Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Cuando nos enfrentamos a un conflicto, resulta fundamental evitar aquellas actitudes que lo
acrecientan y potenciar las que nos acercan a su resolución, logrando nuestra satisfacción y la de la
contraparte. Sin embargo muchas veces, por desconocimiento u olvido, actuamos sin pensar en las
consecuencias y sin considerar si nuestras actitudes aportan positiva o negativamente a la resolución
del conflicto.
Afirmaciones que caracterizan este tipo de actitud son , por ejemplo: “Tú debes. . ., o, tú tienes que.
. .”
Frente a estas actitudes las personas reaccionan negativamente, pudiendo originar susto, miedo o
bien, resistencia, rebeldía y reto en nuestro interlocutor. Tales conductas pueden romper cualquier
comunicación posterior de parte del otro o provocar una comunicación defensiva o negativa.
Una afirmación que ejemplifica esta actitud es: “Si no haces lo que yo te pido…entonces. . .”
Estas actitudes pueden generar en el otro resentimiento, rabia, resistencia o rebeldía. La persona a
quien se le emiten tales declaraciones podrá actuar pero motivado por el temor.
Algunas expresiones que ejemplifican esta actitud son: Tú debías…; tú deberías…; es tu obligación…
Estas actitudes producen resistencia en las personas y no logran su cometido, transmitiendo además
falta de confianza en el otro.
Expresiones asociadas: “Lo que yo haría en tu caso. . .” “¿Por qué tú no. . .?”
La gente no siempre busca consejo o que resolvamos sus problemas, por lo que se debe estar seguro
antes de emitir este tipo de expresiones, ya que podrían generar resistencia, rebeldía o sentimientos
de culpa en caso de hacer algo contrario a lo aconsejado. El consejo puede hacer al otro un ser
dependiente, no promueve su propio pensamiento creativo.
5.- Persuadir con lógica, argumentar, dar cátedra
Expresiones asociadas a dicha actitud: “¿No te das cuenta. . .?”, “mira que estás en un error”,
Estas actitudes pueden hacer que el otro se sienta inferior, provocar una actitud defensiva o contra
argumentaciones.
Expresiones que demuestran juicio, critica o censura “Tú eres malo”, “como eres tan flojo . . .”
Este tipo de actitud hace que en el otro surjan sentimientos negativos de inferioridad,
incompetencia o culpa, rompiendo la comunicación.
Expresiones asociadas: “Tú eres muy bueno”, “Has hecho un buen trabajo”
Debemos tener precaución con este tipo de afirmaciones y utilizarlas con moderación ya que el día
que no se hagan podría interpretarse negativamente. A su vez, puede suceder que el otro sienta las
alabanzas como manipulaciones o como muestras de superioridad.
Expresiones asociadas a este tipo de actitud: “Eres un niño todavía”, “¿Eres idiota o qué?”.
Este tipo de mensajes tiene un efecto devastador, destruyendo la imagen que el otro tiene de sí
mismo y generando sentimientos de rechazo o abandono.
Expresiones asociadas: “Lo que tú necesitas es...”, “en lo que estas equivocado es…”
Las expresiones de este tipo frenan la comunicación, ya que desaniman al otro a expresar más de sí
mismo. Analizar a nuestro interlocutor puede ser frustrante para él, ya que si el análisis es erróneo
podría generar resistencia, en cambio, si es correcta podría sentirse expuesto.
Expresiones asociadas: “Vamos, eso no es tan malo... “, “no te preocupes, te sentirás mejor con el
tiempo”
Aún cuando no lo parezca, estos mensajes pueden generar efectos negativos, haciendo que el otro
los interprete como muestra de incomprensión. “Para ti es fácil decirlo, pero no sabes lo que yo
siento”
11.- Interrogar, sondear
Frente a estas actitudes las personas pueden sentirse como en el “banquillo de los acusados”,
pudiendo ser interpretadas como una falta de confianza, sospecha o duda .
Este tipo de actitudes pueden comunicar falta de interés y respeto por los sentimientos del otro.
Cuando las personas plantean un tema personal, esperan ser atendidas con respeto y seriedad no
con bromas, reaccionar de esta forma puede hacerlos sentir heridos o rechazados.
1) Aceptar que los conflictos son parte de la naturaleza humana, debemos enfrentar las
situaciones conflictivas y considerar que estas nos ayudarán a forjar nuestro carácter,
desarrollarnos y estimular nuestra creatividad.
2) Tener en cuenta que los conflictos no son debido a la mala voluntad de las personas, que las
personas son diferentes y debemos aceptarlas en su diferencia.
4) Distinguir ente discusión y polémica, mientras que discusión denota el acto de sacudir una
cosa para que aparezca tal cual, la polémica alude directamente a enemistad y batalla.
Referencia:
Vargas-Mendoza, J. E. (2009) Manejo del conflicto. Apuntes para un seminario. México: Asociación
Oaxaqueña de Psicología A.C.