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Lecciones de Escuela Sabática SMI
INTRODUCCIÓN
“Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente
suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar” Génesis 3:15.
Una profecía
sencilla y específica
Génesis 3:15
Para nuestros
Para Satanás primeros padres
Cristo era el fundamento y el centro del sistema de sacrificios, tanto en la era patriarcal como en la judía. Desde
que pecaron nuestros primeros padres, no existe comunicación directa entre Dios y el hombre. El Padre puso
el mundo en manos de Cristo para que por su obra mediadora redimiera al hombre y vindicara la autoridad y
santidad de la ley divina. PP 336.
Mientras fuera inocente, Adán había gozado de abierta comunión con su Hacedor; pero el pecado produjo separación
entre Dios y el hombre, y sólo la expiación de Cristo podía salvar el abismo, y hacer posible la transmisión de
las bendiciones de la salvación entre el cielo y la tierra. El hombre tenía vedada la comunicación directa con su
Creador, pero Dios se comunicaría con él por medio de Cristo y de los ángeles. EJ 318.
Mientras Adán fué inocente, estuvo en directa, libre y dichosa comunicación con su Hacedor. Después de su
transgresión, Dios se comunicaría con el hombre por medio de Cristo y los ángeles. 2TS 49.
Adán y Eva recibieron conocimiento comunicándose directamente con Dios, y aprendieron de él por medio de
sus obras. Toda la creación, en su perfección original, era una expresión del pensamiento de Dios. Para Adán y
Eva, la naturaleza rebosaba de sabiduría divina. Pero por la transgresión, la humanidad fue privada del conocimiento
de Dios mediante una comunión directa, y en extenso grado del que obtenía por medio de sus obras. La tierra,
arruinada y contaminada por el pecado, refleja oscuramente la gloria del Creador. Es cierto que sus lecciones
objetivas no han desaparecido. En cada página del gran volumen de sus obras creadas se puede notar la escritura
de su mano. La naturaleza todavía habla de su Creador. Sin embargo, estas revelaciones son parciales e imperfectas.
Y en nuestro estado caído, con las facultades debilitadas y la visión limitada, somos incapaces de interpretarlas
correctamente. Necesitamos la revelación más plena que Dios nos ha dado de sí en su Palabra escrita. ED 16
Toda comunicación entre el cielo y la raza caída se ha hecho por medio de Cristo. Fue el Hijo de Dios quien dio
a nuestros primeros padres la promesa de la redención. Fue él quien se reveló a los patriarcas. Adán, Noé, Abra-
ham, Isaac, Jacob, y Moisés comprendieron el evangelio. Buscaron la salvación por medio del Sustituto y Garante
del ser humano. Estos santos varones de antaño comulgaron con el Salvador que iba a venir al mundo en carne
humana; y algunos de ellos hablaron cara a cara con Cristo y con ángeles celestiales. PP 336.
3
¿Quién tomó la iniciativa después que el hombre cayó en pecado?
¿Qué pensamientos extraños alteraron la comunicación
directa con Dios?
Comentario Bíblico
La voz de Jehová Dios.
Las visitas periódicas de Dios, hacia el fin del día, cuando suaves céfiros
vespertinos refrescaban el huerto, siempre habían sido una ocasión de
deleite para la feliz pareja. Pero el sonido de la aproximación de Dios
Génesis 3:8-11. fue entonces un motivo de alarma. Ambos sintieron que de ninguna
8. Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el manera se atrevían a encontrarse con su Creador. Ni la humildad ni
huerto al aire del día: y se escondió Adán y su esposa el pudor fueron la razón de su temor, sino un profundo sentimiento
de culpabilidad.
de la presencia de Jehová Dios entre los árboles del ¿Dónde estás tú?
huerto. Adán, que siempre había dado la bienvenida a la presencia divina,
9. Y llamó Jehová Dios a Adán,
Adán y le dijo: ¿Dónde estás tú? se ocultó ahora. Sin embargo, no podía esconderse de Dios, quien
llamó a Adán, no como si ignorase su escondedero, sino para hacerlo
10. Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo,
miedo confesar. Adán procuró ocultar el pecado detrás de sus consecuencias,
porque estaba desnudo; y me escondí. su desobediencia detrás de su sentimiento de vergüenza, haciéndole
11. Y le dijo Dios: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? creer a Dios que se había ocultado por la turbación provocada por su
desnudez. Su comprensión de los efectos del pecado era más aguda
¿Has comido del árbol de que yo te mandé no comieses? que la del pecado mismo. Aquí, por primera vez, somos testigos de la
confusión entre el pecado y el castigo, que caracteriza al hombre o en
su estado caído. Se sienten y detestan los resultados del pecado más
que el pecado mismo. CBA
El Señor visitó a Adán y Eva para informarlos de los resultados de su desobediencia. Al advertir que se acercaba
la majestad de Dios, trataron de ocultarse de su vista, en la que se complacían cuando eran inocentes. 2TS 38
“Debía haber cooperación entre el hombre y Dios. Pero este plan fue echado a perder en gran
medida por la transgresión de Adán. Satanás lo indujo a pecar, y el Señor no se iba a comunicar
con él después que hubo pecado como lo hacía cuando estaba sin pecado. ...
