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Orientaciones para el periodo de alarma.

Los alumnos de un centro de Educación Especial son mucho más diversos de lo


que la gente puede pensar en un principio. De ahí la gran dificultad de dar
orientaciones generales para nuestros alumnos. Para los alumnos que
muestren curiosidad o presenten síntomas de estrés ante la situación causada
por el coronavirus es necesario dar una respuesta, Unicef nos aconseja animar
a los niños a hacer preguntas y a expresar sus sentimientos. T

1. La información, la justa y necesaria.


Los más mayores habrán oído hablar a los adultos sobre la cuarentena, el
coronavirus, el aislamiento, lavarse las manos... pero esa información es
informal y fragmentada, pudiendo generarles más inquietud que otra cosa. Es
por esto que el colegio de psicólogos ha puesto a nuestra disposición un cuento
“Rosa contra el virus” que toda cada una de las cuestiones importantes y
permite una pequeña reflexión por medio de actividades fáciles al final.

https://www.copmadrid.org/web/publicaciones/rosa-contra-el-virus-cuento-
para-explicar-a-los-ninos-y-ninas-el-coronavirus-y-otros-posibles-virus

Así como una guía para padres y cuidadores para hablar con ellos de este
tema.
https://www.copmadrid.org/web/files/comunicacion/Pautas_Familias.pdf

Y más específica para cuando se trabaja con discapacidad.


https://www.copmadrid.org/web/files/comunicacion/Recomendaciones_Gui
%CC%81apersonas_Mental.pdf

Para los medianos esto puede resultar muy abstracto, por lo que es preferible
trabajar por medio de figuras que ellos ya han trabajado en el cole (y
posiblemente en casa). En este caso a través de “El monstruo de colores” que
con una estructura similar nos aproxima a estas cuestiones de una manera
más asequible.

https://mediateca.educa.madrid.org/video/7ylup8a5orykho1w
https://www.youtube.com/watch?v=TcBI8y27ZVg

Los más pequeños habrán notado que todo a su alrededor ha cambiado,


horarios, tiempos, personas a las que ve habitualmente... pero no son capaces
de entender ni porqué, ni hasta cuando. Lo más importante es trasmitirles que
los adultos que estamos a su alrededor les vamos a dar todo el cariño y la
atención que necesitan.

En todos los casos, y sobretodo en el último es muy necesario mantener unas


normas de higiene mental que nos ayudarán a minimizar los picos de actividad
e inactividad, momentos de tristeza o ansiedad.
2. Las Rutinas.
Para nuestros alumnos, en especial para los que menos capacidad tienen para
analizar el mundo que les rodea, es fundamental para sentir que la vida es
predecible, por tanto segura, estable, armoniosa y tranquila.
Lo repetitivo y familiar da seguridad y reduce la ansiedad, por ello, el seguir un
horario similar al habitual previo al estar confinado lo favorece. Por ejemplo:
1) Por la mañana higiene, vestido, desayuno y asamblea, dónde se hará
una una revisión de lo que se hará durante todo el día (ver más abajo
anticipación)
2) Mantenimiento del hogar, poner lavadoras, limpiar suelo, habitaciones. Es
fundamental que ellos puedan (dentro de sus posibilidades) ayudarnos
en esas tareas.
3) Hacer un descanso a media mañana.
4) Después hacemos deberes/juegos educativos (niños y adolescentes) y
trabajamos (adultos);
5) Preparamos la comida y la mesa. Es fundamental que ellos puedan
(dentro de sus posibilidades) ayudarnos en estas tareas;
6) Vemos una película en la tv, jugar solos o siesta;
7) Actividad conjunta: Hacer tortitas, bizcocho o pizza Jugar al voleibol con
un globo Hacer dibujos y colgarlos ventana Búsqueda del tesoro con
pistas Marionetas con calcetines, con los más adolescentes suele
funcionar muy bien inventar una coreografía, imitar a cantantes famosos
o hacer un desfile de disfraces graciosos hechos con la ropa de otros
miembros de la familia, papel de plata, etc.
8) Hablamos con familia y amigos usando la tecnología, es completamente
necesario que nuestros niños, al igual que nosotros tengan contacto con
otras personas y actualmente las videollamadas por Whatsapp, Skype,
Facetime lo hacen posible.
9) recoger, baño, cena y cama.

