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Competencias ciudadanas: Un contraste entre las

acepciones y conceptos establecidos desde el Ministerio


de Educación Nacional.

Julieth Natalia Duque Rivera


Universidad Sergio Arboleda, Bogotá – Colombia
julieth.duque01@usa.edu.co

Introducción
Para el año 2003 se emite a nivel territorial un compendio de elementos
orientadores constituidas como los “Estándares básicos de Competencias
ciudadanas”, las cuales atienden a los desafíos del momento y le apuesta no solo al
fortalecimiento de habilidades lógico matemáticas, lectura y lenguaje, si no la
potencialidad de desarrollarse como ciudadanos. Anteriormente estas
competencias no habían recibido la atención necesaria, puesto que se concebía que
de manera intrínseca ello permeaba en el diario vivir y que en relación con los
demás se iba desarrollando desde la cimentación de elementos culturales y de
identidad (MEN, 2003). Sin embargo, esta propuesta emerge en la necesidad de
darle un protagonismo al ejercicio de los derechos humanos y de brindar unas
orientaciones en la construcción de un pleno desarrollo, desde la edificación de
principios y una caja de valores que permita al sujeto desenvolverse en el entorno
social.
Según el MEN las competencias ciudadanas son definidas como el conjunto
de conocimientos, habilidades cognitivas, emocionales, comunicativas,
integradoras y de conocimiento, que promueven un accionar constructivo y
participativo dentro de un contexto democrático, mediado por escenarios desde
una vida escolar, una vida en familia y una vida con otros agentes. En la búsqueda
del desarrollo de dichas competencias, también se pretende que ello conjugue con
un desarrollo moral, en el cual el estudiante, además de constituirse como un
ciudadano en el que pueda ejercer sus derechos, pueda ajustarse a los acuerdos y
normas establecidas dentro de su contexto en el cual se busque la mediación, el
dialogo, la empatía y la capacidad de juicio moral.
Dentro de los estándares se ha organizado las competencias en tres grupos
principales; convivencia y paz, participación y responsabilidad democrática,
pluralidad, identidad y valoración de las diferencias, grupos definidos como ejes
principales para los alcances que se esperan en cada uno de los ciclos escolares y
que son propuestos como caminos transversales aplicar en cada una de las
disciplinas. Basado en ello, el propósito de este trabajo es realizar un contraste
desde las acepciones establecidas por el MEN para los tres grupos de competencias
ciudadanas y los conceptos de los mismos partiendo de su procedencia, a fin
corroborar si existe una correlación entre estas dos perspectivas y si realmente las
intenciones establecidas por la entidad desde estos grupos apuntan a lo que el
concepto abarca y si está en función de una educación ciudadana.
Desarrollo
La consideración que pone de manifiesto el MEN, frente a lo que es un
ciudadano, parte de la idea de vivir en sociedad en donde es preciso concebir un
mínimo de humanidad compartida, entablando y respetando unos intereses
individuales y colectivos que generen un ambiente de confianza mínimo basado en
la otredad y se liga a unas normas de un estado especifico. En otras palabras, ser
ciudadano, implica el reconocimiento de unas normas, su aplicación sobre sí
mismo, pero sobre todo en los otros en un espacio particular en el que se comparte,
se respeta y ejercen unos derechos. (MEN, 2006).
En este orden de ideas, la educación ciudadana debe pretender, sacar de sí al
estudiantado para reconocerse a sí mismo y al otro, a fin de mediar entre unos
intereses individuales y colectivos a unos intereses comunes, que preserven los
derechos humanos. Para que esto pueda alcanzarse, se establecen unos estándares
de competencia ciudadanas, las cuales se dividen en tres grupos
- Convivencia y paz.
- Participación y responsabilidad democrática.
- Pluralidad, identidad y valoración de las diferencias.
Mediante estos tres ejes de competencias, se realiza un ejercicio de orden
comparativo en el cual se establecen las acepciones de cada una de estas a partir de
lo establecido por el MEN y que a su vez vislumbra la misma intencionalidad de
lo que se desea alcanzar, contrastándolo con los conceptos de los mismos a partir
de su origen etimológico.
Convivencia y paz
Según los estándares de competencias ciudadanas establecidas por el MEN,
define al grupo de convivencia y paz, como la consideración por los demás, es
especial por la consideración individual y humana de los sujetos. (MEN, 2003), en
dicha consideración, se espera que los estudiantes tengan la capacidad de entablar
relaciones pacíficas y constructivas mediadas por el dialogo, absteniéndose de usar
la violencia como medio para resolver un conflicto.
Por lo anterior se puede indicar que, para el Ministerio de Educación, la
convivencia refiere a las habilidades cognitivas, emocionales, comunicativas,
integradoras y de conocimiento, para saberse relacionar con los otros y la paz como
un estado individual y/o colectivo que permite regular las conductas de modo
