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29629/2016 “CACCIAPUOTI Maria Claudia c/ FILOSA Eduardo Horacio s/ COBRO DE PESOS”

Río Grande, de noviembre de 2018.


VISTOS:
Estos autos caratulados: “CACCIAPUOTI, Maria Claudia
c/. FILOSA, Eduardo Horacio s/. COBRO DE PESOS”, Expte. Nº
29.629, en trámite por ante este Juzgado Civil y Comercial Nº 1,
Distrito Judicial Norte, a mi cargo, de los cuales
RESULTA:
1.- Que a fs. 57/61 se presenta la Sra. María Claudia
CACCIAPUOTI, a través de apoderado, e interpone formal demanda de
cobro de pesos contra el Sr. Eduardo Horacio FILOSA, persiguiendo el
cobro de la suma de Pesos Sesenta y Tres Mil Ocho con 30/100 ($
63.008,30), la suma de dólares estadounidenses Trescientos Veintiún
Mil (u$s 321.000) con más intereses, o lo que en más o menos resulte
de la prueba a producirse.
Refiere haber celebrado con fecha 01 de agosto de 2013, con
el demandado Filosa, un contrato de compra venta del fondo de
comercio denominado “CR Motos”, el que adjunta como prueba, por un
monto total de pesos Seis Millones ($ 6.000.000), cuya modalidad de
pago se pacto en la cláusula quinta.
Señala haber cumplimentado las obligaciones contractuales,
entregando los elementos constitutivos del comercio y tomando la
posesión del mismo el comprador.
Denuncia que el adquirente cumplió solo en forma parcial,
desde que no abono la totalidad del precio pactado, no obstante los
reclamos extrajudiciales efectuados.
Da cuenta de las cartas documentos remitidas, y transcribe
textualmente la de fecha 26 de abril de 2.016, la cual fue contestada
con fecha 30 de abril de 2.016, rechazando el reclamo y rescindiendo
unilateralmente el contrato, alegando para ello causales que considera
falsas e infundadas y el pago total de la deuda reclamada invocando
para ello retiros de cuenta bancaria que son expresamente
desconocidos.

Las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, son y serán Argentinas
Manifiesta haber rechazado la rescisión unilateral por
considerarla injustificada, improcedente y arbitraria, extremo que fue
comunicado mediante carta documento enviada al demandado.
Sostiene que al momento de la comunicación de rescisión
unilateral, el demandado sólo había cumplido en forma parcial lo
pactado en la cláusula quinta, haciendo entrega de los automotores
detallados en el punto 1º, abonando la suma de Pesos Cientos Tres Mil
($ 103.000) prevista en el punto 2º, y trece (13) cuotas de tres mil
dólares estadounidenses (u$s 3.000) cada una de las ciento (124)
convenidas en el punto 6º.
Argumenta que el cumplimiento parcial de lo pactado le
impide resolver a la demandada el contrato, detallando los
incumplimientos imputados y sosteniendo su derecho a reclamar no
solo lo adeudado, sino la totalidad del precio pactado.
Reclama el saldo correspondientes a ciento siete (107)
cuotas pendientes de pago por la suma de dólares estadounidenses tres
mil (u$s 3.000) cada una y que debían ser depositadas en la cuenta
corriente; o subsidiariamente las cuotas impagas a la fecha de la
demanda equivalente a la suma de dólares estadounidenses setenta y
ocho mil (u$s 78.000) por el período comprendido entre abril de 2.014 a
junio de 2.016, correspondiente a veintiséis (26) cuotas devengadas e
impagas.
Asimismo integra el reclamo el reintegro de la suma abonada
de las últimas tres (3) cuotas del Banco Francés, por un importe de
Pesos Treinta y Un Mil Setecientos Dos con 53/100 ($ 31.702,53), con
más el importe de pesos Diecinueve mil trescientos sesenta y tres con
37/100 ($ 19.363,37) de cancelación de impuestos sobre ingresos
brutos, y la suma de pesos once mil novecientos cuarenta y dos con
40/100 ($ 11.942,40) por la declaración jurada SUSS AFIP , todo ello
con los intereses legales.
Finalmente ofrece prueba y funda en derecho la acción.
2.- Que a fs. 212/227, comparece el demandado por
derecho propio y contesta la acción entablada en su contra, solicitando
su rechazo.
Luego de negar genéricamente los hechos, especialmente
niega adeudarle a la actora suma dineraria alguna, que la actora haya
cumplido con las obligaciones asumidas en el contrato de compra venta
del fondo de comercio y haber incumplido con las obligaciones
asumidas.
Reconoce haber suscripto con fecha 01/08/2013 el contrato
de compra venta del fondo de comercio denominado “CR MOTOS”, por
la suma de Pesos Seis Millones ($ 6.000.000), cuyo modalidad de pago
fuera acordado en la cláusula quinta.
Aclara que a los fines de hacer efectivo el uso del giro
comercial se lo facultó al uso de diferentes cuentas corrientes, cajas de
ahorro en diferentes entidades bancarias, como así también
adhesiones de comercio para la venta mediante tarjeta de débito,
otorgándose un poder especial a su favor y de su colaborador el Sr.
Jorge Andrés ALVARADO.
Denuncia que el 26 de mayo de 2014 sin causa justificada,
la actora remitió cartas documentos a su parte y al Sr. Alvarado,
haciéndoles saber la revocación del Poder Especial otorgado respecto de
la administración y disposición de las cuentas corrientes, cajas de
ahorros, bloqueando todo acceso a las mismas, y con ello entorpeciendo
el giro normal y habitual del comercio.
Manifiesta que en dichas cuentas del comercio cedido, era
donde se debitaban todas las operaciones comerciales y crediticias del
mismo y sobre las cual se giraban los cheques de pago a proveedores
del comercio.
Señala que ello determinó el envío de dos (2) cartas
documentos, una de fecha 06 de junio y la otra el 10 de junio de 2.014
a diferentes domicilios, cuyos textos transcribe, poniendo de relieve lo
establecido en la cláusula séptima; imputando a la actora
incumplimiento contractual, e intimándola al cese de tal conducta;
denuncia asimismo la extracción de sumas dinerarias a partir de agosto
de 2.013 dando con ello por cancelada las sumas adeudadas en la
cláusula quinta apartado 6º. Por último, solicita la restitución de ($
460.731,90), o su imputación al saldo del apartado 5º de la misma
cláusula.
Menciona que dichas cartas documentos no fueron
contestadas.
Da cuenta que transcurrido 1 año y 10 meses de dicha
intimación, con fecha 26 de abril de 2.016 fue intimado por carta
documento al pago del precio de la venta pactada en la cláusula quinta

