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Quintin Metsys

EL PRESTAMISTA Y SU MUJER
O LOS CAMBISTAS
"

.'

THEMIS
Revista de Derecho
Prohibida la reproducción parcial o total del
contenido de esta publicación sin autorización
expresa de la revista.
PRESENTACIÓN

Con no poca frecuencia los operadores del Derecho somos acusados de conservadurismo, de ser responsables de la
preservación de un ordenamiento rígido e inflexible, de permanecer envueltos en ritos y formalidades, en suma, de
cerrar los ojos a la realidad. Es forzoso reconocer que estas críticas tienen algún tipo de asidero, pues la inercia y
la rutina conducen a veces al estancamiento y la mediocridad, y es labor de quienes estudiamos el Derecho tratar
de revertir esta situación. Debe señalarse que quien interpreta el Derecho no realiza la labor del arqueólogo, pues
no busca desentrañar un significado inmutable depositado en las normas desde el momento de su creación; el
intérprete intenta más bien encontrar un sentido adecuado a las condiciones siempre cambiantes de la realidad, sin
importar para ello que el resultado al que se arribe sea o no idéntico a los obtenidos en anteriores procesos
interpretativos. Esta indeterminación y mutabilidad del contenido del Derecho explica por qué cada operador puede
obtener conclusiones distintas al momento de contrastarlo con los hechos, sin que tal disparidad sea atribuible al
error o a la mala fe. La textura abierta y a veces incompleta de las normas ocasiona que respecto de ellas se puedan
dar posiciones contrapuestas, por lo que no se puede considerar válidamente en Derecho que la discrepancia sea una
herejía o la contradicción una ofensa; todo lo contrario, esta pluralidad debe servir para poner al descubierto lo que
consideramos constituye un rasgo central en todo hombre de leyes: la tolerancia. Empero, la tolerancia a que
hacemos referencia no puede entenderse como permisividad o condescendencia; la tolerancia más bien es el elemen to
básico de toda verdadera mentalidad liberal, pues implica el respeto a la libertad ajena.

Debemos decir también que dentro del extenso ámbito del Derecho, los principios de libertad y tolerancia han
encontrado especial acogida al interior de las disposiciones del Derecho Civil, pues dentro del marco de esta
disciplina los individuos pueden configurar libremente los aspectos más inmediatos y tal vez más importantes de
Sil vida, como son la familia, la propiedad, los contratos o la herencia. Para comprender la capital importancia del
Derecho Civil basta revisar su dilatada historia, y darnos cuenta que en él o contra él han encontrado su origen las
diversas disciplinas que actualmente componen el Derecho. Sin embargo, la fecundidad y longevidad del Derecho
Civil no han sido un obstáculo para su evolución constante, que le ha permitido siempre estar a tono con los tiempos;
testigos de esa renovación permanente son las páginas del número 38 de THEMIS - Revista de Derecho. En
efecto, en esta edición se incluyen artículos de los destacados especialistas -nacionales y extranjeros- en el Derecho
Civil; importantes materias como el negocio jurídico, las obligaciones, el Derecho Contractual o la responsabilidad
civil son objeto de interesantes estudios que constituyen una prueba de la vitalidad que conserva la tradición
civilista. A pesar de la preeminencia concedida en este número a los ensayos relativos al Derecho Civil, como ya
es tradición en THEMIS no se ha dejado de lado el tratamiento de otros temas de interés, como pueden ser la
propiedad intelectual o el mercado de las telecomunicaciones.

Quienes hacemos THEMIS - Revista de Derecho consideramos que la libertad y la tolerancia son los
fundamentos de cualquier ordenamiento jurídico que aspire a la justicia,fin último del Derecho, y por ello buscamos
que nuestras páginas acojan diversas voces, diversas perspectivas, diversas ideas. Tal vez de esa manera podemos
contribuir -con las limitaciones y dificultades propias de una revista de estudian tes- a crear un Derecho más libre,
y de una vez por todas terminar con la idea de que los abogados, jueces e incluso los estudiantes de Derecho somos
sólo los guardianes de venerables cosas viejas.

EL COMITÉ DIRECTIVO
THEMIS
Revista de Derecho

Publicación Editada por los Alumnos de la Facultad de


Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú

COMITÉ DIRECTlVO

Bruno Amiel Rodríguez-Carpi


Conzalo Barrionuevo Alba
Ximena Benavides Reverditto
Fernando Cáceres Freyre
Luis Vargas Loayza

MIEMBROS
Carlos Arata Delgado Fernando Lanfranco Garrido-Lecca
Licy Benzaquén Gonzalo Verónica Maseda Beaumont
Liz Chirinos Cuadros M. Giselle Pacheco Guillén
Rita Cornejo Lanao Rafael Prado Bringas
Pablo Cueto Saco Roxana Ramírez Ráez
Andrés Gómez de la Torre Barrera Hugo Sifuentes Domenack
Carlos Granda Bullón Gilda Spallarossa Lecca
Rosa María Kresalja Santos Jéssica Valdivia Amayo
Felix Labrín Mendoza María Teresa Vizcarra Alarcón
Rafael Lanfranco Gallofré Carlos Zelada Acuña

'COMITÉ CONSULTlVO

Jorge Avendaño Valdez Baldo Kresalja Rosselló


Carlos Cárdenas Quirós Elvira Méndez Chang
Manuel de la Puente y Lavalle Juan Momoy Gálvez
Carlos Fernández Sessarego Javier Neves Mujica
Fernando de Trazegnies Granda

THEMIS -Revista de Derecho no comparte necesariamente las opiniones vertidas


por los autores y entrevistados en el presente número.

© Asociación Civil THEMIS -Revista de Derecho


2do. piso de la Facultad de D.erecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú.
Teléfono: 460-2870 anexo 346. Casilla Postal 11 0711-Lima 11.
Correo Electrónico: themis@. pucp.edu.pe

A lIspiciada por el Ministerio de Justicia: Resolución Ministerial No.072-88-JUS del 15 de febrero de 1988
ÍNDICE

Fernando de Trazegnies Granda 7


La desmaterialización del Derecho. Del derecho de pernada al Internet.

Freddy Escobar Rozas 15


Contribución al estudio de la relación jurídica -intersubjetiva-

Guido Alpa 31
Nuevas fronteras del Derecho Contractual

Eric Palacios Martínez 41


Contribución a la teoría de la nulidad parcial del negocio jurídico

Piero Schlesinger 59
Reflexiones sobre la prestación debida en la relación obligatoria

Massimo Bianca 73
Reflexiones sobre el principio del consenso traslativo

Massimo Franzoni 81
La responsabilidad en las obligaciones de medios y en las obligaciones de resultado

Leysser L. León Hilarío 89


Responsabilidad indirecta por el incumplimiento de las obligaciones.
Régimen actual en el Código Civil peruano y pautas para su modificación

Hugo Forno Flórez 103


Resolución por intimación

Manuel de la Puente y Lavalle 125


Derecho de retracto

Juan Espinoza Espinoza 141


Las cláusulas vejatorias en los contratos estipulados unilateralmente

Luciana CabeUa Pis u 163


Las cláusulas de exoneración de responsabilidad en Italia tras la adopción de la Directiva europea
sobre las cláusulas abusivas

Luis Moisset de Espanés 173


Lesión. Elementos y naturaleza jurídica

Carlos Fernández Sessarego 179


Daño a la persona y daño moral en la doctrina y en la jurisprudencia latinoamericana actual

Roberto A. Vázquez Ferreyra 211


Responsabilidad civil por pluriparticipación médica o en ejercicio de la medicina en grupo
Fernando Morales Olivera 231
Aspectos legales de la implantación del Euro: el principio de continuidad de los contratos

INTERDISCIPLINARIAS

Elisabeth Krecke 241


El Derecho y el orden del mercado: una crítica austríaca al Análisis Económico del Derecho

Lorenzo Bernaldo de Quiróz 255


Estado, economía y corrupción

Teodoro Hampe Martínez 263


Recuerdo de Jorge del Busto Vargas (1916-1995), paladín del humanismo y del Derecho

Juan Luis Iglesias Prada 269


Disposiciones generales y principios básicos en el "Acuerdo Sobre los Aspectos de los
Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio" (ADPIC)

Allíbal Sierra/ta Ríos 277


Breve introducción a la Teoría de los Juegos y su aplicación en el Derecho

MESA REDONDA
Jorge KUlligal11i, Hortensia Rozas y Rafael Muente
La apertura del mercado de las telecomunicaciones en debate 289

Virginia Nakagawa M. 299


Interconexión de redes y servicios públicos de telecomunicaciones: real acceso a la competencia

Julio H. Cole 315


¡,Se justifican las patentes en una economía libre?

GO/lzalo Zegarra Mulanovich 325


Liberalismo y política nacional de población: a propósito de un despropósito

Hugo H. Sijitentes Domenack 357


Algo sobre la nueva Ley de la Empresa: el levantamiento del velo jurídico

PÁGINA UNIVERSITARIA 373

RESEÑAS DE LIBROS 375


,
LA DESMATERIALIZACION DEL DERECHO.
Del derecho de pernada al Internet*

Fernando de Trazegnies Granda**

1. INTRODUCCIÓN

En los conventos de la Edad Media, se acostum-


braba designar a un miembro de la comunidad
para que a la hora de la cena entretuviera a los
demás monjes con lecturas espirituales. Estas char-
las de refectorio tenían una doble finalidad. De un
lado, permitían aprovechar el tiempo y no perder
Cuando uno mira hacia el pasado, lo explica y lo ni aún el momento de satisfacción de las bajas
juzga; hace historiografía. Cuando más bien gira la necesidades materiales para proseguir en la tarea
mirada hacia el presente, trata de explicárselo, juz- de la edificación del alma. Por otro lado, la lectura
ga esa realidad que encuentra y trata de alzar la apartaba a los monjes de los sabores y olores que
mirada hacia lo que viene; es un poco filósofo y un ascendían desde la mesa y así evitaba que éstos
poco vatídico. incurrieran en la tentación de la sensualidad culi-
naria.
Quien escribe el presente artículo ha narrado ya
desde esas perspectivas. Hoy me siento muy incómodo entre ustedes porque
tengo la impresión de que estoy en la situación de
En las líneas que siguen nos informa sobre un pro- ese monje aguafiestas, que ha sido llamado para
ceso de cambio que sufre actualmente el Derecho; frustrarles con abstractos discursos los placeres
producto de su interacción con el entorno social con materiales -pero no por ello menos legítimos- de un
el que, en las sociedades occidentales y buen almuerzo.
occidentalizadas, se relaciona.
Pero como en este gran teatro del mundo a cada uno
"La desmaterialización del Derecho" supone que le corresponde desempeñar el papel que le ha sido
las instituciones jurídicas se han ido alejando de la asignado, no me queda más remedio que proponer-
tangencia de las cosas para desenvolverse a través les un tema de reflexión.
de las representaciones de las cosas.
El pintor belga Magritte hizo un hermoso y preciso
La explicación de esta idea y el análisis de ciertas cuadro en el que solamente aparecía una impecable
instituciones jurídicas actuales desmaterializadas pipa. Pero agregó debajo de ella la frase: "Esta no es
son lo que a continuación sigue. una pipa". Y efectivamente no era una pipa: era la

* Conferencia pronunciada como Discurso de Orden en la Asamblea de la Federación Interamericana de Abogados que tuvo Jugar en
Lima el 28 de Mayo de 1998 .

•• Abogado, Pontificia Universidad Católica del Perú. Profesor de Filosofía del Derecho, Pontificia Universidad Católica del Perú.

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imagen de una pipa. Lo mismo podríamos decir hoy 11. LA DESMATERIALIZACIÓN
de muchas cosas y, en particular, del Derecho. MODERNA DEL DERECHO
Muchas de las instituciones y procedimientos que
utilizamos los juristas contemporáneos han perdi- 1. Materialismo y des~aterialización
do su materialidad: ya no son una cosa sino la
representación de una cosa. Por eso, he pensado Hablar de desmaterialización en el mundo moder-
que podríamos conversar sobre la desmateria- no puede parecer un tanto paradójico porque esta-
lización del Derecho. mos acostumbrados a oír que la modernidad ha
acentuado el materialismo y que, consecuentemen-
¿Qué significa esta expresión que suena muy abs- te, vivimos en un mundo que es calificado como
tracta? ¿Qué es lo que quiero decir cuando hablo materialista. La Iglesia nos lo ha dicho con censura
de una desmaterialización del Derecho? En reali- en repetidas oportunidades. Nos lo han dicho con
dad, el concepto se va a ir mostrando más clara- nostalgia los sectores sociales tradicionales que la-
mente durante el desarrollo de esta exposición. mentan la substitución de los valores y jerarquías
Pero me gustaría desde el inicio presentarles una aristocráticas por aquellos derivados del dinero y el
aproximación, incluso un tanto brutal, al tema que comercio. También algunos movimientos políticos
quiero tocar. reformistas o revolucionarios han insistido en la
condena al materialismo capitalista. Ciertos
Regresemos por unos instantes nuevamente a la espiritualismos de fuente diversa han expresado
Edad Media. En esa época fascinante y aterradora, con acritud su preocupación por el hecho de que el
el señor feudal tenía el derecho de gozar de la materialismo prima en nuestras vidas de hombres
primera relación sexual con cada mujer de sus modernos. Y algunos de ellos, convertidos en
dominios. En consecuencia, la noche anterior a la fundamentalistas, han proclamado airadamente la
boda, todo novio debía llevar a su futura esposa a guerra santa contra el materialismo actual.
la cama del señor. Este era un derecho absoluta-
mente ma terial, un derecho sobre el cuerpo mismo, Pero, ¿qué significa esta afirmación de que el mun-
un derecho tangible en el sentido más literal del do de hoyes materialista? ¿Cómo se compatibiliza
término. Sin embargo, pronto ese derecho inició, con el planteamiento que quiero hacerles de que el
ya en la propia Edad Media, un proceso de Derecho se encuentra en proceso de desmaterializa-
desmaterialización, tanto debido a la reprobación ción?
de la Iglesia como a cambios en las costumbres.
Paulatinamente, el derecho de pasar la noche con la En realidad, el materialismo puede ser entendido
joven virgen y gozar físicamente de su cuerpo fue de muchas maneras; por eso,la afirmación de que el
ejercitado bajo la forma emblemática de que el mundo actual es materialista tiene también múlti-
señor pusiera solamente una pierna sobre el lecho ples significados. Para unos, el materialismo impli-
de la novia. De ahí que ahora conozcamos esa ca una primacía de lo económico sobre lo moral, una
institución feudal con el nombre de derecho de atención prioritaria a las formas de producción de
pernada. Como podemos ver, ese derecho que bienes materiales sin tener en cuenta las exigencias
tenía originalmente una substancialidad material axiológicas, sin prestar atención a los valores, parti-
pasó a convertirse en un mero gesto simbólico, en cularmente aquellos, como la espiritualidad, la jus-
un emblema abstracto del señorío sin ninguna ticiay la caridad, aportados por el cristianismo. Para
participación de los sentidos. Para utilizar pala- otros, el materialismo está constituido por el predo-
bras hoy de moda, podríamos decir que, al pasar a minio de la sociedad burguesa sobre la aristocrática,
ser pernada, el derecho al sexo material se convir- con su acento en la obtención sistemática de bienes
tió en una forma jurídica de sexo virtual. materiales antes que en la búsqueda de la gloria o en
el respeto de la tradición. Por su parte, las tenden-
Este proceso de desmaterialización, como lo vere- cias políticas de izquierda, si bien otorgan la máxi-
mos a continuación, ha afectado en general a todo ma importancia a la economía y a la producción de
el Derecho y se ha ido profundizando a medida que bienes materiales, utilizan un cierto concépto de
avanzaba la modernidad; al punto que la práctica materialismo para denunciar las desigualdades e~
y el orden jurídico contemporáneos en.gran parte la distribución de esos bienes. Por su lado, los
están construidos sobre la base de símbolos y em- espiritualismos critican al materialismo por' que-
blemas, de representaciones, de sombras, de situa- darse en la parte exterior de las cosas, lo que lleva a
ciones meramente delineadas que, sin embargo, cegar los espíritus, frustrándoles su capacidad na-
son tan fuertes o más fuertes que las realidades tural de percibir realidades interiores más sutiles y
tangibles. elevadas.

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Para los efectos de la reflexión que quiero llevar a 2. El Derecho desmaterializado
cabo en esta exposición, voy a utilizar los términos
materialismo y material en un sentido bastante más Este fenómeno de desmaterialización afecta todas
simple, más pragmático, casi de diccionario. Así, las formas sociales. Y, ciertamente, el Derecho no
dentro de este orden de ideas, lo material es aquello podía quedar inmune. Si tenemos en cuenta que el
que constituye el cuerpo de las cosas, es la parte de DerecDo es una de las formas más determinantes de
la realidad percibida por los sentidos, que tiene un la organización social, no cabe duda de que las
lugar en el espacio y en el tiempo y que se manifiesta nuevas orientaciones en las relaciones entre los
a través de un cierto comportamiento físico. hombres producen inmediatamente efectos tanto
en la concepción del Derecho como en sus técnicas.
De esta forma, lo material se opone a lo formal, se Este proceso de desmaterialización del Derecho se
opone a lo representativo y también a los productos ha venido produciendo desde tiempos antiguos,
de una racionalidad descarnada. Quizá podríamos cobró una gran importancia con la modernidad, y
decir más directamente, hablando en el lenguaje de se ha vuelto decisivo en las últimas décadas.
moda, que lo material se opone a lo virtual. Sin
embargo, esta afirmación sólo puede hacerse con Es interesante realizar si no un inventario, cuando
una previa aclaración. Lo virtual ha sido siempre - menos un muestrario de estas desmaterializaciones
filosóficamente hablando- algo que tenía una posi- en el Derecho moderno.
bilidad de realidad, pero que todavía no estaba
actualizado. De alguna manera, dentro de la acep- Las personas
ción tradicional, lo virtual era algo que es y no es; o,
quizá mejor, era algo que tenía el ser de poder ser Podemos comenzar con las personas, ya que son las
pero todavía no era: lo virtual era lo que la filosofía protagonistas de la acción jurídica.
llamaba la potencia. En cambio, con el desarrollo de
la computadora y de las comunicaciones electróni- Como es sabido, los romanos entendían el Derecho
cas, la palabra «virtual» ha tomado más bien la como la ciencia de lo justo y de lo injusto basada en
connotación de inmaterial: no es algo que debe ser la rerum notitia, según frase de Ulpiano. Esta rerum
actualizado sino algo que ya es actual, pero que ha notitia implicaba que había que atender a las cosas
sido actualizado relativamente fuera del dominio como son, sin caer en la tentación de operar dentro
de lo material, de lo físico. de un paraíso conceptual. Y, desde esta perspectiva
asumida en forma restringida, el Derecho romano
El camino de la desmaterialización de la sociedad y, construyó la noción de persona sobre la base del
consecuentemente del Derecho, se inicia hace mucho hombre real, de la persona natural. En cambio, si
tiempo atrás. Y, paradójicamente, quizá el primer bien reconoció la existencia de personas jurídicas
hito de ese camino es la invención de un elemento que con personalidad independiente, les dio muy poca
usualmente caracteriza al materialismo: el dinero. importancia. Las fuentes casi no se ocupan de ellas
y todo indica que tu vieron una mayor vigencia en lo
El dinero es un bien que no es un bien, es decir, es un que hoy llamaríamos el "Derecho Público": entre las
bien que no tiene ninguna utilidad propia, que no corporaciones o universitates (palabra que viene de
nos da ninguna satisfacción por sí mismo, sino que universalidad de patrimonio) se encontraba en pri-
simplemente nos coloca en la posibilidad de tener mer lugar el Estado romano, luego los municipios y,
todo tipo de satisfacciones. Podríamos decir que el por último, las asociaciones (llamadas también
dinero es un bien de satisfacción virtual. collegia o sodalitates) que agrupaban a los gremios,
las hermandades y otras instituciones con funciones
Por consiguiente, el dinero no es una cosa sino un casi públicas. Pero la vida civil, la actividad de todos
símbolo, una representación de cosas que no están los días, la operación propiamente dicha de la socie-
prefiguradas en la naturaleza del dinero mismo, dad, se realizaba siempre por personas naturales en
una forma abstracta de acceder por su intermedio a toda su corporeidad, seres de carne y hueso, perfec-
cosas concretas. Por eso, el dinero puede ser un . tamente identificables y ubicables en el espacio.
pedazo de metal o un pedazo de papel. Poco impor-
ta, porque lo que cuenta no es su materialidad sino La situación ha cambiado radicalmente en nuestro
su poder evocador. Por consiguiente, cuando las mundo moderno, donde la persona natural ha sido
relaciones económicas entre los hombres se relegada a un segundo plano, tanto porque existen
monetizan, el valor sensorial de uso cede en impor- otros centros no materiales de derechos y obligacio-
tancia ante el valor simbólico de cambio; y así lo nes que actúan como biombos delante del hombre
virtual pasa a jugar un papel más activo que lo material llamados personas jurídicas, como tam-
material. bién porque las funciones económicas más impor-

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tan tes de nuestra sociedad corresponden ahora pre- Las cosas
cisamente a esos centros abstractos de imputación y
no a las personas naturales. Y, ¿qué sucede con las cosas? Las cosas constituyen
por excelencia el reino de la materialidad. Las cosas
La persona jurídica no es una persona material sino son aquellos objetos físicos que el Derecho conside-
una construcción lógica. Sin embargo, piensa, deci- ra como un "bien", es decir, como algo que puede
de, es propietaria, lucha contra otras personas jurídi- tener un valor digno de ser protegido. Es por eso
cas o celebra alianzas para aumentar su poder. El que, en la antigüedad, cada vez que se planteaba la
hombre real desaparece detrás de ella porque ya sólo cuestión de saber cuál era el objeto de la propiedad,
cuenta desde la perspectiva abstracta del voto: es se abría paso la cosa en toda su materialidad, como
simplemente una unidad en la toma de decisiones; modelo de aquello que puede ser propio.
pero lo decidido se impone en tanto que voluntad de
la sociedad sobre todos y cada uno de los miembros Si regresamos nuevamente al Derecho romano,
que la integran. En consecuencia, el hombre material observaremos que ahí las cosas tenían una
ha pasado a formar parte de un todo constituido por corporeidad definida: eran aquellos objetos tangi-
un sistema inmaterial; y ese sistema prima sobre sus bles, es decir, perceptibles por los sentidos, que
partes individualmente consideradas. requerían un espacio donde ubicarlos y que no
podían ser desdoblados imaginativamente por-
Aún más. La relación entre la persona natural y la que cada cosa era, para decirlo de manera
persona jurídica se hace cada vez menos directa y perogrullesca, una cosa. Por eso también es que los
transparente: una multitud de abstracciones tejen romanos consideraban que sobre cada cosa no
una red desmaterializada entre el hombre de carne y podía haber sino un propietario: la copropiedad, si
hueso y la sociedad. En la mayor parte de los casos de bien era admitida en algunos casos no sin cierta
personas jurídicas significativas, los accionistas no repugnancia conceptual, constituía para el Dere-
son personas naturales sino otras personas jurídicas cho romano una suerte de monstruo jurídico por-
que a su vez pertenecen a otras personas jurídicas y que perdía el contacto físico con la cosa material y
éstas a otras, constituyendo una maraña de irrea- le daba calidad de objeto del Derecho a unas
lidades que, sin embargo, tienen una realidad mayor cuotas ideales, causando muchas perturbaciones
que la material. Rastrear la presencia de los hombres en la relación real entre la persona natural y la cosa
naturales detrás de esas construcciones de espejos, material.
resulta difícil aún para un experto genealogista. Den-
tro de ese mundo de corporaciones, el hombre indi- Por todo ello es que la organización que el Derecho
vidual, la persona natural, se encuentra tan empe- romano da a la propiedad, apunta siempre a lo
queñecido que cuenta muy poco. De ahí que se diga concreto, a las cosas en su verdadera realidad mate-
actualmente que las grandes corporaciones no perte- rial. La propiedad romana se refiere a las tierras y a
necen a sus accionistas sino a sus ejecutivos. Pero, si las fincas, a los elefantes y otros cuadrúpedos que se
bien es exacto que los accionistas por sí mismos son doman por el cuello, a las ramas de los árboles, a los
incapaces de dirigir estas sociedades gigantescas, no vuelos de los muros, a las sepulturas, al oro y la
es cierto tampoco que los ejecutivos y funcionarios plata, al rebaño y a las cosechas, a las carrozas con
de ellas tengan una capacidad total de manejo. En el sus caballos. Solamente por excepción se habla de
fondo, las sociedades no pertenecen a esos ejecutivos derechos reales sobre cosas incorporales, como en el
y funcionarios sino que éstos pertenecen a la socie- caso de la servidumbre o del uso; pero aun entonces,
dad; y, finalmente, los criterios colectivos, que sobre- esa incorporeidad se resuelve en última instancia en
pasan abrumadoramente las posibilidades tanto del una materialidad que constituye su sustento de
funcionario como del accionista, se imponen en for- realidad.
ma impersonal.
Esta concepción material de la propiedad está pre-
Claro está que todavía los hombres reales tienen sente todavía en la mentalidad de los juristas del
una presencia en la vida del Derecho. Todavía son siglo pasado y de comienzos del presente· siglo.
los hombres quienes contraen matrimonio, quienes Planiol y Ripert, en su célebre «Tratado de Derecho
tienen hijos, quienes se mueren y quienes heredan. Civil», todavía sostienen que el objeto de la propie-'
¡Menos mal! Pero no puede ocultársenos que esa dad es una cosa corporal y que no es propio aplicar
presencia es muy marginada y que la sociedad se este concepto a derechos incorporales. Y Colin y
encuentra conducida por las corporaciones. Casi Capitant, reconociendo que ya comienza a hablar-
podríamos decir que en nuestro mundo de fines del se de propiedades abstractas, indican que sólo
siglo XX, el hombre natural sólo tiene vigencia en el metafóricamente puede admitirse una expresión
espacio reducido de la intimidad del hogar. como "propiedad intelectual".

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Porque la idea central de esa propiedad clásica es bien inmaterial pierden a su vez corporeidad. En la
que está referida a: la tierra, a la casa, al ganado, a los práctica, vemos que el dinero constituido por la
granos, a los objetos producidos en el taller. Quizá moneda, por los billetes, es utilizado únicamente
hasta bastante entrada la modernidad, la sociedad para las transacciones microscópicas que tienen lu-
tenía todavía un carácter fundamentalmente agrí- gar con relación a los aspectos más ordinarios de la
coia y la propiedad era tratada por el Derecho con vida en ~ociedad. Pero esa" cosa" llamada dinero no
esa concreción y ese apego a la naturaleza que tiene existe como cosa en todas las operaciones importan-
el hombre de campo en su encuentro con el mundo tes de la economía. El cheque y la letra de cambio han
que lo rodea. El Derecho Civil tradicional pretende sustituido al dinero en gran parte de los casos. Y la
organizar legalmente un paisaje bucólico, con tie- anotación en cuenta corriente constituye una forma
rras amenas, ríos, montes, frutos, animales que tie- todavía menos material de pago. Si agregamos que
nen crías, instrumentos de labranza. las instrucciones para realizar tal anotación pueden
ser impartidas mediante una comunicación electró-
Notemos que nuestras leyes actuales cultivan una nica a través de Internet, la poca materialidad que
cierta nostalgia de esas épocas. El Código Civil tenía la moneda metálica o el papel moneda, queda
peruano legisla todavía sobre las piedras, las con- así reducida a cero.
chas u otras cosas análogas que se hallen en la orilla
del mar, como las que podemos encontrar en un En verdad, ¡qué lejos está la propiedad moderna de
caluroso día de playa. Y se refiere también a los esa propiedad que era organizada jurídicamente
animales de cacería, anotando con ingenioso razo- por el Code Napoléon! Hoy en día ya no sabemos
namiento que pertenecen al cazador aun cuando bien lo que es una cosa. ¿Podemos decir, por ejem-
éste sólo los haya herido, siempre que después los plo, que la electricidad es una "cosa"? ¿Y el know-
persiga sin interrupción. Igualmente, nuestro Códi- how, lo es? Hablamos hoy de propiedad de turnos,
go tiene particular preocupación por las cosechas, en donde lo que cuenta no es la cosa sino el tiempo;
por las siembras con semillas ajenas y por las porcio- hablamos de propiedad de frecuencias, que son
nes de tierra de cultivo que el río pueda arrancar de meras vibraciones; hablamos de propiedad de dere-
un predio y depositar en otro. chos de conexión, de propiedad del empleo, de
propiedad de un cierto mercado. Estoy seguro que
Es posible que alguna vez se presente una ardua todo ello habría puesto absolutamente nerviosos a
discusión jurídica por algunas conchas encontradas Marcel Planiol y a Georges Ripert, para no hablar de
en la playa; o que dos cazadores discutan sobre cuán los civilistas franceses del siglo XIX.
intensamente uno de ellos persiguió a la presa heri-
da para determinar la propiedad del animal muer- Notemos cómo estas propiedades contemporáneas
to. Pero no cabe duda de que todos estos temas, tan desconocen las bases más elementales del antiguo
concretos, tan ingenuamente materiales, no consti- derecho de propiedad, fundado en el carácter mate-
tuyen aspectos decisivos de la vida moderna. Y es rial de la cosa. Uno de los principios básicos de la
que esa convivencia en amorosa intimidad con la propiedad clásica es que la cosa es siempre una sola.
naturaleza ha sido sobrepasada ya en el siglo ante- Esto significa que pueden establecerse cuotas partes
rior por la civilización industrial. Y en este siglo, sobre ella pero no puede decirse que una cosa son
incluso ese mundo industrial está siendo superado dos cosas, ya que ello sería una contradicción. De
por el mundo de los símbolos y de los sueños. ahí que la propiedad sea siempre exclusiva: el dere-
cho de propiedad puede ser compartido pero no
En nuestra época, el reino de la materialidad ha sido pueden haber dos derechos de propiedad diferen-
subvertido por bienes más sutiles e incorpóreos. tes con relación al mismo objeto físico.
Cada vez que nos preguntamos ahora sobre la pro-
piedad, la cosa material lejos de imponerse como lo Pero sucede que en la propiedad intelectual, una
hacía antes, se esconde, se evapora; cada vez que misma cosa da lugar a dos propiedades diferentes.
intentamos coger la cosa se nos escapa entre los Una pintura es de propiedad de quien la ha compra-
dedos. do. Pero, a su vez, el pintor retiene un derecho de
propiedad, como autor de ella, llamado moral, que
Este hecho puede ser comprobado a propósito de le permite oponerse a que le agreguen bigotes a la
cualquier aspecto de nuestra vida cotidiana. Hemos imagen que ha pintado, que la presenten como si la
hablado del dinero como una desmaterialización del hubiera pintado otro o que la usen en una forma
valor. Pero a su vez, ese bien incorpóreo y solamente denigrante. En consecuencia, sobre un mismo obje-
simbolizado por el metal o el papel, se vuelve cada to existen dos propietarios, con sus respectivos de-
vez menos aprehensible físicamente si tenemos en rechos de uso y de señorío sobre la cosa. Pero no son
cuenta que las representaciones materiales de ese condóminos, no tiene cada uno una cuota ideal, sino

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que cada uno es totalmente propietario desde un En el Derecho medieval anglosajón, el indenture era
cierto punto de vista. La solución de este aparente un contrato que se celebraba por duplicado en una
dilema consiste en que una misma cosa se convierte misma hoja de papel. Luego se partía en dos esa
en dos cosas para los efectos del Derecho: la cosa hoja, de manera que quedaba con los dientes e
"moral o autoral" y la cosa "patrimonial"; de mane- irregularidades propios de la rotura. Para darle
ra que pueden haber dos propiedades que, si bien se fuerza legal al contrato era necesario poner los dos
dirigen al mismo objeto físico, tienen como base dos ejemplares lado a lado y ver si efectivamente la
cosas distintas, una material y la otra inmaterial. desgarradura de uno coincidía con la del otro.

Esta suerte de esquizofrenia jurídica llega al pa- Todo esto nos parece exótico porque se nos ha hecho
roxismo cuando se trata de bienes que forman perfectamente natural que los contratos se perfeccio-
parte del patrimonio cultural de la Nación. En ese nen al margen de una materialidad preestablecida,
caso, si una obra de factura contemporánea es mediante el simple acuerdo de las partes. Nuestras
declarada de valor cultural, encontramos tres dere- leyes ya no exigen el pronunciamiento de fórmulas
chos con relación al mismo objeto: el del propieta- rituales ni la confección de documentos especiales;
rio del bien físico, el del autor o sus herederos y el salvo raras excepciones, las formalidades previstas
de la Nación. por la ley tienen un carácter ad probationem y no ad
solemnitatem. Un contrato puede cerrarse con una
Los contratos palabra, con un gesto, con una señal electrónica; ni
siquiera se requiere que la voluntad sea simultánea
El mismo proceso de desmaterialización ha marca- ni que las partes estén físicamente una frente a la otra.
do la contratación moderna. Todos los aspectos materiales, corpóreos, han perdi-
do su carácter de condición del acto y ahora sólo
Tanto la contratación romana como la medieval cuenta la inmaterialidad de la concordancia lógica
estaban basadas en el cumplimiento de ciertas for- entre la intención de los contratantes.
malidades materiales. En otras palabras, de manera
general, la forma no era simplemente ad probationem y si nos preguntamos por las garantías, encontrare-
sino ad sole111nitatem. mos la misma evolución. Entre los métodos más
antiguos de contraer deudas está la prenda de sí
En el Derecho romano, los contratos podían perfec- mismo, por la cual el deudor se obligaba a permane-
cionarse sea mediante el pronunciamiento de cier- cer como esclavo del acreedor hasta que pudiera
tas palabras, sea mediante la entrega de la cosa. hacerle el pago: el cuerpo del deudor era la garantía
Como puede verse, en ambos casos se trata de de la obligación. Posteriormente y hasta hace pocos
formalidades materiales, sometidas a comproba- años, si bien se había suprimido esa garantía bárba-
ción por los sentidos. Estas formalidades eran muy ra, era todavía condición fundamental para la exis-
rigurosas y, por ejemplo, la más pequeña equivoca- tencia de la prenda que el bien pignorado se entre-
ción de las partes al pronunciar las fórmulas solem- gara físicamente al deudor o a un tercero. Hoy se
nes constitutivas del acto, daba lugar a que éste se habla de la posibilidad de que la entrega sea física o
entendiera como no realizado. Cuando se trataba de jurídica; y, ciertamente, la entrega jurídica simple-
entregar un bien, la toma de posesión por el mente consiste en no entregar el bien sino en rete-
adquirente solamente se entendía efectuada cuan- nerlo. Por consiguiente, incluso la entrega -que usual-
do esa persona recibía el bien físicamente. Es perfec- mente implica un desplazamiento físico en el espa-
tamente conocido y no necesito abundar en el tema, cio- ha sido igualmente desmaterializada.
que en Derecho romano la posesión tenía que
adquirirse corpore et animo, es decir, por el cuerpo y La responsabilidad
por la intención. Esta corporalidad del derecho exi-
gía que el adquirente recibiera en la mano la cosa si En el campo de la responsabilidad, los juristas roma-
se trataba de un mueble o que pusiera el pie en ella nos optaron también por la materialidad. Es por ello
si se trataba de un inmueble. En épocas más anti- que, con esa precisión, esa economía de palabras y
guas se exigió incluso que el nuevo poseedor se esa elegancia que ostenta el latín, la [ex Aquilía esta-
revolcara en el suelo y que rompiera ramas de los blece que el daño reparable se prod uce corpore corpori',
arbustos que en adelante quedaban bajo'su arbitrio. esto es, "por el cuerpo y al cuerpo". En consecuencia,
En el Perú virreynal del siglo XVIII todavía se prac- el daño -para ser reparable por intermedio del Dere-
ticaba la diligencia de toma de posesión recorriendo cho- tiene que haber sido producido físicamente y
los linderos en todo el perímetro del fundo en haber causado a su vez daños físicos. Los daños que
presencia de notario y testigos, mientras se gritaba no tienen materialidad y que, por tanto, carecen de
"¡Posesión, posesión!". expresión económica, no son reparables.

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12
En el Derecho moderno, el concepto de daño ha sido empezado a dejar de tomar en cuenta al individuo.
ampliado de manera que ya no se requiere que sea La producción no atiende a ninguna persona con-
causado materialmente ni tampoco, en ciertos ca- creta, como lo hacía el antiguo artesano zapatero
sos, que se haya producido mediante un acto mate- que hubiera considerado imposible hacer un zapato
rial. Si bien el llamado "daño moral" del Derecho sin tomar las medidas del pie del cliente. Ahora se
actual no es muchas veces sino una forma de calcula, se programa, se prevén las necesidades
. disimular el pago de una reparación por daños atendibles sobre la base de la idea del consumidor
materiales que no pueden ser probados al detalle, es abstracto, sobre la base de un prototipo del compra-
verdad también que una corriente doctrinaria pro- dor. Las empresas investigan a sus clientes no en
pone indemnizar aspectos tan inmateriales e términos de hombres reales con nombre y apellido,
incorpóreos como la frustración del plan de vida de con gustos y medidas específicos, sino como prome-
una persona, la imposibilitación de lograr ciertos dios: el consumidor medio es el héroe del mercado
objetivos y otros conceptos análogos que, en tanto pero, al mismo tiempo, es un ser inexistente.
que daños, no se apoyan en una substantia física.
Igualmente, el Derecho actual reconoce la posibili- Por otra parte, el marketing y la publicidad -que en
dad de causar daños sin tocar el cuerpo de la perso- principio nacen para poner en contacto al prod uctor
na, sin que intervenga ningún hecho material: la con el hombre- abandonan ahora al hombre real y se
injuria, la calumnia -que en tiempos de Roma eran dedican a inventar hombres virtuales, hombres que
sancionadas punitivamente- ahora son configura- nunca han existido: el intermediario entre dos rea-
das como daños civilmente reparables aunque el lidades se ha convertido en un destructor de la
causante no haya tenido contacto físico alguno con realidad y un promotor de mundos de ensueño que
la víctima a través de ningún medio material. sabemos que no tienen realidad presente ni futura
pero cuya mentira crea una verdad irreal que permi-
In. VENTAJAS Y PELIGROS DE LA te una mayor venta de ciertos productos. Basta con
DESMATERIALIZACIÓN encender la televisión o con mirar los anuncios
publicitarios en las calles para toparnos con tipos
No cabe la menor duda de que este proceso de humanos inventados, casi caricaturas, que, sin em-
pérdida de la materialidad ha dado una gran soltu- bargo, tienden a convertirse en prototipos o mode-
ra, una gran agilidad a la contratación y, en general, los de la realidad.
a la organización de la vida moderna. Las formali-
dades materiales constituían una carga pesada que Este mismo proceso lleva a una transformación de
hacía muy torpe la operación del Derecho. En cam- los roles de los diferentes sectores de la actividad, de
bio, lo que hemos llamado desmaterialización per- manera que en muchos casos los servicios superan
mite estar a tono con este mundo en el que vivimos, a las actividades productivas en cifras de venta y
donde lo virtual tiene un papel tan importante. pasan a ocupar el primer lugar de la dinámica
económica. Curiosamente, en un mundo acusado -
Por otra parte, el reconocimiento de aspectos probablemente con razón- de materialista, los mejo-
inmateriales que pueden y deben ser tutelados por res negocios no se hacen vendiendo bienes destina-
el Derecho enriquece sin duda el universo de los dos a satisfacer los apetitos materiales y las necesi-
bienes jurídicos. No podríamos vivir en un mundo dades individuales efectivas, sino alimentando sue-
como el nuestro si el Derecho no admitiera la reali- ños e ilusiones. Es sintomático que Disneyworld
dad de la existencia de acciones de sociedades, tenga una cifra de negocios que excede largamente
derechos de autor, daños producidos por la compe- al presupuesto de algunos Estados sudamericanos:
tencia desleal y un gran número de otros elementos la manipulación de símbolos y de ensueños, está en
indispensables de la vida social contemporánea. camino de ser extraordinariamente más rentable
que la fabricación de cosas materiales.
Sin embargo, no cabe duda de que este proceso
despierta también preocupaciones y recelos cuando N o es un secreto para nadie que el negocio del
se advierte que lo virtual se extiende a la sociedad turismo tiene mucho más de fantasía y de irrealidad
toda y comienza a superar lo real. En este caso, la que de verdadera satisfacción personal: los afiches
desmaterialización puede ir acompañada de una turísticos son más sugestivos que la realidad ofreci-
despersonalización y de una desensualización que, da; y, a su vez, para gozar de esa realidad ofrecida,
en vez de facilitar l~ vida, podrían terminar una vez en el sitio tenemos que asumir una perspec-
empobreciéndola. tiva de afiche. Cuántas veces hemos llegado a un
lugar pub licitado y heqlOs pensado que la fotogra-
Notemos cómo una sociedad que nació bajo las fía era más linda que la escena en la que ahora
banderas del individualismo y del liberalismo, ha podemos participar directamente. E incluso si viaja-

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mos con una cámara fotográfica, buscamos el ángu- cuerpos, pasiones, intereses y que, precisamente, por
lo desde el cual se han tomado las fotografías publi- ello, entran en conflicto unos con otros, pretenden
citarias para hacer una igual y luego disfrutar con superarse unos a otros. El papel del abogado no es
ella al regreso a casa como si fuera el verdadero suprimir los conflictos sino organizarlos; no es do-
recuerdo de un lugar que quizá era diferente. Cons- mar los intereses individuáles hasta que desaparez-
cientes de esta necesidad de virtualidad, algunos can, sino combinarlos para que esa competencia
lugares turísticos tienen la gentileza de marcar con entre ellos y ese conflicto natural que ellos despier-
una señal esas «esquinas de la foto» que reemplaza- tan, sea productivo. Nada está más lejos del abogado
rán en nuestra memoria a la complejidad del con- que la mentalidad del frío planificador que mira el
junto de nuestras sensaciones e impresiones. mundo desde lo alto; nosotros miramos el mundo
desde tierra, desde la perspectiva de nuestros clien-
De esta manera, el mundo virtual de fines del siglo tes que actúan en el corazón de la batalla social.
XX corre el riesgo de vivir del sueño y en el sueño.
y la situación es aún más grave si esa virtualidad se Es por ello que los abogados no creemos que la
asocia con una racionalidad fría y crea un programa sociedad se ordena desde arriba, cubriendo los con-
de vida en común que excluye lo sensual, lo irracio- flictos con una manta para ocultarlos y apagarlos.
nal, lo caótico, lo material, con la idea de instalar una No creemos que el Derecho sea simplemente una
organización perfectamente tecnocrática en la que expresión del poder político que se impone sobre
no haya conflictos, oposiciones ni discrepancias y los miembros de la sociedad civil para darles un
en la que, bajo una apariencia democrática, vivamos orden conforme a un modelo preestablecido. La
un totalitarismo que se funda no en el Partido ni en vida en común no puede ser una creación del Estado
la ideología sino en una razón desmaterializada e sino el producto de la actividad conflictiva, desor-
institucionalizada. denada pero vital, de los particulares; el producto
de múltiples relaciones a nivel de la sociedad civil
Los abogados -y me refiero a quienes practicamos el que cada individuo libre va creando en todos los
Derecho- podemos y debemos contribuir a la cons- sentidos. Estos encuentros múltiples y de todo tipo
trucción del mundo del siglo XXI aportando una van agregándose y forman una tela que constante-
perspectiva de saludable conflicto. Porque nuestra mente es tejida por el Derecho, destejida por la
profesión nos lleva a relacionarnos no con entelequias vitalidad disociante de los actores sociales y vuelta
sino con hombres reales, con personas que poseen a tejer por la actividad de los abogados.

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CONTRIBUCIÓN AL ESTUDIO DE LA
RELACIÓN JURÍDICA -INTERSUBJETIVA-

Freddy Escobar Rozas*

I. INTRODUCCIÓN

La relación jurídica es, qué duda cabe, uno de los


institutos centrales del Derecho, no en vano en cierto
momento de la evolución del pensamiento jurídico
fue considerada como la partícula elemental a partir
1
de la cual se construía todo el ordenamient0 .

Contra lo que pudiera pensarse, sin embargo, no


existe aún una noción satisfactoria de esta figura, ni
mucho menos una explicación coherente de los
Entre los tópicos más discutidos por la doctrina alcances de la función que debe cumplir como
encontramos, ineludiblemente, al de la relación ju- instituto ordenador de la experiencia jurídica. En
rídica; instituto cuyo análisis ha motivado el surgi- efecto, si por un lado resulta sumamente cuestio-
miento de numerosas teorías, desde la Teoría Sub- nable la idea de que la relatio se resuelve siempre en
jetiva de Savigny hasta los modernos desarrollos un vínculo de cooperación, desde que así queda,
de la Teoría de la Complejidad de López de Zavalía. por decir lo menos, notoriamente desfigurado el
En el presente artículo, el doctor Escobar estudia el derecho real en general"; por el otro deviene en
concepto de la relación jurídica intersubjetiva, con harto discutible el recurso de utilizarla para estruc-
base en las distintas teorías que sobre la misma ha turar sectores como el procesal o el administrativo,
elaborado la doctrina, buscando definir y precisar donde las situaciones de controversia o conflicto
los contornos tenues y equívocos que todavía ro- no parecen susceptibles de ser comprendidas por
dean a esta figura. una categoría cuyo presupuesto iusfilosófico toda-

* Abogado. Profesor de Derecho Civil, Pontificia Universidad Católica del Perú

De acuerdo con Alessandro Levi, uno de los más representativos exponentes de la teoría relacional del Derecho, el concepto
fundamental, central, del ordenamiento jurídico no era el de deber jurídico, ni el de derecho subjetivo, ni el de norma jurídica. Para él,
el concepto sobre el cual se basaba toda la elaboración sistemática o científica del ordenamiento jurídico era el de relación jurídica (ver:
BOBErO, Norberto, Teoría General del Derecho, traducido por Jorge Guerrero R., Editorial Temis, Santa Fe de Bogotá, 1992, pág. 16).

, El hecho de poner €l acento de la noción de relación jurídica sobre la exigencia de cooperación no hace otra cosa que colocar en la
penumbra a la esencia del derecho real, en tanto que no se encuentra cOnexión intersubjetiva alguna que contenga a la posibilidad de obrar
sobre la cosa que procura el bien (utílífas) deseado para la satisfacción del interés típico presupuesto por dicho derecho. El resultado es
mucho más grave si, corno lo ha hecho notar Rescigno, se considera que todo derecho subjetivo se resuelve siempre en una pretensión
-lo que equivale a estimar que frente a todo derecho existe un deber correlativo-; pues así se termina negándole al derecho real la
naturaleza de derecho subjetivo, cosa realmente insólita si se toma en cuenta que este último instituto fue conceptualmente construido
-y políticamente justificado- sobre la base del modelo proporcionado por la proprietas (ver: RESCIGNO, Pietro, Proprietii (diritta privato),
Enciclopedia del Diritto, Giuffre Editore, 1988, tomo XXXVII, pág. 276).

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vía vigente reclama la idea de composición de tad. Cada uno de estos espacios constituía, se-
intereses opuestos. gún Savigny, una relación jurídica.
4
Tomando en consideración semejante contexto, el En efecto, para este autor , una relación jurídica no
presente artículo pretende, a partir de un análisis era más otra cosa que una vinculación interin-
suscinto de las distintas teorías que la doctrina ha dividual que, determinada por una regla de Dere-
elaborado sobre la relación jurídica, intentar sentar cho, confería a los hombres un ámbito de dominio
las bases de una concepción desprejuiciada que en el cual la voluntad de aquéllos reinaba
termine por eliminar los contornos tenues y equívo- soberanamente. Cada relación estaba conformada
cos que todavía delinean a esta figura. Antes de por dos elementos: uno "material", constituido por
emprender la tarea enunciada una advertencia debe el entramado social o económico que se producía en
ser hecha. Por razones de espacio no vamos a la realidad; y otro "formal", constituido por el "halo"
abordar aquí la problemática del rol que debe jurídico que revestía al primer elemento.
asignársele a la relación jurídica; problemática que
en nuestro concepto no puede ser desarrollada sin Ahora bien, con esta primera noción, la teoría clási-
antes efectuar un análisis detenido sobre la situa- ca no hizo otra cosa que confundir la relación jurídi-
ción jurídica -subjetiva. ca con el derecho subjetivo. En este sentido, quienes
siguieron la idea -central- de que tal relación sólo
11. TEORÍAS SOBRE LA RELACIÓN vinculaba a sujetos, se vieron en la necesidad de
JURÍDICA precisar el concepto que Savigny había dado sobre
la misma. Es así como la teoría clásica elaboró una
1. La teoría clásica o intersubjetiva segunda definición acerca de la relación jurídica.
Según esta definición, dicha relación no era sino un
La teoría clásica o intersubjetiva fue la primera que vínculo entre dos o más sujetos, en cuya virtud uno
formuló la ciencia jurídica moderna en tomo al de ellos tenía el derecho de exigir al otro la realiza-
instituto que nos ocupa. Su autor fue Friedrich Carl ción de cierta conducta a la que este último se
von Savigny. encontraba obligados.

Según Savigny' , en la realidad social asistían y se Con esta nueva noción, la relación jurídica no
polarizaban un sinnúmero de vinculaciones o rela- sólo quedó claramente diferenciada del dere-
ciones intersubjetivas. Unos con otros, los indivi- cho subjetivo, en tanto que este último pasó a
duos se relacionaban incesantemente a fin de satis- ser parte del con-tenido de aquélla; sino que,
facer sus propias necesidades y de equilibrar sus además, se convirtió en la partícula fundamen-
propios intereses con los de los demás. De este tal a partir de la cual se estructuró el derecho
proceso nacía, como una manifestación de la con- objetivo. De este modo, todas las situaciones en
ciencia jurídica popular, la norma positiva. las que era posible hallar algún grado de
juridicidad terminaron encontrando una expli-
El derecho objetivo, así formado, tenía como fina- cación "relacional". Y a tal punto llegó esto que
lidad suprema la convivencia social ordenada. Para de la antigua distinción entre derechos subjeti-
que dicha finalidad pudiera ser alcanzada, era vos absolutos y relativos, se pasó a la distinción
imprescindible, sin embargo, impedir que las vin- entre relaciones jurídicas absolutas y relativas,
culaciones o relaciones intersubjetivas se convir- siendo las primeras aquellas que vinculaban a
tiesen, producto de los excesos individuales o un "sujeto activo" determinado -o determina-
grupales, en "obstáculos" que entorpeciesen el ble- con un "sujeto pasivo" universal (propie-
desarrollo de la vida social. Se necesitaba, en dad etcétera); y las segundas aquellas que vin-
consecuencia, que el ordenamiento jurídico limita- culaban a un "sujeto activo" determinado -o
ra la actuación de los sujetos en interrelación, defi- determinable- con un "sujeto pasivo" también
niendo "espacios" fuera de los cuales dichos suje- determinado -o determinable- (obligación etcé-
tos no pudieran obrar con entera y absoluta liber- tera).

J SA VIGNY, Friedrich Carl von, Sistema de Derécho Romano Actual, traducción de Jacinto Mesía y Manuel Poley, Centro Editprial
de Góngora, Madrid, si f, tomo 1, pág. 259.

SA VIGNY, Friedrich Carl von, loc. cit.

WINDSCHEID, Bernhard, Tratado de Derecho Civil Alemán, traducido por Fernando Hinestrosa, Universidad Externado de
Colombia, Bogotá, 1987, tomo T, vol. J, pág. 144 Y 148.

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16
Con estos anteced~ntes, la teoría clásica ganó la recho impusiese deberes tendientes a su protec-
adhesión de un importante sector doctrinal, que ción.
6
hasta ahora puede considerarse predominante •
Ahora bien, cuando se hablaba de relaciones jurí-
2. L'1 teoría de la interconexión dicas no se aludía, según Von Tuhr, a entidades
normativa y abstractamente creadas, sino más
.La teoría de la interconexión fue elaborada luego bien a relaciones "humanas" que el ordenamien-
que la teoría clásica fuera dada a conocer por Savigny. to encontraba formadas y a las cuales únicamente
Quienes se encargaron de propugnarla fueron, fun- les daba cierto efecto jurídico. Que esto fuera así
damentalmente, Andreas Von Tuhr y Heinrich no significaba, sin embargo, que aquellas relacio-
Lehmann. nes no pudieran establecerse entre personas y
lugares, o entre personas y cosas. En efecto,
De acuerdo con el primero? , el derecho objetivo según este autor, eran verdaderas relaciones jurí-
regulaba las relaciones humanas, asignando a dicas tanto la vinculación que existía entre la
cada individuo una esfera de poder en la que su persona y su domicilio como la que había entre el
voluntad era determinante. Para que esta esfera propietario y el bien sobre el que recaía su dere-
pudiese existir, era necesario empero que el De- cho. ¿La razón? Muy simple: las referidas vincu-

Comparten esta teoría: DABlN, Jean, Teoría General del Derecho, traducido por Francisco Javier Osset, Editorial Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1955, pág. 125; LARENZ, Karl, Derecho Civil. Parte General, traducido por Miguel Izquierdo y Macias-Picavea,
Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1976, pág. 249; PUGLIATTI, Salvatore, Introducción al Estudio del Derecho Civil,
traducción a la segunda edición italiana, Porrúa Hermanos y Cia., México D. F., 1943, pág. 192 a 195; CASATI, Ettore y RUSSO, Giacomo,
Mnllualcdel Diritto PrivatoItaliano, Unione TipograficoEditrice Torinese, Roma, 1947, pág. 8; COSTA, Fausto, Trattatodi Fílosofia del Diritto,
Fratelli Bocca Editori, Milano, 1947, pág. 145; DE SEMO, Giorgio¡ Istituzioni di Diritto Privato, G. Barbosa Edítore, Fírenze, 1952, pág. 94;
CARNELUTTI, Francesco, Teoría General del Derecho, traducción de Francisco Javier Osset, Editorial Revista de Derecho Privado,
Madrid, 1955, pág. 184 Ysgtes.; BARASSI, Lodovico, Instituciones de Derecho Civil, traducido por Ramón García de Haro de Goytisolo,
José María Bosch Editor, Barcelona, 1955, pág. 105 Y 106; MESSINEO, Francesco, Manual de Derecho Civil y Comercial, traducido por
Santiago Sentís Melendo, Ediciones Jurídicas Europa-América, Buenos Aires, 1955, tomo n, pág. 3 Y 5; ROCCO, Alfredo, Principios de
Derecho Mercantil, traducción de la Revista de Derecho Privado, Editora Nacional, México D. F., 1956, pág. 215; ROCCO, Ugo, Teoría
General del Proceso Civil, traducción de Felipe de J. Tena, Editorial Porrúa S.A., México D. F., 1959, pág. 31 Y32; DEL VECCHIO, Giorgio,
Filosofía del Derecho, traducción de Luis Legáz y Lacambra, Bosch Casa Editorial S.A., Barcelona, 1980, pág. 401; ZATTI, Paolo y
COLUSSI, Vittorio, Lineamentí di DirittoPrivato, Casa Editrice Dott. Antonio Milaní, Padova, 1989, pág. 68; TRIMARCHI, Pietro, Istituzioni
di Diritto Privato, Giuffre Editore, Milano, 1989, pág. 64; BRECCIA, Umberto; BIGLIAZZI GERI, Lina; NATOLI, Ugo; BUSNELLI,
Francesco D., Derecho Civil, traducción de Fernando Hinestrosa, Universidad Externado de Colombia, Bogotá, 1992, tomo 1, vol. 1, pág.
337; TORRENTE, Andrea y SCHLESINGER, Piero, Manuale del Diritto Privalo, Dott. A. Giuffre Editore, Milano, 1994, pág. 55; DU
PASQUIER, Claude, Introducción a la Teoría General del Derecho y a la Filosofía Jurídica, traducido por Juan Bautista de Lavalle y Julio
Ayasta Conzáles, Librería e Imprenta Gil S.A., Lima, 1944, pág. 113; GRANFIELD, David, La experiencia Interna del Derecho. Una
Jurisprudencia de la Subjetividad, traducido por Armando J. Bravo Gallardo con la colaboración de Víctor M. Pérez Valera y Miguel
Romero Pérez, Universidad Iberoamericana, México, D. F., 1996, pág. 112 Y113; JAWITSCH, L. S., Teoría General del Derecho, traducido
por Cristina Carda, Editorial de Ciencias Sociales, La Habana, 1988, pág. 186; BITTAR, Carlos Alberto, Teoría Ceral do Direito Civil, Forense
Universitária, Rio de Janeiro, 1991, pág. 14; DINIZ, Maria Helena, Compendio de lntroducao aCiencia do Diráto, Editora Saraiva, Sao Paulo,
1995, pág. 459; DOURADO DE GUSMAO, Paulo, 111troduciío al Estudio do Direito, Editora Forense, Río de Janeiro, 1998, pá~ 243; LEGAZ
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Tratado de Derecho Civil Español, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1958, vol. 1, págs. 2 a 4; MANTILLA, Benigno, La
Relaci6n Jurídica, Revista de Derecho Español y Americano, Madrid, slf, año VII, número 31, págs. 209 a 211; SANTOS BRIZ, Jaime,
Derecho Civil. Teoría y Práctica, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1978, vol. 1, pág. 277; CASTÁN TOBEÑAS, José, Derecho
Ci vil Español, Común y Foral, Reus S.A., Madrid, 1982, tomo 1, vol. !I, págs. 11 a 15; BADENESGASSET, Ramón, Las Relaciones Jurídicas
Patrimoniales, Marcambo Boixareau Editores, Barcelona, 1982, pág. 37; MARÍN PÉREZ, Pascual, Derecho Civil, Editorial Tecnos S.A.,
Madrid, 1983, voL 1, págs. 20 a 22; DIEZ-PICAZO, Luis y CULLÓN, Antonio, Sistema de Derecho Civil, Tecnos S.A., Madrid, 1985, vol.
Il, págs. 49 y 50; LACRUZBERDEJO,José Luis, Nociones de Derecho Civil Patrimonial e Introducción al Derecho,JoséMaría BoschEditor
S.A., Barcelona, 1991, pág. 63; TORRENT, Armando, Instituciones de Derecho Privado, NEO Ediciones S.A., Madrid, 1994, vol. 1, parte
1, págs. 159 a 161; HERVADA, Javier, Lecciones Propedéuticas de Filosofía del Derecho, Ediciones Universidad de Navarra, S.A.,
Pamplona, 1995, pág. 244; GOLDSMITH, Werner, Introducción al Derecho, Aguilar, Buenos Aires, 1960, pág. 241; SMITH, Juan Carlos,
El Concepto de Relación Jurídica, Anales de la Facultad de Ciencias Jurídicas y SOCÍales de la Universidad Nacional de la Plata, tomo XXV,
1966, pág. 284 a 286; ROJINA VILLEGAS, Rafael, Introducción al Derecho! Editorial Porrúa S.A., México, 1967, pág. 135 Ysgtes.; REALE,
Miguel, Introducción al Derecho, traducción de Jaime Brufau Prats, Ediciones Pirámide S.A., Madrid, 1979, págs. 172 y sgtes.; TORRES
LACROZE, Federico y PATRICIO MARTíN, Guillermo, Manual de Introducción al Derecho, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1983, pág.
235; GATTI, Edmundo, Derechos Subjetivos yRelaciones Jurídicas, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1992, pág. 21; BULLARD, Alfredo, La
Relación Jurídico Patrimonial. Reales vs. Obligaciones, Ara Editores, Lima, 1990, págs. 122 y 123.
Esta postura también ha sido consagrada legislativamente. El ejemplo más ilustrativo de di~ha consagración lo proporciona el actual
Código Civil cubano, que en sus artículos 22 y 23 llega a contemplar una definición de la relación jurídica. De acuerdo con el primer
artículo, "Tiene el carácter de jurídica la relación entre personas a la que la ley le atribuye efectos". De acuerdo con el segundo, "Los
elementos de la relación jurídica son: al los sujetos que intervienen en ella; b) el objeto; y, e) la causa que la genera".

7 VON TUHR, Andreas, Derecho Civil. Teoría General del Derecho Civil Alemán, traducido por Tito Rava, Ediciones Depalma, Buenos
Aires, 1946, tomo 1, vol. 1, págs. 155 a 157.

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laciones constituían "fenómenos" de la vida a los sujeto de derechos y el creador de los derechos
cuales el ordenamiento les daba efectos. subjetivos que le correspondían a aquél.
8
De acuerdo con el segundo , la relación jurídica no En consecuencia, de acuerdo con Cicala 11 , de rela-
era sino aquella vinculación de la vida social que el ción jurídica sólo se podía hablar para señalar a una
Derecho consideraba "relevante" y que, por este entidad de consistencia puramente ideal, cuya fun-
motivo, devenía en objeto de regulación positiva. ción consistía, no en vincular al sujeto de derechos
Ahora bien, tal relación consistía, en algunos casos, con el exterior, sino en vincular al mismo con el
en una reglamentación en virtud de la cual un sujeto ordenamiento jurídico; cosa que por lo demás se
quedaba obligado a efectuar cierto comportamiento producía cada vez que aquél, voluntaria o
en favor de alguien distinto; y en otros, en una involuntariamente, "entraba" en uno de los supues-
permisión en virtud de la cual un individuo queda- tos previstos por el referido ordenamiento como
ba facultado para efectuar cierto comportamiento hechos determinantes de efectos -jurídicos.
sobre un bien. Lo primero ocurría, por ejemplo, en
12
la obligación, desde que el deudor tenía que ejecutar De acuerdo con Barbero ,la definición más difun-
una prestación a favor del acreedor. Lo segundo dida de la relación jurídica era aquella que la conce-
ocurría, por ejemplo, en la propiedad, desde que el bía como vínculo o nexo entre dos o más sujetos, uno
propietario podía disponer libremente de la cosa. de los cuales estaba investido de un poder sobre el
En este sentido, podía concluirse que la relación otro o contra el otro. Semejante concepción no
jurídica no era sino la vinculación ordenada por el podía, sin embargo, ser aceptada, debido a que los
Derecho hacia -otras- personas o hacia cosas . individuos, dentro del ordenamiento jurídico, no
estaban el uno sobre el otro, ni podían, cual anima-
3. La teoría normativa les,lanzarse el uno contra el otro. A su entender, los
individuos debían estar el uno con el otro, en cola-
La teoría normativa constituyó el tercer intento que boración recíproca y todos sub iure. En tal sentido,
la doctrina realizó en su propósito de definir a la para este autor la relación jurídica no era otra cosa
relación jurídica. Quienes la propugnaron fueron que la vinculación existente entre -cada uno de- los
Francesco Bernardino Cicala, Domenico Barbero, individuos y el ordenamiento jurídico. Las relacio-
Hans Kelsen y Hans Nawiasky. nes que aquéllos establecían entre sí no eran más
que simples "relaciones de hecho".
Según Cicala10, a partir de la elaboración de las
teorías anteriores, era comúnmente aceptado que la Según Nawiasky13 , las normas de derecho objetivo
relación jurídica constituía un vínculo entre el indi- prescribían a los sujetos a los que se dirigían deter-
viduo y el mundo exterior (conformado por los minado comportamiento externo bajo sanción "co-
sujetos y las cosas). Del mismo modo, era común- activa". En este sentido, los destinatarios de tales
mente aceptado que el derecho subjetivo constituía normas, por el solo hecho de serlo, se veían inmersos
el pilar sobre el cual se sostenía dicha relación. en una situación de necesidad (o de deber). Ahora
Ahora bien, se preguntaba este autor si es que con bien, era indudable, para este autor, que al imponer
estas teorías era posible explicar la relación existen- la norma cierto deber, de algún modo revelaba la
te entre un sujeto de derechos y los derechos subje- existencia de una vinculación, esto es, de una rela-
tivos de los cuales era titular. A ello respondía de ción. Tal vinculación, por otro lado, tenía efectos
modo negativo, reconociendo que la única forma de jurídicos. En consecuencia, la relación jurídica de la
superar el obstáculo presentado era considerar a la que la doctrina tradicional hablaba era, en realidad,
relación jurídica como vínculo gnoseológico entre el la que vinculaba al sujeto gravado con el deber y al

LEHMANN, Heinrich, Parte General, traducción de José María Navas, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1956, vol. 1, pág. 116.

LEHMANN, Heinrich, lue. cit.

10 CICA LA, citado por: SMI1H, Juan Carlos! 0P+ cito pág. 268.

II CICA LA, citado por: PALAZZOLO, Víncenzo, La Teoría del Rapporto Giurídíco, Rivista del Diritto Commerdale e del Diritto Genefale
delle Obbligazioni, Casa Editrice Dottor Francesco Vallardi, Milano, 1946, armo XLIV, parte prima, pág. 582.

II BARBERO, Domenico, Sistema de Derecho Privado, traducción de Santiago Sentís Melend~, Ediciones Jurídicas Europa-América,
Buenos Aires, 1967, tomo J, pág. 150.

n NAWIASKY, Hans, Teoría General del Derecho, traducción de José Zafra Valverde, Ediciones Rialp S.A., Madrid, 1962, pág. 214 a 216.

THEMIS38
18
autor de la norma que lo imponía (esto es, al Estado cados de forma inversa respecto de los primeros. ASÍ,
o a quien hiciera sus veces). en la obligación, por ejemplo, además del derecho
del acreedor de "recibir" la prestación y del deber del
Finalmente, de acuerdo con Kelsen 14, la idea de que deudor de ejecutarla, existía un derecho del deudor
la relación jurídica era una "relación social" que los a liberarse y un deber del acreedor de cooperar para
hombres creaban y que el Derecho simplemente que el deudor recupere la libertad que había perdido
reconocía, era totalmente insostenible, ya que se al asumir dicha relación 17 .
basaba en una visión iusnaturalista del fenómeno
jurídico. Para este autor, antes de la norma jurídica Según este autor, únicamente los derechos subjeti-
no existía Derecho alguno. En tal sentido, solamen- vos "inversamente" colocados podían ser parte de
te podía hablarse de relación jurídica cuando, en el una relación jurídica. Los deberes jurídicos a ellos
contexto del derecho objetivo, se divisaba, no una vinculados eran simples mecanismos de conexión
relación entre sujetos, sino más bien una relación de tales derechos. En este sentido, y en el contexto
entre "hechos" (supuesto y consecuencia) prevista del ejemplo propuesto, el derecho de recibir la pres-
por alguna norma jurídica. tación y el derecho de liberarse de la deuda eran los
únicos términos que podían quedar vinculados por
' ., 18
4. La teoría de la homogeneidad 1a obl19aclOn .

La teoría de la homogeneidad fue creada por Luigi Ahora bien, que la relación jurídica constituía un
Bagolini, constituyendo, una vez producida la pri- vínculo entre dos -o más- derechos subjetivos no
mera "crisis" de la relación jurídica15, el primer podía, de acuerdo con Bagolini, ser objetado en base
intento por redefinir su estructura y de este modo al argumento de que el deudor no tenía derecho
situarla nuevamente en el lugar que hasta entonces alguno a lograr su liberación -en tanto que un terce-
había venido ocupando. ro podía, incluso contra la voluntad de aquél,
liberarlo mediante el cumplimiento de la presta-
Según Bagolini16, la relación jurídica no podía vin- ción, lo que significaba admitir que tal derecho era
cular dos elementos heterogéneos como eran, de un susceptible de ser "actuado" ~orzadamente) por
lado, el deber jurídico; y, del otro, el derecho subje- personas distintas a su titula/ . Así es, de la cir-
tivo. En su opinión, la vinculación en la que toda cunstancia de que un tercero pudiese liberar al
relación se resolvía debía tener como términos a dos deudor aun contradiciendo la concreta voluntad de
entidades entre sí homogéneas. Consideró, por ello, éste, no se podía deducir la inexistencia de un
que únicamente se podía hablar de relación jurídica derecho subjetivo a la liberación; en tanto que lo
cuando existía un "nexo" entre dos o más derechos único que realmente importaba, a efectos de la
subjetivos, pertenecientes a dos o más personas. configuración de tal derecho, era la voluntad presu-
puesta por la norma que lo consagraba y no la
Para sostener esta construcción teórica, Bagolini in- voluntad (psicológica) del deudor específico. En
tentó demostrar que cada vez que un derecho subje- este sentido, toda liberación del deudor era "volun-
tivo y un deber jurídico se vinculaban de manera taria", desde que la norma que concedía la posibili-
"correla tiva", existían otro derecho y otro deber colo- dad de alcanzarla presuponía una voluntad objeti-

l. KELSEN, Hans, Teoría General del Estado, traducido por Luis Legaz y Lacambra, Editora Nacional, México D. F., 1959, pág. 109.

l' Luego de ser considerada como "criterio fundamental de calificación jurídica", capaz de comprender e incluso describir con fines

didácticos cualquier rama del Derecho (teorías clásica y de la interconexión), la relación jurídica atravesó por una serie de etapas críticas
que terminaron por redefinir no sólo su concepto sino también la función que debía cumplir. La primera "crisis" se produjo cuando un
importante sector doctrinal (Hartmann, Camarata, Nicolo, Barbero, entre otros) cuestionó la recíproca correspondencia de los términos
de la relación -o sea, del derecho subjetivo y del deber jurídico (teoría clásica}-; sosteniendo que por lo menos en el ámbito obligacional
el derecho y el deber no tenían contenidos recíprocos, desde que distintas figuras (pago por tercero, pago al acreedor aparente etcétera)
demostraban que el primero podía realizarse sin que el segundo se actúe y que, viceversa, el segundo podía actuarse sin que el primero
se realice (para una comprensión cabal de semejante planteamiento: NICOLO, Rosario, L'Tnadempimento de/[' Obbligo Alttruí, Raccolta di
Scritti, Dott. A. Giuffre Editore, Milano, 1980, pág. 1073 Ysgtes. Para una sesuda crítica: CASCIO, Salvatore, Estinzione del/'Obbligazione
per COIlseguime/lto de/lo Scopo, Dott. A. Giuffre Editare, Milano, 1938, pág. 138 Y sgtes.).

lA BAGOLINI, Luigi, Notas Acerca de la ReladónJurídica, traducción de Francisco Elías de Tejada, Anuario de Derecho Civil, Madrid,

MCML, tomo 111, fascículo I, pág. 13.

17 BAGOLINI, Luigi¡ op. cit., pág. 14.

lH BAGOLINI, Luigi, lue. cit.

19 BAGOLINI, Luigi, op. cit., pág. 15.

THEMIS38
19
va dirigida a la consecución de la desaparición de la era de carácter intersubjetivo, ya que contenía,
necesidad que afectaba al deudor. Por lo tanto, el por un lado, el derecho a exigir una prestación; y,
concepto de derecho subjetivo no se veía -en este por el otro, el deber de ejecutarla. El segundo -o
caso- afectado ni siquiera cuando los terceros, aun sea, el vínculo de responsabilidad- era en cambio
en contra del querer del deudor, cumplían la presta- de carácter subjetivo-objetivo, ya que contenía,
ción y "ejercían" de este modo el derecho que aquél por un lado, un derecho a "ejecutar" el patrimo-
20
tenía a su liberación . nio del deudor; y, por el otro, un estado de suje-
ción patrimonia¡24 .
5. La teoría de la complejidad
Por su parte, el lado interno en las relaciones
La teoría de la complejidad constituyó el segundo reales estaba constituido, en algunas casos, por
intento realizado por la doctrina con el fin de un vínculo entre un sujeto y una cosa; y, en otros,
reformular el concepto de relación jurídica y lograr, por un vínculo entre dos sujetos que se agregaba
de esta manera, que la misma vuelva a ser conside- a un vínculo subjetivo-objetivo (el de la respon-
rada como elemento central del Derecho21. El autor sabilidad). Lo primero ocurría por ejemplo en el
de esta teoría fue Fernando López de Zavalía. caso de la propiedad, en tanto que aquí el dere-
cho se ejercía directamente sobre una cosa. Lo
Según López de Zavalía22, la relación jurídica no era segundo ocurría por ejemplo en el caso del dere-
sino un conjunto de conexiones unificadas en tomo cho real in facendo, ya que aquí el titular del
a un núcleo fundamental, que a su vez se trad ucía en mismo veía satisfecho su interés con la actuación
una conexión entre un individuo, considerado como de un sujeto pasivo. En este caso, sin embargo,
fin; y un ente exterior a él, considerado como medio. había que tener en cuenta que la actuación de
dicho sujeto se hacía a título de "cumplimiento
Ahora bien, esta relación, que vinculaba a un indivi- de una carga", mientras que la actuación del
duo (i) con otros individuos y (ii) con cosas, estaba sujeto pasivo en las relaciones personales se ha-
conformada por dos lados: el interno y el externo. El cía a título de "cumplimiento de un deber,,25.
primero difería según se tratara de relaciones perso-
nales o reales. El segundo, en cambio, se mantenía En cuanto alIado externo, que tenía una configura-
. 23
SIempre constante . ción unívoca, López de Zavalía sostenía que estaba
conformado por un conjunto de vínculos que conec-
En efecto, el lado interno en las relaciones perso- taban al sujeto activo de los vínculos internos con
nales estaba constituido por un vínculo jurídico una pluralidad indeterminada de sujetos, los mis-
entre un sujeto activo y un sujeto pasivo. De mos que estaban sometidos al deber jurídico gene-
ellos, el primero tenía un derecho, mientras que ral de no transgredir los vínculos internos de toda
el segundo tenía un deber. Este lado no era, sin relación jurídica. El lado externo constituía una
embargo, simple, en tanto que estaba conforma- consecuencia lógica y necesaria del lado interno, ya
do, a su vez, por otros dos vínculos: el del débito que el ordenamiento no podía instaurar determina-
(Sclwld) y el de la responsabilidad (Haftung). De do enlace -interno- y, a la vez, autorizar a todos a no
26
los dos, el primero -esto es, el vínculo del débito- respetarlo .

2<1 BAGOLINI, Luigi, luc. cit.

21 La teoría de la complejidad intentó superar la crísis que produjo la demostración de la oponibilidad erga omnes de todos los derechos
subjetivos; demostración que determinó que las teorías anteriores-fundamentalmente la clásica- se vieran imposibilitadas de mantener
la distinción entre relaciones "absolutas" y "relativas", en tanto que el presupuesto del cual partían había quedado destruido con la
admisión del precepto que obligaba a cualquier tercero a no frustrar la satisfacción del interés presupuesto en cada uno de los derechos
reconocidos por el ordenamiento (para una clara exposición de las distintas teorías que afirmaron la oponibilidad erga omnes de todos
los derechos subjetivos: BUSNELLI, Francesco Donato, La Lesione del Credito da Parte diTerzi, Dott. A. Giuffre Editore, Milano, 1963, pág.
7 a 48).

22 LÓPEZ DE ZAVALíA, Fernando, Derechos Reales, ZavaHa Editor, Buenos Aires, 1989, tomo 1, págs. 15 y 16.

2J LÓPEZ DE ZA VALíA, Fernando; op. cit., tomo 1, pág. 28-

24 LÓPEZ DE ZAVALíA, Fernando, op. cit., tomo 1, págs. 31 y 32.

25 LÓPEZ DE ZA VALíA, Fernando, op. dt:. !omo t págs. 35 a 40.

21, LÓPEZ DE ZA VALíA, Fernando, op. cit., tomo 1, págs, 28 y 29.

THEMIS 38
20
III. RECONSTRUCCIÓN DE LA FIGURA Semejantes razones, de innegable origen kantiano,
no son, empero, lo suficientemente válidas para que
1. El modo de configurarla (apreciaciones críticas) se considere inexacta la noción amplia de relación
jurídica. En efecto, cuando se afirma que existe esta
1.1. La intersubjetividad relación tanto en el caso de un vínculo entre perso-
nas como en el caso de un vínculo entre personas y
El término relación jurídica denota "vinculación cosas -o e:ntre personas y lugares-, en modo alguno
jurídicamente reconocida". Como bien se ha se pretende sostener que el derecho objetivo deja de
7
hecho nota/ , en un sentido amplio, relación ser una forma de control social y, por consiguiente,
jurídica puede ser tanto aquella que vincula a un medio de "regulación" de la conducta humana.
una persona con otra, como aquella que vincula a En realidad, reconociendo que solamente es posible
una persona con una cosa, a una persona con un hablar de Derecho en un contexto de
lugar etcétera. "intersubjetividad", es perfectamente factible ha-
llar vínculos que, uniendo términos entre sí diver-
Una concepción como ésta, sin embargo, no ha sos -como son las personas, las cosas, los lugares
merecido la aceptación -general- de la doctrina etcétera-, poseen el atributo de la juridicidad del
contemporánea. Las razones que han provocado cual obtienen su naturaleza de relaciones de Dere-
su rechazo son fundamentalmente dos. En pri- cho. Así, si se piensa en el vínculo existente entre
mer lugar, se ha afirmado que el Derecho (objeti- una cosa "principal" y otra "accesoria", o en el
vo) únicamente rige las relaciones humanas, de vínculo que hay entre una persona y un lugar (na-
lo cual se deduce que aquellas relaciones existen- cionalidad, domicilio), fácilmente se comprobará
tes entre el hombre y los seres no sensibles no que la relación jurídica no necesariamente vincula a
28 . JO
pueden llegar a ser jurídicas • En segundo lu- sUjetos .
gar, se ha dicho que la relación jurídica supone
siempre un poder y un deber recíprocamente Asimismo, cuando se afirma que la relación jurídica
vinculados, y que de ninguno de estos "institu- puede vincular, incluso, a una persona con un lugar
9
tos" puede ser titular una cosa o un luga/ • o con una cosa 31 ,en mod i
o a guno se ·
qUIere d '
eClr

,-, d'AVANZO, Walter, Istituzioni di Diritto Civile, Orientamenti, Roma, 1945, tomo I, pág. 14; SANTORO-PASSARELLI, Francesco,
Diritti A,;soluti e Rc/alwi, Enciclopedia del Diritto, Giuffre Editore, 1964, tomo XII, pág. 751; PALAZZOLO, Salvatore, Rapporto Giuridico,
El1ciclopedia del Diritto, Giuffre Editore, 1987, tomo XXXVIII, págs. 293 y 294; ALPA, Guido y BESSONE, Mario, Eleme1Jti di Dirilto Civile,
Dot!. A. Gi uífre Editore, Milano, 1990, pág. 23; RODRrGUEZ-ARIAS BUSTAMANTE, Lino y PErDRÓ PASTOR, Ismael, Teoría del Deber
Jurídico y del Derecho Subjetivo, Revista General de Legislación y Jurisprudencia, año XCIII, número 3, tomo XV, pág. 278; LÓPEZ DE
ZA VALÍA, Fernando, op. cit., pág. 19.
" En este sentido: CASATI, Ettore y RUSSO, Giacomo, op. cit., págs. 7 y 8; PUIG PEÑA, Federico, op. cit., vol. I, págs. 2 a 5; EspíN
CÁNOVAS, Diego, Manual de Derecho Civil Español, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1982, vol. 1, pág. 227; BULLARD,
Alfredo, op. cit., págs. 107 y sgtes.
2" En este sentido: CASA TI, Ettore y RUSSO, Giacomo, luc. cit.; DE SEMO, Giorgio, op. ci!., págs. 94 y 95; EspíN CÁNOVAS, Diego, luc. dt.
'" La única manera de contradecir esto que se afirma es desconociendo la eficacia jurídica de los vínculos indicados. Semejante actitud,
sin embargo, carecería del más mínimo respaldo positivo. Para despejar cualquier duda al respecto, piénsese en el siguiente caso extraído
dt' la realidad: una empresa dedicada a la comercialización de bebidas gasesosas (la "empresa") celebró con una asociación pro-vivienda
(la "asociación") un contrato en cuya virtud la primera quedó autorizada a utilizar, para fines publicitarios, un panel instalado en un
terreno de propiedad de la segunda. Transcurridos algunos meses y antes de que el plazo del contrato expirara, la asociación procedió
a retirar unilateralmente los avisos que había colocado la empresa en el panel publicitario. Ante tal hecho, la empresa planteó un interdicto
de recobrar. Ahora bien, tomando en consideración que el artículo 921 del Código Civil establece que únicamente el poseedor de bienes
muebles inscritos o el de bienes inmuebles está facultado a interponer acciones posesorias e interdictos, ¿podía la empresa pretender por
la vía del interdicto la tutela de su interés? Veamos. Un panel publicitario, como se sabe, es un bien mueble que una vez instalado en
cualquier bien inmueble se convierte, por disposición del artículo 888 del Código Civil, en accesorio de este último. La accesoriedad de
un bien respecto de otro no determina, sin embargo, la pérdida de la individualidad del primero. En efecto, la norma citada no sólo
establece que el bien accesorio sigue conservando su individualidad sino que incluso reconoce la posibilidad de que el mismo sea objeto
de derechos singulares. En realidad, de acuerdo con el artículo 889 del mismo cuerpo normativo, el único efecto que se deriva de la
accesoriedad es -de ser procedente- el cambio de la condición (mueble o inmueble) original del bien accesorio en función de la que tenga
el principal. Ahora bien, en el caso analizado semejante efecto significó considerar "inmueble" al panel publicitario y, por lo tanto, admitir
la legitimación de la empresa para interponer el interdicto de recobrar. En consecuencia, de acuerdo con una visión desprejuiciada del
asunto no se puede ignorar que, en aplicación de las normas citadas, dos bienes jurídica!)1ente independientes resultaron reéíprocamente
vinculados y que, como consecuencia de ello, uno cambió de condición jurídica, permitiendo de este modo la actuación de un mecanismo
de tutela abstracto como es el jnterdicto. Como se podrá advertir, demostrar la irrelevancia jllrídica del vínculo entre el panel publicitario
y el terreno es, a la luz del derecho positivo, una tarea imposible de realizar.
" La afirmación de que existe relación jurídica entre una persona y una cosa es, en realidad, una simple forma de aludir a la relación
(vinculación) existente entre cierta situación jurídica subjetiva (el derecho de propiedad, por ejemplo) y el objeto sobre el cual dicha
situación recae.

THEMIS38
21
que el lugar o la cosa tienen algún deber para con el con un deber jurídico, esto es, un vínculo que "co-
individuo. Ello sería un absurdo. Sin embargo, que necta" a una facultas agendi con su referente objetivo
el lugar o la cosa no estén gravados con un deber no de actuación.
significa que ambos no puedan ser términos de una
relación jurídica: la idea de que ésta necesariamente Ahora bien, si esto es así, o sea, si la obligación
se resuelve en el binomio derecho subjetivo - deber constituye un vínculo entre el derecho subjetivo
jurídico no sólo es errónea -desde que derecho y de crédito y el objeto sobre el cual recae, ¿porqué
deber no son las únicas entidades ideales que ago- no puede ser una verdadera y propia relación
tan el espectro de las situaciones jurídicas subjeti- jurídica el vínculo que hay entre el derecho de
vas-, sino también apriorística. Así es, ¿porqué propiedad y el objeto sobre el que recae? Se dirá
razón los términos de una relación jurídica tienen que no puede ser una verdadera y propia relación
que ser situaciones jurídicas subjetivas? ¿N o puede, jurídica por el simple hecho de que el derecho
acaso, constituir una relación jurídica el vínculo objetivo únicamente regula el comportamiento -
existente entre el derecho subjetivo y su objeto? interrelacionado- de los seres humanos, lo que no
Nótese que de negarse esto, no podría afirmarse que puede realizarse en este caso, en tanto que existe un
la obligación es una relación jurídica. En efecto, el solo comportamiento a "regular": el del propieta-
33
objeto del derecho de crédito es, como se sabe, la ri0 • Pero este argumento, qué duda cabe, es
prestación'2. Ésta, a su vez, no es otra cosa que el inidóneo para responder negativamente a la pre-
"contenido" de una situación jurídico subjetiva de- gunta formulada. En efecto, si bien no es posible
terminada: el deber. En tal sentido, la obligación, poner en duda el hecho de que, al tener como
como relación jurídica, no es más que un vínculo finalidad el logro de la pacífica y justa convivencia
que une a un derecho subjetivo (derecho de crédito) entre los seres humanos, el derecho objetivo sólo se
con su objeto (deber jurídico -patrimonial y especí- explica en una situación de convivencia, no parece
fico-). Claro, lo que ocurre es que, como dicho igualmente indudable el hecho que, en su afán de
derecho y su objeto son situaciones jurídicas subje- alcanzar la finalidad" deseada", aquél únicamente
tivas -esto es, situaciones jurídicas que solamente se sirva de preceptos que establezcan los comporta-
surgen en "cabeza" de sujetos de derecho-, se dice, mientos que unos deben de tener frente a otros. Así
sin mayor preocupación, que "la obligación es entre es, resulta claro para nosotros que el Derecho tam-
sujetos". Pero esto, evidentemente, resulta exacto bién puede servirse, como efectivamente lo hace, de
sólo en la medida en que los sujetos sean efectiva- preceptos que establecen los comportamientos que
mente titulares de situaciones jurídicas subjetivas se deben o que se pueden observar hacia las cosas,
34
(esto es, del derecho y del deber que constituye su los animales etcétera • En estos casos, la finalidad
objeto). Si es que carecen de ellas, no surgirá obliga- mencionada no es obviada, desde que así se pro-
ción alguna. Por consiguiente, desde un punto de mueve un estado de cosas que, desde una perspec-
vista interno -o estructural-, la obligación no es otra tiva general, es considerado deseable y útil a los
cosa que un vínculo que une un derecho subjetivo fines de una ordenada coexistencia35 .

32 Sobre el objeto del derecho de crédito la doctrina comparada ha debatido arduamente¡ al punto que quienes se ocuparon de estudiar
este tema llegaron a elaborar una multiplicidad de planteamientos que sólo con gran esfuerzo de sistematización pueden ser agrupados
en ocho teorías, a saber: (i) la teoría personalista; (ii) la teoría realista; (iii) la teoría de la carga; (iv) la teoría del débito y la responsabilidad;
(v) la teoría del bien debido; (vi) la teoría de la tolerancia; (vii) la teoríaneosubjetiva; y, (viii) la teoría de la integración. Ni la considerable
dificultad del tema ni la proliferación de postulados impidieron, sin embargo, que la doctrina finalmente alcance el consenso deseado,
de modo que se puede afirmar, sin temor alguno, que, salvo unas pocas excepciones, actualmente se considera a la prestación'debida
como objeto del derecho de crédito.

TI KELSEN, Hans, op. cit., pág. 190.

1~ Que el Derecho establece conductas que deben o que pueden desarrollarse respecto de cosas, anirnales etcétera, es algo de lo que no
pUE'de dudarse. Así, por ejemplo, el derecho de propiedad no es sino un conjunto de facultades que el ordenamiento jurídico concede
sobre un "bien". A este respecto, conviene puntualizar que no se puede sostener válidamente, como lo pretende Kelsen, que la propiedad
" ... no consiste sino en las normas que sancionan con pena y ejecución los actos de disposición y goce sobre cosa ajena y en la posibilidad
concedida al propietario de provocar unilateralmente, mediante una simple manifestación de su voluntad (... ) la consecuencia jurídica
contra el infractor" (op. cit., pág. 190) (el énfasis es nuestro); pues, si así fuera, las referidas facultades solamente tendrían juridicidad
en caso que no sea el propietario quien las ejerza, l~ cual resulta a todas luces absurdo.

]S Resulta significativo comprobar como esta consideración es finalmente reconocida por quienes se resisten a aceptar la idea de ~ue
la re/afio vincula términos heterogéneos. Así, por ejemplo, Dabin, uno de los máximos exponentes de la teoría clásica o intersubjetiva,
llega a admitirla afirmando que "Es, pues, un error representarse el mundo del Derecho, a pretexto de que rige las relaciones de los
hombres entre sí, a modo de una red dé lazos de derechos y obligaciones entre personas determinadas. Esa representación simplifica
la complejidad de las relaciones humanas, quellevan consigo no solamente relaciones inmediatas, con sujetos actiyos y pasivos limitados
desde el primer momento (...) sino también r€laciones más indirectas, más inciertas con sujetos ilimitados desde el primer momento (... )

THEMIS38
22
En consecuencia, al no ser cierta la afirmación de 1.2. La intersubjetividad (sigue)
que el Derecho sólo regula el comportamiento
interrelacionado de los seres humanos, no es posi- Afirmar que la relación jurídica intersubjetiva es un
ble, con base en las razones críticas que han sido vínculo entre -dos o más- personas supone, cierta-
expuestas, rechazar la idea de que el vínculo exis- mente, rechazar aquellas opiniones que la señalan
tente entre el derecho de propiedad y el objeto sobre como un vínculo instaurado, no entre sujetos, sino
,el cual recae constituye una verdadera y propia más bien entre éstos y el ordenamiento jurídico. Y
37
relación jurídica. el repudio puede, como lo ha notado Bagolini ,
justificarse en una razón muy sencilla: resulta impo-
sible considerar, sin caer en contradicción lógica, a
La conclusión de que la relación jurídica no se
la relación jurídica como un vínculo con el derecho
instaura únicamente entre personas no debe, por lo
objetivo, desde que así se tendría, de un lado, a la
demás, causar asombro; pues entre nosotros no es
norma jurídica como uno de los "términos" de la
desconocida la existencia de institutos que alber-
relación jurídica; y, del otro, como condición de
guen fenómenos en lasque no sea posible divisar
juridicidad de la misma,.lo cual, desde el punto de
comportamiento humano alguno. Así, si se tiene en
vista ontológico, es un absurdo.
cuenta el concepto de "hecho jurídico" que la doctri-
na pacíficamente ha adoptado, se advertirá que en él
1.3. La complejidad
se han comprendido tanto conductas ("negocios
jurídicos" y "actos jurídicos en sentido estricto")
La relación jurídica intersubjetiva es, según se ha
como acontecimientos en los que no interviene el
dicho, un vínculo que une situaciones jurídicas sub-
hombre ("hechos jurídicos en sentido estricto"), sin
jetivas; o, en otras palabras, un vínculo que liga a
que frente a esto alguien haya levantado voz de
personas. Ahora bien, ¿cuál es el alcance de la
disconformidad.
intersubjetividad en esta clase de relación? A esta
pregunta, la doctrina tradicional respondió en un
Ahora bien, el hecho de que todo vínculo -entre sentido "amplio", ya que consideró a la relación
dos entidades- con relevancia jurídica pueda jurídica, bien como un vínculo entre dos o más
ser considerado como "relación jurídica" no individuos determinados -o determinables- (la rela-
significa que, en aras a la sistematicidad con- ción personal), bien como un vínculo entre un indi-
ceptual, no sea posible distinguir a las relacio- viduo determinado y una pluralidad indetermina-
nes que unen situaciones jurídicas subjetivas da de personas (la relación real).
(relaciones entre sujetos) de las demás. En efec-
to, atendiendo a la diversa naturaleza de la Con semejante actitud, empero, la referida doctrina
composición que las primeras presentan, cabe - únicamente buscó estructurar un" esquema perfec-
al igual que lo que ocurre a propósito de las to", en su propósito de explicar y justificar la exis-
distintas clases de "hecho jurídico" - hablar de tencia de todo derecho subjetivo con base en la
"relaciones jurídicas intersubjetivas" para dife- relación jurídica -intersubjetiva-o
renciar de este modo a las relaciones que contie-
nen -en sus dos extremos- situaciones jurídicas Esta forma de entender la intersubjetividad de la
intersubjetivas de las que no presentan tal ca- relación fue, empero, dejada de lado. Efectivamen-
racterística'" . te, una vez demostrado, con incontestables argu-
mentos, que la "protección" frente a los terceros
En este sentido, y considerando que sólo las rela- acordada por el ordenamiento jurídico es igual para
ciones jurídicas intersubjetivas presentan aspec- todos los derechos subjetivos, la doctrina abandonó
tos que requieren ser esclarecidos, continuare- la concepción amplia de la intersubjetividad, ya que
mos nuestro análisis únicamente respecto de es- o se tenía por relaciones jurídicas -intersubjetivas- a
tas últimas. todas las vinculaciones entre sujetos, cosa que origi-

Más aún, hay reglas de Derecho que, aunque partiendo de la hipótesis general de las relaciones humanas no crean regla alguna de
Derecho ni entre personas determinadas, ni entre indeterminadas: la regla dicta simplemente una solución obligatoria en materias
que, de cerca o de lejos, interesan a las relaciones humanas" (op. cit., págs. 128 y 129) (el énfasis es agregado). Como se.podrá advertir,
a pesar de que este autor no traiciona sus ideas en lo concerniente al concepto derelatio que defiende, admite expresamente que el derecho
objetivo contiene preceptos que en modo alguno vinculan a los individuos.

]" De acuerdo con Barassi, el término "relación jurídica intersubjetiva" fue creaci6n de Garbagnati (ver: BARASSI, Lodovico, 1 Díritti
Renli ¡¡el NWJ710 Codice Civile, Dott. A. Giuffre Editore, Milano, 1943, pág. 7) .

.17 BAGOLINI, Luigi, op. cit., pág. 11.

THEMIS38
23
naba el problema de explicar cómo era que solamen- de esta relación es, entonces, de "protección", en el
te en ciertos casos había, además de una conexión sentido de que se dirige a mantener a los terceros al
a b stracta38 ,una concreta39 ; o, se reservab
a el nomen margen de la relación de" satisfacción", dependien-
únicamente para las vinculaciones entre los sujetos do de este modo su existencia de la del interés en el
que estuviesen determinados o fuesen goce de algo.
determinables. Ante tal disyuntiva, se optó por lo
.JO
segundo . Ahora bien, el hecho de que tanto las vinculaciones
entre sujetos determinados o determinables (rela-
Por lo que a nosotros concierne, consideramos que ciones "concretas") como las vinculaciones entre
puede mantenerse la idea de que la relación jurídica sujetos determinados o determinables, de un lado, e
intersubjetiva es tanto la que existe entre sujetos indeterminados, de otro (relaciones" abstractas"),
determinados o determinables como la que hay constituyan auténticas relaciones de carácter
entre sujetos determinados o determinables, por un intersubjetiva no quiere decir, empero, que ambas
lado, e indeterminados, por el otro 41. En efecto, formen una unidad total, de manera que pueda
habiendo adoptado una noción desprejuiciada en hablarse de una sola gran relación jurídica. En
torno a la re/afio, no hay razón para excluir de su efecto, si bien resulta incuestionable que las relacio-
ámbito a las vinculaciones existentes entre un sujeto nes "abstractas", en tanto protectoras de un interés
y un grupo indeterminado de personas. Claro, lo de goce, van a estar presentes en todos los casos,
que ocurre es que estas vinculaciones tienen una garantizando la existencia de cuanto derecho subje-
función muy distinta de la que le corresponde a las tivo aparezca, no se puede considerar que ellas sean
primeras. Así, mientras las relaciones instauradas el lado externo de una supra-relación, que tendría
entre sujetos determinados o determinables tienen como lado interno a las relaciones que contienen el
como función la satisfacción de un interés de goce (y derecho subjetivo cuya existencia garantizan, y esto
por eso primario), las relaciones instauradas entre simplemente porque, desde una perspectiva estruc-
sujetos determinados o determinables, de un lado, e tural, ambas no parecen ser susceptibles de
indeterminados, del otro, tienen como función la reconducción a una sola entidad. Así es, la relación
satisfacción de un interés de protección (y por ello "concreta" une a dos individuos, uno de los cuales
secundario), consistente en impedir que cualquier (" sujeto activo") es quien porta el interés presu-
tercero frustre la realización del interés de goce. Los puesto del derecho subjetivo contenido en dicha
casos de la obligación y del deber de no dañar a los relación. Sobre la base de este interés "tutelado", la
demás sirven para ilustrarlo afirmado. En efecto, en relación "abstracta" impone a los terceros la necesi-
el primer supuesto se tiene un vínculo en virtud del tas de no interferir en la realización del mismo. Es
cual un sujeto tiene que procurarle a otro cierto bien claro, en consecuencia, que hay una vinculación
de la vida, a fin de que éste elimine el estado de entre el "sujeto activo" y los terceros; vinculación
necesidad que lo agobia. La función de esta relación que por lo demás justifica la "responsabilidad" que
es, pues, de "satisfacción", en el sentido de que se éstos puedan tener frente a aquél por la transgresión
dirige a la consecución de un bien cuyo" goce" se del deber a su cargo. Ahora, ¿ existe alguna vincula-
asegura. En el segundo supuesto se tiene, en cam- ción entre el "sujeto pasivo" -de la relación" concre-
bio, un vínculo en virtud del cual todo sujeto tiene ta" - y los terceros? No. La necesitas impuesta a éstos
que abstenerse de efectuar actos que impidan a los no se dirige a proteger el interés del" sujeto pasivo",
demás el -efectivo- disfrute de un bien. La función de forma que éste no tiene "atribución" alguna

11' Conexión abstracta" es,. en este contexto,. la que "une" una situación .. jurídica subjetiva de ventaja- de #protección" con un deber
11

jurídico general. Esta conexión se presenta siempre, pues su función consiste en "impedir" que los terceros se interpongan en la
satisfacción del interés presupuesto en cada situación - jurídica subjetiva de ventaja- de "goce".

J') Conexión "concreta" es, en este contexto, la que "une" una situación -jurídica subjetiva de ventaja- de "goce" con un deber jurídico
específico o con un estado de sujeción. Este vínculo sólo se presenta cuando el interés que presupone dicha situación requiere, para su
satisfacción, de la "cooperación" de otro.

"" Siguen este camino: PUGLIATTI, Salvatore, Il Tras/crimen/o delle Situazioni Soggetive, Dott. A. Giuffre, Milano, 1964, pág. 22;
GIACOBBE, Giovanni, Mora del Credi/ore, Enciclopedia del Dil·itto, Giuffre Editore, 1976, tomo XXVI, pág. 950; COMPORTI, Marco, Diritti
Rcn/i in Generale, Tratatto di Dirítto Civile e Commerciale, diretlo da Antonio Cicu e Francesco Messineo, continua/o da Luigi Mengoni, Dott. A.
Giuffre Editore, Milano, 1980, vol. VIII, tomo 1, págs.'23 y sgtes.; BRECCIA, Umberto; BIGLJAZZJ GERI, Una; NATOLI, Ugo; BUSNE¡D,
Francesco D.: op. cit., tomo J, vol. J, pág. 337; JAWJTSCH, L. S., op. cit., pág. 195.

41 Evidentemente, este último tipo de relación jurídíca intersubjetiva no llega a establecer un vínculo con la totalidad de los miembros
de la comunidad, sino solamente con aquello.,:; .que, de hecho, se encuentren en contacto con el objeto de la situación jurídica subjetiva
de ventaja y puedan por ello realizar un acto de ingerencia que frustre la satisfacción del interés presupuesto por li,i misma. En tal sentido:
TORRENTE, Andrea y SCHLESINGER, Piero, op. cit., pág. 61.

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24
respecto de aquéllos. Y si esto es así -o sea, si es que subjetivas -esto es, dos posiciones que el ordena-
la relación "abstracti1" únicamente vincula al "suje- miento reserva para los sujetos de derecho-, sin que
to activo" de la relación "concreta" con los terceros interese si éstas corresponden a una o más personas
respecto de ella-, ¿puede considerarse que ambas detetminadas o determinables, o a una pluralidad
relaciones llegan a formar una supra-relación? Cree- indeterminada de personas.
mos que no. La ausencia de conexión entre todos
sus "polos" determina, en nuestro concepto, lainexis- 1.4. La homogeneidad
tencia de semejante instituto.
La relación jurídica intersubjetiva es, hasta aquí, un
Una vez aclarado esto último, necesario es puntua- vínculo intersubjetivo" concreto" o" abstracto". Esto,
lizar que la circunstancia de que consideremos a la sin embargo, nada nos dice sobre la naturaleza
relación jurídica intersubjetiva en los términos bási- jurídica de sus dos términos. Tradicionalmente, se
cos de la doctrina clásica no quiere decir que acep- ha indicado que tales términos son el deber jurídico
temos la idea de que todo derecho subjetivo se y el derecho subjetivo. A esta concepción se ha
explica en función a dicha relación. Así es, para opuesto, sin embargo, una teoría según la cual, los
nosotros resulta claro que existen derechos subjeti- polos de la relación únicamente pueden ser dere-
vos que están muy al margen de esta clase de chos subjetivos. La razón por la cual se propugna tal
relación. Así, por ejemplo, el derecho de propiedad. cosa parte de un presupuesto muy simple: la rela-
Es cierto que a propósito de estos derechos surgen ción, se sostiene, cualquiera que sea su tipo, sólo
relaciones de carácter intersubjetivo, como la rela- puede unir términos homogéneos.
ción que existe entre quien es propietario de un bien
y los terceros respecto del mismo; pero es cierto Frente a esta particular concepción del contenido
también que semejantes relaciones son distintas de mismo de la relación jurídica cabe oponer dos con-
las que acogen a los mencionados derechos. En sideraciones. En primer lugar, nada hay que impida
efecto, mientras que las relaciones intersubjetivas lo concebir a la relación jurídica, en tanto "nexo",
único que hacen es otorgar una situación de ventaja como entidad que une a dos términos heterogéneos,
en virtud de la cual un sujeto puede esperar - como evidentemente son el derecho subjetivo y el
legítimamente-42 de otros la abstención de todo deber jurídico. La validez de la teoría de la homoge-
comportamiento respecto de cierto bien, las relacio- neidad pasa, en consecuencia, por la necesaria de-
nes que contienen a los derechos en cuestión (o sea, mostración de la exactitud de la premisa de la cual
a los que se encuentran al margen de las relaciones parte. En este sentido, en tanto no se demuestre,
de carácter intersubjetivo) le otorgan a dicho sujeto como efectivamente no lo ha sido, que existe algún
la posibilidad de obrar directamente sobre el referi- inconveniente lógico o conceptual que hace imposi-
do bien, viniendo así a constituir "relaciones de ble admitir la existencia de una relación jurídica
satisfacción"; es decir, relaciones que procuran el entre -dos o más- términos heterogéneos, no hay
goce de algo y, por eso, devienen en primarias porqué atender a la posición que criticamos.
respecto de cierto de tipo de relaciones
intersubjetivas (las" abstractas,,)43 . Pero aun cuando se logre demostrar que la "antíte-
sis" que existe entre derecho subjetivo y deber jurí-
Vistas así las cosas, podemos concluir, en conse- dico impide toda conexión entre ambos, resulta
cuencia, que una relación jurídica intersubjetiva es sumamente cuestionable, por artificioso, que se co-
aquella que une o conecta dos situaciones jurídicas loque, por un lado, a los derechos subjetivos como

42 Se trata de una situación jurídica subjetiva de ventaja innominada, en tanto que la misma no puede ser identificada con el derecho
subjetivo (ni con el poder ni con la expectativa ni con el interés legítimo). Así es, el titular de tal situación no tiene a su favor facultad
alguna a fin de lograr la satisfacción de su interés (en no ser "perturbado"). Nótese que no se puede afirmar que al mismo le corresponde
la pretensión de exigir el cumplimiento del deber general de abstención; pues, como lo ha hecho notar THON (Norma Giuridica e Diritto
Soggetlivo, 1I1dagi di Teoria Genemle del Diritta, traduzione di Alessandro Levi, Casa Editrice Dott. A. Mílani, Padova, 1951, pág. 159), la
posibilidad de exigencia de respeto carece, en este contexto, de toda relenncia jurídica (¿se deriva alguna consecuencia jurídica si,
ejerciendo su "pretensión", el propietario exige a un tercero el cumplimiento del referido deber? ¿Existe algún reconocimiento por parte
del ordenamiento respecto de tal acto?).
Es importante puntualizar, sin embargo, queel carácter "jurídico" de la situación en la que se encuentra quien espera no ser "perturbado"
en modo alguno puede ser negado, pues es notorio que el interés que ostenta el titular de tal situación ha sido valorado positivamente
por el ordenamiento jurídico, que (i) conecta un deber tendiente a su satisfacCión y (ii) otorga medios de "protección" frente a la
transgresión del mismo. De igual modo, es importante destacar que son titulares de esta situación innominada no sólo aquellos que
tienen derechos que no se insertan en relaciones jurídicas intersubjetivas sino también aquellos que tienen derechos que se insertan en
tales relaciones (yen general aquellos que ostentan situaciones de goce que puedan ser objeto de perturbación por parte de terceros).

43 Sustancialmente de acuerdo: PUGLIATTI, Salvatore, op. dt., págs. 22 y 23.

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25
"términos" de la relación; y, por el otro, a los deberes al otro, sin que alguno de ellos pueda pretender
jurídicos como simples "instrumentos" que permi- tutela, en tanto que ambos actuarían "conforme a
ten la coexistencia y conexión de dichos términos. Derecho,,45 . .
En realidad, si tal como se reconoce, los deberes
jurídicos son los que hacen posible la propia vincu- En consecuencia, al revés de lo que postula la teoría
lación de los derechos subjetivos, aquéllos no pue- de la homogeneidad, la -exacta- noción de relación
den ser excluidos de la condición de "elemento" de jurídica no puede sino partir del presupuesto de que
la relación jurídica, a no ser que se quiera colocar los "términos" por ella vinculados son, necesaria-
aquello que hace posible la vinculatoriedad al exte- mente, opuestos u heterogéneos. Sólo de esta forma
rior de la misma, cosa que sería un absurdo. Y si esto uno de los sujetos (o, mejor, una de las partes) puede
es así, o sea, si los deberes jurídicos son elementos de realizar su interés a costa del interés del otro.
la relación jurídica, resulta claro que ésta termina
por contener a términos heterogéneos. Ahora bien, si esto es así, ¿cómo queda el ejemplo a
partir del cual se "demuestra" la validez de la
En segundo lugar, y más allá de la validez de la construcción sostenida por la referida teoría? Muy
premisa y del razonamiento de los que se sirve la simple, queda desvirtuado. Así es, no se puede
teoría de la homogeneidad, es vana, a todas luces, sostener que en la obligación el deudor ostenta un
la pretensión de estructurar el contenido de la derecho que se conecta con el derecho del acreedor
relación jurídica en base a la conexión de derechos a exigir la prestación. Como ha sido ampliamente
subjetivos, ubicados en polos opuestos de manera demostrado 46, el-innegable- derecho que el deudor
correlativa. En efecto, ninguna relación jurídica tiene a su liberación no está funcionalmente conec-
puede cobijar un derecho "en frente de otro", en tado con el derecho de crédito sino más bien con el
tanto que ello implicaría admitir la coexistencia de deber del acreedor de cooperar para que se produz-
dos situaciones jurídicas subjetivas de ventaja ca el cumplimiento de la obligación.
funcionalmente conectadas, cuyo contenido
(facultas) permita a sus titulares obrar de modo 2. El modo de configurarla (sigue)
simultáneo sobre un mismo objeto, cosa que a
nosotros nos parece imposible. Así es, tal como ha 2.1. Los polos (insuficiencia de la correlatividad
sido relievado 4-1, no puede existir una situación de deber-derecho)
libertad (o de ventaja) para uno, sin la respectiva
situación de necesidad (o de desventaja) para el De lo hasta aquí dicho, resulta que la relación
otro. En realidad, todo derecho (yen general toda jurídica intersubjetiva es una vinculación" concre-
situación de ventaja) que se inserte en el contenido ta" o "abstracta" en cuyos polos se ubican situacio-
de una relación jurídica intersubjetiva requiere de nes jurídicas subjetivas heterogéneas. Ahora bien,
la presencia de una situación correlativa y a la vez ¿qué situaciones jurídicas subjetivas heterogéneas
contraria -o sea, de un deber jurídico (u otra situa- son estas? Tradicionalmente, se ha sostenido que
ción de desventaja)- que posibilite la satisfacción ellas son el derecho subjetivo, por un lado; y, el
del interés que el mismo presu pone. Pretender que deber jurídico, por el otro. Es así como en base a
coexistan dos derechos -o más exactamente dos estas dos entidades se estructuraron unas relacio-
situaciones de ventaja- funcionalmente ligados es nes jurídicas "absolutas" y otras "relativas", las
una ingenuidad, pues en tal caso los individuos mismas que terminaron por abarcar dentro de sí a
serían libres de actuar y podrían interferirse el uno todo derecho subjetivo.

+l ROCCO, Ugo, op. cit., tomo 1, pág. 31; TRIMARCHI, Pietro, op. cit., pág. 57; ZATTI, Paolo y COLUSSI. Vittorio, op. cit., pág. 68.

4' Aquí hay que hacer una precisión. Sostener que dos derechos subjetivos (u otras situaciones de ventaja) no pueden estar
correlativamente ligados no significa negar que en una relación jurídica intersubjetiva ambas partes puedan tener uno o más derechos
subjetivos a su favor. En efecto, semejante cosa constituiría un absurdo, sobre todo a la luz de la existencia de las relaciones recíprocas,
en las que cada una de las partes asume tanto derechos como deberes. En realidad, 10 que con nuestras afirmaciones hemos pret~dido
signi ficar es simplemente que un derecho subjetivo no puede estar funcionalmente" conectado" a otro, esto es "ligado" con motivo de
un mismo objeto a otro, ya que en tal caso carecería de "garantía", entendida ésta como la situación jurídica subjetiva opuesta que
posibilita el efectivo despliegue de la facultad de o~rar contenida en tal derecho. Que la relación jurídica intersubjetiva otorgue a cada
una de las partes varios derechos subjetivos es cosa distinta, pues seguramente cada uno de esos derechos estará conectado a un deber
(u otra situación de desventaja), de manera que no podrá decirse que en tal caso los derechos de las partes están recíprocamente "ligados"
(para una visión suscinta acerca del derecho subjetivo: ESCOBAR ROZAS, Freddy, El Derecho Subjetivo. Consideraciones en torno a su
esencia y estructura, ¡us et veritas, Revista editada por estudiantes de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del
Perú, año IX, número 16, pág. 280 Ysgtes.).-:. .

•" A modo de referencia: GIACOBBE, Giovanni, op. cit., pág. 950 Y sgtes.

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26
Es oportuno aclarar, sin embargo, que para esta actuada", en donde uno de los" polos" se traduce en
doctrina -tradicional':: el" derecho subjetivo" se iden- un derecho potestativo y el otro en un estado de
tificaba con la "pretensión ", esto es, con la facultad de sujeción48. El referido derecho se resuelve en la
exigir la realización de una conducta. Así, el crédito facultas que tiene el optante para que, con su sola
era la facultad de exigir al deudor la -efectiva- ejecu- declaración, quede celebrado el contrato definitivo,
ción de la prestación debida, mientras que la propie- mientras que el estado de sujeción se resuelve en la
dad era la facultad de exigir a los terceros el irrestricto afectación que de su esfera realiza el concedente a
"respeto" del bien que se tenía en poder. fin de que la decisión del optante pueda producir
efectos -jurídicos.
Contra esta manera de concebir la "naturaleza" del
contenido mismo de la relación jurídica se ha pro- Ahora bien, quien quiera sostener que la relación
4
nunciado una moderna doctrina ,que en su propó- jurídica es un simple vínculo que "conecta" un
sito de encontrar una terminología precisa suscepti- derecho (pretensión) con un deber, tiene, a propósi-
ble de ser empleada en cualquier razonamiento que to de este contrato, la siguiente alternativa: (i) de-
aspire a ser analítico y profundo, ha logrado identi- mostrar que aquí también existen derecho (preten-
ficar situaciones jurídicas subjetivas distintas tanto sión) y deber; o, encaso de ser infructuoso el intento,
del derecho subjetivo como del deber jurídico. Es (ii) negar que hay aquí una relación jurídica. Plan-
así como alIado de estas "viejas" figuras han sido teado así el asunto, a nosotros nos parece que no se
colocados, por un lado, el interés legítimo, la expec- puede adoptar ni una ni otra solución, y que lo
tativa y el poder; y, por el otro, el estado de sujeción mejor es, más bien, renunciar a la noción de la cual
y la carga. se parte. En efecto, en primer lugar, resulta imposi-
ble afirmar que el optante es titular de una preten-
La sola constatación de que esto es así -o sea, de que sión y que el concedente tiene a su cargo un deber.
hay una pluralidad de situaciones jurídicas subjeti- Así es, el optante no tiene posibilidad de exigirle al
vas de ventaja y de desventaja- resulta suficiente concedente el cumplimiento de prestación alguna a
para abandonar de manera definitiva la noción que fin de satisfacer su interés. ¿Y porqué no tiene dicha
circunscribe los términos de la relación al binomio posibilidad? Muy simple: porque la facultad que se
derecho (pretensión)-deber. Sin embargo, como le ha dado posee tal naturaleza, que él mismo pue-
quiera que no podemos demostrar en este lugar la de, sin la cooperación -actuada- del concedente o de
validez de la premisa de la cual partimos -esto es, la cualquier otro, realizar su propio interés. De la
existencia de una diversidad de situaciones jurídi- misma manera, el concedente no tiene que dar,
cas subjetivas-, no nos queda más que evidenciar la hacer o no hacer algo para satisfacer el interés del
imposibilidad de seguir manteniendo en pie una optante. Su situación jurídica subjetiva no contem-
noción tan estrecha sobre la composición de la rela- pla necesidad alguna de desplegar un comporta-
ción jurídica intersubjetiva. Y para ello nos servire- miento, sino simplemente el padecimiento de un
mos del contrato de opción. estado del cual no es posible sustraerse, bajo ningu-
na forma. En segundo lugar, resulta igualmente
De conformidad con lo dispuesto por el artículo imposible negar la existencia de una relación jurídi-
1419 del Código Civil, el contrato de opción es aquel ca en el caso del contrato de opción, desde que nadie
por el cual una de las partes ("concedente") queda puede dudar que el mismo genera dos situaciones
vinculada a su declaración de celebrar en el futuro jurídicas subjetivas concretas, opuestas y
un contrato definitivo, mientras que la otra funcionalmente conectadas.
(" optante") tiene el derecho exclusivo de celebrarlo
o no. Comentando la clase de relación jurídica que Por lo tanto, no existe otra salida que reconocer la
surge de este con trato, la doctrina reconoce que aquí insuficiencia de la correlación derecho (pretensión)-
se está ante una típica relación de cooperación "no deber para explicar, sin artificio de por medio, el

·ti PUGLIATTI, Salvatore, Introducción O'" pág~ 201 Ysgtes.; BIGLIAZZl GERI, Una, Profili Sistematici dell' Au totu tela Privata, Dott. A.
Giuffre Editore, Milano, 1971, pág. 12 Ysgtes.; PALAZZOLO, Salvatore, op. cit.,pág. 307 Ysgtes.; TRIMARCHI, Pietro, op. cit., págs. 58
y 59; ZATTI, Paolo y COLUSSI, Vittorio, op. cit., pág. 64 Y sgtes.; ALPA, Guido y BESSONE, Mario, op. cit., págs. 24 y 25; BIGLIAZZI
GER1, Lina; BRECCIA, Umberto; NATOLI, Ugo; BUSNELLI, Francesco D" op. cit., tomo T, vol. 1, pág. 353 Ysgtes; NIC0LÓ; Rosario, Le
Sitllaziolli Giuridiclle Soggetive, Letturedi Diritto Gvile, raecolte da Guido Alpa e Pa% Zattí, Casa Editrice Dott. A. Milani, Padova, 1990, pág.
129 Y sgtes. ' .

" En tal sentido: BlANCA, Massimo, Diritto Civi/e, Dott. A. Giuffre Editore, Milano, 1984, vol. lIt pág. 227; CARRESl, Franco, Il
COl1tratto, Tratlalo di Diritto Civilee CornrnercÚlle, giiídirettoda AntonioCicu e FmncescoMessíneo, c011tilluatodaL4igi Mengol1i, Dott. A. Giuffre
Editore, Milano, 1987, tomo n, pág. 755; RA VAZZONI, citado por: SACCO, Rodolfo y DE NOVA; Giorgio, Il Contratto, Tratatto di Dirítto
Cil,iIe, direlto da Rodolfo Sacco, UTET, Torino, 1993, tomo n, pág. 323.

THEMIS38
27
contenido abstracto de la relación jurídica relaciones, éstas únicamente se diferencian por la
intersubjetiva. Para nosotros, tal contenido sólo clase (patrimonial o extrapatrimonial, simple ocom-
puede ser reconducido a la situación jurídica subje- pIejo etcétera) del interés sobre el cual recaen.
tiva de ventaja y de desventaja.
52
Para una cuarta corriente de opinión , el objeto de
2.2. El objeto la relación jurídica -intersubjetiva- es la propia rela-
ción que, desenvolviéndose en el plano social, es
El afán por hallar la exacta configuración de la elevada a la categoría de "jurídica" por el Derecho.
relación jurídica intersubjetiva ha hecho que la doc- En consecuencia, lo que hace distintas a las relacio-
trina debata acerca de lo que constituye el objeto de nes jurídicas es la propia configuración que en la
la misma. Así, desde la época de Savigny hasta realidad tengan las vinculaciones sobre las que se
nuestros días, las distintas posiciones en tomo a este edifican.
tema no han cesado de hacer sentir sus voces, sin
53
que pueda decirse que ha sido logrado el consenso. Para una quinta corriente de opinión , el objeto de
la relación jurídica -intersubjetiva- es la utilidad que
Con una visión meramente panorámica, desde que en el sujeto recaba o confía recabar de la situación de
realidad el asunto no tiene la importancia que aparen- ventaja que la ley ha acordado a su favor. En tal
ta, se puede resumir, en los siguientes términos, el sentido, las relaciones sólo se distinguen por la
desarrollo del discurso doctrinario sobre el mismo. particular utilidad (patrimonial, extrapatrimonial
etcétera) que le ha sido asegurada al sujeto" activo".
Para una primera corriente de opinión49, el objeto
de la relación jurídica -intersubjetiva- es el "bien". Ahora bien, de todas estas teorías, ¿cuál es la correc-
Ahora, tal "bien" puede tener la más diversa confi- ta? En realidad, ninguna. Antes de explicar la razón
guración. Así, puede traducirse en ciertos atributos que justifica esta respuesta, consideramos necesario
de la personalidad del sujeto; en actividades de detenemos en una cuestión previa: ¿la relación tiene
otras personas; o en entidades no sensibles, corpó- -un- objeto?
reas o incorpóreas. Las relaciones jurídicas para
esta tendencia doctrinal se diferencian entonces por S~ún el Diccionario de la Real Academia Españo-
la calidad de los "bienes" sobre los cuales recaen. la ,de "objeto" en general puede hablarse en dos
50
sentidos: (i) como finalidad hacia la cual algo tiende;
Para una segunda corriente de opinión , el objeto de o, (ii) como materia sobre la cual algo recae. De los
la relación jurídica -intersubjetiva- es la prestación. dos significados de la palabra "objeto", es evidente
En tal sentido, dado que todas las relaciones jurídicas que el segundo es el único que aquí interesa. En
se estructuran sobre la base de comportamientos que efecto, si se habla de "objeto" como finalidad, la
se deben, la diferencia existente entre las mismas está respuesta no admite dudas: la relación jurídica tiene
dada por dos criterios: la calidad (individual o plu- como finalidad la actuación de la situación jurídica
ral) del sujeto deudor; y, (ii) la calidad (patrimonial o subjetiva de ventaja a fin de que se satisfaga el
extrapatrimonial) de la prestación. interés presupuesto en la misma. El problema es,
51
entonces, determinar cuál es la entidad sobre la que
Para una tercera corriente de opinión , el objeto de actúa la relación.
la relación jurídica -intersubjetiva- es el interés (o
intereses) de uno o más individuos en obtener una Ahora bien, para hallar la materia sobre la cU,al recae
utilidad determinada. En este sentido, como quiera la relación jurídica intersubjetiva, resulta necesario
que el elemento objetivo es común para todas las no perder de vista que ésta no es más que un vínculo

.9 Así: GARCfA AMIGO, Manuel, Instituciones de Derecho Civil, Editorial Revista de Derecho Privado, Madrid, 1979, págs. 59l y 592;
BADENES GASSET, Ramón, op. cit., pág. 37, DIEZ-PICAZQ, Luis y GULLÓN,Antonio, op. cit., vol. lI, pág. 50; REALE, Miguel, op. cit.,
pág. 117.

5{1 Así: LEGAZ y LACAMBRA, Luis, op. cit., pág. 534; BULLARD, Alfredo, op. cit., págs. 155 Y 156.

51 Así: CANDIAN, Aurelio, Instituciones de Derecho Privado, traducido por Blanca P. L. de Caballero, Unión Tipográfica Editorial
Hispano Americana, México D. F., 1961, pág. 213. '

52 Así: ESPíN CÁNOVAS, 'Diego, op. cit. vo!. 1, pág. 228.

;, Así: RESCIGNO, Pietro, Manuale del Dirii.to, Privato Italiano, Casa Editrice Dott. Eugenio Jovene, Napoli, 1986, pág. 256.

5. REAL ACADEMIA ESPAÑOLA, Diccionario de la Lengua Española, Espasa CaIpe, Madrid, 1992, tomo lI, pág. 1459.

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28
-ideal- que conecta dos términos (situaciones jurídi- relación, la teoría bajo análisis no hace otra cosa que
cas subjetivas). Y daro, desde un punto de vista colocar al contenido del deber (o sea, la prestación)
estricto, dicha relación no puede tener un solo obje- en la posicióñ de materia sobre la que recae el
to, en tanto que, en su propósito de vincular, recae vínculo, desfigurando de esta forma su estructura,
finalmente sobre dos entidades. En este sentido, en tanto que el mismo recae también sobre la facul-
tales entidades serían, en realidad, los objetos de la tad. En tal sentido, o se coloca a la prestación y a la
relación jurídica. Pero esto, evidentemente, no es lo facultad como objetos de la relación o se excluye a
que comúnmente se sostiene. En realidad, la bús- ambas de tal categoría.
queda realizada por la doctrina en ningún momento
consideró a los términos de la relación como los De acuerdo con la segunda teoría, el objeto de la
posibles referentes objetivos de la misma. Es segu- relación jurídica -intersubjetiva- es la prestación.
ramente por este motivo que juristas de la talla de ¿Porqué esto no es correcto? Por dos cosas. Prime-
55
Ludwig Ennecerus y Alfredo ROCC0 sostuvieron ro, porque no toda relación jurídica se resuelve, en
enfáticamente que ciertas relaciones jurídicas (como su lado pasivo (o de desventaja), en un deber, esto
la obligación) carecían de objeto. es, en una situación jurídica subjetiva que impone al
sujeto a quien grava la necesidad de efectuar cierta
Por nuestra parte, consideramos que si bien no es conducta. Segundo, porque la prestación, tal como
posible compartir semejante afirmación, resulta irre- se acaba de ver, es el contenido del deber, o sea, el
levante la discusión en torno al objeto de la relación contendido de uno de los términos de la relación, lo
jurídica intersubjetiva, pues ésta no es más que un que determina que no se la pueda considerar como
simple vínculo o nexo. En nuestra opinión, lo que en materia sobre la cual recae -de manera exclusiva-
realidad interesa hallar es el objeto de la situación todo el vínculo.
jurídica subjetiva de ventaja, en tanto que es ésta la
que tutela la realización de los intereses de los De acuerdo con la tercera teoría, el objeto de la
individuos. relación jurídica -intersubjetiva- es el interés (o los
intereses) de uno o más sujetos en obtener una
Hecha esta aclaración, veamos, sólo para compro- utilidad determinada. ¿Qué se le puede objetar a
bar lo inicialmente afirmado, cómo es que ninguna esta teoría? Muy simple: el interés no es aquello
de las teorías brevemente expuestas resulta satisfac- sobre lo cual recae la relación, sino más bien aquello
toria. hacia cuya realización tiende la misma.

De acuerdo con la primera teoría, el objeto de la De acuerdo con la cuarta teoría, el objeto de la
relación jurídica -intersubjetiva- es el "bien"; el cual relación jurídica -intersubjetiva- es la relación social
puede ser un atributo de la personalidad; una con- "elevada" a la categoría de jurídica por el Derecho.
ducta -de otra persona-; o, una entidad no sensible. ¿Cuál es el error aquí? Si es que la relación jurídica
¿Qué es lo que hace errónea a esta teoría? Dos cosas, es algo que resulta de la conjunción de dos elemen-
fundamentalmente. Primero, comete el error de tos: (i) uno material (relación de "hecho"); y, (ii) otro
considerar al objeto de la relación jurídica en térmi- formal (juridicidad), su objeto no puede ser el pri-
nos demasiado amplios. En efecto, no puede por mero, desde que éste viene a ser el referente sobre el
ejemplo considerarse al "honor" como referente cual actúa el segundo para de esta manera dar vida
objetivo de dicha relación, pues la situación de a una nueva entidad.
ventaja consagrada para tutelar la buena reputación
56
no recae sobre este bien de la vida , de donde se De acuerdo con la quinta teoría, el objeto de la
sigue que el mismo no puede constituir el objeto del relación -intersubjetiva- es la utilidad que el indivi-
vínculo que conecta a la referida situación con su duo recaba o, en todo caso, confía recabar de la
respectiva garantía. Segundo, confunde el conten- situación de ventaja que la ley le ha concedido.
dido de uno de los términos de la relación jurídica ¿Porqué esto no es correcto? La respuesta es eviden-
con el objeto de la misma. En efecto, al sostener que te: la utilidad que se recaba o que se espera recabar
-también- la prestación puede ser objeto de dicha -no es objeto de la situación de ventaja, en tanto que

ENNECERUS, Ludwig, Derecho de Obligaciones, trad ucido por BIas Pérez Gonzáles y José. Alguet, Librería Bosch, Barcelona, 1933,
"io;

volumen primero, pág. 6; RQCCO, Alfredo, op. cit., pág. 214.

'" En efecto, la situación jurídica subjetiva de ventaja acordada para "proteger" el honor de las personas no permite obrar sobre este
"bien" ni mucho menos exigir que el mismo sea procurado. En realidad, lo que la referida situación concede es la posibilidad de esperar
el respeto de los demás.

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29
ésta recae sobre la cosa o la conducta de las que 4. La relación jurídica intersubjetiva puede ser" abs-
aque'11 a se extrae57 . tracta" o "concreta". Es" abstracta" cuando su
función consiste impedir la perturbación de la
satisfacción del interés presupuesto por la situa-
IV. CONCLUSIONES ción de goce. Es "concreta", en cambio, cuando
su función consiste en lograr la satisfacción del
1. La relaciónjurídica es un vínculo reconocido por interés presupuesto por la situación de goce.
el ordenamiento que une términos homogéneos
o heterogéneos. La relación "abstracta" (o de protección) vincula
al titular de la situación de goce con todos los
2. La relación jurídica intersubjetiva es aquella que, terceros que estén en condiciones de perturbar la
por "conectar" situaciones jurídicas subjetivas, satisfacción del interés presupuesto por la misma.
surge únicamente entre personas (sujetos de La relación "concreta" (o de satisfacción), por su
derecho). parte, vincula al titular de la situación de goce con
el que coopera para que se produzca la satisfac-
3. Las situaciones jurídicas subjetivas a las cuales la ción del interés presupuesto por la misma.
relación jurídica intersubjetiva conecta son de
distinta clase. El binomio" derecho-deber", en 5. La relación jurídica intersubjetiva no tiene uno
consecuencia, no puede ser considerado como sino dos objetos, que son aquellas situaciones
contenido abstracto de dicha relación. jurídicas subjetivas que conecta.

" Así: MESSINETTI, Davide, Oggetto dei Dirittí, Enciclopedia del Diritto, Dott, Giuffre Editore, 1979, tomo XXIX, pág. 809.

THEMIS38
30
NUEVAS FRONTERAS DEL DERECHO
CONTRACTUAL

Guido Alpa*

SUMARIO: 1. Perspectivas. 2. Los procesos de armo-


nización y unificación del Derecho Contractual. 2.1.
Fundamentos. 2.2. Método. 2.3. Construcción sistemá-
tica. 2.4. Ejemplos en los textos confrontados. 3. Algu-
nas conclusiones.

1. PERSPECTIVAS

La pregunta sobre las nuevas fronteras del Derecho


ontractual no demanda una respuesta única, sino una
multiplicidad de respuestas; y no respuestas simples,
sino complejas. Si se razona en términos de afinidad, la
pregunta sobre las nuevas fronteras de la responsabili-
dad civil parece mucho más sencilla de absolver: el pen-
Nuestra época asiste a un acelerado proceso de samiento del jurista se traslada de inmediato a las áreas
armo1lización y de u1lificación de la regulación del del daño, a los nuevos supuestos en los que cabe reexami-
contrato; proceso que tiene su origen no e1l las nar los extremos del ilícito aquiliano, a la aplicación de los
criterios de imputabilidad, a los métodos de estimación
afirmadas raíces comunes del Derecho Contractual
del daño, a las técnicas de ponderación de los intereses y
(provenientes del Derecho romano), ni e1l1a ficticia
de composición de los conflictos entre agente y damnifi-
definición de una trama común de valores, si1lO más
cado, a los resultados del análisis económico del derecho
bien e1l los procesos económicos y en los propósitos y del análisis comparatiyo: en suma, a los nuevos aspectos
empíricos de las partes. De esta manera vemos de la "filosofía" del torf ,sobre los que han escrito recien-
cómo el contrato aparece como el atuendo jurídico temente Barak y Englard .
1

de una operación económica, matizado por una


tonalidad económico-comercial, que en palabras Si de contratos de trata, por el contrario, el desarrollo
del autor -lino de los más destacados juristas ita- de la elaboración teórica, de la regulación normativa y
lia1los- a c01lducido a la desaparición de la c01lcep- de las prácticas no ha significado únicamente la crea-
ción tradicional, aséptica y neutra, de contrato. ción de nuevas figuras contractuales relativas a la

* Profesor ordinario de la Universidad de Roma "La 5apienza"

• Nota del traductor: En inglés en el original (torto en italiano). No tiene equivalente en castellano. Según el contexto vale por "daño" o por
"responsabilidad civil".

Estos han sido los problemas imperantes en la literatura italiana de los últimos lustros; véáse, por todos, ROOOTÁ, Modellí efunzioni della
respollsabilita civile. En: Rivísta Critica dí Diritto Privato, 1984, p. 595 ss.
El debate sobre el área del" daño injusto" ha vuelto a abrirse con el ensayo de CALCANO, Le mofiílijrontiere del danno ingíusto. En: Contralto
e Impresa, 1985; Y la commedia della responsabilitil civile. En: Rivista Crítica di Dirilto Privato, 1987, p. 191 ss.
Han participado de la discusión, entre otros varios, LIBERTINI, Le nuovejrontíere del danno resarcibile, i'Oi,)987, p. 85 ss.; BUSNELLI, Laparabola
deIla respollsabilitiJ civile, ivi, 1988, p. 643; CASTRONOVO, Lefrontierenobili dellaresponsabilitil dvile, ahora en La nuotJo responsabilitilcivile. Regala
e /Iletafora, Milano, 1991; FERRARI, Attipicitií: del/'illecito civile, Milano, 1992.

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31
circulación de bienes, a la oferta de servIClOS, a la (iii) la aplicación de criterios de "justicia contractual"
propuesta de inversiones; mucho menos la sola regla- en relación con los valores de la persona y la
mentación de nuevas técnicas de contrato negocial y equidad del intercambio;
de formación del contrato, en relación, especialmente, (iv) la aplicación de cláusulas generales para el con-
con el empleo de mass media', de visitas domiciliarias, trol del comportamiento de las partes en la fase
de tecnologías informáticas y telemáticas. Lo que cau- prenegocial, y en las fases de conclusión y ejecu-
sa más estupor es la sustancial uniformidad de los ción del contrato;
trl'llds •evolutivos en la experiencia extranjera de ma- (v) la adaptación del contrato a las circunstancias
yor referencia, en los proyectos de codificación unifor- sobrevinientes.
me y en las reglas del comercio internacional: unifor- (vi) la codificación social de fórmulas contractuales
midad que se concreta, tanto en una nueva concepción internacionales;
de la categoría misma, lógica y practica, de "contrato", (vii) la confianza de la solución de las controversias a
como en la disolución del modelo tradicional de con- órganos extrajudiciales.
2
trat0 • Se trata, en otros términos de una evolución
interna - por decirlo así - de la concepción del contra- Cada uno de estos aspectos merecería ser examinado
to, que va de la mano, naturalmente, con la evolución por sí solo, lo que sobrepasa los propósitos de estas
externa, que concierne a las áreas que poco a poco se breves notas.
van sumando a la "provincia" del contrato, a través de
la invención de nuevas figuras, de la instauración de De manera concisa, sin embargo, es posible exponer
nuevas prácticas, y de la activación de nuevas técnicas algunas consideraciones.
de relación.
2. LOS PROCESOS DE ARMONIZACIÓN
Sin ambiciones de agotar el tema, es posible dar cuenta Y UNIFICACIÓN DEL DERECHO CON-
de algunos de los aspectos más relevantes de esta TRACTUAL
evolución:
2.1. Fundamentos
(i) la relevancia del status de las partes;
(ii) la relevancia de las técnicas de control interno de Es traslaticia"la opinión que subraya las raíces comunes
la operación económica, con instrumentos como del Derecho Contractual en los distintos modelos norma-
la causa, el objeto y la forma; tivos, asociándolas con el Derecho Romano (justinianeo) 3.

La cuestión, obviamente, ha vuelto a estudiarse en los tratados de amplio espectro; véase: FRANZONl, Dei falti i1Ieciti. En: Commcntario del Codice
civil" iniciado por SCIALOJA y BRANCA, y continuado por GALGANO; BlANCA, Diritto civile, 5, La respollsabilitii, Milano, 1994; ALPA, ZENO-
ZENCOVlCH, 1fatti illecíti. En: Trattata di dirilto privato dirigido por RESClGNO, 2' ed., Torino, 1995; G. VlSlNTINl, Trattafo breve dclla respol1sabilitil
civill', Padova, 1996; MONATERl, La respollsabilitií civíle. En: Tralta/o di dírítto privato dirigido por SACCO, Torino (en prensa).
La delimitación de las fronteras del daño resarcible se plantea, en las diversas experiencias, en torno de las técnicas apropiadas a los orígenes
y a la estructura de los sistemas jurídicos de base: se trata, de vez en cuando, de la aplicación de cláusulas generales, de la extensión
interpretativa de fórmulas determinadas, de confrontación de intereses contrapuestos, y así por el estilo: en todo caso, estas valoraciones son
confiadas a la discrecionalidad del intérprete; el área de la responsabilidad civil deviene, entonces, en un auténtico laboratorio de la
discrecíonalidad del juez; véase: BARAK, Judicial Discretíon, tr. italiana al cuidado de MA ITEl, con prefacio de GAMBARO, Milano, 1995
(sobre el pensamiento de BARAK he expresado algunas observaciones críticas enL'artedigiudicare, Roma-Bari, 1996); la discrecionalidad,en
todo caso, se apoya en los valores de base del intérprete; véase: ENGLARD, The Pllilosoplty of Tort Law, Dartmouth, 1993 (sobre cuyo
pensamiento puede verse, a su vez, ALPA, 1fondamenti filosofici del/a responsabilitil civile. En: La responsabilitii civile, Rassegna di gillrisprudenza
sis/ematica dirigida por BlGlAVl, Torino, 1996, vol. l).
El terreno del commonlaw parece más sensible ante esta perspectiva; véase, ya, FLEMlNG, Ce UI1 futuro per i torts? En: Rivista Critica di Diritto
Priva/o, 1984, p. 271 ss.; y sobre todo, MARKESINlS y DEAKIN, Tort Law, 3' ed., Oxford, 1994; CANE, Tlle Anatomy ofTort Lo1O, Oxford, 1997;
ATIY AH, TiJe Damages Loltcry, Oxford, 1997.
* Nota del traductor: Los medios de comunicación.
Nota del traductor: En inglés en el original. Vale por "tendencias".
Fenómeno que sacase a luz, en su momento, GILMORE, La morle del contralto, tr. italiana al cuidado de A. FUSARO, Milano, 1977, en relación
con la concepción del "cO/ltract" en la experiencia estadounidense, y al empleo de la "consideration" como técnica de control de las operaciones
económicas. En la literatura angloamericana, véase, en particular, FRlED, Contrae! and Promise. A Theory of Contractual Obligation, Cambridge
(Mass.) y Londres, 1981; ATIYAH, Promises, Mora/s, and tite Law, Oxford, 1981; SLAWSON, Binding Promises. The Lale 20th Century. Reforma/ion
ofCol1/rae! Lazo, Princeton, 1996; WIGHTMAN, Contracto A Critical Commentary, Londres y Chicago, 1996, y los apuntes de ALPA y DELP'INO,El
cOl1tralto /lel common [me inglese, Padova, 1997. En la literatura francesa, véase, las contribuciones compiladas en Droits, 12. Le contrat, 1990.
Son de recordar, en este contexto, los ensayos de MOCClA, Promessa e contratlo (sprm!i storico-comparatívi). En: Rivisfa di Diritto Civile; 1994, 1

1, p. 819 ss.; MARlNl, Promessa e affidamenta ne! dirítto dei contrattí, Napoli, 1995; por la originalidad de sus resultados, y por su acuciosa
investigación histórica, remitimos a las páginas de D' ANGELO, Promessa e ragiol1i del vinco[o, Torino, 1992, y Lepromesse wzilaterali. En: IllXldice
cil'ilc, Commenfario dirigido por SCHLESINGER, Milano, 1996.
,') Nota del traductor: Tralatizja en el original. Traduzco por su exacto equivalente en castellano: traslaticio (a), adjetivo que se aplica al
significado tergiversado de un vocablo: Figurativamente, para el presente ensayo, podría valer por "engañoso" o "impreciso".

Así, por ejemplo, HONDIUS, Tawards an Eu'h5pean Cantraet Law, relación introductoria al Congreso de Schevening~n, 1997, p. 2 ss. Un análisis
agudo de la ascendencia y del rol actual del negocio jurídico es el que expone GALGANO,Il negozio guiridico, Milano, 1988, pp. VII, 6 ss.

THEMIS 38
32
Como a menudo acontece, respecto de muchas tradi- cual, sin embargo, ninguna de las versiones correspon-
ciones, se trata de una opinión que sólo parcialmente de al significado originario. Transaction, por ejemplo,
corresponde a los hechos históricos. Es indudable que presupone un concierto de voluntades, y una plurali-
gran parte de la terminología y de los conceptos utili- dad de partes, por lo que aludiría solamente a una
zados encuentran su origen en las fuentes romanas. categoría entre las distintas operaciones que abarca el
Tal es el caso, por ejemplo, de los vocablos "contratto" "negocio jurídico", dado que éste puede ser unilateral.
(cO/ltrat, c01ltract, contrato), "obligación", "deuda", el Acte juridique, a su turno, alude sin distinción a actos
caso de los vocablos que derivan de estos últimos que - según algunos sistemas continentales - pueden
(obligado, contratante, etc.), y así por el estilo. Pero, carecer de valor negocia], como ocurre en el caso de la
como fambién suele ocurrir, la más de las veces se trata traditio.
de casos de homofonía: de vocablos que tienen la
misma raíz, a los que no corresponde, luego, el mismo Igualmente traslaticia es la opinión según la cual la
concepto. Si se aprecia la regulación, por lo demás, regulación del contrato en los distintos ordenamientos
emergen algunas singularidades. Por ejemplo, el régi- está fundada en "valores comunes"". También respec-
men contractual en el C011l1l1011 lmu es más cercano a la to de esta opinión, puede afirmarse aquello a que
disciplina romanística que el régimen continental, que hicimos referencia, sintéticamente, sobre las fuentes
se forjó·a partir de reglas racionales y prácticas, enun- romanas. Es claro que - entendiéndose genéricamente
ciadas por Domat Pothier, yvertidasenel Code Napoléoll. el contrato como "operación económica" - es posible
Como es sabido, la teoría general del contrato se desa- percibir valores comunes, orientados a destacar el
rrolló, sobre todo, por mérito de la Pandectística, que "consenso" (y, por ende, la voluntad de quien conclu-
tomó su distancia respecto de las fuentes romanas, y ye el contrato), la "libertad de contratar" y la exigencia
que desarrolló las categorías generales de "relación de "conservar" la operación económica, sea por razo-
jurídica", de "declaración", y de "negocio jurídico"- nes de economía de las relaciones, sea por la certeza
después vertidas en la cultura jurídica alemana, en la misma de éstas y por el desarrollo del tráfico y del
italiana, española y austríaca; la cultura jurídica fran- comercio. No menos claro, sin embargo, es el hecho de
cesa elaboró la categoría del acte juridique. Operaciones que en algunas experiencias se enfatizan y se subrayan
lógico-geométricas (o ideológicas) de esa índole no valores - como el valor de la "persona", por ejemplo-
tuvieron lugar en la cultura jurídica del common law, ,mientras queen otras, dichos valores no están tutelados
donde la figura más general fue desprendida, esencial- en materia contractual. Al respecto, resultan
mente, de la "promesa" (promise). La situación se com- emblemáticas la experiencia alemana, donde es recien-
plicó con la adaptación de las teorías generales a las te la consideración, por parte de la jurisprudencia
disposiciones contenidas en los códigos, lo que en constitucional, de que el valor de la persona incide
ocasiones derivó en una suerte de esquizofrenia, y dio sobre la validez misma del contrato en el que se plas-
como resultado la superposición - obtenida por vía maran valores contrarios a aquéllaS, y la experiencia
hermenéutica - de las nociones sobre la normativa italiana, donde se ha discutido mucho sobre la relevan-
vigente. Ejemplos emblemáticos al respecto los encon- cia de los valores de la persona en esta materia b. Por
tramos en la experiencia italiana, donde todavía se otro lado, el reconocimiento de los objetos o conteni-
razona en términos de "negocio jurídico", a pesar de dos posibles del contrato es revelador de los valores y
que esta noción no es familiar al Código Civil, y en la de los límites que son tomados en cuenta por los
experiencia austríaca, donde la teorización general del distintos ordenamientos: el valor jurídico de los nego-
negocio jurídico, por efecto de la fuerza expansiva y cios familiares, el valor jurídico de los acuerdos para la
persuasiva de la Pandectística en esa cultura jurídica, maternidad subrogada, o para la transferencia de ór-
se su perpuso a las nociones cod ificad oras, a un siglo de ganos del cuerpo humano, son sólo muestras de las
distancia desde de la entrada en vigencia del Código diversas concepciones de los valores que afectan la
Civil. noción y la disciplina contractuales.

Aunque no sea lo usual, estas diferencias se advierten Es evidente, entonces, que los procesos de armoniza-
inclusive en la traducción de los términos, tal como ción y de unificación de la regulación del contrato no
sucede al vertir la expresión Rechtgeschaejt (traducida, pasan a través de las afirmadas raÍCes comunes, ni de
corrientemente y sin problema, tanto en italiano como la ficticia definición de una trama común de valores,
en español) en lengua inglesa (juristic act, legal act, sino más bien a través de los propósitos empíricos y
trallsactiO/l) y en francés (acte juridique), supuesto en el económicos que los juristas combinan en la tentativa

, Así, STEIN y SHAND, l valori comuni dell'Occidente, tr. italiana, Milano, 1980; véase,asimismo, ALPA, 1 principi generalí, Milano, 1993.

BlIIl<iesvafassllllgsgericlzt, 19.10.93. En: La Nuova Giurisprudenza Civile Commentata, 1995, 1, 202, con nota de BARENGHI.

" Véase, por ejemplo, MENGONI, Autonomía privata e Costituzíone. En: Banca, Borsa e Titoli di Credito, 1996,1, p. 1; IRTI, Persona e mercato. En:
Ril'istn di Diritta Civile, 1995, I, p. 289; UPARI, «SpirUo di liberalitií" e «spirito di $alidarietil». En: RivisttÍ Trimestrale di Dirilto e Pracedura Civile,
1997,1; RESCIGNO, Mallllille del dirilto priva/o italiano, Jovene, 1994.

THEMIS 38
33
de facilitar los intercambios de bienes, de servicios y de vivas las barreras constituidas por las lenguas distin-
ca pi ta les. En otras palabras, el tejido conectivo de estos tas, por categorías conceptuales diversas o contra-
procesos es el substrato económico: la concepción del puestas, por reglas jurídicas distintas o confluyen tes.
contrato como "atuendo jurídico" de la operación eco- Para lograr ello, es necesaria la disponibilidad al diálo-
nómica es lo que tienen en común los textos predis- go y la voluntad de arribar, por la vía convencional, a
puestos para la ,generación de una lengua común, una un terreno común para todos. Desde esta perspectiva,
auténtica koiné terminológica, conceptual y normati- hay que superar tanto las críticas contra las iniciativas
va. para la redacción de un Código europeo de los contra-
tos, como las críticas contra el establecimiento de prin-
Como ocurre para todas las koiné, los resultados obte-- cipios generales que rijan el comercio internacional.
nidos poseen un valor funcional, por encima de los
valores estético o filológico: los términos se simplifi- Por otro lado, es la realidad misma de las cosas la que
can, los conceptos se clarifican, las particularidades u nos invita a apreciar estas iniciativas con mirada bené-
originalidades se atenúan hasta desaparecer. Es una vola y con la mente libre de prejuicios; una realidad
suerte de renuncia colectiva, que se impone a cada que - como suele acaecer en el Derecho - se contrapone
portador de una cultura propia, de una tradición pro- a los viejos esquemas, a las viejas reglas, para extraer
pia, de convenciones y usos propios, en la persecución de ellos nuevos esquemas y reglas, mejor adaptados a
de objetivos comunes, que se consideran preeminentes los tiempos y a la vocación europea y universal que
en comparación con esas singularidades. No se trata, anima las relaciones económicas. En todo caso, no se
por consiguiente, de la preponderancia de un modelo trata de una realidad meramente imaginaria; se en-
sobre otro, de una concepción sobre las demás, sino cuentra, más bien, en camino de maduración. Nada
más bien de la concertación de instrumentos hay que pueda oponerse a este proceso: sería una lucha
terminológicos, conceptuales y normativos unívocos. contra molinos de vientos. Hay que tenerlo presente, y
La concepción funcional del Derecho y de sus instru- cooperar con el logro de los fines predeterminados con
mentos prevalece sobre la concepción histórica, el método más favorable 9.
filológica, nacional, etc. Por ello, se deben abandonar
los caprichos particularistas, que caracterizan a los que 2.2. El método
desean mantener vivos el pasado y el presente, para
pasar a pensaren proyectar el futuro; todo ello,aunque Los procesos de armonización y de unificación del
esta renuncia implicara sacrificios y dificultades de derecho de los contratos no nacen ex novo, sino que
adaptación, fantasía y simplificación. A fin de cuentas, muestran un trasfondo fascinante y complejo al mismo
los anhelos de conservación de lo existente (en sus tiempo; un trasfondo compuesto por varios estratos, a
componentes terminológicos, conceptuales y normati- menudo amalgamados, a menudo sobrepuestos entre
vos) se e!,frentan con la convergencia natural de los sí. Entre otros varios, debe tomarse en cuenta la com-
sistemas', y se muestran, en consecuencia, como paración, el análisis económico, y el análisis
antihistóricos, dado que proponen la perpetuación de hermenéutico.
la tradición, a despecho de las exigencias jurídico-
económicas dictadas por el nuevo contexto, o, como (i) Los estudios comparativos más informados se han
diría Pietro Barcellona, por la "modernidad". ocupado de la circulación de los modelos nacionales,
sea sobre el aspecto de las codificaciones, de los prin-
Una Europa común no se construye si se prescinde de cipios generales, de las leSislaciones especiales, o de
1
la elevación de un edificio jurídico común; las relacio- los modelos conceptuales ; (ii) los estudios de los jus-
nes económicas no son promovidas si se mantienen economistas han innovado instrumentos conceptuales

Nota del traductor: Koiné es como se conoce a la lengua común en la que se fusionaron cuatro dialectos de la antigua Grecia hacia el siglo
IV a.c., sobre la base del que primaba en la región ática. .

MARKESINTS, TIJe Gradual Convergence, Oxford, 1996.

LEGRAND, Sens el non-sens d'un Code civil européen. En: Revue lnternationeIlc de Droit Comparée, 1996, p. 779 ss.

" Pero no se debe asumir ni siquiera una aproximación superficial o simplista: apreciables, al respecto, son las advertencias señaladas por
algunos estudiosos franceses como SPlNOSI y OPPETIT (véase las actas del seminario organizado en la Universidad de Florencia por'A. DE
BIT A, en el curso del año académico 1996-1997). Igualmente apreciables son las sugerencias que más de cuarenta años atrás propusiera
SACCO, en un ensayo publicado en Nueva Rivista del Diritto Commerciale (19S3,II, p. 49ss.),nuevamente pubJicadoensu obra 1contrattí, 1995,
p. 73 ss., con el título 1problemí dell'uniji"cazíone del d1ritto in Europa.

\11 Véase, por todos: GAMBARO y SACCO. Sistemi giuridici comparati, Torino, 1996. Para el análisis de algunos sectores en especia1 (fuentes,
personas, contratos, responsabilidad civil, acceso a la justicia) véase, así mismo, las investigaciones coordinadas por ALPA, Corso di sistemi
gillridici comparati, Torino, 1996. En materia de contratos, son de destacar los trabajos de MARKESINIS. The Law of Contracts and Restitution.
A CO/llparative Introduction, Oxford, 1997; y, mtturalmente, ZWEIGERT y KOETZ, Introduzione al diritto comparato, trad. italiana al cuidado de
DI MAJO Y GAMBARO, Milano, 1992; alguna indicación útil en VRANKEN. Fundamentals of European Civil LalO, Londres, 1997.

THEMIS 38
34
uniformesen torno de la violación de losefectoseconó- niente que nos guiemos por una confrontación tex-
ll
micos de las reglas jurídicas ; la construcción del tual afín a la mentalidad del jurista continental, que
análisis económico del Derecho ha devenido en un tiende al análisIs de las disposiciones escritas; una
modo común de dialogar entre juristas de orígenes y operación útil, si bien no exhaustiva de la riqueza de
formaciones distintos, de sopesar instrumentos y téc- las experiencias consideradas; una confrontación en
nicas de comparar soluciones y problemas; la varie-
k la que prevalecen los intentos didascálicos', que pue-
dad de las teorías y las diferencias de discurso y de den considerarse, de todos modos, (si no satisfacto-
presupuestos ideológicos, no han impedido la circula- rios), cuanto menos indicativos de las elecciones y de
ción de textos, manuales, ensayos, ni su discusión y los resultados. Dado que el jurista orientado a la
apreciación; los jus-realistas se han acostumbrado a la formación de la koíné no puede despojarse de la
idea de que los fenómenos jurídicos deben ser conside- experiencia de la que proviene, mientras la koíné no
rados no sólo en su forma, sino también en su sustan- esté universalmente acreditada, es conveniente pro-
cia; más a fondo, igualmente, dentro de la norma, ceder a través de la confrontación de los corpora •
existen intereses concretos y reales que deben ser normativos. El lector italiano podrá, supuesto por
apreciados, sopesados, compuestos; las actitudes de supuesto, efectuar la confrontación con la disciplina
los juristas no pueden ser entendidas como una refe- interna, y comprender hasta qué punto existe con-
rencia imposible de eliminar, sino más bien como el vergencia y hasta qué punto divergencia respecto de
fruto de tradiciones y culturas que deben ser su modelo doméstico.
decodificadas, de acuerdo con los códigos analíticos
convencionales y, por lo mismo, necesariamente uni- Ahora bien, el proceso de armonización y de unifica-
formes; los intereses de los trabajadores, de los profe- ción del Derecho Contractual en curso, se guía a través
sionales, de los consumidores, de los ahorristas, las de un triple corpus normativo:
dinámicas de los mercados (internos, comunitarios e
internacionales) devienen, por lo mismo, en directrices
para el análisis de los modelos normativos y para la (i) La construcción del Derecho Comunitario de los
12
plasmación de modelos uniformes. contratos • En éstas páginas se tomarán como
base las directivas: N° 85-577-CEE, sobre los con-
No se trata, sin embargo, de la sola circulación de los tratos negociados fuera de los locales comerciales
modelos jurídico-formales; sino así mismo de la circu- (adoptada en Italia mediante decreto legislativo
lación de prácticas contractuales y comerciales, de la del 15 de enero de 1992, n.50); N° 90-31 4-CEE,
circulación de modelos de decisión judicial. sobre los contratos de viaje y vacaciones y sobre
los paquetes "todo incluido" (adoptada en Italia
La circulación de las prácticas, invita a considerar los mediante decreto legislativo del 17 de marzo de
efectos, en el plano jurídico, de los intercambioseconó- 1995, n. 111); N° 93-13-CEE, sobre las cláusulas
micos y comerciales; la circulación de las decisiones abusivas (incorporada al Código Civil, artículo
judiciales - mediante la comparación de la jurispru- 1469 bís-sexies); N° 94-45-CE, sobre los contratos
dencia, es decir, de los casos que alimentan los textos relativos a la multipropiedad, y N° 97-7-CE, sobre
normativos o los principios normativos - induce a los contratos a distancia, aún no adoptada en
ampliar los horizontes, a verificar lo que acontece en Italia. Valga la advertencia de que en estas notas
otros países, a sopesar los resultados de la aplicación no se tomarán en cuenta los problemas de adop-
de normas y principios. ción legislativa de las directivas, ni desde el punto
de vista terminológico, ni desde el punto concep-
2.3. La construcción sistemática tual, ni desde el punto de vista de las opciones
legislativas;
Para comprender estos procesos hacia la armoniza- 13
ción y unificación del Derecho Contractual, es conve- (ii) El proyecto de Código europeo de los contratos ;

11 Para la materia contractuales particularmente afín al jurista continental el aporte de SCHAEPER yOTT, Lellrbuch deroekonomischen. Analyse
des Zivilrechts, Berlin, 1995, p. 321 ss.
• Nota del traductor: El mismo valor que en castellano (del gr. didaskálikós): didáctico, pedagógico, docente. En Grecia, dídaskalia era el
conjunto de instrucciones que un poeta dramático daba a los actores par! que las obras se recitaran de una manera determinada. El nomen
se sigue utilizando para hacer referencia a las indicaciones que contienen los guiones cinematográficos y teatrales, acerca de la exacta forma
corno deben actuarse las escenas. Véase el análisis de esta voz que suministra la prestigiosa Enclíclapedia Pratica Bompíani, valume primo, Casa
Editrice Valentino Bompiani & C.5.A., Milano, 1938, p. 632.
• Nota del traductor: En latín en el originaL Vale por "cuerpos" (plural de corpus).
10 De lo que se ha ocupado el ~quipo (1' equipe) de investigadores coordinados por UPARI. Dirítta privato europeo, Padova, 1997.
j) Texto y comentarios se encuentran en Toward a European Civíl Code, al cuidado de HARTKAMP, HESSELINK, HONDIUS, DU PERRON,
VRANKEN, Nijmengen, 1994 (el texto ha sido sucesivamente revisado); LANDO, El/rapean COlltract Lazo. En: Il díritto privatoeuropeo; Problemi
e¡mlspeltive, al cuidado de MOCCIA, Milano, 1993, p. 119 ss. La edificación de un Código europeo de los contnltos ha apásionado a la doctrina
italiana, que registra intervenciones de ilustres maestros, compiladas por STEIN, Milano, 1996. En particular, véase: GANDOLFI. Per la

THEMIS38
35
(iii) La redacción de principios uniformes del Derecho regulaciones específicas, sector por sector, o materia
14
de los Contratos en el comercio internacional . por materia. En la operación de confrontación se debe
tener en cuenta, entonces, tanto los orígenes de los
Es el caso advertir, respecto de estos tres corpora, que se textos, como la finalidad a la que están dirigidos y la
diferencian entre sí por múltiples razones: (i) por la valoración normativa que les corresponde.
autoridad de la fuente, ya que en el primer caso se trata
de reglas jurídicas, bajo la forma de reglamentos o de Los ejemplos de confrontación requieren, todavía, al-
directivas, de principios y de modelos normativos de gunas precisiones de naturaleza preliminar en orden a
adopción, de reglas jurisprudenciales, referidas a los las directivas comunitarias en materia de contratos.
poderes normativos reconocidos a los órganos de la Estas precisiones conciernen a todas las directivas tout
Unión Europea; en el segundo caso, se trata de la court, o sólo a las directivas en materia de contratos, o
elaboración teórica, efectuada de forma totalmente bien únicamente a algunas de éstas últimas.
priv,1da y considerativa, de reglas propuestas por una
comisión de docentes (presidida por el jurista danés Como hemos anticipado, las directivas comunitarias
Ole LANDO) que actualmente está en curso de conclu- no nacen de modo ordinario, de acuerdo con criterios
sión y que - si tiene suerte - podría ser adoptada por la o lógicas unívocos. El "legislador comunitario" (es
Unilll1 Europea; en el tercer caso, se trata de principios decir, los órganos comunitarios que tienen poder legis-
con I(ls que se codifican e innovan las reglas que rigen lativo) no está dispuesto, en otros términos, a regular
los contratos comerciales internacionales, elaborados el contrato en general, o figuras contractuales singula-
por el Instituto para la Unificación del Derecho res, o materias contractuales específicas, por medio de
(UNIDROIT); (ii) por el ámbito geográfico, ya que en intentos sistemáticos, realizados progresivamente en
los principios del comercio internacional existe una el tiempo, y sucesivamente entre ellos. Por esta razón,
vocación universal, lo que no concuerda con los dos el proyecto, la discusión, la redacción y la aprobación
primeros cuerpos, de tendencia circunscrita a Europa; de la directiva son, por así decirlo, "erráticos": hay
y (iii) por la dimensión de su perspectiva, ya que el directivas que, aun atendiendo a materias específicas,
Código europeo tiene ambiciones sistemáticas de una anticipan a una directiva de alcance más general; más
"p,1rte genera 1" de la disciplina de los contratos, mien- aún, aunque aprobadas en tiempos distintos, las direc-
tras que los principios del UNIDROIT se preocupan tivas no están coordinadas entre sÍ, ni en su contenido,
por resolver cuestiones prácticas nacientes de la con- ni respecto de su vigencia, ya que ellas no nacen
clusión v de la ejecución de los contratos comerciales coordinadas en su fuente; corresponde a los legislado-
internacionales; y el Derecho Comunitario de los con- res nacionales, por lo tanto, coordinarlas en el momen-
tr,)Íos es el fruto de la aprobación de directivas comu- to de la adopción (una operación compleja que de
nitarias, al efecto emanadas de la Unión, y de la regu- sólito se evita cumplir). Las directivas nacen con una
lacilll1 de 1,1 adopción legislativa por parte de los distin- doble ambigüedad, terminológica y conceptual, dado
tos Estados miembros, así como de su interpretación que están redactadas inicialmente en francés e inglés,
por parte de la Corte Europea de Justicia, y están y se traducen, posteriormente, a los idiomas de los
dirigidos, en todos los casos, a la realización de los demás países comunitarios. Las directivas presentan
fines comunitarios en orden a la libre circulación de las un tenor distinto: unas en relación con operaciones
personas, de las mercaderías, de los servicios y de los específicas (por ejemplo, los contratos de viaje, o bien
(,1 pi ta les. los contratos relativos a la multipropiedad); otras con-
sideran la modalidad de conclusión del contrato (por
['or consiguiente, la confrontación de los textos puede ejemplo, el contrato a domicilio, o a distancia); otras,
cmprenderse fácilmente sobre la base de los dos "códi- incluso, toman en cuenta el contenido del contrato y
gos": el texto de la Comisión Lando y el texto del sus cláusulas (por ejemplo, la directiva sobre cláusulas
U N I1 W.oTT; más complicada, en cambio,es la confron- abusivas en los contratos de los consumidores); otras,
t,Killl1 del conjunto de las directivas comunitarias, en fin, no están destinadas a regular directamente el
dado que éstas no están redactadas, ni aprobadas, con contrato, sino que se limitan a contener reflexiones
intentos sistemáticos: se presentan, más bien, como sobre la disciplina del contrato (como sucede, por

rcdn:iollC di 1/11 "codicc europeo dd con traft i", En: Ril'ista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile, 1995, p. 1073 ss.; ídem, Sul progelto di un "codice
CI/ropco rió coll/mlti", En: Rllssegna di Dír/tto Civi/e, 1996, p. 105 ss; también ZENO ZENCOVICH, JI "Cvdice dvi/e europeo", le tradizúme giuridiche
Iln:iollnli Cil Ilcoposi/iuismo, en curso de publicación para los SIl/di in ollore del pro! Pietro Rescigno. .

II Textos y comentarios en los Principi dei COlltratli CommerciaU Internaziollali, Roma, 1994. Sobre este punto, véase también: BONELL, Un
"codicc illtcmaziolll1lc per il dir/tla dei contratli", Milano; 1995; ídem, The UNIDROIT Principies in Prac/ice: The Experience of the Firts Two Ye¡¡rs.
En: Ulli{ol"/ll La", Review, 1997, 1, 30; AA. VV. Principi per in contratti wmmerciali internazionali e il sistema giuridico latino-americano, dirigido por
1l0NELL y SCHIPANI, Padova, 1996. Sobre aspectos singulares de los "Principios" tratan los estudios compilados en Contratti, 1995, p. 5 ss.;
DI MAJO, 1 principies dei conlráttícommerciali internazionali Ira cívillaw e commol1laIV. En: Rivista di Diritto Civile, 1995, 1, p. 609 ss; FERRI, II
1'11010 dtll'oll!cmmllia delle parti e la rilevanza-degliusi ¡¡ei prinópi del/'UNIDROIT. En: Con/ralli e Impresa. Europa, 1996, p. 825 ss. Por mi parte, he
participado en la discusión con Prime 110tedi raffrrmlo Ira i prine/pi de/l'UNIDROITe ilsistemacontrattuale italiano, En: Contratti e Impresa. Europa,
1<)<)6, p. 316 ss.

THEMIS 38
36
ejemplo, en la directiva sobre las inversiones financie- más bien los límites que las directivas imponen a la
ras). libertad contractual.

Si se considera, además, que cada directiva actúa de Estos límites tienen un doble valor: se dirigen a privar
modo distinto en los países miembros, sea de acuerdo de efectos jurídicos a los pactos que obstaculizan la
con las fuentes normativas, sea en relación con la termi- circulación de las mercaderías, de los servicios, de los
nología o con los conceptos utilizados para la "traduc- capitales; se dirigen a contener el poder negocial de la
ción" (o "transposición") en el ordenamiento interno; si parte más fuerte, la misma que se encuentra en grado
se consjdera, más aun, que el tiempo de emisión de la de" abuso" de este poder en desventaja de la parte más
directiva no corresponde al momento de adopción en los débil. La parte más débil, desde esta perspectiva es el
países miembros; y, en fin, que la interpretación de las consumidor, es decir, la contraparte del "profesio-
directivas y de las disciplinas de adopción puede ser nal"'; se presume, en otros términos, que el profesio-
diferente de país a país, se comprende cuán difícil es (y nal, d e por sí, se encuentra en una situación de ventaja,
cómo no siempre es atendible) la construcción de un sea porque tiene más información o porque está más
corpus comunitario en materia de contratos. documentado que el consumidor; la categoría de pro-
fesional es comúnmente asumida en términos abstrac-
Ello no obstante, y con todas las cautelas que comporta tos, porque se prescinde de las circunstancias del caso
cuanto ya ha sido expuesto, se pueden verificar corres- concreto en la calificación de los status respectivos que
pondencias, y quizá hasta una continuidad en el trata- revisten las partes contractuales.
miento de los mismos argumentos, en las diversas
directivas. En otras palabras, mediante la asunción de El Código europeo enuncia el principio de libertad
lo necesario que contenga cada directiva en particular, contractual (artículo 1102), de la misma manera que los
es posible (y se ha hecho de modo notable)!5 intentar Principios UNIDROIT (artículo 1.1); ambas fórmulas
una construcción de reglas comunitarias en materia de hacen referencia a la libertad de determinarse a contra-
tratativas, de formación de los contratos, de redacción tar y la libertad de elección del contenido!6.
de modelos contractuales standard, de forma, de inter-
pretación, de integración, de ills variandi, de iLls (ii) Buena fe, lealtad', razonabilidad
pocllitClldi, de adaptación a las circunstancias, de pro-
En las enunciaciones normativas se citan a menudo
tección de la parte débil, de daños, de remedios, de
cláusulas generales y estándares de comportamiento.
cláusulas arbitrarias, y así por el estilo.
AlIado de los contenidos terminológicos, que podrían
2.4. Ejemplos de los textos confrontados presentar dificultades de individualización de un te-
rreno común (la "b0/l11e ¡oi" puede ser equiparable a la
(i) Libertad Contractual "buena fe", pero no a "Treu lllld Glaube" o a la "Good
Faith"), el significado de la cláusula general de buena
Las directivas comunitarias adscribibles al sector del fe debe ser examinado a la luz del contexto en el cual es
Derecho Contractua 1no contienen enunciados sobre la utilizado el concepto!7. En efecto, si bien se puede
libertad contractual de las partes; sin embargo, alguna equiparar la "buena fe" que se encuentra en la directi-
de ellas la presupone, sea con atención a la elección del va comunitaria (si pensamos en la directiva sobre
otro contratante, sea con atención a la determinación cláusulas abusivas, la buena fe es un parámetro de
del contenido, a la forma, y así por el estilo; lo que control de lo abusivo de la cláusula) y la "buena fe" que
destaca, en materia de Derecho Comunitario, no es hace mención el Código europeo (artículo 1102), resul-
tanto la enunciación de dicha libertad - intrínseca al ta difícil asumir la misma noción en la interpretación
sistema y connatural a los fundamentos mismos del de los Principios UNIDROIT, en vista de que en ellos
mercado comunitario y de sus formas jurídicas - sino la buena fe es conectada con el" comercio internacional"

" Me refiero a la investigación coordinada por LIP AlU, o/,. cit.


Nota del traductor: Aquí, y en adelante, se refiere al empresaríou operador comercial "profesionales". Sobre los equívocos generados por
la traducción del vocablo francés /,rofcosiO/me! (operador económico profesional) al italiano (professionista), véase, en este mismo número de
THEÍ'vlIS -Revista de Derecho, mi versión castellana del estudio de CAI3ELLA PISU, Luciana: "Le c/ausole di esonero da res/,onsabilítil do)'o iI
IWcpilllCIJIO Úl Italia della direttiva europea sulle clausole abusíve" (1998), nú~. 2.
,,, Sobre el principio común de autonomía contractual ya se manifestaba SACCO en! problemi dell'lmificazíone, cil. parte II; sobre los principios
UNIDROIT, véase: I30NELL. AnInternatíonal Restateme/lt ofContraet Law, Irvington, New York, 1994, p. 5 ss.; Y PONTIROLI. La protezione del
"[olllmente debolc" /leí Principlcss ofIntemational Colt/mereíal Contraets di Unidroit: mueIJ ado abollt l1otlJing? En: Giurísprlldcnza CommerciaIc, 1997,
p. 566 ss. Para el aspecto histórico, véase la reciente obra de DI LUCIA. L'universllle della ¡mmleSSIl, Milano, 1997, y la elaboración dogmática
de D'ANGELO. Promesso e ragioni del ViII colo, cit.
Nota del traductor: Correttczza, en el original.
" Sobre este argumento se cuenta actualmente con una amplia literatura. A manera de ejemplo, véase: Contraet La", Today. Allglo~FrCllcil
COIll¡Jarisons, al cuidado de HARRIS y TALLON, Oxford, 1989; BURTON. Jlldíng in Goud Foitlz in America!1 Law, Roma, 1993; SCHLECHTRJEM.
Good Foilll in Gcmlml LalO ond International Uniform Laws, Roma, 1997; BROWNSWORD. "Good Faitil in Contraets». Revisited. En: Current Legal
Problems, 49,1<,196, p. 111.

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37
(artículo 17). En otros términos, el contexto presupone la interpretación "contra proferentem" (artículo 5.103). En
relevancia de los roles que se adscriben a las partes; dos los Principios UNIDROIT - no obstante que fueron
"comerciantes", es decir, dos operadores profesionales, concebidos para regular las relaciones entre los sujetos
que tienen cánones usuales de comportamiento que no tendencialmente iguales - se encuentran reglas sobre
se identifican con los cánones de comportamiento del cláusulas sorpresivas (artícul"o 2.20), sobre la interpre-
"contratante" a los que se refiere el Código europeo, y tación "contra proferentem" (artículo 4.6), y sobre la
menos aún con los cánones de comportamiento del "gross disparity" (artículo 3.10)18.
consumidor. Un discurso similar puede hacerse respec-
to de la lealtad (jair dealing). Más distintas, todavía, son (v) La tratativa
las consideraciones acerca de la "razonabilidad", que es
un extraño parámetro en las directivas comunitarias, y Sobre la tratativa, la orientación es sustancialmente
extraño igualmente en el Código europeo, donde la uniforme en los tres corpora normativos; se enuncia,
razonabilidad está asociada con la buena fe (artículo efectivamente, la libertad de las partes en la fase de
1302), y no de manera difusa, como en los Principios contacto anterior al contrato; la libertad de contratar es
UNIDROIT, donde se manifiesta más de sesenta veces. entendida, también, como libertad negativa, de no
contratar (artículo 2.301 del Código europeo; artículo
(iji) Usos 2.15 de los Principios UNIDROIT); la falta en la concre-
ción del acuerdo no puede, en modo alguno, compor-
Es comprensible que los usos no sean considerados tar responsabilidad; ambos textos, sin embargo,
favorablemente en las directivas comunitarias: los usos circunscriben la libertad en la tratativa al comporta-
reclaman, sobre todo, el particularismo jurídico, están miento de acuerdo con la buena fe, de modo tal que el
arraigados en las tradiciones locasles, y por lo mismo, comportamiento contrario a la buena fe implicará res-
están en contraste -ontologicamente- con la creación ponsabilidad; responsabilidad que se prescribe para el
de un Derecho común; más aún, los usos negociales y caso del receso injustificado.
los usos del comercio tienden a reflejar los intereses de
los "comerciantes" (ahora, profesionales) y a imponer En el ámbito comunitario, es bastante pormenorizada
al consumidor, por ende, reglas que no tienen que ver la disciplina en torno de los comportamientos de las
con el remedio de la disparidad de posiciones en el partes en el transcurso de la tratativa, o, de cualquier
Jmbito contractual. Es comprensible, a su turno, que modo que sea, en la fase anterior a la conclusión del
los usos aparezcan exaltados, por el contrario, en los contrato. La tratativa es considerada desde una doble
principios UNIDROIT, que se ubican perspectiva: como la fase en la que las partes expresan
ontológicamente- como reglas generales tales de codi- efectivamente su libertad negocial, una relación dialé-
ficar (o innovar cuando fuera el caso) la lex mercatoria. ctica, por ende, de discusión y de influencia recíproca;
No resulta sorprendente, pues, que en el corpus de los y como la fase en la que las partes intercambian infor-
Principios esté prevista una regla general sobre "usos maciones. En cuanto al primer aspecto, instaurada que
y prJcticas", vinculatorias para las partes, con el solo fuera una tratativa efectiva, ésta implicará la exclusión
límite de la irracionalidad (artículo 1.8). del control sobre el abuso de poder contractual de una
parte en perjuicio de la otra (el ejemplo pertinente es
El Código europeo, alIado de los usos comúnmente dado por el artículo 3.2. de la directiva sobre las cláu-
asumidos, para los cuales prevé una disposición simi- sulas abusivas); en cuanto al segundo aspecto, el haber
lar a la prevista en los Principios UNIDROIT, introdu- informado a la contraparte implica la exclusión del
ce una noción subjetiva de uso, en cuanto considera efecto sorpresa, y sobre todo, la manifestación de un
vinculante el uso que las partes han acordado o que consenso informado (múltiples son los ejemplos al
han instaurado entre sí (artículo 1.105). respecto: véase el artículo 5.2. y 5.3. de la directiva
sobre contratos concluidos fuera de los locales comer-
(iv) La protección de la parte débil ciales; el artículo 4 de la directiva sobre los contratos
concluidos a distancia; los artículos 4, 8 Y 9 de la
Gran parte de la disciplina del contrato, suministrada directiva sobre contratos de viaje; el artículo 3 de la
por las directivas comunitarias, está dirigida a tutelar directiva relativa a los contratos de multipropiedad).
los intereses de la parte débil, entendida, se ha dicho,
como "consumidor"; en el Código europeo no se con- (vi) La formación
tiene una definición de parte débil, pero algunas dis-
posiciones tienen en cuenta la posición de debilidad de Las reglas de formación del contrato parecen homólogas
una de las partes, en modo indirecto, corro ocurre en todos los textos que hemos considerado. Son, pro-
respecto de las cláusulas no negociadas individual- bablemente, las secciones reguladas con mayor detalle
mente (artículo 2.104), para las cláusulas abusivas no en el Código europeo y en los Principio UNIDROIT. En
negociadas individualmente (artículo 4.110) y para la el ámbito de las directivas comunitarias, las reglas

" Contra, rONTIROLI. Op. loco dI.

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38
están contenidas en las directivas referidas a la contra- le prevé sólo en favor del consumidor, no crea desequi-
tación a distancia ya la contratación fuera de los locales librio entre las posiciones jurídicas de las partes; si se le
comerciales, El tratamiento puntual del tema excede prevé sólo en favor del profesional, es considerado
los fines de la presente nota, como un elemento desfavorable, y la cláusula que lo
contempla se califica como abusiva.
Vale la pena, empero, señalar que la conclusión de con-
tr,ltos stalldard es tomada en consideración tanto en el (viii) El contenido
Código europeo (artículo 4,110, en relación con las cláu-
sulas a1;lusivas) como en los Principios UNlDROIT Po- Dado que los distintos ordenamientos difieren en tor-
dría parecer curioso que principios de este jaez atiendan no de los elementos esenciales del contrato, el Código
a la tutela de la parte que es requerida para la suscripción europeo no contempla una relación de tales requisitos;
de un texto contractual preestablecido por la otra; sin además, este silencio es más elocuente que cualquier
embargo, esta técnica ha sido apreciada con moderado enunciación en sentido contrario; significativa es la
favoL Aunque obedece al principio de libertad contrac- ausencia de la más mínima mención a la "causa" del
tual, es una técnica que termina colocando, de todos contrato. De igual manera, los Principios UNIDROIT,
modos, íl una de las partes en posición desventajosa al cuyo interés consiste, sobre todo, en considerar al
momento en que la relación se establece, dado que dicha contrato como un "negocio", al que las partes, por
parte no conoce las sutilezas que los textos encierran, y decirlo de una manera natural, no pueden despojar de
tiene que ejercitar su propia fuerza persuasiva y su los requisitos esenciales (que, por lo demás, no están
propia fuerza negocial para que se modifiquen, De aquí enunciados), prescinden de la enumeración.
las varias alusiones a los contratos standard que se regis-
tran en los Principios (artículos 2,19,2.20,2,21,2,22), Tampoco las directivas se preocupan por los elemen-
tos esenciales del contrato; les ha interesado, sin em-
En el Derecho Comunitario, el empleo de formularios bargo, el contenido mínimo esencial, que el jurista
S tillldard está
considerado como una de las técnicas de las continental adscribe al objeto (o contenido) del contra-
que se sirve el profesional para imponer cláusulas to, La preocupación, una vez más, está inspirada en la
abusivas al consumidor; por lo tanto, dicho actuar es tutela de la parte débiL Se trata, entonces, de una óptica
regulado con especial cuidado en la directiva pertinente, "intervencionista", ya que las directivas prescriben la
previsión de determinados elementos que se conside-
Las directivas comunitarias regulan de forma puntual ra esenciales, y cuya falta privaría al consumidor de la
el ¡liS pOCllitClldi del consumidor, permitiendo a éste posibilidad de manifestar un consenso informado, y le
que revoque la oferta o que se aparte del contrato, expondría al riesgo de suscribir un contrato lagunoso
Oportunidades semejantes no están contempladas ni (en relación con los aspectos considerados esenciales),
en el Código europeo ni en los Principios, Ello es de lo cual podría aprovecharse el profesional. De aquí
perfectamente comprensible: ni el contratante ordina- que se prevea un contenido mínimo esencial de los
rio, ni el contratante operador económico, pueden contratos en materia de viajes (por ejemplo, el artículo
apartarse del contrato si este derecho potestativo no es 7) y de multipropiedad (artículo 5 y alegato).
estipulado por las partes; en todo caso, se trataría de
una eventualidad inusual, ya que una vez que el con- Las directivas comunitarias se preocupan, también,
trato se ha establecido, el vínculo se mantiene en pie, y porque el contenido del contrato se exprese con cláu-
no es posible que sea nulificado ad libitu1Il por una sola sulas claras e inteligibles, a fin de que el consumidor
de las partes, Para el Derecho Comunitario, el ius pueda manifestar un consenso informado.
pot'llitclldi constituye el mecanismo más seguro para
sustraer al consumidor de una operación cuyo signifi- Las reglas de interpretación, por lo demás, son simila-
cado y conveniencia no ha comprendido: el significa- res en los distintos corpora (por ejemplo, en el Código
do, porque recibida la documentación contractual, el europeo, véase los artículos 5:101 y 5:107; de los Prin-
consumidor puede reexaminarla, integrando, even- cipios UNlDROlT, véase los artículos 4.1 y 4,7). Es
tualmente, las propias informaciones técnicas; la con- interesante, sin embargo, hacer notar cómo es que
veniencia, porque el reexamen de las condiciones jurí- tanto el Código europeo como los Principios se han
dicas y económicas, aun con la ayuda de terceros, inclinado a acoger el instituto de la integración del
podría sugeri r el aba ndono del negocio o la determina- contrato, quizá en reconocimiento a las reglas sobre
ción para concluir el contrato con otro profesionaL De «implied obligatiolls» que derivan del comlllOlllaw inglés
aquí la consideración del ills poellitelldi en las directivas (véase los artículos 6:102 y 4.8, respectivamente).
sobre contratos de viaje (artículo 13), sobre contratos a
distancia (artículos 5 y 6), sobre contratos de Una particular atención de las directivas comuni tarias
multipropiedad (artículo.S), sobre contratos fuera de se ha dedicado al ius varial1di. Trátase de una limitación
los locales comerciales (artículos 4, 5, 6, 7 Y 8). Por relevante de la libertad contractual, dictada por la
cuanto es considerado como una técnica de tutela del exigencia de proteger a la parte más débil, que se
consumidor, el ills poellilelldi debe estar incluido en las encontraría expuesta a los abusos del profesional, más
clá usulas contractuales, allí donde se le prescriba; si se dedicado a limitar, recortar, excluir deberes, desventajas, costos, etc

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39
Del ills mrimzdi se ocupa una gran parte de las disposiciones de la ver el vínculo o reducir su incidencia, en lugar de
directiva sobre cláusulas abusivas, así como la directiva sobre contra- mantener viva la relación, sin importar el costo; a
tos de viaje (artículo 12). De manera indirecta, también hay reglas menos que la conservación de esa relación pudiera
dirigidas a contener el poder de modificar el contrato en los Principios favorecer al consumidor.
UNIDROIT (artículos 1.3, 6.2.3b, 3.10). Este problema es ignorado, en
cambio, por el Código europeo. 3. ALGUNAS CONCLUSIONES

El control sobre el contenido es el fin fundamental de Tras la confrontación de la disciplina comunitaria, el


la directiva sobre las cláusulas abusivas. Asimismo, Código europeo y los principios para los contratos co-
empero, los Principios UNIDROIT se ocupan del con- merciales internacionales, es posible inferir,
trol sobre el contenido, sea en relación con el tiempo y sintéticamente, algunas conclusiones. Se trata, obvia-
l¿¡s modalidades del cumplimiento (cap. 6), sea en mente, de conclusiones arbitrarias, en cierto sentido,
relación con las cláusulas de exoneración de responsa- pero que se exponen como indicativas de trends, de
bilidad (artículo 7.1.6). direcciones de la evolución, de perspectivas que se abren
paso en el sector del Derecho contractual. El "contrato"
(viii) La forma - cualquiera que fuera su denominación o concepción -
aparece como el atuendo jurídico de una operación
En el contenido del principio de libertad contractual se económica; la terminología en estos textos es lo suficien-
considera igualmente a la libertad de forma. Es natural temente homóloga en inglés (quizá, sería más apropiado
que ello acontezca en el comercio internacional, donde decir "jerga" inglesa); los conceptos están simplificados,
la forma no haría otra cosa que obstaculizar la conclu- y responden tanto a los intereses prácticos como a los
sión de los negocios (véase los artículos 1.2. y 2.18 de intereses teóricos que el jurista persigue; el objeto o el
los Principios UNIDROIT). Es natural, así mismo, que contenido del contrato prevalecen sobre la causa; el
en una variedad de sistemas, en los que la forma es control de la licitud es confiado a los jueces nacionales;
regulada de las maneras más heterogéneas, se piense el contrato ya concluido prevalece sobre la seriedad de
que ésta constituye un elemento irrelevante del contra- la intención de contratar y sobre el cumplimiento de los
to (al respecto, el Código europeo no regula específica- efectos; el contrato es considerado en su función de
mente la materia). fuente de obligaciones, antes que como un instrumento
de transferencia de la propiedad; el contrato es conside-
Contrariamente, también en este sector, las directivas rado como esquema de repartición de los riesgos, de las
asumen una tendencia intervencionista. La forma es ventajas y desventajas; se tiende a asignar al contrato
entendida con un doble perfil: como una técnica para una duración, así como a los fines específicos que aquél
hacer conocer a la parte más débil el contenido del está dirigido a realizar; la forma es por lo general libre,
contrato que está a punto de concluir, y como una a fin de no perturbar la conclusión de operaciones eco-
técnica para llamar la atención respecto de las cláusu- nómicas; cuando está prevista, la forma se entiende
las específicas de la relación. Son elocuentes, en este como técnica de tutela de las partes contratantes, para
punto, la directiva sobre contratos de viaje (artículo 6), que éstas comprendan el significado vinculante de la
la directiva sobre contratos a distancia (artículo 5), la operación y los contenidos de las obligaciones asumi-
directiva sobre los contratos fuera de los locales comer- das; la parte más "débil" está protegida frente a la más
ciales (artículo 1,9), Yla directiva sobre los contratos de fuerte, más informada y más preparada; el desequilibrio
multipropiedad (artículo 4). económico entre las prestaciones cede frente al desequi-
librio jurídico, y en todo caso, al juez le corresponde
(ix) La conservación introducir elementos correctivos; los mismos comporta-
mientos de las partes, en las distintas fases de la opera-
Un análisis más articulado y completo es el requerido ción, son controlados mediante criterios de lealtad y de
por las reglas relativas a la resolución y a la invalidez razonabilidad; la operación económica es salvada cuan-
del contrato. Más aún, la confrontación entre los tres do ello es posible, en el sentido de que prevalecen los
empara normativos no estaría completa, ya que las instrumentos de reequilibrio y de adaptación por enci-
directivas comunitarias no se ocupan de esas figuras, ma de los instrumentos que se dirigen a la disolución del
si no es en casos particulares de invalidez de determi- vínculo; la interpretación y la integración operan de
nadas cláusulas. Lo que vale la pena aclarar es la forma objetiva, antes que en concordancia con la volun-
tendencia a la conservación del contrato que se detecta tad subjetiva de las partes; las partes no son considera-
en la regulación de los Principios UNIDROIT, en los das como operadores neutros, sino que se da relevancia.
cuales se confían al juez notables. poderes a su status; el modelo de referencia - no develado, pero
modificatorios. Más tradicional en este aspecto es el traslúcido - sigue siendo, todavía, el de la compraventa
régimen del Código europeo. Las directivas comunita- o cualquier forma de intercambio.
rias explicitan un control permanente de las cláusulas
por parte del juez, pero no muestran II}ayor preocupa- Una tonalidad económico-comercial matiza las diver-
ción por salvarel contrato: cuando el interés delconsu- sas disciplinas, pero al parecer la-concepción tradicio-
midoresconculcado, parece que fuera preferibledisol- nal, aséptica y neutra de contrato se ha desvanecido.

THEMIS 38
40
CONTRIBUCIÓl\f A LA TEORÍA
DE LA NULIDAD PARCIAL, DEL
NEGOCIO JURIDICO

Eric Palacios Martínez* **

SUMARIO: 1.- Introducción: La nulidad parcial en


el sistema de ineficacia s negociales. Su intrínseca
unitariedad. Las grandes codificaciones. 11.- Es-
quema general de la nulidad parcial: construcción
de su mecanismo de actuación: l.-El concepto de
nulidad parciaL 2.-Los requisitos de operatividad
de la nulidad parcial i) Nulidad de algún o algunos
puntos específicos del contenido de un negocio de
carácter unitario. ii) Prescindibilidad objetiva del
punto o aspecto del contenido afectado por la nuli-
dad. iii) No existencia de una declaración común
contraria a la aplicación de la nulidad parcial. 111.-
La protección de las iniciativas negocia les de los La nulidad parcial en el Código Civil peruano de
particulares, que se manifiesta en el denominado 1984. Supuestos especiales de aplicación.
"principio de conservación de los negocios jurídi-
cos", impone que se deje de lado la tradicional Para la protección de las iniciativas negociales, ex-
contraposición entre la "validez total" y la "inva- presadas en actos autovinculatorios de naturaleza
lidez total" del negocio jurídico. Esta necesidad ha regulatoria, denominados negocios jurídicos, el or-
llevado a que el ordenamiento incorpore figuras denamiento jurídico prevé mecanismos de curación
atenuadas de ineficacia tales como la nulidad par- y conservación. Resulta ello de una exigencia prác-
cial, por medio de la cual se circunscribe la nulidad tica para complementar y hacer más flexible el siste-
a la parte de la reglamentación negocial por ella ma de ineficacias negociales, sistema que, sin tener
afectada, dejándose indemne el resto del contenido limitación alguna, podría llevar a una
del negocio particular. desincentivación de la propia actividad regulatoria
o negocial de los sujetos.
La teoría de la nulidad parcial, a pesar de su eviden-
te importa1lcia, ha sido poco estudiada por la doc- Tal exigencia se encuentra recogida en lo que se
tri1la nacional, por lo que el presente ensayo resulta conoce como el «principio de conservación de los
particularme1lte significativo, ya que su autor de- negocios jurídicos», que tiñe a toda la Teoría Gene-
sarrolla el concepto de la nulidad parcial tal como ral del Negocio, y que, en su actuación, ha generado
ha sido planteado por las codificaciones más im- la aparición de diversos mecanismos mediante los
portantes y la doctrina más autorizada, culminan- cuales los negocios jurídicos afectados por algunos
do su estudio con los supuestos especiales de la tipos de ineficacia, podrían, en la medida de lo
1lulidad parcial comte111:plados en el Código Civil posible, ser salvados de la inoperatividad efectual a
pemano de 1984. la que normalmente estarían condenados.

• Abogado, Pontificia Universidad Católica del Perú


Para Jean Paul y Val Jean.

THEMIS38
41
La presente investigación tiene como materia uno ras atenuadas de ineficacia (en sentido amplio) que
de estos mecanismos; en particular, la nulidad par- reduzcan al máximo los efectos negativos de la
cial del negocio jurídico, la misma que puede ser sanción de ineficacia. Ello importa una superación
entendida, en una primera aproximación, como de la atonía característica del estado liberal clásico y
aquella nulidad que sólo afecta parte de la regla- el reconocirnien to indirecto de la función integradora
mentación negocial, dejando incólume el resto de en el negocio, como contenido auto y heteroregulado
ella, es decir, manteniendo la plena eficacia del sobre el que el ordenamiento interviene indepen-
contenido negocial no afectado. dientemente de la voluntariedad de los sujetos. Se
ha llegado incluso, en algún momento, a catalogar a
La motivación que nos ha impulsado al tratamiento la nulidad parcial como un "tercer tipo de invali-
de este tema es, sin temor a equivocarnos, precisar dez" l.
las pautas generales de su correcta aplicación en el
sistema normativo del Código Civil, para lo cual A partir de lo dicho, pensamos que un correcto
resulta ineludible tener la base lógico-conceptual enfoque, en una indagación científica acerca de la
apropiada, siempre necesaria en cualquier labor nulidad parcial, tiene que estar conectado con el
intelectual seria. concepto genérico de nulidad. De ahí, que se haya
afirmado que la noción de la nulidad parcial va
Asimismo, en el transcurso de nuestro desarrollo unida a una nueva idea de la nulidad, más dinámica
expondremos nuestras personales, a veces de lo que es en su concepción clásica, refiriéndonos
personalísimas, opiniones y convicciones; sin las a aquella que origina ipso jacto la carencia de efectos
cuales, me parece, el ensayo perdería todo interés al negociales cuando faltan los requisitos necesarios
red ucirse sólo a una mera exposición de lo que, en la para la formación de un acto válido (estructura), o
mayoría de tratados y obras institucionales, se cono- cuando no han sido respetadas las reglas que les
. 2
ce como «nulidad parcia!», perdiendo con ello todo conCIernen .
interés académico. Planteado así el asunto, inicie-
mos la tarea enunciada. Al afirmar que la nulidad se produce porque a la
jattispecie le faltan los elementos constitutivos-esen-
ciales o porque éstos se encuentran viciados 3 , no se
1.- INTRODUCCIÓN: LA NULIDAD
llega a caracterizar el fenómeno de la nulidad con
PARCIAL EN EL SISTEMA DE contornos estrictamente configurados; también la
INEFICACIAS NEGOCIALES. SU anulabilidad supone un defecto en la jattispecie, es
INTRÍNSECA UNIT ARIEDAD. LAS decir, en el conjunto de presupuestos, requisitos y
GRANDES CODIFICACIONES. elementos que conforman la estructura del nego-
cio. Dicha definición, entonces, resulta insuficiente
La nulidad parcial, en las aproximaciones científi- y se ve muchas veces contradicha por el orden
co-jurídicas que en tomo a ella se han producido, positivo, lo que hace necesario valorar el significa-
resulta ser un fenómeno relativamente nuevo en la do que se atribuye a la nulidad teniendo presente
doctrina francesa, española e italiana, que ha cobra- los intereses que ella afecta en el cuadro de los
do vigencia como resultado de las nuevas necesida- valores del sistema. La nulidad del negocio, según
des económicas y sociales. La protección de los la más acreditada doctrina, constituye el "medio
intentos prácticos de los particulares exige que se para la tutela efectiva de intereses generales, consi-
rompa la contraposición "validez total" -"invalidez derados valores fundamentales para la entera or-
total" y que aparezcan tertium genus, es decir, figu- ganización social" 4 •

I En tal sentido PACCHIONI, Giovanni. Diritto Ovile Italiano. Parte Seconda Vol.!. Dei Contralti in Genera/e. Padova: Casa Editrice Dott.

Antonio Milani, 1939. p. 191.


Sin embargo, estamos constreñidos a disentir de este uso terminológico, ya que, en nuestra opinión, la nulidad parcial es una especie
de nulidad que se caracteriza por afectar sólo a una parte del contenido negocial, como veremos más adelante.

2 Es la definición de los MAZEAUD, Henry, Jean y León. Lecciones de Derecho Civil. Parte Segunda, Vol. !. Buenos Aires: Ediciones

Jurídicas Europa-América, 1978. p. 335.

J
.
En tal sentido MESSINEO, Francesco. Doctrina General del Contrato T.n. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América, 1986.
p. 264; BETTI, Emilio. Teoría General del Negocio Jurídico. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, 1959. p. 353; PUIG BRUTAU,
José. Fundamentos de Derecho Civil. T. lI, Vol.!. Barcelona: Casa Editorial Bosch, 1987. p. 286; entre otros.

<Es el parecer de MONTICELLI, Salvatoré. f:011damento e!wlzione della rí/evabílitá d'ufficiodella nuIlítá negoziale. En: Rivista di Diritto Civile,
AIlI/O XXXVI Parte Prima. Padova: Casa Editrice Dott. Antoruo Milani, 1990. p. 674; YGALGANO, FrancescO': AUa rícerca del/e sanzioni
premesse generali. En: Contralli e Impresa Parte Seconda. Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1987. p. 532.
civile illdircfte:

THEMIS 38
42
El enfoque señalado es de vital importancia para El Código Civil alemán (B.C.B.) de 1900, en el § 139
comprender el fenómeno denominado nulidad par- ha dispuesto que" si una parte de un negocio jurídi-
cial, y empezar a tomar posición frente a su no muy co es nula, el negocio jurídico es nulo en su totali-
acertada catalogación como simple "especie" de dad, cuando no se hubiera querido sin la parte
nulidad. nula". De allí que se infiera que, para el sistema
alemán, la· nulidad total sería la regla y la nulidad
La nulidad parcial vendría a ser el reflejo de la parcial la excepción 7 •
orientación señalada -que denominamos personal-
mente" concepción valorativa" de la nulidad- con la Así Oertmann, profesor de la Universidad de
que se explica perfectamente no sólo su modo par- Catinga, en un ensayo magistral, fundamenta
ticular de funcionamiento sino, a su vez, el de meca- esta toma de posición en que "no se puede exigir
nismos de conservación afines destinados a conser- a todo el mundo que, en caso de nulidad de una
var las iniciativas negociales, como es, a título de parte del negocio, se conforme que reste útil la
ejemplo,_ la figura de la conversión del negocio parte que acaso carezca de valor para el sujeto,
jurídico" . como sucederá por ejemplo, si habiendo compra-
do una obra de tres volúmenes, se ha perdido o
De acuerdo a lo señalado, podremos coincidir en destruido uno de ellos"s .
que la nulidad parcial tiene sustento en una concep-
ción flexible de la nulidad y que encuentra funda- En lo que se refiere al Código Civil italiano de
mento en ella, puesto que, por un lado, no se debe 1942, el primer parágrafo del artículo 1419 es el
dejar al margen la protección de las iniciativas que la recoge expresamente, estatuyendo que
negociales', y por otro, es necesario proteger los "la nulidad parcial de un contrato o la nulidad
valores fundamentales de la entera organización de cláusulas singulares importará la nulidad de
social. El principio de conservación, vigente en todo el contrato, si resultara que los contratan-
6
nuestro ordenamiento , impone la opción de que la tes no lo habrían concluido sin la parte de su
nulidad parcial sea la regla y aquella que afecte a la contenido que ha sido afectada por la nuli-
totalidad del negocio la excepción. dad,,9. En tal sentido, comentando el menciona-
do texto legal, Bugani advierte que "según el
Sin embargo, puede ser discutible que esto sea sistema del Codice Civile, el principio de la con-
válido para la generalidad de sistemas jurídicos, servación del negocio jurídico afectado por la
basándonos en la distinta y contrapuesta toma de nulidad parcial (utile per inutile non vitiatur) es la
postura aparente de las dos codificaciones civiles regla, mientras la extensión al entero negocio de
más importantes en el mundo: el Código Civil los efectos de tal nulidad constituye la excep-
alemán (B.G.B.) de 1900 y el Código Civil italiano ción, cuyos extremos deben ser probados por la
de 1942. parte interesada" 10.

5 Mecanismo heterointegrativo mediante el cual se salva al negocio afectado por la invalidez, reconduciendo su contenido hacia otro
tipo negocial: el intento práctico es materia de una corrección en la calificación realizada por el ordenamiento, que originalmente lo
catalogó como inválido, para utilizarlo como fattispecie de otro tipo de negocio jurídico que satisfaga adecuadamente el propósito
práctico de los sujetos. Para los detalles de la gran "problemática" que supone la conversión, ver del autor, PALACIOS MARTINEZ,
Eric. La Conversión del Negocio Jurídico, en preparación por Ara Editores.

" Recogido indirectamente con la previsión legal de la Buena Fe en el artículo 1362 del Código Civil, y en algunos casos aislados que
serán examinados, con referencia a la nulidad parcial, más adelante en el presente estudio.

7 Como lo sei'lala MARfN PADILLA, María Luisa. El Principio General de Conservación de los Negocios Jurídicos. Barcelona: Casa
Edi torial Bosch, 1990. p. 103. Corrobora esta conclusión ENNECCERUS, Ludwig,KIPP, Theodor y WOLFF, Martin. Tratado de Derecho
Civil. Tomo 1-2 Vol. 2. Barcelona: Casa Editorial Bosch, 1981. p.731; cuando afirman que "si la causa de nulidad sólo alcanza a una parte
del negocio, el artículo 139 establece con razón que todo el negocio e~ nulo. Sólo se d¡¡ una excepción, que tiene que probar el que la
alega, cuando procede suponer que el negocÍo hubiera sido celebrado también sin la parte nula".

'OERTMANN, Paul. Invalidez e Ineficacia de los Negocios Jurídicos. En: Revista de Derecho Privado. Madrid Año XVI, Número 186.
(1929) p. 75; donde agrega que para la aplicación de esta "excepción", "el interés de las partes será la medida decisiva", ihfiriéndose de
sus ejemplos que se refiere al interés de las partes en la ejecución material del reglamento negoc~al autoregulatorio. En idéntico sentido
se pronuncia en su obra Introducción al Derecho Civil. Barcelona: Editorial Labor S,A., 1933. p. 282.

Texto extraído de MESSINEO, Francesco. Manual de Derecho Civil


'1 y Comercial, Tomo I - Código Civil Italiano. Buenos Aires:
Ediciones Jurídicas Europa-América, 1979. p. 284.

10 BUGAN!, Ira. La Ilullitá del cOlltratto. Padova: Casa Editrice Dott. Antonio Milani, 1990, p. 590.

THEMIS38
43
Por demás, agrega Colagrosso, en una afirmación rrespondiendo siempre la actividad probatoria al
que señala la consecuencia práctica de la toma de sujeto interesado. Éste tiene la carga de probar que
postura del Código Civil italiano, que "si fuese su requerimiento se funda en la particular intención
proclamada la nulidad total del contrato se haría / . d e 1as partes 13 . _
practIca
imposible la misma inserción automática de las
disposiciones imperativas" 11 , con lo que se reco-
noce la enorme utilidad de la nulidad parcial para 11.- ESQUEMA GENERAL DE LA
armonizar el respeto a la autonomía privada de NULIDAD PARCIAL: CONSTRUCCIÓN
los particulares y los fines que el ordenamiento DE SU MECANISMO DE ACTUACIÓN
persigue.

Una vez realizada la presentación de la figura de la


A pesar de los enunciados literalmente contradicto- nulidad parcial, y habiéndonos introducido en su
rios de los respectivos artículos en ambos cuerpos pro-blemática respecto a su forma de actuación a
legislativos, es preciso anotar que, en su sustancia, nivel de las principales codificaciones, es preciso
tienen una misma previsión normativa, y que lo ahondar en la configuración de la estructura de la
único que diferencia ambos tratamientos de la nuli- nulidad parcial, enunciando los lineamientos de su
dad parcial es la necesaria actividad de algunos de teoría general.
los sujetos negociales para efectivizar la nulidad
total o parcial según sea el caso.
1.- El concepto de nulidad parcial

Si por un lado afirmamos que el negocio afectado en Cuando se define a la nulidad parcial, algunos
parte de su contenido es nulo en su totalidad" cuan- autores remiten su conceptuación a la más genérica
do no se hubiera querido sin la parte nula", como lo definición de "nulidad". Tal es el caso, y es el
hace el B.C.B.; y por otro que, la nulidad parcial de ejemplo más clarificador, del italiano Criscuoli, el
un contrato o de sus cláusulas singulares importará que de una forma excesivamente descriptiva la
la nulidad de todo el contrato, "si resultara que las conceptúa como "la mayor sanción civil con la que
partes no lo habrían concluido sin la parte afecta- el ordenamiento jurídico sanciona una parte de una
da", como lo hace el Código Civil italiano; estamos especie negocial contraria a los límites impuestos a
diciendo intrínsecamente lo mismo, puesto que, en la autonomía pri-vada, negándole reconocimiento
los dos casos, se concluye que el efecto expansivo de y tutela jurídica" 14.
la nulidad se verificará solamente cuando quede
claro que las partes no lo hubieran celebrado sin la Disentimos de la forma como se ha enfocado a la
parte afectada, marcándose un límite subjetivo a la nulidad parcial, pues sólo se la reconduce al más
actuación de la nulidad parcial 12. amplio concepto de nulidad, planteando en forma
redundante las ideas de" sanción" y" contravención
La única consecuencia diversa de los dos regímenes a los límites de la autonomía privada".
de nulidad parcial está en que la carga de la prueba
estaría dirigida, en un caso, a argumentar la nulidad También se ha explicado la nulidad parcial identifi-
total, y en el otro, a evitar ésta y demostrar la cándola como una manifestación del principio "utile
aplicación de la nulidad parcial; evidentemente co- per inutile non vitiatur", destinada a salvaguardar el

t t COLAGROSSO, Enrico. Commento al Nuovo Codice Civile Italiano Tomo IV. JI Libro de/le Obbligazioni (parte generale). Milano: Societá

Editrice Libraria, 1945. p. 418-419.

" Efectuamos esta aproximación sólo con ánimo expositivo a fin de demostrar la paridad sustancial de los sistemas aludidos en lo que
respecta a la nulidad parcial, lo que no implica de ninguna forma convenir con la exigencia de una voluntad de las partes, sea real,
presunta o hipotética, problema sobre el cual volveremos más adelante.

II De acuerdo BETIl, op. cit., p. 361. Asimismo, es menester señalar la existenda de presunciones que apuntan a supuestos distintos

en el Sistema Alemán e Italiano; siendo necesario, para romper dichas presunciones en favor de la nulidad total o parcial respectiva-
mente, la actividad probatoria de los sujetos, de lo que se induce la imposibilidad de declarar, en este especifico supuesto, la nulidad
parcial o total de oficio. Es en ese sentido, en la realídaditaliana, que se ha pronunciado la Cassazioncdel22demarzo de 1983 En: Massime
del Foro Italiallo No. 590, 1983.

"CRISCUOLI. Giovanni. La nullitá parzÚlle de! negozio giuridico. Teoríagenerale. Milano: Dott. A. Gíuffre Editore, 1959. p. 131. En idéntico
sentido, y admitiendo la influencia de CRISCUOLI, los españoles GOMEZ MARTfNEZ, Juan. La nulidad parcial de los negocios
jurídicos. En: Estudios de Derecho Privado. Madrid: Casa Editorial Bosch, 1962. p. 339; Yel laboralista PALOMEQUE LÓPEZ, M.e. La
nulidad parcial del Contrato de Trabajo. Madrid: 1975. p. 112.

THEMIS38
44
contenido del negocio no afectado por el defecto del esquema negocial por defectuosidad del su-
que acarrea la nulidad 15. puesto de hecho o por contravención a normas
imperativas, referibles exclusivamente a puntos
A pesar de ser adecuado el enfoque, porque es concretos de su contenido. Por ello, con razón, se ha
imposible negar la conexión entre la nulidad parcial concluido que "las propias normas jurídicas entien-
y la regla "¡¡tile per inutile 11011 vitiatllr", no es para den que, estando prohibida sólo una condición o
nosotros la mejor forma de abordar a la figura que presupuesfo concreto, ello no debe arrastrar bajo su
centra nuestra atención. La definición de la nulidad caída a todoelnegocio,,17, puesto que sólo "algunos
parcial debe ser tal que nos otorgue con su sola de esos aspectos pueden ser calificados de nulidad
aprehensión lo esencial de su naturaleza, puesto e impedir la producción de algunos efectos" 18,
que, de lo contrario, nos adentraremos inexorable- siendo esto último explicado principalmente por el
mente en el terreno de la ambigüedad. "contenido complejo" que puede presentar el nego-
. lY
clO .
Por lo señalado, opinamos personalmente que
la nulidad parcial debe ser conceptuada como Pero la verdadera utilización del concepto construi-
una de' las técnicas de sanatoria del negocio do se encuentra en la correcta verificación de los
jurídico, que implica una conminación limitada requisitos necesarios para su operatividad. En efec-
específicamente al contenido negocial afectado to, cuando el negocio está viciado en solo una parte
por la nulidad, es decir, la afectación cuantita- de su contenido preceptivo, es abstractamente posi-
tivamente restringida de la nulidad sólo al con- ble, tanto la solución según la cual la invalidez se
tenido afectado por ella; en suma, circunscribir man tiene como parcial, circunscrita a aquella dispo-
la nulidad y sus consecuencias, concretamente a sición o parte del contenido preceptivo del negocio,
la parte de la reglamentación negocial que la como la solución contraria, en el sentido de que la
motiva y justifica. parte viciada arrastre tras de sí, y someta al régimen
de invalidez también a la parte sana, dando lugar a
Se explica con ello el fenómeno producido por la la invalidez total del negocio jurídico 20 . La elección
nulidad parcial, pudiéndose entrever claramente la ante esta alternativa la tendremos en la materializa-
forma de actuación de su mecanismo sobre el "con- ción o no de los requisitos que se consideren rele-
tenido negocial" lh, punto primordial para com- vantes para dar paso a la operatividad de la nulidad
prender su problemática. Dicho esto, queda demos- parcial, por lo que es de vital importancia señalar
trada la enorme utilidad del mecanismo de la nuli- dichos requisitos, y su correcto entendimiento, en
dad parcial en virtud a que no tendría ningún un acercamiento coherente con las modernas con-
sentido práctico, en todos los casos, impedir la cepciones del sistema negocial, lo que haremos a
realización de los intereses caracterizan tes-típicos continuación.

le Así SCOGNAMIGLlO, Renato. Teoría General del Contrato. Bogotá: Universidad Externado de Colombia, Reimpresión, 1991. p. 330;

PUGLIATTI, Salvatore. Introducción al Estudio del Derecho CiviL México D.P.: Editorial Forma Hnos. y Cía., 1943. p. 318; CRISCUOLl,
op. cit., p. 99; etc. Entre los españoles tenemos a MARfN PADILLA, op. cit., p. 103; GORDILLO CAÑAS, Antonio. La nulidad parcial
de los contratos con precio ilegal. En: Anuario de Derecho Civil, Tomo XXVIII. Madrid: Ministerio de Justicia e Interior, Centro de
Publicaciones, (1975) p.186; DE LOS MOZOS, José Luis. El Principio de la Buena Fe. Barcelona: Casa Editorial Bosch, 1965. p. 37; DIEZ
SOTO,CarlosManue!. La conversión del contrato nulo. Barcelona: José María Bosch Editor S.A., 1994;CASTÁNTOBEÑAS,José. Derecho
Civil español, Común y Foral Tomo J, Vo!. n. Madrid: Instituto Editorial Reus S.A., 1987. p. 60.
1', Consideramos así poco adecuada la definición que señala que "se llama nulidad parcial a la que no opera sobre todo el negocio, sino

sobre una cláusula o elemento del mismo", enunciada por DE LOS MOZOS, José Luis. El Negocío Jurídico. Madrid: Editorial Montecorvo,
1987. p. 591. La multivocidad de los términos "cláusula" y "elemento" y la impropiedad de su uso en una investigación científico-
dogmática sobre la nulidad parcial será examinada en el punto siguiente de nuestro trabajo.
17 RlJIZ SERRAMALERA, Ricardo. El Negocio Jurídico. Madrid: Universidad Complutense, Sección de Publicaciones, 1980. p. 378.
J< MALUQUER DE MOTES, Carlos. Derecho de la Persona y Negocio Jurídico. Barcelona: Casa Editorial Bosch S.A., 1993. p. 317.
1" Así SCOGNAMIGLIO, op. cit., p. 330.
2<1 Son las palabras del maestro BETTI, op. cit., p. 360. Es de igual opinión BUGANI. La nulidad del contrato. Padova: CEDAM, 1990. p.
589, quien advierte que "el problema si tal invalidez se propone en modo tal de hacer nulo el entero contrato, o bien, si permaneciendo
firme el reglamento contractual (... ) se discuta solamente la cuestión de cómo colmar la laguna del contenido negociar:.
Las palabras de BUGANI nos llevan al planteamiento de un problema de no muy fácil solución, es decir, aquel de cómo colmar las lagunas
dejadas por la actuación de la nulidad parcial en el contenido negocia!.
La respuesta a la interrogante puede tenerse en el fenómeno de la sustitución automática departe del contenido negocia!, cuando ella
sea expresamente prevista. En el caso en que dicha sustitución no sea dable tendremos 'que utilizar el método heterointegrativo del
contenido negocia!, adecuando los vacíos existentes al resto del contenido cuando el ordenamiento nos facilite la oportunidad de hacerlo.
En caso contrario, deberemos aplicar la solución interpretativa, es decir, como si las partes no hubiesen previsto literalmente el punto
eliminado.

THEMIS38
45
2.- Los requisitos de operatividad de la nulidad parcial nos conducirían a un resultado distinto, contra-
parcial rio al que se arribaría después de haberse aplicado
correctamente las directrices provenientes de una lógi-
Individualizada la interrogante, dirigida a la averi- ca construcción dogmática, siempre socialmente útil.
guación de cuáles son los requisitos operativos del
mecanismo de conservación denominado "nulidad Así, referirnos a una previa constatación de la
parcial", es necesario ahondar sobre su especial unitariedad del negocio sobre el cual se pretende
configuración. aplicar la nulidad parcial resulta de vital importan-
cia, en la medida que ante la eventualidad de que
Por ello -dejando de lado la referencia a las diversas existieran dos o más negocios distintos, estos ten-
formas de enumerar a lo que nosotros denomina- drían que ser sometidos al tratamiento diferenciado
mos como" requisitos", (llamados por otros" condi- de las causales de nulidad concernientes a cada uno
ciones,,2l o "presupuestos,,22), de aplicabilidad de por separado, dejándose de lado la valoración de los
la nulidad parcial realizadas por la doctrina-, consi- eventuales requisitos necesarios para la nulidad
deramos necesaria la concreción de los siguientes parcial. De lo contrario, cabría el peligro de que, al
"requisitos de procedibilidad". ser nulo un negocio sólo fácticamente vinculado a
otro, por ejemplo, mediante un único acto declara-
i) Nulidad de algún o algunos puntos específicos tivo, se arrastre a la invalidez (nulidad) un negocio
del contenido de un negocio de carácter unitario. perfectamente válido cuando no se reúnan los re-
ii) Prescindibilidad objetiva del punto o aspecto del quisitos previstos para la actuación del mecanismo
contenido afectado por la nulidad. de conservación materia de nuestro estudio.
iii) No existencia de una declaración común contra-
ria a la aplicación de la nulidad parcial. Pero, ¿cómo determinar ante un único acto declara-
tivo, si nos encontramos frente a un negocio unitario
Examinemos separadamente cada uno de ellos. o frente a una pluralidad de negocios jurídicos?

i) Nulidad de algún o algunos puntos específicos Al ser la pregunta directa, la respuesta también
del contenido de un negocio de carácter unitario debe serlo: la determinación de la singularidad o
pluralidad negocial tiene que ser examinada de
El primer requisito para que pueda realizarse la acuerdo a la identificación de la "causa del nego-
actuación concreta de la nulidad parcial, es la exis- cio", es decir, de una o más operaciones que reflejen
tencia de un negocio jurídico unitariamente confi- "funciones objetivas". Se pone así de relieve uno de
gurado en el que alguna parte de su contenido se los aspectos de la continuada influencia de la causa
encuentre afectado por la nulidad. que, según la doctrina más avanzada, actúa como
elemento objetivo de individualización de los tipos
Aunque pareciera que es redundante insistir en este negociales dispuestos por el sistema normativo 2:1 •
aspecto, el planteamiento de la cuestión no es del todo
estéril, por cuanto en el terreno concreto de la expe- Sin embargo, el problema no es de tan sencilla
riencia negocial nos podríamos encontrar ante un con- solución. Puede presentarse la hipótesis de que un
junto de negocios jurídicos independientes, pero agru- negocio calificado como "unitario" sea compuesto
pados en un solo acto declarativo, que al ser indistin- por varios negocios 24, Yque, por ello mismo, tenga
timwnte examinados bajo las reglas de la nulidad que atenerse en su globalidad a los requerimientos

" Así LACRUZ BERDEJO, José Luis. Elementos de Derecho Civil Vol. 1, Introducción. Barcelona: Casa Editorial Bosch, 1982, p. 294.

