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MIÉRCOLES, 23 DE ENERO DE 2013 ABC

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FAMILIA abc.es/familia

Las etiquetas que ponemos a los niños


pueden hipotecarlos de por vida
∑ Su autoestima se
construye en función
de las valoraciones de
quienes los rodean
CARLOTA FOMINAYA

s muy tímido», «es muy

E
malo y desobediente»,
«no se entera de nada»,
«es pasivo»... Lo que pen-
samos, lo que decimos...
A veces no somos plena-
mente conscientes, pero al hablar juz-
gamos y etiquetamos a los niños pre-
maturamente, condicionando su com-
portamiento y produciéndoles unas
heridas que, metafóricamente, pue-
den llegar a estar sangrando duran-
te muchos años si no se reconocen y
cicatrizan correctamente. Es lo que
algunos expertos llaman el «efecto
pigmalión» de los padres sobre los hi-
jos, o de los profesores sobre los alum-
nos, y que ya fue demostrado en un
estudio realizado en 1968 por los psi-
cólogos Rosenthal y Jacobson.
«Demasiadas veces se pronuncian
sin querer expectactivas o prejuicios
durante el proceso comunicativo con
los más pequeños sin tener en cuen-
ta que en el futuro pueden originar
sentimientos, comportamientos o
rendimientos no esperados y/o de-
seados», apunta Alba García Barre-
ra, profesora de Psicología de la Uni-
versidad a Distancia de Madrid (Udi-
ma). «Por eso, en toda relación
entablada con niños y adolescentes
debe prestarse especial atención a la
forma en que expresamos y transmi-
ED CAROSÍA
timos nuestras ideas, especialmente
aquellas que afectan a su propia for-
ma de ser, actuar o pensar sobre una
determinada cuestión. En estas eta-
pas se encuentran en pleno desarro-
Cambiar diagnósticos cuesta mucho padres de un lactante que ha tenido
una crisis febril que «puede ser el ini-
llo físico, psicológico y afectivo, por cio de una epilepsia»; o al niño que
lo que son altamente vulnerables a la diagnóstica: valorar el estado de ánimo tarda en hablar que «quizá sea autis-
influencia que puede llegar a ejercer- ANÁLISIS del paciente o de sus familiares, su ca- mo», o al que no para quieto y se dis-
se sobre ellos por medio de la comu- pacidad de comprensión, etc. Aunque trae a menudo que «es un TDAH»…
PAULINO CASTELLS
nicación. Es bastante fácil afectar con se trate de diagnósticos precoces que Porque, a veces, etiquetas más sim-
nuestras palabras al autoconcepto y luego se demuestra que eran correctos, ples, que no implican una gravedad
la autoconfianza del niño», explica a menudo no fueron explicados en el de pronóstico, también hacen mella
García Barrera. momento oportuno. Precipitación, inex- en el entorno de un crío y lo hipote-
orque las etiquetas las carga el dia- periencia, alarmismo… motivos habrá can para siempre. Lo que sucede cuan-
Expectativas y personalidad
¿Por qué sucede esto? «Porque sole-
P blo… Esto lo saben bien mis alum-
nos de Psicología de la Universidad
para argumentar esta inoportuna eti-
quetación que generó incertidumbre o
do se le sentencia con adjetivos tales
como «es muy inteligente», o «algo
mos olvidar que una persona desa- Abat Oliba CEU, de Barcelona. No me innecesaria angustia. Pero la cuestión retrasado» o «muy sensible», etc. Re-
rrolla la opinión que tiene de sí mis- canso de repetirles que tengan mucho es que el paciente se va a su casa con la pitiendo los padres machaconamen-
ma en función de las expectativas que cuidado con poner etiquetas a los pa- etiqueta puesta. Y, luego, cuesta mucho te estas etiquetas en todos los ámbi-
depositan sobre nosotros las perso- cientes que el día de mañana acudirán borrar etiquetas. tos en que se mueve el chaval, bien
nas de referencia en nuestro entor- a sus consultas profesionales. Hay que Así, si el paciente diagnosticado se sea a los maestros de la escuela, o
no», prosigue Belén Sánchez-Laguía, estar muy seguro para sentar firme- trata de un niño, a partir de ahora, to- cuando va a casa de un amiguito, o a
psicóloga del hospital Nisa Valencia mente un diagnóstico. Ante la menor das las actuaciones de sus padres, de- sus monitores deportivos. Y de aquí
Al Mar. «Es decir, un niño va forman- duda, mejor no ser categórico. En algu- más familiares y maestros girarán en a tenerlo condicionado toda la vida
do el concepto que tiene de sí mismo nos casos, es mejor dejar tiempo al tiem- torno al diagnóstico emitido. Y no me entre algodones, hay un paso.
en base a las valoraciones que recibe po. Ver la evolución del caso. También estoy refiriendo a presunciones diag-
de sus padres, de sus abuelos, de sus hay que saber buscar el momento más nósticas sin base y sin pruebas con- PSIQUIATRA DE FAMILIA Y PROFESOR
tíos, de sus maestros... Y si de bien idóneo para transmitir una presunción cluyentes, como cuando se dice a los DE LA UNIVERSIDAD ABAT OLIBA (CEU)
ABC MIÉRCOLES, 23 DE ENERO DE 2013
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Ámbito escolar Los errores de los padres cuando