Las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, son y serán Argentinas
puntos 3º, 4º y 6º, bajo apercibimiento de ejecución, la cual fue
respondida mediante carta documento de fecha 30 de abril de 2.016,
cuyo texto transcribe, dando por rescindido el contrato suscripto,
negando la existencia de deuda atento los retiros de fondos realizados.
Dicha carta documento fue rechazada por la actora, por
misiva fechada el 20 de mayo de 2.016, dando así por concluido el
intercambio epistolar.
Postula que el caso debe ser resuelto mediante la aplicación
del nuevo Código Civil y Comercial, como así también que la actora ha
admitido la resolución unilateral y en ello fundamenta su defensa de la
improcedencia de reclamar el pago de cuotas convenidas en un contrato
extinguido.
Argumenta la resolución contractual del contrato de
compraventa de fondo de comercio, así luego de reconocer que no se
estableció un pacto comisorio expreso, al mismo corresponde
considerarlo implícito, reiterando que la actora ha reconocido y
consentido expresamente la resolución contractual, constituyendo ello
un impedimento para reclamar el cumplimiento del contrato.
En el punto C.-4, desarrolla en extenso, lo relativo a la causa
de la resolución contractual que fuera invocada en las cartas
documentos enviadas a la actora de fecha 26 de mayo de 2014.
En el punto C.5.- afirma que los retiros dinerarios de la
accionante como por parte del cotitular de las cuentas corrientes
previstas en la cláusulas séptima Sr. SKACKAUSKAS, como los débitos
y pagos fueron imputados a las cuotas mensuales convenidas (Cláusula
quinta apartado 6), detallando las mismas por un monto total de Pesos
Tres Millones Trescientos Sesenta y un Mil Doscientos Setenta y Cinco
con 91/100 ($ 3.361.275,91).
Finalmente ofrece prueba, funda en derecho su defensa y
hace reserva del caso federal.
3.- Que a fs. 234/235 se celebra la audiencia preliminar,
cumpliendo en la misma lo dispuesto por el art. 370 del CPCCLRM,
ordenando así la producción de la prueba ofrecida por las partes.
Que a fs. 593 se declara la clausura del período probatorio,
alegando a fs. 598/601, la demandada y a fs. 603/604 la parte actora.
Que a fs. 612 se llaman autos para dictar sentencia,
providencia que se encuentra firme y consentida.
CONSIDERANDO:
Que en el presente proceso la parte actora persigue el cobro
de la suma de Pesos Sesenta y Tres Mil Ocho con 30/100 ($ 63.008,30),
la suma de dólares estadounidenses Trescientos Veintiún Mil (u$s
321.000) con más intereses, o lo que en más o menos resulte de la
prueba a producirse, derivadas del contrato de compra venta del fondo
de comercio denominado “CR MOTOS”, celebrado con fecha 01 de
agosto de 2013, entre la actora María Claudia CACCIAPUOTI, y el
demandado Filosa.
En tal sentido y en oportunidad de celebrarse la Audiencia
Preliminar prevista por el art. 370 inc. 5º) del CPCCLRM, el Tribunal
dispuso que el objeto del proceso se encontraba constituido por los
siguientes puntos litigiosos:1)Determinar la existencia de la relación
jurídica en que se sustenta el reclamo judicial de la actora.2)En su
caso, establecer la existencia de incumplimientos fijando su quantum.-
1.- DE LA TRANSFERENCIA DEL FONDO DE COMERCIO
- LA RESOLUCIÓN CONTRACTUAL -
1.1.- NORMATIVA APLICABLE.-
Que como consecuencia de la entrada en vigencia del Código
Civil y Comercial, corresponde precisar el marco normativo con el que
ha de resolverse el presente asunto.
Para ello debe tenerse en cuenta que el contrato de
transferencia de fondo de comercio fue celebrado con fecha 01 de
agosto de 2.013, el incumplimiento y las intimaciones que el
demandado cursó a la actora para justificar la resolución contractual
fueron remitidas en el año 2014, en tanto las intimaciones de pago y la
comunicación de la resolución fueron realizadas en el año 2.016, siendo
promovida la demanda el 12 de agosto de 2016.
Surge así que la relación jurídica se inició cuando se
encontraba vigente el Código Civil de Velez Sarsfield, de allí que sin
perjuicio de que los incumplimientos contractuales reclamados
acaecieron bajo la vigencia del nuevo Código Civil y Comercial, al
tratarse de la aplicación de preceptos supletorios y no imperativos, los
mismos no resultan aplicables a la cuestión debatida en autos, por
estricta aplicación del art. 7º del C.C.y.C.

