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Lecciones de Escuela Sabática SMI
INTRODUCCIÓN
“Entonces Moisés tomó la sangre, y roció sobre el pueblo, y dijo: He aquí la sangre
del pacto que Jehová ha hecho con vosotros sobre todas estas cosas” Éxodo 24:8.
Pacto
Éxodo 24:8
Bendiciones
- Prosperidad
delante de las
Condiciones naciones
- Protección
Obediencia a la contra las enfer-
ley de Dios medades
- Serian la nación
más grande de la
tierra
Comentario Bíblico
En el monte.
“El monte de tu heredad” no era probablemente el país de colinas de Canaán
(Deuteronomio 3:25), a diferencia de lo sostenido por algunos comentadores,
sino más bien el monte que el Señor había elegido para un santuario (Salmos
78:54) y había escogido como su lugar de morada. El establecimiento de Israel
en esta montaña no significa su entrada en la tierra prometida sino el estableci-
miento del pueblo de Dios en la casa de Jehová (Salmos 92:13), en el santuario
futuro. Allí el Señor establecería una comunión más perfecta con su pueblo, y
allí éste demostraría ser la posesión especial de Dios sirviéndole y ofreciendo sus
Éxodo 15:13, 17. sacrificios. CBA
13. Condujiste en tu misericordia a este pueblo, al cual
salvaste; Lo llevaste con tu fortaleza a la habitación de Santuario
(heb. miqdash, “lugar sagrado”, “santuario”; qôdesh, “lo que es santo”,
tu santuario. ... [lugar] santo”, “[cosas] santas” [ambas palabras provienen del verbo
17. Tú los introducirás y los plantarás en el monte de qâdash, “poner aparte”; es decir, apartar algo del uso común]; gr. háguios
tu heredad, en el lugar de tu morada, que tú has [a menudo en plural], “lo que es santo”, “santuario”).
Lugar consagrado a la adoración del verdadero Dios, especialmente el ta-
aparejado, oh Jehová; en el santuario del Señor,
Señor que bernáculo* erigido en el monte Sinaí (Éxodo 25:8, etc.) y el templo,* que
han afirmado tus manos. se levantó más tarde en el monte Moriah (2 Crónicas 3:1; 20:8; etc.). El
santuario mencionado en Amos 7:13 era un lugar nacional de idolatría,
tal vez un templo, erigido por Jeroboam en Betel para la adoración del
becerro de oro establecido allí. En el NT se mencionan los “santuarios”
(gr. sébasma) con la idea, propia del original, de “objetos de devoción
[adoración]”. Estos objetos que Pablo observó en Atenas lo llevó a
concluir que los atenienses eran “demasiado supersticiosos” o “muy
religiosos”. Con respecto a los servicios del santuario véanse Continuo;
Sacerdote; Sacrificios y Ofrendas. DBA
Santuario
Lugar sagrado
Las Escrituras responden con claridad a la pregunta:
¿Qué es el Santuario? La palabra “santuario”, tal cual la
usa la Biblia, se refiere, en primer lugar, al tabernáculo Primera ¿Que es?
mención
que construyó Moisés, como una copia de las cosas
celestiales; y, en segundo lugar, al “verdadero taber- En el libro En primer lugar,
náculo” en el cielo, hacia el cual señalaba el Santuario de Éxodo el tabernáculo que
construyó Moisés
terrenal. CES 92,93
En segundo lugar,
el verdadero taber-
náculo, el celestial
Comentario Bíblico
Si diereis oído.
Antes de ordenar a los hebreos que guardaran su pacto, como era su derecho
soberano, bondadosamente Dios invitó a su pueblo a hacer lo que seria para su
propio beneficio. El único sendero por el cual podemos transitar con Dios es
el de la obediencia. Bajo ninguna otra condición, fuera de la obediencia, podía
consentir Dios en ser el Dios de ellos, o tenerlos como su pueblo escogido. La
Éxodo 19:5, 6. gracia del Evangelio de Jesucristo que trae salvación a todos los hombres (Tito
2:11) no los libra de la obligación de obedecer la ley divina (Romanos 3:31). La
5. Ahora pues, si obedeciereis mi voz, y guardareis mi fe en el Cristo redentor, que está inseparablemente unida con el poder del Cristo
pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos que mora en el corazón, nos capacita para guardar los Diez Mandamientos
los pueblos; porque mía es toda la tierra. (Romanos 8:1-4). Jesús y los apóstoles con todo énfasis afirmaron el principio de
obediencia a la ley divina (Mateo 5:17, 18; 19:16,17; 1 Corintios 7:19; Santiago
6. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y nación 1:25; 2:10-12; 1 Juan 2:3,4).
santa. Estas son las palabras que dirás a los hijos de Mi pacto.