Estas rutinas las hemos adaptado para nuestro alumnado, no obstante os


recomendamos que os leáis el documento original del Colegio Oficial de
Psicólogos:
https://www.copmadrid.org/web/files/comunicacion/RecomendacionesEducativ
asNin%CC%83osCasa.pdf

3. La anticipación:
Es necesario que los días se parezcan entre sí, que tengan la misma estructura
y que esta sea predecible. Muchos de nuestros alumnos están acostumbrados
al uso de agendas/asamblea con pictogramas representando cada una de las
actividades del día. En el centro usamos la página:
http://www.arasaac.org/index.php
para descargarnos esos pictogramas, si bien en ocasiones ofrecen varios
distintos para una misma acción, si dudáis mandadnos vuestras preguntas al
correo del cole y el tutor y maestro de audición y lenguaje de vuestro hijo os
ayudarán.
Si tenéis dificultades para poder imprimir los pictogramas podéis mostrárselos
a través de un dispositivo electrónico por medio de aplicaciones online como
pictotraductor o arasuite:
https://www.pictotraductor.com/
https://sourceforge.net/projects/arasuite/

4. La actividad.
Muchos de nuestros alumnos se “cargan” de ansiedad cuando no saben que
hacer, cuando se aburren o se encuentran en lo que denominamos “momentos
transicionales” (esperas, tiempo entre dos actividades conocidas, acceso a
actividades desconocidas...). A parte de la anticipación de la que ya hemos
hablado es muy importante mantenerles ocupados (que no entretenidos).
Aunque pueda parecernos mentira, las tareas escolares, correctamente
adaptadas al nivel de cada niño y contrapeadas con otras tareas de carácter
más lúdico nos sirven para dar un sentido y función a la actividad. Con
momentos de “trabajo” apreciamos mejor los momentos de “juego”. Por esto
es muy necesario contar con una buena programación de tiempos/tareas que
deje poco lugar a periodos transicionales y al aburrimiento que pueden llevar a
conductas problemáticas.
Si hacemos juegos, actividad física, tareas domésticas, etc. en el momento del
día que he introducido en mi rutina diaria, nos va a ayudar a estar en forma
física y mental, a la par que estar desconectados de la preocupación, el
aburrimiento, el agobio por sentirnos confinados en casa, etc.
En la medida de las posibilidades de cada uno, permitid que los niños elijan sus
actividades lúdicas ya que el resto de la organización y de las rutinas
probablemente no sean elegibles. A continuación, aporto un listado de
actividades para todas las edades, donde hacer actividades lúdicas
individuales, con hermanos, con la familia, con amigos con tecnologías, etc

5. Cuidarnos nosotros mismos.


Los adultos también necesitamos relajarnos para que la convivencia y el trato
sean amables y cordiales, por lo que puede ser una buena estrategia tener
momentos de todos juntos en familia, y momentos de “aislamiento adulto” o
un tiempo de descanso y distensión sin hijos ni pareja, etc. Incluso si se
necesita trabajar desde casa, buscar el respeto del tiempo de trabajo con una
explicación clara y sencilla. Para ello cuando seamos varios adultos en la casa,
será bueno turnar por días u horas al cuidado de los niños, o realizar turnos de
teletrabajo para que la familia siempre esté bien atendida y no se creen
momentos de alteración.
6. Comunicación empática y comprensiva.
En estos días es probable que los nervios estén más a flor de piel de lo habitual
y que al haber mayor tiempo de convivencia y en el mismo lugar, haya más
roces o conflictos cotidianos que de costumbre. Por ello os propongo que los
adultos habléis de esos roces, cuando ya se hayan calmado los ánimos, en un
lugar a parte y no delante de los niños. Pero sobre todo, por tensa que sea la
situación que en ningún caso que un progenitor menoscabe la autoridad o la
razón al otro cónyuge delante de los hijos. Aunque se produzcan errores, os
equivoquéis en las normas, o simplemente estalléis, lo más importante es que
no os desautorizéis delante de ellos, saber hacer turnos, esperar y después
hablar y subsanar. Eso genera más confianza y seguridad entre hijos y padres.
Por otro lado, cada vez que os moleste algo del otro, buscad la la forma de
encontrar un momento de tranquilidad sin los niños para decídselo y no
acumular frustraciones, ni rabias y resolverlas. No se trata de reprochar, si no
de expresar que determinada cosa te hace daño, eso hace que tu estado
emocional empeore; y como al fin de al cabo los estados emocionales de todos
en casa son interdependientes, pedirle al otro que en la medida de lo posible,
no lo haga. Si responde tal y como esperamos le damos las gracias cuando lo
haga sin reproches posteriores.
También es muy necesario pedir perdón padres e hijos si nos hemos
equivocado o hemos molestado a otro, es fundamental que seamos una fuente
de seguridad para nuestros hijos pero intentar generar un aura de
“infalibilidad” frente a ellos es engañarles y a la larga una forma de generar
desconfianza en ellos hacia nosotros.
Hablemos de cómo nos sentimos y lo que pensamos de manera clara y sencilla
para ellos también se expresen, lo que nos gusta o no de esta situación en
casa por coronavirus u otra, poniendo sobre la mesa pros y contras, haciendo
más hincapié en los beneficios, en nuestra fuerza interior y la fuerza de la
unión…
EDUARDO ARRANZ VELÁZQUEZ
Orientador en el CPEE La Quinta, Madrid
Este documento se ha elaborado a partir del material generado por el Colegio Oficial de
Psicólogos, las recomendaciones de UNICEF para trato a la infancia y las recomendaciones para
favorecer el bienestar en el hogar durante el Estado de Alarma del Centro EvoIlusiona.

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