYACÁ
Esquema árbol de problemas
El bullying es una problematica que ha existido desde hace mucho tiempo en la

sociedad, los primeros autores en hacer referencia acerca del fenómeno del bullying fueron

Heineman en 1969 y Olweus en 1973 describiendolo inicialmente como una forma de

violencia que se da entre compañeros y de manera frecuente en el contexto escolar(Armero,

et al., 2011), actualmente esta es una problemática que debe ser combatida, ya que a raíz de

esta se pueden identificar problemas adyacentes, para las partes involucradas (victima y

agresor), como se puede observar en el caso de los niños maltratados se presentan

problemas de autoestima, depresión, ansiedad, entre otros, los cuales pueden llevar a la

persona al suicidio; por otro lado, en el caso de los maltratadores, se corre el riesgo de que se

repita el ciclo y existe más riesgo de que cometan actos delictivos y tengan conductas

desadaptativas.

Para abordar dicha problemática, es importante establecer una revisión conceptual

acerca del término bullying, sus modalidades, sus involucrados y sus causas y consecuencias;

inicialmente, el término bullying se refiere al fenómeno social de acoso y matoneo que, según

Benítez, Tomás y Justicia en 2005 se define como el comportamiento intencional de hacer

daño, en el cual, las agresiones se hacen repetitivas y duraderas, también se caracteriza por no

existir provocación, y se encuentra una asimetría de poder entre agresor, víctima y

aislamiento social de la víctima (citado en Hernández y González-Santos, 2020), el cual se

puede entender como una relación de abuso entre pares, que involucra la presencia de cuatro

elementos que lo caracterizan: que se de entre semejantes; que exista un desequilibrio de

poder; que sea sostenido en el tiempo y que la víctima no cuente con posibilidades de salir de

la situación. (Berger, 2019).

El bullying se puede presentar de distintas formas, según Alvarez-García y

colaboradores en 2010 reportan que existen diferentes tipos de acoso como los son: el físico

que va dirigido a afectar la integridad de la persona, del cual se derivan dos modalidades:
Directo (golpes contra el cuerpo, amenazas, intimidar) e indirecto (esconder, robar o romper

objetos de la víctima), a su vez, se presenta la violencia verbal directa con insultos, burlas o

gritos, e indirecta mediante rumores, calumnias o críticas; este tipo de acoso/violencia es el

más habitual (Armero, et al., 2011).

De acuerdo al tipo o modalidad en que se presente el bullying se pueden identificar

que en el contexto educativo los estudiantes tienden a asumir roles específicos como: las

víctimas son aquellos que reciben las agresiones, los intimidadores son los que se encargan

de realizar la intimidación o agresiones, los asistentes son aquellos que ayudan al

intimidador ejecutar la agresión, reforzadores son los que incitan o sirven de audiencia, los

externos se alejan de la situación y finalmente los defensores que son los que intervienen en

la agresión para impedirla. Estos roles permiten identificar con mayor facilidad las mejoras y

cambios necesarios para frenar la intimidación (Chaux, 2012).

De acuerdo a los roles que pueden asumir los estudiantes, la tendencia a asumir el rol

de víctima puede ocasionar principalmente por cuestiones relacionadas como la imagen o

apariencia corporal, apariencia del rostro, raza o color, orientación sexual, religión, estilo de

crianza sobreprotector, región de origen, entre otras (Oliveira, et al, 2015), en cuanto al rol de

intimidador, se ha encontrado que la familia es un factor importante para desarrollar

conductas agresivas, puesto que impone modelos para las condiciones de vida a sus

integrantes, es por ello que aquella familias que presentan violencia con frecuencia,

imposición de normas, padres con insatisfacciones laborales, coerción, relación padre e hijo

carentes de respeto y castigos físicos generan individuos propensos a adquirir conductas de

agresión.

Algunas de las consecuencias que contrae el bullying en sus víctimas son: bajo

rendimiento académico, desmotivación escolar, bajo nivel de autoestima, sentimientos de

soledad, elevado nivel de ansiedad y problemas psicosomáticos (González, Mariaca, & Arias,
2014), lo cual genera conflictos y dificultades en sus relaciones interpersonales, en el

contexto escolar, familiar, social, cultural, religioso entre otros; esto conlleva a un déficit en

el desarrollo de su aprendizaje y un gran índice de deserción escolar Además, los efectos que

producen el acoso escolar pueden volverse crónicos y generar repercusiones negativas fuertes

en la salud mental de las víctimas (Avilés, 2003) citado en (Hernández, LNC, & González-

Santos, BJ, 2020). En cuanto al victimario, las consecuencias a largo plazo que el bullying

puede generar se relacionan al comportamiento agresivo, conductas delictivas, riesgo de que

sus hijos sean intimidadores, acosos sexual contra compañeros, abusos de sustancias y

violencia contra la pareja (Chaux, 2012).