22 Así MARIN PADILLA, María Luisa, op. cit., p. 105 Y ss.


"1
. Para una revisión integral de la problemática del concepto de "causa del negocio", ver por todos el excelente trabajo científico-jurídico
de TABOADA, Lizardo. La causa del negocio jurídico. Lima: Editora Jurídica Grijley EJ.R.L., 1996.

" Han planteado el difícil asunto los alemanes ENNECCERUS, KIPP y WOLFF, op. cit., p. 932; LARENZ, Karl. Derecho Civil. Parte
-
General. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, 1978. p. 628; LEHMANN, Heinrich. Tratado de Derecho Civil Vol. 1, Parte.
Gl'JWral. Madrid: Editorial Revista de Derecho P~ivado, 1956. p. 250; entre otros.

La hipótesis planteada hace entonces surgir automáticamente el discutidísimo problema del reconocimiento de la unidad o pluralidad
dt' negocios en una fattispecie negocial, abordado en la doctrina italiana, francesa yespañola, ycasi totalmente ignorado en un medio como
el nuestro. Así se ha dicho, en la doctrina italiana, que "el tema de la unidad o pluralidad de negocios ha sido considerado en general
bajo dos puntos de vista diferentes: por un lRdo, desde el punto de vista de la teoría de los contratos mixtos, y por otro, desde la reciente
teoría de los negocios conexos. Ha acaecido, por ende, que la solución de aquel problema ha resentido, en medida no leve, el particular
interés de cada uno por el tema de fondo afrontado, con la consecuencia de que se nos ha inducido a desvalorar la importancia

THEMIS 38
46
exigidos para la verificación de la nulidad parcial. dios instrumentales para la actuación de un único
Aquí el criterio de la causa no sería relevante a objetivo económico, apuntando todos ellos a la ob-
efectos de resolver el punto discutido. tención del mismo intento práctico-negocia!, debe-
rá concluirse que nos encontramos ante la figura de
Para resolver tal dificultad la doctrina alemana ha un negocio unitario, pero de naturaleza compleja.
propuesto dos criterios, a manera de hechos
sin tomáticos, para discernir si nos encontramos ante En síntesis, la unitariedad del negocio, necesaria
un negocio jurídico complejo, es decir compuesto para iniciar cualquier valoración en tomo a la nuli-
de varios negocios, que pueda en su conjunto ser dad parcial del negocio, tendrá que ser calificada de
analizado como un solo negocio jurídico unitario. acuerdo a la presencia de una sola "causa-función"
Así se ha considerado como criterios diferenciado res en el negocio concreto, o a la "conexidad" entre los
la celebración simultánea y el entrelazamiento de varios negocios, de acuerdo a un único objetivo
25
los varios negocios en el orden económic0 . económico al que se encontrarían dirigidos, en el
caso de un negocio compuesto o complejo, según se
A nuestro entender consideramos que sólo el se- ha explicado con anterioridad.
gundo de los criterios señalados podría otorgar la
suficiente seguridad para confirmar la presencia de
un conjunto de negocios entrelazados entre sí, que ii) Prescindibilidad objetiva del punto o aspecto
componen un solo negocio complej02h. Y es que del contenido afectado por la nulidad
cuando en lafattispecie negocial compleja los varios
negocios tengan entre ellos una relación de subordi- El siguiente requerimiento para la procedibilidad
nación funcional, y constituyan simplemente me- de la nulidad parcial radica en que, luego de efec-

respectivamente de la teoría del concurso de negocios o de la teoría, por así decir, unitaria; según nos ubiquemos en un estudio de los
contratos, o bien, de los negocios conexos". En tal sentido DI SABATO, Franco. Unílií epluralítá di negozí. En: Rívistadi Diritto Civile, ArillO
V. Padova: Casa Editrice Dot!. Antonio Milani, 1959. p. 414.

Los criterios para determinar la unidad o pluralidad negocial se han estudiado con cierto rigor por algunos autores italianos, los cuales,
en su gran mayoría, acuden para dar solución al problema a lineamientos objetivos, existiendo sólo discrepancia en la elección del criterio
de naturaleza objetiva relevante. Así, para un sector debe tomarse en cuenta la relación en que se encuentran las diversas prestaciones
concurrentes en la situación de hecho, es decir, la relación real entre las consecuencias de índole económica de la operación, por lo que,
si una de aquellas consecuencias es prevalente y las otras están subordinadas a ella, sólo existirá un negocio. Esta es la opinión de
GIORGIANI, Michele. Negozi giuridicí collegali. En: RÍvÍsta Italiana di Scienze Giuridice, citado por GASPERONI, Nicola. Collegamento e
COllll~ssiOJIC Ira lIegozi. En: Rivista del Diritto Commercialc e del Diritto Gencrale delle Obbligazioni. Milano: Casa Editrice Dottor Franceso
Vallardi, 1955. p. 360, cita número 8; MACIOCE, Francesco. Un interessante caso di collegamento llegozillle. En: Rivista Trimestrale di Diritto
e Proccdura Cil'ile. Padova: Dott. A. Giuffré Editore, 1979. p. 1586-1598.; entre otros.

Para otros el asunto debe resolverse ciñéndose al encuadramiento del supuesto concreto en los esquemas o tipos legales-negociales
existentes. Así, cuando el negocio sea reconducible a un sólo tipo negocial, deberá hablarse de negocio único, y cuando resulte de la
combinación de varios supuestos típicos completos existirán vados negocios. Sin embargo, puede ocurrir que el contenido del negocio
no se adecúe il un tipo negocial en particular, lo que sucede cuando el supuesto concreto consta de elementos de un tipo legal determinado
y además de otros elementos pertenecientes a otro tipo negocial, o bien, pertenecientes a un esquema negocial atípico. Para solucionar
dicho problema SE' ha propuesto comprobar si los aspectos añadidos pueden sercalificados como cláusulas complementarias de un único
Jwgocio o como un negocio distinto aunque conexo. Esta es la opinión de DI SABATO, op. cit., p. 421; CLARIZIA, Renato. Collcgamento
IIcgoziale f vicellde dclla propíetá. Due profili della locaziol1cs fil1llnziaria. Maggioli, 1982; entre otros.

Por último se ha sostenido, que el criterio diferenciador para dilucidar la existencia de uno o más negocios jurídicos en un supuesto de
hecho, se tiene en la "causa del negocio jurídico", entendida como función económico-social. Esta es la opinión de la gran mayoría de
autores italianos. En tal sentido se pronuncia GA5PERONI, op. cit., p. 359-360, el cual señala que " ... premisa y presupuesto lógico-
jurídico ineliminable, aunque claramente intuible, para que pueda hablarse de conexión negocial en sentido técnico, es que subsista una
pluralidad de negocios jurídicos. Sería aquí superfluo una disgresión sobre el complejo problema de la unidad o pluralidad de los
Jwgocios y nos limitamos, por tanto, a acoger el criterio que reconduce la unidad del negocio a la unidad de la causa. Si de la causa se
adopta un concepto objetivo y se la entiende cual función económico-social del negocio, no puede desconocerse que ella es elemento
objetivo de identificación y de individualización puesto por el sistema normativo, asumiendo la posición de límite respecto a la voluntad
negocial". En idénticos términos LA LUMIA. Depósito e locaziollc .¡rcrpere. Negozio uníco e pluralitá di l1egozi. En: Rivista del Diritto
Cnl/111cyciale e del Dirilto Gmerale delle Obbligazíol1Í, Anno V. Milano: Casa Editricie Dottor Francesco Vallardi, 1912. II p. 921.
En nuestra particular opinión, por las razones ya expuestas adoptamos también la última de las tesis señaladas.

:; Así LARENZ, op. cit., p. 629 Y ENNECCERUS, KIPP Y WOLFF op. cit., p. 732. Estos criterios son los únicos capaces' de dar paso a la
aplicación de la nulidad parcial en los negocios jurídicos complejos dentro del Sistema Alemán, ya que en él rige el riguroso "principio
de abstracción", según el cual cada operación identificable es un negocio jurídico independiente.

Por la sencilla razón de que la celebración simultánea de dos o más negocios puede ser un criterio engañoso, en tanto muchas veces
el tráfico comercial y jurídico revela múltiples relaciones de distinta naturaleza y alcance entre ios sujetos, con lo que se podría tener
celebraciones simultáneas sin que los negocios se encuentren necesariamente vinculados.

THEMIS 38
47
tuada la pertinente calificación del contenido del necesario evaluar en qué consiste aquella "porción"
negocio, se concluya que la parte afectada, o "conta- del contenido sobre la cual puede recaer la mencio-
minada", por la nulidad es prescindible, y como tal, nada valoración; es decir, examinar preliminarmen-
que pueda ser excluida sin afectar la estructura y te las nociones de "contenido" y "cláusula", para
función básica del tipo negocia!. analizar, en el primer caso~ su composición y, en el
segundo, su posibilidad de extracción sin afectar el
No se trata entonces, como ha sostenido casi toda la sentido funcional del reglamento negocial ni la es-
doctrina, de un problema de divisibilidad o indivi- tructura del tipo, ya que si se diera esta circunstan-
27
sibilidad , dependencia o independencia 28, cia, sería más oportuno referirse a la conversión del
oq
aislabilidad o no aislabilidad- ete., con referencia al negocio jurídico.
contenido del negocio; puesto que tales indagacio-
nes implicarían un mal enfocado análisis integral de Para evitar entrar en un arduo desarrollo del con-
dicho contenido, que podría ser en algunos casos cepto de "contenido negocial" nos vamos a limitar
infructuoso para nuestros fines, en tanto, lo que en a acoger la definición que, en parecer propio, con-
verdad interesa para efectos de la nulidad parcial, es cuerda mejor con las modernas concepciones
la valoración concreta y específica de la porción del negociales, basadas todas ellas en el reconocimiento
contenido afectada por la nulidad. En suma, lo que de la autonomía privada de los sujetos. En tal senti-
reviste verdadera importancia es la decisión sobre si do, por contenido entendemos al "conjunto de las
el punto contaminado es posible de ser separado del determinaciones de las partes de las que resulta el
resto del contenido sin afectarlo cualitativamente. tipo de regulación (de intereses) que ellas han que-
rido actuar con el contrato,,30 , en sintesis, el reflejo
Pero, antes de abordar la temática referida a la por concreto del intento práctico en el que se denota la
nosotros denominada "prescindibilidad", se hace entera estructura negocial.

,; La divisibilidad considerada como requisito de operatividad-actuación de la nulidad parcial, supone que el contenido integral
del negocio pueda ser fraccionado, de tal suerte que una vez separada la parte nula, quede un "resto" que pueda subsistir como
negocio jurídico independiente. En tal sentido son enfáticas las obras de ENNECCERUS, KIPP y WOLFF op. cit., p. 732; LEHMANN,
op. cit., p. 250; SCOGNAMIGLIO, Renato op. cit., p. 330; RUIZ SERRAMALERA, op. cit., p. 378; ROPPO, Enzo.Nullitá parziale del
co)/tmtto e gilldizio di buollafede, En: Rivista di Dírítto Civile, Anno XVII. Padova: Casa Editrice Dott. Antonio Milani, 1971. p. 687; entre
otros.
Sin embargo el mayor desarrollo de la divisibilidad lo hace MARÍN PADILLA, op. cit., p. 112 Y SS., desarrollando los parámetros
conceptuales de Divisibilidad e Indivisibilidad Objetiva y Divisibilidad e Indivisibilidad Subjetiva, llegando en nuestro parecer a
resultados redundantes en la medida que su amplio enfoque engloba dentro del binomio "divisibilidad-indivisibilidad" al requisito
subjetivo de la "voluntad de las partes", en tanto hace depender a los conceptos señalados de la verificación de una divisibilidad
subjetiva.
Nuestro parecer se inclina, más allá de la sustancial discrepancia en la forma como examina el problema, por abordar el tema de la
"indivisibilidad-divisibilidad" del contenido en forma objetiva, en virtud a que en el estudio del contenido negocial se debe prescindir
d,,1 ('\empnto subjetivo, pi que sólo toma importancia en el momento generatriz del acto de iniciativa negocia\, por lo que, luego de aquel
momento, el contenido se torna inobjetablemente independiente de la intencionalidad de los sujetos que dieron vida al negocio.
2< Se refieren a una relación de dependencia entre las diversas disposiciones, como elemento excluyente de la nulidad parcial,
COVIELLO, Nicolás. Doctrina General del Derecho Civil. México: Unión Tipográfico-Editorial Hispano-Americana, 1938. p. 364; y
particularmente COLAGROSSO, op. cit., p. 418, quien textualmente afirma que " ... no es aplicable (la nulidad parcial), cuando entre las
diferentes disposiciones del negocio haya una relación de dependencia; en este caso, si la nulidad golpea la parte considerada corno
principal, la nulidad parcial equivale a la total".
Pero la más importante adhesión al concepto de "dependencia", es la de BETTI, op. cit., p. 362, quien señala que la invalidez parcial
presupone que "las varias disposiciones de que consta el negocio pueden ser consideradas como independientes una de otra, de manera
que la invalidez de algunas puede ser circunscrita a ellas y resulte no influyente y compatible con la validez de las otras",
'" Toma en cuenta el criterio de la "no aislabilidad" para sancionar la nulidad de todo el contenido negocial, ante un caso de nulidad
parcial, FERRI, Giovanni Battista. Volontádel privato e va/onld della legge nella Ilu/litá del negozio giuridico. En: Rivista del Dirilto Commerciale
e del Diritto GL11crale delle Obbligazíoni, Anno LXI. Milano: Casa Editricie Dott. Francesco Vallardi, 1963. p. 273, quien señala que "el
problema en esta hipótesis es sustancialmente aquel de individualizar respecto al negocio concreto, cuáles son las partes esenciales, 'no
aislables' que faltando, [) siendo ilícitas o imposibles, producen la nulidad del entero contrato, y cuáles, en cambio, son aquellas'partes
que no arrastran consigo, siendo nulas, el entero contrato... ".
," Así CARRESI, Franco. JI contenuto del contrato. En: Rívista Diritto Civile, Anno IX, Número 4, Parle Prima. Padova: Casa Editrice Dott.
Antonio Milani, 1963. p. 365. Se debe considerar, sin embargo, para evitar malos entendidos, que el contenido consiste tanto en las
determinaCiones queridas e insertas por las partes, como en aquellas insertas por el ordenamiento jurídico, a través de la ley, los usos,
la equidad, etc. Aclara esta idea GALGANO, Francesco. Il negozio gíllridico. En: Traltato di Diritto Civile e Commercíale, diretto da Cicu-
Messil1fO, Vol. III, Tomo 1. Milano: Dot!. A. Giuffré Editore, 1988. p. 103.
Con pilo, pensamos, queda claro que en la construcción del contenido negocia!, éste debe ser concebido finalmente como soporte auto
y Iwterointegrado. -

THEMIS 38
48
Debe recordarse, en relación con la generación del la determinación relativa a un punto cualquiera de
contenido negocia!, que el poder preceptivo 31 otor- la fattispecie negocial 33.
gado a los sujetos (autonomía privada) supone no
solamente la elección de los esquemas (tipos Sin embargo, la definición contemplada no esclare-
negociales) más idóneos para realizar las finalida- ce cómo se va a distinguir una cláusula de otra, en
des u objetivos escogidos, sino también la más espe- tanto no establece ningún criterio para su ubicuidad
cífica determinación de su contenido. Los sujetos concreta dentro del contenido negocia!, a fin de que
están también autorizados para completar la estruc- se pueda individualizar en forma unívoca si la
tura esencial del negocio con proposiciones o cláu- nulidad está afectando una única cláusula, una plu-
sulas accesorias. De ahí, que el contenido puede ralidad de ellas, o una parte de alguna de ellas, y con
comprender o estar compuesto por cláusulas prin- ello discernir, según el caso, si resulta aplicable el
cipales y cláusulas accesorias. Las primeras caracte- mecanismo conservativo de la nulidad parcial.
rizan el esquema o tipo negocial escogido, mientras
que las segundas asumen importancia en la especí- Para resolver tal incertidumbre se ha propuesto
fica programación de las partes. Estas últimas, claro entender como "cláusula" al precepto de autono-
está, presuponen la existencia de las cláusulas prin- mía privada aislado o aislable en el contexto com-
cipales sin las que no podrían asumir relevancia plejo de un contrato, que la leX no considera
alguna 32. escindible en varias proposiciones 4 Se desprende
de la definición que, para que se pueda calificar
Es entonces evidente que "contenido" y "cláusula" como cláusula singular y autónoma a un precepto
son conceptos vinculados, en la relación de "todo" de autonomía privada, éste debe presentar dos ca-
a "parte". ASÍ, en principio, no se equivoca la doctri- racterísticas: la aislabilidad y la inescindibilidad.
na que entiende por "cláusula" una cualquiera de Requisitos que nos vemos forzados a desarrollar
las proposiciones en las cuales consta, o puede personalmente en una contribución al esclareci-
constar, el contenido del negocio jurídico, es decir, miento del concepto de "cláusula".

" No compartimos bajo ningún aspecto la teoría normativa del negocio jurídico, expuesta y defendida por Luigi Ferri, por la simple
consideración de que el negocio, desde la perspectiva de la clasificación general de los hechos jurídicos, es un supuesto de hecho al que
el ordenamiento conecta los efectos jurídicos correspondientes. No se puede afirmar, como lo hace Ferri, que el negocio crea normas
jurídicas apoyándose enla idea de que el negocio pueda ser a la vez un hecho jurídico regulado y a la vez fuente reguladora. Ello en virtud
a que el negocio supone solamente un "acto vincula torio" reconocido como tal para tener eficacia jurídica. El sostener que el negocio
es fuente sustantiva de producción de efectos jurídicos separaría arbitrariamente el aspecto estructural y funcional del mismo, pues la
estructura se encontraría identificada con un supuesto normativo, el que, cabe señalarlo, sería formado libremente por los propios
sujetos, sin ningún tipo de control que pueda limitar su actividad "creadora", ante lo cual la función del tipo perdería toda utilidad como
Iími te de la autonomía privada. De ello es perfectamente colegible que la teoría normativa es una" reviviscencia individ uaJista" utilizada
ahora por aquellos que creen en el liberalismo y que sirven a sus intereses.
Por último, para terminar de desdeñar esta teoría, el negocio carece del elemento de la generalidad, la que en nuestro parecer, es
caracterizan te del concepto de norma.

32 Esta es la clasificación enunciada por TOMMASINI, Raffaele. Voce "Nullitá (dirittoprivattoY'. En: Enciclopedia del Diritto, Tomo XXVIII.
Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1979. p. 902. Por otro lado, a este criterio de clasificación se ha opuesto CARRESI, op. cit., p. 368, el que
divide las determinaciones contractuales en esenciales y no esenciales, tomando como punto de referencia la estructura del negocio
concreto; y sub-divide a aquellas "no esenciales" en principales y secundarias, según hayan o no hayan sido determinantes del consenso,
señalando que la regla "titile per inutile non vitintur" se aplica sólo a las determinaciones secundarias.

En nuestro entender, no cabe una clasificación de las cláusulas o proposiciones que tome como punto de referencia su mayor o menor
injerencia sobre la plasmación del consenso (para los contratos) o de la declaración unilateral (para los negocios unilaterales: promesa
unilateral, testamento, etc.), porque supone tomar en consideración la interna valoración de los sujetos sobre las proposiciones del
contenido negocial; lo que llevaría, en última instancia, a aceptar que la verificación de las reglas de la nulidad parcial sólo tendría
importancia cuando el examen de las intencionalidades declaradas así lo consienta, lo que, en una concepción objetiva y preceptivista
del Sistema Negocial, como la tenemos, resulta abiertamente inaceptable.

33GERI, Lina. 5ul significato del termine "clausola" in re/aziane al comma 2". dell'art. 1419C.C. En: Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura
Civile, diretta da Cicu-Redenti, Anllo XIV, n. Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1960. p. 683. Se deja así de lado el criterio de valoración
formalista, según el cual, por cláusula contractual debería entenderse una declaración contenida en un artículo, en una línea, o en
cualquier forma gráfícamente separada o aislada de las otras, contenida en uno o más documentos. Este es lamentablemente el criterio
seguido por DIEZ PICAZO, José Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Madrid: Editorial Ternos, 1986. T. I. p. 243, donde
afirma, siguiendo a Carnelutti, que "la idea de cláusula alude más al documento en que el contrato se refleja que al contrato mismo".
Nos llama la atención cómo un autor moderno y de la importancia de Diez Picazo, pueda seguir proponiendo construcciones teóricas
del todo superadas. Por ello la lectura de su obra debe ser cuidadosa y estar siempre acompañada de un atento examen en la reflexión
de las ideas que expone.

" Expresa dicho criterio la Corte di Cassazione en un Sentencia del 16 de octubre de 1958. Citada por GERI, op. cit., p. 685.

THEMIS38
49
Por aislabilidad se puede entender aquella posibili- dría lógicamente hablarse de una sola cláusula, sino
dad de que una determinada proposición pueda ser de dos o más cláusulas incorporadas en una sola
separada del resto del contenido negocial sin que determinación preceptiva dentro del contenido del
afecte el sentido otorgado a las otras proposiciones negocio. Otro ejemplo está en la incorporación de
ni el suyo propio; supone que, al extraer hipotética- una condición o plazo suspensivo, que afecte el
mente una proposición, sea perfectamente momento en que habrán de iniciarse los efectos
distinguible 1a particular regulación que ella incor- negociales en una determinada proposición; hecho
pora, es decir, el punto autoregulado que ella con- que, sin lugar a dudas implica la existencia de una
creta independientemente. proposición-cláusula, porque en sí misma resuelve
la controversia, evidentemente de interés para las
El segundo requerimiento para que se pueda hablar partes, referida al momento idóneo para el comien-
de" cláusula" lo tenemos en la inescindibilidad. Ella zo de la producción de efectos. Dentro de lo expli-
consiste en la característica por la cual aquella por- cado centramos lo dicho en nuestra posición.
ción del contenido calificada como" cláusula", debe
ser unitaria e insusceptible de dividirse en partes El siguiente punto es abordar, en nuestros términos,
que, en sí mismas, puedan constituir puntos de el concepto de "prescindibilidad" y resolver así la
regúlación autónomos, ya que, en caso contrario, aplicación o no aplicación de las reglas de nulidad
estaríamos hablando de cláusulas compuestas o parcial en un supuesto concreto.
complejas por estar integradas por dos o más pun-
tos de regulación35 . Si se ha aceptado que el negocio jurídico tiene un
contenido complejo, y que produce, en tanto ello,
Pero habiendo llegado hasta aquí, queda por pre- efectos de diversa naturaleza o grado; es también
guntarse ¿ qué cosa se entiende por lo que nosotros necesario aceptar que dentro del contenido negocial
hemos llamado punto autoregulado o punto de existen "cláusulas" necesarias e "imprescindibles"
regulación autónomo? Para lo cual tenemos una para lograr la función social propia del negocio, y
respuesta directa que ayudará a esclarecer en buena otras que se pueden catalogar como "prescindi-
medida la problemática de la definición del término bIes", es decir que no son estrictamente necesarias
"cláusula". Punto de regulación es la proposición o para que el reglamento, propuesto en la iniciativa
determinación independiente que resuelve satisfac- negocial, cumpla con dicha función y satisfaga los
toriamente una concreta incertidumbre, exigida o intereses objetivos de los sujetos.
permitida por el ordenamiento para una reglamen-
tación de intereses destinada a satisfacer las necesi- En el sentido anotado tenemos cómo una determi-
dades de los sujetos negociales. Así por ejemplo, en nada cláusula puede ser valorada en relación direc-
el negocio jurídico denominado compraventa es ta con el papel que desempeña en la entera regla-
evidente cómo la específica determinación que in- mentación de acuerdo al logro de la "función so-
corpora el establecimiento del precio del bien mate- cial", que absorbe a las iniciativas negociales; y
ria del contrato, es una cláusula en el sentido seña- tener con esto una graduación estrictamente objeti-
lado, en virtud a que resuelve una incertidumbre va, que servirá de mucho en el momento de decidir
necesaria para la específica concreción del tipo si una cláusula puede ser excluida del contenido sin
negocialllamado compraventa. Si en la proposición afectar la consecución de dicha función. Evitamos
se incorporase, además del precio, lo estatuido con- así los múltiples inconvenientes que surgen de una
cerniente a la descripción del bien o a la imposición consideración subjetiva de la importancia de las
de un plazo esencial para el cumplimiento, no po- cláusulas insertas en el contenido negocial 36 .

" Así se ha distinguido: el concepto de cláusula "simple" que resulta de una sola proposición, que se tendría cuando la proposición esté
comprendida por todos los elementos que integran una reglamentación, de modo que revele enteramente el presupuesto de la
determinación o la disposición correlativa; el concepto de cláusula "compuesta", resultado de más de una proposición, las que se
encuentran integradas recíprocamente, de modo que la disposición resulte de la unión de las mismas; y, por último, el concepto de
cláusula "compleja", consistente en una pluralidad de proposiciones compenetradas en tal forma que las modalidades expresadas en
una precisen el alcance vincula torio de la disposición que está contenida en la otra. En tal sentido FRAGALI, Michele. Clausole,frammenti
di c1ausole, rapporti Ira clausole e lJegozio. En: Giustizia Civile, II. Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1959. p. 317-318.
Por nuestra parte, pensamos que la clasificación enqnciada carece de la claridad necesaria para ser adoptada, sobre todo porque resulta
muy difícil plasmar y distinguir prácticamente los criterios de integración recíproca y compenetración, para calificar respectivamente
la categoría de cláusulas compuestas y complejas. Tampoco compartimos el concepto de cláusula como u ••• parte del contenido del acto
autónomamente identificable" propuesto por BUGANI, op. cit., p. 589, en tanto se apoya en un criterio demasiado amplio que
evidentemente puede llevar a confusio~es en su concreta aplicación e individualización.

3h Dificultad puesta de manifiesto por ZICCARDI, Francesco. L'ilJtegraziolJe del con/ratto. En: Rivísta TrimestraLe di Díritto e Procedura
Cipile, AllIlO XXIII. Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1969. p. 152.

THEMIS38
50
Se tiene entonces a la "prescindibilidad" como el iii) No existencia de una declaración común con-
criterio decisivo sobre el que se debe apoyar la traria a la aplicación de la nulidad parcial en el
valoración de una cláusula golpeada por la nulidad específico negocioj urídico
para decidir si ésta va a afectar a ella sola o se va a
extender a todo el reglamento, por incidir directa- Cuando la doctrina ha estudiado el mecanismo de
mente sobre su causa (función social), que al final de conservación de la nulidad parcial, en varias opor-
.cuentas es la individualizad ora y justificadora de tunidades se ha referido a la necesidad de que ella
los efectos negociales. busque un soporte sobre la voluntad de las partes,
en forma real o hipotética. En dicho planteamiento
La plasmación de la "prescindibilidad", se puede se encuentra ínsito el problema que implica la acep-
colegir, en un congruente desarrollo constructivo, a tación o no aceptación de la voluntad de las partes
través de una rápida constatación de dos factores como fundamento operativo de la nulidad parciaL
consistentes en la identificación del tipo negociaL
Con ello se logra también aislar, en este caso, la A tenor de lo dicho nos vemos en el imperioso deber
función social concreta del negocio y, en un segun- de rechazar de inmediato que la nulidad parcial
do plano, extrayendo abstractamente la cláusula tenga su fundamento en la voluntad de las partes.
afectada, juzgar si ésta es absolutamente necesaria Las razones de tal toma de postura se encuentran en
para el cumplimiento fiel de la función que tiñe al que no es racionalmente aceptable exigir a las partes
negocio. que prevean la posibilidad de la nulidad parcial, y
que por tanto, se les imponga expresamente que la
Así, por ejemplo, en el caso de un contrato de consideren en el contenido concreto del negocio que
intercambio, llámese arrendamiento, la nulidad concluyen; por otro lado, tampoco es aceptable
generada en el acto del administrador por arren- recurrir a la referencia de la voluntad que las partes
dar en contravención al plazo de duración máxi- "habrían tenido" para explicar dicho fenómeno,
mo, que es de 10 años, no afecta la función puesto que ella, encarnada en la teoría de la volun-
propia del contrato de arrendamiento, consis- tad hipotética, no es otra cosa que un infeliz vestigio
tente en el intercambio entre uso y renta, el cual del "dogma de la voluntad", una ficción incoheren-
puede subsistir, por cierto, tomando en cuenta te con el espíritu y con el moderno sistema negocial
3H
la reducción legal del plazo de duración, recogi- basado sobre módulos objetivos • No se puede
da en el artículo 1688 del Código Civil, conside- decidir sobre el destino de una reglamentación de
rando que éste se haya limitado al período máxi- intereses apoyándose solamente en suposiciones
37
mo señalado por la citada norma • También arbitrarias de una voluntad que pudo o no pudo
tenemos otro ejemplo clarificador para afirmar existir prácticamente.
nuestra tesis, en el supuesto de un testamento
que contiene una cláusula que conceda algún En el sentido planteado, es decir, aceptando la nece-
beneficio económico al notario ante el cual se sidad de la existencia positiva de la voluntad de las
otorga el testamento. Es claro cómo en este caso partes para la procedencia de la nulidad parcial, se
la "prescindibilidad" de una cláusula, examina- ha pronunciado Marín Padilla, quien abiertamente
da separadamente, puede establecerse conside- sostiene que "el factor decisivo para apreciar la
rando la no afectación de la función social que el invalidez parcial o total se encuentra constituido
testamento cumple, cual es la atribución de bie- por la voluntad presumible, conjetural o hipotética
nes patrimoniales para el momento de la muerte del autor o autores del negocio jurídico,,39. Para la
de una persona natural. averiguación de tal voluntad, respecto a la nulidad

37 Lo que por demás, constituye un típico caso de sustitución del contenido negocial por normas imperativas, cuya actuación específica,
se debe señalar, no obsta para la no producción del fenómeno materia de estudio: la nulidad de esa particular cláusula y su no expansión
al resto del contenido.

]XSin embargo, a pesar de los contundentes argumentos a favor de la- imposición de un sistema negocial objetivo, constantemente nos
vemos" sacudidos" por intentos -algunas veces" disfrazados"- para retomar los modelos de corte voluntarista. La razÓn de esto resulta,
para nosotros, obvia: la postura voluntarista defiende o tutela mejor los intereses individuales de los sujetos, y se complementa
perfectamente con las "reglas del mercado", puntos vitales para todos aquellos que perm~nentemente se encuentran en la busqueda de
colocar sus intereses por encima de los demás a cualquier costo.

J" MARfN PADILLA, op. cit., p. 103, 111. De acuerdo en su lineamiento GORDILLOCAÑAS,·óp. cit., p. 189. En Italia siguen esta postura
CRISCUOLI, op. cit., p. 103; BOLOCNA, op. cit., p. 1111; SARACINI, Eugenio. Nullítd e sostituzione di clausole contrattuali. Milano: Dott.
A. Giuffré Editore, 1970, p. 295; ROPPO, Enza. Nullitá parzialedel contratto egíudizio di buona fede. En: Rivísta di Diritto Cívile. Padova: Casa
Editore Do!t. Antonio Milani, 1971. Anno XVII, pp. 688 Y SS.; entre otros. En Alemania siguen esta posición ENNECCERUS, KIPP y
WOLFF op. cit., p. 735.

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51
total o parcial del negocio jurídico celebrado por Otro autor nacional que utiliza la voluntad de las
ellas, sería necesario indagar si, expresa o tácita- partes como criterio determinante en la decisión de
mente, manifestaron su voluntad de anular el utilizar la nulidad parcial es Lohmann Luca de
negocio jurídico totalmente o sólo en la parte Tena, quien ha señalado en relación con la nulidad
nula 40. parcial, que se habrá de indagar" si el agente habría
celebrado el negocio de todas maneras sin la parte
afectada de nulidad en su contenido" 42.
Llama la atención, por cierto, cómo dos de los
más notables representantes de la doctrina na-
cional asumen en forma tan abierta la posición Asentada y expuesta la posición de quienes creen
señalada, la misma que toma como necesaria la que la voluntad es necesaria, en una forma de
constatación de la existencia de una voluntad en actuación positiva, para la procedibilidad de la
el contenido del negocio que permita operar el nulidad parcial, pasemos a exponer nuestro punto
mecanismo de la nulidad parcial. Así, por un de vista, el que difiere ineludiblemente, hay que
lado Zusman, en un "didáctico" artículo en tor- decirlo ya; de las posturas aludidas en los párrafos
no a la invalidez e ineficacia, señala cómo la precedentes.
procedencia de la nulidad parcial "se vincula en
principio con la pregunta de ¿cuál ha sido la La referencia a un criterio subjetivo, para decidir
voluntad de las partes al haber pactado cláusu- el grado de "expansividad" de la nulidad, sea
las no vinculadas entre si?, o, 10 que es 10 mis- para que ella afecte todo el contenido del nego-
mo, ¿habrían querido las partes el negocio aún cio, o bien, para que sólo lo haga con respecto a la
sin la parte nula?,,41 . específica" cláusula afectada"; implica un con-
traste clamoroso con toda concepción del nego-
Más allá de la evidente toma de postura, con la cio jurídico que se inspire en postulados objeti-
que no estamos de acuerdo, podemos entrever en vos, y, en todo caso, aparece como un criterio
.. . 43
la afirmación de Zusman una terrible contradic- mCIerto e Inseguro .
ción, cuando equipara expresamente, lo que re-
sulta incluso poco coherente dentro de la lógica Se hacer preciso, por ende, hacer referencia a un
de la propia posición voluntarista, los términos criterio objetivo, desdeñando toda alusión a la vo-
de "voluntad real" y "voluntad hipotética", cuan- luntad real, hipotética o potencial de las partes, que
do en verdad la existencia o relevancia de alguna refleje la verdadera influencia que la nulidad parcial
de ellas, excluye la existencia o relevancia de la tiene en la "economía" total del acto de autonomía
. d a 44 .
prIva
otra. La afirmación de Zusman, por otra parte,
implica la incorporación de dos módulos distin-
tos de naturaleza subjetiva utilizables en un solo Si se tendría que tomar en cuenta al criterio subjeti-
caso concreto, aceptable en todo caso, si se consi- vo ya enunciado, al dilucidar la procedencia del
deraran como medios alternativos, pero nunca mecanismo de la nulidad parcial restringido a la
como medios equiparables o sustancialmente parte del contenido calificada como nula, se llegaría
idénticos. a aceptar que sólo una "suposición", basada sobre

'" MARÍN PADILLA, op. cit., p. 118.

'1 ZUSMAN TINMAN, Shoschana. Teoría de la invalidez y la ineficacia. En: ius et veritas, Lima, Año IV, No. 7 (1993). Es notorio cómo
en este trabajo se hace una referencia casi permanente a la obra de Federico de Castro y Bravo, sorprendiéndonos por ello que, en este
punto, se asuma una posición tan disímil a la que propugna el maestro español, la que se afinca en que para la actuación de la nulidad
parcial es decisiva "la correspondencia del resultado de mantener la validez de la parte no afectada con el propósito concreto negocial
de los sujetos" (DE CASTRO Y BRAVO, Federico. El negocio jurídico. Madrid: Editorial Civitas, 1985. p. 494).

42 LOHMANN LUCA DE TENA, Juan Guillermo. El Negocio Jurídico. Lrna: Editora Jurfdica Grijley, Segunda Edición, 1994. p. 581.

" Según algunos autores, es más conveniente referirse, como criterio valorativo, al orden general de los intereses típicos, cual resulta
de la actividad declarativa negocial, integrada por el comportamiento total de las partes y por la situación general-circunstancial en la
cual se inserta el negocio. AsfTOMMASINI, op. c.it., p. 903.

En el sentido anteriormente señaíado, optamos por tener a la función económico-social, como el módulo valorativo para establecer la
aplicabilidad o no de la nulidad parcial, en tanto, si se afecta irremediablemente con ella lo esencial de la fattíspecíe, es evidente que no
podrá ser aplicada en el caso concreto_

En tal sentido se habla del criterio de "correlación inescindíble" con el reglamento válido habida consideradén de los intereses de las
.¡.¡

partes. Así BlANCA, Massimmo. Díritto Cíuile. Il Contralto, T. IlI. Milano: Dott. A. Giuffré Editare, 1987. p. 600-601.

THEMIS 38
52
una" ficción" ~5 (en vista de que la indagación sobre la A pesar de lo dicho, y demostrada la perspectiva
voluntad efectiva es ilnposible salvo declaración ex- teórica que hemos asumido, ésta no desdeña total-
presa en un determinado sentido), es el factor deter- mente la eventual relevancia del factor subjetivo.
minante de la extensión a todo el contenido negocial Nos referimos al supuesto en que los sujetos exclu-
de los efectos de la invalidez; lo que según la lógica yan mediante una declaración expresa la aplicación
más elemental, que subyace a una teoría realista del de la nulidad parcial al supuesto concreto. Ello
negocio jurídico, es absolutamente inaceptable. implica aceptar la renuncia anticipada de los sujetos
a los mecanismos de protección, lo que es viable en
Sin embargo, resulta discutible la necesidad del la medida de que estos se encuentran predispuestos
recurso a las reglas de la interpretación del conteni- a su favor por el ordenamiento jurídico.
do negocial, posición puesta de relieve y asumida
46
por Trimarchi y Scognamiglio47. Reviste importancia sin embargo, la problemáti-
ca planteada sobre el perjuicio de un tercero en
El problema encuentra solución, a nuestro parecer, virtud de la no aplicación de la nulidad parcial,
en la posición que se adopte respeto a la función que por lo que pensamos que éste podría exigir, res-
desempeña la interpretación48. Si por un lado, se pecto a él, la continuación de los efectos negociales
concibe que ella tiene la función principal de encon- referidos a la parte no afectada directamente por
trar la voluntad real del agente; utilizando para ello la nulidad, motivo por el cual su requerimiento
el texto, contexto, conductas, actos previos y poste- ante el Juez, previa demostración de su interés y
riores como base que permita descubrir hasta dón- legitimidad para obrar, tendría que ser admitido
de "han querido los individuos"; evidentemente no en un singular proceso.
podremos considerar como necesaria la interpreta-
ción para la actuación del mecanismo conservativo En suma, el funcionamiento efectivo del mecanismo
de la nulidad parcial. Si por el contrario, asumimos de la nulidad parcial dependerá, en todo caso, de un
que la interpretación tiene como meta el significado análisis funcional de la fattispecie negocial, que sirve
objetivo del contenido preceptivo, expresado de como sustento al automandato contenido en el ne-
acuerdo a los factores objetivos (determinados no gocio jurídico concretamente sometido a la protec-
4Y
como dice Trimarchi , de acuerdo al equilibrio que ción conservativa caracterizante del fenómeno de la
ellos entendían realizar, sino por los datos objetivos nulidad parcial.
consistentes en declaraciones expresas, usos de los
negocios, aceptación del medio social, etc.) la res- Agotada la temática básica, de naturaleza teórica, es
puesta deberá ser la aceptación de los sistemas imprescindible examinar con algún detenimiento,
interpretativos como coadyuvantes de la la normativa del Código Civil que pudiera tener
operatividad de la nulidad parcial, en tanto revela- alguna vinculación con el tema propuesto en nues-
rían, en los términos planteados, la función econó- tra investigación.
mico-social cumplida por el negocio, inferida direc-
tamente de su contenido particular y concreto. Ello es objeto de la parte final de nuestro trabajo.

" Definida, y reconducida a veces, como un "cálculo de probabilidad retrospectivo". Así PUGLIATI!, Salvatore. Voz "Conoscenza". En:
Ellciclopedia del Diritto. T. IX. Milano: Dott. A. Giuifré Editore, 1961. p. 80.
", TRIMARCHI, Pietro. Istítuzioni di Diritto Privato, Ottava Edizione. Milano: Dott. A. Giuffré Editore, 1989. p. 277; quien afirma que el
problema de aplicar la fórmula legislativa del Codíce Civile italiano, expresada en el artículo 1419, primer párrafo, que rendía
aparentemente el criterio decisivo de aplicación de la nulidad parcial a la voluntad de las partes, no es aquel de reconstruir una voluntad
efectiva de las partes (inexistente, y como tal irrelevante, cual hecho meramente psicológico), sino aquel de dar una valoración jurídica
que satIsfaga los mtereses de las partes en modo objetivamente justo y conforme, en la medida de lo posible, en relación con aquel
equilibrio que las mismas partes entendían realizar con el negocio.
-4/
SCOGNAMIGLIO, op. cit., p. 331, el que señala que "del texto legislativo no debe entenderse que la ley atribuya relevancia definitiva
a la llamada voluntad hipotética de las partes, y que la decisión deba d~pender del factor psíquico, tan equívoco como improbable; pues
lo que se pretende es establecer si el contrato (diseccionado) por la nulidad de algunas de sus partes sea concretamente compatible con
la finalidad perseguida por los estípulantes". "
" Expresadas en los sistemas de interpretación subjetivo y objetívo. Para una referencia especial de los sistemas interprt:.tativos, ver por
todos el trabajo de ARANA, Carmen. La Interpretación del Acto Jurídico. Lima: Cultural Cuzco S.A. Editores, 1992.
Es de advertir, cómo los autores mencionados en la cita anterior no están confo;mes ni aceptañ una aplicaciÓn literal del artículo 1419
del Código Civil italiano, y de su texto infieren la necesidad de una interpretación dirigida al averiguamiento de la "finalidad perseguida"
o de los "intereses regulados en el negocio", con lo que inevitablemente también estarían haciendo referencia al factor subjetivo; aunque
uno de ellos (Trimarchi) utilice engañosamente el término "objetivización". "
.4 TRIMARCHI, op. cit., p. 277.

THEMIS38
53
III. LA NULIDAD PARCIAL EN EL rectores de nuestro sistema y que servirá even-
CÓDIGO CIVIL PERUANO DE 1984. tualmente como punto de apoyo para una desea-
¿SUPUESTOS ESPECIALES DE ble construcción dogmática.
APLICACIÓN?
Con respecto a lo segundo conviene aclarar, de
acuerdo al propio criterio, cuál es el significado del
Nuestro ordenamiento jurídico ha recogido, en el
término "separable" en nuestra Codificación Civil.
primer párrafo del artículo 224 del Código Civil, el
mecanismo de la nulidad parcial, otorgándole a
ella, por estar inmersa en del Libro del Acto Particularmente pensamos que la idea de
Jurídico, un marco de aplicación general, que se separabilidad es fácilmente reconducible a la idea
extiende a todos los actos vinculatorios priva- de "prescindibilidad", expuesta por nosotros como
dos, típicos y atípicos, en particular a los contra- requisito central de operatividad de la nulidad
tos, testamentos, promesas unilaterales, etc. parcial. Para ello debemos asumir que la
Dicha extensión se debe a la naturaleza "separabilidad" de cierta parte del contenido im-
generalizante de la figura del negocio jurídico, plica que ésta no va a afectar la función objetiva-
(acto jurídico en el contradictorio "sistema" Fran- esencial que cumple el negocio concreto en el con-
co-Italiano acogido por nuestro Código), que por texto social. En síntesis, la separabilidad es la
suerte ha sido expresamente contemplado ennues- consecuencia directa del juicio de prescindibilidad,
tro ordenamiento, lo que nos permitirá en un efectuado sobre el parámetro de la función objetiva
futuro, aunque con un esfuerzo bastante grande, que el específico tipo de negocio jurídico desempe-
construir un sistema negocial propio, sin necesi- úa en el contexto social. Los otros requisitos enun-
dad de utilizar el recurso analógico, forma de ciados en nuestro tratamiento, es decir, la nulidad
construcción indirecta, como ha ocurrido, por ejem- de un punto específico en un negocio unitario y la
plo, en la experiencia italiana 50. no existencia de voluntad contraria de los sujetos,
se encuentran inmersos respectivamente en el tex-
El artículo 224 del Código Civil en su primer to del artículo aludido, cuando seúala el marco de
párrafo seúala que "la nulidad de una o más dis- actuación de la figura materia de tratamiento a
posiciones de un acto jurídico no perjudica a las través de la expresión" nulidad de una o más de las
otras, siempre que sean separables". Del texto disposiciones"; y en la propia esencia de la nulidad
citado se pueden inferir dos proposiciones lógicas parcial enfocada como expresión del principio de
interdependientes: que la nulidad parcial viene conservación.
siendo considerada como la regla general en nues-
tro sistema de ineficacias, y que ella se verificará La existencia de una norma general, como lo es el
sólo cuando la disposición o disposiciones afecta- artículo 224 de nuestro Código Civil, posibilita lógi-
das por la nulidad sean separables. camente in abstracto una construcción objetiva de la
nulidad parcial, facilitando con ello su virtual apli-
En lo que concierne a lo primero, se confirma que cación sin necesidad de inútiles e imprecisas averi-
nuestro ordenamiento jurídico positivo está ins- guaciones en torno a lo que las partes" querían o
pirado en el aludido "principio de conservación habrían querido en aquel momento". Para efectos
del negocio jurídico", que, como es conocido, de la norma seúalada bastará con lograr encuadrar
tiende, en la medida de lo posible, a proteger los el significado objetivo de la fattispecie concreta, a
intentos prácticos de los particulares salvándo- través de una calificación, para luego individualizar
los de la sanción de la ineficacia. Este es un punto su "función", y finalmente, valorar la relevancia de
51
importante en la decantación de los lineamientos la parte afectada por la nulidad •

'" Motivo por el cualseha catalogado al negocio jurídico como una categoría "analógica", en vista de queel Código Civil italiano no acoge
expresamente a la figura del negocio jurídico, motivo por el cual la doctrina científica italiana ha debido "construir" su sistemática, a
partír de las normas relativas a los contratos y testamentos. No se trata entonces, corno sarcástica e impunemente ha dicho Franzoni,
de una "nostalgia científica", en el marco del Primer Congreso Internacional de Derecho Civil Patrimonial celebrado en nuestra Facultad
de Derecho; hecho que demuestra que este autor ha asumido una clara oposición al método y a los principios que por siempre la doctrina,
italiana ha defendido; y que ahora lamentablemepte se ven atacados por una orientación claramente "antisistemática", propugnada por
la Escuela de Bologna. Para una exposición que recoge los términos en que se ha definido al negocio corno categoría analógica, ver por
todos GALGANO, op. cit., p. 15 Yss.

c,¡Para efectos de la enunciación te~rica objetiva, sustentada por el autor del presente ensayo, aparentemente resultaría más útil la
redacción del artículo 25 del Anteproyecti;l $ustitutorio de la doctora Shoshana Zusman Tinman y del doctor Manuel de la Puente y
Lavalle cuyo texto era el que sigue: "Artículo 25.- La invalidez de una o más de las disposiciones de un acto ~urídico no perjudica a las
demás, salvo que se demuestre que las disposiciones inválidas son esenciales para la existencia del acto".

THEMIS 38
54
Pero también existen en el Código Civil normas Un supuesto aparentemente más claro de nulidad
que estatuyen casos concretos de nulidad parcial, parcial del negocio está en el artículo 1631, que
referidas a un determinado tipo negocial. Es intere- sanciona, en el caso de la donación, con la nulidad el
sante, aunque de manera breve, hacer referencia a pacto de reversión en favor de un tercero, dejándose
ellas. en la propia norma expresamente anotado -y aquí
viene lo p¡¡culiar- que la nulidad de aquella cláusu-
Un caso aparente de nulidad parcial lo tenemos, la, no producirá la nulidad de la entera donación.
para los testamentos, en el artículo 688 del Código Sin embargo, a pesar de la aparente claridad de la
Civil. Se prevé en tal hipótesis, la nulidad de las norma en su referencia a la nulidad parcial, es
disposiciones testamentarias en favor del notario interesante destacar que ella misma estatuye la "no
ante el cual se otorga el testamento, de su cónyuge nulidad" de todo el contrato de donación, sino sólo
o pariente dentro del cuarto grado de consanguini- de la cláusula acotada. Ello tal vez se debe a que la
dad y segundo de afinidad; así como en favor de los reversión en ciertos casos podría afectar la función
testigos testamentarios. La nulidad parcial se con- del negocio, adquiriendo, por tanto, la calidad de
figura en virtud a que el testamento permanece "imprescindible", descartándose, en tal caso, la po-
válido y eficaz, en vista a que la norma sólo sanciona sible "separabilidad" exigida por el artículo 224
53
la nulidad referida específicamente a las disposicio- para la viabilidad de la nulidad parcial . Es propio
nes señaladas. Se verificaría la previsión de un caso entonces, como siguiente paso, esclarecer la función
de nulidad parcial en el hecho de que la norma no de la donación y establecer si el pacto de reversión
establezca la nulidad de todo el testamento, sino afectaría en algo su desenvolvimiento.
sólo específicamente de las disposiciones de atribu-
ción patrimonial en favor de los sujetos enunciados La donación es por antonomasia un negocio de
taxativamente en el texto. transmisión derivativa de propiedad con causa gra-
tuita, en virtud a que supone un puro beneficio sin
Otro caso que parecería identificarse con la nulidad la existencia de un correlativo, para una parte; y
parcial se tiene en el artículo 1587 del Código Civil, para la otra, una disminución del patrimonio sin
54
aplicable para el contrato de compraventa y para el compensación económica . Si a ello agregamos que
S2
de permuta . Este artículo contempla la sanción de el pacto de reversión implica que el donante estipu-
nulidad para la estipulación que impone como le que la propiedad de los bienes donados retorne a
correspectivo al derecho de resolución a favor del él en el caso de que el donatario, o sus descendientes
55
vendedor, presente en la retroventa, la imposición hubieran de premorirle ; resulta evidente que la
de una obligación dineraria, o más genéricamente permanencia de la propiedad en cabeza del donata-
de una atribución patrimonial a favor del compra- rio podría resultar afectada en la medida de que
56
dor. Al igual que el caso anterior, resulta importante dicha condición resolutoria se cumpla . Se tiene
la limitación de la sanción de nulidad a la concreta entonces una cláusula, que afectando el desenvolvi-
estipulación y no a todo el negocio jurídico de miento de la función traslativa, podría en un análisis
compraventa. objetivo, troncar la validez de todo el negocio, pues

Sin embargo, en la correspondiente exposición de motivos señalan los autores mencionados que "el artículo 25 del Anteproyecto opta
por un criterio más subjetivo al establecer que, para la invalidez de todo el acto, será necesario que se demuestre que las disposiciones
inválidas del acto son esenciales para las partes".

Evidentemente nos encontramos frente a un texto engañoso que podría ser interpretado en varios sentidos. Se acoge, en suma, en
el a rtícu 1025 del Anteproyecto, la denominada esenciabilidad subjetiva, es decir, determinada por la importancia que le den las partes
al contenido negocial afectado. Criterio con el que estamos en completo desacuerdo por lo anotado anteriormente (Proyectos y
Anteproyectos de la Reforma del Código Civil, T. n. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1980. p.
2(1).

c, Por la remisión normativa del artículo 1603 del Código Civil.

,) Queda por ello claro que, en los dos anteriores supuestos, en el caso del testamentoy de la compraventa, se trata de cláusulas accesorias,
que bajo ningún punto de vista afectan la función de atribución y de intercambio, presentes respectivamente enambos negocios jurídicos.

S4 De acuerdo en la definición, DE CASTRO Y BRAVO, op. cit. p. 262.

;c Así BARBERO, Doménico. Sistema del Derecho Privado. Buenos Aires: Ediciones Jurídicas Europa-América, Tomo IV, 1987 p. 575;
TORRENTE, Andrea. La dO/wzione. En: Trallalo di Diritto Civile e Commerciale, diretto da Cic!l-Messineo. Milano: Dott. A. Giuffré Editore,
1':150 .p. 4113; entre otros.

'., De acuerdo BARBERO, op. cit., p. 575.

THEMIS 38
55
incide sobre la traslación misma de la propiedad. Se de la nulidad parcial, o en todo caso, si la solución
explica entonces que la misma norma circunscriba adoptada presenta una coherencia dogmática armo-
la nulidad al específico pacto, y evitar, que en un niosa con los principios rectores del sistema.
acercamiento posterior, pueda afectarse a todo el
negocIO. La norma bajo examen es aquella contenida en el
artículo 171 del Código Civil. Ahí se señala que la
De lo dicho se puede colegir una regla-principio condición suspensiva ilícita ~ la física o jurídica-
importante, y que en algún momento podría pasar mente imposible "invalidan" 7 el acto.
inadvertida. Ella consiste en que se debe excluir ab
initio, que nos encontremos frente a un caso de La condición suspensiva, como sabemos, es una
nulidad parcial cuando una norma específicamente modificación voluntaria a la temporalidad normal
prevea la sanción de nulidad para un punto particu- de los efectos negociales, que se hacen depender de
lar del contenido de un negocio. Por ello, con ante- la ocurrencia de un hecho futuro pero incierto. La
rioridad, al examinar las normas aisladas que con- problemática está en que, más allá de que se prevea
tendrían supuestos de nulidad parcial, hemos utili- expresamente la "invalidación del acto", no se pue-
zado los términos "aparente" y "posible", para de saber ab initio la razón por la que esta sanción
dejar entrever que su asimilación a los casos de debe afectar de todas formas a la integridad del
nulidad parcial, por lo menos, suscita algunas obje- contenido negocial.
ciones.
Se debe tener primeramente en cuenta que la condi-
Se debe puntualmente llamar la atención cómo las ción, a pesar de ser considerada como elemento
normas comentadas (artículos 688, 1587 Y 1631 del accidental, una vez insertada en el específico nego-
Código Ci vil) sólo sancionan la nulidad de una deter- cio asume un valor determinante con respecto al
minada y exclusiva cláusula en el contenido de un interés concreto que las partes persiguen (causa
negocio jurídico, sin dictaminar nada sobre la subjetiva), produciéndose en el caso de que ella sea
"expansividad" al resto del contenido negocial. Si se ilícita o imposible, la nulidad de todo el contenido.
observa bien, este fenómeno no difiere mucho de la El tratamiento similar, en estos casos, asignado
sanción de nulidad para todo el negocio, puesto que, tanto al elemento accidental como al esencial res-
en ambos casos, se afecta una autoregulación de los ponde, en una construcción sistemática, a la identi-
intereses de las partes; siendo por tanto necesario dad existente en la forma patológica que es materia
remitirnos a la normativa general del artículo 224 del de sanción, expresada básicamente en la ilicitud, y
Código Civil para, con los criterios valorativos ex- en la imposibilidad, lo que se ve confirmado por el
puestos en su debida oportunidad, resumidos en la texto del artículo 171 del Código Civil, a partir del
separabilidad de la cláusula afectada, juzgar la pre- cual se deduce el principio enunciado. Todo ello es
sencia de un caso de nulidad parcial. independiente de la aparente falta de lógica en tener
una disciplina análoga para elementos esenciales,
Consideramos por ello oportuno atenernos a la mejor llamados constitutivos, y accidentales, con
lógica del sistema y concluir que la particular san- diferente grado de relevancia en la estructura del
ción de nulidad para esas cláusulas, supone simple- negocio.
mente la verificación de un requisito de operatividad
para la nulidad parcial. En suma, pensamos que el y es que lo accidental debe ser entendido en un
artículo 224 del Código Civil es el soporte básico análisis individualizado, y considerar que significa
sobre el cual se concreta la verificación del fenóme- solamente que dichos elementos no son necesarios
no conservativo de la nulidad parcial, por lo que los per se en la estructura del negocio. Por tanto, la
aparentes supuestos aislados, constituyen solamente diferenciación entre elementos esenciales, o consti-
pun tos de referencia para comenzar un análisis más tutivos, y accidentales es adecuada tan sólo en un
detallado. plano estrictamente conceptual, ya que en la concre-
ta reglamentación, asumen igual relevancia.
Para terminar con el excursus en el Código Civil, nos
referiremos ahora a la hipótesis de la condición Al disciplinar el legislador la nulidad del todo el
suspensiva ilícita e imposible, a fin de establecer si en negocio cuando se presente la hipótesis de la previ-'
este caso se podría haber considerado la 'aplicación sión de una condición ilícita o imposible, ha fijado,

;7 La sanción establecida se refiere indudablemente a la nulidad, y no a la anulabilídad, en la medida en que para que se considere
aplicable esta última, es imprescindible qui¡ ~e le prevea literalmente, como lo señala el artículo 221 del Código Civil. Por ello, nos
inclinamos a pensar que nos encontramos ante un caso de nulidad, aunque el Código hable genéricamente de ;'invalidez", es decir de
una ineficacia estructural en sentido amplio.

THEMIS 38
56
por un lado, la importancia que para el sistema entero negocio, por lo que éste desplegaría sus
adquiere la concreCÍón específica de la estructura normales efectos típicos frente a los sujetos
del negocio, en la equiparación entre sus elementos intervinientes en él.
según sus consecuencias; y por otro, que es regla
primordial que, en el particular intento práctico, La nulidad parcial se configura, en suma, como un
resulte de vital importancia la eventual previsión de medio de protección de las iniciativas negociales,
la suspensión de los efectos negociales al momento que, positivamente valorado y convenientemente
normal de su aparición. aplicado, puede en muchos casos evitar que se
cometan arbitrariedades contra los sujetos que, en
Además, como los efectos no se verificarán si es que un posible afán regulatorio, previnieron disposicio-
la condición suspensiva deja de tener relevancia nes que posteriormente serán calificadas como nu-
ante el ordenamiento, al calificársele como nula, y las, y que, por lo demás, no constituyen factores
por ello privada de efectos, devendría en absurda la indispensables e imprescindibles en la reglamenta-
valoración concreta de los requisitos de ción negocial, que en un análisis inspirado en la
procedibilidad de la nulidad parcial, en el caso en equidad, debe quedar indemne frente a la sanción
que la norma no hubiese previsto la nulidad del invalidatoria impuesta a esa particular disposición.

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LIMA, NOVIEMBRE DE 1998


REFLEXIONES SOBRE LA PRESTACIÓN DEBIDA
EN LA RELACIÓN OBLIGATORIA *

Piero Schlesinger**

Sumario: 1. La prestación debida y sus aspectos


objetivo y subjetivo. 2. La llamada obligación" de
garantía". 3. Carácter esencial de la previsión de un
comportamiento del deudor en la estructura de la
obligación. 4. Relación de coincidencia o de
causalidad entre conducta y resultado. 5. Recondu-
cibilidad de los aspectos objetivo y subjetivo al
Las teorías personalistas han concebido como obje- concepto unitario de prestación debida. 6 Limita-
to de la obligación a la prestación debida; las ción del concepto de prestación objetiva al resultado
patrimonialistas lo han hallado en el bien debido o realizado mediante la conducta del deudor. 7.
resultado útil obtenido, precisamente como conse- Extensión del concepto de prestación subjetiva al
cuencia de aquel comportamiento debido a quien es comportamiento seguido del resultado útil para el
acreedor de él. acreedor. 8. Confirmación de tal extensión con base
en las normas sobre la mora del acreedor. 9. "Obli-
Sclllesinger, en el presente artículo, propone que en gación" y "deber jurídico". 10. Disciplina de la
la relación obligatoria ambos elementos son igual- responsabilidad por incumplimiento en el caso de
mente indispensables. Esto porque cuando entre la falta de realización del resultado. Confirmación de
actividad del deudor y el resultado de ésta no se la noción unitaria de prestación debida.
verifica una relación de coincidencia, se encontrará
una relación de causalidad. 1.- Para el artículo 1174 del Código Civil, la presta-
ción que constituye objeto de la obligación" debe
Concluye postulando que las llamadas prestación corresponder a un interés, aunque no sea patrimo-
subjetiva (conducta) y objetiva (consecución del nial, del acreedor". La relación obligatoria, por lo
bien debido) son perspectivas diversas del análisis tanto, está siempre preordenada a la realización de
de una sola entidad; idea que obtiene examinando un resultado útil para el acreedor. El interés en la
ambas figuras (actividad y resultado útil) desde el realización de este resultado viene tutelado por el
tratamiento del incumplimiento en diversos tipos legislador a través de la previsión de consecuencias
1
obligacionales. sancionatorias a cargo del deudor "que no ejecuta

* Artículo publicado bajo el título Riflessionisul/a prestazionedoZ'uta nel rapporto obblígatorioen la Rivista Trimestraledi Diríttoe Procedura
Cil'ile, Anno XIII. Milano, 1959. Traducido delItaliano por el Doctor Hugo Fomo Flórez. Catedrático de Derecho Civil porla Pontificia
Universidad Católica del Perú.
** En la fecha en que se publicó este articulo, su autor era profesor encargado de la Universidad Católica de Milán. En la actualidad
es profesor ordinario de Instituciones de Derecho Privado en la misma universidad.
1 Cualquiera que sea la concepción que se acoja en tomo a la estructura cÍe li¡! relaCió~ obligatoria, no puede dudarse de que ella se
distingue de la obligación na,tural por las consecuencias derivadas del incumplimiento: :'.no se tiene débito jurídico sin responsabi.
lidad" (CICU. L' obbligazione nel patrimonio del debitore. Milano, 1948. p. 232); "Un débito sin responsabilidad, o sea sin sanción para
el deudor no puede considerarse una entidad jurídicamente relevante. La obligación natural, que ha sido frecuentemente
considerada como el caso típico de débito sin responsabilidad, en realidad no es una obligación" (NICOL"Ú. Della responsabilita
patrimoniale. En Commentario del Codice.C¡Z'ile. Diretto da SCIALO¡A e BRANCA, libro VI, Tutela dei dirittí2, arto 2740-2899. Roma -
Bologna, 1955, p. 9). .

THEMIS38
59
exactamente la prestación debida" (artículo 1218 2.- Antes de afrontar tal estudio, es menester supe-
del Código Civil). El delicado problema de la es- rar primero una duda que pone directamente en
tructura de la obligación consiste, justamente, en discusión la oportunidad de hacer referencia al
precisar el contenido de la prestación que el deudor concepto de prestación subjetiva, al delinear la es-
debe ejecutar exactamente para evitar tales conse- tructura de la relación obligatoria. Es necesario
cuencias. preguntarse si "cualquier" evento puede ser dedu-
cido como contenido de la obligación con tal que sea
Es sabido cuánto ha sido discutido el problema y útil al acreedor o bien si la constitución de un
cómo su solución encuentra hasta ahora dividida vínculo obligatorio es admisible solamente cuando
a la doctrina: de un lado, en efecto, las concepcio- la realización de la utilidad perseguida por el acree-
2
nes personales limitan el objeto de la obligación dor esté vinculada por una relación instrumental a
al comportamiento que el deudor debe desplegar un comportamiento del sujeto obli&ado. Para quien
(llamada prestación en sentido subjetivo), rele- se pronuncia en el primer sentido , el objeto de la
gando la realización del resultado útil para el obligación no puede, ciertamente, encontrarse en la
acreedor al exterior de la relación; del otro, las conducta del deudor, desde el momento en que la
3
concepciones patrimoniales , invirtiendo la pos- previsión de una conducta no sería ni siquiera esen-
tura tradicional, encuentran el objeto de la obli- cial para el surgimiento de la relación; la obligación
gación en el bien debido (llamada prestación en vendría a configurarse exclusivamente comovíncu-
sentido objetivo); en fin, existen concepciones lo de responsabilidad, o sea como sujeción a una
4
intermedias , que en el intento de evitar los in- sanción, condicionada no a la violación de un deber
convenientes de las teorías opuestas, asignan un de comportamiento, sino a la objetiva verificación
objeto distinto al deber del deudor (el comporta- de un evento contrario a aquel asumido como con-
miento debido) y al derecho del acreedor (el tenido del deber.
resultado útil), renunciando a la idea de una
perfecta correspondencia entre lado activo y lado Esta tesis parecería justificada por el hecho de que,
S
pasivo de la obligación • en algunos contratos "de prestaciones recíprocas",
la prestación de una de las partes consiste en asumir
El disenso de la doctrina se centra, por lo tanto, una garantía contra la realización de un evento
sobre el término prestación, que por un lado (es desfavorable para el otro contratante (llamado ries-
decir con referencia al resultado útil para el acree- go): se ha deducido la admisibilidad de una particu-
dor, esto es a la finalidad a la que está preordenado lar figura de obligación, denominada "de garan-
el vínculo), asume un significado objetivo y, por tía,,7, la cual no comportaría a cargo del deudor el
otro lado (es decir con referencia al comportamiento deber de tener una cierta conducta, sino que daría
del deudor, esto es al rol instrumental que el deber exclusivamente lugar a un vínculo de responsabili-
desempe11a), asume un significado subjetivo. dad para el caso que se verifique el evento asegura-
do.
U na contribución a la aclaración del problema pue-
de derivar quizá del estudio de la relación que y es que en la expresión "contrato con prestaciones
media entre estos dos significados del término pres- recíprocas", el equívoco término "prestación" re-
tación. viste un significado muy distinto de aquellos a los

Una hábil Yamplia investigación tendiente a revaluar la teoría tradicional, se encuentra en: GIORGIANNI. L'obblígazionefCatania,
1945. p. 151 ss.
-' Bajo esta genérica denominación se aglutinan numerosas teorías que, de distinta manera, desvalorizan el elemento del llamado
"deber prestar" (Leistensallen) para poner de relieve el llamado "deber recibir" (Bekommensallen). Para algunas entre las más
interesantes reconstrucciones véanse: BETTL Teoría generale delle obbligazioni. T. JI, Struttura dei rapporti d'obbligazione. Milano, 1953.
p. 21' Y ss.; SII3ER ZurTheorie van Schuld und Haftungnach Reichsrecht, en J!zeríngs Jnhrbiiclzer, L (1906), p. 74 ss.; KRÜCKMANN. NacJzlese
zur Unllloglic/zkeítslehre. En: Jherings Jahrbiicher, LIX (1911), p. 20 ss.
, NTCOLÓ. L' adempimento del!' obb/igo altruí. Milano, 1936. p. 44 ss.; MENGONL L' oggetto della obbligaziane. En: Jus, 1952. p, 156 ss.
, MENGONI, op.cit., p. 175 ss., subraya, sin embargo, el nexo funcional que subsiste entre deber y crédito como momentos coligados
de la obligación.
" Cfr. BETTl. Teoría general ... . dclle obbligllzioni, cit., II, p. 82: "La expectativa del acreedor puede consistir en la pura expectativa de
un evento determinado en cuya verificación él tenga, en general, un interés"; incluso si la verificación de tal evento u es independiente
de la voluntad del obligado".
7 BETTl. Teoría gen. delle obligllzioní,'¡, Prólegomeni. Milano, 1953, p. 41 ss.; II, cit., p. 82 ss.; BUTTARO, L'interesse nefl'assicurazíone.
Milano, 1954, p. 149 ss.; Id., voz Assicurnzione (contratto dO, En: Enciclopedia del Diritto, III. Milano, 1958, p. 467 s.; SCALFl, La promessa
del/atto altnlÍ. Milano-Varese, 1955, p. 61 ss.

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60
cuales se ha hecho referencia a propósito del proble- derecho o la constitución de un derecho real) que se
8
ma atinente al objeto de la obligación . En el contra- realizan sin necesidad de la intermediación de un
to bilateral, las prestaciones recíprocas están, en deber y que, por lo tanto, son muy distintos del tipo
efecto, representadas por los resultados que las de resultado que puede deducirse como prestación
partes intentan conseguir mediante la estipulación
')
en una relación obligatoria. Así también, el resulta-
del negocio . Se trata, por lo tanto, de un concepto do perseguido con la asunción de una garantía
mucho más amplio que el concepto de prestación contra un riesgo, si bien puede ser también consti-
cual contenido de la obligación, porque si bien a tuido como una de las prestaciones de un contrato
veces,' o sea en el contrato de eficacia constitutiva bilateral, no representa el objeto de un particular
obligatoria, una de las "prestaciones contractuales" tipo de obligación, sino que consiste, en lugar de
coincide justamente con la prestación en (sentido ello, en la situación de seguridad que la estipulación
objetivo) deducida en una relación obligatoria naci- del contrato determina automáticamente, a favor de
da del contrato, otras veces los contratantes persi- un contratante, como reflejo de la obligación de
guen resultados (por ejemplo la transferencia de un indemnización solamente eventual a cargo del otro 10 .

, Cfr. ALLARA. La vmdita. Torino, s.f., p. 58 (pero ya en La prestazione in luogo di adempimento, Palermo, 1927, p.47, nota 1, a propósito
de la correspondiente categoría del "contrato bilateral", prevista por el viejo código); SCALFI, Osservazioní sui contratli a prestazioni
corrisl'cttiue. En: Riv. dir. Comm., 1958, r, p. 458; DE SIMONE. Il contralto con prestazíoni correspettive, en esta revista [Rivista trimestra/e
di diritto e I'roccdura civi/e), 1948, p. 48.
q ALLARA, op. cit., p. 60. Interpretan el término "prestación" corno "enriquecimiento" y corno "atribución patrimonial"
respectivamente SCALFl. op. cit., p. 481, Y DE SIMONE. loe. cit. También estas definiciones pueden considerarse aceptables a
condición de que se las refiera no al enriquecimiento o a la atribución patrimonial que el contrato determina, sino al enriquecimiento
o a la atribución que las partes intentan conseguir mediante la estipulación del contrato. Ha sido exactamente observado, en efecto,
que las categorías contractuales se individualizan tornando en consideración el "objeto" del contrato y no sus "efectos" (ALLARA.
op. cit., p. 58; SCALFI. loe. cit.). Es por ello preferible recurrir al término resultado, que permite mejor la referencia a la intención dI.'
las partes, antes que a las expresiones "enriquecimiento" o "atribución patrimonial", en las cuales el acento no parece poder
desplazarse de la eficacia contractual a la voluntad de los contratantes. Además hablar de resultado permite comprender más
fácilmente en la noción de contrato con prestaciones recíprocas la hipótesis de la estipulación a favor de tercero, en la cual no puede
decirse que la intención de los contratantes esté dirigida a la realización de enriquecimientos recíprocos.
lO La intención de las partes está siempre dirigida a conseguir resultados prácticos. En la medida en que estos resultados pueden
ser realizados mediante la producción de efectos jurídicos, el contrato es idóneo para dar automática actuación a las finalidades
perseguidas por los contratantes; empero cuando la intención negocial está dirigida a la consecución de modificaciones del mundo
natural (comprendiendo en tal concepto ya sea "la no mutación de un status" (CARNELUTTI, Sistema del diritto I'rocessuale civile, II.
Padova, 1938, p.1(5), ya sea los hechos cuya verificación sean tornados en consideración por las partes exclusivamente en función
de los efectos que a ellas vienen atribuidos: por ejemplo, estipulación de un contrato definitivo), el resultado perseguido no puede
encontrar actuación a través de la eficacia del contrato, de modo que es necesario recurrir a un instrumento idóneo para permitir su
futura realización, es decir a la obligación (sobre la distinción entre negocios de eficacia directa y negocios de eficacia instrumental
cfr. ALLARA. La revocazione delle disposizioni testamentarie, Torino, s.f. (pero 1951), p. 58 ss., y Principi di diritto tastamentario, Torino,
1957, p. 165, seguido por CAMPAGNA. 1 "negozi di attuazione" e la manifestazione deIl'intento negoziale, Milano, 1958, p. 69 ss.). En el
caso de asunción de una "garantía", el instrumento de la obligación es del todo superfluo, ya que el resultado quese intenta conseguir
con la estipulación del contrato está ya realizado a través de la eficacia del contrato mismo, y no permanece ningún interés insatisfecho
a cuya tutela deba ser preordenada una sucesiva ejecución. Decir por ello que el asegurador está obligado al" cuidado del interés del
asegurado" (BUITARO. L' interesse nell'assicurazione, cit., p. 160), significa poner corno objeto de la obligación la consecución de una
ventaja que la sola estipulación del contrato ha realizado ya, corno emerge además del mismo reconocimiento que la prestación
deducida en el pretendido deber del asegurador estaría constituida por la seguridad que el asegurado tiene seguidamente a la
conclusión del contrato" (rectius: por efecto de tal conclusión) "de poder atender sus propias ocupaciones sin temor que un
advenimiento futuro e incierto pueda ocasionar un perjuicio cualquiera a su situación patrimonial" (BUITARO.loe. cit.).
No hemos precisado todavía en qué cosa consistiría el "efecto jurídico" idóneo para realizar automáticamente el resultado práctico
perseguido mediante la asunción de una garantía. Corno la doctrina está de acuerdo en entender que para el garantizado, la utilidad
del contrato se encuentra en la situación de seguridad que se determina con base en la estipulación, debe excluirse que el efecto del
contrato sea la constitución de una relación obligatoria condicionada. El interés del garantizado es satisfecho, por el contrario,
justamente porque el contrato da lugar a un efecto jurídico "actual", y no suspendido: efecto de reconocer en la "previsión" del
"futuro" surgimiento de la obligación de indemnización, o sea en la atribución convencional a un hecho (que de otro modo sería
jurídicamente irrelevante) el valor de fattispecie constitutiva de una obligación. Se trata de una particular eficacia que el contrato está
indudablemente en grado de realizar, en cuanto, si en lo más está lo menos, las partes bien pueden, en lugar de constituir sin más la
relación, atribuir a un cierto evento el rol de causa efficiense de su surgimiento. De este modo, se explica también por qué no desaparece
la estructura sinalagmática del contrato aleatorio en general (véanse por último, las significativas observaciones de ASCARELLI.
Alea/arieta e Contra/ti di Borsa, En: Banca, Borsa, tito Cred., 1958, 1, p.438 ss.) y del seguro en particular.
Sobre la figura del contrato que tiene corno efecto la atribución de relevancia a determinados hechos jurídicamente irrelevantes o bien
la modificación o la eliminación de la relevancia de los hechos jurídicos cfr. ALLARA, La teoria generale del contratlo2, s.f. (pero 1955),
p. 34 ss. La figura así delineada ha sido criticada por CARRESI. Gli effellí del contralto, en esta revista [Rivista trim~strale di diritto e
procedura civile], 1958, p. 500 ss., el cual, admitiendo que los privados, en el ámbito.de las normas dispositivas pueden atribuir
relevancia a eventos "los cuales de por si serían irrelevantes", entiende, sin embargo, que "tales eventos no adoptan el rol de hechos
jurídicos, sino que adquieren exclusivamente una relevancia relativa o de segundo grado, en cuanto hecho jurídico "es y sigue siendo
solamente el contrato que lo prevé" (p. 504). Esta conclusión no parece muy persuasiva, porque el concepto de "hecho jurídico" ha
sido delineado por la doctrina en función de los efectos que él es idóneo para producir o para contribuir a producir (cfr. CONSO. I
fatti giuridici processuali penali. Milano, 1955, p. 7 ss.) no ya en función de la fuente de la cual desciende la relevancia del hecho. Por
la necesidad de una noción lata de efecto jurídico véase, recientemente, PUGLIAm. La trascrizione, I, 1, La pubb/icitii in genera/e, en
el Irattalo di dir. cil'. dir;siJo por CICU y MESSlNEO, Milano, 1957, p. 410 ss.

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61
3.- Una vez demostrado que, a los fines de la de un evento, no se adecúa a la exigencia de no
interrogante esbozada -vale decir si cualquier resul- prescindir, en la construcción dogmática, de la fina-
tado pueda deducirse en obligación independiente- lidad que el ordenamiento percibe al dictar la disci-
mente de un ligamen instrumental con una conduc- plina de los diversos institutos. La elaboración
ta del deudor-, es necesario prescindir de la figura teórica del concepto de obligación, no puede, por
del contrato con prestaciones recíprocas, la solución tanto, olvidar el rol instrumental que ella desarrolla
negativa no debería suscitar dudas. En su apoyo se respecto a la satisfacción del interés del acreedor.
puede aducir ante todo la observación particular- Ahora bien, el interés "primario" del acreedor, que
mente exacta y convincente, según la cual "todo justifica la constitución del vínculo, no consiste
nuestro sistema habla en el sentido de que el conte- ciertamente en obtener un subrogado pecuniario de
nido del deber del deudor es una conducta, un la prestación, sino en conseguir el resultado deduci-
l2
comportamiento, una actividad personal de éste, o do como objeto del deber • De ello deriva que, en
sea la prestación en sentido subjetivo"ll. En efecto, tanto tiene un sentido imponer un vínculo "ac-
sólo partiendo de la concepción que en la relación tual,,13, y no solamente "potencial", al deudor, en
obligatoria está necesariamente prevista una con- cuanto la conducta de éste sea idónea para hacer
ducta del obligado como medio para la satisfacción más probable la satisfacción del interés del acree-
del interés del acreedor, se explican -nada más para dor; viceversa, admitiendo una concepción de la
seI1alar las normas más significativas en tal sentido- relación obligatoria como simple garantía contra un
la invalidez de la asunción de un deber de realizar riesgo, la existencia de la obligación no revestiría
un resultado imposible (artículo 1346), la determi- ningún significado antes de la verificación de tal
. 14
nación del grado de diligencia que el deudor debe nesgo .
usar al cumplir (artículo 1176), la eficacia liberatoria
de la imposibilidad sobrevenida de la prestación Confirmado que en la relación obligatoria son igual-
(artículo 1256). mente indispensables el momento final, representa-
do por el resultado idóneo para satisfacer el interés
Por lo demás, la tesis que reduce la obligación a primario del acreedor, y el momento instrumental,
simple asunción de la garantía para la verificación representado por una conducta del sujeto obligado,

11 NTCOLÓ. L'adcmpimento dell'obbligo altrui, cit., p. 94.

" Se delinea así el criterio distintivo entre el contrato constitutivo de obligación y el contrato dirigido a atribuir a un evento dado
el rol de fattispecie constitutiva de una obligación de indemnización: se tiene la primera figura cuando la intención de los contratantes
está determinada por la valoración de la idoneidad del comportamiento de aquel que asume el deber de influir causalmente sobre
la realización del resultado perseguido por el estipulante, mientras que la segunda figura se presenta cuando la intención de los
contratantes no está dirigida a predisponer un medio para la consecución de un resultado, sino para prevenir las consecuencias
daúosas de un evento objetivamente considerado.

" La actualidad del vínculo está demostrada por el hecho de que el derecho de crédito no se agota en la situación "inactiva" (llamada
expectativa de satisfacción o "pretensión") que representa el reflejo del deber de "ejecutar" la prestación impuesta al deudor, sino
que da lugar también a una serie de llamados poderes o facultades (entre los más significativos de los cuales basta pensar en la
posibilidad de obtener el secuestro conservativo de los bienes del deudor, la revocación de los actos de disposición realizados por
este último en fraude a los derechos crediticios, la subrogación en el ejercicio de los derechos del deudor, la resolución por
incumplimiento del contrato fuente de la obligación) que constituyen otras tantas situaciones "activas". Es superfluo subrayar la
exigencia de no confundir la distinción entre situaciones jurídicas" activas" e "inactivas" (fundada sobre la relación entre el momento
subjetivo de la eficacia de un acto y el momento subjetivo del comportamiento previsto como hipótesis por la norma como fattispecie
condicionante de aquella eficacia) con la distinción entre las situaciones jurídicas "activas" y "pasivas" (fundada sobre el carácter
ventajoso o desventajoso de la situación): dr., últimamente, M. GALLO. voz Capacita penale en No"issimo digo ital., Il, Torino, 1957,
p.881.

14 La obligación de garantizar la verificación deun evento que no se encuentra en ninguna relación causal con la conducta del deudor,
conduciría, en efecto, al absurdo de un derecho que se agota en la posición inactiva de supuesto acreedor, mientras que, como es
sabido, la posición inactiva consistente en la "pretensión" sólo puede configurarse como reflejo de una posición jurídica activa de
otro, es decir, de un deber de comportamiento. Reconocer esta necesaria correlación de la "pretensión" respecto a la situación del
deber no significa, empero, compartir la afirmación de CORDERO. Le situazioni soggettive nell processo penale. Torino, s.f. (pero 1957),
p. 79, según el cual "no existen situaciones subjetivas inactivas" (rectius, no es correcto configurar situaciones jurídicas inactivas: las
figuras dogmáticas elaboradas sobre la base del material legislativo pueden ser o no relevantes u oportunas, pero no se prestan a
evaluaciones en términos de "existencia" o "inexistencia"). En efecto, o se entiende admisible una concepción estática de los
fenómenos jurídicos -fundada sobre una valoración anticipada de los efectos derivados del comportamiento cuya descripción.
constituye la parte hipotética de una norma-, y entonces la elaboración de situaciones jurídicas inactivas presenta el mismo título de
legitimidad que la elaboración, de situaciones activas, en cuanto que ambas constituyen (para quien no acepte la concepción de la
norma como mero criterio de valoración de comportamientos humanos: sobre tal concepción dr. lnfra, nota 24) esquemas
descriptivos de las consécuencias de una fattispecie; o bien, de manera acaso más precisa aunque ciertamente más complicada se
renuncia a elaborar un aspecto estático de los fenómenos jurídicos -los cuales se manifiestan exclusivamente bajo el aspecto dinámico
de la eficacia atribuida por las normas á.determínados hechos cuya verificación condiciona no ya las vicisitudes de las llamadas
situaciones subjetivas, sino la aplicabilidad de normas ulteriores- y entonces devienen igualmente inútiles k>s conceptos de situación
subjetiva activa y de situación subjetiva inactiva.

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62
es posible aprestarnos a la investigación sobre las ma conducta, la cual, a su vez, no "tiene" un resul-
relaciones que median entre los dos significados del tado útil gara el acreedor, sino "es" esta misma
término prestación. resultado .

4.- La prestación en sentido subjetivo es una con- Cuando se tiene coincidencia entre el comporta-
ductahumana (positiva o negativa). Todaconducta miento solutorio y la utilidad que él procura al
humana puede ser considerada desde un doble acreedor, es evidente que pierde toda razón de ser el
punto de vista: dinámicamente, en su desenvolvi- problema de si la prestación deducida en la relación
miento, y entonces se configura como" actividad"; o consista en la actividad del sujeto obligado o en el
bien estáticamente, objetivada en cuanto ya desple- llamado bien debido.
gada~ y entonces se configura como "acto" (o he-
chot. Mientras que ello constituye solamente una Más frecuentemente, sin embargo, el resultado útil
duplicidad de visiones relativas a un "mismo" fenó- para el acreedor no está representado por una con-
meno, netamente distintos de la conducta sepresen- ducta del deudor, sino por un evento distinto res-
tan los cambios del mundo natural y del mundo pecto a la actividad solutoria. Piénsese en el ejemplo
jurídico que sean reconducibles al comportamiento típico de la obligación de dar: el simple comporta-
del agente con base en un nexo de causalidad (natu- miento del deudor -que no consiste en la "dación"
ralo jurídico), y que, por ello, deben considerarse de la cosa, como impropiamente se dice, sino que se
como "consecuencias" o "efectos" de aquella con- agota en "ofrecerla", en ponerla a "disposición" de
ducta. otro sujeto- no procura todavía la utilidad persegui-
da por el acreedor: ésta se determinará solamente
A veces, el resultado útil para el acreedor, a cuya cuando el destinatario del pago 17 haya adquirido la
realización está preordenada la relación obligatoria, posesión del bien con un comportamiento de acceptio
consiste justamente en el despliegue de una cierta muy distinto de la actividad del solvens.
conducta del deudor: piénsese en las obligaciones
negativas, en las obligaciones de cantar, recitar, Sin embargo, dado cuanto se ha dicho sobre el
pintar y así sucesivamente. También en estos casos carácter esencial que debe reconocerse, en la estruc-
se puede distinguir entre prestación en sentido sub- tura de la obligación, a la previsión de una conducta
jetivo y prestación en sentido objetivo, según que se del sujeto obligado, es indispensable que, en los
observe el comportamiento en su devenir, como casos ahora en examen, el resultado útil para el
actividad solutoria, o estáticamente, como acto ya acreedor resulte ligado a un comportamiento del
realizado: con tal que quede bien claro que, en tal deudor por una relación instrumental; es decir, es
modo, se califica diversamente un "único" hecho indispensable que el bien debido constituya una
jurídico, en cuanto el interés del acreedor no es "consecuencia" (o un efecto) de la actividad solu toria,
satisfecho por un evento distinto respecto a la acti- y que su realización sea, por ello referible
vidad del solvens, sino que es satisfecho por la mis- "causalmente" a esta última. Por tanto, cuando

15 Cfr. CONSO. lfatti gíuridici processuali penalí cit., p. 49: "Consistiendo en un acaecimiento, el hecho jurídico puede examinarse o
desde el punto de vista dinámico, esto es en su verificarse, o desde el punto de vista estático, es decir después de estar verificado. Sólo
en el primer caso se toma en consideración el verdadero y propio advenimiento; en el segundo caso, más que el acaecimiento, se toma
en consideración lo acaecido, vale decir el resultado".

,,, No parece que puedan compartirse, por ello, las afirmaciones comunes según las cuales "resultado es siempre, en todas las
prestaciones, la consecuencia del comportamiento" (COTTINO. L'imposibilíta sopravenuta della prestazione, Milano, 1955, p. 75; cfr.
también MENGON!. Obblígazioní "di risultato" e obbigazioni "di mezzi". En: Riv. dir. Comm., 1954, I, p. 189; CICALA. Coneeito di
di¡'isibililii e di indivisibilitil del/'obbligazione, Napoli, 1953, p. 84 ss. Contra, exactamente, MANZINI. La responsabilitií Contrattuale del
!,restatore di Im'oro. Milano, 1957, p. 18-19). No muy feliz, en consecuencia, aparece hoy la terminología prevaleciente no obstante las
críticas recibidas, adoptada para distinguir la obligación llamada "de resultado" de la obligación llamada "de medios". Mientras que
en efecto "de resultado" debería considerarse sólo la obligación en la cúal justamente la realización de la conducta del deudor
constituya la utilidad perseguida por el acreedor (reservando la caTificación de obligación "de medios" a la hipótesis en la cual tal
utilidad esté constituida por una "consecuencia" del comportamiento debido, que viene, por 10 tanto, a representar un instrumento
para su realización), la distinción viene fundada únicamente sobre "una mayor o menor correspondencia del término final de la
obligación (resultado debido) al término inicial, es decir al interés en el cual la óbligación encuentra su origen" (MENGONI op. cit.,
p.188). De tal modo, empero, debería calificarse "de resultado" exclusivamente la-obligación preordenada a la realización de una
utilidad que revista un carác!er final, vale decir que sea idónea para satisfacer una necesidad "primaria" del titular del crédito: de
otro modo la utilidad perseguida por el acreedor a través de la obligación se configura siempre como "instrumental" respecto a la
satisfacción de un interés ulterior, que ha permanecido extraño a la relación.

17 Sobre el concepto del destinatario del pago y sobre las hipótesis en las cuales tal calificación es atribuida por la obligación a un sujeto
distinto del acreedor véase mí trabajo Il pagamento al terza, Milano, 1959, p. 12 ss.

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entre la actividad del deudor y el resultado, que do" objetivo" (es decir orientada a la consecución del
representa la finalidad de la relación, no medie una resultado útil para el acreedor), se presenta como un
relación de coincidencia, debe mediar una relación problema no puramente académico solamente cuan-
de "causalidad". do entre el comportamiento del obligado y el bien
perseguido por el acreedor exista una relación de
Esta relación, ante todo, puede observarse o no causalidad no necesaria o una relación de causalidad
como nexo de causalidad "necesaria": en el primer no suficiente: en el primer caso, el resultado útil para
caso se trata de prestación "infungible" (de modo el acreedor puede verificarse también como conse-
que el resultado útil para el acreedor no puede cuencia de hechos distintos de la ejecución de la
realizarse de otro modo sino a través de la realiza- prestación subjetiva, en el segundo caso la conducta
ción de la acti vidad del deudor) 18, en el segundo de debida puede ser desplegada también sin que de ella
prestación "fungible" (de modo que el comporta- derive la realización de la prestación objetiva. De ello
miento del sujeto obligado se inserta solamente en se sigue que la solución del problema relativo al
una de las hipotizables series causales que condu- contenido de la prestación debida depende de la
cen a procurar al acreedor el bien debido). Entre respuesta que se dé a la pregunta de si constituye ya
conducta y resultado puede, además, mediar o no cumplimiento de la obligación, en el primer caso, la
un nexo de causalidad "suficiente", según que el consecución de la utilidad para el acreedor indepen-
comportamiento solutorio constituya el único an- dientemente de la actividad solutoria y, en el segun-
tecedente de la consecución del resultado útil para do caso, la realización de la conducta no seguida de
el acreedor o bien se inserte en una serie causal más la verificación del resultado.
compleja 19. En este caso es necesario todavía dis-
tinguir dos hipótesis: a veces, la actividad del suje- A través del examen separado de las dos hipótesis
to obligado constituye, en la serie causal, el "últi- nos proponemos demostrar que la llamada presta-
mo" antecedente de la realización de la finalidad ción subjetiva y la llamada prestación objetiva están
perseguida por el acreedor, de modo que entre la inescindiblemente vinculadas en la unitaria confi-
conducta ya realizada y el resultado se restablece guración de la relación obligatoria, de manera que
una relación de causalidad suficiente; a veces, el no es admisible hablar de cumplimiento de la obli-
resultado útil para el acreedor no se verifica si no gación ni cuando la realización del resultado se
intervienen factores sucesivos a la conducta del verifique independientemente de la realización de
SO[VCIlS (por ejemplo, en la prestación de "dar" la la conducta debida, ni cuando el comportamiento
oferta del deudor no procura la adquisición de la desplegado por el deudor no procure al acreedor el
posesión al destinatario mientras no sea seguida de bien por éste perseguido. En consecuencia es nece-
la acceptio). Sólo en la segunda hipótesis es, por sario restringir el concepto de prestación objetiva
tanto, correcto hablar de una relación de causali- sólo al resultado causalmente referible a la conducta
dad "no suficiente" entre la actividad solutoria (ya del obligado, y extender el concepto de prestación
desplegada) y la consecución de la utilidad por subjetiva a la realización del resultado que constitu-
parte del acreedor. ye consecuencia de la actividad del deud%.

5.- El constatar si la prestación debida debe entender- 6.- Comencemos por la primera investigación. En el
se en el sentido "subjetivo" (por lo tanto limitada al caso en que la conducta del deudor represente un
despliegue de la actividad solutoria) o bien en senti- antecedente causal no necesario del resultado per-

" Nótese que el concepto común de infungibilidad de la prestación se presenta equívoco, porque oscila entre dos significados: el
primero, técnicamente más correcto comprende sólo las hipótesis en las que el resultado debido se individualiza en necesaria
correlación con el comportamiento del deudor (el concierto del famoso pianista, el cuadro del conocido pintor, etc.); el segundo, más
amplio y matizado, comprende todos los casos en los cuales si bien el resultado debido no viene individualizado a través de una
referencia al comportamiento personal del obligado (de modo que también sujetos distintos del deudor estarían en grado de
realizarlo), la obligación ha surgido intuitu personae (la prestación del contratista, del transportista, y así sucesivamente). Se podría
decir que en el primer caso existe una infungibilidad de carácter objetivo que deriva de la naturaleza del resultado debido;·en el
segundo, por el contrario, una infungibilidad de carácter subjetivo, que deriva de la confianza puesta por el acreedor en la idoneidad
de los instrumentos del deudor para realizar el resultado (de por sí realizable también por otros).

1'1 No se pretende excluir apriorísticamenteque entre conducta y bien debido pueda configurarse, a veces, una relación de causalidad

suficiente, pero debe entenderse que la realización de la prestación objetiva, por simple que pueda ser, dependa también de factores,
cosas o personas, extrañas a la conducta del obligado (es decir de aquello que TITZE. Die unmoglichkeit der Leistung nach deutschem
/¡iirgerlichen Reclzt. Leipzig, 1900, define en modo expresivo como los Leisungssubstrate).

20 Estas, aunque sea con otras palabras, son las mismas conclusiones de ALLARA. Le fattispecie estintive del rapporto obbligatorios.
Torino, s. f. (pero 1948 -1952), p. 157, el cual subraya cómo sólo "la actividad cum effectu" constituye la prestación deducida en la
relación obligatoria.

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seguido por el acreedor (prestación fungible), una que los hechos jurídicos están ligados a su eficacia
22
parte de la doctrina entiende que se tenga cumpli- por un nexo de causalidad puramente arbitrari0 :
21
miento de la obligación incluso si el acreedor siguiendo valoraciones de oportunidad, y por lo
consigue la utilidad que representa el fin al cual está tanto lato sensu políticas, el legislador podría, por
preordenada la relación sin que por el deudor haya tanto, ligar la extinción de la relación a cualquier
sido adoptado el comportamiento debido. Y en hecho. Por ello, no es la prestación debida la que
confirmación de ello se invoca la eficacia extintiva debe deducirse del examen de las causas extintivas,
de algunos supuestos de hecho (fattispecie), de los sino, al contrario, la noción del pago, es decir la
cuales no es elemento constitutivo el comporta- única causa de actuación23 por fuerza intrínseca del
miento del deudor: se trata de la ejecución forzada vínculo, la que ha de determinarse a través de la
y del cumplimiento de la obligación por parte del previa individualización del objeto de la relación.
tercero.
En segundo lugar, incluso dejando de lado esta
La invocación de estos institutos no ofrece, empero, observación de carácter general, se debe destacar
una suficiente justificación de la tesis que viene a que la ejecución forzada y el cumplimiento del
desvalorizar, en la estructura de la obligación, la tercero no realizan del todo la prestación debida.
función instrumental atribuida al comportamiento Por lo que se refiere a la ejecución forzada el proble-
del deudor. En sentido contrario es necesario en ma es, naturalmente, de gran delicadeza, compren-
primer lugar, observar que no resulta correcto, so- diendo todo el tema de las relaciones entre el aspec-
bre el plano metodológico, un procedimiento que, to sustancial y el procesal de los fenómenos jurídi-
para determinar el objeto de la relación obligatoria, cos 24. Sin embargo, prescindiendo del hecho de que
se basa en el contenido de fattispecies extintivas, ya sólo la ejecución forzada en forma específica, tratán-

21 En verdad, la doctrina que sostiene esta tesis prefiere hablar de "realización del derecho del acreedor", en lugar de cumplimiento
de la obligación: empero, así como se afirma que el objeto de la obligación es la realización del resultado útil para el acreedor, la
variante parece puramente terminológica.

" Es bien conocida, en efecto, la particular naturaleza del nexo que vincula, a través de la norma, las eonsecuencias jurfdicas a los
hechos que las condicionan, y la inadmisibilidad de cualquier confrontación con el nexo de causalidad natural, en el cual la relación
de causa a efecto se configura específicamente como razón suficiente del sucederse entre antecedente y evento condicionado. Sobre
el concepto de causalidad jurídica véase CAMMARATA. Il significalo e la funzione de/ "fatlo" nell' esperienza giuridica. En: Anna/i Univ.
di Macerata, 1929, p. 393 SS.; RUBINO. La fattispecie e gli effetti giuridici preliminari. Milano 1939, p. 28 SS.; CONSO. I fatti giuridici
proccssuali penali, cit., p. 6; BEm. Teoría generale del negozio giuridico2. Torino, 1955, p. 2 ss.; CASSARINO. Le situazioni giuridiche e
/'oggetto della giurisdizione amministratríva. Milano, 1956, p. 134 ss.; PUGGLIA TTI. La trascrizione, cit., p. 401 ss.

" Tal afirmación, si bien frecuente, no se pone, sin embargo, en el necesario relieve para caracterizar el pago frente a las otras
fatlisFecies extintivas de la obligación: en efecto/mientras que estas últimas, consiguiendo sus efectos no obstante la falta de realización
de la prestación debida, constituyen el contenido de una realidad normativa muy distinta respecto a aquella que determina el
surgimiento de la relación, la eficacia solutoria del pago no tiene necesidad de ser prevista por una segunda norma, porque no existen
dos realidades, la que fija el contenido de la obligación y la que prevé su cumplimiento. En tal sentido ALLARA. Lefattíspecie estíntive.
cit., p. 57 en relación a p. 49 ss.

2. A una desvalorización del momento jurídico sustancial se llega con la reciente construcción de ALLORIO (La pllllaritil degli
ordinamcnti giuridici e /'accertamento gilldiziale, En: Riv. dir. Civ., 1955 p. 247 ss., republícado en Problemi di diritto, I, L'ordinamento
giuridico nel Frisma dell'accertamento giudiziale. Milano, 1957, p. 1 ss.), según el cual en ordenamientos de tipo autoritario, como los
modernos, destinatarios de la norma jurídica serfan solamente los órganos del Estado (en el mismo sentido CORDERO. Le situazioni
soggcttive neI Frocesso pena/e, cit., p. 120 ss.). La construcción de ALLORIO parte de la concepción de la norma jurfdica cual "juicio de
valor" y entiende que su función se agota en la declaración de la veracidad de un cierto comportamiento, independientemente de
la previsión de consecuencias vinculadas al comportamiento contrario a aquel considerado como debido. Por tanto, no siendo
concebible una norma estatal que se preocupe solamente de imponer un deber a un privado, sin imponer al mismo tiempo el deber
al juez de tener en cuenta la violación de aquel deber, sería técnicamente más preciso considerar el comportamiento del privado como
fattispecie condicionante del surgimiento del deber a cargo del juez.
Conviniendo sobre el carácter convencional que ha de reconocerse a los conceptos de teoría general (cfr. ALLORIO. OssenJazioni
critiche sulla sanzione. En: Riv. dir.civ., 1956, p. 25) Ysubrayando, porlo tanto, la oportunidad de preferir aquellos quese presentan como
más idóneos para facilitar el desarrollo de la obra de interpretación que es la tarea del jurista, la tesis referida suscita no pocas dudas.
En primer lugar, en efecto, ha sido recientemente demostrado lúcidamente que la proposición normativa no consiste nunca en una
valoración, sino que solamente la presupone (DI ROBILANT. Osservazioni sulla concezione della norma giuridica come giudizio di valore,
en esta revista [Rivista trimestrale di diritloe procedum civileJ, 1957, p.1428 ss. l. En segundo lugar no parecen demostrativos los ejemplos
adoptados para sostener la configurabilidad del deber como pura afirmación de necessiJas jurídica de tener un cierto c<?mportamiento,
independientemente, por lo tanto, de la valoración de las consecuencias vinculadas al-comportamiento contrario al calificado como
debido. El ejemplo sobre el cual mayormente se insiste, por su indudable eficacia sugestiv'J" es el caso del deber del juez de aplicar
la ley, si bien su proveimiento no sea impugnable y falte, se dice, cualquier reacción a la.eventual violación del deber. Empero, tal
ejemplo no es convincente. En efecto, no cabe ninguna duda de que existe un déber jurídico, a cargo del juez, de no desaplicar
dolosamente las leyes del Estado (deber argumentable por la amplia gama de sanciones previstas para su incumplimiento: de las
sanciones penales -por corrupción, falsedad, omisión de actos de oficio, abuso de poderes inherentes a la función pública- a las
administrativo-disciplinarias, para terminar en las civiles, artículo 55 c.p.c.), pero se trata de ver si existe también un ulterior deber
no sancionado, a cargo del juez, de no desaplicar sin dolo, las normas del ordenamiento: y así como justamente el ordenamiento,

THEMIS 38
65
dose de créditos no pecuniarios, es idónea para cional del tercero, da lugar a una muy distinta
hacer conseguir al acreedor justamente el resultado fattispecie extintiva, o sea, a la llamada consecución
2
al cual está preordenada la obligación, vale decir la del fin ? , cuya equiparación al pago por parte del
sa tisfacción del interés primario y no del interés a un deudor está excluida por la diversidad de los reCÍ-
28
subrogado de la prestación, es necesario recalcar procos efectos • En consecuencia, incluso si fuese
que la sujeción del deudor a la ejecución forzada y exacto equiparar, desde el punto de vista de la
el poder procesal del acreedor de valerse del apara- realización de la prestación debida, la solutio del
to coercitivo -sujeción y poder condicionados no a tercero a la del deudor, no se podría todavía inferir
la existencia de la relación obligatoria, sino a una· de ello que el acreedor tenga derecho al resultado sin
autónomafattispecie: el "título ejecutivo"- represen- considerar los medios con los cuales éste le viene
tan el contenido de una situación jurídica que, no procurado: se debería por el contrario, extender
obstante estar preordenada a la consecución del correspondientemente el objeto de la obligación, en
mismo resultado, es muy distinta de la obligación: el sentido de afirmar que el deudor debe procurar el
esta última, por tanto, se limita a atribuir al acreedor bien debido o mediante su propia actividad o me-
la pretensión a obtener del deudor el bien debido 25. diante el comportamiento desplegado a su favor por
un tercero 29. Se restablecería de tal modo, la perfecta
Por lo '1,ue se refiere al cumplimiento por parte del correspondencia entre los aspectos subjetivo y obje-
tercero" ,es menester, ante todo, recordar que esta tivo de la prestación deducida en la relación.
fattispecie extintiva se presenta solamente cuando el
resultado perseguido por el acreedor se realiza por En segundo lugar, y con relieve absorbente, es nece-
el solvens con la intención de cumplir el deber del sario subrayar que el pago del deudor extingue la
deudor: la satisfacción del interés del acreedor, obte- relación obligatoria por fuerza intrínseca; en cuanto
nida como consecuencia de una conducta no inten- exacta realización de la prestación debida. El compor-

atribuyendo exclusivamente a los jueces la tarea de resolver las controversias reconoce que sólo la interpretación judicial es exacta,
aparece claro que debe excluirse un deber del juez de no equivocarse al juzgar. Por ello, es verdad que el juez no encuentra sanciones
por haber interpretado malla norma, pero ello confirma, precisamente, que él tiene solamente el deber de aplicar las leyes según la
interpretación que de buena fe entiende debe darles, y no un ulterior deber de dar la interpretación exacta (¿a juicio de quién ?) de
las disposiciones que está llamado a aplicar.
Pero la objeción principal a la tesis en examen consiste en relievar, en fin, cómo es que ésta no se preocupa por ofrecer ningún criterio
para la individualización de las hipótesis en las cuales el legislador calificaría como debido un cierto comportamiento: una vez que
tal individualización no puede recabarsede la previsión de las consecuencias vinculadas al comportamiento contrario a aquel debido,
¿en base a qué elemento el intérprete reconocerá los casos en los cuales la norma expresa la valoración de deber? ¿Es necesario tener
exclusiva consideración a la formulación lingüística de la proposición normativa y al uso, por lo tanto, de expresiones de carácter
imperativo derivando hacia una concepción rígidamente formal (y completamente estéril)? En tal caso, como el artículo 2034 que
califica expresamente en términos de deber el comportamiento de cumplimiento de la obligación natural, ¿no podría representar un
ejemplo (considerado inconcebible: ALLORIO. op. cit.. En Riv. Dir. Ch,., 1955, p. 278) de norma inserta en el ordenamiento estatal, pero
destinada a los privados? Y si el criterio formal, como parece obvio, debe rechazarse, ¿a qué cánones interpretativos deberá atenerse
el jurista?

13 Cfr. MONTESANO, La Condanna nel processo civi/e. Napoli, 1957, p. 57 SS.; GIORGIANNI, L'obbligazione, cit., p. 228.

'h Al cual se ha referido con particular amplitud NICOL6. L'adempímento dell'obbligo altrui, cit., p. 60 s.

17 No es por ello posible justificar la eficacia liberatoria del pago por parte del tercero poniendo énfasis sobre la genérica satisfacción
del interés del acreedor (así Orlando CASCIO. Estinziane dell'obbligazíone per conseguimento dello acopo. Milán, 1938, p; 141 SS.;
CIORCIANNI. L' obbligazione, cit., p. 229 s.): En efecto, si el comportamiento del tercero determinase la extinción de la obligación por
la desaparición del interés del acreedor en la prestación, no se justificaría la limitación de la figura d~1 cumplimiento por parte del
tercero (artículo 1180 c.c.) al sólo caso en el cual el sol'Vens haya obrado con referencia a la obligación. Por lo demás, como ha sido
exactamente observado (MENGONl. L'oggetto della obbliguzione, cit., p. 171), devendría inexplicable la mora credendí consecuente al
rechazo de la oferta del tercero.

2K La consecución del fin, en efecto, siendo equiparable a la sobrevenida imposibilidad de la prestación, hace aplicable el artículo 1463
y determina la pérdida del derecho al correspectivo (ALLARA. Le fattispecie estíntive, cit., p. 184. Contra: Orlando CASCIO, Estinzione
de//' obbligazione per conseguímento dello SGOpO, cit., p. 212 ss.). Lo mismo no puede decirse por el contrario, del cumplimiento por parte
del tercero que haya obrado con referencia a la obligación.

2') En este sentido cfr. ALLARA. Le fattispecie estínth'e, cit., p. 168: "Dada una relación obligatoria en la que se deduce una prestación'
fungible, se debe reconocer frente a esta prestación una determinación más genérica de contenido, en el sentido que el deudor debe
procurar, ya sea a través de su propia actividad ya sea a través de la actividad de otro un determinado resultado" . En verdad ALLARA
se refiere solamente al caso en el cual la ejecución de la prestación por parte del tercero sea "el inmediato resultado de una actividad
del deudor que ha actuado frente al tercerO para provocar la actividad de este último" mientras que en el caso de actividad espontánea
del tercero entiende (p. 184) tratarse 1'\0 d(!.cumplimiento sino de fattispecie equivalente a éste en base a una determinación unilateral
del soll'ens. Pero la diferencia entre las dos 'hipótesis esbozadas es jurídicamente indiferente y no legitima, por ello, a una distinta
colocación sistemática, a menos que la primera se limite sólo al caso de la intervención de un auxiliar del deudor, o sea" de un puro
y simple instrumento material de ejecución de la voluntad del deudor" (NICOLÓ. L'adempimento dell'obbligo ultroi, cit., p.33 s.).

THEMIS 38
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tamiento del tercero, dirigido a la satisfacción del incluso si el acreedor no consigue el bien debido. En
interés del acreedor, al cual sólo por brevedad pero apoyo de la r~spuesta afirmativa han sido invoca-
impropiamente se le da el nombre de cumplimiento, das las figuras del pago al acreedor aparente y del
3
obra, en cambio, desde el exterior sobre la relación y procedimiento coactivo de liberación !. Pero ha
no proporciona, por ello, ningún argumento útil para sido ya exactamente observado que el deudor, en
individualizar el contenido de la prestación. Un ninguna pe las hipótesis mencionadas, despliega el
32
obstáculo insalvable impide, en efecto, que la eficacia comportamiento debid0 .
extintiva del comportamiento solutorio del tercero se
refleje sobre la determinación de la estructura de la En el pago al acreedor aparente, la actividad del
obligación: la falta de todo vínculo frente al acreedor deudor no se considera exacta ejecución del deber,
a cargo del tercero que realiza, en vez del deudor, el divergiendo de la conducta prevista por la obliga-
resultado debido (rectius: el resultado perseguido por ción, la cual se especifica también a través de la
el acreedor, porque debido es solamente el resultado dirección al verdadero acreedor.
consiguiente a la actividad de deudor). Ellegislador
se limita a valorar positivamente el hecho de que la También por lo que se refiere a la liberación coacti-
presta~ión del tercero satisfaga el interés del acreedor va, la actividad del deudor necesaria para comple-
en el mismo modo que la prestación del deudor, tar el respectivo procedimiento es muy distinta de la
haciendo derivar de ello la extinción de la relación. Lo actividad requerida para el cumplimiento en senti-
que significa que el contenido del derecho no puede do técnico. No vale replicar que el procedimiento
ser determinado teniendo en cuenta una intervención coactivo es más oneroso para el deudor que el pago
que no es garantizada al acreedor, en cuanto repre- mismo, en cuanto -sancionado el principio por el
senta una mera eventualidad dejada a la libre inicia- cual "el deudor no puede liberarse ejecutando una
tiva del tercero](J. prestación distinta de la debida, incluso si es de
valor igualo mayor" (artículo 1197)-la constatación
En conclusión, la equiparaclOn de la so/utio del de la divergencia entre el comportamiento debido
tercero a la del deudor bajo el aspecto de la eficacia con base en la relación y el exigido por el procedi-
no quita que la intervención del tercero constituya miento de liberación es suficiente para concluir que
un instrumento que, considerando la obligación esta última, si bien eventualmente más onerosa para
desde el punto de vista estático, no resulta concedi- el deudor, no constituye pago en sentido técnico.
do al acreedor en tutela de su interés: el acreedor sí
tiene derecho a conseguir un cierto bien yno simple- El interés del deudor en conseguir la liberación del
mente a pretender la realización de una cierta acti- vínculo es tutelado por el legislador predisponien-
vidad, pero sólo tiene derecho a conseguir aquel do una fattispecie liberatoria independiente de la
3
bien a través del comportamiento del obligado. Por realización del resultado útil para el acreedo/ : lo
tanto, la prestación debida presenta siempre el mis- que no significa del todo que la prestación debida
mo contenido, tanto si se la observa desde el punto por el deudor no comprenda la realización de aquel
de vista objetivo, con referencia al interés del acree- resultado. Decisiva, en fin, es en todo caso la obser-
dor, cuanto si se la observa desde el punto de vista vación que, si la liberación del deudor a través del
subjetivo, con referencia a la conducta del deudor. procedimiento coactivo de liberación constituye
verdaderamente una prueba de que el deudor está
7.- Tomando ahora en consideración el caso en el obligado solamente a la realización de la conducta y
cual el comportamiento del sujeto obligado consti- no a procurar el bien debido, "se dificultaría com-
tuya un presupuesto causal no suficiente para la prender por qué nunca es suficiente para tal efecto
realización del resultado perseguido por el acree- el minus, es decir por qué nunca la liberación del
dor, se debe afrontar el problema de si se tiene vínculo se vincula a la hipótesis del artículo 1220,
cumplimiento de la obligación toda vez que haya donde es innegable que el deudor ha realizado todo
sido actuada la actividad prevista por la relación, aquello que tenía el deber de realizar,,34 .

)0 Así GIORGIANNI. L'obbligazione, cit., p. 230.

11 NICOLÓ. l'adempimento dell' obblígo altrui, cit., p. 51 ss.


. ,
" FALZEA. L'offerta reale e la liberazione coattiva del debítore, Milano, 1947, pp. 18 Y 2~, nota 32; Orlando CASerO, Estínzíone
delf'obbligazione per conseguimentode/lo scopo, cit., p.136 SS.; G. ANDREOLI, Contrib~toal/a teoría dell'adempimento, Padova, 1937, p. 7.

13 Cfr. FALZEA. op. cit., p. 18: "El procedimiento coactivo de liberación no es una forma de cumplimiento, sino un medio jurídico
acordado al deudor justamente para el caso en el cual el cumplimiento no se haya verificado".

34 MENGONI, op. cit. en Jus, 1952, p. 174.

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Por lo tanto, se debe concluir que en el caso en el cual mente la extinción de la obligación por cumplimien-
entre la cond ucta del sujeto obligado y la realización to, en cuanto el deudor habría ya cumplido todo lo
del resultado útil para el acreedor medie un nexo de que se puede pretender de él con base en la rela-
36
causalidad no suficiente, la prestación deducida en ción . Viceversa, el artículo 1220, disponiendo
la relación está representada por la consecución del que, cuando haya habido un rechazo del acree-
bien debido, de modo que no puede decirse cumpli- dor sin motivo legítimo, "el deudor nó puede ser
do el deber 'mientras que de la actividad solutoria considerado en mora, si oportunamente ha ofre-
no se derive la realización de la utilidad garantizada cido la prestación debida", sobreentiende que el
al acreedor por el vínculo obligatorio. deudor no está por ello liberado, y que, por lo
tanto, deberá reiterar el comportamiento solutorio
8.- A modo de confirmación de la veracidad de tan pronto el acreedor se declare dispuesto a
las conclusiones a las que se ha llegado es necesa- recibir. Por tanto, justificando el artículo 1220
rio, sin embargo, afrontar las razones que se con la afirmación de que tal norma exonera de
aducen para excluir que en el objeto del deber del responsabilidad al deudor porque éste habría ya
deudor pueda estar comprendida también la con- actuado el deber, se llegaría en rigor al absurdo
secución del resultado útil para el acreedor. Ante de considerar el ilegítimo rechazo del acreedor
todo se ha dicho que una explícita disposición, el una causa de agravamiento de la posición del
artículo 1220, exonerando de toda responsabili- deudor: el solvens, en efecto, estando obligado a
dad al deudor que oportunamente haya ofrecido cumplir nuevamente la actividad que constitui-
la prestación, demostraría que, no obstante la ría, según la tesis en examen, la actuación de su
falta de realización del resultado, el deber no deber, vendría obligado, por el rechazo del acree-
puede considerarse violado cuando haya sido dor, a cumplir dos veces.
desplegada la actividad que el deudor está obli-
gado a cumplir: aquella disposición, por lo tanto, El artículo 1220, en definitiva, encuentra una plau-
comprobaría que el deudor no está obligado a sible justificación exclusivamente partiendo del
35
procurar el bien debid0 . planteamiento por el cual la prestación debida, es
decir la prestación que el deudor está obligado a
La verdad es que el artículo 1220, lejos de sufragar ejecutar, consiste en la realización del resultado
la necesidad de excluir del contenido del deber la útil para el acreedor y no en el despliegue de una
37
consecución del bien por parte del acreedor, consti- cierta conducta •
tuye la mejor confirmación de la tesis que aquí se
quiere defender. Si, en efecto, fuese exacto que el 9.- El obstáculo principal para admitir que en el
deudor está solamente obligado a desplegar una deber del deudor está comprendida la consecución
cierta actividad y que la exoneración de toda res- del resultado es, empero, otro. Sólo su examen nos
ponsabilidad sancionada por el artículo 1220 de- permitirá tocar el verdadero problema de fondo de
pende del hecho de que se haya producido "la la discusión.
actuación del contenido del deber", el legislador
debería disponer no una simple exoneración de la Como el concepto de deber viene configurado nor-
responsabilidad por incumplimiento, sino directa- malmente en relación con un comportamiento del

"' MENGONI, Op. Ult. Cit., p. 173: "Demostrado que el artículo 1220 no puede reconducirse al principio de la imposibilidad
sobrevenida, no queda sino esta otra explicación. En la referida hipótesis el deudor no responde de la falta (oportuna) de producción
del resultado, porque no subsiste directamente el presupuesto objetivo de la responsabilidad, es decir la violación del deber. El
resultado ha faltado no obstante la actuación del contenido del deber impuesto al deudor. Ello equival~ a reconocer que el resultado
por realizar no está comprendido, como tal, en la materia del deber".

lb GIORGIANNI, L'obbligazione, cit., p. 215, expresamente afirma: "nosotros excluimos que el deber del deudor tenga como punto
de referencia el bien que constituye el objeto de la satisfacción del acreedor ... Si Tizio está obligado a entregar a Cayo una cosa cierta
y determinada ... nosotros creemos exacto decir que el deudor debe realizar todos los actos, de su parte, necesarios para la adquisición
de la posesión por parte del acreedor". Desde el momento, empero, que el pago es la exacta realización de la prestación debida, si
fuese verdad que" el deber del deudor se agota exclusivamente en el comportamiento", ¿cómo es que cuando el deudor ha realizado
"todos los actos de su parte necesarios para la adquisición de la posesión", la obligación nunca se extingue por cumplimiento?

)7 En efecto, cuando la conducta del deudor no constituye el último antecedente de la serie causal para la realización del resultado

útil al acreedor, el legislador exonera al obligado de responsabilidad por incumplimiento, a condición de que la falta de verificación
del ulterior factor necesario para la consecución del bien por parte del acreedor sea imputable a este último. No siendo, empero,
concebible una exoneración de responsabilidad no obstante la violación del deber, el efecto predispuesto por el articulo 1220 va
reconstruido, desde el punto de vista -dogti.lá.tíco, en el sentido que el ilegítimo rechazo, por parte del acreedor, de recibir la oferta del
deudor, determina una modificación de la modalidad cronológica de la prestación debida: el deudor no está obligado más a cumplir
en el momento originalmente previsto por la relación, sino en el momento en el que el acreedor se declare dispuesto a recibir.

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mismo sujeto obligado, no ha aparecido conforme mente presente, de tal concepción, se explica la
a tal concepto el poner como contenido del deber, idea radicada de que la obligación presuponga
en lugar de la actividad del deudor, un hecho que, necesariamente la existencia de un poder de he-
a pesar de poder considerarse consecuencia de cho del sujeto obligado sobre el evento que de él
aquel comportamiento, lo trasciende y no se con- se espera, y, por lo tanto, la resistencia a extender
funde con él, al punto que puede hasta llegar a faltar el contenido del deber del deudor a la realización
.ro obstante que el obligado se haya esmerado de de un resultado que no dependa exclusivamente
cualquier modo para permitir su consecución. Así, de su actividad. En tal modo, sin embargo, se
partiendo de los casos en los cuales la realización continua concibiendo la norma jurídica, sobre el
del resultado depende de una cooperación del modelo de la norma moral, como apelación a la
acreedor sucesiva a la actividad solutoria del libre voluntad del sujeto para que éste escoja
deudor, se ha considerado inaceptable la idea de entre un comportamiento de "obediencia" al pre-
que sobre este último grave el deber de procurar cepto y un comportamiento de "violación" de él,
al acreedor el bien debido y, por lo tanto, que el elección que postula precisamente la libertad del
39
deber del deudor abarque la cooperación del sujeto de seguir tanto una como la otra vía
acreedor. Sería absurdo -se ha dicho- considerar
tal cooperación como un factor intrínseco a la Pero a la concepción imperativista del Derecho se
actuación del deber, porque, incorporando el opone no tanto el seudo problema del destinata-
resultado a producir en el contenido del deber, rio de la norma 40, cuanto la eficacia de ésta inde-
se terminaría por incluir en él también una con- pendientemente del conocimiento del "precep-
ducta de otro, mientras que el deber, en cuanto to" por parte del individuo 41 y la existencia de
"forma directriz de la voluntad" no puede diri- casos en los cuales la norma configura hipótesis
girse sino a actos ~ue dependen de la misma de llamada responsabilidad objetiva, en el senti-
voluntad del sujeto' . do que su violación, o sea la sujeción a la sanción,
no está vinculada a un comportamiento imputa-
Estas afirmaciones muestran un evidente conte- ble a la voluntad del sujeto obligado 42. Es nece-
nido de la concepción imperativista del Derecho, sario, por tanto, renunciar a la idea de que las
según la cual el ordenamiento está constituido normas jurídicas funcionan como normas de con-
por un conjunto de "órdenes" de modo que la ducta: renuncia indispensable, si no nos quere-
norma jurídica no puede operar de otro modo mos involucrar en la insalvable contradicción de
que imponiendo deberes de comportamiento. referir a la disciplina de la vida social, en la cual
Sólo con la influencia, si bien no siempre clara- se agota la tarea del Derecho, esquemas que tie-

"" Cfr. MENGONI, Op. Cit, en JU5, 1952, pp. In-In


Aparece consecuente la posición de ALLARA, Le nozioní fondamentalí del diritto civileS, Torino, sI (pero 1958), p. 265, que,
,1'1

aceptando el planteamiento de la relación jurídica como "deber de tener un cierto comportamiento", justamente pone de relieve cómo
es que resulta esencial para la existencia de un tal deber el requisito de la posibilidad de la prestación cuanto el requisito de la
"voluntariedad" de un comportamiento contrario a la norma. Sigue el planteamiento de aliara encontrando sus inicios en el Derecho
romano, GROSSO, Obbligazioní2, Torino, s.f. (pero 1955), p. 92, el cual, con terminología quizá menos ambigua, prefiere hablar de
"posibilidad del incumplimiento".
41'Concibiendo, en efecto, el ordenamiento jurídico como una "construcción del intelecto humano", que se agota en la vinculación
de una serie de consecuencias puramente ideales a determinados hechos (cfr, BEIT!, Teoria generale del negozio giuridico Campagna,
I "Negozi di attllazione", cit., p. 67)- es claro que las normas no tienen un destinatario, desde el momento en que ellas determinan
automáticamente por el sólo hecho de que forman parte del sistema, sus efectos, Naturalmente, el concreto operar de un
ordenamiento jurídico está condicionado a un requisito, indispensable para colmar el ia/us entre su carácter puramente ideal y la
realidad de hecho que él regula, es decir el requisito de la efectividad (cfr. PIOVANI, Il significato del principio di ef!etivittil, Milano,
1953), que constituye además el ligamen entre el Derecho y la historia ("El fundamento del Derecho está dado por una situación de
hecho, por su eficacia, es decir en relación al efectivo comportamiento de los hombres": M. GALLO, Il concetto unitario di colpevolezza,
Milano, 1951, p. 128, nota 23). Por ello, la insuficiencia de cualquier organización para garantizar una completa correspondencia de
las situaciones de hecho a la "realidad jurídica" representa justamente la~desviación entre la concreción con la cual el ordenamiento
jurídico se manifiesta y su "deber ser" abstractamente concebido.

" El intento de conciliar la irrelevancia de la ignoran tia iuris con la estructura preceptiva de la norma merced a la afirmación de la
suficiencia de una abstracta posibilidad de que el precepto influya sobre la voluntag del individuo, mientras que no aparece idóneo
para eliminar la contradicción entre la afirmada función de la norma como "orden" y su im;ondicionada aplicabilidad, se resuelve
en la renuncia justamente a aquella fundada preocupación de no olvidar la posición del individuo frente al ordenamiento, en el cual
se encuentra el aspecto característico de la concepción imperativista, de un lado, y la influencia de los tiempos en los cuales tal
concepción ha aflorado, por el otro.

l~ Cfr. M. GALLO. JI concetto unitario di colpevolezza, cit, p. 132 ss.

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69
nen su validez sólo frente a la conciencia indivi- ración puede ser trazada solamente como conclu-
n
dual . sión del examen del material legislativo. Por lo
tanto, sin perjuicio de aceptar la premisa según la
Ello no significa, naturalmente, que no sea correcto cual existiría deber jurídico sólo en los casos de
elaborar un concepto teórico de" deber" en relación responsabilidad subjetiva, es necesario darse cuen-
a los casos en los cuales la norma aparece "idónea ta de la inversión lógica que se verifica en el razona-
para fungir ue orden", o sea a los casos para los miento cuando -en lugar de demostrar que la obli-
cuales es admisible justificar la sanción sobre la base gación constituye un deber jurídico en cuanto disci-
de un reproche de culpabilidad al sujeto que ha plinada según el esquema de la responsabilidad
realizado el así llamado ilícito. Pero es indispensa- subjetiva- se pretende excluir del contenido del
ble tener presente que estos casos no agotan las deber del deudor la realización del resultado afir-
relaciones que se pueden considerar hipotéticamente mando apodícticamente que la obligación es un
entre la norma y el comportamiento del sujeto al deber jurídico y, por lo tanto, que el deudor no
cual se impu tan las consecuencias sancionatorias de puede ser obligado a procurar al acreedor la utili-
una cierta fattispecie. La doctrina, especialmente dad a la cual está preordenada la relación, sino
penalista, ha elaborado, en efecto, numerosas cate- solamente a desplegar una cierta actividad.
gorías para describir completamente tales relacio-
nes: se contrapone así, a la responsabilidad por Para evitar la acusación de apriorismo, la limitación
hecho propio la responsabilidad por hecho de otro44, del contenido de la prestación debida sólo a los actos
según que la conducta del sujeto sea o no elemento que dependen de la voluntad del deudor debería,
constitutivo de la fattispecie condicionante de la por ello, constituir no el punto de partida de la
sanción, y, en el ámbito de la responsabilidad por investigación sobre la estructura de la obligación,
hecho propio, se contrapone incluso a la responsa- sino, al contrario, el eventual punto de llegada de un
bilidad subjetiva la así llamada responsabilidad análisis del Derecho positivo.
objetiva, según que la realización de la fattíspecíe
condicionante de la sanción dependa o no de un 10.- Trasladada la investigación del plano concep-
comportamiento voluntario del sujeto. tual al plano de la disciplina de la obligación, es
necesario preguntarse cuál es para el ordenamiento
Frente a la variedad de figuras que concretan una italiano, lafattíspecie condicionante de la responsa-
"responsabilidad" del sujeto, en el sentido genérico bilidad por incumplimiento. El problema ha sido
de una sujeción de él a la sanción, nada prohibe, ampliamente debatido por cuanto se refiere a la
obviamente, limitar el concepto técnico del" deber" hipótesis de la falta de realización de la conducta
a los casos de responsabilidad subjetiva, para los solutoria, con el fin de determinar si la responsabi-
cuales solamente es indispensable la existencia de lidad del deudor subsiste sólo cuando se presenta
un poder de }:lecho del sujeto sobre el evento que de un elemento culposo o si se extiende hasta el límite
él se espera 40. Empero, es menester evitar que el del fortuito 46. Pero en esta sede viene en considera-
intérprete se valga apriorísticamente de un tal con- ción el distinto caso en el cual, no subsistiendo una
cepto de "deber" al delinear la estructura de los relación de causalidad suficiente entre conducta y
institutos de Derecho positivo, cuya exacta configu- resultado, éste último no ha sido realizado no obs-

,) No parece aventurado entender que la concepción imperativista atribuye a la norma individual aquello que es, por el contrario,
un carácter del ordenamiento en su conjunto: vale decir la aptitud para realizarse históricamente (cfr. retro, nota n. 40). Sólo de tal
modo se explica en efecto, por qué en la variedad de efectos jurídicos que las normas predisponen, se haya querido elevar a nota
esencial de todo el fenómeno del Derecho el efecto previsto por las llamadas normas sancionatorias. Sin necesidad de retornar las
polémicas suscitadas por el concepto de sanción, sólo se pretende recalcar cómo este concepto es insuficiente, de un lado, para dar
cabida a la multiplicidad de las hipotizables consideraciones normativas y, del otro, cómo él mismo no es idóneo para representar
el elemento primario de la construcción jurídica, siendo a su vez reconducible a una valoración fundada en criterios empíricos
relativos al disfavor con el cual un cierto efecto es considerado por la conciencia social (cfr., últimamente DELL'ANDRO, voz
nntiguiridicitít. en Enciclopedia del Diritto, JI. Milano, 1958, p. 549).

" Quizá mejor se diría responsabilidad por hecho no propio, para evitar excluirapriorísticamenteque una consecuencia sanciooatoria
sea atribuible a la objetiva verificación de un hecho no imputable a nadie.

" Como confirmación del carácter convencional de estos esquemas conceptuales, considérese cómo por otros se prefiera compren-
der en el concepto de "deber" también las hipótésis de responsabilidad objetiva.

<1,Por último, sobre este. delicado problema, véase el amplio trabajo de GIORGIANNI. L'inadempimento. Milano, 1959, y las
observaciones a él dedicadas por AULETTA. Inadempimento imputabíle e non imputabile, en esta revista [Revista trimestrale di diritto e
procedura ci¡¡ile]' 1959, p. 1064 S., el cu;¡1 oportunamente denuncia cómo es que resulta inadmisible, para las obligaciones genéricas
yen particular para las pecuniarias, reducirra disciplina del incumplimiento imputable al esquema de la responsabilidad fundada
sobre la culpa (o responsabilidad subjetiva).

THEMIS38
70
tante el desenvolvimiento de la actividad prevista siendo idónea para influir sobre la realización del
por la relación. En tal caso, ¿puede el deudor ser resultado, no representa, sin embargo, un antece-
considerado igualmente responsable por no haber dente suficiente de él.
ejecutado "la prestación debida" (artículo 1218), si
bien la falta de realización del resultado útil para el En consecuencia, si la estructura de la obligación
acreedor no sea imputable a una conducta volunta- fuese conforme al concepto técnico de "deber", el
ria (positiva u omisiva) del sujeto obligado? deudor debería responder por incumplimiento sólo
cuando se le pueda reprochar no haberse preocupa-
Dado este planteamiento del problema, su solución do con la necesaria diligencia de procurar la satis-
no debería dejar dudas. En efecto, la falta de reali- facción del interés del acreedor: por el contrario, no
zación del resultado, aun en el caso en que el deudor tenemos dudas de que el deudor es responsable sin
haya desplegado el comportamiento al cual estaba más, independientemente del grado de diligencia
obligado puede depender, en primer lugar, de una con el cual haya actuado para obtener la verificación
sobrevenida imposibilidad de la prestación: en tal del resultado cuando, tratándose de venta de cosa
hipótesis, el deudor es liberado (artículo 1256, pá- ajena, el propietario de la cosa vendida no esté
rrafo 1) o exonerado de responsabilidad (artículo dispuesto a transferir la propiedad de ella, o bien,
1256, párrafo 2) a condición de que la causa de la tratándose de promesa del hecho del tercero, éste no
imposibilidad sobrevenida no le sea imputable. En desee cumplir el hecho prometido 47. Debe decirse,
segundo lugar, cuando la conducta no constituya el por tanto, que en las referidas hipótesis, el deudor
último antecedente causal del resultado, la falta de está obligado no a desplegar una cierta actividad (al
éste puede depender de la circunstancia de que no facere quantunz possum) en vista de un resultado,
se haya verificado todavía un factor ulterior, nece- sino, respectivamente, a hacer conseguir al compra-
sario para procurar al acreedor el bien debido. dor la adquisición de la propiedad y a obtener del
tercero el cumplimiento del hecho prometido 48.
Si tal factor consiste en la cooperación al cumpli-
miento o en otro evento del cual deba responder el Por lo tanto, en la relación obligatoria no valen
acreedor, el deudor no es responsable del retardo. necesariamente, los principios de la responsabili-
Sin embargo, cuando el defecto del factor necesario dad subjetiva 4~ , porque el deudor es a veces respon-
para integrar la serie causal para la producción del sable por incumplimiento no obstante que la falta de
resultado no sea imputable al acreedor, el deudor es realización del resultado no dependa de eventos
ciertamente responsable por incumplimiento, no que constituyen consecuencia de un comportamien-
obstante que haya desplegado la conducta a la que to voluntario de él. Por lo tanto, quedando excluido
estaba obligado. Ello se verifica, por ejemplo, en la que podamos apelar al concepto de "deber" para
venta de cosa ajena o en la llamada "promesa del sostener que la prestación debida se limite solamen-
hecho del tercero". En estos casos, se habla te a la conducta del sujeto obligado, encuentra con-
impropiamente de "imposibilidad subjetiva", mien- firmación la afirmación de que las así llamadas
tras que, en realidad, tanto la conducta como el prestaciones subjetiva y objetiva no constituyen
resultado son posibles: aquella expresión está, por más que perspectivas diversas desde las cuales pue-
lo tanto, para indicar solamente, que la conducta, de observarse la misma entidad.

" Vanamente se busca salvar el preconcepto del necesario carácter subjetivo de la responsabilidad por incumplimiento afirmando
que, en las hipótesis a las que se refiere el texto, el deudor respondería no por incumplimiento sino por haber garantizado el resultado
(en este sentido, últimamente, GIORGIANNl. L'inadempimento, cit., p. 279). Pero en primer lugar, esta pretendida garantía que sería
ofrecida por el deudor representa una ficción que no encuentra acogida en la realidad de hecho (baste pensar en la hipótesis en la
que uno o ambos contratantes ignoren la ajeneidad de la cosa vendida); en segundo lugar, el surgimiento de una obligación está
suficientemente justificado por la valuación de las partes relativa a la idoneidad de la conducta del promitente para influir
causalmente en la producción del resultado en el cual el estipulante tiene interés, mientras que de asunción de garantía puede
correctamente hablarse (cfr. retro, nota n. 12) sólo cuando las partes prescinden de toda consideración de la influencia de un
comportamiento del garante para determinar o impedir un evento dado.

" En este sentido ALLARA. Natura giuridica della obbligazione del fatto allnLÍ. En: Ril'. dir. Comm., 1929, p. 410 s. Es sintomático notar
que la crítica dirigida a la tesis de allara por SCALFI. La promessa dtll fatto altrui, cit., p. 35, se funda sobre el habitual razonamiento
apriorístico se¡:;ún el cual "no es concebible" (¿en términos de lógica o de Derecho positivo?) "una prestación de hacer cuando el hacer
tenga por objeto un acto de otro".

'" Cfr. OSI!. Dcviazioni dottrinali in tema di responsabi/itil per inadempimento delle obb/igazioni, en esta revista [Rivísta /rimes/mle di diritto
e proccdum civile J, 1954, p. 613 ss., el cual, empero, parece acoger la concepción opuesta, igualrnenteunilateraI, de una responsabilidad
necesariamente objetiva.

THEMIS 38
71
G A R e I A
e A L D E R o N
G H E R S I
V I D A L &
A S o e A D o S
A B o G A D o S

LOS LIBERTADORES 350 - SAN ISIDRO


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REFLEXIONES SOBRE EL PRINCIPIO
DEL CONSENSO TRASLATIVO*

Massimo Bianca

1.- POSICIONES DOCTRINARIAS FREN-


TE AL PRINCIPIO DEL CONSENSO
TRASLATIVO.

Importantes ordenamientos como el francés o el El Código Civil francés, acogiéndose a una regla ya
italiano consagran el principio según el cual el efectivamente vigente en las regiones de tradición ro-
contrato produce un inmediato efecto traslativo, manística, había enunciado el principio de la transfe-
mientras que la actuación de la forma publictaria rencia de la propiedad por efecto del simple consenso,
vale sólo a efectos de resolver hipótesis de conflicto sin la necesidad de la entrega de la cosa o de formali-
entre adquirentes y otros causa habientes. De ma- dad publicitaria (artículo 1138, segundo párrafo).
nera que el adquirente que no haya transcrito su
título, es propietario aún en los conflictos con ter- El principio no era formulado claramente!. Pero a la
ceros, pues su adquisición queda sujeta a perder incertidumbre de su entendimiento había contribui-
eficacia frente a una adquisición que haya absuelto do, sobre todo, la ambigüedad de la norma que sancio-
precedentemente la carga de inscribir. naba los efectos traslativos de la venta: dicha norma
declaraba suficiente el consenso sobre la cosa y sobre
En el presente artículo el doctor Massimo Bianca, el precio para hacer adquirir la propiedad al adquirente
lIllO de los más prestigiosos civilistas italianos, "con respecto al vendedor" (artículo 1583(Esta cita
analiza la génesis del principio del consenso literal -entendida en relación al régimen de la trans-
traslativo y su desarrollo en el Código Civil italia- cripción y a la regla "posesión vale título" - servía de
1/0; busca rebatir, además, a quienes sostienen la sustento para la conclusión extrema según la cual, en
inttÍnseca insuficiencia del acto negocial para con- realidad, el simple consenso no habría transferido
seguir la transferencia del derecho real. más que una propiedad "relativa,,3 .

* En: "SIl/di in Ol1o/'e di Francesco Santoro-Passarelli". Casa Editrice Dott. Eugenio Jovene. Napoli.1972. (Opera in sei vo/umi). Vol.
1. P.p. 293-308. Traducción libre del italiano, por FERNANDEZ CRUZ, Mario Gastón. Profesor Ordinario de Derecho Civil, por la
Pontificia Universidad Católica del Perú y por la Universidad de Lima.

1 Según el artículo 1138, en efecto, el simple consenso entre las partes perfeccionaría la obligación" de livrer /a chose"; y esta obligación
tomaría propietario al acreedor.

, La norma fue fielmente reproducido en el artículo 1148 del Código Civil italiano de 1865 y en sus términos no faltó la discusión del
principio consensualista presente también en nuestra doctrina (italiana).
CARNELUTTl. "Teoría Giuridica del/a Circo/azíone". Padova: 1933, p. 88 Y sgtes., declaraba tal norma "decisiva" para negar que el simple
consenso fuese suficiente para transferir la propiedad. .

J Ver: HUC. "Le Code Civilltalien et le Code Napoléon". París: 1868, p. 299 S.S., el cualarribába a la afirmación de que "la publicité est de
/'essCllcc des droits réels eL/e seul consentement ne peut les constituer".
Ver,además:., "L'évolutiollde la vente consensuelle et la loi SO", D., 19, 1. En: Nouv. revuehist. droitfran V. etétranger, 1901, p.159s.s. "lapTOpriété,
tml1s11lise par le seul effel du collsentemenl, ¡¡'est transmisequ'entre lesparties séulement, n'est qu'uncpropriété relative, qui confine singuliérement
simple droit de créallce".
tÍ UII

THEMIS38
73
También nuestra doctrina menos reciente había Al dudar del sentido y del alcancE' de la regla del
hecho notar la posibilidad de admitir la adquisición consenso traslativo, se reafirma. así. aquel argu-
de un "derecho absoluto" como resultado ulterior al mento consistente en considerar como precaria la
acuerdo: resultado brotado del cumplimiento de la posición del adquirente. en la etapa anterior al
formalidad necesaria para oponer a los terceros la cumplimiento de los actos de publicidad
transferencia". Esta construcción, sin embargo, no
ha tenido continuación, habiendo prevalecido el Un planteamiento diferente ha SIdo esbozado por
reconocimiento de que el contrato produce un in- aquel sector doctrinario que ha llegado -en un plano
mediato efecto traslativo, y que la actuación de la general- a distinguir una sItuaClon negocial externa,
forma publicitaria vale sólo a efectos de resolver reservada a la exclusiva valuaCIón legislativa, de
hipótesis de conflicto entre adquirentes y otros cau- una situación "inter partes", en VIrtud de la cual se
sa-habientes. manifestaría la eficacia de la autoreglamentación
negocial. Como consecuencia de esta separación de
Así, el adquirente que no haya transcrito su título es competencias, el efecto real se encontraría directa-
propietario aún en los conflictos con terceros, pero mente "en la ley", mientras que el supuesto de
su adquisición queda sujeta a la posibilidad de hecho contractual constituiría un simple presupuesto
8
perder eficacia frente a una adquisición que haya de mutación legal .
anteriormente absuelto la carga de la transcrip-
. ~ 5
Clon . La posibilidad de un doble significado del negocio
como acto de autonomía y como supuesto de hecho
de efectos legales no parece, sin embargo, tener la
2.- EL EFECTO REAL EN LA PERSPECTI-
fuerza suficiente para llevamos a la idea de reconocer
VA DE UNA DISTINCIÓN ENTRE AS-
una eficacia del negocio entre las partes distinta del
PECTOS INTERNOS Y ASPECTOS EX- juicio de validez del acto respecto al ordenamiento.
TERNOS DEL NEGOCIO
Indudablemente, la adquisición de la congeción de
Se advierte, sin embargo, algunas veces, el resurgi- propietario implica su reconocimiento por parte del
miento de motivos de duda sobre la fuerza traslativa ordenamiento, en virtud del cual tal condición quie-
del consenso; es decir, el resurgimiento de la idea de re ser ejercitada y tutelada. Pero también el vínculo
una intrínseca insuficiencia del simple acto negocial obligatorio exige, para su existencia como relación
para conseguir el resultado de una mutación en el "jurídica", el mismo reconocimiento por el ordena-
ó 9
derecho real • miento en el cual es valorado •

, Ver, por ejemplo, CUTURI. "DeIla vendita, della cessione e della permuta". Napoli-Torino: 1923, p.7 s.s.
Pero es notable, sobre todo, la posición de CARNELUTT1, el cual había textualmente negado que la propiedad se pudiera transmitir con
el solo consenso: "la propiedad no se transmite sino en virtud de actos ulteriores, en cuyo cumplimiento está precisamente la ejecución
de la obligación del vendedor; el 'traspaso de propiedad entre las partes' no es una fórmula o expresión impropia para significar la
obligación del vendedor respecto al cumplimiento de aquellos actos, de los cuales el traspaso deriva" (Appunti sulle obbligazioni, en: Riv.
di/'. comm., 1915,1, p. 527 s.s.).
y más aún: "la propiedad de una persona frente a otra no es propiedad; la propiedad, que es derecho real por excelencia, o existe frente
a todos o no existe ... ": y luego "sin la transcripción ...ninguna eficacia real al contrato de permuta inmobiliaria puede ser reconocida."
(Tcoria gillridica del/a circolazione, cit., p. 85 s.s.).
, '
. Sobre el tratamiento del principio consensualista, seguido del régimen de la transcripción, ver ampliamente: BUFNOIR "Propriété
el contrat". París: 1924, p. 39 s.s., 91 s.s.

h Estos motivos de duda se convierten en motivos de crítica por parte de la doctrina que inspira los ordenamientos en los cuales rige
el principio de la tradición.
Las razones del enfrentamiento han sido estimuladas por la cada vez más estrecha cooperación económica existente entre las naciones
adherentes a los diversos sistemas. Ver, entre otros, WAELBROECK. "Le transfert de la propriété dans la vente d' objets mobiliers corporels
en droit comparé". Bruxelles: 1961, p. 165 ss.

7 Escribe, así, COLORNI. "Per la sforia della pubblicitil inmobilíaree mobiliare". Milano: 1954, p. 238: "recurriendo al concepto de condición
y de resolución se justifica formalmente y se concilia el principio del artículo 1376 (traspaso de la propiedad por simple consenso) con
los artículos 2644 y 2685 (necesidad de la transcriptión)". Se mantiene, sin embargo, siempre la duda de si esta propiedad "sea eficaz
aga orrmes, solamente hasta que no se dé una segunda enajenación que la haga devenir vacía; o sea, en sustancia, un derecho tan
provisorio y, por lo tanto, débil, que no puede, en definitiva, ser llamado propiedad".

.
Ver, en tal sentido, al siempre recordado AURICCHIO. "La simulazione nel negozio giuridico". Napoli: 1957, p. 191 s.s.

Ver SCOGNAMIGLIO, quien cita a AURICCHIO. Ob. cit., en: Rív. dir. civ., 1958. 1, p. 342 s.s.

THEMIS38
74
3.- EL PROBLEMA DE LA "COMPETEN- las partes 13 .La posible divergencia entre programa y
CIA" DE LOS PARTICULARES A DISPO- efecto no ofrece, entonces, una razón suficiente para
NER DEL EFECTO JURÍDICO justificar la negación de la com petencia del particu-
14
lar a disponer del efecto mismo •
En términos radicales, la posibilidad de distinguir la
eficacia negocial de un juicio de validez del ordena- En una primera y elemental observación del fenó-
miento, según el cual el efecto real resaltaría como meno negocial se ad v J e rte más bien que los mismos
efecto de la ley, parece excluida de la posición que efectos jurídicos se prestan a constituir el objeto
asigna "a la ley todos los efectos del negocio 10. Dicha directo del acuerdo de autonomía privada, incluso
propuesta, sin embargo, puede ser entendida en si la previsión de tales efectos es expresada en un
sentidos diversos. lenguaje no técnico. Así, con particular referencia a
la venta, es ciertamente la "trill1sferencia" del dere-
En un primer sentido, ella puede reforzar la afir- cho el resultado" directamenh:'" determinado por el
mación de una incompetencia de lo~ particulares acuerdo contractual.
para "producir" los efectos jurídicos. Es decir, la
voluntad privada estaría referida exclusivamente En realidad, las mismas süuaciones y casos jurídi-
ll
a prever un resultado práctico . Sobre el presu- cos son datos de la realidad social y, aún descritos
puesto de esta voluntad, estaría luego la ley, para empíricamente, son perceptibles por nuestra propia
determinar los efectos jurídicos, los cuales tienden naturaleza y diferentes de los momentos económi-
1s
en mayor medida a adecuarse al programa cos o materiales .
12
negocial .
Ahora, que a través del negocio las partes puedan
Ahora, es cierto que los efectos jurídico~ finales no disponer de los efectos jurídicos y que tales efectos

deben necesariamente responder al programa sean "producto" del negocio , es una observación
negocial: pero ésta es una afirmación que se explica que halla confirmación también desde el punto de
ya en una simple constatación: el momento ejecuti- vista de la ley escrita. Este tipo de ley, en efecto,
vo en general puede no coincidir con la previsión de reserva a los particulares una esfera de autonomía

", Concepto casi ordinario. En la doctrina reciente ver, por ejemplo, FALZEA. "La colldizíone egli elementi dell' atto giuridico". Milano: 1941,
p. 88: La situación efectiva se produce siempre directamente del derecho y no de la voluntad de los sujetos.
Con expresa referencia a la transmisión del derecho como "obra" del ordenamiento jurídico, ver, ALLARA, "Le nozionifondamentali del
dil"itto (ivi/e". Tormo: 1958, p. 281.

11 La doctrina menos reciente, como es conocido, se preocupaba del problema de la dirección de la intención negocial frente al efecto

jurídico o frente al efecto empírico; pero el problema se reducía sustancialmente a una cuestión de contenido de la voluntad.
De cualquier modo, como observaba GRASSEm. "Rilevanza del/'in ten to giuridico in caso di divergenza dalrintento empirico". En: Studl
eC0I1.-giur. dcll'Ulliversitil di Cagliari, 1936, p. 107 S.S., cuando no existe contraste entre los dos objetos, estáfuera de discusión la suficiencia
de la intención negocial dirigida a conseguir el efecto jurídico.

12 Se explicaría, del tal manera, cómo puede haber efectos no conformes a la previsión de las partes. Con respecto a esto ver los apuntes
de CA TAUDELLA. "Sul contcnuto del contratlo". Milano: 1966, p. 18 SS., el cual profundiza la noción de BETTI del efecto como una
creación reservada a la competencia exclusiva de la ley ("Teoria generale del negozio giuridico", nel Trattato di dír. civ. it. diretlo da Vassalli,
3"'. Reimpresión de la 2da. ed. Torino: 1960, p. 82 s.s.), pero llega, de cualquier modo, a diferenciar claramente la determinación negocial
de la norma legal, que no puede conducir, ni directa ni indirectamente, a la intención de las partes.

13 Lo afirmado en el texto se entiende, dando por sobrentendida la distinción entre momento programático y momento ejecutivo, por

cuanto el resultado se liga directamente al contrato. Ver, ampliamente: DI MAJO-GIAQUINTO. "L'esecuzione del contra tia"., Milano:
1967, específicamente, páginas 137 y sgtes.

l4 Otro orden de problemas se anuncia en relación al significado de tal divergencia y, principalmente, en torno al significado de la

interferencia de las fuentes externas al negocio. El asunto -formulable en términos de pura técnica jurídica- es reflejo inevitable de la
elección política del intérprete. Ver, los recientes aportes de: RODOT )L"Lefonli dí íntegrazione del contralto ". Milano: 1969, p. 76 S.s.; G.B.
FERRI. "Causa e tipo nella teoria del negozio giuridico". Milano: 1966, p. 264 S.s.; CATAUDELLA. op. cit., p. 71 S.s.; BARCELLONA.
"IlltervC1lto sta tale e autollomia privata nella disciplina del rapportí ecollomici". Milano: 1969, p. 139 s.s.

15 De allí la perspicacia del buen sentido popular que no tarda en advertir la imposición de la calificación jurídica al resultado empírico:

Ver, SCHLESINGER. "Complessitá del procedimiento di formazione del consenso de unítá delnegozio (notrattuale". En: Riv. trim. dir. proc. civ.,
1964, p. 1359, en el cual se cita también a SCALFI. "La qualifícazione dei contratti", Varesse: 1962.

ló Ver las recientes notas de FALZEA, voz "Efficacia giuridlca", en: Ene. del dir., XIV, Milano: 1965, p. 481 s.s., el cual, entre otros, distingue

la eficacia de la norma de la eficacia del hecho. La primera consistiría exclusivamente en la constitución de la relación de condicionalidad
entre hecho y efecto. La segunda expresaría, en cambio, la fuerza causal que transforma directamente la situación jurídica.

THEMIS38
75
17
negocial a través de la previsión del contrato cual los términos de una posible doble valoración del
instrumento que crea, modifica o extingue posicio- negocio traslativo.
nes de derecho (cfr. artículo 1321 Código Civil italia-
no)IH. Los mismos negocios de enajenación -entre Significativa, en relación a ello, es la concepción que
éstos la venta- son definidos por la norma codifica- llega a reconocer una vinculación "pre-jurídica" del
da como pactos que tienen por objeto una mutación acto de autonomía privada: es decir, de una suscep-
de derecho. tibilidad de vinculación negocial válida en un mo-
mento social anterior a la valoración por parte del
20
4.- LA POSIBLE RELEVANCIA JURÍDICA ordenamiento jurídic0 .
DEL NEGOCIO VALORADO PREVIA- Esta concepción encuentra, sin embargo, una obje-
MENTE CONFORME A UNA REALIDAD ción de fondo que concierne a la misma posibilidad
SOCIAL ORIGINARIA de entender un ordenamiento social-coercible en el
fuero externo- que no sea en sí mismo jurídico. La
La propuesta que reconduce a la ley los efectos jurídi- anotación parece confirmarse en el plano de la expe-
cos del negocio se presta a ser ulteriormente entendi- riencia, donde se advierte que comúnmente se en-
da atendiendo al fundamento de la juridicidad del tiende el vínculo negocial como vínculo jurídico21,
efecto. Es decir, la juridicidad no sería una cualidad directamente. Indudablemente, no todos los pre-
innata del acto, sino una calificación formal que pro- ceptos que atañen a las relaciones sociales son nor-
cede de la ley: faltando esta última, faltaría por lo mas de Derecho: pero la regla externamente coercible
tanto también el efecto jurídico. que impone el respeto de los convenios, es una
norma de orden objetivo de la comunidad, de por sí
En una formulación más amplia, que asuma como constitutiva de un sistema jurídico.
términos de comparación el negocio y el ordena-
miento, debe seguramente admitirse la recíproca
5.- EFECTOS RELATIVOS Y EFECTOS
implicación de los dos términos. La juridicidad del
ABSOLUTOS DE LA MUTACIÓN
acto es, en efecto, expresión de su relevancia en
aquel sistema de relaciones sociales que es, ni más ni TRASLA TIV A EN LA COMPARACIÓN
19
menos, el ordenamiento jurídico . Empero, la idea DE DISTINTOS ORDENAMIENTOS
del negocio que "sobresale" en el ordenamiento JURÍDICOS
jurídico plantea de nuevo el problema de si con
anterioridad a tal relevancia, el acto ha sido partíci- Otra doctrina, como es conocido, atribuye la doble
pe de una diversa realidad o de un diverso ordena- valoración del negocio a la perspectiva de una
miento. Por este problema, en particular, resurgen juridicidad social o de un ordenamiento particular

17 En relación a tal reserva se entiende la autonomía privada en términos de "autorización" o de "legitimación" por parte del
ordenamiento jurídico: Ver, especialmente, las claras indicaciones de SANTORO-PASSARELLl. "Dotlrine generali del diritto cívile".
Napoli: 1966, p. 106; Y "L'autonomia dei privati l1el diritto de/l'economia". En: Saggi di diritto cívile", 1. Napoli: 1961, p. 227 s.s.

lh Significativo es el esquema de la obra de FLUME. "Das Rechtsgeschiift". Berlín-Heidelberg-New York: 1965, p. 3: los efectos derivan

siempre de la ley, puesto que la autonomía privada tiene valor sólo en mérito al ordenamiento jurídico. Pero en cuanto del ordenamiento
concede preventivamente a los particulares el poder negocia!, puede hablarse de efectos que se producen en mérito a la autonomía
privada.
,-
1" El hecho, puede ulteriormente reconocerse, es jurídico, en cuanto pensado y abstraído con arreglo a un predicado jurídico: veren este

punto el análisis de IRTI. "RílevanZá giuridica". En: "Jus", 1967, p. 55 Y sgtes.


Pero, es preciso añadir que ni siquiera el derecho es imaginable al exterior del hecho; esto es, del fenómeno en el cual el dato del
ordenamiento se crea y se entrega a la experiencia humana.

,,, Para BETTI, ob. cit. p. 40 YS.S., el derecho reconocería y suministraría la propia sanción a un acto creador de un vínculo que "según
la conciencia social, los particulares mismos, antes que nada, habrían previsto asumir en las relaciones entre ellos", bajo la tutela de la
costumbre y de la lealtad negocia!.
Más incisivamente: SCOGNAMIGLIO. "Contribulo al/a leona del negozio giuridico". Napoli: 1969, especialmente, p. 100 Ys.s., afirma que
de autonomía negocial puede hablarse sólo en cuanto sea reconocido a los particulares un poder de autodisciplina de intereses. Ellos
regulan cuidadosamente sus intereses según cuanto ha sido establecido por el ordenamiento: en la realidad extrajurídica de las normas '
sociales, sobre todo por el principio "pacta sUllt sITval1da". El negocio, entonces, "es de ya vinculante en sede social".

'1 Ver, al respecto, la exacta observación de SCHLESINGER, ob. cit. p. 1359, el cual resalta que, inclusive en los pequeños asuntos, los
arreglos negociales son solicitados en función de una experiencia que se presenta como jurídica por definición. La observación es
significativa pero, obviamente, no es de por sí decisiva. No puede excluirse, en efecto, quede frente a una doble relevancia del negocio
-aquella originaria del ordenamiento social'"y aquella de inmediata recepción en el ordenamiento jurídico- los sujetos sean llevados a
considerar, sin más, el segundo como el más importante momento de la recepción. -

THEMIS 38
76
que encontraría reconocimiento y relevancia sobre mente" antecedente respecto a aquél jurídico esta-
22
el plano del ordenamiento estatal • tal.

En esta perspectiva se ha llegado específicamente a Visto desde una perspectiva absoluta, no es cierto
calificar la enajenación no transcrita como expre- que deba excluirse, sino más bien que deba admitir-
sión de un ordenamiento "privado", relativo a las se, que un fenómeno de la vida de relación pueda
partes del contrato, donde la modificación del dere- recibir la valoración que le corresponde en
cho objetivo general (erga omnes) sería un efecto ordenamientos jurídicos originarios diversos del
alcanzado a través de una directa relación entre el estata¡24.
particular y el Estado 23.
La experiencia de nuestra comunidad estatal permi-
La posibilidad de que los aspectos internos y los te, de otro lado, esta observación: en la reglamenta-
aspectos externos de la mutación traslativa sean ción de las relaciones patrimoniales los particulares
referidos a una comparación de ordenamiento di- no aparecen participando de un ordenamiento "ju-
versos 'ie presta, sin embargo, a las siguientes obser- rídico" interno que se yuxtaponga a aquel estatal 25 .
vaciones. Ante todo, puede señalarse que el efecto
negocial tiende, él mismo, a situarse como relevante
Si consideramos así la regla de obligatoriedad del
en las confrontaciones con terceros. La transcrip-
negocio traslativo, puede dudarse que esta regla se
ción - instituto indudablemente publicístico - repre-
afirme en términos máximos en un ordenamiento
senta sólo una regla de oponibilidad en las confron-
jurídico interno y en términos de limitado reconoci-
taciones de una determinada categoría de terceros 26
miento en el ordenamiento general estatal • Más
y, además, una regla que vale sólo para una limitada
bien, el negocio obliga a los contrayentes a la prueba
categoría de enajenaciones.
de la experiencia según un único criterio de validez.
Frente a la nulidad, por ejemplo, de una venta oral
6.- COMPROBACIÓN NEGATIVA DE de inmuebles, puede sólo restar un eventual deber
UNA VALORACIÓN AUTÓNOMA DEL de naturaleza moral, comprendido indistintamente
NEGOCIO DE ENAJENACIÓN EN EL por las partes como deber no jurídico.
AMBITO DE UN ORIGINARIO ORDENA-
MIENTO JURÍDICO PRIVADO La referencia a un ordenamiento jurídico interno no
ofrece puntos de encuentro ni siquiera cuando la
Sobre un plano más general y posterior, otras previsión negocial tienda a sustraerse deliberada-
reflexiones son suscitadas por la proposición de mente de la valoración y a la tutela jurídica estatal.
fondo del negocio como instituto que recibe su El análisis de los supuestos de hecho en los cuales las
juridicidad en un ordenamiento diverso y "lógica- partes excluyen la eficacia del acto en el ordena-

<-L De la conocida concepción pluralista de SANTI ROMANO (principalmente: "L'ordinamento giurídíco", reimpresión 2da. ed., Firenze
J

,1967, p. 106 S.S.; "A¡!lonomia", en: "Frammenti di un dizjollario giuridico", reimpresión. Milano: 1953, p.14 s.s.). Ver el sistemático y general
desarrollo concluido sobretodo en el campo del derecho privado porSALV. ROMANO (particularmente: "Ordillamentigiuridici privatj"
<"Ir. Riv. Trill. Dir. Pllbbl., 1955. Milano: 1955; "Autonomia privata" es tI'. Riv. trim. dir. pubbl., 1956. Milano: 1956; "IntroduziOllC allo studio
del procedinzenlo giuridico Hel diritto privato". Milano: 1961).

21 Ver: SALVo ROMANO. "Aspetti soggettivi deí diritti s¡tlle cose". En: Riv. trim. dir. proc. civ., 1955, p. 1025 S.S., Y "Ordinamenti giuridici
¡n/ml/", cit., p. 309 Y s.s.

" Es seguro, además, que como institución, el Estado asume una forma que lo identifica y lo distingue respecto a las numerosas otras
instituciones -también originarias- a través de las cuales el sujeto vive su experiencia social.
Sobre la esencial función de 105 grupos sociales menores en la "fractura" entre individuo y Estado, ver las notas depágina de RESCIGNO.
"Le ,ocieta intermedie". En: "Justitia", 1957, p. 335 s.s.

2' Sobre este camino ver, en cambio, las formulaciones extremaS' a las cuales arriba CESARINI-SFORZA. "I! dirilfo dei privati",
reimpresión, con presentación de SALVo ROMANO, Milano, 1963, específicamente p. 21 Y s.s., definiendo el derecho "de los
particulares" como formación jurídica paralela al derecho del Estado.
M,ís recientemente, desde la perspectiva de un ordenamiento de los particulares en el análisis de la estructura y del valor del acto
negocial, se cita ampliamente G.B. FERRI, ob. cit., p. 136 Y s.s.

b, La afirmación de una yuxtaposición de tales" ordenamientos" responde, en el fondo, a aquel clima garantizado por las codificaciones
en el cual el mismo Derecho Privado venía siendo entendido como el derecho del individuo: aquel que reivindica su reservada esfera
de actividad en las relaciones con el Estado. Empero, sobre la evolución del Derecho Privado según una valoración" de contenido"; esto
es, en relación al contenido y a los instrumentos de las actividades disciplinadas, ver las incisivas páginas de GIORGIANNl. "JI dirilto
¡nimio e i suoi altuali canfini". En: Riv. Irim. dir. proc. civ., 1961, p. 391 ss.

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77
miento del Estado, revela, más bien, el intento de un desconocimiento formal del principio romanístico
atribuirles un significado de mera conveniencia so- de la tradición: este último principio, viene, al contra-
27 29
cial o mora1 , cuando no se trata, sin más, de ocul- rio, constantemente rebatido como norma vigente .
tarlo a los ojos de terceros.
La necesidad de la "preventiva" tradición de la cosa
7.- VALORACIÓN UNITARIA DEL NEGO- fue sin embargo superada, como es conocido, a tra-
CIO DE ENAJENACIÓN SEGÚN LAS vés de la cláusula de desposesión. La aparición de la
NORMAS EFECTIVAS DEL ORDENA- cláusula deviene constante; al punto que se llega a
MIENTO JURÍDICO GENERAL considerarla convenida tácitamente, inclusive cuan-
do el documento no hubiere hecho mención alguna
El problema de la relevancia del acto según una de ella. En tal sentido, es señalada una decisión del
3
regla jurídica anterior a la estatal, puede quizá ser parlamento provenzal ya por el año 1635 °.
simplificado si se renuncia a la idea de que la norma
penetra en el ordenamiento estatal sólo en cuanto Si bien lo anteriormente indicado se refiere a una
responda a la previsión formal de la ley escrita. experiencia diferente, puede sin embargo entender-
se como el mismo principio del consenso traslativo,
Para un planteamiento de este tipo, que reconozca afirmado originalmente como regla efectiva de un
la norma de Derecho en su concreta operatividad en ordenamiento en el cual continuaba siendo oficial-
el ámbito de un ordenamiento, la necesidad de mente proclamada una norma distinta.
aquel reconocimiento formal aparece insubsistente.
La regla de Derecho, de esta manera, forma parte del 8.- LAS SOLUCIONES CODIFICADAS
ordenamiento estatal ya por el mismo hecho de su COMO FACTORES DE EXIGENCIA DEL
efectiva aplicación dentro del ámbito de la sociedad CUERPO SOCIAL
28
estatal yen la tutela de su organización •
Empero, el principio del consenso traslativo se presta
Si consideramos, en particular, el principio del con- a una posterior observación. Enlos ordenamientos que
senso traslativo, puede notarse cómo su codifica- lo han recogido legislativa mente, tal formal adopción
ción se ha limitado a recoger y a traducir en regla ha influido, indudablemente, sobre la prácticanegocial:
escrita una práctica que ya era afirmada en los arraigando y generalizando el convencimiento de que
territorios franceses de Derecho común, aunque sin el contrato es suficiente para modificar la titularidad

'7 En el tema del deber, así, el problema ha sido entendido por la doctrina en estos simples términos: si es o no relevante el intento de
las partes de sustraer o de someter la relación" a las reglas del Derecho". Ver: GIORGIANNL "L'obbligazione", reimpresión. Milano: 1951,
p.p. 39, 107 s.s.
Para la alternativa entre juridicidad o no del vínculo, en referencia a las relaciones de cortesía, ver LIPARl. "Rapporti di cortesia, rapporti
difallo, ra¡¡porti difiducía". En: Rív. trim. dir. proc. civ., 1968, p. 415 s.s.
Para la referencia a figuras contractuales típicas en relación a hipótesis en las cuales parecería devenir más incierto el conocimiento del
significado jurídico del vínculo (el amigo que nos pone a disposidón su alquiler), ver SAL V. ROMANO. "11 trasporto di cortesia". En:
RiZ'. dil'. [iv., 1960,1, p. 504 s.s.
Ver, también, el planteamiento deGHEZZI, voz "Cortesia (prestazioni di)", en: Ene. del dir., X. Milano.: 1962, p.1048 S., sostenido en función
a la necesaria referencia a los datos técnicos que el ordenamiento estatal predispone al examen de la doctrina.
La cuestión, probablemente, toca sólo un particular momento obligatorio y no el sometimiento de la relación a la disciplina jurídica. La
relevancia parece que se deba imponer también con relación al negocio fiduciario, que ha reclamado la atención de la doctrina'bajo los
contornos de la conexión entre ordenamiento jurídico estatal y ordenamiento jurídico de los particulares, o sea, de la relevancia jurídica
de una operación que tiende a realizarse desde fuera de la tutela del derecho. Nos limitamos a señalar: SAL V. ROMANO. "Ordinamenti
giuridici privali", ob. cit., p. 309 s.s.; UPARI. "Il negoziofiduciario". Milano: 1964, especialmente p. 218 S.s.; y nuestra reseña en: Riv. dir.
comm., 1965, l, p. 404 s.s.

" Nos remitimos a las observaciones ya precedentemente expuestas. Ultima mente, conviene ver: uIl principio di effettivita come
fondammlo de/la norma didirittopositívo: un problema di melado della dottrinaprivatistica". En: "Estudios de Derecho Civil en honor de Castán
Tobeñas", Pamplona, 1969, n.

)') Sobre la indicación del principio de la entrega como vigente regla de Derecho, más allá de las citas a Pothier, ver particularmente
DOMAT. "Les loix civiles". En: "Oeuvres completes':, I. París: 1828, p. 158 s.s.

311Ver FLOREN. "La vente inmobiliere en Provence au Moyen-Age el sous [,Ancien RégimeN. Aix-en-Provence: 1956, p. 44 S.S.; YAUBENAS.
"Cours d'hisloire du droit privé", V. Aix-en-Provence: 1956, p. 61 s.s.
Las cláusulas de desposesiónson varias, mas se impone sobre todo aquella de ¡'dessaisine-saisine" (c1aúsula que, de otro lado, podía ser
insertada sólo en un acto notarial). Ver también:OUVIER-MARTIN. "LaCoutumede París". ParíS: 1925, p. 62 s.S.; yCHÉNON: "Histoire
générale du droit franVaís publie et privé", n. Paris: 1929, p. 219.
Para un enfoque más general, ver, además: CA. FUNAlOLl. "La lradizione". Padova: 1942, p. 29 S.S.; Y COLORNl, ob. cit., p. 201 S.S.

THEMIS 38
78
del derecho, sin la necesidad de un acto de tradición o del consenso traslativo, con el instituto de la transcrip-
de inscripción en los registros públicos. ción; con el resultado, sin embargo, de consentir en ca-
beza del adquirente, en un momento anterior a la trans-
En otros ordenamientos, en cambio, la ley estatal cripción, una híbrida situación de propiedad "relativa".
escrita ha sancionado la regla que subordina la
transferencia a formalidades externas al contrato; Análoga observación es constatada con relación a la
esto es, a la posesión y la inscripción en los registros enajenación de cosas muebles: la seguridad de la
públicos. Nos referimos al ordenamiento germano circulación de los derechos mobiliarios exige una
ya aquéllos que lo han asumido como model0 . La
3l referencia suficiente a un dato de pronta valoración,
codificación de esta diversa regla, ha sido seguida cual es la posesión de la cosa. Ofrecería confirma-
por la elección consciente de un principio ción de lo dicho el mismo sistema del Código fran-
abstractamente considerado, mas correspondiente cés, el cual ha adoptado en el tema de enajenaciones
mobiliarias la regla" posesión vale título". Tal regla
a las finalidades del comercio jurídico.
habría en definitiva vaciado de contenido el princi-
33
pio del consenso traslativ0 .La elección del Código
Los compiladores del Código Civil alemán recha-
alemán, debe señalarse, ha sido expresamente adop-
zan, en efecto, expresamente el modelo del Código
tada para prescindir de la exigencia de la realización
francés. Sin una señal externa que certifique públi- 34
camente la transferencia, se afirma, la negociación de un comportamiento, arraigado en la práctica .
de los bienes devendría excesivamente insegura: Tal elección -operada en sede legislativa- es, sin
para los bienes inmuebles, esta señal externa no embargo, realizada para orientar al convencimiento
puede consistir más en el hecho histórico de la común, caracterizando una prácticanegocial que, al
entrega, sino que debe reconstruirse sobre la base de menos en cuanto concierne a las enajenaciones in-
32
un registro permanente de consulta pública • mobiliarias 35, no considera suficiente al simple con-
36
senso para transmitir el derech0 •
A esta exigencia -se afirma todavía- no habrían perma-
necido insensibles los ordenamientos de tipo francés, Las normas sobre la publicidad y la adquisición del
los cuales habrían suavizado el alcance del principio no legitimado reducen el alcance de la separación

'1 Al principio de la entrega, notamos, se acompaña en la codificación alemana el distinto principio de la separación entre negocio causal
obligatorio y negocio dispositivo abstracto: principio entendido principalmente con la finalidad de evitar que la invalidez del contrato
causal pueda perjudicar a los sucesivos adquirentes del derecho. Exigencia ésta que puede, por otro lado, ser suficientemente satisfecha
también acogiendo el principio de la unidad del contrato de enajenación. Ver, en efecto, LARENZ. "Lehrbuch des Schuldrechts", !l.
München: 1968, p. 20.
En la doctrina italiana, la dualidad entre contrato obligatorio y negocio dispositivo ha sido sostenida, como es conocido, por GORLA.
"Catlo di disposizione dei diritti". En: "Studí in memada dí Tommasone". Padova: 1937, p. 3 Y s.s.
" Ver" Motive Z!t dem Entwurfe eines biirg. Geselzbuches für das d. Reich", lII. Berlín-Leipzig: 1888, p. 158 s.s.; "Protokolle der Komfission für
die zweite Lesung des Entwurfs des biirg. Gesetzbuchs", III. Berlín: 1899, p. 53 s.s.; y confróntese el numeral 873 del BGB.
'1 La justificación de la entrega como requisito necesario de la transferencia (artículo 929 BeB) aparece, por otro lado, menos segura.
En la "Relación" al primer proyecto del Código alemán se encuentra expresamente enunciada la aproximación entre la carga de la
inmatriculación y aquella de la entrega, la cual, en cualquier modo, contribuiría a la publicidad de la situación jurídica del bien ("Motive
zu dem Entwurfe. .. ". Ob. cit. Pág. 333 s.s.). En la "Relación" al segundo proyecto se afirma, en cambio, que la carga de la entrega puede
ser esencialmente justificada por una razón de publicidad de la transferencia. La entrega valdría, más bien, para certificar la voluntad
seria de realizar la mutación del derecho real.
Con relación a tal fundamento podía, aSÍ, admitirse que la entrega de la cosa fuese sustituida por un acuerdo en base al cual el vendedor
continuaba en la conservación del bien en nombre del comprador ("eostítuto possessorío"). (Conf¡;óntese: "Protokolle der Komniíssiol1 ... ".
Ob. cit. p. 196 S.S.; Y el artículo 930 BGB, cuyo texto no figuraba en el proyecto originario).

" Manifestado, inclusive, en lo que respecta a la separación entre negocio causal obligatorio y negocio abstracto traslativo. Ver, en efecto, los
trabajos preparatorios y particularmente: "Protokolle de!' Kommissiol1 ... ". Ob. cit. lII, p. 52 s.s.
El argumento es recogido por HECK, en: "Das abstrakte dingliche Rechtsgeschiift". Tübingen: 1937, p. 135.5., el cual considera que no podría ser
decisiva y absoluta la referencia a la voluntad de los particulares, debiendo el ordenamiento tomar en cuenta, más bien, la mejor adaptación
de otros opuestos intereses: como aquellos que pueden ser resurnidameI1te in?icado5 en la fórmula del interés a la circulación de los bienes.

" Dar parte de la do¿trina no han faltado quienes afirman que la admisión de las fórmasespiritualízadas de entrega habría -en realidad-
vaciado el principio de la tradición. Ver, entre otros, KOHLER. "Vertrag und Uebergabe". En: "Archiv. bürg. Recht", XV1II (1900), p.p. ~
s.s., específicamente 95 y s.s., el cual llegaba a declarar que la codificación germana habrfa acogido materialmente el principio de la
transferencia por voluntad contractual. En términos abiertamente en contra clelprinclpiode la entrega, ver, más recientemente, SÜSS.
"Die Tradiziol1sprinzip. Ein A tavisrnus des Sachenrechts". En: "Festschnft für Marfil! Wolff'. Tübingén: 1952, p. 141 S.S., el cual considera que
la entrega no tiene una función de publiCidad que justifique la derogación de aquella elemental solución del consenso traslativo, ya
claramente entendida por los jusnaturalistas.

,,, En lo que respecta a las enajenaciones mobiliarias, no faltan, de otro lado, las afirmaciones en torno a la existencia de una
correspondencia de la regla del BGB, con una remota concepción popular que torna la posesión como la expresión perceptible del derecho

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79
37
existente entre los dos principios • Empero, perma- tradiciones diversas.
nece, de cualquier modo, el hecho de que un mo-
mento esencial de la disciplina de las relaciones En su simpleza, la observación induce, con poste-
patrimoniales, esto es, aquel relativo a la circulación rioridad, a reflexionar solJfe una visión del orde-
de los bienes, está gobernado por dos regímenes namiento como una realidad que se mueve bajo
opuestos, en ordenamientos muy cercanos y de el impulso de múltiples factores. En éstos, la ley
38
iguales estructuras socio-económicas • escrita adquiere significado, no tanto para su
validez -relevante sobre un plano de autónomas
En el tema del contrato de enajenación, en definiti valoraciones formales- sino en cuanto a una posi-
39
va, la ley escrita ha sido elaborada sobre la base de ble fuerza de apremio del cuerpo social .

de propiedad y que enlaza luego las mutaciones de este derecho a las mutaciones de la situación posesoria. Ver, NOLTE. "Zur Refonn
da Eigentumsübertragung". 5tuttgart-Berlin: 1941, p. 103 s.s.

J7 Anotación común: ver, por ejemplo, GOTTHEINER. "Zum Eigentumsübergang beim Kaufbeweglicher Sflchen". En: "Zeitschriftf ausland.
u. i¡¡tem. Privatrec/¡t", 1953, p. 356 s.s.

J." Particularmente, en consideración de estos diferentes regímenes, se ha advertido la exigencia de una adecuada convención
internacional que en las ventas entre plazas extranjeras establezca criterios uniformes sobre la aplicación de las leyes nacionales con
respecto a la transferencia de la propiedad: ver la Convención de la Haya del 15 de abril de 1958 (ratificada por ley del 07 de diciembre
de 1960, n. 1622).

1" En razón de tal "fuerza de apremio", se entiende cómo la ley pueda ponerse entre los instrumentos de intervención del Estado para
la superación de una realidad socio-jurídica efectiva, pero inadecuada, frente a más importantes reclamos de un orden "justo". Ver, las
consideraciones de MENGON!. "Forma gíurídica e materia economíca", En: "Studí in onoredi Asquini", III. Padova: 1965, p.1077 s.s.

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80
LA RESPONSABILIDAD EN LAS
OBLIGACIONES DE MEDIOS Y EN LAS
OBLIGACIONES DE RESULTADO*

Massimo Franzoni **

La ya antigua división entre las obligaciones de Sumario: 1. Premisa.- 2. El fundamento de la distin-


medios y las obligaciones de resultado figura entre ción.- 3. Virtualidades de la distinción.- 4. La presta-
los tópicos más debatidos por la doctrina, pues la ción del médico cirujano.- 5. El ingeniero proyectis-
existencia y necesidad de esta división es cuestio- ta.- 6. Profesiones intelectuales y obligaciones de
nada por numerosos autores. El doctor Massimo resultado: ¿La pérdida de un privilegio?
Franzoni, destacado profesor de la Universidad de
Bologna, participa en este debate, y afirma -en el 1. PREMISA
estudio que publicamos seguidamente- que la
mecionada distinción puede ser mantenida con Como se sabe, la distinción entre las obligaciones de
utilidad, si se emplea la categoría de las obliga- medios y las obligaciones de resultado constituye
ciones de medios para la determinación del conte- una elaboración de la doctrina francesa de los años
nido de prestaciones efectivamente comprometi- veinte. En la actualidad, en Francia, las obligaciones
das. La utilidad de la distinción entre obligacio- de medios y las obligaciones de resultado continúan
nes de medios y obligaciones de resultado radica- siendo consideradas, para efectos de la clasifica-
rá no tanto en la definición del régimen de respon- ción, en el mismo nivel que las obligaciones
sabilidad del deudor (que será una consecuencia dinerarias, las obligaciones solidarias, etc. En Italia,
lógica del tipo de obligación que se trate), sino la distinción figura entre las más debatidas, pese a
más bien en la calificación de nuevas prestacio- ser constantemente empleada en las decisiones
nes, como las publicista, que generan problemas jurisprudenciales; inclusive, fuera del sector de las
de clasificación para los estudiosos del Derecho prestaciones profesionales, donde aquélla, tradicio-
de las Obligaciones. nalmente, hizo su aparición. 1

* Traducción de Leysser L. León Hilado, abogado de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Título
original: "La responsabilitií nelleobbligazioni di mezzi enelleobbligazioni dí risultato". Artículo publicado enla revista "Foro Italiano", Roma-
Bologna, 1997, pace Obbligazíone in genere, n. 10,319.

** Profesor Ordinario de la Universidad de Bolonia.

1 Entre las aludidas resoluciones, doy cuenta de las siguientes: App. Milano, 8 de marzo de 1983, en "Gíurísprudenza italiana", 1984, 1,
2, c. 550, con nota de DI RUZZA: "el contrato de concesión publicitaria determina, del lado de la concesionaria, el surgimiento de una
obligación de medios"; Trib. Roma, 9 de diciembre de 1991. En "Gíustizia Cívi/e", 1992, 1, 1355: "la actividad de gestión de un cartera
de créditos, desarrollada por un banco con amplia discrecionalidaa (en: lo tocante a las inversiones requeridas), hace surgir una
obligación de medios y no de resultado; en consecuencia, el gestor incurre en responsabilidad sólo cuando, en el desenvolvimiento de
la misma actividad, opere de manera no acorde con la pericia y la diligencia que deben emplearse en el ramo comercial específico, y
no, por lo tanto, cuando el resultado de la gestión, aunque fuera positivo, no sea adecuado para el cliente-mandante".-También, Pret.
Temi, 2 de febrero de 1984, en "Orientamenti di Giurisprudenza del Lavora", 1'984, p. 454: '''la c:ompensación (indennitil) por nocividad,
contemplada, para los químicos, en el artículo 14 del contrato colectivo del 27 dé noviembre de 1966, viene amenos de acuerdo con la
nueva regulación del artículó 42 del contrato colectivo del 12 de diciembre de 1969, a través de la reallzaicón de iniciativas de
saneamiento ambiental-prevista por el citado artículo 42- que constituye una obligación de medios, no de resultados -es decir, que las
partes hubieran entendido que se mantenía la compensación por nocividad aun cuando no se verificara el saneamiento ambiental- la
previsión habría sido completamente superflua, ya que el derecho a la compensación habría venido a menos de todos modos, por falta
de los presupuestos (nocividad) requeridos por el contrato colectivo del sector".

THEMIS38
81
Paralelamente, se constata un proceso de 2. EL FUNDAMENTO DE LA DISTINCIÓN
reclasificación de ciertas prestaciones, que de estar
consideradas como objeto de obligaciones de me- Es ya conocido que la distinción entre las obliga-
dios han pasado a ser vistas como objeto de obliga- ciones de medios y las obligaciones de resultado
ciones de resultado. Son emblemáticas, al respecto, se funda en el hecho de que solamente en las
las resoluciones judiciales concernientes a la cirugía segundas hay un resultado efectivamente com-
estética 2, a la cirugía de fácil ejecución 3, a la prometido (in obligatione), de modo que en tal
actividad del médico dentista 4, e igualmente las supuesto el deudor queda liberado únicamente
que hacen referencia a la actividad del proyectista 5 • mediante la obtención del resultado en mención.
En las obligaciones de medios, por el contrario, el
Con tales premisas, es legítimo preguntarse si en resultado no figura como comprometido aun
realidad se mantiene vigente la distinción entre las cuando la conducta del deudor estuviera vincu-
obligaciones de medios y las obligaciones de resul- lada a la realización de un resultado determina-
tado, y, en caso de que la respuesta fuera afirmati- do 6. Este razonamiento ha venido repitiéndose
va, cuál es el ámbito de dicha distinción. Es igual- para distinguir la obligación del trabajador de-
mente fundado cuestionar si es acertado o no asu- pendiente de la del trabajador autónomo. El pri-
mir que cuando una obligación es calificada como mero es el único que no está constreñido a garan-
obligación de resultado, tendrá lugar, inexorable- tizar el éxito de su trabajo 7, mientras que el
mente, una erosión del estatuto de los privilegios segundo sí puede estarlo. La distinción es em-
que el legislador ha atribuido a los profesionales pleada, así mismo, para identificar cierto tipo de
intelectuales. prestaciones profesionales, como la del aboga-

Cfr. Ca ss., 25 de noviembre de 1994, n. 10014, en "Foro Italiano", 1995, 1, c. 2913, con nota de SCODITTI, y en "La Nuova Giurisprudenza
1995, 1, 937, con nota de FERRANDO: "en el contrato que tiene por objeto una prestación de cirugía estética, el
Ci¡J¡[c COlllnzelllala",
profesional sanitario puede asumir o bien una mera obligación de medios, o bien una obligación de resultado, por no entenderse esto
último como un dato absoluto, sino a ser evaluado con referencia a la situación concreta y a las posibilidades objetivas admitidas por
el progreso alcanzado en el campo de las técnicas operatorias".

1 Cfr., hasta la fecha: Cass., 21 de diciembre de 1978, n. 6141,en"Giurisprudenza Italiana", 1979,1, l,c.1379;seguida por una orientación

coincidente: Cass., 18 de octubre de 1994, n. 8470, en "Massimario del Foro Italiano", 1994.

• Cfr. Pret. Modena-Finale Emilía, 9 de julio de 1993, en "Foro Italiano", 1994, I, c. 661; en "Giurisprudenza Italiana", 1994, I, 2, c. 1032,
con nota de CARUSI; y en "Giustizia Civile", 1994, I, p. 539, con nota deCAVALLARO: "la obligación del prestador de obra intelectual
se configura como una obligación de resultado siempre que el profesional se comprometa a alcanzar un resultado material (en el caso
planteado, si se encuentra contemplada una sanción por responsabilidad de un médico dentista, por la completa idoneidad de las
prótesis aplicadas a un paciente)".

s Entre tantas otras, véase: Cass., 28 de enero de 1995,n.1040, en "Massimariodel ForoItalúmo", 1995: "si bien es cierto que las obligaciones
inherentes al ejercicio de una actividad profesional son por lo general obligaciones de medios, en determinadas circunstancias ellas
asumen también las características de las obligaciones de resultado, en las cuales el profesional se compromete a efectuar un
determinado opus; tal es el caso de la obligación de dirigir un proyecto de ingeniería, que tiene por objeto un resultado bien definido,
como lo es el de la realizaicón de aquél". .

, Recientemente, el tema ha sido tratado pro DE LORENZI, Obbligazioni di mezzi e obbligazioni di risultato, en Digesto delle Discipline
Privatisticl1c, Seziol1e Civile, XII, Torino, 1995, p. 397 ss., donde brinda ulteriores indicaciones bibliográficas; Cass., pen., 20 de octubre de
1980, en "Rivisla di Diritto Penale", 1981, p. 832: "la responsabilidad civil del prestador de obra intelectual, sea contractual o
extracontractual, se caracteriza, para la configuración de las obligaciones eventualmente asumidas por el derecho de que son "de
medios" o "de comportamiento", en el sentido de que aquél, al asumir el encargo, se compromete a prestar la propia obra intelectual
y científica para obtener el resultado esperado, pero no para conseguirlo; y también por el límite que encuentra en su individualización,
en el sentido de que en presencia de problemas técnicos de especial dificultad la violación de los deberes inherentes al desenvolvimiento
de su actividad profesional puede ser calificada solamente por la subsistencia en ella de dolo o de culpa grave"; Cass., 18 de mayo de
1988, en "Corriere Giuridico", 1988, p. 989, con nota de DANOVI: "el incumplimiento del profesional, por ser su prestación una obligación
de medios y no de resultado, si no puede deducirse sólo de la falta de obtención del'resultado útil previsto por el cliente, debe ser
evaluado, sin embargo, a la luz de la violación de los deberes inherentes al desenvolvimiento de la actividad profesionaL y, en particular,
del deber de diligencia, por entenderse, en aplicación del principio fijado en el artículo 1176, 2do. párrafo, del Código Civil, en relación
con la na turaleza de la actividad ejercida, como la prestación de aquella diligencia media que un profesional, preparado y con II\ediana
a tención, debe en favor del cliente, en el desarrollo de la obra".

Cfr. Cass., sez. lav., 13 de diciembre de 1995, n. 12758, en "Massimario del Foro Italiano", 1995: "el riesgo de la sustracción de la •
mercadería en la venta no pesa sobre el encargado del negocio, que no tiene, respecto de dichos bienes, ni los deberes de custodia ni la
responsabilidad que recaen en el depositario en el sentido de los arts. 1766 y sgtes. del Código Civil; en efecto, aun en el caso de que sea
configurable una forma de confianza de las mercaderías en el encargado, como condición necesaria para el desenvolvimiento de sus
funciones, aquél, como trabajador subordinado, permanece vinculado por una obligación de medios, no de resultado; en consecuencia,
el empleador que inicie un juicio para.conseguir el reSarcimiento del daño debe llegar a demostrar que el evento dañoso es un correlato
de una conducta dolosa del trabajador que-sea incumplido! de los específicos deberes de diligencia y de fidelidad, en mérito de los
artículos 2104 y 2105 del Código Civil". Un razonamiento análogo se ha adoptado para excluir al, así llamado; propagandista médico,
de una obligación de resultado, Cass., sez. lav., 19 de agosto de 1992, n. 9676, en "Informazione Previzionale", 1992, p. 1269.

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82
8
do ,o la del artista en general, para las cuales no ne al hecho constitutivo de la responsabilidad la
hay visos de que haya surgido un nuevo criterio. cual pesa sobre el acreedor, tanto en la obligación
de medios como en la obligación de resultado. El
De acuerdo con lo expuesto, se sostiene que el comitente debe probar el defecto de la obra que
acreedor de una obligación de medios debe aportar fue, en su momento, materia de un contrato de
la prueba de que el deudor no ha desarrollado una appalto*; .el prestador de aquélla, en vía de
.conducta conforme al standard requerido. Se preci- contraprueba, debe acreditar que actuó confor-
sa, a continuación, que ello ocurre así siempre que el me a las reglas de su profesión, de forma tal que,
deudor hubiera cumplido de modo inexacto, y no, o bien lo reclamado no constituye un defecto, o
por el contrario, en la hipótesis en que la prestación,
bien se ha debido al caso fortuito. De la misma
simplemente, quedara sin realización. Resulta claro
manera, el paciente debe probar, o que la terapia
que en los casos en que el abogado no hubiera
no ha sido adecuada, o que la curación no se ha
predispuesto ninguna defensa, ni siquiera la defen-
producido, o que la intervención quirúrgica ha
sa inicial, o cuando el cirujano no se hubiera encon-
devenido en un quebrantamiento de su estado de
trado en el hospital para operar, carecería de sentido
salud, etc.; el médico, en oposición, debe acredi-
distinguir la naturaleza de medios o de resultado de
tar: o haber adoptado todas las técnicas impues-
las obligaciones. El incumplimiento total abarca
tas por la diligencia profesional (quedando las
una y otra especie; da lugar a la aplicación del
causas desconocidas a cargo del paciente), o que
artículo 1218 del Código Civil*, sin involucrar para
nada el problema de la diligencia ~ . En aquellos dos la intervención realizada comportaba la solución
de determinados problemas técnicos, de modo
ejemplos, es el deudor quien debe probar el hecho
positivo que ha impedido la ejecución de la presta- que sea aplicable el artículo 2236 del Código
ción, bajo sanción de responsabilidad. Civil* que limita su responsabilidad a los supues-
10
tos de dolo o culpa grave *; todo, con la preci-
Diferente es el supuesto del cumplimiento inexac- sión adicional de que este régimen de excepción
to. En tal hipótesis, la carga de la prueba concier- vale tanto para los supuestos de responsabilidad

, Cfr. Cass., 25 de marzo de 1995, n. 3566, en "Massímario del Foro Italiano", 1995: "las obligaciones del profesional forense no son
obligaciones de resultado, sino de medios, de manera que el incumplimiento no puede deducirse de la falta de obtención del resultado
útil perseguido por el diente, sino solamente de la específica responsabilidad profesional, en relación con la naturaleza y la modalidad
de la actividad realizada".

* Código Civil italiano (1942): "Artículo 1218. Responsabilidad del deudor.- El deudor que no cumple exactamente la prestación debida
está obligado al resarcimiento del daño si no prueba que el incumplimiento o el retardo ha sido determinado por imposibilidad de la
prestación derivada de causa no imputable a él" (Nota del traductor).

Cfr. Cass., 4 de diciembre de 1990,n. 11652, en "Massimario del Foro Italiano", 1990: "a tenor de los artículos 1176 y 1218 del Código
Civil, en las obligaciones de medios, cuando la prestación a cargo del deudor se ha ejecutado, pesa sobre el acreedor la carga de alegar
(y de probar), mediante excepción en sentido propio, sujeta a la prec!usión establecida en el artículo 416 c.p.c. y no factible de ser
propuesta por primera vez en la apelación, la conducta culposa del deudor por violación del deber de diligencia, con especificación de
los aspectos de inadecuación respecto de la prestación debida, en los cuales se palsme el hecho del incumplimiento; el deudor puede,
a su vez, proveer la prueba de la no imputabilidad de la violación a que se alude".

* Código Civil italiano: "Artículo 1655.- El appalto es el contrato mediante el que una parte asume, con organización de los medios
necesarios, y con gestión a propio riesgo, el cumplimiento de una obra o de un servicio a cambio de un correspectivo en dinero". (Nota
del traductor).

'Código Civil italiano:" Artículo 2236. Responsabílidad del prestador de obra. Si la prestación implica la solución de problemas técnicos
de especial dificultad, el prestador de obra no responde de los daños, salvo en caso de dolo o de culpa grave". (Nota del traductor).

10 Cfr., entre otras, App Milán, 27 de marzo de 1981, en "Responsabilita Civile e Previdenza", 1981, p. 432 "en el contrato de prestación de
obra intelectual (artículo 2230), las obligaciones asimidad por el profesional son obligaciones de medios y no de resultado, debido a que
el profesional, al asumir el encargo, se compromete a prestar su propio obrar intelectual cón miras a la obtención el resultado esperado,
pero no a conseguirlo; el incumplimiento, por consiguiente, consiste en la inobservancia de la diligencia que prescribe el art. 1176, 2do.
párrafo, del Código Civil, que es la normal diligencia que se correspo.nde con la naturaleza de la actividad realizada; inobservancia que
incluye igualmente.a la culpa leve, salvo cuando se trata de prestaciones de especial dificultad, en cuyo caso la diligencia debe ser
evaluada con mentir rigurosidad, de tal forma que el profesional responda solamente por culpa grave o dolo, de acuerdo con el art. 2236
(en el caso concreto, se afirmó la legitimidad de la pretensión contra el perito legal de parte, en cuanto que el mismo no está obligado
a seguir supina mente las instrucciones y los comportamientos acordados con ef cliente)". De acuerdo con Cass., 11 de agosto de 1990,
n. 8218, en "Massimario del Foro ItaUano", 1990, "la responsabilidad del prestador de obra intelectual se regula normalmente por el artículo
1176 del Código Civil, que pone a cargo del profesional el emplear la diligencia del buen padre de familia'en el cumplimiento de las
obligaciones inherentes a su "actividad profesional; en consecuencia, ellos responden también por culpa leve; únicamente cuando la
prestación adeudada por contrato implica la solución de problemas técnicos de especial dificultad, la norma del artículo 2236 del Código
Civil prevé una atenuación de la responsabilidad normal, en el sentido de que el profesional está obligado al resarcimiento del daño sólo
por dolo o culpa grave; la prueba de la existencia de tal presupuesto, que es una excepción respecto de las normas generales sobre la
responsabilidad por culpa, incumbe al profesional".

THEMIS 38
83
contractual como para los de responsabilidad en los casos de las prestaciones que tienen a su cargo
extracontractual 11 • el publicista, el informador, el propagandista, etc.

Bien vistas las cosas, en caso de cumplimiento inexac- 3. VIRTUALIDADES DE LA DISTINCIÓN


to la falta de obtención del resultado es la referencia
a ser tenida en cuenta en ambas clases de obligacio- La distinción que venimos analizando puede ser
nes. En el caso de las obligaciones de resultado todo mantenida, con utilidad, si se emplea la categoría de
se concentra en la demostración del defecto, mien- las obligaciones de medios para la determinación
tras que en las obligaciones de medios esa misma del contenido de las prestaciones efectivamente
demostración, según el común entender, constituye comprometidas. Ya no, por lo tanto, para definir el
la prueba de la negligencia del profesional. Esta régimen de la responsabilidad del deudor -objetivo
prueba, ciertamente, se inscribe dentro de determi- en las obligaciones de resultado, subjetivo en las
nados límites, por cuanto en algunas hipótesis el obligaciones de medios- sino para establecer a qué
juez entenderá que no es el paciente a quien le toca cosa se encuentra obligado el deudor; así las cosas,
ofrecer la difícil prueba de la negligencia cometida el régimen de responsabilidad aplicable no será más
por el médico-cirujano 12, tal como ocurre cuando que una consecuencia. Esta función es muy útil
surge más bien, atendiendo a la simplicidad de la cuando se intenta clasificar nuevas prestaciones,
in tervención, una presunción en torno a la negligen- como la del publicista, anteriormente recordada, o
cia cometida en la ejecución. bien al momento de reconsiderar las prestaciones
que, tradicionalmente, han sido ponderadas como
A la luz de las consideraciones expuestas, con- obligaciones de medios, como las del médico ciruja-
viene someter a reflexión las cifras que se han no, el médico dentista o el ingeniero proyectista.
formulado contra la categoría de las obligaciones
de medios teniendo como base el presupuesto de Esta función de las obligaciones de medios presupo-
que en todas las obligaciones debe existir un ne que la calificación jurídica de las obligaciones se
resultado 13. Dicho argumento conserva todavía atenga al dato cierto que brinda cada relación en
un fundamento de veracidad atendible, especial- particular. Ello da lugar a que la referencia pre-
mente en las hipótesis en las que, por medio de jurídica asuma una importancia fundamental. La
una presunción de culpa 14 o a través de una ley, en otros términos, no podrá imponer a un
equiparación entre el opus intelectual y el opus de deudor la obtención de un resultado que la ciencia
la obra 15, se llegue a aplicar la disciplina propia y la técnica del momento no estuviesen en grado de
de las obligaciones de resultado. asegurar (por ejemplo, curar a un paciente afectado
por un mal incurable), mientras que sí puede, arbi-
Sin que nada de lo dicho signifique arribar al extre- trariamente, establecer el momento a partir del cual
mo de negarle importancia a un distinción histórica las personas alcanzan la mayoría de edad, o delimi-
para el desarrollo de las obligaciones, no cabe duda tar la responsabilidad del guardián o del transpor-
de que es necesario replantearla, y atribuir a las tista. Por consiguiente, el resultado efectivamente
obligaciones de medios una relevancia distinta; en comprometido depende de la posibilidad concreta
especial, cuando sea menester clasificar prestacio- de conseguirlo: solamente aquello que puede
nes difícilmente identificables entre las obligacio- conseguirse in natura puede ser comprometido, y
nes tradicionalmente tipificadas, tal como acontece ello no ocurre con la curación del paciente afectado

* Código Civil italiano: "Artículo 1176. Diligencia en el cumplimiento.- En el cumplimiento de la obligación el deudor debe emplear la
diligencia del buen padre de familia.
En el cumplimiento de las obligaciones inherentes al ejercicio de una actividad profesional, la diligencia debe eval uarse de acuerdo
con la naturaleza de la actividad ejercida" (Nota del traductor).

11 Cfr. Cass., 26 de marzo de 1990, n. 2428, en: "Giurisprudenza Italiana", 1991, I, 1,600, con nota de CARUSI: "a la responsabilidad
extracontractual del profesional intelectual requerido para resolver problemas técnicos de especial dificultad le es aplicable lo disE.uesto
en el art. 2236 del Código Civil".

" Cfr. la citada Cass., 1 de Febrero de 1991, n. 977, en: "Massimario del Foro Italiano", 1991.

IJ Cfr. MENGON!, Obbligazioni "di risultado" e obbligazioni "dí mezzi", en "Rivista del Dirítto Commerciale e del Dirítto Generale delle

Obbligllzioni", 1954, 1, pp. 185 ss., 280 SS., 366 ss.

14 Tal como ocurre en los casos del médico c~ujano (cuando se trata de intervenciones de fácil ejecución) y del cirujano estético.

l' Tal como ocurre en los casos del ingeniero proyectista y del médico dentista.

THEMIS38
84
por el cáncer; por ende, el resultado de esta obliga- de fácil ejecución -considerada así por contarse en-
ción debe ser identificado con el cumplimiento de tre aquellas intervenciones en las que la ciencia
todas las actividades que puedan conducir a la médica ha alcanzado, desde hace tiempo, la seguri-
realización de tal fin, aunque sea un fin irrealiza- dad del éxito, y para las cuales la estadística sumi-
ble 16. El resultado puede depender, así mismo, del nistra índices de altísima probabilidad de eficien-
título fuente de la obligación, tanto para las obliga- cia- la falta de obtención del resultado permite
ciones a cargo de profesionales intelectuales, como presumir la negligencia del profesional 17 • La inter-
para las que tienen a su cargo quienes no lo son, vención quirúrgica a las amígdalas o la efectuada en
siempre que se hubiera asumido un compromiso de los casos de apendicitis concluyen normalmente
grado superior al normal. En este último supuesto, con la curación del paciente; por lo tanto, cualquier
aun si la ciencia no ofertara ninguna seguridad complicación que surgiera en tales situaciones ten-
respecto de un resultado determinado, garantizado dría que ser imputada al médico, a quien correspon-
contractualmente, si un compromiso como el aludi- derá la nada fácil tarea de probar la diligencia em-
do hubiera sido asumido voluntariamente median- pleada durante la intervención 18. En este nivel, el
te un <:ontrato, el deudor tendrá que obtener tal progreso alcanzado por la ciencia y la técnica es el
resultado, bajo sanción de incumplimiento. dato pre-jurídico que el jurista tiene que considerar
para calificar el contenido de la obligación estable-
En definitiva, si el deudor no hubiera cumplido cida. En consecuencia, aquí sí conviene evaluar el
exactamente, obtenido el resultado, el acreedor de- dato pre-jurídico a fin de determinar cuál es el
berá proporcionar la prueba del hecho constitutivo resultado efectivamente comprometido, a diferen-
de la responsabilidad: del contenido de la obliga- cia de lo que ocurre en los supuestos en que tal dato
ción, del defecto de la simplicidad de la interven- es irrelevante para el derecho.
ción, o bien del título por el cual resulta que el
acreedor se había com-prometido a un resultado en En el ámbito de la cirugía estética se ha constatado
particular, en ausencia del cual, precisamente, se un paso ulterior, habiéndose sostenido que la obli-
generaba el incumplimiento. gación puede ser, al mismo tiempo, o bien de me-
dios o bien de resultado; la opción por una u otra
4. LA PRESTACIÓN DEL MÉDICO CIRU- categoría dependería del contenido del contrato
JANO celebrado, y de los deberes de información a los que
se encontrase comprometido el médico. Así las co-
Como es harto conocido, el primer paso hacia la sas, si el médico hubiera grantizado la mejoría esté-
inclusión de las obligaciones del médico cirujano tica, y la consecuencia de la intervención fuera con-
entre las obligaciones de resultado ha tenido lugar traria a ese propósito, aquel deberá responder por
merced al empleo de una presunción. Se ha afirma- incumplimiento 19. De ello se concluye que, en una
do que en el supuesto en que la intervención fuera primera aproximación, la obligación continúa sien-

ló Cfr. Cass., sez. lav., 19 de agosto de 1992, n. 9676, en "lnformazíone Previzionale", 1992, p. 1269: "la actividad del propagandista de

medicinas (también conocido como propagandista científico, o informador médico-científico) puede verificarse tanto en el ámbito de
una relación de trabajo autónomo como en una de trabajo subordinado, dependiendo de que la prestación de la actividad, que es
sustancialmente idéntica en ambos casos, se caracterice (por la modalidad de su desenvolvimiento, y otorgándole un mero valor
indicativo a las expresiones adoptadas por las partes) o como un mero resultado, o como la puesta a disposición de energías laborales,
con la inserción del propagandista en la organización productiva del empresario, y con sujeción a las disposiciones impartidas por este
último; de dicha actividad -que (en vía autónoma o subordinada) consiste en persuadir a la dientela potencial de la oportunidad de la
adquisición, informándola sobre el producto y sobre sus características, pero sin promover (salvo de manera informal) la conclusión de
contra tos difiere la actividad del agente, que, en el ámbito de una obligación de resultado, yno de medios, debe orientarse a la promoción
de la conclusión de los contratos; logro con el que se encuentra vinculada, y según el cual se mide, su compensación".

17 Como bien se sabe, esta tesis aparece enCass., 21 de diciembre de 1978,n.6141,en "GiurisprudenzaItaliana", 1979,1, 1,c.1379;ytermina
de consolidarse, entre otras, en Cass., 18 de octubre de 1994, n. 8470, en "Massimario del Foro Italiano", 1994

1H Cfr. Cass., 1 de febrero de 1991, n. 977, en "Massimario del Foro Italiano:', 1991: "en lo concerniente a la responsabilidad del médico, y

según el sentido d,el artículo 2236 del Código civil, la limitación de responsabilidad a los casos de dolo o culpa grave no se aplica a todos
los actos del médico, sino únicamente a aquellos que trascienden la preparación profesional media; en los demás supuestos, el médico
responde aun por<:ulpa leve, siendo de cargo del cliente la prueba de que el acto del médico era de fácil ejecución y de que como efecto
de la conducta del médico ha padecido un empeoramiento en sus condiciones de salud; el médico puede por su parte, probar que ejecutó
la prestación con diligencia".

le! Cfr., nuevamente, Cass., 25 de noviembre de 1994, n. 10014, en "Foro italiano", 1995, J,~. 2913, con nota de SOCJTTJ, y en "La Nuova

Giurispl'lldmza Civilc Commentata", 1995,1, 937, con nota de FERRANDO: "en el contrato que tiene por objeto una prestación de cirugía
estética, el profesional sanitario puede asumir o bien una mera obligación de medios, o bien una 'obligación de resultado, por no
entenderse esto último como un dato absoluto, sino a ser evaluado con referencia a la situación concreta y a las posibilidades objetivas
admitidas por el progreso alcanzado en el campo de las técnicas operatorias".

THEMIS38
85
do de medios, salvo que el paciente aporte la prueba La tendencia aludida puede generar alguna perple-
"de que la contraparte no haya cumplido el deber de jidad, puesto que la garantía del resultado no viene
información o contenido del contrato, que se extien- dada en función de la naturaleza de la actividad
den, eventualmente, a la obtención de un resultado realizada. Basta considerar que la realización de
determinado" 20. una obra, o de un servicio, califica como actividad
empresarial, de acuerdo con el artículo 2082 del
5. EL INGENIERO PROYECTISTA Código Civil *, y nunca nadie ha puesto en duda que
el empresario que opera en el sector de los servicios
Son cada vez más frecuentes las sentencias en las se encuentra comprometido a una obligación de
que se enuncia el siguiente dictum: "la obligación del resultado.
director de labores que, por cuenta del comitente, se
ha comprometido a controlar la regularidad y la Examinemos, sin embargo, los casos que han devenido
buena andadura de la obra, que es llevada a efecto en responsabilidad del proyectista para extraer de
por el constructor, constituye una obligación de ellos algunas indicaciones útiles. Preliminarmente,
medios (es decir, de comportamiento), y no una hay que mencionar que, de ordinario, el problema
obligación de resultado, por cuanto tiene por objeto surgía a raíz de la demanda del ingeniero dirigida a
una prestación de obra intelectual que no se plasma, obtener la compensación que le era adeudada, la cual
ni siquiera en parte, en un resultado del que se usualmente era de poca cantidad, lo que llevaba a
pueda deducir, de manera tangible, una consisten- presumir que los proyectos en cuestión correspon-
cia, ya que no se concreta en una obra material; por dían a obras de una envergadura equivalente.
lo tanto, respecto de los directores de labores no
opera la breve prescripción prevista en el artículo Considérese un supuesto decidido judicialmente
2226 del Código Civil*, que contiene una regula- con una máxima en la que se hace referencia al antes
ción, relativa a las deformidades y a los vicios de la aludido opus. Ocurrió que un proyecto materializa-
obra, aplicable únicamente a las prestaciones que do no tenía por qué haber sido llevado a cabo,
tienen por objeto la realización de un opus en sentido debido a que las prescripciones del plano regular
material" 21 • La referencia al opus, al cual estaría habían sido cambiadas, de manera que, ni siquiera
com prometid o el ingeniero proyectista, es una cons- en abstracto, tal proyecto podía haber sido efectua-
tante en las resoluciones que giran en torno a su do 24. En otro caso, la obligación asumida por el
responsabilidad 22, Y aparece incluida, del mismo profesional no estaba limitada al mero proyecto de
modo, en las resoluciones concernientes a la activi- una laguna para la concentración de aguas negras,
dad del médico dentista, que se encuentra obligado sino que abarcaba la dirección de las labores, la
a un resultado frente a su paciente 23 • predisposición de todas las instancias para obtener

,,, Cass., 25 de noviembre de 1994, n. 10014, citada en las notas 2 y 19. En aquel caso, la Corte refutó que, en abstracto, la obligación
asumida por el cirujano estético fuera siempre una obligación de resultado, pese a no evaluar la actividad bajo una perspectiva similar.

* Código Civil italiano: "Artículo 2226.- Deformidades y vicios de la obra.- La aceptación expresa o tácita de la obra libera al prestador
de obra de la responsabilidad por deformidades o por vicios de la misma, si en el acto de la aceptación aquéllos hubieran sido
comunicados al comitente, o fácilmente recognoscíbles siempre que en este caso no hayan sido ocultados, dolosamente. El comitente
debe, bajo sanción de prescripción, denunciar las deformidades y los vicios ocultos ante el prestador de obra dentro de los ocho días del
descubrimiento. La acción prescribe dentro del año desde la entrega" (Nota del traductor).

'1 Cass., 22 de marzo de 1995, n. 3264, en "Massimario del Foro Italiano", 1995.

Cfr. Cass. 7 de mayo de 1988, n. 3389, en "Díritto e Pratica Assicurativa", 1989, p. 497, con nota de ANTINOZZI, sobre la que tratamos
más adelante.

n Cfr. Prel. Modena-Finale Emilia, 9 de julio de 1993, en "Foro Italiano", 1994, I, c. 661; en: "Giurisprudenza Italiana", 1994, T, 2, c. 1032,
con nota de CARUS!; y en "Gillstizia Civí/e", 1994, I, p. 539, con nota de CAVALLA RO.

* Código Civil italiano:" Articulo 2082.- Empresario.- Es empresario quien ejerce profesionalmente una actividad económÍca organi~ada
con la finalidad de producir o intercambiar bienes o servicios". (Nota del traductor).

" Cfr. Cass., 28 de junio de 1995,n.1040. en "Massimariodel Foro Italiano", 1995: "la obligación de elaborar un proyecto de ingeniería que
tiene por objeto un resultado bien definido que es su factibilidad (Cass. $ez. 2a. n. 2169 del 16 de noviembre de 1961; Sez. 2a. n. 2292 del
2<) de octubre de 1965;Sez. 3a. n299~ del13 de noviembre de 1973;Sez. 2Gn. 4159 del 10 de diciembre de 1974; id. n.475 del7 de febrero
de 1975; Sez 3a. 488 del 28 de enero de 1985; Sez. 2a. n. 3476 del 21 de julio de 1989). Pero dicha factibilidad no podría haber sido lograda
nunca en el caso planteado, por cuanto, como lo especificaron los jueces de la segunda instancia, era verdad que el plano de lotización
a cuya aprobación estaba subordinada la entrega de las concesiones edilicias relativas a cada una de las unidades residenciales, no habría
sido aprobado tal como había sido propuestó;."porque en el mismo tiempo las autoridades habían dispuesto programas propios de
fabricación que contrastaban con el presentado". Análogamente, Cass., 19 de julio de 1993, n. 8033, en "Massimarío del Foro Italiano",
1993.

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las autorizaciones urbanísticas necesarias, así como 6. PROFESIONES INTELECTUALES Y
las gestiones para obtener una contribución estatal. OBLIGACIONES DE RESULTADO: ¿LA
PÉRDIDA DE UN PRIVILEGIO?
En las situaciones recordadas sale a la luz la necesi-
dad de distinguir en qué casos se entiende por
El fenómeno brevemente descrito, que se orienta
resultado la realización efectiva de una obra proyec-
hacia la ámpliación del contenido de la obliga-
tada, y en qué otros casos, por el contrario, debe
ción del profesional, debería tener como corola-
asumirse que tal realización sólo es posible en el
nivel de la abstracción. En efecto, siempre que las rio lógico la pérdida de un privilegio que el
codificado ha reservado a las profesiones intelec-
prescripciones urbanísticas no admitan realizar lo
tuales. Con una ponderación más atenta empero,
deseado, el opus del proyecto es absolutamente in-
dicha conclusión pecaría de apresurada. Bástenos
útil, desde cualquier punto de vista. En oposición,
considerar que la aplicación del artículo 2226 del
cuando con el término factibilidad* se entienda la
Código Civil tiene como meta subsanar un des-
ejecución efectiva de la obra, habrá que examinar la
equilibrio que no es justificable en otros supues-
situación. Si la obra consistiera en la construcción de
tos. Conforme a la norma citada, el acreedor debe
una casa de dos pisos sobre un terreno llano, y la
denunciar los vicios dentro de los ocho días y
ciencia y la técnica aseguran que la obra se manten-
someterse al término de prescripción de un año
drá estable y perdurará en el tiempo, será razonable
25. Por lo demás esta norma es la única aplicable,
entender que el resultado, así entendido, está efec-
no así aquellas referidas a los vicios en el contrato
tivamente comprometido. Sí, contrariamente, la obra
a construir fuera un puente sobre el Estrecho de de obra, tal como lo han establecido los jueces
reiteradamente 26 •
Messina, para lo cual no existen precedentes verosí-
miles en los que se pudiera apoyar un juicio serio
sobre la estaticidad, habrá que considerar que el En definitiva, el riesgo que afronta el profesional
resultado que debe ser garantizado consiste sola- una vez terminado el contrato puede aumentar,
mente en la factibilidad abstracta de la obra. siempre que la obligación a su cargo sea conside-
rada como una obligación de resultado; sin em-
Adicionalmente, en el caso del proyecto éste debe bargo, el tiempo durante el cual transcurre dicho
ser acorde con los requerimientos del comitente,los riesgo se reduce de diez años a uno solo. Los
cuales, por lo común, se encuentran recogidos en el jueces realizan una puntual aplicación de la regla
contrato. La consecuencia es que si tales requeri- en mención cuando distinguen entre la responsa-
mientos no fuesen respetados, tendrá lugar una bilidad del proyectista y del director de labores,
falta de obtención del resultado efectivamente com- en la hipótesis en que ambas funciones sean asu-
prometido . midas por un único profesional 27.

• Realizzabililil, en el original (Nota del traductor).

2' Cfr. Cass., 22 de marzo de 1995, n. 3265, en "Massimario del Foro Italiano", 1995;Cass.,1 de diciembre de 1992, n. 12629, ivi, 1992; Cass.,
7 de mayo de 1988, n. 3389, en "Diritlo e Pralíea Assicurativa", 1989, p. 497, con nota de ANTINOZZI: "las disposiciones del artículo 2226,
2do. párrafo, del Código civil -referidas, en materia de la prestación de obra, a la falta en la denuncia de las deformidades y los vicios
de la obra, dentro de los ocho días de descubiertos, ya la prescripción de la acción dentro de un año de la entrega de la obra- son
igualmente aplicables, en concordancia con el artículo 2230 del Código civil, en la prestación de obra intelectual, cuando la obligación
del profesional, por su contenido particular, deba calificarse ocmo una obligación de medios, a la que da lugar, normalmente;el ejercicio
Qe una profesión intelectual"; Cass., 21 de julio de 1989, n. 3476, en "Massimarío del Foro Italiano", 1989.

2" Cfr. Cass., 28 de octubre de 1988, n. 8904, en "Massimario del Foro italiano", 1988.

