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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN SUPERIOR


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL DE LA SEGURIDAD
PUERTO CABELLO ESTADO CARABOBO
PNF LIC. SERV. POLICIAL

USO PROGRESIVO Y DIFERENCIADO


DE LA FUERZA
(UPDF)

Profesor: Discentes:
José Huérfano. Lcdo. Colmenares Eliezer.
CI: V-20.292.288
Ochoa Miriam.
CI: V-20.145.509.

Valencia, Julio del 2022


Análisis

Se han consolidado una serie de principios rectores para la actuación policial,


entre los que destaca el uso progresivo y diferenciado de la fuerza policial (UPDFP)
como un estándar de obligatorio cumplimiento por las funcionarias y los funcionarios
policiales en el marco de la garantía a los derechos humanos.

En ese sentido, en la denominada Baquía del CGP: Tu fuerza es mi medida


(adaptada a la resolución N° 39390 del 19 de marzo de 2009 del MPPIJP), se establece
que “En el nuevo modelo, la Policía lucha contra el delito apegada al estado de derecho,
el respeto a los derechos humanos y haciendo uso progresivo y diferenciado de la fuerza
policial cuando sea necesario, según los niveles de resistencia de la ciudadana o el
ciudadano y ajustados a los principios de legalidad.

Sus funcionarias y funcionarios utilizarán el arma de fuego sólo en


circunstancias extremas, como reacción al ejercicio de una fuerza letal para la defensa
de la propia persona o de los terceros, ante una agresión ilegítima y atendiendo a los
principios de necesidad, oportunidad y proporcionalidad”.

Derecho a la Defensa en Venezuela

En Venezuela, el derecho a la defensa propia está prevista en el numeral 3 del


artículo 65 del Código Penal:

Artículo 65: No es punible:

3. El que obra en defensa de propia persona o derecho, siempre que concurran las
circunstancias siguientes:

a) Agresión ilegítima por parte del que resulta ofendido por el hecho.

b) Necesidad del medio empleado para impedirla o repelerla.

c) Falta de provocación suficiente de parte del que pretenda haber obrado en defensa
propia. Se equipara a legítima defensa el hecho con el cual el agente, en el estado de
incertidumbre, temor o terror traspasa los límites de la defensa.

d) El que obra constreñido por la necesidad de salvar su persona, o la de otro, de un


peligro grave e inminente, al cual no haya dado voluntariamente causa, y que no pueda
evitar de otro modo

Ello en concordancia con el artículo 55 de la Constitución Nacional que establece


la protección que brinda el Estado a sus ciudadanos, y que afirma que “los cuerpos de
seguridad del Estado respetarán la dignidad y los derechos humanos de todas las
personas. El uso de armas o sustancias tóxicas por parte del funcionario policial y de
seguridad estará limitado por principios de necesidad, conveniencia, oportunidad y
proporcionalidad, conforme a la ley”.

Recordemos que entre las principales funciones que tienen las instituciones
policiales, y las funcionarias y los funcionarios encargados de cumplir y hacer cumplir
la ley, se encuentra el uso legítimo de la fuerza y de las armas de fuego, razón por la cual
el comportamiento ético de los policías resulta esencial para cumplir de manera
adecuada con su función, respetando los principios de legalidad, necesidad,
proporcionalidad y garantía de lesividad mínima y no omitir su rol de asistencia cuando
sea necesaria.

Para su regulación, el artículo 68 de la Ley Orgánica del Servicio de Policía y del


Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana sostiene que el uso de la fuerza por parte de los
cuerpos de policía estará orientado por el principio de afirmación de la vida como valor
supremo constitucional y legal, la adopción de escalas progresivas para el uso de la
fuerza en función del nivel de resistencia y oposición de la ciudadana o el ciudadano,
los procedimientos de seguimiento y supervisión de su uso, entrenamiento policial
permanente y difusión de instructivos entre la comunidad, a fin de facilitar la
contraloría social en esta materia.

Artículo 68

“El uso de la fuerza por parte de los cuerpos de policía estará orientado por el
principio de afirmación de la vida como valor supremo constitucional y legal, la
adopción de escalas progresivas para el uso de la fuerza en función del nivel de

resistencia y oposición de la ciudadana o ciudadano, los procedimientos de seguimiento


y supervisión de su uso, entrenamiento policial permanente y difusión de instructivos
entre la comunidad, a fin de facilitar la contraloría social en esta materia. El traspaso en
el uso de la fuerza mortal sólo estará justificado para la defensa de la vida de la
funcionaria o funcionario policial o de un tercero”.

El traspaso en el uso de la fuerza mortal sólo estará justificado para la defensa


de la vida del policía o de una tercera o un tercero y cuando efectivamente se demuestre
que no hay posibilidad de usar medios menos letales que la fuerza o el arma, de acuerdo
a los principios señalados anteriormente.

Todo ello en concordancia con los principios básicos sobre el empleo de la fuerza
y de armas de fuego por las funcionarias y los funcionarios encargados de hacer cumplir
la ley, adoptados por el 8º congreso de las Naciones Unidas Sobre la Prevención del
Delito y del Tratamiento del Delincuente (1991), lo que nos convierte en un país garante
de los preceptos legales internacionales establecidos para la regulación de los cuerpos
policiales.

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