Por último, el abordaje de la sesión se realizará desde el modelo conductista bajo la

teoría de la coerción de Patterson, donde explica que el entorno familiar influye en el

comportamiento de los niños a partir de los intercambios sociales entre los padres e hijos, por

esto puede evidenciarse en algunos casos ya que se presentaría la existencia de un fallo en

las habilidades de gobierno de los padres, es decir, que reaccionan de manera agresiva ante

berrinches o incumplimiento de órdenes por parte de los hijos. Es por esto que Patterson

realza la importancia de los padres y desarrolla programas dirigidos a estos, para así lograr

disminuir la agresividad y permitir el incremento de una interacción positiva en la familia a

través de varios factores como la comunicación efectiva, control de estímulos lo que permite

una disminución considerable sobre el comportamiento agresivo de los hijos. (Mendoza, et

al., 2014)

Lo anterior deja en evidencia la importancia de los padres en las conducta de los

estudiantes puesto que son una variable importante en esta problemática desde la cual se

puede combatir el problema, es decir, desde casa, que es, en principio, donde se aprenden las

conductas que pueden conllevar a situaciones como el bullying, las cuales aún tienen un gran

porcentaje en el contexto colombiano, pues como lo señalan Roman & Murillo en 2011
Colombia tiene un 63% en los niveles de implicación de bullying el cual sigue siendo uno de

los mayores niveles de bullying en Latinoamérica, específicamente se puede observar en los

últimos reportes de casos de bullying en Colombia presentados por la ONG “Bullying sin

fronteras” durante el año 2020 y 2021 que en Colombia se registración 8.981 casos de

bullying, siendo los departamentos con más los índices más altos: Cundinamarca: Bogotá

(2.589 casos), Antioquia: Medellín (1.445 casos), Atlántico: Barranquilla (1.330 casos),

Bolívar: Cartagena (1.123 casos) y Santander: Bucaramanga (620 casos), lo cual son

porcentajes alarmantes puesto que demuestran una gran incidencia de dicha problemática a

pesar de la implementación de programas a lo largo del territorio nacional.

Planteamiento de la sesión

Nombre: Desde casa: Stop al Bullying.

Objetivo de la sesión: Implementar íestrategias de identificación de características del

bullying en padres de niños en educación primaria para que puedan reconocer los signos de

alarma y ejecutar una pronta prevención.

Indicador:

Los padres de familia proponen dos o menos Los padres proponen 3 o más ideas frente a
ideas frente a las generalidades del bullying, las generalidades del bullying, causas,
causas, consecuencias y estrategias de consecuencias y estrategias de identificación
identificación de este. de este

Nociones teóricas:

El bullying es un fenómeno de comportamiento intencional de hacer daño, donde las

agresiones son repetitivas y duraderas, se caracteriza porque no existe provocación por parte

de la víctima y porque existe aislamiento social hacia este (Benítez, et al., 2005 citado en
Hernandez, et al, 2020); este también puede ser entendido como una abuso de poder entre

pares donde existe un claro desequilibrio de poder y la víctima no cuenta con la posibilidad

de salir de la situación (Berger, 2019).

Para lograr generar un extinción de este fenómeno se hace necesario realizar una

intervención a partir de la teoría de coerción de Patterson, donde nos habla acerca de las

incapacidades de los padres para actuar frente a la desobediencia de sus hijos, reaccionando

de manera violenta frente a estos, lo que genera respuestas negativas en ellos(Mendoza, et al,.

2014)

Metodología:

- Recursos:

- Video.

- Casos explicativos.

- Marcadores.

- Participantes: Padres de niños escolares con edades comprendidas entre 7 y 10 años.

- Libreto/Guión:

Momentos y tiempos. Descripción.