Israel. El pacto que Dios hizo con Israel en el Sinaí generalmente es llamado “viejo”
pacto (Hebreos 8:13). Debido al fracaso del pueblo en apreciar plenamente el
propósito de Dios, y por no haber entrado en el verdadero espíritu del pacto, el
viejo pacto resaltó en contraste con el nuevo, o Evangelio, de la siguiente manera:
(1) Era más elemental (Gálatas 4:1-5).
(2) Estaba más estrechamente relacionado con ritos externos y ceremonias
(Hebreos 9:1).
(3) Sus motivos consistían principalmente en castigos y recompensas, pues sien-
do “niños”, éstos eran los únicos incentivos que los israelitas estaban preparados
para comprender (Gálatas 4:3; PP 387).
“Dios
Dios quería hacer de su pueblo Israel una alabanza
y una gloria. Se dio a ellos toda ventaja espiritual.
Dios no les negó nada favorable a la formación
del carácter que había de hacerlos sus represen-
tantes” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 230). El anhelo de Dios
3
Después de poner fin a su esclavitud y liberarlos, ¿qué dio
el Señor a su pueblo a través de Moisés? ¿Qué instrucciones
les dio Moisés?
Comentario Bíblico
Contó al pueblo.
A su regreso al campamento, Moisés anunció la legislación registrada
Éxodo 24:3-5. en los Éxodo 20:22 a 23:33. El Decálogo fue pronunciado por Dios mismo,
3. Y Moisés vino y contó al pueblo todas las palabras de pero las “leyes” fueron presentadas al pueblo por Moisés.
Y Moisés escribió.
Jehová, y todos los derechos
derechos: y todo el pueblo respondió El Espíritu de verdad que inspiró a los profetas (Juan 14:26; Hebreos
a una voz, y dijeron: Ejecutaremos todas las palabras 1:1; 2 Pedro 1:20, 2 Pedro 1:21) le hizo recordar los mandatos que Dios le
que Jehová ha dicho. había dado. Entonces Moisés erigió un altar, pues sin un sacrificio ningún
pacto se tenía por obligatorio.
4. Y Moisés escribió todas las palabras de Jehová, y Envió jóvenes.
levantándose de mañana edificó un altar al pie del monte, Quizá como los “primogénitos” (Éxodo 22:29) estos jóvenes servían
y doce columnas, según las doce tribus de Israel. como sacerdotes hasta que se instituyó el sacerdocio levítico (Éxodo 28:1;
PP 362). Probablemente también esos jóvenes fueron elegidos por su
5. Y envió a unos jóvenes de los hijos de Israel, los habilidad para manejar a los animales que se resistieran a ser sacrificados.
cuales ofrecieron holocaustos y becerros como sacrificios Los “holocaustos” simbolizaban la consagración personal y la entrega del
de paz a Jehová. yo (Salmos 51:16-19). El “sacrificio de paz” representaba una comunión
renovada con Dios y agradecimiento a él. CBA
“Valientemente los israelitas pronunciaron las De cuerpo, mente y alma a Dios. Simbolizada
palabras que prometian obediencia al Señor por medio de la sangre asperjada sobre el altar
Los israelitas no percibían la pecaminosidad de su propio corazón, y no comprendían que sin Cristo les era imposible guardar la ley de
Dios; y con excesiva premura concertaron su pacto con Dios.... Declararon: ‘Haremos todas las cosas que Jehová ha dicho y obedece-
remos’ (Éxodo 24:7), ... y sin embargo, apenas unas pocas semanas después, quebrantaron su pacto con Dios al postrarse a adorar una
imagen fundida. No podían esperar el favor de Dios por medio de un pacto que ya habían roto; y entonces, viendo su pecaminosidad y
su necesidad de perdón, llegaron a sentir la necesidad del Salvador revelado en el pacto de Abrahán y simbolizado en los sacrificios...FV 80.
Comentario Bíblico
Primer pacto.
El autor está hablando del pacto hecho con Israel en el Sinaí.
Fue instituido.
Gr. egkainízó, “inaugurar”, “dedicar”. Esta palabra sólo aparece aquí y en
el Hebreos 10:20, donde el autor habla de un camino nuevo y vivo que fue
abierto, o inaugurado.