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En efecto, la normativa supletoria prevista en el Código Civil
y Comercial, no resulta aplicable a los contratos celebrados con la
vigencia del Código Civil, así el art. 7º del C.C.y C. dispone: "...Las
nuevas leyes supletorias no son aplicables a los contratos en curso de
ejecución.....".
Conforme lo expuesto en el marco fáctico legal del sub
judice, corresponde estar a las cláusulas contractuales pactadas entre
las partes de este proceso y a las disposiciones contenidas en el Código
Civil, todo ello sin perjuicio de mencionar que la solución a la cuestión
no resulta alterada según se aplique una u otra norma.
1.2- TRANSFERENCIA DE FONDO DE COMERCIO.
Que preliminarmente es necesario destacar que entre las
partes no existe controversia, en orden a la existencia de la relación
contractual que las vinculara y que fuera instrumentada mediante el
“BOLETO DE COMPRA VENTA FONDO DE COMERCIO", obrante a fs.
09/22, adjuntado por la actora, y reconocido expresamente por la
accionada al contestar demanda (C.1.-CONSIDERACIONES
PRELIMINARES).
Así las cosas, es preciso principiar la solución con el análisis
de la relación que vinculó a las litigantes, en orden a ello resulta
relevante tener en cuenta que la transferencia de un fondo de comercio,
resulta ser un acto complejo, sujeto a un procedimiento destinado a
resguardar el interés de acreedores y terceros en general mediante la
instauración de un régimen de publicidad y oposición (arts. 2º a 5, 7ºa
9ª y 11º de la Ley 11.867) cuya omisión lo hace inoponible a los
mismos.
Ahora bien, en lo que respecta a las relaciones entre las
partes el perfeccionamiento del contrato, no se encuentra sujeto a
cumplimiento de los recaudos de publicidad, y el mismo quedó
perfeccionado desde que las partes se pusieron de acuerdo en orden al
objeto, el precio y las modalidades de la operación.
La doctrina al analizar la normativa referida a la
transferencia de fondo de comercio, en orden al perfeccionamiento del
contrato entre las partes señala: “Se instaura de este modo un particular
sistema que obliga a diferenciar el perfeccionamiento del contrato
respecto de las partes y la transferencia del fondo (objeto de ese
contrato) con relación a acreedores y terceros. En lo que atañe a las
partes, se regirán por las normas comunes que gobiernan el contrato
(compraventa, permuta, cesión de derechos, donación, etcétera): en el
caso de la compraventa concluye con el acuerdo de voluntades y se
perfecciona con la entrega de la cosa. La transferencia así resultante
será oponible a los acreedores y terceros cumplidos que sean los
recaudos de publicidad, oposición e inscripción que establece la ley
11.867. ( Transferencia de Fondos De Comercio (ENTREGA Anticipada De
La Posesión Y Resolución Del Contrato) - Zunino, Jorge O. La Ley – 1995-
D,61 Derecho Comercial, Doctrinas Esenciales Tº I, 643).
Así más allá de las particularidades que contienen las
disposiciones contenidas en la ley 11.867, lo cierto es que en el caso
corresponde estar a las convenciones contenidas en el contrato
celebrado, ello por aplicación del principio de la autonomía de la
voluntad.
En función de ello, las cláusulas del contrato referenciado,
resultan relevantes en orden a la cuestiones planteadas, en especial las
correspondientes al objeto que integra la transferencia (1ª, 4ª y 7ª); al
precio y forma de pago (5ª); y a la entrega de la posesión del fondo de
comercio (6ª), las que textualmente señalan:
“Primera: El vendedor, que declara ser único y exclusivo
propietaro del negocio de venta y repuestos de motos, ubicado en la calle
Espora Nº 969 de la ciudad de Río Grande, que gira, con la
denominación “CR MOTOS”, lo cede, vende y transfiere al comprador, y
este lo acepta.”
“Cuarta: Las partes declaran que los elementos constitutivos
del establecimiento comercial y fondo comercial respectivo son los
siguientes: Las existencias de motos, repuestos, nombre de fantasía “CR
MOTOS”, Muebles y Útiles, representaciones oficiales en Río Grande
Tierra del Fuego las siguientes marcas: Corven Motos Corven Motos
Argentina SA, Beta Betamotor Argentina SA, Panther MercoMax SA,
Keller Emprendimiento Industrial Mediterraneo SA, Brava Dragón SA,
Guerrero Pagoda SA, Tibo Akan SA, Cerro Motos Automotores Cerro SA,
etc. Las deudas de explotación comercial que existan al 01 de agosto de
2013, quedan a exclusivo cargo del comprador como importe a cuenta del
precio total de la venta, las que se detallan en anexo adjunto, en
cumplimiento con los requisitos del art. 3 de la ley 11.867, en el cual se

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detallan los datos de los deudores y acreedores e inventario de muebles,
útiles y mercaderías y es firmada por ambas partes”.
“Quinta: La venta se realiza por la suma total de pesos: seis
millones ($ 6,000.000), que el comprador pagara de la siguiente forma:
1. Transferencia de Automotores Dominio HCL 432,
GUX303, por pesos doscientos veinticinco mil ($ 225.000).-
2. En efectivo la suma de pesos: ciento tres mil ($
103.000).
3. Cancelación de los siguientes prestamos a nombre de la
vendedora: a) Banco Francés, saldo de deuda a la fecha pesos: setenta y
cuatro mil seiscientos cuarenta y siete ($ 74.647); b) Banco Galicia
operación Nº C00134752509 saldo de deuda a la fecha pesos: noventa y
seis mil doscientos cincuenta y tres con 50/100 ($ 96.253,50) y
operación Nº CEFI0088819 saldo de deuda a la fecha pesos sesenta mil
($ 60.000).-
4. Cancelación de la deuda del impuesto sobre los
ingresos brutos por un importe de pesos:diecinueve mil trescientos
sesenta y tres con treinta y siete centavos($ 19.363,37) y declaración
jurada SUSS F 931 Afip por la suma de pesos: once mil novecientos
cuarenta y dos con cuarenta centavos ($ 11.942,40).-
5. Cancelación del monto adeudado por el vendedor a
proveedores/acreedores por un saldo de pesos: tres millones cuarenta y
dos mil doscientos setenta con 78/100 ($ 3.042.270,78) será cancelado
por el comprador en el plazo de desde julio de 2013 a julio de 2014.
6. Saldo restante de pesos: dos millones un mil
ochocientos veintiocho con 72/100 ($ 2.001.828,72) se cancelará en
ciento veinte (120) cuotas mensuales y consecutivas e dólares
estadounidenses de tres mil dólares estadounidenses (u$s 3.000)
dólares que su equivalente en pesos ($) se depositarán dentro de los diez
primeros días de cada mes en la Cuenta Corriente Nº 864347-4 del
Banco Galicia sucursal Río Grande cuyo titular es la Vendedora Sra.
CACCIAPUOTI, MARIA CLAUDIA.
Se deja expresamente establecido que el importe de las cuotas
mensuales equivalentes en pesos($) no pueden aumentar mas del
veinticinco por ciento (25%) en periodos de doce meses; todos los débitos
y pagos particulares del Vendedor que se descuenten de las cuentas
corrientes mencionadas en la cláusula séptima serán descontados de la
cuota mensual”
“Sexta:La posesión se hará efectiva el 01 de agosto de 2013.
Los bienes de uso y mercaderías se entregan libres de todo pasivo, sean
estos impuestos, tasas, contribuciones, embargo, prenda, inhibición o
cualquier otra deuda o gravamen. Haciéndose responsable al comprador
de todo aquello que surgiere después de la fecha de entrega del Comercio
objeto del presente.”
“Séptima: Queda establecido que se usaran en el giro
comercial las cuentas corrientes que se detallan a continuación: Banco
Galicia Nº 332623474, Banco Francés Nº 14357; Banco Macro Nº 38322-
2, Banco Patagonia Nº 281-281000691; Caja de Ahorro Banco Tierra del
Fuego Nº 18337699 y las adhesiones de Comercio para la venta con
tarjeta: Visa Home del Banco Tierra del Fuego Nº 12953519, Naranja
Banco Galicia Nº 750006332, Visa- Amercia del Galicia Nº 3753595,
Master Card, Actual, American Express, cuyo titular es la vendedora. Se
deja expresamente establecido que el comprador se hace responsable de
las mismas.”
Así como no existe controversia respecto a la celebración de
la transferencia del comercio “CR MOTOS”, tampoco se encuentra en
discusión que la vendedora ha cumplido con la entrega de la posesión
del fondo de comercio adquirido por el demandado FILOSA y recibido
por este, el mismo día en que fue suscripto el instrumento aludido (ver
cláusula 6ª).
Conforme ello, y teniendo en cuenta que lo que reclama la
actora mediante la promoción de este proceso, es el cobro del saldo del
precio convenido, corresponde verificar la existencia de
incumplimientos denunciados en la relación contractual y determinar
en su caso a quienes ellos resultan imputables.
En tal sentido el demandado argumenta haber comunicado
a la actora la resolución contractual, a consecuencia de que esta
dispusiera unilateralmente el cese del uso de las cuentas corrientes
bancarias abiertas en las diferentes instituciones financieras, tal como
fuera pactado en la cláusula séptima de la transferencia del fondo de
comercio.