Momento 1: Se da la bienvenida a los padres de familia asistentes a la reunión,

Presentación. agradeciendo que se encuentren allí, posteriormente se comenta que se dará

Tiempo: 10 minutos. inicio a la sesión la cual tiene una duración de una hora, los integrantes

encargados de la sesión realizan a los asistentes la presentación de cada uno

de ellos, diciendo su nombre, semestre que cursan y objetivo de la sesión.


Luego de la presentación se plantean una lluvia de ideas con preguntas

iniciales relacionadas con el tema con el fin de entrar en confianza con los

asistentes.

El objetivo de esta primera actividad es evaluar los conocimientos previos

que tienen los padres de familia acerca de la temática a abordar en este caso

Bullying.

- ¿Habían escuchado antes la palabra bullying?

- ¿Qué es el Bullying?

- ¿Cuáles creen que son las causas del bullying?

- ¿Conocen las consecuencias de los niños que sufren de bullying?

- ¿Han escuchado hablar de estrategias para identificarlo en los

hogares?

Momento 2: Actividad Luego de la lluvia de ideas, se realizará una reflexión corta hablando de los

inicial. puntos en donde los asistentes tuvieron más aciertos en cuanto a la

Tiempo 15 minutos. identificación de lo que es bullying, que han escuchado hablar de él, si lo han

identificado, y porque se presenta, posterior a esto, se hará una

contextualización con base en ellas y se brindará la información

complementaria con el fin de que los asistentes tengan total claridad sobre la

temática, adicionalmente se presenta un vídeo explicativo, en donde se puede

observar algunas de las causas y consecuencias del ambiente familiar entorno

al bullying en los estudiantes.

El bullying es el comportamiento intencional de hacer daño, en el cual, las

agresiones se hacen repetitivas y duraderas, también se caracteriza por no

existir provocación, y se encuentra un desequilibrio de poder entre agresor,


víctima y aislamiento social de la víctima.

Algunas de las causas que pueden observarse en las víctimas son cuestiones

relacionadas como la imagen o apariencia corporal, apariencia del rostro,

raza o color, orientación sexual, religión, estilo de crianza sobreprotector,

región de origen, entre otras, en cuanto al rol de intimidador, se ha

encontrado que la familia es un factor importante para desarrollar

conductas agresivas, puesto que impone modelos para las condiciones de

vida a sus integrantes

Y por último, algunas de las consecuencias que contrae el bullying en sus

víctimas son: bajo rendimiento académico, desmotivación escolar, bajo nivel

de autoestima, sentimientos de soledad, elevado nivel de ansiedad y

problemas psicosomáticos.

A Continuación vamos a presentar un video donde se puede ejemplificar una

situación de bullying para posteriormente entre todos poder identificar

cuáles fueron esas causas y características de dicha situación Cortometraje

“El sandwich de Mariana”: duración 8 minutos

https://www.youtube.com/watch?v=uGEC9vuXcg0&t=529s

Momento 3: Actividad Posteriormente, los organizadores pasarán una hoja a los asistentes en las cual

central: 20 minutos. se encuentra un caso ilustrativo de vivencias escolares con relación al

bullying(ver anexo 2), se solicitará ayuda de los padres de familia para hacer

lectura del primer caso, finalizando la lectura se pedirá que mencionen

cuáles características creen que se evidencian dentro del caso y se solicita que

las subrayen con un lapicero con el fin de que ellos las reconozcan con más

precisión los roles, causas y consecuencias del bullying en estudiantes, luego


se recogerán las respuestas que los padres brindaron y se socializa el caso en

conjunto, discutiendo las observaciones para llegar a un consenso con todos

los asistentes.

Luego del abordaje del caso, se les solicitará reunirse en grupos de 5

personas, indicando que se realizará una actividad como la anteriormente

realizada, para cada grupo se le asignan dos casos, inicialmente se entrega

uno en el cual si se presenta una situación de bullying(ver anexo 3), se

solicitará que entre los miembros de los grupos conformados realicen lectura,

logren identificar y subrayar características del bullying. Luego de que todos

los grupos hayan terminado se solicitará a alguno de los integrantes que

realice la lectura del caso, después se solicitará que mencionen cuáles

características identificaron y subrayaron para discutirlo con los demás

integrantes de los grupos y realizar análisis de la situación, posterior a esto se

hará entrega del segundo caso el cual en su descripción no presenta situación

de bullying(ver anexo 4), este lo deben leer, discutir, analizar e identificar

como en el caso anterior, de igual forma se solicitará que algún padre lo lea y

los otros asistentes compartirán sus respuestas y se realizará la socialización y

discusión de lo que identificaron en el caso. Finalizada esta actividad, los

encargados de la sesión recogerán los casos y se darán indicaciones de volver

a organizar los puestos en filas para continuar con el desarrollo de la sesión.