Hebreos 9:18-21. Machos cabríos.
18. De donde ni aun el primer pacto fue consagrado No son mencionados en Éxodo 24:3-8; allí sólo se especifican los animales
sin sangre. ofrecidos como sacrificios de paz (Éxodo 24:5).
Agua, lana escarlata e hisopo.
19. Porque habiendo hablado Moisés todos los manda- Estas cosas no se mencionan en Éxodo 24:3-8. Su uso se menciona en otras
mientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre ocasiones: Lev.ítico14 y Números 19. En el relato de Éxodo no hay nada que no
de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y admita los detalles que añade el autor de Hebreos.
Libro.
lana de grana, e hisopo, roció al mismo libro, y también No se menciona en Éxodo 24:3-8 que el libro fuera rociado con sangre, pero
a todo el pueblo, eso bien podría haberse hecho en las ceremonias que allí se describen.
20. diciendo: Esta es la sangre del pacto que Dios os ha Diciendo.
La redacción es aquí algo diferente a la de Éxodo 24:8, pero el pensamiento
mandado. general es el mismo. Hay una notable similitud entre el lenguaje de Hebreos y
21. Y además de esto roció también con sangre el el de Cristo cuando sirvió el vino al instituir la Cena del Señor (Mateo 26:28).
tabernáculo y todos los vasos del ministerio. Roció también con la sangre.
Este detalle no se menciona en el relato del AT, donde sólo se refiere a la
unción con aceite (Éxodo 40:9-11). Josefo describe la consagración del taber-
náculo, y habla de sangre rociada sobre el tabernáculo y sobre los utensilios
pertenecientes a él (Antigüedades iii. 8.6). El autor de Hebreos confirma esta
tradición. CBA
Así como la Biblia presenta dos leyes, una inmutable y eterna, la otra provisional y temporaria, así también hay dos pactos.
El pacto de la gracia se estableció primeramente con el hombre en el Edén, cuando después de la caída se dio la promesa
divina de que la simiente de la mujer herirá a la serpiente en la cabeza. Este pacto puso al alcance de todos los hombres el
perdón y la ayuda de la gracia de Dios para obedecer en lo futuro mediante la fe en Cristo. También se les prometió la vida
eterna si eran fieles a la ley de Dios. Así recibieron los patriarcas la esperanza de la salvación.
Este mismo pacto le fue renovado a Abraham en la promesa: “En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra”.
Génesis 22:18. Esta promesa dirigía los pensamientos hacia Cristo. Así la entendió Abraham (véase Gálatas 3:8, 16), y con-
fió en Cristo para obtener el perdón de sus pecados. Fue esta fe la que se le contó como justicia. El pacto con Abraham tam-
bién mantuvo la autoridad de la ley de Dios. El Señor se le apareció y le dijo: “Yo soy el Dios Todopoderoso. Anda delante
de mí, y sé perfecto”. El testimonio de Dios respecto a su siervo fiel fue: “Oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis
mandamientos, mis estatutos y mis leyes”, y el Señor le declaró: “Estableceré un pacto contigo y con tu descendencia, des-
pués de ti de generación en generación: un pacto perpetuo, para ser tu Dios y el de tu descendencia después de ti”. Génesis
17:1, 7; 26:5.
Aunque este pacto fue hecho con Adán, y más tarde se le renovó a Abraham, no pudo ratificarse sino hasta la muerte de
Cristo. Existió en virtud de la promesa de Dios desde que se indicó por primera vez la posibilidad de redención. Fue acep-
tado por fe: no obstante, cuando Cristo lo ratificó fue llamado el pacto nuevo. La ley de Dios fue la base de este pacto, que
era sencillamente un arreglo para restituir al hombre a la armonía con la voluntad divina, para colocarlo en condición de
poder obedecer la ley de Dios.
Otro pacto, llamado en la Escritura el pacto “antiguo”, se estableció entre Dios e Israel en el Sinaí, y en aquel entonces fue
ratificado mediante la sangre de un sacrificio. El pacto hecho con Abraham fue ratificado mediante la sangre de Cristo, y es
llamado el “segundo” pacto o “nuevo” pacto, porque la sangre con la cual fue sellado se derramó después de la sangre del
primer pacto. Es evidente que el nuevo pacto estaba en vigencia en los días de Abraham, puesto que entonces fue confirma-
do tanto por la promesa como por el juramento de Dios, “dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mien-
ta”. Hebreos 6:18. PP 340-341.