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1.3.- RESOLUCION EXTRAJUDICIAL CONTRACTUAL
(PACTO COMISORIO IMPLICITO).
Que la demandada para solicitar el rechazo de la acción,
centra su defensa en que el contrato de transferencia del fondo de
comercio, fue resuelto extrajudicialmente mediante comunicación
cursada mediante carta documento de fecha 30 de abril de 2.016, que
luce copiada a fs. 6 y 81.
Que la facultad de resolver el contrato por incumplimiento
es un derecho subjetivo de opción: derecho de configuración, de tipo
negativo, es decir, un contraderecho, cuyo ejercicio implica la extinción
de la relación jurídica por vía de resolución (Belluscio Auguto C.
(director), “Código Civil y leyes complementarias”, T° V, p. 980).
Que en el contrato celebrado, las partes no incluyeron entre
sus cláusulas el pacto comisorio expreso, no se estableció así cuales
resultaban ser los incumplimientos contractuales que autorizaban a
las partes a resolver el contrato.
No obstante, el artículo 1204 del CCiv. y el 216 del CCom.
(hoy CCyC. 1086 a 1088) establecen como un elemento natural de los
contratos con prestaciones recíprocas la existencia del pacto comisorio
implícito al señalar que: “…en los contratos con prestaciones recíprocas
se entiende implícita la facultad de resolver las obligaciones emergentes
de ellos en caso de que uno de los contratantes no cumpliera su
compromiso…”.
Se reconoce pues a ambas partes, el derecho a demandar la
resolución y es así que toda venta se reputa hecha bajo condición
resolutoria (arg. art. 1204 y 1374 Cciv.), por lo que corresponde
evaluar si aquel ha existido y en su caso, la viabilidad y alcance del
instituto en trato.
Que en función de lo expuesto, para llegar a la resolución
por vía extrajudicial, tratándose de un pacto comisorio tácito, se exige
como primer recaudo la previa interpelación con el otorgamiento de un
plazo de gracia para el cumplimiento de las prestaciones adeudadas y
bajo apercibimiento de resolución.
En tal sentido se ha expuesto: “Si bien la naturaleza jurídica
del pacto comisorio expreso y del tácito es la misma, así como también lo
son -en general- los requisitos para su ejercicio, en el expreso la
resolución extrajudicial sólo requiere la manifestación del ejercicio de la
facultad resolutoria y la comunicación de tal decisión en forma
fehaciente, mientras que en el caso del tácito, el art. 1204 del Código
Civil exige una previa interpelación con el otorgamiento de un plazo de
gracia para el cumplimiento de las prestaciones adeudadas y bajo
apercibimiento de resolución.” (CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES
EN LO COMERCIAL, SALA D - Stefanides, Demóstenes c. Sistemas
Bejerman S.A. • 23/04/2008 – Thomson Reuters – Cita On Line
AR/JUR/7956/2008). (el remarcado es propio).
“En lo atinente específicamente al ejercicio del pacto comisorio
tácito, es dable señalar que, para que éste sea procedente, se requiere
cumplir con las siguientes etapas: (i.) constitución en mora del deudor, si
en la obligación no opera la mora automática. Deberá efectuarse la
interpelación al deudor conducente a la mora y producirse la misma; (ii.)
el requerimiento –o interpelación- al deudor para que cumpla su
obligación “en un plazo no inferior a quince días, salvo que los usos o un
pacto expreso establecieran uno menor”. Ningún recaudo formal contiene
la ley respecto del requerimiento, pero resulta evidente que deberá
efectuarse por un medio que permita luego acreditarlo para que produzca
sus efectos legales (conf. Borda, Guillermo A., “Tratado de Derecho Civil
Argentino – Contratos”, Ed. Perrot, 1969, T° I, pág. 217, N° 304).
Por otra parte, cabe precisar que el requerimiento previsto
por la ley debe contener una exigencia coercitiva y circunstanciada
respecto de la prestación insatisfecha o bien prometida pero aún no
satisfecha, con indicación de las especificaciones de modo y tiempo
(Bueres, El pacto comisorio tácito y la mora del deudor, LL, 1980-A,
cap. VIII, pág. 857; CNCom., 22.10.04, “Jorge Luis Balbo S.A. c/
Supermercados Norte S.A. s/ ordinario”). (el subrayado es propio)
En autos, se advierte que la carta documento enviada por el
demandado FILOSA, expresando por primera vez una comunicación de
su voluntad resolutoria, fue la fechada el 30 de abril de 2.016 (fs. 6 y
81); y la misma se curso en respuesta a la intimación de pago
formulada por la actora, conforme carta documento remitida por el
apoderado de la actora con fecha 26 de abril de 2.016 (ver fs. 80)
Así el demandado en dicha comunicación, sostuvo: “Acuso
recibo de Carta Documento CCV 0043113 (2). Rechazo la misma por
Maliciosa, Falsa e Improcedente. NIEGO adeudar a Ud. suma de dinero