27 Cfr. Ca ss., 28 de junio de 1985, n. 488, en "Revista Giuridica edilizia", 1985, I, p. 458: "la proyección de un edificio y la dirección de las
labores, constituyendo la primera una obligación de resultado y la segunda una obligación de medios, están sujetas a una regulación
distinta, aun en el caso en que las dos actividades fuesen ejecutadas por el mismo profesional; de ello se desprende que los términos de
caudicidad y de prescripción establecidos en el artículo 2226 del Código Sivíl, aplicables al contrato que tiene por objeto la elaboración
de un proyecto de ingeniería o de arquitectura, no puedan serlo respecto del encargado de la dirección de las labores".

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FERNANDEZ, HERAUD & SANCHEZ
ABOGADOS

Rosario Fernández F,
Gustavo Heraud Pérez
Jorge Sánchez Arriola
Rosa María Silva H, San Ignacio de Loyola 150
Silvano Gabrieli A Miraflores, Lima-Perú
Florencia Paz Sáenz Teléfonos: 446-9857,242-6327,242-6328
Fernando Rizo-Patrón C. 242-6329, 241-4833, 241- 1671
Pedro Castilla del Carpio F a x : 447-7732

Ahora sólo falta Usted


nuestro invitado de honor.
y redescubra el Sabdrde
la ~uténtlca Comida Italiana
RESPONSABILIDAD INDIRECTA POR EL
INCUMPLIMIENTO
,
DE LAS OBLIGACIONES.
,
REGIMEN ACTUAL EN EL CODIGO CIVIL
PERUANO Y PAUTAS PARA SU MODIFICACIÓN*

Leysser L. León Hilario**

1. PRESENTACIÓN

Debo a Carlos Cárdenas Quirós el estímulo inicial,


y decisi va, para emprender un estudio sobre el tema
del presente trabajo; a él, igualmente, tengo que
reconocerle mucho de mi convencimiento acerca
del provecho de la tarea. Desde aquella incitación
primera, sin embargo, algunos años han transcurri-
Entre los más problemáticos asuntos en el ámbito do; en el decurso hasta la actualidad, diversos he-
de la responsabilidad civil, encontramos aquél que chos fueron sumándose para enriquecer mi investi-
recae sobre un obligado cuando el interés del acree- gación.
dor se vulnera por el obrar de los terceros que
intermedian en la ejecución de la prestación. A En septiembre de 1994, con ocasión de un congreso
pesar de que la responsabilidad indirecta es una de juristas que conmemoraba los diez años de
institución de antigua data -pues sus antecedentes vigencia del Código Civil peruano, conocí al doc-
más remotos se encuentran en una sentencia de tor Enrique Carlos Banchio, un civilista argentino
Gayo en el Digesto- hasta la fecha la doctrina no a quien, hasta hace muy poco, se debía el único
asume pacíficamente una postura sobre la natura- libro en lengua castellana sobre la responsabilidad
leza jurídica y los alcances de este tipo de respon- del deudor por hechos de terceros 1. Era él un
sabilidad. convencido de la necesidad de incorporar al Códi-
go Civil de su país una norma sobre la institución
El autor del presente artículo estudia las caracterís- que nos había convocado, y accedió con gentileza
ticas, el desarrollo histórico y las diversas teorías a exponerme las directrices que, según su parecer,
que pretenden explicar el fenómeno de la responsa- debían reglamentarla. A aquel prolongado diálo-
bilidad indirecta por incumplimiento de obligacio- go, que pese a la cordial disposición de mi interlo-
nes. El autor analiza además el régimen de la res- cutor no llegó a repetirse, le tengo que atribuir mi
ponsabilidad indirecta en el Código Civil peruano y certeza de entonces, sobre lo limitado de mis avan-
propone que la regulación de este instituto adopte ces, y la reafirmación definitiva posterior de mi
una tendencia más objetiva. . interés por el tema.

* El presente trabajo debe mucho a la consulta del material bibliográfico que me facilitaron los profesores Gastón Fernández Cruz y
Hugo Fomo Flórez; al tiempo de reconocer su generoso gesto, agradezco a ambos las sugerencias, siempre valiosas, que me brindaron
en el veleidoso transcurso de mis indagaciones. . "

** Abogado, Pontificia Universidad Católica del Perú. Jefe de Prácticas de Responsabilidad'Civil, Universidad de Lima.

I Responsabilidad obligacional indirecta, Buenos Aires: Astrea, 1973. Id., con importantes reconsideraciones: "Fundamento de la
responsabilidad obligacional del deudor por el hecho de otro". En: TRIGO REPRESAS, Félix y Rubén STIGLITZ (dir.): Contratos.
Homenaje al profesor doctor Jorge Mosset Iturraspe, Buenos Aires: La Rocca. 1989, pp. 235-258

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89
En el verano de 1998, consultando las novedades tos de intereses; de que las distintas opciones nor-
hemerográficas argentinas de San Marcos, tomé mativas tienen como singularidad, y como rumbo
morosa noticia del fallecimiento de Banchio. Un natural, el coronamiento de una "disposición
emotivo testimonio del doctor Luis Moisset de reinvindicativa" (interés) en el ámbito jurídico, de
Espanés 2, su antiguo amigo y compañero de docen- forma tal que ella sea reconocida por la sociedad en
cia en la Universidad Nacional de Córdoba, me hizo su conjunto, y muy especialmente por la magistra-
comprobar 1"0 que ya me había sido dado intuir por tura, llegado el momento de resolver las controver-
la amabilidad del extinto profesor cuando hubo de sias atinentes a la correcta forma de interpretar el
departir conmigo: que sus cualidades de jurista sentido un precepto o de cubrir una laguna del
equivalían exactamente a sus virtudes personales. Derecho 4.

A la memoria de don Enrique Carlos Banchio, dos Con el correr de los años, aquella doctrina, que
años después de su sentida desaparición, están de- hiciera fama bajo la denominación de "jurispruden-
dicadas estas páginas. cia de intereses" (Interessenjurisprudenz), que identi-
ficara a una escuela, y que trascendiera a los cenácu-
2. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA los de Italia, Francia, España, Inglaterra y Estados
Unidos, inspirando por doquiera clásicos
Cuéntase entre las cuestiones más interesantes que imperecederos de la cultura jurídica, ha padecido
abarca el vasto campo de la responsabilidad civil un sinnúmero de críticas y negaciones. Tengo para
aquélla que pesa sobre un obligado cuando el inte- mí, sin embargo, que la verosimilitud de los argu-
rés del acreedor se vulnera por el obrar de los mentos de Rümelin y Heck no ha quedado total-
terceros que intermedian en la ejecución de la pres- mente desvirtuada; como ellos, creo que el análisis
tación. del contenido de intereses que prefigura cada una
de las normas es una herramienta esencial para
3
La responsabilidad indirecta por el incumplimien- discernir y tomar decisiones en el nivel de la admi-
to de las obligaciones es la institución que compen- nistración de justicia; y para sopesar, en el no menos
dia las implicancias jurídicas y patrimoniales que laborioso nivel de la doctrina, las virtualidades de
recaen sobre un deudor cuando la prestación que ha una institución jurídica, determinar cuán conve-
comprometido frente al acreedor no se cumple, o se niente es su actualidad, exponer pautas para su
verifica de manera inexacta (parcial, tardía o defec- reformulación, o argumentar, si fuera el caso, la
tuosa), como consecuencia de la actuación de los necesidad de su eliminación.
terceros empleados por el primero para la ejecución
de lo debido. Así me lo demuestra, a propósito, una intuitiva
formulación del problema de la responsabilidad
Hacia finales del siglo XIX, Max Rümelin y Philippe indirecta por el incumplimiento de las obligaciones
Heck, catedráticos de la Universidad de Tubinga, debida a Francesco Ferrara. En una extensa mono-
iniciaron el magisterio de que las instituciones jurí- grafía de 1903, identificados los supuestos de la
dicamente consagradas son desenlaces de conflic- especie de responsabilidad que nos ocupa, el jurista

En: "Anales de la Academia Nacional de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba", t. XXXV, Córdoba, 1996, pp. 377-379.

, El error de plantear la existencia de una responsabilidad "indirecta" fue ya subrayado por Stefano RODOTA [11 probfema della
rcspollsabililtl (¡¡rile, Giuffre, Milano, 1964, p. 81] con estos términos: "Es evidente la inexactitud en la que incurre quien habla de
responsabilidad directa o indirecta: sobre todo, porque en tal caso, debería hablarse de un obligado directo o no; y más precisamente,
porque el deber de resarcimiento nace siempre de manera directa, a continuación del juicio de responsabilidad". Con un razonamiento
distinto, Rubén COMPAGNUCCI DE CASO ["Responsabilidad contractual indirecta" (Nota a fallo), en "Revista Jurídica Argentina
La Ley", Buenos Aires, t. 1992-B, p. 313] opina que la responsabilidad de! deudor por hechos de los auxiliares eS invariablemente directa,
"pues quienes obran con esa culpa, son aquellos de los que se sirve el deudor para el cumplimiento, y no existe sustitución jurídica que
admita una especie de traslado indirecto de responsabilidad".
Por mi parte, concuerdo con Adriano DE CUPIS [El daño (2' ed. 1966-1970), tr. de Ángel Martínez Sarrión, Barcelona: Bosch, '1975, n.
128, p. 684; ivi, p. 674, nota 115] y creo, como él, que s[ es posible hablar de una responsabilidad indirecta, pero limitada a significar los
casos en los que aquélla "recae en una persona extraña a la producción causal del daño".

, Vid. HECK, Philippe. Das ProbJemder Rechsgewinnung(1912), tr. castellana de Manuel Entenza,Ariel, Barcelona, 1954, § 7, p. 68elseq.;
id., "Jurisprudencia cte intereses" (1933), tr. del alemán por Manuel González Enríquez. En: "Anales de la Academia Matritense del
Notariado", t. IV, Instituto Editorial Reus, Madrid, 1948, p. 529 et passim. Igualmente: LARENZ, Kar1: Rechts-und-Staats Philosophie
(2" ed., 1935) tr. castellana de Eustaquio Galán Gutiérrez y Antonio Truyo! Serra, Revista de Derecho Privado, 1942, pp. 43-44; DE
cossfO, Alfonso: "Jurisprudencia conceptual y jurisprudencia de intereses". En: "Revista General de Legislación y Jurisprudencia",
año LXXXVIII, 2" época, t. VI, Madrid: Instituto Editorial Reus, 1943, p. 463 el seq.; MOLITOR, Eric y Hans SCI:ILOSSER, Grundzüge der
Neueren Privatechtgeschichte. Ein Studienbuch (1975), tr. castellana de Ángel Martínez Sarrión. Barcelona: Bosch, 1980, p. 160.

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90
italiano exponía la pugna de reinvindicaciones que momento de estructurar la regla jurídica aplicable al
se encontraba en sO base; un conflicto de intereses supuesto 7; así, pues, o bien se salvaguarda la in-
entre los sujetos de la relación obligatoria: el deu- demnidad del acreedor, y la confianza que éste
dor, desde cuya perspectiva es arbitrario, tanto que deposita en el obligado, o bien se desconoce que el
se le impute una responsabilidad "desmesurada e deudor pueda ser responsable por un hecho no
invisible" por las acciones de un ajeno, las cuales no propio. Actualmente, se ha llegado a un estadio de
. estaba en capacidad de evitar, como que se le haga pacífica convicción ante el criterio (ya admitido
responder sin haber incurrido en culpa; y el acree- como principio general, ya legalmente estipulado)
dor, para quien es injusto, en primer lugar, que a según el cual, en un contexto semejante, el interés
pesar de encontrarse ligado sólo con el deudor, que debe prevalecer es, primariamente, el del acree-
habiendo confiado exclusivamente en la puntuali- dor; hay una tendencia difundida, entonces, que
dad y solvencia personales de éste, tenga que enca- reconoce al deudor como el sujeto que debe respon-
rar, luego, a un tercero que le es desconocido, a der por los daños causados por los auxiliares que
alguien con quien no ha contratado; y en segundo emplea en el cumplimiento.
lugar, que deba padecer las consecuencias fatídicas
de la intervención de una persona del todo extraña Ordinariamente, instituciones y principios jurídi-
para él, la cual no se podía presumir 5 . cos se encuentran cifrados en el texto de cada una de
las normas que compone un cuerpo legal. Algunas
Años después, en Francia, Émile Becqué resumía el líneas del Código Civil peruano nos brindan la idea
problema de la responsabilidad contractual du fait del contrato, de la propiedad, del testamento; otras
d'autrui en la pregunta sobre si el deudor debía consagran los principios de identidad del pago, del
responder vis-a-vis frente al acreedor cuando la numerus clauslls en los derechos reales, de la
ejecución de la obligación, a cargo de aquél, se irrevocabilidad de la oferta. En el artículo 1325 se ha
tornaba imposible, o ya no podía llevarse a cabo hecho lo propio con la responsabilidad del obligado
conforme con lo estipulado en el contrato, siempre por los hechos de los terceros que emplea en el
que tales implicancias se debieran a la intervención cumplimiento de su débito, al prescribirse: "El
de terceros, introducidos en el cumplimiento por deudor que para ejecutar la obligación se vale de
decisión del deudor mismo; o si en la misma situa- terceros responde de los hechos dolosos o culposos
ción, por el contrario, se debía reconocer al deudor de éstos, salvo pacto en contrario" 8.
la posibilidad de invocar a su favor el hecho de los
terceros, como si éste representara una causa de Superado, por regla expresa, el dilema de la
liberación de responsabilidad 6 • admisibilidad de la institución, que continúa con-
centrando la atención de la doctrina y jurispru-
Cualquiera de las dos fórmulas citadas, a las que dencia extranjeras, el problema que se suscita en
podríamos añadir otras versiones, se caracteriza nuestro Código Civil radica en que, pese a permi-
por poner de manifiesto cómo, verificado el incum- tirse, ex artículo 1325, que las partes pacten "en
plimiento o el cumplimiento inexacto a causa del contrario", esta concesión legal figura antece-
actuar de los colaboradores del deudor, los intereses diendo a una norma en la que se prohibe, justa-
de éste y del acreedor disponen de argumentos para mente, los convenios de exoneración de respon-
ser protegidos por el Derecho, de forma tal que sabilidad por dolo o culpa de los auxiliares en el
ninguno de los dos sea subestimado a priori en el cumplimiento.

, FERRARA, Francesco. "Responsabilitii contratluale per fatto altrui" (1903), en id., Scritti giuridici, t. n. Milano: Giuffre, 1954, p. 6. La
formulación, como el mismo FERRARA hubo de reconocerlo (ibidem, nota 2) se debió a PFAFF, RANDA Y STROHAL. Drei Gutachten
iiber die bemltragte RCl'isúm des 30 Hauptstückes im II T!tei! des a.b. Gesetzbuches, Wien, 1880, p. 155.

" BECQUÉ, Émile. "De la responsabilíté du faH d'autrui en matiere contractuelle". En "Revue Trímestríellede Droít Civil", t. XIII. París: Librairie
de la Société du Recueil Sirey, 1914, p. 260. Los términos deesta formulación del problema fueron recogidos, en la doctrina sudamericana,
por ACUÑA ANZORENA, Arturo. "Responsabilidad contractual por el hecho de otro",!. En "Jurisprudencia Argentina", t. 53, Buenos
Aires, 1936, sección doctrina, n. 2, p. 2. -

7 FERRARA escribió mientras regía el Código Civil italiano de 1865, el cual, a imitación del Código de Napoléon (pFomotor, a su vez,
de la obra de BECQUÉ) no contenía una norma precisa que disciplinara la responsabilidad.indirecta por incumplimiento. El problema
de la ausencia de norma expresa sobre la materia identifica otros códigos afines al peruano, corno los de España y Argentina; por lo demás,
aquélla era la misma situaciÓn que se constataba en nuestro ordenamiento jurídico durante la vigencia de los códigos civiles de 1852 y
1936.

x La norma se inspira en el artículo 1228 del Código Civil italiano de 1942; "Salvo voluntad distinta de las partes, el deudor que en el
cumplimiento de la obligación se vale del obrar de terceros, responde igualmente de los hechos dolosos o culposos de ellos".

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En efecto, en el primer párrafo del artículo 1328 se excluyentes o limitativos de la responsabilidad por
lee: "Es nula toda estipulación que excluya o limite dolo o culpa grave del deudor; no hay en dicha regla
la responsabilidad por dolo o culpa inexcusable del - equivalente al artículo 1328 del Código Civil perua-
deudor o de los terceros de quien éste se valga". ¿En no - ninguna alusión a la responsabilidad por dolo o
torno de qué, nos preguntamos, podrían "pactar en por culpa inexcusable de los auxiliares.
contrario" los sujetos de la relación obligatoria? "Un
acuerdo de asunción de responsabilidad tout court, 3. CARACTERIZACIÓN DE LA RESPON-
incluso por culpa leve de los auxiliares", responde- SABILIDAD INDIRECTA POR INCUMPLI-
rían algunos. Ciertamente, tal sería la única salida MIENTO.
concebible si admitiéramos que el sistema de res-
ponsabilidad por incumplimiento de las obligacio- 3.1. Presupuestos.
nes fuera rigurosamente subjetivista. No me cuento
entre quienes practican ese magisterio; creo, en Al margen de los requisitos que son comunes a todo
oposición, que la responsabilidad indirecta por in- supuesto de responsabilidad civil- el daño injusta-
cumplimiento de las obligaciones es una de las más mente causado y demás - la responsabilidad indi-
serias manifestaciones de la evolución de la respon- recta por incumplimiento de obligaciones precisa
sabilidad obligacional entera hacia un fundamento que la participación de los terceros se deba a la
de carácter objetivo; de la superación, en suma, del propia voluntad del deudor, y que la intervención
dogma de la culpa del deudor como la privilegiada de aquéllos tenga lugar en la ejecución de la presta-
base de la responsabilidad por incumplimiento. ción, o en el cumplimiento de los diversas imposi-
ciones que integran la situación jurídica de débito.
Expondré, pues, una defensa de las bases objetivas
de la responsabilidad del deudor por los hechos de Así las cosas, la figura bajo análisis se diferencia
sus auxiliares. La finalidad no es otra que la de claramente del denominado "pago por tercero".
demostrar, con miras a una eventual modificación, Como es sabido, ex artículo 1222 del Código Civil
las inadvertencias cometidas en la concepción del peruano, es dable que cualquier persona satisfaga,
artículo 1325, al exigir el dolo o la culpa inexcusable por propia decisión, el débito ajeno; la admisión de
de los auxiliares como requisito para la atribución de este medio satisfactorio del crédito no está limitada
responsabilidad al deudor que de ellos se sirve. por la voluntad del deudor; éste puede consentirlo
También es menester establecer cómo debe ser con- o no, pero solamente un pacto prohibitivo previo o
cordada la admisión del "pacto en contrario" que la naturaleza de la prestación comprometida pue-
incide sobre la responsabilidad obligacional indirec- den impedirlo. El tercero que cumple por cuenta del
ta, y la regla prohibitiva de exoneración por este tipo otro satisface el interés creditorio y sólo los efectos
peculiar de responsabilidad. A diferencia del proble- liberatorios de su conducta (respecto del acreedor
ma precedentemente expuesto - el de si es necesaria originario) inciden sobre el deudor 9. En el cumpli-
la culpabilidad de los auxiliares -no me cabe duda de miento por tercero, contrariamente, se considera
que en esta segunda cuestión ha mediado un desati- que la prestación es satisfecha por el deudor; es éste
no de sistematización, de los codificadores, pues es quien paga, si bien valiéndose del comportamiento
palmariamente opuesto a la libertad de los contra- de colaboradores, que desempeñan un rol pura-
tan tes que se les impida hacer de cargo de uno solo de mente instrumental. Como vislumbró Giovene, la
ellos (el acreedor) o del auxiliar mismo, las conse- intervención de auxiliares no altera la estructura
cuencias perjudiciales del accionar de éste. Básteme original de la relación obligatoria en su. ámbito
con destacar, de momento, el hecho de que con subjetivo: para el acreedor es irrelevante que sea el
menor temeridad - si no es que más ponderadamen te tercero, y no el deudor, quien actúa; para él, igual-
- el legislador italiano estipuló en el artículo 1229 de mente, los procederes del deudor y su auxiliar son
su Código Civil, sólo la nulidad de los pacto . 1entes 10 .
eqUlva

'! Vid., por todos, DI MAJO, Adolfo: Delle obbligazioni in generale (art. 1173-1176). En: Commentario del Codice Ovile Scialoja-Brallca,a cura
di Frnncesco Galgano, Bologna: Nicola Zanichelli Editore/ Roma: Sodetá Editrice del Foro Italiano, 1988, pp. 404-405.

'" GIOVENE, Achille: L'impossibilitii della prestazionf e la "sopravvenienza" (La doftrina della clausola "rebus sic stantibus"). Padova: CEDAM,
1941, p.193 et seq. .
Mediante sentencia del 16 de julio de 1991 [en «Revista Jurídica Argentina La Ley», n. 90.309, pp. 312-319] un tnbunal bonaerense
resolvió que "como los establecimientos asistenciales se valen de la actividad ajena de los médicos para el cumplimiento integral de su
obligación, habrán de responder por la culpa en que incurran sus sustitutos, auxiliares o copartícipesen razón de la irrelevancia jurídica
de tal sustitución, ya que al acreedor nó le interesa que el cumplimiento sea efectivizado por el propIo deudor o por un tercero del cual
éste se valga para sus fines; y de la equivalencia de comportamientos del obhgado y de sus sustItutos, que det,ermma que el hecho de
cualquiera de ellos se considere como si proviniese del propio deudor" (bastardilla añadida).

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No es inusual -y por lo mismo no ha de llamar la colaboradores o auxiliares son los que, sin sustituir
atención- que al llevar a efecto la prestación a su al obligado en su posición como tal frente al acree-
cargo, el deudor se sirva de la actuación de personas dor, ejecutan la conducta, practican la abstención, o
ajenas a la relación obligatoria que tiene establecida entregan la cosa comprometida por aquél; por mo-
con el acreedor. La naturalidad de este fenómeno desto que fuera su desenvolvimiento, los terceros
radica en el hecho de que una división de las labores son comp@nentes de una suerte de organización
perdería sus ventajas habituales si se pretendiera que es presidida por el deudor 12 .
establecer como regla que será únicamente el deu-
dor quien deba tomar a su cargo la realización Siendo la intervención de los terceros una mera
efectiva de la conducta que ha de satisfacer el interés circunstancia práctica, impuesta por la
de su contraparte. razonabilidad de la división del trabajo, es natural
que para efectos de la atribución de responsabili-
Sea, por ejemplo, el caso del titular de un estableci- dad al deudor por la conducta ajena sea indiferente
miento de mecánica automotriz que tuviera que el hecho de que entre ambos exista una relación de
13
efectuar por cuenta propia todas las reparaciones dependencia. Sí se considera fundamental, en
solicitadas por sus clientes. Repárese, de un lado, en cambio, que la intromisión de los auxiliares se
los ingresos que el dueño del negocio dejaría de produzca por iniciativa del deudor, y en el cumpli-
percibir en dicho supuesto, ya que tendría que miento de la prestación o en la observancia de los
restringir sus servicios a un limitado número de deberes que éste tiene a su cargo; "no hay auxiliar
clientes, conforme con la medida de su disposición - anota Jordano Fraga - ni posible responsabilidad
para satisfacer la demanda sin requerir ayuda; y de contractual del deudor por él, sino cuando el terce-
otro lado, en el perjuicio que se generaría para los ro que interviene en el marco de lo debido, según
usuarios, que se verían forzados a contar, en todos la relación obligatoria de la que el deudor es parte,
los casos, de la asistencia personal de un mecánico; lo hace autorizado o legitimado por éste: por encar-
como es evidente suponer, la coincidencia de tales go suyo o con su consentimiento" 14; así mismo,
hipótesis elevaría ineluctablemente el costo de los "para afirmar la responsabilidad contractual indi-
., 11
servIClos recta del deudor por su auxiliar, no basta con que
éste realice una conducta antijurídica y dañosa
La especulación económica referida a las ineficientes para el acreedor, sino que la ilicitud o antijuridicidad
consecuencias arriba descritas, nos permite com- de ese daño ha de resultar, precisamente, de la
prender, pues, por qué es legítimo brindarle al vulneración o incumplimiento de alguno de los
obligado originario la posibilidad de valerse de deberes que específicamente pesan sobre el deu-
terceros para el despliegue de su actividad debitoria, dor / principal, en tanto que parte de una determi-
ya sea que ésta tenga o no carácter empresarial. Los nada relación obligatoria" 15; deberes de conserva-

11 Con razón, se ha sostenido que en el caso de los servicios prestados en establecimientos de mecánica el acreedor sabe de antemano
que la atención no le va a ser brindada por el titular del negocio; equivalentemente, este último debería suponer que le serán atribuidas
las consecuencias dañosas suscitadas por el actuar de sus auxiliares. Así: DÍEZ-PICAZO y PONCE DE LEÓN, Luis. Fundamentos del
Derecho civil patrimonial, vol. ll, 5a. ed .. Madrid: Civitas, 1996, p. 593.

" Así: BARAS~I, Lodovico: Teoría ger:.erale delle obbligazioni, 2" ed., vol.lII, Giuffre, Milano, 1948, n. 316, p. 325. Vid. FERRARA, op. cit.,
p. 118; BECQUE, op. cit., p. 265; ACUNA ANZORENA, op. cit., V, en "Jurisprudencia Argentina", t. 54,1936, sección doctrina, n. 35, p.
41 el sel/.; GlUSIANA, Enrico. II concetto di danno giuridico. Milano: Casa Editrice Ambrosiana, 1944, p. 272; HEDEMANN, Justus Wilhem.
Sc//llldreclit des biirgerlichen Gesetzbuches, tr. castellana de Jaime Santos Briz, Madrid: Revista de Derecho Privado, 1958, p. 42;
CATTANEO, Giovanni, La responsabilitii del professionista, Milano: Giuffre, 1958, p. 106; BANCHIO, Responsabilidad obligacional
indirecta, cit., p. 78 el seq.; BlANCA, Massimo. Diritto civil e, t. IV, Giuffre, 1990, n. 144., p. 280; JORDANO FRAGA, Francisco: La
responsabilidad del deudor por los auxiliares que utiliza e11 el cumplimiento, Civitas, Madrid, 1994, p. 45.

!1 MESSINEO, Francesco: Manual de derecho civil y comercíaI. tr. del italiano por Santiago Sentís Melendo, t. IV, EJEA, Buenos Aires, 1971,
p. 114, p. 236; Y todos los autores citados en la nota precedente.
Mediante fallo de 14 de diciembre de 1985, la Corte de CasaCÍón italiana estableció; "La calificación como 'guardia bajo juramento' del
personal dependiente de una entidad privada de vigilancia no afecta lartaturaleza privada de la relación de trabajo subordinado respectiva,
ni la concesión al acreedor del trabajo de los poderes normales de dirección y de control, en orden al cumplimiento en las tareas confiadas,
y no es relevante, por lo tanto, para excluir que la entidad misma, en relación con un deber de vigilancia asumido frente a terceros, tenga
también que responder por los hecho del antedicho personal, de acuerdo con el art.1228 del Código Civil". En: NICOLO, Rosario y Mario
STELLA-RICHTER (dir.): Rasseglla di giurisprudenza sul Codice Civile, anni 1984-1988, t.IIH, Giuffré, Milano, 1990, p. 1480.

14 JORDANO FRAGA, op. cil" p. 113; del mismo autor, con anterioridad, La respons~bilidad c~ntractual, Madrid: Cívitas, 1987, p. 561
el5el}.

" JORDANO FRAGA, La responsabilidad del deudor por los auxiliares ... , cit., pp. 175·176; Yen La re~ponsabi¡¡dad contractual, loe.
cit., esp., p. 562; los juristas alemanes han delimitado con precisión el ámbito objetivo (los hechos por los que responde el deudor) en
esta especie de responsabilidad, excluyendo los daños producidos "con mera ocasión" del cumplimiento: ENNECCERUS, Ludwig y

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93
ción y de protección y situaciones jurídicas subjeti- quorum opera uteretur, culpa acciderit", esto es, "El
vas pasivas similares, que el deudor asume como que tomó en arriendo el transporte de una co-
efecto de su posición en ia relación obligatoria, son lumna, si ésta se rompió al retirarla, llevarla o
factibles de inobservación. Fuera del marco del dejarla en su sitio, ha de ser responsable de este
cumplimiento de lo pactado, los daños causados riesgo si hubiese ocurrido con culpa del mismo
por los auxiJiares siempre pueden ser resarcidos, o de aquellos que están a su servicio" (Gaius
pero por la vía de la responsabilidad extra-contrac- D.19,2,25,7) 16. Tratábase, pues, de un supuesto en
tual. el que se imponía la reparación del daño (la des-
trucción de la columna con ocasión de su porteo)
Admitida que fuera la intervención de terceros, con aunque el mismo se debiese a la desafortunada
el objeto de no menoscabar la eficiencia del inter- intervención de personas distintas del transportis-
cambio de bienes y servicios, es pertinente ponde- ta, al que directamente había contratado el consig-
rar, a continuación, cuál es el grado exacto en que natario del bien.
tiene que ampliarse la responsabilidad del deudor
cuando éste no realiza la prestación personalmente; Durante la Edad Media, pese a que no se encon-
para tal fin, interesa precisar el fundamento de la traba estipulada en un estatuto, en el nivel de las
responsabilidad indirecta por incumplimiento de corporaciones primó la regla de que el patrón de
las obligaciones. una bodega tenía que ser considerado responsa-
ble frente a sus clientes por los daños causados a
3.2. Fundamento. éstos por obra de los aprendices que aquél tenía
a su cargo; comprendíanse en este campo, tanto
3.2.1. Apunte histórico. la simple inejecución de la prestación como la
ejecución defectuosa, que eran sancionadas me-
En el esplendor de la civilización romana, la diante la imposición de severas multas a los
responsabilidad obligacional por hecho ajeno dañadores 17.
no mereció una regulación privativa. Quizá de-
bido al carácter esencialmente casuístico con el Muy posteriormente, con la aparición en Europa
que los juristas de aquel período singularizaron de los primeros cuerpos normativos de Derecho
sus reglas de derecho, la ausencia de una norma- civil, Como los códigos de Austria (1811) y de
tiva expresa, y el prudente recurso a la abstrac- Sajonia, el Landrecht prusiano, la primera versión
ción, marcaron la pauta en el tratamiento del del Código de las Obligaciones suizo (1881), y con
común de las instituciones jurídicas. No obstan- la acentuación de una práctica jurisprudencial fa-
te ese rasgo, los investigadores han identificado vorable, a la que no fueron ajenos los países del
en una máxima sobre el contrato de locación- Common Law, la responsabilidad indirecta por in-
conducción, contenida en el Digesto, uno de los cumplimiento de obligaciones terminó de vislum-
antecedentes más digno de crédito respecto de brarse como un principio general. En el Derecho de
la figura bajo examen. Débese a CAYO la sen- Sajonia imperaba la regla según la cual, el deudor
tencia: "Qui columnanz transportandam conduxit, estaba imposibilitado para hacerse sustituir en el
si 1.'1/, dI/m tollitur, I/ut portatur, aut reponitur,jracta cumplimiento, y si lo hacía era directamente res-
sit, ita id pcriclllllm praestet, si qua ipsius eorumque, ponsable por su decisión 18.

,.
Henrich LEHMANN. Reclll der Schuldverhiiltnissen, tr. castellana de Bias Pérez González y José Alguer, 2' ed. al cuidado de José Puig
Brutau, vol. 1. Barcelona: Bosch,Casa Editorial, 1954, § 44, pp. 235-236; LARENZ, Karl. Lehrbuch des Schuldrechts, t. J, Allgemeiner Teil, tr.
castellana de Jaime Santos Briz, Madrid: Revista de Derecho Privado, 1958, § 19, p. 292; HEDEMANN, op. cit., § 19, pp. 163-164;
MEDICUS, Dieter: Schuldrecht. Allgemeiner Teil (2' ed., 1992), tr. castellana de Ángel Martínez Sarrión, t. J, Bosch, Barcelona, 1995, § 29,
pp. 158-159. La misma tendencia prevalece en la doctrina argentina desde ACUÑAANZORENA, op. cit., IV, en "Jurisprudencia
Argentina", t. 54, n. 28, pp. 1-3; entre los estudios más recientes: ZAGO, Jorge Alberto. "Responsabilidad contractual indirecta". En
ALTERINI, Atilio Aníbal y Roberto M. LÓPEZ CABANA (dir.). La responsabilidad. Homenaje al profesor doctor Isodoro H.
Goldenberg, Buenos Aires: Abeledo-Perrot, 1995, p. 237; Y AGOGLIA, María; BORAGINA, Juan y Jorge A. MEZA: Responsabilidad por
hecho ajeno. Buenos Aires: Depalma, 1995, p. 180

]" Tal es la traducción del latín que se adopta en El Digesto de Justiniano, t. J, edición en castellano al cuidado de Alvaro D'Ors el al.. ,
Pamplona: Aranzadi, 1968, p. 720.

17 Vid. FERRARA, op. cit., p. 55 et seq.; BECQUÉ, op. cit., p. 270, nota 4; BANCHIO, Responsabilidad oblígacional indirecta, cit., p. 19.
En el campo del Derecho Marítimo, normas Como el Statut de Marseille (Francia) y el Statuto di AncOIla (Italia), hicieron igualmente
responsables a los capitanes de buques, por los daños que su tripulación ocasionara al equipaje transportado (ibidem).

l' Vid. FERRARA, op. cit., p. 60etseq.; BECQuÉ, op. cit., pp. 272-273. A parte de semejante régimen, el principio~aplicó, ya, en elCódigo

de Comercio alemán de 1861, cuyo artículo 400 estableció la responsabilidad del transportista por los agentes y demás personas de las
que se sirviese para llevar a cabo su encomienda (ibidem).

THEMIS 38
94
3.2.2. Génesis de las teorías subjetivistas. Un ejemplo de aplicación reciente de la doctrina
subjetivista más nai"ve pertenece a la jurisprudencia
Llamo teorías subjetivistas a aquéllas que para atri- del Tribunal Supremo de España. Un dentista y la
buir responsabilidad al obligado por hechos de los clínica en la que él laboraba fueron demandados
terceros que utiliza en el cumplimiento exigen el para que indemnizaran a una dama por los daños
requisito de la concurrencia de un único factor de derivados de una endodoncia mal practicada: un
atribución: la culpabilidad, en cualquiera de sus fragmento de la desgastada lima que se utilizó
especies tradicionales, el dolo y la culpa. durante un tratamiento se desprendió y quedó in-
crustado en una pieza dentaria sana; ésta tuvo que
Si bien tradicionalmente se ha calificado como ser extraída para eliminar el elemento extraño.
"subjetivistas" a las doctrinas que centran su análi-
sis en la culpa del deudor, creo que no hay razón que En las instancias iniciales, no se halló una fórmula
impida comprehender, también en este campo, a que trasladara las consecuencias de la falta del
aquéllas que, por prestar atención al comporta- facultativo, por su clamorosa infracción de las re-
miento desenvuelto por los terceros, trasladan el glas de la lex artis, al centro médico que lo tenía a su
examen de la culpabilidad a este nivel. Asumo, por servicio; toda la carga por el daño se hacía recaer en
lo tanto, que son no menos subjetivistas las teorías aquél, a la vista del grave despropósito cometido
que consideran responsable al deudor solamente (no revisar el material quirúrgico). En oposición, el
cuando media la culpa o el dolo de sus auxiliares. Tribunal estableció, a su turno, que sí debía pesar
El ya citado texto de Gayo, sobre la responsabilidad una responsabilidad sobre la clínica, porque la pa-
del porteador de la columna, fue el punto de partida ciente damnificada no había recabado directamente
de las primeras tesis subjetivistas. Con el correr del la asistencia de un profesional concreto y determi-
tiempo, habíase suscitado una ardua controversia nado: había, más bien, acudido a una institución, la
lingüística sobre la forma correcta de entender la cual tomó a su cargo la designación del odontólogo
expresión latina" eOrll1nqlle" contenida en la regla que, a la larga, provocó el daño. Fue, pues, una mala
justinianea1C). Un sector de la doctrina interpretó elección (culpa in eligendo) lo que, a entender de los
dicha \"oz en sentido conjuntivo, y resultaba, así, magistrados del Tribunal, hacía que la clínica tam-
que para establecer la responsabilidad indirecta del bién fuera responsable por el obrar desatinado del
portead or se requería de la suma de dos culpas: la de autor material del hecho: uno los miembros de su
2o
éste y la de sus asistentes . El enfoque de la culpa- plantel de profesionales 22.
bilidad del deudor se centró, o en su falta de cuidado
en la elección de un personal idóneo para la ejecu- De índole igualmente subjetivista fue la denomi-
ción de la prestación, inocuo para el acreedor (cl/lpa nada teoría" de la representación"; según ésta, la
il/ eligel/do), o en su descuido al controlar la activi- especie de responsabilidad que nos ocupa se fun-
dad de ese personal (Clllpa in vigilando); ambas espe- daba en la imposibilidad para el acreedor de
cies se convirtieron en las bases conceptuales sobre distinguir las voluntades del deudor y de sus
las que se apoyó la dilatada andadura de la tesis colaboradores como fuentes del incumplimiento:
subjetivista, en su versión original 21 . ambos eran uno solo frente a aquél. Uno de sus

1" ZIMMERMANN, Reinhard. Tlze LawofObligalions, lst.ed. (1990), repril1led.SouthAfrica:Juta&Co. Ud. / Deventer(Holanda): Kluwer

Law ami Taxation l'ublishers, 1992, pp. 399-400. Confer: FERRARA, op. cit., p. 38 el seq.; JORDANO FRAGA. La responsabilidad del
deudor por los auxiliares ... , cit., p. 356 el seq.

,,, En las anotaciones a su célebre Lchrbuch das Pandeklmrechl, WINDSCHEID enunció que la responsabilidad indirecta requería, a parte
de la culpa de los auxiliares, de la concurrencia de la falta de cuidado del deudor mismo en la elección de aquéllos (culpa in eligelldo). Me
remito a la edición italiana de laobra: WINDSCHEID, Bernhart. Dirittodelle Palldelle (7a. ed., 1898), vo!. Il, parte 2, tr.Carlo Fadda y Paolo
Emilio Bensa. Torino: UTET, 1904, p. 401, nota 5, pp. 147-148.

21 En una obra concebida hacia finales del siglo XIX [GIORGI, Giorgio. Teoría de las obligaciones en el Derecho moderno (7" ed. italiana),
V('1. 11, tr. por la Redacción de la Revista General de Legislación y Jurisprudencia. Madrid: Imprenta de la Revista de Legislación, 1909,
n. 143, p. 204] un autor italiano testimoniaba: "Rige también hoy el principio romano de que todo deudor es responsable del hecho de
los terceros, de los cl\ales se sirvió para cumplir la obligación, si se le puede achacar culpa in eligendo o culpa in vigilando, o cuando se haya
\'alido del acto del tercero en una prestación que, por la índole del contrato o por pacto explícito, hubiera debido cumplir personalmente,
ya que en tales casos concurre la culpa del deudor mismo".

" Tribunal Supremo Español: Sentencia del 22 de febrero de 1991, doña Pilar Herráez García de Montesinos contra "Cirden S.A."
(propietaria de la CI Ínica Janos) y don Antonio Muro Aceña, médico de dicha clínica, sobre responsabilidad por culpa o negligencia. Los
antecedentes fácticos de la resolución los he tomado de JORDANO FRAGA, Francisco. "Sobre la no aplicación efectiva de un principio
general de responsabilidad contractual por los auxiliares de cl\mplimiento del deudor" (Comentario de Jurisprudencia), en "Anuario
de Derecho Civil Español", t. XLVI, fase. JI. Madrid: Centro de Publicaciones del Ministerio de Justicia, 1993, pp. 915 el seq.

THEMIS 38
95
sostenedores postuló que cuando el obligado lle- matiz que se introduce es que esa culpa ya no está
vaba a efecto su débito mediante interpósitas asociada ni con la elección ni con la supervisión de
personas, éstas ejercían una representación "im- los auxiliares, sino sólo con la participación de éstos
propia", no pactada, a resultas de la cual su en la ejecución de la prestación.
desempeño incidía directamente en la esfera de
quien las había comisionado 23. 3.2.3. Superación de las teorías subjetivistas.

La representación "impropia" no fue sino un artifi- Bien asentado, como estaba, el dogma de "ninguna
cio ideado para encontrar la fuente de la responsa- responsabilidad sin culpa personal", sólo un grupo
bilidad - siempre la culpa - en el comportamiento minoritario de juristas - entre ellos Ferrara - descreía
del deudor; por otro lado, al asumirse que las volun- de que el deudor, para asumir responsabilidad por
tades formaban una sola entidad, ni siquiera era los daños generados por la actividad de sus auxilia-
propio hablar de responsabilidad indirecta: invaria- res, tuviese que incurrir, él mismo, en una de las
blemente, el obligado tenía que ser considerado especies de la culpa.
como el autor material del evento dañoso.
En la actualidad, empero, bien podernos afirmar
Más recientemente, el jurista español Ferrán Badosa que se encuentra cercano el consenso definitivo en
CoIl ha renovado la perspectiva subjetivista del cuanto a la admisión, por parte de legislación, la
fundamento de la responsabilidad contractual por doctrina y la jurisprudencia que nos es afín, de que
el hecho de otro. Su primer paso es la negación del la culpa, en cualquiera de sus especies, no es más el
valor de la distinción entre la culpa in eligendo y culpa fundamento invariable de la responsabilidad con-
in I'igilando en lo atinente al instituto, puesto que el tractual indirecta.
fenómeno que verdaderamente interesaría resolver
con los mecanismos jurídicos es el de la intromisión Casi podría sostenerse que un camino distinto - ya
de un ajeno en el cumplimiento; intromisión que final de cuentas, negador - del seguido por los
obedece a la voluntad del deudor. Pretendiendo propugnadores de las teorías subjetivistas se formó
"objetivar" su posición, el autor citado aduce que de manera paralela a éstas. Admitida nomás la
los daños ocasionados al acreedor como consecuen- posibilidad de hacer responsable a una persona por
cia de la intervención de los auxiliares son de cargo el hecho de otro en materia contractual, el favorable
del directamente obligado, porque es a éste a quien resultado de la expurgación de las fuentes del Dere-
se debe la circunstancia de que el tercero se encuen- cho romano hizo que se decantara un nuevo princi-
tre en situación de dañar, porque al deudor le es pio; una regla debida al célebre Paulo: "Secundllm
imputable la legitimación del tercero para interve- natllram est commoda cuiusque reí eum sequi, qllem
nir, todo lo cual constituiría una infracción del deber sequentllr incommoda", o sea, "Es conforme a la natu-
de diligencia en el cumplimiento de las obligaciones raleza que las ventajas de una cosa correspondan al
24
mismo que sufre los inconvenientes" (Palllus D.
50,17,10) 25; quien obtiene un beneficio mediante
En mi opinión, la propuesta de Badosa CoIl que se una conducta, debe resarcir, en correspondencia,
acaba de describir no merece ser separada del cam- los perjuicios que ella genere a los demás: "cuius
po de las tesis subjetivistas. Postular una especie de commoda eius incommoda esse debent", según reza su
"culpa objetivada" del deudor - si se me permite la versión más difundida.
expresión - como fundamento de su responsabili-
dad por el hecho de sus auxiliares, y consistente en Desde antaño, inspirados por aquella regla, los
la decisión de aquél de servirse de terceros, no es juristas han reparado en el hecho de que la respon-
más que generar una argucia verbal para esconder sabilidad del deudor por los auxiliares que utiliza
una nueva interpretación subjetivista: el deudor en el cumplimiento tiene corno sustento una razón
siempre tendrá que responder por" culpa"; el tenue de carácter socioeconómico antes que jurídico.

2J CHIRONI, Gian Pietro: La culpa en el Derecho civil moderno: Culpa contractual, tr. del italiano por Adolfo Posada, 2' ed., Hijos de
Reus, Madrid, 1907, n.176, p. 454; tal fue la tesis a la que se plegaron, entre otros, MAZEAUD, Henri y Léon, y André TUNe. Tratado·
teórico y práctico de la responsabilidad civil delictual y contractual (S' ed.), tr. del francés por Luis Alcalá Zamora y Castillo, t. 1, vol. 2,
Buenos Aires: EJEA, 1977, n. 992, p. 699 el seq.; ivi, sin embargo, y con especial atención, el parecer discrepante de TUNC; y PUIG PEÑA,
Federico: Tratado de Derecho civil español, t. IV, vol. 1, Madrid: Revista de Derecho Privado. 1974, p, 241 el seq.

2, BADOSA COLL, Ferrán: La diligencia y la culpa del deudor en la obligación civil, BoJonia: Publicaciones del Real Colegio de España,
1987, p, 774 el seq.

25 Vid., El Digesto de Justiniano, ed. cit., t. III, p. 870:

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96
Becqué calificó a la especie como una "imperiosa sable al deudor por el hecho de sus auxiliares,
necesidad económica" sin la cual era impensable la requiere un acicate extra: que dicha responsabilidad
protección eficaz del público, de la clientela. Esa no pase por el expediente - tan gravoso para el
misma idea, sin embargo, prefiguraba la renova- acreedor damnificado - de la prueba de la culpabi-
dora tesis: que exigir la culpa personal del deudor lidad de sus dañadores.
era asegurar una situación privilegiada para los
grandes industriales; la prueba de culpabilidad 3.2.4. Teorías objetivistas.
con tra és tos era de ej ecución más difícil que aq uélla
requerida para hacer responsable a un pequeño En la categoría de las teorías "objetivistas" agrupo
artesano; consciente de ello, el autor francés hubo las construcciones doctrinarias caracterizadas, si
de expresar: "El deudor debe padecer el riesgo de bien no esencialmente, por la exposición y justifica-
la inejecución por el hecho de sus auxiliares; para ción de la responsabilidad contractual indirecta con
él, dicho riesgo se limita a constituir un 'pasivo' de prescindencia de una consideración de la culpa
su empresa: la contrapartida del ensanchamiento como su único y exclusivo fundamento 27
de su actividad económica que los auxiliares le
26
1/
procuran . Sin desconocer las variaciones que han operado en
la evolución de los planteamientos, sólo dos de las
Las reacciones iniciales contra las tesis subjetivistas teorías objetivistas a las que he hecho alusión han
- que acondicionan el posterior estadio de prima- conocido la posteridad; convencido de su conve-
cía y diversificación de las tesis objetivistas - se niencia, las expongo a continuación.
inspiraron, pues, en un dato metajurídico: aquél
vinculado con las virtualidades de la intervención 3.2.4.1. Teoría "del actuar a propio riesgo".
de auxiliares en el cumplimiento de las obligacio-
nes en el plano socioeconómico. Un criterio de De acuerdo con este pensamiento, el deudor que se
equidad, ya vislumbrado en las primeras líneas del vale de un tercero para cumplir introduce un elemento
presente trabajo, impone que el ensanchamiento personal que es potencialmente dañoso para el acree-
del campo de actividad del deudor - al valerse de dor; por consiguiente, el riesgo por los perjuicios que
la conducta de terceros para su propio provecho- se le causara a este último tiene que ser de cargo del
tenga que ser compensado, con el recurso de los generador del supuesto, id est, el obligado mismo.
mecanismos jurídicos, con un resguardo conve-
niente de los intereses del acreedor frente a los En su versión original, debida a Unger, la teoría se
daños que pudieran afectarle. Así, en nuestro ejem- centraba en el hecho de que el deudor requiere a los
plo inicial, el titular del taller mecánico amplía su auxiliares para cumplir un compromiso que le con-
capacidad de atención al público al hacer partici- cierne sólo a él; los escoge por sí mismo, para su
par a personas ajenas a la relación que mantiene negocio y en interés propio; así, pues, si el actuar
con sus clientes, circunstancia que le significa un correcto de los auxiliares reporta ventajas para el
ingreso económico mayor al que obtendría si pres- deudor, también el actuar culposo de aquéllos debe
tara sus servicios en solitario; resulta equitativo, ser perjudicial para éste, y no para el acreedor que ni
pues, que a un beneficiario semejante le sean impu- siquiera ha tenido participación en la escogencia;
tadas las consecuencias negativas que afectaran a por motivos de justicia, de equidad, y de utilidad, en
su contraparte por la participación, propiciada por suma, quien emplea colaboradores para cumplir, lo
aquél, de los terceros. hace" a propio riesgo" 2R.

Según mi punto de vista, empero, la solución jurídi- Una versión más elaborada, expuesta por
ca concebida, que no es otra que la de hacer respon- Trimarchi, confirma que mediante la actividad

,,, BECQUÉ, op. cit., pp. 283-284.

27 Con ocasión del XVII Congreso de Juristas Alemanes (1884) que precedió la promulgación del B.C.B., y en la elaboración de los
"motivos" de éste, una inusitada variedad de puntos devista sobre la institución que estudiamos salieron a la luz. En las sesiones de aquel
certamen se dio cuenta, entre otras, de la teoría "del resultado" (Leonhard), de la teoría "de la garantía tácita" (preconcebida por Puchta),
de la teoría "de la obligación genérica" (Wertheiiner),.y de la teoría "del actuar a propio riesgo" (Unger); ninguna de éllas consideraba
la culpabilidad del deudor como un factor esencial para responsabillzarJo por los hechos d~ sus auxiliares. Contrariamente, el texto
definitivo del Código Civil germano, que entró en vigencia en 1900, no se libró del tinte subjetivo, acaso promovido por Windscheid,
y finalmente se legisló: "§ 278.- El deudor debe responder de la culpa de su representante legal y de la de las personas de las que se sirve
para la ejecución de su compromiso, en la misma medida que si se tratase de su propia culpa". Vid. FERRARA, op. cit., p. 62 el seq.;
BECQUÉ, op. cit., p. 274 et seq.; ACUNA ANZORENA, op. cit., III, t. 53, n. 3, p. 3 el pnssim.

" Vid., BANCHIO, op. ult. cit., pp. 58-59, Y los demás autores citados en la nota precedente.

THEMIS38
97
de los auxiliares el deudor amplía la esfera de su 3.2.4.2. Teoría del Jldeber de garantía".
propia actividad y sus propias posibilidades de
ganancia; sin embargo, tal ampliación no debe Según esta tesis, la responsabilidad por los auxilia-
darse con un perjuicio sustancial de los derechos res utilizados en el cumplimiento, es una manifesta-
del acreedor; el deudor que delegue en otros la ción de cierto "deber de garantía" que impone al
ejecución de la prestación, él debe seguir siendo obligado no generar detrimento (al acreedor, obvia-
responsable por el cumplimiento. A este pensar mente) con la actuación de las distintas prerrogati-
se suma un hecho capital que empieza a tomarse vas que le son concedidas por su posición en la
en cuenta: cuando empresario, el deudor es quien relación obligatoria 31 .
puede, mejor que cualquier otro, asegurarse con-
tra los riesgos que envuel ve su actividad, y distri- Lo que se asume es que la responsabilidad contrac-
buir despué"~, entre todos, el costo total de la tual indirecta cumple una" función protectora" res-
producción ,). pecto del acreedor; que sólo el deudor es pasible de
imputación porque no puede despojarse de su posi-
Se ha replicado a esta teoría que la actuación de los ción de sujeto potencialmente responsable por la
terceros no sólo genera ventajas para el deudor; en infracción de la obligación; además, que pese a la
la mayoría de los casos, el acreedor no tiene cómo intervención de terceras personas, promovida por
pretender que la satisfacción de su crédito le sea el deudor, con arreglo a la libertad de organización
deparada por una actuación personal del deudor; que se le reconoce, nunca se produce una mutación
para ver sa tisfecha s u necesidad, tiene que consen tir ni del obligado, ni del patrimonio contractualmente
la participación de los colaboradores del deudor; responsables 32 .
aSÍ, también el acreedor se hace de las ventajas de la
división del trabajo. La teoría del "deber de garantía" tampoco es
satisfactoria. Lo equívoco de su terminología es
Por otro lado, es aceptado que el deudor que se un rasgo que la descarta. De acuerdo con Jordano
con vierte en responsable por el hecho de los terceros Fraga, emplear dicha expresión es persistir en la
que le sirven en el cumplimiento, tiene luego acción creencia en construcciones que nacieron por la
legítima contra éstos para que le sea reparada la obstinación de juristas que no admitían la exis-
disminución patrimonial que experimenta al cu- tencia de factores de atribución diferentes de la
brirlos por su accionar. Consecuentemente, Banchio culpa. Si en algún momento se echó mano de la
infiere que "si la base de la teoría se funda en el "garantía", ya obligación, ya sólo deber, fue úni-
provecho que el principal obtiene de la actividad del camente para sostener la responsabilidad en una
dependiente, no se Justifica la acción recursoria de hipótesis en la que al deudor no se le podía
aquél contra éste" 3 • atribuir una culpabilidad personal; recurrir a la

1" TRIMARCHI, Pietro. "La responsabilita per il fatto dei depeHdenti" (Contribulo ad una teoria del l'ischío d'imprcsa). En "Rivista di Diritto
Civile", anl10 V, parte prima. Padova: CEDAM, 1959, p. 614-615. Asíes como se aprecia la responsabilidad indirecta por incumplimiento
de obligaciones desde la perspectiva del Análisis Económico del Derecho; véase: SCHÁFER, Hans-Bernd y Klaus OTT. Lehrbuch del'
iikoi1oll1isc!zen Ana/l/se des Zivilrechts (1986), tr. castellana por Macarena von Carstenn-Lichterfelde, Madrid: Tecnos, 1991, p. 237 et seq.

", BANCHIO, "Fundamento de la responsabilidad ... " , cit., p. 247

" Este planteamiento difiere de la teoría de la "obligación de garantía tácita". A tenor de ésta, vislumbrada por Friedrich P~chta, y
defendida, entre otros, por Nicola Coviello y Raymond Saleilles, se postula la ficción de que el deudor garantiza anteladamente a su
acreedor, id esl, asume virtualmente una obligación (nacida de la ley), por los eventuales daüos que provocaran los colaboradores de los
que el primero sesirve para satisfacer el crédito. Al respecto, vid. FERRARA, op. cit.,p.69 el seq; BECQUÉ,op.cit., pp. 280-282; YACUÑA
ANZORENA, op. cit., m, pp. 57-58. Tal es la tesis que defiende, igualmente, BUSTAMANTE ALSINA, Jorge: Teoría general de la
responsabilidad civil, Se> ed .. Buenos Aires: Abeledo-Perrot, 1987, p. 344.
Con algunas variaciones, también autores como BARASSI (op. cit., vol. m, n. 316bis, pp. 332-334) Y LARENZ (op. cit., t. 1, §.19, p. 294)
aludieron a la existencia de una garantía del deudor frente al acreedor por el actuar de los terceros en el cumplimiento. Cualquiera que
fuera el argumento, sin embargo, es evidente que no hay tal asunción de garantía, pues ésta, natura/iter, no se concibe si no es en el marco
de la libre determinación de las partes. "No se alcanza a percibir - apuntaba Acuüa Anzorena (loe. cit.) - qué razón, lógica o jurídica, puede
existir para que se presuma en el deudor, ya disminuido en su capacidad económica y jurídica, la voluntad de constituir en favor de su
acreedor una obligación suplementaria de garantía por el hecho de sus auxiliares".
De acuerdo con la teoría del "deber de garantía", eit oposición, "el fundamento de la responsabilidad contractual por hecho ajeno está
constituido por la idea de que el deudor debe garantizar a su acreedor por el actuar de las personas de las que se vale en el cumplimiento
de la obligación, porque el ,<creedor no tiene ninguna relación con los auxiliares, y no puede ejercitar su pretensión al resarcimiento del
daf\o si no es frente al acreedor, que es el único titular de la obligación". La cita es de: VISINTINI, Giovanna: "L'inadempimento delle
obbligaziO/lÍ", en Trnttato di diritto privato'direttoda Pietl'O Rescigl1o, vol. 9 (1984), ristampa. Torino: UTET, 1988, p. 223; id., Trntatfo breve del/a
respol1sabililá cíl'i/e. Padova: CEDAM, 1996, p': 639.

32 Vid., jORDANO FRAGA, La responsabilidad del deudor por los auxiliares ..., cit., p. 404.

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noción de" garantía" en la actualidad, es persistir de daños y perjuicios quien no ejecuta sus obligacio-
en la alusión "a cualquier forma de responsabili- nes por dolo, Ollpa inexcusable o culpa leve".
dad no fundamentada en la culpa del sujeto res-
ponsable: como si los confines de la responsabili- Sin perjuicio de mi total convicción sobre la necesi-
dad fuesen los de culpa/negligencia, como si la dad de plantear, a la vista de los avances de la
responsabilidad no conociese otros criterios de doctrina y jurisprudencia más autorizados, la exis-
imputación/fundamentación" 33. tencia paralela de un sistema objetivo de responsa-
bilidad por incumplimiento de obligaciones, con la
4. CRÍTICA DE LA REGULACIÓN CONTE- solitaria asistencia inicial del artículo 1315 del Códi-
NIDA EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO. go Civil ("Caso fortuito o fuerza mayor es la causa
no imputable, consistente en un evento extraordi-
La indagación por el fundamento de la responsabi- nario, imprevisible e irresistible, que impide la eje-
lidad indirecta por incumplimiento, al menos en el cución de la obligación o determina su cumplimien-
ordenamiento nacional, carece de mayor trascen- to parcial, tardío o defectuoso"t , es palmario que
dencia, Bien vistas las cosas, en efecto, las elabora- el antedicho criterio subjetivista ha primado igual-
ciones conceptuales sobre el punto han tenido mente en la regulación de la responsabilidad indi-
razón de ser en sistemas jurídicos en los que no r('cta por incumplimiento, al haberse exigido para la
existe una regla expresa que consagre la figura existencia de ésta el dolo o la culpa inexcusable de
estudiada. En tales contextos, donde, si no es recla- los auxiliares.
mando la existencia de un principio general, no
hay modo de respon-sabilizar indirectamente al No diga nadie, pues, que la responsabilidad indi-
obligado, sí es imprescindible absolver la pregunta recta por incumplimiento posee una naturaleza
de si éste resulta comprometido, o no, por los objetiva en el Código Civil peruano. Para ganar
hechos de sus auxiliares. Otros son los problemas lícitamente ese status no es suficiente con que se
que se presentan en el Código Civil peruano y a prescinda del análisis de la culpabilidad del obli-
ellos hay que prestar atención. gado; eso es apreciar la "objetividad" de forma
sesgada y miope; una responsabilidad propia-
El punto de partida está dado por el hecho de que se mente objetiva es aquélla cuya aplicación conoce
ha consagrado un principio subjetivo de responsa- una sola limitación: el deudor es responsable por
bilidad en materia de "inejecución de obligaciones" el incumplimiento a menos que se suscite un
- que así es como reza el titulo correspondiente de hecho que imposibilite o entorpezca la ejecución
nuestro Código. Según lo prescrito en el artículo de la prestación; hecho que, además, debe ser
1314 "quien actúa con la diligencia ordinaria reque- sobrevenido, y no atribuible al deudor 35 . El fun-
rida no es imputable por la inejecución de la obliga- damento de la responsabilidad del deudor por el
ción, o por su cumplimiento parcial, tardío o defec- obrar de los auxiliares puede encontrarse, si se
tuoso"; igualmente concordante con la perspectiva quiere, en la simple circunstancia de que la actua-
subjetivista es el artículo 1321, en cuyo texto se ha ción de aquéllos, que es la causa directa del me-
establecido que "queda sujeto a la indemnización noscabo del interés del acreedor, no es admisible

1J Ididem, p. 405.

" Tema que trataré con más amplitud en un trabajo posterior. De momento, deseo sumarme a quienes han subrayado ya el absurdo
cometido por nuestros codificadores al consagrar, en lo atinente a las reglas sobre inejecución de las obligaciones, una dualidad de
supuestos de exoneración de responsabilidad del deudor por circunstancias subjetivas (actuación diligente, ex artículo 1314) y por
circunstancias objetivas (caso fortuito y fuerza mayor, ex artículo 1315). Al respecto, es representativa la alarma y la confusión que una
inconsecuencia legislativa semejante hubo de suscitar en un jurista foráneo: FRANZONI, Massimo. "n Libro delle Obbligazioni e dei
COlltratti", relazione tenuta al convegno internazionale Presencia jurídica italiana en el Perú, 11-13 novembre 1992. En: "Rivista Trimestrale
di Diritto e l'rocedura Civile", mmo XL VIl, Milano: Giuffrp, 1993, pp. 870-871.

3' Como es sabido, la tesis se debe a Giuseppe OSTI. "Revisione critica della teoria sulla impossibiWii della prestazícme". En "Rivista di Diritto
C¡¡'ilc·', mlllO X. Miláno: Societa Editrice Libraria, 1918, pp. 209-259,313-360,417-471.
En un trabajo posterior ["Deviazioni dottri1Jali sulla impossibilita della prestaziolle", en "Rivista Trimestrale di Diritto e Procedura Civile",
Milano: Giuffre, 195t p. 606] el mismo Ostí expresaba: "conviene insistir en que; si bien la culpa del deudor (en sentido lato, defecto de
diligencia y dolo) tiene relevancia para dar fundamento a su responsabilidad, la auS€ncía de su culpa no es suficiente para exonerarlo:
(... ), es necesario distinguir lo que está in obligatiol1c de lo que no lo está; la prestación en sí misma considerada por un lado, y los medios
necesarios para predisponerla y actuaria, por otro; carece de importancia la imposibilidad determinada por un comportamiento atinente
a los segundos; (... ) de allí, el principio sancionado por el artículo 1228, según el cual, independientemente de la culpa il1 eligendo, el deudor
responde de los hechos dolosos o culposos de los terceros de cuya obra se vale para cumplir la obligación. Sólo cpando, opuestamente,
el impedimento tenga vinculación directa con la prestación debida, será entonces relevante la valoración del comportamiento del sujeto
de acuerdo con el criterio del buen padre de familia, y será necesario que el deudor incurra en culpa para que, aun siendo objetivamente
imposible la prestación, él esté obligado, sin embargo, a responder por el incumplimiento".

THEMIS 38
99
como un supuesto de imposibilidad sobrevenida "obligacionales" de un tercero que sean posibles
(id e~t, liberatoria para el deudor) de la presta- frente al acreedor, porque aquél, el ejecutor ma-
. , 36
clOn terial de la prestación no está vinculado con éste 38 .

Exigiéndose el dolo o la culpa de los auxiliares, se No es equitativa, además, la exigencia del dolo o la
mantiene, pu_es, la perspectiva subjetivista de culpa inexcusable de los terceros empleados por el
esta especie de responsabilidad 37. Y es allí, pre- deudor; en materia probatoria, ella hace más gravo-
cisamente, en esa exigencia, donde se incurre en sa la posición del acreedor perjudicado por el in-
un grave contrasentido. ¿En qué - nos pregunta- cumplimiento; la "intención deliberada" o la "negli-
mos - consisten el dolo y la culpa del auxiliar? Si gencia" de los terceros - el dolo y la culpa ficticios,
se trata de un tercero que, como venimos insis- en realidad - serían más difíciles de probar para el
tiendo, no mantiene relación de ninguna especie acreedor en el ámbito de la empresa, donde pueden
con el acreedor de la relación obligatoria princi- ser distintos los niveles involucrados en la división
pal ¿frente a quién podría obrar culposamente del trabajo; y mientras más sean ellos, menos se
aquél? podrá analizar e identificar los tenues aspectos sub-
jetivos de cada comportamiento.
Ni una palabra sobre los daños de carácter
extracontractual que el tercero puede inferir al Pasemos a otro punto, el artículo 1325 señala que es
acreedor, aprovechándose de su rol en la ejecu- admisible el pacto en contrario atinente a la respon-
ción de la prestación adeudada. Es obvio que en sabilidad por dolo o culpa de los auxiliares. Si la
dicho nivel es posible detectar factores subjetivos regulación actual permaneciera, dicho pacto sólo
de atribución de responsabilidad en la resolución podría ser interpretado con sentido agravatorio. En
del tercero, que mueve a éste a quebrantar el primer lugar, sería factible que el deudor asumiera
deber general de no causar daño a nadie. Por el una responsabilidad tout court, de forma tal que
contrario, si nos restringimos al ámbito quedaran a su cargo, inclusive, las consecuencias
obligacional - como corresponde - el comporta- del obrar dañoso de los terceros que se debieran a
miento de los terceros, calificable como doloso o una mera culpa leve; es decir, nada obstaría para
culposo, solamente es factible frente al deudor que el deudor consintiera, voluntariamente y con
que requirió la intermediación, de acuerdo con el antelación, que le serán imputados el incumpli-
vínculo que ligara a éste con aquéllos. El emplea- miento o la ejecución inexacta propiciados por sus
do o el aprendiz del taller mecánico no pueden colaboradores, aun cuando éstos incurrieran sólo en
actuar con dolo o culpa "obligacionales" respec- culpa leve. En segundo lugar, el pacto en contrario
to del cliente, con quien no tienen un vínculo podría convertirse en un mecanismo para que las
establecido; en sentido contrario, sí pueden ac- partes, por propia voluntad, consagraran un régi-
tuar en tal sentido respecto de su patrón, el titular men de responsabilidad objetiva por incumplimien-
del taller, a quien le adeudan prestaciones y de- to: verbi gratía, que el deudor aceptara asumir la
beres emanados, ya de un contrato de trabajo, ya responsabilidad frente al acreedor por el incumpli-
de un contrato de locación de servicios, ya de un miento o en la ejecución inexacta aunque no media-
contrato atípico. No hay dolo o culpa ran ni el dolo ni la culpa inexcusable de sus auxilia-

", Dice JORDANO FRAGA [La responsabilidad del deudor por los auxiliares, p. 5511: "Si, en mi opinión, la culpa o el dolo del deudor
no son presupuestos necesarios de su responsabilidad contractual personal, la aplicación del principio básico de la responsabilidad
contractual indirecta me lleva, lógicamente, a la conclusión de que tampoco la culpa o el dolo del auxiliar son presupuestos necesarios
de la responsabilidad contractual del deudor por él", Id., La responsabilidad contractual, cit., p. 585.

Tal como lo ha sostenido NATOLI, Ugo. L'at/uazione del rapporto obblígatorio, t. 2, IJ comportamiento del debitore. En: Tratlato di diritlo
c¡¡¡ile (' commerciale Cicu-Messineo, continua/o da Luigi Mengoni, vol. XVI. Milano: Giuffré, 1984, n. 28, pp. 75-76.

3,' Criticando la redacción del parágrafo § 278 del Código Civil alemán (v. supra, nota 26), MEDlCUS ropo cit., t. I, § 30, p. 161] manifiesta:
"por 'una culpa' del auxiliar ha de responder el deudor con la misma extensión que por su propia culpa. Pero esto expresa lo pensado
sólo muy defectuosamente. Pues el auxiliar nada adeuda al acreedor respecto a la obligación que cumple (por ejemplo, nada debe el
aprendiz de cristalero al cliente, porque no participa en el contrato sobre la colocación del cristal). Por elJo tampoco existe culpa alguna
del auxiliar frente al acreedor, porque la culpa pre:oupone la lesión de un deber_ El auxiliar sólo está obligado a su principal en el negocio
(esto es, al deudor que cumple la obligación); a saber, por el contrato de aprendizaje o semejante. Pero si el auxiliar lesiona culpablemente
esta obligación, no puede ser decisiva para el § 278: además la disposición no puede descargar al acreedor de todos los inconvenientes
de la división del trabajo".
Con acierto, un frustrado proyecto modificatorio del Código Civil argentino elaborado por una comisión especial de "Unificación
Legislativa Civil y Comercial" en 1987, señalaba simplemente:" Artículo 521.-El obligado responde por los terceros que haya introducido
en la ejecución de la obligación, y por las cosas de que se sirve o tenga a su cuidado". Al respecto, vid., BANCHIO, "Fundamento de la
responsabilidad .... ", cit., p_ 257.

THEMIS 38
100
res 39. Así pues, el "pacto en contrario" de las partes por el dolo o culpa inexcusable de sus auxiliares. Es
no podría tener en caso alguno una connotación suficientemente revelador, en tal sentido, que ese
favorable al deudor, id est, excluyente o limitativa tipo de pactos sean pacíficamente admitidos en
de su responsabilidad obligacional por hecho ajeno; sistemas jurídicos como el alemán - que, como el
sólo podría ser agravatorio de ésta. nuestro, exige la culpa del tercero para la atribución
de responsabilidad al deudor - y el italiano, cuyas
La conclusión anterior se funda en el texto del experiencias pueden brindarnos, si no criterios de-
artículo 1328, en el que está consagrada la nulidad finitivos, cuando menos pautas para inspirar una
de toda estipulación limitativa o excluyente de res- mejor interpretación de nuestras normas, y para su
ponsabilidad para el deudor por el dolo o culpa conveniente coordinación 40. En lo que coinciden
inexcusable de los auxiliares. Según este último esos dos sistemas es en la censura exclusiva del
artículo, individualmente analizado, sólo cabría una pacto liberatorio o limitativo de responsabilidad
especie de pacto de limitación de responsabilidad para el deudor por culpa propia; se han mantenido
para el deudor: que las partes acordaran que el fuera de esa veda justificada los pactos del mismo
obligado va a quedar liberado de responsabilidad tenor concernientes al dolo y la culpa de los auxilia-
cuando sus colaboradores se conduzcan con culpa res del deudor 41 •
leve; sin embargo, un pacto semejante sería comple-
tamente redundante desde el momento que en el Una réplica atendible ha observado que si el deudor
artículo 1325 ya se ha estipulado que la inejecución no puede limitar su responsabilidad por culpa pro-
por culpa leve es el único grado de culpabilidad de pia - en lo que el consenso es general - con menor
los terceros por el que no le corresponde asumir razón podría hacerlo por la responsabilidad debida
responsabilidad al deudor; así pues, es a todas luces a la culpa de terceros, que son empleados por él para
innecesario, que las partes estipulen una liberación ejecutar la prestación debida42. A esto hay que res-
de responsabilidad al deudor para dicha hipótesis, ponder, en primer lugar, que el efecto de un pacto
porque ese beneficio ya lo ha concedido la ley. equivalente no obstaculiza la responsabilidad
extracontractual del tercero frente al acreedor (que
Aceptada que fuera la impronta subjetivista de nues- no queda desamparado); en segundo lugar, que el
tro Código Civil en torno de la responsabilidad por acreedor, si así lo quiere, puede asumir el riesgo por
incumplimiento, el problema del que no se libra la la actuación de los terceros que apoyan a su deudor;
regla del artículo 1328 es que limita la voluntad del yen tercer lugar, que el acreedor no necesariamente
deudor y del acreedor en cuanto a la posibilidad que va a padecer una desprotección si se estatuye que el
ellos deberían tener para establecer - si así lo desean deudor no va a ser responsable del comportamiento
- que no se imputará responsabilidad al primero doloso o culposo de sus auxiliares, porque puede

l') Ese tipo de pactos de agravación de la responsabilidad no son vejatorios por sí mismos; deben ser vistos, en oposición, como una vía

para" objetivar" la responsabilidad contractual. Vid. DE LA PUENTE Y LA VALLE, Manuel. El contrato en general, primera parte, t.
1Il. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad Católica del Perú, pp. 204, 212.

,ti Ya autores como BECQUÉ ropo cit., p. 312J, ENNECCERUS y LEHMANN ropo cit., vol. I, § 43, pp. 226-227 Y nota 2; y § 44, pp. 232-
233] daban cuenta de la inexistencia de "reparos de índole moral" contrarios a las cláusulas de exoneración de responsabilidad por dolo
del auxiliar.
Con nuestra regla actual no sería posible, por ejemplo, que las partes dispusieran que en caso de comportamiento culpable de los terceros
en el cumplimiento, sean éllos, y no el deudor, los que respondan directamente frente al acreedor. Umberto BRECClA [Le obbligaziO/ú,
en Traltalo di diritto privato a (ura di Giovmmi [udiea e Poolo Zatli, Giuffré, 1991, pp. 615-616J señala que una cláusula "de liberación" (di
mallleva) en tal sentido sería totalmente válida, por tratarse de acuerdos que sin afectar las reglas de la responsabilidad contractual,
inciden sólo en la determinación del sujeto imputable, de modo que ese lugar le corresponda, por ejemplo, al auxiliar y no al deudor
mismo.
Mediante fallo del 21 de noviembre de 1988 [en NICOLÓ y STELLARICHTER(dir.),op. cit., t.1II-!, p.1482J, la Corte deCasaCÍón italiana
estableció: "No puede considerarse prohibida por el artículo 1229 del Código Civil, y es válida por consiguiente, la así llamada cláusula
de liberación (clausola dí manleva), mediante la cual el adjudicante de una contrata (appaltante) vuelca los deberes derivados porsu propia
responsabilidad frente a los terceros sobre el adjudicatario (appaltatore) ; y ello, cualquiera que fuera su grado de culpa, y aun en la
hipótesis en que la misma se concretara en la violación de normas de ley - a condición, sin embargo, de que quien asuma tales deberes
posea un interés".

l1 Más reflexivamente, un integrante de la Comisión que reformó el Código Civillie 1936, Jorge Vega García, propuso en 1973 una

alternativa de texto que se seguía con fidelidad el régimen del Código Civil italiano; el artíc.ulo 195 de aquella propuesta, que debió
recogerse, establecía: "Es nulo todo pacto que excluya o limite preventivamente la responsabilidad del deudor por dolo o culpa
inexcusable". Vid.: Proyectos y anteproyectos de la reforma del Código Civil, t. n. Lima: Fondo Editorial de la Pontificia Universidad
Católica del Perú, 1980, p. 165.

" Vid., por todos, GARCÍA AMIGO, Manuel. Cláusulas limitativas de la responsabilidad contractual. Madrid: Tecnos, 1968, pp. 408-
410.

THEMIS38
101
pactarse válidamente, por ejemplo, que será el auxi- venida liberatoria debida a "causa extraña" -
liar mismo, y no el deudor que se vale de éste, quien caso fortuito o fuerza mayor; esa liberación de
asuma la responsabilidad por la insatisfacción del responsabilidad para el deudor nunca puede
interés creditorio (v. supra nota 40). venir dada por el solo hecho de que sus colabo-
radores en el cumplimiento actúen con "culpa
5. CONSIDERACIONES CONCLUSIVAS leve", puesto que a éstos no les es atribuible
ninguna forma de culpabilidad" obligacional"
Dos eran los problemas que me propuse analizar al respecto del acreedor.
emprender el presente estudio, y sobre ellos tratan
mis consideraciones conclusivas: c. Aunque se decidiera mantener las directrices
a. En el juicio de atribución de responsabilidad subjetivistas que han inspirado nuestro régimen
indirecta por incumplimiento de obligaciones es legal en materia de incumplimiento de las obliga-
prescindible el análisis del dolo o la culpa inex- ciones, siempre sería necesario reformar el primer
cusable de los terceros que colaboran en la ejecu- párrafo del artículo 1328, de manera tal que queda-
ción de la prestación. Es impropio sostener que ra suprimida la parte que establece la nulidad del
tales terceros puedan desarrollar una conducta pacto, no inmoderado ni vejatorio naturaliter, de
de índole obligacional, dolosa o culposa stricto limitación de responsabilidad para el deudor por
sensu, respecto del acreedor, puesto que entre el dolo o la culpa inexcusable de sus auxiliares.
éste y aquéllos no media un ligamen jurídico.
Post tenebras spero lucern" reza la versión latina de
11

b. Admitida, con el común de la doctrina y juris- una frase de Job (17:12) reproducida en los emble-
prudencia de los ordenamientos civilistas con- mas que adornaron las portadas originales de las
temporáneos, la imperiosidad de "objetivar" la dos partes de Don Quijote. De algún modo, también
responsabilidad por incumplimiento de obliga- espero la luz después de las tinieblas; abrigo la
ciones, según la primigenia fórmula debida a esperanza, confío, en que las oscuridades que he
Osti, se constata que la única circunstancia que procurado resaltar en el presente trabajo se supera-
permite consentir que el deudor no sea respon- rán, sino por una creativa, revolvedora y objetivante,
sable por la falta en la satisfacción del interés interpretación de nuestros jueces, sí por una razona-
creditorio, lo constituye la imposibilidad sobre- da reforma futura.

THEMIS38
102
" . "
RESOLUCION POR INTIMACION

Hugo Forno Flórez"

SUMARIO: 1.- Introducción. 2.- Antecedentes.


3.- La omisión del legislador. 4.- Función de la
resolución por intimación. 5.- Naturaleza jurídica.
6.- Presupuesto de la resolución por intimación.
7.- Procedimiento resolutorio. 8.- Formalidad de la
La resolución por intimación es una de las modali- intimación. 9.- Ámbito de la resolución por intima-
dades a través de las cuales puede manifestarse el ClOno 10.- Alternativas del deudor intimado.
derecho de resolver la relación contractual. 11.- Efectos.

Se le ha caracterizado bajo la estructura de un 1.- INTRODUCCIÓN


derecho potestativo del acreedor que aparece en el
momento en que se produce el incumplimiento por El artículo 1429 de nuestro Código Civil establece
parte del deudor. Permite al acreedor, mediante que en los contratos con prestaciones recíprocas,
declaración, fijar una fecha para el cumplimiento cuando alguna de las partes falta al cumplimiento
tardío de la prestación; plazo adicional -diferente 1
de su obligación , la otra puede requerirla mediante
del plazo normal de cumplimiento- luego del cual carta por vía notarial para que satisfaga su presta-
quien acree puede extinguir la relación contractual. ción, dentro de un plazo no menor de 15 días, bajo
Bajo esta figura el acreedor, al determinar el plazo, apercibimiento de que, en caso contrario, el contrato
110 evaluará si es suficiente para la ejecución de la
queda resuelto. El segundo párrafo del mismo artí-
prestación, sino en qué momento decaerá su interés culo agrega que si la prestación no se cumple dentro
en el cumplimiento de ella. del plazo señalado, el contrato se resuelve de pleno
derecho, quedando a cargo del deudor la indemni-
Este mecanismo resolutorio de carácter zación de daños y perjuicios.
extrajudicial, previsto en el artículo 1429 del Códi-
go Civil, ha merecido, en el artículo que a continua- De esta manera, el legislado/ del Código vigente
ción presentamos, un extenso y clarificador análi- introdujo un mecanismo de resolución por incum-
sis por parte del autor. plimiento que era desconocido en nuestra legisla-

• Profesor de Derecho Civil, Pontificia Universidad Católica del Perú'y U~iversidad de Lima.
J En realidad el artículo 1429 del Código Civil no senala de manera directa cuál es el supuesto de hecho que debe configurarse para la

aplicación de las consecuencias en él previstas, sino que 10 hace indirectamente mediante remisión o referencia (per relationem) al artículo
1428. Así, debe entenderse que cuando el artículo 1429 senala que "En el caso debrtículo 1428 ... ", está ordenando queJa consecuencia
normativa dispuesta por él se aplique a la hipótesis que contempla la norma a la c.ual se remite(hipótesis que es la falta de cumplimiento
de alguna de las partes de una obligación surgida de un contrato con prestaciones recíprocas ..
1 Es oportuno recordar que este precepto no estuvo incluido en el Proyecto de Código Civil que la Comisión Encargada del Estudio y
Revisión del Código Civil de 1936 (conocida simplemente corno "Comisión Reformadora") presentó en su momento al P~~er Ejecutivo.
Justo es reconocer que la atinada inclusión de la disposición que contiene el artículo 1429 fue obra, en efecto, de la corruslOn ~eslgnada
por el Congreso de la República para revisar dicho proyecto (denominada "Comisión Revisora"), y en particular de Jack BiglO Chrem,
uno de sus miembros más conspicuos.

THEMIS38
103
ción precedente y en particular en el Código Civil de caos y de total pérdida de los valores, para no hablar
1936, pero que en cambio era ya familiar para otros de una vergonzosa orfandad intelectual, materiales
ordenamientos ju~ídicos • La utilidad que el precep-
3
con los cuales se construye el reino de los pícaros, el
to proporciona resulta más que evidente y no debería paraíso de los deudores sin escrúpulos que faltan
requerir de gran esfuerzo darle' suficiente justifica- sin miramientos a sus compromisos y obtienen pro-
ción. Son dos los aspectos que con mayor relevancia vecho ilegítimamente a costa del perjuicio de sus
contribuyen a prestar la referida utilidad, haciendo acreedores. En un contexto de esta naturaleza, el
4
de aquél un instrumento indispensable. En primer reforzamiento de la protección del crédito es una
lugar, como puede apreciarse de una lectura incluso exigencia insoslayable e ineludible ante la cual se
superficial del texto del artículo que se comenta, se presentan como una alternativa indispensable y
trata de un mecanismo extrajudicial de resolución, es asumen un rol estelar los mecanismos de autotutela
decir de un instrumento resolutorio que opera sin privada que tan poca atención sistemática han reci-
necesidad de pronunciamiento de la autoridad judi- bido, y que por ende debemos desarrollar, fortale-
cial, y que por tanto puede ser actuado directamente cer y fomentar. En consecuencia, aunque de ello
5
por el acreedor . habremos de hablar tempestivamente, la misma -
profunda- extrañeza que manifestó el legislador de
Podría decirse que esta característica fue la que más la Comisión Revisora por no encontrar un precepto
pesó en la conciencia del legislador para introducir la como éste en el proyecto que recibió de la Comisión
figura, y aunque Max Arias Schreiber manifestó un Reformadora para su revisión, tenemos que mani-
inexplicado e inexplicable temor, la Comisión Revi- festar nosotros por no haber encontrado en el Códi-
6
sora aprobó sin ambages la propuesta de Bigi0 • go vigente una regulación completa de la resolución
Cuando se formuló la propuesta en el seno de la Co- por intimación sino más bien una institución frag-
misión Revisora, el acceso al servicio de justicia admi- mentada (según tendremos ocasión de exponer más
nistrado por el Poder Judicial encontraba ya se-veros adelante) así como la total ausencia de un precepto
inconvenientes y manifiestas limitaciones causados que consagre la resolución por vencimiento de pla-
por diversos factores. Puede recordarse con indigna- zo esencial, que tanta falta hace en la práctica y que
ción cómo una exagerada dilación en la atención y tanta utilidad ha mostrado en las legislaciones com-
tramitación de los procesos muchas veces acarreaba paradas que tuvieron el tino de incorporarla.
tanto perjuicio al justiciable como si al fin de cuentas
la justicia le hubiera sido denegada. Era pues indis- La segunda característica de notable importancia
pensable "introducir mecanismos ágiles para la solu- del instituto que ahora nos ocupa, reside en que no
ción de los conflictos entre particulares a fin de dar requiere de una estipulación de las partes porque
certeza a las relaciones jurídicas y de evitar los proce- este derecho de resolución emana directamente de
. d'ICla
sos JU . 1es... ,,7 ; h ab'd
l a cuenta d " ... era cono-
e que la ley. En tal sentido resulta un magnífico (aunque
cido que en nuestro medio los procesos judiciales de fatalmente incompleto) complemento de aquel otro
resolución de contrato demoraban muchos años y mecanismo extrajudicial de resolución por incum-
que la dilación generalmente favorecía a la parte in- plimiento que es la cláusula expresa de resolución y
cumpliente, lo que el legislador no debía permitir"s . que, como su nombre lo indica, debe estipularse en
forma expresa para que pueda surgir el derecho
La preocupación que manifiesta el legislador por la potestativo de resolución. Antes de que nuestro
situación de la administración de justicia de la que ordenamiento jurídico incorporara la resolución por
da cuenta en 1983 como motivo de su propuesta, intimación, los contratantes tenían solamente la re-
cobra una actualidad manifiesta y clamorosa. Los solución por cláusula expresa como instrumento
días que ahora vive el Poder Judicial nos permiten resolutorio extrajudicial, de manera que si no cuida-
asistir a un deplorable espectáculo de desorden, ban de estipularla oportunamente, llegado el caso

.1 Códigos civiles como el alemán (parágrafo 326), el italiano de 1942 (artículo 1454), el argentino (artículo 1204 modificado por la Ley

N° 17711), el etíope (artículo 1774) yel boliviano (artículo 570) ya lo contemplaban cuando se elaboró el texto del proyecto que más tarde
se convirtió en el artículo 1429 de nuestro Código. •
, LamE'lltablemente, como explicaremos después, la figura no está completa, lo que le resta funcionalidad yeficacia.
s A ello se debe que, como veremos más adelante, un sector apreciable, incluyendo al propio legislador (ver: Exposición de Motivos Oficial
del Código Civil, Diario Oficial El Peruano, 8 de abrí! de 1989, separata especial, páginas 6 y 10), denomine a esta figura "Resolución por
autoridad del acreedor".
" Bigio Chrem, Jaek. En: Exposición de Motivos Oficial, cit., pág. 10.
e Ibid, loc. cil..

" Ibid, loc. eH ..

THEMIS 38
104
no les quedaba más remedio que enfrascarse en un que ante la ausencia de una estipulación permita al
juicio de resolución largo y costoso, pero sobre todo acreedor directamente obtener la resolución. Esta
de resultados imprevisibles. A partir de la vigencia deficiencia la analizaremos más adelante.
del Código Civil de 1984, los contratantes tienen un
instrumento resolutorio extrajudicial que no requiere La circunstancia ya anotada de que mediante este
de estipulación. Así, si no se incluyó la cláusula mecanismo la resolución se obtiene como conse-
expresa de resolución en el programa contractual, o cuencia del ejercicio del derecho potestativo corres-
si fue prevista respecto de una prestación que no es pondiente por parte del interesado, sin que deba
la que ahora ha incumplido el deudor, el acreedor recurrir al auxilio judicial, ha determinado que al-
puede escoger entre dos mecanismos de resolución gunos tratadistas le denominen Resolución por
12
aunque no los haya estipulado, a saber: la resolu- Autoridad del Acreedor • Esta denominación no
ción judicial y la resolución por intimación. es incorrecta; por lo demás se trata de un tema
convencional de índole meramente distintivo, sien-
Dentro de este orden de ideas, si el acreedor ha do evidente que lo que realmente importa al usar
perdido ya todo interés en el cumplimiento y por una denominación es que se sepa a qué entidad se
ello no está dispuesto a recibir la prestación, recurri- quiere hacer referencia con ella. Sin embargo, es
rá a la resolución judicial impidiendo de ese modo verdad que en todos los mecanismos extrajudiciales
que el deudor cumpla a partir del momento en que de resolución por incumplimiento, el fenómeno
9
es emplazado con la demanda . Esta circunstancia extintivo se produce por autoridad del acreedor,
le permitirá acumular otras pretensiones, como la con lo cual una tal denominación no sería suficien-
de restitución de su prestación si el acreedor ya temente precisa o adecuadamente distintiva. Por tal
hubiera ejecutado la que se encontraba a su cargo; y razón, identificaremos esta figura con el nombre de
acumulará también la de resarcimiento de daños y Resolución por Intimación.
perjuicios si acaso el incumplimiento los hubiera
provocado. Contará además con la certeza y estabi- 2.- ANTECEDENTES
lidad que proporciona la autoridad de la cosa juzga-
da. Pero si el acreedor no puede someterse al tiempo Como ya se dejó anotado, la resolución por intima-
excesivamente prolongado que supone contar con ciónno tiene antecedente legislativo en el Perú; pero
una sentencia de resolución pasada en autoridad de no era desconocida por otros ordenamientos jurídi-
cosa juzgada, lo que supondría el transcurso de dos cos. Nuestro legislador -el de la Comisión Revisora-
instancias y frecuentemente la casación, y siempre declara que sus fuentes de inspiración para la elabo-
que su interés en el cumBlimiento no se encuentre ración del artículo 1429 se encuentran en los códigos
del todo comprometido, o puede recurrir al meca- civiles de Alemania, de Italia, de Argentina, de
nismo extrajudicial de resolución por intimación 11 . Etiopía y de Bolivia, y en el Código de Comercio de
13
Lamentablemen te no existe mecanismo extrajudicial Argentina. De todos ellos, los más antiguos en la

o La excesiva demora con la que los jueces califican las demandas y emplazan a los demandados y el restablecimiento de las vacaciones
judiciales pueden muchas veces lesionar el interés del acreedor en la resolución, si el deudor se apresura a ejecutar su prestación después
de que el acreedor interpone su demanda de resolución; pero antes de que sea notificada al deudor. De igual manera, la ventaja que
proporciona al acreedor el impedimento de cumplimiento que el segundo párrafo del artículo 1428 del Código Civil impone al deudor,
y que resulta instrumental a su interés en la resolución, quedará gravemente comprometida cuando entre en vigencia la obligación
dispuesta por el artículo 6 de la Ley 26872, de involucrarse en un procedimiento de conciliación como requisito de procedíbilidad para
plantear una demanda de resolución judicial. Dentro de este orden de ideas, sila forma que el acreedor tiene para evitar un cumplimiento
tardío que ya no le es útil es emplazando a su deudor con la demanda de resolución, pero para poder demandarlo debe necesariamente
agotar el trámite de una conciliación, el deudor podría cumplir extemporáneamente evitando la resolución y perjudicando el interés del
acreedor en la resolución que ya no podrá ser actuada pues el vínculo se habrá extinguido por cumplimiento.

1" Aquí se encuentra el defecto de la institución, puesto que el acreedor no cuenta con un instrumento de resolución extrajudicial (que

no requiera de estipulación previa) para el caso en que ya no tenga en absoluto interés en el cumplimiento sino más bien en la inmediata
y directa resolución de la relación contractual.

11 De esta manifiesta ventaja dan cuenta COST ANZA, M .. Della Risoluzione per [nadempimen/o. artículo 1454. En: Commentario del Codice

Civi/e Scia/oja - Brmu;a, a cura di Francesco Galgano. Bologna - Roma: La nichelli Edítore - Soc. Ed. del Foro Italiano, 1990. p. 433. CRISCUOLI,
G .. li CO/ltrallo, Padova: CEDAM, 1996. Pág. 480. SCOGNAMIGLIO,R. TeoríaCeneral de~Contrato. Traducciónde Fernando Hinestrosa,
Universidad Externado de Colombia, p. 357. RAMELLA, A. La resolución por IncuinpÍimiento. Buenos Aires: Astrea, 1979. p. 156.

12 Ver: Exposición de Motivos Oficial. cit., p. 6, 10. También lo denomina de este modo, entre otros, LA VALLE, J. Código Civil. Buenos
Aires: Astrea. 1984. T. 5, p. 998. Inclusive nosotros también hemos utilizado este nombre para la figura en otro lugar (Resolución por
incumplimiento. En: Temas de Derecho Contractual. Lima: Cultural Cuzco, 1987, p. 121 Ysiguientes).

13 Exposición de Motivos Oficial, cit., p. 10.

THEMIS38
105
regulación de esta figura, y por tanto los que han servido de fuente de inspiración a los códigos pos-
servido de modelo para las codificaciones posterio- teriores, empezando por el Código Civil italiano
res, son el Código Civil alemán y el italiano de 1942, vigente. Sin embargo, es menester poner de relieve
14
en ese orden. Sobre los antecedentes que inspira- -y sobre esto regresaremos más adelante- que una
ron el artículo 1454 del Código Civil italiano vigente grave ligereza ha impedido ponderar en su real
las opinione,s no son pacíficas, pues hay quienes dimensión el segundo párrafo del parágrafo 326 del
15
piensan que el parágrafo 326 del BGB también Código Civil alemán, y debido a ello se ha omitido
16
inspiró al legislador italiano , y hay quienes consi- incluir en el Código Civil peruano de 1984, que ha
deran que en Italia el instituto en cuestión constitu- regulado por primera vez la resolución por intima-
ye el punto de arribo de una lenta evolución experi- ción,la norma que el referido párrafo contiene. Esta
mentada por las modalidades de resolución lamentable omisión nos entrega un instituto frag-
extrajudicial que fueron previstas para el contrato mentado en el cual el fenómeno resolutorio podría
de compraventa primero por el artículo 97 del Códi- observarse como una solución subsidiaria y subor-
go de Comercio italiano de 1865 y más tarde por el dinada, porque el acreedor previamente debe pasar
artículo 67 del Código de Comercio italiano de necesariamente por la pretensión de cumplimiento.
17
1882 . Sin embargo, el primer párrafo del artículo
1517 del Código Civil italiano vigente, ubicado pre- 3.- LA OMISIÓN DEL LEGISLADOR
cisamente en la parte relativa al contrato de com pra-
venta, tiene un texto muy similar al del artículo 67 Como ya hemos tenido ocasión de exponer, ellegis-
del Código de Comercio italiano de 1882, de manera lador tenía en mente una cosa muy clara cuando
que no se puede sostener que esta última norma incorporó la resolución por intimación. Buscaba un
haya experimentado una lenta evolución que cul- mecanismo de resolución de la relación contractual,
minó en un instituto distinto -el de la resolución por es decir una forma de tutela liberatoria que permi-
intimación- que el Código Civil italiano recoge en el tiera al acreedor liberarse de la relación jurídica ante
artículo 1454. Todo parece indicar que el referido el incumplimiento del deudor; pero que para lo-
artículo 67ha experimentado un leve aggiornamento grarlo no tuviera que pasar por el tamiz de la auto-
-y no una pronunciada evolución- al ser acogido en ridad judicial sino que, como exponíamos lineas
el artículo 1517 del Código Civil italiano vigente; atrás, se configurara como mecanismo de autotutela
pero que no es antecedente inmediato del artículo privada, que operara, por ende, extrajudicialmente
1454 de ese código. por autoridad del acreedor. Por lo demás hemos
recordado ya, al efectuar la introducción de esta
La evidente afinidad entre la norma que contiene el figura, que esa fue la justificación que pesó en la
primer párrafo del parágrafo 326 del BGB y el insti- conciencia del legislador cuando decidió introducir
tuto de la resolución por intimación otorga la razón la resolución por intimación; es decir, una forma de
a quienes piensan que es el Código alemán el que ha resolución que consistía por un lado en un mecanis-

"Es verdad que los códigos argentinos son más antiguos, pero han regulado la resolución por intimación a partir de leyes modificatorias
posteriores a los códigos alemán e italiano. En el Código de comercio argentino se introdujo la figura en 1963 mediante Decreto Ley 4777/
63, Y en el Código Civil de ese país la introdujo la Ley 17711 en 1968.

15 El parágrafo 326 del BGB tiene el siguiente texto: "Si en un contrato bilateral una parte está enmora en cuanto a la prestación que le incumbe,

la otra puede señalarle un plazo prudencial para la efectuación de la prestación con la declaración de que rehusará la aceptación de la
prestación después del transcurso del plazo. Después del transcurso del plazo está autorizada a exigir indemnización de daños a.;:ausa de
no cumplimiento o a desistir del contrato, sí la prestación no está realizada a tiempo; la pretensión al cumplimiento está excluida. Si la pres-
tación, hasta el transcurso del plazo, no es efectuada en parte, se aplica oportunamente la disposición del parágrafo 325, párrafo 1, inciso 2.
Si el cumplimiento del contrato no tiene ningún interés para la otra parte a consecuencia de la mora, le corresponden los derechos
indicados en el párrafo 1 sin que sea necesaria la determinación de un plazo.".

1(, Es el caso de Enrietti y de Mosco, citados por COSTANZA, M. op. cit., p. 435, nota 1; y de Aragona, citado por SMIROLOO, A. Profili
della Risoluzionc per Inadempimento. Milano: Giuffrie, 1982. p. 81, nota 9.
17 Es la conocida tesis de SMIROLOO, A., op. cit., p. 97,98, que comparte COSTANZA, M., op. cit., p. 433, 434. Las normas mercantiles

recordadas en el texto, parecen ser, más bien, el antecedente inmediato del artículo 1517 ubicado en sede de compraventa en el código
italiano vigente. En efecto, el primer párrafo del artículo 67 del Código de Comercio de 1882 indicaba que: "En la venta comercial de cosa'
mueble la condición resolutoria tiene lugar de derecho a favor de la parte que antes del vencimiento del término establecido para el
cumplimiento del contrato haya ofrecido a la otra parte, en los modos usados en el comercio, la entrega de la cosa vendida o el pago del
precio, si ésta no cumple su obligación"; porsu parte, el primer párrafo del artículo 1517 del Código Civil Italiano vigente señala que "La
resolución tiene lugar de derecho a favor del contratante que, antes del vencimiento del término establecido, haya ofrecido al otro, en las
formas de uso, la entrega de la cosa o el pago del precio, si la otra no cumple la propia obligación". GRECO, P., YCOTTINO, G. (De la
Vmdila. En: Commentario del Codice Civi/e, a ama di Scinloja e Branca. Bologna-Roma: Zanichelli Editore - Soc. Ed. del Foro Italiano, 1981.
p. 395-3%.) no sólo destacan la similitud entre estas dos normas sino que ellos también ponen de relieve que la t10rma del primer párrafo
del artículo 1517 contiene un remedio peculiar, distinto de la resolución por intimación,

THEMIS38
106
mo extrajudicial, y que además no requería ser ejecución de la prestación no obstante que ya no le
incluida en el programa contractual mediante un interesa.
pacto específico como sí es necesario en el caso de la
resolución por cláusula expresa. Pero insistimos, el ¿y entonces cómo se concilia la norma consagrada
legislador buscaba una forma de permitir al acree- en el artículo 1429 (es decir la de la resolución por
dor liberarse de la relación contractual en caso de intimación) con el propósito del legislador de facul-
incumplimiento. Recuérdese que el legislador moti- tar al acreedor a optar directamente por la resolu-
va el instituto en elhecho de que los procedimientos ción de la relación contractual? ¿Qué pasa con el
judiciáles de resolución de contrato demoran mu- interés del acreedor en la liberación que el legislador
chos años y que la dilación generalmente favorece a valoró positivamente considerándolo digno de aten-
la parte in~umpliente, lo que el legislador no puede ción jurídica? ¿Qué pasa en la situación más fre-
1
permitir. ' Es manifiesta pues, la intención del cuente y más común, que se presenta cuando el
legislador de procurar al privado un mecanismo de acreedor, a causa de la falta de cumplimiento, tiene
resolución (que evite la penosa vía judicial). interés directa e inmediatamente en la liberación y
por lo tanto desea resolver la relación contractual?;
La tarea no era tan compleja, porque bastaba con es decir, ¿qué ocurre cuando el acreedor, a conse-
establecer un derecho de resolución que el acreedor cuencia del incumplimiento, pierde el interés en la
pudiera ejercer mediante una simple declaración prestación y no desea exigir el cumplimiento? ¿Qué
dirigida al deudor incumplidor, aunque la resolu- solución le brinda el ordenamiento jurídico a ese
ción no se hubiera pactado en el programa contrac- acreedor que desea liberarse rápidamente sin nece-
tual. Es decir, una fórmula parecida a la de la reso- sidad de un largo y costoso proceso judicial pero
lución por cláusula expresa, pero que no tuviera que no ha pactado expresamente la resolución?20
necesidad de ser estipulada en el contrato.
El legislador peruano no se percató que el Derecho
Sin embargo, nuestro legislador no se esforzó en Civil alemán, dentro de cuyo contexto se había
imaginar e implementar un procedimiento que per- forjado la figura de la resolución por intimación
mitiera al acreedor en forma simple resolver la que había tomado prestada, había previsto preci-
relación contractual directa e inmediatamente sino samente para esta hipótesis la facultad del acree-
que, como suele suceder, fue atraído enseguida por dor de liberarse de la relación contractual sin tener
las experiencias normativas comparadas, y en este que pretender el cumplimiento y sin tener, por
caso específico por las desarrolladas a partir de la tanto, que conceder un plazo al deudor. El segun-
l9
disposición contenida en el primer párrafo del do párrafo del mismo parágrafo 326 del BGB dis-
parágrafo 326 del BGB por los artículos 1454 del pone que si el cumplimiento del contrato no tiene
Código italiano y 1204 del Código Civil argentino. ningún interés para la otra parte a consecuencia de
De este modo entonces estableció un procedimiento la mora, le corresponden los derechos indicados en
de resolución que pasa primero por una exigencia el párrafo 1 sin que sea necesaria la determinación
21
de cumplimiento, esto es, un procedimiento que de un plazo. En resumen, el ordenamiento jurí-
impone a un acreedor que busca la resolución, la dico alemán confiere al acreedor el derecho a pro-
liberación, el no cumplimiento, la necesidad de vocar inmediatamente la resolución extraju-
pedir, de exigir, de reclamar primero al deudor la dicialmente aunque no lo haya estipulado en su

l' Exposición de Motivos Oficial. cit., p. 10.

1" LamentablPmente, el legislador sólo se detuvo a considerar el primer párrafo de este parágrafo, sin advertir que la solución que buscaba

se encontraba en verdad en el segundo párrafo del mismo parágrafo.

", La experiencia nos ha enseñado que en la inmensa mayoría de los casos en que no existe cláusula de resolución, cuando el acreedor
recurre a la resolución por intimación ya no desea en realidad el cumpIímiento sino que busca la rápida liberación del vínculo contractual
y para ello no le sirve la resolución judicial. Entonces, a pesar que ya I1.0 le i?teresa la prestación actúa la resolución por intimación a veces
seguro de que el deudor no cumplirá a pesar del requerimiento y otras veces corriendo el riesgo de que el deudor ejecute una prestación
en la que ya no tiene interés. Es por eso que algunos autores, sobre todo argentinos, al no encontrar en su propio ordenamiento una forma
directa de resolver laJelación contractual extrajudicialmente sin tener que pasar. por el requerimiento de pago, ponen todo el énfasis de
la figura en el aspecto resolutorio, intentando soslayar el aspecto que está vinculado con el interés en el pago, que es ¡-l requerimiento.
Así, Santiago se preocupa de dejar sentado con todo énfasis, aunque' con total ausencia de fundamento, que este procedimiento
extrajudicial está destinado más a la resolución que al cumplimiento (op. cit., p. 744).Idea semejante tiene Ramella cuando afirma que
la dirección de la voluntad del declarante tiende al ejercido del derecho de resolución, quedando en un segundo plano la parte de la
declaración que contiene la exigencia de cumplimiento (op cit., p. 158).

:1 LARENZ, Kar!. Derecho de Obligaciones. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, T.l. p. 353. HEDEMANN, J.w., Derecho de
Obligaciones. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, 1959. Vol. 1II, p. 181.

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107
contrato, si a causa del incumplimiento ya no tiene miento, el interés -del acreedor- en la liberación de
interés en la prestación. la relación contractual.

El legislador peruano, que intentaba articular un Dentro de este orden de ideas, todo parecería indi-
procedimiento resolutorio extrajudicial que opera- car que, en tanto que incompatibles, la única forma
ra sin necesidad de estipulación específica, perdió de regular ambos supuestos es poniéndolos a dispo-
23
de vista su propósito central y sólo consagró aquel sición del acreedor de manera alternativa lo que
procedimiento mixto compuesto primero por la supone que ante el fenómeno del incumplimiento,
exigencia de cumplimiento como paso preliminar a el acreedor debe hacer un juicio de conveniencia y
la resolución, olvidando completar el instituto con escoger una de las soluciones (cumplimiento o reso-
una fórmula como la contenida en el texto legal lución), desechando la otra. Y esto es lo que efecti-
alemán, que permite al acreedor resolver directa- vamente ocurre en los ordenamientos jurídicos, en
mente la relación sin tener que pasar por la exigen- los que se otorga por un lado la posibilidad de exigir
cia de cumplimiento cuando éste ya no le es útil. En la ejecución de la prestación y por otro también se
las puertas de una reforma estas son las deficiencias prevé la posibilidad de provocar la resolución de la
que deberán corregirse con un sistema más comple- relación contractual. Recuérdese que de conformi-
to como el que prevé el Código alemán. dad con lo que dispone el artículo 1428 del Código
Civil, en los contratos con prestaciones recíprocas,
4.- FUNCIÓN DE LA RESOLUCIÓN POR INTI- cuando alguna de las partes falta al cumplimiento
MACIÓN de su prestación, la otra parte puede solicitar o el
cumplimiento o la resolución de la relación contrac-
La resolución por intimación tal como ha sido con- tual.
cebida en nuestro ordenamiento, es un mecanismo
bastante peculiar porque parece conjugar en un solo Ahora bien, debemos empezar por observar que la
procedimiento dos alternativas de solución para el norma que contiene el artículo 1429 de nuestro
mismo problema, pero que sin embargo se presen- Código Civil propone ambas soluciones (la de la
tan como soluciones alternativas no sólo distintas exigencia de cumplimiento y la de resolución) com-
entre sí sino -y sobre todo- claramente incompati- binadas dentro de un solo esquema procedimental
bles; se trata por una parte, de la exigencia de ordenándolas en forma sucesiva y empezando por
cumplimiento, que constituye nada menos que el la pretensión de cumplimiento. Esta norma, como
ejercicio del derecho de crédito, es decir la preten- las que le sirvieron de fuente, se pone en el supuesto
sión de la ejecución de la prestación; y, por otro lado, que, en momentos distintos -dada la incompatibili-
de la resolución, esto es la destrucción de la relación . dad de los fenómenos-, el acreedor pueda ser titular
contractual y por ende la extinción del referido de ambos intereses (el referido al cumplimiento
derecho de crédito, en suma su no ejecución. Estas primero, y el relativo a la resolución después) pues
dos soluciones, que como se aprecia resultan incom- las circunstancias pueden hacer que un interés exis-
patibles entre sí, constituyen la respuesta que el tente en un momento determinado desaparezca y
ordenamiento ofrece parala realización de dos tipos sea entonces sushtUl··d o por e1 otro 24 ; pero sob re
de intereses también distintos e incompatibles, que todo -y esta es la nota característica y peculiar de la
22
en un proceso de calificación han recibido del figura- se pone en el supuesto que el acreedor puede
legislador un juicio positivo de valor y por ende son establecer con anticipación tal sucesión de momen-
considerados dignos de atención, a saber: el interés tos de manera que pide el cumplimiento, pero como
en la obtención de la prestación, y, ante la lesión ya sabe cuándo desaparecerá su interés en él y
definitiva de este primer interés debido al incumpli- surgirá en su reemplazo un interés en la liberación,

22 Se utiliza aquí la palabra calificación como expresión del proceso de valoración de un interés por parte del ordenamiento (Breccia,
Bigliazzi, Natoli y Busnelli, Derecho Civil, T. 1, V. 1, traducción de Fernando Hinestrosa, Bogotá: Universidad Externado de Colombia,
1992). Para usar la expresión tutela en su sentido técnico de reacción del ordenamiento jurídico frente a la lesión o al peligro de lesión de
una situación de intereses jurídicamente relevantes.

lOQue es como debe operar y como en efecto opera en general el sistema. Repárese en que según el artículo 1428 del Código Civil, "En'
los contratos con prestaciones recíprocas, cuando alguna de las partes falta al cumplimiento de su prestación, la otra parte puede solicitar
el cumplimiento o la resolución-del contrato ... " (el énfasis es agregado).

2.Esta sucesión o cambio de intereses es precisamente lo quejustifica el derecho a cambiar de alternativa, derecho conocido también como
[liSVariandí. Cabe destacar no obstante, que por regla general en función del tipo de interés del acreedor, éste escoge una solución, la que
considera más adecuada, en cada momeñto. Es decir, considera primero la existencia de un interés al s:umplimiento y exige en
consecuencia la prestación; más tarde ese interés decae y surge por tanto un interés en la destrucción del vínculo y en la consiguiente
liberación, que realiza mediante el ejercicio del derecho de resolución.

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al mismo tiempo, en un solo acto, fija un plazo para dad por la doctrina, arroja luz sobre varios proble-
ello que determina'hasta cuándo subsiste su interés mas que la aplicación del instituto nos plantea, y
en la prestación, y por ello advierte al mismo tiempo permite darles una solución compatible con la fun-
que a la expiración de dicho plazo, dentro del cual ción de la figura y con los intereses por ella garanti-
espera el cumplimiento, quedará resuelta la rela- zados.
ción contractual si la prestación no fue ejecutada.
5.- NATURALEZA JURÍDICA
El primer párrafo del parágrafo 326 del Código Civil
El derecho de resolver la relación contractual por
alemán, en efecto, señala que en caso de incumpli-
causa de incumplimiento, en las diferentes modali-
miento de una de las partes, la otra puede señalarle
dades a través de las cuales puede manifestarse, y la
un plazo prudencial para efectuar la prestación con
resolución por intimación no es la excepción, ~dop­
la declaración de que rehusará la prestación des- b
ta la estructura de un derecho potestativo . El
pués del transcurso del plazo. Obsérvese en primer
acreedor, en efecto, emite una declaración señalan-
lugar, que el acreedorexige el cumplimiento, para
do que se extinguirá la relación contractual si al
lo cual debe conceder un plazo, lo que necesaria-
vencimiento de un plazo que al efecto señala, la
mente supone que tiene todavía interés en la presta-
prestación a cargo del deudor permanece insatisfe-
ción, pero ya anticipa que tal interés decaerá al
cha, extinción que efectivamente tiene lugar si tal
vencimiento de ese plazo y por ello advierte al
situación se presenta, afectando de esa manera la
deudor que no la recibirá después de ese momento. 26
esfera jurídica del otro contratante •
La segunda parte del mismo párrafo agrega que si la Pero aunque bien puede considerarse la opinión
prestación no está efectuada a tiempo, el acreedor preponderante, no todos están de acuerdo con esta
está autorizado a desistir del contrato y la preten- calificación de la resolución por intimación en tér-
sión al cumplimiento está excluida, lo que nos per- minos de derecho potestativo. Se ha afirmado que
mite apreciar el segundo momento que implica la de derecho potestativo sólo puede hablarse si la
pérdida del interés en el cumplimiento y el interés facultad en que él consiste puede ejercerse indepen-
en la liberación, lo que es autorizado por la disposi- dientemente de un comportamiento de la otra parte,
ción bajo comentario. lo que en la resolución por intimación no ocurre si se
considera que la ley hace del incumplimiento del
En resumen, el ordenamiento jurídico le confiere al otro contratante un presupuesto indispensable, de
acreedor dentro del contexto de un solo procedi- manera que recurriendo al expediente del cumpli-
miento, el derecho a exigir extrajudicialmente el miento de su obligación, el deudor neutralizaría el
27
cumplimiento, y a establecer el momento en que efecto resolutorio de la intimación • Esta opinión
tendrá lugar automáticamente la resolución, tam- no puede ser compartida si se toma en cuenta que la
bién extrajudicialmente, si el cumplimiento no se ha resolución constituye un medio de tutela que la ley
verificado al vencimiento del plazo establecido. proporciona al contratante como reacción frente a la
lesión que provoca el incumplimiento de la otra
Como se podrá observar a continuación, la identifi- parte, de modo tal que el contratante sólo puede
cación y adecuada ponderación de esta extraña pero producir la resolución en la medida en que exista tal
útil simbiosis, que no ha sido observada con clari- situación de incumplimiento. Lo que ocurre es que

2.' El derecho potestativo como es sabido, es una categoría elaborada por el pensamiento jurídico alemán de fines del siglo XIX, que se
ha ido abriendo camino dentro de un contexto de arduas pero fructíferas polémicas. Giuseppe Chiovenda la importó a Italia a principios
de este siglo para intentar explicar el derecho de acción; a partir de entonces también adquirió en Italia, aunque no sin dificultad, carta
de ciudadanía y ha sido materia de una interesante evolución que en la actualidad nos presenta un concepto bastante acabado y
largamente difundido en la doctrina. Se trata de una situación jurídica subjetiva de ventaja activa -es un tipo de derecho subjetivo- que
permite a tu titular, mediante su ejercicio, provocar una modificación en la esfera jurídica de otro sujeto, quien se encuentra sometido a
tal posibilidad sin poder hacer nada para impedirlo (lo que, correlativamente, se configura como una situación jurídica subjetiva de
desventaja inactiva denominada sujeción).

2" Que la resolución por intimación se configura como un derecho potestativo es aceptado, entre otros, por SPALLAROSSA, M.,
Giurisprudenza Sisiernatica di Oiritto Civile e Commerciale, fondala da Walter Bigiavi, I Con/ratti in Generale, diretto da Alpa e Bessone, Torino:
UTET, 1992. Vol. IV, T. 2. P. 883; Ypor COLLURA G.Impar/anza dell'Inadelflpíment~, e Teoria del Contra tia, Milano: Gtuffre, 1992. p. 113.

27 MICClO, R.. 1 Diritti di Cr.edito. Torino: UTET, 1997. Vol. JI, parte JI, p. 442. Este~ autor "ostiene además, que el hecho que el acreedor

imponga un término perentorio a la otra parte para cumplir bajo pena de resolucfón de derecho, constituye solamente un medio de
defensa que la ley confiere al acreedor mismo frente a la tenaz resistencia y al comportamiento negativo de su adversario. Si bien es
correcto afirmar que la resolución por intimación es un medio de defensa (rectius tute/a), tal aserto no implica negar que se trate de un
derecho potestativo, pues los mecanismos de tutela pueden instrumentarse, y en efecto se instrumentan, a través.de diferentes tipos de
situaciones jurídicas subjetivas de ventaja.

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en el mecanismo de la resolución por intimación, el dispone de un plazo para cumplir. Las consecuen-
fenómeno extintivo de los efectos contractuales no cias de una interpretación como la que se rechaza
tiene lugar como consecuencia inmediata de la de- serían muy graves pues si durante el transcurso de
claración de intimación por parte del titular, pues la tal plazo la prestación deviene imposible por causa
resolución como fenómeno extintivo queda someti- no imputable a las partes, se extingue la relación
da a un plazo que debe ser fijado por éste en la contractual con liberación de ambos contratantes
intimación, y que en el Perú no puede ser inferior a sin que el deudor deba responder, tal como lo dispo-
15 días, plazo que indica el momento en que desapa- ne el artículo 1431 del Código Civil. Por eso, tiene
rece el interés en la prestación y surge en el acreedor razón Costanza cuando enseña que la intimación
el interés en la extinción de la relación contractual. tiene -en este aspecto- efectos no muy diversos de la
Como durante el transcurso de ese plazo la obliga- constitución en mora, pues su emanación determi-
ción subsiste, el deudor puede ejecutar su presta- na una inversión del riesgo por la eventual pérdida
ción, en cuyo caso desaparece el presupuesto indis- de la cosa objeto de la prestación (perpetuatio
pensable para que pueda actuarse el mecanismo de obligationis en los términos del artículo 1336 del
tutela, y con ello desaparece el derecho mismo. En Código Civil)29 .
efecto, si durante el transcurso del plazo concedido
en el requerimiento el deudor cumple, desaparece Para efectos de este análisis debe tomarse en consi-
la lesión que hacía surgir el derecho potestativo de deración cuanto ya hemos afirmado a propósito de
resolución, lo que determina la desaparición misma la función que cumple la resolución por intimación
de ese derecho. Empero, si subsiste la situación de pues su naturaleza no puede estar divorciada de tal
incumplimiento, la otra parte no puede evitar en función. Hemos insistido en aquella oportunidad
modo alguno el efecto resolutorio. No parece pues en que el ordenamiento se ha puesto en una doble
que pueda continuar dudándose de la naturaleza de hipótesis: la primera es que el acreedor tiene todavía
derecho potestativo de la resolución por intimación. interés en el cumplimiento para lo cual la norma le
permite pretenderlo consignando la exigencia co-
Pero es conveniente puntualizar claramente que la rrespondiente en su requerimiento; y la segunda
alteración de la realidad jurídica que este derecho que el acreedor sucesivamente pierde tal interés,
potestativo (la resolución por intimación) provoca que es reemplazado por el interés en la liberación.
(como cualquier otro mecanismo resolutorio), con- También hemos explicado que la peculiaridad de
siste en la cesación de los efectos contractuales la figura consiste precisamente en que esta suce-
(resolución) y no simplemente en la modificación sión de momentos y de situaciones es prevista y
de la relación contractual mediante la introducción determinada por el propio acreedor al momento
de un elemento nuevo consistente en la concesión de efectuar la intimación, de modo tal que él
de un plazo de cumplimiento que se caracteriza por anticipa cuándo es que experimentará la pérdida
su perentoriedad, como algunos han afirmado al del primer interés y se producirá en su reemplazo
asignarle al plazo que la ley exige otorgar al deudor el surgimiento del segundo. Pues bien, el plazo
en la intimación una función sustancialmente dis- que el acreedor señala en el requerimiento es justa-
28
tinta de la que en realidad tiene . En efecto, no mente el puente entre el primer momento y el se-
puede olvidarse que se trata de un mecanismo de gundo, porque el vencimiento del plazo marca el
resolución por incumplimiento, de manera que no instante en que decae el interés en la ejecución de la
es dable considerar el plazo de la intimación como prestación para dar paso al interés del acreedor en la
el efecto fundamental de la figura, y por tanto como liberación, la cual tiene lugar mediante la resolución
"la" modificación en que se agota este derecho que se verifica a dicho vencimiento realizándose así
potestativo. el segundo interés del acreedor. Por eso señalamos
antes que la adecuada configuración de la figura y la
Aún cuando el plazo del requerimiento será des- cabal comprensión de su función nos permitía arro-
pués materia de un análisis más detenido, anticipa- jar luz sobre ciertos problemas fundamentales en la
mos ahora que este plazo que por disposición de aplicación de la resolución por intimación.
nuestra ley debe incluirse en la intimación, no es un
plazo de cumplimiento, pues si así fuera, el deudor Esto significa que si la imposibilidad de la presta-
se encontraría en una situación normal, no patológi- ción sobreviene después de efectuada la intimacióní
ca, que el ordenamiento no podría reprocharle pues el deudor responde como un incumplidor incluso si

2' Postulan esta tesis, sobre la base de ta opinión de Natoli, SPALLAROSSA (op. dt. T. II,Vol. IV, p. 884), COLLURA, G. (op. dI., p.l13)
YPELLEGRINI, G. (En: Le fonti del Diritto Itaiiano, Codice C¡¡¡ile, a cura de Pielro Rescigno, terza edizione. Milano: Giuffre Editore, 1997, p. 1659).

2Y COSTANZA, M.. op. dI., p. 437, 438.

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la imposibilidad se debe a una causa que no le sea mediante el cual la resol ución se prod uce de pleno
imputable. Pero significa además, que el plazo que derecho (es extrajudicial) sin necesidad de haberlo
prevé el artículo 1429 de nuestro Código y que el estipulado en el contrato, indica el momento en
acreedor debe establecer en su requerimiento, no es que el interés en la prestación se extingue en el
un plazo de cumplimiento ni por tanto debe tener acreedor para dar paso a un interés en la libera-
una extensión suficiente para que el deudor pueda ción del vínculo; pero además sirve para advertir
durante su transcurso ejecutar la prestación. En a la otra parte que la consecuencia de su incumpli-
consecuencia, el acreedor no tiene que evaluar cuánto miento será la resolución, evitando con dicho
tiempo' necesitará el deudor para poder ejecutar plazo sorprender al deudor. En consecuencia, el
íntegramente la prestación sino más bien en qué referido plazo tiene por función establecer el mo-
momento es que decaerá su interés en la prestación; mento en el cual tendrá lugar la resolución. Es
ese momento es el que, bajo la forma de un plazo, obvio que para ese momento tienen que estar
debe establecer en su requerimiento. Es verdad que presentes los presupuestos necesarios para que
nuestro Código, siguiendo el texto argentino y sepa- opere dicho fenómeno de modo tal que si la pres-
rándose más bien del alemán y del italiano, dispone tación fuera ejecutada antes de la expiración del
que el plazo que establezca el acreedor no debe ser plazo,la resolución no podría verificarse. Se trata,
inferior a 15 días. Con esta extensión mínima (que en resumen, de un plazo suspensivo del efecto
nosotros no compartimos) el ordenamiento busca resolutorio. Es verdad que, como se analizará más
proteger un interés del deudor que, a diferencia de adelante,la intimación debe contener una exigen-
lo que nosotros pensamos, el legislador ha conside- cia de cumplimiento, pero el plazo, repetimos, es
rado digno de atención jurídica. Se trata del interés para establecer el momento de la resolución. A
del deudor en no ser sorprendido por la resolución. esta interpretación contribuye que, a diferencia de
lo que ocurre con los códigos alemán e italiano, el
Adviértase, en efecto, que la resolución por intima- legislador haya evitado deliberadamente ordenar
ción tiene una doble característica: por un lado, es que el plazo que se establezca en la intimación
un mecanismo resolutorio de carácter extrajudicial; deba ser adecuado o conveniente para permitir el
y, por otro, no requiere de un pacto porque lo cumplimiento30.
confiere directamente la ley. En el caso de la resolu-
ción judicial, por ejemplo, es verdad que tampoco se Es oportuno este momento para reflexionar acerca
requiere pacto para actuarIa, pero la resolución del instituto que ahora ocupa nuestra atención. Se
tiene lugar al final de un proceso durante el cual ha sostenido que el artículo 1429 del Código Civil
ambas partes exponen sus respectivos puntos de sólo puede representar un aporte valioso para que
vis ta y a portan las pruebas de los hechos que alegan, la resolución por incumplimiento discurra por los
de modo que la sentencia es pronunciada después cauces que deben corresponderle, en la medida que
de que el juez ha escuchado y evaluado los argu- constituya un procedimiento que no atente arbitra-
mentos de los litigantes y ha merituado la prueba riamente contra la normal finalidad de todo contra-
3l
por ambos producida, de suerte tal que no se puede to, que es su cumplimient0 • No tendría sentido -se
afirmar que el deudor es sorprendido por la resolu- añade-, que la ley concediera a la parte fiel un poder
ción. En el caso de resolución por cláusula expresa, tan grande como es hacer ineficaz el contrato, si es
es cierto que se trata de un mecanismo extrajudicial, que no se ha otorgado a la parte infiel una chance
como la intimación, pero el derecho de resolver efectiva de cumplir cabalmente la inejecutada pres-
32
surge de una estipulación expresa que ambas partes tación •
han incluido en el programa contractual, especifi-
cando incluso la prestación cuya inejecución permi- Habría que ver primero, cuál es el cauce que según
tirá la resolución por esta vía, de manera que tampo- el autor de esta idea debe corresponderle a la reso-
co puede considerarse que el deudor es sorprendi- lución por incumplimiento. En nuestra opinión, no
do por la resolución. debe perderse de vista que la resolución por incum-
plimiento es un mecanismo de tutela que el ordena-
El plazo que prevé el artículo 1429 de nuestro . miento jurídico pone a disposición de los contratan-
Código dentro del contexto de un mecanismo tes para remediar la lesión que les provoca el incum-

'ti Ver Exposición de Motivos Oficial, cit., p. 12.

" Son reflexiones de DE LA PUENTE, Manuel. El contrato en general. Urna: Biblioteca Para Leer el Código Civil. Vol. XV, Pontificia
Universidad Católica del Perú, Fondo Editorial, 1993. Segunda Parte, T. IV, p. 367. .

J2 ¡bid., p. 368.

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plimiento de la otra parte. Es menester advertir, que tante, de suerte que en tal hipótesis el ordenamiento
lo que atenta contra la normal finalidad del contrato debe proporcionar a éste los más eficientes mecanis-
es precisamente la situación de no ejecución de la mos de tutela.
prestación por parte del deudor, de manera que la
resolución debe ser entendida como un remedio Finalmente es oportuno recordar que se reconoce
para esa situación patológica y no como un atentado comúnmente que la intimación se configura como
33
contra la finalldad del contrato. Y frente a tal incum- una declaración unilateral de carácter recepticio.
plimiento bien puede subsistir el interés del acree- Esta apreciación no carece de importancia pues
dor en la prestación, o esa situación patológica como se sabe la declaración recepticia tiene un
puede provocar la desaparición de dicho interés, tratamiento particular en nuestro Código Civil. La
caso en el cual la prestación sería del todo inútil para declaración de intimación es recepticia, en efecto,
el contratante. En este último caso surge en él un porque en todo caso está dirigida a la parte que no
interés distinto al del cumplimento, más aún, in- ha ejecutado su prestación, de manera que es ésta la
compatible con el cumplimiento: es el interés que única a quien tal declaración interesa y frente a la
consiste en la liberación. Pues precisamente para cual puede producir efectos. En consecuencia, la
permitir la realización de este interés que el ordena- declaración de intimación, como toda declaración
miento considera relevante, surge un derecho orien- recepticia,34 produce efectos desde que llega a cono-
tado a realizarlo que es el de la resolución. Se trata cimiento del destinatario, conocimiento que, por
de un derecho de la misma jerarquía que el derecho aplicación del artículo 1374 del Código Civil, se
al cumplimiento y no de uno subordinado o subsi- entiende producido en el momento en que la decla-
diario. La fijación del plazo a partir del cual decae ración llega a su dirección a no ser que el destinata-
definitivamente el interés en el cumplimiento y rio pruebe haberse encontrado sin su culpa en la
surge alternativamente el interés en la liberación - imposibilidad de conocerla.
que se obtiene mediante la resolución- depende
pues exclusivamente del contratante perjudicado Discutida es en cambio la naturaleza negocial que la
por la inejecución de la prestación y enmodo alguno mayoría le atribuye a la declaración de intimación-
tiene que ver con las necesidades del deudor para aunque apoyados no todos en los mismos argumen-
poder ejecutar la prestación. Producido el incum- tos-, y que algunos niegan en cambio para asignarle
plimiento el ordenamiento debe dejar de considerar más bien naturaleza de acto jurídico en sentido
el interés del deudor. estricto. Así, hay quienes consideran que el efecto
negocial se manifiesta en la modificación que la
No es dable por ello sostener, que la resolución intimación provoca en la relación contractual por
constituya un procedimiento que atenta contra la disposición unilateral del acreedor, al establecer un
normal finalidad del contrato que es el cumplimien- plazo para el cumplimiento que es distinto al origi-
to si no se otorga a la parte infiel una chance efectiva nalmente previsto por las partes y ya vencido inútil-
de cumplir cabalmente la prestación inejecutada; mente, y que se caracterizaría por su perentorie-
35
como si al ordenamiento le interesara el cumpli- dad. Otros observan el fenómeno negocial en el
miento del contrato como un fin en sí mismo, por compromiso que como efecto de la intimación asu-
encima del interés del acreedor. Es evidente que la miría el acreedor, consistente en no exigir la presta-
situación de incumplimiento provocada por el deu- ción ni la resolución de la relación mientras el plazo
dor es la que más bien atenta contra la finalidad del concedido en el requerimiento se encuentre pen-
36
contrato y lesiona de paso el interés del otro contra- diente.

33 SPALLAROSA, M., op. cit., Vol. IV, T. 2, p. 884. SACCO, R. En: Trattato di Dirilto Priva/o, iredlto da Rescigno. Obbligazioni e Con/alfi, Vol.
X, T. 2, Torino: UTET, 1983. p. 522. CARRESI, F. En: Il Contratto, en Traftatodi Diritto Civile e Cornrnerciale,giil diretto da Cicu e Messineo,
continuato da Mengoni, Milano: Vol. XXI, T. 2, Giuffre, 1987, p. 920, PELLEGRINI, G., op. cit., p. 1659.

J.Para unas breves consideraciones acerca del tratamiento de las declaraciones recepticiasen el ordenamiento peruano me permito remitir
a mi trabajo La oferta al Público: razones para una discrepancia. En: Derecho N° 45, .Facultad de Derecho, Pontificia Universidad €atólica
del Perú. Lima. (1991) p. 233 Y siguientes. Una visión completa y profunda del tema se tiene en GIANPICCOLO, G .. La dicl1iarazione
rece/tizia. Milano: Giuffre,1959; del mismo autor hay una presentación más resumida en la voz: Dichiara:zione recettizia. En: la Enciclopedia,
del Diritto, Milano: Giuffre. 1964. Vol. XII, p. 384 y.siguientes.

]S Es la tesis que patrocina NATOL! (voz: Diffida ad adempiere. En Enciclopedia del Diritto, Milano: Giuffre, 1964. Vol. XII, pág. 509 Y

siguientes.) y con la que simpatiza también SPALLAROSSA, op. cit., Vol. IV, T. 2, p. 884.

MlRABELL!, Dei Contra/ti in Generaie. En.. Cornrnentarío del Codice Civile. Torino: UTET, 1980. P 618 Y 619, Entre nosotros sigue este
J',
temperamento, DE LA PUENTE. op. cit., T. IV, p. 369. No aparece claro cómo es que CARRESI (op. cit., Vol. X-XI, T. 2, p. 920) aprecia la
naturaleza negocial del instituto.

THEMIS 38
112
También, aunque con menos acogida, como ya se inmediato que tal modificación sea la introducción
dijo, se ha esbozado la idea de que la intimación se de un nuevo plazo de cumplimiento en la relación
configuraría como un acto jurídico en sentido estric- contractual o la creación de una nueva obligación -
to, argumentando para ello que los efectos que estaría a cargo del propio acreedor- cuya pres-
resolutorios no tienen su fuente directamente en la tación consistiría en no exigir la obligación incum-
voluntad del acreedor, al punto que la ley exige para plida ni resolver de otro modo la relación. La sola
ello la concurrencia de otros factores como son la enunciación de esta última tesis permite que apre-
gravedad y -para quienes así lo consideran- la ciemos enseguida su inconsis tencia pues nos parece
imputabilidad del incumplimiento, que son fenó- absurdo sostener que el ejercicio de un mecanismo
menos que escapan a la disponibilidad del acreedor de tutela frente al incumplimiento consiste en pro-
de suerte tal que la fuente de la resolución se en- vocar en el tutelado como efecto principal y directo
17
cuentra en la ley. la creación de una situación jurídica subjetiva de
desventaja, es decir, una deuda. No debe olvidarse
La teoría que califica la intimación resolutoria como que la función principal que se ha asignado a la
un acto jurídico en sentido estricto no merece ser intimación resolutoria se concreta en la resolución
compartida pues confunde la fuente de los efectos de la relación contractual y en ésta debe encontrarse
resolutorios con los presupuestos y requisitos esta- el efecto que produce.:18 No puede constituir una
blecidos para el surgimiento del derecho de resolu- objeción seria a esta afirmación, la circunstancia de
ción. El derecho de resolución constituye un meca- que la resolución no sea siempre el efecto de la
nismo de tutela frente al incumplimiento y dentro intimación en los casos en que, después que ella
de este orden de ideas tal incumplimiento no es otra haya sido cursada pero antes de que expire el plazo
cosa que un antecedente lógico y necesario en el que que se ha conferido, el deudor ejecuta la prestación
se sustenta el derecho de resolver. La gravedad del impidiendo así que se verifique la resolución. En
incumplimiento por otro lado, es una forma de ser, efecto, la resolución depende de que exista incum-
una exigencia impuesta por el ordenamiento a ese plimiento y por lo tanto el efecto extintivo de la
presupuesto, es decir, una calificación que resolución no puede verificarse si no hay incumpli-
individualiza el tipo de incumplimiento a partir del miento a ese momento. Pero esto no es ajeno al
cual surge el derecho de resolver. Esto quiere decir acreedor pues él mismo somete la resolución al
que el ordenamiento jurídico no confiere el derecho plazo que al efecto concede; en otras palabras, el
de resolución por intimación en el caso en que se acreedor indica con la intimación que la resolución
verifique cualquier incumplimiento sino únicamente tendrá efecto si al expirar el plazo que él fija se
cuando se presente un cierto tipo de incumplimien- mantiene la situación de incumplimiento. Así, el
to caracterizado por su relevancia. No se puede incumplimiento relevante que constituye un presu-
sostener por ello, que además de la intimación, que puesto del surgimiento del derecho de resolución
constituye el ejercicio del derecho de resolución y por intimación se mantiene después como un requi-
por lo tanto de un acto negocia!, se requiera de otros sito de eficacia del derecho ya surgido.
factores complementarios o concomitantes a ese
ejercicio -que están fuera de la esfera de disposición 6.- PRESUPUESTO DE LA RESOLUCIÓN POR
del acreedor- como es la gravedad del incumpli- INTIMACIÓN
mIento pues ésta, como característica del incumpli-
miento, es más bien necesaria para el surgimiento Como ya se ha tenido ocasión de indicar, el incum-
del derecho subjetivo de resolución, y posterior- plimiento de la obligación por parte de uno de los
mente la subsistencia de este presupuesto resulta contratantes es el antecedente lógico y necesario
indispensable para la eficacia del derecho. (presupuesto) para que pueda surgir y ejercerse
eficazmente el derecho de resolución. Se trata,
Está fuera de duda en nuestro concepto, que la como puede observarse, de un presupuesto de or-
intimación resolutoria sea un acto negocial. Pero den general aplicable a cualquiera de los mecanis-
falta identificar entonces la modificación que este mos de resolución, de manera que no es oportuno en
acto negocial, como derecho potestativo, provoca "esté lugar revisar el fenómeno del incumplimiento;
en la relación contractual. Debe descartarse de pero sí es pertinente reVIsar ahora algunos aspectos

" COSTANZA, op. cit., p. 444: También, aunque por razones que no explica, VON TUHR" 'Andreas. Tratado de las Obligaciones.
Traducción de W. Roces. Madrid: Reus, Madrid, 1934. T. 2, p. 122.

1<Las palabras de RamelJa, (op. cit., p.158), son más que elocuentes. Según él, la dirección de la voluntad del declarante tiende en sustancia
al ejercicio de la resolución, quedando en un segundo plano aquella parte de la declaración que contiene la exigencia de cumplimiento,
pues ella no es más que la observancia de un presupuesto exigido por la ley para que pueda producirse el efecto resolutorio.

THEMIS 38
113
de este presupuesto relativos específicamente al na situación de incertidumbre que pueda ser despe-
caso de la resolución por intimación. Nos referimos jada por la resolución.
a la cuestión de la relevancia del incumplimiento.
La cuestión no carece de interés para nosotros.
La doctrina, en efecto, sobre todo la italiana, se ha Como sabemos, en nuestro Código no existe un
preocupado de analizar con mucho detenimiento si precepto específico que sólo permita la resolución
ha de aplicarse a la hipótesis de la resolución por en los casos de incumplimiento de importancia no
intimación, y en qué medida, aquella regla según la escasa o, si se prefiere, que excluya la posibilidad de
cual la resolución no puede tener lugar si el incum-- resolver la relación contractual cuando el incumpli-
plimiento es de escasa importancia. Recuérdese que miento es de escasa relevancia. Sin embargo, en el
dicha regla ha encontrado sanción legislativa en el ordenamiento peruano también debe considerarse
artículo 1455 del Código Civil italiano. La mayor presente tal norma, pues constituye una específica
parte de los autores se inclina por la tesis afirmativa manifestación de la regla de la buena fe objetiva
con el apoyo del argumento -de orden sistemático- cuya aplicación ordena el artículo1362 de nuestro
según el cual la aplicación de la norma sobre la Código 41 • En tal sentido, para determinar cuándo es
importancia del incumplimiento se debe a que el que el incumplimiento de una de las partes es de tal
artículo 1455 que la contiene está ubicado a conti- entidad como para justificar la resolución, debe
nuación de aquel que consagra la resolución por atenderse a las reglas de la buena fe, considerando
intimación (artículo 1454)39. que el incumplimiento puede ser cualitativo, cuan-
titativo o temporal. Ciertamente el análisis resulta
Cabe ad vertir que no ha tenido fortuna y ha perma- superfluo cuando se trata de la falta de ejecución
necido del todo aislada aquella tesis según la cual en total de la prestación principal, puesto que en este
el caso de la resolución por intimación no resultaría caso el interés del acreedor se encuentra del todo
aplicable el requisito de la importancia del incum- insatisfecho, presentándose así la hipótesis más cla-
plimiento, habida cuenta de la ratio de la norma ra de aplicación del mecanismo de tutela. Pero sí
correspondiente, pues el problema que con ella cobra sentido cuando se trata de incumplimiento
habría afrontado y resuelto el legislador se refiere a cualitativo o cuantitativo (o de ambas característi-
cuestiones que comprenden el valor económico- cas) de la prestación principal o cuando es un in-
jurídico de la certeza de los tráficos, ofreciendo en cumplimiento cualitativo, cuantitativo o temporal
consecuencia a los contratantes un remedio a través de prestaciones accesorias.
del cual salir de la incertidumbre de una situación
en la cual no se sabe todavía si el contrato tendrá No cabe ninguna duda acerca de que la tarea de
ejecución o permanecerá definitivamente evaluación de la idoneidad del incumplimiento en
inejecutado 4tJ. Es claro para nosotros que la resolu- términos de su importancia para determinar si se
ción sólo es un mecanismo de tutela disponible para justifica la resolución corresponde en definitiva al
los contratantes si se presentan los presupuestos y juez de mérito. En cambio, los criterios que la
los requisitos necesarios para su actuación. En tal doctrina ha sugerido para evaluar la importancia
sentido, si se tiene un incumplimiento de escasa del incumplimiento no son homogéneos, puesmien-
importancia, la resolución no es una opción válida tras que algunos estiman que se debe atender a la
para el contratante de manera que siendo su única presumible voluntad de las partes 42, otros reco-
alternativa la vía del cumplimiento, no existe ningu- miendan tener en cuenta la interdependencia fun-

J'J Conformes, MlRABELLI, G., op. cit., p. 617; GIORGIANNI, M .. L'Inadempímento. Milano: Giuffre, 1975. p. 106; Scognamiglio, R.,

op. cit., p. 358.

411 COLLURA, G., op. cit., 1992. p. 118.

41 No puede soslayarse que el artículo 1362 de nuestro Código que se ha citado en el texto, dispone que el contrato debe ejecutarse-además
de negociarse y de celebrarse- según las reglas de la buena fe. Pero no creemos que ello autorice a sostener que la aplicación d~ dichas
reglas esté excluida cuando se trata de la actuación de los mecanismos de autotutela predispuestos por la ley, y en particular de aquellos
que consisten en el derecho de suspender la ejecución del contrato o de resolverlo, con el argumento de que en tales casos no se trataría,
en estricto sentido de la ejecución del contrato que.es la hipótesis prevista por el referido artículo 1362, sino todo lo contrario, supuestos
de no ejecución del contrato. Aparte del hecho que tratándose de resolución por cláusula expresa tal argumento no sería consistente, la
norma impone una regla de conducta que alcanza a todas las fases del contrato, aunque en su redacción se haya contemplado sólo el
supuesto fisiológico de súnormal actuación. En todo caso tendrá que admitirse por quienes piensen que la norma no se aplica
directamente a los supuestos que no configuran una estricta ejecución del contrato, que en tales casos el artículo 1362 sí se aplica por
analogía.

42 Según MIRABELLI, (op. cit., p. 606), esta opinión fue expresada por Dalmartello en una obra publicada en 1939.

THEMIS38
114
cional entre las prestaciones desde el punto de vista el plazo consignado en la intimación tiene corno
de la perturbación que el incumplimiento de marras función diferir hasta su término el momento
provoque a tal interdependencia43; otros más en- resolutorio. En otras palabras, la función que según
tienden que se debe decidir sobre la base de un juicio hemos indicado tiene el plazo que el acreedor con-
de equidad, aunque al expresarlo el juez deba recu- signa en la intimación consiste en establecer el mo-
rrir inexorablemente a consideraciones de orden mento en que decae su interés en el cumplimiento y
H
subjetivo y conjetural ; otros en fin han escrito que aparece en su reemplazo el interés en la liberación,
debe atenderse a una común apreciación tornando de manera que la gravedad del incumplimiento que
en cuenta las circunstancias del caso 45. es el fenómeno que lesiona el interés del acreedor en
el cumplimiento debe ser apreciado justamente al
Ahora bien, al analizar el rol que la relevancia del momento en que esa lesión tiene lugar.
incumplimiento pueda desempeñar dentro del fe-
nómeno resolutorio no puede dejar de considerarse En consecuencia, si después de producida la intima-
que la resolución constituye un mecanismo de tute- ción pero antes de que expire el plazo fijado por el
la para el contratante, que el ordenamiento le conce- acreedor el deudor cumple parcialmente, la magni-
de como reacción frente a la lesión de su interés en tud del incumplimiento debe ser apreciada, corno se
la prestación, provocada por el incumplimiento de ha dejado indicado, al momento en que vence el
la otra parte. Si esto es así, corno en efecto lo es, la plazo; pero con esta aclaración. Si el pago parcial no
elección de la resolución que efectúe el contratante fue aceptado por el acreedor, se hará caso omiso de
debe responder a una evaluación personal acerca de él al efectuar la evaluación; si, al contrario, el pago
la subsistencia de su interés en la prestación, habida parcial fue aceptado por el acreedor, la evaluación
cuenta del incumplimiento. Dentro de este orden acerca de la importancia del incumplimiento recaerá
de ideas, la valoración que más tarde se haga acerca nada más que en la parte de la prestación no ejecu-
de la importancia del incumplimiento no puede tada.
prescindir de la ponderación del referido interés 40.
En otras palabras, el juez debe decidir si el incumpli- Finalmente es menester analizar la problemática de
miento ha originado un decaimiento del interés del la mora en cuanto concierne al procedimiento de
contratante considerando íntegramente la econo- resolución mediante intimación, y el problema co-
mía de la relación y las circunstancias del caso. nexo de la oportunidad en que se puede recurrir a la
resolución por intimación. Todos los procedimien-
Ahora bien, el incumplimiento debe presentarse al tos de resolución -a excepción de la resolución por
momento en que se realiza la intimación y subsistir vencimiento de plazo esencial- pueden desarrollar-
hasta el vencimiento del plazo, pero la valoración de se por el contratante después de que la otra parte
la importancia del incumplimiento debe tener corno está constituida en mora, si ese fuera el caso, porque
referencia temporal el momento en que expira el la resolución no es incompatible con una previa
plazo concedido en la intimación y no el momento situación morosa. Lo que no es dable admitir es que
47
en que se intima al contratante incumplidor . La la resolución corno mecanismo de tutela -estableci-
justificación de esta afirmación tiene que hacer con do por el ordenamiento jurídico corno reacción fren-
el momento resolutorio. En efecto, la importancia te a la lesión del interés del contratante- consistente
del incumplimiento debe ser observada corno un en la liberación del vínculo contractual, y por ello
requisito o exigencia, una forma de ser en fin, del incompatible con la ejecución de éste, sólo pueda
presupuesto resolutorio constituido por el incum- actuarse corno paso posterior a la constitución en
plimiento. Siendo esto aSÍ, lo lógico es que el requi- mora, lo que supondría un interés del contratante en
sito se satisfaga al tiempo en que la extinción de la el cumplimiento, pero sobre todo corno paso poste-
relación contractual deba tener lugar. Precisamente rior a una exigencia de pago, que es el mecanismo

"' Con!. MIRABELLI, op. cit., p. 606.

44 Según CARRESI, F., (op. cit., Vol. XXI, T. 2, p. 918) esta opinión corresponde aí propio Dalmartello pero expresada más tarde en otra

obra publicada en 196.9.

45 Esta es la tesis de CARRESI, op. cit., Vol. XXI, T. 2, p. 918.

4'. La ponderación del interés del cOntatante en la evaluación de la importancia del incumplimiento es aconsejada con incuestionable
pertinencia por CIORCIANNI, M., (op. cit., p. 106).

" Cunf. BlANCA, M., PA TTI, C., PATTI, S .. Lessico de Diritto Civile. Milano: Ciuffre, p. 273; MIRAÉELLI, C., op. cit., p. 617, PELLECRINI,
G., op. cit., p. 1659.

THEMIS38
115
necesario para que la constitución en mora tenga puede realizarse cuando al vencimiento del plazo
lugar. establecido para el cumplimiento se configura una
situación de falta de ejecución de la prestación ya
Esta exigencia previa es tanto más innecesaria en sea que en forma previa se haya constituido en mora
este caso especifico cuanto que el procedimiento al deudor o no; o cuando su ejecución es parcial o
resolutorio por intimación prevé una exigencia de defectuosa, habida cuanta de que se trata de una
cumplimiento compatible con un todavía subsis- forma de tutela que, como repetidamente se ha
tente interés del acreedor en la prestación, de mane- dicho, combina la protección del interés en la pres-
ra que sería exagerado, por decir lo menos, imponer tación y la del interés en la liberación. Consecuen-
al contratante que pretende resolver por la vía de la temente, este mecanismo de tutela sólo puede
intimación, que previamente a la exigencia de cum- actuarse cuando la falta de cumplimiento (cualitati-
plimiento requerida por la ley como parte del con- vo, cuantitativo o temporal) origina una lesión al
tenido de la intimación resolutoria, exija el cumpli- interés del acreedor pero nunca antes. No nos
miento para constituir en mora al deudor. Así, de parece que pueda compartirse aquella tesis según la
aceptarse la tesis aquí combatida, si el contratante cual la intimación puede formularse antes del ven-
desea resol ver por intimación debe necesariamente cimiento de la obligación, anticirando el supuesto
5
exigir el cumplimiento al otro contratante (con el de no cumplimiento oportuno. La razón es bas-
único fin de constituirlo en mora) y acto seguido tante simple, el derecho en que la tutela consiste,
exigirle nuevamente el cumplimiento dentro del como reacción del ordenamiento jurídico frente a la
contexto del procedimiento resolutorio por intima- lesión de un interés jurídicamente relevante, sólo
s1
ción. Debe pues ser rechazada la tesis que afirma puede surgir cuando tal lesión se ha producido
que es requisito p,revio a la intimación constituir en
mora al deudor. " Ahora bien, como ocurre en general con todos los
supuestos de resolución, la ley no ha fijado un plazo
En nuestra opinión, nada impide que si la situación especial de prescripción o de caducidad para el
de mora todavía no se ha presentado, la propia ejercicio del derecho de resolución por intimación,
intimación resolutoria, en tanto que exigencia de lo que a nuestro modo de ver constituye un acierto,
cumplimiento, provoque los efectos de la mora 44 ya que tratándose de un mecanismo de tutela alter-
porque la interpelación consiste justamente en la nativo al derecho al cumplimiento, el plazo para el
exigencia de cumplimiento, realizándose así el pro- ejercicio del derecho de resolución debe prolongar-
pósito de la norma que ha previsto la interpelación se tanto como subsista el derecho al cumplimiento,
como requisito general de configuración de la mora; de tal modo q,ue se extingue con la prescripción de
2
de otro modo se dejaría al acreedor sin la protección este derecho: Por esto no avalamos la solución
necesaria. En consecuencia, si la imposibilidad de la introducida por el Derecho alemán y compartida
prestación por causa no imputable ocurre durante por algunos autores, que permite al deudor fijar un
el transcurso del referido plazo, el deudor debe plazo al acreedor para que decida si ejerce su dere-
responder con arreglo a las reglas generales cho de resolver con el efecto de quedar extinguido el
(pl'rpetuatio obligationis). Del mismo modo, si el derecho de resolución si no se ha ejercido a la
deudor ejecuta la prestación dentro del plazo de la expiración de ese plazo. 53
in timación, debe resarcir el daño causado por la
mora. 7.- PROCEDIMIENTO RESOLUTORIO

Dentro de este orden de ideas, la intimación con la Como hemos ya anticipado, el artículo 1429 del Có-
que se da inicio a este procedimiento de resolución digo Civil prescribe que el contratante que se perju-

4K Conf. COSTANZA, M., op. cit., p. 438, PELLEGRINI, G., op. cit., p. 1659.

'" Conf. COSTANZA, M., op. cit., p. 438, PELLEGRINI, G., op. cit., p. 1659.

,,, La opinión criticada pertenece a HALPERIN, 1., op. cit., p. 50, Y ya con anterioridad hemos expresado nuestra discrepancia (La
resolución por incumplimiento. En: Temas, cit., p. 128); tampoco comparte la referida opinión DE LA PUENTE, M., op. cit., T. IV, p. 370.,

\1 Salvo en los contados casos de tutela preventiva: en los cuales la protección se orienta a evitar que pueda producirse una lesión y por
ello están previstos como reacciói1 frente a una lesión potencial.

s, Conforme MlQUEL, J., op. cit., p. 179.


51El parágrafo 355 del Código alernánconfier~ el referido derecho en los siguient~s términos: "Si no está pactado un plazo para el ejercicio
del derecho de resolución, puede ser señalado por la otra parte para el ejercicio un plazo prudencial al titular. El derecho de resolución

THEMIS 38
116
dica con el incumplimiento de la otra parte, puede tos hemos ya detallado, es determinante para resol-
requerirla para que satisfaga su prestación dentro de ver el problema relativo al criterio que debe
un plazo no menor de 15 días bajo apercibimiento de adoptarse para determinar la extensión del plazo.
que, en caso contrario, el contrato queda resuelto. Es conocida la polémica que ha surgido en torno a si
Esta intimación es la que da inicio al procedimiento el plazo que el acreedor debe establecer habrá de
resolutorio y de la cual ahora nos ocupamos; debe tener una extensión tal que permita al deudor du-
contener, por lo menos, una exigencia formulada al rante su transcurso ejecutar la prestación. En la
deudor para que ejecute la prestación insatisfecha, la línea afirmativa se encuentran fundamentalmente
fijación:' de un plazo y la advertencia del efecto 1os autores a1emanes 5 5e .Ita l'lanos, 56 en b uena me d'I-
resolutorio para el caso de que al final del plazo que da condicionados por la exigencia que contienen,
el acreedor haya establecido la prestación permanez- respectivamente, el primer párrafo del parágrafo
ca insatisfecha. A continuación habremos de anali- 326 del BGB y el primer párrafo del artículo 1454 del
zar detenidamente cada uno de estos elementos que Código italiano. El primero ordena que el plazo sea
54 57
conforman el contenido de la intimación. prudencial y el segundo que sea conveniente.

El artículo 1429 indica claramente que quien se En cambio, en países como Argentina cuyos códigos
perjudica con el incumplimiento debe requerir a la no incluyeron la exigencia de un plazo prudencial o
otra parte para que satisfaga la prestación. No existe conveniente, sino que se limitan a exigir un lazo
pues lugar a dudas de que la intimación debe conte- mínimo de 15 días siguiendo en esto la novedad que
ner una exigencia de cumplimiento que no es otra introdujo en su momento el Código italiano, la
58
cosa que el ejercicio extrajudicial del derecho de opinión dominante se inclina por la tesis que
crédito, esto es de la pretensión por parte del acree- considera suficiente en cualquier caso fijar el plazo
dor de la ejecución de la prestación a cargo del mínimo legal aunque sea manifiestamente insufi-
deudor, de guisa que no sería suficiente simplemen- ciente para permitir al deudor la ejecución de la
te recordar la falta de ejecución. Y es que como prestación insatisfecha.
hemos ya puntualizado, la resolución por intima-
ción supone una actual subsistencia del interés en el Entre nosotros, que en este aspecto tenemos una
cumplimiento por parte del acreedor. semejanza respecto del Código argentino, también
se ha presentado la polémica, ya que algunos insis-
En segundo lugar, el acreedor debe establecer un ten en que el plazo debe tener una extensión tal que
59
plazo en su requerimiento, de cuyo sentido y fun- permita cumplir al deudor (siempre con el límite
ciones ya nos hemos preocupado detenidamente mínimo de 15 días) y otros opinan que el plazo debe
con anterioridad. Es un plazo durante el cual sub- ser fijado por el acreedor en función de su interés,
siste el interés del acreedor en el cumplimiento y bastando que se señale en cualquier caso el mínimo
cuya expiración pone de manifiesto la extinción de establecido por la ley.6ü
dicho interés y el surgimiento de aquel relativo a la
liberación, que se realiza automáticamente median- Para nosotros, aquellas ideas que hemos vertido a
te la resolución. Esta conclusión cuyos fundamen- propósito de la naturaleza y función del instituto de

q Está conforme conque este es el contenido de la intimación la mayor parte de la doctrina; ver por todos DE LA PUENTE, op. cit., T. IV,
p. 371 Y372; MAIORCA, Il Contralto. Torino: Giappichelli, 1984. p. 278;CARRESI, op. cit, p. 920; COSTANZA, op. cit. p. 441; MIRABELLI,
op. cit., p. 617; HALPERIN, op. cit., p. 49. Algunos autores argentinos, interpretando su código consideran que en la intimación debe
incluirse una exigencia de pago de daños y perjuicios.

"LARENZ, K., op. cit., p. 353. HEDEMAN, J. W., op. cit., p.181. ENNECCERUS, L.. Derecho de Obligaciones. Barcelona: T. II, VoL 1, Bosch,
1954. p. 95.

Sh MIRABELLl, G., op. cit., p. 619. SPALLAROSSA, M., op. cit., Vol. IV, T. 2, p. 885.

57El segundo párrafo del artículo 1454 del Código Civil Italiano agrega que'el plazo -conveniente por disposición del primer párrafo- no
debe ser inferior a 15 días, salvo estipulación en contrario de las partes o salvo que'por la naturaleza del contrato o según los usos, resulte
conveniente un plaz9 iJ1enor.

S< Es el caso de CÉSAR SANTIAGO, H., op. cit., p. 744. HALPERlN, L, Pp.cít:"p: 51. RAMELLA, A., op. cit., p. 163 Y 164. MIQUEL L
op. cit., p. 166 Y 167. BORDA, ~., Tratado de derecho Civil, Contratos. Buenos Aires: Perro~,T: 1, p. 240. .

'" Es el caso de DE LA PUENTE, Manuel, op. cit., T. IV, p. 372 Y siguientes.

,,1 Es el caso del legislador de la Comisión Revisora, Exposición de Motivos Oficial, cit., p. 12. Yo taÍllbién he opinado en el mismo sentido
en otro trabajo: ver por todos Resolución por Incumplimiento, cit., p. 125.

THEMIS38
117
la resolución por intimación nos permiten salvar la intimación evitando que se produzca el efecto
63
con facilidad el escollo al apreciar claramente que el resolutorio. En efecto, en los dos primeros casos,
plazo lo establece el acreedor con arreglo a su propio que son equivalentes, nadie -a menos que la ley o el
interés, pues como ya sabemos dicho plazo indica pacto lo autoricen- puede suplir un plazo que es
cuándo se extingue su interés en el cumplimiento y manifiestamente relativo y que está referido al inte-
cuándo surge en sustitución de éste el interés en la rés del acreedor. Sin embargo, habida cuenta que la
liberación. En consecuencia, la extensión del plazo ley -en una tesis que no compartimos- decidió fijar un
que se consigne en el requerimiento debe determi- plazo mínimo, hubiera sido deseable que -atendien-
narse en función de tales intereses mas no en aten- do a un principio de conservación- otorgara a ese
ción a lo ~ue sea necesario para que el deudor pueda plazo mínimo también una función supletoria de
cumplir. No podemos dejar de poner de relieve manera que operara o bien cuando el acreedor no
las opiniones de juristas italianos, que incluso den- estableciera un plazo determinado o determinable, o
tro del contexto de su ordenamiento jurídico entien- cuando estableciera un plazo menor.
den que la conveniencia del plazo dispuesto por la
ley italiana debe medirse con respecto a las concre- Otro aspecto que debe ser cuidadosamente conside-
tas posibilidades que el deudor tiene de afrontar sus rado por las implicancias prácticas que reviste y
compromisos, pero teniendo como límite la posi- sobre el cual la doctrina tampoco es pacífica, es el
ción del acreedor cuya espera no puede superar el relativo a la posibilidad de revocar la intimación o
tiempo en el cual sea razonable suponer que él de modificar, para ampliar o reducir, el plazo con-
62
mantenga todavía interés en el cumplimiento. signado en ella por el acreedor. Algunos autores
Estas opiniones no sólo comparten nuestra tesis en sostienen que el acreedor no puede revocar, reducir
cuanto al protagonismo del interés del acreedor en ni ampliar el plazo fijado en la intimación por cuan-
cuya tutela se ha dispuesto el instituto de la resolu- to existe un interés del deudor a la certeza de la
ción por intimación, sino que permiten apreciar que situación, interés que la ley protege y que se vería
la conveniencia del plazo no tiene que estar referida afectado si el acreedor puede cambiar de opinión
necesariamente a la posibilidad de cumplimiento precipitando la resolución con una reducción del
sino precisamente al interés del acreedor. plazo o postergándola con la ampliación del mis-
mo."" Otros piensan que el plazo puede ser amplia-
65
Ahora bien, el plazo, como los demás aspectos del do pero no reducido argumentando que en el
contenido de la intimación, de los que trataremos primer caso el deudor podría haber ajustado la
más adelante, es esencial para el instituto si se consi- ejecución de la prestación con arreglo al plazo fijado
dera que es este plazo el que nos indica si todavía se impidiéndose la posibilidad del cumplimiento con
mantiene o si se extingue la relación. Ello trae como la reducción del plazo; y que en cambio en la segun-
lógica consecuencia que la omisión en fijar un plazo da hipótesis en nada se afecta al deudor que siempre
en la intimación, su indeterminabilidad objetiva o la puede ejecutar la prestación antes de vencimiento
66
indicación de uno inferior al legal, tornan ineficaz a del nuevo -mayor- plazo.

<>, Si bien la doctrina italiana no ha sido capaz de apreciar en su exacta dimensión el fenómeno de la resolución por intimación habida
cuenta que el Código Italiano tampoco concede la posibilidad de resolver prescindiendo del plazo, como en cambio lo hizo el segundo
párrafo del parágrafo 326 del BGB, y más bien exige la concesión de un plazo prudencial no inferior a 15 días, resulta sumamente sugestivo
que voces muy autorizadas piensen que el límite máximo del plazo debe estar dado por el interés del acreedor. Maria Costanza, por
ejemplo, si bien considera con la doctrina mayoritaria que la conveniencia del plazo debe medirse en función de las c<?ncretas
posibilidades que el deudor tiene de enfrentar sus compromisos, advierte con significativo énfasis que ello debe hacerse sin oívidar la
posición del acreedor cuya espera no puede superar el tiempo en el cual sea razonable suponer que él mantenga todavía interés en el
cumplimiento (op. cit., p. 446). Mirabelli, por su parte, admítiendo también la tesis más difundida en cuanto a la adecuación del plazo,
considera que siempre debe estar dentro del límite máximo del interés del acreedor en recibir la prestación (op. cit., p. 618).

(.2 Muy cerca de esta tesitura para el Derecho suizo; pero con referencias al Derecho alemán, que en este aspecto coincide, VONTUHR, Andreas,
op. dt., T. 1I, p.123, pues dicho autor señala que el plazo deberá ser tanto más corto cuanto mayor sea el interés que tenga el acreedor en el pronto
cumplimiento de la obligación, ya que no debe traducirse en un perjuicio demasiado grande para el acreedor fiel al contrato.

(,1 IZA MELLA, A., op. cit., p. 164.

,,' SPALLAROSSA, M., op. cit., Vol. IV, T. 2, p. 885. MlRABELLI, G., op. cit., p. 619.

(,; MIQUEL, J., op. cit., p. 168. RAMELLA, A., op. dt., p. 165.

"" No aparece muy clara la opinión de Mícdo, R, (op. cit., p. 443), quien después de plantearla interrogante defiende la tesis, por lo demás
no negada por nadie, según la cual nada impediría que una modificación del plazo sea materia de una estipulación entre las partes de
suerte que tal modificación sea una manifest1ltión de la autonomía privada¡ es claro que de lo que se trata es de establecer si el acreedor
puede realizar la mentada modificación de manera unilateral. Tampoco es clara su explicación acerca de porqué puede el plazo SE'r
reducido por autoridad del acreedor.

THEMIS 38
118
El derecho potestativo en que la resolución por ad vertencia de que la resolución ocurrirá, adverten-
intimación consiste se ejerce cuando el acreedor cia que por ello..resulta indispensable para configu-
68
intima al deudor y le fija un plazo en dicha intima- rar el instituto.
ción. Dentro de este orden de ideas, creemos que
com o regla general la in timación no puede ser revo- 8.- FORMALIDAD DE LA INTIMACIÓN
cada ni el plazo alterado en una forma o en otra. Sin
embargo, la ley puede autorizarlo a ello por razones En cuanto a la formalidad se refiere, el artículo
de política legislativa que es justamente lo que 1429 del Código Civil dispone que la intimación se
ocurre en el caso del llamado ¡LIS varíandí y que realice por carta y que ésta se remita a su destina-
nuestro Código no tiene el cuidado de regular como tario por conducto notarial. Frente a tal disposi-
en cambio hace el Código de Italia en el segundo ción sería pertinente preguntarse acerca del carác-
67
párrafo de su artículo 1553 a propósito de la reso- ter de la referida exigencia a fin de establecer si se
lución judicial. En tal sentido, lo que se resuelva a trata de una formalidad ad solemnítatem, cuya in-
propósito de este problema servirá para resolver observancia comprometería directamente la vali-
tambiéu aquél desde que se trata justamente de una dez de la intimación en tanto que se trataría de un
de sus manifestaciones. Aunque no nos ocupare- requisito impuesto a la declaración como elemen-
mos ahora con detenimiento del problema del íllS to del negocio de intimación, o si la ausencia de
-unriandi, en nuestra opinión resulta admisible en semejante formalidad no afecta la validez de la
ambos sentidos y así debería consignarse en nuestro intimación en tanto que es exigida por la ley para
Código en una futura reforma. efectos de disponer de un medio idóneo para
probar la existencia y el contenido de dicha intima-
Por último, el contenido de la intimación se comple- ción. Felizmente, el sistema de las formalidades
ta -además de 1requerimiento de cumplimiento y de establecido por nuestra ley civil aleja toda posibi-
la fijación de un plazo- con la advertencia del efecto lidad de duda, de guisa que no parece que por
resolutorio. El acreedor debe poner de manifiesto ahora pueda presentarse mayor controversia so-
que está ejerciendo su derecho de resolución por bre el particular. El artículo 144 del Código Civil,
intimación para lo cual no es suficiente que exija la en efecto, puntualiza que cuando la ley impone
prestación y señale un plazo; debe advertir que su una forma y no sanciona con nulidad su inobser-
interés en el cumplimiento tiene un límite temporal vancia, se trata tan sólo de un medio de prueba de
al final del cual surgirá un interés en la liberación, lo la existencia del acto. Por lo tanto, habida cuenta
que ocurrirá a la expiración de ese plazo si la pres- de que ni el artículo 1429 ni ningún otro dispone la
tación no ha quedado ejecutada. Tal exigencia es nulidad de la intimación en el caso en que no se
compatible con la necesidad de revelar claramente cumpla con adoptar la forma escrita o no se remita
al deudor que se está ejerciendo este derecho, lo que la comunicación por conducto notarial, la ausen-
además se condice con el hecho de que la intimación cia de las referidas formalidades sólo repercutirá
se instrumente mediante una declaración recepticia. en el aspecto probatorio mas no en lo ~ue concier-
6
Esto pone de manifiesto una preocupación en el ne a la validez o eficacia del instituto. En conse-
ordenamiento por valorar un interés del deudor en cuencia, será válida la intimación formulada por
conocer las decisiones que adopta legalmente el escrito pero remitida por un mensajero o por fax,
acreedor con relación al vínculo del cual el primero o formulada verbalmente. Por lo demás, nada
también forma parte. Ese interés legítimo queda impide que el interesado pueda producir la prue-
satisfecho expresando en cualquier manera en que ba a través de cualquiera de los medios que admite
se quiera -siempre que resulte sin lugar a dudas-la la ley.70

,., La indicada disposición tiene el siguiente tenor: "La resolución puede ser demandada aún cuando el juicio haya sido promovido para
obtener el cumplimiento; pero no puede pedirse el cumplimiento cuando haya sido demandada la resolución.".

,., LARENZ, K., 0p. cit., p. 353. SPALLAROSSA, R, op. cit., Vol. IV, T 2, p. 884. COLLURA, G., op. cit., p. 113. CRISCUOLI, G., op. cit.,
P 479. HEDEMANN, op. cit., p. 181. ZATTI YCOLUSSI, LÍlleamenti di DiÍ-itto Priz¡ato. Seconda edizione. Padova: CEDAM, 1989. p. 446.
MIQUEL, L op. cit., p. 161.

,." Conforme, Exposición de Motivos Oficial, ,;t., p. 11.


"'1) ~ ~

. No creemos que pueda compartirse la opinión de DE LA PUENTE (op. cit. T. IV, p. 371) según la cual,la carta nolarial sería en este caso
la única forma de probar que se ha realizildo la intimación, a menos queel destinatario acepte que sí tuvo lugar. Ocurre que el citado autor
es del temperamento que también la formalidad Ild probatirmerrl tiene necesariamente que ser acatada (ver por todos: op. cit., T.I, p. 170),
la
olvidando que el artículo 144 señala que dicha formalidad (ad probatiol1em) es sólo "un" medio' de prueba de existencia del acto, a
diferencia de la solución que adoptó para el anteproyecto que él presentó conjuntamente con Susana Zusman que señalaba que dicha
formalidad era "el" medio de prueba, texto que no mereció acogida.

THEMIS38
119
Antes de concluir estas ideas acerca de la formali- brar y asumir el riesgo que su decisión comporte en
dad que concierne a la resolución por intimación, términos de seguridad jurídica. Y por otro lado, la
conviene tener en consideración el precepto que necesidad de otorgar certeza y seguridad, sobre
contiene el último párrafo del artículo 141 del Códi- todo en el caso de los m.ecanismos de autotutela
go CiviL Hemos ya dejado establecido queno acatar privada, evitando la proliferación de juicios o facili-
la formalidad que prevé el artículo 1429 no aCarrea tando la solución de los mismos, y procurando una
la nulidad de la resolución por intimación, pero predictibilidad de las sentencias judiciales; lo que
debemos recordar que la manifestación de voluntad aconsejaría la imposición de una solemnidad como
no puede ser tácita cuando la ley exige declaración' la que ahora prevé el artículo 1429 sólo como forma
expresa, de modo tal que si así fuera, es decir si la ley ad probationem. De ambas alternativas nosotros pos-
exigiera declaración expresa, una manifestación tá- tulamos la primera.
cita se equipararía a la ausencia de manifestación de
voluntad y por ello a la nulidad del negocio jurídico. 9.- ÁMBITO DE LA RESOLUCIÓN POR INTI-
Es cierto que en este caso es muy poco probable que MACIÓN
el problema se pueda presentar si se considera que
por el contenido que la intimación debe tener, mani- Hemos ya puntualizado que la intimación puede
festarla tácitamente es poco menos que imposible. actuarse tan pronto como expira el plazo estableci-
Pero si alguna circunstancia permitiera do para el cumplimiento, sin necesidad de que el
hipotéticamente intimar tácitamente cumpliendo deudor haya sido previamente constituido en mora.
con todo el contenido que debe tener la intimación Hemos dicho también que en este último supuesto,
-contenido que ya hemos estudiado- deberá con- es decir cuando el deudor no ha sido constituido en
cluirse que la intimación tácita no es legalmente mora todavía, la intimación provoca dicho efecto al
válida porque el artículo 1429 exige la expresa - cumplir una función interpelatoria, desde que con-
indica que sea por escrito-, y el artículo 141 del tiene, como hemos visto, un requerimiento de cum-
Código Civil señala que en casos como ese -es decir plimiento.
cuando la ley exige declaración expresa- no puede
considerarse que existe manifestación tácita. En cuanto a su ámbito de aplicación, resulta indica-
tivo que el artículo 1429 del Código Civil, norma que
Ad portas de una ley de enmiendas del Código Civil, regula la resolución por intimación, esté ubicado en
el legislador tiene oportunidad de corregir errores, el Título VI relativo a los "Contratos con Prestacio-
pero también de perfeccionar los institutos jurídicos nes Recíprocas", que a su vez está comprendido por
para tender a un mejor funcionamiento de los mis- la Sección Primera que concierne a los "Contratos en
mos. Creemos que el legislador debe optar clara- General", dentro del Libro VII que se ocupa de las
mente en la problemática de la formalidad relativa Fuentes de las Obligaciones; pero además, dicho
a la resolución por intimación imponiendo una artículo (como todos los demás de la misma Sec-
forma ad solemnitatem, o eliminando toda referencia ción) encuentra complemento en el artículo 1353
a formalidad desde que la formalidad ad probationem que está ubicado en los mismos Libro y Sección
no tiene ninguna relevancia práctica. En otras pala- (pero en el Título 1), y a cuyo tenor las normas
bras, o se eleva la forma escrita de la intimación y la generales de la referida Sección se aplican a todos
necesidad de que sea cursada por cond ucto notarial los contratos de derecho privado, típicos o atípicos,
a la categoría de solemnidad esencial, o simplemen- salvo en cuanto a estos últimos que resulten incom-
te se omite en el artículo 1429 toda referencia a patibles con las reglas específicas dispuestas para
forma. Para ello, el legislador debe evaluar por un ellos, en lo que constituye una aplicación de aquel
lado la importancia práctica que tiene facilitar a los principio según el cual las reglas particulares preva-
privados el ejercicio de sus derechos agilizando lecen sobre las generales. Por tanto, no puede existir
hasta donde sea posible y razonable el tráfico jurídi- ninguna duda acerca de que el sistema de resolu-
co, en una sociedad que reclama cada vez más ción por intimación es aplicable a todos los contra-
. , 71
rapidez y fluidez en los negocios, reduciendo a la tos con prestaCIOnes reCIprocas.
vez los costos que las formalidades de tales negocios
significan para las partes, hipótesis que aconseja Tal afirmación, que es correcta en líneas generales,
eliminar toda solemnidad para dejar a la. prudencia no es, no obstante, unánimemente admitida por los
de los particulares decidir en cada caso concreto de escritores. Así, un primer grupo de autores afirma
acuerdo a las circunstancias, la forma que debe que la resolución por intimación sería inaplicable a
adoptar el especifico negocio q~e se proponga cele- todos los contratos en los que el acreedor que pre-

71 Conforme con esta afirmación para el derecho italiano, SMIROLDO, A., op. cit., p. 102.

THEMIS38
120
ten de resolver ya ha ejecutado su prestación pues en que no se da en la hipótesis planteada. La concesión
tal hipótesis carecería"del título de ejecución necesa- de un plazo -que pone de manifiesto durante cuánto
72
rio para obtener la restitución de su prestación. tiempo subsistirá el interés del acreedor en la pres-
Sin embargo, se ha replicado con razón que la nece- tación y la posibilidad de ejecución de la prestación
sidad de contar con un título de ejecución para, por durante su transcurso, que como hemos visto forma
esta vía, obtener la restitución de la prestación pre- parte de la estructura de la resolución por intima-
viamente ejecutada, no es óbice para actuar cual- ción-, aparece manifiestamente impertinente y de-
quiera de los mecanismos de resolución extrajudicial, muestra que esta figura resolutoria no se adecúa a
desde que, si fuera necesario, el acreedor puede tal tipo de supuestos. Entonces, como puntualiza
4
después de provocar la resolución premunirse de Auletta/ habrá que concluir que en estos casos en
un título de ejecución demandando la condena a la los que la resolución es tanto más necesaria cuanto
restitución de su prestación en un proceso en el que, apremiante por tratarse de los casos típicos para los
además, se ventilará la resolución extrajudicial que que la resolución debería estar concebida -recuérde-
el demandante invocará como fundamento de su se que se trata nada menos que de los casos en los
pretensión restitutoria y que dará lugar a una sen- que el incumplimiento es de tal naturaleza que ha
tencia declarativa (esto es, no constitutiva) de reso- lesionado de manera definitiva el interés del acree-
lución que servirá de título de ejecución para obte- dor en la prestación-, sería necesario prescindir de la
ner (en ejecución de sentencia) la restitución de la resolución extrajudicial e involucrarse en un juicio
prestación. resolutorio. Podría sostenerse que, de ser necesario
para el acreedor, aunque el mecanismo resolutorio
También se ha negado que la resolución por intima- no esté concebido para este supuesto, habida cuenta
ción pueda resultar aplicable a los casos de contra- de que la prestación no puede ser ya ejecutada, el
tos traslativos o constitutivos de derechos reales acreedor puede intimar al deudor al cumplimiento
inmobiliarios sujetos a registro. Esta objeción tam- fijando el plazo mínimo de 15 días al término del
poco parece aceptable habida cuenta de que el siste- cual quedará resuelta la relación, y de esta manera
ma de inscripción de los derechos en nuestro orde- se vale del instrumento de resolución por intima-
namiento no interfiere en modo alguno con la efica- ción que de todos modos le resulta más útil y expe-
75
cia automática de la intimación resolutoria. Por lo ditivo que un proceso judicial de resolución. De
demás no es insuperable la dificultad que se presen- cualquier modo esta es una nueva demostración de
ta con relación al tipo de instrumento que resulta la grave omisión denunciada por nosotros con tanta
indispensable para efectuar la inscripción del efecto insistencia, en el que incurrió el legislador al no
resolutorio. complementar la figura de la resolución por intima-
ción con un instrumento de resolución extrajudicial
Por último, es opinión común que la resolución por que no necesite de la determinación de plazo alguno
intimación no procede en los casos de incumpli- sino que permita la directa e inmediata disolución
73
miento que pueda calificarse como definitivo. del vínculo, al estilo de lo que contempla el segundo
Supóngase que se trata, por ejemplo, del incumpli- párrafo del parágrafo 326 del BGB.
miento de una obligación con prestación de no
hacer, que no admite ya la posibilidad de cumpli- 10. AL TERNATIVAS DEL DEUDOR INTIMADO
miento. En casos como este, no sería procedente
recurrir a un mecanismo que está concebido para el Recibida por el deudor la intimación resolutoria,
caso en que existe todavía interés en el cumplimien- éste tiene varias posibilidades de actuar. Puede,
to y, por ende éste es susceptible de verificarse, lo sólo dentro del plazo fijado en la intimación, ejecu-

72 Esta afirmación corresponde a autores italianos que comentaban los códigos de Comercio (artículo 67) y Civil (artículo 1512) abrogados
por el Código Civil italiano vigente, tales como PIPIA (Traltato di diritto commerciale, Vol. IV, Le obbligazioni, pág. 317, 320), SABATO
(Vclldlla con/mema/e, nO 139); VIVANTE (Trattatodi din'tto commerciale, Vol. 1Il, No. 1700, p. 181) y,respectivamente, ROSSI (Vendita civile,
No. 546), todos Citados por SMIROLDO, op. cH., p. 103, nota 51.

7J Conformes con esta ~pinión AULETT A, G., La risoluzione per inadempimen~o, cit:;p. 407; COSTANZA, M., op. cit., p. 439. En cambio,

opman; pero 5m nmgun sustento, que para los efectos de la actuación de la resolución por intimación puede tratarse también de
incumplimiento total'Y<lefinitivo: BlANCA, M., PATT!, G, PATTI, S., op. cit., p. 273.

74 AULETTA, G, op. cit., p. 408.

': Se trata d~ una solución netamente práctica que consideramos no sólo aceptable sino ~onveniente, y que aunque no armoniza con la
hplCR funClon que es propia de la resolución por intimación, si se condiceconla ratio íuris del instituto,de la resolución.por incumplimiento
en general y desde ese punto de vista contribuye a tutelar al acreedor ante la ausencia de una figura ud Me que deberá introducirse en
nuestro código lo Rntes posible.

THEMIS38
121
tar la prestación incumplida evitando la resolución Civil o en algún otro una causal de anulabilidad
de la relación jurídica y extinguiendo más bien su para este caso. Además, en la hipótesis negada de
obligación por cumplimiento. La ejecución deberá que la anulabilidad fuera la respuesta prevista para
ser total pues en caso contrario no habrá propia- este caso, la inevitable aplicación del artículo 222 del
mente cumplimiento y la resolución tendrá igual- Código determinaría que la retroactividad se re-
mente lugar. monte al momento mismo de la celebración del
negocio, es decir al momento en que se declaró la
Por otra parte, el deudor puede no ejecutar la pres- intimación y no a la fecha de la citación con la
tación dentro del plazo fijado yen este caso, expira- demanda de impugnación. En caso contrario habría
do que quede el plazo, la relación contractual queda que admitir el absurdo consistente en que la resolu-
automáticamente resuelta sin necesidad de ningu- ción sí se produjo, aunque anulable, de manera que
na actuación o declaración ulterior por parte del la extinción de la relación contractual se verificó
acreedor. efectivamente pero la sentencia de anulación extin-
El deudor no puede paralizar la intimación ni sus gue el efecto resolutorio haciendo resurgir el víncu-
efectos por la vía de una oposición judicial o lo contractual; pero el resurgimiento sólo ocurriría
extrajudicial toda vez que está sujeto al derecho a partir de la fecha de la citación con la demanda -
potestativo resolutorio del acreedor. Sin embargo, por efecto de la retroactividad limitada que postula
es comúnmente admitido que el deudor puede im- De la Puente- lo que significaría en definitiva que
pugnar la intimación y, en su caso, la resolución entre el momento en que expiró el plazo fijado en la
provocada por el vencimiento del plazo fijado en la intimación (que es cuando se produce la resolución)
intimación, mediante un proceso en el cual el juez y el momento en que se emplazó al demandado el
habrá de limitarse a constatar si existieron o no los vínculo habría quedado extinguido definitivamen-
presupuestos de la intimación resolutoria (incum- te.
plimiento imputable, gravedad del incumplimien-
to, fijación de un plazo de al menos quince días), y En rigor de verdad, la ausencia de uno o más de los
declarará cuál es la situación jurídica, esto es, decla- presupuestos necesarios para actuar la resolución
rará que la resolución de la relación efectivamente por intimación no provoca la anulabilidad de la
se produjo a la expiración del plazo, o que al no resolución -lo que no significa que la resolución sí se
haberse verificado dichos presupuestos la resolu- produce aunque adolezca de alguno de sus presu-
ción no tuvo lugar, de manera que la relación con- puestos. En primer lugar tenemos que advertir que
tractual mantiene su vigencia.?6 la intimación resolutoria como acto negocial (y lo
mismo vale para la resolución por cláusula expresa)
Hay quien sostiene que en el proceso de impugna- no se ejerce en virtud del poder negocial del sujeto,
ción debe demandarse y, en su caso sentenciarse, la es decir en virtud de aquel poder abstracto y general
invalidez (suponemos que se refiere a la anulación que todo sujeto de derecho tiene por delegación del
y no a la nulidad) de la resolución, con efecto retro- ordenamiento jurídico para celebrar negocios jurí-
activo a la fecha de la citación con la demanda.?? dicos ejerciendo así su autonomía privada y crean-
Esta tesis no carente de lógica jurídica, se basa en do reglas dentro de los límites de dicha autonomía.
que la intimación resolutoria es un acto negocial, es La resolución operada en virtud de la intimación
decir, un negocio jurídico que debe someterse, como resolutoria así como la resolución que emana de la
sus congéneres, al sistema previsto para ellos, y declaración que se efectúa en virtud de la cláusula
como parte de dicho sistema al régimen de la inva- expresa de resol ución, son consecuencia de un dere-
lidez (nulidad, anulabilidad y rescisión) establecido cho potestativo cuyo surgimiento está pre~isto en
para tratar los defectos estructurales de los que concreto por el ordenamiento jurídico (artículo 1429)
adolezca el negocio jurídico. No obstante la cierta o por una estipulación contractual. En otras pala-
dosis de lógica del argumento, no creemos que bras el acto negocial de resolución constituye el
pueda ser compartido. En primer lugar, es menes- ejercicio de un derecho potestativo de resolución
ter aclarar que si de anulabilidad se tratara, tendría otorgado bajo ciertas circunstancias por la ley o por
que basarse en alguna de las causales previstas para pacto entre las partes, y tal derecho potestativo no
ella y no encontramos en el artículo 221 del Código surge mientras no se den los presupuestos previstos

71, MIRABELLI, G" op. ct., p. 620. SIGLIAZI GERI, L., BRECCIA, U., BUSNELLI, F., NATOLL U., op. cit., p. 1080. SCOGNAMIGLIO, R.,

op. cit., p. 359.

77 Esta opinión pertenece a Manuel de l~ Puente (op. cit., T. IV, p. 381) Y tiene similitud con la que -dentro del contexto del ordenamiento
jurídico argentino- propugna Miquel (op. cit., p. 176), quien sin embargo sostiene que lo que debe demandarse es la nulidad de la
resolución.

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para ello. En consecuencia, si dichos presupuestos momento del decaimiento definitivo del interés del
no se han verificado simplemente no surge el dere- acreedor en la prestación. Evidentemente esta exi-
cho de resolución y por lo tanto tampoco existe el gencia de cumplimiento, cualquiera que sea la for-
acto negocial (intimación) de resolución ni, por ma en que se canaliza, cesa de tener relevancia
cierto, el efecto resolutorio. jurídica en el mismo momento en que concluye el
plazo fijado y se resuelve la relación contractual.
Por esa razón la doctrina más autorizada entiende
que la impugnación de la resolución en estos casos Por otra parte, los mismos autores por los argumen-
sólo conduce a que el juez constate si los presupues- tos ya anotados consideran que pendiente el plazo
tos resolutorios se habían presentado al tiempo en fijado, el acreedor no puede resolver la relación
que se declaró la resolución, y en caso afirmativo a contractual. Nosotros coincidimos esta vez con la
que declare (sentencia declarativa o de accertamento, referida conclusión; pero por fundamentos cierta-
como dicen los italianos) que por tal razón la resolu- mente distintos. Entendemos que el plazo fijado
ción efectivamente se produjo, o, en caso contrario, por el acreedor lo vincula de modo tal que no puede
a que declare que la resolución no tuvo lugar. precipitar una resolución que él mismo ha diferido
a la expiración de un plazo. La misma razón nos
11.- EFECTOS cond uce a rechazar la posibilidad de que el acreedor
pueda reducir el plazo ya fijado.
Los efectos del instituto de la resolución por intima-
ción pueden ser identificados según que se aprecien Ahora bien, consideramos también que antes de la
dos momentos, a saber: antes del la éxpiración del expiración del plazo fijado el acreedor puede evitar
plazo fijado en la intimación y después de tal venci- la resolución cambiando de determinación sola-
miento. mente si el ordenamiento admite, y en la medida en
que lo admita, el ills variandi, al cual ya hicimos
Una doctrina autorizada se inclina por pensar que somera referencia con anterioridad. Esta misma
durante el decurso del plazo el acreedor no puede regla debe regir respecto de la posibilidad de am-
78
exigir el cumplimiento de la obligación. Esta pliar el plazo fijado. De ser el caso, el ills variandi
opinión responde necesariamente a la concepción debe ejercerse en este supuesto mediante una decla-
que sus autores tienen de la intimación como meca- ración recepticia que el acreedor debe dirigir al
nismo resolutorio que pasa inexorablemente por deudor y que debe llegar al domicilio de éste antes
conceder al deudor una nueva oportunidad de cum- que concluya el plazo fijado en la intimación.
plimiento para lo cual se le debe otorgar un plazo
adecuado a tal efecto. Dentro de este orden de ideas, En lo que concierne a los efectos que se desencadenan
es evidente que otorgado un plazo de cumplimien- a la expiración del plazo, el propio artículo 1429 nos
to, cesa la exigibilidad de la obligación pues se trata señala que el principal efecto de la intimación consis-
de un plazo establecido en beneficio del deudor. Sin te en supeditar la vicisitud resolutoria a la expiración
embargo, nosotros no compartimos esa concepción del plazo fijado en la intimación si la prestación no ha
inadecuada del instituto de la resolución por inti- quedado ejecutada en el interregno. Dicho de otro
mación desde que es un medio de tutela del acree- modo, por efecto de la intimación la relación contrac-
dor y no uno de protección de los intereses del tual se resuelve -es decir se extingue- de pleno dere-
deudor. La naturaleza y la función de este mecanis- cho si la prestación no ha quedado ejecutada al
mo han sido ya expuestas por nosotros en los rubros momento en que vence el plazo fijado en la intima-
correspondientes. De acuerdo con ello, considera- ción. No parece innecesario aclarar que cuando la
mos que durante el transcurso del plazo fijado en la norma señala que la resolución se produce de pleno
intimación, el acreedor puede exigir la ejecución de derecho quiere significar que tal efecto jurídico tiene
la prestación, es decir puede ejercer su derecho de lugar por ministerio de la ley, y por lo tanto sin
crédito, habida cuenta de que su interés en el cum- necesidad de que deba ser constituido ,por un pro-
plimiento subsiste precisamente hasta que el plazo nunciamiento de la autoridad judicial.?
expire. Recuérdese que el plazo no es un plazo de
cumplimiento que suspenda o difiera la exigibilidad Pero el efecto resolutorio no sólo ocurre sin necesi-
de la obligación, ~ino que es sólo un plazo que fija el dad de intervención judicial o de otra autoridad

" SCOGNAMIGLIO, R, op. cit., p. 358. CARRESI, F., op. cil., p. 920.

,e, BIGLIAZZI, L.; BRECCIA, U.; BUSNELLI, F.; NATOL!, U., op. cil., p. 1078. GALGANO, F., Dirítto Civile e Commerciale. Padova:
CEDAM, 1990. Vol. Ir. T 2, p. 427. HALPERIN.I., op. cit., p. 54. MOSSET, J., Contmtos. Buenos Aires: EDIAR, p.385. DE LA PUENTE,
M., op. cit., T. IV, p. 377.

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sino que se produce al momento en que el plazo te explicado ya, que el acreedor efectúa su elección
expira, sin solución de continuidad, y sin necesidad al momento de intimar al deudor que es cuando
de ulteriores actuaciones o nuevas declaraciones decide la resolución estimando el momento en que
del acreedor. No aparece correcta aquella tesis ella deberá tener lugar, lo que por lo demás juzga de
según la cual, cuando el plazo expira la relación no acuerdo a sus intereses. En consecuencia, no puede
queda extinguida en forma automática pues se re- sostenerse que si no se le permite una nueva elec-
quiere una nueva declaración del acreedor resol- ción, el acreedor no tiene la posibilidad de exigir el
viendo la relación pues de otro modo se privaría a la cumplimiento. La nueva elección deberá admitirse
parte cumplidora de la gosibilidad de exigir el dentro de los límites del ius variandi y siempre antes
cumplimiento y los daños. Ha quedado claramen- de la expiración del plazo.

Sil SANTIAGO, H .. Pacto Comisorio. En: Contratos. BuenosAires: Depalma, T. 1, p. 745. Es verdad que en el Código Civil Argentino
no se utiliza la expresión "resolución de pleno derecho" sino que tornando una expresión del Código Civil de Honduras, el artículo 1204
señala que transcurrido el plazo sin que la prestación haya sido cumplida quedarán resueltas "sin más" las obligaciones emergentes del
contrato. A su vez, SACCO R. y DE NOVA, G;, por un lado (op, dt., p. 522) YCOSTANZA, M, (op.cit" p. 447) por otro, denuncian una
practica viciosa que los primeros atribuyen a la jurisprudencia italiana y que consiste en subordinar el efecto resolutorio a una nueva
elección del acreedor.

ESTUDIO
ECHEANDIA, MANINI, RAMSEY, PADRON
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San Isidro

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124
DERECHO DE RETRACTO

Manuel de la Puente y Lavalle*

El artículo 1592 del Código Civil establece lo si-


guiente:

«Artículo 1592.- El derecho de retracto es el que la


ley otorga a determinadas personas para subrogarse
en el lugar del comprador y en todas las estipulacio-
nes del contrato de compraventa.

El retrayente debe reembolsar al adquirente el pre-


cio, los tributos y gastos pagados por éste y, en su
caso, los intereses pactados.

Es improcedente el retracto en las ventas hechas por


remate público».

La definición contenida en este artículo es bastante


completa pues destaca las siguientes características
del derecho de retracto:

En el presente artículo el doctor Manuel de la Puen- 1.- Es un derecho otorgado por la ley; no puede
te y Lavalle analiza los aspectos más saltantes del crearse convencionalmente.
derecho de retracto, institución que se describe en el
artículo 1592 de nuestro Código Civil, según el cual 2.- Sólo gozan del derecho determinadas personas,
el derecho de retracto es el que la ley otorga a señaladas taxativamente por la ley.
determinadas personas para subrogarse en el lugar
del comprador y en todas las estipulaciones del 3.- El derecho consiste en la subrogación de estas
contrato de compraventa. Es así que el autor anali- personas en el lugar del comprador y en todas las
za las diferentes teorías que sobre la naturaleza estipulaciones del contrato de compraventa.
jurídica, nomenclatura o carácter del derecho de
retracto ha elabarado la doctrina, incidiendo espe- 4.- Quien ejerce el retracto debe reembolsar al com-
cialmente en los diversos supuestos de aplicación prador los conceptos indicados en el segundo pá-
que prevé nuestro Código Civil para dicho derecho. rrafo del artículo.

* Profesor de Derecho Civil, Pontificia Universidad Católica del Perú

THEMIS38
125
CONCEPTO ya que si, en definitiva, se concede a alguien el
derecho de adquisición respecto de cierta cosa, pa-
1
Tal como dice Manresa , es «un derecho que tiende rece preferible que no tenga que esperar a que ésta
a convertir en verdadero adquirente a aquel a quien se haya enajenado, para entonces reclamarla, sino
el retracto le corresponde. Salvo en lo que se refiere concederle la facultad (y establecer las oportunas
a la diferencia de persona, no trata de introducir disposiciones para que tenga efectividad) de que
alteración nin'guna en las condiciones estipuladas; pueda hacérsela transmitir antes·que aquél a quien
la voluntad del que retrae carece de eficacia jurídica se proyectaba enajenarla.
para influir en las condiciones de la adquisición;
estas condiciones están ya fijadas por el comprador Esta opinión, si bien descansa en una razón de orden
y el vendedor; al retrayente toca respetarlas y cum- práctico, desconoce la naturaleza jurídica del retrac-
plirlas en lo que le afecta; con vista de ellas determi- to, pues siendo un derecho de subrogación se re-
nará si hace o no uso del retracto; y si a ello se decide, quiere que el comprador adquiera el bien para que
ya sabe que el pacto está hecho y que es una ley a la después el retrayente ocupe su lugar en el contrato
cual tiene que someterse». de compraventa. Si el retrayente pudiera adquirir el
bien directamente del propietario, se trataría de un
La ley crea el derecho de retracto y lo pone a dispo- derecho similar al de tanteo o de preferencia y no de
sición del retrayante, que es un tercero calificado, un derecho de retracto.
correspondiendo a éste activar o no tal derecho en
su favor cuando el propietario del bien proceda a BREVE RESEÑA HISTÓRICA
enajenarlo. Si el retrayente se decide a hacerlo se
coloca en el lugar del comprador en el previo contra- Para tener una cabal concepción de la institución del
to de compraventa, sin que se modifiquen las esti- retracto conviene conocer sus antecedentes.
pulaciones de este contrato, salvo en lo relativo al
4 5
cambio de personas. Según Cas tán y Badenes , el retracto legal tiene un
origen muy antiguo, situándose concretamente en el
2
Bigio dice, con razón, que el retracto no limita el Antiguo Testamento*. Sin embargo, el retracto legal
derecho de disposición del enajenante sino el dere- no fue conocido en el Derecho romano, debido a que
cho de propiedad de quien lo adquiere por compra- uno de sus principios cardinales entroncados a la
venta. Fundamenta su opinión en que el propietario concepción absolutista de la propiedad era precisa-
del bien ejercita libremente su legítimo derecho de mente el de la máxima libertad en la compraventa.
transferir su propiedad a un tercero que adquiere la
calidad de comprador. Sólo después de adquirido el El retracto legal, o ius prothomiseos, obtuvo gran difu-
derecho a la propiedad por el comprador, este dere- sión en el Derecho intermedio, especialmente en
cho se ve afectado por el ejercicio del derecho de algunas regiones de España, Francia e Italia, siendo
retracto por parte del retrayente, cuyo efecto es la objeto de numerosos estudios. Posteriormente
subrogación del comprador por el retrayente. Pothier, en su «Tratado de retractos», definió el re-
tracto como conferente a sus titulares el derecho de
Piensa Albaladej03 que establecer esta secuencia tomar el negocio de otros y convertirse en adquirente
6
constituye, en el fondo, ganas de hacer y deshacer, en su lugar, definición que, según Ghestin y Desche ,

MANRESA y NAVARRO, José María. Comentarios al Código civil español. Madrid: Reus S.A., 1967, Tomo X, Volumen 1, pág. 495.
BIGIO CHREM, Jack. Exposición de Motivos Oficial del Código civil- Derecho de retracto. Separata Especial del diario oficial «El
Peruano» de 26 de noviembre de 1990, pág. 6.
ALBALADEJO GARCIA, Manuel. Derecho civil. Barcelona: Librería Bosch, 1958, Tomo 1lI, Volumen U, pág. 332.
CASTAN TOBEÑAS, José. Derecho civil español, común y foral. Madrid: Instituto Editorial Reus, 1954, Tomo IV, pág. 159.
BADENES GASSET, Ramón. El contrato de compraventa, Barcelona: Librería Bosch, 1979, Tomo lI, pág. 980 .

• En el capítulo XXV del Levítico se encuentran los siguientes párrafos: «Habló el Señor a Moisés en el Monte Sinaí, diciendo ... la tierra
asimismo no se venderá para siempre, por cuanto es mía y vosotros sois advenedizos y colonos míos, y así todo el terreno de vuestra '
posesión se venderá con la condición de redimibl'e; sí, empobrecido tu hermano vendiere su haciendilla, puede un pariente suyo, si
quiere, redimir lo vendido por el otro; mas en caso de no tener parientes cercanos, si él mismo puede hallar el precio con que redimirla,
se computarán los frutos caídos desde la venta, y pagará el resto al comprador, y con estos recobrará su posesión ... El que vendiera una
casa dentro de los muros de una ciudad, tendrá durante el año entero la libertad de redimirla ... Las casas que los levitas tienen en las
ciudades siempre se pueden redimir»:

" CHESTlN, Jacques y DESCHE, Bernard. La venta. París: Librairie Générales de Droit et de Jurisprudence, 1990, pág. 519.

THEMIS 38
126
continúa siendo válida en nuestros días. Cuentan los cado en méritos de aquél, ni si este precio en su
mismos autores que Mme. Saint-Alary-Houin reco- cuantía es devuelto al comprador, no lo recibe éste
noció la existencia de veinticinco clases de retractos. de manos de su contratante, como ocurriría en caso
de rescisión (resolución), sino de manos de un terce-
El Código Napoleón restringió el número a tres, sin ro que no había intervenido en el contrato. Por otra
calificarlos formalmente, pero la doctrina y la juris- parte, el comprador, ciertamente se ve desposeído
prudencia les han dado los nombres que han de la cosa adquirida, pero no la devuelve' al vende-
I

devenido tradicionales de retracto de indivisión, de dor de ella en el contrato primitivo, sino que se ve
retracto sucesoral y de retracto litigioso. obligado a entregarla a un tercero que no ha interve-
nido en aquél».
Entre nosotros, el Código Civil de 1852 definía el
retracto como el derecho concedido por la ley a Tomando en consideración que, como el artículo
determinadas personas, expresamente enumeradas, 1.521 del Código español establece, con notable
de sustituirse en lugar del comprador, tomando incongruencia, que el retracto legal es el derecho de
para sí la cosa por el precio y las condiciones en que subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas
ésta fue transferida. El Código de 1936 no definió el en el contrato, en lugar del que adquiere una cosa
retracto, limitándose a decir que no procede sino en por compra o dación en pago, otros autores de la
9
los casos de venta o adjudicación en pago. misma nacionalidad opinan que se trata de un
derecho de subrogarse en lugar del adquirente; es
NATURALEZA JURÍDICA decir tiende a convertir en verdadero adquirente a
aquel a quien el retracto corresponde.
7
Gran parte de la doctrina española , tomando en
consideración que el artículo 1.506 de su Código Diego 10 considera el retracto legal como una opción
Civil dispone que la venta se resuelve por las mis- de compra de carácter real que la ley da a determi-
mas causas que todas las obligaciones, y además por nadas personas. La opción se ejercitará contra el
las expresadas en los capítulos anteriores, y por el comprador de la cosa, no contra el vendedor, y
retracto convencional o por el legal, se pronuncia en estará obligado a otorgar la correspondiente escri-
el sentido de que el retracto legal da lugar a la tura de venta a favor del titular de la opción. ASÍ,
resolución de la compraventa y la celebración de un según él, conjugándolo con el mecanismo antedicho
nuevo contrato de la misma clase. tan alejado de la tradicional idea de subrogación, se
puede explicar la naturaleza del derecho que lo
8
Sin embargo, tal como escribe Casals «en el retracto pone en movimiento.
legal no existe resolución ninguna del contrato pri-
mitivo de transmisión onerosa de la finca, del que ha Borrel y Soler 11 apuntan que constituye una novación
nacido el derecho de retracto por ministerio de la impuesta por la ley donde cambia la persona del
ley. De haberla, nos encontraríamos, en primer lu- adquirente al que el enajenante había cedido la cosa,
gar, que no habiendo sido parte el retrayente en y, en lo demás, deja subsistente el contrato con todos
aquel contrato, no podría figurar como adquirente los derechos, obligaciones y condiciones con que se
de la cosa con respecto al contrato rescindido (re- había celebrado libremente; de modo que el retra yente
suelto). Porque el retrayente no recobra nada, ni el se subroga en el lugar del primer comprador.
vendedor devuelve ningún precio. El contrato de
venta inicial permanece inatacable por el retracto, Cabe registrar una nueva concepción que abandona
no sufre rescisión (resolución) ninguna, puesto que en principio tanto la idea de resolución como la de
ni el vendedor devuelve el precio que se ha adjudi- subrogación. Albaladejo12 sostiene que en el retrac-

CAST ÁN TOBEÑAS, José, op. cit., Tomo IV, pág. 159.

Cita de José LEÓN BARANDIARÁN. Contratos en el Derecho Civit peruano. Lima: Comisión Administradora del Fondo Editorial
de la U.N.M.S.M., 1965, Tomo I, pág. 93.

e, MANRESA y NAVARRO, José María. Comentarios al Código Civil español. Madrid: Reus S.A., 1967, Tomo X, Volumen 1, pág. 495.
,," ~

", DIEGO, Felipe Clemente de. Instituciones de Derecho Civil español. Madrid:"Artes Gráficas"julio San Martírt, 1959, Tomo n, pág. 219.
" o'

BORREL y SOLER, Antonio. El contrato de compraventa según el Código civil español. Barcelona: Bosch, Casa Editorial, 1952, pág.
11

2M.

" ALBALADEJO GARCIA, Manuel, op. cit., Tomo III, Volumen n, pág. 342.

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127
to, como quiera que el contrato entre el dueño de la puede prod ucirse en la persona de cualquiera de los
cosa y el tercero se consumó ya por la entrega de la contratantes, mientras que en el retracto la sustitu-
misma (que por ello cesó de ser de aquél y pasó a ser ción sólo opera respecto al comprador.
de éste), no es posible que el retrayente pueda
ocupar en tal contrato el puesto del tercero, para que Esto hace pensar que, a semejanza de la cesión de
la transferencia de la cosa se realice a su favor en posición contractual, por el retracto el retrayente no
lugar de al de éste, sino que sólo es posible imponer hace suyo un bien que estaba en'puder del compra-
una nueva transmisión del tercero al retrayente. dor sino que realmente ocupa el lugar de éste, o sea
adquiere el derecho a que le sea transferida la pro-
Ante esta variedad de planteamientos, el Código piedad del bien, esto es un derecho obligacional, y la
Civil peruano de 1984 ha optado claramente por la recíproca obligación de pagar su precio en dinero, si
tesis de la subrogación, pues en su artículo 1592 es que no hubiera sido ya pagado en el momento de
establece, como se ha visto, que el derecho de retrac- retraer.
to (se refiere al retracto legal) es el que la ley otorga
a determinadas personas para subrogarse en ellu- NOMENCLATURA.
gar del comprador.
l5
Dice Badenes que la palabra «retracto» se aplica al
Resulta así que intervienen en la subrogación tres retracto legal sin tener en cuenta su verdadero sen-
personas: el primitivo propietario del bien, quien ha tido gramatical. En efecto, se entiende por retraer,
decidido voluntariamente enajenarlo; el compra- volver a traer, traer otra vez, traer de nuevo, reinte-
dor del bien, quien adquiere convencionalmente grar una cosa al estado en que ya se ha encontrado.
con el propietario su propiedad absoluta; y el Si, según la Real Academia, la preposición re denota
retrayente, quien por mandato de la ley ocupa el ordinariamente repetición, reiteración, unida al ver-
lugar del comprador y adquiere todos los derechos bo traer, denotará una repetición en la tracción, es
de propiedad sobre el bien que emanan del contra- decir, que lo que se hace al retraer es traer de nuevo,
to. Obsérvese que el retrayente no ocupa legalmente por segunda vez, con repetición. Retrayendo se
el lugar del propietario sino el lugar del comprador, recupera un objeto que salió del mismo patrimonio.
de tal manera que subsiste el contrato de compra-
venta. Agrega que es necesario, para que estemos ante un
retracto propiamente tal, que la relación jurídica
Los efectos del retracto son, pues, similares a los de creada y cuyo desdoblamiento aquél origina, cons-
la cesión de posición contractual, pues el retrayente tituya entre los contratantes una situación transito-
ocu paría el lugar del seudocesionario en el contrato ria, no definitiva y acabada. Este estado de interini-
de compraventa celebrado con el seudocedido. Sin dad es requisito vital en el retracto, pues por existir
embargo, tal como se indica en la Exposición de previamente un estado tal es por lo que el que retrae
13
Motivos del artículo 1592 del Código Civil , el incorpora la cosa retraída con el carácter de retorno
retracto tiene su origen en la ley y la cesión de inmediato al desapoderamiento. El retrayente man-
posición contractual lo tiene en la voluntad de las tiene un invisible contacto con la cosa, actúa en
partes, aun cuando el retracto opera por impulso cierto modo sobre ella; no se considera extraño
personal (el del retrayente). Además. tal como dice respecto a la misma, no se ha desprendido por
Bigio 1,) , la cesión de posición contractual es un con- completo de lo que enajenó. Y si se produce una
trato trilateral que requiere el consentimiento del adquisición que no trae causa de la enajenación
cedente, el cesionario y el cedido, lo cual no ocurre anterior, no se re adquiere jurídicamente.
en el retracto. Asimismo, la cesión de posición con-
tractual procede respecto de toda clase de contratos, Riaza 16, por su parte, afirma que «si la esencia de
en tanto que el retracto sólo tiene lugar en la com- este derecho consiste en la sustitución de una perso-
praventa, la dación en pago y, en algunos casos, en na por otra en el lugar que ocupa el adquirente en un
la permuta. En fin, la cesión de posición contractual contrato; si no hay anulación de la venta ni

11 Código civil: Exposición de Motivos y Comentarios, Compiladora Delia REVOREDO de DEBAKEY. Lima: Okura Editores S.A., 1985, "
Tomo VI, pág. 239.

l' BIGIO CHREM, Jack, op. cit., pág. 6.


l' BADENES GASSET, Ramón, op. ei!., Tomo n, pág. 978.

1', Cita de Gabriel GARCIA CANTERO. En: Comentarios al CódigoCivíl yCompilaciones Forales, dirigidospor.Manuel ALBALADEJO.
Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado, 1980, Tomo XIX, pág. 580.

THEMIS38
128
retrocesión, si el contrato se mantiene eficaz, podrá Castillo 18 participa de la posición de la Comisión
llamársele derecho de subrogación, o derecho de Revisora.
sustitución, derecho de adquisición preferente o
derecho de preferencia en la adquisición. Todo Si bien son plausibles las razones invocadas por la
menos llamarle retracto». Comisión Revisora, debe tenerse presente que la
doctrina habla del retracto legal y del retracto con-
Tomando esto en consideración, la Comisión vencional, dando el mismo nombre de retracto a dos
Reformadora denominó «derecho de sustitución>} figuras completamente distintas, lo que motivó que
al que posteriormente se llamó «derecho de retrac- el codificador peruano denominara pacto de retro-
to». Así, el artículo 1623 del Proyecto de Código venta a lo que es conocido como retracto convencio-
Civil aprobado por dicha Comisión tenía el siguien- nal. Bien podría buscarse también una denomina-
te texto: ción más apropiada al retracto legal.

«Artículo 1623.- El derecho de sustitución es el que la CARÁCTER DEL DERECHO


ley otorga a determinadas personas para subrogarse
en el lugar del comprador, respetando las condicio- Se discute vivamente si el derecho de retracto es de
nes pactadas en el contrato de compraventa». carácter real o personal.
17
Relata Bigio que la Comisión Revisora aprobó por Sin embargo, antes de terciar en esta discusión creo
mayoría la denominación de derecho de retracto, que es adecuado conocer un tema nuevo en el
sosteniendo que si bien el vocablo retracto, desde el Derecho Civil, que es el relacionado con los dere-
punto de vista semántico, podía ser equívoco (ya que chos reales de adquisición.
retraer es volver a traer), resultaba más acorde con
19
nuestra tradición legislativa y porque así es conocida Sostiene Diego que el tanteo y el retracto son
en nuestra doctrina y jurisprudencia. Además, no se derechos reales limitativos del dominio, pero de
consideró conveniente denominar de la misma ma- adquisición. Se entiende por derechos reales de
nera tres figuras totalmente diferentes, reguladas en adquisición aquellos que facultan a su titular para
el Código Civil; la sustitución del poder (artículo adquirir la propiedad de una cosa determinada20.
157), la sustitución en la herencia (artículo 740) yel
derecho de retracto, que se proponía designar como Carcía Cantero 21 expone algunas notas sobre la
derecho de sustitución (artículo 1592)*. evolución de los modernamente denominados de-

, BIGIO CHREM, Jack, op. cit., pág. 5.

* Ignacio Izquierdo AIcolea, citado por Max Arias Schreiber, es partidario de conservar la denominación de derecho de retracto, por
las siguientes razones:
«A nuestro modo de ver, hay razones para mantener la opinión de que no es un desatino gramatical el seguir llamando al retracto legal
tal retracto, y esto sin ofender el lenguaje. En primer lugar, que aunque uno, aunque el más extendido y corriente significado significado
de la pala bra retraer sea el de vol ver a traer, traer hacia sí alguna cosa que antes ha estado en nuestro poder y disposición, algo que supone
volver a nosotros de nuevo, otro significado que se desprende también de la misma raíz del vocablo essin duda el de traer hacia nosotros ...
sin más; incorporar en nuestro patrimonio algún bien o derecho, independientemente de que con anterioridad haya o no estado en él,
haya" no pertenecido a nosotros. La palabra retraer se deriva sin duda de algún género del verbo latino retraho, compuesto de traho
que significa traer, acercar, y de la partícula 're' que refuerza su sentido, indicando con ello la fuerza, la energía, el vigor, en definitiva
la necesidad jurídica con que se efectúa la acción de traer. Esto ya es bastante para conservar la palabra retracto dentro de nuestra técnica
con el significado que a la especie del legal es atribuido por nuestro ordenamiento jurídico positivo... ».
"El término derecho de sustitución ... , tiene muy serios inconvenientes, de los que, como más importantes, vamos a señalar solamente
dos: 1) la resistencia natural de la doctrina en materia de denominación y terminología a admitir palabras nuevas cuando las utilizadas
normalmente no presentan ninguna dificultad de importancia; y 2) Yéste muy poderoso y digno de ser tenido en cuenta en toda ciencia,
que así como el vocablo retracto legal es término inequívoco, de significado claro y concreto en nuestro sistema legal, la palabra
sustitución goza ya en nuestro ordenamiento jurídico, y concretamente en el campo del Derecho Sucesorio, de un significado y una
significación que noes posible identificar ni mucho menos asimilar al queenel Derecho de Obligaciones sele quiere dar. La ciencia utiliza
los conceptos como instrumentos y emplea vocablos para calificar estos conceptos, palabras que encierran en su seno una idea. Debe
tendter, pues, la doctri'na a que cada figura jurídica sea denominada de forma que'la sola enunciación evoque un concepto, y debe huir
porel contrario del vicio que implica, para una buena inteligencia entre sus cultivadores, el utilizar una palabra consígnifícados diversos
dentro del mismo sistema».

i' CASTILLO FREYRE, Mario. Tentaciones Académicas. Lima: Fondo Editorial'de la P.U.c.P., 1998, Tomo II, pág. 974.

1'1 DIEGO, Felipe Clemente de: op. cit. Tomo n, pág. 515.

", EspíN, Diego. Manual de Derecho civil español. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado¡ 1978; Tomo ll,'pág. 516.

2: GARCíA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo X1X, pág. 451.

THEMIS 38
129
rechos reales de adquisición, diciendo que tienen en su día, una regulación legislativa unificadora y
su base un tronco germánico ampliamente desarro- sistemática.
llado durante la Edad Media, que se cristalizó
doctrinariamente en el Niiherrecht, que consiste en el En el sistema jurídico peruano no se ha desarrollado
poder que corresponde a uno sobre la cosa de otro, la teoría de los derechos reales de adquisición. Arias
4
en virtud de! cual el primero está autorizado para Schreibe/ hace alusión a ellos diciendo que
apropiársela en el caso de que su actual poseedor la contemporáneamente existe la tendencia a identifi-
venda a un tercero, mediante el cumplimiento de car el retracto como un derecho real autónomo de
todas las condiciones bajo las cuales la adquirió el. adquisición, que persigue el bien allí donde se en-
comprador y con resarcimiento de todos los gastos cuentre y tiene carácter preferencial, pues le da al
hechos en consideración a la cosa. Esta concepción titular la facultad de excluir a los terceros.
pasó a Francia y España, donde la doctrina la ha
estudiado muy a fondo. Volviendo a la discusión sobre el carácter del dere-
cho de retracto, puede decirse que las opiniones
Según Albaladejo22 ,los derechos reales de adquisi- están bastante divididas.
ción que autorizan a su titular para obtener de otra
persona, a la que pertenece la cosa,la transmisión de ·
C omo se h a VIsto, D'lego 25 , Espm,
,26 Alb 1 d . 27
a a eJo y
la misma, son los de tanteo, retracto y opción. En Carda Cantero 28, fieles a su concepción de los dere-
ellos, siendo derechos reales, el poder directo e chos reales de adquisición, otorgan carácter real al
29
inmediato que otorgan sobre la cosa ajena: 1°. Limita derecho de retracto. Asimismo Colin y Capitant
el señorío del dueño de ésta, en cuanto que le quita opinan que la acción de retracto, en todos los casos
la libertad (que tendría sin el derecho de adquisición en los que la ley la establece, es de carácter real,
del otro) de enajenarla a quien quiera. 2°. Siendo tal como creada por la ley sobre la cosa misma, y con
derecho un gravamen sobre la cosa, que la sigue y una finalidad que afecta al interés social. Por su
30
pesa sobre ella, esté en poder de quien esté, faculta parteCastán Tobeñas considera que hay que reco-
al ti tular para obtener la adquisición de la misma, no nocer el carácter real de la acción de retracto, pues si
sólo mientras es del primer dueño (o sea, no sólo bien el artículo 1.521 del Código Civil español no sea
frente a éste), sino frente a cualquiera; de forma que muy expresivo acerca de este punto, el artículo 37,
puede perseguir la cosa en manos de toda otra número 3°. de la Ley Hipotecaria, al exceptuar de la
persona que la haya adquirido, y exigirle que se la regla general del párrafo 1°. (según el cual no se dan
transmita. contra tercero h!potecario las acciones rescisorias,
revocatorias y res0lUtorias), las acciones de «retrac-
Considera Espín"3 que desde un punto de vista to legal en los casos y términos que las leyes estable-
constructivo, tal vez el mayor interés que puede cen», ha venido a dar plena efectividad al derecho
ofrecer la admisión por la doctrina de los derechos de retracto y permite proclamar su naturaleza real.
reales de adquisición, junto a las categorías tradi-
31
cionalmente admitidas de derechos reales de goce De otro lado, Chestin y Desche consideran que el
y garantía, consiste en permitir agrupar bajo una derecho de retracto es de naturaleza personal y no
base común los derechos de tanteo, retracto y op- real, porque es el derecho de contratos el que recoge,
ción, creando una doctrina común que permita, en a título exclusivo, dicho derecho. Si bien tiene por

" ALBALADEJO GARCÍA, Manuel, op. cit., Tomo IlI, Volumen lI, pág. 330.

n ESPÍN, Diego, op. cit., Tomo lI, pág. 516.