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¿Qué gloria pudieron ver Moisés, Aarón, Nadab, Abiú y
los setenta ancianos de Israel? ¿Cómo concluyó esta
maravillosa experiencia?
Comentario Bíblico
Subieron Moisés y Aarón.
Después de la ratificación del pacto, Moisés, Aarón, sus hijos y los
ancianos obedecieron la orden de Dios de “subir” (Éxodo 24:1). El
grupo ascendió hasta una parte del camino, no hasta la cumbre, que
sólo Moisés tuvo el privilegio de visitar (Éxodo 24:2,12). Los otros
tuvieron que rendir culto “desde lejos”.
Éxodo 24:9-11, última parte. Y vieron.
9. Y subieron Moisés y Aarón, Nadab y Abiú, y setenta Aquí es claro que Dios no es una fuerza impersonal sino una persona
de los ancianos de Israel; real (ver también Éxodo 33:17-23; 34:5-7; Números 12:6-8; Isaías 6:1-6;
Ezequiel 1:26-28).
10. Y vieron al Dios de Israel;
Israel y había debajo de sus Semejante al cielo.
pies como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo Es decir, “claro como el cielo mismo”. Podríamos pensar que este
cuando está sereno. excelso honor y privilegio habría establecido a esos hombres en una
perdurable fe en Dios y obediencia a él. Pero el trágico relato registra
11. Y vieron a Dios, y comieron y bebieron. que Aarón se rindió a la impulsivo exigencia del pueblo que pedía un
becerro de oro (Éxodo 32:1-6) y que Nadab y Abiú fueron muertos
por ofrecer “fuego extraño” (Números 3:1-4).
Una elevada experiencia religiosa de un día no es protección
para el día siguiente (Mateo 14:28-33; Lucas 13:25-27; 1 Corintios
10:11,12). CBA
“Por
Por el hecho de que los hombres hayan recibido
gran luz, y como los príncipes de Israel, hayan
Comunión
ascendido al monte, hayan gozado de la
comunión con Dios y hayan morado en la luz de Después de la ratificación
su gloria, no deben lisonjearse de que pueden del pacto
pecar impunemente; no deben creer que porque
fueron honrados de esa forma, Dios no castigará Vieron a Moisés cedió ante la impa-
Dios, y comie- ciencia y no se le permitió
estrictamente su iniquidad. Este es un engaño ron y bebieron entrar al pueblo a la tierra
prometida.
fatal. La gran luz y los privilegios otorgados
Moisés, Aarón,
demandan reciprocidad, que debe manifestarse Nadab y Abiú,
Aarón se rindió a la impulsiva
exigencia del pueblo que
en una virtud y santidad correspondientes a la y setenta de los pedía un becerro de oro
ancianos de Israel
luz recibida. Dios no aceptará nada menos que
Nadab y Abiú fueron muertos
esto. Las grandes bendiciones o privilegios no por ofrecer fuego extraño
deben adormecer a los hombres en la seguridad
o la negligencia. Nunca deben dar licencia para Las grandes bendiciones o privilegios no deben
pecar, ni deben creer los favorecidos que Dios adormecer a los hombres en la seguridad o la
negligencia
no será estricto con ellos. Todas las ventajas que
Dios concede son medios suyos para dar ardor
Se juzgará conforme a los privilegios y
al espíritu, celo al esfuerzo y vigor en el cumpli- ventajas que se hayan recibido
miento de su santa voluntad”
(Patriarcas y Profetas, pág. 328).