Reflexión: 10 minutos. Luego de la organización de los asistentes en el aula, se abrirá un espacio de

preguntas en cuanto a las dudas que tengan ya sean de la sesión o de los casos

realizados y se responderá a cada una de ellas, cuando se hayan solucionado

todas las dudas, se realizará una síntesis en donde los padres de familia sean
los encargados de decir, que fue lo que mas les gusto del desarrollo de la

actividad, que aprendieron durante la sesión, si la información presentada es

importante para ellos y para sus hijos, si a partir de lo planteado pueden

identificar signos de bullying en los niños, posterior a esto se agradecerá cada

una de las intervenciones realizadas tomando nota de los criterios positivos y

negativos que resaltan de ella para implementar mejoras.

Cierre: 5 minutos. Finalmente, se dará cierre de la sesión mencionando la importancia de la

cooperación en ella, agradeciendo la asistencia y participación de los padres

de familia en estos espacios y se brindará información de contacto en caso de

que quisieran saber más acerca de esta problemática y se realizará la

despedida.

Referencias:

Armero Pedreira, P., Bernardino Cuesta, B., & Bonet de Luna, C. (2011). Acoso

escolar. Pediatría Atención Primaria, 13(52), 661-670.

Berger, C. (2019). Bullying

Chaux, E. (2012). Educación, Convivencia y agresión escolar. Capítulo. Colombia:

Ediciones Uniandes. Cap 4

Ferrel Ortega, F. R., Cuan Ardila, A., Londoño Celis, Z., & Ferrel Ballestas, L.

(2015). Factores de riesgo y protectores del bullying escolar en estudiantes con bajo

rendimiento de cinco instituciones educativas de Santa Marta, Colombia. Psicogente,

18(33), 188-205.
González, B. M., Cabrera, F. J. P., & Martínez, K. I. M. (2014). Prácticas de Crianza

Positiva: Entrenamiento a padres para reducir Bullying. Acta de investigación psicológica,

4(3), 1794-1809.

González, V., Mariaca, J. I., & Arias J. L. (2014). Estudio exploratorio del bullying

en Medellín. Pensando Psicología, 10(17), 17-25. https://doi.org/10.16925/pe.v10i17.776

Herrera-López, M., Romera, E., & Ortega-Ruiz, R. (2017). Bullying y cyberbullying

en Colombia; coocurrencia en adolescentes escolarizados. Revista Latinoamericana de

Psicología, 49(3), 163-172.

Hernández, LNC, & González-Santos, BJ (2020). Bullying y estilos de

afrontamiento en víctimas de una institución educativa, Colombia. Indagare , (8).

Oliveira, W. A. D., Silva, M. A. I., Mello, F. C. M. D., Porto, D. L., Yoshinaga, A.

C. M., & Malta, D. C. (2015). Causas del bullying: resultados de la Investigación Nacional

de la Salud del Escolar. Revista Latino-Americana de Enfermagem, 23, 275-282.

ONG Internacional Bullying Sin fronteras (2021). Estudio del Observatorio

Internacional de Bullying Sin Fronteras: Estadísticas de Bullying para Colombia

2020/2021. https://bullyingsinfronteras.blogspot.com/2018/11/estadisticas-de-bullying-en-

colombia.html?m=1

Mendoza, B, Predroza F, Marinez K, (2014) Positive Parenting Practices: Parent

Training to Reduce Bullying.

https://www.researchgate.net/publication/317441228_Positive_Child_Rearing_Practices_Pa

rents_training_for_reduce_bullying

Anexos

Anexo 1

video de clase: https://www.youtube.com/watch?v=uGEC9vuXcg0&t=529s

Anexo 2
Caso 1:

Tengo recuerdos desde los cuatro o cinco años en los que los niños y niñas no querían jugar
conmigo. Yo no les había hecho nada, pero simplemente me decían que conmigo no querían
estar.

Un día una niña me dio con un vaso en la boca y me hizo una herida. Mi madre se asustó
mucho, pero en el colegio le dijeron que eran cosas de niños. La verdad es que esa niña en
cuestión no me dejaba jugar con nadie. Años después dejó el colegio, pero a mí me seguían
haciendo falta mis compañeros/as.