Las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, son y serán Argentinas
por concepto alguno y menos por las que reclama en su cartular. Reitero
los conceptos vertidos en carta documento CCK 0063008(9) y CCK
0063021(8) remitidas por esta parte y las cuales no fueron respondidas
por Ud. Por tal motivo y atento haber mantenido en el tiempo la conducta
objeto de imputación, provocando daños y perjuicios económicos al
suscripto, constituyendo como tal violación a las obligaciones
asumidas por el presente se da por rescindido el contrato
oportunamente suscripto.- ...” (el remarcado me pertenece).
Al haber reclamado la actora el pago del saldo de precio,
recibió como respuesta por parte del demandado directamente la
resolución contractual, ello sin que haya existido previamente una
intimación de cumplimiento, bajo apercibimiento de que en caso de
persistir el mismo haría uso de la facultad implícita finalmente
comunicada.
Es que si bien es cierto, el demandado sostuvo haber
realizado reclamos en orden a incumplimientos contractuales por parte
de la actora, más precisamente en orden al cese de la utilización de las
cuentas bancarias de la actora que fuera convenida en la cláusula
séptima, ut- supra transcripta, ello aconteció en el mes de junio del año
2.014, mediante el envió de sendas cartas documentos obrantes a fs.
78/79) cuya autenticidad y recepción fue expresamente negada por la
actora (ver fs. 229 vta. punto 3º).
Que de la prueba informativa dirigida a la firma OCA, surge
en relación a dichas cartas documentos, que ninguna de ellas fue
entregada a la demandada, la CCK 0063008-9 por “domicilio
incompleto” y la otra CCK 0063021-8 porque el destinatario “se mudo”.
Consecuentemente, ninguna de las misivas logró que el
requerimiento formulado llegara a la esfera de conocimiento de la
actora y ante el fracaso de la notificación cursada el demandado Filosa
no gestionó nuevas medidas mínimas tendientes a lograr que el
incumplimiento imputado fuera fehacientemente notificado, más aún
cuando pretendía darle al mismo la entidad atribuida para justificar
luego la resolución contractual.
Es más, con posterioridad a ello mantuvo una actitud pasiva
durante casi dos (2) años, que cesó recién con la intimación de pago
que le fuera cursada por la actora en el año 2.016.
En tal contexto negocial, la demandada comunico la
resolución contractual a la actora mediante la carta documento antes
referida (fs. 81), y ello fue en respuesta a la carta documento fechada el
26 de abril de 2016 remitida por el letrado apoderado de la parte actora
cuya copia luce a fs. 80 y en la cual se intimaba al pago de las sumas
adeudadas en concepto de saldo del precio.
Que en función de lo expuesto, resulta injustificada la
resolución extrajudicial, así dispuesta en tanto como fuera ya señalado
el pacto comisorio tácito, exige como primer recaudo la previa
interpelación con el otorgamiento de un plazo de gracia para el
cumplimiento de las prestaciones adeudadas y bajo apercibimiento de
resolución.
Como fuera expuesto, tal recaudo no ha sido cumplido por
la parte demandada, quien ante la intimación de pago, decidió sin más
dar por resuelto el contrato.
Que respecto del argumento expuesto por la demandada, en
orden a atribuirle a la actora haber consentido y admitido dicha
resolución unilateral, conforme las expresiones incluidas en la carta
documento de fecha 20 de mayo de 2016, que le remitiera al
demandado, resulta relevante estar a las expresiones del propio FILOSA
en su escrito de contestación de demanda quien textualmente expuso:
“En efecto, el accionante al interponer la presente acción no tuvo en
consideración la relación contractual que existía entre las partes, la
normativa vigente que rige la resolución contractual, y los efectos y
consecuencias jurídicas derivados de la resolución dispuesta en forma
unilateral por uno de los contratantes y no aceptada por la otra
parte”, (sic fs. 215), para posteriormente agregar, “La presente acción
resulta contradictoria con la propia conducta adoptada por la parte
actora, desde que si en forma expresa reconoció la resolución contractual
dispuesta en forma unilateral por esta parte, consintiendo la misma,
(aunque como surge del propio texto de su demanda, como de la
Carta Documento remitida en fecha 20 de Mayo no admita las
causales invocadas por esta parte) mal puede pretender el pago de
las cuotas pactadas en el contrato extinguido.” (sic fs. 215 vta.)( el
remarcado es propio).
Queda claro así, conforme las propias expresiones
transcriptas, que la resolución extrajudicial del contrato de
transferencia del fondo de comercio no ha sido ni aceptada, como así

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tampoco la actora admitió las causales invocadas como fundamento
para ello.
Sabido es que el procedimiento extrajudicial permite al
acreedor obtener la resolución sin necesidad de demandar, pero
impugnada o incumplida los efectos de la misma, el acreedor debe
promover la correspondiente acción judicial tendiente a establecer si
éste se había resuelto o no en la oportunidad en que se cumplió el
procedimiento extrajudicial. La vía extrajudicial no excluye la necesidad
de recurrir a la justicia para hacer efectivos los efectos de la resolución
(v. A. C. BELLUSCIO Y E. A. ZANNONI, "Código Civil", T. 5, págs.
1000/1001, Ed. Astrea, 2002).
El demandado debió para hacer efectivos los efectos de la
resolución extrajudicial comunicada promover la correspondiente
acción judicial y no pretender injustificadamente que tal acción sea
incoada por la actora, pues esta impugno la resolución y demando el
cumplimiento de las prestaciones que considero pendientes de
cumplimiento.
Que asimismo en el contexto descripto resulta dirimente
considerar cuales resultaban ser las prestaciones a las cuales se
obligaba cada una de las partes en la celebración de la transferencia del
Fondo de Comercio.
Es así que la actora cumplió inmediatamente con la
prestación principal a su cargo, esto es, la transferencia de la posesión
del negocio y ello aconteció al momento de suscribirse el mismo
contrato, esto es, en el mes de agosto de 2.013 (cláusula sexta), se
transfirieron en ese mismo momento el stocks de motos valuado en la
suma de Pesos Un Millón Cien Mil ($ 1.100.000); el stocks de accesorios
valuado en la suma de Pesos Dos Millones Novecientos Mil ($
2.900.000); los muebles y útiles valuados en la suma de Pesos
Trescientos Mil ($ 300.000) y el valor llave del negocio conforme el
detalle realizado valuado en la suma de Pesos Un Millón Ciento Setenta
Mil ($ 1.700.000) (ver fs. 12).
La demandada por su parte, tenía a su cargo y como
obligación principal el pago del precio, cuya modalidad fue
expresamente pactada y financiada, esto es, tal obligación del
comprador (pago del precio) no se agoto con la celebración del contrato,
sino que el pago se difirió en el tiempo conforme lo acordado,
constituyéndose así en la parte deudora de la relación convencional.
De todo lo anterior surge, que la parte compradora (Filosa)
era la deudora del pago del saldo del precio y por ende no se encontraba
facultado a hacer uso de la cláusula resolutoria implícita, para acceder
a la resolución de un contrato por incumplimiento, por encontrarse la
misma reservada solo a la parte acreedora cumplidora.
Ello es así, sin obviar que la parte actora revocó el poder
especial a la demandada y al Sr. Alvarado para el manejo de las cuentas
bancarias (cartas documentos de fs. 78/79), decisión que significó el
cese de la utilización de las cuentas bancarias de la actora tal como
fuera convenida en la cláusula séptima.
Ahora bien, la impugnación a tal proceder solo mereció de la
demandada el envío de sendas cartas documentos, que como se expuso
precedentemente no fueron recepcionadas por la actora, sin que dicho
acontecimiento determinara la adopción de ninguna otra medida
tendiente a dejar sin efecto tal incumplimiento.
De ello se colige que si para que el incumplimiento sea
resolutorio, es preciso que el mismo revista cierta entidad, magnitud
que se trate de un incumplimiento lo suficientemente importante o
grave para justificar la resolución que debe ser calificado en relación
con las circunstancias del caso, haciéndose la interpretación sobre la
base del principio de conservación del contrato.
“A fin de justificar la procedencia del pacto comisorio el
incumplimiento contractual debe tener tal magnitud y comprometer
seriamente la suerte del contrato como para que la parte afectada, de
haberlo previsto, no lo hubiera celebrado en las mismas condiciones; y no
ser una manifestación de diferentes argumentos que, amén de resultar
insuficientes como para resolver el boleto de compraventa, sirven como
indicios —en el caso— de una actitud asumida por el comprador
tendiente a liberarse del contrato celebrado.” (CÁMARA NACIONAL DE
APELACIONES EN LO CIVIL, SALA L -Roterman, Adrián Diego Luis c.
Torres del Libertador 8000 S.A. • 17/07/2007 – Cita on line Thomson
Reuters AR/JUR/4731/2007).
Y es que el cese del uso de las cuentas en modo alguno
puede ser considerado como que razonablemente justifica el uso de la
cláusula resolutoria implícita por parte del demandado.