" ARIAS-SCHRElBER, Max, op. cit., Tomo lI, pág. 143.

2ó DIEGO, Felipe Clemente de, op. cit. págs. 220 y 515.

:" ESPÍN. Diego, op. cito Tomo 1I, pág. 519.

27 ALBALADEJO GARCÍA, Manuel, op. cit., Tomo lII, Volumen II, pág. 330.

2\ GARCÍA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo xix, pág. 496.


2') COLIN, Ambrosio y CAPITANT, H. Curso elemental de Derecho Civil. Madrid: Instituto Editorial Reus, 1955, Tomo IV, pág. 280.
111 - .. ,
. CAST AN TOBENAS, José, op. cit.,TomoJV, pág. 160.

31 GHESTIN, Jacques y DESCHE, Bemard, op. cit., pág. 556.

THEMIS 38
130
objeto una cosa, mueble o inmueble, él no está atado Surge el problema relativo a entender si la mención
a la cosa. En la doctrina nacional, Cornejo32, Palacio que hacen los artículos 1502 y 1593 tiene alcance
33 35
Pimente1 , Bigio34 y Arias-Schreiber opinan que restrictivo o si cabe aplicar el derecho de retracto a
se trata de un derecho estrictamente personal. otros actos jurídicos.

La compraventa es un contrato consensual que sólo Sostienen algunos autores, como Albaladej036,
crea obligaciones (la del vendedor de transferir la M anresa 37 , Be 11 o 38 y C astan
' Tob en- as 39 ,que 1os con-
propiedad de un bien y la del comprador de pagar ceptos jurídicos de compraventa y dación en pago
su precio en dinero) y no tiene efectos reales. En no están mencionados en sentido limitativo, de tal
estas condiciones, como en virtud del derecho de suerte que no sólo tratándose de ellos procede el
retracto la persona que goza de este derecho ocupa, retracto, sino que procede también siempre que se
por subrogación, el lugar del comprador, asume los trate de una transmisión de dominio cuya especial
derechos y obligaciones propios del comprador, o naturaleza no impida la subrogación, que es sustan-
sea el derecho a que se le transfiera la propiedad del cia del derecho que estudiamos.
bien y la obligación de pagar su precio en dinero.
Para que dicha persona adquiera la propiedad del Otro sector de la doctrina, en el cual cabe ubicar a
bien se requerirá la tradición del mismo, tratándose Gómez Calero 40, González Poveda 41, Borrel y So-
42 43
de bienes muebles, y el concurso del artículo 949 del ler y Colin y Capitant , estima que las palabras
Código civil, tratándose de bienes inmuebles. del Código deben ser interpretadas restrictivamente.

Consecuentemente, pienso que el ejercicio del dere- Considero que el otorgamiento del derecho de re-
cho de retracto da lugar a que el retrayente asuma tracto es una excepción al principio de la libertad de
una relación obligacional que lo vincula con el ven- contratar consagrado en el artículo 1354 del Código
dedor, por lo que puede afirmarse que el retracto no Civil, por lo cual, en aplicación del artículo IV del
tiene carácter real, sino sólo personal. Título Preliminar del mismo Código, los artículos
1592 y 1593 no pueden ser aplicados por analogía.
ACTOS A LOS QUE SE APLICA
Sin embargo, un caso especial está cons tituido por la
Se ha visto que según el artículo 1592 del Código permuta, para la cual el artículo 1603 del Código
Civil, el derecho de retracto procede en el contrato Civil establece expresamente que se rige por las
de compraventa. El artículo 1593 del mismo Código disposiciones sobre compraventa, en lo que sean
agrega que también procede en la dación en pago. aplicables. Para la aplicación de las reglas sobre el
derecho de retracto a la permuta será preciso que la
Esto se justifica por cuanto el artículo 1266 del prestación a cargo del permutante (seudocom-
Código establece que si se determina la cantidad por prador) sea una de dar bienes fungibles, a fin de que
la cual el acreedor recibe el bien en pago, sus relacio- el retrayente esté en aptitud de entregar al
nes con el deudor se regulan por las reglas de la permutante (seudocomprador) el equivalente de lo
compraventa. que él a su vez entregó a su contraparte (seudoven-

" CORNEJO, Angel Gustavo. Exposición sistemática y comentarios - De los contratos en general. Lima, 1938, pág. 239.

JJ PALACIO PIMENTEL, H. Gustavo. Elementos de Derecho civil peruano. Lima: Tipografía SESATOR, Tomo Il, pág. 92.

" BIGlO CHREM, jack, op. cit, pág. 5.

'" ARIAS-SCHREIBER Max, op. cit., Tomo I1, pág. 142.

,,, ALBALADEjO CARCIA, Manuel, op. cit.Tomo IlI, Volumen II, pág. 337.

17 MANRESA y NAVARRO, José María, op. cit., Tomo X, Volumen T, pág. 496.

1., BELLO jANEIRO, Domingo. El retracto de comuneros y colinda;tes del Cóciigo Civil. Navarra: Editorial Aranzadi, 1995, pág. 33 .
.1'1 CASTÁN TOBEJ:'J~S, José, op. cit., Tomo IV, pág. 158.

"1 GÓMEZ CALERO, cita de Ramón BADENES CASSET, op. dt., TomolI, P,!Íg. 987:
..jI ' -,'
-
GONZALEZ POVEDA, Pédro, Compraventa y opción de compra. Madrid: Actualidad "Editorial S.A., 1994, pág.146.

" BORREL y SOLEl{, Antonio, op. cit., pág. 267.

" COLIN, Ambrosio y CAPITANT, H., op. cit., Tomo IV, pág. 278.

THEMIS38
131
dedor). Son de esta opinión los autores nacionales Empero, Albaladejo 46 sostiene que el derecho de
· . 4-1 Y A'
B19lO nas- Sch rel'b er 45 . adquisición preferente (el cual incluye el retracto)
existe sobre la cosa desde que se establece, lo cual
Pese a que, como se acaba de ver, hay tres actos puede parecer una perogrullada, pero que tiene la
jurídicos en los cuales procede el ejercicio del dere- utilidad de hacer notar que no es que tal derecho
cho de retracto, o sea la compraventa, la dación en surja cuando aquella se enajena, sino que, existien-
pago y, en ciertos casos, la permuta, en el curso del do desde antes (desde que se constituyó por dispo-
presente artículo se va a hablar exclusivamente del sición de la ley), permite que se le haga valer cuando
contrato de compraventa, siendo entendido que con _ tal enajenación se realiza (o se prepara). Agrega que
ello se está haciendo referencia también a la dación por cuanto dicho derecho se instauró precisamente
en pago y a la permuta. para que operase si tal hecho se producía y cuándo
se produjese, y no mientras se produce, el derecho
BIENES MATERIA DEL CONTRATO no surte efecto en su fase adquisitiva. Termina
diciendo que así, pues, la enajenación no es la que da
Según el artículo 1595 del Código Civil, el derecho
nacimiento al derecho de adquisición, sino que es el
de retracto procede respecto de bienes muebles
hecho que hace operante el derecho de adquisición
inscritos y de inmuebles.
preexistente.
Existe una falta de precisión en este artículo pues no
siendo el retracto un derecho real, no puede afectar Convengo con este planteamiento de Albaladejo (aun-
directamente el bien. En otras palabras, si el derecho que otorga carácter real al derecho de retracto, con lo
de retracto supone la subrogación del retrayente en cual discrepo) porque, en realidad, el derecho de
el lugar del comprador, por lo cual queda ligado al retracto nace desde que la ley lo establece, puesto que
vendedor con una relación contractual, lo que se existe desde ese momento, y sólo se actualiza me-
requiere es que el bien materia del contrato de diante la celebración del contrato de transferencia.
compraventa en el que se opera la subrogación sea
un mueble inscrito o un inmueble. EFECTOS DEL DERECHO DE RETRACTO

Salvada tal imprecisión, debe decirse que el Código Por razón del ejercicio del derecho de retracto se
Civil peruano, recogiendo la tendencia moderna de producen los siguientes efectos:
la doctrina, comprende en el retracto a los muebles
e inmuebles. Sin embargo, respecto de aquellos, con 1.- La sustitución del comprador por el retrayente
criterio bastante discutible, limita su aplicación a los en el contrato de compraventa, de tal manera que las
muebles inscritos. partes en este contrato quedarán conformadas por
el vendedor y el retrayente.
Pienso que debido a la gran difusión que moderna-
mente han experimentado los patrimonios mobilia-
2.- La obligación del retrayente de reembolsar al
rios, no resulta adecuada esta limitación, sobre todo
comprador el precio que éste pagó al vendedor, los
para el retracto entre copropietarios, que es el más
tributos y gastos pagados por el comprador y, en su
común por razones hereditarias, pues son relativa-
caso, los intereses pactados.
mente escasos los muebles inscritos (se entiende en
los registros públicos).
DIFERENCIA CON EL PACTO DE
NACIMIENTO DEL DERECHO DE RETROVENTA
RETRACTO
Según Navarro -17, Conzález Poveda 4R y Carcía Can-
La opinión más generalizada es que el derecho de tero 49, las diferencias entre el retracto y el pacto de
retracto nace en el momento en el momento que se retroventa, llamado por la doctrina española «re-
celebra el contrato de compraventa o sus sucedáneos. tracto convencional», son las siguientes:

l4 BIGIO CHREM, Jack, op. cit., pág. 7.

•' ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max, op. cit., TOITlD n, pág. 145 .

.r. ALBALADEJO GARCÍA, Manuel, op. cit., Tomo III, Volumen lI, pág. 336 .

•7 NAVARRO PEREZ, José Luis. La compraventa civil. Granada: Editorial Comares, 1993, pág. 732.

" GONZÁLEZ POVEDA, Pedro, op, cit., pago 146 .

•" GARCÍA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo XIX, pág. 583.

THEMIS38
132
1.- En cuanto a los sujetos, en la retroventa intervie- CARÁCTER IRRENUNCIABLE E
nen normalmente dos sujetos, que son, en principio, INTRASMISlBLE ENTRE VIVOS
los mismos que celebraron la compraventa base,
aunque ocupando posiciones jurídicas opuestas; así El artículo 1626 del Proyecto de Código Civil
el vendedor re adquiere la cosa por él vendida mien- aprobado por la Comisión Reformadora establecía
tras que el comprador debe cooperar al ejercicio de que el derecho de sustitución no puede transferirse
esta facultad recuperatoria. En el retracto, en cam- ni pasar a los herederos.
bio, son tres las personas que median: el vendedor
que enajena una cosa de su patrimonio sin propósi- La Comisión Revisora sustituyó este artículo por el
to alguno de retraerla; el comprador que en esa que después fue artículo 1595 del Código Civil,
inteligencia celebra el contrato de compraventa; y según el cual es irrenunciable e intransferible por
una tercera persona, el retrayente, a: quien la ley acto entre vivos el derecho de retracto.
concede el derecho preferente de subrogarse en el
lugar del comprador, siempre que éste no sufra por 50
Bigi0 , a quien la Comisión Revisora confió la
ello mayores agravios. Tan esencial es la presencia redacción final del derecho de retracto, dice que
de las tres categorías indicadas, que no se concibe el respecto al carácter irrenunciable del retracto, la
retracto sin su intervención. regla se justifica en el interés del legislador de evitar
la burla en el ejercicio del retracto que se podría
2.- En la retroventa la preferencia adquisitiva es, efectuar a través de renuncias anticipadas o poste-
propiamente, una facultad de readquisición, mien- riores a la compraventa, lo que no obsta para que un
tras que en el retracto es pura facultad adquisitiva. retrayente potencial se abstenga de ejercer el dere-
cho.
3.- En la retroventa es una reserva que el vendedor
hace en la compraventa básica, mientras que en el En cuanto al agregado de la frase «por acto entre
retracto es una facultad atribuida por la ley a al- vivos» el mismo jurista lo sustenta en que se permite
guien que no tuvo ninguna intervención tuvo en la la transmisión hereditaria del derecho de retracto,
compraventa básica. ya que siendo este derecho transmisible a los here-
deros, éstos lo adquieren al fallecimiento del cau-
DIFERENCIAS CON EL DERECHO DE sante, sin solución de continuidad. Agrega que cabe
TANTEO indicar que el derecho de retracto es transmisible a
los herederos en el caso de que todavía no se hubiera
El artículo 989 del Código Civil establece lo siguien- ejercido por el causante (siempre que el plazo para
te: interponerlo no hubiera caducado), y en el proceso
de retracto que se estuviera siguiendo al falleci-
«Artículo 989.- Los copropietarios tienen el derecho miento de éste, el cual puede ser continuado por sus
de preferencia para evitar la subasta de que se trata herederos.
en el artículo 988 y adquirir su propiedad, pagando
en dinero el precio de tasación en las partes que Realmente no puedo compartir esta sustentación. El
correspondan a los demás copartícipes». derecho de retracto es personal y sólo puede ser
ejercido por determinadas personas que ostentan
Este derecho de preferencia, más conocido con el ciertas calidades expresamente establecidas por el
nombre de derecho de tanteo, tiene ciertos puntos artículo 1599 del Código Civil. Ello obedece a que el
de contacto con el derecho de retracto entre copro- derecho de retracto es una excepción al principio de
pietarios de que trata el inciso 2. del artículo 1599 del la libertad de contratar, que se justifica por la espe-
Código Civil, pero se diferencia de éste en lo si- cial situación en que se encuentran tales personas
guiente: con relación a los bienes que son materia de la
compraventa.
1.- El derecho de tanteo tiene carácter real, mientras
que el derecho de retracto es personal. Lós herederos de las personas taxativamente rela-
cionadas en el artículo 1599 no tienen necesariamen-
2.- El derecho de'tanteo se dirige contra el copropie- te que poseer las mismas calidades de sus causantes,
tario que pretenda vender, mientras que el derecho por [Q que "no" es procedente que gocen del mismo
de retracto se dirige contEa el comprador después de derecho que éstos". Si por razón de la herencia los
efectuada la venta. herederos adquieren la propiedad de los bienes

<" BIGIO CHREM, Jack, op. cit., pág. 5.

THEMIS38
133
materia de la compraventa, gozarán del derecho de El primer problema que surge respecto a esta dispo-
retracto por esta razón y no por ser herederos de sición es si se trata de un plazo civil o uno procesal.
quienes ostentan tal derecho. El asunto es importante desde que según el artículo
163 del Código Civil, el plazo señalado por días se
Convendría, pues, volver a la fórmula del artículo computa por días naturales, salvo que la ley o el acto
1626 del Proyecto de Código Civil aprobado por la jurídico establezcan que se haga por días hábiles,
Comisión Reformadora, que es similar al artículo mientras que el artículo 147 del Código Procesal
1448 del Código Civil de 1936. Civil dispone que para el cómputo del plazo no se
consideran los días inhábiles.
PLAZO PARA EJERCITAR LA ACCIÓN
DE RETRACTO Arguyen algunos que se trata de un plazo procesal
por cuanto rige para la interposición de la demanda
El artículo 1596 del Código Civil establecía lo si- de retracto. Sin embargo, la gran mayoría de los
guiente: autores, entre quienes puede citarse a Colin
S1 s2 S3
.x
Capitant , Badenes , García Cantero ,Albaladejo
ss
«Artículo 1596.- El derecho de retracto debe ejerci- y Navarro , consideran que es un plazo civil, desde
tarse dentro del plazo de treinta días contados a que se aplica para el ejercicio de un derecho, sin que
partir de la comunicación de fecha cierta a la perso- ello tenga en modo alguno relación con el acceso a
na que goza de este derecho o del aviso inserto en el los órganos judiciales a los efectos de obtener una
diario encargado de la publicación de los avisos resolución judicial.
judiciales del lugar de situación de los bienes, salvo
disposición distinta de las leyes especiales». Otro problema es el relativo a si se trata de un plazo
de prescripción o uno de caducidad, que también
Este artículo ha sido modificado por el Decreto tiene importancia por cuanto este último no admite
Legislativo 768, quedando con el siguiente texto: interrupción ni suspensión y, además, la caducidad
se produce transcurrido el último día del plazo,
«Artículo 1596.- El derecho de retracto debe ejercer- aunque sea inhábil.
se dentro de un plazo de treinta días contados a
partir de la comunicación de fecha cierta a la perso- La doctrina consultada es unánime en el sentido
na que goza de este derecho. que el plazo señalado en el artículo1586 del Código
Civil es de caducidad.
Cuando su domicilio no sea conocido ni conocible,
puede hacerse la comunicación mediante publica- CONOCIMIENTO DE LA TRANSFERENCIA
ciones en el diario encargado de los avisos judiciales
y en otro de mayor circulación de la localidad, por El artículo 1597 del Código Civil, tal como ha sido
tres veces con intervalo de cinco días entre cada modificado por el Decreto Legislativo 768, dice así:
aviso. En este caso, el plazo se cuenta desde el día
siguiente al de la última notificación». «Artículo 1597.- Si el retrayente conoce la transfe-
rencia por cualquier medio diferente del indicado
La modificación introducida por el Decreto Legisla- en el artículo 1596, el plazo se cuenta a partir de la
tivo 768 tiene la ventaja de que no se deja a la fecha de tal conocimiento. Para este caso, la pre-
elección del comprador la comunicación de fecha sunción contenida en el artículo 2012 solo es
cierta o el aviso por periódico, sino que se establece oponible después de un año de la inscripción de la
en primer lugar la comunicación de fecha cierta y transferencia» .
sólo si el domicilio de la persona que goza del
derecho de retracto no es conocido ni conocible (se Según el artículo 2012 del Código Civil, se presume,
entiende por el comprador) procederá la publica- sin admitirse prueba en contrario, que toda persona
ción por periódicos.

SI ,
COLIN, AbroslO y CAPITANT, H., op. cit., Tomo IV, pág. 294.

" BADENES GASSET, Ramón, (lp. cit., Tomo lI, pág. 1033.

" GARCÍA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo XIX, pág. 632.
s.¡ "
ALBALADEJO GARCIA, Manuel, op. cit,. Tomo III, Volumen lI, pág. 348

" NAVARRO PÉREZ, José Luis, op. cit., pág. 761.

THEMIS 38
134
tiene conocimiento del contenido de las inscripcio- nación del precio. Pero si la venta es a plazos, por
nes en los registros públicos. el precepto 1447 (del Código Civil de 1936, que es
similar al artículo 1598 del Código Civil de 1984) se
Este último artículo adolece de un error técnico, pues le impone una obligación que puede no haber
de acuerdo con la doctrina moderna las llamadas asumido el comprador: la prestación de garantía
presunciones legales iuris et de iure, o sea que no por el precio no pagado (total o parcialmente). Se
admiten prueba en contrario, no son sino disposicio- trata de una garantía forzosa. La garantía será una
nes legales de cumplimiento obligatorio. Dice Serra suficiente, a juicio del juez. Si no se ofrece la nece-
5h
Domínguez que en realidad es unánime, ya desde el saria garantía, el retracto no prospera. La razón
siglo pasado, el repudio doctrinal de las presunciones por la cual debe el retrayente prestar garantía, es
«iuris et de iure». Son rarísimos los autores que admi- obvia: el vendedor puede haber dispensado al
ten la existencia real de tales presunciones, y más comprador de la prestación de la garantía, a virtud
raros aún los que intentan defender su utilidad*. de conocer al último y tener confianza en su sol-
vencia y circunspección. Tal puede no ser el caso
En realidad, el artículo 2012 del Código Civil debió en lo que hace a la opinión que puede tener el
decir: «Debe entenderse que toda persona tiene vendedor en cuanto a la persona del retrayente.
conocimiento de las inscripciones.». En el mismo
sentido, la redacción de la última frase del artículo TITULARES DEL DERECHO DE RETRACTO
1597 del mismo Código debió ser: «Para este caso,
el artículo 2012 sólo es oponible después de un año El artículo 1599 del Código Civil establece lo si-
de la inscripción de la transferencia». guiente:

Lo que no se explica es la supresión del segundo «Artículo 1599.- Tienen derecho de retracto:
párrafo del primitivo artículo 1597, que establecía
que la carga de la prueba del conocimiento del acto 1. El arrendatario, conforme a la ley de la materia
corresponde al demandado. Si toca al comprador (este inciso ha sido derogado por la Primera Dispo-
poner en conocimiento de los posibles retrayentes la sición Final del Decreto Legislativo 757).
adquisición que ha efectuado, lo lógico es que sea de
su cargo la probanza del conocimiento por medio 2. El copropietario, en la venta a tercero de las
distinto del indicado en el artículo 1596. porciones indivisas.

APLAZAMIENTO DEL PAGO DEL PRECIO 3. El litigante, en caso de venta por el contrario del
bien que se esté discutiendo judicialmente.
El artículo 1598 del Código civil dice así:
4. El propietario, en la venta del usufructo y a la
«Artículo 1598.- Cuando el precio del bien fue pac- inversa.
tado a plazos es obligatorio el otorgamiento de una
garantía para el pago del precio pendiente, aunque 5. El propietario del suelo y el superficiario, en la
en el contrato que da lugar al retracto no se hubiera venta de sus respectivos derechos.
convenido».
6. Los propietarios de predios urbanos divididos
57
Según León Barandiarán , el retrayente en gene- materialmente en partes, que no puedan ejercitar
ral ocupa el sitio del comprador y queda sujeto, sus derechos de propietarios sin someter las demás
por ende, a las mismas obligaciones. Si la venta fue partes del bien a servidumbres o a servicios que
al contado, su obligación se cumple con la consig- disminuyan su valor.

% SERRA DOMINGUEZ, Manuel. Comentarios al Código civil y compilaciones forales. Madrid: Editorial Revista de Derecho Privado,

1981, Tomo XVI, Volumen n, pág. 614. •

• Indica Serra Domínguez que la gran mayoría de los. procesalistas niegan actualmente toda validez y utilidad al concepto de las
presunciones legales a1'lsolutas, a las que llegan a considerar como irritantes, y como herencia del pasado. Guasp afirma de modo tajante
que las presunciones «¡!Iris el de iure» nada tienen queveren realidad conel conc'ephdepresim~ión,siendo ajenas por completo al derecho
de la prueba: se trata de auténticas normas jurídicas que por un erróneo enfoque, debidó casi ,siempre a razones históricas, reciben esta
incorrecta formulación. Análogamente PríetoCastroseñala con acierto que toda presunción tééhica es según loí terminología antigua una
presunción «iuris tantum», y que la presunción «¡uris et de iure>" creada por los glosadores, repugna a la esencia de la figura y se enlaza
íntimamente con la ficción. Para Fenech dicha categoría se encuentra situada en las regiones de I¡¡ entelequia.

57 LEÓN BARANDIARÁN, José, op. dt., Tomo 1, pág. 95.

THEMIS38
135
7. El propietario de la tierra colindante, cuando se 5.- Que el comprador sea un tercero extraño a la
trata de la venta de una finca rústica cuya cabida no copropiedad.
exceda de la unidad agrícola o ganadera mínima
respectiva, o cuando aquélla y ésta reunidas no Debe tenerse presente que los bienes sociales en el
excedan de dicha unidad». régimen de sociedad de gananciales no pertenecen
en copropiedad a los cónyuges sino en propiedad
a) Retracto del copropietario exclusiva a la sociedad de gananciales. Los cónyu-
ges sólo son copropietarios de los gananciales como
SerranoSR ha descrito gráficamente el fundamento consecuencia del fenecimiento de la sociedad de
del retracto de copropietarios con las siguientes gananciales.
palabras: «El estado de copropiedad es abonadísimo
para producir consecuencias funestas en lo econó- b) Retracto del litigante
mico, en lo jurídico y aun en lo moral. Es propio de
59
él la coadministración, y cuando varias personas Sostiene Bigi0 , con razón, que se concede el retrac-
administran una cosa, el rendimiento de ésta no to no sólo a favor del demandado, sino también del
llega generalmente a donde llegaría si el adminis- demandante, ya que bien puede ocurrir que la venta
trador fuese único. Padece la economía, porque, sea efectuada por quien ha sido demandado en vía
con la administración por varios, los gastos crecen de petición de herencia, nulidad o rescisión de
y el aprovechamiento es más descuidado. contrato, etc., de tal manera que el vocablo «litigan-
Antijurídica resulta también la copropiedad, por- te» comprende a todo aquel que sea parte en un
que los antagonismos entre los condueños y proceso.
coadministradores, con frecuencia originan plei-
tos. No pocas veces es dañosa a la moral, pues por Se requiere que el proceso verse sobre la propiedad
causa de la copropiedad menudean las ocasiones del bien.
de choque, las rencillas, los conflictos, las luchas,
hay vencedores y vencidos, satisfechos aquéllos, c) Retracto del propietario en la venta del
humillados éstos, arrogantes y despectivos los unos, usufructo
envidiosos los otros. De ahí que el interés público
recomiende instituciones como la del retracto de El inciso 4, del artículo 1599 del Código Civil, a
comuneros, normas como las de no obligar a nin- semejanza de los incisos 2, 5 Y6 del mismo artículo,
gún copropietario a permanecer en la indivisión, está orientado a la consolidación de la propiedad.
providencias cuál la de declarar imprescriptible la
acción communi dividundo, porque todo ello tien- Dice León Barandiarán60 que la idea de conceder al
de a facilitar el cese del nada deseable estado de propietario la posibilidad de ser retrayente en la
copropiedad». venta del usufructo, y al contrario, es como un
medio tendente a dar fin a esa situación de dominio
Los requisitos para que proceda el retracto de co- incompleto o limitado. En una misma persona, el
propietario son los siguientes: retrayente, se vienen a reunir los caracteres de usu-
fructuario y propietario, los que antes se hallaban
1.- Que se celebre un contrato de compraventa (o de desdoblados en personas diferentes.
permuta de bienes fungibles o una dación en pago).
d) Retracto del propietario del suelo y del
2.- Que el bien materia de la compraventa esté en superficiario
copropiedad, o sea que, según el artículo 969 del
Código civil, pertenezca por cuotas ideales a dos o El artículo 1030 del Código Civil dispone que puede
más personas. constituirse el derecho de superficie por el cual el
superficiario goza de la facultad de tener temporal-
3.- Que una o más de estas cuotas ideales pertenezca mente una construcción en propiedad separada
al retrayente. sobre o bajo la superficie del suelo. Este derecho no
puede durar más de noventinueve años. A su ven-
4.- Que el vendedor sea un copropietario. cimiento, el propietario del suelo adquiere la pro-

,,< Cita de Gabriel GARCtA CANTERO, op. cit., Tomo XIX, pág. 598.

,C¡ BlGTO CHREM, Jack, op. cit., pág. 10.


0,0 LEÓN BARANDIARÁN, José, op. cit., Tomo I, pág. 99.

THEMIS 38
136
piedad de lo construido reembolsando su valor, dad territorial, allí donde este exceso ofrece obstá-
salvo pacto distinto. culo insuperable al desarrollo de la riqueza.

El retracto concedido al dueño del suelo y al Los requisitos para que proceda este retracto son los
superficiario tiene igual finalidad que la del inciso siguientes:
anterior, o sea la consolidación de la propiedad,
bien sea en manos del dueño del suelo o del 1. Que ambas fincas sean de naturaleza rústica, o sea
superficiario. que el carácter de finca rústica debe darse tanto en la
parcela objeto de la venta como en la finca de propie-
e) Retracto de los propietarios de predios dad del retrayente, pero es supuesto diferente el de la
urbanos divididos en partes venta a un colindante cuya finca no sea rústica, pues
en este caso, en opinión de Albaladej064, como el
1
Indica Arias-Schreibe/ que el inciso 6 del artículo legislador no trata de que la finca vendida sea culti-
1599 se contrae a una situación que no es usual, y vada, sino que sólo se trata de que no siga siendo un
que Ma,nuel Augusto Olaechea señalaba en su cáte- minifundio, no hay obstáculo en admitir que tampo-
dra que se producía en aquellos casos en que exis- co procede el retracto, ya que se incorpora también a
tían quintas, siendo su objetivo hacer desaparecer la finca vecina del comprador, aunque ésta sea urba-
por consolidación, la servidumbre o servicios co- na (por ejemplo, quería la contigua para extender su
mLmes que vinculen a diversos predios urbanos. edificación o hacer a ésta un jardín).
62 65
Sobre el mismo tema León Barandiarán refiere Carcía Canter0 discrepa de esta solución, y aun-
que no es un caso de condominio, pues se habla de que el punto no está resuelto ni en la ley, ni en la
que los predios urbanos estén divididos material- jurisprudencia, entiende que la venta a un colindan-
mente en partes. Como no hay retracto por te apta para excluir el retracto debe tener una fina-
colindancia en cuanto a predios urbanos, el retracto lidad agraria; le parece muy significativo que la ley
considerado en este inciso reemplaza a aquél, aun- hable de «tierras» colindantes.
que limitativamente, pues mientras en lo que con-
66
cierne a predios rústicos el retracto es posible única- La doctrina ha establecido que el predio rústico se
mente por la condición de ra yanas de los inmuebles, distingue fundamentalmente del urbano: 1°. Por su
haya o no servidumbres entre ellos, en cuanto a los situación o emplazamiento en el campo o en la
predios urbanos es de necesidad la existencia de población; 2". Por el aprovechamiento o destino -
tales servidumbres (o servicios comunes). Pero de explotación agrícola, pecuaria o forestal, frente a
otro lado, en lo que hace a los predios urbanos es vivienda, industria o comercio-; 3°. Por la preponde-
indiferente lo relativo a la cabida de ellos; lo que, por rancia de uno de estos elementos si ambos concu-
el contrario, es esencial en lo que respecta al retracto rren en un mismo predio, o por la relación de
de fincas rústicas, por colindancia. dependencia que entre ellos exista.

f) Retracto del propietario de tierra colindante Como criterio esencial cabe señalar que en la dife-
renciación hay que seguir un criterio exclusivamen-
El inciso 7 del artículo 1599 del Código Civil perua- te civil, propio y autónomo de finca rústica.
no tiene su antecedente en el artículo 1.523 del
Código Civil español. Según la Exposición de Moti- 2. Que las fincas sean colindantes.
6
vos de este artícul0 ] , la finalidad del retracto de
67
colindantes es facilitar con el transcurso del tiempo Según Borrel y Soler , es requisito indispensable
algún remedio a la división excesiva de la propie- para que proceda el retracto entre colindantes que la

,,j ARIAS-SCHREIBER. Max, op. cit., Tomo ll, pág. 151

,,' LEÓN BARANDIARÁN, José, op. cit., Tomo 1, pág. 103.

él Cita de José CASTÁN TOBEÑAS, op. cit., Tomo IV, pág. 162.

,,' ALBALADEJO GARCÍA, Manuel, op. cit., Tomo III, Volumen I1, pág. 359...

,,5 GARCÍA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo XIX, pág. 615.

''', Cita de José Luis NA V ARRO PÉREZ, op. cit., pág. 749.

,,7 BORREL y SOLER, Antonio, op. cit., pág. 286.

THEMIS38
137
finca del retrayente linde con la que se quiere re- ganadera mínima respectiva), cualquiera que sea la
traer. No basta que estén próximas, sino que han de extensión de la finca perteneciente al propietario
tener algún límite común; no sería suficiente que la colindante que retrae y, en segundo lugar, además
primera finca lindase con otra que a su vez lindase de llenarse esta condición, es menester que suma-
con la segunda; porque en este caso estas dos no das las extensiones de ambos fundos no excedan de
serían lindantes, sino que estarían separadas por la diez hectáreas (de la unidad agrícola o ganadera).
interpuesta entre ellas. El ser contiguas las dos
fincas es lo que caracteriza y da nombre a este Nos dice Borrel y Sale/O que «para resolver si
retracto, No es necesario que las dos fincas (la del procede el retracto de colindantes, debe atenderse a
retrayente y la que se retrae) tengan común en toda la condición de la finca al tiempo de perfeccionarse
su extensión alguno de sus límites; pero tampoco la venta; puesto que en el que medie entre la perfec-
bastaría, en rigor, que si una terminase en un ángu- ción y la consumación pueden haberse hecho obras
lo, no tuviese con la vecina otro punto de contacto que conviertan en urbana una finca rústica, para
que el vértice, punto que matemáticamente no tiene privar que prospere el retracto; pues los trabajos
extensión. hechos por el mismo dueño vendedor o por el
adquirente a raíz de concertarse la venta para variar
El artículo1.523 del Código Civil español dispone la naturaleza de la finca en perjuicio del retrayente,
que el derecho de retracto no es aplicable a las tierras no sólo son ineficaces, sino civilmente dolosos; por
colindantes que estuvieren separadas por arroyos, lo cual para calificar la finca de rústica o de urbana,
acequias, barrancos, caminos y otras servidumbres hay que remontarse a averiguar lo que era al tiempo
aparentes en provecho de otras fincas. de perfeccionarse la venta; porque en otro caso
podría quedar a merced de los contratantes hacer
Manresa6~ dice que si entre dos fincas existe servi- ilusorio el derecho de retracto del propietario colin-
dumbre aparente en provecho de otras -arroyo, dante'>.
acequia, barranco, camino- es evidente que esas dos
fincas no son colindantes, pues lejos de colindar, 4.- Que la venta se haga a un extraño, no a otro
lindarán con el arroyo, con la acequia, con el barran- propietario colindante que tenga el mismo interés.
co, con el camino, pero no entre sí, y, no siendo
71
colindantes, es claro que no puede haber derecho de Escribe Carda Canter0 que el vendedor tiene en
retracto. su mano la posibilidad de impedir el funcionamien-
to del retracto de colindantps, verificando la venta a
3.- Que la cabid a de la finca que se enajene no exceda 'Ir coli_ldante, ya qlte la jl1rispI'J.df'ncia h;:¡ de,=~ara­
de la unidad agrícola o ganadera mínima respecti- do que este retracto sólo prOCEde contra extraños,
va, o cuando las fincas reunidas no excedan de dicha pero no contra otro colindante que tiene el mismo
unidad. interés.

Refiriéndose al inciso 5 del artículo 1450 del Código CARÁCTER RESTRICTIVO DE LA


Civil de 1936, que es similar al inciso 7 del artículo ENUMERACIÓN
1599 del Código Civil de 1984, señala León
6Y
Barandiarán que su finalidad es procurar que no Se ha visto en el rubro «Actos a los que se aplica»,
se mantenga una pulverización y minimización de que el otorgamiento del derecho de retracto es una
la propiedad rústica, como el microfundio, excepción al principio de la libertad de C0ntratar
acreciéndose, por el contrario, como consecuencia consagrado en el artículo 1354 del Código civil, por
del retracto, los existentes. Pero la limitación en lo cual, en aplicación del artículo IV del Título
cuanto a la cabida tiende a evitar la formación de Preliminar del mismo Código, los artículos 1592 y
latifundios. Las dos condiciones señaladas en dicho 1593 no pueden ser aplicados por analogía.
inciso deben existir; esto es, en primer lugar, no
puede haber retracto si el inmueble en que incide Igual razón determina que la enumeración hecha en
éste, excede de tres hectáreas (la unidad agrícola o el artículo 1599 tenga carácter restrictivo, desde que

"' MANRESA y NAVARRO, José María, op. cit., Tomo x, Volumen J, pág. 523.

"C) LEÓN BARANDIARÁN, José, op.cit., Tomo I, pág.lOO.

7" BORREL Y SOLER, Antonio, op. dt.: pág..285.

71 GARCÍA CANTERO, Gabriel, op. cit., Tomo XIX, pág 614.

THEMIS 38
138
se refiere a los casos en que puede ejercerse el «Artículo 1600.- Si concurren como retrayentes dos
derecho de retracto. o más personas que tengan título de la misma natu-
raleza, serán preferidos a prorrata. Si sus títulos
PREFERENCIA ENTRE RETRAYENTES fuesen de diversa naturaleza, el orden de preferen-
cia será el indicado en el artículo 1599».
El artículo 1600 del Código Civil vigente tiene el
tenor siguiente: ENAJENACIONES SUCESIVAS

«ArtÍCulo 1600.- Si hay diversidad en los títulos de El artículo1632 del Proyecto de Código Civil apro-
dos o más que tengan derecho de retracto, el orden bado por la Comisión Reformadora establecía lo
de preferencia será el indicado en el artículo 1599». siguiente:

Se soluciona así el problema que existe en otros «Artículo 1632.- Cuando se haya hecho dos o más
ordenamientos extranjeros respecto de la dificultad transferencias antes de que expire el plazo para pe-
para determinar un orden de preferencia para el dirlo, el derecho de sustitución se refiere a la primera
ejercicio del derecho de retracto. transferencia, y se verifica por el precio y bajo las
condiciones de ellos. El sustituyente no pagará otros
2
Arias Schreibe/ sostiene que el orden que estable- gastos sino los de la primera transferencia».
ce el artículo 1599 no es justificado porque, para
poner un ejemplo, el retracto del colindante merece La Comisión Revisora, a propuesta de los doctores
74
menos importancia que el de los copropietarios, Alva Orlandini y Bigi0 , modificó este artículo, el
siendo así que sucede lo contrario, por razones cual quedó con el texto siguiente:
obvias.
u Artículo 1601.- Cuando se hayan efectuado dos o

Me permito discrepar de la opinión de este jurista más enajenaciones antes de que expire el plazo para
porque creo que, en el ejemplo propuesto, es más ejercitar el retracto, este derecho se refiere a la
importante consolidar la propiedad que solucionar primera enajenación sólo por el precio, tributos,
el problema de la minimización de los predios rús- gastos e intereses de la misma. Quedan sin efecto las
ticos. Pienso que el orden señalado en el artículo otras enajenaciones".
1599 responde a las necesidades que se trata de
75
satisfacer con el derecho de retracto. Explica Bigi0 que con la finalidad de evitar la burla
al derecho del retrayente, la parte final del artículo
Esto respecto a la preferencia entre títulos de diver- 1601 establece que queda sin efecto con relación al
naturaleza.
Sé1 retrayente toda enajenación (gratuita u onerosa)
posterior a una compraventa, siempre que se efec-
En lo relacionado con la preferencia entre títulos de túe dentro del plazo para retraer.
la misma naturaleza, el Código Civil de 1936 esta-
7
blecia en su artículo 1454 que si varios comuneros La Exposición de Motivos de este artículo !> dice que
intentan la acción de retracto, todos serán admitidos la última parte del mismo, que establece que quedan
y adquirirán la parte retraída en proporción de su sin efecto las otras enajenaciones, tiene por finali-
haber en la cosa común. El Código Civil de 1984 no dad cubrir la posibilidad de que un adquirente por
tiene una disposición similar, pero debe estimarse compraventa o dación en pago (también por per-
que habrá que llegar a la misma solución, por ser la muta de bienes fungibles) transfiera posteriormen-
más lógica. te el mismo bien a un sub adquirente, bien sea por
compraventa, dación en pago o cualquier otro título
73
Sobre el particular Castill0 sugiere que el artículo ( como donación, aporte a una sociedad, ete.), caso
1600 del Código Civil tenga la siguiente redacción: en el cual todas estas posteriores enajenaciones

" ARJAS-SCHREI.BE,R, Max, op. cit., Tomo n, pág. 152.


7.1 CASTILLO FREYRE, Mario, op. cit., pág. 977.

74 B1GIO CHREM, Jack, op. ¿it., pág. 12.

/" Loe. cit.

Código Civil: Exposición de Motivos y Comentarios, op. cit., Tomo VI, pág. 246.

THEMIS38
139
quedan sin efecto en razón del retracto ejercitado Sobre el particular cabe anotar que, como aclara
78
con relación a la primera venta. Bigi0 , el adquirente del bien expuesto al ejercicio
del retracto no está impedido de enajenarlo dentro
7
Arias-Schreibe/ señala que Ramírez Jiménez objeta del plazo en que la acción puede ser ejercitada.
la expresión «quedan sin efecto 'las otras enajenacio- Consiguientemente, si enajena el bien por cualquier
nes», por no existir en el Código un concepto preCiso de título a tercero, el contrato respectivo no está vicia-
lo que consiste en «dejar sin efecto», por lo que sugiere do de nulidad, ya que su transmisión no está prohi-
que el Código debería anular la otras enajenaciones. bida por la ley.

77 ARIAS-SCHREIBER PEZET, Max, op. cit., Tomo n, pág. 153.

" BIGIO CHREM, Jack, op. cit., pág. 12.

Luz MARÍA GARCÍA PIÉROLA

PERITO CONTABLE JUDICIAL


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THEMIS38
140
LAS CLÁUSULAS VEJATORIAS EN LOS
CONTRATOS ESTIPULADOS
UNILATERALMENTE

Juan Espinoza Espinoza 1

1. PREMISA

Libertad contractual, protección de los consumido-


res y simetría informativa resultan ser tres princi-
pios que pueden resultar de difícil y diversa articu-
lación, según la perspectiva del agente económico
que participa dentro del fenómeno de la contrata-
ción masiva. En efecto, para el empresario que
profesionalmente se dedica a la colocación de bie-
nes o servicios en el mercado, la libertad contractual
será entendida como la facultad que tiene para
disponer unilateralmente el contenido de la rela-
ción contractual con los consumidores, por cuanto
No cabe duda de que la libertad contractual es un la negociación individual con los mismos resulta
concepto básico para nuestro Derecho Privado; esta impracticable y anti-económica, así como el derecho
institución, sin embargo, puede ser entendida de de decidir con quien celebrará dicho contrato. Para
distinta manera según la perspectiva de cada una de los consumidores, la libertad contractual es conce-
las partes contratantes. En efecto, para el empresa- bida como el derecho de elegir entre varias ofertas
rio la libertad contractual será atendida como la colocadas en el mercado aquella que más le convie-
facultad de que dispone para establecer de manera ne en función de sus intereses y posibilidades.
unilateral el contenido de la relación contractual
que sostenga con los consumidores (lo que excluye Ambos agentes económicos, empresario y consu-
la posibilidad de negociaciones individuales), mien- midor, si bien es cierto se encuentran, dentro de un
tras que para estos últimos la libertad contractual plano formal, en igualdad de condiciones, no están
es entendida como el derecho de elegir entre varias perfectamente equilibrados en un plano sustancial.
ofertas colocadas en el mercado aquella que más le Ello se evidencia en la capacidad de información
convenga. Desde esta perspectiva, el doctor Espinoza que cada uno puede tener respecto del bien o del
estudia los alcances de la libertad contractual de servicio que se coloca en el mercado. El empresario
quien dispone unilateralmente los contratos masi- -de sólito- posee mayor conocimiento del bien o del
vos, frente a una tutela efectiva de los derechos de -servicio puesto en circulación, por cuanto lo hace de
los consumidores o de la parte que no ha intervenido una manera habitual y profesional, mientras que al
en la negociación ,del contrato, estudiando para ello consumidor -tendencialmente-le queda recurrir a
la situación actual en nuestro país y las experien- su sano· entender y parecer. Es por éso que entre
cias recogidas en la doctrina y jurisprudencia com- amba~ partes se produce una situación que ha sido
paradas. denominada de asimetría informativa. De ello re-

1 Profesor de Derecho Civil en las Facultades de Derecho de la Universidad Nacional Mayor de San Marc~s yde la P~ntificia Universidad
Católica del Perú. 'o •

THEMIS38
141
sulta que" oferente y consumidor hablan la misma NEGOCIACIÓN DE LOS CONTRATOS
lengua, el mismo idioma, pero los intereses que PREDISPUESTOS POR LA CONTRAPAR-
representan, siendo complementarios para la TE)
agilización del tráfico, los transforman, paradójica-
mente, en una especie de habitantes de la Torre de Con acierto se ha observado que "después de la
Babel,,2 y, siguiendo con las metáforas bíblicas, estación de la denominada despatrimonialización
(Torre de Babel o no), cuando el consumidor sufre del Derecho Privado dirigida a desplazar el sistema
las consecuencias de su elección, su situación no napoleónico centrado en el primado del derecho de
dista mucho a la de un penitente frente al Muro de propiedad, y después de la estación -aún no
las Lamentaciones. concluída; pero fecunda- del preminente interés por
las relaciones personales en la perspectiva de una
Esta capacidad de información, que ha presupues- traducción civilista de los principios fundamentales
to un costo que ha sido asumido por el agente que de la Constitución, se viene delineando una tercera
la detenta, no sólo se refiere a las condiciones y estación, caracterizada por un retorno al interés por
características del bien o del servicio que se coloca las relaciones patrimoniales, (re )consideradas como
en el mercado, sino también a las cláusulas conte- desenvolvimiento y posible desarrollo de los 'dere-
nidas en el contrato que unilateralmente ha sido chos inviolables del hombre,4. En efecto, frente al
predispuesto por el empresario y que tendrá que status del ciudadano y del trabajador, ha surgido el
ser firmado por el consumidor, el cual se encuentra del consumidor, sobre el cual en otra sede habíamos
desprovisto del poder económico que le permite observado que "ha dejado de ser el aislado compra-
negociar con su contraparte. En efecto, el consumi- dor en un mercado local de modestas dimensiones
5
dor se encuentra, generalmente, "privado de todo y se ha transformado en un elemento de masa" .
conocimiento técnico respecto de insidiosos refi- Prueba de ello es que la Asamblea Consultiva del
namientos jurídicos que se anidan en los contratos Consejo de Europa aprobó, con la Resolución No.
predispuestos por las empresas,,3. El objeto del 543 de 1973, el texto definitivo de la Carta europea
presente trabajo es el de delimitar los alcances de la de protección de los consumidores, en la cual se
libertad contractual de quien predispone enumeran una serie de derechos que deben ser
unila ter almen te los contra tos masivos, frente a una garantizados a los consumidores en cada uno de los
6
tutela efectiva de los derechos de los consumidores países adherentes, los cuales son :
o de la parte que no ha intervenido en la negocia-
ción del contrato, estudiando para ello la situación a) El derecho a la protección y a la asistencia de los
actual en nuestro país sobre el particular y contras- consumidores, que se ha de materializar en un
tarla con los formantes legislativos, jurispru- efectivo acceso a la justicia y en una adecuada
denciales y doctrinales en la experiencia jurídica administración de la misma, protegiendo a los
comparada. consumidores de cualquier tipo de daño.
b) El derecho al resarcimiento del daño soportado
por el consumidor debido a la circulación de
2. HACIA UNA TUTELA EFECTIVA DE productos defectuosos, o por la difusión de men-
LOS DERECHOS DE LOS CONSUMIDO- sajes erróneos o que inducen al engaño.
RES (y DE LOS AGENTES ECONÓMICOS c) El derecho a la información y a la educación,
QUE NO HAN PARTICIPADO EN LA entendido como la adquisición, por parte del

2 VEGA MERE, Yuri. Derecho Privado. Lima: Grijley, 1996. T. 1, p. 206. Sin embargo, el autor rectifica su posición, a raíz de un estudio
de: BULLARD GONZALEZ, Alfredo ¡Firme primero, lea después! La contratación masiva y la defensa del consumidor. En: Estudios
de análisis económico del Derecho. Lima: ARA Editores, 1996. p. 249, afirmando que "Gracias a la búsqueda de información de los
demandantes, en la cual exponen sus preferencias, gustos, expectativas, las empresas no siempre habrán de imponer sus condiciones.
(... ), no siempre fijan unilateralmente sus condiciones sino que recogen las mismas a través de la información que el mercado les da
en los términos que son expuestos y demandados por los consumidores". En: Consumidor, contrato y sociedad postindustrial. Lima:
Universidad de Lima, Fondo de Desarrollo Editorial, 1998. p. 85. Díchoen otras palabras, ya no se trata de dos monólogos (empresario
y consumidor), sino de un libreto bien aprendido del empresario (sobre la base de un estudio de mercado) para" captar" al conslJmidor.

3GIAMPIERl. L'attuazione della diretliva sulle clausole abusive negli Stati del/'Unione Europea. En Le clausole abusíve neí contratti stipulatí
con i consuma/ario L'atluazione del/a direttiva comu!útaria del 5 aprile 1993, a cura de BlANCA y ALPA. Padova: CEDAM, 1996. p. 273. '

, Así, con respecto a la experiencia jurídica italiana: BUSNELLI. Fandamento costitu;donale e linee di tendenza di uno" statuto dei diritti del
risparmiatore". En: Scrítti in anore di Alberto Predieri. Milano: Giuffre, 1996. T. 1, p. 210

5 ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Apuntes ~n torno al contrato de spansorshíp. En: Temas de Derecho. Lima. No. 3. (1996) p. 85.

"ALPA, Guido. Il diritto de! consuma/ori. Roma·Barí: Laterza, 1995. p. 21 Yss.

THEMIS38
142
consumidor, de informaciones correctas sobre la de adhesión o las cláusulas generales de contrata-
calidad de los productos y de quienes los sumi- ción. Punto de partida obligatorio sería cambiar los
nistran. mecanismos de control formal por mecanismos de
d) El derecho a la representación a través de orga- control sustancial, vale decir, de contenido de los
w
nismos legitimados para ello. contratos stal1dard .

Ello evidencia que "ser consumidor hoy quiere Es dentro de este marco conceptual que debemos
decir participar: en el proceso productivo, en el enfocar a las cláusulas vejatorias, entendidas" como
proceso·económico, en el proceso social, en el proce- un fenómeno dañino vinculado a la situación de
so político. Más que de Derecho de Consumo, hoy, disparidad socio-económica en la cual se encuen-
a buen título, se puede hablar del Derecho de los tran los adherentes, sometidos a los abusos de
Consumidores,,7 y que frente a este descubrimien- quien detenta el poder de hecho de predisponer a
to de nuevos derechos propios del status del consu- su arbitrio la disciplina del contrato. La interven-
midor, le compete al jurista optar por una posición, ción pública dirigida a reprimir tales abusos es
vale decir, "estar con el príncipe o estar con el ahora constitucionalmente legítima y también obli-
súbdito, ponerse de parte de quien gobierna la gatoria, en cuanto está dirigida a tutelar una cate-
economía o ponerse de parte de quien es, aún hoy, gana, de'b'l"ll
l.
esclavo del mercado, del mercado de los bienes, de
los servicios, de los productos financieros"s. Dentro
de esta óptica, si bien es cierto que los contratos
3. LAS COORDENADAS ESTABLECIDAS
standard son un instrumento tan útil que es imposi- POR EL LEGISLADOR NACIONAL
ble eliminarlos, siendo ingenuo pensar que con su
eliminación se ofrecería una tutela al consumido/ , El artículo 1398 del Código Civil peruano, siguien-
no debemos perder de vista que un adecuado siste- do al artículo 1341 del Código Civil italiano de 1942,
l2
ma de control de este tipo de contratos podría evitar regula a las cláusulas vejatorias • Este dispositivo
situaciones que afecten los derechos de los consu- se aplica tanto para los contratos de adhesión 13
midores, así como de otros agentes económicos, en como para las cláusulas generales de contratación 14
aras de restablecer el equilibrio de la relación con- no aprobadas administrativamente. Autorizada
tractual con aquellos que predisponen los contratos doctrina nacional define como vejatorias "las cláu-

7 ALPA, Guido, op. cit., p. 8.

s ALPA, Guido. La persolla. Tra cittndinanza e merca/o. Milano: Feltrinelli, 1992. p. 147.

y Tal como ha sido puesto de manifiesto por ALPA, Il diritto dei cOIlsumatori, cit., 129.

\lI ALP A, Guido, op. cit., 136.

11 BlANCA, Massimo. Le tecnichedi eoll/rollo del/e e/auso/e vessatorie. En: Le clausole abusivenei contraUi stipulati con i consuma/ori, cit. p. 359.

En este mismo sentido, FURGIUELE, cuando expresa que: "el punto de partida no es el de la pretendida igualdad formal, sino de la
efectiva desigualdad sustancial que diversifica la posición del sujeto que predispone las cláusulas y que provee el bien o el servicio,
respecto de la posición del destinatario de las mismas" (Tre ossC1'vaziolli edue corallari per l'alt14azione della direttiva comunitaria sulle e/a uso/e
abusive. En: Le clausule abusive /leí COlllratti stipulati con i consumatori, cit. p. 478).

" Artículo 1398: "En los contratos celebrados por adhesión y en las cláusulas generales de contratación no aprobadas administrativamente,
no son válidas las estipulaciones que establezcan en favor de quien las ha redactado, exoneraciones o limitaciones de responsabilidad;
facultades de suspender la ejecución del contrato, de rescindirlo o de resolverlo; de prohibir a la otra parte el derecho de oponer
excepciones o de prorrogar o de renovar tácitamente el contrato".

IJ Los cuales son definidos como "una manera de contratar en la cual, sin perderse la autonomía privada manifestada por la libertad

de conclusión del contrato, la determinación de las condiciones del mismo es hecha unilateral y exclusivamente por una de las partes
y plasmada en su oferta, para que la otra parte, o sea el destinatario, decida a su solo criterio contratar o no en tales condiciones. En el
primer caso, aceptará la oferta; enel segundo, la rechazará" (DE LA PullNTE y LA VALLE, Manuel. El contrato en general. Comentarios
a la Sección Primera del Libro VII del Código Civil. En: Biblioteca Para Leer el Códígo Civil. Vol. XI. Primera Parte. T. TII. Tercera Edición.
Lima: PUCP, Fond~E;ii'toriaJ, 1996. p.26).

'" Definidas por el artículo 1392 del Código Civil como "aquellas redactadas\?(~via y uníla~almente por una persona o entidad, en
forma general y abstracta, con el objeto de fijar el contenido normativo de una serie indefinü;l¡í de futuros contratos particulares, con
elementos propios de ellos". Sostiene que se trata de fenómenos muy similares BULLARD GONZALEZ, cu'ando afirma que "resulta
difícil imaginar un ejemplo en el que, la adhesión no se dé a cláusulas generales. Por el contrario, el fenómeno de las cláusulas generales
resulta teniendo un espectro de cobertura más amplio, permitiendo que la "adhesión" se produzca no a la integridad del contenido
contractual, sino a algunas condiciones particulares" (Contratación enmasa ¿Contratación? En: THEMIS-Revista deDerecho. Segunda
Epoca. No. 15. Lima. (1989) p. 54). '

THEMIS38
143
sulas generales de contratación que alteran, en ven- Al respecto, la Ley de Protección al Consumidor,
taja del predisponen te, el equilibrio entre los dere- Decreto Legislativo 716, del 07 de noviembre de
chos y obligaciones contractuales de las partes,,15. 1991, no establece ninguna disposición específica.
Para el formante legislativo, son cláusulas vejatorias Sin embargo, cabe mencionar que en el artículo 5 se
las que establecen lo siguiente: regula el derecho 'hue tiené el consumidor a recibir
de los proveedores "toda la información necesaria
a) Exoneraciones o limitaciones de responsabili- para tomar una decisión o realizar una elección
16
dad . adecuadamente informada en la adquisición de pro-
b) Suspensión de la ejecución del contrato. ductos y servicios, así como para efectuar un uso o
c) Rescisión y resolución del contrato. consumo adecuado de los productos o servicios"
d) Prohibición de oponer excepciones. (inciso b), así como el" derecho a la protección de sus
17
e) Prórroga o renovación tácita del contrato intereses económicos, mediante el trato equitativo y
justo en toda transacción comercial; y a la protección
Aunque resulte evidente, creemos necesario remar- contra métodos coercitivos o que impliquen
car que estas hipótesis se refieren a cláusulas que, desinformación o información equivocada sobre los
estando fuera de los casos ya previstos y permitidos productos o servicios" (inciso d).
por ley, se imponen sin ser negociadas. Se plan-
tea como un problema el carácter de la relación de De esto se desprende que, en materia de cláusulas
cláusulas vejatorias contenida en el artículo 1398, vejatorias predispuestas en contratos por adhesión y
vale decir, si se trata de una disposición nurnems en cláusulas generales de contratación no aprobadas
apertus o nurnerus clauslls. Sobre el particular se administrativamente, el Código Civil nos ofrece un
sostiene que al tratarse el artículo 1398 del Código elenco ejemplificativo, por cuanto el mismo debe ser
Civil de una excepción al artículo 1354 del mismo intergretado a la luz de los principios de la Constitu-
18
cuerpo legal , que se refiere a la libertad de deter- ción . En efecto, si el Estado defiende el interés de los
minar el contenido del contrato, nos encontramos consumidores, estos no podrán quedar desprotegidos
frente a una norma de excepción la cual, en virtud de en aquellas situaciones no previstas taxativamente
lo prescrito por el artículo IV del Título Preliminar por el artículo 1398 del Código Civil, al cual no
del citado Código, no podría aplicarse analógica- deberíamos entender como una norma de excepción,
mente. Sin embargo, cabría la interpretación ex ten- por cuanto el artículo 1354 se aplica cuando "las
1
si vade la misma y • Otro sector de la doctrina nacio- partes pueden determinar libremente el contenido
20
nal admite la aplicación analógica del artículo 1398 • del contra to". En cambio, el artículo 1398 opera cuan-

" DE LA PUENTE Y LA VALLE, Manuel, op. cit., p. 202.

Ih Sobre el particular, MARTINEZ COCO, Elvira. Las cláusulas generales exonerativas de responsabilidad (apuntes acerca de su

nacimiento y los problemas que su utilización conlleva). En: Revista de Derecho yCiencias Políticas, UNMSM. Lima. Vol. 48., (1990-1991).
p. 209 Y ss. Y a propósito de los contratos de alquiler de cajas de seguridad,ESPINOZA ESPINOZA, La responsabilidad civil de los bancos
en el servicio de cajas de seguridad. En: Derecho. pucr. Lima. No. 50. (1996). p. 313 Y ss.

17 El texto original consideraba como vejatoria la estipulación de fijar cláusulas compromisorias y sometimiento a arbitraje. Este ha sido

derogado por la Primera Disposición Modificatoria del Código Procesal Civil. Esta supresión ha sido criticada, por cuanto "si el
sometimiento a arbitraje resulta de una manifestación libre, reflexiva y consciente, en el marco de un equilibrio negocial de las partes,
no hay ningún inconveniente. Empero no puede descartarse la imposición de esta vía, en el caso de las CGC, para beneficio del
predisponente, quien estará en aptitud de definir el tipo de arbitraje, el lugar en que se desarrollará y aún el procedimiento al qwe estará
sometido" (CARDENAS QUIROS, Carlos. Las cláusulas generales de contratación y el control de las cláusulas abusivas. En: Iuset Veritas,
Lima. No. 13, (1996) p. 24).

" Artículo 1354: "Las partes pueden determinar libremente el contenido del contrato, siempre que no sea contrario a norma legal de
carácter imperativo".

l'I En este sentido, DE LA PUENTEYLAVALLE,Manuel,op.cit., p. 21 0·212, quien propone como ejemplo el caso que en una dáusulageneral

se aumentase la responsabilidad de la contraparte por inejecución de sus obligaciones. En este mismo sentido, CARDENA5 QyIROS,
Carlos, op. cit., p. 24.

2" Así, ARIAS SCHREIBER PEZET, Max con la colaboración de CARDENAS QUIROS, ARIAS SCHREIBER MONTERO Y MARTlNEZ
COCO, Exégesis. Contratos: Parte General. Lima: 3tudium, 1986. T. 1. p. 152.

21 Dentro del concepto de proveedores están comprendidos los distribuidores o comerciantes, los productores o fabricantes, los
importadores y los prestadores de servicios (artículo 3).

" El artículo 65 establece que "el Estado deñende el interés de los consumidores y usuarios. Para tal efecto garantiza el derecho a la
información sobre los bienes y servicios que se encuentran a su disposición en el mercado (... )".

THEMIS38
144
do una de las partes ha redactado previamente el Con lo que se refiere a la aprobación administrativa
contrato (sea de adhesión o con cláusulas generales de las cláusulas generales de contratación, tal como
de contratación) unilateralmente. Consecuentemen- lo recita el artículo 1394 del Código Civil "el Poder
te, lejos de existir una relación de excepcionalidad Ejecutivo señalará la provisión de bienes y servicios
del artículo 1398 con respecto al artículo 1354, ambas que deben ser contratados" de esta manera. Sin
regulan dos situaciones totalmente distintas. embargo, seguimos sin contar con alguna norma
que nos indique cuáles son esos bienes y servicios27.
Aunque no se acepte que los supuestos contenidos El Proyecto de Ley de Protección al Consumidor,
en los referidos artículos sean distintos, cabría cues- preparado en 1989 por una comisión designada por
tionar entonces, cuál sería verdaderamente la situa- el Ministerio de Justicia, establecía en su artículo 31
ción general y cuál la situación particular: ¿la con- la obligatoriedad de la contratación con cláusulas
tratación masiva o aquella en la cual negocian en generales de contratación aprobadas administra-
igualdad de condiciones las partes? Es por ello que tivamente, para el suministro o prestación de los
.• .. 28
compartimos plenamente la idea de que "calificar sIgUIentes servIclOs :
una norma regular o excepcional no es un juicio
absoluto (... ). La distinción de las normas en regula- a) Productos que se expenden en supermercados y
res y excepcionales es histórica, siempre resurgiente grandes almacenes de venta de mercaderías al
yen continua evolución en la dinámica del ordena- pormenor.
miento,,23. En nuestra opinión, estamos bastante b) Agua.
lejos del modelo decimonónico en el cual era común c) Teléfono, télex y facsímil.
que ambas partes, en virtud del principio de la d) Energía eléctrica.
autonomía privada, determinaban el contenido de e) Combustibles.
sus relaciones jurídicas patrimoniales. La dinámica f) Operaciones bancarias.
de la experiencia social contemporánea nos muestra g) Transporte público de pasajeros, carga y corres-
que es otra la realidad. pondencia.

En este mismo sentido se pronuncia quien afirma Los que aprobaron la Ley de Protección al Consumi-
que el concepto moderno de contrato, que" no es más dor tuvieron una magnífica oportunidad de pro-
que el subproducto de la ideología liberal,,24, se nunciarse al respecto; pero no lo hicieron.
centraba en tres principios básicos: autonomía priva-
da, igualdad entre las partes y obligatoriedad del Partiendo de la lectura del articulado del Código
acuerdo. Sin embargo, este concepto liberal era de Civil y de la Ley de Protección al Consumidor, se ha
corte artesanal. Ello colisiona ahora con el fenómeno observado con agudeza que "si bien es frecuente
actual de la contratación masiva, particularmente en que el consumidor sea la parte débil en la negocia-
los aspectos del "sacrificio de la voluntad privada y ción contractual, no es posible otorgar categoría a la
la desigualdad real entre las partes,,25 . Dentro de este identificación de ambos conceptos desde que, como
contexto, se propone que "frente a la intención de se ha visto, lo que caracteriza al consumidor es ser el
crear consumidores estándares, estos últimos pue- destinatario final de los bienes o servicios suminis-
den presentar respuestas estándares que permitan trados,,29. Criticando el artículo 1398 del Código
defender sus intereses,,26 . Civil se afirma que "esta norma, inspirada en el

23 PERLINGIERI, 11 diritto cívíle nella legalita costituzionale. Napoli: ES!, 1991. p. 101.

24 BULLARD GONZALEZ, Alfredo. Contratación en masa, cit. p. 48.

25 Ibíd, loco cit. En efecto, el autor sostiene que "la estandarización de los bienes y servicios que concurren al mercado lleva,
indefectiblemente, a estandarizar las relaciones jurídicas vinculadas a dicha concurrencia. Las relaciones jurídicas se producen en serie"
(p. 49). Compartimos el criterio por el cual se advierte que: "la contratación en masa ha rebasado por completo los marcos de la concepción
tradicional de contrato con lo que quedan dos posibles salidas: o le damos al concepto contrato un contenido distinto al de un simple
acuerdo de voluntades, para poder englobar a la llamada contratacióñ enJt'lasa, o creamos una nueva terminología que permita explicar
a cabalidad este nuevo fenómeno" (p. 50). .' , .

20 Ibid., p. 53.

27 CARDENAS QUIROS, Car!os, op. cit., p. 22.

28 Ibíd, loe. cito

29 DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel, Las cláusulas generales de contratación y la protección al consumidor. En: THEMIS-Revista
de Derecho. Segunda Epoca. Lima. No. 31, (1995). p. 16-17.

THEMIS38
145
artículo 1341 del Código Civil italiano, resulta algo una concepción que se aparta del tradicional esque-
postiza en la regulación de las cláusulas generales ma parte fuerte versus parte débil en la relación
de contratación ya que, en reaÍidad, debió ser com- jurídica que nace del contrato, centrando su interés
prensiva de todos aquellos contratos en que existe en el rol que desenvuelve el contrayente que predis-
un marcado desequilibrio entre las posiciones de las pone unilateralmente las cláusulas contractuales y,
partes durante la negociación contractuar'~~. En de manera particular, en el modo en el cual el mismo
32
efecto, el derecho del consumidor protege al desti- ejerce su propia autonomía privada • Es por eso
natario final de bienes y servicios víctima de la que no sólo se aplica en los contratos estipulados
asimetría informativa, mientras que el objeto princi- entre el empresario y consumidor, sino también
pal de la regulación de las cláusulas generales de entre consuml'd ores y entre empresa nos
. 33 .
contratación diseñadas en el Código Civil "es agili-
zar el tráfico de los bienes reduciendo los costos de En lo que se refiere a los contratos entre los empre-
transacción en base a la disminución de tratos pre- sarios, se distinguen dos grupos: el primero se da
liminares, discusión del clausulado, uniformación cuando entre los profesionales que contratan, uno
de módulos, etc., dadala identidad de los productos es comerciante, y el segundo se da cuando ambos
colocados en el mercado. Si el legislador le pone contrayentes son comerciantes, en cuyo caso el con-
34
ciertos límites a los prerredactantes, ello se da para trol resulta bastante limitad0 . De estos criterios
evitar desviaciones, abusos, cláusulas vejatorias, clasificatorios se puede observar que la normativa
etc., y evitar que quienes adquieren conforme a ellas alemana presta menor atención al criterio personal
reciban un tratamiento inequitativo,,31 . (trátese de consumidor o empresario), centrando su
preocupación en la posición de ventaja de una de las
En consecuencia, la protección al consumidor y el partes en la elaboración de las cláusulas generales 35 •
problema de las cláusulas vejatorias no son, necesa- En efecto, el carácter vejatorio de una cláusula se
riamente, coincidentes, ya que existen otros agentes valoriza en función de la desventaja que resulta
económicos que no son técnicamente consumidores irracional, teniendo en cuenta los principios de la
quienes, al no participar en la negociación de un buena fe y de la equidad, tal como está previsto en
contrato pre-redactado por la contraparte, pueden la Gel1eralKlausel contenida en el artículo 9 de la
6
ser víctimas del desequilibrio del balance de los AGBd .

derechos y de las obligaciones asumidas por las


partes, lo cual tipifica a las cláusulas vejatorias. El tipo de control que ha elegido el legislador ale-
mán es el judicial, en vez del control administrativo
4. LA EXPERIENCIA JURIDICA COMPA- de tipo preventivo. El ámbito de dicho control se
RADA refiere sólo a los contratos predispuestos con condi-
ciones generales no negociadas por las partes; pero
4.1 LA LEY ALEMANA SOBRE CONDICIONES predeterminadas por una de éstas. Se exceptúa de
GENERALES DEL CONTRATO (AGB-GESETZ) este ámbito los contratos de trabajo, de sucesiones,
DE 1976 de sociedades, de relaciones familiares y las condi-
ciones generales predispuestas por la administra-
La ley alemana sobre condiciones generales del ción pública o por entidades concesionarias de ser-
contrato (Gesetz zur Regelung des Rechts der vicios públicos. La ley dispone además que forman
Allgenzeil1en Geschiiftsbedingungel1, AGBG), que en- parte integrante del contrato por adhesión las cláu-
tró en vigor el primero de abril de 1977, se basa en sulas que el predisponente ha sometido a l~ contra-

DE LA PUENTE Y LA VALLE, Manuel, op. cit., p. 19. Afirmando que, "en realidad los artículos 1398, 1399 Y1401 del Código Civil deberían
311

regir para todos aquellos casos en que existe un desequilibrio evidente entre las partes durante la negociación contractual" (p. 20) .

.11 VEGA MERE, Yuri, op. dt. p. 69.

32 BIRK, JI recepimento della direttiva e: il diritto tedeseo. En: Le c/ausole abusive neí contrattí stipuJati con i consumatori, cit. p. 29.

BTRK, op. cit., 30. En este mismo sentido, HOHLOCH, cuando afirma que "la ley tutela contra el uso de cláusulas abusivas por parte
3.1

de todos los operadores" (Quale destino per l'AGB9? En: Le clausule abusive neí contrattí stípulati con í consumatod, dI. p. 40).

"BTRK, op. cit., p. 31.

35 Tal como se puede entender de los. comentarios de KLESTA DOSI, Il controllo delle i:lauso{e abusive: la dírettiva 93-13.alla luce della

giurisprudenza tedesca, francese e inglese. En; 1:llGCc. Segunda parte, 1994. p.429

3b KLEST A DOS!, op. cit. p. 433.

THEMIS38
146
parte, incluso mediante aviso público y que puedan condiciones para eliminar la responsabilidad por
ser de fácil conocimiento, con excepción de las cláu- los vicios del bien materia del contrato, o que prevén
sulas a sorpresa, vale decir, aquellas tan repentinas términos breves de prescripción o caducidad, las
que el adherente no puede razonablemente prestar- cláusulas de limitación por el resarcimiento del
les atención. Los acuerdos individuales prevalecen daño en caso de ausencia de las cualidades prome-
sobre las cláusulas impresas ya predispuestas y las tidas o las cláusulas que establecen excesivos límites
cláusulas oscuras son interpretadas contra de duración del contrato, exenciones de responsabi-
37
proferentem, es decir, en contra del estipulante . lidad por parte del representante de la empresa,
atribución de la carga de la prueba al adherente,
Se establece un doble mecanismo de control del previsiones de formalidades rigurosas para avisos y
contenido de las cláusulas generales del contrato a comunicaciones que han de se transmitidos al
38
través de dos listas : predisponen te, entre otras.

a) Una lista gris, que es un elenco de cláusulas que Estos elencos no son taxativos, aplicándose la cláu-
el juez discrecionalmente puede declarar ineficaces. sula general (GeneraIKlausel) referida líneas arriba,
Dentro de las mismas están aquellas que se refieren cuando el consumidor es lesionado en sus intereses
a los términos de aceptación de la oferta, términos por estipulaciones ventajosas para la empresa. La
finales excesivamente amplios, el derecho de receso ineficacia o la nulidad declaradas tienen un valor
ad nlltU11l y sin causa por parte de quien predispone relativo, por cuanto atacan la cláusula vejatoria,
del contrato, la atribución al predisponente de un mas no el contrato en el cual se encuentra incluída,
39
derecho de modificación de la prestación prometi- el cual es plenamente vigente en todo lo demás •
da, la ficción de recepción de la prestación efectuada Sin embargo, la jurisrrudencia alemana ha afinado
4
por el predisponente, cláusulas penales e este precepto legal ; así, en el caso de ineficacia
indemnizaciones por el receso del contrato (incluso parcial de una cláusula, la parte restante seguirá la
si tal receso es injustificado), la aplicación de reglas misma suerte cuando la regla que ésta contenga
de derecho extranjero por motivos infundados, en- presente un carácter de novedad tal que comprome-
tre otras. ta la finalidad misma del contrato. Del mismo modo,
cuando no exista una regla de derecho disponible
b) Una lista negra, cuyo elenco contiene cláusulas que permita colmar la laguna resultante de la supre-
consideradas a priori absolutamente prohibidas y sión de la cláusula ilícita, se puede recurrir, en vía
que no pueden ser incorporadas en este tipo de excepcional, a una "interpretación complexiva del
contratos. Tal es el caso de las cláusulas que prevén contrato,,41. No se le permite al juez alemán contro-
aumentos de precio en un período breve, la facultad lar el precio objeto del contrato si ha sido dejado al
de rechazar las prestaciones establecidas en el con- libre juego del mercado, cuando el conflicto se refie-
trato, la prohibición de compensar los créditos y re al monto o a la existencia misma de la remunera-
., 42
débitos entre las partes, la facultad de sustraerse a la Clon .
obligación de notificar. También forman parte de
esta familia, cláusulas penales de diverso tipo, las Este riguroso control no se aplica solamente al con-
cláusulas de exoneración de responsabilidad por trato individualmente considerado, sino que la de-
culpa grave, por retardo o imposibilidad en el cum- cisión judicial tiene efectos sobre toda la serie de
plimiento (total o parcial), las cláusulas de limita- contratos estipulados sobre la base de idénticas
ción o de exclusión de la garantía, las cláusulas de cláusulas consideradas dañinas para los consumi-
buen funcionamiento que excluyen los remedios dores. Sólo están legitimadas para solicitar la cesa-
naturales vinculados al contrato de venta, las cláu- ción de este tipo de praxis negociales las asociacio-
sulas que cargan al adherente los gastos de repara- nes dotadas de personalidad jurídica que establecen
ción, de transporte (entre otros), así como injustas entre sus finalidades las de tutelar los intereses de los

37 ALPA, Guido, op. cit., p.143.144.

3; ALPA, Guido, op., cit., p. 144-145.

34 ALPA, Guido, op. cit., p. 144.

,<) KLESTA DOS!, op. cit., p. 437.

" Ibíd, loe. cito

" Ibid., p. 434.

THEMIS38
147
consumidores y que estén conformadas por 75 con- tivas a cláusulas vejatorias. Ello evidencia dos cosas:
sumidores como mínimo, así como las asociaciones que este tipo de control genera un altísimo grado de
de categoría y las Cámaras de Comercio, Industria y contiendas y que las empresas no se han adecuado
Artesanía. De esta manera es posible defender tanto a las prescripciones vigentes, prefiriendo convenirlas
los intereses individuales de los consumidores, como durante el proceso por el contrayente, en vez de
los denominados intereses difusos43, modificar los formularios de acuerdo a las prescrip-
ciones establecidas y eliminar preventivamente las
Dentro de la vasta experiencia jurisprudencial ale- cláusulas vejatorias contenidas en los mismos 46.
mana, se recuerda el caso de un empresario en difi-
cultades económicas que recurre a su banco para 4.2. LA DISCIPLINA FRANCESA (LEY 78-23
obtener un préstamo. Según los usos corrientes, se DEL 10 DE ENERO de 1978 Y LEY 95-96 DEL 01
solicita la garantía de un pariente, en este caso, la hija DE FEBRERO DE 1995)
de veintiún años del deudor, la cual carecía de rentas
y de medios patrimoniales adecuados para sostener En Francia regía la Ley 78-23, del 10 de enero de 1978
el peso de la obligación asumida con la cobertura y posteriormente a la Directiva Comunitaria 93/
omnibus de las deudas del padre. Se le dice que la 13 / CEE de105 de abril de 1993, a efectos de adecuarse
garantía sirve "sólo para los papeleos" y que no a ésta se promulga la Ley 95-96, del 01 de febrero de
importa "un compromiso grave,,4 . En efecto, "en el 1995. A diferencia del legislador alemán, el legisla-
caso que el acreedor se valiese de la garantía presta- dor francés en ambos cuerpos normativos ha opta-
da, (el garante) correría el riesgo de encontrarse do por diseñar modelos jurídicos basados en la
expuesto a una deuda de por vida, y a una permanen- protección al consumidor stricto sensu. Es por ello
te disminución de sus rentas, lo cual impediría su que se excluye a los empresarios que actúan en el
libre determinación. Este es un primer aspecto de ejercicio de su propia profesión del beneficio de la
hecho que se requiere tener presente, en relación a la tutela contra las cláusulas abusivas. Sin embargo, se
solución ofrecida por la jurisprudencia, puesto que ha afirmado con razón que esta solución parece
éste podría considerarse relevante para determinar muy severa con respecto de los empresarios en
la medida en la cual el asunto, que es un asunto de posición de desventaja: desde el 28 de abril de 1987,
principio, de la jurisprudencia constitucional, pueda la Corte de Casación francesa ha aplicado
ser utilizado fuera del específico ámbito en el cual analógicamente estas normas a los empresarios cuya
interviene, asumiendo (... ) una posición que puede situación así lo justifique, sean éstos personas natu-
ser juzgada fuertemente innovadora,,45 . rales o jurídicas 47. En este sentido, autorizada doc-
trina ha afirmado que "más allá de las categorías
Sin embargo, este riguroso control de carácter judi- jurídicas, es el estado de debilidad de la parte de un
cial reviste no pocos problemas. En efecto, en una contrato lo que justifica la tutela,,48.
investigación realizada porel profesor Hans Micklitz
resulta que, en 1989 (12 años después de la vigencia Siguiendo a la Ley 78-23 del 10 de enero de 1978, la
de la ley alemana que estamos comentando), han Ley 95-96, del 01 de febrero de 1995, establece que
sido pronunciadas más de diez mil sentencias re la- las disposiciones relativas a las cláusulas abusivas

4)ALPA, Guido, op. cil. p. 145. Entre nosotros: ARRARTE ARISNABARRETA, Ana. La defensa procesal de los intereses difusos. En: Ius
et praxis. Lima. N° 24. (1994) p. 121.

44BARENGHI. Una purajonnalítit A propositodi limitiedigaranziedelE'autonomia privatadel dirítto tedesco. En: NGCC. Primera parté: Padova:
CEDAM, 1995. p. 202.

,5 BARENGHI, op. cit., p. 203. La máxima extraída de la sentencia que se comenta establece que: "en el derecho alemán, en las relaciones
contractuales caracterizadas por una estructural disparidad de las partes y por la notable onerosidad de las obligaciones asumidas por
la parte débil, el juez, al determinar el contenido de las cláusulas generales de corrección y buena fe y de contrariedad a las buenas
costumbres, debe utilizar el precepto constitucional de la garantía de la autonomía negocial de los privados y operar en tal perspectiva
un control del contenido del contrato" (BVerfG, 19 de octubre de 1993, 1 BVR 567/89 Y 1044/89, en: NGCC, dt. p. 197). Para una
comparación de la ley alemana con la posterior directiva comunitaria sobre las cláusulas abusivas en los contratos celebrados con los
consumidores, Cfr.: SOMMA,I contratti del consumatore neWesperienza tedesca: il ricepímento della Direttiva 93113. En; Le clausole vessatorie
nei contratti con i consumatori. Commentario agli articoli 1469-bis -1469-sexies del Codice Civile, a cura de ALPA y PATTL Milano:,
Giuffre, 1997. T. 11, p.1377y ss.

41> ALPA, Guido. Introduzione. Eh: Le clausole abusive nei contralti stípulati con i consumatorí, cito p. 13-14.

,7 Así, GHESTIN y MARCHESSA UX. Fapplicazione in Francia del/a direttiva rivolta ad eliminare le clausole abusive. En: Le c1au.sole abush'e nei
contratti slipulati con i consumatori, cit. p. 5S-;59.

• H Ibíd, loco cil.

THEMIS38
148
que esta fija, "son aplicables cualquiera sea la forma no exhaustivo de las cláusulas que pueden ser
o el elemento accesorio del contrato. Forman parte conside-radas abusivas", basado exactamente en el
del mismo, particularmente, las notas de comisión, elenco que figura como anexo de la Directiva euro-
las facturas, los certificados de garantía, los bonos pea, ya mencionada y que desarrollaremos en el
de entrega o recibos, que contengan cláusulas con- punto siguiente. Sin embargo, se establece además
tractuales negociadas libremente o no, incluso refe- que las m~ncionadas cláusulas "pueden ser consi-
rencias a condiciones generales prestablecidas,,49. deradas abusivas si satisfacen las condiciones esta-
Ello nos revela a un legislador preocupado por la blecidas (... ). En caso de controversia referente a un
aplicación de esta normatividad especial a todos los contrato que contiene una cláusula de este tipo, el
documentos contractuales. actor no se exime de ofrecer la prueba del carácter
abusivo de esta cláusula"s3 .
La Ley 95-96 regula la denominada rnterpretación
contra proferentem, cuando establece que las cláusu- Asimismo, se reafirma que "las cláusulas abusivas
las de los contratos propuestas por los profesionales son consideradas como no puestas", agregando (al
a los c0I!sumidores o a los no profesionales se inter- igual que la Directiva comunitaria) que" el contrato
pretan, en caso de duda, de la manera más favorable seguirá siendo aplicable en todas las disposiciones
so
al consumidor o al no profesional . distintas de aquellas juzgadas abusivas si puede
subsistir sin dichas cláusulas"s4 .
La Ley 78-23 establecía que una cláusula es abusiva
cuando es impuesta a los no profesionales o consu- Merece especial atención un caso que se presentó
midores con un abuso de poder económico de la ante la Corte de Casación Civil en 1989, sobre una
otra parte y confiere a esta última una ventaja exce- cláusula habitualmente utilizada, en la cual un labo-
siva. En cambio, la Ley 95-96 define como abusivas ratorio profesional limitaba o excluía la propia res-
las cláusulas que tienen por objeto o por efecto crear, ponsabilidad en caso de pérdida de las películas o
con daño al no profesional o al consumidor, un diapositivas que le habían sido entregados para ser
significativo desequilibrio entre derechos y obliga- reveladas y reproducidas. La Primera Sección Civil
S1
ciones de las partes del contrato . de esta Corte estableció que: "después de haber
puesto en relieve que la cláusula que figuraba en la
La Ley 78-23 limitaba la propia aplicación de la entrega en depósito exoneraba al laboratorio de toda
cláusula general a algunas condiciones que enume- responsabilidad en caso de pérdidas de las
raba de manera restringida. Se trataba de las cláusu- diapositivas, impugnada la sentencia, de la cual re-
las relativas al carácter determinado o determinable sulta que tal cláusula procuraba una ventaja excesiva
del precio así como a su pago, a la consistencia del a la sociedad Minit France y que ésta por su posición
objeto o de su entrega, a la asunción de los riesgos, a económica se encontraba en la condición de impo-
la extensión de la responsabilidad y de las garantías, nerla a la propia clientela, ha decidido a buen dere-
a las condiciones de ejecución, rescisión, resolución o cho que dicha cláusula revestía un carácter abusivo y
reconducción a la equidad de los acuerdos. Sin em- debía ser consideraba como no puesta"S5 .
bargo,la Ley 95-96, establece que la valorización del
carácter abusivo de las cláusulas no se refiere ni a la El Derecho francés se dirige hacia un sistema de
definición del objeto principal del contrato ni a la eliminación de las cláusulas abusivas que asocia
adecuación del precio o de la remuneración al bien estrechamente la acción de los jueces con la de la
s2
vendido o al servicio ofrecido . Comisión para las cláusulas abusivas. Con el Decre-
to 93-314, del 10 de marzo de 1993, se establece que
La Ley francesa vigente es de carácter extensivo. En "cuando, con ocasión de una instancia, se eleva la
efecto, contiene como anexo "un elenco indicativo y cuestión acerca del carácter abusivo de una cláusula

49 ¡bid., p. 64.

5U ¡bid., p. 71.

51 ¡bid., p.73-74.
< •
52 ¡bid., p. 74-75.

53 ¡bid., p. 78.

5. Ibid., p. 82.

ss ¡bid., p. 92.

THEMIS38
149
contractual, el juez puede solicitar a la Comisión 'las personas jurídicas y pequeñas empresas"S9 . Es
para las cláusulas abusivas, con una decisión no considerada como profesional" toda persona física
susceptible de recurso, su dictamen sobre el carácter o jurídica que, en las transacciones reguladas por la
abusivo de esta cláusula (... ). El dictamen no vincula presente Directiva, actúe dentro del marco de su
al juez. La Comisión da a conocer su propio dicta- actividad profesional, ya sea pública o pri-
men dentro de un plazo máximo de tres meses. Sin vada"(artícul02, incisoc). Compartimos plenamen-
embargo, pueden ser adoptadas las medidas urgen- te la observación que la palabra profesional es una
tes o cautelares necesarias,,56. Esta Comisión es un mala traducción de término francés professionnel,
60
órgano de carácter consultivo. que significa operador (económico) profesional .
Se definen como cláusulas abusivas "las cláusulas
4.3. LA DIRECTIVA COMUNITARIA 93/13/ contractuales que no se hayan negociado indivi-
CEE DEL 05 DE ABRIL DE 1993 dualmente (... ) si, pese a las exigencias de la buena
fe 61, causan en detrimento del consumidor un des-
Esta Directiva comunitaria recoge tanto la experien- equilibrio importante entre los derechos y obliga-
cia alemana como la francesa y con razón se afirma ciones de las partes que se derivan del contrato"
que se compararía con "un cuerpo alemán vestido (artículo 3.1).
57
con alguna ropa francesa" . En efecto, se debe al
modelo alemán el nacimiento de la Directiva así El artículo 4.1. precisa que "el carácter abusivo de
como gran parte de su contenido característico (des- una cláusula contractual se apreciará teniendo en
de la "lista" de las cláusulas abusivas al principio de cuenta la naturaleza de los bienes o servicios que
buena fe, desde la regla de nulidad parcial hasta la sean objeto del contrato y considerando, en el
arquitectura procesal). Del modelo francés se ha momento de la celebración del mismo, todas las
asumido la terminología de professionnelles y circunstancias que concurran en su celebración, así
consommateurs, así como de clauses abusives y contrat como todas las demás cláusulas del contrato, o de
58
d' adhésion • otro contrato del que dependa". Ello debe comple-
mentarse con el criterio establecido en el artículo
Se define como consumidor a "toda persona física 4.2, el cual establece que "la apreciación del carác-
que, en los contratos regulados por la presente ter abusivo de las cláusulas no se referirá a la
Directiva, actúe con un propósito ajeno a su activi- definición del objeto principal del contrato ni a la
62
dad profesional" (artículo 2, inciso b). Este concepto adecuación entre precio y retribución , por una
ha sido criticado, por cuanto resulta peligroso y parte, ni a los servicios o bienes que hayan de
discriminatorio asimilar el status de consumidor a la proporcionarse como contrapartida, por otra, siem-
situación subjetiva de ser persona natural "pudién- pre que dichas cláusulas se redacten de manera
dose encontrar en la misma situación de 'sujección' C1ara y comprensl e
'bl ,,63 .

'h Ibid., p. 93-94.


ROPPO, La nuova disciplina delleclausole abusive neí contrattífra imprese e consumatori. En: Rivista di Dirit/o Civile. Padova. Año XL, primera
57

parte. (1994) p. 279.

58 ROPPO, op. cit., p. 279.

54 GIAMPIERI, op. cit. En este mismo sentido: ROPPO, op. cit., p. 282.

büCABELLA PISU, Luciana. Artículo 1469-bis, comma 3, nn. 1,2 e 15. En: Commentarío al Codice Civile. cIausole vessatorie e contratto del
consumatore (artículo 1469-bis e ss.), a cura de CESARO. Padova: CEDAM, 1996. Vol. 1, p. 119. '

61La correcta interpretaci6n del tenor "pese a las exigencias de la buena fe" de la versi6n e¡;pañola de la directiva es "aquella por la cual
la cláusula es abusiva s6lo cuando determina un desequilibrio que esté en contraste con el principio de buena fe (mientras si el
desequilibrio, aunque presente, no entrase en conflicto contra tal principio, la cláusula no podría considerarse abusiva" (ROPPO, op. cit.,
p.285). El citado autor también se basa en una comparación lingüística, a partir del examen de los textos oficiales francés e inglés de la
directiva: el primero reci ta "en dépít de l'exigence de la bonne foí" y el segundo usa la f6rmula "contrary lo /he requíremenet ofgood fai/h'''. Este
problema de traducci6nlo han tenido las versiones italiana ("malgrado il requisito della buona jede") y española ("pese a las exigencias de
la buena fe"), las cuales deberían haber sido traducidas con el tenor: "en contraste con el requisito de la buena fe" (ROPPO, op. cit. p.
285, con respecto al texto italiano).

,,2Sobre el particular, se afirma que ,,'la directiva no atribuye relieve al desequilibrio entre los valores económicos de las contraprestaciones
deducidas en el contrato, sino únicamente al desequilibrio entre las posiciones jurídicas subjetivas de los contrayentes, que determine
un daño para el consumidor" (GAGGERO, Le clausole abusíve neí conlratlí di assícurazione. En: La cIausole abusíve nei contrattí stipula/í con
i c011sumatori, cit. p.491).

(,J ROPPO, op, cit., p. 286.

THEMIS38
150
Los principios que lleva implícita esta Directiva son tendencia a preservar, en todo lo que sea posible, la
.. 64
1os sigUIentes : impronta origÍl1.al de la normativa preexistente li-
mitando, en muchos casos, la intervención sólo en
a) El principio de la tutela del consumidor. los aspectos que garantizan una actuación mínima
68
b) El principio de la diferenciación de los contratos de las directivas comunitarias .
de los consumidores de los otros contratos de
masa y de los contratos individuales. Se ha interpretado que esta Directiva establece dos
c) El principio de la buena fe, entendida como la regímenes de tutela, uno que podría llamarse co-
"corrección y leal comportamiento de las partes mún o general y otro, particular. El régimen común
(en este caso, de la parte que ha predispuesto el de las cláusulas abusivas se aplica en presencia de
69
texto del contrato por adhesión)"65 . dos presupuestos, definidos normativamente :
d) El principio del equilibrio contractual.
e) El principio de la transparencia del contrato, por a) Que las cláusulas estén contenidas" en los contra-
cuanto "la información consiente al consumidor tos estipulados entre profesionales y consumido-
efectyar una elección ponderada -o potencial- res" (artículo 1.1.).
mente tal- para determinarse a suscribir el con-
trato, a pretender (o tentar de pretender) modi- b) Que las cláusulas "no se hayan negociado indivi-
ficaciones e integraciones del texto, contraponer dualmente" (artículo 3.1.). Para determinar esto, se
soluciones alternativas, individuales, aceptables requiere que la cláusula "haya sido redactada y el
por parte de la empresa o del profesional,,66. consumidor no haya podido influir sobre su conteni-
f) El principio de la interpretatio contra proferentem. do, en particular en el caso de los contratos de adhe-
g) El principio de la conservación del contrato. sión" (artículo 3.2., primerpárrafo)70. Al respecto, se
h) El principio de la elección de la ley aplicable más pueden dar dos tipos de posibilidades: que el texto
favorable para el consumidor. de la cláusula sea redactado preventivamente, pero
con la colaboración del mismo consumidor; o que el
Como puede verse, en esta Directiva Comunitaria texto originariamente predispuesto por el profesio-
"no nos encontramos en la lógica del acuerdo, esta- nal haya sido sucesivamente sometido al examen del
mos en la lógica del contenido del contrato y de un consumidor en una específica tratativa y se haya
71
contenido del contrato que está sometido bajo con- discutido sobre la base de éste . En ambas situacio-
trol cuando los consumidores están implicados,,67 . nes, nos encontraremos frente a una negociación
Sin embargo, esta Directiva demuestra la gran difi- individual "sólo cuando el profesional haya dado al
cultad de conciliar la normatividad de cada país con consumidor una posibilidad concreta y efectiva de
los principios comunitarios, así como la general incidir en el contenido de contrato,,72 . Así, una dis-

"" ALPA, Guido, Le clausole abusive nei contratti dei cOJlsumatori. Il eommento. En: II Corriere Giuridico. Milano. No. 6, (1993) p. 639 Y ss.

oS ALPA. Guido, op. cit., p. 640.

ÓoALPA. Guido, op. cit., p. 641. Sostiene que el principio de la transparencia está regido "tanto por la exigencia de información como por
la exigencia de corrección", BUSNELLI, Una possibile traecia per una analisí sistematica della disciplina delle clausole abusive. En: Le nuove leggi
civili commentate, Commenlario al Capo XIV bis del [odiee civile: dei contratti del COJlsumatore. Padova. Año XX. No. 4.5, (juL - oct. 1997) p. 768.
h7 DE NOVA. COJlsiderazioni Introduttíve. En: Le dausole abusíve nei contratti stípulati con i consumatori, cit. p. 307.

Nl GJAMPJERI, op. cit., p. 268. Dentro de esta línea de pensamiento se ha advertido, con razón, que se trata de verificar la compatibilidad
y la resistencia de los modelos y de las categorías tradicionales respecto a las nuevas leyes en temas de contratos (ROPPO, op. cit., p. 278).
hY ROPPO, op. cit., p. 281

70 ROPPO, op. dt. p. 283. El segundo y tercer párrafo de este artículo establecen, además, lo siguiente: "El hecho de que ciertos elementos

de una cláusula o que una cláusula aislada se hayan negociado individualmente no excluirá la aplicación del presente artículo al resto
del contrato si la apreciación global lleva a la conclusión de q"e se tr'lta, no obstante,' de un contrato de adhesión.
El profesional que afirme que una cláusula tipo se ha negociado individuálment~ asumirá plenamente la carga de la prueba".

71Así. TROJANO. Lf¡ryt!ito oggettivo di applícazione della Dírettiva CEE del 5 aprile 1993: la nozionedi clausola "non oggetto di negoziato
individua/e". En: Le c/ausole abusíve neí contratti stipulati con i consumatori, cit. p. 60.fo, quien sostiene que" la referencia a la simple posibilidad
para el consumidor de ejercitar cualquier influencia sobre el contenido de lá dá¡¡sula, y'no én cambio a la circunstancia que tal influencia
haya sido materialmenteejercit¡¡da, parece legitimar una interpretación de la norma en el senti@que, para pod!?r revisar una negociación
individual, no sea necesario que la cláusula haya sido modificada respecto al texto oríginalme~te preformulado" (p. 606).

72 Jbid., p. 610, quien afirma que, para tal efecto, "sería irrelevante una declaración suscrita por el censumidor en la'cual éste declare que
el contenido del contrato haya sido negociado en todos sus detalles", así como "la hipótesis en la cual se deje al consumidor, mediante
el instrumento de los modelos a elección múltiple, la opción entre varias condiciones generales de contrato preformuladas" (p. 612).

THEMIS38
151
cusión a la cual no haya seguido una modificación, b) Cuando el contrato ha sido concluido por asocia-
. . 78
"debe considerarse suficiente índice de negociación Clones representatIvas .
individual, toda vez que resulte, de la manera en la
cual la discusión se ha desenvuelto, que la renuncia c) En el contrato per relatimzem perfectam, vale decir,
a la modificación haya sido el fruto de una elección cuando las partes de común acuerdo, se remiten
conciente del consumidor,,73 . a un texto negocial predispuesto por terceros,
siempre y cuando esta remisión "haya sido acom-
Se observa que la Directiva comunitaria también se pañada de una específica discusión sobre cada
aplica a los contratos concluídos por escritura públi-· una de las previsiones en las cuales el texto se
ca. En efecto, frente a la adopción de esta formalidad, articula,,79 .
en virtud del particular rol que el notario desempeña
en la contratación solemne, aparentemente se ga- 8o
Autorizada doctrina ha propuesto una clasifica-
rantizaría la participación de la parte que no predis- ción del elenco de cláusulas abusivas contenido en
pone en la discusión y a la aprobación del contrato y esta Directiva, que compartimos y detallamos a
se excluiría la predisposición unilateral del regla- continuación:
mento contractua174 . S'm emb argo, se opma . en con-
trario, por cuanto no parece" que la intervención del
1) Cláusulas de desequilibrio entre los derechos y
notario pueda garantizar que el consumidor haya
obligaciones de las partes que derivan del contrato.
concretamente participado o podido participar, a
Dentro de las cuales contamos con:
través de la discusión o de la modificación del texto
predispuesto, en la elaboración del contenido defini-
tivo del contrato: el notario se limita a acertar que el A. Cláusulas relativas a la disponibilidad del vín-
contrato sea la expresión de la voluntad de ambos culo, cuando se establece que la empresa arbitra y
contrayentes; pero voluntad idónea para perfeccio- determina la formación o la continuidad del víncu-
nar la tipología contractual es también aquella que se lo contractual, mientras el consumidor queda, sin
manifiesta a través la mera adhesión de una parte al posibilidad de elección, vinculado al contrato. Se
texto unilateralmente predispuesto por la otra,,75 . indi vid ualizan en es te grupo (cuya sedes ma teriae se
encuentra en el anexo de la Directiva) las siguientes
A este régimen general, se agrega el régimen parti- cláusulas:
cular, cuya condición es que las cláusulas abusivas
hayan sido "redactadas con vistas a su utilización a) Las que prevén "un compromiso en firme del
general" (artículo 7.2.)76. consumidor mientras que la ejecución de las
prestaciones del profesional está supeditada a
Están fuera de la aplicación de la Directiva, las una condición cuya realización depende única-
siguientes situaciones: mente de su voluntad" (inciso c).

a) Cuando el contenido del contrato es determinado b) Las que autorizan "al profesional a rescindir el
mediante una remisión a un reglamento negocial contrato discrecionalmente 81 , si al consumidor
que las mismas partes han acordado precedente- no se le reconoce la misma voluntad" (primera
77
mente a través de un contrato normativ0 . parte del inciso f).

73[bid., p. 613, quien, en este orden de ideas, precisa que "la generalidad o estandarización de la cláusula no parece constituir un'carácter
indispensable para que se pueda revisar en la misma una "cláusulas no negociada individualmente"" (p. 627-628).

"¡bid., p. 634.

75 ¡bid., p. 639-640.

'1> ROPPO, op. cit.

77 TROJANO, op. cit., p. 641.

7H [bid., p. 646.

'9 lbid., p. 650.

~) ROrrO, op. cit., p. 287 Y ss.

" Esta disposición tendría problemas de com~atibilidad en el caso de los contratos de seguros, concretamente,'en la situación prevista
en el artículo 1898 del Código Civil italiano, cuyo segundo párrafo establece que "el asegurador puede rescindir el contrato, dando

THEMIS38
152
B. Cláusulas relativas al régimen de responsabili- el derecho exclusivo a interpretar una cualquie-
dad del consumidor, en éstas "la asimetría de las ra de las cláusulas del contrato" (inciso m).
posiciones contractuales emerge en la forma de un
particular agravio de la responsabilidad del consu- d) Las cláusulas que tengan por objeto o por defecto
midor, al cual no se apareja un régimen de respon- "restringir la obligación del profesional de res-
sabilidad de la empresa igualmente severo"S2 . Per- petar los compromisos asumidos por sus man-
tenecen a este grupo: datarios o supeditar sus compromisos al cumpli-
miento de formalidades particulares" (inciso n).
a) Las.cláusulas que imponen "al consumidor que
no cumpla sus obligaciones una indemnización e) Las cláusulas que privan al consumidor de inter-
desproporcionadamente alta" (inciso e). poner la exceptio inadimpleti contractus, obligán-
dolo "a cumplir con todas sus obligaciones aun
b) Las cláusulas que permiten "que el profesional cuando el profesional no hubiera cumplido con
retenga cantidades abonadas porel consumidor, las suyas" (inciso o).
si éste renuncia a la celebración o la ejecución del
contrato, sin disponer que el consumidor tiene f) Las cláusulas que prevén "la posibilidad de ce-
derecho a percibir del profesional una indemni- sión del contrato por parte del profesional, si
zación por una cantidad equivalente cuando sea puede generar merma de las garantías para el
éste el que renuncie". consumidor sin el consentimiento de éste" (inci-
so p).
e Cláusulas relativas al régimen de responsabili-
dad de la empresa, que se dan cuando se prevé un g) Las cláusulas que suprimen u obstaculizan "el
tratamiento particularmente favorable para la em- ejercicio de acciones judiciales o de recursos por
presa, estableciendo exclusiones o limitaciones de parte del consumidor, en particular obligándole
su responsabilidad por incumplimiento, o sustra- a dirigirse exclusivamente a una jurisdicción de
yendo al consumidor garantías o remedios legales arbitraje no cubierta por las disposiciones jurídi-
normalmente ofrecidos contra la parte que no cum- cas, limitándose indebidamente los medios de
ple. Encontramos dentro de las mismas a: prueba a su disposición o imponiéndole una
carga de la prueba que, conforme a la legislación
a) Las cláusulas que tengan por objeto o efecto aplicable, debería corresponder a otra parte con-
"excluir o limitar la responsabilidad legal del tratante" (inciso q).
profesional en caso de muerte o daños físicos del
consumidor debidos a una acción u omisión del h) Las cláusulas que tengan por objeto o por efecto
mencionado profesional" (inciso a). "permitir que el profesional se quede con las
cantidades abonadas en concepto de prestacio-
b) Las cláusulas que tengan por objeto o efecto nes aún no efectuadas si es el propio profesional
"excluir o limitar en forma inadecuada los dere- quien rescinde el contrato" (segunda parte del
chos legales del consumidor con respecto al pro- inciso f).
fesional u otra parte en caso de incumplimiento
total o parcial, o de cumplimiento defectuoso de 2) Las cláusulas de sorpresa "exponen al consumi-
una cualquiera de las obligaciones contractuales dor al riesgo de encontrarse implicado en situacio-
por parte del profesional, incluida la posibilidad nes contractuales diversas (y más desventajosas)
de compensar sus deudas respecto del profesio- respecto de aquellas que podía razonablemente
nal mediante créditos que ostente en contra de imaginar o prever"S3 . Dentro de estas cláusulas se
este último" (inciso b). pueden encontrar tres niveles, a saber:

c) Las cláusulas que tengan por objeto o efecto A. La sorpresa sobre el vínculo, se presenta cuando
"conceder al profesional el derecho a determinar la situación nueva e imprevista en la cual se coloca
si la cosa entregada o el servicio prestado se . al consumidor se refiere a la permanencia del víncu-
ajusta a lo estipulado en el contrato, o conferirle lo contractual (que podría resultar disuelto cuando
. .
comunicación por escrito. al asegurado dentro de un mes a partir del día en ekuaÍ ha'recibido el aviso (de hechos que agraven el riesgo,
cuya comunicación es obligatoria para el asegurado, según el primer párrafol!!e este artículo.)·o ha tenido de~,tra manera conocimiento.
del agravamiento del riesgo" (GAGGERO, op. cit., p. 502). .

82 ROPPO, op. cit., p. 288.

10 Ibid., p. 289.

THEMIS38
153
el consumidor piensa que continuaba o, viceversa, b.3) Las cláusulas que tengan por objeto o por efecto
que sigue existiendo cuando el consumidor enten- "estipular que el precio de las mercancías se
día que se había extinguido t.
En este grupo están determine en el momento de su entrega, u otor-
las siguientes cláusulas: gar al vendedor de mercaderías o al proveedor
de servicios el derecho a aumentar los precios,
a) Las que autorizan" al profesional a poner fma un sin que en ambos casos el consumidor tenga el
contrato de duración indefinida, sin notificación correspondiente derecho a rescindir el contrato
previa con antelación razonable, salvo por moti- si el precio final resultare muy superior al precio
vos graves" (inciso g). convenido al celebrar el contrato" (inciso 1).

b) Las que prorrogan "automáticamente un contra- Cabe poner de manifiesto que calificación de
to de duración determinada si el consumidor no abusivas (así como la correspondiente prohibición)
se manifiesta en contra, cuando se ha fijado una de algunas cláusulas de sorpresa (las que están
fecha límite demasiado lejana para que el consu- contenidas en los incisos g, h Y 1 del anexo de la
midor exprese su voluntad de no prorrogarlo" Directiva que comentamos), se atenúa y en ciertos
(inciso h). casos se elimina, con referencia a algunos tipos de
contratos, particularmente en los contratos con pres-
B) La sorpresa sobre la regulación, se da "cuando el taciones de servicios financieros (punto 2 del anexo
consumidor está expuesto a sufrir modificaciones de la Directiva), es así que "las exigencias de flexibi-
de los contenidos contractuales (modalidades de lidad, que son propias de estas operaciones, eviden-
derechos y obligaciones recíprocos de las partes) temente priman sobre la ratio de la protección del
.
mespera ,,,85 P
d os para este . ertenecen a este grupo: consumidor contra las modificaciones inesperadas
de la relación contractual,,86 .
a) Las cláusulas que hacen "constar de forma
irrefagable la adhesión del consumidor a cláusu- El anexo de la Directiva comunitaria, tal como lo
las de las cuales no ha tenido la oportunidad de recita el artículo 3.3., "contiene una lista indicativa y
tomar conocimiento real antes de la celebración no exhaustiva de cláusulas que pueden ser declara-
del contrato" (inciso i). das abusivas". Esto debe ser interpretado, no en el
sentido de que cada Estado adherente puede elabo-
b) Las diversas cláusulas que atribuyen a la empre- rar una lista mayor o menor, sino en que su naturale-
sa un excesivo e injusto ius variandi, tales como: za es la de un elenco de "carácter mínimo" 87 , lo cual
se desprende fácilmente de una lectura inspirada en
b.1) Las cláusulas que autorizan" al profesional a el principio de tutela del consumidor, así como del
88
modificar unilateralmente sin motivos válidos artículo 8 de la misma Directiva y uno de sus
89
especificados en el contrato los términos del considerandos . Asimismo, para determinar el ca-
mismo" (inciso j). rácter abusivo de las cláusulas, el operador jurídico
b.2) Las cláusulas que autorizan "al profesional a tendrá a su disposición una serie de cláusulas norma-
modificar unilateralmente sin motivos válidos cua- tivas abiertas, vale decir, formuladas sobre la base de
lesquiera características del producto que ha de conceptos elásticos, como se daría en los siguientes
suministrar o del servicio por prestar" (inciso k). casos: "limitar de forma inadecuada los derechos"

'" Ibíd., loco dI.

"' Ibíd., loe. cit.

Sh ¡bid., p. 290. Dentro de esta línea de pensamiénto se afirma que: "según el modelo de definición comunitaria, las cláusulas sobre el
ius variandí no son abusivas, puesto que la calificación no puede prescindir de la aplicaci6n en concreto de los dos principios implícitos
de la directiva: del equilibrio de las posiciones jurídicas subjetivas de las partes y de la buena fe, de las cuales constituyen expresión de
la intelegibilidad de las cláusulas contractuales" (GAGGERO. La dísciplína del jus variandi nel testo unico bancario m.lgs. 1 settembre 1993,
11. 385). En: Le clausole abusive nei contratti stipu/ah con i consumatori, dI. p. 382).

H7 lbíd., loe. cit.

ss Artículo 8: "Los Estados miembros podrán adoptar o mantener en el ámbito regulado por la presente Directiva, disposiciones más
estrictas en sean compatibles con el Tratado, con el fin de garantizar al consumidor un mayor nivel de protección".

"Considerando que, a los efectos de )a presente Directiva, la lista de cláusulas que relácíona al Anexo no puede tener sino carácter
H')

indicativo y que, dado su carácter mínimo, lOs Estados miembros, en el marco de su legislación nacional, pueden someterla a añadidos
o a formulaciones más restrictivas, en particular con respecto al alcance de dichas cláusulas". Nótese que se habla de formulaciones más
restrictivas, lo cual difiere del sentido de eliminar cláusulas de la lista de esta directiva.

THEMIS 38
154
(inciso b), "indemnización desproporcionadamente abril de 1993, se introduce en el Código Civil italiano
elevada" (inciso e), "notificación previa con antela- de 1942, el capítulo XIV-bis dedicado a los "Contra-
ción razonable" (inciso g), "fecha límite demasiado tos del consumidor", introducido al final del Título
lejana" (inciso h), "sin motivos válidos" (incisos j y 11 del Libro IV, el cual está compuesto por cinco
k), "precio final (... ) muy superior" (inciso 1), entre artículos (desde el 1469-bis al 1469-sexies), siendo
90
otros . Es dentro de esta arquitectura legislativa que colocado al final de la disciplina general de los
tendrán que ser diseñados los modelos jurídicos de contratos. Se observa que "el tejido normativo con-
los países que pertenecen a la Unión Europea. fiere relevancia a un contrato en función de las
calidades subjetivas de las partes,,93 . Sin embargo,
4.4. LA RECEPCIÓN DE LA DIRECTIVA esta opción legislativa no ha sido compartida por un
COMUNITARIA EN EL CÓDIGO CIVIL sector importante de la doctrina italiana, el cual
proponía la promulgación de una l~y ad hOC • Den-
94
ITALIANO (LEY 52 DEL 06 DE ABRIL DE 1993)
tro de esta línea de pensamiento, autorizada doctri-
Partiendo de la premisa que la Directiva comunita- na ha cuestionado si la opción criticada se trata de
95
ria se basa en el "diseño dirigido a la creación de un una verdadera y propia novelación •
mercado que podremos definir de cara humana, o
sea, seguro y reasegurante en cuanto a la ética de las Siguiendo muy de cerca a la Directiva comunitaria
relaciones con los proveedores de bienes y servicios, se ha entendido por consumidor a "la persona física
pero sobre todo de un mercado racional y moder- que actúa con distintos fines a la actividad empresa-
no"YI, el legislador italiano, al aplicar la Directiva rial o profesional eventualmente desenvuelta" (artí-
comunitaria sobre cláusulas vejatorias, se ha dejado culo 1469-bis), lo cual ha generado la justa observa-
seducir fácilmente por el gran atractivo que irradia ción sobre la necesidad de alargar esta noción% . Si
92
su Código Civi1 . En efecto, por la Ley 52 del 06 de la definición de consumidor resulta escueta, no

YO Rorro, op. cit., p. 292, el cual afirma que "la calificación del carácter abusivo de las cláusulas está, si así se puede decir, circundada

de una doble indeterminación, que corresponde a un doble ejercicio de discrecionalidad por parte del intérprete: por un lado, la
indeterminación interna del elenco, ligada a las fórmulas elásticas usadas para definir muchas de las cláusulas; y por otro lado, al exterior
del elenco, la indeterminación derivada de los conceptos amplios empleados para identificar, de manera general, la noción de abuso".

91 GIUDICA. Clausole abusive e razionalitil del mercato. En: Le nuove leggi civili commentate, cit. p. 777

n Así, DE NOVA, el cual afirma que" el Código Civil (italiano)( ... ) esel gran índice de nuestro Derecho Privado e inserir lanueva disciplina
en un lugar o en el otro tiene un significado particular" (p. 308). A favor de esta posición se encuentra ROPPO. Ulteriori osservazioni, p.
349; COSTANZA. COlldizioni generali di contratto e contrattí stipulati dai consumatori. p. 454; ambos. En: Le clausule abusive nei contratti
stipulati con i cOl1sumatori, cit.

" V. CARBONE Il commento. La tutela del consumatore: le clausole abusive. En: Il Corriere Giuridico. Milano. No. 3, (1996) p. 250.

Y4Así, BARBIERA. Il recepimento deIla Díretliva del S aprile 1993 del ConsigNo CEE sulle c/ausole abusive mi contratti stipulati COI1 i consumatori
l1ell'alternativa tra illserzione nel Codicee redazione di una legge specia/e. En: Le clausole abusive /leí con tra tti stípulati con i consumatori, cit. p. 311,
quien a propósito del entonces proyecto de ley italiano, sostenía que: "se realiza en tal modo una contaminación de la precisión
metodológica del códigos y, al mismo tiempo, se da la ocasión para que surjan dudas sobre la concilíabilidad de los contenidos
divergentes de las reglas de la directiva con los contenidos de las normas del Código" (p. 315). También es de este parecer, NUZZO.
Controllo giudiziario sulle cIausole abusíve. Valutazione dell'operazione economica complessíva e nu/lita parzíale necessaria. p. 329; DI MAJO.
Proposte e scelte de! progetti di recepimento, 335; ambos En: Le c1ausole abusive nei contrattí stípulati con i consumatori, ob cit; LENER. La l1uova
disciplina delle e/ausole vessatorie neí contrattí del consuma/ori. En: 11 Foro Italiano. Roma. Año CXXI. No. 4, (abril de 1996) p. 154, entre otros.

"5Así BIGLIAZZI GERI, quien parte de la definición de novelacíón como "relectura y refacción orgánica y sistemática de reglas y
principios", sostiene que "tengo la sensación de encontrarme, en realidad, frente no a una propuesta (la autora se refería al entonces
proyecto) de novelación del Código Civil, sino a una serie de disposiciones que constituyen, en vez de un cuerpo orgánico, una suerte
de cuerpo extraño traidoramente insertado en Código: a la sumatoria de una serie de reglas agregadas, sin un carácter sistemático ni de
organicidad" (A proposito della propasta dí attuazione della dírettiva comunitaria Bulle c1ausole abusive nei contratti stipulati con i consumatori,
En: Le clausole abusive neí con/ralli s/ipulatí con i consumatori, cit. p. 319).

"' DE NOVA, op. cit., p. 309. Se sostiene, con razón, que también las erri.presas intermedias-también son "débiles" en la cadena de
distribución de los productos y, por consiguiente "se encuentran en la situacióñ de sufrir las cláusulas abusivas introducidas por las
empresas fuertes, de mayores dimensiones y de fuerza contractual superior, con el riesgo de desaparecer del mercado, poniendo siempre
más en contacto directo a la gran empresa con el consumidor, es decir, el destinatario final de la producción" (V. CARBONE, op. cit., p.
250). Sólo queda a salvo el caso del revendedor final que sufre daños, que tien~ il derechode.regreso con respecto de propio productor,
como consecuencia de la demanda interpuesta por el consumidor, haciendo valer laineficacia'de las cláusulas abusivas (artículo 1469-
quil1quies, cuarto párrafo). Dentro de esta corriente de pensamiento, se afirma que "la1imitlíción de la tutela·al consumidor individual
excluye a quien contrata en el ejercicio de la propia actividad profesional y a las empresas de pequeñas dimensiones - también los
eslabones débiles de la cadena distributiva· frente a los_cuales pueden presentarse no disímiles exigencias de tutela" (CABELLA PISU,
op. cit., p. 120, quien considera que se hubiera incluido dentro de este concepto también a los artesanos y a las empresas familiares.) La
misma autora observa que "el régimen resulta particularmente duro para los profesionales intelectuales,' que en los contratos con las

THEMIS38
155
puede decirse lo mismo de la definición de profe- párrafo) (que se establece en una relación de 22
sional'!7 que emplea el legislador italiano, vale de- supuestos), consistente en el" significativo desequi-
cir, "la persona física o jurídica, pública o privada librio", se desvanece frente a la prueba de que la
que, en el cuadro de su actividad empresarial o cláusula haya sido" objeto de tratativa individual" 103
profesional, utiliza los contratos con los consumido- (artículo 1469-ter, cuarto párrafo). Esta situación ha
res" (artículo 1469-bis). Esto quiere decir que tam- generado la crítica de quien sostiene que "conside-
bién puede entrar en esta categoría la Administra- rar que, por el simple hecho de sentarse en la mesa
ción Pública, tal como ha sido ya la interpretación de negociaciones, haga venir a menos el peligro de
98
que ha dado la jurisprudencia italiana • un sometimiento es una descubierta ingenuidad,
agravada por el hecho de ponerse en manifiesta
El tipo de contrato que es objeto de esta regulación contradicción con aquel que parecía ser el criterio
especial es aquél" concluido entre el consumidor y guía de la nueva disciplina"lO . Este modelo jurídi-
el profesional, que tiene por objeto la cesión de co, diseñado por el legislador italiano, se aparta de
bienes o la prestación de servicios", considerándose aquel esbozado por la Directiva comunitaria105.
9
vejatorias "las cláusulas que, no obstante la buena
1
fe 00, determinan de cargo del consumidor un signi- Sin embargo, el segundo párrafo del artículo 1469-
101
ficativo desequilibrio de los derechos y de las quinquies, establece la lista negra, en la cual se
obligaciones derivadas del contrato". Se ha inter- colocan tres supuestos de hecho que, no obstante
pretado que el legislador italiano ha optado por la haber sido objeto de tratativa, son ineficaces. Estos
ineficacia relativa, en el sentido que releva, incluso son los siguientes:
de oficio, en favor de un solo consumidor y además
parcial, porque se limita sólo a la cláusula abusiva, a) Excluir o limitar la responsabilidad del profesio-
102
dejando intacto el resto del contrato • nal en caso de muerte o daño a la persona del
consumidor, resultante de un hecho o de una
El legislador italiano, siguiendo en ello al legislador omisión del profesional (supuesto de responsa-
alemán, ha optado por la regulación de una lista bilidad extracontractual).
gris y una lista negra de cláusulas vejatorias. En la
lista gris, merece atención el hecho de que el pre- b) Excluir o limitar las acciones del consumidor con
sunto carácter vejatorio (artículo 1469-bis, tercer respecto al profesional o de otra persona en caso

empresas proveedoras, por ejemplo, de los instrumentos y de las instalaciones profesionales no pueden ser técnicamente considerados
consumidores, estando en una posición de debilidad contractual absolutamente análoga a aquella de quien contrata fuera de una
eventual actividad profesional" (p. 120-121).

Y7 El término profesional es extraño a la cultura jurídica italiana y cierto sector de la doctrina de este país prefiere el término de
empresario. Así, ROPPO, op. cit., p. 294; FRANCESCHELLI, I cantratti per adesione e l'interpretazione contra l'autore delIa c/ausola En: Le
clausole abusive nei con/ratti stipulati con í consumatori, dt. p. 464; entre otros.
'm V. CARBONE, op. cit., p. 251.

Se ha preferido utilizar el término vejatorias y no abusivas para "no evocar los temidos escenarios del abuso del Derecho" (Así, LENER,
YY

op. cit., p. 146).

\00 En lo que se refiere a esta expresión, reproducimos los comentarios de ROPPO expresados respecto de la versión italiana de la directiva
comunitaria 93/13 ICEE. En este sentido interpretativo, para el caso de la reforma del Código Civil italíano, se alinea LENER, o'p' cit.,
p. 160. ALPA sostiene que "una formulación más precisa habría evitado las deformaciones interpretativas que están destinadas a
perpetuarse" (Breve glossa En: Le clausole abusíve nei contratti stípulati con i consumatori, cito p. 708). Sobre el principio de la buena fe, se
afirma que" debería imponerse al juez italiano un esfuerzo de evaluación de la justicia del contrato" (PATTI, Le c1ausole abusive nei
can/mtti con i consuma/ori. En: Saggi di dirítto privato europeo: persona proprieta contratto responsabilita civileprivative,a cura de PARDOLESI.
Napoli: ESI, 1995. p. 114).

lO1 A propósito del término significativo (aunque el comentario fue hecho respecto del proyecto de ley italiano, es del todo vigente para

el actual articulo 1469-bis), se afirma que nos encontramos frente a "una probable nueva fuente de una espedficaequitas reconocida ahora
al intérprete, que hace indispensables el artículo bajo comentario", así, FORCHIELLt c:/ausole abusivee disciplina vigente dell' interpretazione.
En: Le clausole abusive nei contraUí stipulati con i consumatori, cit. p.461.

102 V. CARBONE, op. cit., p. 257.

103 En este sentido, se sostiene que "cláusula no negociada es sinónimo, la mayor parte de las veces, de cláusula no conocida"

(COSTANZA, op. cit., p. 459).

1114 LENER, op. cit., p. 147.

105 Ibid, loco cit.

THEMIS38
156
de incumplimiento total, cumplimiento parcial Conforme al modelo jurídico diseñado por la Direc-
o de cumplimiento inexacto por parte del profe- tiva comunitaria, el artículo 1469-ter, segundo pá-
sional (supuesto de responsabilidad contrac- rrafo, establece que "la evaluación del carácter veja-
tual)lOh. torio de la cláusula no se refiere a la determinación
del objeto del contrato, ni a la adecuación del
c) Prever que la adhesión del consumidor se ex- correspectiyo de los bienes y servicios, siempre que
tienda a cláusulas que no ha tenido, de hecho, la tales elementos estén individualizados de manera
posibilidad de conocer antes de la conclusión del clara y comprensible". Esto implica que también en
contrato. los contratos con los consumidores seguirá siendo
vigente el debate sobre la distinción entre cláusulas
Concurre pues, un régimen de ineficacia relativa limitativas de responsabilidad y cláusulas
(lista gris) y de ineficacia absoluta (lista negra), en delimitativas del objeto del contrato, "que dejan
eÍ reformado Código Civil italiano. Sin embargo, se abiertos (por ejemplo en los contratos de seguros)
ha advertido en doctrina, una evidente duplicidad notables problemas de tutela del consumidor, con la
de dispositivos (tal es el caso del artículo 1469-bis, diferencia de que ahora también las cláusulas
tercer párrafo, incisos 1, 2 Y 10 con el artículo 1469- delimitativas del objeto serán consideradas vejatorias
quinquies, tercer párrafo, incisos 1,2 Y3), frente a los si no presentan el requisito de la transparencia 109.
cuales se presenta un grave problema en la aplica-
107
ción de la ineficacia absoluta o relativa . Siguiendo a la Directiva Comunitaria 93/13/CEE,
el artículo 1469-bis, establece una suerte de régimen
Constituye una gran preocupación por parte de la de excepción, de la siguiente manera: "si el contrato
doctrina italiana la carga de la prueba de la tratativa, tiene por objeto la prestación de servicios financie-
eximente de la calificación de vejatoria, en las cláu- ros a tiempo indeterminado, el profesional puede,
110 111
sulas pre-redactadas unilateralmente. El último derogando los incisos 8 Y 11 del tercer párrafo:
párrafo del actual artículo 1469-ter establece que "en
el contrato concluído mediante suscripción de mó- 1) resolver el contrato cuando haya un motivo jus-
dulos o formularios predispuestos para disciplinar tificado, sin previo aviso, dando inmediata co-
de manera uniforme determinadas relaciones con- municación al consumidor;
tractuales, corresponde al profesional la carga de 2) modificar, cuando haya un motivo justificado,
probar que las cláusulas, o los elementos de cláusu- las condiciones del contrato, dando previo aviso
la, aunque sean unilateralmente predispuestos por dentro de un término adecuado al consumidor,
el mismo, hayan sido objeto de específica tratativa que tiene el derecho de resolver el contrato.
con el consumidor". Por consiguiente, en la hipóte-
sis de un contrato de adhesión estipulado sin el Si el contrato tiene por objeto la prestación de servi-
recurso a dichos módulos o formularios, se determi- cios financieros el profesional puede modificar, sin
na en desventaja del consumidor, la inversión de la previo aviso, siempre que haya motivo 1ustificado,
108 112 11
carga de la prueba . en derogación de los incisos 12 y 13 del tercer

",; Frente a la opinión corriente que quedaría fuera de la prohibición de la limitación o exoneración de la responsabilidad contractual por
culpa leve, se afirma que "la ineficacia de las cláusulas en examen estará subordinada a un juicio sobre el significado de desequilibrio
a la luz del principio de buena fe: un juicio no descontado, no pudiéndose compartir ni la tesis según la cual una cláusula de exclusión
o limitación de responsabilidad por culpa leve no determinaría un desequilibrio significativo de los derechos y de las obligaciones
derivados del contrato, ni la tesis exactamente opuesta" (BUSNELLI, op. cit., p. 772).
J07 LENER, op cit., p. 155-156.

1'" Ibid., p. 150.

104 CABELLA PISU, op. cit., p. 125.

Que establece que se presumen vejatorias, salvo prueba contraria/las cláusulas que tienen por objeto o efecto "consentir al profesional
110
resolver contratos a tiempo indeterminado sin un razonable preavíso;'salvo justa causa".

111 Que establece que se presumen vejatorias, salvo prueba contraria, las cláusulas que tienen por objeto o efecto "consentir al profesional
modificar unilateralmente la cláusulas del contrato, o las características del producto o del servicio a suministrarse, sil) un justificado
motivo indicado en el mismo contrato". •. "
" .
112 Que establece que se presumen vejatorias, salvo prueba contraria, las cláusuÍas que Ú~nen por'objeto o efecto "establecer que el precio

de los bienes o de los servicios sea determinado al momento de la entrega o de la prestación".

m Que establece que se presumen vejatorias) salvo prueba contraria, las cláusulas que tienen por objeto o efecto" consentir al profesional
aumentar el precio del bien o del servicio sin que el consumidor pueda resolver el contrato, si el precio final es excesivamente elevado
respecto a aquel originariamente convenido".

THEMIS38
157
párrafo, la tasa de interés o el importe de cualquier encima (sic) a una persona que lo obstaculizaba en
cargo relativo a la prestación financiera originaria- el desenvolvimiento de la actividad" 115 , se rinde y
mente convenidos, dando inmediata comunicación firma, sin leer, el contrato de adquisición. Una vez
al consumidor que tiene el derecho de resolver el leídas las cláusulas generales contenidas en el mis-
contrato. mo, el panadero se da cuenta de que el bien referido
en las mismas, no corresponde en absoluto a lo que
Los incisos 8, 11, 12 Y 13 del tercer párrafo no se le había sido informado verbalmente. Acto seguido,
aplican a los contratos que tienen como objeto valo- el engañado comprador envía una carta certificada,
res mobiliarios, instrumentos financieros y otros solicitando la rescisión del contrato. Sin embargo,
productos o servicios cuyo precio está vinculado a existe un pequeño particular: una cláusula del mis-
las fluctuaciones de un curso y de un índice de bolsa mo establece que "las obras serán utilizadas para
o de una tasa de mercado financiero no controlado finalidades inherentes a mi actividad profesional".
por el profesional, así como la compraventa de Con ello, el que predispuso unilateralmente el con-
moneda extranjera, de traveler checks o de giros trato, pretende bajo un burdo make-up que, al no
postales internacionales emitidos en moneda ex- haber "formalmente" consumidor, tampoco haya
tranjera. "formalmente" derecho de receso.

Los incisos 12 y 13 del tercer párrafo no se aplican a El truco es "abiertamente ingenuo,,116 , y el Pretor no
las cláusulas de indexación de los precios, cuando tiene la menor dificultad para desenmascararlo: "no
son consentidos por ley, a condición de que las se ve la inherencia de la adquisición de monografías,
modalidades de variación estén descritas expresa- aunque sean famosas, con la actividad de un
mente". panificio". El panadero ha actuado en calidad de
consumidor, no de profesional, por consiguiente, el
Como puede verse, se reconoce el ius variandi que contrato entra en el ámbito de la disciplina de los
corresponde al profesional en los contratos finan- contratos negociados fuera de los locales comercia-
cieros, siempre y cuando se de previo aviso al con- les y el panadero puede rescindir el contrato en los
sumidor y se le informe del derecho que tiene a '·
t ermmos .
prevIstos en elmIsmo
· 117 .
resolver el contrato por esta variación. En el caso
que el profesional opte por resolver el contrato, le Diremos, a manera de moraleja, contrariamente al
asiste al consumidor el derecho a estar inmediata- título de un trabajo sobre el tema que estamos
mente informado de esta decisión. Todo ello debe tratando: "¡Lea primero, firme después!,,118.
estar predeterminado en el contrato, a efectos ex-
cluir el carácter abusivo de este poder unilateral del
· 1114 .
5. CRITERIOS A TENERSE EN CUENTA
pro feSlOna
FRENTE A UNA POSIBLE REGULACIÓN
Cerramos esta reseña comparativa con un curioso DE LAS CLAUSULAS VEJATORIAS EN
caso que se presentó en Milán: un panadero es LOS CONTRATOS PREDISPUESTOS
visitado durante el horario de atención, en su propio UNILA TERALMENTE
negocio, por una persona que le propone la adqui-
sición de obras literarias. El pobre negociante, "con A manera de conclusiones, después del recorrido
la finalidad de beneficiar a sus hijos y de sacarse de efectuado en las experiencias jurídicas alemana,

m Así, se afirma que: "La exclusión de la presunción del carácter abusivo de las cláusulas sobre el jus varíandi depende, en principio, del
concurso de dos elementos: el condicionamiento del poder unilateral reservado al profesional cuando coricurren motivos justificados
y la indicación específica en el contrato de estos dos elementos" (GAGGERO, op. cit., p. 387).

115 ANTONIOLLI DEFLORIAN, Il consumatore, un personaggío in cerca d'autore. En: Responsabilítií cívíle e previdenza. Milano. Vol. LX, N.
6, (nov. - dic., 1995) p. 970.

lió Ibíd, loe. cit.

lJ7 Ibíd, loe. ci t. Este caso se vio en la Pretura de Milano, el17 de enero de 1995 y se resolvió en base al Decreto legislativo 50/92 (actuación
de la directiva 85/577/CEE, en materia de contrato~negociados fuera de los locales comerciales) y no de la directiva 93/13 /CEE, sobre
cláusulas abusivas en los contratos estipulados con los consumidores, no obstante que esta última ya estaba vigente en la época que se
presentó este conflicto. El Decreto legislativo 50/92, define como consumidor "a la persona física que, en relación a los contratos o a las
propuestas disciplinadas en el presente decreto, actúa con finalidades que pueden considerarse extrañas a la propia actividad
profesional". Como se ve, esta definiciótl coincide tanto con la contenida en la directiva 93/ 13 /CEE, así como la que figura en el artículo
1469-bis del reformado Código Civil italiano .•

1" La alusión es al ya citado artículo de BULLARD GONZALEZ, ¡Lea primero, firme después!, eit.

THEMIS38
158
francesa, comunitaria e italiana, así como la nacio- sión, resolviendo que "se considera consumidor o
nal, creemos pertinente determinar, frente a una usuario, de acuerdo a lo establecido en el inciso a)
posible regulación del problema de las cláusulas del artículo 3 del Decreto Legislativo 716, a la perso-
vejatorias predispuestas unilateralmente, cuáles na natural o jurídica que adquiere, utiliza o disfruta
serían los principios que deberían tenerse en cuenta, un producto o un servicio para fines personales,
para tal efecto. familiares o de su entorno social inmediato. No se
consideran por tanto consumidores y usuarios para
5.1. DELIMITACIÓN DE LOS PROTAGONIS- los efectos de la Ley a los proveedores cuando
T AS EN LOS CONTRATOS PREDISPUESTOS adquieren, utilizan o disfrutan de un bien o servicio
UNILATERALMENTE: LAS NOCIONES DE para fines propios de su actividad como tales, según
119
CONSUMIDOR Y EMPRESARIO las definiciones contenidas en los Artículos 1 y 3
inciso b) del mencionado cuerpo legal. En tal senti-
Dentro del formante legislativo nacional, la Ley de do, las denuncias que tengan por pretensión la
Protección al Consumidor, Decreto Legislativo 716, protección de intereses de quienes no puedan ser
define a los consumidores o usuarios como "las considerados consumidores o usuarios, deberán ser
personas naturales o jurídicas que adquieren, utili- declaradas improcedentes".
zan o disfrutan como destinatarios finales produc-
tos o servicios" (artículo 3, inciso a). Asimismo, son Los fundamentos de esta decisión se basan en el
proveedores "las personas naturales o jurídicas que entendimiento del concepto "destinatario final"
fabrican, elaboran, manipulan, acondicionan, mez- como la persona (natural o jurídica) que "ocupa el
clan, envasan, almacenan, preparan, expenden o último eslabón de la cadena producción-consu-
suministran bienes o prestan servicios a los consu- mo,,120. Se advierte, sin embargo, la presencia de
midores" (artículo 3, inciso b). Si bien es cierto que "zonas grises, en las que no es sencillo determinar
el ámbito de la tutela del consumidor no coincide con toda precisión si el valor del bien se agota o no
exactamente con el de la tutela de la parte que no ha con su uso por el destinatario": tal es el caso del
intervenido en la elaboración de los contratos pre- taxista eventual. En esta decisión se manifiesta que
dispuestos por la contraparte, merece algún comen- no se deja al denunciante en estado de indefensión,
tario el alcance que se le ha dado a la definición de por cuanto éste tiene expedita la vía judicial para
consumidor. hacer valer sus derechos.

A partir de un caso, en el cual una empresa indivi- Como ya lo dijo Carcía Maynez, clasificar es una
dual de responsabilidad limitada, adquirió un labo- cuestión de perspectiva y, si elevamos esa clasifica-
ratorio fotográfico (compuesto por un procesador ción a categoría jurídica, ello es una cuestión de
de películas y una impresora) "con garantía de un opción. Podrá objetarse que el concepto de consu-
año" a una conocida empresa del ramo, la que le midor que ofrece la Ley de Protección al Consumi-
vendió un producto defectuoso, motivo por el cual dor resulta mezquino frente a las situaciones en las
se le denunció ante el INDECOPI; este organismo que, si bien es cierto que no nos encontramos frente
tuvo la oportunidad de pronunciarse oficialmente a un destina tario final, merece una tutela efecti va y,
respecto de los alcances de la definición de consumi- por tanto, resulta legítimo ensanchar dichas defini-
dor. En efecto, mediante Resolución 5, del 05 de ciones, como se hace en otras experiencias jurídi-
octubre de 1995, la Comisión de Protección al Con- cas, para permitir que surjan criterios inter-
sumidor, declaró improcedente esta denuncia, por pretativos que vayan acordes a la dinámica del
no considerarse competente para conocer la misma, mercado.
por cuanto el denunciante no era considerado como
un destinatario final en los términos establecidos En cuanto a la definición y a la nomenclatura de
por la ley ya comentada. Apelada esta decisión, la proveedor, creemos que resultan adecuadas, por
Sala de la Defensa de la Competencia del Tribunal cuanto el legislador se ha apartado de la corriente
de Defensa de la Competencia y de la Propiedad que se ha dejado colonizar por expresiones ajenas a
Intelectual, mediante Resolución 101-96 TDC, de la propia experiencia jurídica: tal es el caso de la
fecha 18 de diciembre de 1996, confirmó esta deci- palabra profesional, que resulta ser una mala tra-

o
Artículo 1: "Están sujetas a la presente Ley todas las personas, naturales jurídicas, de derecho público'o privado, que se dediquen
11'!

en establecimientos abiertos al público, o en forma habitual, a la producción o comercializáción de bienes ola prestación de servicios en
el territorio nacional". ' '
- .
J20En un pasaje de la motivación de esta resolución, se afirma que "en ese contexto, en principio, no le es exigible a quien adquiere, utiliza
o disfruta un bien o servicio la diligencia propia del proveedor, sino únicamente la que le corresponde como un consumidor razonable",

THEMIS38
159
ducción del término operador económico profesio- Asimismo, dado el número de fuentes desde donde
nal. Sin embargo, creemos que también pudo utili- se obtienen las informaciones y los servicios, y los
zarse la palabra empresario (para la misma defini- riesgos inherentes a la distribución electrónica de
ción), la cual ya tiene cierta tradición y presencia en los mismos, pueden haber demoras, omisiones, o
nuestro sistema jurídico. inexactitudes en tales servicios o información, por
los que la institución no se hace responsable en
El concepto de consumidor-destinatario final di- ningún caso".
fiere del de parte débil (sea cual fuere el motivo) en
la relación contractual, así como del de contratante Evidentemente nos encontramos frente a una cláu-
en un contrato predispuesto unilateralmente por la sula de exoneración de responsabilidad, la cual está
contraparte. Para distinguir estos dos conceptos, atacada de nulidad por el artículo 1328 del Código
veamos un caso que se presenta en las empresas del Civil. En efecto, no se trata de un esquema consumi-
sistema financiero que emiten sus acciones, así dor-empresario ni mucho menos, de un conflicto
como otros valores mobiliarios, tal como lo estable- parte fuerte versus parte débil del contrato. Si lo que
ce la Ley 26887, Ley del Mercado de Valores, y los pretendemos regular es la prohibición de fijar cláu-
representan en anotaciones en cuenta en el registro sulas vejatorias en los contratos predispuestos
contable de valores de una conocida institución del unilateralmente, no resulta determinante el status
ramo, creada por ley. Esta institución del ramo de las partes contratantes (consumidor versus em-
hace firmar un contrato, predispuesto presario), ni que una parte sea más fuerte que la otra:
unilateralmente, a las entidades del sistema finan- lo que caracteriza esta situación es que una parte
ciero. Merece particular atención la cláusula que predispone unilateralmente un contrato frente a
establece lo siguiente: otra que simplemente lo acepta.

"El emisor (que sería la institución financiera) de- Es por ello que coincidimos con el modelo jurídico
clara conocer que la prestación de el servicio se elaborado por el legislador alemán, en el cual la Ley
realiza a través de infraestructura y facilidades téc- sobre condiciones generales del contrato, no limita
nicas de los equipos y servicios de terceros, y de los su protección al esquema consumidor-empresario,
sistemas de telecomunicaciones existentes y dispo- desprendiéndose sabiamente, de pre-calificaciones
nibles. En consecuencia, sólo es posible garantizar el subjetivas que delimiten el alcance de las cláusulas
funcionamiento continuo de el servicio que la insti- vejatorias predispuestas unilateralmente.
tución presta, en la medida que los equipos y servi-
cios de terceros y el sistema de comunicaciones 5.2. DEFINICIÓN DE CLÁUSULAS
funcionen adecuadamente. VEJATORIAS (BUENA FE, EQUILIBRIO
CONTRACTUAL Y NEGOCIACIÓN DEL
La institución no se compromete a prestar el servi- CONTRATO)
cio en caso de fallas en los equipos y servicios de
terceros o en el sistema antes mencionado, o en Frente a la predominante posición de acuñar el
general en la infraestructura de comunicaciones o término de "cláusulas abusivas", proponemos utili-
energética disponible. zar el de "cláusulas vejatorias", por cuanto en nues-
tra tradición jurídica el término abuso, suele asimi-
En consecuencia, la institución queda exenta de larse al de abuso de derecho, cuyo contenido con-
toda responsabilidad frente a el emisor si en un ceptual es el de un principio general del qerecho,
determinado momento o día el sistema no funciona definido como una limitación intrínseca del dere-
o no realiza algunas de las operaciones, como con- cho subjetivo que, al trasgredirse (o pretender
secuencia de desperfectos ocasionales del hardware trasgredirse procesalmente), genera (o podría gene-
y / o software o por la suspensión de el servicio, rar) daños a terceros, aplicándose para remediarlo,
ocasionados por hechos fortuitos, imprevisibles o en el primer caso, la normatividad relativa a la
ajenos a la diligencia ordinaria que la institución responsabilidad civil y en el segundo, declarando
121
está obligada a tener. judicialmente su ineficacia •

l1J ...
• Sobre este concepto de abuso de derecho, Cfr. ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Ensayos sobre teoría general del Derecho y los derechos
de las personas. Lima: Huallaga, 1996, p. 27 Yss. Para un análisis jurisprudencia! a nivel nacional, del mismo autor, Sobre la necesidad
de salvar al abuso de! Derecho de los excesos de la doctrina. En: Diálogo con la jurisprudencia. Lima. Año lI, No. 2, (1995) p. 69 Yss; Algo
más sobre el abuso de derecho y la arquitectura interpretativa del operador jurídico en máteria'de disolución y decaimiento del vínculo
conyugal. En: Diálogo con la jurisprudencia;'Lirna. Año III, No. 6, (1997) p.129 Yss. Sobre este terna han escrito páginas fundamentales,
RESCIGNO. L'abuso del díritto. En: Rivista di Diritto Civile. Padova. Año XXI, (1965), Y FERNANDEZ SESSAREGO, Carlos. Abuso del
Derecho. Buenos Aires: Astrea, 1992. Entre otros.

THEMIS 38
160
El status de las partes contratantes no debe ser sideradas ineficaces, como es el caso de la limitación
determinante para ra definición de las cláusulas o exoneración de responsabilidad del que redacta
vejatorias; pero sí puede servir como indicador las cláusulas, aunque se pruebe su negociación.
frente a los requisitos de la buena fe y equilibrio
contractual, que sí son determinantes para tal efec- 5.4. MODELOS DE CONTROL
to. En efecto, si entendemos al requisito de la buena
fe en un sentido objetivo, vale decir como conducta La experiencia jurídica comparada ha adoptado
objetivamente correcta de la parte contratante, la diversos tipos de control: legislativo, administrati-
misma servirá como medidor del desequilibrio con- vo y judicial. En la actualidad, a nivel de protección
tractual. Dentro de la dinámica de las relaciones del sujeto frente a las cláusulas vejatorias previa-
jurídicas, difícilmente nos encontraremos frente a mente redactadas por la contraparte, en la experien-
un perfecto equilibrio contractual entre las partes. cia jurídica nacional, tenemos el tímido artículo
Lo que resulta relevante para determinar si nos 1398 del Código Civil, al cual no se ha implementado
encontramos frente a una cláusula vejatoria es que la protección administrativa prevista por el artículo
ese desequilibrio sea de mala fe (o si queremos, sea 1394 del mismo cuerpo legal y además, aunque se
contrari~ al principio de buena fe). carece de elementos que permitan una constatación
segura, entendemos que existe un pobre contencio-
5.3. PREDISPOSICIÓN UNILATERAL VERSUS so sobre el particular.
FALTA DE NEGOCIACION INDIVIDUAL
Se propone asumir una legislación que regule esta
No basta que las cláusulas vejatorias generen una situación para colmar los vacíos de la legislación
asimetría (en contraste con el principio de buena fe) civil, así como incorporar la propuesta de ley en la
en la economía de las obligaciones a las que se cual se establecía la obligatoriedad de contratar con
encuentran vinculadas contractualmente las partes. cláusulas generales de contratación para el suminis-
Estas cláusulas han tenido que ser redactadas pre- tro o prestación de determinados servicios. El rol del
viamente por una de las partes, la cual ha asumido juez en su papel de operador jurídico, para resolver
el costo de su preparación, obteniendo el beneficio este tipo de conflictos, resulta decisivo. Sin embar-
de una rápida circulación del modelo contractual go, no creemos que este problema se soluciona sólo
diseñado, así como el de economizar el tiempo de la con leyes y jueces, tal como lo hemos observado de
negociación con la otra parte. Sin embargo, es fácil la experiencia jurídica alemana; se trata de un pro-
comprender que estas cláusulas tendencialmente blema social, el cual parte de un cambio de actitud,
obedecen a una protección favorable hada la perso- no sólo de los consumidores, sino de todos los
na (sea natural o jurídica) que las redacta. agentes económicos que participan en el mercado.

En el caso de las cláusulas predispuestas Creemos que si una sentencia que resuelve este tipo
unilateralmente se propone establecer una presun- de conflictos, llega a la última instancia, no debería
ción illris tanturn de que ha faltado una negociación tener sólo efectos ínter partes, sino que debería regir
con la otra parte. La opción asumida al establecer para casos similares.
esta presunción obedece a una simple constatación
de lo que sucede en el mercado. Corresponderá 5.5. TÉCNICAS DE ELIMINACIÓN DE LAS
pues, a la parte que ha redactado unilateralmente el CLÁUSULAS VEJATORIAS
contrato, probar que ha existido negociación con la
contraparte. Reiteramos la distinción hecha en el El sistema que propone un elenco indicativo de las
sentido de que puede haber negociación aunque no cláusulas vejatorias, estableciendo dos listas, una
se haya modificado la propuesta inicial. Sin embar- negra, en la cual las cláusulas vejatorias son inefica-
go, se deberá verificar y acertar cuidadosamente si ces y otra gris en la cual existe la presunción de que
efecti v amente se prod ujo dicha negociación, no bas- nos encontramos frente a cláusulas vejatorias, salvo
tando para ello una cláusula que indique que las prueba de negociación con la contraparte, resulta
cláusulas contenidas en un contrato han sido nego- . conveniente. Tanto en uno como en otro caso, es el
ciadas por las partes. Quedará a la imaginación del juez quien declarará la ineficacia (o eficacia) de las
que predispone unilateralmente el contrato el pro- cláusulas.
bar la negociación individual con la contraparte,
caso contrario, se le aplica!ía la normatividad que se 5.6. LÁ INTERPRETACIÓN CONTRA
propone. PROFERENTEM

Ello no obsta que, al igual que en el modelo jurídico Ya el artículo 1401 del Código Civil establece que las
italiano, hayan cláusulas vejatorias que serían con- estipulaciones insertas en las cláusulas generales de

THEMIS38
161
contratación o en formularios redactados por una asociación denunció que se trataba de un impuesto
de las partes, se interpretan, en caso de duda, en derogado por el Decreto Legislativo 25988, Ley de
favor de la otra. Sería conveniente aplicar el criterio Simplificación del Sistema Tributario Nacional, el
interpretativo contra proferentem también en esta ley cual derogaba todo impuesto que fuese distinto a
que se propone crear. aquellos señalados taxativamente por el mismo. La
Oficina Registral de Lima y Callao adujo en su
5.7. LA DISCIPLINA DEL IUS VARIANDI defensa que no se trataba de un impuesto, sino de un
arancel. La Comisión de Acceso al Mercado del
En el caso de las instituciones financieras y de INDECOPI, mediante Resolución 03-1997-CAM-
seguros resulta imperativo, en los casos de aumento INDECOPI/EXP-066, de fecha 02 de julio de 1998,
de la tasa de interés o de algún cargo relativo a la declaró fundada la denuncia, la cual se confirmó
prestación originariamente convenida, reconocer el mediante Resolución 0228-1998jTDC-INDECOPI,
ius variandi de estas instituciones, con la obligación de fecha 26 de agosto de 1998, emitida por la Sala de
de notificar este cambio a la contraparte y darle a Defensa de la Competencia del Tribunal de Defensa
conocer su derecho a resolver el contrato. de la Competencia y de la Propiedad Intelectual.

La obligación de comunicación a la contraparte 5.9. SOBRE LA SEDES MATERIAE DE LA


debería ser imperativa en el caso de resolución del REGULACIÓN DE LAS CLÁUSULAS
contrato por motivo justificado. Esta facultad debe VEJATORIAS EN LOS CONTRATOS PREDIS-
haber sido pactada previamente. PUESTOS UNILATERALMENTE

5.8. SUJETOS LEGITIMADOS Advertidos por autorizada doctrina nacional, las


órbitas del Código Civil y las de la Ley de Protección
Habíamos señalado que resulta irrelevante, a efec- al Consumidor no son, necesariamente coinciden-
tos de calificar una cláusula como vejatoria, el status tes. Dado lo especializado del tratamiento que me-
de las partes, sean consumidores o empresarios. De recen las cláusulas vejatorias predispuestas
tal manera, estarían legitimados procesalmente para unilateralmente, creemos conveniente regularlas en
interponer una demanda que contenga la preten- una legislación independiente, resistiéndonos a es ta
sión de declarar vejatoria una cláusula, aquellas suerte de atracción fatal que inspira el Código Civil.
personas que no la hayan negociado, pero que sí
hayan firmado el contrato. Creemos que también 6. COLOFÓN
debería reconocerse legitimación activa a las asocia-
ciones de consumidores a las cuales, dicho sea de El estudio comparativo de la circulación de otros
paso, el artículo 4 de la Ley de Protección al Consu- modelos jurídicos nos lleva a la reflexión que el
midor, Decreto Legislativo 716, les reconoce capaci- operador del Derecho, sea académico, juez, aboga-
dad para representar procesalmente a sus asociados do, legislador, debe tomar conciencia del problema
y a las personas que hayan otorgado poder en su (del cual también forma parte) que se presenta
favor, para efectuar denuncias administrativas. frente a las cláusulas vejatorias predispuestas
Nosotros no vemos inconveniente alguno para que unilateralmente y, si el mismo no se siente parte de
puedan intervenir, incluso, a nivel judicial. este problema, me permito recordarle la siguiente
frase, con la cual concluyo este trabajo 122:
Resulta emblemática la denuncia presentada por
una asociación de consumidores por el impuesto "La muerte de cualquier hombre me disminuye
creado por el Decreto Legislativo 11240, del 29 de porque soy parte integrante de la humanidad; y por
diciembre de 1949, el cual establecía un recargo del eso, nunca hagas preguntar por quién doblan las
10'Yc, sobre el monto de las tasas registrales. Esta campanas, doblan por ti".

122 Que figura enARRARTE ARISNABARRETA, op. cit., p. 131. Esta es una frase de DONNE usada por HEMINGWAY, que a su vez
se reitera en un trabajo de DE ANGELIS.

THEMIS38
162
LAS CLÁUSULAS DE EXONERACIÓN DE
RESPONSABILIDAD EN ITALIA TRAS LA
ADOPCIÓN DE LA DIRECTIVA EUROPEA
SOBRE LAS CLÁUSULAS ABUSIVAS * **

Luciana Cabella Pisu

El proceso de integración europea ha traído, entre sus 1. EL RÉGIMEN GENERAL DE LAS CLÁU-
múltiples consecuencias, la obligación para las partes
intervinientes de adecuar sus legislaciones internas a las SULAS DE EXONERACIÓN O LIMIT A-
Directivas emitidas por los organismos comunitarios. El CIÓN DE RESPONSABILIDAD
Derecho Contractual no podía permanecer al margen de
esta realidad, y entre las diversas disposiciones que ha Con la adopción de la directiva europea sobre las
emitido la Unión Europea, encontramos una relativa a cláusulas abusivas, adquiere notoria evidencia la
las Cláusulas Abusivas. Dentro de este marco la doctora creación, al interior de la categoría de los contratos
Luciana Cabella analiza el proceso de recepción de las
normas comunitarias por el ordenamiento italiano, po- de empresa, de una nueva subcategoría: los contra-
l
niendo énfasis en las distintas modalidades de cláusulas tos entre empresas y consumidores . Hay una dife-
abusivas y en los procedimientos adecuados para prote- rencia: mientras que los contratos de empresa si-
ger de ellas a los consumidores. guen siendo una categoría doctrinal (si bien someti-

Nota de la autora: El presente estudio reproduce, con mínimas modificaciones, el comentario sobre los artículos 1469 bis, tercer
párrafo, numerales 1 y 2, Y 1469 quinquies, segundo párrafo, numerales 1 y 2 del Código Civil italiano, a publicarse en C/ausole vessatorie
e contratto del conSlLmatore al cuidado de CEsARo, 1, 2a ed., Padua, 1998.

Título original: "Le e/ausole di esonero da responsabilítil dopo il recepimento in Italia della direttiva europea suUe c1ausole abusive".
Traducción del italiano por Leysser L. León Hilario. Abogado por la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del
Perú. Jefe de Prácticas de Responsabilidad Civil en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Lima.
Nota del traductor:
Normativa aplicable del Código Civil italiano de 1942:
"Artículo 1229. Cláusulas de exoneración de responsabilidad.- Es nulo todo pacto de exclusión o de limitación de la responsabilidad del
deudor por dolo o por culpa grave.
Es nulo asimismo todo pacto antelado de exoneración o de limitación de responsabilidad para los casos en los cuales el hecho del deudor
o de sus auxiliares constituya violación de deberes derivados de normas de orden público.
Artículo 1341. Condiciones generales de contratación.- Las condiciones generales de contratación predispuestas por uno de los
contratantes son eficaces frente a la contraparte, si al momento de la conclusión del contrato ésta las ha conocido o las debiera haber
conocido empleando la diligencia ordinaria.
En ningún caso tienen efecto, si no son aprobadas específicamente por escrito, las condiciones que establezcan a favor de quien las ha
predispuesto, limitaciones de responsabilidad, facultad de resolver el contrato o de suspender la ejecución, o bien que hagan de cargo
del otro contra tante caducidades, limitaciones a la facultad de oponer excepciones, restricciones a la libertad en las relaciones con los
terceros, prórroga tácita o renovación del contrato, cláusulas compromisorias o derogatorias de la competencia de la autoridad judicial.
Artículo 1342. Contrato concluido mediante modelos o formularios. Bn 10'S contratos éoncluidos mediante la suscripción de modelos o
formularios, predispuestos para regular de manera uniforme determinadas relaéiones contractuales, las cláusulas que fueran incorpo-
radas al modelo o f()fIJlulario prevalecen sobre las cláusulas del modelo o formulario mismos, en todo lo que fueran incompatibles, y
aun si las segundas'n6 hubieran sido canceladas. ' ,
Se observa, en cualquier caso contrario, la disposición del segundo párrafod;t'artícnlo precedente.
Artículo 1370. Interpretación contra el autor de la cláusula.- Las cláusulas incorporadas en ~,~~condiciones generales de contratación o
en modelos o formularios preaispuestos por uno de los contratantes se interpretan, eh caso de duda, a favor del otro.

J Cfr. ZENO ZENCOVICH: "lI diritto europeo del contratti (verso la distinzione fra «contratti commercialí» e «contratti dei consumatori» )". En:
Giurisprudenza Italiana, 1993, IV, c. 77 ss.; ALPA, "Le clausole abusive ne! contratti del consumatori". En: Corriere giuridico, 1993, p. 640;
CEsARO, "Relazione introduttiva". En: ID. (dir.) Clausole abusive e dírettiva comunitaria, Padua, 1994, p. 11 ss.; ROPPO, "La nuova disciplina

THEMIS38
163
da a una regulación positiva específica), los contra- Es útil, entonces, que el análisis de las adiciones al
tos entre empresas y consumidores son ahora una Código Civil sea precedido por una rápida indica-
subcategoría -acaso una categoría en este punto - ción de los puntos más importantes del debate que
normativa, a la que está dedicado el nuevo Capítulo ha tenido lugar, en relación con la disciplina de los
XIV bis del Título Il del Libro IV del Código Civil contratos en general, sobre el tema de las cláusulas
italiano, y cuyo particular régimen jurídico se des- exoneratorias o limitativas de responsabilidad; con
prende, también, de aquella serie de leyes que han la finalidad adicional de apreciar las diferencias
dado actuación en nuestro ordenamiento a las de- efectivas y las influencias recíprocas entre el régi-
más directivas europeas destinadas a la tutela del men general de tales cláusulas y el régimen especial
consumidor. de los contratos de consumo.

Por otro lado, la reforma del Código mantiene viva En cuanto a un primer aspecto, con referencia al
la antigua regulación, y en particular - para las artículo 1229 del Código Civil, se ha discutido en
cláusulas de exoneración o limitación de responsa- el pasado sobre el fundamento de la nulidad del
bilidad -los artículos 1229, 1341, 1342 Y 1370, que pactum de dolo non praestando, sobre la equipara-
siguen siendo aplicables a todos los contratos entre ción de la culpa grave al dolo, y sobre la individua-
profesionales y profesionales, y entre consumido- lización de los deberes de orden público por la
res y consumidores. La antigua regulación se aplica, violación de los cuales es admitida, en ningún
igualmente, a los contratos entre profesionales y caso, la exoneración de responsabilidad, ni siquie-
3
consumidores, en cuanto sea compatible, y en con- ra por culpa leve .
curso con la nueva disciplina. Así, por ejemplo,
debe entenderse que las cláusulas de exoneración o En cuanto a un segundo aspecto, las cláusulas de
limitación de responsabilidad incluidas en un "con- exoneración de responsabilidad han sido estudia-
trato de consumo", dentro de los límites de eficacia das por quienes se han ocupado de las condiciones
que consiente el nuevo régimen aplicable, deben, de generales del contrato, conjuntamente con las de-
todas formas, ser aprobadas específicamente por más cláusulas vejatorias, sobre todo en relación
escrito, conforme a lo prescrito en el artículo 1341; y con la tutela meramente formal representada por
que, también de todas formas, los problemas vincu- la necesidad de una suscripción específica.
lados con la aplicación de las adiciones' tengan que
ser afrontados únicamente respecto de aquellas cláu- Los dos aspectos se presentan interdependientes,
sulas de limitación o exoneración de responsabili- en buena medida, porque el área de implicancias
dad que no sean ya nulas por aplicación de lo más relevante, sea desde el punto de vista cuantita-
dispuesto en el articulo 1229 del Código Civil 2 • tivo, sea desde el punto de vista económico, en la

delle clausole abusíve nci contrattifra.¡mpJ'ese.e (01lSUWrÚori:,.wúp:}l4iDl SABATO, UContrattí dei con$¡,¡jniÜtm~contratti dí impresa". En: Rívísta
Trimestrale di Dírino e ProceduraCi 'p.()S7$S,iRIZZO¡Commtmtóhl art. 1469 bis, primer párrajó.E~; C/ausolevessatoríe e contrato del
consumatore al cuidado de CEsARO, ........... ,199~,p:28;AL{lA/,Icontrattide¡ consumatorl, Dírítto comunitario emrue(lazione def codil:ecivile".
En: Responsabilíttl Civile e Previdenztl, 1996,p,1065ss¡; ID. "Intra¡:luzione",enLe.dau;¡ole vessatorW.neicolltrfltti,on ico;llSumatori, al cuidado de
ALPA y PATTI, Milán; 1997, I,p. XVII s.s.; VAccA/'La disciplina. del contratticon i co1l$umatQri". En; Dirlttoprivato, 1996,p. 463 ss.

• Nota del traductor : N()vellmiione~lteloriginal. Serefíe.reala.refÓrlllade 1996 mediante lacwü los artículQs de la directiva europea
sobre tutela del consumidor'füeroníntegramenteíncoqJQra?osqlc;qi;Ugo Civil italian();Aclua1mente, conforman el Capítulo XIV bis,
que lleva por título Dei contiaWdel.con~ul1utforeJD.e.l()$ copttatosde consumo)~

* Nota del traductor, Es decir, elpr?blem~d~l~r*ul~d?inc()rporado al. C6digoCiVil italiano {f' adiciones"), por ef~do de la reforma
legislativa. . ... .. . . .

2 Véase, al respecto: DE NOVA.,Le ClauSfl~Vf$~f{¡rie~-Milán,l~96, p, ~;GA.GGERO,Le clausole abusiveiúicontratti di assicurazione. En:


Le c/ausole abusive nd contrattistípulati cCln~fo~$U1mttori; .al<;uidado.de BlANCA Y ALPA;$TELLA,Art,1469'-bis, cornma3,ri. 2. En: Clausole
vessatorie e contratodd consumato dadodeCESA.RO,sit.,p.1::n ss~;GRASSI,Art 1469;..];jis; ~omma Sin. 2,ivi, p.l42 ss.;CECERE,
Art. 1469-bis. En; Le m . . clausole vessatorier¡elcodket;iyile, al ~uidadodeBN~l!.r-iGHI, Nápoles, 1966; LENER, lA nuova
disciplina delle clausole vessatmie rleic(lntrattí~elJonsurn.ator,B!'l~IU!oro¡ta1iano¡l99~, c.: 16Zss,;PArANTI~rELLETIER, Le condizíoní genemli
di contratto e le cas$cttedisicureZza. En: Dírítto Privato, 1996, Il,{} 444 s;; RUFFOLO, Ricodiji(:Qzione e illtegrazionedel1a novel/a. En: Clausole
"vessatoríe e "abust've" al cuidado de RÚFf10¡:"9~1filán; 1997¡p; 17ss.;BE~ARDI~:Art.J46,9~bis;3" comma,n, 1; art.1469-quinquies, 2"
H

comma, n. 1, en Le clausole vessalm:ienel I'olttrattiáin i~í1nsum~t~rí,alcuidado de ALPAyPATTI, cit" 1, p. 138; PADOVINI, Art. 1469·bis,
3" comma, n. 2, ¡vi, p. 144; ROPPO, Lanllova dísdptínp dellecláusole.1!f5satone: spllnti. crtfiei. En: Europa eairlito privato, 1998, p. 73 ss. En
sentido resueltamente crítico véase por elq:¡ntrari()CASTR,oNOVo,?~oftlídel/adi$cipUna nuova.del/t.:clausole c. d. vessatorie cioe abusive,
En: Europa e diritto p1'ivato,l998;p; 2lss"Paraq~ienelartfc;td()1341,2~opárrafodelCódigo Civil no serIa aplicable ¡dos contratos entre
profesionales y consUmidore:¡iqueenContr~rí~~nl~~j~vadQctrina~u~~~íPHnaexclU:iV~." . .••.•.. .
• Para una aproximaciÓn$enetalal~isc~r~ y~hre l~SHneas~vOluti~asd~ldebateen.t<mi()delartfcuIO .1229, péimít~~emeteénviar
a CABELLA PISU, Le~lausOkdí f50netodares ·'14. En:TraU4todfdirfttopril1lltoiding~do por RESCIGNO, \"'01. IX, Turln, 1983, p.227
ss., cuya II edicion se em:,ueIltra en prepi\ri\ci6 , :,ent~los másredentes, BE~ATTI,voz "Clauwle di esonerb da responsabílitil". En:

THEMIS38
164
cual operan las cláusulas de las que venimos tratan- mente más fuerte, el predisponen te; por ende, la
do, es el área de los contratos standard predispuestos referencia a específicos deberes de orden público,
por las empresas. Inclusive en la aplicación del contenida en el segundo párrafo, debe ser dilatada
artículo 1229 de ordinario se traía a colación los hasta la individualización de principios generales
problemas característicos de la contratación en masa. de orden público económico bajo cuya luz pueda
Mientras tanto, a partir de las soluciones propuestas evaluarse la legitimidad de las cláusulas que permi-
progresivamente por la doctrina o adoptadas por la ten dicha preeminencia. Ocurre, entonces, que la
0
jurisprudencia, se traslucía la exigencia, siempre referencia al artículo 1229, 2. párrafo, deviene en
considerada más apremiante, de dar solución a la pleonástica; una formal estratagema normativa que
disparidad de poder contractual debida a la situa- podría razonablemente ser criticada afirmando di-
ción de inferioridad económica de un contratante. rectamente la nulidad de las cláusulas exonerativas
Frente a la constatación de la insuficiencia de la por oposición contra el orden público. Con el pro-
tutela proporcionada por los artículos 1341 y 1342 se blema adicional, sin embargo, de que muchas veces
ha tenido que recurrir al artículo 1229, enfatizándose las normas a partir de las cuales se llega a elaborar
su ratio, cual es la de ser un instrumento para el el principio de orden público no son normas impe-
restablécimiento de un equilibrio económico del rativas, sino dispositivas; todo lo cual trae como
contrato conforme a una valoración de buena fe. Sin consecuencia que, ni bien sea posible, se tenga que
embargo, esa tentativa ha mostrado claras limita- recurrir a otros principios y cláusulas generales
ciones, ya que la valoración de la buena fe, operada para valorar la licitud de la exoneración de respon-
de esa forma, ha permitido un control satisfactorio sabilidad.
del equilibrio económico del contrato desde la ópti-
ca de la contratación individual, pero no, por el En este punto se hace necesario plantear algunos
contrario, desde la óptica del contrato standard. ejemplos concretos. Remitámonos, en primer lugar,
al debate sobre la noción misma de cláusulas de
Efectivamente, cuando el problema consiste en ase- exoneración de responsabilidad, que se distinguen
gurar el equilibrio económico de un contrato en de las cláusulas delimitativas del objeto de la pres-
particular, evitando que la parte dotada de mayor tación: las segundas (piénsese en las cláusulas de
poder contractual vuelque sobre la otra una serie de delimitación del riesgo cubierto mediante un con-
riesgos conexos al propio incumplimiento sin pade- trato de seguro) circunscriben la obligación asumi-
cer un correspectivo agravio de costos (o por lo da por el deudor, definiendo al mismo tiempo un
menos una disminución de las propias utilidades), requisito esencial del contrato en el cual se deduce
el artículo 1229 tiene, entonces, una utilidad la obligación, y escapan al control sobre la base del
operativa; allí tiene sentido subordinar la validez de artículo 1229; control que opera, por el contrario,
la cláusula de exoneración a la inexistencia de dolo para las cláusulas de exoneración, que presuponen
o de culpa grave del que incumple, quedando a fijado el objeto (de la obligación y del contrato), y
salvo la posibilidad de individualizar, en los casos circunscriben el alcance de las consecuencias del
más graves, la existencia de deberes impuestos por incumplimiento. Solamente que, de un lado, tam-
normas de orden público, cuya violación no con- bién al delimitar el objeto de la obligación, son
siente jamás limitación o exclusión de responsabili- posibles los abusos de poder contractual por parte
dad. del contratante más fuerte 4 ; Y de otro lado, no es
difícil "enmascarar" una cláusula de exoneración
Pero cuando se pasa de la perspectiva del contrato de responsabilidad bajo la apariencia de una cláu-
individual a la perspectiva de la contratación de sula delimitativa de la obligación, como ocurre en el
masa, o cuando el objetivo es alcanzar determina- conocido supuesto de la cláusula contenida en las
dos equilibrios económicos y normativos generales, Normas Uniformes predispuestas por la Asocia-
el motor del articulo 1229 comienza a menguar en ción Bancaria Italiana (AB.I), que fijaba un límite
sus revoluciones. La validez de la exoneración de convencional máximo de valor para el contenido de
responsabilidad por culpa leve consiente todavía las cajas de seguridad. Después de alguna incerti-
un margen de preeminencia a la parte económica- . dumbre, la jurisprudencia ha sometido dichas cláu-

Digesto itaUal1odei1/d~ciplil1e prioatisticlte,sezione civile,. vol. U, Ttirín, .1987, p}397ss.;;\LPA,BESSONE y ZENO-ZENCOVICH, en


TraUMo di díritto priva/o, dirigídoporPietroRESCrCNQ,
." ...
voI;XIVz,']:'urfn,
..' ''''".J P. 31:3 ss: .",.....
l<19S '". ...

'Con referencia al contratode' seguro, yyaenl¡ióptiSade la.Direc~,N;~sobre dáusulas;ab\lS~~s,dr: SIN, Ctlildízioni ge11erali dí contralto
e rappol'ti assicurativi. En: elalisole afusiveedirettiva Comunitaria, al cuidado dec:ESARO, dt., p. 13655; ...
Para un panorama Jurisprudencial sobre las dáusula$ ques~consid~ran como delirnitativas de!a-prestacióh.cfr. Íle condizioni generali di
colltralto Ilcllagíurísprudenza,alcuidado deCESA..RO,I, Padua, 19$9; p. 159 yss., y n, Padua, 1993, p.¡93 yss.~a~ímismot peroconreferencia
al artículo 1341 del Código Civil, PAm, Le condizioni generalídi tontratto, Padua, 1996, p. 245 yss.

THEMIS38
165
sulas al artículo 1229, considerándolas inválidas en impide percibir un interés merecedor de tutela, ex
caso de dolo o culpa grave de la institución bancaria art. 1322,2.° párrafo del Código Civil, sobre la base
5 . La A.B.1. ha modificado la cláusula, entonces, de la cláusula, respecto de la que afirmaban, enton-
introduciendo el deber del cliente de no depositar ces, la nulidad radical? .
objetos de valor superior a una determinada cifra
(que los bancos en concreto, han fijado después, en Un segundo ejemplo: los contratos standard predis-
muchos casos, en niveles casi irrisorios: unos pocos puestos por las empresas constituyen, fundamen-
millones); pero la jurisprudencia, de nuevo, con el talmente, el campo principal de operatividad de
6
aval de las Secciones Unidas de la Casación ,ha. las cláusulas de exoneración de responsabilidad
terminado con la consideración de que se trata de extracontractual 8 , en torno de las cuales se afirma
cláusulas de limitación de responsabilidad sujetas unánimente la nulidad, aunque con argumentacio-
al artículo 1229. En este contexto, el margen de nes bastante distintas. Si bien la jurisprudencia ha
validez de las cláusulas es inversamente proporcio- recurrido preeminentemente al artículo 1229, 2.°
9
nal al rigor (la más de veces elevado) con el que es párraf0 , la doctrina ha distinguido entre las cláu-
apreciada la diligencia profesional de la banca; pero sulas que comportan el sacrificio de derechos
la recurrencia al artículo 1229 para resolver el pro- indisponibles (como el derecho a la integridad físi-
blema relativo a cláusulas-tipo no está privado de ca), que son nulas por contrariar el orden público,
incomodidad, como lo evidencian aquellas senten- y las cláusulas que inciden sobre intereses mera-
cias de mérito, en alguna medida forzadas, que han mente patrimoniales, que son válidas dentro de los
lO
preferido calificar como contrato mixto el contrato límites del artículo 1229, 1.0 párrafo • No ha falta-
entre la institución bancaria y el usuario de la caja de do, sin embargo, quien ha propuesto, a través de
seguridad, para concluir que la excesiva penaliza- un enfoque de las cláusulas como cláusulas atípicas,
ción de la posición del usuario respecto del banco un control caso por caso de cuán merecedor" sea

, Corte de Casación, 29 de m&rzo de 1976,n. 1129, en Rivista de(1p BpnCII¡Borsa éTitolí diCrt!dito,1976,II, p. 173 con nota ~rítíca.de MOLLE;
Corte de Apelación de Roma, 7 de octubre de 1980, en Rivista del Dirítto Commerciale e del diritto generale delle obbligazione, 1982, p. 203,
con nota de ANGELICI; Corte deCasaci6n, 3 de noviembre de 1989,rI. 4604, en Giurisprudenza Italiana, 1990,1,1, c. 1600, con nota de
VELLA, en Il Foro Italiano, 1990, I, c.1290, con nota de COSENTINO, en Nuova Giurisptlidenza Civt1t Cammentata, 1990,1, p. 320, con nota
de PUHALI. Sobre el tema, cfr. también SENATTI, Le clausole diesonero di responsabilíta nella prassi bancaria. En: Le operazioní bancarie al
cuidado de PORTALE, 1; Mllán, 1978, p. 142 ss.; CASTRONOVQ;Tra rischio e caso fortuito. La responsabílítil da cassette di sícurezza, ¡vi, p.
491 SS.; E. GABRIELLI, II servÍ1¡io bancario Jelle cassette dí sicurezza. En: Rivisla del/a Banca, Borsa e Titoli di Credito, 1984, 1, p. 567 ss.

Ó Corte de Casación, 1 de julio de 1994, n.6225,enCorriere Giaridico, 1994, p. 967 con.nota de CARBONE; en A rchivío Civile, 1994, p. 1135,
con nota de SEGRETO; y Corte de Casación, 1 de julio de 1994, n. 6226, en Gíustí:úa Civi/e, 1994,1, p. 244. Véase, así mismo, de 10 más
reciente, Corte de Casación, 24 de enero de 1997, n. 750, en Contratos 1997, p.255, con nota de DELFINO.
A nivel doctrinal, en sentido conforme: PAPANTI-PELLETIER, Cassette dí sícurezza e responsabílitildel banchiere, Milán, 1988, p.123 SS.;
ID. Le condizíolli generali di contratto e le cassette di sícurezZi1, cit., p. 427 ss. En el sentido. de que la cláusula, en sí aceptable sí el límite de
los valores por depositar fuese fijado con razonable referencia a laesrructura organizativa de la banca, adquiere, por el ,onrrario, una
función limitativa de la responsabilidad por el modo en d cualviene prácticamente aplicada, con la fijación deun límite irrisorio como
para de ello hacer descontada la violación, cfr. CERRAI, voz "Cassettedfsícurrezza" .En: Digesto ítalíanodellediscipline privatístiche, sezione
commerciale, vol. m, Turm, 1985ip.20ss., quien ~oncluyep<lr la incompatibílidad de esta práctica aplicativa con las normas imperativas
que regulan la responsabilidad del banco.· . ..

7 Tribunal de Roma, 30 de mayo de 1987,etl Corriere Giuridico, 1987,p. 1274, con nota de MARICONDA; en Giustízia Civile, 1988, 1, p.
273, con nota de SANTARSIERE; yconfecl1¡¡ 8de julio de 1987, en Giurisprudenzaltaliana, 1989, 1, 1, c. 694, con nota de NICOLAI y
COLONELLO,

8 Así, por ejemplo, en los conrratospredispeestospof e1productor frente al distribuidor,erauna práctica la inclusi6n de cJá'usulas de
exoneración p<lr responsabmdadaquiliana;la~ cuales estaban destinadas a valer frente.al consumidor final; cfr., recientemente,
PONZANELLI, Commentoal artfculo12':Il PARDOLESI y PONZANELLl;La te$ponsabilíta per danno da prodrtHdlfettosi. En: Nuove Leggi
Civilí Commentate, 1989, p. 641; ALPA,op~ult. cit., p. 262 Y ss.
" Entre otras: cfr. Corte MCasag6n, 3de juliodeW(j8, n. 2240, en 11 ForoJt(jJíano, 19683, c.1466; Tribunal de Roma, 11 de julio de 1979,
en Giurisprudenza Ita!úma, 1980, 1, 2, c. 611; Corte de Casació~ 29. de mayo de 1984, n. 3288, enNtiova Giurisprudenza Civile, 1985,1, p. 1,
con nota de CASNICl,y en Rivista .di Res1xmsabilifd Civile e Prevídenza, 1985,p, 410,con nota deVACCA.

10 BlANCA, Dell'inadempímento delleobbligazioni, Hect En: Commenta.ri(J del codicecivile al ~uidado de SCIALOJA y BRANCA, Bolonia*

Roma, 1979, p. 478, nota 5; CARNEVALI, La respotlsabilitkdel produUort, Milán; 1974, p, 390 ss.; y cfr. PONZ~ELLI, Le clausole di esonero
dalla responsabilítil civíle, Milán, 1984, p. 254 ss~,quepara los daños a la integridad física afirma la. nulidad de la cláusula de exoneración
sobre la base de una generali:zadón de la regla de~ai:'tíqüol681,qu!'! para el contrato de transporte de personas expresa un principio de
orden público; mientras quepar¡i¡losAafl0s meramente patrimoniales considera válidas las cláusulas de exoneración sólo con los límites
del artículo 1229, segundo párrafo: .

• Nota del tradu(:tor:Merltuabilifil~~l origiIlal. Esneologisn;to é~éUqJQma it<lHanQ(algünos{lutores prefieren emplear meritevolezza),
que nos dala idea de cuán"me~ecedor" d.e.tutelaesun deterrnil1ado interés. No tiene equivalente conocido en castellano. Véase, al
respecto, el apunte lingüístico sobrelá voz "meritevolezza" debido a BIGLIAZZI GERI, Lina; Memorie di una..gíurista perversa, Don. A.
Giuffre Editore, Milán, 1992, p. 62. .

THEMlS38
166
(ex arto 1322, 2." párrafo) el interés sometido a brado comportamiento de los intereses de las partes
ellasl J. en el contrato de uso 14.

También se ha hecho referencia a la causa del con- 2. LOS CONTRATOS ENTRE PROFESIO-
trato, en una conservadora sentencia, en la que se NALES Y CONSUMIDORES
afirmó la nulidad de una cláusula mediante la cual
el comprador de ciertas máquinas renunciaba Tal es, en síntesis, y procediendo necesariamente
antelada e incondicionalmente, a las acciones de como si se tratara de un flash, el cuadro del Derecho
resolución y de resarcimiento, cualquiera que fuera aplicado en materia de cláusulas exonerativas de
la hipótesis de incumplimiento por parte del vende- responsabilidad, en el que se inscribe la adopción en
dor; el fundamento fue que tal cláusula evadía la Italia de la directiva europea sobre cláusulas
causa misma del contrato de adquisición y, al mis- abusivas.
mo tiempo, la libertad contractual del adquirente 12 •
La operatividad y la relevancia de los instrumentos
El artícu,lo 1229 ha sido superado, entonces, todas de tutela analizados hasta el momento - en particu-
las veces que se ha querido operar un control más lar el artículo 1229 y los artículos 1341 y 1342 -
intenso y riguroso sobre las cláusulas standard de quedan restringidas ahora, como ya hemos antici-
exoneración de responsabilidad; pero simultánea- pado, a los contratos entre sujetos no empresarios, o
mente, esa misma norma, leída como expresión de entre sujetos que son empresarios a la vez, o entre
un principio general de las obligaciones ha coopera- sujetos no calificados como consumidores; de igual
do con la superación de arraigados privilegios de manera, la tutela formal del artículo 1341 se suma a
los concesionarios de servicios públicos y de las la tutela sustancial, introducida con la reforma. Se
administraciones públicas que gestionaban tales presentan, de todos modos, problemas de coordina-
servicios. En efecto, en los casos en que las limitacio- ción para las cláusulas, por considerarse nulas se-
nes de responsabilidad eran impuestas concisamente gún el régimen anterior, y como ineficaces por el
por normas legales o por condiciones generales de nuevo.
contrato predispuestas por actos con fuerza de ley,
el artículo 1229 no era considerado aplicable de En las relaciones entre las empresas y los consumi-
manera directa, pero su ratio hubo de proporcionar dores ya había tenido aplicación, luego de la adop-
la base para una interpretación restrictiva de tales ción en Italia de la directiva CEE N° 85/374 sobre
limitaciones 13 • Y frente a quien gestiona servicios responsabilidad por daños a causa de productos
públicos (concesionarios y administraciones públi- defectuosos, el artículo 12 d.p.r. de fecha 24 de mayo
cas) se ha venido afirmando una óptica de 1988, n. 224, que prevé la nulidad de cualquier
"privatizante", que pone el acento sobre la natura- pacto de exclusión o limitación preventiva de dicha
leza empresarial de la actividad antes que en la responsabilidad (extracontractual) frente al perju-
naturaleza pública del servicio; de esta manera se dicado. La tutela está circunscrita, con seguridad, a
consideran ilegítimas, constitucionalmente, las ex- los consumidores, en relación con los pactos de
clusiones de responsabilidad que alteran un equili- exoneración de responsabilidad por daños de las

11 BENA TTI, voz "Cláusule dí eóonero da responsabilita". En: Digesto italiano delle díscíplíneprívatistiche,~ione civile, vol. n, Turin, 1987,
p.402. .

12 Corte de Casación, 30 de octubre de 1965, n. 2$24, en 1/ Foro Italiano, 1966, I, c. 1460.

J3 Sobre esta base se ha considerado que la cláusula que exonera a la SIPpor responsabilídad por omisiones y errores en la transcripción
de la guía no se concibe en el caso de omisión total de toda indicación relativa al abonado: dr: Tribunal de Milán, 13 de julio de 1985,
en Giurísprudenza Italiana, 1980, T,2, c. 216, cOnnota de BONATI:

H Ejemplar es el caso del artículo 6 d: p. r.29 de marzo de 19731n~156 (t. u. postale) que en combinado dispuesto con normas específicas
para distintos servicios, permite relevantes limitaciones derespon!ílbilídad de IOJ¡entes gestores. En,relación con los usuarios
telefónicos, la Corte Constitucional, 20 de diciembre de 1988, n. 1104; enIl,Foro ltalíanod989, 1.<:d, con nota de MAZZIA, ha declarado
la ilegitimidad en la parte que permite limitaciones de responsabilidad de la sociedad concesionaria para la ínterrupdóndeJ servido
atribuible a su culpaj¡~hs. de Estado, sez. VI, 31 de octubre de 1992, n:842, iVi,l9,93,}Il, c. 147, cOn nota de MAZZIA, h<I. considerado
ilegítimos los artículos del nuevo reglamento de servicio (d .. m. 8"9"1988, n.484~ qt¡econt~anlinUtacionesde responsabilidad tales que
no garantizaban al usuario una atención setia;yporúltimo,el cit<'ido artc(j t'ü¡.posta!;alln, restrictivamente ¡~rerpretado en el sentido
de permi tir la exclusión deresppnsabílidad por las solasínexactituqes yomisioriespardalesd~jás indicacione~de la guía telefónica (cfr.
nota precedente), ha sido declarado constitucionalmente ilegitime por la C:orte Cons'Htuci~n<'i},30de diciembre de 1994, n. 456, en
Giurisprudenza Italiana, 1995, l, c. 4,56. Con amerioridad'laCorte ya había COnsiderado ilegítimi! lamiSffiil..n9rma con relación al servido
postal de encomiendas: Corte Constitucionat 17 de Il'\arzo de}988,n. 303, en Giurisprudenzalttllia~/1988tl, 1,·c. 1443, con nota de
CARBONI. Sobre estos aspectos, dr., recientemente; N!]l.ZO,Condi:¡;i¡migmerali dícontratto e pubbUd$Crvizj, En~ CJau.ole abusive e
direttiva comunitaria, al cuidado de CESÁRO, cit"p. 14,5 ss~ . .

THEMIS38
167
cosas (artículo 11, literal b: la cosa dañada debe ser profesional": la ley designa así a la persona física o
destinada, normalmente, al uso o consumo privado jurídica, pública o privada, que obra en el marco de
y empleada principalmente, de esa forma, por el su actividad empresarial o profesional (artículo 1469-
perjudicado). En oposición, se ha tratado de exten- bis del Código Civil). La opción del traductor italia-
der la tutela hasta los niveles intermedios de la no de la directiva, quizá no consciente del significa-
cadena distributiva, en lo concerniente a los pactos do técnico del término "profesional", se ha perpe-
de exoneración de responsabilidad por daño a la tuado en la ley de recepción, constriñendo, de un
persona 15. Si nos remitimos a lo que ya se ha lado, a los redactores de la ley a añadir, respecto de
expuesto en materia de cláusulas de exclusión o de la directiva, una referencia explícita a la actividad
limitación de la responsabilidad extracontractual, empresarial, para evitar paradójicas dudas sobre la
parece evidente que el artículo 12 no hace más que aplicabilidad del nuevo régimen a los contratos de
confirmar una solución a la cual se había arribado de las empresas; e implicando inevitablemente, de otro
todos modos, cuando, por diferentes vías, se negaba lado y por lo que parece, también a los contratos
la posibilidad de sustraerse en todo o en parte del predispuestos por los profesionales intelectuales 17 .
resarcimiento de los daños a la integridad física. Por
otro lado, con referencia a los daños al patrimonio la Por consumidor se entiende a aquella persona, sólo
nueva norma ha introducido, sin duda, una excep- natural esta vez, que obra para fines distintos de la
ción a los artículos 1229 y 1341 del Código Civil, actividad empresarial o profesional eventualmente
sancionando con la nulidad inclusive a las cláusulas desarrollada (artículo 1469-bis de Código Civil: en
específicamente aprobadas por escrito, que limiten el que, respecto de la directiva, se agrega el adjetivo
o excluyan la responsabilidad en ausencia de dolo o "empresarial"). La limitación de la tutela del consu-
culpa grave: y ello, justamente, en consideración de midor individual excluye al que contrata en el ejer-
las particulares exigencias de tutela de los consumi- cicio de su propia actividad profesional y a las
dores lh. empresas de pequeñas dimensiones - y también por
consiguiente a aquellos "componentes débiles" de
Sin embargo, el área de operatividad de la directiva la cadena distributiva - frente a los cuales se puede
sobre las cláusulas abusivas en los contratos estipu- esperar exigencias no disímiles de tutela. De aquí
lados con los consumidores, y de su ley de recep- surgen una serie de críticas 18 que habrían podido
ción, es ciertamente más extensa, y abarca a todos ser en parte superadas, si en sede de actuación de la
los contratos establecidos entre un "profesional" directiva en Italia, hubiese prevalecido la orienta-
con un "consumidor". ción inicial para extender la noción del consumidor
l9
a los artesanos y a las empresas familiares • Y
La palabra "profesional" (professionista) es una tra- parece severo, en particular, el régimen aplicable a
ducción poco feliz del término francés professionnel, los profesionales intelectuales, en los contratos con
que significa, sobre todo, "operador (económico) las empresas que les suministran instrumentos y

15 Cfr. CENOON, DEVESCOVI,Iicltlusa~~#iesoneroda res'pons(fbilit¡¡,~nLa responsabíÚtildelpraduttore, ~l cuidado de ALPA, BIN Y


CENOON, a su vez en TraUafodi dlritlo cQmme~cmle edl dírittopu/l/l1ica d~ll'economia, dirigido porGALGANO, XIII,Fadua, 1989, p. 240
ss. En opinión de Guido Alpa,OJmme1'lto ·12,en ALPA,. CAR.N'EVALl, DI GIOVANNI,GHIDINI,RUFFOLO,VERARDI, La
responsabiUtil per danno da pradQtti difettosí, Mil 199(),p.~99:; lanQ!mallO se aplica a las cláusulas estipttladas entre los sujetos de una
cadena distributiva; sin embargo; el autor cita.dono seplanteaeueste supuesto el problema de la oposición al orden público de un pacto
de exoneración de responsabilidad por dañosa la persona de! intermediario;· •
Recuérdese que para la reparación de losdaños a~osas elartículdll, segundo párrafo prevé de todas maneras tina franqtlida de 750
000 liras. ..

16 Cfr, PONZANELLI, Commentflillt'artJ2/enPARD6LESly PONZANELLI, Laresptmsllbitiiaperdil~nodap;odottí deJt!ttoS!~ cit., p. 640


s. Según CENOON, DEVESCOVr,op. cit., p. 232.ss.tl~ responsabilidad delproductQre,s una norrnadeorden público aunque referida
a los daños a los bienes del consumidor, .

17 ALP A, en AA. VV., lstítUZÚJnídidirittopri~~tQ,2'.ed~,alcuídad6déBESSONE,Ttidri,1995,p. 880; ROPPO, LareceziOnedella disciplina europea


delle clausole abusive "vessalqri(neicontratti fra proJessiollisne consuma.tQrí:art. J4:69-bisesegg.¡;:::c, En:Diritto Privato, '1996, Ir, p. 107.

l~ BIGLIAZZI GERI, C:l)IJdizionígener~lidi~~rltráttoe~nafede(enChlUSOl¡¡ Ilb~si'j)eed¡reUjvacDrl1unitaríat al cuidado de eEsARO, cit., p.


30 ss.; RIZZO, Condí¡;ionigenerillídiámtratto e wssgtqr¡rfit,iVl~ p. 55Slt;ROPPO;enClau$oleabUSiV~edirettiva comllnitaria, al cuidado de
Le
CESÁRO, cit., p. 89 ss.;PATRONIGRIFFI, cJausoleabt¡$ív~nei cl)IJtrattí conclusi ámiconsumatori(direttiva 93/13 C.E.). En: Rassegna
dí Diritto Ovile, 1995, p: 35(, ss, .. ..

)9 Así lo contemplaba el proyecto deliCo!nisipilpáih iáTút.éla de los. COn$!.tnlidores, iristitutaa en1993, pOI el Ministro ¡fe Relaciones

Sodales, CONTRI (véase el textoretogidQ ~rALPA, Per il recepíme1'ltoqella direttíVá cormmitaríasui contratti deiconsumaton, en Contratti
1994, p. 115 ss., y por COSTANZA, Condizwní generali dí contrattoe conttatti $lípttlatí daiUmsumatori.En:. Gittstizja Civile, 1994, n, p. 548
ss.). En la Ley Comunitaria sólo se hace referenciáalcon5umidor como persona física. .

THEMIS38
168
equipos, ya que no pueden ser considerados técni- nómicos y profesionales intelectuales. Y recuérdese
camente como consumidores, a pesar de que se que, respecto de las cláusulas de exoneración por
encuentran en una posición de debilidad contrac- responsabilidad extracontractual del productor que
tual frente a esas empresas, absolutamente análoga abarcan sólo daños patrimoniales, inclusive la nuli-
a la del que contrata al margen de una eventual dad prevista por el artículo 12 del d. p. r. 224 del 1988
actividad profesional. Añádase a lo dicho el proble- no se aplica a favor de los operadores económicos o de
ma de los bienes y servicios destinados a un uso los profesionales, los cuales son reenviados, por lo
indistinto, ya profesional, ya "privado" 20. tanto, a la tutela del artículo 1229. También aquí, por
consiguiente, no queda más que auspiciar una mayor
La nueva regulación tendrá, ciertamente, una apli- severidad de los jueces, aun cuando les corresponda
cación positiva sobre las cláusulas (las que nos aplicar los viejos instrumentos normativos.
interesan, obviamente, las de exoneración de res-
ponsabilidad) preestablecidas por las empresas fren- 3. LAS CLÁUSULAS DE EXONERACIÓN
te a un público indiferenciado de clientes, si se tiene O LIMITACIÓN DE RESPONSABILIDAD
en consideración que la tutela de los clientes consu- COMO CLÁUSULAS ABUSIVAS
midores procederá también en ventaja de los clien-
tes no consumidores. Si pensamos, por ejemplo, en Las cláusulas a las que se aplica la nueva disciplina
el supuesto de la exoneración de responsabilidad de eran llamadas" abusivas" por la directiva, mientras
la institución bancaria en el servicio de las cajas de que la ley de recepción de la misma ha preferido un
seguridad, nos damos cuenta de que difícilmente adjetivo más familiar: "vejatorias". Se trata de las
una modificación de las normas uniformes de la cláusulas que "no obstante la buena fe" (artículo
AB!, que las adecue a los principios de la nueva ley, 1459-bis del Código Civil; no ha sido corregido el
podrá discriminar entre usuarios consumidores y error de traducción al italiano de la directiva, en
usuarios "profesionales" 21; además, porque aun si cuyo artículo 3.1. se lee "no obstante el requisito de
así ocurriera, la severidad de la nueva regulación la buena fe") determinan, en desmedro del consu-
podría proporcionar, de todas formas, de un punto midor, un desequilibrio significativo de los dere-
de partida, al menos en el sentido de valorar con chos y de los deberes de las partes. Y en el repertorio
mayor rigor la diligencia profesional de las institu- indicativo están comprendidas las cláusulas de ex-
ciones bancarias, restringiendo, adicionalmente, el clusión o de limitación de la responsabilidad con-
área en la que es admitida la exoneración de respon- tractual (artículo 1.b de la directiva; artículo 1469-
sabilidad (ex artículo 1229 Código Civil). Y bis, 2.° párrafo, n. 1, del Código Civil) y
análogamente, el favor para el consumidor, que extracontractual (pero sólo para el caso de muerte o
inspira la nueva disciplina, debería inducir a apli- de daño a la persona del consumidor: artículo 1.a de
carla también en los contratos relativos a bienes o la directiva; artículo 1469bis, 2," párrafo, n. 1 del
servicios adquiridos para uso indistinto. Código Civil).

Todo ello es verosímil, entonces. Sin embargo, hay En la directiva se mantenía un margen de discrecio-
empresas cuyos productos o servicios están esencial- nalidad para una valoración del equilibrio (o equilibrio
mente destinados a un público de operadores profe- significativo) de los derechos - y no de las meras venta-
sionales, y que podrían limitar o excluir la propia jas económicas - atribuidas a las partes por el contrato 22 ;
responsabilidad contractual con los límites del artícu- valoración que se encamina, según la opinión preemi-
lo 1229, inclusive frente a pequeños operadores eco- nente, hacia el principio de buena fe objetiva 23. El

2" A propósito de este tema, conviene revisar DE NOVA Le c1ausolevessatoríe; cit., p. 17 ss.¡BIN,Clllusole vessatone: una Bvnlta storica (mil
e
si at/t/mlO coslle dírettíve comunitarie?, en Contratto impresa I Europa 1996,p. 435 ss" SANNIA, Art. 1469 - bis, comma 2, en Clllusole vessatorie
e contralto del consumatore, al cuidado de CEsARO, dt.,p. 97 ss.
21 Véase, en efecto, la circular AB! del 23 de febrero de 1996 qúe rebatela elirninación de los esquemas contractuales de las cláusulas de
exclusión total (no así de limitación) deresponsabiHdad,sin discriminatoentrfcategorí¡ú; decliente$. Por otro lado,la misma circular limita
a los solos cuentacorr.entistas consumidores la previsión de una facultad de resoLución aí:tálogá a la de I~ institución bancaria.
22 ROPPO, op. cit.,p:J2 SS., leyendo el artículo 3.1 en concordancia con lo disptÍe¡¡topor el artículo4.2,señlila que se trata de un
desequilibrio de tip9"normativo", pero que los problemas de equilibrio se lorqan.relevatttgs en algunas previsiones analíticas y de todas
formas cuando las cláusulas no son for,muladas en modo daro y comprensíble,¡;~artícuIQ 4.2)",sn el mismo ~ntido, PATRONI GRIFFt
op. cit., p. 367 SS., YRIZZO, Tr(l1!Parenza e "contrattí del consumatore", Nápo!es, 1997;1'. 114 ss. ~sorientado BORre una valoración de tipo
económica se muestra ALPA, Le clausole abusive nei confratti dei consumatori, cit., p, 640sS';; y firia!J;nen!e,BIN9p.cit., p.439 SS., señala que
.
un control sobre el equilibrio económico es posible¡:>ara las cláusulas que no atienen estrictamente al "corazón" del asunto.
,

" Esta es la interpretación generalmente aceptada acerca de la desatinada expresión que tiene la dírectiva~'11Ullgrad[) ¡l.requisito delIa bUf)¡¡¡¡
jede"; BIGLIAZZI GERI, op. cit., p, 31 ss.; ROPPO, op. cit.,l',93;ALPA, 01" ult. cit., p, 640; PATRON! GRIFFI, op.citv p. 366 ss.; RIZZO,

THEMIS 38
169
hecho de que el artículo 1459-bis del Código Civil, a derar ineficaces las cláusulas vejatorias; y el artículo
pesar de lo ya expuesto, no haya corregido el seña- 1459-quinquies afirma que las cláusulas de exclu-
lado error de traducción podría llevar a asumir una sión o de limitación de responsabilidad son inefica-
opción del legislador, en el sentido de permitir la ces "aun si hubiesen sido objeto de tratativas".
apreciación del equilibrio desde el criterio de la Dicha previsión puede coaligarse claramente con el
buena fe objetiva 2~ , lo que terminaría confirmando artículo 1469-ter, 4.° párrafo del Código Civil, que
una lectura de la norma, a tenor de la cual, las excluye la vejatoriedad de las cláusulas que han
cláusulas se consideran abusivas, sin que tenga sido objeto de tratativas individuales, y admite que
importancia la buena fe (subjetiva) del sean consideradas vejatorias únicamente las cláu-
predisponente. Me parece innegable que quedan sulas, aun cuando no estuvieran estandarizadas, de
abiertos, de todos modos, espacios para valoracio- los contratos de adhesión 27.
nes inspiradas en la buena fe objetiva 25.
El artículo 1459-quinquies se presta a dos lecturas:
Si aquí finalizara la lectura del nuevo artículo una restrictiva, en el sentido de la vejatoriedad de
1469-bis, podría parecer que se ha mantenido, igual- todas las cláusulas de exoneración de responsabili-
mente, el margen de discrecionalidad respecto de dad, aunque ellas hubieran sido contratadas indivi-
las cláusulas exonerativas de responsabilidad, aun dualmente, y no estuvieran contenidas, por ende,
a través del mecanismo de la "presunción relativa" en contratos de adhesión; pero admitiendo siempre,
de vejatoriedad, que tiene abierto el camino para sin embargo, la prueba contraria en torno de la falta
una evaluación de la inexistencia de un desequili- del desequilibrio significativo 28 . La segunda lectu-
brio significativo (y de su conformidad con la ra es extensiva, en el sentido de la creación de una
buena fe objetiva) en sede de prueba en contrario, "lista negra" de cláusulas automáticamente inefica-
que pesa sobre el profesional 26. Si así fuera, un c(;s, con exclusión de toda prueba en contrario 29 • En
elemento útil para tal apreciación podría ser pro- un primer momento, esta segunda lectura parecía
porcionado por los resultados obtenidos en la apli- sumamente atendible, inclusive para quien esto
cación del artículo 1229 del Código Civil, el cual, escribe 30; una reflexión más a fondo, empero, des-
como se ha visto, propende a una reconstrucción pierta la perplejidad frente a la incoherencia de un
del equilibrio del contrato: equilibrio económico, legislador que reproduce textualmente, en la "lista
es verdad, pero también normativo, si se atiende al negra", la descripción de algunos tipos de cláusulas
rol central que progresivamente ha adquirido la antiguamente incluidas en la "lista gris", en la que la
referencia al orden público de la que se trata en el vejatoriedad puede ser excluida por la prueba en
2." párrafo. contrario. Quizá sea más plausible creer en un olvi-
do por parte del legislador, que utilizó la dicción
No es seguro, por otro lado, que asísea. Sabemos, en "son ineficaces", para excluir la prueba en contrario
efecto, que la ley de actuación ha optado por consi- de la tratativa individual, pero que no tuvo inten-

Art. 1469 -bís, l. o comma 1, p. 17 8S.; DI MEO, Art.1469 ;..'(;1$, commaL M, p. 558.; YCfr. CASTRONOVO, en Europa e dirítto privato 1998,
cit., p. 25 ss.

2. Sobre este punto conviene revisaxl\LPA, Sul recepimento delta dírettivacomunitaria in tema di clausole almsive. En: Nuova Gíurísprudenza
Civile, 1996, lI, p. 47. .

25 RIZZO, op. loe. uIt. dt.

2/. AdemásdelainexístenciadeundesequllibrlOólntrari!?alabuena.h!¡contenidod~l¡tpruebaencontrario,coI11O~~Jlpreciará,puedetamb¡én
ser la tratatíva índividualrelativa a la el~usukyc:nticosfulnteal uso legislativo del término (lpr~sunción" SOn MENGONI,La disciplína delle
"e/ausale abusíve" e ir suo innestonef carpo ddcod¡cedvífe.En:Rasseg-nal;;iurídica,1997~ p. 305,yCASTRONOVO, op. ult. cit., p. 8 ss. (según el
cual sería mejor calíficardírectamente cotnovejatorias lásdáusulasdetalladasenelarticulo 1469"¡'is/sa!vo la prueba de la tratatíva individual
o de la no vejatoriedad para la inexistendadel significativo dElsequilibriQapreciable alapane delprindpio de buena fe).
27 ROPPO, op. ult. cit., p,90ss;;PAROOLESI,Glal{sole abúi;!ve (nei co~tr¡¡tti deí consümafori): unadirettiva abUsata? En: JI Foro Italiano! 1994,
V,139 SS.; PATRONI GRlFFI, op.cit., p, 365;'"
18 Cfr. DE NOVA, Lecláusole vessatorie, ctt.,p.l0;BIN, .op.dt, p. 445 ss,; ROprO, en Diritto Pri\lato, 1996, cit., p. 128 s.
"". -.. '", .. :' :
." ....... .' .". :. .,'
2" Con refer:encia al ifer de la leydeadopción,véa¡¡e l(ls apM[ltes dei\Lf'A en lstítuzioní di dirittiJprivato, al cuidado de BESSONE, dt.,
p. 886; ampliamente ASTONE, Art. 1469:--quiI1Quies,enLanuova discip1inadeUedausiilevessatorie nelciidicecivUeal cuidado de BARENGHI,
Nápoles, 1996, p. 192 ss.;CI-JIRICO; $uban.1469-qüinquies,enClau~olevesatorieeamtrattqdelcºnsumatore,al cuidado de CEsARo, cit.,
p. 501 ss.; CASTRONOVOi op, cit., p; 13 ss, . .

30 Cfr. CABELLA PISU, ArtíCulo 1469:"'bis;párrafo3nUtnetales l,Zy15,eit ClausoÚ~'!leS$atorie á:ootratto delconsumatore, al cuidado de
CESÁRO, dt.~ p. 124. .

THEMIS 38
170
ción de excluir la prueba en contrario de la inexis- contrato de seguro, por ejemplo) problemas nota-
tencia del desequilibrIo. Bien vistas las cosas, empe- bles de tutela del consumidor; con la diferencia de
ro, el dilema entre las dos interpretaciones es efecti- que ahora también las cláusulas delimitativas del
vo solamente para las cláusulas que limitan o exclu- objeto son consideradas vejatorias en todos los ca-
yen la resarcibilidad de los daños meramente eco- sos en que no cumplan con el requisito de la "trans-
•32 If
nómicos que son consecuencias del incumplimien- parenCla .
to o del hecho ilícito (artículo 1469 qllinquies, 2.°
párrafo, n. 2) porque de todos modos las cláusulas Una última observación: no se consideran vejatorias
relativas a la responsabilidad, contractual o las "cláusulas que reproducen disposiciones de
extracontractual, por los daños a la persona (artícu- ley, o que reproduzcan disposiciones o actúen
lo 1469 qllinqllies, 2." párrafo, n. 3) son nulas por sí principios contenidos en convenciones internacio-
mismas, al amparo del artículo 1229, 2." párrafo del nales de los cuales son parte contratante todos los
Código Civil, y más todavía, al amparo del 2." Estados miembros de la Unión Europea" (artículo
31
párrafo del artículo 1322 . 1469- ter, 3." párrafo). En oposición, la directiva
excluía de su propio ámbito de aplicación las" cláu-
Acogiendo la lectura restrictiva del artículo 1469 sulas que reproducen disposiciones legislativas o
qllillqllies, entonces, los márgenes efectivos para una reglamentarias imperativas" (artículo 1.2) 33, Y te-
valoración del equilibrio normativo del contrato, en nía preeminencia en nuestra doctrina una lectura
relación con las cláusulas limitativas o exonerativas restrictiva, que sustraía de la aplicación de la direc-
de responsabilidad, son bastante exiguos, y casi tiva a las cláusulas que reproducían, propiamente,
todos los problemas que, como hemos visto, se han normas jurídicas de carácter general, y no, por el
debatido en el pasado respecto de este tema perma- contrario, a aquellas cláusulas que reproducían
necen confinados, esencialmente, a los contratos normas de procedimientos administrativos. Así se
con los no consumidores. permitía la aplicación de la nueva regulación a
gran parte de los contratos de empresas públicas o
"Casi todos los problemas" - se ha dicho; pero no de concesionarios de servicios públicos 34, cuyas
todos. En efecto, la valoración del carácter vejatorio condiciones generales son aprobadas con actos de
de la cláusula no atiende a la determinación del naturaleza esencialmente administrativa. Tal in-
objeto del contrato, ni a la adecuación del terpretación influyó claramente en la opción tex-
correspectivo de los bienes y de los servicios, por- tual del nuevo artículo 1469-ter, y de ello se ded uce
que tales elementos son individualizables en modo que únicamente en los contratos regulados por
claro y comprensible (artículo 1469-ter, 2." párrafo, normas de ley y por reglamentos integrativos de la
Código Civil, que reproduce con modificaciones ley 35 las cláusulas de exoneración o limitación de
sólo formales, el artículo 4.2 de la directiva): ello responsabilidad serán eficaces, y persistirá para
comporta que inclusive en los contratos con los ellas la actualidad del debate sobre la oportunidad
consumidores conservará su actualidad el debate de una interpretación extensiva. Después de la
sobre la distinción entre cláusulas exonerativas de adopción de la Directiva parece previsible, de to-
responsabilidad y cláusulas delimitativas del objeto das maneras, que la inserción de los nuevos princi-
del contrato, que deja sin solución (en el caso del pios en la experiencia y en la mentalidad de nues-

JJ Como se vio en supra, par.l. En el mismo sentido BERNARDI, op;dt., p. 133 ss.

32 Cfr. VOLPE PUTZOLU, Ccmtratto di assícurazione e clauso/e abu.¡ve. En: Díritto Privati) 1996, 1I, p. 514 ss; A. D. CANDIAN, Contratto di
ilssicurazione e clausole vessatorie, 1, Lineamenti generali,en Le clauw.Ievessatorie luí contatti con i cOl1sumatori, al cuidado de ALPA y PATT!,
cit., n, p. 972 SS., 977 ss.

" Pero abarcando también la norma dispositiva: cfr. El 13." considerando. La operatividad de la nUeva disciplina encuentra por tanto
límites en varios sectores, como el del contrato de seguro de responsabilidad; en los cuales, la norma dispositiva italiana es netamente
dirigida a la tutela del empresario: véase BIN, Condizionigeneralídi wntrq}to e rapporti assicurati¡¡i, cit., p. 135 SS., Y para un análisis
profundo, RICCIUTQ, Note in tema di dausole abusive e riserno assíeurati¡¡o. En: Europa e díritto pritJato,. 1998, p. 60 ss.

" NUZZO, en Clausíf/,ilbusive e direttiva comunitaria, alcuidadádeCESÁRO, dl.,p.)52 SS; Ycfr. ALPA, Le clausole abusive ltei cOJ1tratti
del col1sumatori, cit., p. 640.; DE NOVA, Le comUzioni ge1ierali di cOJ1tratto, enTrtttfa.fódi ¡firif.!opriVllto dirigido por RESCIGNO, X, Turín,
1995, p. 136; PA TRONl GRIFFI, op.c¡~:,p.358: .. . ~'

35 Cfr. NUZZO, op. loe. cit., qu~ plantea él problema délaaplicabilidad de laDirectivJalos'contrat{l$ de su~nistro telefónico ya las
condiciones de tarifas ferroviarias.
Para un análisis del impacto de la nueva doctrina sobre contratos de uso nos remitimos aA. M. ~GAMB1NO, Lfc[ausole vessatorie neí
wntratti difomitura di acqua e gas, en Le clau!ioleves.satoríe nei COJ1tratti Con i COl1Stimatol'Í, alcpidado de ALPA y PATT!; cit., n, p. 1145 SS.,
ya NAPOLI, 1 servid telefoJ1id, ¡vi, p. 1179 ss.

THEMIS 38
171
tros jueces (ordinarios, administrativos y constitu- forma tal que se acentúe la ya señalada óptica
cionales), devendrá en la producción de un efecto "privatizan te" , para mayor tutela de todos los usua-
reflejo aun para los contratos de uso público, de rios de los servicios públicos 36.

J6 Según NUZZO, op.cit:, p. 154 SS., la dIrectiva púede ettecer un criterio para el control de racionalidad de la norma, y así, legitimidad
constitucional d,e la ley y la validez del reglaÍilen"to.

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THEMIS 38
172
LESIÓN. ELEMENTOS Y NATURALEZA JURÍDICA

Luis Moisset de Espanés

Las normas sobre lesión contenidas en el Código


No existe unanimidad en la doctrina respecto del tema Civil peruano de 1984 nos obligan a reflexionar
de la naturaleza jurídica de la lesión. En efecto, mien- nuevamente sobre los elementos que integran la
tras algunos autores sostienen que la lesión configura figura de la lesión subjetiva, que en Argentina fue
un cuarto vicio del consentimiento, distinto del error, incorporada al Código Civil por la Ley 17.711, en el
el dolo y la violencia; otros se animan a afirmar que se nuevo artículo 954.
trata más bien de un ilícito civil, que en tanto tal
atellta contra la buena fe que debe predominar en un
Nos detenemos en especial en el problema de los
negocio jurídico. Discrepancia similar rodea al pro-
blema de los elementos de la lesión; pues junto a la elementos de la lesión porque en Argentina algunos
1
teoría tradicional, que afirma que la lesión requiere autores , Ytambién fallos jurisprudenciales, hablan
únicamente de la "explotación de la necesidad ajena" solamente de la existencia de dos requisitos: «explo-
y la "evidente desproporción de las prestaciones", se tación de la necesidad», y «evidente despropor-
2
encuentran posiciones más recientes, que añaden a los ción» ; expresando que el primero de ellos configu-
dos elementos antes citados un tercer requisito: "la raría un «vicio de la voluntad en la formación del
situación de inferioridad de la víctima ". acto impugnado». Por esa razón en más de uno de
nuestros trabajos, y también en conferencias, hemos
Dentro de diclto contexto, el doctor Moisset de Espanés, tratado el tema con algún detenimiento 3.
uno de los más destacados representantes de la doctri-
na civilista argentina, nos ofrece en este artículo su En el Perú parece seguir el mismo camino Max Arias-
particular y bien fundamentada posición acerca de los Schreiber, en el tomo 1 de su obra «Exégesis», cuando
elementos y naturaleza jurídica de la lesión. expresa que son elementos constitutivos de la lesión:

I Podemos citar, entre otros, a RAFFO BENEGAS, Patricio y SASSOT, Rafael A. «La lesión». En: Jurisprudencia Argentina, Doctrina,

(1970) p. 56 (en especial ap. U, p. 61); RODRíGUEZ, Julio Horado. «La lesión gravísima». En: Jurisprudencia Argentina, Doctrina, (1969)
p.95 (en especial ap. II, p. 96); tomando un camino similar ASTUENA, NormanJ. «La lesión como causa de nulidad o reajuste de los actos
jurídicos bilaterales'). En: El Derecho, T. 45, p. 961 Y ss; Y BORDA, Guillermo A. en su «Tratado».

2 «Cattaneo de Montañana, lrma el Occi S.A.», Cam. 4' Civil y Como Córdoba, 23 diciembre 1971. En: Jurisprudencia Argentina, Serie
moderna, 15-701; «Buffa, Santiago el Eduardo Ashilian, nulidad», Cam. 2' Civil y Com. Córdoba. En: Semanario Jurídico de Comercio
y Justicia, N" 1, 11 de julio de 1977, p. 5; Y más recientemente la Cam. Civil y Como Rosario, sala la, 28 febrero 1989, «Rico S. el D. N.
Rodríguez de Coscelli", Zeus, T. 51, R -7 (caso 11.730): «1.- Son requisitos necesarios para que exista el vicio de lesión.: a} aprovechamiento
basado en la necesidad, ligereza o inexperiencia; b} ventaja evidentemeñte desproporcionada; y e) que la desproporción subsista al
momento de la demanda. --
lI.- .. _el artículo 954!~ge dos requisitos o elementos, uno objetivo, ... y otro subjetivo» sin distinguir entre los dos requisitos subjetivos.

3 Así en la Universidad Católica de Salta y con el auspicio del Colegio de Abdgacros de dlcha.provincia, en octubre de 1977 dictamos un
curso de tres conferencias sobre el problema de la lesión, y dedicamos la primera de ellas a los; ",Elementos de la lesión» (20 de octubre).
Entre nuestras publicaciones sobre el tema podemos mencionar: _~c
-«Los elementos de la lesión subjetiva y la presunción de aprovechamiento», Jurisprudencia Argentina, Doctrina. (1974) p. 719.
-"Lesión. Elementos y naturaleza jurídica». En: Comercio y Justicia, Semanario No. 3, 27/7/77. _
-«La lesión subjetiva y sus elementos». En: Boletín de la Facultad de Derecho de Córdoba, años XLVI-XLVII, (1982-1983) p. 219.
-«La lesión subjetiva y sus elementos». En: La Ley, (1984-B) p. 308.

THEMIS38
173
«1) Una desproporción coetánea al contrato, mayor Se dijo en aquella oportunidad que la víctima del
de las dos quintas partes (40 %); acto lesivo debía siempre suministrar la prueba de
2) Que esa desproporción resulte del aprovecha- su situación de inferioridad (necesidad, ligereza o
miento por uno de los contratantes de la necesi- inexperiencia), y en San Rafael, con mayor preci-
dad apremiante del otro»4. sión, se puntualizó en la primera parte de la Reco-
mendación, que se debe:
Manuel de la Puente y Lavalle da cuenta del debate
que se ha planteado en la Argentina sobre el número «1.- Recordar que la figura de la lesión se integra con
de elementos que integran la figura, y de su reper- tres elementos:
cusión sobre la «presunción de aprovechamiento», a) desproporción;
y pareciera inclinarse -sin decirlo de forma expresa- b) situación de inferioridad de la víctima;
a aceptar que los elementos de la figura son tres, uno c) explotación por parte del beneficiario oo.»
de carácter objetivo y dos subjetivos, pero estiman-
do que la presunción consagrada por el artículo Estas precisiones no son meramente escolásticas,
1448 del Código de Perú, comprende a ambos ele- sino que tienen consecuencias prácticas inmediatas,
mentos subjetivos: el estado de inferioridad de la a las que se aludía en la misma Recomendación,
5
víctima, y el aprovechamiento por ellesionante • cuando se agregaba:
Elvira Martínez Coco, por su parte, se inclina a « oo. La presunción de explotación constituye una
sostener con bastante énfasis la postura que consi- mera inversión de la prueba y se limita a ese elemen-
deramos correcta: los elementos de la lesión son to subjetivo, quedando siempre a cargo de la pre-
6
tres, uno objetivo y dos subjetivos , aunque nos cita sunta víctima la prueba de su estado de inferioridad
equivocadamente entre los sostenedores de la tesis
7 (necesidad, ligereza, inexperiencia»>.
de que hay solamente dos elementos .