Estaba sola en los recreos y no sabía por qué me lo hacían. Mis padres iban día a día a hablar
con profesores, coordinadores y rectores, incluso con las mamás de las niñas que se metían
conmigo, pero nadie les hacía caso ni les ayudaban.

En 6º de primaria un niño me empezó a llamar “Chihuahua”. Ese año repetí curso y ese chico
pasó, pero coincidí con su hermano. El mayor le dijo al pequeño que si me insultaba con esa
palabra me molestaría mucho y se reiría mucho.

Cuando pasamos a bachillerato creí que ya se pararía todo, pero me tocó con una amiga de
ese chico. Al parecer les gustaba reírse de mí. No me llevaba bien con ella, así que la tenía
bloqueada en redes sociales.

Un día me viene otra chica de clase y me enseña el celular mientras me pregunta “oye, ¿eres
tú esta chica?” Y me quise morir: la otra muchacha había hecho un montaje con mi cara y una
foto de un perro, y lo había subido y difundido por las redes sociales, en especial Facebook.
Todo el colegio lo había visto y se burlaban de mí.

Me ladraban cuando pasaba al lado de grupos de gente en el patio, pasillos, por la calle…
Pero fue aumentando todo: me insultaban, me quitaban cosas y me llegaron a tirar ropa por
un puente que da a la avenida principal.

Recuerdo un momento difícil en mi familia en el que ingresaron a mi abuela. No podíamos


llevar celulares a clase, pero dada la situación mis padres pidieron permiso en dirección para
que yo lo pudiera llevar por si pasaba algo en el hospital y accedieron. Me cogieron el
celular, gente de clase que se metía conmigo, le quitaron la batería y me lo tiraron a un
arroyo. Como no aguantaba más empecé a contestar a quienes me decían cosas y eso ya no
les gustaba.

Ahí se complicó todo más y me llegaron a amenazar de rajarme, pegarme… En una ocasión
me empujaron y yo lo devolví. Un profesor me pidió explicaciones y encima me culpó de
todo. Lo curioso era que, desde hacía años, cuando contaba algo que me pasaba era como si
me culparan a mí de lo ocurrido.

Un día me enteré de casualidad por una pegatina en la calle sobre un teléfono de ayuda a
víctimas de acoso escolar y llamé. Todo mejoró mucho. Allí super bien, me dejaron
desahogarme y abrieron un expediente. Estuvieron siguiendo la evolución del caso, en el que
intermediaron con el colegio. Por fin, tras recibir la llamada de esta entidad, se implicaron
desde mi colegio para ayudarnos.

La mejoría en mí fue importante: ya no me sentía sola. Me dijeron que no me callara nunca y


que plantará cara a quienes me insultaran. Desde entonces, aunque me siguen llamando
“Chihuahua” y muchas cosas más, no tengo miedo.

Sí es verdad que mis padres y yo hablamos de cambiarnos de colegio, pero vivo en una
pequeña vereda al lado de la ciudad: nos conocemos todos y no les quiero dar el gusto a
quienes me molestan de irme con la cabeza agachada, ¿por qué tengo que irme? ¿Tienen más
poder que yo y mandan sobre mí? Lo que sí he hecho es cambiarme de clase.

Les diría a otros chicos y chicas que como yo están sufriendo esto que lo cuenten, que no
tengan miedo.

Anexo 3

Caso 2:

Con 12 años de la noche a la mañana cinco chicas del colegio, que eran dos años mayores
que yo, empezaron a insultarme por los pasillos (“caramono”, “asquerosa”) y a acorralarme
en los recreos. Frases como “ten cuidado que sabemos dónde vives” y “no tiembles que te vas
a orinar de miedo” las escuchaba casi a diario. No entendía qué les había hecho porque no
las conocía de nada más que de vista hasta entonces.
Tras casi tres meses de aguantar sus insultos y frases me esperaron en el callejón de la puerta
trasera del colegio para pegarme. No me pegaron porque ese día llegué tarde a clase por una
bendita cita médica –esas casualidades que a veces te preguntas si no lo son tanto- y me
enteré de sus intenciones al poco de entrar en clase.