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La solución del caso exige considerar la buena fe-probidad a
que refieren los arts. 1198 y 1071 del Cciv., que apuntan no solo a
reforzar el contrato libremente celebrado, constriñendo al deudor al fiel
cumplimiento de lo pactado –buena fe compromisoria, evitando que
conductas de su parte permitan eludir la ejecución y cumplimiento de
lo oportunamente convenido.
En defintiva, no acreditado en autos las existencia de un
incumplimiento por parte de la actora que por su magnitud y gravedad
autorice a la demandada al ejercicio de la facultad resolutoria y ante la
omisión de interpelación efectuada en debida forma, corresponde
desestimar la resolución extrajudicial del contrato invocada por la parte
demandada.
2.- DE LA EXTENSIÓN DE LA CONDENA.
Que ante la vigencia de la relación contractual, corresponde
precisar la existencia de incumplimientos de la demandada y en su
caso determinar la procedencia de los montos dinerarios que por
diferentes conceptos integran la demanda.
2.1. RESTITUCIÓN DEL PAGO DE CUOTAS POR
PRESTAMO DEL BANCO FRANCÉS.
La actora reclama la restitución de la suma abonada en
concepto de cancelación de las tres (3) últimas cuotas del crédito que
tenía en el Banco Francés, por un importe que asciende a la suma de
Pesos Treinta y Un Mil Setecientos Dos con 53/100 ($ 31.072,53).
Dicha deuda ha sido negada por la demandada, quien
desconoció los comprobantes de pago emitidos por la entidad.
De la cláusula quinta 3), surge que la demandada Filosa
asumía como parte del precio del negocio celebrado, el pago de un saldo
deudor al Banco Francés por un préstamo con la entidad por parte de
la Sra. Cacciapuoti, que ascendía a la suma de Pesos setenta y cuatro
mil seiscientos cuarenta y siete ($ 74.647).
Para acreditar la procedencia de la pretensión, la actora ha
adjuntado a fs. 23/26 comprobantes de recibos de pagos emitido por la
entidad bancaria, siendo los mismos correspondientes a las cuotas 6º a
9º y surgiendo del último de ello la existencia de tres (3) cuotas
pendientes de pago (ver fs. 26).
Dichos comprobantes han sido corroborados, mediante el
diligenciamiento de la prueba informativa dirigida a la entidad
bancaria, cuya respuesta obra a fs. 395.
De las constancias de la causa, surge que la accionada no
ha aportado elementos de convicción suficientes que autoricen a
considerar debidamente cancelado el saldo del préstamo en el Banco
Francés, al cual se había comprometido, no obstante corresponder a
dicha parte la carga de la prueba referida a dicho extremo por ser quien
tenía a su cargo el onus probandi (art. 375 y cc del C.P.C.C.R.yM).
Es que la prueba del pago le incumbe al deudor, pues
cuando el acreedor ha demostrado la existencia de la obligación, aquél
debe acreditar el hecho del pago que invoca, por aplicación de las reglas
generales en materia de carga de la prueba (conf. Cazeaux-Trigo
Represas, “Derecho de las obligaciones”, 3, p. 165)
La forma habitual de probar el pago de la prestación,
especialmente en las obligaciones de dar, se concreta mediante el
otorgamiento de un recibo.
En conclusión, y como un imperativo del propio interés de
cada uno de los litigantes, quien no acredita los hechos que debe
probar arriesga su suerte en el pleito y por todo ello procede la condena
al pago de la suma reclamada.
2.2.- DEUDA DE INGRESOS BRUTOS Y DECLARACION
JURADA SUSS F 931 AFIP.
Se reclama también, el importe de pesos Diecinueve mil
trescientos sesenta y tres con 37/100 ($ 19.363,37) por falta de
cancelación de impuestos sobre ingresos brutos, y la suma de pesos
once mil novecientos cuarenta y dos con 40/100 ($ 11.942,40) por la
declaración jurada SUSS AFIP , todo ello con los intereses legales.
Dicha deuda también ha sido negada por la demandada.
De la cláusula quinta 4) del contrato que vincula a las partes
surge que el demandado Filosa tenía a su cargo la “Cancelación de la
deuda del impuesto sobre los ingresos brutos por un importe de
pesos:diecinueve mil trescientos sesenta y tres con treinta y siete
centavos($ 19.363,37) y declaración jurada SUSS F 931 Afip por la suma
de pesos: once mil novecientos cuarenta y dos con cuarenta centavos ($
11.942,40).-”
A fs. 574, la AREF contesto el informe requerido de donde
surge acreditada la existencia de deuda al 01 de agosto de 2.013 por un

