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3. CONSIDERANDOS:
PRIMERO.- Que, el derecho al debido proceso y a la tutela jurisdiccional efectiva reconocidos
también como principio de la función jurisdiccional por el inciso 3 del artículo 139 de la
Constitución Política del Estado, garantizan al justiciable ante su pedido de tutela, el deber del
órgano jurisdiccional de observar el debido proceso y de impartir justicia dentro de los estándares
mínimos que su naturaleza impone; así mientras que la tutela judicial efectiva supone tanto el
derecho de acceso a los órganos de justicia como la eficacia de lo decidido en la sentencia, es
decir, una concepción genérica que encierra todo lo concerniente al derecho de acción frente al
poder – deber de la jurisdicción, el derecho al debido proceso en cambio significa la observancia
de los principios y reglas esenciales exigibles dentro del proceso, entre ellas, el de motivación de
las resoluciones judiciales recogido expresamente dada su importancia en el inciso 5 del artículo
139 de la Constitución Política del Estado. -------------------------------------------------------------------------
SEGUNDO.- Que, aún cuando la Constitución no garantiza una determinada extensión de la
motivación de las resoluciones judiciales y tampoco que de manera pormenorizada todas las
alegaciones que las partes puedan formular dentro del proceso sean objeto de pronunciamiento
expreso y detallado, sin embargo, su contenido esencial se respeta siempre y cuando exista
fundamentación jurídica, congruencia entre lo pedido y lo resuelto y por si misma, exprese una
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CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPUBLICA
SALA CIVIL PERMANENTE
SENTENCIA
CASACIÓN Nº 1883-2010/LIMA
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infundado dicho extremo demandado, confirmando los demás extremos de la sentencia recurrida;
fundamenta su decisión, señalando lo siguiente: “Cuarto.- Que, en la cláusula 10° del referido
contrato de arrendamiento, los contratantes pactaron que vencido el plazo acordado, en caso que
el arrendatario no desocupara el predio y continuara ocupando el inmueble, aquel pagaría a la
arrendadora la cantidad de doscientos dólares americanos diarios por concepto de penalidad, sin
perjuicio de las acciones de desalojo que pudiera instaurarse; Quinto.- Que, de la instrumental
que corre a fojas treinta y nueve, presentada por la misma demandante se advierte que, el día
doce de noviembre de dos mil dos, aparece que la empresa demandada cumplió con entregar al
arrendador propietario el bien inmueble materia de alquiler, por lo que cabe concluir que dicha
entrega tuvo lugar mucho antes que concluyera el plazo del alquiler convenido; Sexto.- Que, en
atención a tal premisa, cabe concluir que en el caso sub materia, no resulta de aplicación la
penalidad pactada, por cuanto, la desocupación tuvo lugar antes de que venciera el contrato, toda
vez que tal atingencia debería considerarse en caso de que vencido el contrato el inquilino
continuare ocupando el bien arrendado; Sétimo.- Que, si bien la accionante con la carta notarial
que corre a fojas treinta y cuatro, dio por resuelto el contrato de arrendamiento de manera
unilateral, pues no estaba pactado, sin embargo este hecho no convalida sus pretensiones, por
cuanto la resolución de un contrato de arrendamiento se rige por lo dispuesto por el artículo 1697
del Código Civil, no resultando aplicable al presente caso, si se tiene en cuenta que no existe
pacto de resolución automática” (sic). -------------------------------------------------------------------------------
SÉTIMO.- Que, del análisis de la recurrida, se advierte que el Ad quem incurre en los siguientes
vicios procesales al expedir la sentencia de vista, como son: a) omite considerar el extremo fijado
como petitorio de la demanda y punto controvertido referido a determinar si el demandado en su
calidad de garante solidario de la firma Bangels S.A debe pagar a la demandante el concepto
respectivo por arrendamiento, precisando el monto mensual, desde el mes de junio del dos mil
uno a mayo del dos mil dos, que ascendería a la suma de dieciséis mil doscientos dólares; b) no