ELEMENTOS Resulta indispensable destacar la presencia de dos


elementos subjetivos, además del elemento objetivo;
En realidad, hemos sostenido desde el año 1964, en uno de ellos se vincula con la situación de la víctima;
8
nuestra tesis doctora1 , que en las modernas fórmu- el otro, con el presunto victimario. Si se los confunde
las subjetivo-objetivas, los elementos de la lesión no a ambos en uno solo, y se los aglutina, se corre el
son dos, sino tres. Uno de carácter objetivo: la des- riesgo de incurrir en el error en que han caído algu-
proporción, y dos de carácter subjetivo: a) la situa- nos de los primeros comentaristas de la norma -y lo
ción de inferioridad de la víctima; y b) el aprovecha- que es más grave, algunos tribunales- de mal inter-
mIento por parte dellesionante. pretar luego la presunción de aprovechamiento, y
eximir a la víctima de probar su situación de inferiori-
Sobre el particular es muy ilustrativa la Recomen- dad; lo que desnaturalizaría totalmente la figura
dación aprobada en las Cuartas Jornadas consagrada por el artículo 954, y llevaría a confun-
Sanrafaelinas de Derecho Civil (San Rafael, 1976), dirla con la <<lesión objetiva» de los romanos. Lo
9
en las que el punto fue analizado con detenimiento, mismo sucedería en el Derecho Civil peruan0 •
considerando necesario reiterar un pronunciamien-
to que en sentido similar se había efectuado en las El legislador ha querido aliviar a la víctima de la
Quintas Jornadas Nacionales de Derecho Civil (Ro- difícil prueba del «ánimo de aprovechamiento», y
sario, 1971), al tratar la presunción de aprovecha- permitir que el juez induzca esa «intencióI}» de la
miento incluida en el mismo artículo 1954. «desproporción notable», hecho que tiene fácil veri-

• ARIAS SCHREIBER-PEZET, Max. Exégesis del Código Civil peruano de 1984. Lima, 1995. T. J, p. 268.

, DE LA PUENTE Y LA VALLE, Manuel. El contrato en general. Biblioteca Para leer el Código Civil Vol. XV. Lima: Fondo Editorial de
la Pontificia Universidad Católica del Perú, 1993. p. 305 Y siguientes.

" Ver de la mencionada autora «Ensayos de Derecho Civil 1», Lima: San Marcos, 1997. p. 245. «Hemos venido sosteniendo desde hace
algún tiempo, siguiendo una importante corriente doctrinaria y jurisprudencia! extranjera, la necesidad de la concurrencia de tres
elementos distintos y totalmente diferenciados para configurar la lesión. Se trata de un elemento objetivo (oo.) y de dos elementos
subjetivos (oo.) Estos elementos subjetivos correspo,nden a cada una de las partes contratantes: el primero está dado por el estado de
necesidad o de inferioridad del lesionado, y el segundo, por el aprovechamiento que realiza ellesionante».

Ver parte final de la nota 92, p. 245, del libro mencionado.

4
.
«La lesión en los actos jurídicos». Córdoba: Imp. Univ. Nacional, 1965. No. 146, p. 194, Y No. 268 a 276, p. 173 a 180.
En este punto Elvira Martinez Coco coincide con nuestras apreciaciones, y acepta que la presunción se refiere sólo al aprovechamiento,
y no a la situación de inferioridad de la víctima (ver trabajo citado, p. 256).

THEMIS38
174
ficación; pero, estamos persuadidos que ¡quien ale- Dice ahora Cifuentes:
ga la existencia de un acto lesivo, deberá probar
que se encontraba en situación de inferioridad!IO . «A menos que pudieran presumirse ambos elemen-
tos subjetivos de la lesión por aplicación del párrafo 3
Dijimos que la jurisprudencia, en Argentina, en una del artículo 954 del Código Civil, los dos condicio-
primera etapa se inclinó a sostener la existencia de namientos de los sujetos -la inferioridad de uno y la
dos elementos, pero esa postura comienza a ser supe- explotación de tal inferioridad por el otro- deben ser
11
rada en la Cámara Civil de la Capital en el año 1981 • probados por quien pretende la nulidad del acto.

En el caso considero que no existió desproporción,


El voto principal lo hace Santos Cifuentes; acepta
y esto basta para rechazar la acción por lesión».
que hay dos elementos subjetivos y que la prueba de
la inexistencia de uno solo de ellos haría que no Más o menos en la misma fecha la sala F de la
funcione el remedio de la lesión. Pero estima que Cámara Civil de Apelaciones de la Capital Federal,
probado el elemento «objetivo» (desproporción), se había recibido en un fallo la teoría que distingue un
presum«¡n tanto la «explotación», cuanto la situa- doble requisito subjetivo para la configuración del
ción de «inferioridad». vicio de lesión, modificando en este sentido su
anterior criterio en la materia, pero no se pronuncia
En el segundo voto Alterini a.H.), dice que no entra sobre la necesidad de acreditar la situación de infe-
en la discusión de ese aspecto, por cuanto en el caso rioridad de la víctima 14 •
la situación de inferioridad no era meramente pre-
sumida, sino que se encontraba probada. La acción de lesión se rechaza porque no se probó
que el precio pagado por el inmueble fuese vil.
En la litis se probó la inferioridad psíquica de la
víctima, lo que encuadraba al supuesto en la <<lige- Poco tiempo después otra de las salas de la Cámara
reza». capitalina sostiene que la lesión subjetiva del artículo
954 del Código Civil no se conforma sólo con el
Un año después la misma Sala resuelve otro caso elemento objetivo -desproporción de las prestacio-
semejante 12 • La revista que lo publica, como comenta- nes- sino que, además, requiere la existencia de dos
rio editorial expresa 13 que <<la Sala C acepta en el pre- elementos subjetivos: el del beneficiario (la explota-
sente pronunciamiento la existencia de un doble ele- ción) y el de la víctima (la situación de inferioridad
mento subjetivo en la lesión, con lo que actualmente derivada de la necesidad, ligereza o inexperiencia) 15 .
tal criterio resulta mayoritario en el fuero, atento a que
Idéntica postura adoptan los tribunales del interior
ya había sido sustentado por las salas B, D YF. (Para
del país, a título de ejemglo citaremos un fallo de la
consultar antecedentes doctrinarios y jurispru-
provincia de Entre Ríos .
denciales sobre el tema, ver ED. 94-970 Y99-484»>.
Señala el tribunal que para que se configure el vicio
De acuerdo a este comentario, en ese fallo se produ- de lesión es necesaria la presencia de tres elementos,
ce un cambio de jurisprudencia en la sala, pero no es uno objetivo (la desproporción) y dos subjetivos
así; hemos visto más arriba que en fallos anteriores (aprovechamiento y situación de inferioridad).
había manifestado que existen dos elementos subje- Advierte la división que hay en la doctrina nacional
tivos, pero pronunciándose Cifuentes en el sentido en cuanto al alcance de la presunción que la ley
de que la presunción que surge de la notable despro- establece cuando existe notable inequivalencia en-
porción los alcanza a ambos, y sosteniendo Alterini tre las prestaciones, pero considera innecesario pro-
que en el caso no era necesario pronunciarse sobre nunciarse sobre ese punto, pues estima que en el
el punto. caso no se ha probado la desproporción.

'" En contra Manuel de la Puente y Lavalle, obra y lugar citados.

Cam. Civil Capital, sala C, 8 de octubre 1981, «Vieites, José E. el


11 L1a~ró, Adrián Gerardo y otro», J.A. 1982-IV·519 (con nota de Jorge
Mosset Iturraspe).

12 Cam. Civil Capitaí,;~la C, 21 diciembre 1982, «Garbuglio, Luis M. el Barr~ira., -Na~ue~;W.», E.D. (caso 36.894).

13 El comentario lo firma Marta del R. Mattera.

14 Cam. Civil Capital, sala F, 12 noviembre 1981, «Lombardi, María I. el Beeeo, Pedro A.>', E~D.'99484 (caso 35.813).

" Cam. Civil Capital, sala D, 23 abril 1982, «Muñoz, Santos O. el Gutiérrez, Antonio J.», E.D. 106-373 (~aso 36.026).

" Cam. Civil y Comercial Paraná, sala 1', 30 agosto 1984, <<Villagra, M. el Martínez de Baldí», Zeus, T. 37, J- 26 (5681).

THEMIS38
175
Esta posición se mantiene en fallos muy recientes 17, ma. Por eso algunos autores han sostenido que la
en los que se afirma que: lesión sería un cuarto vicio del consentimiento,
distinto de los ya mencionados, pero no han
«El artículo 954 exige para que se configure el vicio podido precisar en qué consiste este nuevo vicio
de lesión la presencia de tres elementos: despropor- del consentimiento, ni sobre cuál de los elemen-
ción de las prestaciones, inferioridad de la víctima y tos de la voluntad recae.
aprovechamiento del lesionante. A su vez, la
desproporción debe ser evidente, existente a la épo- A lo sumo nos dicen que el vicio resultaría de la
ca del negocio y subsistir a la fecha de la demanda»: situación de inferioridad en que se encuentra la
En ese caso el juez consideró que no se había proba- víctima del acto lesivo, y se traduciría en la des-
do el estado de necesidad, ligereza o inexperiencia, proporción de las prestaciones 20 • Se incurre así en el
por lo que rechazó la acción, y la Cámara confirmó error de asimilar el elemento objetivo (daño), con el
el fallo de primera instancia. elemento subjetivo relativo a la situación de la víc-
tima del acto lesivo. Se confunde también la debili-
NATURALEZA JURÍDICA dad e inferioridad en que se encuentra una persona,
con su voluntad.
Para concluir haremos una breve disquisición sobre
la naturaleza jurídica del vicio, porque algunos Bastaría avanzar un paso más por este camino para
autores, siguiendo la postura dominante en la doc- concluir que todos los actos realizados por personas
trina francesa, colocan a la lesión entre los vicios de que se encuentran en un estado de inferioridad
la voluntad. están viciados.

Recordemos que todo acto, para ser voluntario, La víctima del acto lesivo obra voluntariamente;
debe ser obrado con discernimiento, intención y tiene discernimiento, conoce el acto que va a realizar
libertad. Si alguno de estos elementos falta o está y quiere sus resultados; se determina libremente,
viciado, no hay acto voluntario. El discernimiento sin que medie intimidación. El Derecho viene en su
es la aptitud o capacidad general de conocer y socorro no porque su consentimiento esté viciado,
respecto a este elemento de la voluntad no puede sino porque se la ha explotado inicuamente.
hablarse de vicios; existe o no existe. O, en otras
palabras, el sujeto posee discernimiento, o le falta En realidad la lesión configura un verdadero ilícito
21
ese discernimiento. civil , y dentro de los actos ilícitos se caracteriza por
el hecho de que se ha atentado contra la buena fe que
La teoría de los vicios de la voluntad, elaborada ya debe reinar en todo acto jurídico.
por el Derecho pretoriano, se refiere a las causas o
hechos que puedan afectar los otros dos elementos El acto ha sido concluido libremente, no ha mediado
de la voluntad en su proceso interno: la intención y ningún vicio del consentimiento y si nos atuviése-
la libertad. mos al principio de la autonomía de la voluntad, no
podría ser atacado, porque es perfectamente válido;
Los vicios de la voluntad son el error, el dolo y la pero, como dice Thilo: «La fidelidad al contrato
violencia; los dos primeros recaen sobre la inten- encuentra su límite en el principio superior de la
ción; la violencia priva de libertad. Reiteramos que buena fe», y por eso el orden jurídico considera
un sector de la doctrina ha procurado encuadrar los ineficaz al acto lesivo. Por eso advertimos también
actos lesivos en alguno de esos vicios, pero la asimi- que las fórmulas modernas que procuran reprimir
lación resulta inadecuada. En nuestra tesis docto- la lesión no se preocupan tanto por invalidar el acto,
1R
ral analizamos con detenimiento las diferencias cuanto por salvaguardar la buena fe que ha sido
l9
que hay entre los vicios de la voluntad . En reali- vulnerada y por eso permiten la modificación o
dad, si fuera asimilable a cualquiera de ellos la revisión del acto, para restablecer el equilibrio entre
lesión resultaría innecesaria como figura autóno- las partes.

17 Cam. Civil y Comercial Paraná, sala 2', 8 marzo ~996, «Flores, José E. el Banco de Entre Ríos Sucursal La Paz», Zeus, T. 72, J- 278 (10.988).

1< "La lesión en los actos jurídicos». Córdoba: Imp. Univ. Nacionat 1965.

1') Obra citada en nota anterior, No. 323 a 333, p. 217 Y ss.

2" LOUIS-LUCAS, Pau!. Lesión el Contrato pt¡rís: Sirey, 1926. p. 23.

21 Ver nuestro libro citado, No. 360, p. 239.

THEMIS 38
176
CONCLUSIÓN pueda funcionar el remedio previsto por el artículo
954, y en este sentido la sentencia comentada se
La figura de la lesión sólo se integra si se encuentran ajusta a Derecho, cuando señala que la inexistencia
presentes los tres elementos que hemos señalado. de desproporción (elemento objetivo), elimina toda
La ausencia de cualquiera de ellos hace que no posibilidad de lesión.

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177
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DAÑO A LA PERSONA Y DAÑO MORAL EN LA
DOCTRINA Y EN LA JURISPRUDENCIA
LATINOAMERICANA ACTUAL

Carlos Fernández Sessarego*

1. IMPORTANCIA DEL DAÑO A LA


PERSONA EN LA ÉPOCA ACTUAL

En 1991 Tunc expresaba, con razón, que el daño a la


persona es el campo más importante de la
Responsabilidad Civil tradicional en los tiempos
1
que corren • En el mismo año, desde la Argentina,
Mosset Iturraspe llegaba a similar conclusión. En
las páginas de la tercera edición de su valioso libro
"El valor de la vida humana" el profesor argentino
El ser humano puede considerarse como una unidad afirmaba que "los aspectos más sobresalientes, a
sicosomática sustentada en su libertad. La libertad nuestro juicio, en las cuestiones generales de la
es el núcleo existencial de la persona que es indiso- temática (sobre la Responsabilidad Civil), son dos:
luble de su particular envoltura sicosomática. De la aparición del denominado daño a la persona y el
esta manera, el daño subjetivo o daño a la persona afianzamiento de la nueva comprensión y alcances
puede sistematizarse, por la naturaleza bidimensio- del daño moral,,2 .
nal del ser humano, en daño sicosomático y daño a
la libertad. Teniendo como base una concepción Adherimos, con viva convicción, a las expresiones
personalista del ser humano, el doctor Fernández vertidas, entre otros, por Tunc y Mosset Iturraspe.
Sessarego, autor del presente artículo, ha sido pre- Hace cerca de dos décadas tuvimos la oportunidad
cursor y promotor infatigable de la nueva teoría del de asistir desde Italia -donde residíamos por aquel
daño a la persona y de la diferencia conceptual entre tiempo- a los primeros, inciertos y controvertidos
el "daño a la persona" y la añeja yya obsoleta idea desarrollos del daño a la persona. Seguimos de
del "daño moral". Sus ideas han tenido gran acogi- cerca y con la mayor atención los iniciales titubeos
da en diversos países, de manera que desde la déca- de la jurisprudencia así como la precursora lucidez
da de los ochenta hasta la actualidad es mucho lo con la que algunos privilegiados y escasos autores,
que se ha progresado en la materia concerniente al como sería el caso de Francesco Busnelli, afrontaron
daño a la persona. Es así que el doctor Fernández la cuestión y contribuyeron, con decisivos aportes,
Sessarego analiza en este ensayo el desarrollo de la a desbrozar el tema de la Responsabilidad Civil por
sistemática del daño a la persona en la doctrina y la daños a la persona. Ante este "descubrimiento"
jurisprudencia latinoamericana contemporánea. tuvimos la sensación de que se iniciaba una nueva

* Profesor de Derecho Civil, Pontificia Universidad Católica del Perú, Uni\;.E\fsidad de;Lim~.

1 TUNC, A. Le visage actuaie de la responsabUite civile dans une perspective de droit CfrmpartEn: Developpements recents du droít de la
respol1sabilíte óvile. Zurich, 1991. p. 21-40. Citado por: De ANGEL YAGUEZ, Ricardo: Alguna~ previsiones sobre el futuro de la
Responsabilidad Civil. Madrid: Cuadernos Civitas, 1995. .. •

2 MOSSET ITURRASPE, Jorge. El valor de la vida humana. 3ra. ed. Santa Fe: Rubinzal-Culzoni, 1991. p: 327.

THEMIS38
179
epoca para el Derecho en la que se revalorizaba al daños a la persona en el momento de valorarlos y
ser humano frente a la incomprensión y marginación liquidarlos. El precursor desarrollo de la noción de
en que lo había confinado el individualismo- daño al proyecto de vida ha sido, tal vez, una de las
patrimonialista dentro de una óptica materialista cuestiones que, por su novedad absoluta, atrajo
del mundo y del hombre. Comprendimos, entonces, poderosamente nuestro irtterés.
la importancia y actualidad del tema ynos sumamos
rápidamente al grupo de autores que postulaban la Desde la década de los ochenta a la actualidad es
necesidad de seguir investigando en esta materia mucho lo que en ciertos países se ha progresado en
así como urgían a trabajar para que los juristas y los la materia concerniente al daño a la persona. Dentro
jueces de este tiempo compartieran estos puntos de del ámbito latinoamericano ello es notorio
vista. Es oportuno recordar que el daño a la persona especialmente en el Perú y en la Argentina. Así lo
encuentra su fundamento en una concepción testimonia la creciente bibliografía dedicada al tema.
humanista del Derecho. Es decir, en una corriente Este avance se podrá apreciar de la breve referencia
personalista que proclama que el ser humano -la que haremos en este trabajo de la actual doctrina y
persona- es el centro y el eje del derecho. En dos de la glosa que efectuamos de algunas recientes
palabras: su razón de ser. sentencias dictadas en dichos países. Ellas
representan, como se verá, textos precursores dentro
Lo expuesto constituía motivo más que suficiente de una naciente tendencia, que se consolida día a
para que nos dedicáramos al tema con la pasión del día, destinada a resaltar el lugar jerárquicamente
convertido. La causa lo justificaba. Fue así como preferente que ocupa el daño a la persona frente al
hemos venido tratando sobre el daño a la persona daño objetivo o daño a las cosas.
desde la década de los años 80, habiendo escrito
sobre este asunto diversos ensayos publicados en el A través de dichos fallos se podrá aprehender cómo
Perú y en el extranjero. en la jurisprudencia se empieza a desglosar los
diversos daños a la persona para proceder a
En ellos hemos incidido en diversos aspectos de esta indemnizar independientemente cada uno de los
3
novedosa materia , en especial en lo relativo a su perjuicios causados. Es decir, a tratar autónoma-
fundamentación, a la nueva sistemática del daño a mente cada una de las voces en las que se ha
la persona y a la diferencia conceptual entre" daño sistematizado el daño a la persona -como son los
a la persona" y "daño moral". Nos hemos diversos aspectos del daño sicosomático y el daño al
preocupado por distinguir, en líneas generales, los proyecto de vida- distinguiéndose ellas, para los
diversos daños que se pueden ocasionar al ser efectos indemniza torios, de aquellas otras voces
humano -incluyendo al concebido- como una unidad referidas al daño objetivo, como es el caso del daño
sicosomática sustentada en su libertad- y que, hasta emergente y del lucro cesante.
hace poco, eran prácticamente ignorados por el
Derecho. En dichos ensayos hemos hecho hincapié Para tomar conocimiento del estado actual de la
en el carácter satisfactivo de la reparación de los materia en el ámbito latinoamericano es necesario,
daños a la persona de consecuencias no patri- a título de introducción, volver sobre la nueva
moniales y enlos diversos parámetros que se utilizan sistematización del daño a la persona, sin cuya cabal
en algunos países para valorar y liquidar tales compresión estimamos que es difícil captar los
perjuicios. Hemos también llamado la atención sobre avances experimentados en la doctrina y en la
la necesidad de que el juez desglose los diversos jurisprudencia de nuestro subcontinente.

Los trabajos publicados a la fecha son: El daño a la persona en el Código Civil peruano de 1984. En: Libro Homenaje a José León
Barandiarán. Lima: Editorial Cuzco, 1985. p.153 Yss., yen: Nuevas tendencias enel derecho de las personas. Lima: Universidad de Lima,
1990. p. 261 Yss.; El daño a la persona en el CódigoCivn peruano de 1984y enel Código Civil italiano de 1942, en el volumen: El Código
Civil peruano y el Sistema Jurídico latinoamericano. Lima: Editorial Cuzco, 1986. p. 251 YSS.; JI danno alla salute nel codice civile peruvian.
En: "Giornate di studio sul danno alla salute". Padova: Cedam, 1990. p. 363 Y ss.; Protección jurídica de la persona. Capitulo IV. Lima:
U niversidad de Lima, 1992. p. 151 YSS.; Hacia una nueva sistematización del daño a la persona. En: Cuadernos de Derecho. No. 3. Lima:
Universidad de Lima, 1993. p. 28 Y ss. yen: Primer Congreso Nacional de Derecho Civil y Comercial. Ponencias. Lima: Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, 1994 yen: Estudios en honor de Pedro J. Frías. Córdoba: Academia Nacional de Derecho y Ciencias
Sociales, 1994; Protección de la persona. En: Protec<;ión de la persona humana. Buenos Aires: Editorial La Rocca, 1993. p. 21 Yss.; Apuntes
para una distinción entre el daño al proyecto de vida y el daño psíquico. En: THEMIS- Revista de Derecho. Segunda Epoca. No. 32. Lima,
19<)6. p. 161y ss, yen: Los derechos del hombre. Daños yproteccíóna la persona. Mendoza: Editorial Cuyo, 1997; Precisiones preliminares
sobre el daño a la persona. En: THEMIS - Revista de Derecho. Segunda Epoca. No. 34. Lima, 1996. p. 177 Yss.; Reparación del daño a la
persona. En: Daños a la persona. Mon~evideo: Editorial del Foro, 1996; ¿Existe un daño ál proyecto de vida? En: Scritti in anore di Guido
Gerin. Padova: Cedam, 1996. p 407 Y ss.; Daño a la identidad personal. En: La persona y el derecho en el fin de siglo. Santa Fe, 1996. p.
89 Yss. yen: Themis. N" 36. Lima, 1997. p. 245 YSS.; Daño psíquico. En: Scribas. Arequipa: INDEJ, 1998. p. llLy ss.; El daño al proyecto
de vida. En: Derecho. No. SO. Lima: Universidad Católica, 1998. p. 47 Y 55.

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180
2. GRAVITACIÓN DE LA NUEVA SISTE- es del todo impracticable otorgar una indemniza-
MÁTICA DEL DAÑO A LA PERSONA ción en dinero, ya que estamos frente a aspectos del
ser humano que no tienen una traducción directa e
Estimamos conveniente precisar que el daño puede inmediata en dinero pues no están en el comercio de
ser apreciado desde dos distintos planos, no obstante los hombres, no son objeto del tráfico comercial. En
que entre ellos existe una relación esencial. En un este último caso nos hallamos ante un daño que
sentido amplio, el daño puede distinguirse o solemos denominar, indistintamente, como daño
clasificarse exclusivamente en función de la "no patrimonial", "extrapatrimonial" o" personal".
naturaleza misma del ente dañado. Es decir, en
atención a la calidad ontológica del ente que sufre Las dos posibles diversas distinciones del daño
las consecuencias del evento dañoso. En este orden sintéticamente expuestas en precedencia, es decir,
de ideas se puede diferenciar claramente dos tipos ya sea en función de la naturaleza del ente dañado
de daños, uno que podemos designar como subjetivo o de las consecuencias o perjuicios derivados del
y otro que denominamos objetivo. El daño subjetivo daño, tienen una importante incidencia en lo que
es el qu,e incide sobre el sujeto de derecho, que no es concierne a su valorización y liquidación, y a la
otro que el ser humano. El daño objetivo, por el consiguiente fijación de la indemnización. En efecto,
contrario, es aquel que incide sobre las cosas, sobre la naturaleza del ente dañado -el ser humano o las
4
los entes inanimados . cosas, en su caso- determina criterios y técnicas
indemnizatorias totalmente diferentes. No es lo
En un segundo plano cabe distinguir al daño, ya no mismo causar un daño a un ser humano, en su vida,
en función de la naturaleza misma del ente dañado, en su honor o en su intimidad, que generar un daño
sino en cuanto a las consecuencias o perjuicios a un automóvil o a una máquina cualquiera. Los
derivados del evento dañoso. Estas consecuencias, criterios y las técnicas indemnizatorias,lo repetimos,
s
bien lo sabemos, pueden ser resarcidas en dinero no son las mismas en ambos casos . Ellas deben
cuando la naturaleza del ente lo permite, es decir, necesariamente adaptarse a la naturaleza del ente
cuando es dable que dichas consecuencias se dañado. Cada tipo de ente exige, por consiguiente,
cuantifiquen dinerariamente o que, en su defecto, el un tratamiento indemnizatorio diverso.
objeto dañado pueda ser sustituido por otro similar.
En esta primera hipótesis estamos frente a un daño El daño subjetivo o daño a la persona h puede
que, en función de la naturaleza del ente dañado, sistematizarse, en atención a la naturaleza
permite que éste pueda sustituirse por otro similar bidimensional del ser humano, en daño sicosomático
o que su valor pueda ser compensado en dinero. De y daño a la libertad. Ello porque, como está dicho, el
ahí que designemos a este daño como daño ser humano es una unidad sicosomática sustentada
"patrimonial" o "extrapersonal". en su libertad. Libertad que es el núcleo existencial
de la persona. Esta particular estructura del ser
En cambio, atendiendo a la calidad ontológica del humano hace posible que se pueda dañar algún
ente dañado, existen casos en que no es posible aspecto de su envoltura sicosomática o el ejercicio
otorgar a la víctima una indemnización directa e de su libertad para la realización de un determinado
inmediata en dinero. La naturaleza misma del ente proyecto de vida.
dañado no lo permite. En esta peculiar situación la
reparación no tendrá un carácter compensatorio del La sistematización del daño subjetivo o daño a la
daño sufrido sino que ella será meramente persona tiene como primordial finalidad mostrar, lo
satisfactiva. En otros términos, en ciertos tipos de más clara y didácticamente posible, los diversos
daño al ser humano -concebido o persona natural- aspectos del ser humano que pueden ser lesionados

4 Para una visión preliminar y sint~~tica del daño a la persona puede verse del autor de este trabajo el ensayo: Precisiones preliminares
sobre el daño a la persona. En: THEMIS - Revista de Derecho. Segunda Epoca. No. 34, 1996. p. 177 Y ss; así como: Hacia una nueva
sistematización del daño a la persona. En: Cuadernos de Derecho. N.o. 3. ~ima: Universidad de Lima, 1993. p. 28 Yss.

5 La indemnización, en función de la naturaleza del ente dañado, puede asumi¡la calidad de resarcitoria o de reparatoria. Reservamos
la expresión de indenJHzación "resarcitoria" para el caso en que pueda ser fijada.en dinero y la de indemnización "reparatoria" cuando
ello no es posible. Dicho en otros términos, el resarcimiento es la indemnizac;ión que set¡;aduce en dinero porque la naturaleza del ente
dañado así lo permite, mientras que la reparación tiene sólo el carácter de indeUlnizadón satisfactiva desde qJle la calidad ontológica del
ente dañado hace impracticabJe una compensación dineraria. En este último caso, el dinero_qúe se entrega a la víctima tiene el sentido
de brindarle una satisfacción. Sobre el asunto puede verse del autor de este trabajo: Reparaci(m del daño a la persona. En: Daño a la
persona. Montevideo: Editorial del Foro, 1996.

6 Utilizaremos preferentemente en el texto del trabajo la denominación" daño a la persona" en vez de" daño subjetivo" en atención a que

la primera está consagrada por la doctrina.

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181
como consecuencia de un evento dañoso, así como vida ordinaria, que, en una palabra, afectan su bien-
determinar, en cada caso, los criterios y las técnicas estar. A este daño se le conoce con la expresión de
7
indemnizatorias adecuadas a las circunstancias • "daño a la salud". En este caso el concepto salud, de
acuerdo a la definición que de ella ofreciera en 1946
Como expresáramos en precedencia, el daño a la la Oficina Mundial de la Salud, significa bienestar
persona puede distinguirse en daño sicosmático y integral. Por ello, el daño a la salud, derivado del
daño a la libertad. El daño sicosomático es aquel que, previo daño biológico, perturba, en cierta medida e
como su nombre lo pone en evidencia, incide en intensidad, el bienestar mismo de la persona. En
algún aspecto de la unidad sicosomática constitutiva otros términos, la salud resulta ser un componente
del ser humano. Se puede lesionar cualesquiera de importante -mas no el único- del bienestar integral
los múltiples aspectos que componen o integran esta de la persona.
inescindible unidad, ya sea que el daño afecte directa
y primariamente al soma o cuerpo o que lesione El daño a la salud, de conformidad con lo expuesto
primaria y directamente a la psique. Está de más en el párrafo anterior, compromete el estado de
9
decir que, siendo el ser humano una inescindible bienestar de la víctima • El concepto "bienestar",
unidad sicosomática, todo lo que agravia al soma o cabe reiterarlo, tiene una muy amplia significación.
cuerpo repercute, en alguna manera y medida, en la Carecer de bienestar supone un ostensible déficit en
psique y, a su vez, todo lo que lesiona la psique se la calidad de vida de una persona en relación con el
refleja, también de alguna manera y en cierta medida, nivel que ella tenía antes de producirse el daño. La
en el soma o cuerpo. Desde este punto de vista el persona ve afectadas sus normales actividades, ya
daño sicosomático puede distinguirse en daño sean ellas afectivas, de relación social, familiares,
8
somático y daño psíquic0 . laborales, recreativas, deportivas. El daño
compromete también aquellas actividades "del
Como se ha señalado, son múltiples los aspectos del tiempo libre y de relajamiento y, por consiguiente,
ser humano que pueden ser objeto de una lesión aquellos perjuicios a la vida sexual, a la integridad
generada por el evento dañoso. En lo que se refiere del aspecto exterior y, más genéricamente, a las
al daño sicosomático cabe hacer una distinción entre relaciones sociales tradicionalmente encuadradas
la lesión, considerada en sí misma, y las múltiples en el llamado daño a la vida de relación"lo. El
consecuencias que la lesión produce en la existencia. concepto daño a la salud engloba así una serie de
Cabe pues, remarcamos, distinguir dentro del daño daños que, paulatinamente, fueron puestos en
sicosomático la lesión, considerada en sí misma, de evidencia por la jurisprudencia comparada, como
las consecuencias o repercusiones que ella origina en es el caso de las expresiones del daño estético, daño
el bienestar o salud de la víctima. A la lesión, en sí sexual, daño a la vida de relación, entre otros. Todos
misma, se le ha designado alguna vez como daño- ellos se encuadran dentro del concepto genérico de
evento y, a sus consecuencias, como es obvio, como daño a la salud o al bienestar de la persona.
daño-consecuencia. Un sector de la doctrina que se
ha ocupado del daño a la persona, identifica la lesión El daño, como se ha apuntado, puede afectar
con la expresión de" daño biológico". Daño biológico predominantemente lo somático de la persona o,
es, por consiguiente, la lesión en cuanto tal. Es decir, prevalen temen te, su psiquismo. Una lesión al
un golpe, una herida, una fractura, un trauma, etc. cuerpo, como una notoria herida en la cara o la
pérdida de un genital, acarrea consecuencias de
El daño biológico, en cuanto lesión en sí misma, ambos órdenes pues no sólo afectan la yida de
acarrea una serie de consecuencias que afectan la relación o hacen que un órgano sea impropio para
vida misma de la persona, que modifican sus hábitos, su función, sino que este déficit de bienestar,
que le impiden dedicarse a ciertas actividades de su calificado predominantemente como somático, tiene

7 Para una mayor información en torno a la sistematización del daño a la persona puede consultarse del autor de este trabajo el ensayo:
Hacia una nueva sistematización del daño a la persona. En: Cuadernos de Derecho. No. 3. Lima: Revista del Centro de Investigación de
la Facultad de Derecho de la Universidad de Lima, 1993. p. 28 Y ss. Además se publicó en: Libro Homenaje a Pedro J. Frías. Córdova:
Academia de Derecho y Ciencias Sociales de Córdoba, 1994 yen: Libro de Ponencias del Primer Congreso Nacional de Derecho Civil
y Comercial. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1994.

" Sobre los alcances del daño psíquico puede consultarse del autor de este trabajo el ensayo titulado: Daño psíquico. En: Scribas.
Arequípa. No. 3, 1998. .

'1 En el inciso 1 del artículo 2 de la Constitución peruana de 1993 se considera al bienestar como uno de los derechos fundamentales de

la persona.

JO BARGAGNA, MARINO, RIUEVI. Critící e spunti ricostruttíví. En: La valutazione del danno alla salute. Padova: Cedam, 1986. p. 170.

THEMIS38
182
también repercusiones de orden psíquico, de diver- Ella se manifiesta como una frustración en cuanto al
so grado e intensidad. Es decir, que pueden ellas ejercicio fenoménico de una decisión de la persona.
expresarse en un daño emocional, pasajero o A este tipo de daño se le conoce como "daño al
transitorio, designado tradicionalmente como daño proyecto de vida"ll . Se designa como "proyecto de
moral, o.pueden derivar en una enfermedad, en una vida,,12 el rumbo o destino que la persona quiere
psicopatía. El daño a la salud supone, así, una darle a su vida, es decir, el radical sentido existencial
alteración negativa del bienestar del sujeto lesionado derivado de una previa valoración. El ser humano,
a raíz de un daño biológico. en cuanto ser ontológicamente libre, decide vivir de
una u otra manera, vivenciar preferentemente ciertos
El daño a la libertad supone un previo daño valores, escoger una determinada actividad laboral,
sicosomático. Este último daño puede incidir, en perseguir ciertos e importantes objetivos.
diverso grado, en la libertad, ya sea en su
insecuestrable instancia subjetiva constituida por la En un trabajo publicado en 1985, al referirnos al
pura "decisión", o en su expresión objetiva o daño al proyecto de vida, remarcábamos que el
fenomél)ica, es decir, en el ejercicio de la libertad en daño a la persona "en su más honda acepción es
la vida social, en lo que se suele designar como" el aquel que tiene como consecuencia la frustración
libre desarrollo de la personalidad". La primera del proyecto de vida de la persona". Señalábamos
situación puede calificarse como un "caso límite", en aquella oportunidad que el daño al proyecto de
pues lo que se impide como consecuencia de un vida" es un hecho de tal magnitud que truncaría la
previo daño sicosomático es que la persona, por una realización de la persona humana de acuerdo a su
pérdida de conciencia de diversa duración, no pueda más recóndita e intransferible vocación".
"decidir" por sí misma. Es decir, y por consiguiente, Considerábamos, además que, extrañamente, "este
ella está privada de transformar esta potencia -que radical aspecto del daño a la persona y sus efectos no
es la libertad en cuanto núcleo existencial- en acto, han sido debidamente considerados por la doctrina
en ejercicio fenoménico de la libertad en cuanto por nosotros conocida, la que, en todo caso, lo
"decisión". En otros términos, se le impide a la cataloga como un daño que afecta alguno de los
persona convertir su íntima decisión en una cierta derechos de la personalidad,,13 .
conducta o comportamiento. En este caso, sin
embargo, no puede aludirse a una "pérdida" de la Un daño sicosomático puede afectar, en cierta
libertad, ya que ello sólo ocurre con la muerte de la medida, la plena ejecución del proyecto de vida. La
persona, sino que se refiere a la imposibilidad persona puede, a raíz del daño, verse impedida de
temporal de decidir por sí mismo como consecuencia realizar a plenitud lo que, por ser libre, "decidió
de un daño sicosomático. Esta imposibilidad de ser". Es decir, la persona puede ver frustrada su
decidir por sí mismo puede derivarse de un estado propia realización existencial. El trastocamiento o
de coma, diagnosticado como irreversible, por lo frustración del proyecto de vida puede
que será improbable que la persona recupere su comprometer, en diverso grado e intensidad según
capacidad de decisión. La incapacidad temporal de los casos, el futuro de la persona. "Dejar de ser lo que
que el ser humano decida por sí mismo acarrea, se proyectó ser" puede acarrear como consecuencia
como obvia consecuencia, que esté privado de que la vida de la persona pierda "su sentido", su
convertirla en acto, de fenomenalizarla. razón de ser, al no poder continuar vivenciando,
con la misma intensidad, los valores que signaron
Pero, la forma más frecuente de lesión a la libertad su proyecto existencial y que, posiblemente, llegaron
4
es la que incide en el ejercicio mismo de esta libertad. a justificar su razón de existi/ •

11 Para un desarrollo de este tema ver del autor de este trabajo: Apuntes para una distínciónentre el daño al proyecto de vida y el daño

psíquico. En: THEMIS - Revista de Derecho. Segunda Epoca. No. 32. Lima, 1995 yen: Los derechos del hombre. Daños y protección a
la persona. Mendoza: EdítorialJurídica Cuyo, 1997; así como: Daño al proyecto de vida. En: Derecho. Revista de la Facultad de Derecho
de la Pontificia Universidad Católica de Lima, entrega correspondieQJe a }996 pero publicada en 1998.

12 La primera vez que el autor trató el tema del daño al "proyecto devida" fue en u~ensayoconocasióndelhomenajerendidoalmaestro
José León Barandiará¡;{Por ello el desarrollo del asunto aparece en el correspondiente Libro Homenaje bajo el título de: El daño a la
persona en el Código Civil de 1984. Lima: Cultural Cuzco, 1985. Este ensayo SI! Íncorp~ró posteriormente como un capítulo del libro del
autor: Nuevas tendencias en el Derecho de las Personas. Lima: Universidad de Lima, 1990. " ~

13 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. El daño a la persona en el Código Civil peruano de 1984 y en el Código Civil italiano de 1942.
En: El Código civil peruano y el Sistema Jurídico latinoamericano. Ob cito p. 252 Y ss.

l'El daño al proyecto de vida ha sido desarrollado, como se ha señalado, en un ensayo titulado: Daño al proyecto de vida. En: Derecho.
Lima: Pontificia Univerisdad Católica, correspondiente a 1996, pero publicada en 1998. p. 47 Y ss.

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183
El daño al proyecto de vida es un daño actual, que anterioridad al tratar de la sistematización del daño
se proyecta al futuro. Es un daño continuado, cierto. a la persona. Es decir, debe valorizarse y liquidarse
Su más grave consecuencia es la de generar en el por separado y de modo independiente -como ocurre
sujeto afectado un vacío existencial por la pérdida con el daño emergente y el lucro cesante- tanto el
de sentido que experimenta su vida. Son muchas y daño sicosomático como el daño a la libertad o al
diversas las consecuencias de todo orden, aparte de proyecto de vida. En cuanto al daño sicosomático es
la citada, que surgen como efecto de este singular posible, como se ha apreciado, distinguir el daño
daño al proyecto de vida. La persona lesionada en biológico, es decir, la lesión considerada en sí misma,
su libertad se sume en un explicable estado de y el daño a la salud, que en su sentido más amplio es
desorientación, de pérdida de seguridad y de una pérdida o déficit en el bienestar de la víctima.
confianza en sí mismo, de pérdida de metas, de
desconcierto. La angustiosa situación que envuelve Cada uno de los daños sicosomáticos causados a la
a la víctima puede conducirla a la evasión a través víctima, como se ha señalado, debe ser reparado
de alguna adicción a las drogas o, en un caso límite, independientemente de los daños con consecuencias
puede conducirla al suicidio 15. patrimoniales. El daño biológico, constituido por la
lesión causada -que es, en el caso propuesto,
Para ilustrar un notorio caso de daño al proyecto de fundamentalmente la pérdida de algunos dedos de
vida recurriremos, como lo hemos hecho en alguna la mano derecha-debe ser debidamente valorizado
otra oportunidad, a la persona de un consagrado y liquidado. Para este efecto, como se ha señalado en
pianista, en plena madurez, que es víctima de un otras sedes, en los países desarrollados existen
accidente automovilístico en el que, entre otras baremos o tablas de infortunios elaborados por
lesiones, pierde varios dedos de su mano derecha. grupos multidisciplinarios, compuestos por
En esta hi pótesis debemos analizar, médicos, abogados, magistrados, psicólogos,
independientemente, cada uno de los daños de los psiquiatras, economistas, aseguradores, expertos
que ha sido víctima ya que la tendencia actual, que en cálculos actuariales, entre otros. Para la confección
consideramos es la correcta, valoriza y liquida de los baremos o tablas de infortunio debe tenerse
independiente y autónomamente cada uno de los en cuenta tanto la jurisprudencia existente como las
daños inferidos al ser humano. La suma de todos condiciones socioeconómicas del país así como otros
estos valores constituye la suma global que el juez factores concomitantes.
fija como indemnización a cargo del dañador.
Dichos baremos no son de aplicación obligatoria
En el ejemplo anteriormente propuesto, las por los jueces sino son únicamente referenciales,
consecuencias de carácter patrimonial, valorizables creados con el propósito de lograr, con el tiempo,
en dinero, están representadas por el daño emergente una jurisprudencia más o menos uniforme. Para la
y por el lucro cesante. Ambos perjuicios se pueden valorización de un dedo de la mano de un ser
acreditar documentalmente. El daño emergente, en humano los baremos fijan un determinado monto
el caso citado, resulta ser el costo del tratamiento en dinero. El juez, partiendo de este punto de
médico, de la hospitalización, de las medicinas, de referencia, puede aumentar el valor de la reparación
los honorarios médicos. El lucro cesante está si el caso lo amerita. En principio, la suma fijada en
constituido por los honorarios que ha dejado de el baremo parte del principio que el valor de un
percibir el pianista en razón del daño sufrido. En el dedo de la mano es igual para todos los seres
caso del ejemplo, podría tratarse hipotéticamente humanos. Sin embargo, este criterio, por ser
de diez conciertos pendientes de ejecución, ya referencial, no es rígido. Ello permite al juez ser
contratados y programados que, en conjunto, flexible a fin de, en atención a las circusntancias del
generan para el pianista unos quinientos mil dólares. caso, modificar en más o menos el valor fijado en el
Las consecuencias de estos dos tipos de daños se respectivo baremo.
resarcen con la entrega de dinero a la víctima del
daño para cubrir tanto los gastos en que se ha Es indudable, en la hipótesis que estamos
incurrido como lo que ha dejado de percibir. desarrollando, que el dedo de la mano de un pianista,
en razón de su normal actividad, tiene mayor valor
Entre los daños con consecuencias personales o que el dedo de una ama de casa o el de un abogado.
extra patrimoniales debemos considerar' cada uno Lo mismo ocurre tratándose del dedo de un cirujano
de los daños a los que hemos hecho referencia con o de un tenista. En estas últimas hipótesis, sobre la

1, Como lo tenemos señalado en diver~os traflajos, especialmente en: Daño al proyecto de vida, op cit, existe;'el" proyecto y los múltiples
proyectos que el ser humano genera en el cotidiano transcurso desu existencia. Todo lo que venimos refiriendo tiene que ver con el radical
y fundamental proyecto de vida que, por lo general, es el que señala el rumbo de nuestro devenir existendaL

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184
base del dato referencial contenido en el baremo, el esfuerzos están encaminados, por muchos años, con
juez puede aumentar equitativamente el monto de tesón y perseverancia, a su pleno vivenciamiento.
la reparación. Como se puede apreciar, para el
efecto de la reparación del daño se combinan Son muchos los sacrificios y renunciamientos que, a
armoniosamente un principio de base, que es rígido, menudo, debe padecer un pianista que vive
con un criterio de equidad que permite al juez, intensamente su vocación personal. Así, debe
según el caso, aumentar o disminuir la suma fijada practicar por casi ocho horas diarias, lo que le resta
en el baremo para cada tipo de lesión. tiempo para atender su vida familiar u otras
actividades de la vida que para él podrían resultar
En el caso del pianista del ejemplo, y siguiendo los atrayentes. No es raro el caso en que ciertos pianistas,
criterios generales que se han trazado, el juez debe tributarios de su vocación, renuncian a constituir
valorizar y liquidar, como está diého, el daño una familia pues consideran que no pueden atender
biológico, es decir, la lesión en sí misma. AlIado debidamente los compromisos que acarrea el fundar
del daño biológico el juez valorizará, de modo un hogar y tener descendencia. 0, lo que es más
independiente, el daño a la salud, es decir, la grave, constituída la familia resulta intolerable para
repercusión que tiene la lesión sufrida por la víctima la pareja la falta de atención que le dispensa el
-tanto somática como psíquica- en su bienestar in- pianista comprometido con su actividad, lo que
tegral. Es decir, cómo y con qué intensidad y puede conducir a la destrucción de la familia con las
extensión repercute dicha lesión en la actividad graves consecuencias que, sobre todo para los hijos,
habitual y ordinaria, en la vida de relación familiar acarrea esta indeseable situación. Nuestra experiencia
y social, en la vida afectiva y sexual, en los personal nos muestra que, por lo general, este tipo de
momentos de recreación, en la práctica de deportes artistas debería formar hogar con una pareja que
o 1lObbys, por ejemplo. desenvuelva similar o parecida actividad. Así, sería
hipotéticamente compatible, el matrimonio de una
Sobre la indispensable base de los informes pianista con un violinista. Su común actividad les
periciales y de la jurisprudencia nacional, el juez, pemite, por lo general, compartir su tiempo ya sea en
con un criterio de equidad, determinará, en cada los ensayos, cotidianos o formales, en los conciertos
caso, la consiguiente reparación del daño a la salud. yen toda la actividad que de ellos se deriva.
En esta hipótesis deberá tener en cuenta, de ser el
caso, las consecuencias del daño psíquico en el La imposibilidad de llevar adelante el proyecto de
desarrollo de la vida cotidiana del pianista. Así, se vida hace que el pianista frustrado sienta un vacío
debe reparar el daño emocional -indebidamente existencial como resultado de la pérdida del sentido
llamado "moral" - que consiste en el dolor o el de su vida. Este daño, que lo acompañará durante
sufrimiento experimentado por la víctima. Pero, toda su vida, no puede confundirse con el daño
deberá también, sobre la base de una pericia, psíquico, que afecta su salud, o con uno de los
verificar si existe alguna psicopatía. Tanto el daño componentes del daño psíquico como es el daño
llamado "moral" que, como decimos, es un daño denominado "moral". Este daño, a diferencia del
emocional, como cualquier psicopatía -que es una daño ocasionado al proyecto de vida, es transitorio,
enfermedad- que gravita en el devenir existencial temporal, tiende a desaparecer con el tiempolh.
del sujeto debe ser equitativamente valorada y
liquidada dentro del concepto de daño a la salud o Es sorprendente comprobar como hasta hace poco
bienestar de la persona. tiempo atrás sólo se reparaban los daños objetivos o
daños a las cosas, es decir, aquellos daños cuyas
Finalmente, el juez deberá valorizar, como voz consecuencias podían resarcirse en dinero. En raras
independiente, el daño al proyecto de vida, el que es oportunidades, se reparaba el daño "moral",
más que elocuente en el caso del pianista del ejemplo. entendido como dolor o sufrimiento. Se desconocía
Es evidente que un pianista de vocación, un y, por consiguiente no se reparaba, el daño a la
concertista profesional, persigue en el transcurso de persona en sus múltiples expresiones y, cuando se
su vida valores estéticos muy definidos. El profundo . empezó a tomarla en consideración en su condición
y continuado vivenciamiento de estos especiales de víctima de un daño, se atendía no al hombre
valores le otorgan sentido o razón de ser a su integral, al ser humano en sí mismo, sino tan sólo al
existencia. Vive en función de ellos. Todos sus prod~ctor de renta, al horno faber.

ló Sobre el punto puede verse del autor el ensayo ya citado: Apuntes para una distinción entre el daño al proyecto de vida y el daño
psíquico. Publicado en: THtlMIS - Revista de Derecho, así como en el volumen: Los derechos del hombre. Daños y protección a la persona.
Mendoza: Editorial Jurídica Cuyo, 1997.

THI:;;MIS38
185
Felizmente, en los últimos tiempos son cada vez en una civilización avanzada como la nuestra que
más numerosos los países en que se está tomando en fuera posible, sin incurrir en ninguna responsabi-
cuenta el más importante de los daños como es el lidad civil, lesionar los sentimientos más elevados
daño a la persona. Este cambio operado en la y nobles de nuestros semejantes, mientras que el
mentalidad de algún sector de juristas -qué no menor atentado contra su patrimonio origina repa-
sabemos si será mayoritario- es el fruto del lento ración,,17 . No obstante, la cabal y fina expresión de
desplazamiento de una concepción individualista- los Mazeaud tiene aún vigencia-en varios países de
patrimonialista de la vida -no obstante sus relativo desarrollo integral donde se desconoce,
ocasionales rebrotes- y su también paulatina todavía, la perentoria exigencia de reparar los daños
sustitución por una concepción personalista del ocasionados al ser humano, mientras que,
mundo y de la vida. Nos hallamos en pleno proceso solícitamente, se resarcen los daños materiales.
de toma de conciencia de que es ineludible la Son todavía numerosos los hombres de Derecho,
reparación de cualquier tipo de daño que se pueda abogados y jueces, que carecen de una formación
ocasionar al ser humano que es, nada menos, que el jurídica básica y de una fina sensibilidad axiológica
sujeto del Derecho. que les permita percibir, con la misma facilidad con
que aprecian los daños a las cosas instrumentales,
Confiamos que en el Perú, con el normal y esperado la inmensa gama de daños que se generan contra la
desarrollo de la cultura jurídica, se llegue en un persona. Es, por ello, indispensable insistir, sin
futuro no lejano a comprender cabalmente la impor- desmayo, en la necesidad de sustituir una visión
tancia y el valor de la vida humana y de la consiguien- individualista-patrimonialistadelDerechoporuna
te necesaria reparación de todos los daños que se concepción humanista donde el ser humano se
pueden causar al ser humano. No debe nunca per- constituya en el centro y eje de lo jurídico. ¿Qué
derse de vista que la persona es un fin sí misma, otro objetivo fundamental puede tener el Derecho
mientras que las cosas son indispensables instru- que no sea la protección preventiva, integral y
mentos a su servicio. Cuando esta visión humanista unitaria de la persona? Toda distorsión, toda actitud
se arraigue entre los hombres que se dedican al que se aparte del logro de este objetivo debe ser
Derecho lograremos que se reparen debidamente desterrada.
todos los múltiples daños que se pueden causar a la
persona. Para ello habrá que continuar con el proceso Si siguiéramos, como lamentablemente aún sucede
de destierro de una concepción individualista- en amplios sectores del foro, la inspiración de la
patrimonialista según la cual se invierten los valores corriente individ ualista-patrimonialista, más
para dar como resultado que es más valioso el instru- importante que reparar el daño subjetivo o daño a la
mento que el fin al cual sirve. persona del pianista del ejemplo, sería el resarcir el
daño objetivo que se concreta en la indemnización
La reparación del daño a la persona es cada día más correspondiente al costo de la reparación del
urgente si tenemos en cuenta cómo, por acción de la automóvil de la víctima sin atender, simultá-
tecnología, son cada vez más numerosas las neamente, a reparar el inmenso daño inferido a la
circunstancias de riesgo a que está expuesto el ser persona.
humano. Observamos esperanzados cómo, a pesar
de las tendencias que apuntan, desde una vertiente No obstante lo señalado en precedencia,
materialista, a sustituir en el lugar cimero de la tabla concordamos con Alpa y Bessone cuando afirman
de valores del Derecho el valor justicia por el valor que "la sociedad contemporánea tiende a sustituir
utilidad o conveniencia, existe en nuestro medio la lógica propietaria" por una diversa "conexa con
una cada vez mayor comprensión del significado y la posición jurídica de la persona en el ámbito de la
de las consecuencias del daño a la persona. sociedad,,18. Ello resumidamente significa que, como
lo venimos sosteniendo desde hace algunos años, el
A la altura del tiempo que vivimos es inimaginable mundo -y dentro de él lo atinente a lo jurídico- se
dejar de reparar el daño a la persona, bajo cualquier encuentra en un período de transición entre dos
pretexto. Podemos hacer extensiva la expresión de épocas, uno de cuyos más significativos rasgos lo
los hermanos Mazeaud cuando se refieren al daño constituye el lento desplazamiento de una visión
moral, pero que es aplicable, obviamen~e, al daño individualista-patrimonialista por una concepción
a la persona, en el sentido de que resulta" chocante humanista donde el ser humano se erige en el centro

17 MAZEAUD, H. y 1. Tratado teórico práctico de la Responsabilidad Civil delictual ycontractual. Tomo I-I. No. 315. p. 441.
" ALP A, Guido y BESSONE, Mario. 1fatti illecitti. En: Trattato di Díritto Privato, dirigido por Pietro Rescigno. No. 14. Tomo VI. Torino:
UTET, 1985. p. 106.

THEMIS38
186
del sistema. Intuímos que en este sentido se mueve Los comentaristas del Código Civil peruano advier-
la historia, pese a que somos testigos de todos los ten, asimismo, que bajo una inspiración personalista,
embates y contratiempos que ponen en constante adoptando por consiguiente una posición contraria
peligro el logro de este racional, natural y supremo a las soluciones eminentemente patrimonialistas en
objetivo. boga, el Código de 1984 introduce en el artículo 1985
el deber de reparar el daño a la persona sin limita-
3. DAÑO A LA PERSONA EN EL CÓDIGO ción alguna y con la mayor amplitud, hecho este
CIVIL DE 1984 último que por ser precursor en la legislación com-
parada, ha merecido ser por ellos resaltado.
Entre los más importantes aportes que los
comentaristas destacan cuando se refieren al Código El artículo 1985 del Código Civil tiene el siguiente
Civil peruano de 1984 es el concerniente al texto:
tratamiento doctrinario y legal dispensado al daño
a la persona, el mismo que ha tenido especial "Artículo 1985.- La indemnización comprende las
resonatlcia fuera de nuestras fronteras. Corresponde consecuencias que deriven de la acción u omisión
a Jorge Mosset Iturraspe, entre otros notables juristas, generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el
el haber puesto de manifiesto este significativo daño a la persona y el daño moral, debiendo existir
acontecimiento dentro de la codificación una relación de causalidad adecuada entre el hecho
comparada 19. El profesor argentino, agudo y y el daño producido. El monto de la indemnización
profundo conocedor de nuestro Código Civil, señala devenga intereses legales desde la fecha en que se
hasta ocho innovaciones dentro del tratamiento de produjo el daño".
los derechos de la persona que han despertado su
interés. Una de ellas es el contenido del artículo 1985 Tal como se desprende de la lectura del artículo
en cuanto incorpora en su texto, precursoramente, 1985, antes transcrito, la indemnización que en él se
la indemnización del daño a la persona sin limitación establece comprende las consecuencias que se
20
alguna . generen de un daño a la persona. Esta indemnización,
cO:1trariamente a lo prescrito en los Códigos Civiles
Los estudiosos de nuestro Código Civil de 1984, al de Alemania, Italia y Portugal, a los que nos hemos
igual que Mosset Iturraspe, han reparado en aquello referido en el parágrafo anterior y tal como lo hemos
que amplios núcleos de juristas peruanos todavía remarcado, no contiene ninguna limitación, por lo
no han percibido cabalmente. Nos referimos al hecho que la indemnización que se fije por el daño a la
de que este cuerpo legal es el primero a nivel de la persona no se supedita, como lo prescriben los
codificación comparada que en su citado artículo códigos civiles antes mencionados, ni al caso de un
1985 incorpora, sin limitación alguna, como está delito previamente cometido, ni a casos concretos
dicho, el deber de reparar el daño a la persona en señalados en la ley, ni a la gravedad del daño
toda su amplitud y manifestaciones. A partir de este producido, respectivamente.
acontecimiento, en algunos países -como es el caso
de la Argentina, entre otros- se ha intensificado el Como también se aprecia del texto del artículo 1985,
estudio del daño a la persona por lo que se aprecia antes transcrito, la indemnización comprende, aparte
un notable incremento de la literatura jurídica que del daño emergente y del lucro cesante, el daño a la
21
incide en el tema y resalta su trascendencia . persona y el daño moral. Lamentablemente, no fue
Paralelamente se observa cómo la jurisprudencia posible, por la estrechez del tiempo transcurrido
comparada atiende cada vez más ampliamente la entre la incorporación del daño a la persona en el
exigencia de no dejar desamparado al ser humano artículo 1985 y la promulgación del Código, elimi-
víctima de un daño a su persona. nar del texto de este numeral la alusión al "daño

'" MOSSET ITURRASPE, Jorge. El valor de la vida humana. 3ra. ed., ob cito p. 327·328; y El daño fundado en la dimensión del hombre
en su concreta realidad. En: Revista de Derecho Privado y Comunitari6: No. 1: 1992. p. 22-23.

,,1 MOSSET lTU~I}ASPE ,Jorge. Op. cit. p. 378-379.

21 En la Argentina anotamos, entre otras, las siguientes publicaciones sobre el daño ala~ersona: IRIBARNE, Héctor Pedro. De los daños
a la persona. Buenos Aires:.EDIAR, 1993; PIZARRO, Ramón Daniel. Daño moral. Buenos-Aires: Hammúrabi, 1996; ZAVALA DE
GONZÁLEZ, .Matilde. Daños a las personas. Integridad sicofísica. 2-A. ed. Buenos"Aires: Hammurabi, 1990: ZAVALA DE
GONZÁLEZ, Matilde. Resarcimiento de daños. Daños a las personas. (Pérdida de la vida humana). 2-B. Buenos Aires: Hammurabi,
1991; ZA VALA DE GONZÁLEZ, Matilde. Resarcimiento de daños. Daños a las personas. (Integridad espiritual y social). 2-C. Buenos
Aires: Hammurabi, 1994. Además de diversos artículos publicados en revistas cabe señalar que el primer número de la Revista de
Derecho Privado y Comunitario. Santa Fe: Rubinzal-Culzoni, 1992 está dedicado íntegramente a tratar el tema "Daños a la persona".

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moral" que, como lo hemos señalado, en cuanto Algunas veces se nos ha preguntado la razón por la
dolor o sufrimiento (pretium doloris) es un daño cual recién a última hora, días antes de la
psíquico de carácter emocional, por lo que está promulgación del Código Civil, se acordó incorporar
comprendido dentro de la genérica voz de "daño a en el citado artículo 1985 el daño a la persona. Más
la persona". allá de la coyuntura antes narrada, nuestra invariable
respuesta ha sido siempre que no fue tarea fácil que
En efecto, la inclusión del" daño a la persona", que se aceptase en el Perú de las décadas anteriores a la
no aparecía en el proyectado texto del mencionado del noventa los alcances del novedoso concepto de
numeral, se produjo en la última y conclusiva sesión "daño a la persona". La formación, cerradamente
de la Comisión Revisora del Proyecto de Código individualista-patrimonialista, a la que habíamos
Civil de13 de julio de 1984 convocada expresamente estado sometidos los juristas de nuestro país,
por el Ministro de Justicia de aquel entonces, doctor impedía la rápida y fácil comprensión de la
Max Arias Schreiber, sólo para revisar y efectuar los trascendencia y de la necesidad de proteger al ser
ajustes finales de redacción al texto del Código. La humano de todo daño tal como hasta ese momento
promulgación del Código, como estaba previsto, se se venía tutelando las consecuencias de daños a las
haría días después, e124 de julio del mismo año. Esta cosas. La aceptación de la figura del daño a la
circunstancia, como está dicho, impidió reabrir persona suponía sustituir la concepción
cualquier debate, que hubiera sido extemporáneo individualista-patrimonialista por una visión
dada la índole de la reunión. Por ello, no pudo humanista del hombre y del mundo. Esta situación,
contemplarse ni la supresión, como se ha dicho, del actualmente en trance de ser superada, fue la que
daño" moral" del texto del artículo 1985 ni modificar motivó que, en un primer momento, juristas de la
el contenido del artículo 1984 dedicado a regular lo talla de José León Barandiarán o de Fernando de
concerniente al daño moral con prescindencia del Trazegnies manifestaran su perplejidad frente a la
2
daño a la persona. Por lo demás, si se reabría el noción de daño a la persona • Ello es del todo
debate, probablemente no se hubiera obtenido la explicable ya que hasta ese momento ningún jurista
incorporación del daño a la persona, como de hecho en nuestro país, ni tan siquiera en el ámbito
ocurrió. Lo más que se pudo alcanzar en dicha latinoamericano, se había referido a los alcances del
reunión, y ello constituyó un gran logro, fue concepto" daño a la persona", como tampoco había
incorporar el daño a la persona entre aquellos daños ocurrido hasta aquel entonces en otros muchos
cuyas consecuencias o perjuicios deberían ser países del mundo alejados de nuestro
indemnizados. Ello significó un notable paso subcontinente ..
adelante en el lento pero necesario proceso de
protección a la persona. Ante lo expuesto, en relación con la tardía
incorporación del daño a la persona en el artículo
Cabe recordar, a propósito de lo señalado en 1985 del Código Civil, quedaron dos concretas tareas
precedencia, que la Comisión Revisora del Proyecto que enfrentar para cuando se presentase la
de Código preparado por la respectiva Comisión oportunidad de revisar el Código Civil de 1984.
Reformadora, ante la cual se planteó la necesidad Teníamos la esperanza de que en esta coyuntura
de incorporar el daño a la persona dentro del texto sería factible proponer algunas enmiendas
del Código Civil, no aprobó, en primera instancia, destinadas a perfeccionar y actualizar su texto y que
la propuesta que se le sometía. Por ello, y tal como ellas serían positivamente acogidas. Estimamos que
se apunta en el párrafo anterior, hubo que esperar esa ocasión ha llegado, ya que se encuentra en
una nueva y propicia ocasión para obtener casi funcionamiento, como es sabido, una Comisión
sorpresivamente, un 3 de julio de 1984, su inclusión creada por el Congreso de la República para
dentro del Código. Las vicisitudes ocurridas en esta proponer, precisamente, las enmiendas necesarias
oportunidad están por nosotros narradas en un al Código civil de 1984.
trabajo anterior, al cual remitimos al lector curioso
por obtener mayor información al respecto 22 . Este La primera de las dos antes mencionadas tareas
capítulo pertenece, como lo ha de advertir el lector, pendientes es la de reformular el contenido del
a la historia interna del Código Civil. artículo 1984 para sustituir el tratamiento del "daño

22 FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Nuevas tendencias en eLderecho de las personas, ob cií. p. 270-271.

23 José León Barandiarán denota su perplejidad en el Tomo VI de la Exposición de Motivos del Código civil de 1984 dedicado a la
Responsabilidad Civil Extracontractual, mientras que Fernando de Trazegnies lo hace en: Para leer el Código"CiviL Lima: Pontificia
Universidad Católica del Perú, 1984. p.231.

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moral", que ahí aparece, por el del" daño a la perso- Los estudiosos de nuestro Código Civil han centra-
na". La segunda, se debe concretar a eliminar del do su atención, a veces con acentos polémicos, en el
nuevo texto del artículo 1985 la referencia al "daño hecho de que hemos incidido desde hace más de
moral" en cuanto que, como se ha señalado, esta quince años, con convicción, en la lógica y necesaria
noción específica de daño emocional está incluida sistematización del llamado daño "moral", para el
dentro de la genérica voz de "daño a la persona". efecto de considerarlo, dentro de su concepción
Sabemos que esta tarea no será nada fácil dada la tradicional y restringida, es decir, como equivalente
fuerza de la tradición que tiende a confundir, como a dolor o sufrimiento. En esta su originaria
si fueran de la misma categoría, el genérico daño a la concepción, como está dicho, es tan sólo uno de los
persona con el específico daño moral. No obstante múltiples aspectos comprendidos dentro del
observamos que, dados los quince años transcurridos genérico concepto de "daño a la persona". El daño
desde la promulgación del Código Civil, se ha moral es un daño psíquico, de nivel emocional, que
generado un proceso de positiva reflexión en tomo no llega siempre y necesariamente a constituir una
a los alcances de dichos conceptos lo que hace psicopatía. Si así fuera, dejaría de ser daño emocional
presumir que en próximo futuro se logre el total o "moral" para adquirir la consistencia de una
esclarecimiento conceptual del tema que nos ocupa. enfermedad mental.

En el curso del proceso de revisión del texto del De otro lado, la doctrina ha comentado también
Código Civil de 1984, la Sub Comisión encargada de positivamente el desarrollo del "daño al proyecto
redactar el anteproyecto de articulado -aún de vida" como una de las expresiones más
inconcluso- sobre la parte correspondiente a la importante de lo que al daño a la persona se refiere.
Responsabilidad Civil, ha contemplado esta situación Los comentarios son muy auspiciosos frente a esta
y ha acordado someter a la Comisión de Reforma, en figura nacida en el Perú, la misma que va siendo
su oportunidad, una propuesta para modificar. tal paulatinamente recogida por la jurisprudencia
como lo venimos postulando, el contenido de los comparada. Este hecho le otorga carta de ciudadanía
artículos 1984 y 1985 del Código Civil. pues se demuestra su posibilidad de aplicación a
hechos de la vida ordinaria y cotidiana ..
Como está dicho, la referida Sub Comisión de la
Comisión de Reforma del Código Civil ha cumplido 4. ¿SEGUIREMOS IDENTIFICANDO "DAÑO
en primera instancia con revisar, en el curso de 1997, A LA PERSONA" CON DAÑO "MORAL"?
el contenido del artículo 1985 del Código Civil,
habiendo acordado suprimir, por la razón expuesta El debate sobre los alcances de la noción del" daño
en el párrafo anterior, el concepto de "daño moral" moral" aún no se ha apagado. Muy por el contrario,
del nuevo numeral que lo sustituya. El texto del son aún numerosos los autores que, en vez de admitir
proyectado artículo es el siguiente: la existencia de un concepto genérico como el de
"daño a la persona", que es amplio y comprensivo
"Artículo 1985.- La reparación se calcula en de todas las lesiones que se pueden inferir al ser
consideración al valor del daño al momento de su humano, han preferido, ante la presencia de un
determinación y comprende todas las consecuencias conjunto numeroso e inédito de nuevos daños a la
derivadas del acto u omisión generadoras del daño, persona no considerados anteriormente por la
incluyendo el daño emergente, el lucro cesante y el doctrina, incluirlos, sin más y asistemáticamente en
daño a la persona". nuestro concepto, dentro de la restringida noción de
daño "moral". Para obtener este resultado han tenido
La mencionada Sub Comisión se apresta, así mismo, que dejar atrás y superar la tradicional noción de
a reconsiderar el contenido del artículo 1984 a fin de daño "moral, referida al dolor o sufrimiento (pretil/m
sustituir la específica noción de daño "moral" por la doloris) para, ampliando innecesariamente sus
genérica y comprensiva de daño a la persona. fronteras conceptuales, incluir en esta noción todos
no sólo el específico daño emocional sino todos los
Después de todo lo expresado sobre el tema referido 'imaginables daños a la persona. Es decir, utilizan un
al daño a la persona y el Código Civil peruano de concepto jurídicamente preciso, como el de "daño
1984, podemos conduir que algunos aspectos de su moral", para ensanchar artificialmente sus linderos
tratamiento han sido materia de positivos al efecto de 'qU:e pueda acoger los hasta hace poco
comentarios a nivel de la ,doctrina comparada. impensados" daños a la persona"Z4 .

2. En los últimos, aproximadamente, quince años nos hemos ocupado constantemente de t"ste tema en casi todos los trabajos que hemos
realizado en torno a los diversos aspectos del daño a la persona. Así, podemos citar: El daño a la persona en el Código Civil peruano (1985)

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No compartimos la posición que anteriormente he- partidarios de mantener un status qua en el campo
mos glosado. No comprendemos cómo, contando del Derecho. Sea cualquiera de éstas, u otras, las
en la actualidad con un nuevo concepto amplio y razones que se puedan esgrimir para incluir los
genérico acuñado por la doctrina de vanguardia daños a la persona en el concepto restringido de
como el de" daño a la persona", que es expresivo de "daño moral", seguimos sin percibir nítidamente la
su objeto o contenido, se deba seguir empleando necesidad de esta innecesaria como no justificada
una noción que, como la de daño "moral", tiene actitud que, desde nuestra perspectiva, no se abre a
tradicionalmente una muy precisa significación. N o los nuevos tiempos.
entendemos cómo es que para designar los múltiples,
inéditos e imprevisibles daños a la persona se deba No podemos olvidar que los autores franceses,
acudir a un expresión lingüística que no refleja el anteriores o contemporáneos a la promulgación del
contenido del concepto "daño a la persona". Código Civil de su país de 1804, utilizaban con cierta
frecuencia el concepto "moral" para calificar a ciertas
El asunto nos resulta claro. Tradicionalmente el instituciones jurídicas. Es el recordado caso, entre
único daño a la persona de carácter no patrimonial otros, de la expresión "persona moral" que
era el llamado "daño moral" cuya indiscutible corresponde al contemporáneo y generalizado
connotación conceptual era y sigue siendo, en sentido concepto de "persona jurídica", el mismo que fuera
estricto, dolor o sufrimiento, es decir, pretium dalaris. elaborado por la pandectística alemana. Al final,
En tiempos recientes la doctrina y la jurisprudencia, con el transcurrir del tiempo y pese a no ser preciso,
al redescubrir en la segunda mitad del siglo XX al ser el término de "persona jurídica" se ha impuesto en
humano, empezaron a identificar nuevos daños, la doctrina y se concreta a nivel legislativo y
como son los daños estéticos, a la vida de relación, jurisprudencia!. Son escasos, por ello, los autores
a la sexualidad, a la identidad, a la intimidad y, en que continúan empleando la expresión "persona
general, múltiples daños inferidos ya sea al cuerpo moral" para referirse a la "persona jurídica".
como a la psique de la persona. Aún más, se ha Consideramos, sin embargo, que la expresión
demostrado la existencia de un daño radical como "persona jurídica" deja de lado a la persona natural,
es aquel que incide sobre el ejercicio de la libertad y que es tan jurídica como aquélla. Por ello, somos de
que supone la frustración de un proyecto de vida. la opinión de emplear la expresión "persona
Esta nueva realidad, que desborda los estrechos y colectiva" que es descriptiva de su objeto, ya que se
precisos límites conceptuales del "daño moral", le opone no a la persona "natural" sino a la persona
25
exigía de un nuevo concepto, mucho más amplio, individual . La Comisión Reformadora del Código
comprensivo y genérico, que abarcara la infinita Civil de 1936 aceptó en un primer momento esta
gama de daños que se podían inferir al ser humano propuesta para luego, finalmente, desestimarla en
aparte del conocido" daño moral". Elnuevoconcepto aras de la tradición.
acuñado por la doctrina más alerta, y que es
descriptivo de esta nueva y compleja realidad, es el Tenemos, por consiguiente, un antecedente a seguir.
de "daño a la persona". Si se ha sustituido, con razón, la expresión "persona
moral" por la de "persona jurídica" no compren-
Por lo demás, cabe señalar que se sigue utilizando demos qué sólida razón pueda oponerse a la
indebidamente el calificativo de "moral" -cuya tendencia a reemplazar el término "daño moral"
precisión conceptual nadie ignora- para aplicarlo por el de "daño a la persona". El llamado daño
con notoria inexactitud a un tema que es -¡quién lo moral no desaparecerá por esta causa. Tan ~ólo se le
duda!- exquisitamente "jurídico". Es lícito que considerará, en cuanto daño emocional, como uno
imaginemos que los autores que siguen esta línea de de los numerosos daños que se pueden infringir a la
pensamiento podrían ser extremadamente persona.
cuidadosos o exageradamente respetuosos de la
tradición o. tal vez, nada o poco inclinados a innovar De otro lado, el concepto" daño" comprende tanto
o a rectificar añejos errores. Podrían ser quizás el evento dañosos en sí mismo como sus

en el Libro Homenaje a José León Barandiarán, reproducido posteriormente como un capítulo de libro del autor titulado: Nuevas
tendencias en el derecho de las personas. Op cit.]'_ 307 Yss. También se ha tratado del tema en el libro del autor: Protección jurídica de
la persona (1992). Op cito p. 168 Yss, así como en casi todos los trabajos posteriores dedicados a este asunto, que han sido citados en el
curso de este trabajo, y q:¡e han sido publicados principalmente en las revistas Derecho de la Pontificia Universidad Católica, Scribas,
y principalmente en THEMIS - Revista de Derecho.

25 En el proyecto de Libro Primero sobre et'Derecho de las Personas, que preparamos en nuestra condición de ponentes, distinguimos
a las personas en individuales y colectivas en vez de naturales y jurídicas. Seguíamos, en este sentido, el mismo modelo que tendría su
concreción legislativa en el Código Civil de Portugal de 1967.

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consecuencias o perjuicios. Es decir, lo que algunos tal como ha sido elaborada por un sector de la
autores suelen designar como daño-evento y daño- doctrina contemporánea.
consecuencia. No es lo mismo un golpe en la cabeza
-que deja como huella estática una determinada En nuestro concepto, no constituye "grave error",
lesión- de las variadas consecuencias que ese daño como sostiene Pizarro, considerar al daño moral
puede acarrear, desde el simple daño emocional (o como una noción con un contenido limitado al dolor
moral) hasta una hemiplejia que impide a la persona o sufrimiento derivados de cualquier evento dañoso.
movilizarse. Es posible distinguir las dos vertientes Esta es la acepción histórica de "daño moral". Este
o dos caras de la moneda como son la lesión en sí es el concepto restringido que le otorga la más
misma -el golpe en la cabeza- de sus consecuencias. autorizada doctrina, que se enraíza en la tradición
El concepto daño comprende ambas situaciones. En romana, al definir al llamado daño "moral" como
el concepto daño moral, en cuanto sinónimo de pretiu11l doloris. ¿O resulta acaso que el dolor o
dolor o sufrimiento, no se incluye la lesión en sí sufrimiento es la única manifestación del daño a la
misma -daño biológico- ni las otras varias y graves persona?
consecuencias diferentes al "dolor" o" sufrimiento"
que experimenta la persona. En síntesis, Pizarra no acepta que los daños a la
persona se llamen por su nombre y que se les
Por nuestra parte, como lo hemos puesto de designe como lo que son, es decir, como" daños a la
manifiesto en anteriores trabajos y lo venimos persona", sino que prefiere nominarlos como" daños
reiterando, el mal llamado "daño moral" es sólo un morales", para lo cual" estira" el tradicional concepto
daño emocional, es decir, de raigambre sicológica de daño moral para que sus tradicionales estrechas
que, sin embargo, no llega a constituir una psicopatía fronteras se extiendan y dilaten al máximo posible,
aunque, teóricamente, podría derivar en ella si es al punto tal de comprender dentro de ellas una
que el dolor es persistente, intenso y depresivo, por multitud de daños a la persona que tienen de suyo,
ejemplo .. una significación diversa a la de daño "moral".
Según esta pretendida, nueva y amplia concepción
Citaremos, por reciente e ilustrativo, el caso de un del daño moral, la pérdida de una pierna, un trauma
conocido y valioso profesor de la Universidad de psíquico o un daño al proyecto de vida serían, en vez
Córdoba, en la Argentina, quien insiste en incluir los de "daños a la persona", simplemente diversas
más variados daños a la persona dentro del concepto manifestaciones del "daño moral".
de daño "moral". En tiempos recientes, en un
documentado libro titulado "Daño moral", Ramón El ser humano, lo hemos reiterado con frecuencia, es
Daniel Pizarro es decidido partidario de otorgar al una unidad sicosomática sustentada en la libertad.
daño moral una connotación conceptual diversa a la Es decir, el ser humano está dotado de un cuerpo o
que siempre ha tenido, es decir, a la de significar tan soma, de una psique y de una inherente capacidad
sólo dolor o sufrimiento (pretium doloris), para, para ejercer su libertad en cuanto núcleo existencial.
superando esta tradicional y arraigada noción, de Es este complejo ente -cuya estructura no es sólo
suyo restringida, ampliarla al infinito para que, "moral" - el que puede ser dañado en cualquiera de
dentro ella, se comprenda la multitud de nuevos sus múltiples aspectos. No vemos, por ello, la
dailos que se pueden ocasionar a la persona. necesidad de seguir utilizando una restringida
noción, como es la de "daño moral" -que no es otra
En el citado libro, Pizarro afirma que "quienes cosa que pretiu11l doloris- para incorporar en estas
valoran al llamado daño moral a la persona como estrechas fronteras conceptuales todos los daños
daño extrapa trimonial-cualquiera sea la designación posibles e imaginables que se pueden causar a la
que se asigne- suelen caer en el grave error de persona. El daño al ser humano -en cuanto persona
concebir al daño moral como una noción restringida, para el Derecho- es lo que conceptualmente
circunscrita al pretiu11l doloris". Además, se muestra constituye el daño a la persona.
contrario a considerarlo -citando al autor de este
trabajo- como tan sólo un menoscabo transitorio, , La respetable tendencia conservadora que persiste
temporal, mitigable por el transcurso del tiemp026. en seguir empleando antiguos conceptos para
Sobre la base de una concepción amplia del daño designar nuevas realidades nos recuerda, tal como
moral, lo que supone a nuestro entender lo hetnós manifestado, a aquellos autores que, por
encontrarnos frente a un I:1Uevo y distinto concepto, much; tiempo, se negaban a designar, a lo que ellos
Pizarra descarta la concepción del daño a la persona mentaban como "persona moral", con su

2' PIZARRO, Ramón Daniel. Daño moral. Buenos Aires: Hammurabi, 1996. p. 83.

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denominación de "persona jurídica". Hubo que es- integridad sicofísica, a la estética, a la vida de rela-
perar un largo tiempo para que ello sucediera. Lo ción constituyen formas de lesividad, que pueden
mismo ocurrió con aquellos otros autores que se generar -según la índole de los intereses afectados
resistían a llamar a la "persona por nacer" como lo y de las proyecciones (patrimoniales o espirituales)
que es: un ser humano "concebido". de sus consecuencias- daño patrimonial o daño
moral (o ambos),,27. Es decir, Pizarro se ciñe a la
Tenemos la impresión de que aquel sector de la normatividad preexistente para desestimar la
doctrina que insiste en seguir utilizando el concepto genérica categoría de daño a la persona. Priman, en
de daño "moral" está más preocupado por supeditar este caso, los conceptos, las meras formas, sobre la
la realidad al rígido corsé de las normas y de los realidad de la vida humana intersubjetiva.
estereotipos, en vez de adecuar conceptos y normas
a la expresiva realidad que se tiene ante sí. En vez Otro pasaje del libro de Pizarro, por lo demás
de utilizar viejos moldes, antiguas formas elocuente para comprender la posición del profesor
conceptuales, construidos para contener otras de Córdoba, es aquel en el que estima que entre los
distintas realidades debemos, frente a nuevos objetos diversos términos que se utilizan en doctrina
y circunstancias de la vida, crear nuevos conceptos comparada para designar al daño moral-como son
y nuevas normas para mentarlos, describirlos y perjuicio moral, daño extra patrimonial, daño no
distinguirlos. Los conceptos, bien lo sabemos, son patrimonial, daño a la integridad espiritual- prefiere
"descriptivos" de los objetos que mentan; por lo que el de" daño a la integridad espiritual". Fundamenta
el concepto de daño "moral" fue creado en su esta preferencia en que ella "refleja más
momento para referirse a la realidad que conocemos acabadamente la esencia misma del menoscabo que
como "dolor" o "sufrimiento". Ante inéditas es siempre un "daño jurídico". Si para Pizarro la
realidades, por lo tanto, debemos emplear nuevos "esencia misma" del menoscabo que se genera por
conceptos, siempre descriptivos de su objeto. Por el daño "moral" es siempre jurídico, cabe
ello, ante los daños a la persona, que no se constriñen preguntarse entonces la razón por la cual sigue
al dolor o sufrimiento, debemos construir nuevos utilizando la expresión "moral" para referirse a lo
conceptos descriptivos de estas inéditas realidades. que, esencialmente y como él mismo lo reconoce, es
y qué mejor que designar estos daños con el genérico un daño "jurídico". De otro lado, al considerar el
y adecuado concepto de "daño a la persona". ¿O autor que" daño a la integridad espiritual" es el que
acaso para describir, aludir o mencionar estos daños goza de su preferencia entre los anteriormente
debemos usar otros conceptos que ya tienen una nominados, pareciera que sólo aprecia en el daño
especial significación, como es el caso del mal "moral" un aspecto espiritual, vinculado con el
llamado daño "moral? ¿Existe tan sólo un daño núcleo existencial de la persona, dejando de lado el
"moral" cuando el ser humano pierde una mano? daño sicofísico o sicosomático. El "daño a la
La respuesta es obvia. integridad espiritual" no es tampoco descriptivo de
su objeto, pues quedan fuera de sus lindes
Consideramos que un sector de la doctrina, más que conceptuales una multiplicidad de daños que,
atender a lo que acontece en la realidad de la vida preponderantemente, no son" espirituales,,28
para, a partir de ella y después de una debida
valoración, crear las pertinentes instituciones y A este propósito no podemos olvidar que el ser
normas reguladoras de la realidad, pareciera que se humano no es sólo espíritu. Es, también, naturaleza.
esfuerza por encasillar la vida en los moldes de una Por algo somos, en este último sentido, animales
normatividad existente en códigos o leyes especiales. mamíferos. El ser humano, enraizado en la
Decimos esto porque Ramón Daniel Pizarro expresa, naturaleza, adquiere dignidad por ser, además,
después de argumentar que los daños a la "persona" espiritual. Es decir, por su intrínseca calidad
deben ser designados como daños "morales", que ontológica de ser libertad. Una completa y correcta
"en síntesis, en nuestro Código Civil (el argentino) comprensión del ser humano lo debe aprehender en
sólo se establecen dos tipos de daño: daño esta su compleja realidad. Por ello, tiene razón ese
patrimonial (emergente y lucro cesante) y daño fino filósofo cristiano, que es Emmanuel Mounier,
moral". Por lo tanto, sujetándose a esta cuando sostiene que el "espiritualismo y el
normatividad, ya superada por la realidad de la moralismo" resultan "impotentes" para describir
vida, Pizarro concluye que "las lesiones a la lo que es el ser humano integral "porque descuidan

27 PIZARRO, Ramón Daniel, Daño moral, dt., pág. 85.

2S PIZARRO, Ramón Daniel. Daño moral. Op cit., en nota de la pág. 88.

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las sujeciones biológicas y económicas". Es así que concepto de daño moral por el más amplio y gené-
nos muestra, siempre con razón, que en este empeño rico de daño a la persona, en la medida que esta
resulta también impotente "en igual medida, el expresión refleja con mayor elocuencia los alcances
materialismo, por la razón inversa". Es así que, que la doctrina y la jurisprudencia le asigna a este
31
como expresa el autor, que es cierto que la vía del último concept0 . De acuerdo al pensamiento de
instinto y la explicación por la economía "son una Lorenzetti, la doctrina y la jurisprudencia deberían
vía de aproximación a todos los fenómenos inducir a los legisladores a adecuar la ley a las
humanos, inclusive los más elevados". Pero, añade nuevas realidades de la vida.
con precisión, que" en cambio, ninguno, ni siquiera
el más elemental, puede ser comprendido sin los Compartimos plenamente la posición de Lorenzetti,
valores, las estructuras y las vicisitudes del universo la misma que valoriza a la jurisprudencia como
personal, inmanen te en calidad de fin a todo espíritu fuente del Derecho y a la doctrina como vivero de
humano, y al trabajo en la naturaleza"z9 . constantes verificaciones de lo que sucede en la vida
para crear nuevas instituciones o perfeccionar las
Hay a~n más argumentos que se nos ofrecen para existentes para adecuarlas a la cambiante realidad.
explicar la posición adoptada por Pizarro. En efecto, La vida es dinámica. El Derecho, que es
en otro párrafo de su obra expresa el autor que, pese primariamente vida valorada y normada,. también
a lo argumentado con referencia al daño a la lo es. Reiteramos nuestra convicción de que todo lo
integridad espiritual, "preferimos utilizar el término que está en la vida social está en el Derecho.
daño (o agravio) moral por adecuarse mejor a
nuestras tradiciones y, además, por ser el que utiliza Los conceptos, en cuanto estructuras del
la ley a la hora de su regulación legal,,30 . En síntesis, pensamiento, son intencionales en cuanto se refieren
encontramos expuestos en este pasaje los dos a objetos de la realidad o a objetos creados por la
cardinales argumentos esgrimidos por Pizarro para imaginación. Así, designamos con el concepto de
seguir utilizando el concepto de "daño moral" en árbol una realidad del mundo, un objeto real, o con
vez de el de "daño a la persona": el respeto a la el concepto de unicornio un objeto ideal, que no se
tradición y la adecuación a la ley. Ciertamente, no halla en el espacio sino tan sólo en el tiempo. Con el
compartimos este punto de vista, pues ni una concepto "daño moral" hemos designado una
tradición, por más antigua que sea, ni una norma experiencia humana como es la de "dolor o
legal pueden detener el avance de la ciencia jurídica sufrimiento" en tanto respuesta a un daño sufrido.
cuando esta se ciñe a la realidad de la vida. La vida, Frente a daños al cuerpo, a la psique, a la libertad,
expresada en las conductas humanas intersubejtivas, que son contenidos diversos al de dolor o
es la que señalan el camino del Derecho después de sufrimiento, corresponde utilizar otro concepto,
ajustarse a una correcta valoración. Las normas diferente al de árbol, unicornio o daño moral, cada
regulan, valiosamente, una realidad humana uno de los cuales tiene una precisa referencia objetal.
preexistente. Debemos, por ello, en dinámica actitud A estos daños, que desbordan lo que se conoce como
sustituir todas aquellas normas que distorsionan, dolor o sufrimiento, corresponde, como hemos
desnaturalizan o desvirtúan la realidad de la vida, venido insistiendo, el concepto genérico, amplio,
que es donde se genera primariamente el Derecho. comprensivo, de "daño a la persona".

Quien, contrariamente a la posición adoptada por Es satisfactorio comprobar que, aparte de la nuestra,
Pizarro, no se resigna a seguir utilizando el se alzan otras autorizadas voces coincidentes con
inadecuado concepto de daño "moral" para designar nuestra posición tendente a incorporar el tradicional
el daño a la "persona" es el jurista argentino Ricardo concepto de daño "moral" dentro del más amplio y
Lorenzptti. Según este autor, el proceso evolutivo de comprensivo de daño a la "persona". No se trata en
la vida humana de relación nos sitúa en una estos casos de un capricho lingüístico, o de un
simultánea y paralela evolución del Derecho, en superficial afán de innovar por innovar o de atribuir
cuanto todo lo que está en la vida está en el Derecho. diversas "etiquetas" a un mismo objeto, sino que
Para Lorenzetti, la lenta y paulatina evolución del esta actitud responde primariamente a una
Derecho justificaría la sustitución del restringido comprensión de lo que estructuralmente es el ser

2" MOUNIER, Emmanuel. EJ personalismo. Buenos Aires: Editorial EUDEB~A, 1962.,p. 15,.,,: ~

30 PIZARRO, Ramón Daniel. Daño moral. Op cit., en nota de la pág. 88,89.

31 LORENZETTI, Ricardo. El daño a la persona (Solución de casos de colisión de Derechos Fundamentales), En: La Ley. D-IOl3-n° n.
Buenos Aires, 1995,

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193
humano. Como lo hemos sostenido en otras sedes, es, genéricamente, un daño a la persona. Los otros
a través de los años, quien no conoce, lo mejor que daños son daños a las cosas, a los objetos mundanales.
sea posible, lo que es el ser humano, no está en Esta posición, desde la década de los ochenta, la
aptitud de comprender lo que sea el instrumento a hemos reiterado en todos los trabajos que hemos
su servicio denominado "Derecho". No se puede dedicado al daño a la persona así como los referidos
concebir al Derecho sin colocar al ser humano, tal al daño psíquico y al daño al proyecto de vida. A
como es él, en el centro del sistema. No es ellos nos hemos referido en su lugar.
teóricamente posible proteger al ser humano,
individual y socialmente considerado, sino se conoce Son cada día más numerosos los autores que, tanto
a cabalidad el objeto a proteger. El conocimiento del en Europa como en Latinoamérica, se han
ser humano, eje y centro del Derecho, es previo a un convencido del acierto y pertinencia lingüístico-
conocimiento del universo jurídico. conceptual de utilizar la expresión "daño a la
persona" para designar con este concepto todos los
Estimamos de sumo interés continuar variados daños que se pueden ocasionar al ser
reflexionando, con apertura mental y con serenidad humano. En esta oportunidad nos referiremos a los
científica, en torno a los argumentos que sobre este autores latinoamericanos pues de los europeos nos
específico tópico de daño a la persona y sus alcances, hemos ocupado en precedentes trabajos sobre la
vierten juristas de reconocida trayectoria académica materia.
y prestigio internacional, alcanzado por el mérito
de sus obras y de sus intervenciones en certámenes Con ocasión del Congreso Internacional realizado
científico-jurídicos. Nos referimos, entre otros, a en la Universidad de Lima en setiembre de 1994
destacados profesores como Jorge Mosset Iturraspe para conmemorar los diez años de vigencia de
y Carlos A. Parellada, de la Argentina, Gustavo nuestro Código Civil, Mosset Iturraspe se ocupó del
Ordoqui Castilla, del Uruguay, Pietro Rescigno y importante y polémico tema referido al concepto y
Francesco D. Busnelli, , de Italia, Víctor Pérez Vargas, alcances del daño moral en su relación con el daño
de Costa Rica, Clovis do Couto e Silva, del Brasil. a la persona. En dicha oportunidad el maestro
Todos ellos, y otros más, enfatizan sobre el acierto argentino destacó la clara distinción que existe entre
del Código Civil peruano de 1984 al haber el daño a la persona y el daño moral. En su ponencia
incorporado en su artículo 1985 el daño a la per- sobre «El daño a la persona» expresa que «la sanción
sona, sin limitación alguna, así como los aportes de del Código Civil del Perú de 1984, con su artículo
la doctrina nacional en cuanto a este tema y, 1985, al separar el daño a la persona del daño moral,
puntualmente, sobre el concepto y consecuencias logró un resultado sorprendente: permitió que el
del "daño al proyecto de vida". Del mismo modo, velo que oscurecía nuestra visión cayera; que los
se hace referencia al nítido distingo entre el daño a prejuicios o preconceptos que nos ataban a una
la persona y el daño moral. clasificación decimonónica fueran dejados de lado;
posibilitó el paso del conceptualismo al realismo, en
5. DAÑO A LA PERSONA Y DAÑO una materia tan humana y sensibilizada» 32.
MORAL EN LA DOCTRINA JURÍDICA
LATINOAMERICANA Mosset Iturraspe fue enfático al sostener con toda
razón en dicha oportunidad que «la reparación del
Desde que empezáramos a tratar el tema del daño a dolor es ahora un capítulo pero no toda la materia»
la persona comprendimos que el mal llamado daño y que «con el dolor o sin él, se debe respetar la
moral, en cuanto dolor o sufrimiento (pretium doloris), intimidad, la salud, entendidos de una manera plena
era un daño psíquico, más precisamente emocional, e integra!». Por ello, sostiene con clara percepción
por lo que quedaba comprendido, como lo hemos que «el centro de la cuestión no es más el dolor: es el
reiterado, dentro del genérico daño a la persona. El hombre, la persona, su dignidad, sus virtualidades,
. 33
daño a la persona, como lo hemos manifestado, es sus apetenCIas» .
un daño psicosomático cualquiera o un daño a al
ejercicio de la libertad en cuanto "proyecto de vida". Por todo lo expuesto Mosset Iturraspe, en su ponen-
Por lo tanto, como es comprensible, todos y cualquier cia «Más allá del daño moral: el daño a la persona»,
daño al ser humano, cualquiera sea su especie o tipo, puede sostener con sólidos argumentos que la ex-

32 MOSSET ITURRASPE, Jorge. El dañO a la persona en el Código Civil peruano. En: Los diez años del Código Civil peruano: balance

y perspectivas. Tomo I. Lima: W.G. Editor, :1'995. p. 213.

33 MOSSET ITURRASPE, Jorge. El daño a la persona en el Código Civil peruano, Op cit. p. 213.

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194
presión «daño moral» es «una antigualla, el daño ¿A qué obedece que Mosset Iturraspe haya percibi-
moral es un resabio de otros tiempos que ha perma- do, con tal nitidez conceptual, los alcances del daño
necido por nuestras debilidades, por nuestras tor- a la persona así como la definida distinción entre
pezas», por nuestro «aferrarnos a las tradiciones daño moral y daño a la persona? La respuesta fluye
jurídicas»3.j . de manera rápida. Mosset Iturraspe no pertenece a
la categoría de juristas dogmáticos que sólo nave-
Continuando con su lúcido análisis del problema gan, dotados de conocimientos y con suma destre-
concerniente al daño moral, el prestigioso autor za, por los vericuetos y meandros normativos del
argentino estima que algunos autores se resisten a derecho. Por el contrario, él no se desplaza única-
eliminar en los Códigos Civiles la específica categoría mente a nivel de la Dogmática Jurídica para com-
del daño moral, sustituyéndolo por el más amplio y prender las cimas y las simas del Derecho. Mosset
comprensivo concepto de daño a la persona, sólo por Iturraspe no se deja atrapar por la red de las cons-
razones vinculadas «con su prestigio, con su abolengo, trucciones conceptuales con despreocupación por
con su tradición jurídica». Alejándose de esta posición, sus contenidos humanos y por los valores en ellos
el profeso}" Mosset Iturraspe reiteró en aquella ocasión vivenciados. El profesor de Santa Fe y Buenos Aires,
que « hay que dejar de lado la categoría del daño sin dejar de lado la dimensión normativa del
moral, hay que omitirla de los códigos para sustituirla Derecho, la trasciende, única manera que nos permite
por la de daño a la persona». La afirmación del obtener una visión global y completa del Derecho,
profesor santafecino se sustenta en varias alejada de toda distorsión unilateral.
contundentes razones como son, entre otras, que «el
daño moral, en primer lugar, es absolutamente Al trascender la pura e imprescindiblenormatividad,
impreciso desde sus orígenes, desde su denomina- Mosset lturraspe encuentra al ser humano, de carne
ción, desde su comprensión». Al inquirir por lo que y hueso, artífice y destinatario del Derecho. Se tropieza
significa realmente el daño moral se respondía, con con una persona que no es otra cosa que una unidad
realismo, «que el llamado daño moral no es otra cosa sicosomática sustentada en su libertad. Asume al ser
que un simple daño jurídico, un daño a la vida de humano en su bidimensionalidad estructural y lo
relación que otro me causa». De ahí se puede sostener concibe como un ser espiritual que vivencia valores.
con Mosset Iturraspe, con toda verdad, que el Visto el Derecho desde estas fundamentales
denominado daño moral «no es un problema de perspectivas, es decir, de la existencial y de la
eticidad resentida, de mi moral que me reprochan. valorativa, es posible, con facilidad, comprender cómo
No es moral, es jurídico. ¡Y se llama moral!»35. el daño al proyecto de vida, que compromete la
libertad del ser humano, es el daño más grave a que
Habría que recordar en este caso que, por razones puede estar sometida la persona. Y sólo también, al
tradicionales, a la persona que actualmente se considerar al ser humano como una unidad
identifica como «jurídica» se le designó, tal como lo sicosomática, se puede comprender, con igual
hemos recordado, como «persona moral». facilidad, que elmal llamado daño "moral" ,en cuanto
Felizmente los juristas fueron, poco a poco, dolor o sufrimiento, es decir, en tanto daño emocional,
eliminando de su léxico la expresión «persona moral» integra el genérico concepto de daño a la persona. ¿O
para designarla como lo que es, es decir, una persona es que lo moral no es inherente a la persona?
«jurídica», una persona para el Derecho. Ante esta
saludable reacción frente a una equivocada tradición, En esta misma posición en cuanto a los alcances del da-
cabe esperar que los juristas, por idénticas razones, ño moral se sitúa el destacado jurista uruguayo Gusta-
abandonen, aunque sea lentamente en el tiempo, la vo Ordoqui Castilla. Sostiene, con meridiana claridad,
expresión «daño moral» para aludir a un específico que «el daño personal es un concepto genérico dentro
«daño jurídico» que, en el caso bajo tratamiento, del cual el daño moral no es nada más que una especie,
consiste en un «daño a la persona», obviamente de pues existen toda una serie de lesiones a la persona, en
naturaleza jurídica. Es, en síntesis, un daño jurídico las que no se afecta básicamente su sentimiento, no se
que lesiona a la persona en cualquiera de sus causan sensaciones de dolor, pero no obstante se afecta
múltiples «maneras de ser». a la dignidad o a la integridad de la persona» 36. Para

J. MOSSET lTURRASPE, Jorge. Mas allá del daño moral: el daño a la persona.·,E~:Los dt~z años del Código Civil peruano: balance y
perspectivas. Tomo II. Lima: W ..(; Editor, 1995. p. 408. . . e ~ •

" MOSSET ITURRASPE, Jorge. Mas allá del daño moral: El daño a la persona. Op cit. p. 406-407.

Jh ORDOQUI, Gustavo. Pautas y criterios para la evaluación judicial del daño a la persona. En: Los diez años del Código Civil peruano:

balance y perspectivas. Tomo II. Op. dl. p. 413.

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38
Ordoqui, como para muchos otros juristas de nues- niente a la Responsabilidad Civil • En efecto, en el
tro subcontinente, en el daño moral «se destaca la proyecto que está en proceso de elaboración se ha
existencia de una lesión psíquica, una afección a los eliminado la voz "daño moral" en los artículos
sentimientos, una sensación de dolor, de sufrimien- citados, habiendo sido sustituida por la de "daño a
to, que tiene la fuerza, intensidad y duración, que la persona". Esperemos que esta posición, en su
dependerá de la persona». Es decir, y como también momento, sea acogida por la Comisión de Refor-
lo anota el autor, «lo que se afecta concretamente es ma.
un estado de ánimo», por lo que el «daño moral se
caracteriza por ser esencialmente transitorio, y tien- Mosset Iturraspe, reflexionando sobre el tema del
de a desaparecer con el tiempo» 37. Nos complace la Derecho de Daños se pregunta, con impecable lógica,
coincidencia de puntos de vista existentes entre el en torno a ciertas dogmáticas afirmaciones: «¿Por
enjundioso profesor uruguayo y el autor de este qué daños y perjuicios o esa otra, que todavía
trabajo. seguimos repitiendo, que hay que tener en cuenta la
moral y las buenas costumbres? Pero qué es la
Como se advierte del análisis de todos los agudos moral sino las costumbres, y las buenas costumbres
como profundos comentarios vertidos por sonIa tradición».39 En efecto, son todavía numerosos
profesores latinoamericanos, anteriormente los hombres de Derecho que no consideran que en el
glosados, es cada día mayor el número de autores concepto "daño" se integran la lesión, considerada
que comprenden que el llamado "daño moral" es en sí misma, o daño-evento, y las consecuencias o
tan sólo un aspecto del más genérico daño a la perjuicios derivados de la misma, o daño-
persona, tesis que venimos sosteniendo con consecuencia. Ambas situaciones vendrían a ser
insistencia desde la década de los años ochenta, como las dos caras de una misma moneda, pues si
época en que replanteamos la sistematización del no hay lesión no hay perjuicios y viceversa. De otro
daño a la persona. lado, también no es infrecuente apreciar como
conceptos equivalentes los de "moral" y "buenas
Es por todo lo expresado en precedencia que Mosset costumbres". Estimamos, con Mosset Iturraspe, que
Iturraspe, refiriéndose a nuestro Código Civil de la moral es subjetiva mientras que las costumbres
1984, considera que «tal vez lo que ha faltado en el constituyen la llamada moral social.
Proyecto del 84, y yo desearía que no faltara en esta
reforma que está en gestación, es el coraje, la deci- Mosset Iturraspe, luego de recordarnos los dos casos
sión que a veces hay que tener para romper esas antes citados, donde los juristas acríticamente rinden
fórmulas que tienen una larga tradición jurídica culto a una equivocada tradición, concluye
como rompimos las fórmulas de los daños y perjui- expresando que esa misma muletilla, que aprendió
cios». En relación con la justa preocupación expre- desde sus primeros años de estudiante, es la que se
sada por Mosset Iturraspe es del caso recordar lo repite tratándose del «daño mora!». Y luego de esta
que en párrafos anteriores hemos explicado en el comprobación es dable preguntarse si seremos
sentido de que, pese a nuestra convicción de elimi- capaces los juristas peruanos de dar un salto de
nar el concepto de" daño moral" como voz autóno- calidad a fin de atender los fundados reclamos que
ma en los artículos 1984 y 1985 de nuestro Código nos formula el maestro Mosset Iturraspe, los que no
-desde que esta voz se integra dentro de la de fueron escuchados en el momento en que se elaboró
"daño a la persona" -, ello fue imposible porque por el Código Civil de 1984. Estimamos que en la
aquella época no todos los codificadores veían aún actualidad, dada la actitud unánimemente a,sumida
con suficiente claridad la novedosa distinción de por los miembros de la Sub Comisión de reforma de
género a especie que existe entre" daño a la perso- la parte correspondiente a la Responsabilidad Civil
na" y" daño moral". Como apreciaremos más ade- en el Código vigente, antes reseñada, podríamos
lante, esta situación ha sido ya superada a nivel de considerar que existe la probabilidad de que
la Sub Comisión encargada de redactar el proyecto logremos tan ansiada meta. Así, obtendríamos
de enmiendas al Código Civil de 1984 en lo concer- atender la razonable crítica del eminente jurista

37 ORDOQUI, Gustavo. Pautas y criterios para la e"aluación judicial del daño a la persona. En: «Los diez años del Código Civil peruano;

balance y perspectivas». Tomo II. Op. cit. p. 413.

JH La referida Sub Comisión, cuya coordinación corre a cargo de quien esto escribe, está ín~graªa por el doctor Carlos Cárdenas Quirós.

Participan en ella los asesores doctores Gastón Fernández Cruz, Lizardo Taboada y Eduardo Seminario Stulpa.
6

MOSSET !TURRAPE, Jorge. Mas allá del daño: el daño a la persona. En: Los diez años del Código Civil peruano; balance y perspectivas.
34

Tomo Il. Op cit. p.413.

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196
argentino cuando, refiriéndose al artículo 1985 del después de declarar que su exposición sobre el
Código Civil peruano -que menciona independien- tema se sustenta" en las corrientes del pensamiento
temente «daño la persona» y «daño moral»- ad vier- jurídico superadoras de quienes restringen el Dere-
te que «esta actitud contradictoria o si se quiere cho asu dimensiónnormativa,,4o , sostiene con acier-
pleonástica, que es una reiteración, una repetición to que" el compromiso de conferir efectiva vigencia
en el modo de enfocar el mismo menoscabo». Como al principio de la reparación integral en materia de
se desprende de lo escrito en estas páginas compar- daños a la persona presupone una opción
timos plenamente la posición puesta de manifiesto axiológica,,41 En estos dos conceptos Iribarne deja
por Jorge Mosset Iturraspe. sentado que para comprender que es el Derecho
hay que partir de la vida humana y de su
Frente a la justa y lógica observación de Mosset consiguiente valoración axiológica, ya que estas
Iturraspe, cabe entonces hacer patente, a su vez, dos dimensiones son previas a una formulación
nuestra frustración al no haber podido, pesE:: a nuestra normativa. Si nos aferramos a una concepción
propuesta, superar dicha contradicción cuando formalista, que reduce lo jurídico a la ley, por lo que
formul,ábamos el Código Civil de 1984. El ambiente, no está en ella contenido no interesa al Derecho, se
en aquel entonces, no era propicio. Cuando nos comete, a nuestro entender,. un grave error de
hallamos en el umbral de un nuevo milenio estamos enfoque, a partir del cual jamás se comprenderá el
convencidos de que los juristas peruanos estamos en significado y trascendencia del daño a la persona.
condiciones para dar un paso a tan importante como Para aprehender en profundidad la cuestión atinente
es el reajuste conceptual de los citados numerales al dallo a la persona hay que situarse dentro de una
1984 y 1985 del Código Civil. Esperamos, con perspectiva tridimensional y personalista del
convicción, que ello ocurra en un próximo futuro. Se derecho.
ha logrado un avance importante cuando la Sub
Comisión encargada de elaborar las enmiendas a la El otro concepto en el que incide Iribarne es aquel
parte de la responsabilidad civil de nuestro Código, que traduce el propósito, justo y lógico, de lograr a
como está dicho, ha acordado subsumir el concepto través de la normatividad una reparación integral
de daño moral dentro del más genérico de daño a la de los múltiples daños a la persona, más allá del
persona. De ahí que ha eliminado toda referencia restringido concepto de daño moral o del de otras
específica al daño moral en el proyecto que viene específicas denominaciones. Estas voces, que
preparando y que, en su oportunidad, someterá al circularon tanto en la doctrina como en la
pleno de la Comisión de Reforma. En este sentido, de jurisprudencia antes que se tuviera una visión
aprobarse el proyecto, se modificaría la redacción de integral y una adecuada sistematización del daño a
los artículos 1984 y 1985 del Código Civil y todos la persona, se refieren a lesiones o agravios a
aquellos que les son concordantes. determinados aspectos del ser humano, los mismos
que en la actualidad son asumidos dentro del
Como se advierte de todo lo precedentemente genérico concepto de "daño a la persona". Fue así
expuesto, el enfoque y los argumentos esgrimidos que, para referirse a una determinada lesión a un
por Mosset Iturraspe y Ordoqui Castilla son aspecto del ser humano, se pusieron en circulación
decisivos para una mejor comprensión del asunto voces tales como las de "daño estético", "daño
referente a los alcances y destino del mal denominado sexual" o "daño a la vida de relación", para citar tres
daño "moral". Por ello, consideramos que no es de las más socorridas denominaciones que
necesario agregar nada más a la fina percepción de encontramos tanto en la doctrina como en la
tan lúcidos juristas en lo que atañe a la inclusión del jurisprudencia allratar del daño a la persona.
concepto de daño moral dentro de la genérica
categoría de daño a la persona. Al nivel histórico en que nos hallamos, tales
específicos daños, que inciden en la salud o bienestar
6. OPINIÓN DE LOS COMENTARISTAS del ser humano, han sido sistemáticamente asumidos
SOBRE EL TRATAMIENTO DEL DAÑO A LA dentro del genérico y comprensivo concepto de
PERSONA EN EL CÓDIGO CIVIL DE 1984 daño a la persona. Ello no significa, por cierto, que
tales daños hayan desaparecido. Como es obvio,
El jurista argentino Héctor Pedro Iribarne en el siguen existiendo, aunque han perdido la autonomía
pórtico de su libro "De los daños a la persona", sistemática que se les pretendió otorgar.

.0 IRIBARNE, Héctor Pedro. De los daños a la persona. Buenos Aires: EDIAR, 1993. p.7.

•1 IRIBARNE, Héctor Pedro. De Jos daños a la persona. Op. cit. p. 7.

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Las expresiones de Iribarne vertidas en 1993, fecunda del daño a la persona fue defendida en el
que hemos glosado en precedencia, coinciden Perú (... ) y de ahí se extendió a toda América» 44.
plenamente, como se advierte, con la decisión Mosset Iturraspe, con fina percepción y visión pro-
de incorporar al Código Civil peruano de 1984 funda sobre el ser humano y el Derecho, dotado de
la ilimitada reparación del daño a la persona y sensibilidad humanista, logra penetrar, con rapidez
con el propósito de superar el restringido con- y destreza, en lo que significa el "daño al proyecto
cepto de "daño moral" para lograr la más am- de vida" que es el más hondo y radical núcleo del
plia e integral protección del ser humano frente daño a la persona. Por ello puede afirmar, sin titu-
a cualquier tipo de daños que se le pudiera. beos, que el daño al proyecto de vida es un hecho de
causar, sin excepción alguna. "tal magnitud" que tendría como fatal y grave con-
secuencia el truncar la plena realización de la perso-
Alberto Bueres reconoce, al menos, un valor y un na.
resultado a la doctrina que, en años recientes, ha
venido trabajando para elaborar la noción de daño Estimamos que Mosset Iturraspe, a través de certeras
a la persona a fin de comprender en ella no sólo el como lúcidas apreciaciones, coloca el "daño al
dolor o sufrimiento sino toda la inmensa gama de proyecto de vida" en el lugar que le corresponde
daños que puede sufrir el ser humano en cuanto dentro de la múltiple gama de daños a la persona. Es
unidad sicosomática sustentada en su libertad. En decir, lo ubica como el más devastador daño que se
este sentido, manifiesta que la doctrna y la le pueda ocasionar a una persona en la medida que
jurisprudencia producida sobre el daño a la persona compromete su libertad, su más honda vocación y
"han tenido el innegable valor de alertar a los su futuro.
juristas sobre la necesidad de pasar de un anacrónico
y por demás injusto sistema de tipicidad del ilícito El maestro italiano Pietro Rescigno, por su parte,
a un sistema de atipicidad del ilícito", es decir, del coincidiendo con numerosos comentaristas, en su
42
dañ0 . calidad de miembro del panel que se constituyó con
ocasión del Congreso Internacional sobre "El Código
Jorge Mosset Iturraspe, en un trabajo publicado en Civil peruano y el sistema jurídico latinoamericano"
1992, expresa que los aspectos más sobresalientes en reunido en Lima en 1985, al referirse y comentar la
las cuestiones generales sobre la temática de la incorporación de la reparación del daño a la persona,
persona en los últimos cinco años, son «la aparición sin limitación alguna, dentro del Código Civil
del denominado daño a la persona» y «el peruano anota, con la autoridad que se le reconoce
afianzamiento de la nueva comprensión o alcance a nivel internacional, que «debe señalarse la
del daño moral». Reconoce que el daño a la persona .
re1evanCla» d e 1 tema, 45 por 1o que " merece ser
es «una expresión o fórmula que ha nacido al conjuro retomado y desarrollado".
del artículo 1985 del Código Civil peruano de 1984».
Resalta, recogiendo el aporte de la doctrina nacional, De otro lado, el jurista costarricence Víctor Pérez
que el «daño a la persona, en su más honda acepción Vargas, al expresar la necesidad de introducir en el
(... ) es aquel que tiene como consecuencia la Código Civil de Costa Rica la Reparación Civil por
frustración del proyecto de vida de la persona». Y, daño a las personas, comenta que «convendrá
agrega, que «se trata de un hecho de tal magnitud detenerse a meditar sobre la oportunidad de regular
que truncaría la realización de la persona humana el daño a la persona, lo que habrá de hacerse dentro
de acuerdo a su más recóndita e intransferible del Libro de las Personas, que es ~l lugar
. , 43
vocaclOn» sistemáticamente adecuado». Y agrega que «la
doctrina, en particular italiana y peruana, ha venido
El profesor argentino pone de manifiesto, en otra afirmando la necesidad de una tutela integral del ser
publicación sobre el tema, que «la idea promisoria y humano con la introducción de la categoría del

42 BUERES, Alberto. El daño moral y su conexión con las lesiones a la estética, a la sique, a la vida de relación y a la persona en general.
En: Revista de Derecho Privado y Comunitario. No. 1 Santa Fe: Rubinzal.culzoni, 1992. p. 263-264.

43 MOSSET ITURRASPE, Jorge. El valor de la vida humana. 3ra. ed. Santa Fé: Rubinzal-Culzoní. p. 327.

H MOSSET ITURRASPE, Jorge. El daño fundado en la dimensión del hombre en su concreta realidad. En: Revista de Derecho Privado
y Comunitario. No. 1. Santa Fé: Rubinzal-Culzoni, 1992. p. 22.

45 RESCIGNO, Pietro. Comentarios allibr~ de Derecho de las Personas del nuevo Código civil peruano de 1984. En: El Código Civil

peruano y el Sistema Jurídico latinoamericano. Op. cit. p. 244.

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daño a la persona, visto éste como el que incide en artículo como el 1985, el mismo que obliga a reparar
el proyecto de vida frustándolo» 46. el daño a la persona sin limitación alguna. Busnelli,
en uno de sus enjundiosos y documentados traba-
Al comentar el tema concerniente al daño a la perso- jos, incide específicamente en este hecho cuando
na, Peréz Vargas enfatiza sobre el significado del sostiene que «otro aspecto importante de la moder-
aporte de la doctrina peruana al concebir que el nización de las técnicas de tutela de los derechos de
daño al proyecto de vida es el más profundo y la personalidad puede deducirse del artículo 1985,
decisivo que se puede causar al ser humano. Al que prevé la obligación de reparar el daño a la
respecto señala que «no basta indemnizar el daño persona, entendido este daño como una voz distinta
patrimonial y el daño moral: hay otro tipo de daño tanto del lucro cesante (derivado, por ejemplo, de
extra patrimonial, donde la incidencia no es sólo una disminución de la capacidad de trabajo), cuanto
afectiva, sino que se da sobre la más importante del daño moral en sentido estricto (que se resuelve
proyección libre de la persona, su propio proyecto en los sufrimientos psíquicos, en las perturbaciones
de vida». Peréz Vargas resalta el hecho de que «en ' .
d e anImo, ) 49 .
etc.»
este cal1}po, el nuevo Código civil peruano establece
el deber de indemnizar por el daño a la persona, Reviste singular importancia que uno de los más
independiente del daño patrimonial y del daño eminentes tratadistas contemporáneos sobre el daño
moral» 47. a la persona, como es el reconocido caso del profesor
Busnelli, coincida y avale la posición asumida por la
El mismo autor, haciéndose eco de la crítica de doctrina nacional. Es decir, en el sentido que la
orden sistemático que formuláramos en su protección a la persona no se limita a resarcir los
oportunidad sobre la ubicación del daño a la persona daños que afectan solamente las rentas del trabajo,
en el sentido que se debió haber recogido en el Libro o sea al hombre trabajador o propietario, sino que se
sobre el Derecho de las Personas, más precisamente debe reparar cualquier lesión que se infiera al ser
en el artículo 17 y no en la parte correspondiente a la humano, cualquiera sea su actividad.
Responsabilidad Extracontractual, señala que <<lo
importante es que el nuevo texto (artículo 1985) El citado autor italiano, como muchos otros
establece el daño a la persona como categoría con destacados tratadistas de la materia, ha remarcado
relevancia autónoma y la posibilidad de reclamar su también, en coincidencia con Mosset Iturraspe y tal
reparación como derecho autónomo frente al que como se ha podido apreciar de la cita transcrita, que
corresponde al daño moral en sentido estricto o al el daño moral es sólo un aspecto del genérico daño
daño patrimonial». Concluye expresando que, «a a la persona.
pesar de las críticas de técnica legislativa por falta de
sistemática, no hay duda de que en esta materia el Busnelli considera que el alcance del artículo 1985
Código peruano se pone a la cabeza en el mundo, del Código Civil peruano permite y ofrece un nuevo
mejorando incluso la situación del Derecho italiano, criterio para una protección integral del ser humano,
reconociendo la específica tutela a otro derecho de de cualquier ser humano, ya sea infante, adulto,
la personalidad: el derecho a la construcción del anciano, desocupado, ama de casa, jubilado,
propio proyecto de vida» 48. religioso, etc. En este sentido hace notar que <<la
previsión del artículo 1985, en concordancia con las
El profesor italiano Francesco D. Busnelli, a quien normas del Libro Primero que delinean un sistema
tanto se le debe por el desarrollo doctrinario de protección de la vida y de la salud humana (arts.
alcanzado en la actualidad sobre el tema referido al 5 y siguientes) permite otorgar fundamento
daño a la persona, ha puesto en evidencia, en diversas normativo directo a un nuevo criterio de valorización
oportunidades, el acierto del codificador peruano al del daño a la persona, el que sirve para cambiar los
haber introducido en el Código Civil de 1984 un tradicionales criterios jurisprudenciales según los

", PÉREZ VARGAS, Víctor. Derecho Privado. San José de Costa Ríc;: PublitexS.A, 1988. p. 116.

'7 PÉREZ VARGAS,.víctor. La responsabilidad profesional médica por daños a la integridad física. En: El Código Civil peruano y el
Sistema Jurídico latinoamericano. Op. cit. nota 3 de la pág. 2 5 2 . , • ,
~. .
'" PÉREZ VARGAS, V!ctor, La responsabilidad médica por daños a la integridad físicá. ]::n: «Fléódigo civil pe~uano yel sistema jurídico
latinoamericano», cit., pág. 431. . .

44 BUSNELLl, Francesco D. La tutela de la persona humana: una comparación entre el Código argentino de Vélez yel nuevo Código Civil
peruano. En: «Tendencias actuales y perspectivas del Derecho Privado y el sistema jurídico latinoamericano». Lima: Editorial Cuzco,
1990, pág. 52.

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199
cuales, cuando un individuo sufre una disminución Es así como a través de los numerosos comentarios
física, el daño resarcible no es referido directamente que se han vertido de parte de juristas de diversos
a la lesión de la salud, sino a la consiguiente (y sólo países en torno a los desarrollos de la doctrina
eventual) violación de un interés económico del peruana sobre la categoría del daño a la persona, en
mismo individuo, con particular referencia a la falta especial del daño a la libertad o daño al proyecto de
de ganancia, normalmente determinado"en relación vida, así como sobre el enfásis puesto en diferenciar
a la capacidad de trabajo de cada sujeto» 50. el daño a la persona del daño moral, se pone de
manifiesto el avance que se ha producido en el
El jurista argentino Carlos A. Parella da, por su Derecho comparado con la incorporación, en nuestro
parte, destaca también la importancia del tratamiento Código Civil, del daño a la persona o daño subjetivo.
del daño a la persona dentro del Código Civil
peruano, el mismo que, según su opinión, sintoniza La novedad que supuso la íntroducción en el Perú,
con las nuevas corrientes de pensamiento que en la década de los ochenta, del daño a la persona
circulan entre los juristas en lo tocante a los alcances despertó ciertas perplejidades y hasta encontró la
de la Responsabilidad Civil, las mismas que centran oposición de algún especialista en lo que a
su preocupación en la reparación de la víctima. En Responsabilidad Civil se refiere. Estas explicables
este sentido reconoce que «es precisamente un mérito reacciones frente a una importante innovación
del Derecho peruano el haber captado la nueva línea duraron poco tiempo, pues se aquilató prontamente
del pensamiento, que inspirada en un humanismo la importancia del daño a la persona y se advirtió el
integral, persigue la traslación del eje distintivo del respaldo otorgado por la doctrina extranjera que,
daño según su objeto, de aquella concepción como se ha podido apreciar, fue elocuente y unánime.
patrimonialista a una nueva, ínspirada en el valor
esencial del ordenamiento jurídico: la dignidad e 7. EL DAÑO A LA PERSONA EN LA
integridad de la persona humana». Y resalta, en este RECIENTE JURISPRUDENCIA
orden de ideas, el daño a la persona «entendido en LA TINOAMERICANA
su profundo y significativo sentido de la frustración
del proyecto de vida de la víctima, el que conmueve Lamentablemente, el Derecho nacional presenta un
a tal punto el espíritu que implica un nuevo rumbo panorama sombrío si nos atenemos a su nulo
en la vida, pues la posibilidad de ser, de responder desarrollo jurisprudencia!. No es suficiente para
al llamado de la vocación, ha sido truncado por acto iluminarlo a plenitud los aislados esfuerzos de la
ilícito o incumplimiento del contrato» 51. doctrina y los avances que se observan a nivel
legislativo. Esta deplorable situación, que se arrastra
El recientemente desaparecido maestro brasileño por casi cincuenta años, es principalmente producto
Clovis V. de Couto e Silva, al referirse a la de la inestabilidad jurídica y política en que, desde
incorporación del daño a la persona y a la pluralidad hace varias décadas, está sumido el país por acción
de trabajos que sobre el particular se han elaborado de gobiernos autoritarios y dictatoriales. Ellos han
y en los cuales se acepta la nueva denominación, sometido a sus designios al Poder Judicial,
expresa que el alborozo y la satisfacción profundas contribuyend o de este modo a desalentar vocaciones,
que ello ha despertado, "constituye la mejor prueba a corromper conciencias, a impedir el pleno
de la acogida que el Código peruano tuvo, al desarrollo de la personalidad de los jueces valiosos
incorporar la nueva categoría»52. El maestro Couto y probos que lo integran.
e Silva expresó en un "Congreso Internacional sobre
Daños" reunido recientemente en Buenos Aires que, Bien lo sabemos, no sólo sobre la base de nuestra
a nivel latinoamericano, era la Argentina el país concepción del Derecho sino también por las
donde más y mejor se había desarrollado la teoría enseñanzas de la Historia, que poco o nada vale el
del daño en relación con las cosas, mientras que era desarrollo que experimenten la doctrina y la
el Perú aquél donde había ocurrido lo mismo en lo legislación si él no está acompañado de una acertada
que atañe al daño a la persona. y creativa jurisprudencia que aplique y ponga a

3<) BUSNELLI, Francesco Donato. La tutela civil de la persona humana: una comparación entre el código argentino de Vélez Sarsfield
y el nuevo Código Civil peruano. En: Tendencias actuales y perspectivas del Derecho Privado yel Sistema Jurídico latinoamericano. Op.
cit. p. 52.

51 PARELLADA, Carlos A. El daño a la persona. Las vías preventivas para su tutela eficaz: En: Revista de Derecho y Ciencias Políticas.
Lima: 1987-89. Vol. 47. p. 169.

"Las expresiones del ilustre civilista del Brasil se transcriben en el trabajo de Jorge Mosset Iturraspe: El daño a 1a persona en el Código
Civil peruano. En: Los diez años del Código Civil peruano: balance y perspectivas. T.1. Op cit. p. 213.

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prueba la legislación y que integre los vacíos que éste el caso del daño a la persona, de su sistemática
necesariamente presenta su ordenamiento legal. Si y, en particular, del daño al proyecto de vida ya que,
carecemos de jueces estudiosos, capaces, sensibles, como apreciaremos a continuación, empieza a ger-
satisfechos y probos nuestro Derecho continuará minar, con explicables imprecisiones, una cultura
sumido en el estado en que se encuentra. Si no indemnizatoria por los daños ocasionados al ser
disponemos de fallos bien fundamentados, humano. Los jueces han enriquecido su visión,
imaginativos, que rindan primariamente culto a la limitada en precedencia a resarcir los daños con
Justicia, veremos gravemente trabado nuestro consecuencias patrimoniales, es decir, el daño
despegue jurídico. Ello, pese a contar con algunos emergente y el lucro cesante y, eventualmente, el
notables juristas y con cuerpos legales que merecen "daño moral" entendido como pretil/m doloris.
elogios por sus aportes y su buena técnica.
En el ámbito latinoamericano y en el sentido antes
No obstante lo apuntado en precedencia, al acercarse indicado encontramos, entre otras, dos recientes
el fin del siglo XX es satisfactorio apreciar cómo en sentencias argentinas y una peruana a través de las
el ám~ito latinoamericano el daño a la persona, cuales se advierte cómo, paulatinamente, se
desarrollados por la doctrina su nueva sistemática incorpora al Derecho jurisprudencial o Derecho
y, en especial, el daño al proyecto de vida, empiezan vivo el daño a la persona y, en especial, el daño al
a ser acogidos por la jurisprudencia comparada. proyecto de vida. Al mismo tiempo, del análisis de
Pero se observa, además, cómo también se comienza dichos pronunciamientos se podrá apreciar cómo
a diferenciarse los alcances conceptuales de las también, aunque con relativa imprecisión, se
nociones de "daño a la persona" y de "daño moral". consolida la tendencia a indemnizar de modo
Del mismo modo es alentador comprobar cómo autónomo los daños que generan consecuencias
ciertos jueces, dentro de una correcta visión extrapatrimoniales de aquéllos otros de los que se
sistemática del daño a la persona, distinguen sus derivan perjuicios patrimoniales. Finalmente, yesto
diversos aspectos y manifestaciones para llegar a hay que relievarlo, se deslindan los alcances del
una reparación independiente de cada uno de ellos daño moral dentro de su tradicional acepción de
dentro de un monto final y global. Así, se fija una pretium doloris, con lo cual se incorpora esta
suma por el daño biológico, sea él predomi- tradicional figura dentro del amplio espectro
nantemente somático o síquico (considerando dentro conceptual del daño a la persona.
de esta voz el daño moral o emocional). Es decir, esta
reparación atiende la lesión en sí misma, mientras Pasamos, a continuación, a glosar y comentar
que otro monto está destinado a cubrir el daño a la brevemente tales sentencias, dictadas en los años de
salud o bienestar de la persona. Al lado de estas 1994, 1995 Y 1996, destacando en ellas el ejemplar
reparaciones es posible encontrar también una desarrollo alcanzado por la jurisprudencia argentina
reparación autónoma por el daño al proyecto de dentro del ámbito latinoamericano en lo concerniente
vida, si lo hubiere. A estos parciales rubros al Derecho de Daños.
indemniza torios por daños de consecuencias
extra patrimoniales deben agregarse las sumas a. Caso "Scaramacia, Mabel y otro contra la
derivadas de la indemnización establecida para provincia de Buenos Aires y otros"
compensar los daños materiales, es decir, el daño
emergente y el lucro cesante. Finalmente, la suma Una de tales sentencias se refiere al caso
de todos y cada uno de los indicados rubros arroja "Scaramacia, Mabel y otro contra la provincia de
el monto correspondiente a la indemnización global Buenos Aires, y otros sobre daños y perjuicios",
que fija el juez por los diversos daños sufridos por la fechada el 12 de setiembre de 1995. En esta causa
víctima. se presentan los cónyuges Mabel Alicia Scaramacia
y Carlos Alberto Kuko, por derecho propio y en
Somos plenamente concientes de que si una teoría o representación de su menor hijo Carlos Esteban
un concepto jurídico elaborado por la doctrina o Kuko, para demandar a Pedro Cáseres, a la policía
prescrito a nivel normativo no logra ser aplicado de la Provincia de Buenos Aires, a Mario Baldrich
por la jurisprudencia para declarar derechos o y José Luis Luzzi en su carácter de propietarios del
resolver conflictos entre conductas humanas local de baile denominado "Airport Discoteque".
intersubjetivas, debemos desestimarlos por inútiles. En síntesis, los progenitores de Carlos Esteban
El Derecho es creado por los seres humanos para Kuko reclaman a los demandados por daños y
convivir en paz, realizando valores, para desarrollar perjuicios ocasionados tanto a su hijo como a ellos
sus personales y colectivos proyectos de vida y para mismos. Nuestro comentario se limitará a los
resolver los conflictos que se presenten entre ellos aspectos del fallo vinculados con la temática que
cuando se atenta contra el sistema jurídico. No es nos ocupa.

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De autos apareCe que alrededor de las 03 horas del un volante por la izquierda, que era zurdo y que de
día 23 de marzo de,1989 Pedro Cáseres, policía de la acuerdo con sus condiciones "le habrían permitido
Provincia de Buenos Aires, fuera de servicio y en firmar contrato como jugador profesional". Los tes-
estado de ebriedad, protagonizó una riña con los tigos pertenecientes al club en mención declaran en
elementos de seguridad que guardaban el orden en el sentido que tenía "un gran futuro que se truncó
el mencionado local de baile situado en la ciudad de por la lesión".
Buenos Aires. Cáseres, en el calor de la reyerta,
extrajo una pistola automática calibre 9 x 19, marca El Presidente de la Comisión de Fútbol del Club
Browning, y disparó desde el primer piso (planta Atlético Platense afirma en autos que" después de la
baja) hacia el segundo piso donde se encontraban lesión su rendimiento no era el mismo" por lo que lo
numerosas personas y, entre ellas, el menor Carlos retrogradaron a una división inferior. Se señala que
Esteban Kuko de 17 años de edad. "su ubicación táctica y su condición de zurdo realzan
la entidad del perjuicio por cuanto el accidente
Carlos Esteban Kuko, a consecuencia de los disparos afectó su pierna izquierda" Es decir, se frustró su
efectuados por el policía Pedro Cáseres, resultó diseño de proyecto de vida y, sobre todo,
herido en la cara anterior del muslo izquierdo con experimentó una evidente pérdida de "chances" u
sección de la arteria femoral sin salida del proyectil, oportunidades de obtener en el futuro beneficios
el mismo que quedó alojado en el cuerpo del menor, vocacionales y económicos.
y con dispersión de una esquirla incrustada en el
fémur de la víctima. En la pierna izquierda aparece En la sentencia, que es firmada entre otros
una cicatriz de dieciséis centímetros de largo por magistrados supremos por dos reconocidos, y por
tres de ancho, presentando trayectos varicosos y en nosotros conocidos tratadistas, como son Augusto
el maleolo interno se observa una importante lesión Belluscio y Gustavo Bossert, se expresa que "la
trófica de la piel. También se evidencia una Corte ha sostenido que cuando la víctima resulta
disminución del tono muscular del agraviado a disminuida en sus aptitudes físicas o psíquicas de
nivel de los gemelos y una diferencia de diámetro manera permanente, esta incapacidad debe ser objeto
entre ambas piernas medida a la altura media de los de reparación al margen de que desempeñe o no una
gemelos, la que alcanza cuatro centímetros . Así actividad productiva pues la integridad física tiene
mismo, presenta dolor en la pantorrilla al efectuar la en sí misma un valor indemnizable y su lesión
dersiflexión del pie. Todo ello hace que la capacidad afecta diversos aspectos de la personalidad que
funcional de la pierna izquierda sea muy inferior a hacen al ámbito doméstico, social, cultural y
la derecha. deportivo con la consiguiente frustración del
desarrollo pleno de la vida".
Según el médico legista que examinó a la víctima
existe, además, la posibilidad de una lesión ulcerosa
En la declaración antes glosada es del caso señalar
a nivel del maleo lo interno. El estado en que quedó
algunos aspectos que denotan de parte de los jueces
el menor Kuko después del daño produce "una muy
de un notorio cambio en lo concerniente al Derecho
importante disminución de la actividad deportiva
de Daños. En primer término, cabe destacar que la
que desempeñaba el actor". De otro lado, se señala
Corte, para fijar la reparación por el daño a la
que el "síndrome varicoso provoca una alteración
persona, no toma en consideración el que ella
estética notoria que requiere y requerirá en el futuro
desempeñe o no una actividad productiva, es decir,
un control médico periódico y eventualmente una
prescinde de la condición del hombre prodúctor de
intervención quirúrgica ... ". Las afecciones antes
renta, del horno faber. La reparación, por ello, atiende
reseñadas "producen una disminución del 55% de
al simple hecho de que la víctima es un ser humano,
la funcionalidad de la pierna izquierda que equivale
al 33°j" del total". por lo que la integridad sicosomática tiene un mismo
valor indemnizable cualquiera sea la actividad de la
Carlos Esteban Kuko se dedicaba a la práctica del víctima. Esta decisión resulta digna de elogio en la
fútbol en un club de la primera división y su proyecto medida que, dentro del ámbito latinoamericano,
de vida era la de ser un jugador profesional. tiene el acierto de superar una visión materialista
Pertenecía a los jóvenes jugadores del Cl1;lb Atlético del ser humano, cuyo valor se circunscribe al hecho
Pla tense y, según los diversos testimonios que obran de ser un ente productor de riqueza, al concebir al
en el expediente, era un magnífico jugador que llegó ser humano de una manera integral cuyo valor no
a participar en la preparación de pretemporada del depende de que sea o no productor de renta. La
equipo de primera división. Uno de los testigos, que decisión de la Corte Suprema se inscribe, de este
se desempeñaba como Presidente de la Comisión de modo, dentro de una concepción humanista o
Fútbol del mencionado club, declara que Kuko era personalista del derecho.

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En segundo término, es del caso destacar la autono- por el daño-consecuencia (salud o bienestar). A
mía que los magistrados conceden al daño-evento, nuestro juicio, dentro de una buena sistemática
o sea a la lesión considerada en sí misma, al diferen- indemnizatoria, hubiera sido preferible que, para
ciarla de sus consecuencias en la salud o bienestar los efectos de la fijación de las sumas reparatorias, se
de la víctima del daño. En efecto, en la parte de la independizaran estos dos específicos daños. Es de-
sentencia que hemos transcrito en el párrafo ante- cir, separar el monto de la reparación por la lesión en
rior, se dice que la "lesión afecta diversos aspectos sí misma del asignado a su repercusión o gravita-
de la personalidad" para luego referirse a estos ción en la salud o bienestar de la víctima.
últimos como aquellos relacionados con el ámbito
doméstico, es decir, vinculados con la vida familiar Es dable llamar la atención en el hecho de que en la
y cotidiana, con la vida de relación, con las activida- sentencia se distingue con toda claridad el daño a la
des culturales y deportivas del lesionado. Final- persona con consecuencias extrapatrimoniales de
mente, la sentencia distingue tanto la lesión "en sí aquel que tiene efectos patrimoniales.
misma" o daño biológico como el daño a la salud, de
lo que significa "la frustración del desarrollo pleno Es conveniente apuntar que, para fijar la
de la vida", concepto en el que se comprende, según indemnización causada por la lesión en la salud o
sea el caso, la frustración del proyecto de vida o la bienestar de la víctima, la Corte aclara que el
pérdida de "c/lances". Y, obviamente, todas estas "Tribunal ha utilizado un criterio reiterado en el
voces, referidas al genérico concepto de daño a la sentido de que no cabe atenerse estrictamente a
persona, se diferencian en la sentencia de otro aspecto criterios matemáticos ni a los porcentajes de
del mismo como es el daño "moral" o, mejor dicho, incapacidad fijados por los peritos médicos". Y,
daño" emocional". agrega que por ello debe atenderse a las
circunstancias personales del damnificado, que
Al referir la sentencia que la lesión o daño biológico contaba con 17 años en la época del accidente. Para
"afecta diversos aspectos de la personalidad" se determinar la indemnización correspondiente a este
está identificando con esta última frase el daño a la específico daño la Corte toma como base un
salud o bienestar, en la medida que en el propio "reiterado" criterio jurisprudencial que puede, a su
pronunciamiento se hace gravitar los efectos de la vez, sustentarse en baremos o tablas de infortunios
lesión en la vida ordinaria y cotidiana de la víctima, pero con la suficiente flexibilidad para no someterse
como son los aspectos laborales, domésticos, estrictamente a criterios matemáticos ni
sentimentales, deportivos, recreacionales, entre necesariamente a porcentajes establecidos por los
otros. médicos legistas. El juzgador, como bien lo precisa
la Corte, asume el precedente jurisprudencial o el
La independencia que para los fines indemniza torios baremo sólo a título referencial pues, como bien lo
se reconoce a las diversas voces referidas al daño a dice, debe apreciar las circunstancias del caso.
la persona, se evidencia en la parte de la sentencia en Recordamos a este propósito que, por ejemplo, como
que se fijan los montos de las parciales reparaciones señalamos anteriormente, si bien el valor de los
que se contemplan para los diversos daños a la dedos de la mano de una persona es igual al de
persona que ha padecido la víctima. Dichos montos, cualquier otra, no puede dejarse de considerar las
luego de ser sumados, nos dan el monto global de la circunstancias del caso, ya que los dedos de la mano
reparación que asciende a $ 85,000.00 pesos de un pianista o los de un cirujano tienen un mayor
argentinos que, al cambio del día de la sentenca -que valor que el de otros seres humanos como sería el
es a la par con el dólar americano- equivale a igual caso de una ama de casa o de un abogado.
suma en dólares.
La Corte, independientemente de la suma concedi-
En este orden de ideas en la sentencia se señala la da a título de reparación del daño biológico y del
suma de $ 30,000.00 (treinta mil pesos, equivalente daño a la salud, antes referida, fijó también en $
a igual suma en dólares) como reparación por "la 30,000.00 (treinta mil pesos) la indemnización por
gravitación de la lesión sufrida". Como se declara otro daño a la víctima por ella identificado. La Corte
en el fallo, en este monto "no corresponde incluir los alude, en este sentido, al daño producido por la
gastos que origine una posible operación que, por frustración causada a raíz del accidente en la pro-
ahora, aparece como un daño meramente eventual". yección deportiva de la víctima en una importante
No obstante que en el pronunciamiento judicial se institución del fútbol profesional. Al señalar esta
reconoce la autonomía del daño biológico -la lesión indemnización, al Tribunal le resulta probado que
en sí misma- de su "gravitación" en el bienestar o "parece evidente que la pérdida de la posibilidad de
salud de la víctima, se ha considerado un sólo desempeñarse como jugador profesional de fútbol
monto indemnizatorio por el daño-evento (lesión) y se presenta como una probabilidad suficiente de

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203
beneficio económico que supera la existencia de un desarrollar su proyecto de vida como "jugador pro-
daño eventual o hipotético para constituirse en un fesional de fútbol". Si bien estaba muy cerca de
perjuicio cierto y resarcible". Por ello, declara que, lograrlo, en sentido estricto no era todavía un autén-
"habida cuenta de las circunstancias del caso, pare- tico y cierto proyecto de vida. Por ello, no es objetable
ce oportuno fijar en $ 30,000.00 la pérdida de chanee el fundamento de la sentencia al sustentar la repara-
que ocasionó la lesión". ción en la pérdida de ellanee o expectativa de obtener
beneficios. Lo que si criticamos es' que dichos bene-
Luego de lo expresado por la Corte Suprema en ficios se circunscriban a sólo aquellos dotados de
relación" con la frustración que el accidente ocasionó una connotación económica dejando de lado las
a la carrera deportiva" que la víctima" desarrollaba expectativas existenciales de diversa índole, En sín-
en una importante institución del fú tbol profesional tesis, consideramos que no es objetable identificar la
nacional", sustenta la reparación de esta frustración frustración de un boceto o diseño de un proyecto de
del proyecto de vida "la pérdida de ellanee que vida con la pérdida de ellanees, aunque disentimos
ocasionó la lesión". Frente a esta aparente de la opinión de la Corte en cuanto limita la repara-
con tradicción es dable preguntarse ¿qué es lo que se ción a sólo probables beneficios económicos.
repara con esta última suma de $ 30,000.00 fijada por
la Corte Suprema: la frustración del proyecto de Aparte de los dos rubros indernnizatorios antes
vida de la víctima o la pérdida de ellanees u indicados, la Corte fijó en $ 20,000.00 (veinte mil
oportunidades? pesos) la reparación por el daño moral sufrido por
Carlos Esteban Kuko. En este caso la Corte se refiere
Si bien en la sentencia se determina que dicha suma al dolor o al sufrimiento experimentado por la
se concede" por la pérdida de ellanee que ocasionó la víctima a raíz del accidente así como por la frustración
lesión", es discutible si lo que afectó a la víctima fue, de su futuro como futbolista profesional. Ello, está
más bien,la frustración de su proyecto de vida como claro, en la medida que la Corte fijó determinadas
futbolista profesional. Sinos atenemos a lo expresado sumas a título repara torio por el daño a la persona
en el pronunciamiento de la Corte, a la pérdida de representado por la lesión en sí misma, por el
e/lances le otorga una pura connotación económica deterioro de su salud o bienestar y por la pérdida de
cuando sostiene que existía "una probabilidad ehanee de obtener futuros beneficios que se origina
suficiente" de pérdida de "beneficio económico". en la frustración de un boceto o diseño de proyecto
Frente a esta afirmación nos preguntamos si es sólo de vida.
la pérdida de una oportunidad o ellanee de obtener
beneficios económicos en el futuro la única En el pronunciamiento de la Corte se desestima, en
consecuencia del daño o es que también se crea en el cambio, la reparación de un similar daño moral
damnificado un cierto vacío existencial por la reclamado por los progenitores de la víctima, ya
frustración de un proyecto o de una vocación que. se indica en la sentencia que "la satisfacción de
personal como futbolista. En este caso, a nuestro tal agravio queda circunscrita a la esfera anímica de
parecer se dan, en cierta manera,las dos situaciones, la propia víctima". Al referirse a la "esfera anímica"
es decir, tanto la pérdida de oportunidades de la Corte precisa, sin titubeo alguno, el ámbito
conseguir beneficios económicos como la frustración emocional del llamado daño moral.
de un diseño de proyecto de vida o, como se expresa
en la sentencia, "del desarrollo pleno de la vida". En Es importante, a propósito de la manifestado en el
este último específico aspecto el daño causado a la párrafo anterior, que la Corte Suprema argertina en
víctima no es sólo económico sino que tiene una más su sentencia del 12 de setiembre de 1995 distingue,
amplia connotación existencial. En cualquier caso, y con toda claridad, la relación de género a especie
esto es importante relievarlo,la Corte considera que entre el "daño a la persona" y el "daño moral". Es
estos daños no son ni eventuales ni hipotéticos sino por ello que considera que tanto el daño biológico,
actuales, ciertos y resarcibles en su proyección al es decir, la lesión en sí misma, como el daño a la
fu turo. En síntesis, a n ues tro en tender, la frustración salud y la pérdida de ellanee o frustración de un
que experimenta la víctima no es sólo originada por "desarrollo pleno de la vida" son voces que, al igual
la pérdida de ellanees u oportunidades de lograr que el denominado daño "moral", son especies del
futuros beneficios económicos sino, tampién, por el género "daño a la persona". Lo que es objetable es
truncamiento de un boceto o diseño de proyecto de que al dolor o sufrimiento se le siga designando
vida. como daño "moral" cuando, en tanto daño emocional
o viola torio de un estado anímico, es un daño síquico
Aludimos en precedencia a un boceto o diseño de que afecta la salud de la víctima. En otros términos,
proyecto de vida en la medida que el actor no había, la lesión a la esfera emocional del siquismo del actor
al momento de producirse el daño, empezado a produce como resultado un daño a su salud que se

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204
manifiesta en una alteración de su "estado anímico" que advierte la Corte en la "esfera anímica de la
o, más precisamente, emocional. víctima" y que nosotros precisamos como un daño
emocional.
En el sentido anteriormente señalado nos complace
comprobar cómo la jurisprudencia argentina dejó b. Caso JJRaad, Yamile Viviana contra Adrían
de identificar" daño a la persona" con" daño moral", Favio De Rosa"
dando la razón a un sector de la doctrina que ha
venido abogando, con sólidos argumentos, por Es importante traer también a colación, por su interés,
eliminar el error que ha sido superado por la Corte el caso "Raad, Viviana Yamile contra de Rosa, Adrián
Suprema de la Argentina. Esperamos esperanzados Favio sobre daños y perjuicios" cuya \ ejecutoria
que la jurisprudencia nacional, cuando exista a tiene como fecha de expedición el día 26 de setiembre
plenitud, adhiera a esta posición. . de 1994.

Finalmente, el Tribunal contempla el resarcimiento Yamile Viviana Raad, de 28 años de edad, fue víctima
del daDo a la persona con consecuencias de un accidente de tránsito ocasionado por el
patrimoniales al resarcir el daño emergente demandado Favio Adrián De Rosa. A consecuencia
reclamado por el actor y que está representado tanto del mismo la actora, como consta en el expediente,
por la pérdida de efectos personales ocurrida en los "sufrió heridas cortantes en el rostro, las que dejaron
momentos que siguieron al daño sufrido como los como secuela múltiples cicatrices, que aunque no
gastos comprobados que tuvo que cubrir la víctima despiertan horror, si alteran la armonía del rostro".
a raíz de su hospitalización. En este sentido se fija a En la demanda se señala que la víctima ha sufrido
título indemniza torio la suma de $ 5,500.00 (cinco una lesión en su esfera síquica lo "que le dificulta
mil quinientos pesos argentinos). ejercer su trabajo, mantener una buena relación
familiar y enfrentar las situaciones de la vida
Como se aprecia de lo sintéticamente glosado en cotidiana". Con la descripción de las consecuencias
precedencia, la Corte Suprema tuvo en consideración generadas por las lesiones somáticas y síquicas se
al momento de valorar y liquidar el daño a la persona está aludiendo, aunque sin nombrarlo expresamente,
la autonomía que para efectos reparatorios tenían al daño a la salud que, como se ha remarcado,
los daños de consecuencias extrapatrimoniales - compremete el bienestar de la persona. A todo lo
como el daño a la salud, el daño al proyecto de vida antes indicado se agrega el costo del tratamiento
o pérdida de "chance" y el daño moral- de las terapéutico, el daño estético y el daño moral inferido.
consecuencias específicamente patrimoniales, como Pero, además, y esto es importante apuntarlo, en el
es el caso del daño emergente. En total, la Corte alegato se menciona que todos estos daños lesionan
Suprema, al sumar las cantidades señaladas como el proyecto de vida de la actora.
reparación por los diversos daños que apreció
independientemente uno de otros, fijó en$85,500.00 Como se ha apuntado, aunque no se le señala con
(ochenticinco mil quinientos pesos argentinos, este nombre, la salud o bienestar de la actora se vio
equivalentes a igual suma en dólares) el monto de la seriamente afectada, lo que se pone de manifiesto en
indemnización global a pagar a la víctima por los la demanda cuando se manifiesta que la alteración
agentes del daño. experimentada por la actora ha repercutido en "su
vida social, ya que no muestra interés en salir, en
De lo expuesto se aprecia fácilmente cómo en la arreglarse, aunque sea para salir a caminar". Resulta
sentencia que hemos glosado se valoriza, tanto de elocuente la depresión que sufre, la que la aísla de
modo sistemático como independientemente, los los demás, inclusive de su propia familia. Según los
diversos daños a la persona que pueden ocasionarse peritos la damnificada presenta un "síndrome
a la persona y que, con anterioridad, no se solían depresivo reactivo que guarda relación de causalidad
distinguir con la relativa precisión que lo hace, en con el accidente". Ello, como se sostiene en el alegato,
este caso, la Corte Suprema de la República implica un "compromiso de todas las áreas de su
Argentina, así como la distinción entre los alcances personalidad". Son frecuentes las crisis de llanto,
conceptuales del "daño a la persona" y del los estados de ansiedad y la falta de autonomía. Se
denominado" daño moral". Es de suma importancia advierte una carencia de voluntad, un deseo de no
para lograr una mejor decantación de las diversas hacer nada, un estado de abandono. Se indica,
voces que integran el daño a la persona, el que la además, que por causa de la situación anímica y
Corte haya circunscrito en la sentencia el daño física en que quedó después del accidente, la actora
moral a su verdadera dimensión conceptual, es perdió a su novio, lo que se refleja en una alteración
decir, a la de pretium doloris, entendido éste como de su estado emocional, así como también perdió el
dolor o sufrimiento. No otra cosa es la alteración

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205
trabajo que venía desempeñando, lo que repercute la sentencia, "la naturaleza de las lesiones", el daño
en el mantenimiento del hogar. a la salud, al que se le refiere como "la proyección de
la secuela del infortunio" sobre la personalidad de
En la sentencia de primera instancia, de 11 de abril la víctima; y la pérdida de chances o expectativas
de 1994, se señala que "la indemnización por
incapacidad no debe ser determinada mediante En la sentencia de primera instancia se expresa que
cálculos actuariales y rígidos porcentajes contemplándose todo lo anteriormente expuesto y
proporcionales a la posible disminución de la aptitud teniendo en cuenta la naturaleza de las lesiones, la
laboral, sino que es menester en cada caso apreciar edad de la damnificada, las condiciones personales
las particulares circunstancias que permiten y de familia, el grado de incapacidad desde el punto
determinar la cuantía del resarcimiento". Al hacer de vista de las posibilidades genéricas, el juzgador
referencia a la jurisprudencia el juzgador indica que establece como indemnización la suma de $ 40,000.00
debe desecharse el tipo de cálculo que parte de la (cuarenta mil pesos equivalente a igual suma en
base de la probable vida útil del afectado, debiendo dólares)".
tomarse un criterio más flexible que tienda, como
está dicho, a las circunstancias propias de cada En la sentencia se reconoce además que, de
situación, máxime que no hay que olvidar que la conformidad con la pericia actuada, se ha producido
indemnización por incapacidad debe establecerse una lesión de orden síquico y que la actora "para
no sólo en función del aspecto laborativo sino de poder metabolizar esta situación traumática o
todas las actividades del sujeto y de la proyección aunque sea para que esa perturbación no se agrave,
que la secuela del infortunio tuviese sobre la requiere tratamiento psicoterapeútico". Se señala
personalidad integral de quien la sufre". Esta que la duración de este tratamiento dependerá de la
importante afirmación se inserta dentro de la línea evolución que experimente la paciente, estimándose
de pensamiento que ha desestimado, tanto a nivel para ello un tiempo aproximado de entre uno y tres
doctrinario como jurisprudencial, que la años. Para el efecto de cubrir este especifico daño
indemnización por daños a la persona se establezca derivado del accidente el juez fijó la suma de $
en función de la renta o riqueza producida por el 8,000.00 pesos, la que se consideró como "una
agraviado sino que, por el contrario, para este efecto cantidad única para un tratamiento que se ha de
se debe tener en cuenta al ser humano integral, ya prolongar en el tiempo".
fuere éste un desocupado, una ama de casa o un
anciano. Cabe preguntarse qué tipo de daño se trata de
indemnizar con la cantidad de $ 8,000.00 pesos que
En la sentencia de primera instancia se considera fija el juez. Se nos ocurre que no se trata de reparar
como probado el hecho de haberse producido la lesión síquica, considerada en sí misma, ni su
lesiones de carácter somático -que se describen como repercusión en la salud de la víctima, en la medida
"graves heridas en su rostro" - como lesiones síquicas que ambos extremos ya han sido reparados al fijarse
a las que se refiere como "un cuadro de neurosis la suma de $ 40,000.00 pesos a la que se ha hecho
depresiva". Con esta alusión el juzgador identifica referencia. Por consiguiente, consideramos que en
la existencia de un daño biológico, o sea,las lesiones este caso se trata de resarcir un daño emergente, que
en sí mismas. Simultáneamente hace referencia a la consiste en el desembolso que ha de hacer la actora
repercusión de tales lesiones en el bienestar de la en elfuturo para pagar el tratamiento sicoterapeútico
persona, produciéndose de este modo un daño a su al que necesariamente será sometida.
salud. Al referirse la sentencia tanto a "todas las
actividades del sujeto" como" a la proyección que la En la sentencia se establece como indemnización
secuela del infortunio tuviese sobre la personalidad por el daño moral la suma de $10,000.00 (diez mil)
integral", se identifica, por consiguiente, y aunque pesos. Ello, en "atención a los sinsabores,
no se exprese con estas palabras, el daño a la salud perturbación e incertidumbre por las lesiones
o bienestar de la víctima. sufridas y por las eventuales consecuencias que de
ellas podrían derivarse". Esta voz permite que
Pero, debemos entender también que bajo el tomemos conciencia, tal como lo hemos apuntado,
impreciso concepto de "posibilidades genéricas" que en el Derecho vivo se distingue cada vez con
debe comprenderse, aparte de la repercusiÓn de las mayor precisión el daño moral del daño a la persona,
lesiones en la salud de la víctima, la pérdida de en tanto el primero se refiere o compromete tan sólo
e/zances u oportunidades sufrida por la víctima. Por a la esfera emocional del ser humano. Así se ha
lo expuesto, con la suma de $ 40,009.00 pesos se comprendido en el fallo glosado desde que el daño
reparan conjuntamente tres diferentes daños como a la persona se repara con la suma de $ 40,000.00
son: el daño biológico, es decir y como se expresa en pesos y el daño moral con la que se acaba de señalar.

THEMIS38
206
Aunque en la demanda se señaló que se había cantidad que cubre los gastos de un tratamiento
truncado el proyecto de vida de la accionante, este sicoterapeútico "que ha de prolongarse en el tiem-
extremo de la reclamación no fue acogido en la po". Es decir, se reitera en este rubro que concierne
sentencia. Aunque en el fallo nada se dice sobre este al resarcimiento de un daño emergente cierto que se
pedido, es de suponer que, si el juez lo advirtió, no proyecta al futuro.
lo consideró en tanto la víctima, que se desempeñaba
como una empleada administrativa, no pudo probar Se eleva, asimismo, a $ 18,000.00 pesos la suma
fehacientemente que tenía un específico proyecto fijada para reparar el daño moral. La Corte señala
de vida en acto, el mismo que se había frustrado a que con esta indemnización se hace referencia a un
consecuencia del hecho dañoso. Somos de la opinión daño" que se manifiesta a través de los padecimientos
que el daño prod ucido a la reclamante se refiere más y molestias que lesionan las afecciones legítimas de
bien a la pérdida de oportunidades ó chances en la la víctima, lo que demuestra el intento de resarcir
vida de la reclamante. Y también si en la sentencia aspectos propios de la órbita extrapatrimonial de la
nada se dice sobre este daño, estimamos que él está accionante". En la sentencia se lee que para
comprendido en la expresión "posibilidades determinar la cuantía de esta reparación" el juzgador
genéricas" utilizada por el juez. Entendemos que debe sortear la dificultad de imaginar o predecir el
estas posibilidades genéricas, proyectadas alfuturo, dolor que el hecho dañoso produjo en la esfera
se traducen en la pérdida de expectativas íntima de la reclamante, para luego transformarlo
existenciales, tanto de orden patrimonial como en una reparación en dinero (... ) que de alguna
personal. manera supla o compense el desmedro producido y
el consiguiente trastorno espiritual".
Por lo expuesto, haciendo lugar a la demanda
entablada, el juez condenó a los agentes del daño a Es de interés anotar que al referirse al mal llamado
pagar a la actora la suma total de $ 58,000.00 pesos daño "moral" la Corte comprende dentro de este
argentinos. En esta suma total se incorporan las concepto jurídico sólo el "dolor" que el hecho
diversas cantidades fijadas como reparación por los dañoso produjo en la esfera íntima de la persona. A
diversos daí1.os a la persona que fueron puestos de este específico daño se debe la reparación fijada en
manifiesto por el juzgador. $ 18,000.00 pesos, ya que el daño a la persona,
excluido este daño moral, se indemnizó con la suma
El Tribunal Superior aumentó la reparaclOn de $ 50,000.00 pesos, como se ha señalado en
establecida para el daño biológico, tanto somático precedencia,
como síquico, y para el daño a la salud a la suma de
$ 50,000.00 pesos. Con esta cantidad la Corte Como se ha apreciado, la Corte modificó la sentencia
indemnizó "las lesiones sufridas" y la proyección de primera instancia elevando la indemnización
que tal incapacidad tiene sobre la personalidad total a la suma de $ 83,000.00 pesos.
integral de la actora, incluyendo el daño estético.
La sentencia que hemos glosado marca ya una
El Tribunal identifica el daño biológico de orden definida corriente en cuanto a la distinción de los
síquico como una lesión consistente en "un síndrome conceptos de daño a la persona y de daño moral,
depresivo reactivo, cuyo estado constante y en aunque no se ha logrado aún integrar
continua evolución compromete áreas de su sistemáticamente este último daño síquico en el
personalidad (de la víctima) con detrimento en la lugar que le corresponde dentro del genérico
esfera intelectiva, mnésica y de sensopercepción concepto de daño a la persona. La sentencia tiene el
manifestándose específicamente en conductas mérito, a pesar de algunas imprecisiones sistemáticas,
fóbicas, vacilantes y de aislamiento y depresión, de indemnizar de modo autónomo los diversos daños
estados de ansiedad y falta de autonomía, todo lo a la persona aunque no los identifique plenamente
cual implica una importante dificultad para ejercer con la nomenclatura que hemos propuesto.
su trabajo, mantener una buena relación familiar y
enfrentar las situaciones que la vida cotidiana c. Caso JlMM contra el Hospital Privado Rosalía
plantea". En la descripción transcrita la Corte no de Lavalle de Morales Macedo (ex Clínica Hogar
sólo se refiere ala lesión síquica, considerada en sí de la Madre)"
misma, sino a sus consecuencias en la salud de la
víctima. Nos referimos, por su particular interés, a una re-
ciente sentencia dictada en el Perú, la que denota
En el pronunciamiento se aumenta también el monto algunos signos precursores de un cambio de
de la reparación fijada en primera instancia mentalidad en el juzgamiento de los daños. En este
estableciéndose ésta en la suma de $15,000.00 pesos, caso, los progenitores de la menor MM interponen,

THEMIS38
207
por su propio derecho y en representación de su que en este caso se ha reconocido y acreditado
hija, demanda al "Hospital Privado Rosalía Lavalle haberse producido, ya que conforme a los reportes
de Morales Macedo (Ex-Clínica Hogar de la Ma- médicos, la historia clínica correspondiente, así como
dre)" en concepto de daños y perjuicios causados a de la propia literatura científica cuando detalla so-
dicha menor. bre las consecuencias de una meningo-encefalitis,
que ataca al sistema nervioso central y origina ras-
En el mencionado Hospital nació la menor MM. Al tros irreversibles a nivel psicomottiz, así como tam-
séptimo día de este acontecimiento, en la etapa post- bién a nivel de la percepción y capacidad cerebral,
parto, la niña presentó un cuadro febril, irritabilidad, originando una serie de limitaciones que perturbarán
hiporexia con tendencia al sueño hipoactivo, lo que su normal adaptación y sociabilidad así como el
se agrava con convulsiones con marcada focalización desarrollo de su personalidad en los diversos planos
en el miembro inferior izquierdo. Ante esta situación de la vida personal, afectiva y social, y a su vez
el nosocomio demandado, después de tres días de también origina un grave daño moral a los padres
presentado el cuadro anteriormente descrito, decidió de la menor por las expectativas que son naturales
el traslado de la niña al Instituto de Salud del Niño. en todo padre con respecto a su descendencia, y más
Luego de los exámenes y análisis practicados en este cuando está frente a las circunstancias que se oponen
establecimiento de salud se le diagnostica, en lo al normal desenvolvimiento de su hija que no es
fundamental, de padecer una meningoencefalitis, posible remover".
con absceso cerebral y con síndrome convulsivo,
todo lo que es ocasionado por sepsis neonatal. Se expresa en la sentencia que se debe agregar que
se ha producido un daño material en relación con el
En el diagnóstico en referencia se concluyó que la proceso de rehabilitación y tratamiento con cuidados
meningitis encefálica fue adquirida por la menor en especializados y constantes que por su culpa ha
el Hospital demandado "por no estar debidamente originado el Hospital demandado.
desinfectado o aséptico" el ambiente donde se
produjo el parto y la rehabilitación de la citada Al declararse fundada la demanda se ordena que el
menor. Se señala, así mismo, que el absceso cerebral Hospital demandado cumpla con abonar a favor de
ha dejado huellas visibles en el centro regulador los demandantes padres de la menor MM la suma
nervioso y psicomotor que puede originar problemas de US$12,000.00 (doce mil dólares americanos) o su
de parálisis de ciertas partes del cuerpo. equivalente en moneda nacional en concepto de
indemnización por daños y perjuicios incoados.
En la demanda se precisa que ha habido un daño a
la persona de la menor MM desde que" se ha anulado El fallo que sintéticamente hemos glosado permite
un proyecto de vida" ya que las deficiencias apreciar como en el Perú, al igual que en otros
psicomotrices de la víctima le restan alternativas lugares, el concepto de daño a la persona ha dejado
para poder optar en un futuro por "las cosas que el mundo de la doctrina, donde se forjó, para
quiso ser". Así, no podrá realizar algunas actividades concretarse en el Derecho vivo, en la jurisprudencia.
artísticas o deportivas no obstante que pudiera tener Este reconocimiento es muy positivo en cuanto a
aptitudes para estas actividades. Ello, aparte de que través de él se comienza a tener en cuenta, a nivel
se limitará su vida normal y ordinaria, ya que tendrá jurisprudencial, el valor de la vida humana y todo lo
dificultades para su educación y socialización y, tal que ella significa y representa para el Derecho. La
vez, se frustre su proyecto de vida conducente a sentencia, que comentamos se inserta dentro de una
formar una familia. De ahí que no podrá realizarse concepción humanista de lo jurídico y remarca la
como mujer y ha de encontrar muchas trabas para preeminencia del ser humano, que es un fin en sí
conseguir un espacio en la sociedad. Se limitará en mismo, frente a las cosas, que pese a que son
su vida laboral, afectiva, social y familiar lo que indispensables para él, son simples instrumentos a
probablemente conducirá a la menor a sufrir, a su servicio.
deprimirse, a retraerse. Se han de sacrificar en su
vida placeres y satisfacciones. De otro lado, el reconocimiento de la existencia de
un genérico daño a la persona implica que dentro de
En la sentencia, al acogerse la argument,:ción de la este concepto se incluye el daño emocional, que no
demanda y evaluarse los informes y peritajes es otra cosa el mal llamado daño "moral" Es así que
médicos presentados, se declara que seha producido en la fundamentada sentencia que comentamos no
un daño a la menor y a sus progenitores. En el fallo se hace alusión alguna al daño moral y si, más bien,
se precisa también "que el dañQ a la persona a los daños materiales consistentes en lo "que
conforme lo define la doctrina imperante, es aquel significa una rehabilitación y tratamiento con
que genera la anulación de un proyecto de vida, la cuidados especializados y constantes ... ".

THEMIS38
208
Al reconocerse en la sentencia que se ha producido menigo-encefalitis, así como se ha presentado un
un daño al proyecto ae vida se está, implícitamente, daño a la salud o bienestar que ha sido detallado al
sosteniendo que el ser humano es libre y temporal, referirse a la imposibilidad de la víctima a desarro-
pues sólo un ser que posee esta estructura ontológica llar plenamente su personalidad como consecuencia
es capaz de proyectar. Es decir, que detrás de la de la lesión que se le causó. La menor dañada no
afirmación contenida en la sentencia se descubre la encontrará, por ello, el bienestar que toda persona
verdadera dimensión ontológica del ser humano, lo normal es capaz de poseer pues, en su caso, se ha
que hace que la persona sea la creadora y reducido el pleno disfrute de la vida, se le ha negado
protagonista del Derecho. No obstante lo expresado, la oportunidad de realizar diversas actividades, se le
consideramos que en el caso glosado no se ha hará, tal vez, proclive a la depresión y el aislamiento.
originado un daño al proyecto de vida, pues por su
edad la menor no lo podía aún tener y poner en Se advierte también cómo en la sentencia que
marcha, sino más bien lo que se ha originado es una analizamos no se distinguen tampoco, como sería
pérdida de "chances", es decir, de expectativas y deseable, las consecuencias extrapatrimoniales
oportunidades de vida futura. Se trata de un daño generadas por los diversos daños a la persona de
actual, cierto, que se proyecta al futuro, que es aquéllos otros que originan consecuencias
continuo. Consideramos que es éste el daño que se patrimoniales. La fijación tan sólo de una cifra global
debió reconocer e indemnizar y no un determinado ind uce a pensar que el juzgador no ha sabido o no ha
daño al proyecto de vida. A pesar de que estimamos podido deslindar sistemáticamente todos y cada
que se ha generado un desenfoque en la apreciación uno de los daños ocasionados a la víctima para
del juzgador, es decisivo para el Derecho, como lo valorarlos y liquidarlos debidamente.
hemos señalado, que se empiece a reconocer la
posibilidad, también cierta y actual, de causarse un Más allá de los comentarios que nos merece el fallo
daño al proyecto de vida de una persona. glosado reiteramos que lo rescatable en él es, de una
parte, el reconocimiento de la existencia de un
Observamos cómo en la sentencia no se han logrado comprensivo y genérico daño a la persona y,
dos precisos objetivos planteados por la nueva específicamente, de un daño al proyecto de vida, y,
tendencia que ha surgido en materia de Derecho de de la otra, que el daño moral está incluido dentro del
Daños. En primer lugar, comprobamos que en la concepto de daño a la persona.
sentencia no se ha llegado a desglosar cada uno de
los daños para indemnizarlos de modo especial. De Del análisis de las tres sentencias que hemos
otro lado, no se ha tomado en consideración los dos seleccionado para esta ocasión es alentador observar
posibles daños que se suelen presentar dentro de la cómo en la jurisprudencia latinoamericana se ha
voz" daño sicosomático" como sonel daño biológico, producido un cambio de suma importancia al abrirse
representado por la lesión en sí misma, y el daño a a la reparación del daño a la persona y al comprender
la salud o bienestar integral de la persona. dentro de éste genérico concepto al mal llamado
daño "moral". Esperamos que con el tiempo se han
En el caso que cementamos se ha producido un daño de superar las imprecisiones advertidas que, a
biológico o estático que consiste en la lesión cerebral nuestro entender, aún se presentan en el ámbito del
que se ha causado a la víctima como secuela de una Derecho vivo.

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209
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RESPONSABILIDAD CIVIL POR
PLURIPARTICIPACIÓN MÉDICA O EN
EJERCICIO DE LA MEDICINA EN GRUPO

Roberto A. Vásquez Ferreyra

1. INTRODUCCIÓN

Es común que cuando se analiza desde la doctrina la


responsabilidad civil médica, se lo haga desde la
perspectiva de la llamada medicina individual. Es
decir que se contemplan los supuestos en los cuales
un médico determinado que atiende en forma indi-
vidual a un paciente, le ocasiona un daño. Pero
resulta que si bien es el caso más sencillo, hoy en día,
debido a los avances de la ciencia médica, es tam-
El análisis de la llamada responsabilidad civil bién un supuesto de rara aparición.
médica se limita comúnmente a los supuestos de la
medicina individual, casos en los cuales un médico A nadie escapa que en su mayoría los supuestos de
determinado atiende, en forma individual, a un reclamos indemniza torios por mala praxis médica
paciente a quien le ocasiona un daño. Sin embargo, involucran a varios profesionales del arte de curar
esta situación no se presenta con frecuencia en la (incluido el personal paramédico). Esto se acentúa
práctica médica moderna, pues las intervenciones en los casos en los cuales el daño tuvo su origen en
médicas suelen involucrar a varios profesionales una intervención quirúrgica. Es que no podría ser
del arte de curar (médicos, paramédicos y enferme- de otra manera si se contempla cómo se realizan las
ras). La pluralidad de participantes en las opera- operaciones en la actualidad. Un autor español nos
ciones quirúrgicas ocasiona entonces que reulte recuerda que la especialización y colaboración entre
difícil determinar quién o quiénes serán llamados a médicos ha permitido llevar a feliz término empre-
responder civilmente frente a un perjuicio sufrido sas de alta cirugía, impensables en el pasado:
por el paciente. "Christian Barnard, e13 de diciembre de 1967, rea-
lizó el primer trasplante de corazón humano con-
El doctor V ásquez Ferreyra, destacado especialista tando con cincuenta y seis colaboradores y con el
argentino en materia de responsabilidad civil, ana- apoyo de doce médicos especialistas" 1.
liza los diversos supuestos provenientes del ejerci-
cio de la medicina en equipo, incidiendo especial- Efectivamente, en la actualidad las intervenciones
mente en la responsabilidad del jefe de equipo y en quirúrgicas son obra de un conjunto de especialistas
la responsabilida!i civil médica colectiva. Confia- y auxiliares que trabajan muchas veces incluso ante
mos en que este estudio contribuya al desarrollo del el desconocimiento del paciente, quien tal vez sólo
análisis jurídico de un tema aún poco visitado por ha teñi.do contacto-con el cirujano jefe. Esta manera
nuestra doctrina. . de practicar la m~dicina da lugar a una importante

¡ BARREIRO, Agustín Jorge. Laimprudenda punible en la actividad médico-quirúrgico. Madrid: Tecn~s, 1990, p: 113.

THEMIS38
211
problemática que viene planteada, principalmente, tomas de decisiones como en el de ejecución mate-
por el hecho de determínar quién o quiénes serán rial del mismo,,4
llamados a responder civilmente frente a un perjui-
cio sufrido por el paciente. Problemática que se ve Frente a esta práctica común de la medicina. Penneau
acentuada cuando ni siquiera se ha llegado a indivi- sostiene que si bien el acto médico es un acto indivi-
dualizar al verdadero autor de la faIta. dual, su prestación tiende a constituir cada vez más
una obra colectiva. Por ello distingue entre acto y
El caso que comentamos es el que comúnmente prestación médicaS
encuadra dentro de lo que se conoce como equipo
quirúrgico, que es donde se ve con mayor claridad En definitiva, estamos frente a un ejercicio del arte
el ejercicio de la medicina en colaboración. Pero el de curar totalmente distinto al de hace apenas trein-
caso de la cirugía no es el único en el cual la medicina ta años atrás. La nueva medicina es propia de los
se cumple de una manera grupal, sino que esta requerimientos actuales, su ejercicio individual ha
situación hoy en día viene a ser la regla. Regla que cedido el paso al ejercicio colectivo; es lo que
2
presenta el serio inconveniente del anonimat0 • Lorenzetti ha calificado como la "macromedicina,,6 .

Por ello se afirma que "la actuación profesional del En nuestro país uno de los juristas que primero
médico no suele ser hoy en día una labor individual, advirtió los problemas que desde el punto de vista
sino que es el resultado de la colaboración de diver- jurídico y, más estrictamente, desde la responsabili-
sos estamentos profesionales e incluso de varios dad civil, presenta esta nueva forma de ejercicio de
especialistas, determinando que la actividad médi- la medicina fue Bustamante Alsina, quien precisa-
ca sea fundamentalmente una actividad colecti- mente habló por primera vez de "pluriparticipación
va,,3 médica", entendida ésta como la intervención de
varios en la ejecución de un hecho o prestación
Uno de los autores que más ha profundizado en el médica? .
análisis de esta colectivización del ejercicio de la
medicina es Llamas Pamba. Para el profesor de la Compagnucci de Casso refiriéndose a la
Universidad de Salamanca una de las causas de este pluriparticipación médica la conceptualiza como el
fenómeno es, sin duda alguna, la creciente especia- ejercicio de la medicina mediante un grupo de per-
lización médica que obliga a que los diversos profe- sonas, o bien por intermedio de equipo médico,
sionales expertos en parcelas muy concretas se agru- aunque -con razón- señala que es dable distinguir
8
pen en torno a un enfermo que necesita la atención entre ambos supuestos .
de todos ellos. "Actualmente, por la propia comple-
jidad de la ciencia médica y de las técnicas que En el caso del" grupo médico" cada uno cumple una
conlleva, y las demás razones que exponemos, lo función con cierta independencia, mientras que tra-
normal es la prestación colectiva, y no sólo eso, sino tándose de equipo médico hay siempre alguien al
que también el acto médico propiamente dicho frente que asume el carácter de jefe de equipo que se
9
procede de varios facultativos, tanto en el nivel de hace ayudar por colaboradores .

2 Ver MOSSET ITURASPE, Jorge y LORENZETTI, Ricardo, Contratos médicos. Buenos Aires: La Rocea, 1991, p. 65. Estos autores señalan que
el ejercicio grupal de la medicina constituye una reSpuesta adecuada a las exigencias, cada vez más estrictas, del servicio de salud. ,
3 FERNÁNDEZ COSTALES, Javier, Responsabilídad civil médiqt y hospitalaria. Madrid: La Ley; 1987, p. 165. Este autor cita la opinión
de Santos Briz, quien en su libro La contratación privada indica q\.Íe eS frecuente que dada la evolución de}a técnica y las ciencias en
nuestra época sea insuficiente la cooperación de una o pocas personas para la consecución de ciertos fines. Esto se ve claramente en el
ejercicio de la medicina.
4 LLAMAS POMBO, Eugenio. La responsabilidad civil del médico, aspectos tradicionales y modernos. Madrid: Ed.Trivium, 1988, p 258.

"Se trata, en suma, de la intervención de diversos facultativos, unas veces sucesivamente -pensemos en el caso de la sustitudón, por
ejemplo-, y otras simultáneamente en el proceso de curación del paciente, y relacionados entre sí muchas veces exclusivamente por la
historia clínica o el dossier médico del enfermo".
s PENNEAU, Jean, La responsabilité medicaIe, París: De. Sírey, 1977, p. 22l.
" LORENZETTI, Ricardo Luis. Responsabilid¡¡d civil de los médicos. Santa Fe: Rubinz¡¡l-Culzoni, 1986, p. 36.
7 BUST AMANTE ALSINA, Jorge, Responsabilidad médic¡¡. Pluripartidp¡¡dón por equipo y ¡¡sistencia múltiple depadentes, Zeus, t. 20.

Del mismo autor, Respons¡¡bilídad civil en caso de plurip¡¡rtidpadón profesional en acto médico, LL, 1983-8..314.
H COMPAGNUCCI DE CASO, Rubéri, Resllonsabilidad médic¡¡ y responsabílidad colectiva. LL, ejemplar de 17/9/91. Se trata de un

comentario a un valioso fallo de la Sala D de la Cámam Nadon¡¡l Civil sobre responsabilidad civil médica col~ctiva.
'J
ldem nota anterior.

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212
En igual sentido Gonzáles Morán, refiriéndose al dad igual de médicos especialistas, presenta un
ejercicio colectivo de la medicina, distingue dos daño cuyo origen se encuentra en dichas atencio-
situaciones, a las que califica como equipo édico en nes, pero no se puede determinar con precisión la
sentido amplio y equipo médico en sentido propio. verdadera causa o al verdadero autor. En estos
En el primer caso se trata de un conjunto de médicos supuestos, una razón de justicia indica que la víc-
que sólo tienen en común el lugar de atención; tima no puede quedar sin satisfacción, y por ende,
generalmente se trata de médicos de la misma espe- deben arbitrarse los mecanismos para determinar
cialidad 10 . las diversas responsabilidades de todos los
intervinientes; ello, claro está, sin cargar las tintas
En este caso en realidad no hay ejercicio colectivo sobre profesionales inocentes. Se presenta así un
sino singular, pues cada profesional atiende a sus serio y grave inconveniente. Por un lado, la situa-
pacientes y responde individualmente frente a ellos. ción del paciente víctima, y por el otro, la de los
profesionales que no siempre han aportado su
En el segundo caso cequipo médico stricto sensu-, cuota de autoría o culpabilidad, pero que sin em-
para González Morán nos encontramos frente a una bargo pueden ser alcanzados por una condena
agrupación de médicos de distintas especialidades resarcitoria. Aquí la tarea de jurista es similar a la
que se unen con la finalidad de dividir el trabajo, del cirujano. Con la precisión necesaria para mani-
aportando cada uno su competencia profesional en pular un bisturí será preciso encontrar la solución
orden a la atención y asistencia de un enfermo. La acertada que contemple los intereses de todos los
organización de estos equipos no es siempre la involucrados, a la luz del ordenamiento jurídico y
misma: pueden tener una organización interna je- de los postulados de la justicia.
rárquica o bien puede existir entre sus miembros
una relación de igualdad e independencia 11 • En aras de encontrar esas soluciones se hace preciso
distinguir dos supuestos que no siempre han sido
Como veremos más adelante, a nuestro entender advertidos por la doctrina y la jurisprudencia. Se
estamos frente a un verdadero equipo médico cuan- trata, por un lado, de los casos conocidos como de
do existe una coordinación jerárquica, a la cabeza de "responsabilidad de equipo" y por el otro, del fenó-
la cual está el jefe de equipo. meno de la "responsabilidad colectiva". Como cla-
ramente lo resalta Bueres: "Preferimos hablar de un
Hecha esta breve introducción para dejar en claro deber o responsabilidad de equipo, a fin de no
cómo se realiza generalmente la práctica de la medi- introducir confusiones de lenguaje a propósito del
cina en nuestra sociedad, más allá de que esta aten- fenómeno de la responsabilidad colectiva o de gru-
ción colectiva se practique a través de diversas . ,,12
po que es d lverso... .
instituciones (obras sociales, sanatorios, hospitales,
etc.) veamos ahora cuáles son los problemas que se Debe tenerse en cuénta que todo lo que digamos en
presentan desde la óptica de la responsabilidad este capítulo se refiere a los casos en que el daño
civil. tiene su origen en el ejercicio grupal de la medicina,
lo que, como dijimos, impide muchas veces ubicar al
2. RESPONSABILIDAD DE EQUIPO Y responsable individual. Pero ello no debe hacer
RESPONSABILIDAD COLECTIVA perder de vista que la responsabilidad individual
nunca desaparece. Así las cosas, y por más que
Algo ha quedado dicho respecto a lo que ahora estemos frente a un supuesto de responsabilidad
veremos con mayor detenimiento. del equipo médico, sin perjuicio de todo lo que
digamos respecto a la responsabilidad del jefe de
La práctica grupal de la medicina plantea un pri- equipo, siempre estará también presente la respon-
mer problema, cual es el del anonimato. Nos refe- sabilidad del verdadero e individual autor, si es que
rimos a las situaciones en las cuales un paciente, logra ser determinado. En definitiva, y frente a la
luego de haber sido sometido a innumerables prác- víctima puede llegar a haber una pluralidad de
ticas de diagnóstico y tratamiento por una varie- responsables.

10A nuestro entender este caso no presenta ningún interés de análisis pa;Í;¡cuÜu .; laJ~z d~Ja responsabilü:!ad civil a más que lo relativo
a la responsabilidad que le puede caber al conjunto en su calidad de dueños de la$ instalaciones o com(}<:omponentes de una persona
ideal. ~ ~

11 GONZÁLEZ MORÁN, Luis. La responsabilidad civil del médico. Barcelona: Ed.Bosch, 1990, p. '143.

12 BUERES, Alberto J., Responsabilidad civil de los médicos. Buenos Aires: Ed.Abaco, 1979, p. 145.

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213
Lo mismo sucede en los casos de responsabilidad del capitán del barco se esfumó, abriéndose paso
médica colectiva. Aquí, por esencia, no ha podido a otras tesis más benevolentes para con los jefes
ser individualizado el verdadero autor del perjui- de equipo.
cio, pero en caso de aparecer éste desaparece el
sustento de este tipo de responsabilidad, y contra él La doctrina del capitán del barco en algunos casos
tendrán acción de repetición los demás profesiona- también había sido justificada, a la luz de las expec-
les que conforman el grupo. Si es que todavía no se tativas del paciente de que el cirujano que él elija lo
había llegado a configurar la responsabilidad proteja de la negligencia del personal de asistencia
colectiva, la víctima, una vez individualizado el en la sala de operaciones. Esto hoy en día también
autor individual, sólo contra éste podrá accionar. resulta cuestionable, porque el paciente va ahora al
Hecho el distingo precedente pasemos a analizar hospital buscando atención, muchas veces sin tener
el primer supuesto: la responsabilidad del equi- en cuenta a un médico en particular.
po médico.
En la actualidad la tesis más utilizada es la cono-
3. LA RESPONSABILIDAD CIVIL POR cida como "the borrowed servant doctrine", lo que
ACTO MÉDICO EN EQUIPO significa algo así como doctrina del servidor pres-
tado. Para esta teoría "cuando un empleador
a) Breve noticia sobre los antecedentes en los especial, como un médico, toma prestado un
Estados Unidos de Norteamérica empleado de un empleador general, como el caso
de un hospital, el empleador especial-en el caso,
el médico- será responsable por las acciones ne-
En Estados Unidos, durante largo tiempo, el ciruja-
gligentes del empleado prestado". Pero para que
no dentro de la sala de operaciones fue visto como
el "captain of the ship" (capitán del barco)13. La Su- esta tesis pueda ser aplicada el médico debe, por
lo menos, tener el derecho tanto de controlar los
prema Corte de Pennsylvania se convirtió en la
pormenores físicos como el modo en que se des-
primera en emplear la metáfora" capitán del barco"
empeñan los empleados. Por eso los tribunales
para describir el derecho que tiene un cirujano de
aplican ahora esta doctrina cuando el médico no
controlar al personal de asistencia del hospital. Ese
sólo estuvo presente físicamente en el momento
poder del que gozaba el cirujano lo hacía también
en que el empleado del hospital cometió el acto
responsable por los hechos ilícitos cometidos en la
negligente, sino también cuando tuvo una genui-
sala de operaciones.
na oportunidad para prevenir dicho acto. En los
últimos tiempos se concibe al hospital como un
En numerosos casos los Tribunales extendieron los amplio proveedor de cuidados de la salud, res-
efectos de esta doctrina, considerando incluso a un ponsable de suministrar y regular una variedad
cirujano responsable por la negligencia de los em- de servicios al paciente. No sólo proveyendo,
pleados del hospital no ocurrida aún ni siquiera en sino también regulando estos servicios, el hospi-
la ausencia del cirujano. tal moderno ha tomado un grado de control sig-
nificativo aun dentro de la sala de operaciones.
Esta doctrina, que responsabilizaba a los cirujanos Frente a esta situación, en el quirófano se ha dado
en forma sumamente severa por todas las negli- una división de responsabilidad, de tal modo que
gencias cometidas por sus auxiliares, se desarrolló el cirujano jefe ya no puede ser caracterizado
sobre todo a causa de la inmunidad caritativa o como antes" capitán del barco", sino que se lo
gubernamental de ciertos hospitales públicos, ya cataloga más bien como capitán del equipo. Aho-
que estos centros médicos benéficos generalmente ra bien, cada miembro de este equipo
estaban exentos de toda responsabilidad civil. Los interdependiente tiene funciones profesionales
únicos responsables podían llegar a ser los emplea- propias y separadas con respecto al paciente.
dos del hospital generalmente insolventes. Por eso Bajo tales circunstancias, el cirujano no tiene la
los tribunales giraron hacia los cirujanos, quienes a oportunidad de controlar cada acción del perso-
menudo tenían la suficiente solvencia como para nal, y muchas veces ni tiene el conocimiento
hacer frente a una indemnización. necesario para controlar las acciones de estos
auxiliares especialistas en sus cometidos. De ahí
A partir de la segunda mitad de este siglo, esa que ahora la responsabilidad se carga sobre los
inmunidad con que contaban ciertos hospitales hospitales que, en definitiva, son quienes deben
desapareció, con lo cual el sustento de la teoría hacer frente a las indemnizaciones.

13 PRICE, 5tephen H. The sinking ofthe Capta in ofthe shíp: reexaminíng Ihe vícaríous liabilityofan operating surgeon fOI" the negligence ofassísting
hospital personnel. En: "The ¡oumal of legal medicine", Uníversity of Pennsylvania, volume 10, number 2, ¡une 1989, p. 323.

THEMIS38
214
Se piensa hoy en día que si bien el cirujano jefe no tiene mutuos, estableciendo servicios de guardia, turnos
el tiempo ni el conocimiento para controlar todas y de sustitución reparto de horarios, etc. En el equipo
cada una de las acciones del personal especializado, médico, por el contrario, se hace referencia al con-
el hospital sí es capaz de contratarlos e instruirlos junto de especialistas que intervienen en una fase
cuidadosamente. El hospital a su vez debe proveer determinada de la curación del paciente, y cuyo
reglas que sus empleados acaten cuando llevan a cabo ejemplo más claro es el de la intervención quirúrgi-
órdenes del médico. Por otro lado, imponiendo res- ca. Bustamante Alsina, si bien no define al equipo
ponsabilidad al hospital habrá un incentivo financie- médico lo describe diciendo que "generalmente
ro para ser más cuidadosos en la selección, instrucción intervienen, además del cirujano jefe del equipo,
y regulación de sus empleados. uno o dos médicos asistentes de éste, y otros médi-
cos, de distintas especialidades clínicas. Los asisten-
Frente a este programa, se juzga responsable al tes llamados también auxiliares son los que acom-
cirujano por la culpa de un empleado solamente pañan al cirujano jefe en el acto propiamente opera-
cuando el cirujano ha tenido una genuina oportuni- tivo. Los colaboradores del acto quirúrgico son los
dad de control sobre las tareas de aquél. Caso con- médicos que tiene determinada especialización y
trario, 'la responsabilidad recae sólo sobre el em- concurren a apoyar el acto quirúrgico formando
pleado negligente e indirectamente sobre el centro equipo con el cirujano,,15 .
hospitalario.
Bueres señala que" en el ejercicio de la medicina de
Hemos visto, entonces, cómo en los Estados Unidos equipo (un acto quirúrgico, por ejemplo) el director
se ha pasado de una responsabilidad estricta en cabe- o jefe del equipo orienta y coordina las actividades
za del jefe de equipo a una situación más benéfica de quienes lo secundan. Lo más probable es que el
hacia estos cirujanos, quienes ahora descargan su enfermo no conozca más que a ese facultativo jefe, al
pesada carga sobre los hospitales. En esta evolución menos en las intervenciones corrientes" 16.
ha jugado un papel importante la división operada
dentro de las salas de operaciones, así como también Precisamente, insistimos en que el jefe de equipo es
diversos criterios de índole económica. quien dirige y coordina todas las actividades de los
integrantes que los constituyen, y ése es el principal
b) El equipo médico: configuración fundamento por el cual el jefe puede llegar a ser
responsable por los actos negligentes de los demás
Ya que estamos tratando cómo se reparte la respon- miembros. Pero adviértase que esa facultad que
sabilidad civil por mala praxis médica entre los responsabiliza al jefe del equipo es también la que
diversos integrantes de un equipo médico, resulta debería marcar los límites de su compromiso. Es
necesario que tratemos de dar una noción acerca de decir, que la barrera debe llegar hasta, donde el jefe
cuándo estamos frente a este tipo de agrupación pudo o debió controlar, dirigir y coordinar la actua-
profesional, pues, como hemos adelantado, no todo ción conjunta.
conjunto de profesionales del arte de curar configu-
ra un equipo médico en sentido estricto. Por otro lado, esas características son las que nos
marcan también el momento a partir del cual el
La nota característica del equipo médico la constituye equipo debe tenerse por constituido. Sobre el parti-
la presencia de un cirujano jefe que actúa secundado cular, para Rubén Stiglitz, "en principio la etapa
por auxiliares médicos y paramédicos, como tam- preoperatoriano exhibe nítidamente un equipo cons-
l4
bién por especialistas con autonomía científica . tituido. Y a su turno, la instancia posoperatoria no
manifiesta sino un equipo disuelto,,17 .
Llamas Pamba distingue la simple medicina de
grupo del equipo médico. En la primera se hace Por nuestra parte, si bien compartimos esa conclu-
referencia al colectivo de médicos que ejercen su sión a nivel de generalidad, no puede darse una
profesión en un mismo centro y se prestan servicios respuesta con precisión para todos los casos, pues la

,. Ver GHERSI, Carlo§ Alberto. Responsabilidad por prestación médica asistencial. Buenos Aires: Ed.Hammurabi, 1987, p. 89.
15 BUSTAMENTE ÁiSINA, Responsabilidad médica. Pluriparticipación por ~qu,ipo y asisJencia múltiple de pacientes, citado: Bustamante
Alsina considera que el personal auxiliar de enfermeras que cumplen tareas''Q.arameaicales ysue generalm~nte proveen las clínicas, no
forman el equipo profesional-y no tienen sino una dependencia secundaria y ocasional en rglácíón al jefe de.!!quipo quien, concentrado
en la operación, no está obligado a supervisar todos aquellos actos accesorios. -
16 BUERES, Responsabilidad civil de los médicos, cit., p. 146.
TRIGO REPRESAS, Félix y STIGLITZ, Rubén. El seguro contra la responsabilidad civil profesionat del médico. Buenos Aires:
17
Ed.Astrea, 1983, p. 153.

THEMIS38
215
casuística es tan abundante que en definitiva la La cuestión que ahora nos ocupa es determinar la
solución vendrá de aplicar las reglas generales al eventual responsabilidad indirecta o por hecho aje-
supuesto individual. Es que bien puede darse un no del jefe de equipo cuando el perjuicio ha sido
caso que comprometa la responsabilidad del jefe ocasionado por uno de sus auxiliares, haya sido o no
de equipo pese a que el origen del año o la individualizado.
negligencia se haya manifestado en la etapa pre o
posoperatoria. Como ejemplo, se nos ocurre pen- En líneas generales, en este caso el jefe de equipo
sar en un caso en que el jefe de equipo haya responde contractualmente por el hecho de los de-
tolerado que el anestesista no controle previa- más componentes del equipo, y a la misma solución
mente al paciente en la habitación, previo al su- se arriba si la relación entre profesional y paciente o
ministro de la anestesia. Tal falta comprometería herederos es extracontractual, por aplicación del
- ante un daño sufrido por el paciente como artículo 1113 del Código Civil en su primer párrafo.
consecuencia de una reacción a la anestesia- no
sólo al anestesista sino también al cirujano jefe, Hemos dicho que esta solución responde a las líneas
pues éste en el caso concreto tuvo oportunidad generales, por lo que se hace preciso profundizar en
de controlar la tarea previa del especialista (al los conceptos y en la casuística.
menos en lo que hace al cumplimiento material)
y en su caso suspender la operación hasta que d) La medicina en la actualidad. La creciente
estén dadas las condiciones mínimas para una especialización.
, . 18
practIca segura .
Como paso previo al análisis concreto de los su-
El autor antes citado incluso reconoce que la regla puestos de responsabilidad civil contractual o
cede frente a la prueba de faltas cometidas por extracontractual del jefe de equipo médico, creemos
miembros del equipo antes de la intervención si- importante desarrollar algunas ideas.
guiendo instrucciones del cirujano, lo cual eviden-
ciaría no sólo el comienzo del funcionamiento del Hemos hablado del gran cambio operado en la
equipo, sino la existencia de un responsable que medicina en la era actual, donde vemos cómo se ha
dirige y coordina 19 • pasado de un ejercicio individual del arte de curar a
un ejercicio colectivo.
e) La responsabilidad del jefe de equipo
Una de las causas de este fenómeno es la creciente
No cabe duda de que el jefe de equipo a la par de su especialización que obliga a que para una misma
tarea de "director" también cumple una prestación cura o tratamiento médico se requiera la actuación
médica a título individual. Es decir que él despliega de diversos profesionales, expertos en áreas muy
una actividad en su carácter de médico que puede concretas. Es que en estos tiempos resulta imposible
ser la causa del perjuicio sufrido por el paciente. En que un mismo profesional conozca al mismo tiempo
este supuesto su responsabilidad surge por el hecho de todas las especialidades, y si así pretendiera
propio enlos términos de los artículos 512 ó 1109 del hacerlo seguramente ello conspiraría contra los in-
Código Civil, según nos encontremos en uno u otro tereses del paciente, pues seguramente ese médico
sector de la responsabilidad civil. En consecuencia estaría muy limitado en sus conocimientos.
aquí se ap lican los principios generales de la materia
y en nada influye la existencia del equipo. "Actualmente, por la propia complejidad de la cien-
cia médica y de las técnicas que conlleva, y las
Lo mismo sucede cuando la culpa puede ser atribui- demás razones que exponemos, lo normal es la
da a uno de los otros miembros del equipo. En este prestación colectiva, y no sólo eso, sino que también
caso ese individuo también responderá a título per- el acto médico propiamente dicho procede de varios
sonal por haber incurrido en un acto de responsabi- facultativos, tanto en el nivel de toma de decisiones
lidad directa o por el hecho propio. como en el de ejecución material del mismo,,20 .

18 Insistimos en señalar la importancia de la casuística, pues la solución no siempre puede ser idéntica. Así, por ejemplo, puede variar
si se trata de una cirugía de urgencia no programada.
19 TRIGO REPRESAS Y STlGLIT'Z, El seguro contra la responsabilidad civil profesional del médico, cit. p. 153
20 LLAMAS POMBO, La responsabilidad civil del médico, aspectos tradicionales y modernos. cit., p. 259. Continúa diciendo que "ya no
se concibe una intervención quirúrgica sin la participación, además del cirujano - o círujanos-, de una serie de personas que van desde
el anestesista -unas veces con funciones de'reanimación aparejadas y otras no- hasta enfermeros especializados, sin olvidar a todos
aquellos que hacen posible que funcione el quirófano, como el ingeniero encargado del mantenimiento de los complejos aparatos que se
emplean, o los que se ocupan de la limpieza y del cuidado del material."

THEMIS38
216
Esta creciente especialización, si bien trae algunos eficaz protección y la adecuada asistencia médica al
. 21
inconvenientes como hemos visto - sobre todo al paCIente .
tratar de determinar al responsable por mala
praxis-, por otro lado incide favorablemente en el Responde a la nueva realidad en la cual cada miem-
tratamiento del paciente. Es que la misma permite bro del equipo médico está preparado para el cum-
un conocimiento más profundo de los diversos plimiento de una función específica para la cual se
problemas y soluciones que se pueden presentar, y requieren, a su vez, conocimientos especiales sobre
además posibilita que el médico aumente su con- los que muchas veces los demás miembros no están
centración en las tareas que le son específicas con- suficientemente capacitados, incluido el propio ci-
fiando en la habilidad de los asistentes que cumplen rujano jefe.
con funciones independientes.
Este principio de división del trabajo hace impres-
Esta especialización impone como necesidad una cindible analizar cuáles son las funciones que des-
creciente colaboración entre diversos especialistas y empeña cada uno de los integrantes y a partir de allí
estamentos de las ciencias de la salud, lo que a su vez establecer cuáles son los deberes de cuidado de cada
trae aparejado un necesario reparto de competen- uno de los miembros del grupo. En esta tarea no
cias. Y este reparto de competencias o, dicho de otro cabe establecer reglas generales, sino que hay que
modo, delimitación, diferenciación y coordinación analizar cada caso en concreto. Así debe tenerse
de los deberes y competencias de cada uno de los muy en cuenta la clase y urgencia de la intervención
miembros de un equipo es imprescindible para quirúrgica, la modalidad de la división de trabajo, el
llegar a establecer la responsabilidad de cada uno de estado de formación y la fiabilidad de los colegas y
22
ellos y la del jefe del grupo. Ello para evitar una colaboradores • A su vez, en este análisis debe
criticable exasperación de los deberes del cirujano tenerse muy en cuenta y por encima de todo la eficaz
jefe, como los riesgos de una responsabilidad im- protección del paciente, pues a ello apunta el prin-
precisa o difusa. cipio de división del trabajo 23.

Desde el campo del Derecho Penal se han elaborado A los efectos de establecer con precisión las respon-
diversos criterios que tienen como fin delimitar sabilidades que le caben a cada miembro en particu-
responsabilidades, y si bien dichos criterios no son lar del equipo, es de suma importancia la normativa
trasladables enteramente a la responsabilidad civil, sanitaria que establece las competencias y tareas del
sí pueden orientar las soluciones en aras de respetar citado personal. Así, por ejemplo, es de consulta
esta nueva forma de ejercicio de la medicina que, en ineludible la reglamentación de cada una de las
definitiva, se ha establecido en beneficio de los especialidades reconocidas en la ciencia médica
pacientes. para lo cual se deberá requerir el informe correspon-
diente a los respectivos colegios profesionales. Así
Así entre otras soluciones se ha recurrido a los también son una pauta importante las leyes que
criterios de "división del trabajo" y al "principio de reglamentan diversas profesiones, tales como la
confianza" . 17.132 para el ejercicio de la medicina, o la 24.004
que reglamenta el ejercicio de la enfermería (ambas
e) El principio de división del trabajo a nivel nacional).

Este principio es derivado de la creciente especiali- La división del trabajo puede ser clasificada en
zación de la que venimos hablando y su auténtico horizontal y vertical.
justificativo reside en permitir al médico dedicarse,
con la concentración necesaria, a los cometidos es- La división del trabajo horizontal, o división de
pecíficos para los que está cualificado, y en garanti- trabajo en sentido estricto, es la que se da entre
zar, con una distribución razonable de tareas entre profesionales que por su capacitación, competencia
cada uno de los miembros del equipo médico, la e independencia se encuentran en situaciones de

~l BARREIRO. La impry.8enda punible en la actividad médico-quirúrgica. cit., p. 115 Y siguientes.


~~ WILHELM, D., Verantwortung und vertrauen bei Arbeitsteilung in der Medizin. D~ittschhrná; 196;4, citado por Agustín Jorge BARREIRO,
en La imprudencia punible en la actividad médico-quirúrgica, cit. p. 127. ~ -<.t ' .

el Algunos a u tores hablan de los peligros propios que genera la división del trabajo. Com~señala Carstensen -cit., por Barreiro- "a medida
que avanza la división del trabajo y la especialización aumentan los peligros". Entre las fuentes de I?eligro más compnes se menciona a:
1) La cualificación deficiente de los colaboradores; 2) los fallos en la comunicación entre los div.ersos mit:mbros; 3) la coordinación
defectuosa como también los fallos de organización, y 4) la de¡¡dente evaluación de la capacidad o conocirrtíentos médicos. BARREIRO,
La imprudencia punible en la actividad médico-quirúrgica, cit., p. 116.

THEMIS38
217
igualdad. El caso típico es la relación establecida Como lo venimos diciendo, aquí también resulta fun-
entre el cirujano y el anestesista sobre la que volve- damental determinar qué cometidos son específicos
remos más adelante. del personal subordinado, es decir, aquellas tareas en
las cuales este personal goza de absoluta autonomía.
La división del trabajo vertical, o más correctamente Sobre le particular, la Ley 24.004 sobre el "ejercicio de
delegación, se refiere a una situación donde está la enfermería", entre otras disposiciones establece:
manifiestamente presente una relación de jerar-
quía, estableciéndose una relación de supra y subor- " ... artículo 2) El ejercicio de la enfermería compren-
dinación. El ejemplo típico se da entre el cirujano de las funciones de promoción, recuperación y reha-
jefe y los cirujanos asistentes o entre el jefe y los bilitación de la salud, así como la de prevención de
enfermeros. enfermedades, realizadas en forma autónoma den-
tro de los límites de competencia que deriva de las
En el primer caso la división de trabajo es patente y incumbencias de los respectivos títulos habilitantes;
es donde hay que poner mayor atención en la deli- ... artículo 9) Son derechos de los profesionales y
mitación de responsabilidades. En la división de auxiliares de la enfermería ...b) asumir responsabili-
trabajo vertical o delegación, la relación de supra y dades acordes con la capacitación recibida, en las
subordinación hace que muchas veces el jefe res- condiciones que determine la reglamentación; ... ar-
ponda por la culpa de los auxiliares. tículo 10) Son obligaciones de los profesionales o
auxiliares de la enfermería ... d) ejercer las actividades
f) La división del trabajo vertical de la enfermería dentro de los límites de competencia
determinados por esta ley y su reglamentación; ...
Quedó dicho que la típica relación en la cual se ve la artículo 22) En ningún caso será imputable al profe-
división de trabajo vertical es la que se da entre el sionalo auxiliar de enfermería que pudieren provo-
cirujano jefe, los médicos ayudantes y el personal de car los accidentes o prestaciones insuficientes que
enfermería. reconozcan como causa la falta de elementos indis-
pensables para la atención de paciente, o la falta de
En estos casos, estando presente esa relación de personal adecuado en cantidad y / o calidad o inade-
supra y subordinación, será más fácil responsabilizar cuadas condiciones de los establecimientos ... ".
al jefe de equipo por la culpa del subordinado,
aunque bien puede darse una situación contraria Vemos cómo la propia ley brinda algunas pautas y
cuando la división de funciones surja con toda es de esperar que la reglamentación complete este
nitidez, así, por ejemplo, cuando la tarea del subor- marco normativo.
dinado haya sido sumamente específica y haya
escapado a todo control por parte del médico jefe. Dentro del diverso cúmulo de actividades que pue-
de cumplir el personal de enfermería, las que pue-
Para Wilhein, los elementos estructurales que carac- den llegar a comprometer la responsabilidad del
terizan esta modalidad vertical de la división del cirujano jefe son aquellas que se corresponden con
trabajo son: "1) el orden jerárquico de distribución la actividad auxiliar médica, que consiste en la
de deberes como los de instrucción, control y vigi- ayuda en las acciones propias del médico. Es impor-
lancia del superior, y la obligación de los subordina- tante tener presente que en estas tareas, el médico
dos de cumplir las órdenes de sus superiores jerár- no podrá delegar jamás en la enfermera cometidos
quicos; 2) la relación de dependencia de los subordi- propios de un médico ayudante, pues la asistencia
nados en el contexto de supra-subordinación; y 3) la de aquélla dentro de una intervención ha de ser
delegación que afecta no sólo a la actividad del indirecta, simplemente auxiliary marginal, limitán-
colaborador subordinado sino también a lo que dose a una actividad meramente mecánica.
puede suponer de desplazamiento de competencias
y rewonsabilidad como propias de funciones aje- El médico sólo podrá delegar en el personal de
nas"· . enfermería aquellas tareas que son de competencia
propia de dicho estamento, y para los cuales reúne
En esta relación, el cirujano jefe conserva esa posi- la capacitación suficiente.
ción de preeminencia que lo equipara al director de
orquesta o "capitán del barco", pero esto lo decimos En el Derecho español se ha determinado la responsa-
sin perjuicio de las diversas particularidades de bilidad de la enfermera por la muerte de un niño
cada caso en concreto. recién nacido, por haber preparado negligentemente

24 Citado por BARREIRO, La imprudencia punible en la actividad médico-quirúrgica, cit. p. 147.

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218
25
el biberón que contenía sustancias tóxicas . En otro ra que cambia el paciente y no informa al médico del
caso, a un cirujano que realizó con acierto una opera- cambio, no libera de culpabilidad al facultativo
ción, no le pudo ser imputada responsabilidad algu- interviniente en la operación,,28
na respecto a ulteriores actividades secundarias o
complementarias -vigilancia del operador para que Hemos dicho que la división vertical del trabajo se
no se levante inmediatamente y beba agua en la da también entre el médico jefe y los médicos auxi-
habitación, después de ser sometido a una delicada liares o residentes. En estos casos, como no existe
intervención - que él no pudo atender por sí mismo y autonomía científica entre ambos profesionales,
de las que por su carácter individual no tenía obliga- siempre estamos frente a una delegación de las
ción de responder. Otro caso en que se estableció la funciones propias del jefe de equipo, lo que lo
responsabilidad individual del enfermero fue aquél responsabiliza por la culpa del médico delegado.
en que éste suministró a un bebé una dosis de sodio
cinco veces superior a la prescripta por el médico, lo En este sentido, en un excelente estudio de la juris-
2
que originó la muerte del niño . prudencia29 se indica que generalmente subsiste la
responsabilidad del delegan te, generalmente el ci-
En nuestro país se registra un antecedente en el cual rujano jefe:
se ve con claridad la aplicación de la tesis de división
del trabajo". En la oportunidad se dijo que: "Cuando el cirujano jefe delega en uno de sus médi-
cos del equipo lo que hay en éstos casos es una
"La responsabilidad por la culpa o negligencia de simple cesión temporal del contrato de locación de
las enfermeras en el ejercicio de sus funciones, no servicios ... Esta cesión, o mejor dicho delegación de
puede recaer bajo la órbita del médico de cabecera, un médico a otro, de ningún modo exime al delegante
salvo cuando su dependencia fuera expresa, que de la eventual responsabilidad en que pudiera lle-
debe quedar limitada en todo en cuanto se refiera a gar a incurrir, sea por sus propios errores, sea por los
la actividad puramente profesional de éste, y en del médico sustituto frente al paciente, a condición,
cambio lo que caiga bajo una prestación técnica de naturalmente de que esa deficiencia, omisiones,
servicios, la responsabilidad pesa sobre el locador descuidos o negligencias se demuestren con prueba
de servicios,,27 irrefutable,,30.

En los Tribunales de Rosario se registra un ante- g) La división del trabajo horizontal.


cedente en el cual el médico pretendió excusar su El caso especial de los anestesistas.
responsabilidad alegando -en forma tácita- el
principio de división del trabajo vertical, pero sin La división de trabajo horizontal es la que se da
tener respuesta positiva por parte de los jueces. entre profesionales que por su grado de formación,
En el caso se trataba de un cambio de pacientes competencia e independencia, actúan en situación
que debían ser sometidos a operaciones distin- de igualdad, aunque sin llegar a desconocer la su-
tas. En el fallo se lee: premacía del jefe de equipo en cuanto a sus funcio-
nes de organización y supervisión.
"Existe negligencia del médico que omite tomar una
mínima precaución tendiente a comprobar la ver- El caso típico es la relación cirujano-anestesista, y es
dadera identidad del paciente, ya que es de rigor a la que mayor atención se ha prestado, tal vez
realizar una verificación sobre las conclusiones clí- porque un alto porcentaje de juicios por mala praxis
nicas del paciente antes de efectuar una interven- han tenido como origen un daño provocado por la
ción quirúrgica ... La responsabilidad de la enferme- administración de anestesia. Pero ello no descarta

25 Citado por MARTfNEZ PEREDA RODRíGUEZ, José Manuel, en: La imprudencia punible en la profesión sanitaria, según la

jurisprudencia del Tribunal Supremo. Madrid: Cólex , 1985, p. 92.

20 En estos casos la responsabilidad no alcanzó al médico, sin perjuicio de que el ente asistencial - clínica, sanatorio, etc.- sí puede ser

responsable. ~..'
~' ~

27 Cám. 1° Civ. y Como Bahía Blanca, Sala B., 9/4/81, RepLL, XKI-918, sum.1.45.~, ".

28 Cám. Civ. y Como Rosario, Sala JI, 4/8/93, Juris, 72-181


~ , ..

URRUTIA, Deborah Myriam - César AmíIcar - Gustavo Ariel, Actualización de jurisprudencia sobre la responsabilidad civil de los
29

médicos, LL, ejemplar del 22/7/91. : . •

30 CNEsp. Civ. y Com., Sala IV, 11/11/85, RepLL, 1986-575-299.

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219
que los principios puedan ser aplicados a la relación especialistas cometan mayor número de errores,
que se da entre el cirujano jefe y otros profesionales, sino más bien a que las consecuencias de ellos son,
34
tales como radiólogos, cardiólogos, ana tomo- por lo general, sumamente graves • Téngase pre-
patólogos, etc., que pueden formar parte del equipo sente que en la mayoría de las veces que existen
quirúrgico. complicaciones serias con la anestesia, el paciente
fallece o queda descerebrado.
Como regla general se sostiene que en casos de
concurrencia de profesionales con autonomía cien- En síntesis, se puede decir que el anestesista ocupa
tífica y técnica, las responsabilidades son indepen- un lugar muy especial dentro del equipo médico,
dientes, aunque el jefe de equipo pueda ser alcanza- situación que viene dada por la particular autono-
do en supuestos en que éste pudo o debió vigilar los mía de su actividad, lo que permite decir que no
3
actos de sus colaboradores . puede hablarse ligeramente de subordinación entre
el cirujano jefe y este especialista. Entre ambos se ve
La cuestión merece mayores precisiones y a ello nos nítidamente la división del trabajo de la que veni-
35
volcamos a continuación. mos habland0 . El cirujano se ocupa de la opera-
ción propiamente dicha, mientras que el anestesista
Como decíamos, gran número de autores al analizar debe elegir el procedimiento para insensibilizar al
la responsabilidad del jefe de equipo, dedican espe- paciente, lo que hará previa revisión del mismo y de
cial atención a la relación entre éste y el anestesista, sus antecedentes de salud, así mismo debe ocuparse
llegando a sostenerse que éste último se encuentra a posteriori de la total recuperación de los sentidos,
en una situación dominante por sobre el cirujano. lo que se realiza una vez terminada la interven-
36
En este sentido se ha dicho que " ... una considera- ción . En este reparto de tareas pueden existir
ción especial merece la situación del anestesista, a diferencias de criterios entre el jefe de equipo y el
quien se le reconoce - en ocasiones- que ocupa una anestesista, siendo por lo general el jefe de equipo
posición dominante sobre la del cirujano, muy espe- quien luego de escuchar al segundo toma la deci-
cialmente, quizá, porque tiene a su cargo al enfermo sión final, y aquí sin ninguna duda puede quedar
por más tiempo que aquél, pues antes de la opera- comprometida la responsabilidad del cirujano. Lo
ción prepara el sueño del enfermo y después de la mismo en cuanto al control de los actos materiales
37
operación lo asiste hasta que despierta,,32 . Con claro llevados a cabo por el anestesista .
sentido de la realidad se afirma que el anestesista es
el primero en ingresar al quirófano y el último en Es común encontrar en la jurisprudencia casos en
retirarse 33 . los cuales se producen complicaciones con la anes-
tesia y el anestesista no se encuentra en el quirófano.
Para Llamas Pombo, el hecho de la gran cantidad de Si el jefe del equipo toleró injustificadamente esa
reclamos indemnizatorios en los que se ven involu- ausencia también puede llegar a resultar respon-
crados anestesistas no obedece tanto a que estos sable.

31 Ver URRUTIA, Deborah Myriam - César Amílcar • Gustavo Arie!' Actualización de jurisprudencia sobre la responsabilidad civil de

los médicos, LL, ejemplar del 22/7/91.

32 TRIGO REPRESAS Y STIGLITZ. El seguro contra la responsabilidad civil profesional del médico, cito p. 154.

JJ MOSSET ITURRASPE y LORENZETTI, Contratos médicos. cH, p. 187, afirman que la doctrina jurídica y la ciencia médica coinciden

en considerar al anestesista como un médico autónomo, con obligaciones y consecuentes responsabilidades propias.

34 LLAMAS POMBO, La responsabilidad civil del médico, aspectos tradicionales y modernos, cit. p. 331. Paraest~autor el problema de
la determinación del responsable enla relación cirujano-anestesista se plantea recientemente a partir de la concepción de la anestesiología
y reanimación como una auténtica especialidad médica. Recuerda que en Francia se reconoce a esta especialidad en el año 1945.

35 TRIGO REPRESAS YSTIGLITZ. El seguro contra la responsabilidad civil profesional del médico, cit., citan a Frey, Hugin y Mayrhofer,
que en la obra Tratado de anestesiología, reanimación y tratamiento intensivo, dicen que el anestesista se halla al mismo nivel jerárquico
del cirujano siendo su responsabilidad análoga a la de éste. Entre las funciones del anestesista detallan la de u abolir la sensibilidad en una
región reducida o extensa del cuerpo y suspender premeditadamente la respiración espontánea y, en ocasiones, durante largo tiempo,
anulando la actividad de los centros respiratorios o el estímulo fisiológico de la respiración. Bloquea la conexión entre nervios y músculos,
y paraliza el cuerpo. En suma, se puede influir así ampliamente sobre funciones vitales tales como la sensibilidad, la percepción, estado
consciente, respiración, circulación, conducción nerviosa y metabolismo".

3' Así se afirma que el anestesista sólo está sujeto a las instrucciones del cirujano en cuant,O a laduradón de la intervención o la zona a
anestesiar. FERNÁNDEZ HIERRO, J. M., Responsabilidad civil médico sanitaria. Pamplona: Ed.Aranzadi, 1984.

37 Existe un caso particular extraído por Llamas Pombo de la jurisprudencia francesa según el cual, en caso de duda sobre la posición en
que debe ser colocado el paciente sobre la mesa de operaciones, corresponde decidir al anestesista. Sent. Cass. Civil, 25/5/71.