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importe superior al que se comprometió a abonar la demandada,
surgiendo asimismo que la deuda fue cancelada en el año 2014 por la
contribuyente y en similares t{erminos lo hizo la AFIP a fs. 410/420.
En virtud de ello, debía la demandada acreditar el pago de
dichas obligaciones mediante los correspondientes comprobantes
emitidos por las autoridades.
Conforme fuera ya expuesto, la falta de recibo en poder del
accionado constituye una presunción de no haberse hecho el pago, de
modo que si el interesado pretendía su liberación debió probar el pago,
por lo que ante la omisión en acreditar tal extremo, resulta procedente
la partida en los términos y por la sumas reclamadas por cada uno de
los conceptos.
2.3.- CUOTAS ADEUDADAS
La actora reclama asimismo la suma de dólares
estadounidenses Trescientos Veintiún Mil (u$s 321.000),
correspondientes a las 107 cuotas restantes de pago por la suma de
dólares estadounidenses de tres mil (u$s 3.000) cada una, con más
intereses, o lo que en más o menos resulte de la prueba a producirse.
Subsidiariamente y para el caso de que el Tribunal considere
que no procede el pago de la totalidad del precio pactado, sino solo de
las cuotas impagas, adecua la pretensión a la suma de dólares
estadounidenses Setenta y Ocho Mil (U$s 78.000) correspondientes a
26 cuotas devengadas e impagas desde el mes de abril de 2.014 a junio
de 2.016
Dicha pretensión se sustenta en la cláusula quinta punto
6º) del contrato que vincula a las partes, de donde surge que el
demandado Filosa tenía a su cargo el pago de un: “Saldo restante de
pesos: dos millones un mil ochocientos veintiocho con 72/100 ($
2.001.828,72) se cancelará en ciento veinte (120) cuotas mensuales y
consecutivas de dólares estadounidenses de tres mil dólares
estadounidenses (u$s 3.000) dólares que su equivalente en pesos ($) se
depositarán dentro de los diez primeros días de cada mes en la Cuenta
Corriente Nº 864347-4 del Banco Galicia sucursal Río Grande cuyo titular
es la Vendedora Sra. CACCIAPUOTI, MARIA CLAUDIA.
Se deja expresamente establecido que el importe de las cuotas
mensuales equivalentes en pesos($) no pueden aumentar mas del
veinticinco por ciento (25%) en periodos de doce meses; todos los débitos
y pagos particulares del Vendedor que se descuenten de las cuentas
corrientes mencionadas en la cláusula séptima serán descontados de la
cuota mensual” (sic).
Que al igual que con el resto de las pretensiones, el
demandado ha desconocido la existencia de dicha crédito a favor de la
actora, y para ello recurre a lo pactado en la cláusula quinta apartado
6º in fine, transcripta precedentemente, que autoriza al descuento de
los débitos y pagos particulares de la vendedora en las cuentas de su
titularidad.
Sostiene así que de los pagos y débitos realizados en las
cuentas abiertas en el Banco Patagonia; BBVA Francés; Banco Galicia
y el Macro; canceló la suma de Pesos Tres Millones Trescientos sesenta
y un mil doscientos setenta y cinco ($ 3.361.275,91), conforme el
detalle que realiza (ver fs. 221/223).
En relación a ello, la actora no desconoce la autenticidad de
tales extractos bancarios, no obstante impugna la pretensión de la
demandada de imputarlos al pago del precio de la suma reclamada.
La demandada para acreditar los extremos de su defensa
diligenció prueba informativa a las diferentes entidades bancarias, así a
fs. 248/321, consta la respuesta emitida por el BBVA Francés, en la
cual consta la reimpresión de los resúmenes de cuenta corriente en
Pesos Nº 228-201435/7, cuyo titular era la actora, el co titular el Sr.
Pablo Andres SKACKAUSKAS y un autorizado el Sr. Jorge ALVARADO,
todo ello por el período comprendido entre el 12/07/2013 al
13/06/2014, respectivamente y adjuntando copia autenticada de 26
cheques.
A fs. 322/360 el Banco Galicia, informa sobre la cuenta
corriente Nº 3326-2-347-4, unipersonal perteneciente a la actora,
acompañando copia de movimientos efectuados desde el mes de agosto
de 2013 a junio de 2014, surgiendo que el Sr. Filosa Eduardo, no se
encuentra relacionado con la misma.
A fs. 366/391 el Banco MACRO, contesta el oficio librado
informando que en dicha entidad existía una cuenta corriente Nº 3-
553-003403822-2 a nombre de la actora, cerrada el 02/06/2014 y
donde estaban autorizados los Sres. SKACKAUSKAS, Pablo, el Sr.
ALVARADO, y el demandado FILOSA, se adjunta con la misma copia

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de cheques y constancias de retiro por el período agosto de 2013 a junio
de 2014.
Por último a fs. 429/511 el Banco Patagonia, informa
respecto de la cuenta Nº 28100691, adjuntando estado de cuenta
mensuales de la misma, que se encontraba a nombre de la demandada
desde el mes de agosto 2013 al 30 de junio de 2014, informa asimismo
que dicha cuenta tenia como titulares a los Sres. SKACKAUSKAS,
Pablo, titular desde el 6/4/11 y el Sr. ALVARADO, Jorge Andres,
titular desde el 3/12/13, agregando que los cheques detallados fueron
depositados en las diferentes entidades depositantes (fs. 505),
información posteriormente complementadas con la información
respecto a dos cheques cuyas copias adjunta (fs. 511).
A fs. 513/561 el Banco Patagonia adjunta copia de los
cheques girados sobre la cuenta conforme el detalle de los mismos.
Como ya fuera expuesto, es el demandado quien debe
acreditar, cuando así lo alegue como técnica defensiva, los
presupuestos de la norma impeditiva, destructiva o excluyente de la
pretensión de su contrario, “...se infiere que regularmente en todo
proceso corresponde al demandante una carga de la afirmación y de la
prueba, a saber, con respecto a los hechos que constituyen los
presupuestos de este precepto fundador de la demanda. En cambio al
demandado sólo incumbe una carga de la prueba cuando afirma hechos
que corresponde a las características de otra norma independiente, que
le es favorable, y que deben justificar su aplicación” (Rosenberg Leo, La
carga de la prueba, bra citada, página 131).
La discusión respecto al punto debe necesariamente resolver
sobre la imputación que debe darse a los movimientos bancarios y si los
mismos acreditan el pago de las sumas reclamadas en el proceso, desde
que mientras el demandado sostiene que dichos débitos y pagos en
cada una de las cuentas bancarias aludidas estaba dirigido a solventar
el pago del saldo del precio correspondiente al punto 6° de la cláusula
quinta, la actora postuló que con las mismas no se ha cancelado el
pago del precio del contrato, cuestión expuesta primigeniamente al
contestar el traslado de la documental acompañada como prueba por el
accionado al contestar la acción (ver fs. 229 punto 1).
En el análisis del asunto, no puede obviarse considerar, en
primer lugar, que en la cláusula quinta punto 5°) se pacto que el
demandado FILOSA tendría a su cargo la : “Cancelación del monto
adeudado por el vendedor a proveedores/acreedores por un saldo de
pesos: tres millones cuarenta y dos mil doscientos setenta con 78/100 ($
3.042.270,78) será cancelado por el comprador en el plazo de desde julio
de 2013 a julio de 2014.”.
En esta línea, cabe recordar que la teoría de la imputación
del pago desarrolla un conjunto de reglas que permiten definir a cuál de
varias obligaciones habrá de aplicarse el pago.
De allí que para dar utilidad a tal teoría, es presupuesto
necesario que exista una pluralidad de obligaciones, tal lo que acontece
con las diferentes obligaciones de pago asumidas y la formas de pago
pactadas en el contrato de transferencia del fondo de comercio
denominado “CR MOTOS”.
Debió así el demandado acreditar oportunamente la
imputación invocada, para luego resistir el reclamo de la actora, pues
ante la existencia de diferentes obligaciones a su cargo, sumado a que
en dichas cuentas bancarias se continuo con el giro comercial del fondo
transferido hasta la revocación del poder hasta mayo de 2.014 (cartas
documentos de fs. 76/77), la imputación realizada luce injustificada.
Es que la mera invocación unilateral realizada
posteriormente por el mismo resulta insuficiente, desde que al deudor
le esta vedado la imputación sobre deuda de plazo no vencido (art. 774
C.C.), correspondiendo al respecto estar a sus propias manifestaciones
relativas a que la última cuota vence recién en septiembre de 2.023 (ver
fs. 217 vta penúltimo párrafo)
Reitero en lo que aquí interesa que las cartas documentos
de fs. 78/79, nunca llegaron a la esfera del conocimiento de la actora,
por ende su falta de relevancia en el tema.
Así tratándose de un negocio entre comerciantes, nada
impedía acreditar mediante la peritación de los libros contables, la
transferencias realizadas con imputación específica a la deuda ahora
reclamada, siendo la prueba informativa diligenciada en tal sentido
inconducente dada la naturaleza del hecho a probar.
La calidad de comerciante del demandado le impone llevar
una contabilidad regular dentro de la cual indispensablemente deben
contar con un libro diario y otro de inventarios y balance (arts. 43 y 44
código de comercio, de aplicación al caso; aunque el nuevo Cód. Civil y