En el entorno escolar sucede
exactamente lo mismo, según
hacen los deberes con los hijos
García Barrera. «El docente
suele tender a poner notas ∑ Agobiarles, resolver
más bajas a aquellos estu-
diantes que suelen rozar el los ejercicios, dejar
aprobado, y notas más altas a que se distraigan... no
quienes suelen sacar sobresa- les ayuda en su labor
lientes, aunque por determi-
nadas circunstancias no sea
así... Y esto influye en el M. J. PÉREZ-BARCO
autoconcepto del alumno y lo
que se siente capaz de hacer». Sea partidario o no de hacer los de-
En este sentido, esta profeso- beres en casa, lo cierto es que las ta-
ra de la Udima propone reas escolares fuera del horario lec-
«prestar atención a los tivo son un pilar fundamental del sis-
comentarios que realizamos tema educativo en España. Muchos
en casa sobre las notas que defienden que refuerzan los aprendi-
obtienen nuestros hijos, sin zajes de clase, ayudan a crear hábi-
encasillarles ni esperar tos de trabajo, de superación y disci-
determinados resultados. plina y favorecen la concentración y
Pero, ojo, esto no quiere decir la memoria. Es una labor y una res-
que no haya que exigirles, ponsabilidad de los hijos, pero los pa-
sino que hay que procurar dres también cumplen un papel: «El
escucharles, entenderles y de guiar, orientar y buscar a los alum-
animarles a sacar todo el nos los medios para que resuelvan las
potencial que llevan dentro». tareas», asegura José Luis Carbonell,
pedagogo y profesor de la Escuela de
Familia de la Fundación Proforpa.
Los deberes son una responsabili-
dad asumida por muchas familias. El
pequeñito no le consideran capaz de 80% de los alumnos en Primaria reci-
hacer determinada cosa, muy proba- ben ayuda de sus padres para hacer las
blemente acabe siendo incapaz de ha- tareas escolares, y el 45% de los estu-
cerla. Y no porque no tenga capaci- diantes en Secundaria. Casi el 60% de
dad o habilidades suficientes, sino los chicos destinan una hora diaria a
porque su entorno más próximo le esas tareas, y el 38%, más de dos horas.
RAFA GUTIÉRREZ
está transmitiendo este mensaje, que Hay que evitar las distracciones al hacer las tareas del cole
difícilmente le invitará siquiera a in- Claves para el éxito
tentarlo ni a probar suerte...», añade. Pero los deberes también se convier-
«De esta forma, si damos por supues- ten a veces en un motivo de tensión y un problema y los padres no saben en- las tareas. «Al terminar Primaria, los
to que son desobedientes, desorde- conflicto en casa. Para que eso no ocu- señarle una estrategia para ello, «es padres solo les deben echar una mano
nados, vagos... actuarán de esa for- rra, José Luis Carbonell y Carmen Guai- mejor que acuda al cole con los debe- puntualmente», dice Carbonell.
ma. Pero también si esperamos lo con- ta, profesora y vicepresidenta del sin- res sin hacer. Y acompañar una nota 8. No tomar en serio la necesidad de
trario». dicato de profesores ANPE, identifi- al profesor diciendo que el alumno se presencia y apoyo de los padres. «Los
can los fallos más habituales que ha esforzado pero no ha conseguido padres tienen que soltar el smartpho-
Motivar y elogiar cometen los padres y ofrecen las cla- resolverlo», dice Carbonell. ne y estar disponibles para los chicos,
En el entorno familiar esta situación ves para realizar con éxito estas tareas: 4. Entender los deberes solo como mirándoles y escuchándoles cuando
sucede demasiado a menudo, pero se- 1. Hacer los deberes en cualquier lu- nuevos aprendizajes de conocimien- así lo requieran», explica Guaita.