tranquilo y armónico. Además de esto, la paz es concebida desde la constitución
política como un valor que soportan las diversas leyes del sistema y un principio
que da la postead de manera colectiva e individual de ejercer los derechos
fundamentales. (Moreno, 2014)
Ahora bien, en contraste con la procedencia de la palabra convivencia que
se divide en raíces latinas con el prefijo con, que denota unión, junto o todo y su
intermedio viviere que refiere al existir, subsistir o no está muerto y el sufijo ia, que
indica cualidad, se define la palabra convivencia como una cualidad de existir
en unión con otros. En continuidad con ello, el concepto de paz se origina de la
terminología pax que conjuga con un periodo de estabilidad y sin guerra entre
naciones. Por lo anterior, el concepto de paz es lo opuesto a la guerra, en donde
se permanece en un estado por mucho tiempo sin desorden y pelea.
En este orden de ideas el constructor de la competencia convivencia y paz,
establecido por el MEN bajo su conceptualización debería pretender, alcanzar una
serie de habilidades cognitivas, emocionales, integradoras, comunicativas y de
conocimiento entorno al existir en unión con otros en el que se pueda permanecer
en un estado sin desorden ni pelea.
De acuerdo a esta conceptualización en contraste con lo establecido por el
MEN, es preciso indicar que la entidad agrega elementos diferenciadores para que
el ejercicio de existir con otros en un estado orden y sin conflicto, pueda ser
alcanzado. Estos elementos, refieren al uso de dialogo como mecanismo para la
relación pacífica y la consideración, que puede traducirse en la empatía como base
para el entendimiento de otras realidades.
Participación y responsabilidad democrática
Basado en el referente dado por el MEN, se indica en este eje la importancia
de orientar a la toma de decisiones en contextos diversos, las cuales deben ser
consecuentes con los derechos fundamentales del individuo, los acuerdos, normas
y leyes que se establecen en comunidad. (MEN, 2003).
En este orden de ideas y entendiendo al niño, niña y el joven como un ser
social, bajo este eje, se busca que el estudiante pueda y deba participar de las
dinámicas políticas para así configurar sus contextos y poner sobre la misma la
construcción y aplicación de los acuerdos y normas, que, aunque requiere de una
un nivel de complejidad, su materialización se dará desde la descentralización para
escuchar, comprender y debatir, teniendo presente las consecuencias que conllevan
ciertas acciones que estén en contra posición de los acuerdos establecidos y estar
en disposición de acatar lo predispuesto así en ocasiones ello se mueva en vía
contraria a los intereses propios.(MEN, 2006).
En lo que concierne a la procedencia de las palabras, participación,
responsabilidad y democrática, se halla en la primera como participatio con sus
raíces: par, partis que alude a parte, capere como tomar y el sufijo ción, que otorga el
significado de acción y efecto, para lo cual en la constitución de un concepto se
precede a la participación, como tomar acción para ser parte de algo. El origen
de responsabilidad, se fragmenta en el sufijo idad, que corresponde a cualidad y
respondere del verbo latino, como dar correspondencia a lo prometido o responder
a. En ese orden, la responsabilidad denota la cualidad de ser capaz a
corresponder o comprometerse a algo. Finalmente, en esta triada de conceptos,
democrático/a nace de la palabra democracia; en donde está, se reconoce por demos
que es pueblo y kretos, poder, gobierno. Con el sufijo tica que precede en relación
a, es decir, que se relaciona con algo o alguien y tico en caso de aludir a la palabra
democrático, que concierne relativo a o que posee una característica. Es preciso
denotar que, aunque semánticamente pueden referir a cosas distintas, ambos
sufijos manifiestan una misma conexión con la palabra democra, por ende, en el uso
de los sufijos tico y tica, para este caso solo se distingue por una cuestión de género.
Desde está mirada, la palabra democrático/a, se relaciona con los principios del
gobernar que conciernen al pueblo.
Pues así, basado en los orígenes etimológicos de la triada como eje para la
formación en competencias ciudadanas, el MEN en esta categoría, debe pretender
orientar al estudiantado a la toma de acción en su contexto siendo capaz de
corresponder o comprometerse con los principios del pueblo y el modo en como
en él se gobierna.
La correlación entre las acepciones del MEN y la procedencia de cada una
de las palabras en mención en este eje, se encadenan en las intenciones; guardan
correspondencia teniendo en cuenta que desde una temprana edad es preciso que
los estudiantes desde diferentes escenarios, escolares, familiares entre otros tengan
la posibilidad de llevar a cabo acciones que les permita ser reconocidos dentro de
un sistema social y que dicha participación conjugue con sus desarrollos cognitivos,
teniendo en cuenta que algunas acciones y acuerdos, normas constituidos por un
sistema de creencias no se encuentran en vía al modo de como los acuerdos,
normas y leyes establecidas por un colectivo no van en la misma vía en la que el
