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PSICOLOGÍA

INTERVENCIÓN SISTÉMICA

Docente: Mirna Gallardo


Alumno (a): Luisa Maria Romero
Tetramestre: 7•

Turno: Vespertino

Monterrey N.L 18 de julio de 2022


El contrato terapéutico es un acuerdo entre la persona que acude a terapia y el
terapeuta, donde se fijan unos criterios y en el que se construye un compromiso
por ambas partes. La labor del contrato es especificar las condiciones generales
del funcionamiento del programa clínico que va a comenzarse. En él se detallan,
además, una serie de compromisos que deben ser respetados por las partes
implicadas para su adecuado desarrollo.

COMPROMISOS DEL PSICÓLOGO COMPROMISOS DEL CLIENTE

El psicólogo se compromete a velar por la El cliente/paciente se compromete a asistir de


adecuación científica y profesional de los forma regular y puntual a las sesiones de
programas de tratamiento que se realicen. terapia.

• En aquellas ocasiones en las que le sea


imposible acudir, deberá avisar con
24nhoras de antelación como mínimo. Si
avisa en un periodo inferior, deberá abonar
el precio de la sesión. En caso de no asistir
a dos sesiones consecutivas sin informar de
ello, el tratamiento se dará por terminado.

El programa de intervención se llevará a El cliente/paciente se compromete a realizar


cabo respetando las normas recogidas en las tareas clínicas y trabajos personales
el Código Deontológico de la profesión indicados en cada momento por su terapeuta.
(Colegio Oficial de Psicólogos). Ello
supone, entre otros aspectos, la
confidencialidad de los datos obtenidos
dentro del mismo.
Las sesiones de tratamiento se llevarán a En los casos en los que sea necesario por
cabo con una periodicidad de una sesión indicación de su terapeuta y previo acuerdo, el
semanal de aproximadamente una hora cliente/paciente se compromete a facilitar el
de duración. En ocasiones, pueden llegar contacto con cualquier familiar o persona
a realizarse dos sesiones semanales allegada con objeto de mejorar la eficacia de la
siendo justificadas por necesidades intervención.
concretas de la intervención.

Si la dificultad del problema clínico a tratar


requiere un recurso diferente a los que
puede ofrecerse, el psicólogo se
compromete, si Vd. así lo desea, a
informarle sobre otros profesionales o
centros (no necesariamente sujetos a este
régimen) que se ajusten más a sus
características particulares.

El Enfoque Sistémico, también conocido como ecológico o estructuralista pone


el énfasis en las relaciones al interior de la familia en el presente, revalora el rol
del "paciente designado", la utilidad, valor simbólico y ganancia secundaria del
síntoma para el sistema familiar. Así mismo la terapia familiar sistémica, al igual
que la teoría general de sistemas, perciben al saber, la ciencia y todo en la
naturaleza como un todo integrado por conexiones sutiles y firmes, en donde la
posición y movimiento repercute en los demás miembros del sistema.

Este tipo de terapia observa los distintos roles que tienen los miembros de la
unidad familiar y sus posiciones con respecto al Sistema para establecer su
funcionamiento.
• El primer paso, dentro de las técnicas y pautas en psicoterapia, consisten
en analizar y comprender en qué tipo de Sistema se encuentra el paciente
para llegar al núcleo u origen de los problemas.
• El segundo paso puede ser modificar la posición y los límites entre los
individuos que conforman el Sistema, o entre los subsistemas (subgrupos
del grupo principal).

De esta forma cada individuo de la familia conocerá su posición dentro del grupo
y lo que conlleva: funciones que le corresponden (o no), papeles que le han sido
asignados (o no) y pautas para evitar relaciones negativas.

Para resolver el conflicto que presentan los pacientes, los psicólogos que trabajan
con técnicas de terapia sistémica deben de recrear una especie de mapa familiar
y las distintas formas de interconexión entre los miembros, utilizando una gran
variedad de herramientas, entre ellas las más utilizadas son:

• Sesiones en las que se realizan preguntas circulares para una indagación


sistémica sobre la situación.

• Introducción de nuevas pautas y elementos a través de las preguntas


milagro, en las que se pide a la familia que exprese como sería la relación
si de repente se obrara un milagro y el problema desapareciera.

• Inducción a la búsqueda de excepciones en las que la interacción ha sido


positiva, o en las que las actitudes y reacciones han sido diferentes, para
centrar la atención en esas circunstancias y poder fomentarlas.

• Trabajos de reformulación positiva, transformando la carga negativa con la


que han etiquetado al miembro de la familia que “genera” el problema. De
esta manera, el problema del hijo rebelde puede estar generado por la
intención de sacar a sus padres de una situación conflictiva diferente, lo
que redefinirá el tipo de relación y anularía la etiqueta negativa.

• Terapia breve estratégica, centrada en diagnosticar el problema y


resolverlo sin modificar las estructuras familiares.
El psicólogo observa el tipo de comunicación que existe entre los
miembros, los grados de jerarquía y otras informaciones necesarias para
perfilar un objetivo, tras lo cual se pasa a la intervención marcando
diferentes pautas.

DIAGNOSTICOS

El diagnóstico relacional requiere la formación del sistema terapéutico, el cual


se logra a través de un proceso interaccional de acomodación mutua de
terapeuta y familia.

El diagnóstico familiar es una guía provisional que ayuda en la generación de


hipótesis, es algo dinámico y modificable en función de la información que se va
recopilando a medida que la familia y el terapeuta se acomodan y se
reestructuran, formando el sistema terapéutico.

Desde un enfoque sistémico se pretende evitar las clasificaciones diagnósticas


que refuerzan la idea que trae la familia sobre paciente como enfermo y el resto
de la familia como sana.

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