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220
En España existe un antecedente en el cual un primera de aquellas advertencias, el paro
cirujano llevó a cabo una cesárea con un anestesista cardiorrespiratorio no habría ocurrido. De ahí que,
que atendía en dos quirófanos a la vez. En un esa sola circunstancia comprometa la responsabili-
momento se presentó un cuadro cianótico en la dad del cirujano que es quien dirige la totalidad del
paciente y hubo que llamar al anestesista, pero acto quirúrgico y debe disponer las medidas
cuando éste se presentó todo intento de reanima- correctivas ante cualquier síntoma de alarma que se
ción fue infructífero. La condena alcanzó a ambos suscite .. ,,4o.
·
pro f eSlOna 1es 38 .
Como puede apreciarse, la división del trabajo que
En nuestro país es famoso un antecedente semejan- se opera entre cirujano y anestesista si bien es clara,
te, en el cual el tribunal sostuvo: no en todos los casos exime de responsabilidad al
jefe de equipo. Pero también debe alertarse sobre
"Incurre en una gravísima negligencia el médico aquellos supuestos en los cuales la negligencia del
anestesista al ausentarse de la sala de operaciones anestesista no puede ser imputada indirectamente
para efectuar llamadas telefónicas antes de la finali- al jefe de equipo. Creemos que la cuestión pasa
zación del acto quirúrgico produciéndose en el ínte- precisamente por delimitar las funciones propias de
rin una pérdida de oxígeno incontrolada del apara- cada especialista y en analizar si el cirujano pudo
to de anestesia que causa la destrucción completa de controlar o estuvo a su alcance la posibilidad de
la masa cerebral de la paciente, falleciendo ésta controlar el acto u omisión del anestesista que des-
meses más tarde. encadenó el daño.
Es así mismo, responsable el cirujano jefe que no
debió admitir que el sistema de oxigenación Es decir que el principio de división del trabajo
hubiere quedado sin control o el retiro del lleva a responsabilizar indirectamente al jefe de
anestesista,,39. equipo cuando éste tuvo el derecho a controlar
los pormenores y la forma en que actuaban los
Existe otro antecedente de nuestros Tribunales en el integrantes de su equipo. Es éste un principio que
cual la condena también alcanzó tanto al cirujano debe quedar en claro y que es el que se refleja en
como al anestesista. En el caso, el cirujano en dos los fallos citados.
oportunidades advirtió al anestesista la presencia
de sangre negra y, no obstante, el último aconsejó Como señala Barreiro, " ... hay que destacar, frente a
proseguir con la operación. En la ocasión, y entre un autorizado sector doctrinal, la autonomía abso-
otros considerandos, el tribunal sostuvo: luta -dentro del ámbito de las funciones que le son
propias como médico especialista- del anestesista
"Es cierto que no compromete al cirujano la tarea de respecto al cirujano. Sostener lo contrario -es decir,
oxigenación del paciente, propia de la función del la primacía del cirujano y la dependencia del
anestesista, al igual que el control de los parámetros anestesista - iría en contra del principio de división
vitales, pero también lo es que advertidos cualquie- de trabajo médico y llevaría a desconocer el autén-
ra de los trastornos de la ventilación era obligación tico sentido que debería tener la vigencia del princi-
suya suspender la operación hasta que hubieran pio de confianza. Con otras palabras, supondría
desaparecido ... Si no obtenía respuesta adecuada a negar algo evidente en la medicina actual: la inter-
la ad vertencia que venía formulando de la aparición dependencia y el plano de igualdad en el que se
de sangre negra, ya en la primera oportunidad encuentran cirujano y anestesista, al desarrollar la
debió haber interrumpido el acto quirúrgico, cual- actividad médico-quirúrgica,,41 .
quiera hubiera sido la condición del anestesista,
máxime si como lo afirma era la primera vez que No desconocemos valiosas opiniones que, pese a
actuaba con ese auxiliar. Es obligación común del reconocer la plena autonomía científica del
cirujano suspender la operación hasta que los tras- anestesista, sostienen que ella no exime de respon-
tornos de la ventilación desaparezcan, al punto de sabilidad al jefe de equipo porque entre éste Xel
que si hubiera sido suspendida la operación ante la anestesista existe una relación de dependencia 2.

3S Sentencia del Tribunal Supremo Español, 10/10/79.


39 CNeiv., Sala e, 24/8/82, DE, 102-204.
40 eNeiv., Sala e, 24/8/89, DE, 135-757.
41 BARRElRO, La imprudencia punible en la actividad médico-quirúrgica, cit.p. 140.
42 GHERSI, Responsabilidad por prestación médico asistencial, cito p. 98.

THEMIS38
221
Creemos que no se puede generalizar sino que, 4. EL FUNDAMENTO LEGAL DE LA
como lo venimos diciendo, corresponde analizar RESPONSABILIDAD DEL JEFE DE
cada caso concreto, máxime en la actualidad en que EQUIPO.
como regla general los pacientes contratan directa-
mente con el anestesista43.
a) Preliminar.
h) El principio de confianza
Insistimos en que cuando tratamos la responsabi-
Al igual que el principio de división del trabajo; el lidad médica en el acto de equipo lo hacemos para
principio de confianza también ha sido utilizado analizar primordialmente la responsabilidad que
frecuentemente -y sobre todo en materia penal- le puede caber al cirujano jefe por los actos de los
como criterio limitador de la responsabilidad de los demás integrantes, ello sin perjuicio de la común
miembros del equipo quirúrgico. responsabilidad por hecho propio que le corres-
ponde al verdadero causante del daño. Asimismo
Esta teoría significa que el cirujano, en principio, también el cirujano jefe puede incurrir en respon-
puede confiar en que sus colaboradores se compor- sabilidad si él personalmente comete el acto dañi-
tarán de manera diligente, lo que permite al cirujano no en los términos del artículo 1109 del Código
desentenderse de ciertas cuestiones que pueden ser Civil. No olvidemos que el jefe de equipo, a la par
asumidas por otros miembros del equipo, evitando de su función jerárquica, también desempeña el
así la sobrecarga del primero. papel más importante desde el punto de vista
médico dentro del quirófano.
Este principio tiene una limitación y es que no
puede ser invocado cuando el cirujano conoce o En definitiva, la responsabilidad del jefe de equipo
debió conocer la escasa preparación de sus asis- en estos casos es una responsabilidad indirecta o
tentes. Es decir que la operatividad del principio por hecho ajeno por lo que corresponde buscar su
de confianza queda excluida cuando en el caso fundamento legal.
concreto se percibe un fallo grave de otro colega,
o existen dudas sobre su cualificación o fiabili- En razón de que nuestro Código Civil consagra la
dad que justifiquen precisamente la pérdida de clásica división de la responsabilidad civil en los
esa confianza. sectores contractual y extracontractual, el enfoque
debe realizarse distinguiendo aquellos casos en los
De esta manera se evita que el cirujano tenga que cuales entre el reclamante y el profesional existe o
estar pendiente de absolutamente todo lo que su- no relación negocial previa, sin perjuicio de tener
cede dentro del quirófano. Un médico que así pro- presente la posibilidad de opción del artículo 1107
44
ceda seguramente nunca sería civilmente respon- del Código Civi1
sable, pero tampoco sería un buen médico porque
no podrá dedicarse por entero a su estricta misión. b) Responsabilidad extracontraclual del jefe de
equipo
Como regla general se puede decir que impera el
principio de confianza, salvo las excepciones apun- La responsabilidad extracontractual del jefe de equi-
tadas. po por el hecho de los demás integrantes sin duda

ü BARREIRO, La imprudencia punible en la actividad médico-quirúrgica, cito p. 140 YSS., a los efectos de delimitar con mayor precisión
las distintas competencias del cirujano y del anestesista, distingue las distintas fases de la actividad médico-qtilrJrgica. Así menciona la
fase preoperatoria, la fase intraoperatoria y la fase posoperatoria. En la primera etapa juega un papel importantísimo el examen previo
del paciente para poder decidir la estrategia anestesiológica. El anestesista debe analizar además todo el historial clínico del paciente y
a la luz del plan de operación programado por el cirujano, decidir el procedimiento de narcosis adecuado. Si el anestesista considera
inoportuno el suministro de anestesia debe informar sobre el particular en forma detallada al cirujano solicitando en su caso un cambio
en el plan quirúrgico. En caso de discrepancias la decisión la toma el cirujano sin perjuicio de la posibilidad -si la emergencia lo permite-
que tiene el anestesista de apartarse de la intervención. En la etapa intraoperatoria, uno de los problemas más frecuentes se da cuando
ante un incidente grave se plantea el difícil dilema de interrumpir la operación con los riesgos que ello pueda. aparejar, o continuar con
la misma con la puesta en peligro del paciente. Aquí también se sostiene que la palabra última la tiene el cirujano. Por último, en la etapa
posoperatoria cobra importancia el deber que tiene el anestesista de vigilar la evolución del paciente.

44 Sobre los múltiples inconvenientes que trae aparejada la divisi6nde laresponsabílidad civil como así también de la falta de fundamento

de la misma, la doctrina nacional se ha ocupado con delicada atenci6n en múltiples oportwlidaaes. Por nuestra parte en la tesis doctoral
presentada en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires y que fuera calificada con sobresaliente con
recomendación al premio Facultad por el jurado integrado por los doctores Jorge Bustamante Alsina, Alberto J. Pardo y Félix Trigo
Represas, hemos criticado duramente la división y brindamos fundamentos para una unificación del Derecho de Daños. Por lo tanto
creemos que no es ésta la oportunidad para extendemos sobre un tema que ya no merece más polémica.

THEMIS38
222
alguna encuentra su ubicación normativa en el pri- extensión tal que admite considerar existente a la
4
mer párrafo del artículo 1113 del Código Civi1 . relación de dependencia aun en supuestos aparen-
temente dudosos. Por eso nuestra doctrina ha indi-
Se trata de la clásica responsabilidad del principal cado que existe dependencia cuando se da el dere-
por el hecho de dependiente, la que supone una cho del civilmente responsable, para dar al autor
serie de condiciones o requisitos para su funciona- material órdenes o instrucciones en cuanto a la
46
mient0 . manera de cumplir las funciones que le ha confiado;
que posee las facultades de darle órdenes, un poder
Esta responsabilidad hoy en día es concebida como de mando" 48 .
una responsabilidad objetiva con fundamento en la
idea de garantía, pues han quedado mayoritaria- En líneas generales se puede afirmar que existe
mente descartadas las tesis de la culpa in eligendo o dependencia en los términos del artículo 1113 del
in vigilando. De ahí que estando reunidos los requi- Código Civil, cuando el principal tiene el poder de
sitos de procedencia de esta responsabilidad, al impartir órdenes o instrucciones, aunque dicho
principal le resulte insuficiente la prueba de su no poder no haya sido ejercido en forma efectiva en el
culpa. En todo caso, el comitente deberá demostrar caso concreto. Basta por ello que el "principal tenga
el caSllS interruptivo de la relación causal, o bien la algún poder de supervisión sobre los medios y
falta de requisitos de procedencia de su responsabi- métodos empleados, aunque no concurra una es-
lidad indirecta 47. tricta subordinación jerárquica,,49 .

En cuanto a los requisitos específicos de proceden- En las Cuartas Jornadas Bonaerenses de Derecho
cia de esta responsabilidad, se suelen enumerar los Civil, Comercial y Procesal celebradas en Junín en
siguientes: a) relación de dependencia; b) que el acto octubre de 1990, la Comisión No. 2 trató el tema de
haya sido ejecutado en ejercicio o en ocasión de la la "Responsabilidad contractual por hecho ajeno y
función propia del dependiente. Por supuesto que extracontractual por el hecho del dependiente". En
además deben sumarse los presupuestos generales dicha oportunidad adherimos a los despachos ma-
del deber de responder, tales como el daño la rela- yoritarios, entre los que vale recordar los siguientes
ción causal y el factor de atribución (tanto por parte' (referidos al ámbito extracontractual): 1) La respon-
del principal-garantía- como por parte del depen- sabilidad por el hecho del dependiente (artículo
diente). . 1113, párr. 1°, Código Civil) es indirecta y objetiva.
El fundamento es la garantía. 2) La dependencia
De todos estos requisitos el que más atención mere- debe ser aprehendida con un criterio de amplitud.
ce es el de la relación de dependencia que debe Ella existe cuando media una autorización para
existir entre el principal y su agente. Al respecto, el obrar proveniente del principal, y a condición de
concepto de dependencia ha ido evolucionando que éste posea un poder efectivo o virtual de impar-
notablemente ampliándose cada vez más su conte- tir órdenes o instrucciones.
nido. Desde ya que la relación de dependencia
contemplada por el artículo 1113 del Código Civil Por nuestra parte, y hecho este breve repaso de la
no queda restringida a la típica relación de depen- teoría general, en el caso concreto de la responsabi-
dencia propia del derecho del trabajo. Pero el asunto lidad del jefe de equipo creemos que deben tenerse
es determinar hasta dónde se puede extender dicho m uy en cuenta las cuestiones expuestas con anterio-
concepto. Sobre el particular Garrido y Andorno ridad. Efectivamente, como regla general los miem-
exponen que la idea de relación de dependencia bros del equipo médico pueden ser juzgados como
" ... ha tomado con el transcurso del tiempo una dependientes del cirujano jefe y por ello

.5 Ver BUERES. Responsabilidad civil de los médicos. cit., p. 147 Y siguientes.


46Ver sobre el tema GARRIDO, Roque y ANOORNO, Luis. El art. 1113 del Cód. Civil. Comentado. Anotado. Buenos Aires:
Ed.Hammurabi, 1983, Cap.l: ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde, RespoJ'Sabilida.ddel principal por el hecho del dependiente. Buenos
Aires: Ed.Abaco, 1980; de la misma autora, más recientemente, Personas, c-asos y cosas en el derecho de daños. Buenos Aires:
Ed.Hammurabi, 1991~ Cap. III, p. 71 Ysiguientes.
47 Matilde Zav;la.~i González rechaza la idea de garantía como factor de atribuciÓn'~n este tipo de responsabilidad. Para la jurista
cordobesa, "la responsabilidad del principal es directa desde el punto de vi¡¡ta del fúnclatnl2nto, debido a que hay una razón propia y
personal que la justifica, a pe~ar de que esa razón se conecte con la dependenda" . Pata Zavajg;ae González e!fundamento debe buscarse
en la idea del riesgo creado. Ver su libro Personas, casos y Cosas en el derecho de daños, cit. p,. 7~ Y siguientes.
48 GARRlOO y ANOORNO, El art.l113 del Cód. CiviL Comentado. Anotado, cit., ps.18-19. _.
49 ZAVALA DE GONZÁLEZ, Matilde. Personas, casos y cosas en el derecho de daños, cit., p. 85, continúa 'Óiciendo.que "lo fundamental

es el desenvolvimiento de una actividad a la que el comitente no es ajeno de algún modo, sea que exista dependencia en el sentido clásico

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223
responsabilizan a éste cuando cometen un perjuicio Este temática también fue abordada en las ya cita-
injustificado. das Cuartas Jornadas Bonaerenses de Derecho Ci-
vil, Comercial y Procesal celebradas en Junín en
Pero la responsabilidad del jefe de equipo sólo puede octubre de 1990.
extenderse hasta donde éste efectivamente pudo ejer-
cer algún control o supervisión. Así, por ejemplo, Bueres realiza una minuciosa y profunda enumera-
ninguna duda cabe de que existe relación de depen- ción de las diversas teorías que se han elaborado
dencia cuando el cirujano jefe permite que parte de la para justificar la responsabilidad ahora en análisis.
intervención quirúrgica sea realizada por un médico Recuerda el mencionado jurista que en nuestro país
auxiliar. Pero pensamos que en los casos en los cuales la tendencia mayoritaria parecería apuntar a la no-
el cirujano jefe no puede realizar dicho control por ción de prestación o a la estructura de la relación
tratarse de una prestación que requiere conocimien- obligatoria para justificar la responsabilidad del
tos especiales, y que quien la practica posee autono- deudor. En su virtud, el sujeto obligado se encontra-
mía suficiente como para decidir el camino a seguir, ría en la necesidad de cumplir el deber jurídico por
la responsabilidad indirecta que tratamos no puede sí o por medio del tercero empleado circunstancial-
52
alcanzarlo. Es lo que sucede respecto al suministro de mente .
una anestesia. El cirujano podrá ser responsable en
tanto y en cuanto haya podido supervisar al Para este teoría lo fundamental reside en la
anestesista, así, por ejemplo, controlar que haya visi- irrelevancia jurídica de la sustitución operada en
tado previamente al paciente para realizar los exáme- cuanto a la persona que se obliga y quien efectiva-
nes de rigor, que esté presente durante toda la opera- mente desarrolla la prestación, y en la equivalencia
ción, que preste atención a su función, etc. Es decir, de comportamientos. De esta manera se equipara
tareas que el jefe de equipo puede controlar y dirigir. el comportamiento del tercero introducido en el
Pero pensamos que si la droga utilizada no era la cumplimiento de la obligación, con el propio
correcta, en este caso no puede hablarse de depen- comportamiento del obligado originario. El he-
dencia porque se trata de una materia que escapa al cho del tercero en consecuencia se equipara al
53
control del cirujano jefe. En el caso la responsabilidad hecho del propio deudor • La teoría que se fun-
como regla general sólo puede alcanzar al anestesista. damenta en la estructura de la obligación parece
ser defendida también en España por Ataz López,
Digamos, por último, que en caso de demandarse al cuando sostiene: " ... en consecuencia, como en el
jefe de equipo juntamente con el integrante del contrato médico es el facultativo el que se com-
grupo autor del perjuicio, ambos responden solida- promete a desplegar su actividad, si para deter-
riamente, pues en el caso estamos frente a una minados cuidados que no realiza él personal-
obligación in solidunl). mente, delega en un auxiliar, el médico será res-
ponsable también de la calidad de estos cuida-
c) Responsabilidad contractual del jefe de dos, ya que toda culpa del auxiliar supondrá una
equipo. contravención de aquello a lo que se había obliga-
do el médico mismo: los cuidados no habrán sido
Debemos ubicarnos ahora en lo que Banchio deno- conformes a las reglas del arte, o no habrán sido
mina responsabilidad obligacional del deudor por lo suficientes, o los necesarios. En cualquier caso
el hecho de otro, tema que ha ocu~ado la atención de el responsable sería el facultativo que es quien
54
la doctrina nacional y extranjera 1. incumple el contrato" • _

50 Sobre este tipo de obligaciones consultar el trabajo de ANDORNO, LuisO. La responsabilidad civil y la obÍigadón "in $olidum". JA,
Doctrina, 1972-429 y siguientes.
51 BANCHIO, Enrique C. Fundamento de la responsabilidad oblígacional del deudor por el hecho de otro. En la obra colectiva
"Contratos". Buenos Aires: Ed.La Rocca, 1989, p. 235.
52 BUERES, Responsabilidad civil de los médicos, cit., ps.153-154
53 Ver desarrollo de esta teoría en BUERES, Alberto J., Responsabilidad civil de las clínicas y establecimientos médicos. Buenos Aires:

Ed.Abaco, 1981 p. 22 Y ss.; LORENZETTL Respons~bilidad civil de los médicos, cit., p. 152 Ysiguientes.
54 ATAZ LÓPEZ, Joaquín. Los médicos y la responsabilidad civil. Madrid: Ed.Montecorvo, 1985, p. 371. En nuestro país quienes
desarrollaron con más precisión esta tesis han sido MossetIturraspe y Anteo RameUa. Parecen sostenerla también Trigo Represas-Stiglitz
en su libro El seguro contra la responsabilidad civil profesional del médico, cit., p.163, do~de al !eferirse a esta responsabilidad indirecta
del jefe de equipo, sostienen que "la cuestión examinada se halla estrechamente relacionada con la estructura misma de la relación
obligacional en cuanto consiente que el interés del acreedor pueda ser satisfecho a través de la ejecucíón directa de la prestacíón por el
deudor o por un tercero". Se atribuye la partemidad de esta teoría al italiano GIOVINE, Achille. Causa stranea e responsabilítá contrattuale
per fatti altrui. En: "Rivista di Oíritlo Comercia/e", 1929, parte 1. n° 8.

THEMIS38
224
Por nuestra parte consideramos que el fundamento de la Ley 17.132. Sin perjuicio de ello la doctrina
de esta responsabilidad se encuentra en la existen- considera que estamos aquí frente a un supuesto de
58
cia de una obligación tácita de seguridad, por la cual obligaciones in solidum •
el jefe de e~uipo se compromete por el hecho de sus
5
auxiliares • Ahora bien, esa obligación de seguri- Respecto a la solidaridad legal que establece en el
dad que asume el jefe de equipo garantiza sólo ámbito nacional el artículo19, inciso 9, de la Ley
aquellas prestaciones que realizan sus dependien- 17.143, creemos, con Bueres, que sólo concierne a la
tes y que ha tenido la posibilidad de controlar o responsabilidad del médico jefe por el hecho de sus
efectivamente ha controlado o supervisado. No es auxiliares (o dependientes), no alcanzando a los
que el fundamento sea la culpa in vigilando, sino que facultativos que actúan individualmente.
en realidad no está en condiciones de garantizar un
resultado que sea ajeno a su posibilidad de actua- De todas maneras, para justificar la posibilidad de
ción. Esto último tiene importancia suprema cuan- demandar el todo a cualquiera de los responsables, la
do el perjuicio es cometido por un profesional con doctrina y jurisprudencia han admitido pacíficamen-
autonOlJlía -tal el caso del anestesista. Aunque gene- te la existencia en el caso de obligaciones concurren-
59
ralmente cuando se trata de un profesional con tes generándose así una responsabilidad in solidum •
cierta autonomía, como el caso del anestesista, esta-
mos frente a contrataciones individuales, por lo que 5. LA RESPONSABILIDAD CIVIL MÉDICA
el jefe de equipo no asume esa obligación de seguri- COLECTIVA
dad de la que hablamos, sin perjuicio, claro está, de
su responsabilidad directa por su propia culpa de Como afirma Bueres, la intervención de médicos
haber causado el daño en coparticipación con el que no forman un equipo pero que asisten en común
·
pro f eSlOna 1 autonomo
/ 56
a un mismo paciente, podrá dar lugar a la responsa-
bilidad colectiva cuando no pueda individualizarse
En esta hipótesis se encuentra también presente la el causante del daño. Asimismo, para el citado
idea de garantía que da fundamento a esta respon- autor, también dentro del equipo médico podrá
57
sabilidad • existir responsabilidad colectiva si el paciente
contrató con cada integrante individualmente y no
60
Por último, cabe señalar que también en este caso es factible precisar el origen del dañ0 •
frente a la víctima son solidariamente responsables
el jefe de equipo y el auxiliar que ha sido agente En cuanto a la responsabilidad colectiva, hoy en día
directo del daño. Dicha solidaridad surge en el es admitida ampliamente en nuestro país tanto a
61
orden nacional por imperio del artículo19, inciso 9, nivel de la doctrina como de la jurisprudencia •

55 Sobre la obligación de seguridad, ver VÁSQUEZ FERREYRA, Roberto, La obligación de seguridad en la responsabilidad civil y Ley
de Contrato de Trabajo. Rosario: Ed.Vélez Sárfield, 1988.
56 Insistimos que la casuística es inmensamente rica por 10 que resulta sumamente difícil contemplar todos los casos que pueden
presentarse, sobre todo teniendo en cuenta las diversas modalidades de contratación del equipo médico y de cada uno de sus integrantes.
Para una visión detallada ver BUERES, Responsabilidad civil de los médicos, cit,.p176 y sS.Para este destacado especialista tampoco cabe
hablar de responsabilidad del jefe de equipo por el hecho de las enfermeras por cuanto en el caso no existe ni siquiera una dependencia
ocasional. "Cuadra enterder que el medio, la infraestructura hospitalaria, impone cierta utilización de enfermeras por parte del cirujano,
mediante una actividad que el paciente acepta y de la que no puede formularse reproche de aquel "(P.179). En su clásico libro, Bueres
cita un fallo de la cámara.Civil de Mar del Plata en el cual el tribunal decidió que la solidaridad no se presume en el caso de una
intervención quirúrgica en la que colaboran varías profesionales que actúan con autarquia en sus distintas especialidades y, en
consecuencia, el cirujano no es garante ni responsable de la actuación del médico transfusionista O del anestesista, dado que están
ausentes la relación de subordinación y la garantía del resultado.El fallo es del 10 /11/75, publicado en JA,1976 -III -163.
57 Ver BUERES, Responsabilidad civil de los médicos, cít.,p.159 y siguientes.
58 Ver TRIGO REPRESAS Y STIGLITZ, El seguro contra la responsabilidad civil profesional del médico, cit., p. 172 Y siguientes.
De no ser así regiría el principio general en material contractual de la simple mancomunación. Sobre las obligaciones in solidum, ver
59

de ANOORNO. Luis O., La responsabilidad civil y la obligación "in solidll.m", JA, Doctrina, 1972-429.
60 BUERES, Responsabilidad Civil de lO'S médicO's, cit., p. 147 Y Responsabilidad ci;n de las clínicas y establecimientO's médicos, cit. p. 255.
Ver también su voto~-qmo integrante de la Sala D de la CNCiv., en los autos "Calcaterra. Ruben y otra c. Municipalidad de Buenos Aires",
24/5/90, LL, ejemplar del 17 /9/91, con nota deCOMPAGNUCCI DE CASO, R~bén. R~?ó.!}sabilídad médica y responsabilidad cO'lectiva.
" A nivel nacional se pueden citar BUSTAMANTE ALSINA, Jorge, Teoría gef¡er~l de la résp~l'\sabílidad civil. BuenO's Aires: Abeledo-
Perrot, 1971, Cap. XXII; RACCIATII, Hernán, Responsabilídad cO'lectiva y el hecho del:"dependiente, Lt, ejemplar del 10;9/87;
GESUALDI, Dora-Mariana. La Responsabilidad colectiva, en el libro "Responsabilidad por daños", homenaje al Profesor Jorge
Bustamante Alsina. Buenos Aires: Ed.Abeledo-Perrot, 1990, t. II, p. 139; LÓPEZ CABANA, Roberto y L!..DVERAlY, Nora, La responsa-
bilidad colectiva, DE, 48-800; ZAVALA DE GONZÁLEZ, Personas, cassos y cosas en el derecho.de daño~, Cap. vm, titulado "Daños
causados colectivamente"; de la misma autorora La respO'nsabilidad colectiva y el art. 1119 del Proyecto del Código Civil, LL, ejemplar
del 24/8/88; COMPAGNUCCI DE CASO, Responsabilidad médica y responsabilidad colectiva, LL, ejemplar del 17/9 /91

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225
Zavala de González parece distinguir dos tipos de Como bien apunta Gesualdi, cabe preguntarse si la
responsabilidad colectiva. Una, la clásica, que en solución analógica que surge de aplicar el artículo
realidad se trata del daño causado por un miembro 1119 del Código Civil puede extenderse a todos los
indeterminado de un grupo determinado. La otra, supuestos en que, acreditado el daño, no puede
según opinión de la misma autora, que se refiere al llegar a identificarse al autor. La respuesta que da la
daño propiamente causado por el grupo. En este citada profesora la compartimos plenamente. No
último supuesto, la justificación de la responsabili- corresponde caer en una generalización tan absolu-
dad colecti va no descansa en la no identificación del ta que puede llevamos a conclusiones exageradas,
autor individual del daño, sino en la conformación alejadas de toda idea de justicia en relación con los
· 62
d e un grupo d e nesgo . obligados. "Para que ello sea factible debe compro-
barse siempre la existencia de un riesgo con cuya
En el primer caso, las condiciones para el funciona- configuración los presuntos agentes estén vincula-
miento de esta responsabilidad colectiva son: a) dos, no dejando ningún tipo de dudas acerca de su
falta de individualización del autor del daño; b) participación dentro del grupo,,65 .
prueba de la participación de todos los autores
posibles en la acción "riesgosa" de tal grupo, y c) Vemos que tanto en uno como en otro supuesto
demostración de la relación causal entre el daño y la de responsabilidad colectiva -nos referimos a los
acción no particularizada del grup063 dos casos diferenciados por Zavala de González
- se exige la creación de un riesgo por parte del
En el segundo supuesto desarrollado por Zavala grupo. De ahí que la doctrina afirma -en posición
de González, estamos frente a un grupo en el cual que en líneas generales compartimos- que el fac-
los integrantes del mismo se encuentran ligados tor de atribución en este tipo de responsabilidad
por su participación en el riesgo. En este caso, el es el riesgo creado. Así, por ejemplo, Racciatti,
daño no proviene individualmente -o al menos quien afirma: "Coincidimos, pues, con quienes
ello no interesa- de uno de los miembros del sostienen que en el supuesto de daños ocasiona-
grupo, sino que el deber resarcitorio supone una dos por un grupo determinado, la responsabili-
acción que tiene como titular aparente y primor- dad que se atribuye al conjunto es objetiva y tiene
dial al propio grupo. A su vez, para que se genere su fundamento en el riesgo creado por la acción
esta responsabilidad, la actividad del grupo debe del grupo ... , que integra el o los sujetos no iden-
ser riesgosa, por lo que es necesaria la mediación tificados que particularmente han causado el
de un peligro desenvuelto o suscitado daño,,66. El trabajo de Racciatti es un comentario
grupalmente. "Ello es así porque el fundamento a un fallo en el cual, entre otras consideraciones,
del deber resarcitorio que se considera no reside el tribunal sostuvo:
en una razón puramente negativa (la imposibili-
dad o dificultad de ubicar al autor dentro de un "Los artículos 95 del Código Penal y 1119 Y1121 del
conjunto) sino en un elemento calificable jurídi- Código Civil ensamblados por las coordenadas del
camente desde una perspectiva valorativa: la crea- espíritu de la ley, la analogía jurídica y el principio
ción de un riesgo,,64. Lo relevante es que, en general de justicia, permiten estructurar un sistema
ocasiones, el factor grupal genera un peligro par- de responsabilidad colectiva, que se actúa siempre
ticular. que concurren los siguientes requisitos: a) falta de
individualización del autor del daño o de la cosa
Por nuestra parte pensamos que toda la elaboración dañosa, b) participación de los responsabLes en el
doctrinaria formulada alrededor de la responsabili- accionar culposo o riesgoso del grupo; c) relación
dad colectiva no puede ser trasladada sin más al causal entre el daño y la acción no particularizada
campo de la responsabilidad médica. Las particula- del grupo; d) exclusión de responsabilidad para
ridades propias de este tipo de responsabilidad quien pruebe que aun participando en la acción del
hacen necesario formular algunas precisiones. grupo no causó el daño,,67.

ó2 ZA v ALA DE GONZÁLEZ, Personas, casos y cosas en el derecho de daños, cit.p. 183.


<>} BUSTAMANTE ALSINA, Teoría general de la ¡;esponsabilidad civil, cit. p.483.
6, ZA VALA DE GONZÁLEZ, Personas, casos y cosas en el derecho de daños, cit.p.1991.
65 GESUALDI, La responsabilidad colectiva, en el libro "Responsabilidad por daños" hom~aje '!Jorge Bustamante Alsina, cit., t. lI, p. 151.
6& RACIA TrI, Responsabilidad colectiva y el hecho del dependiente, LL, ejemplar del 10/9 /87.
67 Cám. 1" Civ. yCom. La Plata, Sala III,30/9/86, LL, ejemplar del 10/9/87. En el caso se trataba del perjuicicrsufrido por un tercerO a

raiz de un enfrentamiento entre una barra brava y la policía y no se había podido determinar al autor individual del perjuicio.

THEMIS38
226
Bueres también encuentra el fundamento de esta Si ello fuera así, bastaría al paciente incriminar a un
responsabilidad en la idea del riesgo, recono- conjunto de médicos sin individualizar a ninguno
ciendo como límites de la misma ( o causas de en particular para que de esta manera los profesio-
exoneración) la prueba por parte del interesado nales se vean incursos en una responsabilidad de
de no haber participado en el grupo (imposibili- tipo objetiva, escapando así al régimen general de la
dad de causar el perjuicio) o bien la prueba de responsabilidad médica, el cual para nosotros tiene
quién fue en realidad el verdadero causante del naturaleza subjetiva. De esta manera los profesio-
68
dañ0 . nales yano podrían invocar suno culpa para eximir-
se de responsabilidad, con lo cual se estaría abrien-
Otros autores, como Compagnucci de Caso, consi- do una puerta peligrosa en el campo de la responsa-
deran que el fundamento de esta responsabilidad se bilidad médica.
encuentra en la garantía, aunque en sus efectos
practico no existe diferencia con la tesis del riesgo, Esto nos lleva a señalar que el hecho de que el daño
pues en ambos casos estamos frente a una responsa- provenga de un miembro indeterminado de un
69
bilidad de tipo objetiva • grupo determinado, de por sí no es suficiente como
para engendrar una responsabilidad de tipo objeti-
La naturaleza objetiva de esta responsabilidad fun- va en cabeza de los profesionales.
dada ya sea en el riesgo o en la garantía, no presenta
mayores inconvenientes y se encuentra plenamente Creemos que por ello siempre será requisito inelu-
justificada para la gran mayoría de los casos en que dible, previo a determinar la responsabilidad de
debe aplicarse y para los que ha sido pensada esta cada uno de los miembros del grupo, establecer la
teoría. Es que usualmente se trata de supuestos en culpa en la causación del perjuicio sufrido por el
los cuales la actuación colectiva implica el desplie- paciente (dejamos a salvo los supuestos excepciona-
gue de una actividad verdaderamente generadora les de responsabilidad médica objetiva, por ejem-
de riesgos. Así, por ejemplo, en los accidentes de plo, por el empleo de cosas riesgosas). Claro que
caza, en los actos vandálicos cometidos por patotas esta culpa no podrá ser personalizada o
o hinchadas de fútbol, en el caso de unos chicos que individualizada porque precisamente ésta es la cues-
con un rifle se entretienen disparando a los tran- tión que da lugar a la responsabilidad colectiva,
70
seúntes , y más en general los daños cometidos por pero cierto es que no será de difícil acreditación
grupos de individuos cohesionados sentimental- alguna negligencia. Negligencia que podrá ser in-
mente en los que la despersonalización se hace más cluso atribuida al conjunto en su totalidad o a algu-
patente, desatando los peligros más frecuentes e no de los miembros a quien no se puede identificar.
intensos. De más está decir que para la prueba de esta culpa
serán de vital importancia los distintos mecanismos
Ahora bien, este esquema no es el propio del ideados para aliviar esta carga probatoria, mecanis-
actuar colectivo médico en donde dicho accionar mos a los cuales le hemos dedicado mayor atención
71
se realiza en aras de la propia protección del en otra obra •
paciente, por lo que resulta realmente difícil sos-
tener con carácter general que toda atención mé- Por lo tanto, pensamos que en el caso de respon-
dica grupal genera un riesgo. Por ello rechaza- sabilidad médica colectiva, en donde no se puede
mos la afirmación genérica por la cual se hace hablar de la creación de un riesgo por parte del
responsables a los profesionales del arte de curar grupo, mal se puede atribuir a sus integrantes
en forma objetiva, cuando el daño proviene de un una responsabilidad de tipo objetiva. En todo
conjunto dentro del cual no se ha podido indivi- caso la idea del riesgo o de la garantía podrá
dualizar al autor directo del perjuicio. servir para justificar la propagación de la respon-

'" Ver su voto en el fallo de la CNCiv., Sala D, del 24/5 /90. LL, ejemplar del 17/9 /91/con comentario ya citado de Compagnucci de Caso,
Adviértase que para Zavala de González, la segunda causa deexcJusién de responsabilidad -la prueba de quién fue el verdadero causante
del daño- es irrelevante cuando se está frente al supuesto que ella califica como de responsabilidad colectiva propiamente dicha. Ver su
libro ya citado PerSOI¡aS, casos y cosas en el derecho de daños, p. 204: " .. .\a eximente debe residir en no haber dado ocasión al suceso
perjudicial a través: áe la integración del grupo que desenvuelve la acción riesg.osa,No se es parte del grupo actuante del que provino
dicho daño. De allí que la responsabilidad colectiva no queda excluida sac/!.nd() del anonimato a los autores inmediatos o últimos del
perjuicio, ni la culpa de éstos lograrfa enervar el factor de riesgo imputablea10s demásmí~mbros del grupo".
" COMPAGNUCCI DE CASO, Responsabilidad médica y responsabilidad colectivá, citad~.
)0El caso fue fallado por la CNCiv., Sala D, in re "Tramezzani, María c. Beckerman, Carlos Marias/ daños y perjuicios", L. 30.899 de116/
8/88 y es citado por GESUALDI, Dora, en su trabajo titulado La responsabilidad colectiva, citada.,
71 VÁSQUEZ FERREYRA, Roberto, Prueba de la culpa médica, Buenos Aires: Hammurabi, 1991.

THEMIS38
227
sabilidad grupal a cada uno de los integrantes del Sin perjuicio de lo dicho en las líneas preceden-
conjunto. Pero pensamos que éstos individual- tes, existe un supuesto en el cual podría llegar a
mente podrán eximirse de responsabilidad, no hablarse de responsabilidad médica colectiva con
sólo demostrando la causa ajena (no participa- fundamento en el riesgo creado, y es cuando está
ción en el grupo o quién fue en realidad el verda- acreditado que la actuación colectiva adolece de
dero causante del perjuicio), sino también su fallas organizativas de tal entidad que torna pe-
falta de culpa individualmente considerada. Es ligrosa dicha actuación. Esto se da cuando en la
decir, que cada uno de los profesionales en la organización de la actuación colectiva se advier-
medida que demuestre haber obrado bien se exi- ten fallos en la comunicación entre los profesio-
mirá de responsabilidad. nales o graves deficiencias de coordinación. De
todas maneras, la prueba de estas fallas trae apa-
De esta manera no contradecimos los lineamientos rejada la presencia de una negligencia evidente,
generales de la responsabilidad médica. El hecho por lo que desde un punto de vista práctico el
de estar frente a una responsabilidad colectiva no distingo carece de utilidad.
puede tornar más gravosa la misma para el pro-
fesional. La finalidad de esta responsabilidad A esta altura nos vemos obligados a detenernos
colectiva reside en que la falta de individualiza- en una aparente discrepancia con el pensamiento
ción del autor verdadero del perjuicio no vaya en volcado por nuestro maestro, el profesor Alberto
contra de la víctima, pues ello incluso podría Bueres, en su voto como integrante de la Cámara
favorecer a los presuntos responsables si decidie- Nacional Civil. Nos sentimos en la imperiosa
ran esconder al causante del daño. Esto se logra necesidad de hacerlo por el respeto académico -
igualmente por el camino que proponemos, por- más allá del aprecio propio del discípulo o del
que de no individualizarse al autor individual amigo- que sentimos por el ilustre jurista, a quien
todos son llamados a responder, pero al igual que seguimos muy de cerca en todas sus elaboracio-
en la responsabilidad singular, el límite va a estar nes doctrinales.
dado por la prueba de la no culpa por cada uno de
los profesionales. De no ser así, en los casos de Como hemos relatado, Bueres, en su voto ya citado
tratamiento colectivo estaríamos imponiendo a dice que la responsabilidad colectiva se fundamen-
los profesionales la garantía de un resultado, ta en la idea del riesgo creado, por lo que los límites
propio de las obligaciones de resultado, ajenas al de ésta están dados por la prueba por parte del
campo de la responsabilidad médica. El o los interesado de la causa ajena. Hasta aquí estamos
profesionales serían garantes del fin último espe- totalmente de acuerdo. Nuestra aparente discre-
rado por el paciente; de no lograrse dicho fin, la pancia viene dada porque en el caso concreto de la
culpa profesional no tendría relevancia, pues los responsabilidad médica colectiva establecemos una
médicos deberían romper la relación causal (prue- excepción considerando que se trata de una respon-
ba del caso fortuito) como única eximente de sabilidad subjetiva.
responsabilidad.
Pero en el mismo fallo, Bueres analiza las distin-
En conclusión, no desechamos en el caso de tas fallas imputables al grupo médico en su con-
pluriparticipación médica el funcionamiento de la junto y a cada uno de sus integrantes en particu-
responsabilidad colectiva, pero en tal supuesto cree- lar, a tal punto que afirma: "Estas razones que
mos que estamos frente a una responsabilidad sub- suponen graves irregularidades, son suficientes
jetiva, en donde al menos la negligencia puede ser para generar una presunción judicial de culpa
atribuida al conjunto. que imponía a los demandados la prueba de su
falta de culpa ... Tanto en el caso del riesgo pre-
De más está decir que esta responsabilidad médi- sunto -del grupo-o como en el caso de la culpa
ca colectiva no alcanza a todos los profesionales individual, advierto que los demandados no pro-
que hayan tenido alguna actuación respecto a un baron las eximentes de responsabilidad apropia-
paciente. Será preciso, pues es requisito de fun- das: la causa ajena en el primer supuesto y la no
cionamiento de esta responsabilidad, que se de- culpa en el segundo caso. Por tanto, todos serán
muestre no sólo la intervención de determinados responsables del daño ocasionado,,72 .
médicos, sino la pertenencia al grupo concreto al
cual puede ser atribuido causalmente el resulta- Como se puede apreciar, el resultado al que se llega
do dañoso. en el fallo, más allá de una leve discrepancia

72 CNCiv., Sala D, 24/5/90, "Cakaterra,Rubén c. MunídpaHdad de Buenos Aires", LL, ejemplar del 17/9/91.

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228
doctrinaria, debe ser plenamente compartido por surge una responsabilidad concurrente o in
nosotros, porque en definitiva el magistrado tam- solidum. Así fue dictaminado en las Quintas Jor-
bién ha evaluado la presencia de la culpa en cabeza nadas de Derecho Civil celebradas en Rosario en
de todos los integrantes del grupo, y lana demostra- 1971: "Cuando el daño es causado por un miem-
ción por parte de éstos de su "no culpa". bro no identificado de un grupo determinado,
todos sus integrantes están obligados in solidum a
Por último, en el caso de responsabilidad colecti- la reparación si la acción del conjunto es imputa-
va, en cabeza de todos los integrantes del grupo, ble a culpabilidad o riesgo,,73.

73 En contra, Dora Gesualdi, para quien en el caso estamos frente a un supuesto de responsabilidad simplemente mancomunada. Ver su
trabajo antes citado que fuera publicado en el libro dehomenaj.e a Jorge Bustamante Alsina, ps. 152-153.

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229
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ASPECTOS LEGALES DE LA
IMPLANTACIÓN DEL EURO:
EL PRINCIPIO DE CONTINUIDAD
DE LOS CONTRATOS

Fernando Morales Olivera1

1. INTRODUCCIÓN

Con la implantación del Euro nos encontramos


probablemente con uno de los más complejos e
interesantes retos a los que se haya tenido que
enfrentar la economía moderna. La desaparición de
las monedas nacionales en los países que, en el seno
de la Unión Europea, han de acceder a la Unión
Económica y Monetaria, y su sustitución por una
moneda común a todos ellos, va a suponer además
una auténtica revolución en esos países por los
profundos cambios que implica en las estructuras
financieras y empresariales de los mismos e, inclu-
so, en los hábitos de sus ciudadanos.

Los países de la Unión venían preparándose para


este gran cambio desde hace tiempo. Aunque pueda
decirse que la idea de una unión económica estaba
Actualmente, nadie duda que la unión de los Esta- ya latente en 1957, cuando se firmó el Tratado de
dos en bloques económicos es el método de creci- Roma por el que se creaba la Comunidad Económi-
miento más aceptado a nivel mundial. Nadie duda ca Europea, lo cierto es que esa idea no se concreta
tampoco que el mencionado tema es un proceso de hasta la firma del Tratado de la Unión, también
difícil consecución. El autor, especialista en Dere- conocido como Tratado de Maastricht, en el que se
ellO Comunitario radicado en nuestro país, toma en establecen las fases para la implantación de la mo-
consideración, en primer lugar, los pasos seguidos neda única, distinguiéndose dos fases de prepara-
para lograr 11110 de los aspectos más importantes de ción y una tercera de introducción del Euro.
la citada ullión económica, esto es, la introducción
de una moneda comlÍn, el Euro, para los diversos La Fase 1 abarcaba hasta el31 de diciembre de 1993
Estados miembros de la Comunidad Económica. A y en ella se trataba de fortalecer la cooperación
partir de ello, señala algunos de los problemas económica y monetaria de los países europeos. Había
legales que se manifiestan en materia contractual dos objetivos concretos: el primero, adoptar las
por la implantación del Euro como moneda comlÍn; medidas necesarias para permitir la libre circula-
señalando, finalmente, p.osibles esquemas de solu- ción de capitales y, el segundo, conseguir que las
ción. cotizaciones de las monedas nacionales fluctuasen

J Abogado. Economista

THEMIS 38
231
dentro del estrecho margen del 2,25%. La banda de 31 de diciembre del 2001, las monedas naciona-
fluctuación tuvo que ser ensanchada hasta el 15% les podrán seguir siendo utilizadas como unidad
después de la crisis del Sistema Monetario Europeo de cuenta, en cuanto subdivisión del Euro y
en agosto de 1993. conforme al tipo de conversión irrevocablemen-
te fijado. Al mismo tiempo, el Euro sustituirá al
La Fase II duraba hasta e131 de diciembre de 1998. ecu (el ecu o european currency unit es la unidad
A lo largo de este período, los distintos países de- de cuenta que hasta ahora se venía utilizando en
bían desplegar las medidas de política económica el Sistema Monetario Europeo yque no era más
necesarias para cumplir los denominados criterios que una cesta de doce de las quince monedas de
de convergencia necesarios para la introducción de los países miembros de la Unión Europea) con
una moneda común. Cinco eran esos criterios: défi- una relación de uno por uno.
cit público (que debía ser inferior a13% del Producto
Interior Bruto), deuda pública (que no podía ser (iii) Fase C
superior al 60% del Producto Interior Bruto), infla-
ción (que no podría exceder en más de un 1,5% la Se prevé su iniciación el día 1 de enero del 2002
media de la tasa de inflación de los tres países que con la puesta en circulación física del euro que
tuviesen una mayor estabilidad de precios), tipos de coexistirá durante seis meses con las respectivas
interés (que no podían exceder en más de un 2% la monedas nacionales de los países que se hayan
media de los tres países con menores tipos de inte- incorporado a la unificación monetaria. Con-
reses) y, por último, tipos de cambio (que debían cluirá el día 30 de junio del mismo año, último
estar dentro de la banda de fluctuación fijada duran- día de circulación de las aludidas monedas na-
te dos años sin devaluaciones). cionales.

La Fase III, por fin, va desde el1 de enero de 1999 Evidentemente, todos estos cambios requieren la
hasta el 31 de diciembre del 2001 y debe terminar preparación y la entrada en vigor de un marco
con la plena implantación del Euro como única jurídico adecuado. Marco jurídico que, por una
moneda oficial en todos los países de la Unión parte, debe facilitar a las autoridades políticas y
Económica y Monetaria. económicas las estructuras necesarias para la susti-
tución de las monedas nacionales y la implantación
Ahora bien, las sucesivas cumbres comunitarias del Euro, y, por otra parte, debe ofrecer seguridad
que desde entonces se han celebrado han venido jurídica a los ciudadanos de los Estados miembros y
delimitando las etapas que deben cumplirse y las a las empresas que operan dentro del espacio econó-
actuaciones a desarrollar en cada una de ellas. En la mico europeo.
práctica, la Fase III se ha adelantado un año y se ha
subdividido a su vez en otras tres fases: Analizar ese marco jurídico es, precisamente, el
objetivo de este artículo y, para ello, haremos prime-
(i) Fase A. ro una breve exposición de las fuentes que confor-
man el marco normativo para pasar después a ana-
A lo largo de 1998, el Consejo de la Unión Euro- lizar los principios jurídicos concretos que se reco-
pea debía decidir qué países son los primeros gen en esas normas, haciendo hincapié en el princi-
participantes en la unificación, basándose en los pio de continuidad de los contratos; todo ello con
datos económicos del año 1997. Esta decisión ya especial referencia al caso español.
ha sido tomada -e12 de mayo de este año- y serán
once los países que accedan a la última fase de la 2. NORMAS QUE CONFORMAN EL
unión monetaria: Alemania, Austria, Bélgica, MARCO JURÍDICO DE LA
España, Finlandia, Francia, Holanda, Italia, Ir-
INTRODUCCIÓN AL EURO
landa, Luxemburgo y Portugal. Las monedas de
cuatro países de los que forman la Unión euro- La primera norma que hay que citar es el Tratado de
pea quedan, por tanto, fuera del Euro: la libra Roma que se firmó el 25 de marzo de 1957 y que
esterlina, la corona sueca, el dracma griego y la entró en vigor el1 de enero siguiente. En virtud de
corona danesa. dicho Tratado se creó la Comunidad Económica
Europea que junto a la Comunidad Europea del
(ii) Fase B
Carbón y del Acero (CECA), creada en 1951, y la
Se inicia el1 de enero de 1999, fecha en la que el Comisión Europea de Energía Atómica
Euro sustituirá sin solución de continuidad y de (EURA TOM), que se estaba creando al mismo tiem-
manera íntegra a las monedas de los distintos po, constituían lo que más tarde habría de denomi-
sistemas monetarios nacionales, si bien, hasta el narse las Comunidades Europeas, y finalmente la

THEMIS 38
232
Unión Europea. Desde su creación pertenecieron a (ii) El segundo reglamento que había sido previsto y
ellas Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Holanda y que fue aprobado el pasado 3 de mayo, es el
Luxemburgo. En 1973, Dinamarca, Gran Bretaña e Reglamento (CE) 974/98, sobre la introducción
Irlanda fueron admitidas en el seno de las Comuni- del Euro, basado en el apartado 4 del artículo 109
dades, al igual que Grecia lo fue en 1981, España y L del Tratado. El texto se conocía desde hace
Portugal en 1986 y, por último, Finlandia, Suecia y tiempo, pero su aprobación estaba necesaria-
Austria en 1995. mente condicionada a que se decidiese qué paí-
ses iban a acceder a la última fase de la Unión
El Tratado de Maastricht primero y el Tratado de Económica y Monetaria, decisión que fue adop-
Amsterdam después, han modificado el texto tada ese mismo día 3 de mayo.
original del Tratado de Roma, introduciendo en
el mismo las reformas necesarias para la efectiva Este Reglamento empieza su parte dispositiva
consecución de la Unión Económica y Monetaria. afirmando que: "A partir del 1 de enero de 1999,
El artículo 2 del Tratado Constitutivo de la Co- la moneda de los Estados miembros participan-
munidad Europea habla ya de esa unión como tes será el euro. La unidad monetaria será un
instrumento necesario para el desarrollo de su euro. Un euro se dividirá en cien cents" (la pala-
misión. Misión que consiste, básicamente en pro- bra cent ha sido sustituida en castellano por la
mover un desarrollo equilibrado, armonioso y palabra céntimo, de mayor tradición en nuestra
solidario de las actividades económicas dentro lengua). A partir de ahí, el Reglamento regula
de la Comunidad. Esta simple declaración de todo el mecanismo de implantación del Euro a lo
intenciones se desarrolla después en el artículo 3 largo del llamado período transitorio.
A Y en el Título VI (artículos 102 A a 109 M) que
trata sobre la política económica y monetaria en Complementario a éste, es el Reglamento (CE)
el seno de la Comunidad. 975/98, también aprobado el pasado 3 de mayo,
que se refiere a los valores nominales y a las
El 31 de mayo de 1993, salió a la luz el llamado especificaciones técnicas de las monedas en Euros
Libro Verde de la Comisión sobre la transición a destinadas a la circulación.
la moneda única, pero fue en las Conclusiones de
la Presidencia del Consejo Europeo, celebrado en Además de las normas citadas hay una multitud de
Madrid en diciembre de 1995, cuando se diseñó normas comunitarias de diverso rango que, de una
el denominado Escenario de Madrid para la in- u otra forma, tienen que ver con la moneda única. Se
troducción del Euro, denominación que también trata fundamentalmente de Decisiones y Protocolos
había sido adoptada en dicho Consejo. Se pre- de los distintos organismos comunitarios. De todos
veía allí la redacción y publicación de dos Regla- ellos sólo mencionaremos, por su especial impor-
mentos que regulasen la implantación de la mo- tancia a la hora de definir las estructuras monetarias
neda común. El primero debía establecer las re- europeas, los Estatutos del Instituto Monetario Eu-
glas a las que deberían atenerse los distintos ropeo (Protocolo 4) y los Estatutos del Sistema Euro-
países para preparar la implantación de la mone- peo de Bancos Centrales y del Banco Central Euro-
da única; y el segundo debía introducir definiti- peo (Protocolo 3).
vamente el Euro como moneda única en todos los
países que accediesen a la Unión Monetaria:
Si bien la aplicabilidad directa de los Reglamentos
comunitarios hace innecesaria la promulgación de
(i) El primer reglamento al que nos referíamos es el leyes nacionales al respecto, la mayoría de los Esta-
Reglamento (CE) 1103/97 del Consejo, sobre dos miembros participantes en la Unión Monetaria
determinadas disposiciones relativas a la intro- están procediendo a adecuar sus ordenamientos
ducción del Euro que, basado en el artículo 235 internos para hacer efectivos los mecanismos de
del Tratado, prevé aquellas medidas necesarias introducción del Euro como moneda única y para
para que la preparación del cambio a la moneda < armonizar esos mecanismos con las distintas nor-
comience cuanto antes. mas que puedan verse afectadas. Así, el Ministerio
de Economía y Hacienda español preparó en su día
En los consid~randos de este Reglamento se un denominado "Plan Nacional para la Introduc-
recogen ya los principios jurídicos que deberán ción de1 Euro en ESpaña" en el que se detallaban los
regir la introducción- del Euro, y en su parte principios fundainentales que debían informar la
dispositiva se regula la sustitución de la unidad transición al Euro, haciendo especial hincapié en los
de cuenta europea, el ecu, por el Euro, y se aspectos contables, fiscales y aquellos que hacen
establecen las normas de conversión y redondeo referencia a las administraciones públicas. Ese do-
de las monedas nacionales en Euros. cumento sirvió de base para la elaboración del Pro-

THEMIS38
233
yecto de Ley de introducción al Euro, publicado en tos o reducciones del capital social que se hagan
el Boletín Oficial de las Cortes Generales del pasado para adaptar los valores nominales de las acciones o
día 31 de agosto. En la exposición de motivos del participaciones de la sociedad no sólo no devenguen
Proyecto -que al tiempo de la redacción de este los derechos antes enumerados sino tampoco tribu-
artículo, continúa su tramitación parlamentaria-, se to alguno. Esta posibilidad de aumentar o reducir el
explicaba que, además de para la necesaria adapta- capital se la otorga el Anteproyecto español a las
ción de los ordenamientos jurídicos, la Leyes nece- sociedades en las que después de redenominar el
saria para facilitar a la población el uso de la nueva capital social en Euros y de calcular el valor nominal
moneda, el conocimiento de los mecanismos de en Euros de sus acciones o participaciones, resulta
coexistencia de la moneda nacional con la moneda que éste no se corresponde con un número entero de
única durante el periodo transitorio y para, en defi- céntimos. En ese caso la sociedad puede delegar en
ni tiva, procurar que el tránsito hacia la nueva mone- sus administradores un aumento o reducción de
da sea lo menos traumático posible. capital que tenga como único objeto redondear el
valor nominal de las acciones o participaciones al
céntimo más próximo. Si lo que hay que hacer es un
3. PRINCIPIOS JURÍDICOS PARA LA aumento, se hará con cargo a reservas voluntarias
INTRODUCCIÓN DEL EURO preexistentes; y si lo que se debe hacer es una
reducción, se realizará mediante la creación de una
3.1 Principio de neutralidad reserva indisponible.

Si nos atenemos a la definición de este principio que Muy en relación con el principio de neutralidad está
se recoge en los textos legales, el principio de neu- también la cuestión de los derechos de los consumi-
tralidad es aquel en virtud del cual la sustitución de dores y usuarios ante la implantación de la moneda
las monedas nacionales por el Euro, siempre y cuan- única. Ya hemos visto que se les garantiza a estos la
do se realice según lo previsto en los Reglamentos y gratuidad en todas las operaciones bancarias de
en las legislaciones nacionales, no altera en forma redenominación de las cuentas en Euros, pero, des-
alguna el valor de los créditos o deudas, cualquiera de luego, no es ese el campo en el que son suscepti-
que sea su naturaleza. Es decir, el valor de los bles de aparecer un mayor número de abusos contra
créditos y deudas adquiridos o contraídos en algu- los consumidores y usuarios. Donde más proble-
na de las monedas nacionales será idéntico antes y mas van a aparecer es en los precios de los bienes y
después de la conversión. servicios, y ello por lo propicio que es un cambio de
unidad monetaria para las manipulaciones en los
Ahora bien, consideramos que el principio de neu- precios. Manipulaciones que son difíciles de com-
tralidad va más allá de lo que se refiere a la no batir, pero contra las que sí se pueden establecer
alteración de los créditos y las deudas. Puede decir- algunas barreras. Esto es lo que parece que pretende
se que el principio de neutralidad, formulado en hacer el Proyecto de Ley español en su penúltimo
unos términos mucho más amplios, inspira toda la artículo. En él se establece que "reglamentariamente
legislación sobre la introducción del Euro. Según se podrá establecer un régimen de protección de los
estos términos más amplios, el principio de neutra- derechos de consumidores y usuarios de específica
lidad impediría que la sustitución de las monedas aplicación al periodo de transición hasta la plena
nacionales por el Euro causase a los ciudadanos y utilización del Euro".
las empresas coste alguno.
Una previsión como esa no pasaría de ser una mera
Así formulado, el principio de neutralidad justi- declaración de principios de no ser porque a conti-
fica que se prohiba cobrar cualquier tipo de gas- nuación se sugiere que "en particular, dicho régi-
to, suplido, comisión, precio o concepto análogo men podrá establecer la necesidad de que en toda
por la redenominación de las cuentas bancarias a exposición dual de precios en la unidad de cuenta
Euros. En el caso español, la infracción de esta Euro y peseta, se indique la unidad de cuenta que
norma por parte de las entidades de crédito se sirve de base para el cálculo de la conversión y el
considera infracción grave a los efectos de la Ley redondeo" y, se añade que también "podrá prohibir
de Disciplina e Intervención de las Entidades de exposiciones duales de precios cuando no se corres-
Crédito. pondan con el tipo de conversión y norma de redon-
deo prevista".
También se explica por este prinClplO que la
redenominación de las cifras de capital social de las En nuestra opinión, la propia Ley debería adoptar
sociedades mercantiles no devengue derechos aran- directamente ambas normas y"no dejarlas pendien-
celarios, notariales, ni registrales; y que los aumen- tes de un ulterior desarrollo reglamentario.

THEMIS38
234
3.2 Principio de fungibilidad o de equivalencia no producirá ninguna alteración en los términos y
legal condiciones d~ los contratos ni de cualquier otro
instrumento jurídico, y que no facultará a las partes
Este principio se aplica durante el período transito- de un contrato ni para alterarlo, ni para desistir
rio, es decir, entre elIde enero de 1999 y el 31 de unilateralmente del mismo, ni para excusarse de su
diciembre del 2001. Según él, cuando en un instru- cumplimiento.
mento jurídico se haga referencia a una unidad
monetaria nacional, ésta tendrá la misma validez 4. EL PRINCIPIO DE CONTINUIDAD DE
que si se estuviese haciendo referencia a importes LOS CONTRATOS
expresados en la unidad Euro con arreglo a los tipos
de conversión fijados y las normas de redondeo. Probablemente la cuestión jurídica más importante,
y más interesante, que se plantea con ocasión de la
Para que esto sea así y dado que, a partir del 1 de implantación del Euro sea la continuidad de los
enero, la unidad de todos los sistemas monetarios es contratos. En efecto, la sustitución de las diferentes
el Euro,ha habido que completar este principio con monedas nacionales por una única moneda común
una norma según la cual, durante el período transi- a todas ellas, podría ser considerada en ciertos casos
torio, el Euro, además de en céntimos, se dividirá en como una alteración fundamental de las condicio-
las unidades monetarias nacionales con arreglo a nes en las que se celebró un contrato, y podría dar
los tipos de cambio establecidos. En otras palabras, pie a que una de las partes contratantes resolviese
se considera que las monedas nacionales son divi- unilateralmente el contrato o se excusase de cumplir
siones del Euro. De ahí que cualquier referencia a sus obligaciones derivadas del mismo.
esas monedas tenga la misma validez que si se
estuviese haciendo a Euros. 4.1 El problema de la modificación sobrevenida
de las circunstancias
3.3 Principio de equivalencia nominal
La vida de los contratos se rige por el principio
Sería una consecuencia del primero de los princi- general de su obligatoriedad, es decir, los contratos,
pios a los que nos hemos referido. Según él, el desde que se perfeccionan, obligan a las partes a su
importe monetario expresado en Euros, procedente cumplimiento (pacta sunt servanda). Ahora bien,
de la aplicación a un importe monetario expresado puede ocurrir que en el seno de una relación con-
en moneda nacional del tipo de conversión corres- tractual se produzca una alteración de las circuns-
pondiente, una vez redondeado de conformidad tancias que ocasione un grave desequilibrio entre
con las normas establecidas, es equivalente a este las prestaciones de las partes o que incluso haga
último. imposible el fin del contrato.

3.4 Principio de «no obligación, no prohibición» El problema de la modificación sobrevenida de las


circunstancias que las partes habían tenido en cuen-
Implica que en las transacciones económicas que se ta a la hora de celebrar un contrato ha sido estudiado
realicen desde 1 de enero de 1999 hasta el 31 de por la doctrina jurídica desde antiguo. Siguiendo a
2
diciembre del 2001 nadie podrá ser obligado a utili- Díez-Picaza , la primera teoría al respecto es la que
zar el Euro y a nadie se le podrá prohibir su utiliza- los glosadores formularon en el brocardo contractus
ción. Hay que recordar, eso sí, que el Euro no estará qui haben tractus successivus vel dependen tia de futuro
en circulación como papel moneda hasta el 2002 y rebus sic stantibus, que se basa en la ficción de que
que mientras tanto, los pagos en metálico deberán existe una cláusula implícita en todo contrato según
hacerse en la moneda nacional. Esta norma tiene la cual éste despliega sus efectos obligatorios mien-
una especial relevancia para las entidades de crédi- tras las circunstancias según las cuales se celebró no
to que a partir del 1 de enero próximo están obliga- varíen.
das a ofrecer a sus clientes la posibilidad de realizar
sus transacciones en Euros. La doctrina francesa trató de paliar la vaguedad de
esta construcción con la denominada teoría de la
3.5 Principio de C'ontinuidad de los contratos imprevisión que afirma que cuando sobrevienen
cim.iustanéias imprevistas e imprevisibles, las par-
Este principio, al que vamos a dedicar todo el apar- tes quedan liberadas de su vinculación contractual.
tado siguiente, implica que la introducción del Euro y ello con base en el principio de la autonomía de la

DIEZ PICAZO, Luis. Fundamentos de Derecho Civil Patrimonial. Tomo n. 5ta ed. Madrid, 1996. p. 885 Y ss.

THEMIS38
235
voluntad, por entender que las partes se decidieron
a contratar en atención a detenninadas circunstan- (ii) La relación obligatoria debe estar pendiente de
cias y no a otras. También la doctrina italiana aportó ejecución.
su propia teoría sobre esta cuestión, la de la excesiva (iii) Debe producirse una desaparición sobrevenida
onerosidad de las prestaciones, cuya principaldebi- de la base ~ausa- del negocio en los ténninos
lidad es que no explica aquellos casos en los que la antes señalados.
modificación de las circunstancias hace inalcanza- (iv) La desaparición de la base del negocio debe ser
ble la finalidad objetiva del contrato sin que se consecuencia de una modificación extraordina-
produzca una alteración en el equilibrio de las pres- ria -imprevista o imprevisible- en las circuns-
taciones. tancias conforme a las cuales se celebró el con-
trato.
La teoría de la alteración de la base del negocio fue (v) La modificación de las circunstancias debe oca-
construida por la doctrina alemana y quien mejor la sionar un perjuicio injustificable a una de las
ha formulado es Karl Lareni. Para él, el negocio partes.
jurídico tiene una base objetiva que es el conjunto de
circunstancias y el estado de las cosas cuya subsis- Por último, señala Díez-Picazo que el efecto jurídico
tencia es objetivamente necesaria para que el con- de la modificación sobrevenida de las circunstan-
trato siga en vigor, y una base subjetiva que es una cias debe ser, como regla general para los contratos
representación mental o expectativa común a las sinalagmáticos, la resolución del contrato por exce-
partes que celebraron el contrato precisamente en siva onerosidad o por desaparición de la base del
. 5
atención a determinadas circunstancias cuya apari- negocIO .
ción o subsistencia era esperada por ellas. La base
subjetiva se rompe cuando esas circunstancias no 4.2 La introducción del Euro como modificación
aparecen o, existiendo, desaparecen. La base objeti- sobrevenida de las circunstancias
va desaparece cuando se rompe la equivalencia
entre las contraprestaciones o cuando se frustra el La sustitución de las monedas nacionales de los
fin que se perseguía con el contrato. países de la Unión Europea por una sola moneda
común a todas ellas va a constituir, sin duda, una
4
Para Díez-Picazo , el fundamento jurídico para la alteración sobrevenida de las circunstancias de
modificación del régimen de la relación obligatoria muchos contratos. Pensemos por ejemplo en todos
por desaparición sobrevenida de la base del negocio aquellos contratos que incluyan obligaciones de
debe ser objetivo y puede encontrarse tanto en la pago pendientes de ejecutar denominadas en cual-
aplicación del principio general del Derecho que quiera de las monedas llamadas a desaparecer.
impone un comportamiento de buena fe en el des-
envolvimiento de las relaciones obligatorias, como En la medida en que esa alteración sobrevenida
en la ruptura del mecanismo causal del contrato -la cumpla con los requisitos antes señalados de provo-
causa del contrato desaparece cuando se rompe el car una alteración en el equilibrio de las
equilibrio entre las prestaciones o cuando deviene contraprestaciones o convertir en imposible el fin
imposible el fin que se perseguía. Para él, el princi- del contrato, ser imprevista o imprevisible a la hora
pio general de la obligatoriedad de los contratos de celebrar el contrato y producir un perjuicio a
hace que esta teoría deba aplicarse restrictivamente, alguna de las partes, podría invocarse la teoría de la
siendo necesario que para ello concurran una serie resolución del contrato por desaparición de la base
de requisitos inexcusables: del negocio.

(i) La relación obligatoria debe ser de tracto su- La legislación comunitaria ha pretendido evitar la
cesivo o de ejecución instantánea cuando el terrible inseguridad jurídica que esa posibilidad
cumplimiento se ha diferido a un momento produciría estableciendo el principio de continui-
posterior. dad de los contratos. Tanto en el Libro Verde como

DIEZ PICAZO, Luis. Fundamentos de Derecho €ivíl Patrimonial. Tomo n. 5ta ed. Madrid, 1996. p. 885 Y ss.
Base del negocio y cumplimiento del contrato. Traducción española. Madrid, 1956.

• DIEZ PICAZO, op. cit. p. 896 Y ss.

; Sin embargo, la jurisprudencia española es más proclive a defender un efecto modificativo dirigido a restablecer en la medida de lo
posible el equilibrio entre las contraprestaciones que ~un efecto resolutorio.

THEMIS38
236
en las Conclusiones del Consejo de Madrid se esta- Es importante destacar como tanto la norma gene-
blecía que la introducción del Euro no debería afec- ral comunitaria como la norma particular española
tar a la continuidad de los contratos, pero es en el respetan la libertad de contratar, ya que en ambos
Reglamento (CE) 1103/97 cuando se le da respaldo casos se excluye la aplicación del principio de
legal al principio. El artículo 3 de dicho Reglamento continuidad en aquellos supuestos en los que las
establece que: partes libremente hayan pactado que la introduc-
ción del Euro supone una causa de resolución del
"La introducción del euro no producirá alteración contrato o de modificación de sus términos y con-
alguna de los términos de los instrumentos jurídi- diciones.
cos, ni eximirá o excusará el cumplimiento de lo
establecido en aquellos, ni tampoco otorgará a las Ahora bien, hay quien piensa que la legislación
partes la facultad de alterarlos o darlos por termina- comunitaria no resuelve del todo el problema pues-
dos unilateralmente. Esta disposición se entiende to que no contempla ni aquellos supuestos en los
sin perjuicio de todo aquello que las partes hayan que se produce un daño para una de las partes, ni
podido acordar." aquellos supuestos en los que el fin del contrato
devenga imposible.
El Proyecto de Ley españolformulaimperativamente
este principio de una forma que resulta muy clara y Efectivamente, si nos atenemos a lo dispuesto en el
muy completa: Reglamento citado, no se evita la posibilidad de que
quien se considere perjudicado por la alteración del
"La sustitución de la peseta por el Euro no podrá ser, contrato solicite judicialmente que se reponga el
en ningún caso, considerada como un hecho jurídi- equilibrio de las prestaciones. Sin embargo, el Pro-
co con efectos modificativos, extintivos, revocatorios, yecto de Ley español cierra incluso esa posibilidad
rescisorios o resolutorios en el cumplimiento de las negando la acción para reclamar ante los tribunales.
obligaciones. El Juez rechazará de plano cualquier pretensión
modificativa o resolutoria sobre un contrato que se
La sustitución de la peseta por el Euro no exime ni base en la introducción del Euro, por lo que, aún
excusa del cumplimiento de las obligaciones que cuando la parte haya sufrido realmente un perjuicio
existan al tiempo de la sustitución, ni autoriza la por el cambio de moneda, no podrá invocar la teoría
alteración unilateral de su contenido, salvo que las de la modificación sobrevenida de las circunstan-
partes hubieren pactado expresamente lo contrario cias.
y dentro de las correspondientes limitaciones lega-
les. En particular, en el supuesto de contratos con y en cuanto a aquellos supuestos en los que la
consumidores y usuarios, deberán respetarse los introducción del Euro frustre absolutamente la fina-
derechos reconocidos en la legislación de defensa lidad del contrato, es cierto que si las prestaciones
de los mismos. devienen imposibles es inútil cualquier intento le-
gal de mantener con vida el contrato, pero nos
La Ley no concede acción para reclamar ante los encontraremos con la paradoja de que las partes no
Tribunales de Justicia la modificación, extinción, podrán acudir a los tribunales para que se declare
revocación, rescisión o resolución del contenido judicialmente la terminación del contrato porque,
de una obligación alegando la modificación de como hemos visto, el Juez rechazará de plano cual-
cualquier elemento del negocio jurídico o la al tera- quier pretensión que vea se sustenta en la introduc-
ción del valor de las prestaciones debidas, como ción del Euro.
consecuencia de la sustitución de la peseta por el
Euro."ó 4.3 Problemas concretos en relación con el
principio de continuidad de los contratos
Como se puede ver, la norma no sólo impide que
las partes unilateralmente puedan considerarse a. La desaparición de los tipos referenciales
eximidas del cumplimiento de sus obligaciones o
declarar resuelto el contrato, sino que les niega Uno de los temas en los que el tema de la continui-
también el acceSo a los tribunales, de manera que dad de los contratos resulta especialmente proble-
cualquier demanda que se presente en ese sentido mático es si la desaparición de los tipos de interés de
será rechazada de plano por carecer de acción el referencia afectará a esa enunciada continuidad de
demandante. los contratos.

" Artículo 9 del Proyecto de Ley de Introducción del Euro.

THEMIS38
237
La Dirección General de Asuntos Económicos y hemos explicado, el deudor habría podido reclamar
Financieros de la Comisión Europea abordó el pro- con base en la teoría de la excesiva onerosidad
blema de la desaparición de los tipos referenciales sobrevenida de la prestación.
ante las preguntas que al respecto respecto estaban
formulando los ciudadanos de la Unión, pero sus El Reglamento (CE) 1103/97 establece, a mayor
respuestas han sido muy vagas. Ha venido a decir abundamiento en su considerando séptimo, que la
que si no se había tratado ese problema en el seno de introducción del Euro no alterará el tipo de interés
los Reglamentos era por la gran diversidad de tipos nominal que ha de abonar el deudor en los contratos
referenciales existentes, pero que no parecía que se en los que exista un tipo de interés fijo; con lo que
fuese a producir una solución de continuidad en los cualquier duda sobre si el principio de continuidad
contratos que incluyan tipos de referencia por causa de los contratos afectaba o no a estos supuestos ha
de la introducción del Euro. En muchos contratos se quedado plenamente despejada.
establecen tipos de referencia sustitutivos, si no es
así las partes siempre pueden llegar a un acuerdo, y C. Los contratos sobre derivados financieros
si no alcanzan un acuerdo, los tribunales tratarán
siempre de garantizar el cumplimiento de los con- Otro tema problemático es si este principio de con-
tratos adoptando un nuevo tipo de referencia lo más tinuidad se aplica o no en relación con los contratos
parecido posible al anterior. sobre derivados financieros en los que la denomina-
ción de la moneda es un elemento esencial del
En el Proyecto de Ley español, se trata la cuestión contrato.
concreta de la posible desaparición del Mibor (Ma-
drid Interbank Offered Rate). En el artículo 31 del La posición de la Comisión Europea sobre este tema
Proyecto se establece que el Mibor se seguirá calcu- es que los contratos sobre derivados también están
lando y publicando mientras concurran los requi- sometidos al principio de continuidad. Según la
sitos técnicos necesarios para su elaboración, y si Comisión, los contratos de permuta financiera cru-
llega un momento en que no es posible su elabora- zada de divisa y tipos de interés que se refieran a dos
ción por dificultades técnicas o del mercado, en- monedas de Estados miembros de la Unión Mone-
tonces se faculta al Ministro de Economía para que taria se transformarán simplemente en una obliga-
re formule su formula de cálculo o establezca un ción de una de las partes consistente en hacer una
nuevo tipo de referencia que sustituirá al anterior serie de pagos netos a su contraparte; el contrato
por imperativo legal. Es decir, aquí sí se da una mantendría su vigencia, pero las partes podrían
solución al problema de la desaparición del tipo acordar su cancelación al haberse modificado el
de referencia, la más drástica pero probable- efecto o finalidad económica.
mente la más eficaz; llegado el momento de la
desaparición, la Ley dirá cual es el tipo sustitu- La introducción del Euro ni siquiera haría invia-
tivo, sin que ello altere en absoluto la vida del ble el cumplimiento de contratos cuya única fina-
contrato. Para reforzar la seguridad jurídica en lidad sea la cobertura de tipos de cambio. El
las operaciones mercantiles, pensamos que la riesgo de que los tipos de cambio de las monedas
definición de un nuevo tipo referencial debía de referidas en el contrato queden fijados de manera
haberse planteado como una obligación para el definitiva es uno de los riesgos asumidos por las
Ministerio y no sólo como una mera facultad, partes al celebrar dicho contrato. Y por lo que se
pero es posible que esta redacción sea alterada a refiere a la mayoría de los contratos que incluyen
lo largo de la tramitación parlamentaria de la monedas europeas, dicho riesgo ha sido más que
Ley. previsible.

B. Contratos con tipos de interés fijos En cualquier caso, para los contratos que se refieran
a la moneda de uno de los países de la Unión y a la
Si en un contrato denominado en una de las mone- moneda de un país no perteneciente a la Unión, el
das nacionales que van a ser sustituidas por el Euro problema no existiría porque simplemente se susti-
se incluye una obligación de pagar intereses confor- tuiría automáticamente la referencia a la moneda
me a un tipo de cambio fijo, la introducción del Euro nacional o a su tipo de cambio por la referencia al
perjudicará al deudor si el tipo de interés de esa Euro o a su tipo de cambio.
moneda es superior al tipo de interés del Euro. La
diferencia entre los tipos de intereses vendría deter- De todas formas, por lo que pudiera suceder, todos
minada por la debilidad relativa de-la moneda en los mercados de derivados europeos han empezado
cuestión frente al Euro. Si no existiese el principio de a protegerse contra la posible incidencia del Euro en
continuidad de los contratos en los términos que su actividad, básicamente mediante alianzas con

THEMIS38
238
7
otros mercados internacionales. El LIFFE inglés, tribunales a reclamar la revisión de los términos y
por ejemplo, se ha fusionado con el Landan Cammadity condiciones del contrato o incluso la resolución del
Exclzange y se ha asociado con los mercados de mismo. Aún en este supuesto, el presunto perju-
derivados de Chicago. dicado tendrá que demostrar que efectivamente
ha sufrido un daño y que no era posible prever la
D. Contratos sujetos a leyes de Estados no sustitución de la moneda en el momento de cele-
miembros de la Unión Europea bración del contrato. Este último extremo es difí-
cil que se manifieste cuando, al menos desde
Todo lo que hemos dicho hasta aquí es, relativa- 1992, la intención de los países miembros de la
mente, de fácil aplicación cuando el contrato cuya Unión Europea de acabar introduciendo una
continuidad se propugna está sometido al Derecho moneda común a todos ellos, era de general co-
de cualquiera de los países de la Unión Monetaria, nocimiento.
pero no es tan fácil cuando nos encontramos con un
contrato sometido al Derecho de un país tercero. El punto más problemático es el de la sustitución
del ecu por el Euro. El ecu no era una moneda sino
Parece que la aplicación del principio, casi univer- una cesta de monedas y esto podría bastar para
salmente aceptado, de la lex manetae o "teoría estatal que quien se sienta perjudicado por el cambio
del dinero" debe garantizar la continuidad de los formule una demanda en una jurisdicción en la
contratos vigentes también en las jurisdicciones de que no sea de aplicación la normativa comunitaria
países terceros. Según esta teoría, corresponde a la alegando que no tratándose de una sustitución de
ley de la moneda (lex manetae) determinar en caso de monedas en sentido estricto no es de aplicación la
una modificación monetaria cómo se convertirán a lex manetae.
la nueva moneda las sumas expresadas en la anti-
gua moneda. En la medida en que las jurisdicciones Para evitarfuturos problemas, yahay determinadas
no pertenecientes a la Unión Monetaria respeten jurisdicciones que, sin tener una especial vincula-
este principio, estará garantizada la continuidad de ción con la Unión Europea, han promulgado nor-
los contratos. En aquellas jurisdicciones en las que mas para confirmar la continuidad de los contratos
no se reconozca la lex manetae, nada impedirá que en el contexto de la Unión Monetaria Europea; lo
quien se sienta perjudicado por la sustitución de la han hecho, por ejemplo, los estados norteamerica-
moneda en la que contrató por el Euro acuda a los nos de Nueva York e Illinois.

7 London International Financia] Futures Exchange.

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239
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EUGENIO CISNEROS FERREYROS


NOTARIO DE LIMA
ABOGADO

AYACUCHO 176 - MIRAFLORES TELF.: 447.5422


EL DERECHO Y EL ORDEN , DEL
MERCADO:
, UNA CRITICA
,
AUSTRIACA AL ANALISIS
ECONÓMICO DEL DERECHO*

Elisabeth Krecke* *

Para los seguidores del Análisis Económico del Derecho, la eficien-


cia social es un concepto central y las normas legales se interpretan
COI/lO los esfuerzos concientes o inconcientes de los jueces para
maximizar la riqueza social. En tal sentido, el Análisis Económico
pos1leria1l0 del Derecho sostiene que la búsqueda de la eficiencia
económica exige una intervención coercitiva en el mercado cuando
aparecen costos de transacción sumamente elevados. El Derecho se
presenta aquí como un instnl1nento alternativo que debe reemplazar
al mercado si éste no puede generar un estado social óptimo.

Sin emúargo, la Teoría Austríaca del Derecho desarrollada por F.A.


Hayek critica los conceptos del Análisis Económico del Derecho
cOllvencional. Centra sus cuestionamientos en el criterio de eficien-
cia sustentado por éste y en el presupuesto de que los jueces son
capaces de cotejar adecuadamente los costos y beneficios sociales en
1m mundo real caracterizado por la incertidumbre y la ignorancia.
La autora del presmte artículo afirma que el planteamiento austría-
co 110 considera que el objetivo final del Derecho sea la eficiencia.
Bajo esta perspectiva la eficiencia que posea un sistema jurídico no
será tanto el resultado de un análisis costo-beneficio, sino funda-
mentalmente la aptitud con que dicho sistema protege los derechos
y liúertades individuales.

1. INTRODUCCIÓN

El concepto central de Ronald Coase ha consistido en sugerir que en


ausencia de costos de transacción y con una asignación de derechos
clara, si surge un conflicto, existirán incentivos para que las partes
interesadas encuentren por sí mismas o sin intervencÍón de una
1
autoridad central el acuerdo más beneficioso para ambas.

Ponencia presentada en la Conferencia de Académicos Austríacos, M~rriott


Financial Center, Ciudad de Nueva York, 9-11 de octubre de 1992.

Mllótrc de OmfCl'e/lce, F. E. A., Université d' Aix-Marseille IlI.

I Ver COASE-1960, pp. 1-44.

THEMIS38
241
Si recibe una interpretación más amplia y metodológicos apropiados para comprender los fenó-
subjetivista, la teoría de Coase sobre el costo social menos jurídicos desde una perspectiva económica.
parece continuar en la tradición de Adam Smith, en
el sentido de que incorpora el famoso concepto de la El plan de esta ponencia es el siguiente: La primera
«mano invisible». Según este concepto, las parte (dividida en cuatro secciones) presenta un
interacciones privadas entre individuos que persi- examen crítico de los fundamentos metodológicos
guen fines contradictorios pueden conducir a un del Análisis Económico convencional del Derecho.
resultado que beneficie a todos, aún si este resultado En efecto, los modelos económicos del Derecho se
no fue directamente previsto por ninguno de ellos. basan mayormente en el supuesto de la omnisciencia.
Con la inclusión tácita de la intuición de que el La segunda parte (cuatro secciones) compara los
mercado es un «orden espontáneo», la teoría de conceptos delAnálisis Económico del Derecho
Coase parece coherente con las teorías austríacas neoclásico con la interpretación institucional
sobre los procesos del mercado. austriaca de la teoría jurídica, tal como fue plantea-
da por Hayek. Desde esta perspectiva, el Derecho es
La teoría de Coase subraya asimismo el concepto no entendido como una adaptación a la ignorancia
menos crucial de que para comprender el Derecho, es genuina y no como un instrumento para generar la
necesario comprender la naturaleza de un orden que eficiencia social. Los conceptos austríacos con res-
ha evolucionado dentro de un proceso autogenerado pecto al problema del conocimiento parecen estar
que nadie ha ordenado ni instaurado directamente. mucho más relacionados con la comprensión del
Como ha señalado el economista y filósofo F. A. vínculo entre las normas legales y el orden del
Hayek, si uno no ha comprendido la «mano invisi- mercado generado por estas normas.
ble», la función de las «normas de conducta equitati-
2
va» es verdaderamente incomprensible. 2. DERECHO Y OMNISCIENCIA

La insistencia implícita de Coa se en la Basándose en la teoría de Coase, la «corriente prin-


complementariedad entre el Derecho y el mercado cipa!» del Análisis Económico del Derecho reserva
contribuye de manera esencial a explicar por qué el un lugar preponderante a los costos de transacción.
conocimiento teórico del Derecho puede ser en reali- Sin embargo, también parece dar ma yor prioridad a
dad un tema económico y por qué un análisis econó- los aspectos pertinentes a los costos que a los dere-
mico del Derecho parece ser útil e importante. chos de propiedad. Esto contrasta con el teorema de
Coase, que insistía en el hecho de que los derechos
Desafortunadamente, el movimiento que se desarro- de propiedad definidos claramente y protegidos
lló a partir de la teoría de Coa se, al que generalmente eficazmente constituyen una condición necesaria
se identifica con la expresión «Análisis Económico para un parámetro social óptimo. Dicho de otro
3
del Derecho» , ha adoptado una lectura bastante modo, la propiedad privada continúa siendo el
incompleta y objetivista de la teoría Coase y, por principio básico y la importancia fundamental de
consiguiente, una visión estática e instrumental del los mercados de derechos de propiedad es un plan-
mercado. A partir del marco teórico del equilibrio teamiento importante en la teoría de Coase. Este es
general, el Análisis Económico de los modelos de el aspecto crucial que es ampliamente subestimado
Derecho excluye tácitamente la circunstancia de la por el Análisis Económico tradicional del Derecho,
imperfección del conocimiento humano. Dejando al que se preocupa mucho más del parámetro social
margen toda dimensión institucional del Derecho, óptimo que de los derechos de propiedad priyada.
no alcanza a captar la naturaleza genuina del mismo. Es posible que a esto se deba que la teoría acabe
conduciendo a una justificación de las intervencio-
Este ensayo subraya ciertas paradojas metodológicas nes coercitivas en el mercado a través de un meca-
que ponen seriamente en duda la pertinencia de los nismo de planificación central.
fundamentos del Análisis Económico neoclásico de
los modelos del Derecho. Pretende asimismo resaltar 2.1. El Derecho y el mercado como instrumentos
los argumentos que explican por qué las teorías eco- alternativos para generar la eficiencia social.
nómicas austríacas, que han investigado el concepto
del orden del mercado y de los órdenes espontáneos La eficiencia social es un concepto central tanto de
en general, proporcionan los fundamentos las consideraciones descriptivas como normativas

2 Ver HA YEK, 1973.

] El defensor más conocido de este movimiento ~in duda alguna es POSNER-1977. Para un análisis crítico detallaqo de la teoría vigente
de la eficiencia del Derecho, ver en particular las ediciones de Hofstra Law Review-1980 y ¡oumal of Legal 5tudies-1980.

THEMIS38
242
de los conceptos del Análisis Económico del Dere- que debe reemplazar al mercado si éste resulta ser
cho aplicados comúnmente. Las normas legales se «deficiente» en la generación de lo socialmente óp-
interpretan como los esfuerzos conscientes o in- timo. El Análisis Económico convencional del Dere-
conscientes de los jueces para maximizar la riqueza cho asigna una función nueva y precisa a los jueces:
social. Más aún, la «maximización de la riqueza» es la simulación de los resultados que el mercado
planteada como un principio normativo,4 como un podría lograr sólo si los costos de transacción no
7
objetivo ético útil para orientar el razonamiento fueran demasiado altos. En otras palabras, se supo-
jurídico y las políticas sociales en general. ne que los tribunales deben actuar como substitutos
del mercado, y como tales, tener el mismo objetivo:
Es en este sentido que el mercado desempeña un papel fomentar una asignación óptima de recursos en la
8
crucial en la corriente principal del Análisis Económi- sociedad. Cualquiera que sea la distribución de
co del Derecho. Aún cuando toma como punto de esta asignación, el resultado globalmente eficiente
partida el Teorema de Coase según el cual, en ausencia parece ser todo lo que importa para el Análisis
9
de costos de transacción, las decisiones judiciales no Económico convencional del Derecho.
s
influye~ en la asignación óptima de recursos , la
teoría abarca un elemento adicional importante. Por ejemplo, en el caso concreto del Derecho relati-
vo a accidentes, el objetivo de eficiencia implica que
Los costos de transacción elevados se consideran se minimice el importe total de los costos de preven-
como barreras a la eficiencia en la asignación de ción de un accidente y los costos previstos del
recursos, lo que explica por qué las partes de un accidente. La eficiencia requiere, por lo tanto, que la
conflicto ya no pueden recurrir a la internalización responsabilidad recaiga en la parte interesada que
de externalidades.& Cuando no existen mercados, podría haber evitado el accidente al menor costo. lO
ya no se puede garantizar que se logre un resultado
socialmente eficiente. Al llegar a este punto, el Por consiguiente, la teoría de la eficiencia presupone
Análisis Económico posneriano del Derecho parece que los jueces tratan a las partes de un conflicto como
coincidir con las conclusiones de la tradición si estuvieran en un contexto de cero costos de tran-
pigouviana de bienestar público que, sin embargo, sacción. Para atribuir la responsabilidad a la parte
había rechazado enérgicamente. De hecho, la bús- que podría evitar el conflicto al menor costo, se
queda de la eficiencia económica exige una inter- supone que los jueces deben imitar el resultado ópti-
vención coercitiva en el mercado en el caso de costos mo de un contrato hipotético entre la víctima y el
de transacción prohibitivamente elevados. El Dere- demandado, un contrato que no podría haber existi-
cho se presenta como un instrumento alternativo do debido a costos de transacción demasiado altos.

, Yen muchos aspectos diferenciable del utilitarismo tradicional, así como del principio de Pareto. Ver POSNER-1979, pp. 103-140 Y
POSNER-1980, pp. 487-508.

\ Que bajo estas circunstancias se va a lograr de todos modos.

" Por ejemplo, en casos de perjuicio o casos de accidente.

7 Dicho de otro modo, los costos de transacción dan al Derecho una razón de ser en el Análisis Económico convencional del Derecho
aplicado comúnmente. El criterio de Kaldor-Hícks se usa para justificar el principio de simulación del mercado. Generalmente
identificado con la maximización de la riqueza, este principio de compensación se presenta como una norma de atribución de derechos
de propiedad que permite a los tribunales sustituir con transacciones «gratuitas» pero «ineficientes». Según el criterio de Kaldor-Hicks,
una situación (Y) es eficiente según Kaldor-Hicks con respecto a otra (X), siempre y cuando aquéllos cuyo bienestar aumenta con el
desplazamiento de X a Y pudieran compensar totalmente a aquéllos cuyo bienestar disminuye con un aumento neto en el bienestar. Debe
agregarse que de conformidad con Kaldor-Hicks, la compensación a los que pierden es sólo «hipotética» y no se paga en realidad. Si la
operación de pago no implicara costo alguno y se compensara totalmente a los que pierden, las distribuciones del Kaldor-Hicks se
convertirían en distribuciones superiores de Pareto. VerCOLEMAN-1980, p. 513.

K Como se ha mencionado, según Posner, este sería un resultado que «maximiza la riqueza social».
~ "

9Si la eficiencia económica constituye el objetivo final del Derecho y los tríbunalés son llamados a intervenir en las transacciones privadas
o a reordenar las iI)~htuciones jurídicas para «maximizar la riqueza social», no se puede hacer caso omiso al problema de la justificación
ética de estas intervtl'nciones. ¿Por qué debería promoverse o imponerse la eficiencia social? ¿Tiene esto algún mérito moral? ¿Por qué
habría de ser este objetivo éticamente preferible a otros objetivos del Derécho.tales cOrnoJa justicia? Como lo ha demostrado R. M.
Dworkin, la teoría de la eficiencia del Derecho puede ser incompatible con lasfeorías deJa justl,eia del Derecho y deja sin respuesta muchas
interrogantes éticas importañtes. Ver DWORKIN-1980, pp. 191-226. -" ."

Ji) Ver por ejemplo CALABRESI-1972. Esta perspectiva del Derecho relativo a accidentes difiere de las doctrinas tradicionales basadas

en el sentido común del Derecho relativo a daños y perjuicios. En el Análisis Económico del Derecho, l!l-relación de causalidad deja de
ser determinante en la atribución de responsabilidad. -. .

THEMIS38
243
Sin embargo, esto no es tarea fácil. Requiere que el costo y el beneficio social.!2 Si bien el «Derecho
juez posea las cualidades de un observador externo eficiente», en el sentido del Análisis Económico
omnisciente, capaz de determinar el monto que la tradicional del Derecho, es posible en un mundo de
víctima habría ofrecido al demandado para estar compatibilidad perfecta entre proyectos, surge la
libre de daño o, por el contrario¡ el monto que la siguiente interrogante: ¿cuál es la razón de ser del
víctima habría requerido que pague el demandado Derecho en un marco como éste?
para sobrellevar el perjuicio.
De hecho, si el modelo supone que todo actor indi-
Pero, ¿cómo puede el juez saber ex post el precio ex vidual escoge sistemáticamente el resultado óptimo
allte que resultaría de un «contrato hipotético», un entre alternativas perfectamente definidas, no da
contrato que por definición no ha sido formalizado cabida a las faltas, dificultades contractuales, acci-
entre el demandante y el demandado? ¿Cómo iden- dentes, delitos Xdemás, porque todos los podrían
tifica el juez las apreciaciones ex ante puramente prever y evitar. 3 No da cabida a los problemas que
subjetivas que la víctima podría haber hecho sobre se supone que el Derecho debe resolver. El equili-
sus pérdidas futuras si hubiera tenido la posibilidad brio neoclásico es una situación óptima que tácita-
de hacerlo? ¿Cómo evalúa el juez las preferencias mente excluye la posibilidad de una situación
personales? ¿Cómo podría calcular los costos y subóptima. Se caracteriza por la ausencia de friccio-
beneficios sociales en ausencia de datos del merca- nes, la coordinación de conflictos y costos no com-
do? ¿Cómo puede prever el resultado en el mercado pensados. En un mundo como ése, el Derecho como
cuando el mercado no existe? un instrumento generador de eficiencia no tiene en
sentido estricto una función que cumplir.!4 En ese
2.2. El Derecho en un marco de equilibrio contexto, el Derecho se vuelve banal. La coexisten-
general: una incongruencia interna cia del equilibrio general y el Derecho hasta parece
ser una contradicción de términos.
Lógicamente, el juez, tal como éste es descrito en los
modelos económicos convencionales del Derecho Por consiguiente, los modelos económicos del Dere-
relativo a daños y perjuicios, puede obrar exclusiva- cho parecen ser esencialmente de utilidad para el
mente en un marco de equilibrio general, un marco diseño de políticas sociales. Éstos tienen la vocación
definido como un estado de coordinación perfecta de determinar el resultado óptimo hipotético de un
entre todos los proyectos individuales y, por lo mercado competitivo que debería aplicarse a la
ll
tanto, mediante un conocimiento perfecto. situación subóptima del mundo real. Dicho de otro
modo, se supone que el Derecho consuetudinario
Como se ha mencionado anteriormente, en el Aná- cumple la misma función en un contexto de costos
lisis Económico convencional, el Derecho se consi- de transacción positivos que el mercado competiti-
dera un instrumento de bienestar social cuya misión vo ideal en un mundo hipotético de cero costos de
consiste en convertir una situación subóptima en transacción.
una socialmente óptima. En un marco de
omnisciencia, el «Derecho eficiente», en el sentido 2.3. Algunos límites del análisis costo-beneficio
de la minimización de costos sociales, puede efecti- judicial
vamente cumplir su función en la asignación de
recursos, porque la eficiencia en la asignación se Lejos de resolverse mediante esta interpretación de
logra instantáneamente si los actores individuales aplicación en las políticas sociales, el problema ver-
tienen pleno conocimiento de datos tales como el daderamente comienza con el postulado funda-

11 De hecho, el razonamiento neoclásico se refiere a la «optimización» enel sentido de maximizar un objetivo explicito entre alternativas

perfectamente definidas. Tácitamente, la maximización implica que los responsables de adoptar decisiones conocen todas las acciones
alternativas de sus opciones, así como las consecuencias de estas alternativas. Dicho de otro modo, en el marco neoclásico simple, se
supone que los actores económicos son omniscientes. Dentro de un contexto en el que se supone que los actores son capaces de escoger
sistemáticamente la solución óptima, no hay mejora posible. Un mundo de omnisciencia es así, en todo momento, un estado de
coordinación plena: el mejor de los mundos. Es inevitablemente un mundo de equilibrio.

12 Los que en este contexto reflejan los valores del equilibrio.

1 ' 0 si estos problema existieran en el modelo, serían «óptimos». Ver por ejemplo POLlNSKY-1980, pp. 362-398. Este modelo determina

entre otras variables una «tasa óptima de accidentes» supeditada a los costos de prevención del accidente y los costos previstos del
accidente.

" En ese caso, ¿qué sentido tendría todavía el problema de la eficiencia del Derecho, que es el tema principal de lo\! conceptos de Análisis
Económico del Derecho de aplicación difundida? ¿No resulta ser una tautología en ese marco?

THEMIS 38
244
mental de la omnisciencia del responsable de las 2.4. La crítica austríaca a la eficiencia social
políticas sociales que supuestamente debe simular
los resultados de un mercado ideal en situaciones El equilibrio general y los mercados del mundo
del mundo real. El problema surge del hecho de que real, estrictamente hablando, son incomparables.
el Derecho se hace necesario sólo en un contexto El equilibrio general es una ficción que no da
sub óptimo 15, Y que en el desequilibrio los precios cabida a la acción humana. Es simplemente una
16
dejan de ser un reflejo de los valores del equilibrio. herramienta conceptual o mental que existe en el
En la medida en que se basan mayormente en expec- pensamiento del economista y no un estado de la
22
tativas erróneas, los precios del desequilibrio bien realidad observada. Sin embargo, el mundo real
17
podrían difundir información incorrecta. es un mundo de cambio permanente e imprevisi-
ble. Se caracteriza por el subjetivismo de las prefe-
Por consiguiente, el desequilibrio hace que un aná- rencias individuales así como por la dispersión del
23
lisis de costo-beneficio correcto sea sumamente pro- conocimiento. Éste se define por una compleji-
blemático. Los economistas de la Escuela Austríaca dad considerable, por una genuina incertidumbre
han d~mostrado que los costos son magnitudes e ignorancia de los hechos y circunstancias particu-
esencialmente subjetivas, no aditivas y no compara- lares y no por la omnisciencia. Para que la teoría
IB
bles. tome en cuenta o integre estas características, no
puede continuar apoyándose en el supuesto de la
Por consiguiente, la noción de costo «social» 19 se optimización. En un contexto de incertidumbre e
vuelve bastante ambigua en ausencia de una com- ignorancia verdaderas, la optimización neoclásica
patibilidad perfecta entre proyectos. Como ha seña- es imposible.
lado Murray Rothbard, el término «social» no tiene
un sentido coherente fuera del marco del equilibrio Desde un principio, los economistas austríacos pu-
general. La idea de un costo en función de más de sieron en tela de juicio el mérito mismo del criterio
un individuo pierde legitimidad. Si los fines indivi- de eficiencia social implícito en la economía tradi-
duales son incompatibles, los costos no pueden cional del bienestar y, por consiguiente, como se ha
2o
sumarse entre individuos. visto, los conceptos convencionales del Análisis
24
Económico del Derecho.
Si los costos son de naturaleza esencialmente indivi-
dual y subjetiva,21 ningún observador externo pue- Como ha enfatizado 1. M. Kirzner, «una vez que se
de llegar jamás a tener una comprensión mínima de ha reconocido que la información pertinente se
sus verdaderos valores. Esto implica que sopesar encuentra inevitable y definitivamente dispersa
judicialmente los costos y beneficios sociales correc- entre muchas mentes, es imposible no concluir que
tos deja de ser posible justamente en el contexto la noción de eficiencia social por lo tanto carece de
donde el Derecho entra en escena. Es precisamente sentido. La eficiencia social debe referirse a la me-
en el desequilibrio que se pueden encontrar los dida en que la asignación de los recursos sociales
límites del «Derecho eficiente» en el sentido de los corresponde a las prioridades implícitas en las ur-
conceptos convencionales del Análisis Económico gencias relativas de los objetivos sociales. Pero para
del Derecho. que la noción de 'recurso social' tenga sentido y

\5 En un contexto de costos de transacción positivos donde las externalidades, los conflictos en el uso de los recursos asignados, los
accidentes, los delitos, las divergencias contractuales, etc.¡ pueden existir.

1ó Ver O'DRISCOLL/RIZZO-1985.

17 Ver RIZZO-1979a. Ver también THOMSEN-1989, pp. 98-108.

1> Los costos no son datos determinados sino que deben ser percibidos o descubiertos. Ver THIRLBY-1973. Ver también KIRZNER-1986.

1" Que es la consecuencia de la elección de un individuo que afecta 't otro que no es propiamente el responsable de adoptar la decisión.
Ver BUCHANAN-1969. ' ~.

20 Ver ROTHBARD-:t979.
-.:: .,'

21 Y aparecen sólo ex ante.


..-
22 Ver MISE5-1966.

23 Tal como destaca F.A. Hayek en un artículo fundamental; HAYEK-1945, pp. 519-530.

24 Ver HAYEK.1945.

THEMIS38
245
para que la noción de 'urgencias relativas de los cho. Mientras que el Derecho que se describe en los
objetivos sociales' tenga sentido, debe ser posible, modelos formales del Análisis Económico del Dere-
al menos en princlpio, imaginar una mente única a cho no puede existir en el mundo en que vivimos,
la cual se le despliegue simultáneamente toda la sino sólo en el mundo 4J1aginario del equilibrio
extensión pertinente.de recursos sociales yobjeti- general en el que paradójicamente no es necesario,
vos sociales.»25 se puede decir que la razón de la aparición del
Derecho tal como lo conocemos (elDerecho privado
Los economistas austríacos niegan precisamente hecho por jueces) se debe al carácter sub óptimo del
esta posibilidad. I.M. Kirzner explica además que el mundo real.
conocimiento disperso no constituye únicamente
una «dificultad práctica que los planificadores ten- 3. DERECHO E IGNORANCIA
drían que afrontar; resulta ser un fenómeno (no
necesariamente el único) que despoja de sentido al F. A. Hayek ha sido uno de los primeros filósofos
propio concepto de eficiencia social, aún en princi- jurídicos que interpretó las normas legales como un
pio. Elegir presupone un marco integrado de fines artificio para hacer frente a nuestra ignorancia funda-
y medios; sin dicho marco supuesto, la opción de mental, en otras palabras, como un medio para supe-
asignación es prácticamente una noción que carece rar el obstáculo que presenta nuestra ignorancia acer-
de toda coherencia.»26 ca de la mayoría de los efectos reales de nuestras
acciones individuales. Basándose en un marco de
El énfasis austríaco en el subjetivismo y la imperfec- equilibrio general, el Análisis Económico convencio-
ción y el carácter fragmentario del conocimiento nal del Derecho excluye tácitamente este aspecto crucial
humano ha destruido así en un sentido muy impor- que otorga al Derecho un significado inteligible.
tante los fundamentos básicos de la economía tradi-
cional del bienestar. Por consiguiente, sus concep- Si bien las ideas de Hayek sobre la teoría económica
tos decisivos se aplican también al movimiento han constituido una objeción decisiva y en muchos
convencional de Análisis Económico del Derecho. aspectos destructiva de toda teoría de la eficiencia
De hecho, si la información que la «sociedad» nece- social, su interés en el carácter fragmentario del
sita para resolver su «problema económico» de asig- conocimiento y la ignorancia genuina de los hechos
nación óptima de recursos se encuentra dispersa y circunstancias particulares ofrece al mismo tiem-
entre una multitud de individuos, la solución de po la clave para una reinterpretación o reconside-
este problema resulta imposible. ración de la alianza entre el Derecho y la economía,
de acuerdo con lo que Kirzner denomina «una línea
Los economistas austríacos hacen hincapié en el verdaderamente austríaca, es decir, una manera
hecho de que es imposible que una sola mente plenamente coherente con (a) el subjetivismo, (b) el
llegue alguna vez a centralizar todo el conocimiento individualismo metodológico y (c) un énfasis en los
necesario para instaurar dicho parámetro social . ,. 27
procesos d mamlcos.»
óptimo. La dispersión y la imperfección del conoci-
miento se presentan como circunstancias del mun- 28
En su teoría jurídica , Hayek considera el desarro-
do real que ponen seriamente en duda la idea de una llo del Derecho como una manifestación de fuerzas
legislación eficiente a partir de un cotejo judicial espontáneas que tienden a un orden, a una cohesión
sistemático de los costos y beneficios sociales. 29
social entre muchos individuos anónimos. En la
tradición austríaca, el Derecho, tal como, éste se
A un nivel más fundamental, estas características presenta a partir de su ejercicio, es considerado
son responsables del surgimiento del Derecho en el como una «institución sOcial»/o que debe ser enten-
mundo real. Ellas explican la existencia del Dere- dido en primera instancia como un producto de la

25 KIRZNER-1988, p. SI.

2. Ibid.

27 Ver KIRZNER-1988, p. 88.

28 Ver en particular HAYEK-1973, así como HAYEK-t976.

29 Esta teoría no describe el Derecho. privado como un sistema creado sino como uno que se ha desarrollado como un proceso
autogenerado y acumulativo.

30 La noción de «institución orgánica» se atribuye a C. Menger.

THEMIS38
246
adaptación secular a los problemas de cooperación paces de identificar la línea de acción óptima entre
generados por la existencia de un conocimiento todas las condiciones posibles. Por consiguiente, un
humano limitado, impreciso e incierto por su pro- comportamiento completamente flexible difícilmen-
pia naturaleza. Según la teoría austríaca, al igual te producirá un modelo fácilmente reconocible y
32
que cualquier otra institución, el Derecho constitu- difícilmente será predecible.
ye un procedimiento de información. Dicho de otro
modo, en un mundo de ignorancia e incertidumbre El economista institucional Ronald Heiner ha suge-
genuinas, se supone que el Derecho tiene dos fun- rido ':hue en un contexto de incertidumbre conside-
ciones sociales fundamentales: difundir informa- rable ,una estrategia de flexibilidad total en la
ción, posibilitando un orden entre las acciones indi- respuesta a la información cambiante no aumentará
viduales, o mantener un orden entre dichas accio- necesariamente la eficiencia del actor. Por el contra-
nes individuales. rio, su eficiencia sería mayor con una restricción de
la flexibilidad en el uso de la información que se
3.1. Comparación entre el Análisis Económico incorpora al conjunto de opciones de una acción
convencional y el Análisis Económico determinada. Dicho de otro modo, la incertidum-
Institucional del Derecho bre explica por qué aparecen las «normas de com-
portamiento». Según Heiner, el comportamiento
El enfoque institucional del Derecho de Hayek con- predecible aparece porque la incertidumbre impo-
trasta radicalmente con los conceptos tradicionales sibilita la maximización. Para Heiner, el comporta-
del Análisis Económico del Derecho. En lugar de miento predecible constituye la fuente principal de
suponer, como la mayoría de modelos del Derecho, aquellas regularidades que la teoría neoclásica ha
que el responsable de adoptar decisiones se vuelve tratado de explicar precisamente mediante la elimi-
cada vez más inteligente a medida que la imperfec- nación de dicha incertidumbre del modelo.
ción del conocimiento se toma en consideración, la
teoría institucional considera más apropiado supo- De esta manera, es en los límites de la maximización
ner que con la creciente complejidad e incertidumbre que Heiner ve el origen de la acción de «observación
del entorno, los procesos de decisión deben de las normas». Por el contrario, la optimización
simplificarse. nunca puede conducir al comportamiento predecible
o estable. Dicho de otro modo, a diferencia del
El problema del conocimiento aparece exclusiva- argumento central de los conceptos del Análisis
mente en un marco de desequilibrio y no en uno de Económico del Derecho aplicados comúnmente, el
equilibrio, que es por definición una situación de Derecho difícilmente puede ser considerado como
34
conocimiento perfecto. Cuanto más lejos esté el el resultado de un procedimiento de optimización.
sistema del equilibrio general, más se acentúa el El problema con los modelos del Análisis Económi-
problema del conocimiento ymás se deben amparar co convencional del Derecho es que su lógica
los individuos en las normas. Con la omnisciencia, neoclásica simple parece no dar cabida a la existen-
el Derecho no tiene ninguna función informativa, cia de normas e instituciones y, como tal, no da
porque todo se sabe. Dicho de otro modo, en el cabida al conjunto de normas comúnmente conoci-
Análisis Económico tradicional del Derecho, el De- do como ley.
31
recho como fuente de información no sólo parece
superfluo sino conceptualmente imposible y con- ¿Cómo puede entonces un concepto imaginario
trario al postulado fundamental. como el equilibrio general servir para una institu-
ción social que no tiene en sentido estricto una
En efecto, los actores de la optimización no necesi- función que cumplir dentro de ese marco específi-
tan normas para orientar o facilitar sus decisiones. co? Podemos concluir que el Derecho tal como se le
Más bien, responderían con perfecta flexibilidad a describe en estos modelos, como el producto de un
todo cambio en el entorno. Cualquiera que sea la cálculo de maximización, contrasta radicalmente
complejidad que enfrenten, son implícitamente ca- con la perspectiva austríaca del Derecho: el Derecho

31 El Derecho cOIl}o.institución sociaL


"'!' .~

32 Como ha sido demostrado por HEINER-1983, pp. 560-595.

33 Lo que para Heiner sigiüfica la incertidumbre resultante de las dificultades del resPonsable de tomar decisiones en identificar
sistemáticamente la línea de acción preferible. Al hablar de incertidumbre, el modelo de Heim\rse refiere esencialmente a la complejidad.

J.¡ De hecho la «minimización del costo social» de manera sistemática haría que las determít\ac¡ones·judiciale~ caso por caso fueran

impredecibles. .

THEMIS38
247
tal y como se ha desarrollado en un mundo de determinan el funcionamiento de una sociedad,
incertidumbre genuina, el Derecho como un punto arroja una luz muy diferente sobre la función que la
de referencia estable y predecible en el que los economía puede cumplir en la comprensión de un
individuos pueden confiar para formar sus expecta- fenómeno social como el Derecho. En efecto, si
tivas. Eliminando de sus supuestos el factor que, eliminamos de nuestros supuestos el carácter dis-
según la interpretación austríaca, hace necesarias perso e imperfecto del conocimiento, es difícil ima-
las normas legales -específicamente la inerradicable ginar cómo una asignación de recursos podría vol-
ignorancia humana- los modelos económicos del verse ineficiente, con lo cual un planteamiento eco-
Derecho aplicados comúnmente parecen no llegar a nómico pierde todo su interés. Para que no quede
comprender la propia naturaleza del fenómeno atrapado en la banalidad, un planteamiento econó-
materia de sus estudios. mico del Derecho debe comenzar por aceptar el
hecho de que las actividades individuales no siem-
Lo que dichos modelos describen como «Derecho pre están coordinadas entre sí.
eficiente» de hecho no comparte la mayoría de carac-
terísticas del Derecho privado del mundo real hecho 1. M. Kirzner destaca el hecho de que la dispersión
35
por los jueces. En primer lugar, no tiene una función del conocimiento no sólo entraña nuevos costoS.
informativa, porque existe en un contexto de A nivel más fundamental, da cabida a lo que Kirzner
omnisciencia. Esto explica por qué el criterio identifica como «el error genuino resultante de la
objetivista de la eficiencia social que subyace a estos ignorancia absoluta}6 y, efectivamente, a la posibi-
modelos resulta ser básicamente inadecuado cuando lidad de des coordinación e ineficiencia dentro de
se aplica al Derecho tal como éste existe en el mundo una economía. Por consiguiente, da cabida a las
real. Una aplicación literal de esta norma de la eficien- acciones correctivas de la descoordinación o, para
cia que no toma en cuenta la naturaleza informativa usar la terminología de Kirzner, para las «acciones
del Derecho, no sólo corre el riesgo de conducir a un empresariales» que consisten en el descubrimiento
37
sistema jurídico deficiente sino a algo que difícilmen- de los errores anteriores.
te puede llamarse un sistema jurídico siquiera.
Fundamentales para la teoría económica en general,
3.2 El Derecho como una adaptación a la igno- los conceptos de los austríacos sobre el problema
rancia genuina del conocimiento a la vez dotan de sentido al proble-
38
ma de la eficiencia del Derecho. La integración de
De otra parte, la teoría austríaca es una teoría del conceptos tales como la ignorancia genuina y la
desequilibrio genuino. A diferencia del marco del dispersión del conocimiento a la interpretación eco-
Análisis Económico neoclásico del Derecho, la me- nómica del Derecho considera efectivamente la po-
todología austríaca considera la existencia de una sibilidad de que el entorno jurídico no favorece
institución social como el Derecho. En esta perspec- necesaria ni sistemáticamente la coordinación glo-
tiva, el Derecho es descrito como un conjunto de bél.l. Si bien, en lo esencial, las normas del Derecho
normas que ayudan a atenuar la imperfección del sirven para mantener o velar un orden social, el
conocimiento humano. orden global no está garantizado por ninguna nor-
ma legal. Las normas mal concebidas pueden impo-
En realidad, la aceptación de la circunstancia irre- sibilitar la formación de un orden cooperativo y
versible de que una sola mente jamás será capaz de convertirse ellas mismas en fuentes de
39
comprender en su totalidad todos los hechos que descordinación.

35 Costos de aprendizaje y comunicación.

36 Según Kírzner, «el error genuino tiene lugar cuando la ignorancia de una persona reSponsable de adoptar decisiones no se debe al
costo de la investigación ni al aprendizaje yla comunicación. En estos casos, la ignorada de dicha persona es absoluta, es decir, es el
resultado de su ignorancia de los medios disponibles y económicamente viables que conducen a la ínformaciónnecesaria (lo que incluye,
por supuesto, la posibilidad de su ignorancia respecto a la existencia misma de información valiosa). A nivel del responsable de adoptar
las decisiones, podemos describir su actividad como subóptima cuando éste descubre posteriormente que ha dejado pasar inexplica-
blemente las oportunidades que merecían definitiVamente ser consideradas.» KIRZNER-1988, pp. 85--86.

37 KIRZNER-1988, p. 86. Ver también KIRZNER-1973.

38 En efecto, estos conceptos permiten al analista evaluar el entorno institucional-el Derecho inclusive- en función de su potencial para
promover el descubrimiento de errores.pasados por altO hasta ese momento. De esta mánera, ra interpretación austríaca incorpora un
concepto dinámico e «institucional» de la efi.fiencia.

39 Las normas jurídicas deficientes para tal caso podrían generar lo que James M. Buchanan ha calificado de ,:desorden espontáneo».

THEMIS38
248
Si se tomaran los fundamentos metodológicos bási- La información que se difunde por medio de las
cos de la economía austríaca como punto de partida, normas jurídicas se relaciona esencialmente con
el aspecto de la eficiencia en el Derecho evitaría una comunicación en previsión de conflictos, para
presentar un carácter puramente tautológico, por- evitar en la medida de lo posible que los conflictos
41
que se pueden identificar efectivamente situaciones interpersonales perturben el orden existente.
«ineficientes». En este marco, el concepto de eficien-
cia por lo menos no parece ser un componente Hayek explica que la función del Derecho según esa
inútilmente incorporado al análisis. definición «sólo puede consistir en decirle a las
personas con qué e~fectativas pueden y con cuáles
Ciertamente, en el pensamiento austríaco, la efi- no pueden contar».
ciencia tiene un significado que difiere fundamen-
talmente del presente en el Análisis Económico Como se ha mencionado anteriormente, la función
tradicional del Derecho orientado hacia la eficiencia informativa del Derecho implica así otra función
social. En efecto, la teoría austríaca se niega a social igualmente importante: el Derecho como un
considerar «el problema económico de la sociedad» procedimiento de coordinación. Cuanto más trans-
como un problema de maximización de la riqueza mitan las normas jurídicas información útil, más
social o de generación de una distribución de Pareto podrán las personas formarse expectativas razona-
óptima. Hayek ha explicado que éste es un proble- bles, con lo cual se mejorará la coordinación global.
ma de la adaptación a la «ignorancia absoluta» más
que un problema circunscrito a la eficiencia en la 3.3. El Derecho como un procedimiento de
40
asignación de recursos. coordinación

Esta interpretación del problema económico tam- Hayek ha destacado el hecho de que en un mundo
bién es decisiva en el planteamiento jurídico de de incertidumbre e ignorancia genuinas, el Derecho
Hayek. En su teoría del Derecho, las normas jurídi- como agente pacificador puede actuar exclusiva-
cas son interpretadas como procedimientos de sim- mente si las normas jurídicas se aplican a casos
plificación en un contexto en el que la mayoría de particulares, independientemente de las consecuen-
43
hechos y circunstancias concretos se desconocen, cias posibles o previsibles de su aplicación. En un
mucho más que como la manifestación de alguna mundo como éste, no es posible prever con exacti-
norma objetiva de eficiencia en la asignación de tud los efectos de las normas jurídicas ni el desarro-
44
recursos. Al demostrar características constantes o llo de dichas normas.
repetidas, sirven como pautas o medios de orienta-
ción en un mundo verdaderamente incierto o, para Por consiguiente, es la propia imprevisibilidad de
usar los términos de Hayek, como equipo para los efectos de las acciones individuales la que exige
ciertos peligros desconocidos. la adhesión a las normas. Ésta explica por qué el

4<1 Cf. HAYEK-1945.

41 Muy de acuerdo con la tradición austriaca, el abogado R. Barnett sugiere que de manera relevante, la «íusticia» está influenciada

fundamentalmente por el problema del conocimiento, donde en última instancia, la «justicia» aparece como una adaptación a la
ignorancia genuina. Barnett considera casi como un axioma que en todo marco social caracterizado por la escasez de recursos, donde
tienen lugar inevitablemente conflictos por los usos alternativos de losrecursos,existe la necesidad de «normas dejustida». En la medida
que el conocimiento de la justicia no es «instintivo», «intuitivo» ni asequible por medio del razonamiento personal, debe ser comunicado.
Según Barnett, sin una comunicación ex ante de las normas sustanciales de justicia y sin una definición fundamental de la propiedad de
los recursos, ni siquiera las personas mejor intencionadas podrían evitar cometer injusticias con otros. Por consiguiente, Barnett describe
las tareas centrales del derecho como tareas de comunicación de informacíónexante útil sobre la «justicia» a los integrantes de la sociedad.
Ver BARNETT-1988, pp. 606-607.

42VerHAYEK-1973,p.l02.

"Para HA YEK, esta condición constituye la esencia de un sistema jurídico «justo»~ En este sentido, Hayek propugna concebir la justicia
como «procesa!» .
..,. ..
'

44 Como señala Mario Rizzo, «debido a nuestra incapacidad para predecir patró~es ¡:uttf~os,.aun si los jueces contaran con objetivos
tentativos para sus políticas, no podrían prever las consecuencias de ningüña norma·que-adopten. Estas consecuencias serían
obviamente diferentes en situaéiones concretas diferentes y los jueces estarían obligados¡ por roÍnenos parcialtnente, a observar normas
al margen de sus consecuencias específicas para asegurar la estabilidad del orden jurídico.» M'. Ri:tzo destaca otro factor conexo que
determina un sistema de derecho consuetudinario: la indeterminación de los objetivos de los jue<;.eS. Rízzo explica que <<los jueces no
comienzan por una función objetiva clara a la que posteriormente adaptan los hechos de cada caso. Más bien, razonan por analogía o
similitud con otros casos ya decodificados. RIZZO, 1985, p. 87. .

THEMIS38
249
proceso de derecho consuetudinario «no tiene un que las personas descubran la información, permi-
propósito determinado» en cuanto no busca lograr tiéndoles que interactúen con otros. Su característica
objetivos sociales específicos ni equilibrarlos cuan- esencial es proporcionar conocimientos y fines com-
do entran en conflicto. Más bien, como ha sugerido patibles y complementarios que difieren considera-
Mario Rizzo: «Si el Derecho no puede lograr blemente entre un individuo y otro. Hayek describe
sistemáticamente objetivos sociales específicos, en- este procedimiento descentralizado como uno en el
tonces lo mejor que puede hacer es proporcionar un que las personas pueden ser útiles a otras sin propo-
orden estable en el que los individuos tengan la nérselo. Para Hayek, ello constituye el orden que se
libertad de luchar por alcanzar sus propios objeti- desarrolló espontáneamente a partir de las
vos. La imprevisibilidad del efecto de una norma en interacciones de una multiplicidad de individuos que
una situación concreta es el precio que debemos cumplen con las normas jurídicas relativas a la pro-
pagar por la previsibilidad del orden abstracto».45 piedad, los daños y perjuicios y los contratos.

En la interpretación austríaca, el único propósito del Este procedimiento no puede actuar eficientemente
Derecho es asegurar o mejorar una cierta estabili- sin derechos de propiedad privada bien definidos y
dad o permanencia a largo plazo, facilitando con debidamente protegidos, en otras palabras, sin un
ello la solución de los problemas de coordinación en sistema jurídico eficiente. Es en este sentido que se
la sociedad. Esto explica por qué el Derecho no tiene puede sugerir que la eficiencia como cuestión de
que orien tarse hacia la consecución de una situación Derecho está considerada implícitamente en la teo-
6
concreta o específica/ sino que simplemente crea o ría austríaca. El énfasis en la complementariedad e
mantiene un vínculo «abstracto»47 entre los indivi- interdependencia del Derecho y el mercado en el
. f ormarse expectatIvas
d uos, 4R que 1es permite . razo- marco del orden institucional enfoca la importancia
nables. Como explica Hayek, esto es todo lo que se de la eficiencia desde una perspectiva radicalmente
puede esperar de un orden jurídico en un mundo distinta a la del Análisis Económico convencional
donde algunos hechos cambian continuamente de del Derecho.
manera imprevisible y donde el orden global se
logra mediante la adaptación continua de los pro- En la perspectiva austríaca, esta cuestión plantea
yectos de los individuos a la aparición de nuevas implícitamente un análisis para determinar en qué
circunstancias y nuevos conocimientos. sentido las normas jurídicas -o qué normas jurídicas-
tienden a mantener la paz y el orden en la sociedad.
3.4. Repercusiones de la teoría económica La eficiencia en el planteamiento austríaco del Dere-
austríaca en la eficiencia como cuestión de Derecho cho parece, por lo tanto, centrarse en los efectos que
las normas jurídicas pueden tener sobre ese orden,
En la teoría de Hayek, el orden del mercado se efectos que sólo se pueden revelar a partir de la
presenta indisolublemente unido al orden jurídico. experiencia. Se refiere entonces a la capacidad o la
Uno de los conceptos fundamentales de esta teoría eficacia con que las normas jurídicas y las institucio-
es el énfasis en la relación importante que existe nes tienden a superar los problemas de descordi-
entre las normas del Derecho y la estabilidad del nación. De manera que será la calidad de las funcio-
orden como consecuencia de la observación de estas nes de información y coordinación de un sistema
normas. Las teorías austríacas sobre el proceso del jurídico la que determine su eficiencia o ineficiencia.
mercado muestran que en un mundo donde el
conocimiento está disperso extensamente entre mi- Desde un principio, los economistas austríacos han
les de millones de individuos, el mercado cumple mostrado que dentro del orden del mercado se han
una función crucial como «procedimiento de descu- desarrollado otras instituciones independientes y
brimiento» a través del cual se revela y difunde la solidarias, las mismas que constituyen los funda-
información. Dicho de otro modo, el mercado hace mentos de la Sociedad Abierta: el dinero 49 y los

"Cf. RIZZO-1985, p. 873.

", Como sugieren la mayoría de defensores del Análisis Económico convencional del Derecho.

" Según Hayek, tres condiciones son necesarias para que las normas jurídicas mantengan un orden social: estabílidad (aplicación a largo
plazo), impersonalidad (generalidad y abstracción) y, por último, universalidad .

•' Mientras que [as situaciones concretas varían constantemente. Según Hayek, sólo un sistema de relaciones abstractas puede
mantenerse constante en un orden globál en <;.ontinua adaptación al cambio externo.

"1 Ver por ejemplo MENGER-1892, pp. 238-255.

THEMIS38
250
derechos de propiedad, los que a su vez hacen Por esta razón, la protección del orden del mercado
posible la aparición de contratos. Los contratos y los requiere cierta continuidad, coherencia y certeza,
derechos de propiedad permiten a los individuos así como la capacidad de adaptación del orden
llevar a cabo sus proyectos de manera básicamente jurídico. La misión del Derecho consiste tanto en
compatible, armonizar sus expectativas y desarro- fomentar los cambios como en preservar las condi-
llar los medios para adaptar sus proyectos a sucesos ciones existentes. Más aún, el Derecho en gran
imprevisibles en el largo plazo. medida sigue y refleja los cambios importantes en la
sociedad.
Dicho de otro modo, el Derecho se presenta como
una institución del mercado. Puede ser considera- Esto implica que el Derecho se limita a proteger los
do como un procedimiento de protección de los principios fundamentales del orden existt'J1tl'. El
derechos de propiedad y, por consiguiente, como orden social es asegurado por un sistema cuyo
un procedimiento de protección del orden del objetivo no puede ser la defensa de Í1ltl'reses perso-
mercado.~() Para llevar a cabo esta tarea, el Dere- nales particulares -tal como sugieren Jos conceptos
cho se presenta como un procedimiento de infor- del Análisis Económico del Derecho aplicados co-
mación. múnmente- ni lograr algún resultado o situación
preconcebidos, como podría ser la maximización de
A partir de los planteamientos anteriores, se puede la riqueza de la sociedad en su totalidad.
concluir que las teorías austríacas sobre el proceso
del mercado, así como la teoría jurídica de Hayek, De la interpretación del Derecho de Hayek, podría-
implican de manera implícita e importante, que el mos deducir que el orden general queda asegurado
Derecho y el mercado son perfectamente únicamente si las personas gozan de libertad para
interdependientes y complementarios, en tanto que luchar por alcanzar sus propias metas, para formar-
el orden del mercadono puede surgir ni subsistir sin se expectativas razonables y para modificar sus pro-
c! Derecho y el Derecho mismo existe como produc- yectos de acuerdo a los cambios que perciban. En
to del orden con el propósito de asegurarlo y prote- este sentido, la teoría de Derecho de Hayek propone
gerlo. que un sistema jurídico eficiente es aquél que
maximiza la libertad individual. Hayek mismo
Sin embargo, aunque parezca evidente que el Dere- expresó esta idea en los términos siguientes: el Dere-
cho no puede engendrar ni mantener cierto orden cho debe aspirar a maximizar la realización de ex-
social a menos que demuestre alguna característica pectativas en conjunto y así fomentar la consecución
de estabilidad, coherencia o previsibilidad, ello no de tantos objetivos individuales como sea posible.;2
implica que el Derecho, a fin de asegurar la cohesión
social, tenga que proteger algún statlls quo en las Bajo esta perspectiva, finalmente aparece que el
rc!aciones entre determinadas personas. Por el problema central del Derecho es conciliar la libertad
contrario, si todos tuvieran que actuar de manera tal de cada persona de luchar por alcanzar sus propias
que nunca defraudaran las expectativas de otros metas con la responsabilidad de todos de no causar
respecto a su comportamiento, el mercado dejaría daño a los otros. La única solución identificada
de funcionar. Hayek recalca el hecho de que el hasta el momento para maximizar la libertad de
orden sufriría un colapso total si no hubieran cam- acción individual es la delimitación de las áreas
S
bios continuos en los detalles. ] cognoscibles de cada persona,;' donde el criterio

"1 Los austríacos han subrayado que no puede haber mercado sin derechos de propiedad privada.
'1 Hayek explica que el mercado es un orden universal cuyo contenido cambia continuamente. Percibe esta característica del mercado

corno una nece,idad fundamental en un mundo de ignorancia e incertidumbrE' genuinas, dondeel único mE'dio con el que contamos para
lograr cierto grado de estabilidad y, por lo tanto, previsibilidad, respecto a!.resultado general de nuestras actividades es dejar que cada
persona se adapte a lo que aprende, de maneras que podrían ser mayormente imprevisibles para otros. Más aún, el orden abstracto sólo
se mantendría a través de dichas modificaciones continuas eimprevi~iblesde los detalles. Cf. HA YEK-1973, p. 104. De modo que parece
que la paradoja aparente del mercado (ya descubierta por I3€rnard de Mandevi1le y Adam Smith) radica en esta acomodación entre la
coherencÍ<l del orden global y la flexibilidad del comportamiento de los elementos del sistema. La coherencia del orden global queda
asegurada por la p¡}~bilidad brindada a los actores individuales de modificar y ajustar continuamente sus proyectos en virtud de los
nuE'\'OS conocimientos adquiridos.

,2 Cf. HAYEK-1973, p. 103. 'Más específicamente, esto implica que "una política que recurra al uso de las fuerzas de ordenamiento
espontáneo ... debe aspirar a que el efecto de todos los cambios requeridos por ese orden sea aumentar las probabilidades de que cualquier
persona seleccionada al azar logre sus metas". HA YEK-1976, p. 114.

" Hayek habla de "dominios protegidos" o "dominios de libertad".

THEMIS 38
251
personal se puede ejercer sin interferencia externa,
al igual que los límites más allá de los cuales no se Por consiguiente, el criterio objetivista de la eficien-
puede permitir el criterio personal. Esto significa cia en la asignación de recursos propugnado por los
que los derechos de propiedad privada definen la defensores del Análisis Económico del Derecho
libertad individual. Si no existieran los derechos de aplicado comúnmente, resulta inapropiado para
54
propiedad, no habría justicia ni injusticia. Por lo comprender o evaluar el Derecho tal como se pre-
tanto, el respeto de los derechos de propiedad pri- senta en el mundo real. Más aún, la eficiencia como
vada constituye la esencia de cómo Hayek concibe cuestión de Derecho sólo es pertinente si se toma en
la justicia y, como tal, la meta final del Derecho. cuenta el carácter informativo del Derecho.

4. CONCLUSIONES Centrada en el individualismo metodológico, el


subjetivismo y los procesos dinámicos, la teoría
Los conceptos convencionales del Análisis Económi- económica austríaca parece proporcionar los fun-
co del Derecho han sido objeto de objeciones podero- damentos metodológicos apropiados para la consi-
sas y, en muchos sentidos, decisivas. En general, estas deración del Análisis Económico del Derecho. Esta
críticas se centran en el criterio de eficiencia, uno de teoría, a diferencia de los conceptos del Análisis
los fundamentos de la teoría, así como en la idea Económico del Derecho convencional aplicados
misma que considera la eficiencia en la asignación de comúnmente, destaca el problema del conocimien-
recursos como un objetivo ético valioso como pauta to, y ofrece un marco analítico que le otorga una
para orientar el razonamiento jurídico. razón de ser a una institución social como el Dere-
cho. A partir de un estudio muy completo de los
Esta ponencia también trata sobre otra crítica fre- órdenes espontáneos, los teóricos austríacos apor-
cuentemente pasada por alto: la crítica al Análisis tan una comprensión más profunda de la
Económico del Derecho que postula una perspecti- complementariedad entre el Derecho y el orden del
va del Derecho sin una dimensión institucional. En mercado que la interpretación estática e instrumen-
los modelos económicos formales, el Derecho se tal del mercado que caracteriza la mayor parte del
presenta en el marco de un equilibrio general como Análisis Económico neoclásico del Derecho.
resultado de un cotejo judicial de los costos y bene-
ficios sociales. Sin embargo, paradójicamente, el Basándose en la economía tradicional del bienestar,
Derecho ya no sería necesario en condiciones de el Análisis Económico del Derecho que se aplica
coordinación plena y conocimiento perfecto. comúnmente no ve en la libertad individual más
que un medio para lograr una mayor eficiencia para
A un nivel más fundamental, este tipo de legisla- la sociedad. Por el contrario, el planteamiento aus-
ción, ya que presupone la omnisciencia del juez, no tríaco no considera que el objetivo final del Derecho
es factible en el mundo real donde debería ser es la eficiencia, sino, antes que nada,la promoción y
necesaria. protección de los derechos y las libertadas indivi-
duales. Bajo esta perspectiva, la eficiencia de un
Por el contrario,la teoría de Derecho austríaca basa- sistema jurídico parece radicar en la eficiencia con
da en los conceptos desarrollados por F.A. Hayek que las capacidades del sistema protegen los dere-
interpreta al Derecho como una respuesta al proble- chos y las libertades individuales.
ma vital de la imperfección y fragmentación del
conocimiento y, por lo tanto, al problema de la Implícitamente, la interpretación del Derecho de
descoordinación. Hayek sugiere que un marco de libertad no es más
que un marco de Derecho eficiente. Es un marco
Definido como institución social, el Derecho sería que permite que las personas desarrollen su propia
conceptualmente imposible y opuesto al supuesto eficiencia subjetiva a fin de alcanzar sus diversas
básico del marco neoclásico para el Análisis Econó- metas personales. Como tal, la eficiencia y la justi-
mico del Derecho. La coexistencia del Derecho cia ya no serían metas contradictorias del Derecho.
como institución social -o, usando los términos de La eficiencia, en este contexto, sería una conse-
Hayek, como un conjunto de normas de conducta cuencia, un derivado, o hasta se podría decir que
justa- y como modelo en el marco del equilibrio un valor de un sistema jurídico dedicado a hacer
general parece ser contradictoria. . justicia.

" Bajo cualquier definición, la justicia necesatjamente implica el respeto por los derechos de propiedad legítimos, así como la injusticia
implica la violación de tales derechos. Tal como explica Hayek, las situaciones mismas no se pueden definir propiamente como justas
o injustas.

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252
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THEMIS38
254
ESTADO, ECONOMÍA
Y CORRUPCIÓN

Lorenzo Bernaldo de Quiróz*

"Caballeros, no confío en ustedes"


Gunning Bedford of Delaware
(Convención Federal de 1787)

El autor se interesa en identificar el momento en que la corrupción nace en las


democracias parlamentarias; es así que a partir de un análisis con base en el
grado de intervencionismo en la sociedad, nos muestra cómo la corrupción
aparecerá inexorablemente allí donde no existen los mercados competitivos,
puesto que a llí la asignación de recursos se realizará arbitrariamente, ocupando
la discrecionalidad un lugar privilegiado.

El nivel de corrupción de una sociedad, nos recalca el autor, es directamente


proporcional a su grado de estatización; y cuanto mayor sea el nivel de interven-
ción en la economía, mayores serán las modalidades de corrupción que afloren.
Es de esta manera que se nos plantea, en la línea de Adam Smith, que se debe
actuar con cautela en un sistema intervencionista, toda vez que, al margen de la
lItilidad del burócrata o de su desprendido servicio a la comunidad, existe el
pennanente riesgo de que aquellos que tienen la administración del gobierno se
retribuyan por encima de lo suficiente, convirtiendo su cargo en un instrumento
de enriquecimiento personal.

¿Cómo la corrupción influye perjudicialmente en los sistemas democráticos?


Para lIuestro autor, la presencia de la corrupción en los sistemas democráticos,
tomará a éstos en 1111 mecanismo de compra de votos para fabricar una clientela
fiel al poder; sin embargo, un Estado que 110 interviene en la economía, dedicado
a cumplir exclusivamente actividades inherentes a él (defensa nacional y orden
interno) 110 dejará espacio para la corrupción, porque no concede a los gobernan-
tes la facultad de beneficiar o perjudicar a la gente mediante la financiación de
los bienes públicos. Es decir, que el Estado liberal tiene como elemento intrínseco
la limitación a la expansión de la corrupción, ya que el hombre público se
colocará al servicio de las mayorías.

INTRODUCCIÓN

En este final de siglo, la democracia liberal se ha convertido en el único


punto de referencia válido como forma de gobierno; pero esto no es óbice
para que se desarrolle en su seno una peculiar patología, la corrupción, que
desnaturaliza su funcionamiento y puede llegar a poner en cuestión su
legitimidad. La corrupción deteriora dos de las funciones básicas de un

* Licenciado en Derecho. Docor en Ciencias Económicas, Saín! Andrew University, Reino


Unido

THEMIS38
255
sistema democrático: el control por parte de los ciuda- El objetivo de estas reflexiones es doble. Por un lado
danos de la gestión de la finanzas públicas y el correcto se tratará de analizar las causas determinantes del
uso del poder por parte de los gobernantes. Para decir- desarrollo de la corrupción en las democracias occi-
lo de manera más enérgica, la corrupción atenta contra dentales. Para empezar puede formularse una hi-
los fundamentos de los sistemas representativos. pótesis: su raíz no se encuentra ni en la perversidad
moral de los hombres públicos, aunque de todo hay,
Ciertamente, no todos los países democráticos ni ni en la falta de sentido ético de los ciudadanos, que
todos los partidos políticos están igualmente co- no falta; sino mas bien en el creciente peso del poder
rrompidos. Los EE. UU. o Gran Bretaña están menos político y administrativo sobre la actividad econó-
afectados por el virus corruptor que España, Japón, mica y social, en el desmantelamiento de los frenos
Francia o la Italia de la Primera República. Ahora y contrapesos institucionales que el Estado liberal
bien, durante mucho tiempo, en los regímenes levantó para evitar el abuso del poder. Pero el
auténticamente representativos, la corrupción no análisis estaría incompleto, si no se intentara expli-
era más que la escoria de la democracia. Sólo car por qué la corrupción tiene una influencia noci-
ocupaba el centro de la escena en aquellos lugares va sobre el crecimiento económico. Al margen de la
donde el poder político controlaba toda o una parte importancia intrínseca de ese hecho, no puede
sustancial de la actividad económica: los países ignorarse que resulta más fácil apelar a la moral,
comunistas y las dictaduras del Tercer Mundo. Sin cuando esa apelación afecta a las finanzas de los
embargo, hoy la corrupción se ha desplazado hasta ciudadanos.
el corazón mismo de las instituciones en numerosos
Estados democráticos, y de esta manera se ha con- ¿QUIÉN ES EL CORRUPTOR Y QUIÉN EL
vertido en un problema de carácter estructural. CORROMPIDO?2

El fenómeno de la corrupción ha sido tratado por la La rápida y reciente extensión de la corrupción en las
ética, por la sociología, por la teoría política y, por sociedades democráticas ha llevado, como sucede
supuesto, por la economía. Los padres fundadores de siempre en estos casos, a una pérdida de precisión a
la ciencia económica criticaban el mercantilismo no la hora de definir el verdadero significado y alcance
sólo por ser un foco de ineficiencia, sino también de del concepto. Quizá donde con mayor claridad se
corrupción. Los economistas clásicos tenían un obje- percibe esta confusión, es en la equiparación del
tivo común, al margen de sus discrepancias políticas, corruptor con el corrompido. Esto es lo que se quiere
que consistía en la reforma de la corrupta acción decir cuando se sostiene que, por ejemplo, en España
pública ligada al mercantilismo, y también veían con la corrupción no prosperaría sin la colaboración de
claridad que "la democracia entrañaba el peligro de los empresarios. En todo caso, no está nada claro que
que todos intentasen aumentar el poder estatal para el comportamiento del corruptor merezca el mismo
utilizarlo en beneficio propio,,1. Como señala Stigler, juicio y por tanto, el mismo castigo que el funcionario
3
"El autor de La Riqueza de las Naciones no necesitaba o el político que se corrompe .
que le dijeran una cosa tan obvia como e que el interés
propio entra también en la vida política". Un ejemplo puede servir para ilustrar esta aparente
paradoja. Basta plantear un contrato de corrupción
Pero hasta hace relativamente poco tiempo, los eco- típico. La empresa X quiere construir un centro
nomistas modernos han prestado escasa atención a comercial en un lugar Y. Para ello precisa de una
las cuestiones institucionales y a su impacto sobre licencia cuya concesión depende del funcionario o
fenómenos tan importantes como la corrupción. Sin el político Z. Ahora bien, la obtención de esa auto-
embargo, la teoría económica puede ofrecer un valio- rización exige que la empresa X ofrezca un pago a Z.
so soporte para entender cómo nace y se desarrolla el Si no lo hace puede olvidarse de su centro comercial.
virus de la corrupción, con una ventaja sobre otros La alternativa es renunciar, dejar a otra compañía
enfoques alternativos: la falta de necesidad de recu- ocupar su lugar y así quedar fuera del mercado. Si
rrir a explicaciones o juicios de carácter ad homínem. esto sucede, la empresa X habrá vulnerado su prin-
En concreto, algunas de sus ramas, como el Publíc cipal obligación hacia sus accionistas sin conseguir
Choice, suministran un marco analítico útil para ayu- que la moral pública resplandezca. Otra cosa muy
dar a un mejor entendimiento del problema. diferentes es la actuación de Z, el burócrata o el

I O'BRIEN, D.P. Los Economistas Clásicos. Alianza Universidad, p.377.

Ver JONES, Peter. Combatíng Fraud and Cor,¡uption in The Public Sector. Chapman & Hall, 1993.

Ver "Tile Efilies ofLiberty" de Murray Rothbard.

THEMIS 38
256
funcionario; éste ha violado su único y sagrado poder corrompe y el poder absoluto corrompe abso-
deber de atender al Ínterés público. Ha traicionado lutamente,,4. Cuando se eliminan los mecanismos
la confianza de sus empleadores, los ciudadanos. que hacen posible evitar que los gobernantes o los
En otras palabras, ha utilizado su poder para satis- funcionarios incompetentes o deshonestos hagan de-
facer intereses privados. masiado daño, la democracia se pervierte inelu-
diblemente. La única forma de evitarlo es limitar su
Sin embargo, los intervencionistas tienden a echar poder, lo que implica restaurar un auténtico estado
toda la responsabilidad sobre el corruptor cuando de derecho y una verdadera economía de mercado.
éste es sólo víctima de las reglas del juego, como se
mostrará a lo largo de este trabajo. Este ejercicio de VICIOS PRIVADOS, VIRTUDES PÚBLICAS
hipocresía "políticamente correcta" tomado al pie
de la letra equivale a negar el libre arbitrio y liberar En gran parte, el desarrollo de la corrupción se debe
a los individuos de la responsabilidad sobre sus a un error metodológico de base: la idea de que la
propios actos. naturaleza humana sufre una mutación sustancial
en función del lugar donde los individuos desplie-
La experiencia de la Foreign Corrupt Practices Act gan su actividad. Según este planteamiento, los
aprobada en la presidencia de Carter muestra bien individuos se comportan de manera diferente cuan-
los perniciosos efectos de un sentido moral extre- do actúan en el mercado a como lo hacen en el sector
mado cuando el marco no es adecuado. Antes de público. En éste se despojarían de todo interés egoís-
esta ley, la legislación americana no prohibía a las ta, entregándose al servicio del bien común. La
empresas de los Estados Unidos ser "generosas" mayoría de los analistas se sienten muy cómodos al
con funcionarios, políticos o ejecutivos en sus rela- contemplar al gobierno o a sus agentes en línea del
ciones comerciales con otros países. La prohibición interés público o, como diría Buchnan, del Déspota
hizo a muchas empresas norteamericanas perder Benevolente.
mercados frente a otras naciones que no considera-
ban ilegales esas prácticas. La Foreign Corrupt Como es evidente, la esquizofrenia entre el doctor
Practices Act se convirtió en una desventaja compe- Jekyll funcionario político y el mister Hyde sujeto
titiva para las corporaciones yanquis sin que sirvie- privado carece de consistencia teórica y empírica.
ra para moralizar los negocios internacionales. Algo Todas las personas intentan maximizar su utilidad;
ilegal no es necesariamente algo inmoral. El mundo lo único que cambia es el contenido de ésta en razón
sería probablemente mejor si todos los hombres del marco institucional donde los individuos ac-
fuesen buenos y benéficos, pero como no sucede tal túan. Ahora bien, las consecuencias derivadas de la
cosa, los comportamientos morales de unos pueden acción individual que maximiza su utilidad son
servir para que otros obtengan ventajas si actúan de muy distintas si ésta se despliega en el mercado o si
una manera poco ética. Es una situación clásica del lo hace en el terreno político. Si el interés propio
"dilema del prisionero". domina a la mayoría de los hombres en todas las
empresas comerciales ¿por qué no también en sus
El anterior planteamiento puede resultar escandalo- empresas políticas?
so o cínico (aunque sólo en apariencia), pero dibuja
una línea clara y precisa entre lo que es y lo que no es Tanto las relaciones políticas como las económicas
corrupción. Practicar la corrupción es utilizar de una exigen cooperación por parte de dos o más personas.
manera directa o indirecta el poder político o admi- El Estado y el mercado son instituciones a través de
nistrativo fuera de su esfera legítima para procurar las cuales la cooperación se organiza y se hace posi-
ventajas en dinero o en especie, y distribuirlas entre ble. En un mercado libre, las transacciones se produ-
amigos, parientes, servidores o partidarios. La co- cen porque benefician a las dos partes. No habría
rrupción implica necesariamente el uso del aparato intercambio si quienes participan en él no lo estiman
estatal de forma discreccional para conceder benefi- mutuamente beneficioso. Por ello, el mercado no es
cios a personas físicas o jurídicas concretas. un juego de suma cero, en el que las ventajas conse-
guidas por unos se transforman en pérdidas para
En definitiva, la corrupción es el vicio o la patología otros. Además, las transacciones del mercado son
por la cual se pervierte el verdadero significado de repetitivas, y por ello (generalmente) los engaños y
las cosas. Aplicado a la experiencia pública, el criterio los incumplimientos de promesas son inútiles y cos-
para medir el riesgo de .corrupción se expresa con tosos. En un sistema de libre empresa, los individuos
claridad en la célebre máxima de Lord Acton: "el ponen sus conocimientos personales al servicio de

• Lord ACION. Essays in The HistoryofLiberty. Liberty Classics, 1985. p. 51.

THEMIS38
257
sus peculiares objetivos, dentro de un marco norma- danos de personas honorables entregadas al interés
tivo que hace respetar los derechos de propiedad y público y es impensable que estos individuos abu-
castiga la violencia y el fraude; es decir, garantiza el sen del poder. Por lo tanto,las restricciones levanta-
juego limpio. "Una reputación de sinceridad y res- das para evitar el uso de poder en beneficio de
ponsabilidad es un activo comercial". Sobre esta base intereses particulares carecen de sentido. La activi-
funciona el sistema de libertad económica. dad intervencionista da lugar a que ciertos grupos o
individuos se enriquezcan o pueq.an enriquecerse a
Cuando el individuo participa en la acción colecti- costa de otros, y nada ni nadie puede garantizar que
va, su actitud no pierde su naturaleza maximizad ora, los enormes poderes que el intervencionismo pone
simplemente se modifica el fin a maximizar. Los en manos de burócratas y políticos sean ejercitadas
políticos y los burócratas maximizan poder, pero la de manera justa y benéfica.
mano invisible que en el mercado lleva a convertir
los intereses egoístas en un servicio a la colectivi- En este modelo, la corrupción puede prosperar con
dad, actúa en el sentido inverso en la vida pública; facilidad.
en efecto,la mano invisible funciona al revés, ya que
convierte los intereses colectivos en individuales. El escaso éxito de los economistas en persuadir a los
En el terreno político,la maximización de la utilidad políticos de las nefastas consecuencias de las mil y una
requiere que ésta se produzca a costa de los demás. intervenciones introducidas en el sistema económico
El enfoque maximizador del poder propio de la lleva a extraer una conclusión evidente: las regulacio-
acción pública es un juego de suma cero; lo que unos nes sirven de manera explícita o implícitaalos fines de
ganan otros lo tienen que perder. No hay práctica- los hombres públicos. Es posible que los políticos
mente ninguna intervención estatal, que desde el tengan una capacidad de raciocinio inferior a las
punto de vista de los ciudadanos afectados pueda media, pero también lo es que la ineficiencia económi-
dejar de calificarse como una expropiación o como ca de determinadas acciones públicas no se traduzca
un donativo. en ineficiencias en el mercado político, porque el
gobierno y sus agentes ejercen sus poderes para
Estas dos visiones diferentes, una moral social, maximizar su renta neta en dinero o en votos.
opuesta a una moral privada, generan modelos
institucionales distintos. Quienes no creen en la LA FUENTE DE LA CORRUPCIÓN
esquizofrenia sistemática de la naturaleza humana
-egoísta en lo privado y generosa en lo público- La experiencia muestra cómo hombres buenos y
hacen suyo el dicho de Jefferson, según el cual, "El honestos insertados en un marco institucional in-
Estado libre está basado en el recelo y no en la adecuado se convierten en depredadores. Por ello,
confianza". Concientes, por lo tanto, de que los la cuestión esencial es analizar si los mecanismos de
individuos y los grupos tratarán siempre de mane- toma de decisiones políticas constituyen o no un
jar el gobierno para satisfacer sus propios intereses, freno eficaz para las potenciales inclinaciones per-
limitan el poder político; lo someten a reglas gene- versas de los hombres públicos. Como ha escrito el
rales, aplicables a todos los ciudadanos y grupos de Nobel de Economía, James M. Buchanan, "Las acti-
la sociedad civil. En el contexto de ese Estado limi- vidades y la importancia de los grupos de interés en
tado,los gobernantes no tienen posibilidad de bene- el proceso político no son independientes del tama-
ficiar o perjudicar a personas o grupos concretos. ño total ni de la composición del presupuesto del
Aquí es difícil que florezca la corrupción. Estado".5

Cuando el diseño político, administrativo e De entrada puede ya formularse un principio de


institucional se apoya en una concepción de los carácter general: el nivel de corrupción existente en
hombres públicos -burócratas o políticos- como una sociedad es directamente proporcional a su gra-
seres desprovistos de otra pasión que no sea la del do de estatización. En este contexto, ha señalado Jean
6
interés público, las cosas son de otra manera. La Francois Reve1 , existen dos tipos básicos de corrup-
visión beatífica de la actividad pública lleva a con- ción. El primero, al que están predispuestos sobre
ceder excesivo poder a la maquinaria estatal y, en todo los regímenes democráticos, se deriva de la po-
consecuencia, hace posible abusar de ella. Dentro de sible colusión entre el poder político y las empresas:
esta perspectiva es innecesario proteger a ros ciuda- adjudicaciones, empleos públicos, exenciones fisca-

5 BUCHANAN, James y Gordon TULLcx;;.K El Cálculo del Consenso. Espasa-Calpe, 1980.

h REVEL, Jean Francois. Le Regain Démocratíque. Fayard, 1992. p. 412.

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258
les, subvenciones. En las sociedades desarrolladas, recompensarse a sí mismas y a sus inmediatos de-
el riesgo de corrupción aumenta a medida que lo pendientes por encima de lo suficiente,,8.
hace el intervencionismo y el dirigismo. El segundo,
es el propio de los sistemas colectivistas o amplia- En las economías mixtas hay múltiples esferas donde
mente nacionalizados, en los que la propiedad del resulta muy difícil, por no decir imposible, evitar el
Estado y el patrimonio nacional se confunden. favoritismo. Basta pensar en las licencias de construc-
ción ¿A quién otorgarlas y a quién denegarlas? En la
La modalidad de corrupción engendrada por las práctica no existe módulo objetivo alguno que permi-
economías planificadas es de sobra conocida. Las ta tomar una decisión de esa naturaleza o que sea
descripciones sobre el uso de los fondos públicos incapaz de evitar arbitrariedad. El que efectivamente
por las nomenclaturas son de dominio general y no se llegue o no a cobrar dinero por ello es anecdótico.
es necesario extenderse sobre ellas. Además, el so- Lo importante es la ausencia de mecanismos que
cialismo real y sus sucedáneos han dejado de ser garanticen que eso no se producirá. Esto es precisa-
alternativas a la democracia liberal. Donde no hay mente lo que impide ver la corrupción como un hecho
mercados competitivos, la asignación de recursos y aislado y la convierte en un problema estructural,
la distribución del producto se realizan en función a como señalábamos en el comienzo de este trabajo.
decisiones arbitrarias o discrecionales, en las que
antes o después la corrupción aparece, inexorable- Cuanto mayor sea el nivel de intervención en la
mente. Pero lo que a nosotros nos interesa es ver economía, ma yores serán las modalidades de corrup-
cómo se incuba y desarrolla la corrupción en las ción que puedan aparecer y más se extienden éstas. Si
democracias parlamentarias. no se le pone coto, la corrupción puede convertirse no
sólo en un instrumento de enriquecimiento personal,
Los principales métodos de control de la activi- sino de desnaturalización del proceso democrático al
dad económica alternativos al mercado son la transformarse en un mecanismo de compra de votos
regulación y la propiedad pública. En las socie- para fabricar una clientela fiel al poder. Sin duda, este
dades democráticas existe una combinación de proceso plantea un problema muy serio; si la demo-
ambas, que configuran lo que se ha denominado cracia no puede funcionar sin tolerar el robo, es un
economía mixta, en cuya estructura es precisa- mal sistema. Para decirlo de otra manera, la corrup-
mente donde se incuban los virus corruptores. ción pervierte la democracia y es un elemento
Cuando el Estado controla la mitad del PIB y su deslegitimador de un sistema de libertades.
legislación tiene un impacto diferencial sobre los
individuos y grupos sociales, es utópico pensar El proceso político democrático y la corrupción
que no se intentará poner el sistema político al
servicio de fines particulares. "El poseedor del La combinación de un sistema democrático con la
poder del Gobierno lo empleará -si puede- para existencia de un voluminoso aparato interventor en
.. ,,7
promover sus propIOS mtereses . manos del Estado, lejos de constituirse en un freno
a la corrupción, la estimula. El proceso político
Los burócratas y los políticos saben que sus decisio- democrático en una economía mixta tiene serios
nes pueden irrogar al empresario o a los ciudadanos riesgos de deslizarse hacia situaciones de corrup-
graves pérdidas y, a veces, también pingües benefi- ción, precisamente porque los gobernantes necesi-
cios. Hay desde luego funcionarios y políticos de- tan contar con los gobernados para conservar el
centes; pero también los hay que no dudan, si la cosa poder. La mezcla del poder sin las restricciones de
puede hacerse de una forma" discreta", en utilizar una mayoría parlamentaria y de los recursos de la
su poder para obtener rentas. En un sistema maquinaria estatal resulta explosiva.
intervencionista, la utilidad del burócrata o del
político puede materializarse en un desprendido En un régimen liberal, el Gobierno no es otra cosa
servicio a la colectividad, pero también pueden que un productor, pero sólo de bienes colectivos, es
sentir la tentación de maximizar sus ingresos o, decir, aquellos de cuyo disfrute no puede excluirse
como se mostrará más adelante, su poder. Ante a nadie, bien porque son individibles (la defensa
estas situaciones, Adam Smith recomienda ser cau- nacional), bien porque los costes de hacerlo son
to, porque: "Las personas que tienen la administra- demasiado elevados (la policía). Un Estado limita-
ción del gobierno (están) generalmente dispuestas a do a este tipo de tareas no estimula la corrupción,

7 STIGLER, George. El Economista como predicador y otros Ensayos. p. 184, Folio 1984.

8 SMITH, Adam. The Wealth ofNations. Oxford University Press. II, 395, 818.

THEMIS38
259
porque no concede a los gobernantes la facultad de intervención -por ejemplo, un arancel textil- se dis-
beneficiar o perjudicar a la gente concediéndole tribuyen entre muchos, y los beneficios se concen-
privilegios o imponiéndole gravámenes más allá de tran entre muy pocos.
los exigidos para financiar esos bienes públicos. De
esta forma, el Estado liberal hace posible que incluso Esta lógica genera una tendencia expansiva de la
los más torcidos instintos de los hombres públicos corrupción, que se retroalimenta. Cuando muchas
se pongan al servicio de los intereses de la mayoría personas están implicadas en la interacción social, el
o, por lo menos, no causen excesivos destrozos. estrecho empeño egoísta de un grupo de personas
inducirá a los demás a hace otro tanto, aunque sólo
Sin embargo, los sistemas intervencionistas impi- sea como un medio de protegerse a sí mismos contra
den el funcionamiento de esa mano invisible en la los miembros de ese grupo. Se reproduce así en el
esfera de los asuntos públicos, porque otorgan a los terreno político una especie de Ley de Gresham, según
gobernantes el suficiente poder para beneficiar a la cual la "mala" conducta expulsa a la "buena" y
unos y perjudicar a otros. En este marco, el político todas las personas son impulsadas por la presencia de
se comporta como un empresario cuya motivación unos pocos a adoptar comportamientos interesados.
principal es obtener un capital suficiente para llegar
9
al gobierno y mantenerse en él. En terminología Por último, algunos autores han puesto de manifies-
económica, los gobernantes tienden a maximizar to cómo la inexistencia de límites para la elección de
sus posibilidades de reelección y para ello utilizan los cargos públicos y la profesionalización de éstos
todos los instrumentos que el sistema pone a su puede ser un poderoso estímulo de la corrupción.
alcance. A nadie se le oculta que en las economías Coyne y Fund muestran cómo los principales casos de
desarrolladas el montante de recursos en manos del corrupción en la política norteamericana están liga-
sector público es ingente. dos a congresistas -representantes y senadores- que
llevan mucho tiempo en sus cargos, y han hecho de
En un régimen dictatorial, el autócrata maximiza su éstos su medio de vida. La conversión de la política en
función de utilidad, por ejemplo, transfiriendo ren- una profesión y, en consecuencia, su transformación
tas al aparato represor del Estado para así comprar en la principal fuente de rentas para quienes en ella
su lealtad. En los sistemas democráticos-inter- participan, constituyen una poderosa razón para el
vencionistas, los gobernantes venden en el mercado desarrollo de actitudes corruptas. El político profe-
político sus productos -leyes, decretos, gasto publi- sional ejerce una actividad peligrosa y precaria, cuya
co, empleos estatales, etc.- a cambio de votos. Cuan- alternativa a medida que transcurre el tiempo no es la
to más amplias sean las facultades del sector públi- de cambiar de puesto de trabajo, sino el paro. Por ello,
co, mayores son los incentivos para constituir coali- la actividad pública como "profesión-colocación" está
ciones de intereses (de buscadores de rentas como destinada a alentar situaciones de corrupción. En este
diría Olson) que aspiran a obtener ventajas particu- sentido, la experiencia italiana de la extinta Primera
lares en contraprestación a su apoyo. De esta mane- República ofrece un buen ejemplolo.
ra, la democracia deja de ser un gobierno al servicio
de la mayoría para convertirse en un instrumento En conclusión, cuando el equilibrio institucional
de las minorías mejor organizadas. del Estado liberal fue roto por el intervencionismo,
se abrió la Caja de Pandora. En el preciso instante
La explicación de esta perversión del sistema demo- en el que los poderes públicos decidieron benefi-
crático es sencilla. El montante de recursos que la ciar a un grupo de presión, se animó la creación
gente está dispuesta a invertir en la acción política, de otros nuevos. Alentados por el aumento del
directa o indirecta, depende de los beneficios que estatismo, los grupos de interés se han converti-
espera obtener del acceso o del mantenimiento de do en partes integrantes del sistema de decisio-
un partido en el poder. De ahí que los más activos nes políticas. Venden votos a cambio de favores
sean los que tienen más que ganar o perder de la administrativos, y el Estado se convierte en una
intervención del Estado, que son generalmente un gigantesca coalición de intereses que desprenda
número de personas o colectivos mucho más peque- al resto de la sociedad civil. Como es lógico, esta
ño que la gran masa de contribuyentes. Las mayo- espiral lleva a una configuración del Estado como
rías tienen escasos incentivos para articularse y un enorme botón y sus funciones como una ofici-
oponerse a esta dinámica, porque los costes de la na monopolística de privilegios.

9 COYNE, James K. y John FUND H .. Cleaning Rouse. Laissez Faire Books.

JO Más de la mitad de los parlamentarios italiano vivían sólo de la política, ver SARTORL Elementos de "Teoría Política. Alianza

Universidad Textos, 1992.

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260
EL CASO ESPAÑOL CORRUPCIÓN Y CRECIMIENTO
ECONÓMICO
España es un caso de libro, que sirve para demostrar
los efectos de la peligrosa relación entre el Los economistas siempre se han acercado al fenó-
intervencionismo y la corrupción. La situación es- meno de la corrupción con la intención de estudiar
pañola se ha agra vado, al margen de la voracidad de sus efectos sobre el desarrollo. Para algunos, la
elementos individuales, por la combinación de al- corrupción es como el lubricante imprescindible
gunos factores como la herencia histórica de un para que el motor de la actividad económica funcio-
Estado intervencionista, el crecimiento explosivo ne. El ejemplo clásico de este punto de vista es el
del sector público en los últimos doce años y el caso de Japón, donde durante décadas ha convivido
debilitamiento de los sistemas de contrapesos pro- un alto nivel de corrupción con un pujante creci-
pios de un Estado de Derecho. Sobre esos cimientos, miento económico 11 ; para otros, entre ellos los clási-
la corrupción ha alcanzado dimensiones extraordi- cos, la corrupción es mala para la actividad econó-
narias. Los pilares sobre los que la prácticas corruptas mica, porque pervierte el mecanismo de precios del
se han asentados son los siguientes: mercado y en consecuencia produce una mala asig-
nación de recursos, que se traducen en un menor
- La discreccionalidad legal en las decisiones sobre crecimiento del producto; la prueba es la experien-
contratos públicos, subvenciones, etc., ha sido cia de la mayor parte de los países subdesarrollados.
una de las fuentes básicas de la corrupción. Un
notorio ejemplo de ello es la vigente Ley del Suelo En un reciente estudio 12, los economistas norteame-
que convierte el mercado urbanístico en un cam- ricanos Andrei Shleifery Robert Vishny han realiza-
po sujeto a la decisión arbitraria de los poderes do un análisis sobre las consecuencias económicas
públicos. Cuando miles de millones de pesetas de la corrupción. Para ellos no existe una relación de
dependen de un ucasse zarista, la corrupción está causalidad entre mayor corrupción y menor creci-
servida. miento. Hay pruebas empíricas que permiten ava-
- El espectacular aumento de gasto público -25 lar una u otra hipótesis y, por tanto, resulta imposi-
puntos entre 1975 y 1993- supone un incremento ble establecer una regla general. Para éstos, lo único
del pastel controlado por el sector público y, por que puede contribuir a hacer prohibitiva la corrup-
tanto, una elevación de riesgo potencial de co- ción a los efectos del desarrollo es su desorganiza-
rrupción. Un abultado nivel de gasto es difícil de ción. Como aval de esta hipótesis ponen sobre el
conseguir sin la existencia de grupos de interés tapete la experiencia de Rusia, donde el actual caos
que se benefician de él -léase el PER-. ejerce un impacto sobre la economía mucho más
negativo que el apacible orden corrupto de la Era
- Desde 1982, los límites legales y constitucionales
Breznev. Antes, uno sabía a quién debía sobornar y
al poder ejecutivo han sido laminados. En el
cuánto costaba hacerlo; ahora todo ha cambiado.
campo administrativo, los tradicionales meca-
Con esta argumentación, lo único que demuestran
nismos de control del gasto público se han visto
Shleifer y Visny es la "mayor eficiencia" de la co-
desactivados. En el campo constitucional, el
rrupción organizada frente a la no organizada. Desde
control del poder judicial por la mayoría parla-
el punto de vista de la teoría de los precios es obvio
mentaria ha liquidado su función de contrapeso
que, en igualdad de condiciones, el primer esquema
de la discreccionalidad.
-corrupción organizada- implica costes de transac-
- La profesionalización de la política y su conver- ción más bajos que el segundo esquema -corrup-
sión en una casta endogámica y auto suficiente (a ción desorganizada.
través de las listas cerradas y bloqueadas y de la
financiación estatal de los partidos) es también Como se ha señalado con anterioridad, la corrup-
un foco potencial de corrupción. ción exige un cierto poder monopolístico de los
- La descentralización -autonómica y local- lejos burócratas o de los políticos sobre una porción
de constituirse como un límite, ha multiplicado concreta del mercado -licencias de construcción,
las oportunidades de corrupción, al convertirse subvenciones a asociaciones, empleos públicos, etc.
en un factor de recorte del poder político, sino en Sin esa posición monopolística en el lado de la
un instrumento de expansión del interven- oferta, no se activaría la demanda. La corrupción es
cionismo. una muestra palpable de la veracidad de la Ley de

11 VAN WOLFEREN, Karel y Alfred A. KNOP. The Enigma of¡apanese Potuer. 1989.

11 SCHLEIFER, Andrei y Robert VISHNY. Corruption. Quaterly ¡ournal of Economics, (otoño 1993).

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261
Say (toda oferta crea su propia demanda). La oferta más limpia es aceptar la debilidad de la naturaleza
potencial de privilegios, prebendas, ventajas o favo- humana y adoptar un enfoque más humilde que el
res activa la demanda de ellos por parte de quienes de pretender moralizar a los individuos, tarea más
aspiran a entrar en ese mercado cautivo. propia de las iglesias que de los gobiernos.
Cuando los burócratas o los políticos corruptos En el plano de la actividad política, lo importante no
venden un bien o un servicio a una empresa provo- es aspirar o intentar hacer ala gente mejor, sino crear
can un alza en los precios. Las empresas gravadas y mantener reglas que limiten la forma en que cada
con el impuesto de la corrupción trasladan su finan- persona está autorizada a adecuar su conducta ha-
ciación a los contribuyentes. Este traslado será más cia los demás. La idea de que las reglas pueden ser
o menos intenso dependiendo de las posibilidades sustitutos de la moral ha sido familiar a los filósofos
de entrada en el mercado de nuevos competidores. ya los economistas, al menos, desde los tiempos de
Por ejemplo, si una empresa eleva el precio muy por Hume, Ferguson, Smith y los demás miembros de la
encima de lo que el político considera aceptable por Escuela Escocesa. De hecho, el gran descubrimiento
sus electores, estará haciendo posible que otra entre intelectual del siglo XVIII fue el orden espontáneo
en el mercado cuando termine su concesión. En del mercado, la idea según la cual, bajo un marco
cualquier caso, el precio de la corruptela pagado por normativo adecuado, los individuos, siguiendo sus
la empresa lo acaban pagando los consumidores. propios intereses, pueden promover los de los de-
más.
Pero el pliego de cargos contra la corrupción no se
agota con su "modesto" efecto alcista sobre los Esos mismos sujetos, con las mismas motivaciones
precios. La corrupción pervierte el mecanismo de y capacidades, pueden generar -y así lo hemos
incentivos de una economía de mercado y, por ello, visto- resultados totalmente distintos bajo un marco
reduce a medio y largo plazo su tasa de crecimien- institucional intervencionista. El énfasis en lo insti-
toD. Las organizaciones políticas con un alto grado tucional es vital, porque no se puede dar por su-
de intervencionismo fabrican, como se ha visto, puesto que el ejercicio de los poderes discrecionales
coaliciones de intereses, que tratan de conseguir poseídos por los agentes políticos en cualquier régi-
favores particulares. Pues bien, este comportamien- men político concreto serán ejercidos en interés de
to afecta de una manera negativa a la economía por todos, a menos que existan una serie de restricciones
dos razones: la primera, porque las empresas y los en el modelo. Hume expresa esta intuición con una
grupos derrochan recursos en la búsqueda de rentas claridad meridiana: "Para restringir cualquier siste-
del sector público, que no pueden dedicarse a crear ma de gobierno y fijar diversos controles y frenos
riqueza; la segunda, porque las coaliciones de inte- constitucionales debemos suponer que son bellacos
rés creadas al amparo del intervencionismo buscan y no persi~uen en sus acciones otro fin que el interés
la redistribución de la riqueza en lugar de su au- privado"! .
mento. La mezcla de ambos elementos reduce el
La única forma de limpiar la escena de las democra-
dinamismo; la corrupción es una forma sui generis
cias occidentales no es poniendo al frente de los
de distribución de la renta.
órganos políticos y administrativos a seres inma-
En conclusión, la relación entre corrupción y creci- culados, sino impidiendo que el poder pueda ser
miento económico es sólo un subproducto de la varia- mal utilizado por los malvados o pueda corromper
ble principal, el intervencionismo. Este sí reduce el a los justos. Esto supone cambiar el planteamiento
dinamismo de la economía y genera corrupción. de ¿quién gobierna? por el de ¿cuánto poder se debe
confiar a los gobernantes? Aquí, la respuesta es
evidente: el menor posible para que le poder pueda
A MODO DE EPÍLOGO: CÓMO hacer el menor daño posible. Los dos métodos para
REGENERAR LA VIDA PÚBLICA limitar el poder estatal son el Estado de Derecho y la
economía de mercado. El primero encierra al le-
La discusión acerca de la corrupción se zanja siem- viatán entre los barrotes de la división de poderes y
pre con una llamada a la regeneración ética y moral el establecimiento de un marco general de normas;
de la sociedad, como si eso sirviese para algo ... La el segundo separa drásticamente el poder político
historia nos muestra las dificultades y los peligros de la actividad económica. La unión de ambos es la
que entrañan los intentos de crear UI1 "hombre más firme garantía frente a la institucionalización
nuevo o bueno" desde el poder político. Quizá por de la corrupción y la degeneración del sistema de-
eso, el primer paso para crear una atmósfera pública mocrático.

13 OLSON, Mancur. Auge y Decadencia de"lasNaciones. Ariel Economía, 1986.


14 HUME, David. Ensayos Políticos. Unión Editorial, 1975. ps. 49 y 50 ..

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262
RECUERDO DE JORGE DEL
BUSTO VARGAS (1916-1995),
PALADÍN DEL HUMANISMO
Y DEL DERECHO

Teodoro Hampe Martínez*

El conocimiento de la historia contribuye, indudablemente, al mejor


conocimiento de nosotros mismos y de las instituciones que nos
acogen; de manera que quienes formamos parte de una institución
como la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica
no podemos dejar de lado el reconocimiento hacia aquellos persona-
jes que, mediante su dedicación y entrega, permitieron el crecimiento
y consolidación de nuestra casa de estudios. Uno de estos maestros
ejemplares fue el doctor Jorge del Busto Vargas, cuyo dilatado
tránsito por las aulas de la Unvesidad Católica se resume en el
presente artículo. Cabe señalar además que esta crónica no sólo nos
permite acceder a un período de la vida de su personaje, sino también
al ambiente de la época en el que éste se desenvolvía.

Abogado de profesión, humanista por vocación y maestro estrecha-


mente vinculado con la formación académica y el desarrollo
institucional de la Pontificia Universidad Católica del Perú, el doctor
Jorge del Busto Vargas ha dejado una huella imborrable en todos
quienes le conocieron y trataron a lo largo de su vida. Emprender un
recorrido por su extensa tarea docente, por sus obras de estudio y
reflexión en las áreas de la Filosofía y el Derecho y por su actitud
cristiana de servicio permanente, significa exponer a un verdadero
dechado de humanidad. Tal es el propósito que anima estas líneas de
evocación, en las cuales abordaremos primero los rasgos humanos y
profesionales del biografiado y después recogeremos su propio
testimonio personal, según se manifiesta en una larga y amistosa
1
entrevista que sostuvimos con él poco antes de su muerte.

SU FORMACION, SU PERSONALIDAD, SU LEGADO

Nació Jorge Leopoldo del Busto Vargas en la ciudad de Lima, el15 de


febrero de 1916, siendo el menor de los cinco hijos habidos en el
matrimonio de don Juan Abel del Busto Cebrián y doña Emilia
Vargas Pérez-Rodulfo (de origen piurano). Sabemos que cursó la
secundaria en el colegio nacional Nuestra Señora de Guadalupe, de
Lima, del cual salió con el primer puesto y medalla de oro .

• Doctor en Historia, Universidad Complutense de Madrid. Profesor de Hi¡;toria


del Perú, Pontificia Universidad Católica del Perú.

1Agradezco muy sinceramente al Líe. Renzo Honores Gonzales, coordinador de


servicios académicos del Instituto Riva-Agüero, por su colaboración en la entrevista
y la recopilación original de datos para este trabajo. En la fase de la redacción
definitiva, conté con el valioso apoyo del Lic. César Gutiérrez Muñoz, jefe del
Archivo de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

THEMIS38
263
Aprobado el examen de ingreso, empezó a cursar en gobierno de Velasco y de la implementación de los
la Facultad de Letras de la Universidad Católica del nuevos Programas Académicos.
Perú en 1935, cuando funcionaba modestamente en
unas aulas cedidas por el Colegio de la Recoleta. Dentro del nuevo esquema organizativo, el doctor
Desde el principio, del Busto Vargas destacó por su del Busto quedó integrado como profesor principal
alto rendimiento académico, de tal manera que al Departamento de Humanidades, manteniendo el
alcanzó los primeros puestos a lo largo de toda su curso de Ética para los jóvenes alumnos de Estudios
carrera, tanto en los dos años del bachillerato de Generales Letras. Además, fue llamado a desempe-
Letras como en los cinco de la Facultad de Derecho ñar la dirección del Programa Académico de Cien-
y Ciencias Políticas. Salió de las aulas de la Plaza cias Administrativas en dos períodos consecutivos,
Francia en 1941 a la cabeza de una promoción de de 1976 a 1980, cuando ya la vida estudiantil se
notables jurisconsultos, entre los cuales figuraban desarrollaba en el campus del Fundo Pando, lejos
Alberto D' Angelo Gereda, Manuel Hernández del ruidoso centro de la capital y más cerca de las
3
Morey, Fernando Romero Diez-Canseco, Gonzalo innovaciones tecnológicas de fin del milenio. En
Fernández Puyó, Alfonso Rubio Arena y Luis reconocimiento a su fecunda y dilatada trayectoria
Montoya Manfredi. Este último, en un artículo académica, el Consejo Ejecutivo de la Universidad
necrológico de homenaje a don Jorge, escribe que Católica resolvió e123 de diciembre de 1980 otorgar-
"dejó a su paso por las aulas un recuerdo de compa- le la distinción de profesor emérito del Departa-
ñerismo, caballerosidad, honestidad y cristiandad, mento de Humanidades: un justo título para un
que no o 1VI'd aremos... ,,2. gran humanista.

Al mismo tiempo que realizaba su formación en La designación como profesor emérito dio lugar a
leyes, siguió en la Facultad de Letras los cursos de la una emotiva ceremonia, en 1981, en la que nuestro
sección doctoral de Filosofía. Para su graduación en biografiado trató de resumir el sentido de su vincula-
esta carrera sustentó una tesis sobre la filosofía polí- ción con la casa de estudios fundada por el P. Jorge
tico-historicista de Spengler, que contiene una expo- Dintilhac: " ... todo lo que esta Universidad ha hecho
sición sistemática de los antecedentes, líneas funda- por mí -decía- sobrepasa largamente a lo que yo he
mentales y proyecciones de este pensamiento. Se podido hacer por ella". Con extraordinaria humil-
publicó como libro (96 páginas), con el título "La dad, pues, consideraba que su deuda con la Universi-
filosofía de Oswald Spengler", bajo los auspicios de la dad Católica era irremisible. Y sintetizaba el valor de
Sociedad Peruana de Filosofía, en 1944. Desde muy su dedicación al magisterio con estas claras palabras:
joven, siendo un bachiller de sólo 21 años, tomó a su "el saber, como bien del espíritu que es, al ser compar-
cargo en Letras la cátedra de Sociología; numerosas tido con otros a través de la enseñanza, tiene la
promociones de alumnos pueden dar testimonio de maravillosa virtualidad de multiplicarse ... ".
sus valiosas enseñanzas en esta materia y también en
el curso de Ética, que asumió posteriormente. En cuanto al ejercicio de la profesión legal, el mismo
doctor del Busto recordaba que en 1942 entró a
Su vinculación laboral con la Universidad Católica trabajar en la Superintendencia General de Contri-
había empezado, de hecho, a través de oficios buciones, llevado por su maestro Juan Lino Castillo,
administrativos menores. En 1942 tuvo la fortuna y desde entonces se mantuvo afiliado a la rama del
de conocer en nuestra alma mater a quien sería su Derecho Tributario. Rindió el examen para la titula-
"magnífica esposa", Esperanza Valdez de la Torre, ción profesional de abogado el 19 de noviembre de
por entonces estudiante en la Facultad de Derecho 1943, ante el jurado oficial de la Facultad de Derecho
(luego recibida con el título de abogado, en noviem- y Ciencias Políticas de la Pon,tificia Universidad
bre de 1947). Por dos períodos consecutivos, desde Católica del Perú. Se incorporó en la década siguien-
1963 hasta 1969, ejerció don Jorge el decanato de la te (1952) al Departamento Legal de la International
Facultad de Letras, y resultó justamente el último Petroleum Company, empresa a la cual asesoró en
catedrático en ocupar esta posición -bajo el la compleja interpretación del laudo arbitral de La
rectorado del P. Felipe MacGregor- ya que eran los Brea y Pariñas y en las negociaciones con el primer
años de la reforma universitaria impulsada por el gobierno de Belaunde, manteniéndose en ella hasta

!
2 MONTOYA MANFREDI, Luis, "Una vida ejemplar". En: El Comercio, Lima, 31 de octubre de 1995, p. A2. El propio Jorge del Busto
Vargas dedicó un artículo a rememorar, con morosidad y buen humor, sus años de estudiante en dicha unidad académica: "La Facultad
de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Católica entre los años 1937 y 1941"; En Sinopsis, No. 6 (Lima, 1984), p. 3·4.

3. Cf. RAMPE MARTÍNEZ, Teodoro. Histo';.ia de la Pontificia Universidad Católica del Perú (1917-1987). Lima: Pontificia Universidad
Católica del Perú, Fondo Editorial, 1989, p. 114 Y 126.

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264
la estatización por el gobierno revolucionario de la cienden. "Siempre lo llevaremos en nuestro co-
Fuerza Armada, en 1969. Durante sus últimos quin- razón yen nuestra memoria -agregaba- como
ce años de vida brindó su experiencia como aboga- un hombre de brillante inteligencia, honesto,
do tributarista al prestigioso Estudio Olaechea, uno justo, con permanente vocación de servicio, fir-
4
de los más antiguos de Lima. meza de convicciones religiosas y una gran hu-
mildad".
En nuestra investigación sobre el desarrollo de la
vida académica en la Facultad de Derecho, hemos Jorge del Busto Vargas era una persona de firme
comprobado que don Jorge se incorporó al elenco capacidad intelectual y seria responsabilidad de tra-
de profesores de esta unidad en 1945 (junto con su bajo, un pensador de conocimientos sólidos y pro-
antiguo compañero Alfonso Rubio Arena). Tuvo a fundos; poseía también un fino sentido del humor,
su cargo el curso de Introducción a las Ciencias que expresaba entre sus parientes y amigos más
Jurídicas, de duración anual, que impartía a los cercanos. Su vivencia de cristiano integral le alejó de
alumnos del primet año de carrera. Después amplió la codicia de honores y halagos. Así le encontramos
su carga docente con la cátedra de Filosofía del nosotros poco antes de morir, viudo y sin hijos,
Derecho, ideal para vincular su doble vocación por habitando con sosegado espíritu en su hogar de la
las humanidades y las leyes, la cual dictaba a los calle Roma 470 en San Isidro, donde tuvimos ocasión
estudiantes del quinto y último año. de entrevistarle en septiembre de 1994. En este diálo-
go, que reproducimos a continuación, se explaya el
Uno de sus discípulos en la rama forense, Alfredo maestro sobre sus relaciones institucionales y
Gildemeister Ruiz-Huidobro, ha enfatizado la sin- afectivas con la Universidad Católica, sobre sus apor-
gular dimensión ética que del Busto Vargas solía tes en el campo de la especulación filosófica y sobre
brindar a sus estudios y consultaciones en el área su labor profesional en Derecho.
del Derecho Tributario. Supo darle a este campo,
aparentemente teñido de pragmatismo y máxima ENTREVISTA CON JORGE DEL BUSTO
racionalidad, un sustento filosófico y una preocu- VARGAS
pación por la justicia social. Esto ha quedado ex-
puesto en los notables artículos que publicó en Usted ha escrito detalladamente en el boletín "Si-
órganos como la Revista Jurídica del Perú y la nopsis" sobre sus años de formación en la Facultad
Revista del Instituto Peruano de Derecho Tributa- de Derecho de la Universidad Católica. Sin embar-
rio. Al respecto, apunta Gildemeister (recogiendo go, en cuanto a la docencia, me parece que usted ha
las ideas del maestro) que "la recaudación es un estado más relacionado con cursos de Letras, ¿no
medio y no un fin en sí mismo" y que, "éticamente, es cierto?
es inaceptable un sistema tributario que no respeta
el mínimo vital que todo contribuyente necesita".5 Soy abogado, pero he enseñado más en Letras que
en Derecho. De 1948a 1952,aproximadamente, tuve
Falleció don Jorge en su natal ciudad de Lima, el a mi cargo el curso de Introducción a las Ciencias
14 de octubre de 1995, a la edad de 79 años. Jurídicas. A partir de 1953 me ocupé de dictar Filo-
Además de su prolongada vinculación con nues- sofía del Derecho, junto con el doctor André
tra alma mater, ejerció cargos directivos en la Ruszkowski, y conservé esta cátedra hasta 1965. En
Sociedad Peruana de Filosofía y en el Instituto el ámbito de Letras, la última asignatura bajo mi
Peruano de Derecho Tributario. En un acto rea- responsabilidad fue la de Ética.
lizado el16 de septiembre de 1996, los herederos
del doctor del Busto hicieron entrega formal de Entiendo que usted ejerce actualmente la abogacía
su colección particular de libros (uno de sus en el Estudio Olaechea.
bienes más preciados) a la Biblioteca Central de
la Pontificia Universidad Católica del Perú. Evo- Sí, estoy en el Estudio Olaechea desde 1980. Ingresé
cando los más de cincuenta años que este maes- cuando la escisión entre los socios mayores se había
tro dedicó a la pedagogía, su sobrina Emilia del ya producido. Ha habido momentos difíciles, pero
Busto Quiñones decía allí con acierto que sus ahora nos hallamos en una etapa de plena recupera-
sabias enseñanzas y su ejemplo de vida le tras- ción. Comencé viendo cuestiones de tributos, y

" OLAECHEA, Manuel P. Estudio Olaechea (1878-1978),2da edición. Lima: Industrial Gráfica, 1983, menciona al doctor del Busto en las
p. 302 Y 323.

5 GILDEMEISTER RUIZ-HUIDOBRO. n Al maestro con carino". En: El Comercio, Lima, 11 de noviembre de 1995, p. A3.

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265
actualmente me dedico de preferencia al Derecho parece que Jorge Avendaño se había ido a Madison
Civil y al Derecho Comercial Marítimo. Me toca de viaje y estaba como decano interino el doctor
litigar muy poco, pues hay dentro del Estudio espe- Carlos Rodríguez Pastor. Para zanjar el problema
cialistas en litigación. llegamos al siguiente acuerdo: los alumnos de Cor-
nejo recibirían un cursillo adicional extraordinario
¿Ejerció de abogado previamente en otras institu- y luego rendirían un examen. El doctor Cornejo se
ciones? resintió, negándose a enseñar el curso el año si-
guiente.
Trabajé en el Departamento Legal de la International En general, reinaba una estricta disciplina. Tanto los
Petroleum Company hasta 1969, el año de la nacio- profesores como los alumnos formaban un grupo
nalización por el gobierno de Ve lasco. Luego ejercí bastante reducido. Nos instruíamos con obras en
la profesión en mi casa, virtualmente, por espacio de francés e inglés, porque la producción nacional en
ocho años. Y antes de incorporarme al Estudio Derecho era muy escasa.
Olaechea, trabajé un par de años con Fernando
Berckemeyer Conroy y Enrique Chirinos Soto. Todos los profesores se dedicaban al ejercicio de la
abogacía. Dictaban sólo de cuatro a seis horas por
Entre las etapas conflictivas en la evolución de la semana y el resto del tiempo trabajaban en su profe-
Facultad de Derecho, ¿recuerda usted los tropie- sión. Hallándose la Facultad en la casona de Riva-
zos que generó el plan de reformas del entonces Agüero, ellos resultaban cerca de sus estudios y a un
decano Jorge Avendaño Valdez? paso del Palacio de Justicia. Los grados eran suma-
mente severos, pero no había mayores problemas
Sí, los alumnos Berckemeyer y Porras reclamaban a entre los profesores.
causa de principios morales contra la permanencia
de A vendaño en la cátedra. Una cosa ciertamente ¿Guarda algún recuerdo especial de sus años estu-
incorrecta. Pero la resistencia empezó con anteriori- diantiles?
dad, cuando yo me había ya retirado de la Facultad
de Derecho. He visto el proceso un poco de lejos, Tengo en la memoria que para el examen de grado
pues estaba enseñando en Letras. Una cosa muy me tocó un expediente relacionado con Derecho
curiosa de la reforma pedagógica es que a los alum- Aeronáutico, en que tenían que ver la responsabili-
nos del primer ciclo se les daba a elegir entre un dad contractual y la extracontractual. Al terminar
curso de Religión, uno de Filosofía y uno de Cien- mi exposición el doctor Manuel Sánchez Palacios,
cias del Derecho. Yo estuve encargado del curso de jurado procedente de San Marcos, me hizo una
Filosofía por muchos años, hasta que fue suprimido pregunta sobre el juicio arbitral, que en absoluto se
por Fernando de Trazegnies Granda. vinculaba con mi tema de examen ...

¿Ha escrito usted libros de materias jurídicas? Cuénteme un poco de sus colegas en la docencia.

No, tengo un libro sobre Spengler, que publicó la Algunos habían sido profesores míos "como el
Sociedad Peruana de Filosofía. Al campo de la juris- doctor Ismael Bielich Flórez, catedrático de Dere-
prudencia he contribuido con artículos. Reciente- chos Reales, y el doctor Rosendo Badani Chávez,
mente saqué una colaboración sobre Kelsen dentro catedrático de Obligaciones y Contratos. Andrés
de un libro de homenaje a Mario Alzamora Valdez. León Montalván, que enseñaba Derecho Comer-
Además, he redactado artículos de ética tributaria e cial, era un buen profesor; más tarde, en la época
interpretación de normas tributarias (para la Revis- de Velasco (con quien habían ido juntos al cole-
ta del Instituto Peruano de Derecho Tributario, es- gio en Piura), se desempeñó como vocal de la
pecialmente). Corte Suprema. Por otra parte, Luis Echecopar
García dictaba el curso de Sucesiones y Régimen
¿Cómo era el ambiente académico de los años 50 y Conyugal de Bienes. El doctor Raúl Ferrero
60 en la Facultad de Derecho, cuando usted era Rebagliati me enseñó en Letras los dos cursos de
profesor? Historia Universal y, posteriormente, Derecho
Constitucional y Comparado.
Era un ambiente bueno. Se exigía rigurosamente la
asistencia. Recuerdo que el doctor Héctor Cornejo Aparte de todos ellos, ¿recuerda otros maestros?
Chávez, catedrático de Derecho de Familia y de
Sucesiones, dictó un año solamente~151 por ciento Mencionaré a Carlos Arenas y Loayza, civilista.
de las clases (cuando la regulación oficial exigía También recuerdo a José León Barandiarán, profe-
como mínimo un 70 por ciento de asistencia). Me sor mío en dos asignaturas; a Hugo Piaggio Bertora,

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266
en Derecho Penal; a Raúl Noriega Ayarza, en Dere- da, y entonces se presentó Pedro Benvenutto
cho Procesal Civil; a Raúl Vargas Mata, en Derecho Murrieta como candidato al puesto, apoyado por
Procesal Penal; a Ernesto Alayza Grundy, en Eco- Riva-Agüero. Cristóbal de Losada y Puga se colo-
nomía Política; a Luis Alvarado Garrido, en Dere- có en la oposición, diciendo que los cargos jamás se
cho Internacional Público; a José Félix Aramburú habían decidido por recomendación. Como secre-
Salinas, en Derecho In ternacional Privad o; y a Jorge tario general, Benvenutto implantó una especie de
Basadre Grohmann, en Historia del Derecho Pe- dictadura. Un grupo de ocho profesores, entre los
ruano. que estábamos Alayza y yo, sugerimos al rector
que removiese de su puesto a Benvenutto. A fin de
¿Como compararía los tres ambientes de la Uni- cuentas, Riva-Agüero murió en 1944 y Benvenutto
versidad Católica que ha conocido, primero como dejó el cargo.
alumno en las aulas de la Recoleta y luego como
profesor en la casona de Lártiga y en el Fundo ¿Llegó usted a tratar a don José de la Riva-Agüero?
Pando?
Sí, era un personaje muy interesante y erudito. Una
Cuando yo era estudiante, la Universidad mantenía vez escuchó una disertación de Luis Felipe Alarco
un régimen escolar. Al que obtenía primer puesto le sobre epistemología y dijo que ésta le parecía una
concedían un descuento, como en España se hace "cienciadeun contenido débil, epigramática" ... Fran-
con la "matrícula de honor". En mi promoción de cisco Miró Quesada festejó este comentario a carca-
Derecho acabamos cerca de noventa, aunque había- jadas.
mos comenzado en Letras más de doscientos. Do-
mingo García Rada, quien empezó como alumno en Riva-Agüero estaba en conflicto permanente con
San Marcos, vino a terminar sus estudios en la Losada y Puga, matemático, que era mayor que él.
Universidad Católica. Se guardaban mutua antipatía.

En el mismo plano de las relaciones humanas, ¿Cómo sintetizaría usted el aporte de la Universi-
¿cómo recuerda a Xavier Kiefer Marchand? dad Católica en el campo jurídico?

Vivía realmente entregado a la Facultad de Dere- De la Facultad de Derecho han salido varios vocales
cho. Era un hombre bonachón, pero en la Secretaría supremos, y su estatuto jurídico quedó consolidado
imponía gran orden. No matriculaba a nadie des- desde que en 1949 se concedió a nuestra casa de
pués de cerrado el plazo reglamentario. No ejerció estudios el rango de universidad nacional.
casi su profesión de abogado. Se mantuvo en el Llevando su pregunta al terreno personal, le diré
cargo muchísimos años, pues era un buen secreta- que yo nací en 1916, ingresé a la Universidad Cató-
rio; estaba toda la mañana en su oficina y por las lica en 1935 y salí de ella en 1941. Al mismo tiempo
noches en los exámenes y grados. que cursaba los estudios de jurisprudencia seguí la
carrera de filosofía. En 1940 recibí el grado de doctor
De otro lado, recuerdo bien que cuando ingresé a en Filosofía y tres años después adquirí el título de
la Universidad pagaba 135 soles de matrícula, de abogado. Regresé a la Universidad para integrarme
los cuales cinco correspondían al precio de la al cuerpo docente en 1948, como profesor auxiliar de
revista institucional. Por entonces funcionaban Filosofía (materia en la cual era catedrático princi-
círculos de estudios y se estilaba realizar ceremo- pal Monseñor Luis Lituma Portocarrero). Ahora,
nias solemnes de apertura y clausura del año luego de más de cuatro décadas en la enseñanza,
académico. llevo el título de profesor emérito.

Se habla de un conflicto ideológico que opuso en Además, he trabajado diez años (de 1942 a 1952) en
los años 40 a José de la Riva-Agüero y Víctor la Superintendencia General de Contribuciones,
Andrés Belaunde. ¿Cómo vivió usted esta situa- donde formaba parte de la asesoría técnica. Juan
ción? Lino Castillo Vargas era nuestro jefe. En esta depen-
dencia trabajé junto con Alfonso Rubio Arena, Ma-
Bueno, no fue un conflicto; era casi la actitud de nuel Belaunde Guinassi, Juan Ramírez
una generación frente a otra (aunque los dos po- Valdeavellano y Marcelo Llosa Gariazo, todos com-
seían una edad semejante). También influyó sin pañeros de la Católica. Había mucho trabajo legal, y
duda la destemplanza de Riva-Agüero. Sucede yo era asesor de lo contencioso. Posteriormente
que el secretario general de la Universidad, Ernes- ingresé a la International Petroleum Company, en la
to Alayza Grundy, fue llamado por el Gobierno que permanecí de 1952 a 1%9. Y el resto es historia
para ejercer la secretaría del Ministerio de Hacien- que ya está dicha.

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267
ESTUDIO
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DISPOSICIONES GENERALES Y PRINCIPIOS
BÁSICOS EN EL ACUERDO SOBRE LOS ASPECTOS
11

DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD INTELECTUAL


RELACIONADOS CON EL COMERCIO" (ADPIC) 1

Juan Luis Iglesias Prada*

1. NATURALEZA Y ALCANCE DE LAS


OBLIGACIONES

El Acuerdo Sectorial sobre los Aspectos de los Dere-


chos de Propiedad Intelectual relacionados con el
Comercio (en adelante, ADPIC) 2 comienza con un
Preámbulo en el que se afirma la voluntad de los
Miembros de la Organización Mundial del Comer-
cio (en adelante, OMC) de establecer una protección
efectiva de los derechos de Propiedad Intelectual
(en el sentido amplio que emplea el artículo 1.2 del
propio Acuerdo) y de introducir procedimientos
Como ya es por todos conocido, en los últimos años ágiles que garanticen la observancia de los mismos.
el denominado fenómeno de la globalización ha Al propio tiempo, el Preámbulo reconoce la impor-
tenido entre sus múltiples consecuencias el estre- tancia del sistema de solución de diferencias como
char los distintos lazos que existen entre los países. mecanismo para reducir las tensiones a nivel
Sin embargo, a nivel jurídico surgen conflictos de multilateral. ASÍ, de una manera escueta, el Acuer-
diversa índole, tanto en el aspecto de las relaciones do se inicia con una expresión de sus objetivos,
interestatales multinacionales y bilaterales en sí, realmente novedosos en el ámbito internacional.
como en la jerarquía y aplicación teórica y práctica
de los acuerdos y convenios que se deriven de ellos. Las Disposiciones Generales y los principios bási-
cos están constituidos por ocho artículos que sien-
En el presente artículo, el autor realiza una exhaus- tan las grandes coordenadas en las que se sitúa la
tiva descripción y análisis sobre esta problemática, regulación de la Propiedad Intelectual. De este modo,
centrándose en un tema importantísimo y actual- además de las normas sustantivas -especialmente
mente polémico: los derechos de propiedad intelec- contenidas en la Parte 11 - que cumplen una función
tual relacionados con el comercio plasmados en el de armonización de la legislación y de estableci-
ADPIC celebrado por los miembros de la Organiza- miento de estándares mínimos adecuados a las
ción Mundial del Comercio. expectativas de los Estados industrializados, los

* Catedrático de DéhK:ho Mercantil de la Universidad Autónoma de Madrid

1 El presente estudio, en el que para esta publicación se han introducido dos p~q~ñQS au¡ci~~s actualizadOTólS, forma parte de la obra
colectiva dirigida por el autor y publicada bajo el título "Los derechos de propiedad int~ctual en la OFganización Mundical del
Comercio. El Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionadas 'Con el Comercio", edito Instituto de
Derecho y Etica Industrial, Madrid 1997. .

2 Las referencias a artículos sin indicación de fuente legal o al Acuerdo se entienden relativas en ambos cas~s al Acuerdo sobre los ADPIC.

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269
principios y las disposiciones generales sirven para cretas) y teniendo en cuenta, a la vez, la tradición
completar el marco normativo del Acuerdo sobre jurídica de cada Miembro de la OMC En efecto,
los ADPIC parece posible afirmar la directa aplicabilidad de
disposiciones concretas, siempre que esta eventua-
La primera de las disposiciones generales señala lidad esté amparada por la tradición jurídica perti-
que "los Miembros aplicarán las disposiciones del nente. Ahora bien, es precisamente esta tradición
presente Acuerdo" (artículo 1.1). Se trata de una jurídica la que provoca disparidades a la hora de la
obligación cuyos destinatarios son los Estados y aplicación del Acuerdo, puesto que es excepcional
Organizaciones Internacionales contratantes, a los la posición de los Miembros que reconoce la directa
que se denomina "Miembros", y respecto de la que aplicabilidad de las normas contenidas en un Trata-
4
podría plantearse la cuestión de si la aplicación del do internacional • Por ello, no puede efectuarse una
Acuerdo requiere normas nacionales o regionales afirmación taxativa sobre la directa aplicabilidad
de desarrollo o si, por el contrario, sus disposiciones del Acuerdo, sino que deberá ponderarse, en primer
son de aplicación directa, es decir, autoejecutivas término, si el Miembro admite la posibilidad de
(en la expresión inglesa, self-executing). invocación directa ante sus órganos y Tribunales
de disposiciones contenidas en un Tratado inter-
Bajo este aspecto, no estará de más recordar que es nacional. Y si así sucede, habrá que examinar,
ésta una cuestión sobre la que se ha pronunciado el después, aisladamente, cada norma del Acuerdo,
Consejo de las Comunidades Europeas, en su Deci- excluyendo la directa aplicabilidad de aquellas
sión 94-800/ CEE, señalando en el último Conside- normas del mismo que sean indeterminadas. En
rando de la misma que el Acuerdo de la OMC y sus todo caso, no estará de más señalar que la senten-
anexos no son directamente aplicables por los órga- cia del Tribunal de Justicia de las Comunidades
3
nos judiciales . En igual sentido, se puede advertir, Europeas de 10 de marzo de 1998 parte de la
también, que el Consejo de los ADPIC tiene enco- inaplicabilidad directa del Acuerdo sobre el
s
mendada la tarea de supervisar la aplicación del OMC .
Acuerdo y, en particular, el cumplimiento por los
Miembros de las obligaciones que les incumben en A partir de estas consideraciones, se puede advertir
virtud del mismo. De este modo, la función del que el artículo 1 confiere libertad a los Miembros en
Consejo de los ADPIC como órgano de vigilancia cuanto se refiere a la elección del medio específico
del cumplimiento de las obligaciones impuestas por para hacer efectivas las obligaciones del Acuerdo, lo
el Acuerdo a los Miembros parece excluir implícita- que significa que viene a establecer una obligación
mente la posibilidad de que los particulares puedan de resultado o, dicho de otro modo, que no se
llegar las disposiciones del mismo (por ser ius inter pretende una armonización legislativa mediante el
potestates). Y tal vez por ello, desde la aplicación establecimiento de directrices que hayan de seguir
general del Acuerdo a partir del 1 de enero de 1996 los Miembros. Debe tenerse en cuenta, por otra
se está procediendo a la revisión recíproca de las parte, que el Acuerdo se compone de dos tipos de
legislaciones de los Miembros en sesiones convoca- normas, unas de carácter facultativo y otras obliga-
das en el seno del Consejo de los ADPIC torias. Estas últimas constituyen un mínimo que ha
de cumplirse en todo caso, sin perjuicio de que los
A mi juicio, la respuesta a la cuestión suscitada en Miembros puedan establecer en sus legislaciones
6
torno a la aplicabilidad del Acuerdo requiere algu- una protección más amplia • Por su parte, las nor-
na matización en atención a la diferente naturaleza mas facultativas permiten que los Miembros pue-
de sus propias normas (en el Acuerdo conviven dan adaptar la norma a sus condiciones particu-
disposiciones indeterminadas con preceptos con- lares (véase, por ejemplo, el ar.tículo 34 sobre la

3 DOCE número L 336 de 1994, pág. 1. A favor de la aplicabilidad directa, vid. DREXL; "Nach GAT und WIPO: Das TRIPS·Abkommen
und seine Anwendung in der Europitischen Gemeinschaft", GRUR Int. 1994, pág. 777. vid., en contra, ULLRICH, "Technologíeschutz nach
TRIPS; Prinzipien un Probleme", GRUR lnt., 1995, pág. 637 Cfr. DREIER, "TRIPS und die Durchsetzung von Rechten des geistigen Eigentums",
GRUR Int., 1996, pág. 205.

4 Entre los Miembros que manifiestan de un modo más claro esta vocación internacionalista pueden recordarse los casos de Alemania

y España.

5 Esta sentencia (S. C-122/95) ha sido dictada en el marco de los litigios relativos a la política comercial de la Unión Europea sobre las

importaciones de plátanos.

h Lo que puede conducir a situaciones paradójicas. Así por ejemplo, Estados Unidos apuntó la posibilidad de aplicar medidas
unilaterales de retorsión a Alemania por exigir un estándar demasiado alto de actividad inventiva para permitir el acceso a la patente
de programas de ordenador. Vid. ULLRICH, "Technologieschutz ... u, cit. pág. 628, nota 43; pág. 637, nota 114; pág. 639, nota 134.

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270
inversión de la carga de la prueba en patentes de Pues bien, la situación no cambia, en puridad, con el
procedimiento ). Acuerdo sobre los ADPIC. Si bien no es verosímil
que un Miembro introduzca una legislación
8
No estará de más añadir que los beneficiarios de discriminatoria para sus propios nacionales , el
las normas del Acuerdo son los nacionales de los verdadero quid de la cuestión se produce si el
Miembros de la OMe. Siendo ello así, el concepto Miembro. no ha transpuesto normas del Acuerdo
de nacional se determina en el propio Acuerdo que sean suficientemente claras y autoejecutivas.
(artículo 1.3) por analogía con el utilizado por los En estos casos, los nacionales de los demás Miem-
clásicos Convenios multilaterales adoptados en bros podrán ampararse en el artículo 3.1 del Acuer-
el marco de la Organización Mundial de la Pro- do -norma a la que posteriormente nos referimos-,
piedad Intelectual (OMPI): el Convenio de París, mientras que los nacionales de ese Miembro no
el Convenio de Berna, la Convención de Roma y podrán hacerlo 9 •
el Tratado de Washington sobre circuitos inte-
grados. En este' sentido, pues, el concepto de En otro orden de cosas, es oportuno recordar que
nacional se amplía a los llamados "asimilados", el Acuerdo sobre los ADPIC nace como norma de
es decir a las personas que, no siendo nacionales, carácter mínimo, ya que los Miembros pueden
poseen un domicilio o un establecimiento indus- conferir una protección más amplia que la reque-
trial o comercial real y efecti vo en algún Miembro rida por el Acuerdo (artículo 1.1). Y no estará de
7
de la OMC . más recordar también, finalmente, que el ámbito
objetivo del Acuerdo es -como ya se ha indicado-
Bajo este aspecto, una de las cuestiones la Propiedad Intelectual entendida en un sentido
interpretativas que suscita la lectura de la norma es amplio (artículo 1.2), ya que, además de los dere-
la relativa a la determinación de si los beneficiarios chos de autor y conexos, queda comprendido el
del Acuerdo son también los propios nacionales del Derecho de la Propiedad Industrial en su acep-
Miembro obligado a aplicarlo. Así sucede, en efecto, ción más amplia (incluida la protección de los
porque el artículo 1.3 señala que "los Miembros secretos industriales).
concederán a los nacionales de los demás Miembros
el trato previsto en el presente Acuerdo". Cierta-
mente, no es dudoso que los derechos mínimos 2. LA RELACIÓN DEL ACUERDO ADPIC
contenidos en el Acuerdo son de aplicación obliga- CON OTROS CONVENIOS SOBRE
toria a los nacionales de los demás Miembros, pero PROPIEDAD INTELECTUAL
nada se dice, en cambio, respecto de los propios
nacionales. Y este silencio podría inducir a una El Acuerdo ADPIC no ha surgido como un tratado
respuesta negativa sobre la cuestión enunciada. internacional aislado. Su nacimiento ha sido, en
efecto, el resultado de una compleja y conocida
Para responder adecuadamente a esa cuestión ha negociación en el marco general del GATT. Y es en
de tenerse en cuenta que el principio enunciado en este ámbito en el que precisamente se suscitó la
el artículo 1.3 (protección a los nacionales de los concurrencia del Acuerdo con los convenios clási-
demás Miembros del Acuerdo) es equivalente al cos en materia de Propiedad Industrial celebrados
trato unionista del Convenio de la Unión de París bajo el auspicio de la OMPI. La cuestión, en todo
de 20 de marzo de 1883 (CUP). En efecto, un caso, no es ajena al propósito de incardinar en el
nacional de un Estado del Convento de la Unión de marco multilateral de la OMC el debate acerca del
París no podrá invocar en su propio Estado los estado y la eficiencia de la disciplina protectora de
derechos especialmente previstos en dicho Conve- los derechos de propiedad intelectual. Y tal vez por
nio, siento ésta una peculiaridad que explica, por ello, como solución de compromiso y para evitar
ejemplo, que el artículo 2.3 de nuestra Ley de un no deseable enfrentamiento con la OMPI, se
Patentes, de 20 de marzo de 1986, faculte a las optó por incorporar al Acuerdo las disposiciones
personas naturales o jurídicas de nacionalidad es- más relevantes de los convenios generales sobre
pañola para invocar las normas del CUPo Propiedad Industrial e Intelectual.

Tal como se especifica en lí! nota 1 al artículo 1.3 del Acuerdo.

" Vid. ULLRICH, "Technologieschutz ... ", cit., pág. 632.

y En el análisis se prescinde de la posible incongruencia constitucional de esta discriminación, 'que habrá de ser valorada conforme a
la Ley del Estado en cuestión.

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De este modo, en el artículo 2.1 del Acuerdo se Por lo demás, el artículo 2.2 determina claramente la
establece la obligación de cumplir las normas relación de compatibilidad del Acuerdo con deter-
sustantivas 10 del Convenio de París para la protec- minados Convenios internacionales auspiciados por
ción de la Propiedad Industrial (en adelante, CUP). la OMPI. En efecto, esa norma establece que ningu-
Ello implica que, aún en el caso de existir algún na disposición contenida -en las Partes Segunda,
Miembro del Acuerdo ADPIC que no fuera parte Tercera o Cuarta del propio Acuerdo podrá perjudi-
del citado convenio, ese Miembro tendría que apli- car las obligaciones que los Miembros puedan tener
car tales disposiciones. Ciertamente, si se advierte entre sí en virtud de los Convenios de París, Berna,
que las partes contratantes de la OMC y del CUP son Roma y Washington.
prácticamente las mismas, podría estimarse que las
previsiones del artículo 2 en el sentido indicado 3. EL PRINCIPIO DE TRATO NACIONAL
pueden resultar residuales. Con todo, se puede
estimar que tales previsiones no dejarán de ser de El principio de trato nacional es un principio conso-
interés para las organizaciones internacionales lidado en el ámbito de los tratados internacionales
Miembros de la OMC que, como es sabido, no de propiedad industrial, que nació con el CUP en el
pueden adherirse al CUP. Por otra parte, no cabe año 1883. Consiste, como es sabido, en conceder a
menospreciar la indudable relevancia que ha de los nacionales de las demás partes contratantes la
atribuirse al hecho de que la infracción de estas misma protección y ventajas que las leyes respecti-
obligaciones pueda quedar sujeta al mecanismo de vas concedan a los propios nacionales. Y en esos
solución de diferencias previsto en el artículo 64 del mismos términos aparece recogido ahora, en el
Acuerdo. No ha de olvidarse, en este sentido, que, artículo 3.1 del Acuerdo que nos ocupa.
aún cuando en el régimen del CUP la transgresión
de las obligaciones sea teóricamente recurrible ante Bajo este aspecto, no estará de más recordar que,
el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, la como se señala en nota al propio artículo 3, la
realidad de los hechos muestra que, en la práctica, referencia que se hace en dicho precepto y en el
esa posibilidad de recurso no se ha traducido en la siguiente artículo 4 a la "protección" comprende los
aplicación de ninguna sanción de Derecho interna- aspectos relativos a la existencia, adquisición, alcan-
ll
cional . ce, mantenimiento y observancia de los derechos de
propiedad intelectual. Pero, sobre todo, interesa
Bajo esta misma orientación de búsqueda de solu- poner de relieve que la recepción del principio de
ciones de compromiso respecto del papel desempe- trato nacional en el Acuerdo implica, en particular,
ñado por la OMPI, la inserción de las normas del un rechazo de la posibilidad de establecimiento de
CUP en el sistema del Acuerdo sobre los ADPIC se un tratamiento preferencial en favor de los Estados
12
ha realizado mediante la técnica de la incorporación menos desarrollados ,a los que, por otra parte, se
por referencia. Ahora bien, como se puede advertir les concede una moratoria en la aplicación de las
la lectura del artículo 2.1 del Acuerdo, esta incorpo- obligaciones determinadas en el propio Acuerdo
ración por referencia es estática (se alude expresa- (artículos 65-66).
mente a la redacción del CUP del Acta de Estocolmo
de 14 de julio de 1967) o, si se quiere, inmutable, lo Conviene tener presente, no obstante, que en los
que significa que, en el caso de que se modificaran artículos 3 y 5 del Acuerdo se permiten algunas
las normas del CUP, el Acuerdo no se alteraría de excepciones al principio de trato nacional: a) en
modo correlativo. Y siendo ello así no puede dejar primer lugar, en armonía con algunos tratados so-
de advertirse que el papel de la OMPI ha quedado bre el derecho de autor y derechos conexos que se
aún más relegado, sin que sea fácil despejar la especifican en el artículo 3.1; b) en segundo lugar, y
incógnita relativa al futuro Tratado en materia de como sucede también en el contexto del CUP (art.
13
patentes que en la actualidad se está discutiendo en 2.3 ), se permite la no aplicación del principio de
el seno de ese organismo. trato nacional (artículo 3.2) en determinadas cues-

lO Artículos 1-12 y 19 del CUP. El contenido específico para cada derecho se analiza en los diversos estudios contenidos en esta obra.

11 Recuérdese, bajo este aspecto, que una de las cuestiones suscitadas en las distintas tendencias que se manfestaron en el curso de las
negociaciones relativas al tema de los derechos de propiedad intelectual en el seno de la Ronda Uruguay ~a sido la relativa a la posic~ón
que debería atribuirse a la OMPI en materia de protección de esos derechos, y que en este punto no ha dejado de pesar la conSIderaCión
de que la OMPI carece de instrumentos aptos para exigir el cumplimiento de obligaciones internacionales en esa materia.

12 Vid. PACON, "Was bringt TRIPS den EntlvjchklingslJinder?", GRUR Int., 1995, pág. &77.

13 BODENHAUSEN aporta algunos ejemplos de discriminaciones permitidas, como son: la obligación de depositar una cautio judicatum

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272
tiones de carácterjudicial y administrativo, incluido ticular acogida en el artículo 4 del Acuerdo ADPIC
el nombramiento de un agente dentro de la jurisdic- Bajo este aspecto, y en cuanto a nuestro caso intere-
ción de un Miembro, aunque se condiciona esa sa, el principio de NMF consiste en multilateralizar.
posibilidad con determinadas cautelas, como la a la totalidad de los Miembros del Acuerdo toda
necesidad de cumplir la ley no incompatible con el ventaja, favor, privilegio, o inmunidad que conceda
propio Acuerdo ADPIC y la exigencia de que el un Miembro a los nacionales de otro Miembro,
recurso a estas posibles excepciones no constituya normalmente a través de un tratado bilateral. Se
una restricción encubierta al comercio; c) y, en tercer pretende con ello que el trato dado por el Miembro
término, se contempla en el artículo 5 la no aplica- a los demás Miembros en materia de protección de
ción del principio de trato nacional a los procedi- la propiedad intelectual sea el mismo y no se pro-
mientos para la adquisición y mantenimiento de los duzcan discriminaciones entre los diferentes Miem-
derechos de propiedad intelectual estipulados en bros. Ciertamente, y desde un punto de vista prác-
acuerdos multilaterales concertados en el marco de tico, no se puede negar -y asíha sido observado- que
la OMPI. En este último sentido, cabe recordar que el principio de NMF debe ver bastante reducido su
estos convenios son de carácter cerrado y, en conse- ámbito de aplicación por la vigencia del principio de
cuencia, sólo son accesibles a los nacionales de los trato nacional. Pero no es menos cierto que en deter-
Estados parte (Arreglo de Madrid relativo al regis- minadas ocasiones este principio puede mostrar su
tro internacional de marcas, Tratado de Coopera- eficacia.
ción en materia de Patentes -PCT-, etc.).
Así, por ejemplo, para que se levantaran las sancio-
En todo caso, no parece dudosa la estimación de que nes comerciales impuestas por Estados Unidos,
el principio de trato nacional constituye una especie Corea del Sur celebró con este último Estado un
de contrapeso de la exigencia de reciprocidad para Tratado que otorgaba a los nacionales de Estados
la protección (que históricamente se ha producido Unidos (y no a los de otros Estados) la protección
en el ámbito de las topografías de semiconductores, por patente de producto con independencia de la
aunque quedara superado en el Tratado de Was- fecha de prioridad de la invención (sistema pipeline),
hington). Ahora bien, siendo ello cierto, no lo es obligando a retirar del mercado los productos
menos la observación de que la existencia de nor- coreanos que en los 7 años anteriores a la conclusión
mas mínimas impuestas en el Acuerdo atenúa bas- del Tratado hubieran copiado derechos de propie-
tante la utilidad de dicho!principio, al menos para dad industrial de nacionales estadounidenses! .
los Estados en desarrollo .
En todo caso, y cualquiera que sea su virtualidad
4. PRINCIPIO DE TRATO DE NACIÓN práctica, conviene tener presente que la obligatorie-
MÁS FAVORECIDA dad de este principio admite cuatro excepciones
establecidas en el artículo 4 del Acuerdo, a las que
El principio de nación más favorecida (NMF) es un habrá de sumarse la contenida en su artículo 5.
principio característico del GATT y, al propio tiem-
po, constituye una cláusula habitual en los tratados La primera de esas excepciones se refiere a los tratos
internacionales multilaterales, siendo una de las de favor que se deriven de acuerdos no específicos
piezas básicas de todo el sistema de la OMC Y, sin de protección de la propiedad intelectual
duda por ello, este principio ha sido objeto de par- (artículo 4.a)!6. En este ámbito cabe destacar los

so/vi (caución de arraigo en juicio), el derecho a demandar a un nacional de otro país ante un tribunal del país en el que el demandante
está domiciliado o establecido, y la obligación de los no residentes de designar una dirección o de nombrar un mandatario con el fin de
facilitar la comunicación dentro del procedimiento; vid. Guía para la aplicación del CUP, Ginebra, 1969, pág. 35. Estas excepciones
aparecen enumeradas, también, en el artículo 3.2 del Acuerdo, en el que se imponen como requisitos para el recurso a las mismas que
sean necesarias para conseguir el cumplimiento de las leyes y reglamentos, que no sean incompatibles con las disposiciones del propio
Acuerdo (piénsese en el principio de no discriminación en materia de patentes mntenido en el artículo 27) y que tales prácticas no se
apliquen de manera que constituyan una restricción encubierta aY coniercio . .El enjuiciamiento de la concurrencia de estas condiciones
habrá de determinarse en cada caso concreto.
~ .' .
14 ULLRICH, "t/éhnologieschutz ... ", cit., pág. 627, quien estima que un~ reciprodqad de base subyace al principio de tratamiento

nacional.' - - -.'