“Sin la expiación del Hijo de Dios no podría haber habido comunicación de bendición o salvación
de Dios al hombre. Dios estaba celoso por el honor de su ley. La transgresión de la misma había
causado una terrible separación entre Dios y el hombre. A Adán, en su inocencia, se le otorgaba
comunión directa, libre y feliz con su Hacedor. Después de su transgresión, Dios se comunicaría
con el hombre sólo mediante Cristo y los ángeles”
(Conflicto y Valor, pág. 20).
“Por
Por su desobediencia a Dios, Adán y Eva habían perdido el Edén,
Edén y debido a su pecado toda la
tierra quedó maldita” (Palabras de Vida del Gran Maestro, pág. 231).
Comentario Bíblico
Jeremías 5:25. Estas cosas.
Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas; y vuestros Es decir, las bendiciones mencionadas en el Jeremías 5:24 (Jeremías 3:3;12:4).
pecados apartaron de vosotros el bien. CBA
Descenso
“Si se aparta del transgresor no es porque no
En la espiritualidad
esté dispuesto a perdonarlo; es porque el pecador del ser humano
se niega a valerse de las abundantes bendiciones
de la gracia; y por tal motivo Dios no puede Hasta el Entregado a los
librarlo del pecado. ‘He aquí que no se ha acortado nivel mas bajo deseos carnales
la mano de Jehová para salvar, ni hase agravado
su oído para oir: Mas vuestras iniquidades han Separado de Dios No respondía al control
del Espíritu Santo
hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar su rostro de Por la Iniquidad Por el pecado
vosotros, para no oir’ Isaías 59:1, 2”
(Profetas y Reyes, pág. 238). Perversidad Ofensa habitual
Moral
En su estado de inocencia, el hombre gozaba de completa comunión con Aquel “en quien están escondidos todos los tesoros de la
sabiduría y de la ciencia.”1 Pero después de su caída no pudo encontrar gozo en la santidad y procuró ocultarse de la presencia de Dios.
Tal es aún la condición del corazón que no ha sido regenerado. No está en armonía con Dios ni encuentra gozo en la comunión con El.
El pecador no podría ser feliz en la presencia de Dios; le desagradaría la compañía de los seres santos. Y si se le pudiese admitir en el
cielo, no hallaría placer allí. El espíritu de amor abnegado que reina allí, donde todo corazón corresponde al Corazón del amor infinito,
no haría vibrar en su alma cuerda alguna de simpatía. Sus pensamientos, sus intereses y móviles serían distintos de los que mueven a
los moradores celestiales. Sería una nota discordante en la melodía del cielo. Este sería para él un lugar de tortura. Ansiaría esconderse
de la presencia de Aquel que es su luz y el centro de su gozo. No es un decreto arbitrario de parte de Dios el que excluye del cielo a los
impíos. Ellos mismos se han cerrado las puertas por su propia ineptitud para el compañerismo que allí reina. La gloria de Dios sería
para ellos un fuego consumidor. Desearían ser destruídos a fin de ocultarse del rostro de Aquel que murió para salvarlos. CC 17,18
Muchos dicen: “¿Cómo me entregaré a Dios?” Deseáis hacer su voluntad, mas sois moralmente débiles, esclavos de la duda y domina-
dos por los hábitos de vuestra vida de pecado. Vuestras promesas y resoluciones son tan frágiles como telarañas. No podéis gobernar
vuestros pensamientos, impulsos y afectos. El conocimiento de vuestras promesas no cumplidas y de vuestros votos quebrantados debi-
lita la confianza que tuvisteis en vuestra propia sinceridad, y os induce a sentir que Dios no puede aceptaros; mas no necesitáis desespe-
rar. Lo que debéis entender es la verdadera fuerza de la voluntad. Esta es el poder gobernante en la naturaleza del hombre, la facultad de
decidir o escoger. Todo depende de la correcta acción de la voluntad. Dios dió a los hombres el poder de elegir; a ellos les toca ejercerlo.