Ahora se habían de hacer los arreglos para el establecimiento completo de la nación escogida bajo la soberanía
de Jehová como rey. Moisés había recibido el mandato: “Sube ante Jehová, junto con Aarón, Nadab, Abiú y se-
tenta de los ancianos de Israel; y os inclinaréis de lejos. Pero solo Moisés se acercará a Jehová”. Mientras el pueblo
oraba al pie del monte, estos hombres escogidos fueron llamados al monte. Los setenta ancianos habían de ayu-
dar a Moisés en el gobierno de Israel, y Dios puso sobre ellos su Espíritu, y los honró con la visión de su poder
y grandeza. “Y vieron al Dios de Israel. Debajo de sus pies había como un embaldosado de zafiro, semejante al
cielo cuando está sereno”. No contemplaron la Deidad, pero vieron la gloria de su presencia. Antes de esa oportu-
nidad aquellos hombres no hubieran podido soportar semejante escena; pero la manifestación del poder de Dios
los había llevado a un arrepentimiento reverente;
reverente habían contemplado su gloria, su pureza, y su misericordia,
hasta que pudieron acercarse al que había sido el tema de sus meditaciones. PP 284
Por instrucción de Dios se habían confiado honores especiales a estos hombres. Habían pertenecido a ese grupo
que, con los setenta ancianos, subieron con Moisés al monte y contemplaron la gloria de Dios. Vieron la luz glo-
riosa que cubría la forma divina de Cristo. La base de esta nube tenía una apariencia semejante a “un embaldo-
sado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno”. Éxodo 24:10. Estos hombres estuvieron en la presencia de
la gloria del Señor y comieron y bebieron sin ser destruidos por la pureza y la gloria no superada que se reflejaba
sobre ellos. 3TI 378
“Y reunieron Moisés y Aarón a la congregación delante de la peña, y les dijo: ¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de
hacer salir agua de esta peña? Entonces alzó Moisés su mano y golpeó la peña con su vara dos veces; y salieron
muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias. Y Jehová dijo a Moisés y Aarón: Por cuanto no creísteis en
mí, para santificarme delante de los hijos de Israel, por tanto, no meteréis esta congregación en la tierra que les
he dado”.
En esto Moisés pecó. Se cansó de las constantes quejas de la gente contra él y los mandamientos de Dios,
Dios tomó la
vara, y en lugar de hablar a la roca como Dios había mandado, la golpeó dos veces diciendo: “¿Os hemos de hacer
salir agua de esta peña?” En esto habló precipitadamente con sus labios. No dijo: “Dios les va a dar ahora una
nueva evidencia de su poder al sacar agua de esta roca”. No adjudicó el poder y la gloria a Dios por el agua que
salió de la peña, y por eso mismo no lo glorificó delante de la gente. Por causa de esta falla de Moisés, Dios no le
permitió que condujera al pueblo a la tierra prometida.
La necesidad de la manifestación del poder de Dios invistió de gran solemnidad esa ocasión, y Moisés y Aarón
debieran haberla aprovechado para causar una impresión favorable sobre el pueblo. Pero Moisés estaba excitado,
impaciente y enojado con la gente, por causa de sus quejas, y dijo: “¡Oíd ahora, rebeldes! ¿Os hemos de hacer
salir aguas de esta peña?” Al expresarse de esa manera admitió virtualmente que la queja de Israel era correcta
cuando le adjudicaban a él la salida del pueblo de Dios de Egipto. El Señor había perdonado a la gente transgre-
siones mayores que este error de Moisés, pero no podía considerar el pecado de un dirigente del pueblo como si
fuera el de uno de sus dirigidos. No podía excusar el pecado de Moisés y permitirle entrar en la tierra prometida.
HR 169,170
Comentario Bíblico
Elegidos.
Gn. eklektós, “escogido”, “llamado”. Aquí se considera a los cristianos
como elegidos porque habían respondido al llamado de Dios.
Presciencia.
Gn. prógnōsis, “conocimiento anticipado”.
Dios Padre.
Se presenta a la primera Persona de la Deidad como dotada de prescien-
cia; pero Pedro no sugiere que ese conocimiento estuviera restringido
sólo al Padre. Aunque la naturaleza exacta y la obra de cada miembro de
la Deidad siguen siendo un misterio para el hombre, Pedro parece sugerir
que dentro del desarrollo del plan de salvación ciertas funciones específi-
1 Pedro 1:2. cas son desempeñadas por cada una de las Personas de la Deidad.
Elegidos según la presciencia de Dios Padre en santi- Del Espíritu.
Es decir, mediante la acción del Espíritu Santo. Cf. 2 Tesalonicenses 2:13.
ficación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con Para obedecer.
la sangre de Jesucristo:
Jesucristo Gracia a vosotros, y paz os sea ”Para obediencia”. La respuesta del cristiano fiel al llamamiento de
Dios, junto con la actividad santificadora Espíritu Santo, conducen a la
multiplicada. obediencia que puede definirse como la perfecta sumisión la voluntad de
Dios. El plan de Dios para el hombre, trazado en relación con la energía
santificadora del Espíritu Santo, produce el fruto de una vida semejante a
la de Cristo.
Rociados.