15 Vid. PACON, "Was bri¡;gt ... ", cit., pág. 878.

l'El principio de NMF no será exigible, en efecto, cuando las ventajas, favores, privilegios o iftmunldades concedidos por un ~iembro
"se deriven de acuerdos internacionales sobre asistencia judicial o sobre observancia de la ley de carácter general y no hmltados
específicamente a la protección de la propiedad intelectual".

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diferentes acuerdos de integración entre Estados figura del agotamiento del derecho. Parece razona-
(Unión Europea, Pacto Andino, Mercosur, NAF- ble entender, por ello, que esta cuestión queda en
TA), cuyos beneficios no se extienden a nacionales manos de cada uno de los Miembros, quienes podrá
17
de Miembros de la OMC • seguir el criterio del agotamiento nacional o del
18
agotamiento internacional-de los derechos •
La segunda contempla las ventajas, favores, privile-
gios o inmunidades concedidos por un Miembro de No es irrelevante, sin embargo, la circunstancia de
conformidad con las normas del Convenio de Berna que en dicho artículo se establezca que en los proce-
y de la Convención de Roma, que se basan en el dimientos de solución de diferencias surgidas en el
principio de reciprocidad (artículo 4.b). marco del Acuerdo no cabe alegar cuestiones relati-
vas al agotamiento del derecho, siempre que se
La tercera comprende los supuestos de trato de respeten las obligaciones de trato nacional y de
favor a intérpretes o ejecutantes y a titulares de nación más favorecida. Porque, a mi modo de ver,
determinados derechos conexos (productores de esta disposición puede ser motivo de diferentes
fonogramas y organismos de radiodifusión), cuan- controversias, como se puede prever a la vista de las
do dicho trato no esté previsto en el Acuerdo ADPIC discrepancias de carácter doctrinal que ha suscitado
19
(artículo 4.c). la interpretación del propio artículo 6 • Es de ad-
vertir, además, que en este caso nos hallamos
y finalmente, la cuarta, exime del respeto al princi- ante una norma de carácter general en materia de
pio de NMF cuando se trate de beneficios que se agotamiento del derecho, que no distingue entre
deriven de los acuerdos internacionales de propie- las diferentes modalidades de derechos de Pro-
dad intelectual vigentes antes de la entrada en vigor piedad Intelectual e Industria¡2°. Y siendo ello
del Acuerdo OMC, siempre que se notifiquen al así, parece admisible que los Miembros adopten
Consejo de los ADPIC y no constituyan una medida con entera libertad normas referentes al agota-
discriminatoria (artículo 4.d). miento del derecho diferenciando las diversas
modalidades de protección (por ejemplo, agota-
Esta última excepción debe relacionarse con la nor- miento internacional para marcas, agotamiento
ma del siguiente artículo 5, que permite igualmente nacional para patentes, etc.). En todo caso, es de
excepcionar del trato de NMF -como lo hace tam- recordar que la sentencia del Tribunal de Justicia
bién respecto del principio de trato nacional, según de las Comunidades Europeas de 6 de julio de
ya hemos indicado- a los acuerdos multilaterales 1998 (As. C-355j96) ha consagrado en el ámbito
concertados en el marco de la OMPI y que se refieren comunitario europeo el principio exclusivamen-
a sistemas de registro y mantenimiento de derechos te comunitario del agotamiento del derecho de
de propiedad intelectual. Y, a mi modo de ver, ha de marca. De este modo, se excluye la posibilidad de
estimarse que, para la operatividad de la excepción, que los Estados miembros de la Unión Europea
no es necesaria en este caso la notificación de esos adopten el agotamiento internacional del dere-
acuerdos al Consejo de los ADPIC, pues la mera cho de marca.
existencia del artículo 5 implica la innecesariedad
de la notificación. Por lo demás, tal vez pueda suscitarse en esta mate-
ria la cuestión de si la libertad conferida en materia
5. EL PRINCIPIO DEL AGOTAMIENTO de agotamiento del derecho puede dar pie a la
DE LOS DERECHOS DE PROPIEDAD adopción de medidas unilaterales de retorsión. Mas
INTELECTUAL en este punto se puede estimar, a mi juicio, que el
propio sistema del Acuerdo es incompatible con la
La simple lectura de su artículo 6 permite advertir posibilidad de que los Estados recurran a este tipo
que el Acuerdo ADPIC no toma postura sobre la de mecanismos de salvaguardia de sus intereses.

17 Así. p_ ej., el agotamiento comunitario de los derechos de Propiedad Intelectual no es aplicable a las relaciones con terceros Estados.
Además, el principio de no discriminación en materia de derecho de autorno es aplicable a los nacionales de Miembros de la OMe. Desde
otra perspectiva y enelámbito comunitario, v.laST}CEde20·1Q.l993, As. C-92/92,C-326/92 (PhilCollíns), Europe: 1993, d~c., pág. 1:.
GRUR In!. 1994, pág. 53. V. la sentencia del BGH de 21-4-1994 aplicando 10 dispuesto por el TJCE (Europl115che Zeltschrift fUr
Wirtschaftsrecht, 1994, pág. 637). •

1" Vigo ULLRICH, "Technologieschutz .•.", cit., pág. 635.

14 Vid., entre otros, DE LAS HERAS, El agotamiento del derecho de marca,Madrid 1994, passimi; REMICHE/DESTERBEQ, "Les brevets
pharmaceutiques dans les accords du GATT: reñjeu?", Revue Internationalede Droit Economique, 1996, 1, pág. 49 ss.; .sTRAUS, "Bedeutung des
TRIPS für das Patentrecht " pág. 193.

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274
6. OBJETIVOS Y PRINCIPIOS En todo caso, sea cual fuere la valoración que pueda
merecer el contenido de esta especie de norma
Los dos últimos artículos integrantes de la Parte I programática, lo cierto es que en el Acuerdo ADPIC,
del Acuerdo ADPIC se refieren a los "objetivos" aparte de la formulación de declaraciones genera-
(artículo 7) y a los "principios" (artículo 8) del les, se ha conseguido imponer unas obligaciones de
propio Acuerdo. carácter sustancial a los Miembros que, en general,
obedecen al interés de los Estados más desarrolla-
El primero de ellos constituye, en realidad, una dos. Así por ejemplo, se han establecido estándares
declaración de principios o de intenciones que se elevados de protección (acceso a la patente de todas
manifiesta en la misma línea del Preámbulo que las invenciones con las posibilidades de exclusión
precede al texto articulado. En él se subraya, en del artículo 27.3) y no se ha permitido imponer la
efecto, la necesidad de que la protección y obser- carga de uso nacional de la patente (artículo 27.1).
vancia de los derechos de propiedad intelectual-
Partes Segunda y Tercera del Acuerdo, respecti- Por su parte, el artículo 8 ("principios", podríamos
vamente- lleven consigo la transferencia de tec- añadir "correctores") contempla las medidas de sal-
nología y el equilibrio de derechos y obligacio- vaguardia que los Miembros pueden adoptar al ade-
nes. N o es sorprendente, por ello, que este artícu- cuar sus legislaciones al Acuerdo ADPIC. Ha de
lo haya merecido una gran aceptación de los recordarse, en este sentido, que el Acuerdo prohibe la
21
países en desarroll0 • Ni tampoco que, a partir formulación de reservas a sus disposiciones si no es
de su contenido, se haya podido preconizar una con el consenso de los demás Miembros (artículo 72).
interpretación favorable a los intereses de los Por ello mismo, el artículo 8 constituye una cláusula
Miembros en desarrollo (verdadero uso alterna- abierta, aunque con un límite que, a mi modo de ver,
tivo del derecho 22), interpretación ésta que pro- no carece de relevancia: que las medidas sean compa-
bablemente no tenga demasiadas posibilidades tibles con el propio Acuerdo. En concreto, esas posi-
de éxito ante la amenaza de medidas de retorsión bles medidas de salvaguardia hacen referencia a la
por parte de los Estados industrializados. protección de la salud pública, nutrición, promoción
del interés público, prevención de abusos en el uso de
Por otra parte, se puede advertir que, además de los derechos de propiedad intelectual (prácticas res-
formular una declaración de principios, el artícu- trictivas de la competencia, también contempladas en
lo 7 del Acuerdo establece también cuál es el fin el artículo 40), etc. Sin embargo, la regla de la compa-
de la protección de la Propiedad Intelectual e tibilidad con el Acuerdo puede mermar considera-
23
Industrial: la difusión y la transferencia de tecno- blemente la virtualidad de su admisión • A pesar de
logía. Una difusión que se consigue principal- ello, no deja de ser oportuno advertir cómo en este
mente, como es sabido, a través de un sistema de ámbito pueden llegar a alcanzar especial importancia
derechos de exclusiva, que suponen la retribu- las licencias obligatorias que, salvo contadas excep-
ción de la innovación estética (diseño, derecho de ciones, han caído en práctico desuso en los Estados
autor) y tecnología (patentes) o que sirven para más desarrollados, pero que pueden servir como
diferenciar los productos y servicios de los com- elemento de impulso del empleo de tecnología a
petidores (signos distintivos). favor de los Estados en desarrollo.

20 Vid. STRAUS, a favor de una solución diferenciada, "Bedeutung... ", pág. 193.

21 Vid. ULLRICH, "Technologieschutz ... ", cit., pág. 632.

22 REMICHE/DESTERBECQ, "Les breve/s ... ", ciL, pág. 22.

23 Vid., en sentido contrapuestos, STRAUS, "Bedeutung... ", pág. 179 Y REMIC,HE/DESTERBECQ, "Les brevets ... ", cit., pág. 166 ss.

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275
ESTUDIO

OSTERLING, ARIAs - SCHREIBER, VEGA, ORBEGOSO & ASOCIADOS

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D laboral, Minero, Agrario, Petrolero, Bancario f Seguros,
Propiedad Industrial y Derecho de la Comp€.tencia, Inversión
Extranjera, Derecho Procesal Civ:l, Derecho Ambiental y
Privatizaciones.
BREVE INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DE LOS
JUEGOS Y SU APLICACIÓN EN EL DERECHO

Aníbal Sierralta Ríos'

El fútbol es el más fascinante y multitudinario juego


en donde los hombres intervienen directamente, sin
la participación de máquinas, fichas o piezas, usan-
do simultáneamente sus habilidades individuales y
el trabajo en equipo, desarrollando una estrategia y
un conjunto de tácticas para llegar a la línea de meta
y anotar un gol. Ellos aprovechan no sólo sus habi-
lidades sino también, las acciones del equipo con-
trario, los «errores y fallas humanas» de los otros
jugadores. De tal manera que el éxito en un partido,
de fútbol o de baloncesto, depende no sólo de una
buena estrategia del equipo y de la pericia indivi-
dual sino, además, de las acciones y omisiones de
otros individuos. El éxito es la consecuencia de la
interactividad de ambos equipos y no sólo de la
experiencia y talento de uno de ellos.

Por el contrario, los errores de cálculo de los que


depende el resultado de una partida de ajedrez o de
La Teoría de los Juegos es un novedoso diseño, pocker son más propios de aquellos juegos donde
proveniente de las matemáticas y extendido luego a los individuos se auxilian de elementos y la suerte
la economía y el Derecho, que pretende analizar y tiene un rol protagónico. De igual manera, en los
explicar el comportamiento de los individuos y sus juegos de azar no gana el más hábil, sino quien tiene
interrelaciones. De esta manera, la Teoría de los una suerte predominante marcada por el
Juegos sirve como un sistema de pruebas para expli- instrumentador, (como en el caso de las máquinas
car y entender un determinado modelo en el cual tragamonedas), o una acción posterior manejada
interactúan personas frente a una determinada si- por una relación de números accionados por terce-
tuación ante la cual se agrupan y establecen rela- ros que no participan directamente del juego, como
ciones de poder. En el presente artículo, el doctor son los números de la lotería o del bingo. En estos
Sierralta busca fundamentar la aplicación de la juegos los individuos carecen de participación y en
Teoría de los Juegos al Derecho, por lo que realiza consecuencia de responsabilidad sobre los resulta-
una breve pero ,i1;tinada descripción de sus princi- dos. Por ello es que tal vez no hay alegría en sus
pios básicos y propone un caso práctico para su jugpdores. No viven el partido, no disfrutan de la
mejor entendimiento. confrontación, ya que cualquier resultado depende-

• Profesor de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Academia Diplomática del Perú,
Universidad de Lima, Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (Buenos Aires) y Universidad del Cono Sur de las Américas
(Asunción). Presidente del Centro Internacional de Administración y Comercio.

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277
rá de terceros o del azar, entonces hay cierta fatali- que define la existencia del equilibrio. Luego le
dad cuando se entra a jugar y sólo un regocijo al final siguen los trabajos de Lloyd Shapley (1953), particu-
si se obtiene un resultado favorable. larmente «A value for n-person games»; y el de Donald
Gillies, que en el mismo año presentó «Locations of
Por otro lado hay juegos, como el golf, donde no hay solutions» en la Universidad de Princeton. La teoría
interactividad, ya que cada jugador lucha contra un se nutrió con aportes más completos a través de los
estándar absoluto y su rendimiento no depende de libros de James Friedman (Came theory with
las acciones elegidas o de las decisiones de los otros applications to economics), Eric Rasmusen (Cames and
individuos. Por ello se les ve que andan indepen- information. An introduction to game theory), Martin
dientemente y ni siquiera se acercan entre ellos. Shubik (Came theory in the Social Sciences. Concept and
solutions) y ES. Venttsel (An Introduction to the theory
En cambio, en los juegos en que los hombres a la vez of games), entre los más divulgados.
actúan como instrumentos y como estrategas, y en
los que además -como en el fútbol- interactúan entre En América Latina el autor que ha tratado el tema en
ellos, se mezclan, se acosan, se libran, se evitan, se su aspecto matemático es Mario Henrique Simonsen,
buscan y se driblean, se da una interacción humana profesor de la prestigiosa Fundación Getulio Vargas,
en todo el campo, en los objetivos y en el desarrollo en Rio de Janeiro.
de la estrategia del juego. Es decir, se vive cada
acción de principio a fin. Posteriormente estos esfuerzos fueron llevados al
campo de la economía, teniendo como base la racio-
Son tales juegos, así como aquellos de las antiguas nalidad social, esto es, el comportamiento posible o
chapitas y de las canicas, los que presentan un previsible de los individuos que inteligentemente
inmenso parecido con el Derecho, ya que hay un interactúan en la sociedad y en el mercado. Pero hay
conjunto de reglas convenidas voluntariamente que tener presente el origen matemático que tiene la
que se deben respetar, una relación de individuos teoría de los juegos, pues ello permitirá entenderla.
que buscan ventajas, un ámbito geográfico preciso Una importante función de la teoría de los juegos en
en el cual actúan, una conducta emanada de las la economía es la de servir como operación crítica ya
propias culturas y la costumbre (un estilo en el que posibilita exponer determinados criterios y
fútbol), y una convivencia que posibilita el desa- posibles acuerdos. De esa manera sirve como un
rrollo de la vida humana (un fair play). Además, el nuevo sistema de pruebas para explicar y entender
resultado para un equipo depende de las acciones un determinado modelo en el cual interactúan per-
del otro grupo, por lo que la elección de cualquier sonas frente a una situación económica como la
acción requerirá de una correcta evaluación de lo escasez, y sobre todo cuándo estos individuos se
que podrían hacer los otros. agrupan y establecen una relación de poder de
venta (monopolio) o de compra (monopsonio).
1. LA TEORÍA DE LOS JUEGOS
Han sido los trabajos de aplicación a la Economía los
La observación de estos juegos en que los indivi- más frecuentes en América Latina, aunque no lle-
duos son los principales protagonistas y su explica- gan a superar la docena, a nivel de artículos y
ción numérica han sido motivo de análisis en el seno ensayos con aplicaciones específicas a la inflación,
de las matemáticas, que buscan traducir las ideas de las estructuras oligopólicas, las políticas de estabili-
los jugadores a un lenguaje simbólico. zación y las expectativas. Uno de ellos es precisa-
mente el que corresponde a Rosa Morales, profeso-
Antes de culminar la 11 Guerrra Mundial John Van ra de la Pontificia Universidad Católica del Perú,
Neumann y Oskar Morgenstern publicaron en 1944 que junto con Daniel Arce publicó en 1955, "Teoría
el libro The Theory of games and economic behavior de juegos. Una introducción con enfoque
presentando la idea de que el conflicto de las perso- macroeconómico latinoamericano".
nas puede ser apreciado matemáticamente, esbo-
zando una lexicografía para plantear la situación de 1.1 Elementos
lo que ha venido en llamarse el «problema de n
personas», en donde n representa un número o un En todo juego existe, como se ha dicho, individuos
conjunto de individuos para quienes se dan diferen- o personas que actúan como «jugadores», quienes a
tes soluciones. su vez realizan «acciones» sobre la base de la «infor-
mación» que tienen de los otros «jugadores» o per-
Poco tiempo después, John Nash publica en 1950 sonas, desarrollando al efecto un conjunto de «es-
«Equilibriwtl points in n-person games» en la revista trategias» y «tácticas» que buscan un «beneficio»
Procccdings of tthe National Academy of Sciences, en el (algunos autores lo llaman «pago») que terminará

THEMIS38
278
como toda aCClOn en un «resultado». De donde autómatas o como impostores, y su comportamien-
podemos precisar los siguientes elementos: to no es racional o legal, en tanto que otros soportan
las decisiones de ciertos sujetos que agrupados im-
I individuo o jugador que debe adoptar una ponen sus decisiones a los demás.
decisión.
ai acción o movimiento que realiza cada La agregación de individuos hace nacer nuevos
jugador de manera libre fenómenos cualitativamente diferentes de los ante-
Ai conjunto de posibles acciones que realiza un riores haciendo surgir lo que se conoce como el
individuo en todo el tiempo de un juego «problema de n personas». De donde se puede
información que tiene un individuo en un diferenciar los juegos de dos personas (tenis) de los
determinado momento frente a una juegos de n personas (fútbol), pues los juegos -
situación específica como un juego. incluso los mismos- son diferentes en la medida en
Si estrategia que tiene cada individuo para que intervienen cada vez más personas, como se
escoger determinadas acciones y conseguir puede observar si estamos frente a un partido de
un objetivo fulbito (6 a 6 personas) o en uno de fútbol (11 a 11
ti táctica o decisión que realiza cada individuo individuos), que tienen caracterísiticas y dinámicas
tendiente a generar una situación dentro distintos. Eso mismo se puede observar si una
de una estrategia. norma es para un grupo limitado de personas o para
bi beneficio del individuo que juega, ya sea por un universo mayor.
lo que recibe al finalizar el juego, o lo que
recibe específicamente como una aplicación Suponemos, además, que los «jugadores» saben
de su propia estrategia. cómo es el juego (reglas, área geográfica y dura-
r resultado al final del juego ción). Hay un conocimiento común. El supuesto del
conocimiento común es más sólido que el referido a
1.2 Dinámica lo que los individuos piensan sobre el momento en
que se encuentran en el lugar del juego.
Todos los elementos empiezan a moverse por la
intervención del individuo o «jugador» que es el eje Cada jugador o cada equipo, si hablamos de grupos,
central. De ese manera un juego en el área económi- realiza una serie de jugadas, «acciones» que pueden
ca comprenderá escasez, gustos, trabajo; en tanto ser finitas o una serie continua, como el caso del
que en el campo jurídico se apreciarán individuo que articula precios estableciendo un
sustancialmente las sanciones, los premios, las pres- mínimo o un máximo, o el tribunal que al aplicar
cripciones y los costos. Sin embargo, un elemento una pena tiene igualmente un rango entre la mínima
común son las convenciones o acuerdos explícitos o y la máxima. Y dentro de esos períodos debe articu-
implícitos que realizan los individuos o los grupos. lar estrategias.

La teoría de los juegos parte del principio de que los A su vez los jugadores tienden a almacenar y regis-
jugadores son individuos que adoptan decisiones trar sus movimientos previos. Es lo que se llama el
racionales y conscientes, con objetivos precisos y recuerdo perfecto. Lo que nos lleva a pensar que
que lo hacen en uso del ejercicio de su libertad también existen juegos sin recuerdos perfectos como
individual dentro de un espacio. La aplicación de la sería el caso del bridge, en el que los individuos
teoría posibilita diseñar cursos de acción racionales pueden actuar como dos jugadores que olvidan cuál
y voluntarios para cada uno de los grupos de indi- es la mitad de sus cartas al momento de apostar.
viduos.
Tanto en la teoría como en la actividad deportiva los
A pesar de este elemento de la libre voluntad, las juegos tienen un conjunto de reglas establecidas que
reglas del juego pueden limitar el comportamiento regulan las acciones permisibles para cada jugador
de un jugador. Un caso es el del consumidor que está en cada tiempo del partido. Igualmente los jugado-
forzado a aceptar los precios designados por otros res tienen una información previa obtenida en el
jugadores en un mercado oligopólico y actuar den- mismo momento del juego acerca del comporta-
tro de esa coaccion . Otro ejemplo es el caso del miento del otro o de los otros, que le van a posibilitar
individuo que desea construir una fábrica en medio tomar una decisión para llegar a obtener un benefi-
de un espacio ecológico reservado y que está impe- cio o resultado.
dido por una regla jurídica a hacerlo.
Los jugadores llegan a determinados acuerdos que a
Sin embargo, la realidad nos muestra que con no veces requieren de una autoridad que puede incluso
poca frecuencia algunos individuos actúan como imponer a los sujetos sanciones por hacer trampas o

THEMIS38
279
cometer fouls, descartándolos del juego. Relacionado tamiento racional, pero al confrontarlo con la expe-
con es tos acuerdos también se da el compromiso, que riencia de todos los días nos encontramos con con-
es la acción adoptada por un jugador que para ser tradicciones. Sin duda, tales supuestos son en cierta
vinculante debe ser conocida por los otros. medida sobresimplificados e irreales, como las des-
cripciones del comportamiento humano que busca
Todas esas condiciones y dinámica de la teoría de la racionalidad, que actua con discreción, que mide
los juegos requieren de un método para poder en- los resultados y pondera la eficiencia de sus accio-
tender determinadas decisiones, sobre todo cuando nes. Sin embargo, criticar una teoría sobre la base de
dicho método se aplica al Derecho, la Economía o las que sus supuestos son irrealistas es cometer un error
negociaciones. metodológico fundamental. La abstracción es la
esencia de la indagación científica. Una teoría cien-
1.3 El método de la teoría de los juegos tífica debe seleccionar del tumulto de la experiencia
lo que está tratando de aplicar y es, por lo tanto,
Para poder aplicar la teoría de los juegos al mundo necesariamente «no realista» cuando se compara
del Derecho es menester disponer de un método directamente con las condiciones reales. La ley so-
que posibilite analizar la realidad compleja donde bre la caída de los cuerpos de Newton, por ejemplo,
las cuestiones jurídicas se mezclan con las cuestio- no es realista en su supuesto básico de que los
nes económicas u otras situaciones. cuerpos caen en un vacío, pero sigue siendo una
teoría útil porque predice con una exactitud sufi-
Para superar tales complicaciones y prejuicios tene- ciente, aunque no completa, el comportamiento de
mos que admitir, en primer lugar, que una realidad una gran variedad de cuerpos en caída en el mundo
es un problema, una cuestión que merece ser anali- real. De manera similar, la teoría de los juegos no
zada y tener una respuesta. Al reconocer que es un capturará la total complejidad, riqueza y confusión
problema, también concebimos que es compleja. de los fenómenos originados por los individuos
Ello, entonces, nos mueve a trasladarnos al dominio cuando interactúan para conseguir un objetivo. Pero
de la sencillez lógica. De esa forma, por medio de la su falta de realismo, lejos de invalidar la teoría, es su
abstracción teórica y del análisis lógico dejamos lo precondición esencial. Una teoría que buscara fiel-
accesorio para quedarnos únicamente con los prin- mente reproducir la complejidad del mundo empí-
cipios o supuestos manejables. El resultado será un rico en sus supuestos no sería una teoría, sino una
modelo lógico, que tiene las siguientes fases: descripción, y tampoco permitiría una apreciación
clara de la misma, pues aún esa misma descripción
a) Admite una realidad, con las características de no sería exacta, ya que depende de la oportunidad
ser un problema, y la observa como un hecho y factores influyentes del observador.
concreto, sin que distorsionen tal apreciación
preconceptos o ideas preliminares. La verdadera prueba de una teoría consiste en su
b) Efectúa una abs tracción del mundo real hacia un utilidad para predecir o explicar la realidad. Juzga-
modelo lógico simple. Deja a un lado lo acccesorio, da con este criterio, la teoría de los juegos, a pesar del
lo intrascendente y, se queda con lo principal. no realismo de sus supuestos, puede juzgarse un
Las ideas básicas son ordenadas lógicamente en éxito; sobre todo en comparación con otros modelos
este modelo sencillo. que tratan de explicar la acción de los individuos
c) Interpreta ese modelo sencillo para llegar a una frente a otros. Se podrían dar muchos ejemplos de la
o varias conclusiones en abstracto. eficacia de la teoría para predecir correctamente
d) Retorna al mundo real y busca, a través de las cómo se comportará la gente en respuesta a cambios
conclusiones anteriores, una explicación del originados por otros individuos. Por ejemplo las
mundo físico, de la realidad concreta. Sobre la decisiones de Alemania y Francia hacia 1935 y 1936
base de ello, en algunas circunstancias, puede podían hacer prever, con cierto realismo, el resulta-
hacer predicciones. do futuro de esa relación . Así, Francia optó en
aquella época por evitar el enfrentamiento en tanto
Aristóteles concibe la investigación científica como que Alemania por su plena militarización. Si Fran-
una relación o proceso que parte de la observación cia hubiera jugado por evitar el conflicto a menos
de los hechos concretos a los principios generales y que Alemania no se militarice, la acción hubiera
regresa a los hechos. Es decir, se parte del conoci- sido una Francia estática pero Alemania se hubiera
miento de que cierto hecho o circunstancia ocurre o quedado sin militarizar la ribera occidental del Rin.
de que ciertas notas distintas de algo coexisten. Ahora con base en ese conocimiento común es posi-
ble prever la situación de una negociación en la cual
El juego o la teoría de los juegos, se basa en supues- un país actúa como paloma mientras otro juega a
tos. Uno de ellos es que el hombre tiene un compor- halcón, cuando tienen fronteras controvertibles.

THEMIS38
280
Los criterios de solución aceptados por la imposi- conocimiento-naturaleza-hombre a fin de que nues-
ción de uno de los jugadores y la falta de un equili- tra conclusión sea una expresión científica y correcta.
brio único son cuestiones fundamentales en la teo-
ría de los juegos. Con frecuencia creemos que los Las reglas de la teoría de los juegos para poder ser
jugadores eligen una de las dos estrategias alfa o explicadas en otras ciencias han de estar acordes con
beta y no sigma u omega, pero no podemos decir si la realidad. El juego es parte integrante del mundo
es más probable que se trate de alfa o de beta. Luego real, nace de él y, en todo caso, varía su intensidad
en el juego se articulan estrategias que buscan el según la estructura social en la que se desenvuelve.
equilibrio, sobre todo cuando aplicamos el método
al caso de las negociaciones políticas internaciona- El mundo de los juegos entre los individuos presen-
les, por ejemplo. ta una serie de elementos que en una primera im pre-
sión son confusos y complejos. Para describirlos y
La teorías también juegan con suposiciones. Al res- entenderlos mejores necesario, como se ha señalado
pecto es irrelevante si ellas son descriptivamente anteriormente, elaborar un modelo lógico que ex-
correctas desde que tal teoría sea predictivamente plique los aspectos del comportamiento humano y
correcta, es decir, si guarda relación entre la conclu- las nociones, ideas o motivaciones que influyen en
sión y los hechos. El enfoque predictivo, o también la interacción humana.
llamado profético, ha sido usado con suceso en el
campo penal, en lo que se ha llamado la economía El comportamiento humano racional con frecuen-
del crimen, donde los modelos de comportamiento cia se contradice con la experiencia, cuando se ob-
individual o grupal fueron usados para desenvol- serva que el consumidor empieza a actuar de mane-
ver pronósticos respecto a la respuesta de los delin- ra errática. Esta primera apreciación parecería de-
cuentes o antisociales frente a determinadas normas rrumbar la teoría, pero el modelo nos puede llevar
sobre penas y carcelerías. Pero también sirve para a la conclusión de que, por ejemplo, la actitud
explicar el comportamiento del consumidor y el de equivocada ha sido inducida por la propaganda y
los jugadores de un equipo de fútbol. publicidad. De igual manera, las reglas que pueden
ser una creación libérrima del legislador o de los
No es posible obtener una visión precisa y exacta del propios jugadores siguiendo todo el proceso de su
mundo real. Las ciencias naturales tienen como formulación, están limitadas por las nociones bási-
objeto dar dicha visión del mundo, sin embargo, cas de una realidad natural y social específica.
ninguna lo consigue de manera absoluta. Incluso las
nuevas ideas de la física consisten en una nueva Es posible que el modelo lógico propuesto no sea
visión de la realidad que conlleva una cuota de perfecto ni suscite acuerdo unánime, pero persigue
racionamiento, ya que no hay modo de intercam- explicar de manera conjunta el modelo de la teoría
biar información que no requiera de un acto de de los juegos en el entendido de que la división del
juicio. Así, tenemos que el átomo es una partícula trabajo académico ha incrementado nuestro conoci-
que nos da información limitada. La información miento social de la experiencia diaria y que puede
que lleva el electrón es limitada en su totalidad, ya facilitar la comprensión de los individuos cuando se
que su velocidad y posición se adaptarán en tal enfrentan a situaciones de conflicto, o de mercado,
forma que sean limitados. o para realizar empresas en que se requiera de la
participación de otros individuos.
Si un objeto debiera ser exactamente la misma cosa
Por ello es que, a fin de promover un entendimiento
y así lo apreciáramos, estaríamos reconociéndolo.
uniforme de la realidad se necesita crear un método
Pero en ese acto de reconocimiento se lleva a cabo un
que explique de manera conjunta aquello que se pre-
juicio dentro de un área de tolerancia. Ningún even-
senta complejo por los distintos elementos que tiene.
to atómico se puede describir con «O» de tolerancia.
El punto de medida es el «quantum» de Max Planck.
En la ciencia, y obviamente en la teoría de los juegos, 1.4 Formas básicas de todos los juegos
nuestro conocimiento está limitado a una cierta Uno de los criterios generalmente admitidos por la
tolerancia. Todo conocimiento y toda información teoría es que los juegos se pueden entender de tres
sólo pueden ser intercambiados dentro de un mar- formas: extensiva, estratégica y coalicional.
gen de tolerancia.
1.4.1 La forma extensiva
La teoría de los juegos busca dar una explicación de
la realidad partiendo de ciertas nociones, ciertos Es comúnmente representada por un árbol según la
principios susceptibles de convertirse en tales, los cual en todo juego hay un conjunto de individuos
mismos que deben apreciarse dentro de esa relación racionales encargados de tomar decisiones.

THEMIS38
281
Como se ha indicado un jugador es i , en tanto que dos líneas debajo de PI. Despúes de la jugada
un equipo (conjunto de jugadores) es n. inicial el juego progresa hacia el nivel marcado
como P2; en cualquiera de ellos tiene tres alternati-
Un juego bajo esta forma comienza con el movimien- vas que están individualizadas con las líneas 1, 2 Y
to realizado por un jugador (i). Luego le toca a otro, 3. Para finalizar se alcanza una posición última y se
y así sucesivamente, hasta que termine el tiempo designa un resultado r. De esa manera cualquier
asignado. En ese momento se obtiene el resultado. camino a través de las ramas desG~ el punto inicial
hasta el final corresponde a una posible jugada. En
Los movimientos simultáneos de dos o más jugado- consecuencia si PI muestra una cara y P2 tres,
res son expresados mediante la utilización de los entonces la jugada graficada por la línea en negritas
conjuntos de información (1). Si el individuo conoce del Grafico No. 1 es el resultado, y puesto que 1 + 3
en qué situación se encuentra, entonces ese punto es par, entonces P2 gana 5/.5 Y PI pierde SI. 5.
constituye un conjunto de información. Un ejemplo
de esta forma es el juego de dos monedas "cara o Esta forma nos permite articular cualquier juego
sello", en donde cada sujeto elegirá cara o sello sin finito con información perfecta ya que los jugadores
saber lo que el otro ha elegido. Supongamos que la conocen cuál es el conjunto de jugadores, todos los
apuesta sea de una moneda de cinco soles. Si las dos resultados potenciales (sólo es posible cara o sello)
monedas no coinciden entonces el jugador Primus y todos los resultados posibles. Es decir, los jugado-
(PI) gana 5/.5. Si las monedas coinciden el jugador res conocen las ramas de cada árbol incluyendo los
Secundus (P2) gana 5/.5. En el segundo movimien- resultados finales.
to, el jugador que perdió en el movimiento previo
tiene el derecho de decidir si hay otra oportunidad 1.4.2 La forma estratégica
o si termina el partido. Así el perdedor puede optar
entre abandonar o efectuar otras dos jugadas que Es aquella en la cual se diseñan pautas para que los
graficaremos como 1, 2 Y 3 (Gráfico No. 1). Así se jugadores realicen jugadas que han sido predeter-
puede apreciar que un círculo blanco representa el minadas por otro. Así, supongamos, siguiendo el
punto en el que un jugador toma una decisión y este juego anterior, que hemos encontrado un buen alum-
se denomina nivel de decisión o "nodo de decisión" no de la Facultad de Derecho que se presta para
como le llaman los matemáticos. Un círculo en reemplazar al jugador PI (a quien ahora llamare-
negrita indica el fin del juego, siendo que los resul- mos 1) y a quien le damos las siguientes instruccio-
tados están indicados en cada nivel como r. nes: efectuar H en el primer movimiento; entonces
si el jugador P2, escoje H en su primer movimiento
GRAFICOW 1 optar luego por Q; pero si escoge T, optar por H en
el segundo movimiento, y así en una segunda posi-
P1 bilidad de jugadas (1 y 2). Ese conjunto de instruc-
ciones o camino que busca un objetivo es lo que
llamamos estrategia (Si), que como se ve tiene pau-
tas específicas de lo que el jugador debe hacer. Si
bien es cierto las estrategias admiten que los jugado-
res realicen movimientos aleatorios, en este nivel de
introducción sólo apreciamos aquellas estrategias
puras que no admiten movidas aleatorias.

En general la forma estratégica suprime una infor-


mación que es relevante para conocer la estructura
de movimientos subyacentes en el juego.

r1 r2 r3 r2 r1 r2 1.4.3 Forma coalicional

Resultado: r1 (-5/. S, 5/. 5) Describe el caso en que un subconjunto de jugado-


r2 (5/. S, -5/. 5) res llega a un acuerdo o coalición específica.

Árbol de juego para forma extensiva Supongamos que un buen día su padre le entrega a
usted y a sus tres hermanos la atractiva cantidad de
En el Gráfico No. 1 los niveles están señalizados con 5/. 1.000,00 para que sea repartida con motivo de las
Fiestras Patrias. Si ello lo expresamos en números
las letras P, en donde PI se mueve primero y tiene
dos alternativas (1 y 2) que están indicados en las tendríamos que:

THEMIS38
282
GRAFICOW 2

Jugador PI Jugador P2

Segundo Movimiento Segundo Movimiento


Primer si el primero es: Primer si el primero es:
Movimiento Movimiento
H T H T

1 H Q H H H Q

2 H Q T H H Q

SI. 1.000,00 = X obtendría por sí mismo, entonces no estará de acuer-


X = Xl, X2,X3 do con el resultado conjunto. De igual forma si una
coalición puede por sí misma conseguir un resulta-
En donde X representa el monto total a repartir y do que privilegie más a cada hermano de lo que
cada uno de ustedes serán X1,X2 y X3 respectiva- recibiría mediante un resultado propuesto, enton-
mente, claro está para efectos del ejercicio, aunque ces la coalición no lo aceptará.
cada uno tiene su personalidad, identidad y sus
propios intereses. Luego, tendrán en consideración Luego se requiere que cada hermano reciba por lo
los siguientes límites: °
menos y que cada par reciban al menos SI. 1.000
entre los dos. Para el presente juego que consiste en
-X>o repartirse SI. 1.000, resulta imposible que los her-
- No pueden repartir más de SI. 1.000 porque no manos 1 y 2 reciban SI. 1.000; que las hermanas 1 y
hay más. Es decir: 3 reciban SI. 1.000 Y que los hermanos 2 y 3 reciban
Xl + X2 +X3 < 1.000 SI. 1.000. Tales condiciones podrían hallarse en un
- Al menos 2 de los 3 hermanos deben estar de reparto en el que cualquier pareja de hermanos
acuerdo con el reparto porque usted, además, cree pudiera obtener SI. 1.000, pero donde una coalición
en la democracia. de tres pudiera tener S/. 1.500, incluso un reparto
según el cual cada hermano reciba por lo menos SI
Por supuesto, viviendo en este mundo de economía . 500 será satisfactorio. Supongamos que la utilidad
de mercado usted y sus hermanos miden la utilidad del dinero para cada hermano fuera:
en soles. La posibilidad de que dispone cada coali-
ción de dos hermanos de llegar a un resultado final Hermano 1: VI (Xl) = Xl
puede describirse mediante la función V (k), que Hermano 2: V2 (X) 2 = X2
asocia a cada coalición K la utilidad total que los Hermano 3: V3 (X3) = In (1 + X3)
miembros de esa coalición puedan conseguir cuan-
do son solidarios. Entonces tendremos las siguien- En este caso no es fácil describir numéricamente las
tes ecuaciones para dividir los SI. 1.000: posibilidades que tiene una coalición de dos o más
jugadores. Por el contrario, se requiere de un con-
- V ({i} ) = O para i = 1,2,3 junto. Consideremos por ejemplo:
- V ({ i.j} ) = SI. 1.000 para toda pareja de hermanos
(distintos) i y j. 'Coalición K = {l,2}
- V ({l,2,3})= SI. 1.000
Donde cada jugador puede por sí solo obtener un
Todo este reparto se hace dentro de la noción de que resultado 0, por tanto, los resultados de coalición
un resultado convenido .por todos los hermanos de interés son aquellos que den a cada jugador por
debe dar a cada uno de ellos y a cada coalición lo que lo menos esos mínimos. Así el Gráfico No. 3, repre-
puedan conseguir por separado a fin de que todos senta en el límite superior derechu todos los resulta-
estén conformes, individualmente o coalicionados, dos de los hermanos 1 y 2 correspondientes al
ya que si un reparto da a un jugador menos de lo que reparto de los SI. 1.000,00 Por encima de ese límite

THEMIS38
283
y por debajo, delimitado hacia abajo y a la izquierda jugadores, las reglas, el tiempo, el lugar, las sancio-
por los dos ejes, se hayan todos los resultados por nes y los objetivos.
parejas que pueden ser conseguidos por ambos
hermanos. 2.1 La naturaleza de las convenciones en las
reglas jurídicas y en los juegos
GRAFICOW 3
1000 r----_ El Derecho es igualmente resultéUio de una conven-
900 ción. Esto no significa que surja con:,.o producto de un
800 acuerdo fácticamente tomado entre hombres. El ca-
700 rácter convencional del Derecho indica que es pro-
600 ducto de la voluntad de los hombres para entenderse
500 y convivir pacíficamente frente a los medios escasos.
400
300
Tanto en la convención que origina el juego o el
200
100 Derecho hay que distinguir dos aspectos: el aspecto
OL---~-----r----~-----+----~- dinámico, que hace referencia al proceso fáctico de su
2 4 6 8 10 creación y que culmina en el momento en que la
convención se realiza, y el aspecto estático, esto es la
Utilidad posible de dos jugadores cuando ella no convención ya acabada o convención formalizada. La
es transferible convención ya convenida es simplemente conven-
ción y se expresa a traves de un término o expresión.
2. SU APLICACIÓN EN EL DERECHO
La creación de cualquier juego, en especial de aque-
La aplicación del modelo al campo del Derecho es llos en los que intervienen varias personas y el
hasta la fecha escasa, cuando no inexistente. Sólo resultado depende de ellos mismos, es la conven-
algunos autores la han expuesto de alguna manera ción o acuerdo de un grupo de hombres que, tras
tangencial como John Rawls, A Theory ofjusitice, que reunirse y discutir las reglas del juego en un escrito-
en 1971 desarrolló los criterios económicos y jurídi- rio, optan por presentarla como un conjunto de
cos para la distribución de la riqueza; o R.L. pautas que deben ser respetadas cuando se apli-
Birminghman, que en la revista Buffalo Law Review, quen. Pero también es posible que las reglas surjan
presentó el artículo «Legal and moral duty in game paulatina y progresivamente a medida que se juega,
theory: common law contract and chinese analogies» en por decirlo así, de la misma experiencia y repetición
1968; o Marsanyi que entre 1975 y 1979 publicó a través del tiempo y que más tarde la tradición las
diferentes artículos sobre justicia, moral y teoría de haya ido conservando, manteniéndolas invariables,
los juegos como «Can the maxmin principie serve as a como es el caso del juego de chapitas y de canicas,
basis for mora lit y? A Critique of John Rawl's theory». (aunque ahora menos usados por el predominio de
las máquinas y de los juegos del computador, pero
En América Latina un importante libro precursor es de cualquier manera sus reglas están allí aunque el
el de Gregario Robles, editado en México D.F. y que juego se practique poco).
parte de principios estrictamente jurídicos relacio-
nados con la teoría de los juegos. La primera forma de creación del juego recuerda la
manera de creación legislativa de los viejos parla-
El juego es el resultado de un acuerdo al que llegan mentos y de los actuales congresos democráticos en
determinados hombres en tomo a cómo habrían de las sociedades modernas. Su producto: la ley, es la
comportarse frente a un objetivo o un conflicto, expresión del sistema jurídico romano-germánico.
respetando ciertas reglas. Este acuerdo es evidente- En tanto que la segunda forma es similar a lo que
mente una convención. Una convención es un acuer- sería el sistema jurídico del common-Iaw.
do de voluntades entre dos o más personas en
virtud de la cual deciden establecer determinadas Sea cual sea la manera en que efectivamente fue
obligaciones y derechos para acometer una tarea creado un juego de participación conjunta, sea cual
común. Es indiferente el conjunto de condiciones sea el proceso que dio lugar a su existencia, lo cierto
del más diverso género que subyacen o puedan es que los juegos permanecen idénticos. Suponien-
subyacer a la convención. Una convención realiza- do que en lugares distintos se hubiera creado un
da, por ejemplo, a causa del miedo no por eso deja juego en cualquiera de las formas señaladas su
de serlo. El juego es sustancialmente una conven- creación en nada hubiera influido en la naturaleza
ción, ya que las partes intervienen eh él una vez que del juego en cuanto tal. La convención de los indivi-
se han puesto de acuerdo en cuanto al número de duos para participar e intervernir en él es indepen-

THEMIS38
284
diente del mecanismo que crea. Dicho de otra mane- decisiones, en virtud de las cuales se establece en
ra, el acuerdo de voluntades es independiente del qué espacio habrá de jugarse y en qué tiempo, ya
proceso o causa que le dio origen. La convención se que ésta es una condición para que las reglas pue-
independiza también de este momento transfor- dan aplicarse. Igualmente, en virtud de la decisión
mándose en lo pactado. Lo convenido es lenguaje, creadora del ámbito que es el Derecho, se concreta el
es expresión y reglas. espacio de la acción jurídica, que es lo que entende-
rnos corno la jurisdicción, la capacidad de las perso-
Así corno el lenguaje, la convención tiene forma, nas y las reglas de conducta. Antes de elaborar la
contenido y efectos. La forma es la manera corno se convención, ésta no existe y por consiguiente tam-
manifiesta esa voluntad, el contenido depende de la poco el juego ni el Derecho. Una vez creada la
voluntad de las partes, en tanto que los efectos convención mediante la decisión o conjunto de de-
surgen del ordenamiento que consolidará el acto de cisiones, puede decirse que ha surgido un juego o un
acuerdo a su contenido o lo modificará conforme Derecho cuyo carácter principal es ser un marco de
con las normas sustantivas o, incluso, le negará caracteres especiales y en el que la acción ha de
vigencia por contravenir determinados principios desenvolverse necesariamente en la forma conveni-
jurídicos. La forma de la convención es la estructura da si los jugadores pretenden efectivamente partici-
lógica de las proposiciones lingüísticas que la com- par.
ponen, es el lenguaje que la constituye.
La decisión no se identifica con la convención, sino
Luego la convención es independiente de los he- que pertenece al momento último del proceso de
chos, aunque éstos la originan. Tal independencia creación de esta última. De acuerdo con las dos
se manifiesta igualmente en su realización, es decir, formas de creación de la convención antes señala-
que después de lo convenido sus resultados, acuer- das, los momentos decisorios pueden reducirse a
dos o realizaciones son independientes. uno solo, en el supuesto de creación de la conven-
ción de una vez por todas, o entenderse corno la
Por ello el método propuesto para explicar la teoría «suma» de las decisiones individuales que tienen
de los juegos permite comprender el problema de la lugar a lo largo del proceso de formación de la
relación entre convención y realidad. Supongamos convención, corno es el caso, por ejemplo, de la
que con los años, debido a la participación cada vez demanda en la economía, que no es más que la suma
más creciente de los juegos en el computador, des- de las demandas individuales. Es evidente que en
aparezca todo interés por el juego del fútbol, del este último supuesto la decisión última o de los
baloncesto o de las chapitas, y esto suceda hasta tal últimos consumidores revalida las decisiones ante-
punto que ya nadie en absoluto los practique. Es riores; no las modifica en lo que dicen sino que las
indiscutible que en esta eventualidad durante los acepta y las incorpora. No obstante, una vez que la
próximos años la práctica de tales deportes será solo con vención ha sido diseñada y por tanto convenida,
un recuerdo. Sin embargo, ello no quiere decir que la decisión no juega ya ningún papel, puesto que la
las reglas que los sustentan hallan desaparecido, ya convención tiene características propias indepen-
que la existencia de cada uno de dichos juegos no dientemente de los momentos que la precedieron.
depende de su mayor o menor práctica, de su más La suma no es pues la yuxtaposición de las deman-
intenso respeto y consideración, ni siquiera de su das individuales sino una nueva realidad.
popularidad. Así, aunque pase el tiempo, cualquie-
ra que esté bien informado podrá definir con preci- Toda convención es posible que sea modificada
sión qué es el fútbol, el baloncesto o las chapitas. El posteriormente de la misma manera en que se llegó
hecho de que un determinado juego se practique o a la primera.
no, no altera en nada su «naturaleza». Una prueba
de ello es que algunos viejos juegos de conjunto Todo juego es el resultado de una decisión creadora
aparecen de nuevo y se ponen de moda, corno igual corno lo es también el Derecho. Cuando se llega a
ocurre en el Derecho, ya que cualquier ordenamien- una convención se están estableciendo las condicio-
to jurídico existente en el pasado es susceptible de nes necesarias para realizar la acción, sea la acción
ser definido atendiendo a sus reglas. Incluso los de juego, sea la acción jurídica.
regímenes juríd.icos pueden ser entendidos según
sus propias reglas. La"dec;isión 'está conectada de modo directo con la
acciÓn propia ~"cl juego. Ul1".futbolista, por ejemplo,
2.2 Las convenciones y las decisiones decide enviar el balón en una determinada dirección
y para conseguirl,? efectúa la ,acción de patear el
La convención en el Derecho corno en el juego es el esférico. Para mejor comprensión admitamos que no
resultado de una decisión o de un conjunto de hay impedimento de otró jugador ni un foul en la

THEMIS 38
285
acción. Toda acción es precedida por una decisión producen la acción típica, no sólo dan lugar a actos
previa y a toda decisión le sucede una acción, o quizá jurídicos sino que muchos de estos actos generan
la omisión de una acción. El sujeto que toma la nuevas reglas, las cuales no sólo completan el siste-
decisión es el individuo que participa en el juego. ma sino que, en ocasiones, lo modifican o lo extin-
Pero junto al sujeto de la acción inmanente, está el guen. Por otro lado, las decisiones dirimentes jue-
sujeto de la acción dirimente (en el caso del fútbol, y gan en el Derecho un importantísimo papel, hasta el
casi todos los juegos de múltiples jugadores, el árbi- punto de que algunos autores han sostenido que el
tro), que no representa una acción de juego, aunque orden jurídico es primordialmente un orden resolu-
sí una acción del propio juego, esto es, perteneciente tivo de conflictos. Esta afirmación es exagerada,
al mismo, puesto que la convención creadora ha pero no puede dudarse de la importancia de esta
previsto su existencia para ordenar a las partes. función intrínseca del Derecho, que corresponde a
las decisiones dirimentes, sean éstas jurisdicciona-
En el Derecho también se produce un conjunto de les o arbitrales. Este tipo de decisiones también
decisiones que podemos precisar como endógenas completan el sistema, o lo transforman, por lo que
o inmanentes, propias del juego mismo, y otras que hay que convenir que el Derecho posee una capaci-
son dirimentes pero que a diferencia de los juegos dad creadora similar a la de los juegos.
están también dentro de su estructura, ya que el
Derecho es también, aunque no sólo, un mecanismo El análisis aquí realizado opera con una metodología
de resolución de conflictos. Las decisiones dirimentes basada en la realidad, ya que sólo de ésta forma es
son las propias de los órganos jurisdiccionales, como posible apreciar el orden jurídico como una totalidad
lo son las de los árbitros. dotada de determinada estructura, que tiene su pro-
pia expresión cultural. Así el sistema romano-germá-
Cualesquiera que sean las decisiones, éstas no afec- nico, dentro del cual se han diseñado los diferentes
tan a los juegos, como tampoco la convención pro- ordenes jurídicos latinoamericanos, posee rasgos cul-
piamente dicha, la que, habiendo sido creada por turales diferentes del sistema del common-Iaw, De tal
voluntad de los individuos, no es alterada. manera que muchas de las reglas del Derecho, tanto
positivo como adjetivo, son diferentes en ambos sis-
2.3 Las reglas en el sistema jurídico temas jurídicos. Asi, por ejemplo, la declaración tes-
timonial es prueba plena y absoluta en el common-Iaw,
En el Derecho las cosas son más complejas, ya que la de tal manera que bastaría una declaración de parte
convención inicial creada por el legislador se com- para condenar a una persona, en tanto que en nuestro
pleta progresivamente en la medida que la sociedad sistema jurídico es sólo una prueba más. Por ello
en su conjunto la realiza, la respeta y la cumple. Esto muchos de los ejercicios o casos prácticos que mues-
da lugar a que dentro de un ámbito geográfico se tran los textos de autores de los Estados Unidos de
vayan perfilando los elementos necesarios para ge- América no son entendibles en nuestro sistema por
nerar nuevas reglas. En este sentido, el Derecho una asimetría procedimental. Así, el ejemplo clásico
sería como un juego en el que los sujetos van gene- de "El Dilema del Prisionero", no es ejercicio viable en
rando, produciendo y enriqueciendo las reglas. Esta nuestra realidad jurídica.
dificultad en la comparación establecida es obvia,
ya que sería engañoso equiparar un orden de reglas Al efecto proponemos un caso práctico en el que se
creado de una vez por todas, como ocurre en la tiene que partir del supuesto de la declaración testi-
inmensa mayoría de juegos, con un sistema en el monial en el sistema del common-Iaw, pero que para
que la producción de decisiones que tienen por nuestro sistema sólo tiene la validez de un ejercicio
objeto la creación de nuevas reglas no se acaba sobre el juego de las posiciones y los intereses de las
nunca. En este sentido, por lo general en los juegos partes respecto de la verdad y las éonsecuencias que
las reglas se mantienen inalterables, aunque en el trae decir la verdad o mentir en razón de la jugada
caso del fútbol la FIFA quiere alterarlas para agra- de la otra parte.
dar a las empresas televisoras, tal es el caso de
alterar las reglas del tiempo determinado por el de 3. CASO PRÁCTICO: EL DILEMA DEL
la llamada «muerte súbita» (terminar el partido al PRESIDENTE ATRAPADO
hacerse el primer gol) que es un tiempo determina-
ble. En los juegos las decisiones inmanentes no Aunque se le adjudica a Albert Tucker el ejercicio
alteran la estructura del juego sino que simplemente denominado «El Dilema del Prisionero», su prece-
la aplican, mientras que las decisiones dirimentes dente histórico está en el libro de Herodoto quien
tienen una gran importancia pues pueden dar por relata la conspiración de los nobles dirigidos por
terminado un juego o expulsar al jugador. En el Darío contra el emperador persa, y describe alguien
Derecho, las decisiones jurídicas inmanentes, que propuso suspender la reunión conspirativa origi-

THEMIS38
286
nando el temor en Daría de ser delatado por aque- prometía la intimidad de los sujetos y sobre todo el
llos que estuvieron en dicha junta. matrimonio del Presidente.

El presente es un caso de la realidad reciente que se Aún cuando no es un problema de interés nacional,
expone como un ejercicio diferente al «Dilema del Pri- la ciudadanía se interesaba en el asunto, sobre todo
sionero», pero dentro de la misma especie, para enten- en víspera. de las elecciones y considerando que se
der la teoría de los juegos y su aplicación en el campo arguía que el Presidente habría mentido e inducido
del Derecho. Se deberá tener en cuenta las diferencias a mentir a la otra parte.
procedimentales o asumir cuáles son aplicables.
Para iniciar un proceso de impeachment se necesita
3.1 Antecedentes de la confesión de ambos o al menos de uno de ellos,
ya que además del hecho mencionado, el presidente
En los primeros meses de 1998 estalló en Washing- Bill Clinton pertenece al Partido Demócrata, y el
ton D.e. un gran escándalo en el que estuvo Partido Repúblicano estaba ansioso de enturbiar su
involucrado el presidente Bill Clinton y una practi- gestión con miras a las próximas elecciones legisla-
cante de Derecho. tivas. Además, ambos partidos siempre han sido
antagónicos
La lucha por el poder llevó a los políticos a emplear
todos los medios para enjuiciar al Presidente. Al Kenneth Starr se dirigió a cada una de las partes
igual que en los deportes y aún dentro de la teoría involucradas con la siguiente propuesta: «Ustedes
de los juegos, la política se presenta con caracterís- tienen dos alternativas, confesar que juntos tuvie-
ticas singulares: no es matemáticamente exacta, en ron relaciones íntimas, o no confesar».
contraste con la lógica; el azar es muy importante y
los ejemplos están por doquier; se necesita trabajar 3.2 La posibilidad de impeachment
con otras personas, hacer equipo, cuando no logias
o a veces «camarillas»; pero, fundamentalmente, El presidente Clinton tenía un excelente y serio
incluye el debate, la discusión pública y a veces la equipo profesional que había efectuado cálculos
invasión de la vida privada. probabilísticos sobre la posibilidad de ser procesa-
do y de eventualmente ser obligado a dimitir depen-
El hecho proporciona un escenario adecuado para diendo de la respuesta que dijera frente al fiscal y su
entender el juego de un número finito de jugadas. posterior divulgación, así como de lo que dijera la
En particular los sujetos involucrados tienen una practicante al respecto.
información completa de la situación y conocimien-
to mutuo. El Presidente Clinton tiene en estos momentos un
problema de credibilidad ya que inicialmente había
Sobre la base de esta percepción de la realidad es negado cualquier relación sexual con la practicante
que el fiscal Kenneth Starr, famoso abogado, invita de Derecho. Según los cálculos más serios el margen
al Presidente de los Estados Unidos de América, Bill de confianza o desconfianza era de un 10% de
Clinton, y a la practicante de Derecho Mónica diferencia. En tanto que otros analistas estimaban
Lewinsky para una entrevista destinada a aclarar que el margen era del 20%. Pero por otro lado
un escándalo suscitado por conducta impropia en el también existía la sospecha de que la señorita.
famoso salón oval de la Casa Blanca. Lewinsky estuviera mintiendo sólo por despecho
sentimental.
El fiscal ubicó a los dos personajes, en dos salas dife-
rentes y aisladas, de tal manera que no se vieran entre 3.3 ¿Jugadora o jugadores?
sí. Las preguntas las recibían a través de una pantalla
de TV; sin embargo, ni Clinton nila señorita Lewinsky Los entrevistados se encontraban por primera vez
podrían ver ni escuchar las preguntas y respuestas solos, sin asesores, ni técnicos; sin aplausos, ni silbi-
que se hacían a cada uno de ellos, de tal manera que dos; solos con su propio miedo.
no tenían conocimiento de las respuestas del otro.
La inmesa experiencia del Presidente Clinton per-
Ni el fiscal ni el público en general tenían pruebas mitía esbozar algunas alternativas y posibles res-
concretas de la situación, ,dado que el hecho se había puestas. De igual manera la posición débil de la
mantenido con cierta discreción en razón de la estudiante de Derecho como parte en el proceso le
calidad del Presidente de los Estados Unidos de daba algunas respuestas fáciles .para defender su
América, la cercanía de las próximas elecciones posición que, más que beneficiarla, debilitaban la
legislativas, la naturaleza de la situación que com- posición del Presidente.

THEMIS38
287
El equipo de cálculo y métodos cuantitativos del - Ser franco en su análisis, mostrando tal como son
Presidente había preparado un cuadro sobre la forma los elementos «reales» y dándole poca importan-
en que las respuestas incidirían en la determinación cia a la apariencia.
de conocer si el Presidente había mentido al país o no. - Ser objetivo; superando los conflictos, contem-
y de allí concluir su posterior procesamiento. Así: plándose a sí mismo y a sus oponentes como
jugadores que cumplen un papel.
- Si Clinton y la señorita Lewinsky no confesaban
y mantenían silencio absoluto sobre la respuesta,
entonces perdían un 10% del actual nivel de BIBLIOGRAFÍA
confianza.
- Si Clinton no confesaba perdía 30% del nivel de - ARCE, Daniel y MORALES, Rosa. «Teoría de
confianza y si al mismo tiempo Lewinsky confe- juegos. Una introducción con enfoque
saba sólo perdía el 5°/r, de los votos. macro económico latinoamericano». En: Econo-
- Si Clinton confesaba y al mismo tiempo Lewinsky mía, Revista de la Pontificia Universidad Católi-
no confesaba; el primero perdía e15% y el segun- ca del Perú, V. XVIII, n,. 35-36, jul-dic 1995.
do el 30%, del nivel de credibilidad.
- Si Clinton y Lewinsky confesaban al mismo tiem- - A YRES, lan. «Playing ga11les witlz the law». En:
po, entonces perdían cada uno el 20% de su 5tanford Law Review. Stanford: mayo de 1980.
credibilidad.
- RASMUSEN, Eric. Ga11les alld information. An
Sin embargo, recordemos que está de por medio un Introduction to Ga111e tlzeory. Cambridge: Basil
enjuiciamiento y que si uno gana, el otro pierde; en Blackwell,1989.
consecuencia, cada uno de ellos estará tentado de
lograr una utilidad máxima individual para sí, lo - ROBLES, Gregorio. Las reglas del Derecho y las
que se logrará a expensas del otro. Ambos han reglas de los juegos. México D.F.: Universidad
vivido una relación intima, pero que no había tras- Autónoma de México, 2". Ed., 1988.
cendido. Lo que ahora estaba en cuestionamiento es
saber si mintieron cometiendo perjurio yeso en el - ROSS, Alf. Lógica de las normas. Madrid: Tecnos,
sistema procesal del c011l11l01l1mu, es inmensamente 1971.
grave, ya que basta la declaración testimonial de
UIla de las partes para dar por terminado un proce- - SHUBIK,Martín. Teoría dejuegos en las Ciencias
so. Sociales. México D.F.: Fondo de Cultura Econó-
mica 1996, 6" reimpresión.
3.4 La Solución del Dilema
- SIERRALTA RIOS, Aníbal. Introducción a la
Se formarán grupos de 5 personas cada uno, prefe- Juseconomía. Lima: Pontificia Universidad Cató-
rentemente multidisciplinario, y elaborarán la res- lica del Perú, 2". Ed. 1996.
puesta definitiva. Para ello se tendrá en cuenta:
Negociación y Contratación Internacional, Asun-
- Cada uno buscará maximizar las circunstancias. ción: Universidad Autónoma de Asunción, 1991.
- Hay que pensar racionalmente.
- Mantener la naturaleza competitiva de la - SIMONSEN, Mario Henrique. «Rational
interacción. expectations, Gante theory and inflationary inertia».
- Recuerde la excitación y el placer que genera la En: P.W.Andersoned., TheeC011011lyasan evoluing
competencia. c0111plex syste111. New York: Addison-Wesley,
1988.
Sin embargo, se puede tener otra visión de las cosas
o buscar ser auténticamente original, en cuyo caso - VON NEUMANN,J. YMORGENSTERN, Oskar.
podría pensar, recordando sus conocimientos de Theory of ga11les and econ011lic belzavior. Princeton:
Derecho y teoría de los juegos, en lo siguiente: N.J. Princeton University Press, 2". Ed., 1947.

THEMIS 38
288
MESA REDONDA:
LA APERTURA DEL MERCADO DE
TELECOMUNICACIONES EN DEBATE* **

Jorge Kunigami Rafael Muente Hortensia Rozas

THEMIS: Ingeniero Kunigami, a nivel de la región,


los procesos de liberalización y generación de com-
petencia en el sector de telecomunicaciones se han
presentado bastante dinámicos y hasta cierto pun-
to homogéneos. ¿ Cómo analizar el proceso de tran-
sición de un sistema monopólico a uno de compe-
tencia en el caso del Perú, considerando que este
proceso presentó algunas distorsiones en otros paí-
ses de la región?

KUNIGAMI: Es correcto pensar que en casi todos


los países de la región el desarrollo de las telecomu-
nicaciones ha seguido un patrón similar. Hay algu-
La apertura del mercado de telecomunicaciones y la nas excepciones, como el caso de Uruguay, pero, en
finalización anticipada del período de concurrencia la mayoría de países se ha pasado por un proceso
limitada, han puesto sobre el tapete la necesidad de que comenzó con el monopolio estatal-otorgando
un marco regulatorio adecuado, que permita que la los servicios-, para después pasar a la liberalización
liberalización de las telecomunicaciones se con- y privatización, a una etapa de competencia emer-
vierta en una realidad. El proceso de apertura puede gente, a la reforma del organismo regulador, y
ser enfocado desde diversas perspectivas; pues la luego al establecimiento de una apertura del merca-
visión que sobre el mismo tenga el operador domi- do para finalmente llegar a la competencia plena, lo
nante no necesariamente coincidirá con la que ten- que fundamentalmente beneficia a los usuarios:
gan los ~uevos competidores o el organismo regula- existe más competencia, mejores servicios y tarifas,
dor. THEMIS - Revista de Derecho considera que la más cobertura.
discusión sobre estos temas es un asunto de gran
importancia, por lo que ha organizado la presente Esta es una secuencia observada en todos los países,
Mesa Redonda, que recoge las opiniones de los pero en el Perú tenemos una ventaja comparativa. Y
representantes de Telefónica del Perú y Tele 2000, es que todos estos procesos se han dado en menos
así como las consideraciones del presidente de tiempo, permitiéndonos alcanzar niveles de desa-
Osiptel sobre el proceso de apertura del mercado de rrollo mucho más rápidos que en los casos chileno,
telecomunicaciones . argentino, venezolano o mexicano.

. Participan en la presente Mesa Redonda Jorge Kunigami (Presidente de QSIPTEL), Rafael ~ente (Vicepresidente Corporativo Legal
y Asuntos Regulatorios de TeJe 2000) y Hortensia Rozas (Gerenta de Asuntos Regulatorios de Tel~fónica del Perú) .

.. La presente Mesa Redonda ha sido realizada y editada por María Teresa Vizcarra, miembro de rHEMIS - Revista de Derecho.
Agradecemos la ayuda prestada por la doctora Virginia Nakagawa para la preparación de la misma.

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289
Si no, recordemos tiempos y fechas: en el año noventa petir con nuevos servicios y que el usuario tenga
empezaron Venezuela y Argentina. Chile empezó en más opciones para escoger.
el año ochenta y cuatro, México en el año ochenta y
nueve. Sin embargo, en el año noventa y ocho hemos
abierto un mercado, antes que Argentina, antes que THEMIS: Haber sido durante un período de cuatro
Venezuela y escasamente un año después que Méxi- años la empresa operadora dominante en el merca-
co. Ello nos convierte en un paradigma de desarrollo do de telecomunicaciones puede haber tenido inne-
eficiente del sector, permitiendo una expansión más gables ventajas. Sin embargo, tomando en cuenta la
rápida, mejorando la calidad y forjando una mayor situación en la que se encontraba el mercado de
competencia en menos tiempo. telecomunicaciones en el Perú en el año 1994, supo-
nemos que la mencionada condición también tiene
sus bemoles. ¿ Cuál es el balance de Telefónica del
THEMIS: Entonces, ¿cuál sería el elemento pecu- Perú respecto a su posición de operador dominante,
liar del caso peruano? llegando casi al final de dicha condición?

KUNIGAMI: Lo peculiar del caso peruano es la ROZAS: El período de concurrencia limitada tenía
eficiencia en el desarrollo de la secuencia que men- varios objetivos. Uno de los primeros y principales,
cionamos, ya que se ha llevado a cabo en menor era alcanzar el rebalanceo tarifario. Esto significa
tiempo y con resultados positivos. que gradualmente se fueron acercando las tarifas a
sus costos, eliminando subsidios: la tarifa local,
Hay países en la región que todavía no pueden abrir antes de la privatización, era íntegramente
su mercado, a pesar del deseo y la decisión que subsidiada por los ingresos de la larga distancia
tienen de hacerlo. En nuestro caso, ha sido posible internacional.
hacerlo un aP.o antes de lo previsto, gracias a que los
objetivos que se pretendían alcanzar en el plazo de Entonces, este período de rebalanceo ha permitido
cinco años se han conseguido en sólo cuatro años. aproximar la tarifa de larga distancia internacional,
la de larga distancia nacional y la de telefonía local
y haciendo una comparación con el caso de Argen- a sus costos. Ése es el principal motivo del período
tina, hace poco se acaba de prorrogar el monopolio de rebalanceo y de concurrencia limitada.
por dos años más, por una serie de razones que
tienen que ver con el régimen tarifario, el marco Como parte de este período de expansión y de
regulatorio, entre otros factores. Sin embargo, en el exclusividad, Telefónica del Perú tenía además que
Perú la misma empresa que opera en la Argentina interconectar 1500 centros poblados en el área rural,
bajo el mismo esquema de desarrollo, ha tenido otra con inversiones muy importantes, en su gran mayo-
evolución. En Argentina la empresa operadora do- ría para servicios de rentabilidad muy baja; porque
minante ha pugnado por prorrogar el monopolio, el país tiene una geografía difícil, hay zonas a las que
mientras que aquí ha convenido dar por terminado hay que llegar a "lomo de bestia" y otras a las que se
el monopolio permitiendo la apertura del mercado. llega a través de deslizador, por lo que las instalacio-
nes son más costosas.
Entonces, nos encontramos ante situaciones total-
mente distintas, y la explicación se encuentra en que Por otro lado, había que expandir agresivamente las
el desarrollo del marco regula torio y de las con.di- redes, con metas muy exigentes para expansión de
ciones para la apertura es mayor en el Perú que en lineas telefónicas en todo el país, no solamente en
otras latitudes. Eso habla mucho y muy bien del Lima, sino también en las ciudades del interior.
país, pues en estos cuatro años se ha logrado sentar Asimismo, había que instalar teléfonos públicos;
las bases de una apertura adecuada, supervisada y por cada 500 habitantes un teléfono público. Tam-
más o menos controlada, para que por un lado el bién había metas establecidas en cuanto a la calidad,
monopolio y por otro lado el Estado estén prepara- ya que se debía mejorar la calidad en todos los
dos para abrir el mercado mucho antes de lo previs- indicadores: en respuesta de operador, en llamadas
to. Y esto obviamente genera muchos beneficios, completadas, en tasa de incidencia de fallas, en
antes de lo previsto, para el país en general. corrección de fallas.

Ahora el reto es implementar adecuadamente la Todos estos indicadores han sido cumplidos de una
apertura, permitir que efectivamente ingresen nue- manera óptima. Justamente una de las razones por
vas empresas, eliminar cualquier tipo de barrera las que se adelantó la apertura del mercado, es que
artificial que pueda haber para la inversión, que se Telefónica del Perú cumplió con los indicadores y los
establezcan nuevas empresas operadoras para com- compromisos de expansión más allá de las metas.

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THEMIS: Pero, puntualmente ¿cuáles han sido los lantado?, ¿cuál es su opinión al respecto, ingeniero
elementos negativos de haber sido el operador do- Kunigami?
minante, si es que existió alguno?
KUNIGAMI: Efectivamente hay un beneficio ade-
ROZAS: Ha sido una expansión difícil, porque el lantado, pero no de la magnitud que debía alcanzarse
país tenía una densidad telefónica bajísima y se ha el año próximo, sino aún más favorable.
tenido que expandir la red de una manera acelera-
da, porque este país "necesitaba hablar". Me explico: el proceso de rebalanceo tarifario esta-
blecía que de los cinco elementos tarifarios o tarifas
Entonces, ha sido una etapa dura, yo creo que no -éstos son: la renta básica, el costo de la línea de
han habido muchos elementos negativos, pero la instalación, la larga distancia internacional, la larga
presión del organismo regulador para verificar el distancia nacional y el minuto local- cuatro de ellos
cumplimiento de las metas ha sido continua. He- estaban reduciéndose paulatinamente, mientras
mos tenido alrededor de 500 inspecciones al año que uno de ellos -la renta básica- estaba subiendo
para verificar el cumplimiento de las metas. y tenía que seguir subiendo hasta marzo de mil
novecientos noventa y nueve.
Ha sido un regulador muy celoso, muy exigente con
el cumplimiento. De pronto, esaha sido la parte más Cuando se decide llevar a cabo la apertura del
dura, pero no problemática. mercado, lo que se hace es disminuir las cuatro
tarifas mucho más rápido de lo previsto para marzo
de mil novecientos noventa y nueve, mientras la
THEMIS: Doctor Muente, ¿cómo ha tomado Tele tarifa que estaba subiendo deja de hacerlo. Por el
2000 la decisión de poner fin a la concurrencia contrario, dicha tarifa se mantiene con tendencia a
limitada en favor de Telefónica del Perú, casi un año disminuir. En otras palabras, lo que se ha producido
antes de lo previsto? en forma práctica es que las tarifas se reducen a
niveles que podían haberse alcanzado recién, más o
MUENTE: Nos tomó por sorpresa, pero finalmente menos, en el año dos mil.
creemos que es beneficioso para el sector y para el
país que exista la posibilidad de entrar a competir en Ahora tenemos tarifas reducidas antes de lo previs-
todos los servicios de telecomunicaciones que esta- to, pudiendo gozar de sus beneficios de manera
ban sujetos al régimen de concurrencia limitada. efectiva un par de años antes.

El tema por supuesto, más allá de los lineamientos


que establece el Decreto Supremo 020-98-MTC, es THEMIS: ¿Qué razones existieron para establecer
cómo se implementará y cuáles son los mecanismos tarifas tope para Telefónica del Perú y dejar a los
por los cuales se posibilitará que las empresas efec- nuevos competidores que sugieran sus tarifas siem-
tivamente puedan competir. pre que las revise Osiptel? ¿Es un elemento
motivador de la competencia?

THEMIS: Pasada la sorpresa, ¿qué medidas inme- KUNIGAMI: Sí. Nosotros hemos analizado las ex-
diatas han tomado? periencias de desarrollo de la competencia en otros
países que han abierto el mercado en telecomunica-
MUENTE: Un poco acelerar el proceso que tenía- ciones, y algo característico en tales procesos es la
mos ya desarrollado. Nosotros veníamos trabajan- regulación indirecta de las empresas operadoras
do desde hace varios meses nuestro esquema de entrantes a través de la empresa operadora domi-
entrada al mercado en aquellos rubros en los cuales nante. Es lo que en doctrina se conoce como teoría de
Telefónica del Perú aún tenía la exclusividad. En- la regulación asimétrica.
tonces, nuestro proyecto fundamentalmente ha
sufrido un desajuste en su cronograma, por lo que y es que si uno aplicara la misma regulación de la
hemos tenido que recuperar el tiempo perdido. empresa dominante a las empresas operadoras en-
trantes, terminaría por asfixiarlas, impidiéndoles
-
crecer y eliminando las posibilidades de generar
THEMIS: Se dice que con la apertura del mercado de una verdadera competencia.
telecomunicaciones, efectuada en agosto pasado, se
ha producido una reducción de tarifas que iba a Por ello, es necesario brindar las condiciones nece-
llevarse a cabo de todas formas el próximo año. sarias para que las empresas operadoras entrantes
¿Podría interpretarse esto como un beneficio ade- puedan crecer y desarrollarse, supervisándolas de

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modo que se evite cualquier abuso en detrimento de inversión lográndose una rentabilidad más alta, en
los usuarios. Ésta es la razón por la que decimos que comparación con el servicio de telefonía fija. Si esto
Osiptel regula a las empresas operadoras entrantes es así, entonces, ¿cuál es el interés en el servicio de
de una manera indirecta, a través de la regulación telefonía fija? Considerando las tarifas tope im-
de la empresa dominante. puestas a Telefónica del Perú, ¿es atractivo el ingre-
so a este mercado? ¿Cuál es su opinión doctor
Por otro lado, las empresas entrantes comunicarán Muente?
a Osiptel sus tarifas, básicamente porque creemos
que no por ser empresas con una presencia pequeña MUENTE: Aquí hay que tener un análisis muy
o dispersa en el mercado no puedan de alguna cuidadoso. Efectivamente, el mercado de telefonía
manera abusar de su condición, causando perjui- fija no es un mercado tan atractivo en el corto o
cios a los usuarios y al mercado. mediano plazo como el de larga distancia.

Hay entonces dos modos de supervisión que Osiptel y qué tan atractivo pueda ser, depende de un factor
aplica simultáneamente sobre las empresas opera- fundamental que es la tarifa o la tasa de interco-
doras: A la dominante se le regulan las tarifas cuan- nexión que se establezca: si es una tasa muy alta,
do sea necesario; por ejemplo, la telefonía básica definitivamente se va a desincentivar la inversión
hasta el año dos mil uno tiene tarifas con topes. A las en telefonía básica o telefonía fija, cuyo período de
entrantes se les da la libertad de fijar sus tarifas, recuperación es muchísimo más alto que en los
esperando que ellas no estén muy distantes de las servicios de larga distancia. Cabe, sin embargo,
fijadas para Telefónica ya que por razones de mer- mencionar que en la larga distancia se requiere de
cado se espera que exista una autorregulación. cierto grado de inversión, dado que el modelo del
Perú establece que para dar servicios de larga dis-
Pero en el supuesto de que las tarifas de las empre- tancia internacional se requiere también dar un
sas entrantes estén por encima de las tarifas servicio de larga distancia nacional en al menos
referenciales o mu y por encima del benchmark regio- cinco ciudades de cincuenta mil habitantes.
nal, Osiptel deberá intervenir fijando las tarifas
correspondientes. Así que en verdad, el negocio de larga distancia -
especialmente internacional- es en definitiva más
atractivo, mucho más atractivo que el mercado de
THEMIS : ¿Coincide con la opinión del ingeniero telefonía fija, donde hay que aplicar tecnologías
Kunigami, doctora Rozas? distintas a las alámbricas que actualmente tiene
Telefónica del Perú. Además, con toda seguridad
ROZAS: No, porque Telefónica del Perú está someti- resultaría más conveniente atacar ciertos nichos de
da a la regulación tarifaria. En cambio los competido- mercado, más que extender una red abierta al públi-
res van a poder establecer libremente sus tarifas, la co en general.
asimetría no debería existir. La posición de dominio
no es penalizada y lo que se sanciona es el abuso de En definitiva, el servicio de larga distancia resulta
esa posición, la regulación asimétrica encasilla a la mucho más interesante. El servicio de telefonía fija
empresa establecida. o básica puede resultar interesante en la medida que
Osiptel establezca una tasa de interconexión que
estimule la entrada al mercado de nuevos operado-
THEMIS: Pero, las tarifas tope, ¿no eliminan la res. Hay que recordar que para un operador la tasa
incertidumbre de la inversión para Telefónica del de interconexión es el costo más alto.
Perú?

ROZAS: No, porque la liberalización debería con- THEMIS: Es sumamente importante que los merca-
ducir a la libertad tarifaria. Justamente, cuando se dos alcancen a comportarse en condiciones de libre
abre el mercado, tiene que darse un proceso de competencia, especialmente en los servicios públi-
desregulación y es un reto para los reguladores el cos. Si bien se espera que la competencia por sí
liberar el mercado. Por ejemplo, cuando hay una misma sea capaz de regular los precios, dirigiendo
competencia sólida y sana se elimina la regulación, los esfuerzos hacia la desregulación, este proceso al
se elimina el régimen tarifario; parecer demorará algún tiempo, puesto que conta-
mos con un sistema de tarifas que durará hasta el
año 2001 para luego aplicarse otro sistema que se
THEMIS: Normalmente el mercado de servicios de regirá por nuevos factores de productividad. Al
larga distancia es el que requiere de una menor respecto, ¿cuál es su opinión, ingeniero Kunigami?

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KUNIGAMI: Tenemos dos tipos de servicios: el Si se hace una evaluación de las tarifas, se puede
servicio básico, cuyas tarifas están reguladas, y los apreciar que las tarifas de larga distancia internacio-
servicios que están en competencia, en los cuales nal han bajado en promedio casi treinta por ciento,
Osiptel prefiere que sean los mecanismos propios mientras que las tarifas de larga distancia nacional
del mercado los que determinen las tarifas. El mer- en promedio han bajado veinte por ciento.
cado regula las tarifas, Osiptellas supervisa cons-
tantemente y sólo interviene cuando están por enci-
ma de lo que considera razonable. THEMIS: Respecto al sistema de pre-suscripción,
¿podría explicarnos en qué consiste éste y qué bene-
Entre los servicios que se encuentran en competen- ficios ofrece al usuario?
cia tenemos la telefonía celular, el sistema de
buscapersonas y el sistema televisión por cable, en KUNIGAMI: El proceso de apertura del mercado,
los cuales Osiptel no interviene pero sí supervisa, según la experiencia observada en otros países,
pudiendo dar su opinión a las operadoras respecto afronta un primer reto referido a cómo el usuario
a las tarifas. escoge a la empresa operadora que le brinde acceso
al servicio de larga distancia nacional e internacio-
Con relación a los servicios regulados, como es el nal.
caso de la telefonía fija, efectivamente se han fijado
tarifas hasta el año 2001. Estas tarifas se han fijado Cuando se abre un mercado de telecomunicaciones
tomando en consideración la proyección de las tari- lo primero que encontramos es la competencia a
fas que estaban previstas en los contratos y aplican- nivel del servicio de larga distancia, por lo que se
do cálculos efectuados sobre las tendencias de esas prevé que exista una fuerte competencia en este
tarifas. serVICIO.

A partir del año 2001, de acuerdo al contrato de Por ello, es necesario facilitar al usuario la elección
concesión, se deben aplicar los prices caps, que son de la empresa con la cual desea "enrutar" su llama-
un mecanismo de fijación de tarifas en el que se da de larga distancia.
utiliza un factor de productividad. Se trata de un
mecanismo de fijación de tarifas que se emplea ya en Hay dos formas de hacerlo: una de ellas es pregun-
mercados más competitivos y desarrollados. A tra- tando a todos los abonados con qué empresa desea
vés de este mecanismo es posible obligar a las em- enrutar su llamada de larga distancia (pre-suscrip-
presas operadoras, como por ejemplo Telefónica del ción). La otra, es que el abonado tenga la posibilidad
Perú, a reducir sus tarifas en la proporción en que de escoger una empresa operadora distinta en cada
deban de aumentar o disminuir sus costos según la llamada que efectúa (llamada por llamada).
eficiencia que logren.
Producto de una serie de foros nacionales e interna-
Este sistema obliga a la operadora a ser más eficien- cionales en las que tanto usuarios como operadores
te, a reducir sus costos y, en consecuencia, a reducir han tenido participación, se optó por llevar a cabo la
sus tarifas en beneficio del usuario. Este es el sistema apertura del mercado de telecomunicaciones, en
que se utilizará a partir del año 2001. servicios de larga distancia nacional e internacional,
a través del sistema de pre-suscripción.
Lo que se ha hecho con el adelanto de la apertura es
calcular los beneficios del año 1998 a12001, y aplicar- Así, durante los dos primeros años de la apertura
los en las tarifas, por lo que se han dado reducciones. cada abonado se suscribirá a una determinada em-
De tal manera que las tarifas que tiene Telefónica presa, de tal modo que marcando dígitos predeter-
hasta el año 2001 son tarifas que consideran ciertos minados (<<00») escogerá la empresa de su elección,
niveles de eficiencia que Telefónica se ha obligado a siendo ésta la que enrute su llamada.
alcanzar. Esto es lo que ha permitido realizar la
reducción de tarifas decretada con la apertura. Concluidos los dos primeros años, el abonado ten-
drá la facilidad, marcando el código de acceso res-
También es cierto que se ha tomado en cuenta que pectivo, de realizar su llamada a través de cualquier
algunas tarifas de los servicios de larga distancia otra empresa -lo que se conoce como elección de
nacional e internacional han estado por encima de carrier o portador llamada por llamada.
los costos, por lo que se ha producido una reduc-
ción sustancial inmediata en ellas. Pero eso era El sistema de pre-suscripción ha sido muy exitoso
parte de lo previsto en el programa de rebalanceo en México y sobre la base de ciertas mejoras, que
tarifario. tomen en cuenta nuestra realidad, creemos que

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beneficiará fundamentalmente al usuario, pues será y este proceso en sí, es beneficioso, porque eso
él quien escoja su carrier libremente. En ese supues- significa realmente libre competencia.
to, Telefónica deberá programar el teléfono corres-
pondiente para que cuando se marquen los dígitos
«00», la llamada se enrute por el carrier elegido. THEMIS: Sin embargo, doctora Rozas, ¿no cree que
el sistema de pre-suscripción resulta demasiado
protector debido a que se está exigiendo al usuario
THEMIS: ¿Cuál es su opinión al respecto, doctor que para hacer sus llamadas de larga distancia se
Muente? quede con un solo operador, para que después de dos
años recién tenga la oportunidad de escoger a un
MUENTE: Confiamos en que se trata de un sistema segundo?
acertado. Teóricamente es correcto. Nosotros fui-
mos propulsores de ese sistema para la apertura del ROZAS: El tema es complejo. En ese sentido no es
mercado. Finalmente se ha adoptado un esquema fácil migrar de un operador a otro, porque hay
que comienza con la pre-selección o pre-suscripción aspectos técnicos y de facturación que están involu-
y, al cabo de dos años, se vuelve un proceso mixto. crados. En efecto, los ciclos de facturación tienen un
Contra ello no tenemos grandes objeciones. Hubié- proceso que requiere de tiempo. Entonces, el mover
ramos preferido que este período sea mayor de dos archivos de abonados no es fácil, no se puede hacer
años, pero finalmente creemos que es correcto y una transición rápida de abonados. Cuando el desa-
beneficioso. rrollo haya alcanzado un nivel óptimo y todos los
operadores tengan sus servicios debidamente esta-
Como en todos los casos, el gran tema es cómo se blecidos, con todos los elementos de apoyo suficien-
lleva adelante el proceso. Y aquí pueden presentar- tes, probablemente sea mucho más fácil.
se las siguientes posibilidades: la pre-suscripción y
el manejo de la base de abonados que se suscriben a No es protector, yo digo que es práctico, es recono-
una empresa o a otra es manejada por el organismo cer las dificultades reales que pueden existir cuan-
regulador; es manejada por el operador dominante; do las empresas se están estableciendo.
es manejada por los distintos operadores; o, por un
ente independiente de éstos.
THEMIS: Cambiando de tema, ¿qué opinión tiene
Allí viene el gran tema de cómo la pre-suscripción usted sobre la teoría de la regulación asimétrica,
puede resultar un éxito rotundo o un gran fracaso. que indica que el operador dominante -dada esta
condición- debe estar sometido a un tratamiento
Nuestra posición está a favor de la última de las especial, de modo que se evite un posible abuso?
alternativas nombradas. El proceso de pre-suscrip-
ción y el manejo de la base de datos de abonados que ROZAS: En el país no debería existir regulación
han decidido por uno u otro operador debe ser mane- asimétrica, en mi opinión personal. Como se sabe,la
jado por un ente independiente. Hay compañías in- Constitución, al igual que la ley marco de crecimien-
ternacionales especializadas que tienen toda la expe- to de la inversión privada, garantizan la igualdad
riencia y el manejo experto de estos procesos. Cree- ante la ley, por lo tanto, en principio, no debería
mos que ésta es la alternativa más acertada y viable existir regulación asimétrica.
para aplicar, dado que no es sencillo manejar una base
de datos y tener acceso al operador dominante para
que justamente se garantice que la pre-suscripción THEMIS: ¿Ni siquiera por ser Telefónica del Perú el
sea un derecho que se ejerza en la práctica. operador dominante?

La ventaja de este sistema es que permite una com- ROZAS: Es que justamente, ahí radica la confusión,
petencia rápida. Se va a ofrecer a cada abonado de ya que se cree que el operador que tiene posición
telefonía fija la posibilidad de optar por una u otra dominante va a hacer abuso de esa posición.
compañía para que le preste el servicio de larga
distancia. Esto significa que cuando se marque una Sin embargo, son cosas distintas. El abuso de posi-
llamada para alguna comunicación de larga distan- ción de dominio se traduce en actividades concretas
cia internacional, esta llamada se va a derivar a uno contra los competidores, como por ejemplo, precios
de los operadores de larga distancia que existen en predatorios.
el mercado. De manera que en la práctica este abo-
nado va poder escoger la empresa con la cual quiere La sola posición de dominio no implica el abuso. Yo
contratar. considero que no había necesidad de una regula-

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ción asimétrica: tienes un conjunto de normas en los lineamientos nos parece bastante positivo, sin
telecomunicaciones, además de las de competencia, embargo, creemos que debieron desarrollarse un
suficientes para castigar cualquier abuso de posi- poco más los aspectos vinculados a políticas de libre
ción de dominio. competencia y nos hubiera gustado un mayor énfa-
sis sobre la regulación asimétrica del operador
dominante También se debió desarrollar mucho
THEMIS: Sin embargo, es evidente que la condición más concretamente la aplicación del principio de
de operador dominante que aún mantiene Telefóni- neutralidad en telecomunicaciones, así como los
ca del Perú en el mercado constituye un beneficio principios de no discriminación y de acceso univer-
para ésta. Al respecto, ¿cómo maneja Osiptel está sal. Todo ello hubiera sido muy favorable, al mar-
situación? y específicamente ¿cómo aplica la regu- gen de existir ya algunos criterios emanados de
lación asimétrica? controversias concretas entre los operadores.

KUNIGAMI: La aplicación de la regulación Respecto a los requisitos, nos parece manejable el


asimétrica puede observarse por ejemplo a nivel de tema de telefonía fija, sobre todo si se advierte lo
la aplicación de tarifas: Telefónica está obligada a mencionado en los lineamientos en relación a que
mantener la misma tarifa a nivel de todo el país, estos requisitos están sujetos a la existencia de de-
tomando en cuenta que en Lima el servicio telefónico manda. No es sencillo -aún cuando pareciera una
cuesta mucho más barato que en provincias. En otras cifra minima- para un operador entrante tomar el
palabras, los costos del servicio telefónico en Lima cinco por ciento de los abonados de telefonía fija, de
son más bajos que en provincias dadas las facilidades los cuales el diez por ciento debe estar en las áreas de
operativas que existen; sin embargo, la tarifa que menor concentración geográfica. Sin embargo, nos
cobra Telefónica en Lima es igual que la de provin- parece aceptable si se establecen mecanismos por
cias pese a las diferencias operativas y los costos. los cuales se pueda dispensar al operador de estos
requisitos, en caso se compruebe que no hubo de-
Por otro lado, los beneficios de Telefónica del Perú manda suficiente para hacerlo.
por su posición son relativos. Porque una empresa
operadora entrante no tiene los gastos operativos y Respecto a lo que es larga distancia, nos parecen
administrativos que sí tiene Telefónica, y porque en aceptables y entendibles los requisitos que ponen
función a un plan de mercadeo previo puede canali- los lineamientos. De otro modo, sería muy sencillo
zar su inversión hacia aquellos mercados que resul- que ingresen muchas empresas al Perú práctica-
ten más rentables, como, por ejemplo, Lima. Por lo mente sin realizar una inversión en el sector, con el
demás, una empresa operadora entrante tiene a su solo afán de generar ingresos fácilmente. Por lo
favor, en contraposición con Telefónica, la posibili- tanto, creemos que el ligar el servicio de larga dis-
dad de focalizar mejor su negocio, manejando sus tancia internacional al de larga distancia nacional es
costos y beneficios. Porque a diferencia de Telefóni- una medida que por lo menos previene esta situa-
ca, no tiene que cumplir con las metas de crecimiento ción y procura garantizar que exista una inversión
y expansión establecidas en los contratos de conce- real y sostenible en telecomunicaciones en el Perú.
sión.

Entonces, no es tan cierto que Telefónica tenga todo THEMIS: ¿Haría Telefónica del Perú críticas a los
a su favor, también hay elementos que resultan Lineamientos de Política de Apertura del mercado
onerosos, propios de su condición de empresa ope- de telecomunicaciones?
radora dominante.
ROZAS: Críticas no, yo diría que básicamente los
-
reguladores deben cuidar que las normas de los
THEMIS: ¿ Qué críticas haría Tele 2000 a los decretos de apertura sean efectivamente cumplidas.
lineamientos establecidos por el gobierno para lle-
var a cabo la apertura del mercado? ¿Qué opinión
tienen respecto a los requisitos que deberían cum- THEMIS: ¿ Cómo considera Tele 2000 que ha venido
plir los nuevos opéradores relativos a la instala- actuando el regulador especializado en el sector
ción de líneas (en el caso de telefonía fija) y la (Osiptel)?
cobertura en ciudades (p~ra el caso de larga distan-
cia nacional) ? MUENTE: Tenemos una opinión positiva de Osiptel.
Creemos que es un ente regulad_or que cuenta con
MUENTE: Más que críticas son observaciones, co- una gran capacidad técnica y profesional. Los técni-
mentarios. En verdad, el documento que contiene cos y asesores son de una muy alta valía profesional.

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Creemos también que Osiptel puede y debe ser el Osiptel tiene un régimen muy completo de infrac-
organismo que efectivamente supervise y controle el ciones y sanciones, tiene un régimen para una ade-
mercado. Sin embargo, existen lamentablemente al- cuada supervisión y la ley le permite supervisar de
gunas limitaciones para esto y creo que son de dos ti- una manera bastante eficaz todos los temas de tele-
pos: un primer tipo de Garácter legislativo, Osiptel no comunicaciones en cuanto a cumplimiento de los
cuenta con las facultades necesarias para imponer las contratos de concesión y los objetivos vinculados a
conductas que el mercado requiere; y un segundo la libre competencia.
tipo constituido por limitaciones quizás políticas,
porque ciertamente Telefónica del Perú es la primera En resumen, creo que ha sido un regulador muy
empresa del país en términos de ingresos y de utilida- fuerte y eficaz, no creo que haya sido una autoridad
des y por tanto tiene un nivel de influencia y de débil ni condescendiente, ni creo que lo será.
presencia muy significativo, que hace de alguna ma-
nera sentir en los distintos organismos regulatorios.
THEMIS: Es muy importante, en el tránsito de una
situación de monopolio a una de competencia, que
THEMIS: Haciendo un balance, ¿cuáles son los el ente regulador tenga el suficiente enforcement
puntos positivos y cuáles los negativos de la actua- para normar todos los temas relacionados a los
ción de Osiptel durante el tiempo transcurrido? aspectos técnicos y económicos. Sobre este particu-
lar, ¿en qué consistirá la labor de Osiptel en este
MUENTE: Lo positivo de Osiptel es que tiene una nuevo ambiente?
infraestructura humana y técnica muy buena para
poder regular. Es gente muy capacitada y es gente KUNIGAMI: Desde el año mil novecientos noven-
que conoce perfectamente cómo y en qué sentido ta y tres, cuando se estableció la estrategia de cam-
regular el mercado. bios en el sector, ya se tenía planeada la apertura y
la competencia en el sector. Por lo tanto, Osiptel,
Lo negativo es que Osiptel necesita las armas, los durante todo este tiempo, se ha venido preparando
mecanismos propios y la fuerza política necesaria para la apertura y la competencia.
para imponer sus decisiones y ser el regulador
fuerte que se necesita tener. Esto es algo que quizás no ha sido todavía compren-
dido claramente por una parte de la opinión pública:
los cuatro años y medio de concurrencia limitada no
THEMIS: ¿ Cómo examina el papel que ha venido han sido más que parte del proceso de apertura del
desempeñando el regulador especializado en teleco- mercado, del trabajo para hacer que ingresen nuevos
municaciones, OSIPTEL? competidores que den lugar a la plena competencia.

ROZAS: Es un supervisor de la correcta actuación de Desde los inicios del proceso, Osiptel ha apuntado
las empresas. Como comentábamos, durante el perío- a ese objetivo y por ello su preocupación en brindar
do de concurrencia limitada ha sido muy celoso en el toda una estructura normativa idónea. Así se tiene
cumplimiento de las metas del contrato de concesión un Reglamento de Interconexión pro-competitivo;
y de la ley, y creemos que ahora lo será para garanti- un Reglamento de Solución de Controversias, dise-
zar la libre competencia. Ése es su rol y lo ha cumplido ñado pensando en que habrá muchas empresas y
de una manera absolutamente eficiente, eso lo puedo por tanto gran número de controversias; normas
asegurar, porque hemos tenido permanente presión relacionadas al tema de la contabilidad separada
de OSIPTEL para demostrar que estábamos actuan- para evitar que Telefónica, como empresa domi-
do de acuerdo a lo pactado en los contratos yen la ley. nante o cualquier otra empresa que preste varios
servicios, realice prácticas de abuso de posición
dominante o utilice subsidios cruzados.
THEMIS: Sin embargo, algún sector de la opinión
pública indica que en el tránsito de un período Durante este tiempo hemos trabajado en lo que es el
monopólico a uno de libre competencia, el regula- Acceso Universal, porque sabemos que cuando hay
dor especializado debe contar con el suficiente competencia las empresas no se van a preocupar
enforcementpara hacer cumplir sus decisiones. ¿ Qué por ir a los sitios menos rentables sino a los más
opina al respecto? lucrativos, por eso el diseño de la estrategia del
Acceso Universal.
ROZAS: Yo creo que tiene todas las potestades
como la normativa, la fiscalizadora, la correctiva y la En suma, durante estos cuatro años nos hemos
sancionadora, y que las ejerce permanentemente. preparado para tener los elementos suficientes para

THEMIS38
296
constituimos en el regulador autónomo y eficiente En otras palabras, faltando un año para la apertura
que somos. Es por ello que ha sido posible dar lugar ya había competencia, Telefónica había cumplido
a la apertura del mercado antes de lo previsto, con sus metas de expansión, las tarifas habían dis-
porque justamente Osiptel cuenta con los elementos minuido y, lo más importante, hay un gran interés
necesarios para abrir la competencia plenamente. de los inversionistas en nuestro mercado.

THEMIS38
297
DUANY & KRESALJA
ABOGADOS

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• CtmIfflIU1W) Tkmws
• Análisis Legal
• li.\<¡unnasBlillw\
• ¡"f0\laci6nApúrnhif
INTERCONEXIÓN DE REDES Y SERVICIOS
"
PUBLICOS DE TELECOMUNICACIONES:
REAL ACCESO A LA COMPETENCIA

Virginia Nakagawa M.* 1

Con la dación del Decreto Legislativo 702 -que


declaró de necesidad pública el desarrollo de las
telecomunicaciones y la promoción de la inversión
privada en telecomunicaciones- y las sucesivas nor-
mas emitidas, hasta la aprobación del Texto Único
La interconexión constituye, sin lugar a dudas, una Ordenado de la Ley de Telecomunicaciones, apro-
herra11lienta básica para la implementación de cual- bado por Decreto Supremo 013-93-TCC (en adelan-
quier política de telecomunicaciones. El reciente te, la Ley de Telecomunicaciones), el sector de las
Reglamento de Interconexión define a este mecanis- telecomunicaciones ha sufrido grandes cambios. El
mo como el acuerdo o conjunto de acuerdos por los más reciente lo constituyen dos acontecimientos
que dos empresas de servicios públicos de telecomu- formalmente separados, pero estrechamente vincu-
nicaciones conectan sus redes y servicios con el lados entre sí: (i) el fin del período de concurrencia
objeto de que los usuarios de cada uno de ellos limitada en los servicios de telefonía fija local, por-
tengan acceso a los usuarios del otro. De esta mane- tador de larga distancia nacional y portador de larga
ra, la interconexión permite que los usuarios de una distancia internacional (que estaban otorgados en
empresa de telecomunicaciones se comuniquen con concesión a Telefónica del Perú S.A. de forma exclu-
los usuarios de otra empresa de telecomunicacio- siva por cinco años) y (ii) la aprobación de los
nes. Esta integración de las redes reviste especial "Lineamientos de Política de Apertura del Mercado
i IIIportancia para los usuarios y es la clave para que de Telecomunicaciones del Perú" mediante el De-
exista una efectiva competencia en el sector de las creto Supremo 020-98-MTC (en adelante,
telecomunicaciones; vemos entonces cómo las nor- Lineamien tos).
lilas sobre la materia establecen la obligatoriedad
de la intercollexión y disponen la activa participa- La liberalización ha despertado un notorio y cre-
ción del organismo regulador (OSIPTEL) como su- ciente interés de los inversionistas extranjeros por
pervisor de las mismas. entrar al mercado de las telecomunicaciones nacio-
nales; ingreso que, de ocurrir en la magnitud espe-
La doctora Virginia Nakagawa, especialista en te- rada, generará una fuerte expansión de los servi-
lecol1l1l11icaciones, describe en el presente artículo cios de telecomunicaciones, mejores servicios a los
los aspectos más notables de la interconexión, y usuarios (tanto en precios como en calidad) y re-
Ill1ce hincapié en la importancia fundamental que percusiones económicas positivas tanto para el
esta institución posee en los actuales momentos en propio sector como en otros sectores; en otros
que se viene produciendo una marcada liberaliza- términos, un impacto positivo para la economía en
ción del sector de las telecomunicaciones. general:

* Abogada Especialista en Telecomunicaciones

I Las ideas expuestas en el presente documento constituyen una visión exclusivamente personal de su autor por lo que no

compromete -directa o indirectamente- posición institucional alguna.

THEMIS38
299
Sin embargo, no es suficiente liberalizar el mercado. viarias hallaren en el camino), como para el sistema
Existe un aspecto fundamental, sin el cual, no exis- económico (por el uso ineficiente de los recursos) y
tirá competencia: la interconexión. En la mayoría la competencia.
de países que han liberalizado sus mercados de
telecomunicaciones, han surgido conflictos, de gran Del mismo modo, cuando una persona en Lima
magnitud, que se han centrado en el problema de la se comunica telefónicamente con una persona en
interconexión. La razón es muy simple: depende de Nueva York, su llamada está siendo dirigida por
la interconexión el real acceso al mercado de las la red telefónica; red constituida por varias em-
telecomunicaciones. Si bien el otorgamiento de con- presas necesariamente interconectadas. En este
cesión -título habilitante para la explotación de ejemplo, la empresa concesionaria que provee el
servicios públicos de telecomunicaciones - es requi- servicio de telecomunicaciones en el Perú ha con-
sito para acceder al mercado, el real acceso se con- tratado la interconexión con una empresa porta-
creta a través de las condiciones que se establezcan dora de larga distancia internacional (que trans-
en materia de interconexión. porta las señales del Perú al extranjero), quien a
su vez se encuentra interconectada con una em-
En consideración a que el éxito o el fracaso de una presa extranjera. Es esta empresa extranjera la
empresa de telecomunicaciones se sostiene en las que conduce sus señales hasta Nueva York y
normas de interconexión y en la actuación del Estado completa la "ruta" hasta el número telefónico de
a través de la entidad reguladora competente 2, el destino. A través de este mecanismo, se posibilita
cabal entendimiento de las normas aplicables por par- las comunicaciones y nosotros, como usuarios
te de las empresas de telecomunicaciones resulta esen- que originamos y / o recibimos las llamadas, nos
cial y es propósito de este estudio coadyuvar a ello. beneficiamos de la existencia de interconexión
sin percatarnos que, sin ella, no nos hubiéramos
La interconexión -al igual que el fenómeno de la podido comunicar.
competencia- es un tema que, por su complejidad,
tiene múltiples enfoques, por lo que centraré la En el siguiente gráfico, de manera muy simple, se
cuestión en el aspecto jurídico propiamente dicho, detalla una interconexión entre la empresa A y la
aproximándonos, como no podría ser de otra mane- empresa B que hace posible que Juan y Gerardo se
ra, a las vertientes económicas y técnicas que conflu- comuniquen entre sí. Si no existiera dicha interco-
yen en el contenido de la interconexión. nexión, tanto Juan como Gerardo se comunicarían
sólo con los usuarios atendidos por sus propias
DEFINICIÓN DE INTERCONEXIÓN empresas. (ver cuadro).

En primer término: ¿Qué es interconexión de redes Debe quedar claro que la interconexión no es sólo
y servicios públicos de telecomunicaciones? Una una mera unión física o virtual entre redes de teleco-
primera aproximación es definir a la interconexión municaciones, pues dicha definición la restringe
como la unión de las redes y servicios públicos de haciéndola similar a, por ejemplo, las conexiones
telecomunicaciones, cuya finalidad es que los usua- domiciliarias para el suministro de energía eléctri-
rios de una empresa de telecomunicaciones (empre- ca, a través de las cuales somos meros receptores (y
sa A) se comuniquen con los usuarios de otra em- consumidores) de energía. Tampoco se la define por
presa de telecomunicaciones (empresa B). los aspectos técnicos como por ejemplo, el uso de
determinada tecnología, centrales, conmutación,
Para esclarecer la mencionada definición, imagine- protocolos, entre otros. La interconexión es, esen-
mos un viaje por tren del punto A al punto B. El tren cialmente, un conjunto de acuerdos entre empresas
debe utilizar las redes ferroviarias de transporte y de servicios de telecomunicaciones a través de los
cruzar "X" número de departamentos con el objeto cuales los usuarios de una empresa tienen acceso a
de poder llegar a su destino. Si las redes ferroviarias los usuarios de otra empresa. Esta es la definición
que conducen de A hasta B no estuvieran unidas que -acertadamente- contiene el Reglamento de In-
(formando una única red de transporte) y permitie- terconexión 3 aprobado por OSIPTEL (en adelante,
ran el paso del tren, las consecuencias serían suma- el Reglamento de Interconexión), el cual la define
mente perjudiciales tanto para los usuarios (quienes como "el acuerdo o conjunto de acuerdos por los
tendrían que contratar con cuantas empresas ferro- que dos empresas de servicios públicos de te lec 0-

2 En el Perú, la entidad reguladora competente en materia de interconexión, es el Orgimismo Supervisor de Inversión Privada en
Telecomunicaciones - OSIPTEL. '
l Aprobado por Resolución N° OOl-98-CD/OSIPTEL, publicado en el diario oficial "El Peruano" el!7 de eneró de 1998.

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300
RED TELEFONICA ····························w························· .... RED TELEFONICA
DE LA Punto de Interconexión DE LA
EMPRESA EMPRESA
A B

,1

t t -a~~
Juan Gerardo I
((((((((((( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( (
USUARIOS DE LA EMPRESA A USUARIOS DE LA EMPRESA B

municaciones conectan sus redes y servicios con el habilitante para la actuación de OSIPTEL en ejerci-
objeto que los usuarios de cada una de ellas tengan cio de su potestad regulatoria- se establece la rela-
acceso a los usuarios del otro". ción de interconexión mediante un mandato admi-
nistrativo.
Nótese que la definición mencionada se aleja de
comprender en la misma cualquier mención a los El artículo 7 de la Ley de Telecomunicaciones
aspectos técnicos que puedan estar involucrados, declara de interés público y social la interco-
precisamente porque si bien en los acuerdos de nexión de las redes y los servicios públicos de
interconexión entre las empresas se delimitan las telecomunicaciones. Esta disposición es desarro-
cuestiones técnicas de la interconexión a llada en el artículo 106 del Reglamento General
implementar, lo que sustenta y da contenido a la de la Ley de Telecomunicaciones, definiéndose
interconexión en sí es lograr el acceso de los usua- que la interconexión de las redes de los servicios
rios de una empresa a los usuarios de otra empresa. públicos de telecomunicaciones entre sí es de
La finalidad última de la interconexión, por tanto, es interés público y social y, por tanto, es obligato-
que frente a los usuarios la red o redes se ria; constituyendo una condición esencial de la
interconecten presentándose como una red integra- concesión. En consecuencia, la interconexión tie-
da que satisface sus necesidades 4. ne un carácter preeminentemente obligatorio e
imperativo, que en el caso de incumplimiento
CARÁCTER OBLIGATORIO DE LA por parte de las concesionarias, es una potencial
INTERCONEXIÓN causa de terminación anticipada del contrato de
concesión; en otros términos, no interesa la per-
La Ley de Telecomunicaciones establece el carácter manencia de la empresa infractora en el mercado
obligatorio de la interconexión, definiéndose un de las telecomunicaciones ya que al impedir
período de negociación entre las partes con el objeto (injustificadamente) la interconexión, el costo que
de que concreten el correspondiente contrato de genera es mayor que los beneficios que reportaría
interconexión. A falta de acuerdo -presupuesto a los usuarios.

• Una definición reckrí;e de interconexión la encontramos en la normativa española ..El.Real Decreto 1651/1998, del 24 de julio de 1998
-por el que se aprobó el Reglamento que desarrolla el Título JI de la Ley a/[998, Ley":General de Telecomunicaciones-, define a la
interconexión como: "la conexión física y funcional de las redes de telecomun'icaciól\ ut1lizadJ'S por el mismo o diferentes operadores,
de manera que los usuarios púedan comunicarse entre sí o acceder a los servicios prestadQS' por aquéllos. Tales servidos pueden ser
sumÍnistrados por los referidos operadores o por otros que tengan acceso a la red.
La interconexión comprende, asimismo, los servidos de acceso a la red suministrados con el mismo fin, por los titulares de redes públicas
de telecomunicaciones a los operadores de servicios telefónicos disponibles al público." Se observa que en esta definición el punto central
es la conexión (física o funcional) que permite estructurar una red integrada frente a los usuarios.

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301
Principios que rigen al sistema de interconexión: te, a partir del fin del período de concurrencia
limitada.
La interconexión se rige por los principios de neu-
tralidad, no discriminación, igualdad de acceso y, La misión del órgano regulador en esta materia
libre y leal competencia. Los artículos 8, 9 Y 10 del tiene ahora mayor preponderancia y se sustenta en
Reglamento de Interconexión los define claramente el reconocimiento de que, en monopolios y posicio-
en los siguientes términos: Por el principio de neu- nes dominantes como los que se configuran en el
tralidad, una empresa de telecomunicaciones que es sector de las telecomunicaciones, si se pretende que
soporte de otros servicios o que tiene una posición éstos funcionen en condiciones de máximo exce-
dominante en el mercado, está obligada a no utilizar dente social y sin apropiarse del excedente del con-
tales situaciones para prestar simultáneamente otros sumidor, se requiere que existan entidades
servicios de telecomunicaciones en condiciones de reguladoras independientes y autónomas 5, que
mayor ventaja y en detrimento de sus competido- obliguen a las empresas a funcionar como si en el
res. Por el principio de no discriminación, los mercado existiera competencia (simulación de com-
operadores están prohibidos de llevar a cabo petencia). La regulación, como tal, se dirigirá a
prácticas discriminatorias u otorgar tratos dife- corregir las imperfecciones del mercado y a promo-
renciados a otros operadores vinculados directa ver la competencia, protegiendo los intereses de los
o indirectamente, que busquen o pretendan favo- usuarios. Un aspecto fundamental para compren-
recer a ellos o a sí mismos, en detrimento de der el significado de la regulación es que su objetivo
cualesquiera de los otros agentes que operan en no es sustituir al mecanismo del libre mercado, sino
el mercado de las telecomunicaciones. En virtud tender hacia su efectivo establecimiento, para cuyo
del principio de igualdad de acceso, los concesio- fin se debe adoptar decisiones administrativas que
narios u operadores de servicios públicos de tele- promuevan dicho objetivo a la vez que, progresiva
comunicaciones están obligados a interconectar y sostenidamente, se desregula. Para desregular es
sus redes o servicios en condiciones equivalentes requisito, obviamente, que se cumplan las condicio-
para todos los operadores de otros servicios que nes económicas que perfilan a un mercado en plena
lo soliciten. El contenido de la libre y leal compe- competencia, de conformidad con la doctrina eco-
tencia se desprende de las normas generales de nómica más autorizada.
competencia que rigen las actividades económi-
cas en general. En el ámbito de la interconexión, corresponde al
regulador, esencialmente: (i) establecer las normas a
FUNCIONES DE OSIPTEL que deben sujetarse los contratos de interconexión
entre empresas, normas que de acuerdo al artículo
El artículo 8 de la Ley 26285, establece como funcio- 72 de 1", Ley de Telecomunicaciones, son obligato-
nes de OSIPTEL, entre otras, las relacionadas con la rias y su cumplimiento de orden público; (ii) apro-
interconexión, para cuyo cumplimiento, OSIPTEL bar los contratos de interconexión, así como sus
debe asegurar que a través de la interconexión se: (i) modificatorias; (iii) objetar con expresión de causa
procure la prestación óptima de los servicios y se los contratos de interconexión; (iv) emitir mandatos
racionalicen las inversiones y (ii) garantice que ante de interconexión y, (v) resolver los conflictos que
el usuario, el conjunto de los servicios públicos de surjan entre empresas cuando se encuentre estable-
telecomunicaciones se presenten como una red inte- cida la relación de interconexión, ya sea en mérito a
grada, independientemente de que, en dicha red, un contrato o un mandato.
exista más de una empresa de servicios públicos.
Consideramos relevante esclarecer dos ámbitos de
En materia de interconexión, durante el período de acción de OSIPTEL que deben quedar claramente
concurrencia limitada en el Perú no se suscitaron, diferenciados. El primero, referido a la interconexión,
salvo contadas excepciones, conflictos relacionados en el cual la potestad primordial es la potestad
con dicha materia y la razón es que la interconexión reguladora (hasta que se establezca la relación de
tiene lugar, en toda su amplitud, fundamentalmen- interconexión). La segunda, es la relativa a la vigi-

5 Eduardo J. Rodríguez Chirillo, sostiene que el cañicter independiente de la función reguladora encuentra en lo que ha dado en llamarse
los órganos reguladores independientes, un modo adecuado de separar los aspectos políticos de los técnicos, es decir, propios de cada
actividad. La independencia de estos órganos toma mayor o menor relieve según los ordertamientos; no obstante, ha de existir un régimen
jurídico que asegure la independencia funcional y financiera. Por otro lado, dicho autor resalta, entre los aspectos jurídicos sustantivos
de la regulación, lo fundamental que resulta para la consecución de una regulación enderezada a promover la competencia, el estricto
control sobre la interconexión con terceros. RODRIGUEZ CHIRILLO, Eduardo J.. Privatización de la empresa pública y postprívatización.
Buenos Aires: Abeledo-Perrot, 1995. •

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302
lancia de la libre y leal competencia, en el cual su chas redes como una unidad frente a los usuarios,
potestad primordia1es la correctiva y sancionadora, con el consecuente aumento de la transmisión y
castigando (ex - post) las prácticas restrictivas de la capacidad de las redes, así como el incremento de
libre competencia y los actos de competencia des- los usuarios que pueden acceder a mayores servi-
leal. cios de telecomunicaciones. Para dichos efectos, las
empresas deben adoptar elementos técnicos comu-
Arquitectura de red abierta, puntos de interco- nes (sin que ello implique, de manera alguna, el uso
nexión y cargos de interconexión: de determinada tecnología o equipos de telecomu-
nicaciones), que posibilite que el conjunto de redes
Resulta necesario delimitar, en términos coloquia- operadas por una o más empresas se comporten
les, lo que entendemos por: (i) arquitectura de red como una red única de telecomunicaciones. En tal
abierta, (ii) puntos de interconexión Y (iii) cargos de sentido, en la normativa del sector se ha establecido
interconexión, para facilitar la comprensión del tra- la obligación de los concesionarios de aplicar dise-
tamiento que la normativa ha diseñado para el ños de arquitectura abierta que faciliten la interco-
fenómeno de la interconexión. nexión 7 , así como adoptar las condiciones necesa-
rias para garantizar la interoperabilidad de las re-
ARQUITECTURA DE RED ABIERTA des y una calidad satisfactoria.

El uso de la infraestructura pública desmonopoliza- El principio es que esta red de telecomunicaciones


da es un rubro común a las redes eléctricas, portua- (o red básica) se encuentre disponible para que
rias, aeroportuarias, ferroviarias, oleoductos, cualquiera que lo solicite pueda acceder a ella. Sin
gasoductos, así como a las de telecomunicaciones. embargo, debe reconocerse que pueden existir in-
Tienen elementos comunes como: (i) su importancia convenientes técnicos que posibiliten el acceso a
para la prestación de servicios públicos o de interés todos los solicitantes en un determinado momento.
público, (ii) evidencian necesidad de regulación
sobre la interconexión o el acceso a las redes por PUNTO DE INTERCONEXIÓN
terceros, y (iii) reflejan grandes inversiones a largo
6
plazo . El punto de interconexión es el lugar específico,
físico o virtual, a través del cual entran o salen las
La red de telecomunicaciones puede ser entendida señales que se cursan entre las redes o servicios
como el conjunto de elementos de transmisión y/o interconectados. En otros términos, el punto de
conmutación que posibilita el transporte de señales interconexión es el lugar donde en concreto se pro-
entre dos o varios puntos de destino. El elemento duce la unión entre las redes de las empresas que se
clave que facilita la interconexión en esta red es la interconectan, y define y delimita las responsabili-
denominada" arquitectura de red abierta", definida dades de cada operador en la interconexión (las
como la conformación de una red de telecomunica- responsabilidades de cada uno de los operadores
ciones cuyo diseño considera el seccionamiento, llegan hasta el punto de interconexión).
hasta donde sea posible, en partes, paquetes, capas
o ni veles básicos de tal manera que permita el acceso Se debate, con singular frecuencia, sobre la ubica-
efectivo a ella de otros servicios, equipos o redes de ción de los puntos de interconexión y su capacidad
telecomunicaciones, a través de los medios norma- para atender el tráfico que se espera cursar; debate
lizados por la autoridad nacional competente o, en en el cual los nuevos entrantes -al desconocer los
su defecto, por la Unión Internacional de Telecomu- aspectos técnicos relevantes sobre la red de la domi-
nicaciones' sobre una base no discriminatoria y de nante- se encuentran en desigualdad frente al pro-
igualdad de acceso. ceso de negociación y en desventaja. Otros aspectos
conflictivos se relacionan con: (i) las divergencias
A fin de esclarecer lo anterior, es necesario señalar entre las empresas a fin de determinar a quién le
que a través de la interconexión se facilita la corresponde efectuar las inversiones que sean nece-
interoperabilidad de las redes, presentándose di- sarias con el objeto de acceder hasta el punto de

.~ .. ,

6Para una visión ¿~bre la convergencia y transformación de las redes de,infiaest~úétura, se remite al lector a: DE LA CUErARA
MARTINEZ, JuanManuel. Sobre las infraestructuras en red. En: Revista del Dt':recho de las Telecomunicaciones e Infraestructurasen Red.
Madrid: Montecorvo, 1998. p. 13-46. . '.,;' .

7 Subyace a la arquitectura de red abierta el uso eficiente de nuestros recursos evitando la superposición de redes. En efecto, supongamos
que desde el punto A al punto B, las empresas tuvieran que invertir, cada una, en la instalación de redes (con las.consecuentes costos de
infraestructura) estableciéndose varias redes paralelas cuando sólo era necesario que existiera una red ..

THEMIS38
303
interconexión; (ii) la ca-ubicación, es decir, la insta- mente -yen los mismos Lineamientos se reconoce-
lación de los equipos de telecomunicacionesnecesa- las partes negociantes podrán establecer otros pun-
ríos de la empresa solicitante, en la propiedad de la tos de interconexión; en cuyo caso, deben tener
empresa a la que se le solicita interconexión; (iii) los presente el principio de neutralidad, igualdad de
servicios adicionales que estarían comprendidos en acceso y no discriminación. La información sobre
el acuerdo de interconexión, entre otros. los puntos de interconexión -sean los definidos en
aplicación de los Lineamientos, así como los defini-
Sobre el particular, el Reglamento de Interconexión dos convencionalmente- es necesariamente pública
estableció que: (i) las empresas pactarán la ubica- y debe estar a disposición de los nuevos entrantes y
ción de sus puntos de interconexión, tanto en la red de los inversionistas que así lo soliciten.
del que solicita la interconexión como en el que la
otorga, de manera tal, que se garantice la calidad del Adicionalmente, existe otro requisito relativo a que
servicio, accesibilidad y capacidad de tráfico; y (ii) sólo se proveerá y se cobrará por cargo de interco-
que los equipos para los enlaces de interconexión nexión donde exista "presencia" de cada uno de los
podrán ser proporcionados por cualquiera de las prestadores de servicios a ser interconectados. Sin
empresas. perjuicio que, en su oportunidad, se defina el térmi-
no "presencia", entendemos que el mismo no nece-
Como es lógico, la infraestructura que sea necesaria sariamente debe restringirse a que, en determinada
para llegar al punto de interconexión puede ser área local, la empresa que solicita la interconexión
provista por la propia empresa solicitante (en la sea propietaria de determinada infraestructura físi-
medida que se encuentre habilitada para ello), o un ca, sino que comprende a cualesquiera otra forma
tercero, o por la empresa a la que se solicita interco- de acceso que posibilite la interconexión. Es de
nexión. Corresponde a la empresa solicitante -defi- relevar, que esta diferencia entre el término "pre-
nido el punto de interconexión- asumir los costos de sencia" e "infraestructura propia", se desprende,
infraestructura que sea necesaria para llegar a dicho además, de las obligaciones que los Lineamientos
punto. Es de cargo de los nuevos entrantes efectuar han definido -en el capítulo referido a política de
dichas inversiones, en la medida que dichos costos concesiones- para: (i) las empresas de larga distan-
son parte del establecimiento de su red en el área de cia, que deberán poseer "infraestructura propia" en
que se trate. cinco ciudades de distintos departamentos y al
menos un centro de conmutación; y (ii) las empresas
Recogiendo la problemática sobre esta materia, los de telefonía fija local, que deberán instalar "líneas
Lineamientos para la apertura del mercado de tele- en servicio" definidas en términos porcentuales en
comunicaciones -frente a la apertura del mercado comparación con el del mayor operador estableci-
de servicios de telefonía fija, portador de larga dis- do; en ambos supuestos, sí se requiere de instalacio-
tancia nacional e intemacional- han definido que los nes físicas propias.
operadores establecidos deberán señalar por lo
menos un punto de interconexión en cada área Por otro lado, si por cualquier motivo una empresa
8
10ca1 , ya sea para la interconexión local-local, como no puede proveer la interconexión en ciertas áreas
en la larga distancia-local, y larga distancia-larga locales, los Lineamientos permiten a los competido-
distancia. Los puntos de interconexión restantes res interconectarse a través de "líneas telefónicas,,9
estarán sujetos a negociación. hasta que puedan cumplir sus obligaciones. Este es
un arreglo esencialmente transitorio y excepcional
Esta disposición implica que las empresas deberán hasta que la interconexión vía troncales de enlace 10
suministrar -transparentemente- información al se encuentre disponible.
mercado sobre sus puntos de interconexión de tal
manera que cualquier inversionista pueda realizar Finalmente, con relación a la ca-ubicación 11 el artí-
los cálculos del mercado y de costos de instalación culo 30 del Reglamento de Interconexión la contem-
(infraestructura) que le significa el acceso. Obvia- pla como una posibilidad que corresponde a las

s Recordemos que actualmente, para el servicio de telefonía fija, las áreas locales se encuentran definidas por los límites de los
departamentos del Perú. No obstante, debe tenerse en cuenta que en diversos contratos de concesión se ha definido áreas de concesión
por ciudades o distritos. •
'1 Línea es el medio de transmisió~ entre dos terminaciones de líneas. El término puede ser calificado por el tipo del medio usado.
10 Las troncales de enlace son un grupo de líneas que unen dos centrales que, para efectos de interconexión, son de dos operadores

diferentes.
11 La co-ubicación implica la instalación de los equipos de una empresa, en los locales de la otra empresa involucrada en la interconexión.

THEMIS38
304
empresas pactar. El sustento es propender una re- determinada y los costos totales que excluyen dicha
ducción de costos, sin embargo -como no podría ser instalación, dividida por la capacidad de la instala-
de otra manera- no se puede establecer una obliga- ción (costos medios). Para su cálculo, el artículo 15
ción en dicho sentido. del reglamento de interconexión establece que de-
berá basarse, entre otros, en específicos principios
CARGOS DE INTERCONEXIÓN básicos 13.

Los cargos de interconexión son la retribución que Contribuciones a los costos totales del operador de
corresponde al propietario de una red por recibir las la red: Se determina de modo tal que permita cubrir
señales provenientes de otra red. El principio básico una porción de los costos comunes no directamente
en la determinación de los cargos de interconexión afribuibles a los servicios de interconexión. En su
es que éstos deben basarse en los costos, y que determinación es de aplicación el principio de no
dichos costos se clasifican entre aquellos relaciona- discriminación mediante el cual, al definirse el mar-
dos al tráfico de las comunicaciones entre las redes gen sobre el costo de interconexión de una instala-
y los referidos al uso de la infraestructura. La deter- ción, ésta deberá ser igual para las distintas empre-
minación de dichos cargos es, sin duda alguna, el sas y otras directa o indirectamente vinculadas a la
aspecto más conflictivo involucrado en la interco- empresa que posee la instalación.
nexión 12. Desde la óptica del Estado, lo que se
pretende es determinar el precio óptimo de acceso, Margen de utilidad razonable: Se determina en el
así como establecer un sistema de transparencia de costo promedio ponderado del capital del operador
precios. que provee el servicio y, para su cálculo se asumirá
la estructura de apalancamiento de la empresa de
El Reglamento de Interconexión establece, en su telecomunicaciones.
artículo 13, que los cargos de interconexión tienen
como componentes: (i) los costos de interconexión; Existen dos modalidades de cargos de interconexión:
(ii) contribuciones a los costos totales del prestador (i) por tiempo de ocupación de las comunicaciones
del servicio local; y (iii) un margen de utilidad debidamente completadas y/o volumen de infor-
razonable. La suma de dichos componentes consti- mación 14 y (ii) cargos fijos periódicos 15. Estas dos
tuyen al cargo de interconexión. Adicionalmente, modalidades no son obligatorias, es decir, que las
debe precisarse que los cargos de interconexión y empresas pueden acordar otras siempre que de-
los cargos de acceso, en nuestra normativa, son muestren que éstas son más eficientes.
sinónimos.
Cargos de interconexión por defecto: Con el fin del
Costo de interconexión: Se entiende por costo de período de concurrencia limitada en el Perú, y con
interconexión los incurridos en brindar la instala- el objeto de establecer un marco definido sobre los
ción para la interconexión y que son directamente aspectos fundamentales de la interconexión -que
atribuibles a la misma. El costo de la interconexión reduzca inseguridad y costos de transacción- en los
-para cada instalación- se define como la diferencia Lineamientos se ha considerado el establecimiento
en los costos totales que incluyen la instalación de "cargos de interconexión por defecto". Estos

12 Una breve exposición de la problemática suscitada en México y Chile sobre interconexión es planteada por Pablo Bachelet: "La
interconexión entre redes dejó de ser un problema netamente técnico, de estándares y ese tipo de cosas. De hecho, es esencialmente un
lío de dinero, de cuánta plata debe pagar un nuevo jugador corno peaje para usar las instalaciones de las viejas telefónicas dominantes.
Y, por supuesto, cuánto deben pagar los clientes de las viejas telefónicas monopólicas cuando llamen a los dientes de los nuevos
competidores." BACHELET, Pablo. El peligro de estar desconectado. Informe especial de telecomunicaciones. En: América Economía.
Abril,1998. pps. 57-59
13 Los principios básicos establecidos en dicho artículo son: (a) los costos de interconexión incluirán únicamente los costos asociados a

las instalaciones y activos necesarios para la interconexión; (b) para calcular el valor de los activos se considerará su valor de adquisición
utilizando las tecnologías más eficientes que puedan ser utilizadas para proveer la instalación necesaria para la interconexión; (e) para
determinar los factores de depreciación, se utilizará la vida útil de los activos de acuerdo a los Principios de Contabilidad Generalmente
aceptados en el Perú;}d) los costos de interconexión incluirán los de planeamiento, suministro, operación y conservación de la
infraestructura neceB\U'ia. No se incluirán costos de modernización o mejoras de la re¡j, ~alvo que se hubiese tenido que incurrir en ellos
para efectuar la interconexión; y (e) no forman parte de los costos deinterconex,ión aquéllolten los que el concesionario u otros operadores
vinculados directa o indirectamente incurran, o hayan incurrido, que no estén-reÍaci9nados tltrectamente con proporcionar el acceso a
la instalación. .d:

14 Equivale a lo que se conocía corno cargo por tráfico.


Es un cargo vinculado al mantenimiento de las instalaciones, y que, eventualmente, puede ind~ir otros concept~s, como por ejemplo,
15
mejoras en las instalaciones de la red, entre otros.

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305
cargos serán aprobados por OSIPTEL -un sólo cargo Los Contratos de Interconexión:
de interconexión a nivel local, sin diferenciar entre
llamadas entrantes y salientes, ni locales y larga Lanecesidad de las comunicaciones globales para
distancia nacional e internacional- y serían aplica- el desarrollo de la economía, así como la creación
dos por dicha entidad en las decisiones administra- permanente de nuevos servicios, hacen que las
tivas que adopte en esta materia (por ejemplo, en los redes deban ser compatibles y que tengan la
mandatos de interconexión o en la solución de con- capacidad de interconectarse, pasando las comu-
troversias entre empresas). nicaciones de una red a otra, garantizándose el
derecho de los usuarios a acceder a los servicios;
Sobre la naturaleza de los referidos cargos por de- en consecuencia, las regulaciones que se dictan
fecto podrían inferirse tres interpretaciones. La pri- en materia de interconexión son cada vez más
mera que -partiendo de la naturaleza de los contra- complejas y no son fácilmente aceptadas por las
tos de interconexión- sostendría que dichos cargos empresas involucradas. En el caso de la interco-
por defecto son un monto fijo o único que sería nexión existe la obligación -impuesta en la Ley de
aplicado cuando las partes no acuerdan un monto Telecomunicaciones, su Reglamento General, el
diferente. En otros términos, ante la falta de acuerdo Reglamento de Interconexión y los propios con-
se aplicaría automáticamente el cargo por defecto, tratos de concesión- de celebrar contratos de in-
sin variación (hacia arriba o abajo). De acuerdo a terconexión; contratos que deben tener, de ser el
esta acepción, el organismo regulador, al establecer caso, cláusulas determinadas sobre aspectos de-
el mandato de interconexión, ya tendría definido el finidos en la normativa y cuyo contenido le co-
nivel de los cargos que se establecerían. La gran rresponde a las partes contratantes.
desventaja se centra en la eventual eliminación de
los descuentos por volumen que incentiven un Período de negociación
mayor tráfico y, por ende, mayores ingresos.
Para que dos empresas operadoras celebren un
La segunda posición asimila los cargos por defecto contrato de interconexión, la legislación establece
a una naturaleza semejante a la de las tarifas tope, que el período de negociación no podrá ser mayor
esto es, que las empresas que negocian el estableci- de sesenta (60) días calendario. Para ingresar a esta
miento de una relación de interconexión, al pactar el período resulta fundamental que la empresa solici-
cargo de interconexión, no pueden superar el nivel tante tenga definidos -en la medida de lo posible-los
determinado por dichos cargos; sin embargo, sí aspectos que conciernan a su esfera de decisión,
pueden pactar niveles menores a dicho nivel, sin como por ejemplo, la estructura de sistema de red
perjuicio de acordar, adicionalmente, descuentos que plantearán, entre otros rubros técnicos o econó-
por volumen. En efecto, el concepto puro de tarifa o micos. Esto le permitirá ingresar a la negociación
cargo tope implica un nivel máximo del cual no se con un esquema preliminar e ir adecuándolo a los
pueden exceder, pero sí fijar niveles menores. avances e información que se obtenga en dicho
período.
La tercera posición comprende las dos concepcio-
nes antes expresadas, de manera simultánea, y le Para el cómputo del período de negociación, el
asigna a los cargos de interconexión por defecto, artículo 35 del Reglamento de Interconexión es-
esas dos funciones. tablece el siguiente esquema: (i) la empresa soli-
citante dirige su requerimiento de interconexión
En nuestra opinión, en los mandatos de interco- (documento escrito) a la empresa con quien de-
nexión que se dicten -de acuerdo al nuevo marco sea interconectarse; (ii) la empresa a quien se le
legal para la apertura- se definirá, en toda su ampli- ha solicitado interconexión formula un requeri-
tud, la aplicación de los cargos de interconexión por miento de información al solicitante y (iii) la
defecto, así como su dimensión económica. empresa solicitante entrega la información re-
querida. Es desde ésta etapa que se comienza a
Con Resolución 018-98-CD / OSIPTEL, publicado en computar el plazo de negociación. Debe advertirse
el diario oficial "El Peruano" el 15 de octubre de que resulta importante -y el Reglamento lo ha
1998, OSIPTEL ha establecido el "cargo de interco- recogido- que se remita copia de la documenta-
nexión de terminación de llamada en la red de ción antes mencionada al organismo regulador.
telefonía fija local". Es de precisar que en este cargo En efecto, OSIPTEL al tomar conocimiento del
se encuentra ya incluidos: (i) los costos de interco- inicio de un período de negociación asume una
nexión; (ii) contribuciones a los costos totales del posición expectante y vigilante con la finalidad
prestador del servicio; y (iii) el margen de utilidad de cautelar la no afectación de los derechos de los
razonable. usuarios.

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306
Por otro lado, no debe olvidarse que este período de No obstante lo anterior, se ha incidido en su rigi-
negociación es como cualquier otro conducente a la dez para afrontar las cambiantes condiciones del
celebración de un contrato, con la salvedad de que mercado y en sus repercusiones nocivas para el
las materias que serán discutidas pueden ser suma- interés público, sobre todo por la demanda inmen-
mente complejas y alcanzar niveles sofisticados. Sin sa de recursos que requiere la existencia de orga-
embargo, las empresas concesionarias deben recor- nismos reguladores capaces de emprender
dar que el establecimiento de esta relación contrac- exitosamente su tarea; en ello se ha insistido, fun-
tualles será beneficiosa mutuamente, y para acce- damentalmente, en los países de economías emer-
der a ello, es necesario que se establezcan relaciones gentes, en donde las compañías operadoras suelen
transparentes y armoniosas; en otros términos, que ser más grandes y solventes que los organismos
se negocie con verdadera buena fe. supervisores de los estados. Se ha dicho, asimis-
mo, que en tales países no existen las metodologías
Cabe destacar que, a solicitud de cualquiera de las de contabilidad requeridas para adoptar las mejo-
partes, el organismo regulador puede coadyuvar en res y más transparentes decisiones desde un orga-
el período de negociaciones en calidad de" observa- nismo regulador, que, de todas maneras, se en-
dor", cumpliendo la función de impulsar la nego- cuentra en una enorme desventaja informativa
ciación en caso de entrampamiento. comparado con las empresas operadoras de los
servicios de telecomunicaciones.
Naturaleza institucional de la interconexión:
3. La interconexión como negociación supervisa-
Expuesto lo anterior, definamos la posición de la da.- Según este enfoque, las partes negocian en lo
normativa peruana sobre la naturaleza institucional posible, esto es, dentro del marco regulatorio vigen-
de la interconexión. Sobre el particular, se han plan- te, pero se sujetan a las directrices y determinacio-
. . 16
tea d o tres posIcIOnes : nes del organismo supervisor, el que puede y debe
revisar los acuerdos privados como condición para
1. La interconexión como contrato privado.- Se su validez jurídica.
enfatiza la ventaja que tiene para las partes una
negociación privada en lugar de una imposición La normativa peruana ha adherido la interconexión
gubernamental, la minimización de los gastos ad- al enfoque de la negociación supervisada. Es decir,
ministrativos (tanto de las compañías como del las empresas tienen el espacio suficiente para -en el
gobierno), así como la confidencialidad de la infor- marco de las regulaciones que garantizan los prin-
mación. cipios de libre y leal competencia, neutralidad, igual-
dad de acceso y no discriminación- concretar el
No obstante, se ha podido observar que este enfo- contrato de interconexión. El enfoque de negocia-
que no ha funcionado adecuadamente, en razón de ción supervisada se ha plasmado en el articulado
lo dura y costosa que es la transición a un mercado del Reglamento de Interconexión, a través de dispo-
de competencia para las operadoras establecidas, siciones como, por ejemplo: (i) que el período de
las que sin duda utilizan la información que poseen negociación entre las partes no pueda ser superior a
para arribar a un acuerdo que, siendo beneficioso sesenta (60) días calendario; (ii) la obligación de que
para ellas, puede no serlo ni para las competidoras las empresas remitan copia al regulador de su soli-
ni para los usuarios. Además, se ha objetado la citud de interconexión dirigida al operador con
circunstancia de que enfocar la interconexión desde quien pretenden interconectarse; (iii) la facultad del
el punto de vista del contrato privado puede no ser regulador de, a solicitud de parte, participar como
suficiente garantía para evitar que una de las partes "observador" en el proceso de negociaciones; (iv)
abuse de su posición de dominio en el mercado. los criterios económicos que perfilan los cargos de
interconexión; (v) la aprobación de los contratos de
2. La interconexión como acuerdo regulado.- interconexión, así como de sus modificatorias; y (vi)
Las ventajas radican en la reducción de los térmi- la facultad del regulador de emitir mandatos de
nos de la negociación, en las facilidades que se int1~rconexión a falta de acuerdo entre las partes.
ofrece a la planificación de quienes quieren acce-
der al mercado yen la reducción del potencial de Con relación a la aprobación de los contratos de
discriminación. interconexión, ésta se traduciría en (i) la conformi-

.
16Estas posiciones, sobre la naturaleza institucional de la interconexión, se encuentran contenidas en: YOULE, P. Jhon. Interconexión:
Contratos privados o arreglos de interés público". En: IV Seminario de AHCIET sobre derecho de las telecomunicaciones en
hispanoamérica. Guatemala,1994. Asimismo, han sido recogidos en la Exposición de Motivos del, Proyecto de Reglamento de
Interconexión de OSIPTEL, pre-publicado en el diario oficial "El Peruano", en noviembre de 1995.

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307
dad con el documento puesto en consideración o (ii) interconexión la "ley" que rige a las partes de mane-
las modificaciones que se estime necesarias -que ra obligatoria. Esta posición se sustentaría, en el
deben ser obligatoriamente incorporadas- si los artículo 1355 del Código Civil que establece que:
contratos se apartan de los criterios de costos que "La Ley por consideraciones de interés social, públi-
corresponda aplicar, o atenten contra los principios co o ético puede imponer reglas o establecer limita-
que rigen la interconexión en grado tal que afecten ciones al contenido de los contratos."
los intereses de los usuarios de los servicios o de
terceros operadores. La "imposición legal" de contratar con el operador
que lo solicite, podría -y seguramente lo es- ser
De conformidad a lo anterior, y no obstante el materia de mayor debate doctrinario. Este debate -
carácter de negociación supervisada en los contra- sin lugar a dudas enriquecedor- no debe perder de
tos de interconexión, existe espacio para que las vista la siguiente hipótesis: ¿Qué sucedería si los
partes negocien y expresen -en el marco de la auto- departamentos del Perú tuvieran cada uno, una
nomía de la voluntad- el acuerdo básico que confi- empresa de telecomunicaciones diferente que, por
gura al "contrato". Sin embargo, resulta polémica, no interconectarse, obligaran a que las comunica-
desde el punto de vista del derecho de los contratos, ciones entre los departamentos se efectuaran a tra-
la obligación legal de contratar la interconexión. Las vés de medios diferentes a los actuales? 18. Obvia-
interrogantes que se nos plantean son: ¿Frente a qué mente cualquier debate no debe eximirse de consi-
"contrato" nos encontramos en interconexión?, ¿el derar que no es eficiente o justo que la sociedad se
contrato de interconexión es propiamente un con- perjudique, pues existe un interés superior que
trato? cautelar: el interés público.

Sobre las interrogantes planteadas existen posicio- El contrato de interconexión nace de la obligación
nes contradictorias. El artículo 1351 del Código legal impuesta por la Ley de Telecomunicaciones;
Civil define al contrato como "el acuerdo de dos o obligación por la que, en los correspondientes con-
más partes para crear, regular, modificar o extinguir tratos de concesión, las empresas -libremente- asu-
una relación jurídica patrimonial". Conforme ex- men derechos y obligaciones en esta materia. En
17
presa el doctor Manuel de la Puente "el concepto efecto, las empresas en los contratos de concesión
del contrato es la declaración conjunta de la volun- que suscriben con el Estado han pactado -obliga-
tad común de dos o más partes que, por permitirlo ción contractual- su compromiso de interconectarse
el ordenamiento jurídico, tiene por efecto crear, con empresas del servicio portador, finales y con
regular, modificar o extinguir entre sí obligaciones otros prestadores de servicios de telecomunicacio-
lícitas de carácter patrimonial". Se sostiene, ade- nes W aSl• como, en otros contratos, h an pacta d o su
más, que los contratos se perfeccionan por el con- compromiso de respetar y cumplir el Reglamento
sentimiento de las partes, entendiendo consenti- de Interconexión aprobado por OSIPTEL.
miento, como el común acuerdo entre las partes, o
en otros términos, ambas partes quieren exactamen- En nuestra opinión, el contrato de interconexión es
te lo mismo (que se celebre el contrato aunque las un contrato de Derecho privado que se rige por: (i)
obligaciones sean distintas). las disposiciones legales específicas sobre interco-
nexión y (ii) las disposiciones del Código Civil, en lo
En este orden de ideas, el contrato de interconexión que no se opongan a las antes mencionadas dispo-
no sería un verdadero contrato, recibiendo dicha siciones de la legislación específica. En consecuen-
denominación por "costumbre" de los legisladores. cia, es un contrato atípico en el cual la intervención
Sin embargo, otra posición estima que, si bien en el del Estado se evidencia más que en ningún otro
contrato de interconexión -a diferencia de los con- contrato, pero que, no por ello, deja de tener la
tratos que se rigen exclusivamente por la libertad naturaleza de tal (en el supuesto que efectivamente
contractual y la libertad de contratar- existe la obli- se hubiese celebrado).
gación legal de que las partes contraten por el inte-
rés público de que se establezca la relación de inter- En esta línea, José María Chillón Medina sostiene
conexión, una vez establecida, es el contrato de que el contrato de interconexión es un contrato

17 DE LA PUENTE Y LAVALLE, Manuel. El contrato en general. Primera parte. En: Biblioteca para leer el Código Civil. Vol. XL, tomo

J. Lima: Fondo Editorial PUCP, 1996. pp. 37.


IX Recordemos que anteriormente se empleaban palomas mensajeras,chasquis, tambores, fuego y señales de humo, trompetas, entre otros
análogos.
1'1 Es el caso de los contratos de concesión de los que actualmente es titular Telefónica del Perú S.A. (Cláusu1a 10).

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308
bilateral -aunque puede existir una pluralidad de se sujetará ésta, incluyendo los cargos de interco-
interconectantes simultáneos o sucesivos-; es un nexión respectivos.
contrato sinalagmático, que contiene prestaciones
recíprocas; y, finalmente, es un contrato oneroso, La solicitud o solicitudes serán presentadas adjun-
aunque también es imaginable ponderar la existen- tando la información sustentatoria sin perjuicio de
cia de un contrato de interconexión gratuito por que OSIPTEL les requiera la presentación de infor-
imposición de órganos administrativos 20. mación adicional.

En consecuencia, entendemos que el contrato de OSIPTEL remitirá a las partes el proyecto de Man-
interconexión se inserta en el derecho de los dato de Interconexión, a fin de que éstas formulen
contratos como una expresión -todavía no muy sus comentarios u objeciones dentro del plazo que
clara pero que, sin lugar a dudas, existe- de su para tal fin, fije OSIPTEL, el cual no podrá ser
adaptación a nuevas realidades definidas por el inferior a 10 días calendario.
interés económico de generar beneficios concre-
tos y una m~lor eficiencia en el uso de los recur- El Mandato de Interconexión debe emitirse en un
sos escasos plazo máximo de noventa (90) días calendario, con-
tados a partir de la presentación de la solicitud a que
Con relación a los aspectos formales, los contratos se refiere el primer párrafo y es de cumplimiento
de interconexión deben constar por escrito y regirse obligatorio. "
por los principios que rigen el Sistema de Interco-
nexión, y su ejecución debe basarse en los términos El mandato es una figura sumamente compleja. En
y condiciones negociados de buena fe entre las primer término, es de resaltar que el presupuesto
partes. El Reglamento General de la Ley de Teleco- habilitante para que OSIPTEL emita un mandato de
municaciones y el Reglamento de Interconexión interconexión es la falta de acuerdo entre las partes.
enuncian los principales aspectos que deben conte- De acuerdo a las potestades de que está investido
ner los contratos de interconexión. dicho organismo, el referido mandato es una expre-
sión de su potestad regulatoria, y como tal, se le
MANDATOS DE INTERCONEXIÓN considera como la más importante en el estableci-
miento de un mercado competitivo de telecomuni-
Los mandatos de interconexión son la decisión ad- caciones.
ministrativa por la que -a falta de acuerdo entre las
partes- se establece una relación de interconexión y En segundo término, los mandatos de interconexión
se definen todos los elementos de dicha relación, de tienen como finalidad salvaguardar el interés de los
modo tal, que a las partes involucradas les corres- usuarios, el crecimiento del mercado de telecomu-
ponde sólo ejecutar dicha decisión, en forma obliga- nicaciones y la libre competencia, así como, respetar
toria. Es una decisión administrativa que suple la las condiciones que permitan a las empresas obte-
voluntad de las partes e impone una relación jurídi- ner los beneficios que son inherentes a sus activida-
ca patrimonial. des económicas. En este sentido, José María Chillón
Medina 23 al referirse a la interconexión, resalta los
En el artículo 111 del Reglamento General de la Ley intereses involucrados, como son: (i) el interés pú-
de Telecomunicaciones, se establece lo siguiente: blico, por asegurar el funcionamiento coherente y la
expansión del sistema global de telecomunicacio-
"Si vencido el plazo referido en el primer párrafo del nes propiciando un mayor y mejor uso de las redes
artículo anterior las partes no se hubieran puesto de y servicios existentes; (ii) los intereses de los titula-
acuerdo en los términos y condiciones de la interco- res por protegerse de usos perjudiciales, aseguran-
nexión, OSIPTEL, a solicitud de una de las partes o do al propio tiempo sus derechos económicos; (iii) el
de ambas 22 , dictará las normas específicas a las que interés de los usuarios en acceder a una mayor

2t1 CHILLON MEDINA, José María. La interconexión de redes y su incidencia jurídica. Ponencia presentada en el IISeminario de Telefonía
Móvil Celular. En R~~ta AHCIET. pp. 121.
21 Por otro lado, creemos que son estos mismos argumentos los que, eventuabilente, fundéfmetttan en casos concretos, la no actuación del
estado, en supuestos en que las propias partes pueden llegar a acuerdos más ,¡)eneficiosóspa;~la sociedad. Sin embargo, reconocemos
que este tema es sugestivo y se presta a reflexiones mayores que, por no ser objetivo de este dottimeitto, dejamos para un posterior trabajo
de investigación, actualmente en curso. -
22 La intervención no debe restringirse a que medie una solicitud.
23 Ibid. P 113-133.

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309
cobertura de servicios a través de la integración ciones negarse a la interconexión con otros operado-
final resultante y (iv) el interés de otros titulares de res, quedan exceptuados de dicha obligación si es
redes y servicios en acceder en forma igual y no que no se concretan las condiciones técnicas necesa-
discriminatoria a otras redes y otros servicios. rias para dicho efecto, entre otras causales específi-
Adicionalmente, el referido autor manifiesta que la camente detalladas en la normativa vigente.
existencia de estos intereses produce un complejo
entramado de relaciones entre los operadores por Por último, existen interrogantes sobre el término
interconectar y de éstos, a su vez, con las autorida- de los mandatos. Por ejemplo, si dos empresas
des competentes para dictar, en nuestro caso, man- tienen una relación de interconexión impuesta por
datos de interconexión y asegurar así el funciona- un mandato, y las partes ya no tienen interés en
miento armónico de todo el sistema. seguir con dicha relación en tanto ya han estableci-
do otras relaciones de interconexión con terceras
Dada la complejidad de los intereses involucrados y empresas (de modo tal que se logra mayor eficiencia
la fineza con la que deben evaluarse los mismos con y se accesa a un mayor número de usuarios), ¿cuál
la finalidad de no distorsionar su adecuado equili- es el procedimiento a seguir? La normativa vigente
brio, la decisión administrativa que establece una no establece disposición alguna en este sentido, y
relación de interconexión debe ser producto de un sólo se indica que los contratos de interconexión y
análisis exhaustivo por parte de un organismo espe- sus modificatorias son aprobadas por la entidad
cializado y preparado para enfrentar dicha proble- reguladora.
mática. En este orden de ideas, el propio sistema de
interconexión ha recogido -como no podría ser de En nuestra opinión, y en el entendido de que el
otra manera- las legítimas aspiraciones económicas procedimiento para la emisión del mandato así
de las empresas al realizar actividades económicas; como el procedimiento de impugnación ha culmi-
por tanto, se encuentra excluido, de plano, que cual- nado (deviniendo en cosa decidida), una o ambas
quier decisión administrativa produzca, directa o empresas deberán obtener de la autoridad
indirectamente, la salida de cualquier empresa del reguladora la decisión por la que se deja sin efecto el
mercado o afecte la sana competencia de precios, referido mandato. Lo anterior se sustenta en que el
calidad, y en general, mejores prestaciones empresa- mandato es una expresión de la potestad regulatoria
riales que se desarrolle en el mercado de que se trate. y sólo por dicha vía puede ser dejada sin efecto.

Sin perjuicio de lo anterior, es claro que si de la


evaluación correspondiente se concluye que la au-
EL SECTOR DE LAS TELECOMUNICA-
sencia de un acuerdo de interconexión afecta: (i) el CIONES Y LA LIBRE COMPETENCIA
normal desenvolvimiento del mercado de teleco-
municaciones, (ii) el interés de los usuarios y (iii) el El mercado de los servicios públicos de telecomuni-
interés público contenido en la interconexión, el caciones es un mercado que se rige por la libre
mandato de interconexión debe ser emitido en for- competencia, pero al mismo tiempo, es un mercado
ma expeditiva y, ser de cumplimiento obligatorio e regulado por las características propias que le son
imperativo. Por tanto, toda empresa que explote o inherentes y más aún por tratarse de servicios públi-
pretenda explotar servicios públicos de telecomuni- cos. Como se mencionó anteriormente, el organis-
caciones debe tener presente el interés fundamental mo regulador tiene la potestad regulatoria, a través
involucrado en la interconexión; interés que ha de- de la cual, adopta determinadas decisiones cuyo
terminado que en la normativa se imponga como denominador común es la vigilancia del mercado
condición esencial para el acceso al mercado, el ex- ante. Por otro lado, como organismo encargado
respeto a las disposiciones sobre interconexión. El de velar por la libre y leal competencia, debe aplicar
incumplimiento de esta normativa obstaculiza en la normativa sobre esta materia sancionando las
forma directa el desarrollo de las telecomunicacio- conductas que atenten contra la libre y leal compe-
nes; finalidad por la que el Estado les otorga la tencia, esto es, ex - post.
concesión para explotar servicios públicos de te le-
.. 24
com unlcaClones En tal sentido, en lo que se refiere a la interco-
nexión, no se aplican las normas sobre libre y leal
En tercer término, si bien no es facultad de los competencia, sino el marco regula torio específico.
operadores de servicios públicos de telecomunica- Obviamente, si se suscita algún conflicto que no se

24 La finalidad por la que el Estado otorga concesiones para explotar servicios públicos de telecomunicaciones no sólo se desprende del

texto íntegro de los contratos de concesión, sino·que, además, se menciona expresamente en la parte introductori~ de todos los contratos
de concesión.

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310
encuentre previsto en dicho marco, las normas cios. El poder de mercado se define como el
generales de libre y leal competencia son aplica- poder de controlar precios o de excluir a la com-
. 25
das. En este punto, es necesario destacar que, en petenCla .
nuestra opinión, aunque la tendencia a la
desregulación es una política clara y definida, exis- La Ley General de Telecomunicaciones de España-
ten materias fundamentales como es el caso de la Ley 11/1998, del 24 de abril- establece que tendrán
interconexión que, aunque haya una plena compe- la consideración de operador dominante, en el ám-
tencia (efectiva y sostenible) con ausencia de posi- bito municipal, autonómico, estatal o en otro ámbito
ciones de dominio, siempre requerirá de medidas territorial determinado, el operador u operadores
regulatorias. de redes o servicios que hayan obtenido en dicho
ámbito y en el año inmediatamente anterior, una
Nos interesa en el presente acápite, desarrollar cier- cuota de mercado superior al veinticinco (25) por
tos aspectos en los cuales se relaciona el marco ciento de los ingresos brutos globales generados por
regula torio sobre interconexión y las normas gene- la utilización de las redes o por la prestación de los
rales de libre competencia. Evaluaremos dos esce- servicios. No obstante lo anterior, se faculta a la
narios que consideramos preponderantes en el tema Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones
bajo análisis. definir -por resolución motivada- que no se cuenta
con posición dominante aunque se tenga dicha cuo-
El primer escenario se ubica en la esfera de las ta de mercado atendiendo a otros factores, del mis-
decisiones regulatorias que se adopten consideran- mo modo, podrá determinar la posición dominante
do si la empresa de telecomunicaciones es domi- si es que otros factores configuran la posición domi-
nante o no. Si es dominante, se establecerá la deno- nante aunque no se haya alcanzado dicha cuota de
minada "regulación asimétrica"; regulación que mercado.
impondría parámetros más estrictos a las empresas
que gocen de posición de dominio. Para estos efec- En el Perú, la Ley de Telecomunicaciones no ha
tos, la definición de posición de dominio y los definido a la posición dominante en el sector, y se
criterios utilizados en las normas generales de libre remite a la definición de posición de dominio que
competencia coadyuvan a establecer la existencia o se encuentra contenida en el Decreto Legislativo
no de dicha posición dominante en el mercado de 701, Ley de Libre Competencia. En el artículo 4 de
las telecomunicaciones. dicha norma se establece que: "se entiende que una
o varias empresas gozan de una posición de
En Estados Unidos, para los fines de la actividad dominio en el mercado cuando pueden actuar
regulatoria, la clasificación de un portador (co- de modo independiente con prescindencia de
nocidos como carrier) entre dominante o no do- sus competidores, compradores, clientes o pro-
minante tiene importantes implicancias veedores, debido a factores tales como la parti-
regulatorias, pues al dominante se le impondrán cipación significativa de la empresa en los mer-
condiciones más estrictas que a los no dominan- cados respectivos, las características de la oferta
tes (es decir, "regulación asimétrica"). Respecto a y la demanda de los bienes o servicios, el desa-
la determinación de la posición de dominio, la rrollo tecnológico o servicios involucrados, el
Federal Conz11lunications Comission -en cuanto a los acceso de competidores a fuentes de
carriers internacionales- basa su distinción en la financiamiento y suministros, así como redes de
noción de sustituibilidad de la oferta y demanda distribución." La posición de dominio se deter-
y elasticidad cruzada entre servicios. Para definir mina: (i) con base en un "mercado relevante" de
el mercado de producto, se reconocen como crite- un producto o servicio, identificando a sus sus-
rios dos factores: (i) la sustituibilidad de la de- titutos cercanos, así como al área geográfica en
manda y (ii) la sustituibilidad de la oferta. El que las condiciones de competencia son simila-
mercado geográfico es definido como la posibili- res a los competidores de dicho producto o ser-
dad de proveer servicios en un área y la posibili- vicio y (ii) el grado de concentración del referido
dad de lo consumidores de recibir dichos servi- mercado 26.

25 KENNEDY, ~l~s H. y PASTOR, M. Verónica. An introduction to ín!ematiof¡aq~lecommunícations lat(}o Boston: Artech House
Telecommunications Library, 1996. p. 104 -105. .. . - .
2' Lo anterior expone de una manera sumamente reducida, los criterios que acertadamente h~esarrollado INDECOPI para la definición
de posición de dominio, por lo que remitimos al lector a las respectivas Resoluciones publicadas por dicho organismo y que son de
conocimiento general. Se recomienda además; BELLAMY, Christopher y CHILD, Graham. Dereého de la competencia en el mercado
común. Madrid: Cívitas, 1992. P. 505·556. Asimismo, VILA COSTA, Blanca. El abuso de la posición dominante en la CE.E. Madrid:
Instituto Nacional de Administración Pública, 1979. .

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311
No obstante, en un sector dinámico como el de las caciones que (i) sea suministrada exclusivamente o
telecomunicaciones, influido de manera constante de manera predominante por un solo proveedor o
por el avance sostenido de la tecnología, con presen- por un número limitado de proveedores y (ii) cuya
cia de "instalaciones esenciales" para el acceso a la sustitución con miras al suministro del servicio no
competencia y globalizado en una red integral de sea factible en lo económico o en lo técnico."
telecomunicaciones a nivel mundial, la determina-
ción de posiciones de dominio es relativamente Lo que caracteriza a las instalacÍD;tes esenciales en
simple, aunque en algunos casos y de acuerdo a la telecomunicaciones es el carácter" desagregable de
normativa del sector, se prohiben determinadas la red. Se entiende por desagregación el proceso que
prácticas aunque no se haya constituido, en estricto, consiste en identificar o separar los componentes
una posición dominante 27 • físicos o lógicos de una red, servicio o facilidad, en
una serie de infraestructuras, componentes o fun-
Una temática sumamente interesante en el sector de ciones, de modo que puedan ser ofrecidos, tarifados
las telecomunicaciones, así como en sector de ener- y facturados individualmente, con el objeto de que
gía o transportes, son las "instalaciones o facilida- el operador que solicita la interconexión pueda
des esenciales" (essencial facilities). De acuerdo a esta elegir la o las infraestructuras, funciones o compo-
doctrina, la posición de dominio se establece con nentes que requiere de la red del operador al que
base en el dominio que se ejerce sobre cualquier solicita la interconexión.
recurso o activo (instalación esencial) que sea nece-
sario para la com peten cia. La empresa dominante se En los Lineamientos de Política de Apertura del
encuentra obligada a compartir dicho recurso esen- Mercado de Telecomunicaciones se ha establecido
cial con sus competidores, ofreciéndoles condicio- que se considerarán instalaciones esenciales a efec-
nes de igualdad y de no discriminación. Resulta tos de la interconexión (i) la terminación de llamada
ilustrativa, a efectos de entender esta doctrina, la que incluye la conmutación y señalización necesa-
decisión de la Comisión de las Comunidades Euro- rias 29; (ii) el transporte, en cuanto al circuito de
peas en el asunto "Sealink" en la cual indicó que: interconexión y equipos necesarios que enlazan las
30
"una empresa dominante que posee o controla y redes a ser interconectadas en la misma 10calidad ;
utiliza un recurso esencial, esto es, una instalación o y (iii) servicios auxiliares tales como guía telefónica
infraestructura sin acceso a la cual sus competidores y la información necesaria para poder facturar, y
no pueden prestar servicios a sus propios clientes, y otros servicios auxiliares que cumplan con la defini-
que niega a sus competidores acceso a dicha insta- ción de instalación esencial.
lación o les permite acceder a aquélla en términos
menos favorables que los que se aplica a si misma, De acuerdo a lo anterior, el sustento de la obligación
de manera que sitúa a sus competidores en una de " compartir" la instalación esencial es la primacía
situación de desventaja competitiva, infringe el ar- del interés público sobre el interés privado. El inte-
tículo 86 del Tratado." 28 rés público no puede permitir que no exista genera-
ción de mayor riqueza y bienestar de la sociedad en
En el ámbito de la interconexión, las instalaciones su conjunto porque unos pocos privilegian sus exce-
esenciales son definidas en el artículo 6 del Regla- sivas ganancias en desmedro de todos. En tal senti-
mento de Interconexión como: "toda parte de una do, se impone la obligación de compartir lo que,
red o servicio público de transporte de telecomuni- precisamente, implica cualquier interconexión3 ! .

27 Obsérvese que la instalación esencial se define porque no puede ser sustituida en la económico o en lo técnico. Podrían existir tres
empresas que puedan proveer al operador que desea la interconexión la parte de red que le resulta necesi)ria, pero sólo una red tiene los
requerimientos técnicos necesarios que hacen factible la interconexión (como por ejemplo, una determinada señalización). Es claro que
ésa empresa cuenta con posición dominante sobre la instalación esencial.
os Para un análisis más detallado, confróntese: PEÑALVERREMON,J. y BUITRAGO MONTORO, A. La posición del Tribunal de Defensa
de la Competencia sobre la liberalización de las telecomunicaciones. En: Derecho de las Telecomunicaciones. Coordinador: Javier
Cremades. Madrid: La Ley-Actualidad, 1997. p. 855-857.
2" De acuerdo a los Lineamientos, la terminación de llamada supone la posibilidad de completar las llamadas originadas desde y hacia

la red del solicitante de la interconexión hacia y desde la red del operador al que se le solicita la interconexión en el área local donde ambos
tengan infraestructura propia instalada.
~(I De acuerdo a los Lineamientos, el transporte c~nsiste en el circuito de interconexión que enlaza las redes de distintos operadores
concesionarios a ser interconectadas en la misma localidad y aplica también entre operadores locales con operadores de larga distancia
en la misma localidad.
11 Si bien no se trata de empresas competidoras, llama la atención la posible aplicabilidad de la doctrina de los recursos esenciales cuando

se trata de dos empresas (con líneas de negocio diferentes) pero que una de ellas goza de posición de dominio sobre un recurso esencial
que requiere la otra empresa para poder competir.

THEMIS 38
312
Un segundo escenario se ubica en la configuración Kitchen en el sentido de que lo que se trata en la
de prácticas abusivas. En efecto, las nuevas empre- interconexión es transformar esta natural tendencia
sas que ingresen al mercado se encontrarán en una humana de competir en una fuerza para la coopera-
situación de dependencia con respecto al operador ción 33 • En otros términos, la naturaleza esencial de
establecido pues necesitarán interconectarse con la interconexión hace que se establezca como: (i)
éste (con su red) para poder brindar sus servicios. responsabilidad primordial de las empresas (y con-
Por ejemplo, las empresas que proyectan suminis- dición esencial de las concesiones para la explota-
trar servicios de larga distancia internacional a los ción de servicios públicos) respetar las reglas de
usuarios de telefonía fija deberán interconectarse interconexión más allá de sus propios' intereses, sin
con la empresa dominante que presta el servicio de que ello implique renuncia o afectación a sus dere-
telefonía fija para llegar a los usuarios de ésta y, en chos económicos; (ii) la intervención del regulador
consecuencia, brindarles servicios. En el caso que la en cuanto a la aprobación de los contratos de inter-
empresa de telefonía fija también preste servicios de conexión (negociación supervisada) y los mandatos
larga distancia internacional (integración vertical), de interconexión; y, (iii) en caso de controversias
verá disminuido su tráfico (por su red de larga entre empresas que ya gozan de una relación de
distancia) y sus ingresos. En otros términos, las interconexión, la solución de dichos conflictos a
nuevas empresas serán competidoras del operador través del sistema de controversias a cargo del regu-
establecido y éste no tendrá, por decir lo menos, lador.
disposición para ofrecer a los nuevos competidores
acceso a sus redes o intentará negociar condiciones De ello se desprende claramente que en interco-
desfavorables o discriminatorias de manera tal que nexión las normas sobre libre y leal competencia se
anule la competencia efectiva. aplican supletoriamente, siendo las normas del sec-
tor de las telecomunicaciones las que se aplican en
Sobre el particular, se ha sostenido que es la compe- primer término; por tanto, se ingresa a un mecanis-
tencia la que incrementa significativamente las difi- mo de actuación directa del Estado con el objeto de
cultades para lograr acuerdos de interconexión. Sin impedir -oportunamente- que una eventual prácti-
competencia, los operadores interconectados logra- ca abusiva afecte a los usuarios de servicios de
rán acuerdos porque se necesitan mutuamente para telecomunicaciones. Por ejemplo, si una empresa
lograr que los usuarios de uno accesen a los usuarios que goza de una posición de dominio en el mercado
del otro. Con competencia, los nuevos entrantes de las telecomunicaciones niega -injustificadamente-
querrán interconectarse de manera tal que aprove- la interconexión, se verá obligada a establecerla en
charán en su beneficio el tráfico que antes se cursaba cumplimiento del mandato de interconexión que
por la red del operador establecido. Por ello, el emita OSIPTEL y, si incumple el referido mandato
operador establecido tratará de prevenirse ofre- se encuentra sujeta a las sanciones correspondientes
ciendo condiciones que son incompatibles con una (que incluso puede ser la revocación de la conce-
efectiva competencia 32. sión). El período de negociación de 60 días calenda-
rio para celebrar acuerdos de interconexión y la
Es claro que la competencia es lucha. Precisamente, facultad del regulador para que, en defecto del
el objetivo de establecer un marco de competencia acuerdo entre empresas, expida el mandato corres-
es que las empresas de telecomunicaciones compi- pondiente, pretenden evitar que la dominante ob-
tan entre sí por atraer a los usuarios mediante el tenga los beneficios que espera y cause perjuicios a
ofrecimiento de mejores prestaciones empresaria- los competidores, y por ende, a los usuarios.
les. Como en cualquier otra actividad económica, es
previsible la existencia de distorsiones -no deseadas Otra hipótesis consiste en que una empresa domi-
y nocivas para el sistema económico en general- nante establezca condiciones de interconexión
como actos de competencia desleal, prácticas discriminatorias entre una empresa y otra -
colusorias y prácticas abusivas. injustificadamente- y ésta discriminación se encuen-
tre contenida en los contratos de interconexión. En
Sin embargo, en el sistema de interconexión se este caso, el regulador -que cuenta con un Registro
encuentran involucrados principios que van más de los Contratos de Interconexión- no podría apro-
allá del sistema-de protección general en materia de bar dichos contratos; sin embargo, y a través de
libre y leal competencia. Al respecto, resulta perti- condiciones discriminatorias no escritas (lo más
nente lo sostenido por David Lewin y Malcom probable) es factible que se configure prácticas

32 LEWIN, David y KEE, Richard. Interconnect. A global guide lo effective te1ecommunications. Loñdres: Ovum,1997. p. 37-38.
33 LEWIN, David y KITCHEN, MaIcolm. Interconnecl: The key lo effectíve competition. Londres: Ovum, 1994. p. 5.

THEMIS38
313
discriminatorias o, que surjan problemas en la cali- sión y la captación de mayores recursos. Por ende,la
dad de servicio, entre otros, que configuren clara- entrega de información relevante al regulador -
mente una práctica abusiva 34 obligación a cargo de las empresas tanto legal como
contractualmente pactada- no tiene otro objetivo
REFLEXIONES FINALES que posibilitar decisiones reguladoras que, precisa-
mente, beneficien a todos los participantes del tráfi-
1. En este documento, hemos pretendido efectuar co económico, a los consumidores, y al sistema
una somera y breve exposición acerca de la interco- económico en general. Deben ser las propias empre-
nexión y de su importancia como factor clave para la - sas las más interesadas y resueltas en cautelar la
competencia en el sector de las telecomunicaciones. adecuada observancia de los principios fundamen-
Nuestra intención es resaltar que la Interconexión es tales que involucra el sistema de interconexión y de
la piedra angular de la competencia, y sin actuación las normas regulatorias en particular.
del Estado en esta materia, no se establecerá un
mercado competitivo de telecomunicaciones. 3. Las empresas deberían negociar con verdadera
voluntad de concretar acuerdos. Ello parte de con-
2. Nos encontramos en un proceso de transición tan sideraciones de: (i) eficiencia económica y (ii) que
fundamental, como fue el proceso de privatización potencialmente, son las empresas quienes se en-
de 1994. En este proceso, se requiere, por un lado, la cuentran en mejor aptitud de llegar a acuerdos que
cooperación de las empresas -establecidas yentran- impliquen un mejor uso de recursos y un mayor
tes- en varios aspectos tales como el cabal conoci- bienestar social. No debe perderse de vista que la
miento de la misión encomendada a las entidades ausencia de acuerdo entre las partes habilita al
reguladoras; misión que no es ajena, ni podría serlo, órgano regulador a intervenir directamente yesta-
a los legítimos intereses empresariales pues, de otro blecer las reglas pertinentes para efecto de la inter-
modo, se desnaturalizaría la promoción de la inver- conexión.

" Sobre este punto, resulta pertinente los sostenido por Miguel Angel López Lozano, en el sentido que "La apertura de los mercados a
la competencia, obliga a compatibilizar la posición de los operadores tradicionales con el interés público que subyace en los servicios de
telecomunicaciones, así como con el deseo de los nuevos operadores de conseguir una cuota de mercado. Estos tienen derecho a acceder
a la red pública en condiciones de igualdad, sin sufrir abusos de posición dominante por parte de la operadora de la red públka. En
consecuencia, un operador dered que goce de una posición dominante no podría impedir a otra parte la prestación de servicios rehusando
la interconexión, y tampoco podría restringir la capacidad de elección de los usuarios de los servidos imponiéndoles cargas injustificadas.
Debe permitirse el uso de 105 recursos del operador dominante en condiciones no discriminatorias, de acuerdo con las reglas de la
competencia.". Cfr. La Liberalización de las Infraestructuras. En: Derecho de las Telecomunicaciones. Coordinador: Javier Cremades.
Madrid: La Ley-Actualidad, 1997. p. 986.

THEMIS38
314
¿SE JUSTIFICAN LAS PATENTES
EN UNA ECONOMÍA LIBRE?

Julio H. Cale

«oo. it seems to me highly desirable that liberals shall


strongly disagree on these topics, the more the better.
What is needed more than anything else is that these
questions of a policy for a competitive order should once
again become live issues which are being discussed
A partir del examen de las patentes de invención, el publicly; and we shall have made an important
autor cuestiona hasta qué punto éstas son compati- if
contribution we succeed in directing interest to them»
bles con los principios de una sociedad libre. De esta F.A. Hayek
manera, bajo el concepto de propiedad privada con-
siderada como aquella que garantiza que los bienes INTRODUCCIÓN
escasos sean usados de la forma más eficiente y
productiva, resulta difícil justificar los derechos de Patentes y copyrights constituyen una forma espe-
propiedad intelectual porque éstos crean una escasez cial de propiedad, «creada» por ley. Tanto las
donde antes no existía, no habiendo contradicción patentes como los copyrights otorgan a sus propieta-
entre las nociones de "patente como propiedad" y rios o beneficiarios el derecho exclusivo de contro-
"patente como monopolio". lar la producción y venta de un determinado pro-
ducto -una obra literaria o artística en el caso del
¿Cuál es entonces la justificación de la existencia de copyright, un invento o proceso productivo en el
este derecho? La respuesta incidirá en el interés caso de las patentes. A menudo estos conceptos se
público, puesto que la concesión de un monopolio a engloban en el concepto más amplio de «propiedad
favor del inventor intenta promover el crecimiento intelectual», pero no son completamente análogos,
y la difusión de la tecnología, estimulando la acti- y no siempre se pueden justificar con los mismos
vidad creativa; sin embargo, el autor se pregunta argumentos. Por otro lado, bajo este rubro de «pro-
porqué otorgar esta protección más allá de la que piedad intelectual» se incluyen también otros con-
otorgan las marcas registradas. ceptos muy distintos, tales como marcas comercia-
les. Lamentablemente, en discusiones recientes so-
La relación existente entre las patentes y el progreso bre estos temas el concepto de «propiedad intelec-
técnico es explicada a partir de su delimitación, tual» se emplea muchas veces en forma genérica,
para llegar a la conclusión de que no todo "progreso obviando distinciones que podrían resultar muy
técnico" actual se debe a la innovación tecnológica - importantes al evaluar la conveniencia de determi-
y no toda innovación tecnológica se debe a las nadas prácticas o instituciones. Por ejemplo, mu-
invenciones pattl1tables. Asimismo, nos dice que es chas personas que aceptarían de buen grado la
posible conocer la magnitud de los efectos que trae- protección de:ma.rcas comerciales como algo perfec-
ría la eliminación de la~ patentes en la producción tameñte legítÍI1}p~ y de vital importancia en una
de inventos. economía capitalista moderna, podrían no obstante

I HA YEK, F. A. b1dividualism and Economic Order. 1948. P. 112.

THEMIS38
315
oponerse a las patentes de invención por constituir ya que es difícil justificar este tipo de derechos de
2
un privilegio monopólico • Para tomar otro ejem- propiedad con los mismos argumentos que se usan
plo, aunque patentes y copyrights pueden tener al- para justificar la propiedad privada sobre bienes
gunos aspectos en común, el hecho es que son en tangibles.
principio conceptos diferentes, y no sería lógica-
mente incoherente que una persona esté a favor de Según la teoría económica de la propiedad (que
los copyriglzts pero en contra de las patentes. En este proviene de David Hume), a la sociedad le conviene
trabajo examinamos con cierto detalle el concepto definir y proteger los derechos de propiedad priva-
de patentes de invención, a fin de investigar sus da porque los bienes son escasos. No tiene objeto
efectos económicos y determinar hasta qué punto delimitar derechos de propiedad sobre bienes cuan-
son compatibles con los principios de una sociedad do éstos existen en abundancia. Por otro lado, cuan-
libre' . do los bienes son escasos y la propiedad es comunal,
éstos no son usados eficientemente. La propiedad
Aunque los aspectos legales del sistema de patentes privada garantiza que los bienes escasos serán usa-
se tienen que evaluar, por supuesto, en términos dos de la forma más eficiente y productiva. Esta
estrictamente jurídicos, es posible, sin embargo, concepción sobre la naturaleza de la propiedad no
evaluar sus consecuencias económicas independien- se interesa mayormente por la justificación de la
temente de las posiciones que podamos adoptar apropiación original (concesión estatal, usurpación,
respecto de su justificación en términos jurídicos o etc.) para garantizar el uso eficiente del bien, lo
morales. Obviamente, como cualquier privilegio importante es que alguien tenga el control del bien.
monopólico, las patentes pueden ser muy valiosas Es difícil justificar los derechos de propiedad inte-
para sus propietarios, aunque esto no es en sí razón lectual bajo este concepto de propiedad, ya que
suficiente para justificar una concesión de ese tipo. éstos no surgen de la escasez de los objetos apropia-
Aquí las preguntas relevantes son: ¿ Qué implicancias dos; más bien, su propósito es crear una escasez, y
tienen las patentes para la eficiencia en la asignación de este modo generar una renta monopólica para los
de recursos, y por qué querría la sociedad conceder tenedores del derecho: aquí la ley no protege la
a algunos de sus miembros privilegios de este tipo? propiedad de un bien escaso, sino que la ley se
¿En qué se beneficia la sociedad con la existencia de establece con el propósito de crear una escasez que
4
patentes? antes no existía • En otras palabras, la «escasez» es
creada por la misma ley (y dicha escasez «artificial»
PATENTES COMO PROPIEDAD es precisamente la fuente de las rentas monopólicas
que confieren valor a dichos derechos). La gran
Aunque el término «propiedad intelectual» es ya de diferencia entre las patentes y los títulos de propie-
uso común en el plano jurídico, enel plano económi- dad sobre bienes tangibles es que estos últimos
co el concepto no deja de ser un tanto problemático, serán escasos incluso aunque no haya derechos de

2 La marca comercial (o «marca registrada») es un signo que distingue los productos de un fabricante de los de otro. La marca se inscribe
en un registro estatal y concede a su propietario el uso exclusivo de la misma. Esto garantiza la procedencia del producto avalado por
la marca, lo cual tiene dos efectos económicos importantes: (1) permite a los consumidores comprar con más certidumbre, ya que los
propietarios de marcas conocidas tendrán incentivos para proteger el valor económico de las mismas manteniendo estándares de calidad
para sus productos; y (2) protege al fabricante de falsificadores que tratan de vender sus propios productos aprovechándose de la buena
reputación de marcas renombradas. Al constituir una usurpación del buen nombre del propietario legítimo de la marca, tales
falsificaciones son castigadas por la ley. La diferencia entre una marCa y una patente es que la marca identifica el origen de una mercancía,
pero no prohibe la fabricación de productos similares (o incluso idénticos), y por tanto no tiene el carácter monopólíco de la patente. (Si
decido fabricar y vender whisky marca «Chivas Regal», estaría violando la ley, pero eso no quiere decir que no puedo fabricar y vender
whisky, siempre que no le ponga una marca registrada que no sea de mi propiedad). La existencia de una patente, en cambio, me impide
producir y vender el artículo patentado.

3 Nos referiremos sólo tangencialmente a la vasta literatura jurídica sobre propiedad intelectual, ya que ésta se ocupa principalmente
de los aspectos estrictamente legales y administrativos de la legislación aplicable (el titular del derecho y el objeto protegidos; límites,
temporalidad y extinción de los derechos; cesión y sucesión de los mismos; protección penal y tipificación de delitos; gestiones y
trámites), así como de la evolución histórica de dicha legislación, su interpretación y adecuación a sucesivas innovaciones tecnológicas,
y los convenios internacionales aplicables. Poco se ocupa del tema que nos interesa investigar aquí, que es precisamente la justificación
de dichas leyes. .

4 Hasta ahora, considero que la formulación más clara de este argumento fue planteada por el economista inglés Arnold Plant, en un

artículo de 1934 titulado The economic theory concerning patents forinventions (SeIected Economic Enssays and Addresses). Londres: Routledge
& Kegan Paul, 1974. p. 35-36. Sobre el pensalPiento económico de Plant, véase COASE, Ronald H. Professor Sir Arnold Plant: his ideas and
injlucllce. En: M.J. Anderson, ed., The unfinished agenda: essays on ¡he poli/ieal economy of government policy 1'1. hollour of Arthur Seldon
(Londres: Institute of Economic Affairs, 1986).

THEMIS38
316
propiedad definidos, mientras que la escasez de las «Una patente cumple cuatro propósitos. Desde el
patentes sólo existe después de definir el derecho de punto de vista moral y social, y quizá (también)
5
propiedad . psicológico, es una recompensa para la habilidad
inventiva extraordinaria. Desde el punto de vista de
Los defensores de patentes y copyríghts a menudo la economía y del Derecho Comercial, es un derecho
tratan de negar que éstas constituyen concesiones de propiedad. Ninguno de estos propósitos -el
monopólicas, y sostienen que el término «monopo- premio al inventor o la creación de un derecho de
6
lio» está mal empleado en este cas0 • Aunque se propiedad- tiene por sí mismo algún efecto econó-
trata en parte de una cuestión meramente semánti- mico restrictivo.
ca, estos intentos de negar el carácter monopólico de
patentes y copyrights parecen un tanto forzados en Pero entonces llegamos a la tercera fase de la paten-
vista del consenso virtualmente unánime de la gran te: desde la perspectiva del Estado, una patente es
mayoría de autoridades y expertos que escriben una concesión de un monopolio a favor del inven-
sobre el tema, tanto en la literatura jurídica como tor basado en el interés público en promover el
económica. No existe, por cierto, ninguna contra- crecimiento y la difusión de tecnología. La conce-
dicción o incompatibilidad entre la noción de «pa- sión monopólica es lo que hace tangible la recom-
tente como propiedad» y la de «patente como mo- pensa del inventor y convierte un derecho de pro-
nopolio». De hecho, como señala Sigmund Timberg, piedad formal en algo real. Es más, la concesión
lo segundo es precisamente lo que da lugar a lo monopólica tiene un evidente impacto económico,
primero. La opinión de Timberg vale la pena de porque el monopolio otorgado por la patente es el
citarse in extenso, ya que es un enunciado particu- derecho de excluir a otros de la fabricación o venta
larmente claro, tanto de la situación legal como de del producto patentado, o de utilizar el proceso
7
los efectos económicos: patentado» .

s Cfr., a este respecto, los siguientes comentarios de F.A. Hayek: «El lento proceso de selección que, a través de sucesivos ensayos de prueba
y error, fue en el pasado estableciendo las actuales normas delimitadoras de los derechos de propiedad ha producido situaciones
verdaderamente peculiares. En efecto, los intelectuales que con tanta insistencia atacan el derecho exclusivo a controlar los recursos
económicos por parte de sus propietarios (que tan imprescindible resulta a la más adecuada gestión del esfuerzo productivo) se convierten
en auténticos entusiastas de cierto tipo de propiedad inmaterial sólo recientemente aparecida: la que ampara los derechos de autor (copyright)
y las patentes. La diferencia entre éste y otro tipos de propiedad es la siguiente: mientras que en el caso de los bienes (materiales) el citado
derecho permite orientar los escasos medios disponibles hacia su más oportuna utilización, en el caso de esos otros bienes inmateriales de
carácter también limitado, como son las obras literarias o los distintos descubrimientos, incide la circunstancia de que, una vez realizados,
puedE'n ser fácilmente reproducidos de forma ilimitada, por lo que sólo a través de alguna disposición legal-arbitrada quizá con la idea de
propiciar la aparición de tales valores inmateriales-- pueden convertirse en escasos, incentivándose así su producción. Ahora bien, no es en
modo alguno evidente que el fomento de dicha escasez artificial sea la manera más efectiva de estimular el correspondiente proceso creativo.
Personalmente, dudo mucho que, de no haber existido los derechos de autos (copyright), hubiera dejado de escribirse ninguna de las grandes
obras literarias, razón por la cual considero que tal tipo de concesiones legales deben quedar limitadas a aquellos casos en los que sufriesen
menoscabo en su publicación obras tan valiosas como las enciclopedias, diccionarios o libros de texto, en la medida en que, una vez editados,
cualquiera pudiera indiscriminadamente proceder a su reproducción. De manera similar, los estudios realizados al efecto no han logrado
demostrar que los derechos de patente favorezcan la aparición de. nuevos descubrimientos. Implican más bien una antieconómica
concentración del esfuerzo investigador en problemas cuya solución es más bien obvia, al tiempo que favorecen que el primero en resolver
los problemas en cuestión, aunque sea por escaso margen, goce durante un largo período de tiempo del monopolio del uso de la
correspondiente receta industrial». HA YEK, F.A. La Fatal Arrogancia. Madrid: Unión Editorial, 1990. p. 75-76.

Ó Por ejemplo, SPECTOR, Horacio. "Patentes de invención y bien social», Derechos Intelectuales, voL 5. Buenos Aires: Editorial Astrea,
1991. p. 129-37; NOVAK, Novak. The jire of ínventíon. Lanham, Maryland: Rowman & Littlefield, 1997. p. 69.

7 TIMBERG, Sigmund . Real effect of the European Common Market ,m anti-trust and patent policy. En: Crawford Shaw, ed., Legal problems in
intcrnational trade and investment. Yate Law School, 1962. p. 72. Cfr., las opiniones de Hayeka este respecto: «Donde más agudamente se plantea
el problema de la prevención del monopolio y la preservación de la competencia es en ciertos otros campos donde el concepto de propiedad
ha sido aplicado sólo en tiempos recientes. Estoy pensando aquÍ enla extensión del concepto de propiedad a derechos y privilegios tales como
patentes de invención, copyrights, marcas comerciales, etc. me parece indudable que en estos campos una aplicación poco crítica del concepto
de propiedad tal como éste se ha desarrollado para bienes materiales ha contribuido enormemente a favorecer el crecimiento del monopolio
y que podrían requerirse aquÍ drásticas reformas si queremos que la competéncia funcione. En el campo de las patentes industriales, en
particular, tendremos que examinar seriamente si la concesión de un privilegio monop6lico es realmente la manera más apropiada y efectiva
de recompensarel tipo de riesgos involucrados en la investigación científica. Las patentes, en particular, son especialmente interesantes desde
nuestro punto de vista porque proporcionan una ilustración muy clara de cómo es necesario en cada instancia no aplicar una fórmula pre-
establecida sino retO!!uar a la justificación del sistema de mercado y decidir en cada caso cuáles deben ser los derechos específicos que el
gobierno debe proteger. Esta es una tarea tanto para economistas como para al:Jogados:_ Qúi.zá no sea una pérdida de su tiempo si ilustro lo
que tengo en mente citando una decisión (judicial) bastante conocida en la qUe-up j~eb.estadtl,!illidense arg¡.¡rnentó que 'en cuanto a la
sugerencia de que los competidores fueron excluidos del uso de la patente respondemos Slue diGha exclusión podría decirse que constituye
la esencia misma del derecho conferido por la patente' yagrega 'así como es el prívilegio decualqíüerprQpietario usar ono usar (su propiedad)
sin ninguna consideración de motivos' (Continental BagCo. V. Eastern Bag Co., 210U.S. 405 (1909). Es ésta última afirmación laque me parece
significativa por la manera en que una extensión mecánica del concepto de propiedad por parte efe los abogados ha contribuido a crear
privilegios perjudiciales e indeseables" . HA YEK, F AFree enterprise and competitive order (1947). En: lndividualismand economic arder. University
of Chicago press, 1948. p. 113-14.

THEMIS38
317
La siguiente cita del economista Robin Boadway que pueda estar implícita en la protección de marcas
refuerza la posición de Timberg en cuanto al carác- registradas? .
ter monopólico de las patentes, y proporciona una
buena explicación de la teoría económica conven- PATENTES E INTERÉS PÚBLICO
cional sobre el tema:
Aunque la literatura sobre patentes a menudo
«Las patentes operan limitando el uso de innovacio- enfatiza los derechos del inventor, si se analiza la
nes o conocimientos obtenidos por medio de inves- legislación relevante se aprecia claramente que ésta
tigación y desarrollo. Esto es ineficiente puesto que, incorpora además -y casi siempre en forma muy
una vez efectuado el nuevo descubrimiento, permi- explícita- una fuerte presunción de que la concesión
tir que otros lo usen no involucra ningún costo de patentes de invención favorece al interés público.
marginal social (... ) Por tanto, debería ser libremente La primera ley formal sobre patentes fue la de
disponible en lugar de ser empleado con exclusivi- Estados Unidos, aprobada en 1790 y basada en una
dad. Sin embargo, si es de uso totalmente libre, esto provisión de la nueva Constitución de 1787, que en
reduciría drásticamente el incentivo para realizar la su enumeración de las facultades del Congreso
investigación para comenzar. Por tanto, se requeri- incluía la de «promover el progreso de la ciencia y
ría un sistema de subsidios. El argumento a favor las artes útiles, asegurando por períodos limitados
del menos eficiente sistema de patentes en lugar de a autores e inventores el derecho exclusivo sobre sus
un sistema de subsidios debe basarse en los costos respectivos escritos y descubrimientos»9.
relativos de implementar los dos esquemas, o en el
hecho de que el sistema de subsidios requiere mu- En vista de esto, no deja de ser interesante el hecho
cho más información que el sistema de patentes. El de que desde un principio no hubo nunca un con-
gobierno necesita saber cuáles firmas debe subsidiar senso real sobre la conveniencia de adoptar un
yen la práctica habrá un alto grado de incertidum- sistema de patentes. En efecto, algunos de los más
bre respecto de cuáles subsidios serán 'productivos' famosos redactores de la Constitución norteameri-
en términos de innovaciones exitosas. Con el siste- cana (entre ellos algunos destacados inventores) se
ma de patentes, el gobierno no asume el riesgo de oponían a la idea, a veces con vehemencia. Entre
fracaso, sino que este riesgo es asumido completa- ellos, podemos citar a Benjamin Franklin y Thomas
mente por la firma innovadora»8. Jefferson 10. El caso de Jefferson es particularmen-
te interesante porque articuló sus ideas al respec-
No se puede negar entonces que la patentes son un to con bastante elocuencia, y en muchos casos se
monopolio legal-de hecho, el carácter monopólico anticipó a varios de los temas centrales que ha-
de las patentes es precisamente lo que les confiere brían de plantearse en debates futuros sobre el
valor económico. La pregunta que cabe plantearse tema. Con relación al pensamiento de Jefferson,
en este punto es si se justifica la creación de tales Meier escribe:
monopolios en una economía de mercado libre.
Nótese que tanto Timberg como Boadway admiten «La nueva Constitución proporcionaba protección
el carácter monopólico de las patentes, aunque no para las invenciones mediante la concesión de una
por eso se opongan necesariamente a ellas, ya que patente monopólica por un número 'limitado' de
ambos parecen coincidir en que éstas cumplen una años. Jefferson tenía nociones firmes pero no in-
«función social» i.e., la de premiar la invención y flexibles sobre este tema. Su pensamiento se basaba
estimular la actividad inventiva que necesita ser en la libertad de las ideas y los peligros inherentes a
premiada y estimulada. Sin embargo, quizá valdría la restricción de su aplicabilidad. En una carta en-
la pena cuestionar este axioma: ¿Por qué debería la viada a James Madison desde Francia en 1788,
sociedad otorgar a la producción y venta de ciertos Jefferson aconsejaba muy encarecidamente la pro-
productos alguna protección especial más allá de la hibición incluso de monopolios limitados (... )

R BOADWA Y, R.W. Publíc sector economícs. Boston: Little, Brown & Co., 1979. p. 120. Cfr., los comentaríos de Hayek citados en la nota
anterior

v Constitución de los Estados Unidos, Artículo 1, Sección 8, párrafo 8.

111 Benjamin Franklin rechazó el ofrecimiento de una patente en su favor por la invención de su famosa estufa: « ••• así como disfrutamos
de muchas ventajas de los inventos de otros, deberíamos con gusto aprovechar la oportunidad de servir a otros mediante cualquier
invención nuestra; y deberíamos hacerlo lib¡;e y generosamente». The autobiography 01 Benjamín Franklin. New York: Washíngton Square
Press, 1970. p. 144. Sobre el pensamiento de Jefferson véase MEIER, H.A. Thomas Jefferson and democratic technology. En: PURSELL, C.W.,
ed., Tecllllo!ogy in America. MIT Press, (1990) p.17.33.

THEMIS 38
318
Una idea central del pensamiento de Jefferson por separado o en combinación, (entonces) po-
era la tesis de que las ideas son universales y que drían quitarnos todos los utensilios de la vida
'deberían difundirse libremente de unos a otros mediante alguna patente'.
por todo el globo, para instrucción moral del
hombre, y el mejoramiento de su condición'. La Jefferson también se oponía firmemente a los inten-
intención de la naturaleza era que las ideas fue- tos de monopolizar los principios que fundamentan
ran 'expandibles en el espacio' como el fuego, y clases de invenciones y disputaba sobre esta base las
tan 'incapaces de ser confinadas o apropiadas pretensiones de Oliver Evans . Advertía que esta
con exclusividad' como el aire respirado por los práctica podría eventualmente significar que cual-
hombres. Es más, una vez publicada, una nueva quiera que utilizara un hacha, un azadón o una pala
idea se convierte en posesión de todos, y el recep- en algún uso nuevo pudiera reclamar la exclusión
tor no puede desposeerse de ella. 'Su peculiar mediante patente del empleo similar de estas herra-
característica', decía Jefferson, 'es que nadie po- mientas esenciales. En efecto, «si una nueva aplica-
see menos de ella por el hecho de que otro la ción de nuestras antiguas máquinas justificara un
posea por completo. Quien recibe una idea de mí monopolio ... dicha ley, en lugar de ampliar nuestras
recibe instrucción sin disminuir la mía, ... '. Por comodidades, como era la intención, las limitaría
consiguiente, para Jefferson la función del go- flagrantemente, y por medio de monopolios nos
bierno debía ser la de diseminar información útil impediría utilizar las cosas que ya tenemos». Un
para los ciudadanos, en lugar de asegurar ganan- herrero de Georgetown, contaba Jefferson, había
cias materiales para los innovadores. La inven- fabricado 16 años atrás un artefacto para triturar
ción, también argumentaba, era más un proceso yeso que, en una forma modificada, ahora era un
acumulativo que el fruto del genio aislado. 'El monopolio de Evans para triturar tusas de maíz.
hecho es que una idea conduce a otra, aquella a
una tercera, y así sucesivamente a lo largo del Meier también señala que, aunque «Jefferson even-
tiempo hasta que alguien que no fue originador tualmente aceptó que el progreso en las ciencias y
de ninguna de estas ideas, las combina todas artes podría incentivarse asegurando por un tiempo
juntas y produce lo que con justicia se describe derechos exclusivos para escritos y descubrimien-
como una nueva invención'. (... ) Especialmente tos originales» ,le preocupaba mucho la duración de
irritantes le resultaban las ambiciosas pretensio- dichos monopolios; en 1807 escribió a Evans que si
nes de Oliver Evans, cuyo genio inventivo venía bien un inventor merece los beneficios de una in-
acoplado con un muy fuerte sentido de propie- vención por un cierto tiempo, «es igualmente cierto
dad intelectual. El molino automatizado de Evans que no debe ser perpetuo: importunar a la sociedad
-capaz de moler, cernir y embolsar harina por con monopolios para cada utensilio existente y en
medio de fuerza hidráulica- era objeto de envi- todos los detalles de la vida, les resultaría más
dia y resentimiento por parte de los molineros en perjudicial que si los supuestos inventores nunca
general. Jefferson había completado su propio hubieran existido; porque el entendimiento natural
molino harinero en 1806 con mejoras como de sus miembros les hubiera sugerido las mismas
elevadores, tolvas y cubetas transportadoras. .
cosas u otras 19ua 1mente b uenas» 11 .
Inmediatamente, recibió una factura por el em-
pleo de estas ideas reclamadas por Evans; y la Aunque las patentes de invención se originaron en
pagó, pero no sin expresar algunos gruñidos Europa, tampoco puede decirse que hubo allí en el
filosóficos: 'Si el hecho de reunir bajo un mismo pasado reciente algún consenso unánime sobre el
techo diversas cosas útiles ya conocidas ... le otor- tema. De hecho, en el siglo XIX hubo un debate muy
ga (a Evans) el uso exclusivo de todas éstas, sea intenso y prolongado, especialmente en el cuarto de

11 MElER, op. cit., p. 28-30. Esta última afirmación de Jefferson no es ninguna exageración, sino que refleja una verdad muy real: el14
de febrero de 1876, la Oficina de Patentes de los Estados Unidos recibió dos comuIÚcaciones describiendo la transmisión y recepción
eléctrica de la voz humana. La primera fue una solicitud de patente por parte de Alexander Graham Bell. La segunda, por Elisha Gray,
fue recibida sólo unas poca horas después. La patente No. 174, 465 fue otorgada áBellla semana de Marzo 7,1876. HOUNSHELL, David
A. Two Pat/¡s to tlll:.l!lepJwne. En: Scientific American, 244, (jan. 1981), p. 156-63.

En vista de las dudas de Jefferson con relación al tema de las patentes, es U1'1~'l;\tO irónico e1.hecho de que, en su calidad de Secretario
de Estado, haya tenido que ser uno de los tres signatarios de la primera patente estadounideJl!;e, emitida el'3-1 de julio de 1790, a favor
de Samuel Hopkins, otorgándole un monopolio por 14 años sobre un método para f<!brícarpQtasa cáustica-.- Los otros dos signatarios
fueron el Presidente George Washington, y el Procurador General Edmund Randolph. Aunque e!¡~a fue la primera patente emitida bajo
la Ley de Patentes de 1790, ya desde antes de la independencia los gobiernos coloniales en Norteaméríca emitían patentes bajo su propia
autoridad. La primera patente emitida en Norteamérica fue otorgada en 1646 por la colonia de Massac,:\usetts a favor de Joseph Jenks.
BRUCHEY, 5tuart. Enterprise: The dynamic economy of afree people. Harvard University Press, 1990. p. 130:

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319
siglo comprendido entre 1850 y 1875, Y en un mo- efecto residual únicamente a un determinado tipo
mento parecía muy probable el triunfo del movi- de innovación tecnológica (inventos patentados)
miento anti-patentes12 • La eventual victoria de la sería como atribuir el efecto de la «educación» úni-
posición pro-patentes en el plano legislativo refleja camente a la enseñanza que se imparte en escuelas
una victoria política, pero no necesariamente una formales (error que también se comete muy a menu-
victoria intelectual. do).

PATENTES Y PROGRESO TÉCNICO Machlup, en su detallado estudio sobre la produc-


ción y distribución del conocimiento, distinguió por
Los modernos defensores del sistema de patentes, lo menos ocho formas de transmisión de conoci-
deslumbrados por los prodigios de la tecnología mientos económicamente útiles por medio de la
moderna, nunca se cansan de subrayar la necesidad «educación»: (1) educación en el hogar, (2) educa-
de estimular el desarrollo tecnológico!3. A menudo ción en la escuela, (3) adiestramiento en el lugar de
se citan en este contexto los famosos estudios pione- trabajo, (4) instrucción en iglesias, (5) adiestramien-
ros de Solow y Denison sobre la importancia del to en las fuerzas armadas, (6) educación a través de
progreso técnico para explicar el crecimiento econó- la televisión, ({) autoeducación, (8) aprendizaje por
mico!'¡. Lo interesante es la manera como se citan la experiencia 5. De éstas, sólo la número (2) consis-
estos estudios (que sin duda fueron muy importan- te en enseñanza formal por medio de instituciones
tes). Estas citas se realizan en forma muy general, y escolares, aunque es la que más atención recibe en
daría la impresión de que los autores que emplean discusiones sobre los efectos económicos de la edu-
este recurso quisieran atribuir la totalidad de dicho cación, posiblemente debido a su mayor visibilidad.
progreso técnico a los inventos patentados. El he- Al evaluar la importancia de la innovación tecnoló-
cho, sin embargo, es que el concepto de «progreso gica, podría darse una análoga distorsión de pers-
técnico» en los estudios del tipo Solow-Denison es pectiva. Como señala Nutter, «... algunos produc-
un concepto muy general que abarca, en principio, tos y procesos sólo pueden ser descubiertos e intro-
cualquier incremento en el uso de insumos o facto- ducidos incurriendo en grandes riesgos y gastos;
res básicos de producción. Esto incluye no sólo el éstos se producirán en volumen sólo si existen pers-
efecto de nuevas tecnologías (no todas las cuales pectivas favorables para premios espectaculares ... ».
representan invenciones patentadas), sino también Sin duda esto es cierto, pero Nutter luego señala
los efectos de economías de escala y las mejoras en que:
la calidad de la fuerza laboral, esto último incluye
mejor educación (Denison trata de separar el efecto «Es fácil formarse una idea exagerada de la prepon-
de la educación), la salud y estado nutricional de la derancia e importancia de tales innovaciones: son
fuerza laboral e incluso cambios en su composición las más publicitadas y a menudo las más llamativas,
demográfica (en la medida en que, por ejemplo, la y generalmente son introducidas por los gigantes
edad promedio de los trabajadores puede reflejar industriales que constantemente atraen nuestra aten-
los niveles de experiencia laboral acumulada). ción. N o hay duda, por otro lado, de que el curso del
progreso hubiera sido muy diferente sin ellas; no
Seria pues un grave error atribuir todo «progreso debemos minimizar su contribución (... ) Probable-
técnico» en el sentido Solow-Denison únicamente a mente no hay ninguna forma satisfactoria de medir
la innovación tecnológica. Pero aún descontando la importancia de la competencia como estímulo
los importantísimos efectos de la educación y otras para la innovación -o para medir la importancia de
mejoras en la calidad de la fuerza laboral, atribuir el alguna innovación específica. Parece inevitable, sin

12 Para una reseña muy detallada de la historia de este debate y la voluminosa literatura inglesa, alemana y francesa que generó, véase
MACHLUP, Fritz y Edith PENROSE. The palent conlroversy in the nineteenth century. En: !oumal of Economic History, lO, (May. 1950) p. 1-
29. Aunque fue publicado hace casi medio siglo, creo que este artículo sigue siendo lectura obligada para cualquier persona seriamente
interesada en el tema de la propiedad intelectual.

13 Véase, por ejemplo, NOVAK, Michael. The jire of inventíon. Op. dt, YBEIER, KarI-Friedrich. La importancia del sistema de patentes
para el progreso técnico, económico y social. En: Derechos Intelectuales, vol. L Buenos Aires: Editorial Astrea, (1986) p. 11-37.

1. Por ejemplo, SPECTOR, Horacio. Patentes de invención y bien social, p. 132; SHERWOOD, Robert M. Propiedad Intelectual y
Desarrollo Económico. Buenos Aires: Editorial Heliasta, 1992. p, 89-90. Las referencias son a los estudios de SOLOW, Robert M. Technícal
change and the aggregate production funetion. En: Review of Economics and Statistics, 39, (1957) p. 312-20; YDENISON, Edward. Why growth
rates difler. Brookings Institutíon, 1867; y Acco:;ntingjor United States econamic growth( 1929·1969. Brookings Institution, 1974.

15 MACHLUP, Fritz. The production and distribution ofknowledge. Princeton University Press, 1962( p.5!.

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320
embargo, que el pensamiento sobre este tema sea marcar los precios en latas, el investigador de mer-
fuertemente influenciado por un sesgo inconsciente cados para la cadena de supermercados que experi-
a favor de los productos espectaculares de la pro- menta y encuentra formas más baratas y eficientes
longada investigación y desarrollo. No obstante, para anunciar los precios de artículos en liquida-
existen pocas razones convincentes para suponer ción, etc.».17
que la complejidad de una innovación, o del proceso
innovador, sea una buena medida de su importan- Incluso la utilidad práctica de los inventos
cia. Podríamos preguntarnos seriamente, por ejem- patentados muchas veces depende de adaptaciones
plo, si hasta hoy la computadora electrónica ha de dichos inventos a usos que no fueron contempla-
resultado más valiosa que el carrito de mano de la dos por los inventores o productores -el ingenio
tienda de auto-servicio. (Hay que señalar que Nutter «inventivo» del usuario es muy importante. Un
escribía estas líneas en 1956). Es más, existe poca ejemplo trivial: los jabones detergentes fueron dise-
justificación para tomar las sumas gastadas en in- ñados expresamente para el lavado de ropa en
vestigación y desarrollo como un índice de activi- lavadoras automáticas, pero en muchos países sub-
dad innovadora. Esta práctica, sin embargo, es muy desarrollados éstos se emplean para lavar platos, un
común y es la base para muchas de las grandes uso muy productivo pero que probablemente no
generalizaciones que se encuentran en la literatura fue contemplado por el inventor original.
, 16"
contemporanea» .
Es razonable suponer, sin duda, que la protección
Los siguientes comentarios de Simon y Neal tam- de patentes incrementa el retorno promedio sobre la
bién son interesantes a este respecto: actividad inventiva dedicada a invenciones
patentables, y por tanto seguramente induce más
«No podemos enfatizar demasiado el hecho de que actividad de este tipol8. Podemos suponer, enton-
'adelanto tecnológico' no significa 'ciencia', y que ces, que la eliminación de dicha protección tendría
los genios científicos sólo constituyen una parte del el efecto de reducir la producción de este tipo de
proceso cognoscitivo. Gran parte del adelanto tec- inventos. Sin embargo, ¿ cuán grande sería la magni-
nológico proviene de personas que no son ni muy tud de esa pérdida? Tenemos que tomar en cuenta
educadas ni bien pagadas -el despachador que diversos factores.
desarrolla una forma ligeramente mejor de desple-
gar los carros en su pequeña flota de taxis, el agente (1) En primer lugar, el progreso técnico, aunque
marítimo que descubre que los basureros pueden podría reducirse, de ninguna manera se frenaría del
ser excelentes contenedores para muchas clases de todo. Esto por el simple hecho de que, como ya se ha
productos, el administrador de supermercado que señalado, no todo «progreso técnico» actual se debe
encuentra una forma de exhibir más mercadería en a la innovación tecnológica propiamente dicha, y no
un espacio determinado, el empleado de supermer- todas las innovaciones tecnológicas se deben a in-
cado que encuentra una forma más rápida para .
venclOnes patentables. 19

,,, NUTTER, G. Warren. Monopoly, biglless, and progress, 1956. En: Political ecollomy and freedom. Indíanapolis: Liberty Press, (1983) p. 81,
83-84.

17 SIMON, J.L. Simon & NEAL, L.D. Populatioll and economic grow/h in the !Oestem lOorld. En: 1. Leveson & J.W. Wheeler, eds., Westem
economics in //'ansi/ion: sfruc/ural change and adjustment policies in industrial counfries. Boulder: Westview Press, 1980. p. 116. (Debo aclarar
que aunque he citado estos pasajes por considerarlos muy perceptivos y relevantes para esta discusión, no sé realmente si el profesor
Nutter estaba a favor o en contra de las patentes, y tampoco conozco la posición de 5ímon y Neal al respecto).

,. Un aspecto adicional que a veces se menciona en este contexto se relaciona, no tanto con la invención per se, sino con los gastos
promociona les y publicitarios que muchas veces se tienen que realizar para la introducción exitosa de un nuevo producto o proceso. Se
argumenta que muchos potenciales innovadores podrían estar renuentes a realizar dichos gastos sin una perspectiva razonable de
recuperarlos, lo que sería dificil si, una vez establecido un mercado para la innovación, productores rivales pudieran lanzar al mercado
imitaciones sin tener que incurrir en los gastos necesarios para infm;mar ¡¡ los compradores sobre las ventajas del producto. Véase, por
ejemplo, KITCH, E.W. The nature and fune/ion of the patent system, en: ¡oumal afLato and Economics, 20, (Oct. 1977) p. 277; Y ROZANSKI,
Félix. La divulgación qptima de productos de alta tecnología y las patentes de invención. En: Derechos Intelectuales, vol. 2. Buenos Aires:
Editorial Astrea, 1981. p. 135-38. Lo que no está claro es si la existencia de estos «~ost~s,efe arranque» justifica alguna protección especial
para el innovador más allá de la protección de marcas registradas. En todofa90<es ~vi~nte que si los derechos de patentes facilitan la
recuperación de dichos costos, entonces necesariamente tenderán a estimula-íla il1]1ovacióñ,.

'9 Ni siquiera es del todo obvio que el sistema de patentes haya sido siempre beneficioso par-a elprogreso técnico, y muchas veces resulta
ser en la práctica un estorbo. En la industria automovilística, Henry Ford no tenía la patente sobre el a~tomóvil y~tuvo que luchar contra
los dueños de la patente, quienes constituían un cartel cerrado y no tenían interés en la producciQ'n masiva de modelos económicos: «En
la época en que fue organizada la Ford Motor Company, la industria automotriz estaba dominada FQr la Association of Licensed
Automobile Manufacturers (ALAM), un selecto grupo de fabricantes de automóviles a gasolina que intentaban monopohzar la

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321
(2) Aunque a priori podemos suponer que la eli- mo, sabemos que había inventores e invenciones
minación de patentes reduciría la producción del mucho antes de que existieran leyes de paten-
21
tipo de inventos que ahora son patentables, no tes.
podemos por otro lado saber cuán significativo
20
sería el efect0 . Es muy poco probable, en todo N o se pretende con estas reflexiones minimizar
caso, que desaparezca del todo la actividad in- los beneficios reportados por tanto invento
ventiva incluso en áreas actualmente patentables. patentado durante el último siglo y medio.
Si el incentivo de la patente fuera siempre el Pero es un enorme paso concluir de ello que sin
factor decisivo, entonces nunca observaríamos leyes de patentes no habría habido progreso
innovaciones en campos no-patentables -y, sin técnico o innovación tecnológica de ningún
embargo, todo el tiempo se producen innovacio- tipo. Eso sería una exageración completa-
nes no-patentables. El campo de la investigación mente injustificada. Volvemos entonces, a la
científica es otro buen ejemplo: los descubrimien- pregunta planteada en el título de este trabajo:
tos científicos no son patentables, pero esta es ¿Se justifican las patentes en una economía
una actividad que no cesa de florecer. Por últi- libre?

fabricación de automóviles en los Estados Unidos mediante el control de una patente (... ) otorgada en 1895 a favor de George B. Selden,
un abogado de Nueva York especializado en patentes. Los miembros de ALAM (... ) estaban mayormente interesados en obtener
elevadas ganancias por unidad mediante la producción de carros de alto precio para un mercado limitado. ALAM trataba de fijar
cuotas de producción e impedir el ingreso de nuevas firmas en la industria. A Henry Ford se le negó una licencia (... ) bajo la patente
de Selden sobre la base de que no había demostrado su competencia, y cuando Ford persistió en producir carros, la ALAM
inmediatamente le planteó una demanda legal por violación de la patente de Selden. El pleito al final fue decidido a favor de Ford
en 1911 y la ALAM se desintegró». FLINK, James K. Henry Ford and the triumph of/he automobílc. En: Pursell, ed., Teclmology in America,
p. 181-82. Para citar otro ejemplo, el historiador Stuard Bruchey anota lo siguiente con relación al caso de la desmotadora de algodón:
"Pocos inventos han sido tan obviamente frutos de la necesidad económica como en este caso (... ) (EH) Whitney no era el único
norteamericano tratando de resolver este problema. Su desmotadora era un artefacto muy simple -tan simple como para dar crédito
a la creencia de que alguna otra persona lo habría desarrollado si Whitney no lo hubiera hecho- (... ) Antes de su invención, un buen
empleado se tardaba un día en limpiar una libra de algodón. La desmotadora le permitió incrementar su producción por un factor
de 50. Puesto que era fácilmente imitable -especialmente después de que ladrones entraron al cobertizo donde Whitney guardada
su modelo y robaron la máquina- pronto aparecieron varios modelos en el Sur, con el resultado de que Whitney y su socio, Phineas
Miller, se vieron envueltos en una maraña de estériles litigios legales. Si ellos hubiesen logrado asegurar su patente y los precios
monopólicos que esto habría permitido, la difusión del cultivo del algodón sin duda se hubiera atrasado. Puesto que no pudieron
hacerlo, la desmotadora dealgodónfue asequible a un precio competitivo» (Enterpríse ... , p. 228-30). A este respecto, son especialmente
problemáticas las patentes exageradamente amplías, que muchas veces constituyen un freno para la investigación posterior en un
campo determinado. Un ejemplo reciente (también relacionado con el cultivo del algodón) se ha dado en el campo de la
«biotecnología»: «En octubre de 1992, la Oficina de Patentes de Estados Unidos sorprendió a la comunidad de biotecnologia agrícola
al otorgar a una sola empresa, Agracetus Inc. de Middleton, Wisconsin, una patente para derechos sobre toda forma de ingeniería
°
genética en algodón -no importa cuáles técnicas genes sean usados para crearlas. 'Es como si el inventor de la línea de ensamblaje
hubiese obtenido derechos de propiedad sobre todos los bienes producidos en masa, desde automóviles hasta lavadoras de ropa', dice
Jerry Caulder, ejecutivo de Mycogen Corp. de San Diego" (STONE, Rip-tard. InteUectual property: sweeping patents pul bio/ech companies
011 ¡he warpatlz. En: Science, 268, 5 May, (1995) p. 659. Por último, cabe mencionar que muchas veces la innovación tecnológica es
estimulada precisamente cuando las patentes son poro efectivas. Este fue el caso de la firma Eastman Kodak, que decidió adoptar
su conocida política de investigación permanente e «innovación continua» precisamente como una forma de mantener su liderazgo
competitivo ante la imposibilidad práctica de enforzar todas sus patentes (JENKINS, Reese V. George Eastman and the coming of
industrial research in Ameríca. En: Pursell, op. cit., p.134-36). Presumiblemente, en caso de que hubiesen logrado enforzar efectivamente
sus patentes, probablemente hubieran dedicado menos recursos para la investigación y desarrollo de nuevos productos, y el
desarrollo tecnológico en esta industria hubiera sido menos rápido.

(Por si alguien está interesado en el dato, la patente otorgada a Agracetus es la No. 5'159,135. esto significa que entre 1876 y 1992 se han
emitido en Estados Unidos cerca de 5 millones de patentes, un promedio de aproximadamente43,000 patentes por año. En los primeros
86 años del sistema de patentes en ese país, el promedio fue alrededor de 2,000 patentes por año). .

211 Un aspecto del problema que no siempre recibe suficiente consideración es que lá existencia de patentes podría distorsionar los
incentivos, desviando la actividad inventiva hacía productos más fácilmente "patentables». Nuevamente, hay que tomar en cuenta que
no todos los descubrimientos e innovaciones son patentables (aún cuando pueden ser altamente beneficiosos). Milton Friedman hace
un comentario muy interesante a este respecto. Luego de pronunciarse a favor de las patentes, agrega: «Al mismo tiempo, hay costos
involucrados. Por una parte, hay muchas 'invenciones' que no son patentables. El 'inventor' del supermercado, por ejemplo, produjo
grandes beneficios para su prójimo y por los cuales no pudo cobrar. En la medida en que el mismo tipo de habilidad se requiere para
ambos tipos de inventos, la existencia de patentes tiende a desviar la actividad hacía inventos patentables». Capitalism and Freedom.
University of Chícago Press, 1962. p. 127. La pregunta de los 64 dólares: ¿Habría realmente menos inventos si no existieran patentes,
(l simplemente habría diferentes tipos de inventos?

21 Podríamos también plantear la pregunta al revés: ¿Sería razonable suponer que se pOdría incrementar significativamente el ritmo de
invención técnica ampliando la duración d.e las patentes actuales? ¿Valdría la pena hacerlo? Si no, entonces ¿existe alguna razón para
suponer que la duración actual de las patentes (entre 16 y 20 años en la mayoría de los países) coincide pre9samente con la duración
«óptima»?