Estaba muy nerviosa y minutos antes del cambio de clase me eché a llorar. La profesora (era
de la asignatura de música, nunca se me olvidará) se acercó inmediatamente a mí para
preguntarme qué me pasaba y no pude más: había guardado esos meses silencio, pero se lo
conté todo. Ella me dijo que hablara directamente con ellas, sin miedo y que aclararse por qué
me estaban haciendo aquello, y que si tenía más problemas con ellas que lo dijera en
dirección. Ahí decidí armarme de valor y plantar cara a aquellas chicas más mayores que yo.
Hubo compañeros/as de clase, con los que no tenía mucho trato, que me preguntaron qué
pasaba y lo conté por desahogo. No tenía casi trato con ellos, pero me intentaron calmar y
animaron a solucionar el problema con esas chicas.

Me enfrenté a ellas en un pequeño parque a la vuelta del colegio a la salida de aquella


jornada de tarde y me enteré cómo empezó todo y por quién: Un chico que había repetido dos
veces el mismo curso y al que un día contesté mal meses atrás porque no me dejaba oír en
clase, se había inventado que yo las insultaba. Estas chicas iniciaron su particular guerra
contra mí simplemente porque se sintieron ofendidas de que “una niña” dos años menor se
metiera con ellas.

Hubo empujones por ambas partes, pero salieron en mi defensa dos chicos de clase. Tuve
suerte y aquel día todo se frenó tal y como empezó, pero muchas inseguridades generadas
entonces siguen muy presentes en mi día a día.

Si estás inmerso/a en una situación así no dudes en contarlo a tus padres, a tus profesores…
¡No te encierres! En mi caso duró un trimestre porque hablé, lo conté y planté cara, pero si no
hubiera dicho nada lo mismo hubiera durado años.

Y si no eres víctima, pero estás siendo testigo de bullying a otra persona defiende, no
permitas que se lo sigan haciendo porque de lo contrario eres cómplice.

Aquellas dos personas que me defendieron evitaron que siguieran acosándome y que las
secuelas fueran mayores.
Anexo 4

Caso 3:

Pedro estaba muy contento, dentro de poco iría al colegio, estaba ansioso ante la llegada de su
primer día de escuela. Sus primos y familiares le habían contado maravillas del colegio y
esperaba con ansia que llegara el momento.

Pasaban los días de vacaciones entre la playa y la piscina, pero Pedro no podía disfrutarlo
como otras veces, solo podía pensar en ir a la escuela. Días antes del comienzo de la escuela,
fue con sus padres a comprar pinturas, libros y cuadernos. ¡Se sentía un niño grande! Por fin
el gran día llegó, Pedro estaba muy emocionado.

Se levantó temprano sin que su mamá le avisara, se vistió con su ropa nueva, se puso su
maleta llena de cuadernos por estrenar y de la mano de su mamá fue a la escuela. Era su
primer día, y se lo iba contando a todos aquellos que se encontraba por el camino.

Cuando llegó, su maestra se acercó y su mamá le soltó de la mano para que fuera hacia ella.
Entonces, toda la emoción y la expectación se disiparon, y, de repente, las lágrimas
comenzaron a brotarle de los ojos. Se dio cuenta de que tenía que estar en un sitio lleno de
desconocidos. ¡Nunca había estado sin sus papás!

Intentó volver a agarrar la mano de su mamá, pero ella le besó y salió con una sonrisa
deseándole un buen día. Vio con tristeza cómo se alejaba, las lágrimas no paraban de brotar
de los ojos y se sentó en una esquina de la clase. Allí había otros muchos niños como él,
algunos lloraban y otros jugaban.

Al cabo de un rato, un niño se le acercó y le ofreció un juguete. Le dio las gracias y entonces
vio que había muchos otros juguetes, muchas cosas de colores. Los niños querían jugar con
él, saltaban y corrían y, casi sin darse cuenta, Pedro comenzó a disfrutar de su primer día de
colegio.

Cuando mamá volvió a buscarle, le contó todo lo que había hecho, cómo era su profesora,
qué juegos habían hecho, los cuentos que iban a leer, los amigos nuevos con los que había
jugado... Estaba tan emocionado, que casi no podía esperar a que llegara su segundo día de
escuela.
Tomados de:

- Vane Balòn, Flexbot, Bullying III: testimonios reales de víctimas, Víctimas de

Bullying cuentan sus casos: testimonios reales en Flexbot

- Adaptación de un cuento de Florencia Moragas, Cuentos infantiles en

Guiainfantil.com. Mi primer día de colegio. Cuentos infantiles (guiainfantil.com)

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