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Comercial sustancialmente conserva las mismas exigencias, arts. 320,
322, 323, 330), donde debió ser asentada la contabilidad, resultando
ello la prueba idónea para confirmar la imputación de los pagos
invocados.
La importancia de los montos en discusión exigía la
adopción de los recaudos legales y contables correspondientes en
relación a las deudas contraídas y esta falta de cuidado y diligencia le
es plenamente imputable al deudor en su perjuicio.
Establecida la falta de cancelación de las sumas reclamadas
como pendientes de pago, es claro que la condena no puede desbordar
más allá de las cuotas vencidas al momento de interponer la presente
acción, desde que como se ha señalado el contrato continua vigente.
No fue pactado entre las partes que el incumplimiento del
pago de sucesivas cuotas dieran derecho a la parte acreedora a dar por
caducado los plazos correspondientes a las cuotas pendientes, de allí
que ante la falta de ampliación de la demanda de las cuotas que
pudieron devengarse y tornarse exigibles durante la sustanciación del
proceso, resultan ajenas a la traba de la litis, no correspondiendo
pronunciamiento al respecto (art. 350 inc.3° del CPCCLRM), so pena de
que ello constituya un agravio al derecho de defensa y del debido
proceso legal.
“Es improcedente condenar al demandado al pago de los
aranceles por utilización pública de fonogramas comerciales que se
devengaron durante la tramitación del proceso, pues si bien al promover
la acción la actora expuso puntualmente que reclamaba esos períodos en
cuestión, luego no amplió la demanda de conformidad con el art. 179 del
C.P.C. a los fines de resguardar el debido proceso y garantizar el derecho
de defensa del demandado.” (CÁMARA 5A DE APELACIONES EN LO
CIVIL Y COMERCIAL DE CÓRDOBA -AADI CAPIF Asociación Civil
Recaudadora c. G.S.A. Gastronomía S.R.L. s/ presentación múltiple -
abreviados - recurso de apelación • 22/06/2015 Thomnson Reuters -
Cita On Line : Ar/JUR/29211/2015).
Que en virtud de lo expuesto, la condena alcanza el planteo
subsidiario, esto es, el pago de las 26 cuotas pendientes de pago
correspondientes al período abril de 2.014 a junio de 2.016, por la
suma de dólares estadounidenses setenta y ocho mil (u$s 78.000),
pagaderos en pesos conforme la modalidad acordada en la cláusula que
estipulara la misma: “Se deja expresamente establecido que el importe
de las cuotas mensuales equivalentes en pesos($) no pueden aumentar
mas del veinticinco por ciento (25%) en periodos de doce meses;”, la cual
ha de ser debidamente cuantificada al momento de practicar la
correspondiente planilla de liquidación.
2.4.- CONDENA.
En consecuencia, corresponde hacer lugar a la acción
entablada en los términos expuestos, condenando a la demandada al
pago de la suma de Pesos Sesenta y Tres Mil Ocho con 30/100 ($
63.008,30) y la suma de dólares estadounidenses Setenta y Ocho Mil
(u$s 78.000), con más intereses a computar desde la fecha de la mora
de cada una de las prestaciones.
Que respecto a la tasa de interés aplicable, corresponde
hacer una diferencia en orden a la moneda de condena.
A las sumas de condena en pesos se aplicara la tasa activa
para operaciones de descuento a la tasa activa que utiliza el Bco. Pcia.
de Tierra del Fuego, en sus operaciones de descuento de documentos
en pesos desde 181 hasta 365 días, conforme la nueva doctrina judicial
del S.T.J. in re "Macias, Daiana Norali c/. Patagonia Logística S.A. s/.
Diferencias Salariales", de fecha 19 de junio de 2.017, Tº XXIII- Fº
315/319, desde que cada suma es debida y hasta su efectivo pago.
En tanto a la condena en dólares estadounidenses, la suma
de condena devengara un interés del siete por ciento (7%) anual, desde
que cada suma es debida y hasta su efectivo pago.
3.- DE LAS COSTAS:
3.1.- En virtud del principio general de la derrota
consagrado por el art. 78.1 CPCCLRM, las costas han de ser soportadas
por el demandado, en su calidad de vencido.
3.-2.- A los fines regulatorios la base arancelaria se
encuentra determinada por el monto de condena (21.839:19) incluidos
los intereses de condena, conforme la doctrina del Superior Tribunal de
Justicia recaída in re "Gonzalez Godoy, Felix A. c/. IPPS s/.
Contencioso Administrativo s/medida cautelar" expte Nº 1433/01 (STJ-
SDO, Tº.LXV, Fº 06/08), en virtud de lo cual corresponde diferir la
regulación de los mismos para la oportunidad en que exista planilla de
liquidación aprobada.

Las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur, son y serán Argentinas
Por las razones de hecho y de derecho anteriormente
expuestas es que,
FALLO:
I.- HACER LUGAR PARCIALMENTE a la demanda
interpuesta por Maria Claudia CACCIAPUOTI y en su mérito
CONDENAR a Eduardo Horacio FILOSA, al pago de la suma de Pesos
Sesenta y Tres Mil Ocho con 30/100 ($ 63.008,30) y la suma de
dólares estadounidenses Setenta y Ocho Mil (u$s 78.000), dentro del
plazo de diez (10) días.
II.- COSTAS a la demandada vencida (art. 78 CPCCLRM).
III.- DIFERIR la regulación de los honorarios de los letrados
intervinientes, hasta tanto sea aprobada la correspondiente planilla de
liquidación.
IV.- DISPONER que sobre el capital y honorarios que esta
sentencia condena a pagar desde la fecha de la mora y hasta el efectivo
pago, se liquidarán intereses a las tasas fijadas en el respectivo
considerando.
V.- MANDAR se copie, registre y notifíque personalmente o
por cédula (art. 148.13 CPCCLRM).

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