gún Silvia Álava, directora del área gar, en la cocina, mientras se prepa- tos. Los deberes son refuerzos para 9. Imponer un control absoluto. «Si
infantil del centro Álava Reyes Con- ra la cena; en el cuarto de estar, mien- el aprendizaje y, sobre todo, una oca- quieren que les tomemos la lección,
sultores, tiene fácil solución. «Siem- tras otros ven la tele… El «momento sión para empezar a trabajar de ma- debemos hacerlo. Si les ponemos ner-
pre digo que en español tenemos dos deberes» debe ser importante para la nera autónoma. Los padres pueden viosos o ellos nos ponen a nosotros,
verbos, el ser y el estar. Y es común familia: en un lugar fijo, silencioso, explicarles las dudas, pero mucho es mejor confiar en su responsabili-
escuchar a un padre regañar al niño sin distracciones ni televisión,
sión, más ra razonable es ayudarles a dad. Y decirles en voz alta que con-
que se porta mal diciendo “eres malo”. bien iluminado... Al encontrar
enc la respuesta que fiamos en ellos», aconseja Guaita.
Pero cuando esto ocurre el niño que 2. Protestar como adultos buscan:
b en sus propios li- 10. Evitar el diálogo con los profeso-
se “está” portando mal no “es” malo». sobre la cantidad o cali- 80% de los bros
b de texto, en internet… res. Hablar y colaborar con los docen-
De hecho, la forma ideal de dirigirse dad de los deberes. Hay alumnos de 5. Convertir los deberes tes y consultarles si hace falta algu-
a un niño sería, continúa Álava, «re- que aceptar la realidad. Primaria les en la regañina de cada día. na ayuda suplementaria.
ferirse a la conducta concreta que tie- «Los deberes son los que ayudan los El tiempo de hacer debe- 11. Permitir que afronten las tareas
ne en ese momento. Que se porte de son y los que tocan. Si so- padres rres es un tiempo de paz y escolares agotados ya de extraesco-
una determinada manera no signifi- brepasan a nuestro hijo, de-- tranquilidad. Si el alumno
tra lares. Las actividades extraescolares
ca que sea algo inherente a su perso- bemos acudir al colegio para ara tiene dificultades, debe con- son necesarias, pero no pueden ab-
nalidad que nunca va a poder cam- notificarlo, pero en casa se debe sultar a ssus profesores. Es muy per- sorberles. Es mejor adecuarlas a la
biar». respetar todo lo posible la decisión judicial crear en casa ansiedad ante personalidad y los intereses del hijo
En definitiva, concluye Rosario Li- del profesor. Estamos preparándoles lo relacionado con la escuela. y permitir tardes en las que solo haya
nares, psicóloga de El Prado Psicólo- para la vida, y en la vida habrá mu- 6. Muchos padres se ponen histéricos que jugar en casa y estudiar.
gos, «lo que digamos sobre nuestros cho trabajo y esfuerzo», afirma la pro- y agobian a los chicos. Hay que con- 12. Padres anárquicos. Los deberes
hijos puede marcarlos de por vida, así fesora Guaita. trolar los nervios y las emociones. Los son un aprendizaje del trabajo autó-
que para que confíen en sí mismos an- 3. Hacerles los deberes. Realizar las deberes no son motivo de enfrenta- nomo y la autodisciplina. Para Guai-
tes tenemos que haberlo hecho noso- tareas escolares de los hijos ni aumen- miento, sino un momento placentero. ta, «les ayudamos si les animamos a
tros. Sólo sabiendo que son aceptados ta su capacidad de trabajo ni su dis- 7. Dirigir a los niños. Hay que ayudar establecer un tiempo mínimo y má-
tal y como son crecerán con una au- ciplina, ni les hace aprender nada nue- a los chicos, pero ir dejando poco a ximo, siempre a la misma hora y en
toestima fuerte y sana». vo. Si el alumno no consigue resolver poco que sean autónomos para hacer el mismo sitio».

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