estudiante considera (MEN, 2006, p.160) . Para este eje, dentro del MEN, la
adaptación a esta condición y de mitigar la contraposición a lo que formula el
sistema, se argumenta en la descentralización, para situarse en los intereses
colectivos, a fin de hallar sentido a la norma y permitir la regulación de la vida en
comunidad.
De alguna manera, aunque se ponga de manifestó el defender ejercicio de
los derechos humanos, se trunca de alguna manera el derecho a la libre expresión,
ya que el sujeto para estar incorporado al sistema, debe alejarse de sus propios
intereses para situarse en los otros, adaptándose a la normas y leyes que de alguna
manera pueden lograr silenciarlo.
La pluralidad, la identidad y la valoración de las diferencias.
Para este último grupo, la definición y la intención este eje de competencias,
parten del reconocimiento y el disfrute de la enorme diversidad humana y tienen,
a la vez como límite, los derechos de los demás.” (MEN, 2003, p. 12).
Dentro de un contexto multiétnico y multicultural es prescindible reconocer
su existencia y su papel dentro de la sociedad, para ello en educación ciudadana, es
importante enseñar a respetar a quienes son diferentes teniendo en cuenta que
tienen los mismos derechos y deberes, considerando que la construcción de
realidades es meramente individual y que las formas en las que se presentan o se
ejecutan deben ser respetables. A fin de generar espacios de mínima
discriminación ha de promover una educación con menos prejuicios, deconstruir
los estereotipos desde el cuestionamiento y el análisis de su origen. También se
alude trabajarse en la propia identidad, desde el reconocimiento del contexto, lugar,
cultura, tradición, tiempo al que se pertenece, a fin de entender las dinámicas de
un escenario externo compuesto por diversos sujetos que se desarrollan de modos
diferentes. (MEN, 2006).
Frente al origen etimológico de este último eje, la palabra pluralidad que
viene del latín, pluralitas se se descompone lexicalmente por plus que refiere a más,
alis relativo a y el sufijo dad cualidad, lo que lleva a indicar que es una cualidad en
relación a mucho. Para identidad se halla que viene del latín identitas y de dicha
palabra ídem que refiere lo mismo y dad como cualidad o condición, basado en ello,
identidad concierne a una cualidad o condición de ser lo mismo, pero su
acepción se ha catalogado como lo puesto, es decir, cualidad de ser únicos y
diferentes a los demás y que se acoge a un constructo social, tal como lo afirma
Arévalo (2004)
La identidad es una construcción social que se fundamenta en los procesos
de alteridad o de diferencia simbólica. Y la imagen de la identidad se
conforma desde la percepción interior y desde la visión exterior. Por una
parte, está el cómo nos vemos, y por otra el cómo nos perciben. La identidad
refiere un sistema de tradición y patrimonio. (p. 934).
La valoración emerge de raíces latinas que se compone de valere que denota
permanecer en plenitud de fuerza o vigor), el sufijo or que indica efecto o resultado
y su terminación cion que implica acción y efecto. De acuerdo a ello, la palabra
valoración se define como acción y efecto de darle un precio o merito a algo
o alguien. Para cerrar, se encuentra la palabra diferencia que procede del latín
differentia, con componentes léxicos como el prefijo dis que alude a separación
multiple, ferre de llevar y el sufijo ia que es cualidad. Con base en lo anterior la
palabra diferencia se define como cualidad que se distingue entre dos o más
cosas.
De acuerdo al análisis etimológico de estás cuatro palabras este eje debería
apuntar a desarrollar habilidades para reconocer lo mucho, mantener una misma
condición y darle el mérito a la distinción de dos o más sujetos. Si bien dentro de
este último eje se hallan divergencias entre las acepciones y los conceptos,
particularmente en la palabra pluralidad e identidad, que tienen connotaciones
distintas frente a como lo concibe el MEN, centrándose más en el reconocimiento
de variedad de sujetos y contextos; el estudio del entorno y de sí mismo para
identificarse como ser social y cultural dentro de un escenario que lo hace distinto
a otro. Esto difiere de cierta manera con la procedencia etimológica, en donde se
reconoce lo mucho sin especificar el mucho de qué y el de mantener una cualidad
de lo mismo, concepto que es opuesto a la acepción atribuida a un constructo
social. Finalmente se vislumbra que la intención del MEN desde este eje, no
concuerda con los verdaderos significados de las palabras que son puestas como
elementos centralizadores para su alcance.

Enlace de evidencia audiovisual


https://youtu.be/bLboDat8C5M

Bibliografía

Anders, V. (s/f). www.deChile.net. Dechile.net. Recuperado el 15 de mayo de


2022, de http://www.dechile.net/

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Moreno Millán, F. (2014). El concepto De Paz en la constitución política DE


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https://www.mineducacion.gov.co/1621/articles-75768_archivo_pdf.pdf

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