Gr. rantismós, “aspersión”, “rociada”; “aspersión” (BC, NC). Esta palabra
sólo se usa aquí y en Hebreos 12:24. El verbo afín rantízō, “rociar”, apare-
ce cuatro (Hebreos 9:13,19,21; 10:22; en este último versículo se tradujo
“purificados” en la RVR). Pedro está hablando de los méritos de la sangre
de Cristo aplicados al individuo. La sangre de Cristo derramada produce
la paz de la justificación así como los privilegios del nuevo pacto. CBA
La ley ceremonial era gloriosa; era el medio dispuesto por Jesucristo en consejo con su Padre para ayudar en la
salvación de la raza humana. Toda la disposición del sistema simbólico estaba fundada en Cristo. Adán vio a
Cristo prefigurado en el animal inocente que sufría el castigo de la transgresión que él había cometido contra la
ley de Jehová. The Review and Herald, 6 de Mayo de 1875.
Mediante el establecimiento de un sistema simbólico de sacrificios y ofrendas, la muerte de Cristo había de estar
siempre delante del hombre culpable, para que pudiera comprender mejor la naturaleza del pecado, los resul-
tados de la transgresión y el mérito de la ofrenda divina. Si no hubiese habido pecado, el hombre no hubiera
conocido nunca la muerte. The Signs of the Times, 20 de febrero de 1893
El sistema ceremonial se componía de símbolos que señalaban a Cristo, su sacrificio y su sacerdocio. Esta ley
ritual, con sus sacrificios y ordenanzas, debían los hebreos seguirla hasta que el símbolo se cumpliera en la rea-
lidad de la muerte de Cristo, Cordero de Dios que quita los pecados del mundo. Entonces debían cesar todas las
ofrendas de sacrificio. Patriarcas y Profetas, pág. 335.
El Salvador simbolizado en los ritos y ceremonias de la ley judía es el mismo que se revela en el evangelio. Las
nubes que envolvían su divina forma se han esfumado; la bruma y las sombras se han desvanecido; y Jesús, el
Redentor del mundo, aparece claramente visible. El que proclamó la ley desde el Sinaí, y entregó a Moisés los
preceptos de la ley ritual, es el mismo que pronunció el sermón sobre el monte. Los grandes principios del amor
a Dios, que él proclamó como fundamento de la ley y los profetas, son solo una reiteración de lo que él había
dicho por medio de Moisés al pueblo hebreo: “Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová,
tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas”. Y “amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
Deuteronomio 6:4,5; Levítico 19:18. El Maestro es el mismo en las dos dispensaciones. Las demandas de Dios
son las mismas. Los principios de su gobierno son los mismos. Porque todo procede de Aquel “en el cual no hay
mudanza, ni sombra de variación”. Santiago 1:17. Patriarcas y Profetas, pág. 343.
Bosquejo General
desde
El Santuario”
La Sangre del Pacto - Lección 3. (13-julio-2022)
Vigencia Condición
Bendiciones El anhelo de Dios
Por medio del siste- La Santa Cena insti-
- Prosperidad ma ceremonial tuida por Cristo
Mucho mayor Cumplir los Hacer de Israel una
hoy que cuando términos de su delante de las alabanza y una gloria
Condiciones naciones
se hizo en el Sinai contrato
- Protección
Obediencia a la contra las enfer- Les dio
Todos los que quieren
Promesa
ley de Dios medades toda ventaja
Hizo un Ratificación Preg 5
obedecer son incluidos - Serian la nación pacto con ellos
espiritual
en su pacto más grande de la
tierra Del pacto mediante la
No les negó nada Les expuso sangre de un sacrificio
Yo les daré lugar en mi casa y dentro de Derechos Preg 3 favorable a la claramente las
mis muros, y nombre mejor que el de
hijos e hijas; nombre perpetuo les daré, formación de su condiciones
que nunca perecerá carácter Sangre rociada Símbolo
Leyes que utilizarían los
magistrados para juzgar Consintieron
por unanimidad
obedecer todas La mitad La mitad so-
las obligaciones sobre el altar bre el pueblo La sangre represen-
Santuario Preg 1 Preceptos
Aceptación taba el derrama-
adicionales miento de la sangre
Ligaba a Dios Ligaba al de Jesús
Lugar sagrado con los térmi- pueblo con los
Ilustraban y aplica- Haremos todas nos del pacto términos del
ban los principios las cosas que Preg 6 pacto Simbolizaba la
de los Diez Manda- Jehová ha dicho, y limpieza del pecado
Primera ¿Que es? mientos obedeceremos Comunión y la consagración al
De allí en ade-
mención lante, Dios los servicio divino
Consagración Después de la ratificación consideró como
En el libro En primer lugar, del pacto su propiedad
Pr Jhon Alexander Pérez (Jhalpero)