No podéis cambiar vuestro corazón, ni dar por vosotros mismos sus afectos a Dios; pero podéis escoger servirle. Podéis darle vuestra
voluntad, para que El obre en vosotros tanto el querer como el hacer, según su voluntad. De ese modo vuestra naturaleza entera estará
bajo el dominio del Espíritu de Cristo, vuestros afectos se concentrarán en El y vuestros pensamientos se pondrán en armonía con El. CC 47
6
En su inmensa gracia, ¿qué prometió el Señor al hombre,
a pesar de su desobediencia y debilidad moral?
¿Qué plan divino proporcionó liberación del poder del mal?
Comentario Bíblico
Pondré enemistad.
Aquí el Señor deja de dirigirse a la serpiente literal que habló a Eva, para
pronunciar juicio sobre el diablo, la serpiente antigua. Este juicio, expresado
en lenguaje profético, siempre ha sido entendido por la iglesia cristiana
como una predicción de la venida del Libertador. Aunque esta interpre-
tación es incuestionablemente correcta, puede señalarse que la profecía es
también literalmente verdadera: hay una enemistad mortal entre la serpiente y el
hombre doquiera se encuentran los dos.
Entre tu simiente y la simiente suya.
Se hace referencia a la lucha secular entre la simiente de Satanás -sus
seguidores- (Juan 8:44; Hechos 13:10; 1 Juan 3:10) y la simiente de la mujer.
El Señor Jesucristo es llamado la 245 “simiente” por antonomasia (Apoca-
lipsis 12:1-5; cf. Gálatas 3:16, 19); fue él quien vino “para deshacer las obras
del diablo” (Hebreos 2:14; 1 Juan 3:8).
Esta te herirá en la cabeza.
“Herirá, shuf. Esta palabra significa “aplastar” o “estar al acecho de alguien”.
Es evidente que aplastar la cabeza es mucho más grave que aplastar el talón.
Como represalia, la serpiente sólo ha podido herir el talón de la simiente de
la mujer.
La “simiente” se expresa en singular, indicando que no es una multitud de
descendientes de la mujer los que, en conjunto, se ocuparán de aplastar la
cabeza de la serpiente, sino más bien que un solo individuo hará eso. Estas
observaciones muestran claramente que en este anuncio está condensada la
relación del gran conflicto entre Cristo y Satanás, una batalla que comenzó
en el cielo (Apocalipsis 12:7-9), continuó en la tierra, donde Cristo otra vez
derrotó a Satanás (Hebreos 2:14), y terminará finalmente con la destrucción
Génesis 3:15. del maligno al fin del milenio (Apocalipsis 20:10). Cristo no salió ileso de
Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu esta batalla. Las señales de los clavos en sus manos y pies y la cicatriz en su
costado serán recordativos eternos de la fiera lucha en la cual la serpiente
simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza,
cabeza hirió a la simiente de la mujer (Juan 20:25; Zacarías 13:6; PE 53).
y tú le herirás en el calcañar. Este anuncio debe haber producido gran consuelo en los dos desfalle-
cientes transgresores que estaban delante de Dios, de cuyos preceptos se
Enemistad pondré entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje: él habían apartado. Adán, virrey de Dios en la tierra mientras permaneciera
leal, había cedido su autoridad a Satanás al transferir su lealtad de Dios a
te pisará la cabeza mientras acechas tú su calcañar." BJ3 la serpiente. Que Satanás comprendía plenamente sus usurpados “dere-
chos” sobre esta tierra, obtenidos al ganar la sumisión de Adán, es claro
por su afirmación ante Cristo en el monte de la tentación (Lucas 4:5, 6).
Adán empezó a comprender la magnitud de su pérdida: de gobernante de
este mundo se había convertido en esclavo de Satanás. Sin embargo, antes
de oír el pronunciamiento de su propia sentencia, fue aplicado a su alma
quebrantada el bálsamo sanador de la esperanza. De ella, a quien había
culpado por su caída, él debía esperar su liberación: la simiente prometida
en quien habría poder para vencer al archienemigo de Dios y del hombre.
