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Díaz Burga Yamilé, Díaz Rojas Vanesa, Fallaque Puse Paola, Fernández Estela
Gustavo, Figueroa Milián Clara, Gálvez Regalado Lizeth, Guevara Olano Anthony,
Jiménez Rojas Kristel, Labrín Ruiz Claudia y Mera Rodríguez Sara
30 de abril de 2021
INTRODUCCIÓN
Cabe resaltar que la incorporación de las PJ al proceso penal está prevista en los
artículos 90 y 91 del NCPP. En este último se establece que el requerimiento fiscal de
incorporación puede formularse durante la investigación preparatoria y hasta antes de que
esta concluya. El artículo 91 del NCPP señala que son cuatro los requisitos para
incorporar a una PJ al proceso penal: (i) identificación de la PJ; (ii) domicilio de la PJ; (iii)
relación sucinta de los hechos en que se funda el petitorio; (iv) fundamentación legal
correspondiente. No debe olvidarse que las PJ se incorporarán al proceso penal siempre
y cuando puedan imponérseles las medidas previstas en los artículos 104 y 105 CP.
Son sanciones sui gèneris ubicada a caballo entre las sanciones administrativas
y las sanciones penales. Su relación con las sanciones administrativas tiene que
ver con su estructura ontológica en tanto con medidas previstas comúnmente en
el Derecho Administrativo Sancionador, mientras que con las sanciones penales
les une el fin perseguido –el preventivo- y la jurisdiccionalidad de su imposición.
(págs. 131 – 132).
En conjunto, el criterio que poseen Sánchez y Ugaz (2017) “En Perú muchas empresas
jurídicas han sido creadas o utilizadas con la finalidad de cometer actos de corrupción y
otros hechos delictivos, pese a ello la norma sancionadora solo es de carácter simbólico,
pues no constituye una verdadera sanción penal” (p. 114).
Una postura a favor es que, la ley 30424 no contiene sanciones administrativas en las
personas jurídicas sino penales, es que las personas jurídicas al ser sujeto procesal
dentro de un proceso penal, conllevaría que al ser incorporada a través de un
requerimiento fiscal debidamente sustentado, las consecuencias de estas en dicho
proceso penal, no devendrían en simples sanciones administrativas, porque su
incorporación no se está discutiendo en un proceso contencioso administrativo, sino en un
proceso penal, por ende las consecuencias jurídicas luego de haberse acreditado su
responsabilidad tienen índole penal y no administrativa.
Cabe indicar que la responsabilidad penal de una persona jurídica se encuentra justificada
en nuestro ordenamiento jurídico penal, por ejemplo, si se incorporó al patrimonio de la
empresa un bien que se sabía que era delictivo o que, por la forma y circunstancias de su
adquisición, estaba en condiciones de advertir su origen delictivo, todo lo cual fue posible
porque la PJ no tenía incorporado mecanismos internos de control, protocolos de
seguridad en el ámbito de sus negocios con terceros o modelos de prevención adecuados
e idóneos. Dicha casuística que comúnmente suele suceder en un acontecimiento real
conlleva que la incorporación de las PJ y su posterior sanción penal permitirán tener por
justificada que se encuentre en nuestra ley procesal penal.
Los criterios a favor por los cuales debemos considerar que la responsabilidad de las PJ
tiene una connotación penal y no administrativa es conforme a lo siguiente:
CONCLUSIONES
1. Con el análisis del Acuerdo Plenario N° 7–2009/CJ–116 que forma parte de la
doctrina legal, se define que, las consecuencias accesorias tienen el carácter de
sanciones penales especiales. Por tal motivo, a nuestro criterio, concibe a las
medidas aplicables a las personas jurídicas como un tipo especial de sanción
penal, distinta a las clásicas penas y medidas de seguridad.
Los delitos por la cuales pueden ser procesadas las personas jurídicas son:
colusión, tráfico de influencias, las modalidades de cohecho, lavado de activos,
facilitación y colaboración al terrorismo. En consecuencia, afirmamos que, la
persona jurídica, según los presupuestos plasmados sí puede recibir una sanción;
debido que se afectan los principios de lesividad, proporcionalidad y prevención,
ello trabaja de la mano con los criterios que son relevantes para calificar el hecho,
trabajar la complejidad que poseen las personas jurídicas.
2. De esta manera, se ha generado una serie de posiciones doctrinarias divergentes
y producto de esto, se infiere la imposibilidad que una persona jurídica pueda
realizar una acción del cual sea culpable, analizándose la teoría del delito; e
incluso en el ámbito administrativo sancionador, donde también se aplica parte
ámbito penal, muchos juristas ha negado esta posibilidad, porque refieren que el
delito es una conducta humana, sumándose la diferencia entre pena y sanción. En
el campo del derecho comparado, podemos alegar que, en otros países esta figura
se encuentra debidamente sancionada y regulada con penas de liquidación más
suspensión de actividades.
REFERENCIAS
2. García Cavero, Percy (2019). Derecho Penal Parte General. Lima, Perú: Ideas
Solución Editorial.