se ha pronunciado sobre el recurso de apelación del demandado, en el extremo que cuestiona el
cálculo de la renta adeudada, señalando que no puede actuarse teniendo como fecha de corte el
mes de mayo del dos mil, pues tal extremo no ha sido probado por la demandante, y además,
cuestiona la penalidad cuya reducción del cien por ciento, considera que aún es excesiva y no
congruente con la tasa de comparación efectuada por el Juzgado; c) no corrige el extremo que
señala como arrendamiento la suma de doce mil cuatrocientos dólares americanos, cuando
aritméticamente resultaría ser la suma de doce mil doscientos dólares americanos; y, d) no
dilucida el tema de la ambigüedad de la sentencia apelada, la que en su quinto considerando dice
que la merced conductiva acordada es de mil doscientos dólares y que se incrementará en cien
dólares cada año; empero, en el sexto considerando hace la liquidación de un mes por
ochocientos dólares americanos, como parte del mes de junio del dos mil uno y de once meses
desde julio a diciembre del dos mil uno y de enero al mayo del dos mil dos, en base a mil
cuatrocientos dólares americanos. ------------------------------------------------------------------------------------
OCTAVO.- Que, por lo tanto, no habiendo efectuado el Ad quem un análisis adecuado respecto a
cado uno de los fundamentos de la apelación interpuesta por el recurrente, se concluye que la
resolución de vista carece de una motivación adecuada y suficiente, lo cual contraviene el debido
proceso al lesionar el principio de motivación de las resoluciones judiciales, el mismo que ha sido
considerado como principio y derecho de la función jurisdiccional consagrado en el inciso 5 del
artículo 139 de la Constitución Política del Estado, cuya contravención origina la nulidad de la
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recurrida, por cuanto las decisiones judiciales deben ser debidamente motivadas por los jueces
cualquiera sea la instancia a la que pertenezcan, expresando el proceso lógico que los ha llevado
a decidir la controversia, asegurando que el ejercicio de la potestad de administrar justicia se haga
con sujeción a la constitución y a la ley, por lo que la recurrida debe ser declarada nula en
concordancia con lo dispuesto en los artículos 171 y 176 del Código Procesal Civil.---------------------
NOVENO.- Que, siendo esto así, y habiéndose vulnerado el principio de motivación de las
resoluciones judiciales y con ello del debido proceso legal, corresponde a la instancia de mérito
renovar su decisión emitiendo pronunciamiento sobre el fondo de la controversia observando que
su validez depende de su adecuada fundamentación jurídica, su congruencia entre lo pedido y lo
resuelto y la suficiencia del sustento de su sentido, debiendo el mismo efectuarse a la luz de las
defensas y alegaciones, explicando adecuadamente las razones de hecho y de derecho que
determinan el acogimiento o rechazo de las peticiones de las partes.---------------------------------
4.- DECISIÓN:
Por tales consideraciones, y en aplicación de lo dispuesto por el artículo 396 del Código Procesal
Civil; se declara:
a) FUNDADO el recurso de casación de fojas doscientos cincuenta y tres, interpuesto por Juan
Ernesto Jochammowits-Endersby Rodríguez; en consecuencia, CASARON la sentencia de vista
de fecha veintidós de junio del dos mil seis, obrante a fojas doscientos treinta y cuatro, emitida por
la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lima.
b) ORDENARON el reenvío de los autos a la Tercera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de
Lima, a fin de que expida nueva resolución teniendo en cuenta los fundamentos expuestos en los
considerandos precedentes.
c) DISPUSIERON la publicación de la presente resolución en el diario oficial "El Peruano", bajo
responsabilidad y los devolvieron; en los seguidos por la sucesión de Julia Roncagliolo viuda de
Arrieta con Juan Ernesto Jochamowitz-Endersby Rodríguez, sobre obligación de dar suma de
dinero; interviniendo como Juez Supremo ponente el señor Walde Jáuregui.-
SS.
ALMENARA BRYSON
DE VALDIVIA CANO
WALDE JAUREGUI
VINATEA MEDINA
CASTAÑEDA SERRANO
rbm/igp