¡Cuán bondadoso fue Dios! La justicia divina requería castigo para el pe-
cado, pero la misericordia divina ya había hallado una forma para redimir a
la raza humana caída: por el sacrificio voluntario del Hijo de Dios (1 Pedro
1:20; Efesios 3:11; 2 Timoteo 1:9; Apocalipsis 13:8). Dios instituyó el ritual
de los sacrificios para proporcionar al hombre una ayuda visual, a fin de
que pudiera comprender algo del precio que se debía pagar para expiar su
pecado. El cordero inocente tenía que dar su sangre en lugar de la del hom-
bre y su piel para cubrir la desnudez del pecador, a fin de que el hombre
pudiera así recordar siempre por medio de los símbolos al Hijo de Dios,
que tendría que entregar su vida para expiar la transgresión del hombre y
cuya justicia sería lo único suficiente para cubrirlo. No sabemos cuán clara
fue la comprensión de Adán del plan de la redención, pero podemos estar
seguros de que le fue revelado lo suficiente para asegurarle que el pecado
no duraría para siempre, que de la simiente de la mujer nacería el Redentor,
que sería recuperado el dominio perdido y que se restauraría la felicidad
del Edén. De principio a fin, el Evangelio de salvación es el tema de las
Escrituras. CBA
Comentario Bíblico
Y la adoraron todos.
Se refiere especialmente al período futuro del resurgimiento del papado.
La manera como logrará esa adoración universal, se describe en Apocalipsis
Apocalipsis 13:8. 13:11-18. Cf. 2JT 369.
Y todos los que moran en la tierra le adorarán, cuyos Desde el principio del mundo.
Esta frase puede relacionarse con “escritos” o con “inmolado”. Ambas ideas
nombres no están escritos en el libro de la vida del tienen base bíblica. El hecho de que los hombres están registrados desde
Cordero, el cual fue inmolado desde la fundación del la fundación del mundo, se halla en Apocalipsis 17:8, y esto se amplía en
mundo. declaraciones como éstas: “heredad del reino preparado para vosotros desde la
fundación del mundo” (Mateo 25:34), y “nos escogió en él antes de la funda-
Y así lo adoraron todos los habitantes de la tierra, aquellos, digo, ción del mundo”.
cuyos nombres no están escritos en el Libro de la vida del Corde- Por otra parte, el hecho de que el Cordero fue muerto desde la fundación del
mundo está estrechamente relacionado con la declaración de Pedro: “Cristo,
ro, que fue sacrificado desde el principio del mundo. T. Amat.
como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde
antes de la fundación del mundo” (1 Pedro 1:19-20). La decisión de que Cristo
moriría por la raza culpable fue tomada antes de la creación de este mundo
y confirmada cuando el hombre cayó (ver PP 48-49); por lo tanto, en este
sentido puede considerarse que fue inmolado desde antes de la fundación del
mundo. CBA
“Jesús
Jesús es nuestro sacrificio expiatorio. No podemos
hacer expiación por nosotros mismos, pero por
fe podemos aceptar la expiación que ha sido
hecha. ‘Porque también Cristo padeció una sola
vez por los pecados, el justo por los injustos,
para llevarnos a Dios’ 1 Pedro 3:18. ‘Fuisteis
rescatados... no con cosas corruptibles... sino con Expiación
la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero
sin mancha y sin contaminación’ 1 Pedro 1:18, Solo la sangre de Cristo puede
19. Nuestro Redentor colocó la redención a redimir al hombre del pecado
nuestro alcance mediante su sacrificio infinito
y su inexpresable sufrimiento. Sin honra y No fue La vida
una decisión de de un ángel no
desconocido estuvo en este mundo a fin de que, último minuto podía pagar la
mediante su condescendencia y humillación maravi- deuda del pecado
Tan pronto como hubo pecado, hubo un Salvador. Cristo sabía lo que tendría que sufrir, sin embargo se convirtió en el sustituto del
hombre. Tan pronto como pecó Adán, el Hijo de Dios se presentó como fiador por la raza humana. ELC 15.
Los ángeles se postraron delante de él. Ofrecieron sus vidas. Jesús les dijo que mediante la suya salvaría a muchos, y que la de un ángel
no podía pagar esa deuda. Sólo su vida podía ser aceptada por su Padre como rescate en favor del hombre. Les dijo que desempeña-
rían un papel, que estarían con él en diferentes oportunidades para fortalecerlo; que tomaría la naturaleza caída del hombre, y que su
fortaleza ni siquiera se igualaría con la de ellos; que serían testigos de su humillación y sus grandes sufrimientos; y que al verificarlos y
ver el odio de los hombres, se sentirían sacudidos por las más profundas emociones, y por amor a él querrían rescatarlo y librarlo de sus
asesinos; pero que no debían interferir ni evitar nada de lo que contemplaran; que desempeñarían una parte en ocasión de su resurrec-
ción; que el plan de salvación había sido trazado, y que su Padre lo aceptaba. HR 44.
Bosquejo General
desde
El Santuario”
Anuncio del Cordero de Dios - Lección 1. (2-julio-2022)
Preg 1
Antes del pecado Preg 4
El pecado
Comunicación entre
Dios y el hombre
Desobedecer el
Preg 2 mandato de Dios