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LIBERALISMO Y POLÍTICA NACIONAL
DE POBLACIÓN: A PROPÓSITO
DE UN DESPROPÓSITO*

Gonzalo Zegarra Mulanovich" •••

«Plles de resultas
del dolor, hay algunos
que nacen, otros crecen, otros mueren
y otros que nacen y no mueren, otros
que sin haber nacido mueren, y otros
que no nacen ni mueren (son los más)>>
César Vallejo

INTRODUCCIÓN
Sin lugar a dudas, uno de los mitos más arraigados
dentro del pensamiento moderno y también, por ende, Este trabajo busca contrastar las premisas y presu-
en ese conjunto de ideas denominado posmodernidad, puestos del liberalismo con los principios rectores
es el referido a la planificación poblacional. En efecto,
se ha convertido en un lugar común para los políticos de las políticas demográficas desarrolladas por la
e intelectuales el proponer diversas medidas con el mayoría de los estados modernos, en particular con
objetivo de frenar un -supuestamente- perjudicial in- la «Política Nacional de Población» que desarrolla el
cremento de la población; incluso los representantes Estado peruano por mandato del artículo sexto de
más destacados de los círculos antinatalistas llegan a nuestra Constitución.
sostener que la intervención del Estado en el ámbito de
la natalidad resulta necesaria y urgente. Es así que Este ensayo no busca denunciar una contradicción
surgen las políticas nacionales de población, como
manifestaciones de la intromisión estatal en un aspec- jurídica, es decir, no se plantea que la Política Nacio-
to que debiera estar reservado a la libérrima decisión nal de Población sea inconstitucional o ilegal -al
de los participantes: la procreación. menos en los términos que se declaran en las normas
positivas sobre la materia- sino que se trata de hacer
Dentro del marco conceptual de la ideología liberal, el hincapié en la antinomia que se produce al interior
autor del presente artículo demuestra la incongruen- del texto constitucional, que por un lado consagra
cia de la política de población dentro de un Estado que los ideales del liberalismo (expresados en los dere-
se proclama liberal y democrático. Para ello, cuestio-
na los fundamentos de la idea malthusiana -origen de chos y libertades fundamentales) y por el otro lado
las políticas poblacionales-, que sostiene que el incre- ordena al Estado la intervención en el ámbito emi-
mento del número de personas trae como lógica conse- nentemente privado de la intimidad del individuo
cuencia el incremento de la pobreza. (el ámbito de la procreación).

• A Teresa y Juan, mis padres, por su inquebrantable ejemplo de vida .

•• Agradezco los comentarios, sugerencias y orientación bibliográfica prestados por lós doctores Enrique Ghersí y Luis Bacigalupo. Las
opiniones y errores contenidos en este ensayo, desde luego, son exclusivamente imputables al a.utor .

••• Bachiller en Derecho. Jefe de Prácticas de Metodologfa de la Investigación. Ex-Miembro del Comité Directivo, THEMIS-Revista de
Derecho

THEMIS38
325
Como se sabe, pues, la Constitución como docu- rigor- aglutinar bajo el calificativo de «postmo-
mento fundamental del Estado y de la convivencia dernas»].
social, no debería admitir antinomias. Más que una
propuesta de modificación legislativa o constitucio- Tales corrientes sólo pueden traer como consecuen-
nal, este trabajo pretende ser una constatación de cia que el conocimiento humano esté inexorable-
una contradicción ideológica, que por cierto conlle- mente condenado al relativismo, en vista de que los
va concretas implicancia s prácticas. hombres no pueden sustraerse a su tiempo ni a su
cultura. Siendo los tiempos y las culturas posibles,
Acaso el mayor valor de este ensayo, y lo que sin infinitos, sin que pueda considerarse objetivamente
duda ha constituido la más grande motivación para o a priori a ningún tiempo mejor que otro y a ninguna
emprenderlo, es su carácter decididamente cultura superior a las demás, el resultado intelectual
interdisciplinario. Planteado originalmente como de cualquiera de ellos es igualmente válido, aunque
una aproximación filosófica al derrotero histórico se contrapongan entre sí. De acuerdo con esta pos-
descrito por las ideas liberales, en él confluyen tura nadie se acerca más a la verdad que otro (aun-
consideraciones filosóficas, políticas, jurídicas, eco- que así lo sienta) y por tanto, conceptos tales como
nómicas e históricas. el racionalismo, la lógica, la verdad y el conocimien-
to son puramente continentes y carentes de todo
Tener en cuenta todos estos factores ha de ser, a contenido intrínseco, pues se les puede dotar even-
nuestro entender, la manera más acertada de abor- tualmente de cualquier significado culturalmente
dar el problema. condicionado.

Los círculos de opinión académica, ideológica o po-


1. MARCO CONCEPTUAL: NEGACIÓN lítica que aceptan y asumen este tipo de planteamien-
DEL ESCEPTICISMO-RELATIVISMO tos, creen estar libres de todo dogmatismo y se sien-
ten insuflados de la superioridad que
El tono categórico en que está planteado el título pretendidamente supone haber desterrado todo pre-
de este artículo resulta un augurio del entorno supuesto asumido a priori. Usando estos argumentos
hostil en que se desenvolverá intelectualmente, como arma y utilizando la crítica indiscriminada
toda vez que no sólo propugna una tesis contraria como método, los postmodernos (con o sin ese nom-
a la predominante en materia de población, sino bre) han cuestionado todo lo que les ha sido posible
que pretende ser una aproximación a la verdad cuestionar sobre la base de que cualquier consenso
que constituye un presupuesto de las corrientes está sustentado en presupuestos arbitrarios cuya
liberales modernas. Participa en consecuencia, del validez no tiene por qué ser mayor a la de su antítesis.
paradigma epistemológico que ha sido cuestio- Pretendiendo lograr asepcia dogmática y liberación
nado por diversas corrientes filosóficas actual- intelectual, lo único que logran es convertir el escep-
mente de moda y que podemos -sin pretensión de ticismo en dogma y generar caos temporales en los

Según Fernando DE TRAZEGNIES en su opúsculo Postmodernidad y Pl,uralismo Jurídico, Arequipa: UNSA, 1993, mientras que lo
moderno puede ser definido como «el pensamiento que surge de la filosofía de la Ilustración y que, (oo.) consiste en una primacía de la
razón y, consecuentemente, una exaltación de la subjetividad individual» (p. 12) lo postmoderno es «un escepticismo frente a todo
aquello que presuma de valor universal (.oo) una desconfianza frente a la razón misma, en tanto que instrumento de homogeneización
y de universalización» (p.22). Por otra parte, «La posición postmodernista extrema es una suerte de anarquismo intelectual que condena
todo sistema, reivindica indiscriminadamente los particularismos, dignifica a priori lo irracional y se refugia muchas veces en un
relativismo: todo es bueno, en principio; no hay criterios universales de bien ni de gusto estético ni de coherencia» (p.24). Resulta obvio
que el planteamiento postmoderno, tanto en su versión moderada corno en su versión radical es incompatible con el liberalismo cuya
conveniencia este trabajo asume corno premisa, pues la homogeneidad y universalidad de una libertad iguál para todos los individuos
colisiona con las reivindicaciones culturales del«pluralismo» entendido en los términos de los postmodernos. Ahora bien, resulta obvio
que el «pluralismo» es un producto de la modernidad; vale decir, del paradigma de la libertad, en contraposición con los totalitarismos
previos. Por otra parte, la postmodernidad privilegia una libertad cultural, vale decir, colectiva, comunitaria o comunal, mientras que
el liberalismo cree en una libertad radicalmente «individual». El postmodernismo toma del socialismo la visión del colectivo y del
liberalismo la idea de libertad, pero rechaza de ambos la vocación universalizante, que se deriva de la igualdad que, en mayor o menor
medida, o desde distintas perspectivas, asumen tanto el socialismo como el liberalismo. En efecto, el postmodernismo reivindica la
diversidad pero no individual (como el liberalismo) sino colectiva. De lo anterior se desprende que el liberalismo pretende conciliar
diversidad individual e igualdad (frente a la ley) lo cual presenta agudos problemas teóricos que, aparentemente, constituirían el
elemento medular de lo que sus críticos conocen corno «crisis del liberalismo». La conciliacion entre igualdad, si se entiende como un
mínimo (igualdad ante la ley), y la diversidad derivada de la libertad individual, es a nuestro entender posible. Por lo demás, el
relativismo torna en inútil todo esfuerzo por entender la dinámica de la econornia humana. En consecuencia reivindicamos en este
ensayo los presupuestos intelectuales de la modernidad. Para una certera crítica al postmodernismo, aunque desde la perspectiva de
un filósofo analítico marxista, que no~por ello deja de tener razón cuando califica a los principios postmodernos corno absurdos, o en
el mejor de los casos, banales, consultar OOY'LE, James. ¿Por qué me aburre tanto el postmodernismo? En: Areté. Revista de Filosofía,
Vol. VIII, N" 1, 1996 p. 119-135.

THEMIS38
326
diversos campos del conocimiento, caos que sin em- adscritos al «political correctness» y los alumnos de la
bargo son rápidamente sustituidos por la asunción Escuela de Chicago; todos ellos se consideran libe-
de nuevos presupuestos o mitos acaso tan o más rales. Cierto es que hay una clara diferencia geográ-
arbitrarios que los antiguos, sobre todo por el hecho fica en el significado que se le otorga a la palabra:
de que tienen un origen verdaderamente reacciona- mientras que en los Estados Unidos los «liberals» son
rio, vale decir, de reacción contra su precedente, y los progresistas y los «libertarians» los seguidores de
porque en gran parte su única razón de ser es la la ortodoxia económica, en Europa y el resto del
2
negación de lo anterior. mundo liberales son los seguidores rigurosos de
Adam Smith.
Aunque no pretendemos sustraemos de nuestro tiem-
po y nuestra cultura (que, por lo demás, nos son en En Latinoamérica los libertarios han sido bautiza-
este caso adversos puesto que no coincidimos con la dos como «neoliberales», palabra que encierra cier-
opinión mayoritaria en materia de población, y acaso to matiz despectivo al sugerir la adhesión a una
tampoco en materia de libertad política) sí pensamos doctrina decimonónica y caduca. Sin embargo, el
que las limitaciones que ellos nos imponen no nos hecho de que a principios y mediados del presente
impiden cierto nivel de acercamiento a una verdad siglo el liberalismo haya decaído frente al auge de
que no cambia porque cambien las modas. En tal los totalitarismos fascistas y socialistas, ciertamente
sentido, cuando este ensayo propugna una tesis que no supone que haya caducado en algún momento,
cuestiona una serie de difundidos lugares comunes sino simplemente que en aquella épocano estuvo de
mayoritariamente aceptados intenta también ser una moda. Por ello, los liberales de nuestro tiempo no
negación del escepticismo postmoderno y del han revivido una ideología muerta; el liberalismo
relativismo que él implica, puesto que ellos condu- ha seguido una línea de desarrollo continua, que
cen a la inutilidad de toda propuesta (ya que para determina que hablar de «neoliberalismo», sea en
desbaratarla bastaría con argüir la falsedad o arbitra- realidad una falta de rigor.
riedad de sus presupuestos, cualesquiera que sean
estos), lo cual sólo demuestra que llevar la crítica al En este ensayo se utilizará el concepto clásico
status de paradigma y el relativismo a la categoría de europeo de liberalismo; vale decir, aquél que no se
dogma toma automáticamente en imposible (o lo vincula con el progresismo y las posturas que la
que es peor, en inútil) todo ejercicio intelectual. intelectualidad norteamericana denomina «polí-
ticamente correctas» sino con la ortodoxia de la
Este ensayo no pretende haber encontrado «la ver- ideología liberal, tanto en materia política como
dad», pero sí parte de reconocer la necesidad de su económica; en consecuencia, para nosotros, libe-
búsqueda. Dicha búsqueda es la única cosa que rales son los seguidores de la democracia política
puede dar sentido a toda investigación, pues ésta ha y de la economía libre de intervencionismos esta-
de estar encaminada a lograr la certeza que otorga el tales.
sentirse apoyado por la verdad, y no sólo por las
palabras. Ahora bien, no debemos pasar por alto que la simi-
litud de nombres para significar posturas muchas
11. EL LIBERALISMO veces antagónicas responde probablemente a un
elemento esencial en común: la exaltación de la
Un primer problema que debemos superar es la libertad humana. Sin embargo, mientras que los
relativa incertidumbre que podría presentarse en liberales auténticos resaltan esta libertad del indivi-
tomo al tema de qué debemos entender por «libera- duo frente a quien realmente puede vulnerarla; vale
lismo». Al parecer, el término podría resultar un decir, el poder a través de los aparatos estatales, los
poco ambiguo, puesto que diversas corrientes -algu- «liberales» progresistas o «políticamente correctos»
nas de ellas contradictorias entre sí- reclaman el uso lo hacen frente a peligros inexistentes o, en el mejor
del término para autodefinirse como «liberales».3 de los casos, frente a posiciones relativamente
inocuas para la libertad cabalmente entendida, como
Tanto los seguidores del partido demócrata norte- pueden ser los prejuicios sociales, la moral, la des-
americano como las denominadas «derechas» de igualdad material, las sociedades conservadoras, la
muchos países de Latinoamérica, pasando por los religión, etc.

: Particularmente reaccionario es el discurso ecológico, cuya influencia en los ideales postmodernos es innegable, y que ha contribuido
de manera tan contundente al desarrollo de las críticas al paradigma moderno del progreso, del ~ual participa el liberalismo.

J Lo cual no resulta tan sorprendente, a la luz del hecho indiscutible de queel desarrollo de la cultura oecjdental en la era moderna se
sustenta -más allá de cualquier ideología- en los principios liberales derivados del racionalismo.

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327
Sin embargo, aún al interior del liberalismo orto- iii) La escuela de <<los Derechos de Propiedad»: Es-
doxo se puede apreciar tendencias evidentemente tudia la racionalidad económica, los costos y
contrapuestas; en la mayoría de los casos ellas tie- beneficios de las instituciones jurídicas y econó-
nen que ver con el grado de intervención estatal que micas como la información, los contratos, la
resulta tolerable en una sociedad liberal. Un claro empresa etc., buscando su racionalidad. Ronald
ejemplo de estas divergencias, se encuentra en el Coase, Douglas North y Robert Vogel pertene-
tema poblacional. Verdaderos liberales ortodoxos cen a esta escuela.
difieren en relación a si el control de la natalidad
conviene a la economía o si es compatible con la iv) La escuela «monetarista»: Estudia, como su nom-
verdadera libertad. Ello demuestra que, aún si nos bre lo indica, la economía a la luz de sus
circunscribimos a una ideología concreta, no existe implicancias monetarias. El más célebre
5
acuerdo acerca de la esencia de los problemas que monetarista es Milton Friedman.
subyacen a la cuestión poblacional.
v) La escuela «anarco capitalista»: Propugna la ra-
Por ello, debemos en primer lugar arribar a una dical privatización de todos los bienes en el
definición elemental, esencial y certera delliberalis- mercado y de las funciones del Estado. Sus re-
mo, que consideramos como la ideología más apro- presentantes más conocidos (aunque ninguno
piada, para confrontar sus más elementales compo- ha obtenido el Premio Nobel) son Vera Smith y
nentes con los presupuestos de las políticas demo- David Friedman (hijo de Milton Friedman).
gráficas.
Pues bien, luego de este breve recuento, resultaría
2.1. ¿De qué liberalismo hablamos? difícil pretender que el Estado Peruano se rige (o se
rija) por alguna de estas versiones del liberalismo.
Sin embargo, parece haber cierto consenso en torno
Como ya se señaló anteriormente, el liberalismo a
a la premisa de que nuestro Estado se funda, al
que nos referimos en este trabajo es el liberalismo
menos declaradamente, en principios liberales,
ortodoxo, conocido como «libertarismo» en EE.UU.
como se verá más adelante. Pero, por ejemplo, la
y como «neo liberalismo» en América Latina. Ahora
incoherencia entre una Política de Población y la
bien, dicho liberalismo admite a su vez diversas
escuela «anarco capitalista» es más que obvia, y no
variantes, modalidades o corrientes; pues como ha
requiere mayor análisis, porque esta forma radical
quedado dicho, no existe un absoluto consenso al
de liberalismo rechaza, en general, la actividad
interior del liberalismo acerca de todos los temas
pública del Estado. Sin embargo, no se requiere ser
posibles.
un anarco capitalista para afirmar la futilidad de
las políticas demográficas, así como su incoheren-
Enrique Ghersi reconoce la existencia de al menos cia, ya no frente a las escuelas actuales sino con los
4
cinco escuelas actuales en el mundo libera1 : principios generales sobre los que se asienta el
liberalismo.
i) La escuela del «Capital Humano»: Afirma el
valor de las personas en sí mismas; esto es, en Pero no hemos respondido, hasta el momento, cuál
conocimiento, habilidades, tiempo y técnica. De- es el contenido del concepto «liberalismo», tan sólo
rivado de la anterior, concluye que la sociedad hemos mencionado las principales escuelas libera-
no sólo es un mercado en sentido monetario, les. Sin embargo, ello nos permitirá descubrir lo que
sino que la política, las relaciones humanas y la todas ellas comparten, lo que tienen en común todas
cultura son también un mercado. Sus más desta- ellas y lo que por consiguiente debería considerarse
cados representantes son Theodore Schultz y la esencia del liberalismo.
Gary Becker.
Según Ghersi;
ii) La escuela del «Public Choice»: Estudia la política «El liberalismo es una corriente de pensamiento que
con las categorías con que se estudian los merca- se fundamenta en la teoría subjetiva del valor, en
dos en materia económica. Su principal expo- materia económica, y el concepto de libertad nega-
nente es James Buchanan. tiva en materia política».6

GHERSI, Enrique. Orígenes del Liberalismo (Boletín), Lima: Instituto del Ciudadarto: Ab..ril, 1995. p 10-11.

Todos los representantes de las cuatro primeras escuelas que se han mencionado son ganadores del Premio Nobel de Economía.

GHERSl, op. cit., p. 5.

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328
La teoría subjetiva del valor define el valor de las Rawls ciertamente no es un libertario, sino un liberal
cosas como el resultado de las preferencias indivi- «progresista»; la distinción entre liberalismo político
duales de los agentes económicos conjugados con la y económico satisface más bien las expectativas de los
7
escasez relativa de los productos ; vale decir, como el intelectuales «políticamente correctos».lO
resultado de la oferta y la demanda. La libertad
negativa, concepto desarrollado por Isaiah Berlin, En un documento reciente, el Profesor Luis E.
8
consiste en la ausencia de coacción a los individuos. Bacigalupo ha propuesto que el liberalismo político
y el liberalismo económico obedecen, a partir de un
Ahora bien, sin perjuicio de profundizar posterior- determinado momento (que puede identificarse con
mente en las implicancias de los elementos esencia- la irrupción del utilitarismo de Bentham en el ~ensa­
les anteriormente enunciados, su sola mención miento económico) a tradiciones diferentes.! Sin
copulativa nos enfrenta a la disyuntiva de si resulta embargo, no compartimos esta propuesta, al menos
lícito, o en todo caso válido o coherente, disgregar el en este extremo, puesto que, como afirma Hayek la
liberalismo político del liberalismo económico. Esta transformación gradual de un sistema jerárquico
cuestión resulta fundamental para el presente tra- rígidamente organizado a un sistema donde los hom-
bajo, toda vez que muchos de los fundamentos de bres tienen la oportunidad de escoger entre distintas
las políticas demográficas pretenden tener un sus- formas de vida está estrechamente vinculada con el
tento económico. desarrollo del comercio; la elaboración de un argu-
mento coherente en favor de la libertad económica
Como resulta evidente, las cinco escuelas liberales fue el resultado de un desarrollo libre de la actividad
actuales a que se ha hecho referencia están económica que fue el complemento imprevisto y
indesligablemente vinculadas a la disciplina econó- espontáneo de la libertad política.!2
mica. Sin embargo, creemos que sus fundamentos
más esenciales no pueden prescindir de la libertad Por tanto, pues, en el liberalismo ortodoxo, a nuestro
entendida políticamente. entender, no cabe tal distinción, puesto que la liber-
tad económica y la libertad política son lo mismo.
Sin embargo, la propuesta para discriminar el libera-
lismo económico del liberalismo político ha sido de- En efecto, la libertad política y la libertad económica
sarrollada con cierto éxito. Así por ejemplo, el filósofo son dos caras de la misma moneda, donde la única
norteamericano John Rawls, cuando habla de libera- moneda de la que estamos hablando es la libertad. Tal
lismo político negando que ellibertarismo -nombre libertad se sustenta en uno de los presupuestos del
con el que los norteamericanos llaman al liberalismo liberalismo, que es la individualidad. Ya sea que se
ortodoxo- desempeñe algún papel en su estructura, exprese en materia política o económica,la libertad es
lo que hace en buena cuenta es negar los fundamentos siempre la misma, porque es ejercida por individuos
económicos de dicha corriente, afirmando que en el soberanos, racionales, diferentes entre sí; únicos.
«liberalismo político» que él propugna, la justicia
encaminada a salvar las desigualdades resulta pre- El individualismo es una premisa del liberalismo, e
13
ponderante y no puede ser conciliada con el utilitaris- incluso de la cultura occidental. Sin embargo,
mo económico: De lo anterior se desprende que como sostiene Hayek, el individualismo no debe

Ahora bien, conviene anotar que este subjetivismo no debe confundirse con un escepticismo epistemológico; vale decir, la teoría
subjetiva del valor no niega la posibilidad de conocer el objeto tal como es, simplemente admite que -para efectos de su intercambio- cada
sujeto lo valora de una manera distinta porque cada uno lo necesita en mayor o menor medida, o le puede dar una distinta utilidad. Se
trata de una valoración que responde a una racionalidad práctica, o pragmática, y que no se refiere a los bienes como objeto del
conocimiento.

Ibíd, loc. cit.

RA WLS, John. Liberalismo político. Ciudad de México: Fondo de Cultura Económica, 1993. p. 247 Y ss.

Hl Más grave aún resulta el hecho de que esta distinción entre libertades (y liberalismos) en materia política y económica permite

justificar ideológicamepte las incoherencias de las dictaduras que propugnan una economía libre sin libertades políticas y cívíles.
'~:'lo ~

11 BACIGALUPO, {tris E. El Principio Mateo. Los orígenes medievales del LjperalisÚ;¡o-flQlítico. Borrador. Propuesta del profesor para
el Seminario de Filosofía Medieval, PUCP, 1998-1. p. 5 Y s s . . . . - - "' ,"

12 HA YEK, Friedrich A. The Road lo Serfdom. Chicago y Londres: The University of Chícag;~r,ess/1972. p. 14-15.
13 HA YEK, op. cit., página 13. Hayek afirma que la civilización occidental se ha desarrollado sobre las instituciónes fundadas por la
cristiandad y los griegos y latinos, incluyendo el individualismo básico que nos ha sido legado por Erasmp y Montaigne, por Cicerón
y Tácito, por Pericles y Tuddides.

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329
confundirse con el egoísmo o el egocentrismo.!4 El planteamiento de las premisas liberales con la cohe-
individualismo liberal al que se refiere Hayek, y en el rencia suficiente para fundar una ideología; sin
cual se sustenta el liberalismo, contiene elementos embargo, sería ingenuo, e incluso ocioso, pretender
del cristianismo y la filosofía clásica, pero fue desa- que se trata de una «creación heroica», absoluta-
rrollado completamente recién en el Renacimiento mente original. Debemos, por el contrario, recono-
hasta convertirse en lo que hoy conocemos como cer que es el resultado del desarrollo y decantamiento
civilización occidental y consiste en el respeto en el de ideas y fenómenos históricos (políticos, sociales,
individuo como ser humano o persona, en el recono- económicos) sobrevenidos a lo largo del devenir de
cimiento de sus propias perspectivas y preferencias la cultura occidental.!?
como supremas en su propio ámbito.!5 Para Hayek,
la filosofía del individualismo se basa en las limita- Como acertadamente sostiene Chafuén:
ciones del hombre, entendido como individuo, que
al no poder satisfacer las necesidades de la humani- «La riqueza de las naciones de Adam Smith, por
dad, tiene que priorizar sus esfuerzos, yen la medida ejemplo, lleva la marca de numerosas obras anterio-
que no es capaz de prever certeramente las conve- res, y éstas a su vez fueron influidas por trabajos más
niencias de toda la sociedad, pero sí las suyas, tende- antiguos aún. El camino por el cual las ideas influyen
rá naturalmente a procurar lograr su propio benefi- en los pensamientos y las acciones posteriores no es
cio, antes que el ajeno. Se trata, según el autor, de una siempre bien señalizado. El análisis se facilita cuando
simple constatación, y no de la asunción de que la un autor cita a otro y reconoce su deuda. Pero ocurre
naturaleza del hombre es egoísta.!6 a menudo que la gente adopta las ideas de autores
para ellos desconocidos. Allí donde sólo encontra-
De esta premisa, pues, se deriva el elemento esencial mos gran similitud entre los juicios de dos diferentes
del liberalismo político, que es la libertad negativa autores podemos concluir que uno pudo haber pro-
entendida como la falta de coacción, donde la coac- ducido un efecto en el otro».!8
ción resulta espuria, ilegítima, inmoral. Igualmente,
de esta soberanía del individuo para decidir sobre Para Ghersi, la historia del liberalismo puede
sus intereses fluye la teoría subjetiva del valor, que rastrearse desde sus ramificaciones actuales, el libe-
le reconoce el derecho de comprar o de vender ralismo anglosajón y el continental europeo, a tra-
bienes al precio que le parezca, con exclusión de vés de un tronco común (el «liberalismo flamenco»)
toda idea de «valor intrinseco» de las cosas. /
h asta sus ongenes me d·leva1es. !9

2.2. El origen de las premisas liberales Ghersi destaca que las primeras formulaciones de la
teoría subjetiva del valor y de la libertad negativa
Parece haber cierto consenso en tomo al hecho de fueron planteadas en un contexto de tolerante con-
que Adam Smith es el padre del liberalismo moder- vivencia pluricultural; a saber, en la España medie-
no, al menos en la versión que ha sido la base sobre val, en la cual convivían cristianos, árabes y judíos.
la cual se han sustentando sus desarrollos posterio- Según este autor, fue un historiador moro,!bn Jaldún
res. Ahora bien, la <<lnvestigacion sobre la naturale- quien planteó por primera vez el concepto de liber-
za y las causas de la riqueza de las naciones» que tad negativa; y un matemático judío, el célebre
Smith publicó en 1776 y que, no debemos olvidarlo, Maimónides, el primero en desarrolar la teoría sub-
era un tratado de moral, constituye el más remoto . . d e1 va1or.20
jehva

¡,
Ibid., p. 14.
15
Ibíd, loe. cito

" ¡bid., p. 59.


17 Al respecto coinciden GHERSI, op. cit., p. 8; CHAFUÉN, Alejandro A. Economía y Ética. Raíces cristianas de la economía de libre
mercado. Madrid: RIALP, 1991. p. 163 Y BELTRÁN, Lucas. Los Orígenes Hispánicos de la Economfa de Mercado. (Cuadernos de
Divulgación). Lima: Instituto de Economía de Libre Mercado y Universidad San Ignacio de Loyola, 1997. p. 5-6.

18 CHAFUÉN, op. cit.loc. cit

l'} GHERSI, op. cit., p. 8 Y11.

20 Ibid., p. 6. La influencia del judaísmo en el desarrollo del liberalismo es algo que no debe subestimarse. Si bien Chafuén, en ellibro citado
en este ensayo, destaca la gran influencia del 'Cristianismo en las raíces del pensamiento liberal, justo es decir que buena parte de esa
tradición es heredada del judaísmo. La propuesta de BACIGALUPO (Op. cit., p. 10 Yss.) denominada Principio Mateo, plantea como raíz

THEMIS38
330
Empero, estos planteamientos originarios podrían El padre de la escolástica hispánica es considerado
aparecer como aislados o anecdóticos. En efecto, Francisco de Vitoria (circa 1495-1560) y los exponen-
resulta harto difícil, en verdad, vincular directa- tes más preclaros son Tomás de Mercado, Martín de
mente a Maimónides con Adam Smith. Lo cierto, sin Azpilcueta «Dr. Navarro», Domingo de Soto, Pedro
embargo, es que existe, como ya se anticipó, un de Ledesma, Juan de Mariana, Pedro de Oñate, Juan
tronco común, el del liberalismo flamenco, cuyo de Matienzo, Diego de Covarrubias y Luis de Molina,
antecedente inmediato vendría a ser el «liberalis- .
para menCIOnar so 1amente a 1gunos. 23
mo» jesuítico hispánico, concentrado en la así lla-
mada «Escuela de Salamanca». A Tomás de Mercado se le atribuye el desarrollo
21 inicial de la teoría cuantitativa del dinero y, en
Como afirma Lucas Beltrán , Hayek discrepa con la general, de la libertad económica. Al describir las
teoría weberiana según la cual la ética protestante relaciones entre oferta, demanda y cantidad de bie-
(Protestal1tisclze Ethik) habría sido el principal motor nes y de moneda. Por su parte, Juan de Mariana es
del espíritu del capitalismo (Geist des Kapitalismus). uno de los primeros descubridores de la dinámica
Por el contrario, Hayek reconoce, al igual que varios inflacionaria.
24

otros autores entre los cuales sobresale la historiado-


ra inglesa Marjorie Grice-Hutchinson, que fueron los
Sin embargo, este liberalismo que podemos calificar
«escolásticos españoles» quienes habían codificado
como incipiente o primitivo, como pre-liberalismo o
las reglas que hacen posible la moderna economía de
proto-liberalismo, no dejaba de ser errático. Tanto
mercado y quienes con mayor vigor influyeron en el
22 Mercado como Mariana y otros autorores de la esco-
nacimiento del espíritu capitalista.
lástica hispánica plantearon por primera vez o des-
Quiénes eran estos «escolásticos españoles» y qué cubrieron elementos fundamentales del liberalismo,
descubrieron -o plantearon- es una interrogante y sin embargo partiendo de tales premisas llegaron
cuya respuesta puede encontrarse en los trabajos de algunas veces a conclusiones equívocas, contradicto-
25
Beltrán, y con más precisión, de Chafuén, citados rias con el desarrollo posterior delliberalismo.
ambos en este ensayo. Bástenos mencionar algunos
nombres y algunas ideas principales. Los más cono- Es por ello que, contradictoriamente, los escolásti-
cidos exponentes de esta escuela son todos pensa- cos hispánicos son considerados no sólo precurso-
dores españoles y religiosos. No todos son jesuitas. res del liberalismo, sino también del socialismo( !). 26
No todos estudiaron en Salamanca. Por ello Chafuén
prefiere utilizar la denominación «escolástica his- Como apunta Beltrán con acierto, probablemente
pánica», en lugar de «Escuela de Salamanca». ambas consideraciones sean ciertas27 y pueda con-

remota del liberalismo político la famosa parábola de los talentos (Mateo 25, 14-30), a partir de una lectura según la cual esta parábola plantea
que sólo Dios puede disponer de los hombres según su arbitrio, de donde se desprende que el hombre que decide sobre la vida o el destino
de los demás, se arroga atribuciones divinas, lo cual es altamente inmoral, tanto en la cultura judía como en la cristiana. Recuérdese que
en este estadio de la cultura arcaica, moral y política estaban todavía indesligablemente vinculadas. De ahí se desprendería la limitación
a los poderes temporales o humanos que el liberalismo reivindica. Desde luego, aunque planteada por Jesucristo, la parábola de los talentos
se desenvuelve y se relata en un contexto cultural judío. Ahora bien y,sin perjuicio de la propuesta de Bacigalupo, consideramos que la
parábola admite otra lectura, según la cual lo que se desarrolla en ella es una lógica de la eficiencia, donde el que más produce es
recompensado y el que no aprovecha lo que tiene recibe castigo. Sin embargo, esta lectura a nuestro entender, no sería más que un fulgor
aislado de la lógica de la eficiencia como elemento subyacente e implícito en la cultura judía, puesto que no hay elementos de juicio para
rastrear, a partir de dicha lectura, un desarrollo ulterior que conduzca a los planteamientos de la economía liberaL

21 BELTRAN, op. cit., p. 8 Y 9.

22 Ibíd, loe. cit. Por lo demás, en el reconocimiento del preponderante papel desempeñado por los ~<escolásticos españoles» en la historia
-o prehistoria- del liberalismo coinciden también Ghersi, Chafuén y Beltrán. ,

23 CHAFUÉN, op. cit., p. 31-32 YBELTRÁN. op. cit. GHERSI. op. cit., P. 7, pgr su parté'menciona a Fray Ginés de Sepúlveda, gran rival
de Bartolomé de las Casas, como el redescubridor de los planteamientos de Ibn Jaltún sobre la libertad como ausencia de coacción.

24 BELTRÁN, op. cit:r;.p·~ 15-22 Y30. .37.

25 Así, sólo para citar un ejemplo, Mercado encontraba «ilicitísimo» el cob~ de ini~re~e~. '1& obra de Merl:ado no ha sido citada
anteriormente., p. 20. ->t'

26 En efecto, su creencia en la propiedad colectiva y su obsesión por el igualitarismo pueden ser consÍderados remolos antecedentes del

socialismo. .~

27 BELTRÁN, op. cit., p. 38.

THEMIS38
331
siderarse a más de un escolástico español como liberalismo los asume, tanto en materia política
precursor tanto del socialismo como del liberalis- como económica, tal como se ha expuesto líneas
mo. Ello no resulta tan llamativo si consideramos arriba. Sin perjuicio de ello, el liberalismo es un
que el socialismo es una elaboración posterior al producto histórico-cultural, con influencia de mu-
liberalismo y, en gran medida, a partir delliberalis- chas otras corrientes intelectuales, de tal manera
mo. Así como puede decirse, entonces, que Marx no que hay muchos pensadores no liberales, pero cu-
hubiera podido hacer sus planteamientos sin tener yos planteamientos han contribuido al liberalismo;
en cuenta las ideas (no sólo de Hegel sino también) a estos pensadores o a sus ideas podemos conside-
de David Ricardo y de Adam Smith, puede decirse rarlas como «afluentes» o «tributarios» delliberalis-
31
también que Adam Smith no hubiera podido dar mo moderno.
organicidad y coherencia a las ideas liberales
preexistentes sin una tradición liberal incipiente 2.3. El contenido de la <<libertad liberal» y el
previa, que incluye a los escolásticos españoles. La papel del Estado
lógica más elemental nos lleva a concluir, sobre la
base de estas premisas, que Marx no podría haber El término «libertad liberal» puede acaso ser consi-
desarrollado sus ideales comunistas sin conocer derado como un pleonasmo o una tautología. Sin
(indirectamente) las ideas de la escolástica hispáni- embargo, creemos que su uso se justifica para efec-
ca, a través de su incorporación, entre otras, a la tos de dilucidar el contenido que en la ideología
28
teoría desarrollada por Adam Smith. Por su parte, liberal se otorga a la libertad pues, tanto más frente
éste fue influido por los escolásticos españoles a a la moda de los relativismos,32 el término libertad
través de autores flamencos como Heinnecius y puede admitir una diversidad de significados.
Hugo Grotio, quienes recibieron estas ideas de Es-
29
paña y las transmitieron a Escocia. Hasta el momento, pues, hemos hecho referencia a
una suerte de contenido mínimo o esencial del
De lo anterior se desprende que la sola vinculación liberalismo: libertad negativa (ausencia de coer-
entre las diversas posturas intelectuales no es sufi- ción) y teoría subjetiva del valor, derivados ambos
ciente para calificarlas conjuntamente con el mismo del individualismo.
nombre. Por ello, el hecho de que el socialismo tenga
como antecedentes a ideólogos liberales no quiere Debemos ahora profundizar en la concreción de ese
decir otra cosa que entre ambas ideologías o entre individualismo, en su expresión política, en fin, en
algunos de sus exponentes, hay puntos en común. su contenido.
Igualmente, no todo antecedente del liberalismo
puede ser llamado liberal. Chafuén encuentra una Se ha afirmado que la libertad negativa es la ausen-
fuerte influencia de Santo Tomás de Aquino y San cia de coerción a los individuos. Ahora bien, esa
Bernardino en la escolástica hispánica 30 , y no por ausencia de coerción requiere un interlocutor, en la
ello estos autores han de ser necesariamente califi- medida en que es planteada como una potenciali-
cados como liberales o proto-liberales. Lo que pue- dad. Podría pensarse que el interlocutor de esos
de otorgar dicho título a cualquier pensador es individuos; vale decir, el que omite coactarlos, es el
únicamente la afirmación de la libertad como ele- conjunto de sus iguales, los demás individuos, o
mento esencial, entendida en los términos en que el bien los demás individuos aisladamente, por sepa-

2H Por lo demás, como señala Ghersir ni siquiera Adam Smith ha expuesto los ideales liberales de manera tan inequívoca que no pueda
ser refutado por elliberalísmo contemporáneo. En efecto, secrítíca de AdamSmith cierta confusión en el problern,a del valor, pues incurre
ocasionalmente en el error de considerar el valor como algo intrínseco, o como valor-trabajo; de donde resulta que Marx no hizo más
que profundizar en estos errores o en el mejor de los casos, tergiversarlos ligeramente, para desarrollar el concepto de la «plusvalfa» en
el que se sustenta el Marxismo. Ghersi, op. cit., p.8. Esta consideración resulta especialmente importante, pues nos permite hacer hincapié
en que el liberalismo auténtico no es sólo lo que dicen ciertos autores liberales sino exclusivamente en la medida en que 10 que dicen
obedezca a las premisas esenciales del liberalismo, de la libertad y de la individualidad. Por ello, como se desarrollará más adelante, no
todos los pensadores de la escuela clásica inglesa del siglo pasado son liberales en todas sus expresiones. Así, el liberalismo
contemporáneo objeta importantes errores a David Ricardo así como, y ésta es la postura de este ensayo, a Robert Malthus, sin poder
negar su pertenencia histórica a la escuela clásica.

24 GHERSt op. cit., p. 7-8.

30 CHAFUÉN, op. cit., p. 31 Y 33.

31 Para una aproximación a la vasta diversidad de estos afluentes, véase BACIGALUPO, op. cit.

32 En cuyo auge, no 10 negamos, juega un papel importante el desarrollo de las ideas liberales.

THEMIS38
332
rado. En efecto, el interlocutor de esa ausencia de ger contra la fuerza bruta, el robo, el fraude, la
coerción podría ser cualquiera que potencialmente puesta en vigor de los contratos, etc., está justificado
pudiera perpetrar esa coerción. En términos teóricos y que cualquier Estado con poderes más amplios
los demás individuos podrían hacerlo, ya sea conjun- viola los derechos de los individuos».34
ta o separadamente. Es a partir de Hobbes que se
plantea que el Estado surge para evitar esta posible Este Estado, entonces, aunque tiene poder de coer-
agresión a la libertad de los individuos por parte de ción, está para evitar la coerción. El uso de su
los demás individuos. En efecto, señala Hobbes: coerción es sólo legítimo para salvaguardar la li-
bertad, es decir, para evi tar la coerción ilegítima. Es
«La causa final, fin o designio de los hombres (que por ello que el interés principal de la sociedad es
naturalmente aman la libertad y el dominio sobre los que todos sus miembros tengan asegurada su li-
demás) al introducir esta restricción sobre sí mismos bertad: para eso han fundado el Estado. La socie-
(en la que los vemos vivir formando Estados) es el dad, pues, a través del Estado, no puede ser omnis-
cuidado de su propia cbnservación y, por añadidura, ciente ni omnipotente. John Stuart Mili planteó en
el logro de una vida más armónica; es decir, el deseo 1859 la impertinencia de la intromisión de la socie-
de abandonar esa miserable condición de guerra dad o la opinión pública, en los asuntos que no
que( ... ) es consecuencia necesaria de las pasiones fueran de su interés. En su obra, «On Liberty»,
naturales de los hombres cuando no existe poder trad ucida como <<Sobre la Libertad», J.5. Mili desa-
visible que los tenga a raya y los sujete( ... )>>.33 rrolla esta idea, que es considerada como uno de
los pilares del liberalismo, puesto que, a más de ser
Pero el Estado puede ser equiparado, hasta cierto un antecedente directo del concepto de libertad
punto, y en vista de su finalidad pública, con la negativa desarrollado por Berlin, constituye la pri-
conjunción de los demás individuos. El Estado, mera respuesta estructurada y orgánica a los exce-
como se sabe, representa a la sociedad. Pero esa sos cometidos en nombre del «interés social», del
sociedad con poder de imperio, a la cual se le ha cual son predilectos gonfaloneros los sirvientes del
delegado la fuerza coercitiva, es ciertamente tam- totalitarismo.
bién, un potencial agresor; acaso el más peligroso.
Probablemente, la parte menos desafortunada de la Para graficar la propuesta de J.5. Mili resulta elo-
metáfora de Hobbes es la que propone al Estado cuente citar el siguiente extracto:
(Leviatán) como un monstruo. Podrá argumentarse
que es un monstruo del orden, pero es un monstruo «( ... ) hay una esfera de acción en la cual la sociedad,
al fin, y si el monstruo concentra la delegación de la como distinta del individuo, no tiene, si acaso, más
fuerza de todos los individuos que conforman la que un interés indirecto, comprensiva de toda aque-
sociedad, se trata de un peligro enorme para esos lla parte de la vida y conducta del individuo que no
mismos individuos por separado. afecta más que a él mismo, o que si afecta también a
los demás, es sólo por una participación libre, vo-
Es por ello que el liberalismo «manchesteriano» o luntaria y reflexivamente consentida por ellos. Cuan-
clásico del siglo pasado propone el ideal del Estado do digo a él mismo quiero significar directamente y
Policía, que es un Estado mínimo, o mejor aún, en primer lugar; pues todo lo que afecta a uno puede
mininalista. El liberalismo, en la medida que privile- afectar a otros a través de él, (... ). Esta es, pues, la
gia la libertad precisamente, procura la menor dele- razón propia de la libertad humana». 35
gación posible de esa libertad y de la fuerza coerciti-
va. Sólo es legítima la delegación en la medida que se Esta esfera de acción individual que no admite la
alcance el poder suficiente para proteger las liberta- intervención de la sociedad ni, por tanto, del Estado
des individuales de posibles agresiones exógenas. comprende, segúnJ.5. Mili, la libertad de conciencia
en el más comprensivo de sus sentidos, que incluye
De lo anterior resulta que el liberalismo (o a la libertad de expresión y a la libertad de prensa;
libertarismo) propone que sólo «( ... ) un mínimo la libertad para «trazar el plan de nuestra vida según
Estado, limitado a las estrechas funciones de prote- nuestro propio carácter para obrar como queramos,

33 HOBBES, Thomas. Leviatán. Segunda Edición. Segunda Reimpresión. KlI:é~iQO D.F.:};on¡;lo de Cultura Económica, 1984. p.137. Desde

- -
luego, el énfasis que pone Hobbes en la delegación de la libertad de los individuos-al Estadg;'impide consiüerarlo dentro de la tradición
liberal. .

:l4 RA WLS, op. cit., p. 247.

35 MILL, John Stuart. Sobre la Libertad. Madrid: Sarpe, 1984. p.40.

THEMIS38
333
sujetos a las consecuencias de nuestros actos» aun- debe salvaguardar el Estado, se resume, en conse-
que los demás consideren nuestra conducta loca, cuencia, en lo siguiente:
perversa o equivocada; y finalmente la libertad de
36
asociación. Ahora bien, el propio J.s. Mill admite, «Las máximas son: primera, que el individuo no
como no podría ser de otra manera, que las liberta- debe cuentas a la sociedad por sus actos, en cuanto
des individuales pueden ser limitadas. En efecto, el éstos no se refieran a los intereses de ninguna otra
autor sostiene que la libertad del individuo debe ser persona, sino a él mismo. El consejo, la instrucción,
limitada para no convertirse en un perjuicio para los la persuasión, el aislamiento, si los demás lo consi-
demás. Vale decir, entonces, que sus acciones sólo deran necesario para su propio bien, son las únicas
admiten la fiscalización o desaprobación social en la medidas por las cuales puede la sociedad,
medida en que sin causa justificada perjudican a justificadamente, expresar el disgusto o la desapro-
otro, pero si el individuo se abstiene de perjudicar o bación de su conducta. Segunda, que de los actos
molestar a los demás, «debe serle permitido poner perjudiciales para los intereses de los demás es
. . . . .
en practica sus opmlOnes por su cuenta y nesgo» .
~
responsable el individuo, el cual puede ser someti-
Según Mill, sólo los daños que el individuo produce do a un castigo legal o social, si la sociedad es de
a los demás -lo que en la economía moderna, como opinión que uno u otro es necesario para su protec-
.• 41
se verá más adelante, se conoce como «extemalidades Clon».
negativas»- pueden justificar la intervención de la
sociedad, pero ésta no puede pretender anticipar la La principal conclusión que, para efectos de este
producción de un daño a terceros a través de la ensayo, podemos extraer de las ideas de John Stuart
fiscalización de actos eminentemente privados del Mill, es que ni la sociedad ni el Estado pueden
individuo. Por ello, según Mill, si un individuo arrogarse las facultades de entrometerse en la vida
comete una extravagancia en el ejercicio de su liber- privada del individuo para imponerle un supuesto
tad personal, y por causa de ella se generan daños a bien, porque ni la sociedad ni el Estado están en
terceros pues no puede afrontar sus obligaciones, condiciones de conocer lo que conviene a cada
será castigado por el daño o incumplimiento, no por individuo, puesto que, como afirmaba Hayek,42
. 38
1a extravagancIa. sólo el individuo conoce sus propias conveniencias
con certeza y cada individuo, y en consecuencia la
Empero, Mill considera que «el argumento más conjunción de individuos, está imposibilitado de
fuerte contra la intervención del público en la con- acceder al conocimiento de las conveniencias de los
ducta puramente personal, es que cuando intervie- demás. Nadie, pues, ni el Estado puede imponer un
ne lo hace torcidamente y fuera de lugar»,39 puesto "bien" al individuo en la esfera de su vida privada,
que «la opinión de la mayoría impuesta como ley porque no está en capacidad de determinar que lo
sobre la minoría en cuestiones de conducta personal que quiere imponer sea, en efecto, bueno.
tiene absolutamente las mismas posibilidades de
ser acertada como equivocada, ya que en casos tales La distinción entre el interés particular y el interés
la opinión pública significa, a lo más, la opinión de social o estatal desarrollado a partir de la propuesta
unos cuantos respecto a lo que es bueno o malo para de Mill resulta en consecuencia preponderante para
otros; y con frecuencia, ni siquiera ésto representa, el advenimiento del ideal del Estado Policía, o como
porque el público pasa, con la más perfecta indife- hemos preferido llamarlo, Estadominimalista. Aho-
rencia, sobre el placer y la conveniencia de aquellos ra bien, resulta interesante anotar que esta distin-
mismos cuya conducta censura, y no considera sino ción puede tener como antecedente la "distinción
su propia preferencia».40 de los fueros"; planteada en el siglo XII por Pedro
Abelardo y que propugna la existencia de jurisdic-
El planteamiento de Mill respecto de la relación ciones separadas para juzgar los asuntos morales
entre la libertad individual y el interés social que (fuero divino) y los asuntos políticos. En este punto,

36
Ibid., p. 40-41.
37
Ibid, p. 94.
3R
Ibid, p. 127.
3!1
¡bid, p. 130.
40
¡bid, loe. cit.

" Ibíd, p. 143-144.

THEMIS38
334
coincidimos con Bacigalupo en considerar a este redistribución, por efecto del principio fundamen-
pensador como un importantísimo tributario del tal de la igualdad ante la ley. El Estado Policía
43
liberalismo. protege la libertad de todos los individuos por
igual, y por tanto, al menos en principio incurre en
Sobre los presupuestos de la libertad negativa que gastos equivalentes para proteger a individuos
se expresa en la intangibilidad de la esfera privada que contribuyen distinto. El Estado debe legislar
de los individuos, el Estado liberal debe ser un por igual para todos los individuos aún cuándo
Estado minimalista, esto es, pequeño y eficiente. Su algunos de ellos contribuyan más al erario para
función es, como se ha dicho, asegurar la libertad y que pueda hacerlo, es decir, delegan más bienes
los derechos individuales. No está para procurar la que otros. Más importante aún que la función
felicidad de los individuos según un patrón de legislativa es la judicial, que se reconoce unánime-
bienestar asumido colectivamente sino, para asegu- mente al Estado mínimo o policía, porque ésta de
rar que el individuo está en capacidad de lograr su por sí supone que se desplegarán gastos equivalen-
propia felicidad por sí nüsmo. Boloña, citando a tes para atender a todos los ciudadanos, al margen
Ludwing von Mises,44 afirma que los principios de lo que aporten, contribuyan o deleguen al Esta-
básicos para garantizar la existencia de un orden do en función de su capacidad económica. Puesto
político libre son: que la imparcialidad es indispensable para la pres-
tación del servicio de justicia, el Estado debe ser
- La libertad imparcial, en donde la imparcialidad supone una
- La paz forma de redistribución. La existencia misma del
- La propiedad privada Estado se justifica en la protección de la libertad de
- La igualdad ante la ley los individuos; esto es, de todos los individuos por
- La limitación del Estado igual, pues todos somos igualmente libres y el
- La democracia Estado debe garantizarnos por igual el ejercicio de
- La tolerancia tal libertad. Este principio de equidad liberal impli-
ca, ciertamente, la redistribución de bienes que
El Estado debe y tiene que estar comprometido en requiere proteger por igual a personas distintas en
la consecución y puesta en práctica de estos princi- diversos aspectos, incluyendo la capacidad contri-
pios. Esa es su razón de ser. Ahora bien, en este butiva. Como quiera que el Estado es necesario
punto surge el problema de la redistribución. Los para salvaguardar la libertad de los individuos, y
liberales ortodoxos suelen abominar de toda fun- en la medida que esta redistribución es inherente a
ción redistributiva de la riqueza y muchas veces se su más elemental actuación, debemos concluir que
resisten a conceder que se trate de una función el liberalismo puede admitir al menos cierto grado
inherente al Estado. Los argumentos que se esgri- de redistribución, el cual consistiría en una suerte
men son del todo válidos pues se afirma que la de "redistribucionismo intrínseco" del Estado Po-
redistribución acarrea costos, genera ineficiencias licía. Esta redistribución se justifica en considerar a
y desperdicio de recursos, desincentivos para la la persona humana, su vida y su libertad como
superación y generación de riqueza e incentivos fines supremos del Estado45. Como afirma Boloña,
para la improductividad etc. Estos argumentos el valor político fundamental es la libertad que se
que no pueden ser soslayados, se enfrentan, sin refiere a la persona humana considerada indivi-
embargo, con el hecho de que la sola existencia del dualmente y no a los agregados o colectividades
46
Estado, por mínimo que sea, acarrea una que las personas conforman.

42 Véase Nota 16 supra.

·0 BACIGALUPO, op. cit., p. 45 Y ss.

44 BOLOÑA BEHR, Carlos~ Cambio de Rumbo. Lima: Instituto de EcOnomía de Libre'Mercado .... SIL, 1993. p. 37.

'5 Ciertamente, alpe.n~miento liberal, aun en sus expresiones económicas, subyace una ética y un ideal de justicia. Al respecto,
BACIGALUPO, op. d'i:y ROEPCKE, Wilhelm. La necesidad económica de la libertad. En.: Mercurio Peruano. Revista de Humanidades
No. 503, (1991), p. 39y ss. Roepcke, que es el padre del concepto de «economía'>~1 de ~rc,!?o», (el cual es auténticamente liberal y
ha sido tergiversado por los socialdemócratas), afirma: «Hay una razón moral profundápara que una economía de libre empresa
produzca la salud de la sociedad y una plétora de bienes, mientras que una economÚl soc~statermina efí el desorden sodal y la
pobreza». Luego agrega: "Los hombres que miden sus fuerzas en la competencia del mercado abierto tienen que estar unidos por una
ética común: de otro modo, la competencia degenera en una guerra civil». (p. 40 Y42). .

" BOLOÑA, op. cit., p. 37.

THEMIS38
335
Más aún, en palabras de Lord Acton, citado por ción, la cual por su carácter fundante del Estado, de
Hayek, la libertad no es un medio para un fin político la convivencia social y del orden jurídico tiene voca-
47
superior. Es en si misma el fin político supremo. ción rectora de las normas de inferior jerarquía. Lo
que en términos genéricos establece la Constitu-
Una vez concluido que el Estado no puede coactar ción, debería ser desarrollado con mayor precisión
a los individuos a actuar en su vida privada de por las normas específicas sobre diversas materias y
manera distinta de como les dice su voluntad (o sus de los diversos sectores.
principios, la moral o la religión), debemos decir
que este aserto constituye un principio lo suficiente.- Ahora bien, el sólo hecho de que el Perú sea un
mente difundido y aceptado aunque muchas veces Estado constitucional obedece por cierto al desarro-
incumplido en la práctica. llo de la tradición liberal de Occidente, en la cual la
primera «Constitución», la Magna Charta de 1225,
Pero, como afirma Mill, la libertad plantea un proble-
surge como un límite de los excesos de poder, lo cual
ma ulterior consistente en si el Estado, sin coactar la
supone el germen de un ideal individualista-
libertad individual, está legitimado para
igualitarista (por cierto incipiente por producirse en
desincentivar o favorecer indirectamente el abando-
un contexto no sólo medieval, sino también feudal).
no de conductas privadas que considera perjudicia-
48 Sin embargo, el Constitucionalismo, desde un pun-
les para el individuo. Luego de una extensa re-
to de visto histórico, ha admitido diversos desarro-
flexión y de exponer algunos ejemplos, Mill concluye
llos que no necesariamente implican la sujeción a los
que una actitud de ese tipo "sólo conviene a un
ideales del liberalismo.
Estado social en el que las clases trabajadoras sean
abiertamente tratadas como niños o salvajes y colo-
cadas bajo una educación restrictiva que las capacita En cuanto a la tradición liberal y su influencia en el
para que, en el futuro, puedan ser admitidas a los ordenamiento jurídico peruano, ésta resulta muy
privilegios de la libertad. No es este el principio fácilmente rastreable. La fundación del Estado Pe-
según el cual se profesa gobernar a las clases trabaja- ruano y el desarrollo de nuestro Derecho Constitu-
doras en los países libres, y nadie que conceda el cional se ha inspirado en los ideales occidentales
debido valor a la libertad prestará su adhesión a que modernos, provenientes de la independencia norte-
sean así gobernadas (00.)>>.49 Mill considera que un americana y de la Revolución Francesa, inspiradas
Estado de este tipo sería despótico y paternalista. ambas a su vez en los ideales de la Ilustración. De
ellos ha heredado el Derecho peruano los derechos
50
De lo anterior se desprende que, ya sea directa o indi- individuales y el concepto de la libertad • Si bien
rectamente, mediante la coerción o los incentivos (que nuestra historiografía nos ha inculcado que el
por los costos que implican desnaturalizan la función Constitucionalismo peruano se ha debatido fre-
minimalista del Estado liberal) no resulta ni lícito ni cuentemente entre la adopción de textos constitu-
51
conveniente que el Estado despliegue una conducta cionales liberales y conservadores , la forma repu-
positiva tendiente a modificar o interferir en la vida blicana de gobierno, las libertades individuales y el
privada de los individuos; vale decir, ésta debe ser sistema democrático siempre declarados en las cons-
dejada a la libre decisión de los ciudadanos, que no tituciones peruanas52 , obedecen a una tradición
tienen por qué someterse a la fuerza, a los escrutinios predominantemente liberal. Ahora bien, la discor-
ni a las recomendaciones de un Estado entrometido. dancia entre lo declarado y lo cumplido es un asun-
to que se vincula más a un problema de idiosincrasia
2.4. El liberalismo en el ordenamiento jurídico nacional y a la crisis de nuestras clases políticas y
peruano dirigentes, que escapa de los alcances del presente
ensayo. Igualmente, este trabajo no trata del libera-
El ordenamiento jurídico está, o al menos debería lismo como parte de la idiosincrasia peruana sino,
estar, sometido a lo que establece nuestra Constitu- en este punto, del liberalismo como presupuesto de

47 HA YEK, op. cit., p. 70.


-IR MILL, op. cit., p. 151.

49 Ibid.; p. 153

50 PAREJA PAZ SOLDÁN, José. Derecho Constitucional Peruano, Tercera Edición. Lirna:J?el 501,1963. p. 3.
51 Ib~d., p. 6 Yss.

52 Salvo excepciones como la «Constitución Vitalicia» de Bolívar de 1826 en 10 referente i'l sistema democ;ático.

THEMIS38
336
nuestro Estado de Derecho. Por otra parte, la in- ésta que constituye el remoto antecedente de la
fluencia del liberalismo no se limita al Derecho parte dogmática de la Carta peruana de 1993, que
Constitucional, sino que encuentra fuertes raíces en ciertamente ha recibido esta tradición de las anterio-
otras ramas; particularmente en el Derecho Civil, res constituciones.
cuyo desarrollo en los Códigos de 1852 y de 1936, así
como en el Código de Santa Cruz de la Confedera- El título primero de nuestra Constitución trata de la
ción Perú-Boliviana, responde a la irrupción de Persona y de la Sociedad, enunciado del cual se
marcados elementos liberales53. En general, pues, puede extraer inequívocamente que se privilegia al
las influencias del Derecho extranjero, particular- individuo -a la persona- sobre las colectividades -
mente europeo (romano-germánico), en nuestro or- la sociedad-, sin que por ello se niegue importancia
denamiento, nos permiten hablar de una tradición a estas últimas, aunque implícitamente se les niegue
54
jurídica libera1 • Basadre reconoce a Heinecius, a prevalencia sobre el individuo. Es en esta línea que
quien Ghersi menciona entre los más destacados se inscribe la declaración contenida en el artículo
proto-liberales, como uno de los más influyentes en primero de nuestra Carta Política, en el sentido de
la tradición jurídica peruana. que la defensa de la persona humana -que sólo
puede ser individuo- y el respeto a su dignidad, son
Esta tradición liberal, sin embargo, no ha estado el fin supremo de la sociedad y del Estado.
libre de sobresaltos, determinados especialmente
por los avatares políticos. Durante el Gobierno Mi- Los derechos fundamentales de la persona, enume-
litar del general Juan Velasco Alvarado, de corte rados en el artículo segundo de la Constitución son
declaradamente «revolucionario», el Derecho se derechos individuales de inspiración típicamente
pretendió utilizar como <<instrumento de cambio liberal; se puede mencionar entre ellos a la igualdad
social», consagrando legislativamente arbitrarieda- ante la ley, a las libertades de conciencia, opinión,
des contra la libertad y la propiedad en todas sus expresión, propiedad y a la libertad y seguridad
expresiones, que en nada se asemejan a los princi- personales. Esto, como se ha dicho con anterioridad,
pios de un Derecho liberal. difícilmente podría ser de otra manera en vista de
que el liberalismo, entendido en sentido lato, es sin
Pero en lo que toca a nuestro Derecho vigente, en duda la ideología que ha determinado el desarrollo
particular a lo dispuesto por nuestra Constitución, político de occidente en la era moderna. Huelga
no debemos pasar por alto el declarado carácter y decir que toda pretensión de sustraernos de la tradi-
espíritu liberal de nuestra Carta Política 55 ,que por el ción occidental sería en sí misma un despropósito.
principio de jerarquía de normas debería significar la
sujeción de todo nuestro ordenamiento jurídico a los El constitucionalismo moderno no se limita a enun-
principios liberales que se ha afirmado que consagra ciar derechos individuales. También regula el fun-
nuestra Constitución ¿En qué consiste pues, y cómo cionamiento del Estado y las reglas de convivencia.
se expresa, el liberalismo en nuestra Constitución? En tal sentido, se refiere al régimen económico.
Nuestra Constitución no es la excepción. El Título
Ante todo, y como se ha señalado líneas arriba, el III de nuestra Carta Política, en los artículos 58 a 89
constitucionalismo peruano es heredero de las li- contiene dicho régimen.
bertades individuales inspiradoras de la Revolu-
ción Francesa y establecidas en la Declaración de los Aunque pudiera afirmarse que una Constitución
Derechos del Hombre y del Ciudadano, declaración liberal no debería establecer como obligatorio un

53 El vigente Código Civil de 1984 es frecuentemente criticado por sus fuertes influencias de intervencionismo estatal, lo cual acaso se
explique por el contexto histórico de su elaboración, entre 1965 y 1983, más que de su promulgación en 1984.

14 Acerca de tales influencias, puede verse BASADRE, Jorge. Historia delDerecho Peruano. 2da. Edición. Lima: Edigraf, 1984. p. 35 Y
ss.

55 Este liberalismo obedece, al menos en materia económica, al alegado espíritu intervencionista de la Constitución de 1979, que sin

embargo, era muy§jmilar en texto y estructura a la Constitución actual. Se ha querido justificar la adopción de la Carta de 1993 mediante
la afirmación de la"ñecesidad de sustituir a la de 1979, a la que se acusa de copsolidar las reformas intervencionistas y socialistas del
gobierno de Velasco. Al respecto, Cfr. BOLOÑA,oo.op. cit. p.83. Las princip!!les-diférerisia¡¡.entre la Constitución de 1979 y la de 1993
radican en la parte del régim~n económico, puesto que la actual Carta Política limita la inte~ndón del Est~.do en esta materia (aunque
no en otras). Asimismo, existen algunas diferencias saltante s en cuanto a la estrucfura del Estado. Finalmente, en cuanto a la parte
dogmática, la Constitución anterior consagraba como derechos fundamentales de la persona el acceso a determinadas condiciones
materiales de bienestar, como el derecho «a la vivienda decorosa», que la Constitución de 1993 treta de manera rrtás realista y apropiada
como derechos «programáticos», o como Se les conoce en la doctrina constitucional más mode'tna, com~ derechos de «preceptividad
aplazada»; esto es, derechos que la sociedad declara esforzarse por alcanzar, sin que sean por ello judicialmente exigibles al Estado.

THEMIS38
337
determinado régimen económico para dejar que los Pero, ¿cuál es el contenido de la Constitución perua-
particulares actúen libérrimamente, lo cierto es que, na en materia económica?
56
como apunta con acierto Norbert Reich , el régimen
económico de la Constitución no es un problema que En primer lugar, nuestra Constitución establece la
involucre únicamente a los particulares, sino que libertad de iniciativa en materia económica (artículo
necesariamente incidirá en la actuación del Estado. 58). Ello, desde luego, se enmarca en un sistema
Este autor hace hincapié en el hecho de que, por capitalista liberal, que no por serlo, deja de admitir
ejemplo, si bien la Constitución alemana manifiesta algunos matices regula torios, entre los cuales puede
un contenido de tipo económico -esto es, como se considerarse la regulación del mercado de trabajo,
sabe, la consagración de la economía social de merca- que nuestra Constitución explícitamente admite y
do- no por ello impide que la coyuntura social, polí- consagra.
tica y por cierto también económica, conduzca a los
gobernantes a la toma de decisiones económicas que Asimismo, el artículo 58 de la Constitución señala
pueden ser calificadas dentro de un contexto amplio. que la libertad económica se ejerce en una economía
social de mercado. El término podría ser calificado de
En un país con una historia tan accidentada como la equívoco y se le podría acusar también de consagrar
nuestra, se requiere que ciertos derechos funda- un doble pleonasmo, puesto que, por definición,
mentales --como la propiedad- estén respaldados toda economía se produce en un colectivo o sociedad
por una toma de posición en materia económica -y es por tanto social- y toda economía supone
para evitar arbitrariedades tan manifiestas como la también la existencia de un mercado. Sin embargo,
estatización de la banca o la confiscación de la tierra hay que entender la utilización de los términos a la
so pretexto de la reforma agraria o de los medios de luz de sus implicancia s históricas. Como se ha visto
58
comunicación para «socializarlos» a través de la anteriormente , fue Wilhelm Roepcke, economista
imposición de normas de la más alta jerarquía que alemán y liberal, el que acuñó el término «economía
las prohiban, generando así un costo que social de mercado». El término ha sido mañosamente
desincentive tales arbitrariedades. Asimismo, si per- tergiversado por los socialdemócratas e incluso por
mitimos una fórmula excesivamente abierta, corre- los socialistas, quienes han pretendido construir una
mos el riesgo de caer en un relativismo inconducente, suerte de «socialismo de mercado» para justificar
capaz de impregnar con su carácter entrópico y ideológicamente todos los híbridos que han sido
disolvente, otros ámbitos de la vida social, en perjui- propuestos sistemáticamente como «terceras vías»
59
cio de las legítimas aspiraciones de quienes actúan frente al capitalismo y al socialism0 •
en el mercado.
Sin embargo, el concepto de economía social de
Si se logra un mínimo de consenso social, no hay mercado implica aceptar el capitalismo y negar la
razón por la cual no debamos apostar por la libertad intervención del Estado en la producción (estatis-
económica o por la democracia, como fórmulas lo mo), situación que históricamente hemos vivido en
suficientemente abiertas pero con la suficiente la década de los 70's y en la segunda mitad de los
exigibilidad y efectividad como para garantizar la 80'S.60 Ello se condice con el artículo 60 de la Cons-
seguridad jurídica y las reglas de juego en materia titución, que exige al Estado autorización expresa
económica. por norma con rango de ley para poder desarrollar
actividad empresarial. Pero economía social de
Señala Bernales que la Constitución peruana mercado, en nuestra opinión, supone también ad-
" ... toma definitivamente posición sobre circuns- mitir una preocupación social del Estado que se
tancias económico-financieras ajenas a la temática refleja en lo que se ha denominado anteriormente
57
constitucional." «mínimo redistribucionismo intrínseco»; vale de-

56 REICH, Norbert. Mercado y Derecho. Barcelona: ARIEL, 1985. p. 67 Y ss.

57 BERNALES BALLESTEROS, Enrique. La Constitución de 1993. Análisis Comparado. Lima: Konrad Adenauer Stiftung, 1996. p~ 301.

Sil Véase nota 45 supra.

5LJ Sobre las «terceras vías» y los pretendidos «socialismos de mercado», el célebre economista argentino Alberto Benegas Lynch (h)
pronunció el17 de febrero de 1998 en la Universidad San Ignacio de Loyola de Lima, y con ocasión del centenario del nacimiento de don
Pedro Beltrán, una conferencia en la que demostró la absoluta inviabilidad de tales posturas~

~) Aun cuando la Constitución de 1979 también consagraba un régimen de economía social de mercado y el gobierno aprista perpetró
las peores violaciones a la libertad económica durante su vigencia.

THEMIS38
338
cir, en la preocupación del Estado en tratar por igual Valga mencionar que Bernales advierte que el con-
a todos los ciudadanos, proteger la libertad e inte- tenido del régimen económico de la constitución, en
gridad de todos, resolver imparcialmente los con- genera!, demuestra "dogmatismo neoliberal". 62
flictos que se presenten y procurar que la creación Nosotros, por el contrario, consideramos que el
de riqueza favorezca también a los más pobres, bajo liberalismo de nuestra Carta no podría calificarse de
cierto ideal de justicia61 • radical, puesto que establece diversos límites a la
libertad de empresa, tales como la preocupación
De acuerdo con los artículos contenidos en el capí- ecológica, la protección laboral, entre otros, que lo
tulo VII de la Primera Parte de la Constitución de convierten más bien en un liberalismo prudente o
1993, entonces, se estimula la creación de la riqueza moderado, por no decir morigerado.
y se garantizan las libertades de trabajo y empresa,
siempre que su ejercicio no sea lesivo a la moral, la Veamos entonces cómo se enmarcan en este libera-
salud o la seguridad públicas y el Estado brinda lismo las políticas demográficas del gobierno.
oportunidades de superación a los sectores que
sufren desigualdades de cualquier tipo (artículo III. LA POLITICA NACIONAL DE POBLA-
59). Como vemos, se trata de características típicas CION
de una economía social de mercado.
Uno de los más difundidos y arraigados mitos de la
El artículo 60, además de restringir la actividad modernidad (o de la pretendida postmodernidad)
económica del Estado, reconoce el pluralismo eco- es el que se refiere a la planificación poblacional. En
nómico y las diversas formas de propiedad y em- la mayoría de círculos de opinión -académicos,
presa. Ello permite, a nuestro entender, que los políticos, ideológicos- se asume como algo cierto y
agentes económicos no tengan que sentirse expresa- largamente comprobado, que es conveniente con-
mente autorizados por las leyes para desarrollar trolar la natalidad de los seres humanos. Diversos
negocios, contratos o relaciones jurídicas atípicas; son los motivos que se esgrimen para ello, pero lo
sino que se sientan libérrimos en esta materia, siem- cierto es que suele creerse, en conclusión, que al ser
pre atendiendo a las limitaciones expresas. En otras necesaria la planificación de la población, el Estado
palabras, lo que debe ser expreso son las restriccio- debe intervenir para lograr que dicha planificación
nes y no las permisiones. sea efectiva: nace entonces la llamada «Política Na-
cional de Población».
El régimen económico de nuestra Constitución con-
sagra la libre com petencia y prohibe los monopolios ¿Qué debe entenderse por Política Nacional de Po-
(artículo 61), garantiza los derechos contractual- blación? Si bien es obvio que el contenido del
mente adquiridos (artículo 62), la igualdad de trato discurso actualmente vigente, o mayoritariamente
a los extranjeros en materia de inversiones y la aceptado, en torno al asunto poblacional gira en
libertad de comercio internacional (artículo 63), la torno a la idea de que debe tenderse a frenar el
libre tenencia y disposición de moneda extranjera crecimiento poblacional -o, incluso, a reducir la
(artículo 64), la defensa de los intereses de los con- población existente- lo cierto es que en términos
sumidores y usuarios y la disposición de informa- abstractos la «Política Nacional de Población» bien
ción en el mercado (artículo 65). Asimismo, consa- podría encaminarse a lograr el crecimiento
gra la protección de los recursos naturales y el poblacional.
ambiente.
De hecho, cuando todavía se creía que el crecimien-
El mismo título trata posteriormente asuntos menos to de la población era beneficioso, ésa era la inten-
63
generales y más específicos acerca del régimen tri- ción de los gobernantes. Mientras que hasta hace
butario, presupuesta!, la moneda y la banca, el algún tiempo, los grandes avatares de la historia -
régimen agrario y las comunidades campesinas y revoluciones, pestes, guerras o simplemente perío-
nativas, así como la propiedad. . dos de tiempo- se juzgaban favorable o desfavora-

ó1 Para una aproximación más certera al concepto de economía social de merq¡do-y afp_é~a_miento de su creador, véase ROEPCKE, ...op.
cit.

<>2 BERNALES, op cit., p_ 301-364.

63 GUERRA GARCÍA, Roger. Las Políticas de Población en el Perú_ En: THEMIs - Revista de D,érecho. Segunda Época, (1991) N° 19,
p_ 73_ Este autor señala: «Hay acuerdo entre quienes han estudiado la población del Perú, que la preocupación de los gobiernos hasta la
mitad de este siglo fue de incrementar su número». Sólo para hacer mención a las cifras oficiales, conviene en este punto señalar que según

THEMIS38
339
blemente según su incidencia en el crecimiento El dispositivo constitucional apenas demuestra tí-
poblacional-y así un siglo bueno era uno en el que midos esbozos de antinatalismo. Su redacción es lo
había crecido la población-, en la actualidad se suficientemente genérica como para admitir cam-
acepta sin mayor discusión la existencia de proble- bios en el contenido esencial de las políticas demo-
mas de «sobrepoblación», «explosión demográfi- gráficas según cambien las consideraciones en tor-
ca», etc., y que dichos fenómenos acarrean miseria y no a la conveniencia del crecimiento poblacional.
peligro para el futuro de la humanidad, motivo por
el cual deben ser severamente combatidos por los Desde luego, el artículo sexto de nuestra actual
gobiernos. Constitución, ha de ser objeto de desarrollo consti-
tucional a través de normas de inferior jerarquía y
En rigor, pues, el concepto de «Política Nacional de de mayor contingencia, cuya finalidad es precisa-
Población» únicamente comporta una conducta mente especificar las generalidades de una disposi-
positiva, predeterminada e intencional del Estado ción constitucional que por su naturaleza mantiene
en relación a la población de un país. Sea para una más vigorosa vocación de permanencia.
aumentarla o reducirla. En algún momento estas
políticas propiciaron el crecimiento demográfico,
Según la Resolución Defensorial 01-98 de la
como se ha visto antes. Actualmente, se privilegia la 66
64 Defensoría del Puebl0 , publicada en el diario ofi-
tendencia antinatalista.
cial «El Peruano» el día 27 de enero de 1998, el
régimen legal sobre «planificación familiar» en el
En el Perú, existe una Política Nacional de Población
Perú comprende los siguientes dispositivos legales
nada menos que por mandato constitucional. En
(sólo citamos los pertinentes para este trabajo):
efecto, la Constitución de 1993, en el capítulo segun-
do del título primero -entre los denominados «de-
rechos sociales y económicos»- más que ordenar su - Convención sobre la Eliminación de Todas las For-
implementación, asume la existencia de la política mas de Discriminación contra la Mujer, de la cual
nacional de población. forma parte el Perú y que establece que los Estados
parte asegurarán en condiciones de igualdad entre
En efecto, el artículo sexto de nuestra Carta Política hombres y mujeres «los mismos derechos a decidir
dispone lo siguiente: libre y responsablemente el número de sus hijos y
el intervalo entre los nacimientos y a tener acceso a
«Artículo 6.- La política nacional de población tiene la información, la educación y los medios que les
como objetivo difundir y promover la paternidad y permitan ejercer estos derechos».
maternidad responsables. Reconoce el derecho de
las personas a decidir. En tal sentido el Estado - El Decreto Legislativo 346, Ley de Política Nacio-
67
asegura los programas de educación y la informa- nal de Población, de 5 de julio de 1985.
ción adecuados y el acceso a los medios, que no
68
afecten la vida o la salud (... )}5 - Ley 25530, del 8 de setiembre de 1995.

la Resolución N° 201-98-INEI, la proyección oficial de la población al 30 de junio de 1998 era de 24'800,768 habitantes y la tasa de
crecimiento anual de la población de 1.76%.

6. Para un sucinto resumen de la evolución de las políticas demográficas en el Perú, véase GUERRA CARCtA, op. cit., p. 7:> y ss.

05 El antecedente inmediato de este artículo constitucional es el artículo sexto de la Constitución de 1979,que est;ablecía de manera más
escueta: «El Estado ampara la paternidad responsable». ~ ,-

hh Esta resolución estuvo motivada por las denuncias periodIsticas sobre inaceptables excesos en las campañas de población, tales como

intervenciones quirúrgicas que generaron la muerte de las intervenidas; esterilizaciones no consentidas, o consentidas ineficazmente, en
estado de incapacidad natural, vale decir, bajo alteración por los dolores del parto, o sin discernimiento.Obviamente, este tipo de actos
son viola torios de las más elementales libertades individuales. Sin embargo, no entraremos en este debate, por cuanto este ensayo
trasciende la discusión acerca de los excesos en las campañasantinatalístas y cuestiona, más bien, la conveniencia incluso de su existencia.
Lógicamente, si no existieran estas políticas demográficas, harto más difícil sería que se perpetrasen estos excesos.

67 Nótese que la norma es anterior a la Constitución de 1993.

60 Esta norma modifica elartículó VI del Título Preliminar del Decreto Legislativo346, queensu versión original excluía a la esterilización

voluntaria y al aborto como métodos anticonceptivos promovidos por la Política Nacional de Población, para excluir únicamente al
aborto. El Tribunal Constitucional declaró improcedente la acción de inconstitucionalidad promovida contra esta norma modificatoria,
alegando que la norma no es interpretable en.el sentido de permitir la esterilización quirúrgica irreversible como método de planificación
familiar. Véase esta sentencia en el diario oficial «El Peruano» de fecha 31 de mayo de 1997, página 149686. Sin embargo, tampoco es
materia de este trabajo determinar si la esterilización voluntaria irreversible es legal o constitucional en nuestro ordenamiento.

THEMIS38
340
- Ley 26842, Ley General de Salud, del15 de julio de Legislativo 346, Ley de Política Nacional de Pobla-
1997, que establece que toda persona tiene dere- ción, haciendo.la salvedad de que el grueso de su
cho a elegir libremente el método anticonceptivo texto resulta bastante moderado, puesto que princi-
de su preferencia. palmente lo que hace es reconocer las libertades
individuales de elección en esta materia, declarar el
- Resolución Ministerial 572-95-SA-DM del 17 de prioritario interés en la educación, la salud y la
agosto de 1995, que dispone que el Ministerio de asistencia a los desvalidos, etc.
Salud deberá suministrar, en forma totalmente
gratuita, la más amplia gama de métodos anticon- Sin embargo, no se puede negar que esta norma,
ceptivos, a fin de asegurar a las personas su libre supuestamente la principal sobre la materia en aten-
e informada elección. ción a lo que dispone el propio artículo primero de
su Título Preliminar, está teñida por la arraigada
- Resolución Ministerial 71-96- SA/DM del 6 de convicción de que conviene tanto a la sociedad
febrero de 1996, que aprueba el Programa de como a los individuos la disminución en los índices
Salud Reprod ucti va y Planificación Familiar 1996- de la natalidad; así como de la legitimidad de la
69
2000. intervención estatal para lograr dicha meta.

A estas normas, citadas por la resolución defensorial, En tal sentido, por ejemplo, el artículo II del Título
habría que agregar lo dispuesto en el artículo 79 del Preliminar de la mencionada norma establece que la
Decreto Legislativo 613, Código del Medio Ambien- «Política Nacional de Población tiene por objeto
te y Recursos Naturales, que dispone que la «racio- planificar y ejecutar las acciones del Estado relativas
nalidad del crecimiento demográfico» es un deber al volumen, estructura, dinámica y distribución de
del Estado. (Nótese la estrecha vinculación entre la población en el territorio nacional». Igualmente,
antinatalismo y ecologismo). el numeral 1 del artículo 1 de dicha ley declara como
primer objetivo de la norma «Promover una equili-
De las normas citadas, algunas demuestran un brada y armónica relación entre crecimiento, estruc-
antinatalismo severamente más acentuado que otras. tura y distribución territorial de la población, y el
Asimismo, mientras que algunas contienen enun- desarrollo económico y social (... )>>. También son
ciados puramente declarativos, o bien limitaciones objetivos de esta norma, en materia de educación
o mandatos de abstención para el Estado, otras «la formación socio-demográfica para subrayar la
promueven explícitamente la intervención del Esta- importancia de las variables poblacionales en el
do en materia de población. proceso de desarrollo socio-económico del país y
del influjo de éste en la dinámica demográ-
Desde luego, resultan políticamente inobjetables, fica( ... »>(artículo 14 inciso a)); y en materia de salud
desde una perspectiva liberal, las disposiciones que que «El Estado, para garantizar la paternidad res-
reconocen a los individuos la libertad de elegir el ponsable, promueve la realización de programas de
número de hijos que quieren tener y los medios para planificación familiar, los que comprenden activi-
lograrlo, en el sobreentendido de que no se trata de dades de educación, información y servicios a tra-
una graciosa concesión del Estado, sino del respeto vés de los establecimientos del sector salud( ... »>
a una libertad individual que antecede, filosófica- (artículo 24).
mente, a la creación de éste. Sin embargo, a partir de
una visión de conjunto, resulta de todos estos dispo- En estas disposiciones resulta evidente el sesgo
sitivos legales, que la actuación del Estado en esta intervencionista y asistencialista que inspira toda la
materia está regida por la asunción de la premisa de política poblacional, que supone que el Estado está
que el Estado tiene un interés directo, a nivel en mejor condición que los individuos para saber si
macroeconómico, en controlar el crecimiento de la les conviene o no tener (más) hijos. También subyace
población y, a nivel microeconómico, en incentivar a estos objetivos la convicción, que se pretende difun-
que las familias y -en general-los ciudadanos ten- dir y en efecto se ha difundido, de que el aumento
gan la menor cantidad posible de hijos. poblacional es una variable que incide negativamen-
te en el desarrollo económico y social del país.
En tal sentido, se puede reconocer como las normas
de más acentuado antinatalismo e intervencionismo, Sin embargo, con todo, este <;iispositivo deviene en
en primer lugar, a algunos artículos del Decreto relativamente inocuo, si se le. compara con las más

hY Esta resolución ha sido modificada, siguiendo las recomendaciones propuestas precisamente pod~ Defensoría del Pueblo en la

resolución sobre la materia que hemos citado.

THEMIS38
341
recientes normas del sector salud en materia de esta política poblacional ha sido consolidar una
«salud reproductiva», y en particular con el errático política despótica y totalitaria resultaría, en ver-
«Programa de Salud Reproductiva y Planificación dad, exagerado. Lo que en realidad sucede es que
Familiar 1996-2000», aprobado por Resolución Mi- las clases políticas y las instituciones nacionales e
nisterial 071-96-SAjDM y modificado posterior- internacionales, así como una buena parte de la
mente mediante Resoluciones Ministeriales 76-98- población, creen que el hambre de los niños, el
SA-DM y 89- 98-SA-DM. analfabetismo, la polución, el abastecimiento de
recursos naturales y el bajo crecimiento de la eco-
En efecto, en dicho programa se establecen los nomía, así como los problemas ecológicos, se de-
lineamientos para la actuación deliberada, ben a la «explosión demográfica»7! . La comproba-
asistencialista, entrometida y hasta despótica de ción de los poco felices términos en que ha sido
nuestro Estado -alegadamente liberal- en uno de planteado legislativamente el asunto debe llevar-
los ámbitos más privados e íntimos de los indivi- nos, de cualquier manera, a indagar acerca de la
70
duos,comoeseldesusexualidad . Este programa lógica o racionalidad que inspira estas disposicio-
impone al sector salud metas específicas y hasta nes para así poder cuestionar los errores que afec-
cuantificadas referidas a la adopción de métodos tan sus más elementales premisas.
de planificación familiar por parte de determina-
dos sectores de la población, en particular los estra- 3.1. Inspiración malthusiana de la Política
tos sociales más bajos. Sin embargo, tales objetivos Nacional de Población
o metas sólo los conocen con certeza o a cabalidad
los burócratas del sector, pues el texto del famoso No es necesario remontarnos demasiado en el tiem-
programa de salud reproductiva nunca ha sido po -apenas a 1817- para encontrar el antecedente
publicado completo. Es en cumplimiento de estos inmediato que alimenta toda la moderna preocupa-
inciertos dispositivos que se organizan y llevan a ción por los problemas poblacionales. En efecto, fue
cabo las tristemente célebres «campañas» de plani- en ese año que (Thomas) Robert Malthus, pastor
ficación familiar, en sus diversas versiones, como protestante y economista -como se ha dicho- de la
las «campañas de esterilización», etc. Esto, por escuela clásica publicó su «Ensayo sobre la Pobla-
cierto, supone generalizar y asumir a priori la con- ción».
veniencia de la planificación familiar para deter-
minados grupos poblacionales. Atropella toda La propuesta o preocupación de Malthus en rela-
noción de individualidad. Pasa por alto la premisa ción al tema del crecimiento demográfico puede
de que cada sujeto está en mejor posición de cono- resumirse en la siguiente frase:
cer sus propias conveniencias que la colectividad o
el Estado. Por ello obedece a una mentalidad «(oo.) la población, si no se pone obstáculos a su
despótica. Pero lo que es peor, a nuestro entender, crecimiento, aumenta en progresión geométrica, en
es que a esta política poblacional subyace un escon- tanto que los alimentos necesarios al hombre lo
dido matiz totalitario -propio de un ideal hacen en progresión aritmética».72
eugenésico verdaderamente fascista- que asume
que la pobreza puede ser reducida reduciendo el Según Malthus, pues, la capacidad de la tierra para
número de pobres. Como se verá más adelante, producir alimentos es inmensamente inferior a la
esta mentalidad parte de ciertas premisas radical- capacidad de los hombres para reproducirse. Para
mente falaces, tanto económica como filosófico- que los hombres puedan sobrevivir, entonces, en
políticamente. vista de que requieren de un alimento que pronto
será insuficiente, el crecimiento del alimento y el de
Empero, afirmar que la inmediata intención de la población deben ser mantenidos en el mismo
nuestros legisladores y del gobierno al desarrollar nivel. 73

7fl Esta intromisión, que como se verá, no se justifica económicamente y que filosóficamente es inaceptable, le cuesta a los contribuyentes, sólo
en el año 1998, más de doce millones de dólares, según el propio diario oficial "El Peruano» de fecha 29 de octubre de 1997, página A·3.

71 Cfr. SIMON, Julian. ¿Por qué creemos todavía que los bebés CaUsan pobreza? Versión en castellano del capítulo 15 del libro Population
Mntters (New Jersey, 1990). Separata. Universidad de Piura. Diciembre, 1990. Simon explica que las instituciones más importantes a nivel
mundial que han difundido estas creencias son el Banco Mundial, el Programa de Ayuda Internacional al Desarrollo (AID) del
Departamento de Estado de los Estados Unidos, el Fondo para las Actividades de la Población de las Naciones Unidas y las
organizaciones medioambientales.

71 MALTHUS, Robert. Primer ensayo sobre la población. Madrid! Sarpe, 1983. p.36.
7J Ibid., p.33.

THEMIS38
342
A pesar de autoproclamar el gran rigor científico Desde luego, el error más saltante de Malthus con-
de su obra, Malthus pretende haber demostrado su siste en asumir como constante invariable la dupli-
axioma con un ejemplo que no resiste un análisis cación de la población en un lapso de veinticinco
serio o profundo. Luego de comprobar que en los años, puesto que se trata de un dato radicalmente
Estados Unidos de América (<<donde los medios de contingente, en el cual intervienen una serie de
subsistencia han sido más abundantes y las cos- factores imponderables e imprevisibles -el más
tumbres más puras») la población se duplicó en el importante de ellos: la libertad de los hombres- que
curso de veinticinco años, y de asumir que el ali- determinan que su sola repetición histórica por una
mento disponible es el suficiente, concluye que la vez sea absolutamente improbable, de tal manera
producción de alimentos no se puede multiplicar que su asunción como una regla natural es verdade-
al mismo ritmo, porque crece de manera lineal. ramente un absurdo.
Con esta lógica proyecta apocalípticamente que al
cabo de doscientos veinticinco años (calculamos Como se ve, Malthus estaba fuertemente influido
nosotros que hacia el 2,042) la proporción entre por la tendencia fisiócrata en boga en su tiempo; por
población y alimentos sería como 512 a 10. Es decir, ello pretendió extraer conclusiones como prediccio-
habría 51.2 veces más población que el alimento nes matemáticamente comprobables acerca de te-
7
suficiente .J mas donde la intervención de la libertad humana -
y de su creatividad- impiden la consecución de
Malthus propone que la aprensión que sufren los cualquier estimación estadística.
hombres al saber de las dificultades económicas que
supone la procreación a nivel individual, es un Ahora bien, el poco rigor en la asunción de la premisa
obstáculo preventivo que actúa favorablemente para con que pretende demostrar su axioma, sin embargo,
reducir el crecimiento poblacionaf5. Consecuentes no refuta por completo su planteamiento. Sería des-
con ello, los antinatalistas se han dedicado a con- honesto no reconocer que se trata de un enunciado
vencer a la población, en particular a los más pobres, efectista, y aparentemente razonable, el que la pobla-
de que traer más hijos les generará ingentes costos y ción tiende a crecer más rápidamente que la produc-
muy pocos, si acaso alguno, beneficios. Luego de ción. Julian Simon, el economista que con mayor
introducir en la historia de las ideas de occidente la entusiasmo y rigor ha refutado el malthusianismo en
paranoia por el crecimiento demográfico y un giro el siglo XX admite que la teoría malthusiana, a pesar
hacia el pesimismo en el paradigma liberal de la de ser un error, involucra un convincente sentido
77
modernidad, Malthus finalmente no llega a propo- común . Tan aparentemente razonable resulta la
ner en su primer ensayo sobre la población que el propuesta, que ha sido asumida casi como una ver-
Estado se dedique a reducir el crecimiento de ésta. dad irrefutable por la mayoría de los gobiernos y
Antes bien , y en concordancia con su oficio de organismos multilaterales en el presente siglo.
predicador evangélico, propone la contención mo-
ral y la confortación de los auxilios espirituales así Efectivamente, y a pesar de que Malthus planteó su
como la lectura de los evangelios, convencido - tesis en el siglo XIX (y se constituyó en el precursor
acaso- de la inminencia del desastre demográfico moderno del antinatalismo) y aunque la
que predij07h . 78
contraconcepción no tiene nada de nuev0 , recién

74 ¡bid., p. 37-40. Si fuera cierto o válido el cálculo, asumiendo que la población mundial de la tierra era de 1000 millones en 1850 (cifra

tomada de Alcalá Zamora, véase la nota 79, infra, p. 390), la población actual del mundo sería de alrededor de 64000 millones, cuando
los cálculos más inflados no alcanzan la cifra de 6000 millones, es decir, menos de diez veces el resultado del errático «axioma».

7<;, Ibid., p. 63.

71J Ibid., p. 230 Y ss.

77 SIMON, op. cit.p.4. Ahora bien, como afirma Carlos Alberto Montaner, si a un grupo de personas se le pregunta «( ... )sobre la manera
más eficiente de obtener mercancía a más bajo precio, dándoles a elegir entre un bondadoso decreto presidencialo (... ) la libre competencia
en el mercado, el engañoso 'sentido común' les llevará a pensar que el control de precios es la manera más racional de bajar el costo de
los productos.» MqN,'fANER, Carlos Alberto. Qué se enseña, cómo se enseña y para qué se enseña: una visión liberal. En: THEMIS-
Revista de Derecho~ "Segunda Época, (1995) No. 32 p.208. Por ello, Montaner propone como uno de los retos más importantes de la
pedagogía liberal la enseñanza de la dinámica económica, que sólo es posibl~ sobre-¡a~bast: de las premisas filosóficas de la libertad.
Creernos que esto mismo es aplicable en relación al asunto demográfico, en éonfraposíd6n.,2::ta actual difuslón -incluso escolar- de los
dogmas antinatalistas. ~

7" SALAZAR LARRAÍN, Arturo. La mentira sobre la población. Lima: 1.M. Mariaca Asesoría C.,Úica¡ 1991. p. 90; Este autor demuestra
en el primer capítulo de su obra que la supuesta modernidad de la contraconcepción es una me!\tiri!. En efecto, Salazar Larrafn afirma:
«Desde tiempos inmemoriales los habitantes de nuestro planeta se han preocupado por lasobrepoblación y"por el efecto que ésta produce

THEMIS38
343
a mediados del presente siglo -al menos en el Perú- supuesto equilibrio a que deben tender las políticas
se consolida con fuerza el dogma de la planificación demográficas y que consiste en la consecución de
familiar. una cantidad de habitantes que les permita lograr la
satisfacción de sus necesidades de subsistencia, un
Lo que inicialmente parecía una apocalíptica pre- elevado nivel de vida, y con reservas suficientes
dicción academicista, se convirtió, a medida que la para un moderado crecimiento poblacional, en con-
industrialización produjo las grandes aglomeracio- cordancia con el medio ~eográfico,y mediante una
nes urbanas, en una preocupación creciente, que laboriosidad razonable.
redundó en la adopción de políticas efectivas en
contra del crecimiento poblacional, ante la constata- La preocupación por el aumento poblacional tam-
ción inicial del abigarrado paisaje de las masas bién ha elaborado varibles como la densidad
proletarias concentradas en las ciudades industria- poblacional, las tasas de natalidad, de mortalidad,
les y de la aparente despoblación del campo, princi- de morbi-mortalidad, esperanza de vida, prome-
pal fuente de alimentos. dios de edades y promedios de vida, nupcialidad,
fecundidad, entre otros81 •
A partir de las premisas elaboradas por Malthus, y
de quienes han desarrollado sus estudios, los han Especialmente siniestro, entre los elementos típicos
precisado, corregido, rectificado y supuestamente de las políticas demográficas de este siglo, resulta la
mejorado, pero siempre bajo el supuesto de que el denominada «natalidad dirigida» que, como su
crecimiento poblacional es un peligro para el futuro nombre lo indica, procura entrometerse en la activi-
de la humanidad, se ha desarrollado un sofisticado dad sexual de los ciudadanos para restringir, e
complejo de conceptos y disciplinas, e incluso de incluso suprimir la procreación casual, lo cual cier-
metodologías científicas, para ocuparse del proble- tamente supone imponer a los individuos la plani-
ma de la población y proponer posibles salidas o ficación familiar, violando sus más elementales de-
82
soluciones al aparente problema de la despropor- rechos fundamentales •
ción en el crecimiento de la cantidad de seres huma-
nos sobre la tierra y la de sus medios de subsistencia. No obstante reconocer los errores metodológicos
del malthusianismo, las teorías demográficas ac-
Es así como surge la demografía como ciencia que tualmente en boga -las que inspiran directamente
estudia las teorías ideadas para explicar y prever nuestra Política Nacional de Población- mantienen
mediante consideraciones económicas, sociales, o como premisa la necesidad de regular el crecimien-
de otra índole, la evolución de los problemas de la to poblacional. Se sigue aceptando apriorísticamente
población y sus consecuencias, así como para servir y sin mayor comprobación, que existe un desequili-
de apoyo a las políticas tendientes a influir en el brio entre el crecimiento de los alimentos y el de la
79
comportamiento de la población . Igualmente, cantidad de habitantes. A pesar de reconocerse que
surgen los conceptos de «pirámide poblaciona1», el axioma de Malthus era numéricamente erróneo
para comparar la composición de la población se- (pues, como se ha visto, si fuera cierto, habríamos
gún edades, «ciclos demográficos» para encasillar superado largamente ya los 50 mil millones de
los estadios o etapas de la relación entre nacimien- habitantes), continúa otorgándosele crédito al argu-
tos y muertes a lo largo de la historia, y «nivel mento efectista de que la población crece
óptimo de población» para designar la meta de «geométricamente» (aunque no necesariamente de

o pueda producir, en el abastecimiento y disponibilidad de los recursoS que le sirven de sustento. Esa misma antigüedad poseen, también,
los instrumentos o técnicas que el ser humano ha ideado para contrarrestar los efectos de la sobrepoblaci6n: la contraconcepción, el
infanticidio, el aborto, etc.}). En otra parte del libro se demuestra que la contraconcepción se remonta a tiempos tan remotos, como los
orígenes de la humanidad. Así por ejemplo, la referencia histórica más antigua data de 1900 a 1100 a.c., época en que se ha establecido
el origen de ciertos papiros egipcios que hablan sobre este tema. Por ello, las pretensiones de vanguardismo y modernidad de los
antinatalistas -que acusan a quien no está de acuerdo con ellos de anticuados, reaccionarios y hasta de trasnochados-resultan, por decir
lo menos, ridículas, puesto que se inspiran en una propuesta decimonónica (la de Malthus) que tiene antecedentes desde los albores de
la humanidad. El problema, pues, en definitiva, no tiene que ver con los tiempos ni con las modas.

70 Cfr. ALCALÁ ZAMORA Y CASTILLO, Luis y Guillermo CABANELLAS DE TORRES. Tratado de Política laboral y Social. Buenos
Aires: Heliasta, 1972. Tomo II, p. 386-387. '

~n Ibíd~, p. 388-392.

81 Ibid., p. 392405.

112 Ibid., p. 399.

THEMIS38
344
manera constante, por las guerras, hambrunas, epi- sino que simplemente supone constatar que vivi-
demias, etc.) mientras que los medios de subsisten- mos en una sociedad liberal, que supuestamente
cia lo hacen de manera «aritmética». cuenta con un Estado minimalista, también liberal,
que reconoce el derecho de todos los ciudadanos a
Se considera pues, que el Estado está en capacidad profesar las creencias que prefieran (porque el Esta-
de predecir la conveniencia social del crecimiento o do admite que ellos saben mejor lo que les conviene
83
la disminución de la población y que planificar el creer), y bajo un régimen de separación entre la
crecimiento de la población es una manera de pre- Iglesia y el Estado, es decir, entre la religión (y la
87
ver contingencias en el futuro, de enfrentar más moral) y la política. La secularización del Estado
certeramente la pobreza, en fin, de planificar la es una premisa de la modernidad. Esta constatación
84
política económica y socia1 • Se justifica la legitimi- impide que cualquier religión o grupo de ciudada-
dad de la actuación del Estado en esta materia a la nos pretenda imponer al Estado que actúe según los
luz de su finalidad social-asistencial. Pero esa fina- designios sobre moral que asume esa religión o ese
lidad, en la medida en que comporta la planificación grupo. Como afirma Federico Salazar: «El Estadono
de una variable económica esencial para el desen- se puede meter en el contenido de las morales ni en
volvimiento de los mercados, deviene en esencial- las prácticas intragrupales que no infringen dere-
mente anti-liberal. chos ciudadanos. Por esa misma razón ningún gru-
po puede pretender que su moral se consagre como
IV. EL DESPROPÓSITO ley para todos los demás, porque la leyes una norma
88
general( ... )>>.
Las políticas demográficas, como cualesquiera otras,
no están ni han estado absolutamente exentas de Sin embargo, no es necesario recurrir a los argumen-
críticas, a pesar de los difundidos consensos en tos morales para encontrar que las políticas
torno al antinatalismo que se han producido a lo poblacionales encierran un escandaloso despropó-
largo del siglo XX. sito. Bastan algunas consideraciones de tipo econó-
mico y político-filosófico para concluir la absoluta
Desde luego, las más insistentes y difundidas obje- incompatibilidad de la planificación y el control
ciones al antinatalismo han sido propuestas por la demográficos con el liberalismo.
85
Iglesia Católica . Ahora bien, la Iglesia ha esgrimi-
do en sus ataques argumentos de tipo social (y 4.1 La falacia malthusiana
económico) a los que poca importancia se ha presta-
do a pesar de sus coincidencias con los estudios más Como ha quedado dicho líneas arriba, el
certeros de los economistas liberales modernos so- malthusianismo en cualquiera de sus versiones,
bre la materia. Sin embargo, su posición se sustenta incluyendo sus versiones corregidas y sus versiones
de manera preponderante en argumentos de tipo más modernas, se sustenta sobre la base de los dos
moral, que por su naturaleza no pueden ser asumi- enunciados que componen el axioma; señala-
dos por el Estado para delinear su actuación políti- damente, que la población crece geométricamente,
co-económica sin violar los derechos y las libertades por un lado, y por el otro, que los medios de subsis-
individuales de todos los ciudadanos que no profe- tencia crecen aritméticamente.
86
san obediencia al catolicismo.
El malthusianismo ha sido refutado por los econo-
La afirmación anterior no pretende desconocer el mistas del presente siglo, en particular por los eco-
derecho que le asiste a la Iglesia o a cualquier nomistas liberales, mediante la demostración de
religión de proclamar la inmoralidad de la que sus premisas son falaces, y por tanto es falaz
anticoncepción y el antinatalismo, ni el de advertir también la conclusión que se obtiene de ellas; a
a sus fieles sobre las consecuencias morales de ellos, saber, que el crecimiento poblacional tiene como

83
Ibid., p. 405-406.
M
Ibid., p. 425.
<~

85
[bid., p. 420 Yss.

"" SALAZAR BUSTAMANTE, Federico. ¡Devuélvanme mi plata y mi cuerpo! En: rus ET VERIT~S. Año -VI, No. 11 p. 209-214.

87 Véase la nota 43 supra.

xx Ibid., p. 211.

THEMIS38
345
efecto directo la escasez de los medios de subsisten- individuales con razón y voluntad, cuyos actos no
cia y por consiguiente, el crecimiento de la pobreza. obedecen a un intrínseco código matemático que los
Es falaz además la conclusión por causa de un error impulse a reproducirse bajo el imperativo de una
adicional, como señala Salazar Larraín. Éste consis- ecuación cuadrática o un cálculo f'Yfonencial.
te en establecer una relación entre ambos elementos
(alimentos y población), planteando «como equiva- Por ello, Salazar Larraín djJuntil cun ilcif'rto:
lentes matemáticos dos elementos dispares( ... )}9.
«La vida se resisk a iJ. estadística conlO el agua se
Nótese que la pretendida validez del calculo. resiste al aceite. De un recién nacido y de un hombre
malthusiano se sustenta en la necesaria conjunción de 60 años, como hace notar Sauvy, no es posible
de las dos premisas sobre las que se sustenta. Rasta sacar dos personas de 30 años( ... ). No es posible
con demostrar la falsedad de una de ellas para sustraer el concepto de población de la vida huma-
91
desbaratar absolutamente la conclusión. Pues bien, na.»
lo que han hecho economistas a que nos hemos
referido en el párrafo anterior, es refutar no sólo La vida humana está, pues, determinada por su
una, sino las dos premisas del malthusianismo, o composición biológica y por su proyecto existencial
para ser más comprehensivos, del antinatalismo. (determinado a su vez por la libertad). Pero el
cálculo estadístico se sustenta en el concepto de
En cuanto al crecimiento geométrico de la pobla- «inercia», construcción mental destinada a inquirir
ción, el error de Malthus, como se ha señalado con sobre las relaciones del mundo físico (nuevamente,
anterioridad en este trabajo, reside en creer que se la fisiocracia); es decir, sobre objetos sometidos a
trata de una constante matemática, en pretender los designios de leyes físicas o matemáticas, las
equipararla con una ley de la física (por ello aludía- cuales son desafiadas cotidianamente por la
92
mos a la influencia fisiocrática)90, cuando en reali- existencial libertad del hombre . La inoficiosidad
dad se trata de una variable, en la cual interviene la del cálculo (y la proyección del crecimiento)
libertad humana, y el devenir de su historia, tornan- poblacional-basado en una unidad de cuenta pu-
do en imposible toda predicción, y en fútil toda ramente matemática- consiste en la imposibilidad
planificación; por lo que las estadísticas y proyec- de someter la libertad de la cond ucta humana a las
ciones en esta materia, aún las más rigurosas, son curvas que describe una función matemática basa-
puramente aproximativas y especulaticias. da en el comportamiento de los números y de los
93
cuerpos sólidos .
En efecto, tan profundo es el error de Malthus en
esta materia, que se remonta hasta una cuestión Los seres humanos, pues, no se reproducen como la
epistemólogica; vale decir, hasta el modo de enfren- secuencia numérica que planteaba Malthus, sino,
tar el concepto de población como objeto de conoci- para utilizar una expresión muy prosaica, como les
miento. Las pretensiones de medición y proyección da la gana. Por ello es que la vida humana, tanto en
estadística o matemática que pretenden anticipar el su origen como en su proyección, es estadísticamente
94
crecimiento de la población suponen una errática inasible • Pretender predecir estadísticamente el
aproximación al concepto de población, como si se «comportamiento demográfico» de los seres libres
tratara de un «objeto»; esto es, como algo que puede es como pretender conocer al ganador de un mun-
ser aprehendido por la estadística; cuando en reali- dial de fútbol, antes de que se lleve a cabo, sobre la
dad de lo que se trata es de sujetos, de seres libres, base de los datos extraídos de campeonatos anterio-

89 SALAZAR LARRAÍN, op. cit. pA2.

90 Véase la nota 73 supra, en la cual se plantea un simple ejemplo numérico que grafica elocuentemente los errores a que nos pueden

conducir los números en esta materia. .

91 SALAZAR LARRAfN, op. cit p. 39.

Y2 Ibid., p.4K

93 Por ello, más que un error estadístico, constituye un error epistemológico la afirmación de Malthus en el sentido de que «la especie
humana crecería como los números 1,2,4, 8, 16,32,64,128,256.512, etc.» . MALTHUS, op. cit. p.40. Es por ello que la economía, en sus
versiones líberales modernas, ha dejado de pretender seruna ciencia, en el sentido de «ciencia natural» (Naturwissenschaft), y ha asumido
su carácter de disciplina social, pues al reconocer la libertad humana como premisa, ha descubierto que toda proyección estadística es
puramente aproximativa, y que las predicci,?nes matemáticas con pretensión de infalibilidad son un despropósito.

94 SALAZAR LARRAfN, op. cit. p. 48.

THEMIS38
346
res jugados por jug~dores distintos. Constituye, por «Hacer previsiones del tamaño de la población re-
cierto, otro de los despropósitos del antinatalismo. quiere hacer hipótesis también sobre la fertilidad de
las parejas y, asimismo, sobre la fertilidad de los
Pero el error no se acaba allí. Existe una cuestión matrimonios actuales, que han comenzado pero no
adicional: terminado de traer niños al mundo. Semejantes
hipótesis han resultado tremendamente erróneas
«Las políticas de población, por otra parte, llegan a en el pasado (... ) esta historia de las predicciones de
sus conclusiones y prescripciones tomando como la población debería hacernos pensar dos o tres
base el concepto de suma de individ uos. Ese concepto veces antes de conceder demasiada importancia a
de suma es, como sabemos, de orden aritmético e las previsiones apocalípticas sobre las consecuen-
involucra la composición de varias cantidades en una cias del crecimiento de la población. »97
sola total. Ahora bien, es necesario tener en cuenta
que esa operación aritmética, mediante la cual obte- En definitiva pues, afirmar que la población crece
nemos el total-operación que radica en el sujeto que geométricamente es falso, de toda falsedad. Más aún,
la efectúa pero que no existe como realidad concreta- es errático. Supone «enclaustrar el comportamiento
98
exige que los sumandos sean siempre cantidades más íntimo del ser humdn0 » (su sexualidad y capa-
homogéneas. En el caso de la población,los sumandos cidad de procreación), lo cual viene de suyo refutado
son individuos diferenciados, cada uno de los cuales por su característica más saltante: su libertad.
es en sí mismo un valor absoluto; es decir, una totali-
dad. (... ) A pesar de ello, las políticas de población lle- Por otra parte, la refutación de la segunda premisa,
gan a su conclusión tomando como base la suma de aquélla según la cual los medios de subsistencia
individuos. Esa suma no deja de ser una de orden arit- tienden a crecer en proyección aritmética, encuen-
mético y, por tanto, un resultado que involucra la tra también su principal refutación en la esencia del
composición de varias cantidades en una sola tota1»95 . hombre, es decir, en su naturaleza libre.

De acuerdo con el fragmento anterior, pues, debe- Theodore W. Schultz, ganador del Premio Nobel de
mos concluir que lo que permite realizar operacio- Economía, y a quien hemos mencionado anterior-
nes matemáticas es la funglbilidad de los factores, es mente entre los exponentes de la ecuela liberal del
decir, la seguridad de que todos son intercambia- «Capital Humano»99 establece, de un modo gene-
bles y de que todos se comportarán y reaccionarán ral, que:
igual si se introduce un elemento exógeno en el
cálculo. Esto, aplicadu a los seres humanos, es una «( ... )hay un exceso de retórica formado por som-
falacia, nuevamente a la luz de su esencia radical- brías predicciones en el sentido de que en la tierra
mente libre. Nada nos permite asumir que reaccio- los suelos se están agotando, los recursos naturales
narán uniformemente. Sumar seres humanos para' se acaban, la tierra adecuada para el cultivo no
efectos de extraer conclusiones o proyecciones esta- alcanza a producir los alimentos necesarios para
dísticas es como sumar factores diferenciados, v.gr., una población que sigue en aumento, y que no
como sumar -en física- Newtons (unidad de medi- tardarán en producirse grandes hambres. Tales pre-
da de la fuerza) con Ohms (unidad de medida de la dicciones no so]' llna verdadera evaluación de los
resistencia eléctrica). N o son fungibles. N o son inter- límites de la tierra, porque la productividad futura
cambiables. No reaccionan igual. de la economía no está determinada por el espacio,
la energía y las tierras cultivables. Sí lo estará por las
Las proyecciones sobre el crecimiento geométrico capacidades de los seres humanos, tal como ha
de la población han resultado, como lo demuestra sucedido en el pasado, y no hay razones de peso
Salazar Larraín, refutadas por la realidad de la par~ (sYJ?oner) que no haya de ser así en los años por
historia%. Por ello, concluye Julian Simon que: venlr.»

YS Ibid., p. 48-49.

% Véanse en tal sentido, todos lo ejemplos que ha seleccionado el autor para demostrar este aserto. Ibid' p.S1-58 .
f
.... ."",. . ~ ~ ~

97 SIMON, Julian 1. El último recurso. Madrid: Dossat, 1986. p. 205, citadd'p~r SALAZAK LARRAfN, op. cit. p.49.
~ ,
; ~ .. '".... ... ~
98 Ibid., p.49.

99 Véase la nota 4 supra.

"Xl SCHULTZ, Theodore M., 1985. p. 134 citado por SALAZAR LARRAÍN, op. cito p.115.

THEMIS38
347
La aplicación de la premisa de Malthus conduce a moderna economía puesto que constituyen una vi-
concluir que «más consumidores significa menos gésima parte, o menos, de los mejores rendimientos
stocks de bienes fijos disponibles para ser divididos 'b
d e 1as economIaS po res.» 103
entre más gente. Y más obreros trabajando con el
mismo stock de capital fijo disponible, significa que Para escándalo de los ecologistas, Salazar Larraín
habrá menos rendimiento por trabajador» 101 demuestra con datos y números precisos que los
recursos naturales existentes en la tierra están muy
Empero, el error consiste, como sostiene Simon, en lejos de acabarse 104 . El concepto mismo de escasez
que los recursos no permanecen fijos o invariables. sobre el cual se construye la proposición que la
«La gente crea siempre más recursos de toda clase. afirma en relación con los recursos naturales, es poco
Cuando el transporte a caballo resultó insuficiente certero. Económicamente no es tan importante la
para satisfacer la demanda, se desarrollaron el fe- cantidad de recursos vista en términos absolutos-de
rrocarril y el automotor.( ... ) No hay recursos hasta manera estática-, en el sentido de cuántos bienes hay
que, por razones prácticas, no los hubicamos, des- numéricamente; sino en función de su utilidad, de su
cubrimos sus posibles usos y desarrollamos la for- necesidad etc. No importa, pues, la abundancia de un
102
ma de obtenerlos y procesarlos.» bien que no tiene utilidad económica. Más que cuán-
tos bienes hay, la pregunta es qué tanto se les necesi-
En otras palabras, pues, la libertad del hombre, ta. Es decir, importa su utilidad económica. Esto se
unida a su creatividad, determina que siempre esté vincula directamente con la premisa liberal de la
en capacidad de generar más recursos. La propues- teoría subjetiva del valor. La historia del Perú debería
ta de Malthus, determinada por el estado de desa- servirnos como irrefutable ejemplo de que la riqueza
rrollo alcanzado en su época, está irremediable- no radica en los bienes en sí mismos, ni en la cantidad
mente viciada por un sesgo agrarista que en nuestro que de ellos se tenga -pues, como se afirma con
tiempo resulta excesivamente provinciano como razón, tenemos muchos- pero aún así continuamos
para pretender extraer de él conclusiones con voca- siendo, como nos calificó Raimondi en su famosa
ción axiomática, objetiva, universal. Malthus creía frase «un mendigo sentado en un banco de oro» 105.
que los medios de subsistencia provenían, mediata
o inmediatamente, de la tierra. Como quiera que su Al respecto, la cita de Julian Simon resulta precisa:
extensión, y más aún su extensión aprovechable, es
limitada, tenía que concluir que los medios de sub- «la medida importante de la escasez es el costo o el
sistencia eran finitos, y que crecían al ritmo en que precio de un recurso, no ninguna medida física de
aumenta la proporción aprovechable de tierra. sus reservas calculadas. Y el modo apropiado (... ) de
pensar sobre los recursos extractivos no es en unida-
Se trata, sin duda, nuevamente, de una visión está- des físicas, libras de cobre o acres de tierra de labor,
tica de la producción. La historia, por el contrario, sino más bien en los servicios que nosotros obtene-
nos ha enseñado que todas las expresiones huma- mos de estos recursos: la capacidad de transmisión
nas -incluyendo la economía, y dentro de ella, los eléctrica del cobre, o los alimentos y el disfrute
procesos productivos- son por naturaleza, dinámi- gastronómico que la tierra de labor ofrece a través
cas, siempre cambiantes; de no ser así no tendría- de sus productos( ... ) Y no hay ningún límite signifi-
mos, precisamente, historia. Privilegiar la sujeción cativo -ni siquiera el com únmente mencionado peso
de la producción económica a las limitaciones de la o dimensión de la tierra- de nuestra capacidad de
tierra por sobre el ingenio y el trabajo -y a través de mantenernos creClen . d '
o SIempre.» 106

ellos, de la libertad- humanos, es subestimar a los


hombres. Como afirma Simon «las industrias En definitiva, pues, es un error equiparar, como lo
extractivas son sólo una parte muy pequeña de la hizo Malthus, medios de subsistencia con recursos

101 SIMON, op. cito , loco cito Esto, en términos malthusianos se conoce como «la ley de los rendimientos decrecientes».

102 Ibid., p. 4-5.

1113 Ibid., p. 5.

Ill.¡ SALAZAR LARRAÍN, op. cito p. 93 Yss.

lOS Nuestro problema radica en persistir en seguir siendo mendigos, en lugar de producir,No se requiere el banco de oro para ser ricos,
ni basta para serlo con tener el oro. La dquez.,.a es producto de una actitud emprendedora, en todo contraria a la actitud del mendigo.

lOó SIMON, p. 414- 415; citado por SALAZAR LARRAIN, op. cito p. 134.

THEMIS38
348
naturales o con productos de la tierra. La producción quien hace notar que el error es pasar por alto o no no-
obedece a las necesidades del hombre. Como vimos tar que el trabajo es diversificado y especializado, y no
con anterioridad, la conducta humana no está some- siempre igual. Por ello concluye Hayek que no sólo
tida a un inextricable designio matemático. El recorri- más hombres sino más hombres diferentes hacen posi-
do de la civilización, como afirma Simon, consiste en ble un incremento en la productividad. La sentencia es
la sustitución de bienes temporalmente escasos por concluyente: los hombres se han hecho poderosos
otros más fáciles de obtener y que cumplen mejor sus porque se han hecho diferentes. lOS Obviamente, las
funciones, es decir, acrecientan su utilidad. Así, por diferencias entre los hombres son producto de la di-
ejemplo «Los satélites y la fibra óptica para las trans- versidad de seres humanos; diversidad que es directa-
misiones telefónicas fueron consecuencia del reem- mente afectada por el descenso en los índices de la
plazo del ahora cobre caro por la arena» 107. Si alguna natalidad.
vez se pensó que el cobre podía acabarse, ¿podrá
ahora alguien decir que se va a acabar la arena? Y si En consecuencia, pues, la falacia malthusiana con-
fuera así, ¿no está acaso superado el problema con la siste en asumir como constantes estáticas, someti-
invención y masiva difusión de la telefonía celular? das a las leyes matemáticas, variables dinámicas
La tecnología, pues, consiste en desafiar la escasez y como la producción, la procreación y el trabajo
en sustituir la necesidad de un bien por la de otro, en humanos, que sólo pueden estar sometidos a las
un proceso dinámico e ilimitado. preferencias, necesidades y al arbitrio de los seres
humanos, determinados por su libertad.
De todo lo anterior, pues, debemos concluir que los
bienes de subsistencia no aumentan en progresión El axioma de Malthus, entonces, aunque planteado
aritmética, sino que aumentan según las necesida- desde la escuela clásica y sobre la base de los trabajos
des que de ellos tengan los hombres, hasta que tales de Adam Smith, pasa por alto el elemento central del
necesidades cesan y son sustituidos por otros. La liberalismo; es decir, la libertad, que influye directa-
visión estática de Malthus lo llevaba a creer que los mente en los elementos que, bajo la influencia de la
bienes que según él crecían aritméticamente, eran fisiocracia, quería predecir con exactitud. Aún cuan-
siempre los mismos. La economía y la historia nos do la finalidad de su ensayo sobre la población era
enseñan, por el contrario, que los bienes que necesi- refutar las teorías socialistas de Godwin en contra de
ta el hombre van siempre variando según el estado la propiedad privada de la tierra lO'! , Malthus no logró
de desarrollo y el nivel de tecnología alcanzados. construir su propuesta a partir de una cabal asunción
de todas las consecuencias de la libertad humana,
Del mismo modo, Malthus incurrió en un error al con- acaso porque el estadio de desarrollo de los estudios
siderar al trabajo humano como un elemento homogé- económicos de su tiempo le impedía observar, como
neo, es decir, nuevamente, como una constante y no podemos hacerlo ahora nosotros, que el crecimiento
como una variable. Sin embargo, en este punto, el mal- de la población en nada incide sobre el crecimiento
110
thusianismo es refutado nada menos que por Hayek, de la pobreza de los pueblos .

107 SIMON, op. cil., loe. cil.

10S Cfr. SALAZAR LARRAIN, op. cit. p. 142.

WY Cfr. MALTHUS, op. cil. p.128 Y ss. Y SALAZAR LARRAÍN, op. dI. p. 67 Yss.

lllJ Mi conclusión personal acerca del legado de Malthus en la historia de las ideas liberales es que, no sólo no las enriqueció (porque como

se ha visto -acaso porque no pudo evitarlo- en buena cuenta las obvió) sino que, antes bien, ha contribuido enormemente a la difusión
de los ideales que pretenden refutar al liberalismo. En efecto, y como ya se ha mencionado antes en el presente trabajo, Malthus introduce
vigorosamente en el discurso filosófico, a partir de sus conclusiones demográficas, una visión pesimista del futuro de la humanidad que
contradice el ideal de progreso del paradigma moderno del cual participa el liberalismo. Este pesimismo, y la sistematización de la falacia
de que los recursos naturales inevitablemente se agotarán por el consumismo humano, es el sustento teórico de la propuesta ecologista,
que tan duramente cuestiona las premisas del liberalismo, especiafmenfe en materia económica. El fanatismo de algunas vertientes
ecologistas ha llegado a extremos inverosímiles. Es as! que en algunos países desarrollados (paradójicamente) existen grupos que
propugnancomq lÍQica alternativa para la conservación del planeta y del biosistema nada menos que ¡el exterminio de la especie húmana!
Esta bizarra proposiCíón es parte del argumento de la película de ciencia ficción «TweJve-Monkeys», pero aunque parezca un absurdo, hay
quienes la tornan en serio. Esta trasnochada propuesta se descalifica en sí mistn¡¡, porqueta p.¡;opía «naturaleza» ha sido la que ha creado
a los seres humanos y les ha o.torgado la habilidad para someterla (según los ~cologistas, p~ndola en pel!gro). En tal sentido, lo más
probable sería que la desaparición de la especie terminara desembocando en la sustitúción de los hombres como especie dominante por
algún otro ser que evolucione hasta el estadio de inteligencia que se requiere para enfrentar el meqio natural y someterlo. Por lo demás,
una postura que propugna la desaparición de los hombres pierde de vista la razón de ser de la tendencia conservacionista. En efecto, el
único argumento atendible para dar crédito a las tesis protectoras del medio ambiente es la consefvaGión,del propio ser humano. Resulta
filosóficamente inéonducente propugnar la continuación de la vida no inteligente en ausencia de la inteligente. Asimismo, importa una

THEMIS38
349
111
En efecto, como señala Simon ,abundan los ejem- historia, pues incentivó la fenómenos que única-
plos en ese sentido, siendo el más concluyente el de mente han producido bienestar a la humanidad,
Hong Kong, donde sin recursos naturales y en con- como el descubrimiento de la agricultura, el desa-
diciones que los antinatalistas calificarían como de rrollo del comercio, la industrialización, etc.
sobrepoblación (40 veces mayor densidad que Chi-
na 112) se han alcanzado increíbles niveles de prospe- Bastaría para demostrar esta conclusión, con hacer
ridad. mención al indiscutible hecho de que, histórica-
mente, la relación entre las calamidades de la po-
La conclusión es, pues, inequívoca. El aumento en la breza, el hambre y las enfermedades por un lado; y
población no genera pobreza. «Los estudios con- aumento de la población por el otro, ha sido
cuerdan en que el crecimiento más rápido de la inversamente proporcional. «Los seres humanos
población no trae consigo un crecimiento económi- somos ahora más numerosos pero, sin duda, me-
co más lento. Los países cuyas poblaciones crecen nos hambrientos y gozamos de un nivel de salud
más rápido no lo hicieron económicamente, en pro- mucho más alto que el de nuestros antecesores.» 116
medio, más lentamente que los otros.» 113 Por el Es decir, a mayor cantidad de gente, mayor pro-
contrario, en una economía libre, y a largo plazo, el ductividad y mayores incentivos para las revolu-
crecimiento de la población genera mucho más ciones tecnológicas.
beneficios que los que se puede producir en una
114
economía planificada. No olvidemos que plani- El Estado, entonces, no tiene una sólida razón para
ficar la población a nivel macro es planificar la aducir que interviene en materia demográfica para
economía (lo cual difiere sustancialmente, por cier- reducir o evitar la pobreza; vale decir, con miras a un
to, de la planificación familiar libremente escogida, «interés socia!».
no inducida por el Estado).
Hemos visto, pues, de qué manera el malthusianis-
Por ello afirma categóricamente Hayek: «No es mo, con sus premisas y conclusiones, colisiona con
cierto que el incremento de la población lleve al la libertad de los hombres y se convierte en una
empobrecimiento. No ha habido ningún caso en la propuesta fútil y errática. Sin embargo, la demostra-
historia -y digo esto luego de una cuidadosa consi- ción del carácter falaz del malthusianismo ha sido
deración-en que el incremento de la población haya desarrollada en un escenario macroeconómico, con
llevado al empobrecimiento de la gente que ya la finalidad de hacer hincapié en que la población no
exis tía. »115 es sinónimo de pobreza. Empero, las conclusiones
de este trabajo no podrían ser certeras sin un análisis
Antes bien, por el contrario, el aumento de la pobla- del funcionamiento de la dinámica poblacional y el
ción ha sido uno de los principales motores de la ejercicio de la libertad en esta materia a nivel indivi-

entrañable contradicción el hecho degue el propio «destructor» de la natunifeza seael único capaz de plantearse la necesidad y de lograr
la conservación de ésta, siendo que pertenece a ella. En efecto, sólo el hombre, eventualmente, podría salvar a la tierra de la destrucción
por causa de un meteorito, por ejemplo. Por otra parte, si la naturaleza creó a su propio destructor, no merece ser conservada, pues ha
sido capaz de autodestruirse (al generar a la especie humana). La absurda propuesta de estos radicales implica que el hombre se
autodestruya para evitar que la naturaleza seautodestruya, pero destruyendo a su vez una parte de ella (la especie humana), aún cuando
lo que se quiere evitar es la destrucción (incluso parcial) de la naturaleza. Por último, no está demás decir que el ecologismo (con su
antecedente malthusiano) desempeña un importante papel en lo que los postmodernos denominan «crisis de la modernidad», que
afectaría por igual al liberalismo. Es decir, el ecologismo ha contribuido signíficativamente al discurso postmoderno. Por tanto, lasideas
de Malthus han terminado teniendo un efecto entrópico para su propia tradición.

111 SIMON,op. cit. p. 3-4.

112 El asunto de la densidad, expresado enhabítantes por extensión de tierra, tampoco es un elemento alarmante o preocupante ni tiene

relación con los índices de pobreza como, refutando aJuanJulio Wicht, y con referencia específica al caso peruano, demuestra SALAZAR
LARRAíN, op. cit. p. 123 Y ss.

11J SIMON, op. cit. loe. cií.

[14 !bid., p. 2. Según Simon, pues, la causa central de la pobreza y del desarrollo económico es el sistema político Y,económico de un país,
y no el aumento de su población. (p.1). Como señala Arturo Uslar Pietri en su artículo «El regreso de Malthus». El Comercio, 23 de enero
de 1998, página A·2, recientemente,la atenci6n mundial está pasando de preocuparse por la sobrepobladón a preocuparse por la
reducción de ésta.

m HAYEK, F.A.. dtado por SALAZAR BUSTAMANTE, op. cit. p. 209.

116 SALAZAR LARRAIN, op. dt. P 113.

THEMIS38
350
dual o familiar, o si se prefiere, microeconómico, no planificar su familia, y en qué condiciones o con
pues dicho análisis nos permitirá incidir en las qué métodos, involucran necesariamente un análi-
cuestiones filosófico-políticas en las que también sis de costo-beneficio que determina que la conduc-
pretende sustentarse este ensayo. ta sexual de los individuos tienda por sí misma a
procurarles el bienestar que las políticas
4.2. El despropósito económico: no se puede poblacionales utilizan como pretexto para su inter-
mejorar la situación de las personas reduciendo vención.
su número de hijos
En otras palabras, si los individuos tienen muchos
El punto anterior de este trabajo ha estado destina- hijos, el Estado no tiene razón alguna ni legitimidad
do a analizar los efectos sociales del aumento de la para asumir que eso, a nivel personal, no les convie-
población. Hemos concluido que no se justifica que ne.
el Estado intervenga para inhibir dicho crecimiento
porque al hacerlo no está cumpliendo ninguno de Igualmente, si los individuos tienen pocos hijos o
sus fines; vale decir, ni está reduciendo ni evitando ninguno, aún cuando a largo plazo, como se ha
la pobreza ni está protegiendo la libertad o integri- visto, el crecimiento en la población genera benefi-
dad de los individuos. cios sociales, el Estado no está legitimado para
imponerle ni sugerirle ni incentivarle la procreación
Como se vio al tratar acerca del contenido de la bajo el pretexto de que le conviene al propio indivi-
<<libertad liberal» y el }?apel que le corresponde duo.
1
desempeñar al Estado ,es propio de un Estado
despótico y paternalista (incompatible con el Esta- Sencillamente, el Estado no está en poslclOn de
do liberal) intervenir para desincentivar o favorecer saber cuál es el comportamiento sexual que convie-
indirectamente el abandono de conductas privadas ne a los individuos, ni cómo les afecta económica-
que considera perjudiciales para el individuo, in- mente la procreación.
cluso sin coactarlo. Ello supone, pues, asumir que el
Estado está en mejor posición que los individuos Debemos reconocer, pues, que a algunos seres hu-
para conocer sus preferencias, necesidades o conve- manos les conviene tener más hijos y que a otros les
niencias. conviene tener menos, o no tenerlos. En todo caso,
se trata de un cálculo individual. Como no existe
Aunque anticipadamente hemos concluido que la una regla general al respecto, el Estado está obliga-
actitud descrita en el párrafo anterior no es legítima do a abstenerse de intervenir, pues toda la actuación
bajo los presupuestos del liberalismo, entraremos del Estado está circunscrita al interés general, y
en este punto a profundizar acerca de una de las todas sus actuaciones están sujetas a fórmulas gene-
premisas básicas del antinatalismo, que consiste en rales. No le corresponde intervenir en la esfera
asumir, a priori, que a los individuos, y especialmen- individual ni perseguir el interés individual. Ade-
te a los pobres les perjudica tener (más) hijos. De la más es absolutamente incapaz de lograrlo.
falsedad de dicha premisa se deriva la inutilidad de
toda regulación antinatalista. Dependerá, pues, de múltiples factores, diferentes
para cada familia o individuo, la conveniencia eco-
Un elemento esencial para el análisis que queremos nómica de la procreación. En efecto, para citar un
emprender en este punto, es la asunción del indivi- ejemplo «El costo-beneficio de tener hijos se modi-
dualismo como premisa 118. Si aceptamos que todos fica con el paso de un modo de vida rural a otro
los hombres libres y racionales (y no sólo los ricos, urbano, al mismo tiempo que con las mejoras en
o los que tienen una educación superior) conocen educación y cambio de actividades( ... »>.119
mejor -o, al menos que están en mejor posición de
conocer- que los demás hombres y por consiguiente De lo anterior se desprende pues, que para los
que la sociedad o el Estado, acerca de lo que les habitantes del campo puede ser perfectamente efi-
conviene, es obvio que las decisiones que tomen ciente y perfectamente racional tener familias nu-
esos hombres acerca de los hijos que van a tener (o merosas, puesto que ello les permite hacer producir
si no van a tener hijos), o acerca de si les conviene o más la tierra. Por ello, cuando nos compadecemos

117 Véase la nota 49 supra.

11' Véase las notas 15 y 16 supra.

11'i SIMON, op. cit. p. 3.

THEMIS38
351
122
de las madres campesinas por su numerosa prole, causa de su conducta sexual • Las externalidades
no sólo estamos siendo despóticos -al creer que ella son efectos (beneficiosos o perjudiciales) que la
no sabe que le coñviene tener pocos hijos- sino persona que toma una decisión o realiza una activi-
además, profundamente ignorantes, precisamente dad no asume directamente o no toma en cuenta'l
porque no estamos en su lugar y no podemos reali- en consecuencia tales efectos recaen en los demás 12 •
zar el análisis de costo-beneficio de la procreación Ejemplos de externalidades en el ámbito sexual, que
que ella, conscientemente o no, ha hecho. Es proba- justifican una intervención regula toria según P osner,
ble que si tuviera menos hijos sería más pobre. serían la transmisión de enfermedades venéreas, la
Ahora bien, el error no está en compadecernos de su filiación extramatrimonial o las violaciones sexua-
pobreza, sino en creer que tal pobreza se debe a sus les. Por otra parte, como se sabe, el famoso «Teore-
muchos hijos, cuando en realidad su causa es el 124 1 . .,
ma d e C oase» propone que a mtervenClOn
sistema político-económico que no le ha permitido regulatoria se justifica para alcanzar un resultado
acceder a un sistema de propiedad e intercambio eficiente cuando, en ausencia de regulación, el exce-
eficiente y libre. so de costos de transacción impide que la voluntad
de los particulares logre directamente tal resultado.
Por el contrario, la vida en las ciudades, en espacios A nuestro entender, resultaría verdaderamente in-
más pequeños, con un ritmo estresante, donde la genuo plantear que la interacción sexual de los
mayoría de personas trabaja (incluyendo las muje- individuos para efectos de la procreación supone
res), donde el costo de vida es más alto, constituye elevados costos de transacción, pues la información
de por sí un incentivo para que los individuos requerida para tal efecto, relacionada con los proce-
tengan menos hijos; por lo que sus decisiones sobre sos biológicos y la manera de inhibirlos o
la materia tenderán a la consecución de un resulta- incentivarlos, no es ciertamente difícil de conseguir;
do individualmente eficiente 120, al igual que el de la vale decir, es accesible (a través de la educación, la
campesina. Según Julian Simon, «conforme los paí- publicidad y los medios de comunicación, sin inter-
ses desarrollan económicamente,la tasa de fecundi- vención del Estado) a un bajísimo costo. Por ello, en
dad tiende a bajar. Pero es el nivel económico el '}¡ue términos de Coase, la regulación en materia de
L
influye en la tasa de la población, y no al revés ». procreación tampoco se justifica. En todo caso, ya
Por ello, a los pobres podría incluso convenirles que la información es el costo de transacción por
tener muchos hijos. antonomasia, el Estado podría ofrecerla (a través de
la educación sexual, por ejemplo) o promover su
Como se ve,los individuos, incluyendo a los pobres, intercambio, como lo hace con la información en
tienen suficientes incentivos para tomar en esta otros ámbitos, pero ciertamente debería hacerlo de
materia, como en cualquier otra, la decisión que manera objetiva, sin el sesgo y la intención
mejor responda a sus intereses y que mayores bene- antinatalista inherentes a la «Política Nacional de
ficios les genere. Población».

No existe necesidad económica de regular este ám- Aunque Posner considera que la adición de nuevas
bito. Como señala Posner,la única justificación eco- personas a la sociedad sí genera externalidades que
nómica para la intervención social, a través de la los B~dres no asumen, tanto negativas como positi-
regulación en el ámbito de la sexualidad de los vas 20, finalmente concluye que en el mundo occi-
individuos, es la generación de externalidades por dental resulta difícil justificar una regulación de la

110 POSNER, Richard A. Sex and Reason. Cambridge y Londres: Harvard University Press, 1994. pp. 195-196. Posner, en este completo
análisis económico de la sexualidad, apunta que en la vida moderna la mortalidad infantil ha decrecido (por eldésarrollo tecnológico-
sanitario), por lo que se requieren menos nacimientos para alcanzar el número de hijos vivos que la familia desea tener, incrementándose
el costo de la manutención de cada niño por causa del aumento en el costo de oportunidad en el tiempo que las mujeres dedican al hogar
por el incremento de la demanda enel empleo para mujeres. Tener menos hijos permite a las mujeres dedicar más tiempo a trabajar fuera
del hogar y obtener mayores beneficios económicos. De esta manera, la vida urbana, sin la intervención de políticas poblacionales tiende
a generar la disminución de los índices de natalidad.

121 SIMON, op. cit. loco cit.

l22 POSNER, op. cit., p. 182.

123 ¡bid. , p. 183.

124 COASE, Ronald, The problem ofsocial costo En: The journal ofLaw & Economics, Volume ¡¡J, Octubre de 1960. p. 1-44.

125 POSNER, Op. cit., p. 193.

THEMIS38
352
sexualidad sustentada en las externalidades positi- libertario por excelencia es el «Iaissez ¡aire», dejar
126
vas o negativas del aumento demográfico . Afir- hacer. Sin embargo, la actividad económica es en
ma Posner que las políticas en esta materia, ya sean buena medida parte de la vida política, en el
pronatalistas o antinatalistas, tienden a ser negli- sentido de vida pública, y aún así el Estado liberal
gentes, pues no llegan a incidir correctamente, a se abstiene de planificarla, si bien la regula
producir los incentivos deseados o previstos, en los limi tadamente.
cálculos de costo-beneficio de los individuos. Los
subsidios pronatalistas terminan por generar el au- Con mayor razón, a nuestro entender, debería abs-
mento de los impuestos, que impulsa a mayor can- tenerse de planificar cuestiones que son primaria y
tidad de mujeres al mercado laboral y por tanto esencialmente privadas, como la sexualidad y la
desincentiva a su vez la maternidad. Por el contra- procreación. Todo intento de socializarlas es des-
rio, el exceso de promoción a los anticonceptivos afortunado. En efecto, recurrir a sexualidades o
puede acrecentar el número de embarazos (y naci- procreaciones «agregadas» para postular conceptos
mientos), particularmente entre los adolescentes, sociales o macroeconómicos sobre el tema supone
pues incentiva una desmesurada confianza en su reducir a los números una conducta humana que se
limitada efectividad. 127 Por otro lado, Posner consi- resiste a obedecer una lógica matemática, porque es
dera que la sobrepoblación tiende a corregirse por una conducta esencialmente libérrima. Que, como
sí misma (aunque hace la salvedad de referirse propone Posner, la regulación intervenga en el ám-
únicamente a occidente).128 Además considera que bito sexual para evitar externalidades negativas, es .
la tasas de natalidad en occidente son actualmente algo que no negamos, precisamente porque una tal
tan bajas que políticas activas para desincentivar la intervención busca salvaguardar la integridad y la
procreación son innecesarias para evitar cualquier libertad de quienes padecen las externalidades per-
129
externalidad. judiciales (v.gr. las mujeres violadas). Sin embargo,
tal intervención, se sobreentiende, ha de ser míni-
Por tales razones Posner concluye que en las nacio- ma, sólo cuando realmente se justifique para salva-
nes sanas no hay ningún argumento económico guardar a terceros. El reconocimiento de determi-
fuerte para las políticas de población, ya sean nados objetivos en la regulación de ciertas conduc-
pronatalistas o antinatalistas. Desde luego, conside- tas sexuales dista mucho de admitir el concepto de
ramos que las conclusiones de Posner en esta mate- "sexualidad dirigida" que en buena cuenta está
ria son igualmente aplicables a países en vías de presente en las políticas poblacionales, de manera
desarrollo como el Perú, en vista de las conclusiones directa o indirecta.
de Julian Simon que hemos citado acerca de la
incidencia de la población en el desarrollo económi- En efecto, procurar índices de procreación o fecundi-
ca de las naciones. No existe, pues, razón para dad más altos o más bajos, supone de alguna manera
concluir que en nuestro país las políticas demográ- dirigir o intervenir la sexualidad de los individuos.
ficas, cualquiera sea su tendencia, vayan a ser más
efectivas que en los países desarrollados. Como afirma Simon la "equivocada creencia de que
el crecimiento es un lastre para el desarrollo econó-
4.3 El despropósito político: planificar la pobla- mico, ha servido de base para los inhumanos pro-
ción es incompatible con la libertad gramas de coerción y negación de la libertad perso-
nal en una de las más valiosas elecciones que una
La sociedad liberal, como se ha visto en el punto familia puede hacer: el número de niños que desee
• 130
11
2.3 de este trabajo, debería contar con un Estado mantener y cnar .
«minimalista», pequeño y eficiente. Un Estado de
este tipo repudia toda intención planificadora de Esta coerción, como sostiene Posner, ha alcanzado
la vida económica, que debe estar librada a la en algunos países asiáticos características
131
actuación de los particulares. Por ello el principio draconianas.

12', Ibid., p. 194.

127 Ibid., p. 270.

llH Ibíd, loe. cit.

\29 Ibid., p, 195.

!3U SIMON, op. cit., p.2.

1J1 POSNER, op. cit., p. ]95.

THEMIS38
353
En el Perú, sin embargo, estas políticas se presen- - Si el Estado debe intervenir para evitar el aumen-
tan bajo una modalidad menos totalitaria pero to de la pobreza a nivel social, y no es cierto que el
igualmente equivocada; a saber, bajo el disfraz del aumento de la pobreza esté directamente vincula-
despotismo que supone intervenir en la esfera do con el aumento poblacional (sino como señala
privada -en la sexualidad- de los individuos o las Simon, con el sistema político-económico de cada
parejas para, sin coactarlas, permitirles acceder a país), el Estado no debe intervenir procurando la
las "bondades" de la planificación familiar; es de- disminución agregada de nacimientos.
cir, inducirlos, sin obligarlos, a tener menos hi- - Si el Estado no tiene por qué intervenir en la esfera
. 132
JOs. individual de las personas para inducirlos a obte-
ner beneficios, y la procreación se produce en la
Como ha quedado establecido en el punto anterior, esfera individual, el Estado debe abstenerse de
es un profundo error económico asumir que a todos inducir a los individuos a tener menos hijos. Ade-
los individuos les conviene lo mismo, aún cuando más, no siempre es cierto que a los individuos les
se trate de todos los individuos de una misma clase convenga tener menos hijos.
social. Asimismo es absolutamente arbitrario asu-
mir que aquello que les conviene, en esta materia, es ¿Cómo debe entonces el Estado afrontar el asunto
tener pocos hijos. poblacional? ¿Debe promover acaso la natalidad?

Asumir que la procreación de muchos hijos es per- Promover la natalidad presumiblemente implicaría
judicial para los individuos es propio de un Estado campañas destinadas a convencer a la gente de las
social en que los ciudadanos son abiertamente tra- bondades de la procreación. Tal cosa constituiría
tados como niños o como salvajes, es decir, como una intromisión igualmente inaceptable en la esfera
seres incapaces de ejercer plenamente su libertad, individual de las personas, en el ámbito de su
133
para parafrasear a John Stuart Mill . sexualidad. Acaso supondría también desincentivar
o prohibir (en el peor de los casos) la planificación
familiar y los anticonceptivos. Esto tampoco se con-
A nuestro entender, esto implica relativizar la liber- cilia con la premisa de que los seres humanos pue-
tad de los individuos, pues se asume que no están en den decidir libre, voluntaria y racionalmente sobre
capacidad de lograr su propio beneficio, vale decir, el ámbito de su intimidad para alcanzar la
que sin la intervención del Estado a través de la maximización de beneficios que su conducta
Política Nacional de Población, los individuos no presumiblemente busca lograr. Implicaría, igual-
podrán calcular eficientemente la conveniencia de mente, creer que sin la intervención del Estado el
traer o no traer más niños al mundo.
individuo o ciudadano promedio (o las parejas) no
pueda procrear eficientemente; es decir, que decidi-
Las razones por las que podría justificarse la inter- rá sobre la cantidad de hijos o sobre cómo evitarlos,
vención activa del Estado en materia de población de una manera que no será la más beneficiosa para
han sido sistemáticamente refutadas por los econo- él. Tal actitud es igualmente despótica. La opción
mistas de nuestro tiempo. En este ensayo hemos política por la libertad, en la cual, como decía Lord
recogido sus planteamientos. Podemos resumirlos Acton, la libertad es el fin político supremo 134, supo-
de la siguiente manera: ne dejar que los individuos decidan libremente

132 Afirmamos la ausencia de coerción, a pesar de las reiteradas denuncias en el sentido contrario, asumiendo simplemente la aplicación
de los dispositivos legales vigentes que declaran el respeto a la libertad de elección, puesto que el cuestionamiefl.to que formulamos va
dirigido a la ideología que los inspira aunque, reiteramos, los excesos serían menos probables en ausencia de estas polítícaso campañas.

133 Véase la nota 49 supra. Sin embargo, a pesar de sus certeros planteamientos acerca del ámbito privado de la libertad individua!, Mili
participa del error malthusianoyconsidera que" en un país superpoblado oamenazadodeestarlo, el hecho de tener muchos hijos, dando
lugar a que por la competencia se rebaje la remuneración del trabajo constituye un grave crimen contra todos los que viven en él". op.
cit., p. 161. Incluso llega Mill a sostener que las leyes que restringen la procreación en estas circunstancias «no son censurables como
violaciones de la libertad». La influencia de Malthus sobre Mm es evidente. El primero plantea sus tesis en la 1817, el segundo publicó
el texto citado en 1859. El desarrollo de los estudios económicos de su tiempo, todavía incipiente, impedía a Millnotar que el aumento
de la población no genera daños directos a los individuos previamente existentes, como hemos visto en este trabajo. Tampoco la
existencia de mayor mano de obra tiene necesariamente que reducir los salarios, pues, en términos reales, la riqueza no permanece
invariable ante el aumento de la población, es decir, no es que la misma cantidad de riqueza tenga que ser dividida entre más
trabajadores, sino que el aumento de éstos genera el aumento de la producción y por tanto de la riqueza y los salarios. Como se sabe,
Mili plantea la intervención social para evitar perjuicios a Jos demás individuos. En el mismb~sentido, Posner plantea la regulación para
evitar externalidacles negativas. Si tener más hilos no perjudica a nadie, no se justifica la intervención.

134 Véase la nota 47 supra.

THEMIS38
354
sobre los hijos que quieran tener o no tener. No hay al igual que cualquier individuo, agente
135
que prohibirles nada. No hay que inducirlos a maximizadores de beneficios, para quienes ejercer
nada. control sobre los demás constituye una forma de
mejorar su posición individual. Por ello, para justi-
Una sociedad abierta debe admitir que existen diver- ficarse siempre creen -o siempre tienden a creer- en
sas posturas acerca del tema demográfico. El Estado algún momento, saber mejor lo que le conviene a la
no puede privilegiar una en perjuicio de otra. No ciudadanía que los propios ciudadanos. En tal sen-
debería comprometerse ni con el antinatalismo tido, afirma Salazar Larraín:
malthusiano ni con el natalismo religioso. Debe dejar
que los particulares comprometidos con una y otra "Tanto la alarma como los instrumentos destina-
postura actuen por su cuenta, a través del organiza- dos a contrarrestar los efectos de la sobrepoblación,
ciones civiles (por ejemplo las ONGs), para promo- han surgido principalmente de los sectores que
ver sus postulados entre la población, haciendo sus ejercen el control político de las sociedades. Esos
campañas con recursos privados, sin apoyo del Esta- sectores han considerado como ámbito natural de
do en favor de ninguno de ellos. su mandato la vida total de los individuos someti-
dos a su jurisdicción. Buena parte de los derechos
La política Nacional de Población es una forma de de las personas, asumidos por el poder político, ha
planificación que contradice los principios del libe- sido rescatada a lo largo de las luchas sociales en el
ralismo y de la democracia, según los cuales no hay curso de la historia humana. No ha sucedido lo
necesidad de organizar todas las facetas de la socie- mismo, en cambio, con el derecho personal a la
."13711
dad pues hay que reconocer esferas de autonomía procreaclOn .
en donde los fines de los individuos son supre-
13h
mos. La opción por una sociedad libre, por tanto, debe
reivindicar también el derecho fundamental a la
Incluso si fuera cierto que el aumento o la reducción libre procreación sin intromisiones del Estado.
demográfica pudieran generar pobreza, el medio
para inhibir el problema pasaría por una inacepta- CONCLUSIÓN
ble intromisión en la sexualidad humana que de por
sí torna en espuria toda política demográfica. Privi- La conclusión de este trabajo es que la política
legiar la libertad supone siempre aceptar ciertos poblacional es en sí misma un despropósito, cual-
sacrificios. quiera sea su contenido, porque importa una plani-
ficación y un control estatales que no sólo son inne-
La conclusión en definitiva es que el solo concepto cesarios sino que llegan a ser inadmisibles. El Esta-
de "Política Nacional de Población" es abominable do no debería, pues, buscar ni que la población
desde una perspectiva liberal. crezca ni que se reduzca. Debería dedicar sus esca-
sos recursos a los fines que constituyen su verdade-
¿Por qué, entonces, tienen tanto auge las políticas ra razón de ser y abstenerse de preocuparse por el
demográficas incluso en las democracias liberales? tema poblacional, dejando el asunto en manos de
Probablemente porque, como toda política activa los particulares, librado a la voluntad de los indivi-
del Estado, se desarrollan desde los gobiernos, vale duos; limitándose ocasionalmente a hacer medicio-
decir, desde el poder. Quienes están en el poder son, nes empíricas.

135 Se entiende que nuestro planteamiento es que no se justifican las prohibiciones de actividades que no causan daño directo a terceros.
Asumiendo, como lo hace nuestra Constitución, que el concebido es un sujeto de derechos cuya integridad merece salvaguarda, la
prohibición del aborto está plenamente justificada.

13" HA YEK, op. cit., p. 56.

l37 SALAZAR LARRAíN, op. cit., p. 9.

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355
ES TUDIO ___________
AGUIRRE CHUMBIMUNI
_________ ABOGADOS

Javier A. Aguirre Chumbimuni


Juana Luz Moscoso Callo
Alcides Chinchay Castillo
Especialistas en DERECHO PENAL

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Lunes a viernes de 9:00 amo a 7:00 pm. "ir 453-1142 I 453-8133 I 453-5579
Sábados de 9:00 amo a 1:006 pm. E-mail: notjaol@mail.cosapidata.com.pe
ALGO SOBRE LA NUEVA LEY DE LA EMPRESA:
EL LEVANTAMIENTO DEL VELO JURÍDICOl

Hugo H. Sifuentes Domenack2

SUMARIO: 1. Nociones generales sobre la doctrina


del levantamiento del velo jurídico. 2. Personalidad
jurídica, Responsabilidad y Tipo. 3. La Sociedad y la
responsabilidad frente a terceros. 4. Importancia de
la Responsabilidad Limitada. 5. ¿Y cuándo quebra-
mos la regla de la Responsabilidad Limitada? 5.1 En
casos de confusión de patrimonios entre sociedad y
socios. 5.2 En casos de control pleno de otra entidad
o empresa. 5.3 En casos de infracapitalización. 6.
¿Por qué quebrar la regla? 7. ¿A quién protegemos?
La inclusión en el proyecto de Ley General de la 8. Efectos del levantamiento del velo. 8.1 Desestima-
Empresa de la denominada "Teoría del Allana- ción de la Responsabilidad Limitada. 8.2
miento de la Personalidad Jurídica" ha motivado al Inoponibilidad de la personalidad jurídica. 9. Con-
autor de este artículo, estudiante de nuestra Facul- sideraciones adicionales. 10. Alternativas al quie-
tad y miembro de THEMIS - Revista de Derecho, a bre. 10.1 Responsabilidad de los agentes de la socie-
investigar los orígenes y naturaleza jurídica de la dad. 10.2 Seguro obligatorio. 10.3 Control adminis-
teoría del levantamiento del velo, así como las trativo. 11. Dificultades en la aplicación. 12. Legisla-
consecuencias de su aplicación. Con este propósito ción nacional. 13. Conclusiones.
desarrolla conceptos fundamentales para el Dere-
ellO Privado, tales como la personalidad jurídica y "Es frecuente comprobar que personas humanas,
la responsabilidad limitada, cuyo análisis resulta acerca de cuya inmensa fortuna nadie duda, no
indispensable para la mejor comprensión de la doc- tienen a su nombre el automóvil que usan diaria-
trina del levantamiento del velo. La conclusión del mente, ni siquiera acaso, su reloj pulsera. Una
autor es clara: dicha doctrina debe aplicarse única- sociedad anónima ... es la dueña aparente de todos
mente cuando otras defensas o instituciones no los bienes ... y de ese modo se burla a los acreedores,
puedan evitar la producción de un abuso; sin embar- a la esposa que pide alimentos, o la liquidación de
go, existen en nuestro ordenamiento remedios ade- la sociedad conyugal ... "
cuados para sancionar los agravios que la doctrina
del levantamiento del velo pretende castigar. Julio Dansen

1 A mis amigos de THEMIS, por enseñarme cada día que es mejor avanzaren conjurilÓ q~~or encima de-otros.
El presente artículo contiene algunos textos que en idioma original son del inglés. Sus:tradqCi:iones, por motivos de claridad expositiva,
no pretenden ser exactas al original. '. .-

2 Alumno de 7mo. Ciclo de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica. Jefe de práctlcas de Derecho Civil y Derecho
Comercial en la Pontificia Universidad Católíca y en la Universidad de Lima. Miembro de niEMIS· ReVista de Derecho.

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357
Cuando tuvimos la oportunidad de revisar el pro- par de las pesquisas, se pueden organizar sectas y
yecto de Ley General de la Empresa, que viene hermandades".
siendo discutido por la Comisión Encargada de la
reforma de nuestro casi inaplicable y obsoleto Có- A pesar de lo expuesto, en el ordenamiento norte-
digo de Comercio (vigente desde principios de americano -al igual que en el nuestro- se reconoce
siglo) uno de los temas que llamó nuestra atención como regla general la responsabilidad limitada de
fue la inclusión, a través de esa vía, de la denomi- las personas jurídicas. La regla de la responsabili-
nada teoría del" allanamiento de la personalidad dad limitada señala que los inversores no están
jurídica.,,3 obligados a responder por cantidades mayores a las
que ellos invierten, siendo la responsabilidad limi-
Muchas pueden ser las dudas que pueden surgir tada el1§rincipio fundamental del Derecho "corpo-
tras la inclusión de nuevas instituciones jurídicas en rativo".
algún ordenamiento. Por ese motivo, es necesario
llegar a conocer la naturaleza, aplicación y conse- La mencionada regla general de la responsabilidad
cuencias prácticas de la institución a incluirse, para limitada frente a las deudas sociales fue recogida
tener una base sólida sobre la cual se nos permita por nuestro ordenamiento para algunos supuestos,
reconocer si es adecuada o no su inclusión dentro siguiendo una corriente aceptada de manera unáni-
del ordenamiento en el cual será incluida. me, desde hace algunos años. Pero, recientemente,
a raíz del uso fraudulento de la persona jurídica,
En todo caso, es considerado como más sencillo el ésta regla empezó a quebrarse.
trasladar instituciones de ordenamientos foráneos
por el sólo hecho de considerarlos "más modernos" Muchas veces, debido a la escasez de los recursos y
frente al nuestro, llegando al facilismo de traducir a la necesidad de mayores beneficios, -en ambos
normas y hacerlas imperativas por el simple hecho casos, no sólo monetarios- la conducta humana
de provenir de legislaciones, en teoría "más elabo- tiende a realizar actividades que le resulten más
radas" que la propia. eficientes, esto es, las que nos generan mayores
ventajas en una relación de costo-beneficio. Pero,
1. NOCIONES GENERALES SOBRE LA "incluso desde un punto de vista estrictamente
DOCTRINA DEL LEVANTAMIENTO DEL económico la mejor decisión no siempre es la que
VELO JURÍDICO nos reporta más dinero",b en todo caso, mayor
beneficio.
4
La teoría del levantamiento del velo jurídico fue
una construcción elaborada primariamente por las Inclusive, con respecto a este tema, algunos autores
cortes norteamericanas y, con posterioridad, acogi- han desarrollado la caricatura del horno economiclls.
da por diversos ordenamientos legales, con la fina- Este personaje es un "seudo-hombre" que solamen-
lidad de que, en ciertos supuestos, los miembros de te tiene en mente, al realizar cada actividad, el lograr
una persona jurídica no utilicen de manera inade- la mayor utilidad luego de desarrollar un riguroso
cuada la personalidad propia de la sociedad o los estudio costo-beneficio de los resultados.
efectos que de la misma derivan. Probablemente,
una de las primeras apreciaciones sobre el tema nos " ... El horno economicus es lamentablemente inade-
remonten en el tiempo mucho más lejos de lo que cuado para las demandas que plantea la vida social,
podríamos pensar. Así, el mismo Platón en el Libro tal como la conocemos. Probablemente, todos noso-
Segundo de La República señalaba que "para esca- tros conocemos a alguna persona que coincide más

, Esta es la denominación con la cual se recoge a esta institución en la sumilla del artículo VII del Título Pr~Íimínar del mencionado
proyecto, denominación que, consideramos, no es la más adecuada en relación a sus efectos y consecuencias, como expondremos luego.
, En algunos ordenamientos es también conocida como del "alzamiento del velo de la persona jurídica" (piercing the corporal veil), o del
"desconocimiento de la entidad lega!" (disregard aflega] entity), o más descriptivamente como "ver al hombre tras la máscara" (to see Ihe
num behind the mask) entre sus denominaciones más comunes.
, EASTEBROOK, Frank H. y FISHER, Daniel R. Limíted Liability and the Corparatian. En: University ofChicago Law Review. Vol. 52 (1985).
Este artículo forma parte de los Materiales de Enseñanza del curso de Temas de Derecho Mercantil: Regulación de la Sociedad Anónima
Abierta, en la Pontificia Universidad Católica del Pery1. Las grandes corporaciones-corporations- y su regulación, son la base del sistema
económico-comercial norteamericano. En todo caso, díversosautoreshanseñalado la posición que sólo las llamadas corporatíon presentan
legal fIItity -criterio semejante a nuestra institución denominada "sujeto de derecho"- porque consideran que las otras formas
empresariales, como las llamadas partnership, son sólo consideradas un contrato entre sus miembros. Enel presente trabajo, generalmente
nos remitimos a las sociedades como forma empresarial comúnmente utilizada, pero esto río implica que la aplicación de la doctrina del
levantamiento del velo sea aplicable a otras fqrmas de organización empresarial.
" FRANK, Robert. Microeconomía y Conducta. Ciudad de México: McGraw - Hill, 1992. p.lO.

THEMIS38
358
o menos con la caricatura del horno economicus. Y casos de personas jurídicas, tal como lo señala
nuestra máxima prioridad es, la mayor parte del descriptivamente Maurice W osmer que a pesar de
tiempo, evitarlas. la mencionada regla de responsabilidad limitada,
"cuando el concepto de personería jurídica (corporate
Lo paradójico del caso es que ser una persona pura- entity) se emplea para proteger", entre otros "a los
mente interesada lleva consigo un grado tal de bribones y delincuentes, los tribunales podrán pres-
aislamiento social que no sólo es malo para los cindir de la traba de la persona jurídica y estimarán
términos del alma, sino también del bolsillo. Para que la sociedad es un conjunto de hombres y muje-
tener éxito en la vida, incluso en términos puramen- res que participan activamente en tales hechos y
te materiales, debemos ser capaces de trabajar en harán justicia entre personas reales".11
equipo, de establecer alianzas y relaciones de con-
fianza. Pero ¿qué persona sensata estaría dispuesta De esta manera podemos señalar, tal como lo hace
a confiar en ellzol1lo economiclls?,,7 Ricardo de Angel, que la teoría del levantamiento
del velo jurídico se presenta:
A lo expuesto añadimos, como señala Younkins
que" el logro de la prosperidad tiende a premiar el " ... si la estructura formal de la persona jurídica se
comportamiento ético"s, aspecto que no sólo se utiliza (con) una finalidad fraudulenta y de forma
refleja en el ámbito social, sino y de sobremanera, en desajustada, respecto de lo que constituye la justifi-
las relaciones de mercado. cación de dicha figura, los tribunales podrán des-
cartarla o prescindir de ella o de alguna de las
El éxito en los negocios no sólo requiere, sino que consecuencias que de la misma (derivan), como
también premia, el comportamiento virtuoso de pueden ser la de separación absoluta entre persona
aquellos que participan en el mercado. El libre mer- social y cada uno de sus socios, con la respectiva
cado premia a aquellos hombres de negocios que separación de sus respectivos patrimonios.,,12
son amables, cooperadores, tolerantes, abiertos,
honestos, realistas, confiables, creativos, con capa- Cabe señalar, tal como lo expone Krakman, que la
cidad de discernimiento, justos. Mintiendo y enga- vaguedad de la doctrina del levantamiento del velo
ñando, mostrando falsas apariencias a los consumi- jurídico hace de su aplicación algo realmente difícil;
dores y maltratando a los trabajadores se sufrirán tanto así que lo único en que coinciden las cortes es
serias consecuencias adversas,9 incluyendo las di- que el uso de esta doctrina debe ser muy excepcio-
versas sanciones que el ordenamiento jurídico les nal, 13 porque tal como indicamos, la regla general
imputaría por realizar tales conductas. Es más, si a en el Derecho de las Personas Jurídicas es la de
lo expuesto añadimos, tal como lo ha expuesto la separación de patrimonios, a la cual incluimos ade-
doctrina, que "no toda persona jurídica es un frau- más, la de separación legal entre los miembros que
de, pero también es ciertísimo que los grandes frau- la conforman y la persona jurídica en sí, como ente
des se cometen con el instrumento de la persona diferenciado -este último- de atribución de dere-
jurídica"lIl, vemos que ciertos criterios de ética co- chos e imputación de obligaciones.
mercial-o buena fe en los negocios como lo denomi-
nan algunos otros- y del uso fraudelento de los Por ese motivo, bien señala Butler que la responsa-
beneficios que competir en el mercado nos ofrece se bilidad limitada es "el más grande descubrimiento
van relajando. de los tiempos modernos, más precioso que el vapor
o de la electricidad" , ya que ante todo permitía
Por tal motivo, además de las sanciones sociales en reunir grandes capitales que los hombres indivi-
las cuales se incurrirían, es muy probable, en los dualmente no poseían, facilitaban las empresas au-

lbid, op cit p. 22.


YOUNKINS, Edward. Negocios y ética en una sociedad libre. Publicado en el Diario "El Peruano". (19 de noviembre de 1997).
Traducción del artículo publicado en The Freeman, publicación de The Foundatíon ¡or Economic Education. (noviembre de 1997).
'"'... -
" Ibid. loe cit.
111 SERICK, Rolf. Cit,a.90 por: DIAZ CAPMANY, Felipe. La Doctrina del Levantamiento del velo de la persona jurídica en el proceso de

creación del Derecho. Barcelona: Rosaljaí, 1996. p. 88. 1, ~. .' ~.

11 Citado por PUERMA ACC?RSI, Alvaro. Sociedades. Tomo r. Santiago: into;íal.Jundic!:de Chile, 1996;:r. 93.
" De ANGEL YAGUEZ, Ricardo. La Doctrina del Levantamiento de la Persona Jurídica e¡ÚiReciente Jurisprudencia. 2' Ed. Madrid:
Editorial Civitas. p. 18. Citado en BULLARD GO~ZALES, Alfredo. ¿Cómo "vestir un santo sin desvestir otro"? La responsabilidad
limitada de las sociedades y los accidentes. En: THEMIS - Revista de Derecho. 2da. Epoca. No.}3 (1996). p. 168:
13 KRAAKMAN, Reinier. Corporations. Cases and Materials. Harvard LawSchool, 1990. p. III-63. Cit~do'~Íl BULARD, loe cit.

THEMIS 38
359
daces y riesgosas, pues sus componentes podían conjuntamente, no se dan necesariamente simul-
afrontarlas con la tranquilidad de que el fracaso no táneas, ni derivan de los mismos institutos, pero
suponía la ruina de todo su patrimonio, sino sola- evidentemente han sufrido un proceso de íntima
mente la pérdida de su aporte social. 14 relación que ha sido beneficioso para el desarro-
llo de una noción que abarca a ambas, a saber, la
Abriendo paso a la utilización de la citada excepción persona jurídica de responsabilidad limitada"l?
de manera indiscriminada, podemos pasar a asumir Pero, en muchos casos, como verel!l0s en el punto
una nueva regla de unicidad de patrimonios, con la (4) del presente trabajo, existe la posibilidad de
consiguiente responsabilidad ilimitada, con conse- sociedades con plena personería jurídica, y en las
cuencias sumamente dañinas. Es más, hoy en día es cuales todos, o algunos de sus socios, sean res-
inimaginable una comunidad económicamente fruc- ponsables ilimitadamente con su propio patri-
tífera sin señales de responsabilidad limitada en su monio, y no solamente con el que invierten en la
actividad económica. . d a d a traves
sOCle ' d e su aporte. 18

2. PERSONALIDAD JURÍDICA, RESPON- Como vemos, el concepto de personería jurídica,


SABILIDAD Y TIPO como bien señala Pineda León envuelve "la capaci-
dad de las sociedades para adquirir derechos y
Como bien ha señalado Garrigues acerca de las contraer obligaciones por sí mismas, y con absoluta
empeñadísimas controversias que suscitaron el independencia de los derechos y obligaciones de los
atribuirle a las sociedades mercantiles, incluida la socios" ,19 pero dependiendo del tipo societario ele-
colectiva 15 la categoría o no de persona jurídica, es gido, su responsabilidad puede ser limitada o no,
ya indiscutible que una vez constituidas, tendrán frente a las deudas sociales.
personalidad propia en todos sus actos y contra-
11>
tos. Bajo los criterios expuestos, la utilización de socie-
dades con responsabilidad ilimitada, (que contie-
La discusión surge cuando comúnmente, tanto en la nen criterios que en doctrina se denominan
doctrina como en la praxis, podemos advertir una personalistas) se encuentra en constante decreci-
confusión en el alcance de diversos términos, los miento; en contraposición a las sociedades capitalis-
cuales, aunque generalmente se encuentran liga- tas, las cuales incrementan su utilización, por moti-
dos, no necesariamente definen lo mismo. vo de la responsabilidad limitada en su tipificación.
En tal sentido, hacemos nuestra la posición de Uría
En muchos casos, el criterio de personería jurídi- M. cuando señala la clara tendencia a la posible
ca se ha relacionado al de la responsabilidad futura desaparición de las sociedades con criterios
limitada de las mismas, que como bien señala personalistas, al afirmar que "en Europa las socie-
Dobson son dos concepciones que "no nacen dades personalistas están terminadas, excepto en

1. Citado por: BORDA, Guillermo. Manual de Derecho Civil. Parte General. 8a ed. Buenos Aires: Perrot, 1976. p. 304
15 Tanto en la legislación societaria nacional, como en la española, se reconoce que los socios de la sociedad colectiva -la más personalista

de las sociedades comerciales- respondan solidaria e ilimitadamente por las obligaciones sociales. Artículo 285 de la Nueva Ley General
de Sociedades (NLGS).
". GARRIGUES, Joaquín. Curso.de Derecho Mercantil. Tomo I. 7a ed. Ciudad de México: Editorial Porrúa, 1981. p. 347-348. Es necesario
considerar lo expuesto por parte de la doctrina europea, sobre todo moderna doctrina española, en el sentido de que "es particularmente
cierto que en relación a las llamadas sociedades personalistas (oo.) sólo puede hablarse de separación patrimonial entre sociedad y socios
en un sentido relativo". (EMBID IRUJO, José Miguel. Perfiles, grados y límites de la personalidad jurídica ~n la Ley de Sociedades
Anónimas. En: Estudios de Derecho Mercantil en homenaje al profesor Manuel Broseta, Tomo I. Valencia: Departamento de Derecho
Mercantil de la Universidad de Valencia, 1995. p. 1026). De opinión muy similar es Girón Tena al señalar que "cuando se habla de
personalidad jurídica se dice que hay una subjetivación de alguna clase", y añade que' en los diversos tipos societarios existe "un
tratamiento distinto de subjetivación". GIRON TENA, José. Derecho de Sociedades. Parte General. Tomo I. Madrid, 1976. p. 164. Un
enfoque detallado sobre el tema en cuestión, desde una perspectiva histórica y a través del método comparado, se puede encontrar en:
LE PERA, Sergio. Sociedad y persona jurídica. En: Revista jurídica La Ley (1989-A) p. 1084-1099.
17 OOBSON, Juan. El abuso de la Personalidad Jurídica. (En el Derecho Privado). Buenos Aires: Depalma, 1985. p. 61. Como ya ha sido

señalado anteriormente, en primer lugar por Ripert, y posteriormente por Girón Tena, "la barrera societaria, o la separación jurídica de
las personas y los patrimonios de la sociedad respecto de las de sus miembros, fue una de las concreciones más brillantes del derecho
renancentista: permitió la formación de grandes sociedades y la disposición de importantes capitales para encarar empresas que más
parecían aventuras que negocios". Citados ambos por: LOPEZ MESA, Marcelo, El abuso de la personalidad societaria y la doctrina de
la desestimación (El presente de una institución veinte años después de su apogeo). En: RevistaJurídica La Ley (1995-A). p. 115.
ie Cfr. con el cuadro N. 1 del presente trabajo ~
'9 PINEDA LEÓN, Pedro, Principios de Derecho Mercantil. 2' ed. Mérida: Selecta, 1952. p. 326.

THEMIS 38
360
Alemania, donde la Kommanditer Geselshaft tiene El legislador, teniendo presente esta diversidad de
algún sentido, fundamentalmente por razones fis- funciones, ha decidido proveer de diferentes rangos
cales", y asimismo agrega que "las sociedades de responsabilidad, a los diversos tipos societarios.
personalistas y las propias cuentas en participación (Ver cuadro).
van en camino a la desaparición en los mercados
desarrollados,,20. Corno vernos, en cada tipo societario, el grado de
responsabilidad varía. Así, no por el hecho de
En todo caso, al encontrarse regulada en nuestro encontrarnos frente a un tipo societario de respon-
ordenamiento, la forma societaria como numerus sabilidad ilimitada implicaría la inexistencia de
clauslls, el empresario deberá optar exclusivamente personería jurídica. En todo caso, no necesaria-
por alguno de los tipos previstos en nuestra legisla- mente bajo la existencia de personaría jurídica
ción. Es así que, de encontrar el registrador una encontraremos responsabilidad limitada; pero sí,
sociedad que pretenda inscribirse bajo un tipo no- en todos los casos de responsabilidad limitada
vedoso, diferente a los previstos en la ley societaria, encontraremos necesariamente una persona jurí-
deberá denegar su inscripción en el Registro de dica, por lo menos, en nuestro ordenamiento vi-
21
Personas Jurídicas. Una sociedad con un tipo dife- gente.
rente a los previstos será sancionada. La atipicidad
22
es sancionada con la nulidad. Inclusive, desde hace algunos años, autorizadas
voces han abierto la posibilidad de atribuir a la
26
3. LA SOCIEDAD Y LA RESPONSABILI- empresa la categoría de persona jurídica.
DAD FRENTE A TERCEROS Fernández Sessarego define a la empresa como (1)
una organización personas, que realizan (2) una
Los diversos tipos societarios cumplen funciones actividad en común, para la consecución de (3) un
disímiles dentro de diversas manifestaciones de la fin valioso, diferenciándola de los conceptos de
actividad económica. Mientras algunos se encuen- sociedad y persona jurídica.
tran ligados al desarrollo de actividades de grupos
de profesionales, como las sociedades civiles; en El profesor Fernández señala que la empresa es un
cambio otros, se encuentran ligados al desarrollo sujeto de Derecho, entendido corno centro unitario
de pequeñas empresas familiares, corno la socie- ideal de referencias jurídicas, mientras que las per-
dad comercial de responsabilidad limitada; mien- sonas (tanto naturales corno jurídicas) son catego-
tras otros reciben la inversión de múltiples rías específicas de sujetos de Derecho. Las organiza-
inversionistas para el desarrollo de mega empre- ciones de personas, las irregulares, de hecho y las no
sas, inclusive multinacionales, corno la sociedad inscritas u oficialmente no reconocidas, son sujetos
23
anónima abierta. de Derecho, aunque carecen de personería jurídica,

2"URÍA M., Rodrigo. La nueva Ley General de Sociedades y el Derecho del Mercado. Entrevista. En: THEMIS - Revista de Derecho.
Segunda Época. No. 37 (julio de 1998). p. 9.

" Recordemos que la sociedad adquiere su personalidad jurídica, y por consiguiente la respectiva responsabilidad limitada -en los casos
prel'istos- a partir de su inscripción en el Registro respectivo. Artículo 6 de la NLGS.

" Posición particular es la de SánchezCalero al señalar que la atipicidad no sólo vulnera normas imperativas <!el Derecho de Sociedades,
la seguridad del tráfico y de terceros; y sin embargo, añade que dentro de la forma societaria "las necesidades del tráfico nos demuestran
la deformación de esos tipos sociales, de tal manera que dentro de un mismo tipo social aparecen subespecies (o subtipos) que dan lugar
a modalidades muy diversas, según el empleo que se hace de ellos. Se produce una polivalencia funcional de los tipos sociales."
(SÁNCHEZ CALERO, Fernando. Instituciones de Derecho Mercantil. Introducción, Empresa y Sociedades. Tomo 1. 20ma. ed. Madrid:
Mc Graw Hil!, 1997. p. 216-217). Cabe indicar que consideramos existentes diversas formas de hacer empresa, entre ellas, la forma
societaria; en ésta última se presentan diversos tipos societarios, los tipificados por Ley; aunque, como señala parte de la doctrina,
pueden presentarse diversos subtipos societarios al interior de los tipos regulados por nuestra NLGS.

01 De posición muy similar es URíA, cuando señala que "la existencia de diversos tipos sociales no obedece a un capricho del legislador;

responde, por el contrario, a razones económicas muy poderosas". Cfr.: URíA; Rodrigo. Derecho Mercantil. 24ta. ed. Madrid: Marcial
Pons, 1997. p. 175.
'~;

24Son aplicables a la sociedad en comandita simple las disposiciones relativas a \a sQci~¿ad colectiva, siempre que sean compatibles con
sus normas particulares. Artículo 281 de la NLGS. ...-..

25 Son aplicables a la sociedad en comandita por acciones las disposiciones rel;tivas'>~ ía sociedad anónima, siempre que sean
compatibles con sus normas particulares. Artículo 282 de la NLGS.

2' FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. Subjetividad de la Empresa. En: Nuevas tendenciai' en :el Derecho de las personas. Lima:
Universidad de Lima, 1990. p. 347 Y ss.

THEMIS38
361
BASE
TIPO SOCIETARIO RESPONSABILIDAD LEGAL
Sociedad Colectiva Solidaria e ilimitada de Art. 265
..
(s.e) todos los socios NLGS
Soco en Socios Solidaria e Art. 278
Comandita Colectivos ilimitadamente NLGS
Simple Socios Hasta el monto Art. 278
(S. en e t Comanditarios de su aporte NLGS
Soco en Socios Solidaria e Art. 278
Comandita Colectivos ilimitadamente NLGS
por Acciones Socios Hasta el monto Art. 278
PLENA (S.en epor A.)25 Comanditarios de su aporte NLGS
PERSONERIA Personal, subsidiaria,
JURIDICA Soco Civil Ordinaria con beneficio de
excusión y, salvo pacto, Art. 295
(S. Civil) en proporción a sus NLGS
aEortes
Soco Civil de Hasta el monto
Responsabilidad Limitada de su aporte Art. 295
(S.civil de R.L.) NLGS
Sociedad Comercial de Hasta el monto
Responsabilidad Limitada de su aporte Art. 283
(S.R.L.) NLGS
Cerrada Art. 51
I (S.A.C) NLGS
Sociedad Hasta el monto Art. 51
Anónima de su aporte NLGS
Abierta Art. 51
(S.A.A.) NLGS
I

la cual es obtenida por las organizaciones de perso- principal, y por tanto, teniendo plena capacidad
nas tipificadas por ley.27 para adquirir derechos e imputarle obligaciones,
aunque por criterios propios a su función comer-
Existen dos casos especiales a los que brevemente cial, presentan responsabilidad ilimitada respecto
quisiéramos hacer mención. Estos son los referentes a la matriz.
2B
a las sucursales y a las sociedades irregulares.
La Nueva Ley General de Sociedades (NLGS) se ha
En el caso de las sucursales, creemos, se presenta pronunciado en el sentido que la sucursal carece de
un pleno sujeto de Derecho, siguiendo el criterio personería jurídica independiente de su principal. 29
anteriormente señalado; inclusive, en aspectos tri- En principio, quien contrata con la sucursal, contra-
butarios, las sucursales mantienen contabilidad ta directamente con la matriz, esto es, con una
propia, porque al realizar actividad permanente en extensión espacial de la empresa que le da origen,
el país, son considerados "domiciliados tributa- siendo imputables a la matriz tanto sus derechos,
' . 30
rios", tributando de manera independiente a la como sus obl19aclOnes.

27 FernándezSessarego señala que tal opción es la recogida porellegisladoritalianode 1942. En resumen,el mendonado autor diferencia

a los sujetos d~ Derecho de la personería jurídica, '1 a su vez diferencia a la empresa de ¡a sociedad y de la persona jurídica.
28 No hacemos referencia al consorcio y a la asociación en participación, porque tal como lo señala la propia NLCS y parte de la doctrina,
son éstas dos formas empresariales que implican s610 contratos de colaboración empresarial. sin crear personería jurídica alguna por
lo cual exceden el marco del presente trabajo. Artículo 438 y ss. de la NLGS
2y Artículo 396 de la NLGS.
30 Como vemos, al encontramos frente a un pleno sujeto de derecho no necesariamenfenos encontramos frente a una persona

(recordemos el caso del concebido, !lája nuestra legislación civil), tal comoloseñala el profesor Femandez Sessarego; pero, creemos
además que la personería jurídica así como.é'!; obtenida por las organizaciones de personas tipificadas por ley, también puede no
reconocerla, cuando la propia ley lo prevé, como en este caso: •

THEMIS38
362
El segundo caso es el de las sociedades irregulares, miento del velo por las consecuencias de acciones
el cual nos presenta un problema adicional, al estar que él no realizó, y probablemente de las que inclu-
plenamente reguladas por nuestra legislación. Como so no tuvo conocimiento.
vemos, creemos en la presencia de un sujeto de
Derecho que mantiene su personería jurídica hasta - La responsabilidad limitada reduce el costo de
el momento de la inscripción de la extinción en el monitorea,r a los tecnócratas. Con el desarrollo
registro respectivo. 31 El efecto de la irregularidad es cada vez mayor de las empresas dedicándose a
la anulación de los beneficios de la responsabilidad actividades de mayor diversificación, los titulares
limitada, para los administradores y gerentes, de de acciones no serán los únicos encargados de
manera general, y extensible a los socios, si la causal manejar la administración de la misma. Los accio-
32
de irregularidad existe desde la constitución. El nistas necesitarán gente preparada, equipos de
problema de la irregularidad se manifiesta porque trabajo especializados -tecnócratas- en cada área
presenta diversos plazos para regularizar la socie- que invierten, para valerse de sus conocimientos
dad, y por consiguiente, diversos los posibles mo- en cada rama, y administrar de manera más efi-
mentos en los que se perdería el beneficio de la ciente la empresa, lo que origina que los accionistas
responsabilidad limitada. 33 se desliguen de su administración y deleguen esta
función.
4. IMPORTANCIA DE LA RESPONSABI-
LIDAD LIMITADA - Asimismo, favorece el libre intercambio de accio-
nes, y por ésta vía crea incentivos a los tecnócratas
34
Tanto en la doctrina nacional como extranjera se para actuar eficientemente. Como hemos señalado,
señala como razones principales para mantener el con la responsabilidad limitada, se favorece a los
criterio de responsabilidad limitada, entre otras, las inversionistas a tomar un mayor número de decisio-
que detallamos a continuación: nes de inversión en el mercado. Siguiendo ese crite-
rio, los inversionistas comprarán y venderán sus
- La responsabilidad limitada permite una eficiente acciones, invirtiendo en las que consideren más
diversificación, minimizando riesgos. Si es que el rentables en un momento determinado. General-
accionista responde solamente por el importe que mente, con el cambio de titularidad en las empresas,
invierte, tendría opción de invertir en diferentes los nuevos accionistas traerán también un nuevo
empresas, porque tendría la seguridad de que no equipo de trabajo -nuevos tecnócratas- con los cua-
responderá todo su capital en cada una de ellas les buscarán maximixar los beneficios que la empre-
(maxime si consideramos que toda actividad econó- sa obtiene. Los tecnócratas realizarán un mejor tra-
mica es riesgosa). De ésta manera se facilitan deci- bajo, buscando que las empresas en las cuales labo-
siones óptimas de inversión en el mercado, basán- ran sean cada vez más fuertes, y así evitar una
donos en el riesgo mismo de la actividad y no en posible adquisición de terceros que implique una
otras circunstancias, llegando el inversionista a ob- pérdida del puesto de trabajo.
tener un diversificado portafolio de inversión.
- Los precios en el mercado nos brindan informa-
- Además, reduce el costo de monitorear a otros ción adecuada sobre el valor de las empresas,
accionistas. En el caso de responsabilidad ilimitada, reflejan las utilidades futuras, y no la capacidad
tendría el accionista que verificar constantemente que tengan los accionistas, respondiendo con todo
las labores de los otros miembros, e inclusive, revi- su patrimonio, por las eventuales deudas sociales.
sar constantemente la capacidad de respuesta ante En este caso, el valor de mercado no es el valor de
una fuerte deuda social. En ese caso, un accionista la empresa, sino el valor de la capacidad de pago de
35
despreocupado, podría responder vía el levanta- sus miembros.

31 Cfr. artículo 6 de la NLGS.

32 Artículo 424 de la NLGS.

3' Ver artículos 4 ~ de la NLGS.

34 En el ámbito nacional, ver: BULLARD, op cito p. 155 Y ss; así también, EÁ§j'BROO:K"y E~CHE, op cit.
• _ •..,. •..i'

35Asimismo BULLARD, en él trabajo mencionado, señala como beneficios adicionales de ~mitir ellevantlfmiento del velo, en casos de
responsabilidad extra contractual, a los siguientes: '. ,:-'
• La responsabilidad limitada ayuda a colocar los riesgos sobre las partes que están en mejor capacidad de asumirlos.
• La responsabilidad limitada reduce los cOstos, de transacción. .
(BULLARD, op cit p. 158-159).

THEMIS38
363
En resumen, podemos señalar de manera personal, considerarse extrema nuestra posición si es que
que la actividad empresarial se volvería mucho mas admitimos, como veremos a continuación, que la
ineficiente, riesgos a y costosa en un mundo supues- doctrina del levantamiento del velo es sólo una
to de responsabilidad ilimitada, no sólo en las rela- excepción, y no una regla; aún así, muchas veces, me
ciones internas de la saciedad, sino también en sus gusta ser extremista.
relaciones externas.
5. ¿Y CUÁNDO QUEBRAMOS LA REGLA
Así tenemos, en el ámbito de las relaciones internas, DE LA RESPONSABILIDAD LIMITADA?:
que se elevarían, en primer lugar, los costos de
agencia. Los costos de agencia36 son los que se La dificultad de darle a ciertos supuestos una conse-
incurren en la vigilancia y control de los agentes de cuencia jurídica prevista por el ordenamiento, es un
administración, esto es, directores y gerentes, en tema de discusión no sólo para el Derecho Comercial,
sentido particular, y a todo personal de dirección y sino inherente a toda rama del Derecho. La dificultad
representación de la empresa (a los cuales incluimos se debe principalmente, o a la vaguedad del supuesto
por separado porque la normatividad societaria tipificado, a la variedad de supuestos que la realidad
nacional sólo regula, como órganos de administra- nos presenta, a la impredictibilidad; e inclusive, a la
ción, a los primeros). Asimismo se elevan los costos incoherencia de muchas conductas humanas. La na-
de monitoreo de los mencionados agentes y ade- turaleza humana siendo impredecible y variable, nos
más, de todo miembro de la sociedad, inclusive los revela que las consecuencias jurídicas de nuestros
3
demás socios y empleados de todo rango. ? actos no pueden, en su totalidad, estar previstos
expresamente en normas legales.
En el ámbito de las relaciones externas, se elevan los
costos de agencia en otras empresas en las cuales Lo señalado no implica que, en muchos otros casos,
invierto, y a la vez los costos de transacción con las la doctrina sea fácilmente asimilable a supuestos
empresas con las cuales realizo actividades comer- previstos. Pero en otros no lo sería tanto. En todo
ciales de toda índole. En éstas últimas debo verifi- caso, la doctrina norteamericana38 ha buscado agru-
car, no sólo la capacidad de respuesta a las deudas par las diversas posibilidades en las cuales se ha
de toda sociedad con la cual pretendo contratar, presentado esta teoría, sin perjuicio de que se hayan
sino también, la capacidad de los socios para asumir presentado en algunas otras que no son menciona-
obligaciones, e inclusive verificar la actitud de los das en el siguiente listado. Pero, son éstos los casos
órganos de dirección en el manejo de la sociedad. en donde mayor facilidad han tenido las cortes para
levantar el velo?
Como vemos, un mundo de responsabilidad ilimi-
tada no respondería a las necesidades económicas 5.1 En casos de confusión de patrimonios entre
de ningún mercado, y por este motivo, menos aún sociedad y socios
puede ser propuesto por el Derecho, ya que enten-
demos que no es posible el desarrollo económico Estos casos son recurrentes bajo la utilización de
dentro de un marco de presencia exclusiva de em- sociedades cerradas o familiares, y poco probables
presas de responsabilidad ilimitada. Pero, podría en sociedades abiertas o públicas -las segundas son

]" Para mayor información, ver: COASE, Ronald. The Nature ofthe Firm. En: Económica (1971); así también: JENSEY, Michael y MECKLIN,
William. Theory of the Firm: Managerial Behavior, Agency costs and Ownership estructure. En: Journal ofFínancial Ecol1omics. Vol. 305 (1976);
Y también, HANSMANN, Henry. Ownersllíp offlle Firm. En:Oxford University Press, Journal ofLaw, Ecollomics and Organization. Vol. 4 (1988).
Todos los trabajos mencionados forman parte de los Materiales de Enseii.anza del Curso de Temas de Derecho Mexcantil: Regulación de
la Sociedad Anónima Abierta, en la Pontificia Universidad Católica. En sede nacional pueden revisarse los trabajos de SALINAS RlVAS,
Sergio. Fondos Mutuos, Información Asimétrica y Regulación de Mercados: Un enfoque de los costos de transacción. En: THEMIS-
Revista de Derecho No. 33. Segunda Época (diciembre de 1995). p. 118; y también, La participación de los trabajadores en el proceso de
privatización de empresas públicas: Un breve ensayo sobre teoría de las organizaciones económicas. En: THEMIS· Revista de Derecho
No. 34. Segunda Época (julio de 1996). p. 135

17 La doctrina reconoce que los costos de agenciase componen de tres elementos: el ya mencionado costo de monitoreo, así como los costos

de garantía, en los cuales incurren los agentes para asegurar a los titulares de la Empresa que no van utilizar la organización en beneficio
propio, y el costo residual, porque difícilmente puede lograrse un control efectivo.

" Cfr. EASTBROOK y FISCHE, op cit.

1" Cabe resal tar que seguimos la clasificación y denominación expuesta por Embid Irujo, y 110 la expuesta por Easterbrook y Fische, a pesar
que en esencia no encontramos marcada diferencia. Cfr.: EMBID IRUJO, op citp. 1038 Y ss. EASTERBROOK y FISCHE, op cit p. 69. Estos
últimos realizan una clasificación en base a tr!!s posibilidades: Sociedades cerradas frente a sociedades públicas; accionistas personales
frente a corporativos; yen casos de responsabilidad extracontractual, abuso de derecho o fraude a la Ley. •

THEMIS38
364
denominaciones alternativas utilizadas por la doc- En tal sentido se aplicaría no sólo a las empresas
trina-o En todo caso, no nos referimos a la nueva dependientes, económica o legalmente por otra,
nomenclatura utilizada en nuestra NLGS sobre So- controlando sus decisiones, sino también, en casos
ciedades Anónimas Cerradas o Abiertas, sino las de sociedades formalmente diferenciadas, pero, en
40
que ambas representan. las que una tercera empresa controla, económica o
legalmente a otra, como en el caso de una holding.
La razón principal para utilizar la doctrina del velo,
en este primer caso, es que en las sociedades de 5.3 En casos de infracapitalización
carácter cerrado o familiar, la separación entre titu-
laridad de la sociedad y gestión es mucho mas tenue La infracapitalización se presenta en los casos de
que en las sociedades abiertas o públicas. En las desproporción entre el riesgo inherente a la activi-
sociedades cerradas, quienes aportan capital se en- dad social de la empresa y el capital social, que en
cuentran más involucrados en el proceso de deci- teoría es un capital de garantía ante eventuales
sión de las actividades sociales. deudas sociales. En esos casos, como el ejemplo
expuesto por Bullard,42 podemos señalar, que las
Asimismo, me atrevo a señalar que, en el caso compañías de taxi demandadas (que tenían un mis-
peruano, la doctrina podría ser aplicable no sólo mo titular) laboraban en el mercado con un capital
en supuestos societarios, sino además, en el caso social tan bajo que no cubría una posible reparación
de la Empresa Individual de Responsabilidad de algún accidente ocasionado por alguna de ellas.
Limitada, la cual no es sociedad pero es una
persona jurídica de responsabilidad limitada y Probablemente,las materias en las cuales el juez está
en la que los criterios de tipificación de las socie- más dispuesto a levantar el velo sean las de Respon-
dades cerradas o familiares son fácilmente apli- sabilidad Extracontractual, Derecho Laboral, Dere-
41
cables. También me atrevo a expresar lo mismo cho de Familia y Derecho de Sucesiones porque, por
en casos de contratos asociativos, como los de su propia naturaleza, son ramas del Derecho mayor-
consorcio o asociación en participación, recogi- mente protectoras de una parte de la relación jurídi-
dos por nuestra NLGS, a pesar de no presentarse ca. En todo caso, al presentarse la persona humana
la creación de persona jurídica alguna ya que se como un individuo mutable e impredecible, la lista
les regula como un tipo especial - y por ahora realizada no podría tener carácter cerrado. Incluso,
típico- de contratación empresarial. como veremos luego, en nuestro ordenamiento vi-
gente, ramas como el Derecho Penal o el Tributario
5.2 En casos de control pleno de la sociedad por recogen la citada posibilidad.
otra entidad o empresa
6. ¿POR QUÉ QUEBRAR LA REGLA?
Los mismos criterios y razones expuestas para el
caso anterior pueden ser aplicables en casos, no sólo Las motivaciones para que un individuo utilice de
de concentración empresarial vertical, sino incluso, manera inadecuada la personalidad jurídica
horizontal. De esta manera, lo expuesto sería aplica- societaria y sus efectos pueden ser variadas, como
ble no sólo en casos de filial o subsidiaria, inclusive variadas son las opciones a seguir. En todo caso
sucursal o agencia (en el sentido doctrinal del térmi- existen algunos supuestos principales en los cuales
no y no en referencia a nuestra legislación bancaria se puede quebrar la regla y levantar el velo. Así
vigente) frente a la matriz, sino también en casos de podríamos mencionar, como supuestos aglutina-
empresas hermanas. dores, los casos de (1) abuso de derecho, en las

41l Las diferencias básicas expuestas por la doctrina para diferenciar ambos tipos de sociedades son establecidos bajo tres criterios: criterios

de forma, como el número de socios, la cuantía del capital y la cotización en bolsa o llamamiento a la inversión pública; criterios de fondo,
debido a que, en las sociedades cerradas, los accionistas se unen bajo tenues criterios personalistas de umón y no sólo en búsqueda de
capital como en las sociedades abiertas, lo cual explica la presencia de cláusulas de restricción y lirrútación a la transferencia de acciones;
yen tercer lugar, criterios económicos, debido a que en las sociedades a~iertas los indi:viduos que dirigen la sociedad son rruembros ajenos
a los titulares de la misma; en cambio, en las sociedades cerradas los titulares de la gestión y propiedad de la sociedad son generalmente
los mismos. (Ver NGO BA THANH. La Sociedad Anónima Familiar. Barcelona: Editorial Hispano Europea, 1963. p. 185-192). Bajo los
criterios expuestos-petiemos señalar, en sentido lato, que sólo las Sociedades Anónjma.s ~piertas reflejan el mencionado carácter público
o abierto de llamamiento a los inversionistas. En contraste, los otros diversos~¡po~ societi!tIios reflejan el carácter cerrado o familiar, tal
como lo señala la profesora Ngo Ba Thanh. _-..
.....:.
41Con mayor razón señalaría lo expuesto de existir, en nuestro ordenamiento legal, sociedades urupersonales como se presenta en el caso
de la legislación societaria española vigente desde 1995. .

42 BULLARD, op cit.

THEMIS38
365
modalidades de (1.1) abuso de la personalidad jurí- sociedad, lo que se desestima, en el caso concreto, es
dica, o (1.2) abuso de alguna consecuencia que de la la responsabilidad mas no la personalidad de la
personería misma derivan, como es el caso de la sociedad. Obviamente, lo antedicho es aplicable
responsabilidad limitada de sus miembros; o en los sólo a casos donde el tipo societario nos presenta
casos de (2) fraude a la ley. responsabilidad limitada. Sería ilógico considerar
este supuesto en casos de sociedades colectivas, por
Asimismo, podríamos generalizar que en los cita- ejemplo.
dos casos, la intención bien podría ser o (A) eludir
una norma general, como una norma legal o norma 8.2 Inoponibilidad de la subjetividad
de orden público; o (B) eludir una obligación parti-
cular, mayormente de naturaleza contractual; o de En este segundo supuesto no se deja de lado la
manera general, (e) vulnerar derechos de terceros. diferenciación entre los sujetos de Derecho presen-
tes, en todo caso, no se descarta; sino que, en estricto,
7. ¿A QUIÉN PROTEGEMOS? es simplemente inoponible. Así, la subjetividad es
inválida en el caso concreto, imputándose directa-
Pueden manifestarse, como vemos, diversas posibi- mente los efectos a los socios. En sentido estricto lo
lidades de individuos que pueden ser dañados al inoponible no es la personalidad, sino la subjetivi-
utilizar inadecuadamente la forma societaria y sus dad, la cual implica la diferenciación de sujetos. Por
efectos. Así, la doctrina del levantamiento del velo tal motivo es que creemos aplicable este efecto en
nos puede ayudar a proteger, siguiendo el criterio concreto dellenvantamiento del velo a casos donde
anteriormente expuesto, derechos de (1) personas no existe personería jurídica, como las sucursales por
vinculadas a través de normas generales, de (2) ejemplo. En este supuesto se considera que existe una
personas vinculadas a través de normas particula- sola persona real, siendo imputado el acto a la perso-
res, básicamente de naturaleza contractual, o (3) na que se encuentra tras la persona jurídica.
43
derechos de la minoría.
Tal como vemos existen efectos diferentes, aunque
8. EFECTOS DEL LEVANTAMIENTO DEL ligados en el levantamiento del velo porque existen
VELO conceptos diferentes: subjetividad, personalidad y
responsabilidad limitada. En tal sentido, bajo el
Tanto la doctrina como la jurisprudencia, en casos estudio de la jurisprudencia existente, doctrina di-
de levantamiento del velo, han señalado efectos versa ha manifestado la mencionada diferencia-
diferentes en su aplicación. Un primer aspecto a ción!5 Por tal motivo creemos adecuada la denomi-
tener en consideración es el hecho de que al acceder nación de levantamiento del velo, la cual englobaría
al levantamiento del velo, se afecta el acto impugna- ambos efectos y no simplemente el del allanamiento
do en concreto, y en todo caso, "levantar el velo no de la personalidad jurídica, tal como lo señala el
significa anular la sociedad" .44 la cual, seguirá ejer- proyecto de Ley de la Empresa, que recogería sólo
ciendo su actividad; pero, en el acto específico im- uno de los efectos de la presente teoría.
pugnado se presentará cualquiera de las dos si-
guientes consecuencias: 9. CONSIDERACIONES ADICIONALES

8.1 Desestimación de la Responsabilidad De la revisión de la jurisprudencia sobre el tema, y


Limitada de acuerdo a doctrina especializada en la materia,
podemos señalar algunos criterios adicionales en
En este primer supuesto no se afecta en ningún referencia a la doctrina del levantamiento del velo.
momento la personalidad jurídica adquirida por la Así, podemos señalar, entre otros que:

43 Para una visión más amplia del tema del abuso de derecho en contra de la minoría, en sede nacional, puede revisarse: ESPINOZA

ESPINOZA, Juan. Algunas consideracione~respecto de la responsabilidad de los directores y gerentes de una sociedad y el problema del
denominado abuso de la mayoría. En: THEMIS 37 (julio de 1998). p. 47-50.

44 PUELMA ACCORSI, Alvaro. Op cit. p. 92

4< La doctrina argentina es la que ha mencionado, de manera mas clara, la mencionada diferenciación. Podría revisarse el mencionado
tema en diversos trabajos: ROQUE VITOLO, Daniel. La personería jurídica en materia societaria. En: Revista Jurídica La Ley (1990-0).
p. 834 Yss.; LOPEZ MESA, op cito p. 1124 Y ss.; Y también, GRISPO, Jorge. La personalidad jurldica de las sociedades comerciales. En:
Revista Jurídica La Ley (1997-B). p. 964 Yss. En el mismo sentido, aunque bajo una perspectiva ligeramente diferente se ha pronunciado
DOBSON, op cito p. 16-17. Dobson habla sobre desestimación absoluta, en los casos de inoponibilídad, y de desestimación relativa, en
los casos desestimación de la responsabilidad. "

THEMIS38
366
- Siendo la aplicación de la doctrina una excepción como la sucesión de vínculos laborales; de ubica-
y no la regla, en caso de dudas, deberá descartarse ción, celebración de consejos y realización de actos
46
su utilización. en el mismo domicilio; de comportamiento proce-
- La doctrina no puede disponerse de oficio, sino sal, como la aportación de documentos pertenecien-
47
que los socios o terceros deben invocarla. tes al otro, aceptación sin protesta de emplazamien-
- La doctrina del levantamiento del velo es aplicable tos y requerimientos, como algunos ejemplos.
tanto a cuestiones de Derecho Público, como de
. d a. 48
natura 1eza pnva 10. AL TERNATIV AS AL QUIEBRE
- La doctrina no sólo debe aplicarse para sancionar
49
a la persona jurídica, sino también a su favor. A pesar de considerar la utilización de la doctrina
- La doctrina puede aplicarse no sólo en casos de del levantamiento del velo como una excepción, "su
sociedades comerciales, sino también,en todo caso aplicación en casos concretos, puede dar lugar, no
de personas jurídicas, tales como los de sociedades sólo a una inseguridad jurídica manifiesta, sino
personalistas, personas jurídicas civiles -asociación también a privar de efectos al beneficio de la respon-
fundación o comité-, o de cualquier otro tipo, e sabilidad limitada vinculada al riesgo empresarial y
incluso, en casos de corresponsalías, agencias o que, en definitiva, ha sido uno de los elementos que
sucursales y uniones de empresas sin personería ha contribuido al progreso económico".52 En tal
jurídica. 50 sentido sería sumamente difícil aceptar una excep-
ción con el riesgo de convertirse en la regla; incluso,
Asimismo se ha señalado que existen diversos crite- parte de la doctrina concluye que, hacer responsa-
rios de conexión que hacen posible el levantamiento bles a los accionistas de la sociedad, hayan tenido
del velo, sobretodo en los casos de confusión de funciones de controlo no, es una barbaridad, supo-
patrimonios y de control pleno de una sociedad. ne poner en tela de juicio el principio de limitación
Algunos de ellos son expuestos por Díaz Capmany de la responsabilidad, y el mercado sin limitación
en un reciente trabajo que toma como base jurispru- de la responsabilidad no existe,53 opinión que com-
51
dencia española reciente. partimos.

El autor señala que existen factores de conexión de Inclusive, muchas grandes sociedades han llegado
imagen, como los de denominación idéntica, o sim- a obtener mayor patrimonio que muchos pequeños
plemente parecida, rótulo del establecimiento, anun- Estados, y así también, en palabras de Henry Manne,
cio como sucursal, apariencia frente a terceros, ex- "la moderna gran sociedad anónima, abierta a mu-
presiones globalizadoras, factores de conexión eco- chos pequeños accionistas, no podría existir sin
nómicos, como la participación conjunta en la admi- responsabilidad limitada. Si los accionistas pueden
nistración, pertenencia a un mismo holding, ingre- ser requeridos a aportar una cantidad ilimitada de
sos cruzados en cuentas corrientes, contratación de capital adicional, los inversionistas se verían obliga-
pólizas de seguro sobre daños del otro; factores de dos ha realizar pequeñas inversiones" y añadimos,
conexión de conducta, como la inactividad o inope- en un número menor de empresas. En la línea
rancia del consejo de administración, falta de conta- interpretativa seguida, creemos que lo más aconse-
bilidad independiente, adopción de decisiones por jable es descartar la posibilidad de existencia de la
otro, actuación por cuenta de ambos; de personal, responsabilidad ilimitada; inclusive auguramos la

<, CRISPO, op cito p. 966.

<7 Cfr.: LOPEZ MESA, op cit p. 1123 Y 1125. Parte de la doctrina se ha manifestado en el sentido de que sólo el afectado, sea accionista
o tercero, puede solicitar el levantamiento del velo. CUTIERREZ ZALDIVAR, Alvaro. La desestimación de la personalidad en las
sociedades comerciales. En: Revista jurídica La Ley. Tomo 147. (jul-set de 1972). p. 1049.

" Ibid op cit. p. 1123.

,y Ibid loe cito

5ll Cfr.: EMBID IRUJ~),oop dt. Nota al pie 32. p. 36;y también, DÍAZ CAPMANY, op dt p. 111. Embid se pronuncia sólo para el caso de
fundaciones; Díaz Cápmany en los casos de corresponsalías, agencias o suc~rs.ales,.e in"cluso de uniones de empresas sin personería
jurídica o "• .

" DIAZ CAPMANY, op cito p: 125 y ss.

52 SÁNCHEZ CALERO, op eit p. 230.

" URÍA M., op cit p. 11.

THEMIS38
367
posible futura eliminación de tipos, por lo menos dificulta el desenvolvimiento de una empresa en
eminentemente empresariales, de responsabilidad una economía que, como la peruana, busca ser
ilimitada. competitiva y de libre iniciativa en el manejo empre-
sarial.
54
En todo caso, la doctrina americana ha señalado
tres opciones de protección a los perjudicados por la En todo caso, no debemos descartar mecanismos ya
u tilización indebida de la personería jurídica que no existentes en nuestra legislación con los cuales cree-
implican el levantamiento del velo, estos son: mos poder obtener los mismos resultados. Estos
mecanismos podrían ser los de abuso del derecho o
10.1 Responsabilidad solidaria de los agentes de fraude a la Ley, los cuales son la categoría general
la sociedad del cual proviene la teoría del levantamiento del
velo, la cual es la aplicación concreta de tales su-
Probablemente, el hacer responsables a los agentes puestos en materia societaria.
-directores y gerentes- por los daños que podrían
ocasionar, en casos como los expuestos, sea un U.DIFICULTADES EN LA APLICACIÓN
medio disuasivo para comprometer una eficiente
labor de éstos y así evitar los abusos señalados. En Algunas de las principales dificultades que ubica-
tal supuesto argumentaría dos posibles críticas a mos al momento de aplicar la doctrina del levanta-
esta opción. La primera en el sentido de que se miento del velo son, entre otras, las siguientes:
elevarían los costos en honorarios de sobremanera,
si es que el agente puede hacerse responsable direc- - Existen diversos intereses presentes entre los
to por acciones que incluso, probablemente, no accionistas al interior de una misma sociedad. ASÍ,
fueron de su conocimiento; y segundo, así acepte como hemos manifestado en otra sede,55 podemos
hacerlo, lo más lógico sería aceptar su posible pedi- distinguir entre accionistas de mando, con ánimo
do de un seguro que cubra los mencionados riesgos. de permanencia y con intención de dirigir la mar-
En ambos casos, lo que obtendríamos sería un au- cha social, con el objetivo de obtener mayores
mento de costos sustanciales en el manejo interno utilidades a mediano plazo, y los accionistas
de la empresa, lo cual iría, no en su beneficio, sino en especuladores que no buscan involucrarse en la
su perjuicio. dirección de la marcha social ni laborar en ella,
debido a que su intención es el plus de diferencia
10.2 Seguro obligatorio que obtienen al revender sus acciones en el corto
plazo, inclusive, en el mismo instante, presentán-
Un seguro obligatorio para afrontar posibles de- dose múltiples variantes. En tal sentido, no todos
mandas sobre este tipo de asuntos podría ser una los accionistas dirigen la sociedad, muchos ni si-
segunda solución. Siguiendo la ya mencionada lí- quiera están enterados de las actividades de la
nea de pensamiento expuesta en el acápite anterior misma, y por consiguiente, no nos parecería viable
la opción del seguro acrecienta costos que no bene- hacerlos responsables por actos que no cometie-
fician en ningún sentido al desarrollo de la Socie- ron, incluso no conocieron.
dad, utilizando capital de manera improductiva,
cuando se podría invertir ese capital en los negocios - Bajo ese mismo criterio, existe personal especiali-
sociales. Como vemos, la posibilidad de seguro no zado, al interior de las empresas, dedicado a dirigir
sería solicitada sólo por los agentes, sino también, la administración de la sociedad (administradores,
por los propios miembros de la persona jurídica. gerentes, y en sentido amplio, personal de dirección
y representación de la sociedad como personal de
10.3 Control administrativo confianza, representantes legales, apoderados, en-
tre otros), por lo que se manifiesta innecesario que
Las opciones de control más que beneficios siempre los propios accionistas la administren personalmen-
traen inconvenientes en materia empresarial. La te. ASÍ, siguiendo el criterio expuesto anteriormen-
sola creación de mecanismos de control, salvo en te, al ser sólo algunos pocos individuos los que
casos muy específicos, mas que generar protección dirigen la sociedad, muchos otros, por su propia
en el mercado desincentiva el interés de inversión. función económica al interior de la misma, ni siquie-
Controlar cada actividad empresarial alt?targa y ra están en la práctica enterados de todas las activi-

54 EASTERBROOK y FISHE, op cit p. 70 Y ss.

55 SIFUENTES OOMENACK, Hugo H. ¿Puede prescribir el derecho de ser socio? En: Tribuna (en prensa).

THEMIS38
368
dades de la sociedad, y por consiguiente no nos segunda opción, pero que nos vuelve a mostrar
parecería viable hacerlos responsables por actos diversas dificultades cuando son miles los accionis-
que no cometieron, incluso, que no conocieron. tas que tomaron la decisión, o cuando su aporte es
mínimo.
Creemos, tal como lo indica Garrigues, que" el socio
no está obligado a colaborar personalmente en la En todo caso, de la manera como se pretende regular
consecución del fin social, ni es conveniente, desde en nuestro ordenamiento el levantamiento del velo,
el punto de vista económico, darle derecho a colabo- no se tomaría en cuenta ninguna de las dificultades
rar cuando la sociedad está compuesta por miles de expuestas, tomando en cuenta un enunciado gene-
participantes".56 Si el socio no colabora no lo hace ral que no soluciona ninguna de sus múltiples aris-
por negligente, sino por cuestiones de manejo em- tas. La opción a seguir deberá ser tomada por cada
presarial, en un mercado cada vez mas competitivo operador jurídico en el caso concreto, lo que impli-
y especializado, que impiden su participación en caría una gran dosis de inseguridad, que en el plano
todas la empresas en las cuales invierte. comercial no es lo más aconsejable.

- La pluralidad de individuos existente al interior 12.LEGISLACIÓN NACIONAL


de la empresa dificulta la individualización de los
sujetos que cometen conductas prohibidas. Es Dentro del ámbito privado, en el cual incluyo al
sustancial al desarrollo empresarial que las em- Derecho Civil y Comercial, no es probable encon-
presas se desarrollen con la presencia de diverso trar, por el momento, norma alguna que nos permi-
personal especializado. Muchas veces el crecimien- ta desarrollar la doctrina del levantamiento del
to de la presencia de la empresa en el mercado velo jurídico. Dejar de lado la opción legislativa de
implica la contratación de un mayor número de la persona jurídica como ente de imputación autó-
personal. Muchas empresas, aunque la tendencia nomo, y de ser su tipología como ente de res-
podría considerarse hoy contraria, exigen la pre- ponsabilidad limitada, es improbable desde nues-
sencia de numeroso personal para un manejo efi- tra legislación vigente; por eso el tratamiento nove-
ciente de sus recursos. Por tal razón ubicar de doso en el proyecto de Ley de la Empresa y en el
manera concreta al individuo que realiza una con- proyecto de Código Civil que son parte aún de
ducta fraudulenta al interior de una empresa es discusión.
sumamente difícil.
Tampoco creemos probable señalar la potestad ju-
- Probablemente, los criterios de justicia que susten- dicial de ir en contra de los citados preceptos por vía
tan la doctrina del levantamiento del velo nos obli- del control difuso, por no considerar que se encuen-
guen a remitirnos a una pregunta que no por ser de tran en contra de principios constitucionalmente
fácil solución implique una inutilidad práctica. ¿A recogidos. Pero, en el ámbito penal, encontramos
quién hacemos responsable, a los accionistas de la una salida que nos permite aplicar la doctrina, en
demanda, a los accionistas al momento de la senten- casos que deriven de ilícitos penales. (Ver artículo
cia, al momento de originarse el daño, todos los 140 del Código Penal)
accionistas? La respuesta parece evidente, a pesar
57
de haber sido materia de discusión jurisprudencia1. En al ámbito tributario, probablemente también
Creemos que debe hacerse responsable al accionista encontremos fundamentos para utilizar la doctrina,
que ocasionó directamente el daño, o tomó la deci- pero me remitiré a los especialistas en la materia
sión, y sólo a ellos, mas no al resto de miembros de para que desarrollen a profundidad el tema.
la persona jurídica.
Pero, en todo caso, creemos que podemos obtener
- Respondida la pregunta anterior cabe mencionar iguales beneficios a través de figuras tales como el
la manera por la que responderán los accionistas abuso del derecho y fraude a la Ley, recogidos ambos
que ocasionaron el daño o tomaron la decisión. Esta en nuestro Código Civil. Ambas instituciones permi-
manera de responder puede ser dentro de la respon- tirían una indemnización, de manera directa, por
sabilidad ilimitada, de manera solidaria, o de mane- parte del sujeto que ocasionó el daño o abuso de su
ra proporcional a sus aportes. Aparentemente, si- posición. Posición que ya viene siendo discutida en la
guiendo los criterios en juego, sería más justa la doctrina y jurisprudencia extranjeras.

56 GARRIGUES, Joaquín Curso de derecho Mercantil, op cit. p. 518.


57 Como en el famoso caso Barcelona Traction Light Power Company Limited. Sentencia de la Corte Internacional de Justicia, entre
España y Bélgica, en 1970. . 'o

THEMIS38
369
13.CONCLUSIONES En todo caso, de la manera como se pretende incluir
la doctrina del levantamiento del velo en nuestro
N o quisiera concluir el presente trabajo sin volver a ordenamiento nos parece demasiado general como
señalar la preocupación, compartida con algunos para no crear un marco de seguridad lo suficiente-
autores, en el sentido que convertir una excepción mente sólido para el desarrollo aún incipiente de
en regla tiene un límite muy débil de traspasar. En nuestro mercado.
palabras de Vélez Sarsfield "toda restricción pre-
ventiva tendría más peligros que ventajas. Si el En nuestro Código Civil se ha recogido las figuras
gobierno se constituye en juez del abuso, no tardaría de abuso del derecho y múltiples formas de nulidad
en convertirse en juez del uso, y toda verdadera idea y anulabilidad del acto jurídico, para casos de le-
de propiedad y libertad sería perdida"s8 . sión, fraude, excesiva onerosidad, entre otros, que
aunque probablemente no nos permitan obtener
Así también, podemos señalar como resumen de beneficios idénticos a los del levantamiento del
todo lo manifestado, y como también lo señala la velo, nos brindan soluciones similares -en muchos
doctrina analizada a lo largo del presente trabajo, casos suficientes- para lograr los mismos objetivos,
que el levantamiento del velo se presenta donde se a través de la indemnización u otras figuras. En ese
encuentra o abuso de la personalidad jurídica o caso, incluir figuras novedosas con ciertos márge-
fraude a la Ley, y ambos tienen mecanismos de nes de inseguridad en su aplicación, no parece ser la
sanción plenamente consagrados dentro de nuestro opción más correcta.
ordenamiento. 59 En tal sentido creemos que la utili-
zación de la doctrina del velo debería ser aplicable Como último punto sería pertinente señalar la pre-
"sólo cuando otras defensas o instituciones ordina- ocupación adicional que la aplicación de textos espe-
rias no contemplan la cuestión o no evitan la pro- cíficos y la interpretación de principios, para reali-
ducción de un abuso,,60; pero, "existen diferentes zarse eficazmente, deben ser desarrollados por ma-
institutos e instituciones cuya aplicación implica la nos diestras. Todo aplicador del Derecho, y sobre
desestimación de la personalidad jurídica,,6 . todo los jueces, deben estar preparados para afrontar
las nuevas demandas de un comercio ágil, dinámico
En todo caso, que la doctrina del levantamiento del y global, con herramientas sólidas debidamente ela-
velo sea el instrumento más adecuado para lograr boradas. Por tal motivo, la preparación y estudio
proteger los intereses del mercado, de manera gene- constante de las nuevas tendencias académicas,
ral, y de socios, acreedores o terceros, de manera jurisprudenciales y de legislación comparada debe
62
particular, parece, a priori, discutible. En tal senti- ser la premisa máxima de todo agente jurídico.
do, tanto la doctrina como la jurisprudencia se han
manifestado al respecto cuando señalan que "si Es muy probable que las opiniones vertidas se pre-
existiese abuso de personalidad jurídica, o se hubie- senten contrarias a una corriente académica diver-
se acudido a un fraude para eludir una norma, bajo gente en sede nacional, 64 incluso, un primer error
la aparente cobertura de otra, esos antijurídicos evidente en el presente trabajo sea el exceso de citas
procedimientos serían encajables en las institucio- y remisiones a trabajos previos, con lo que se intenta
nes del abuso del derecho, o fraude a la Ley, con la fortalecer la opinión de alguien que todavía es alum-
necesaria prueba de la existencia de un daño,,63. no; por tal motivo, nuevas luces sobre el presente

" Citado por: GUTIÉRREZ ZALDIVAR, op cit. p. 1046.

'<1 Cfr. Artículos II del Título Preliminar, y 195 Y ss. del Código Civil.

hil De igual opinión es, en Argentina: LÓPEZ MESA, op citp. 1122¡ en Uruguay: PÉREZ FONTANA. La presindencia de la personalidad

jurídica. En: Revista de Derecho Comercial. No. 207. Montevideo (1967). p. 86 YSS.; inclusive, en España, los tribunales utilizan nociones
genéricas como las de "abuso del Derecho" o "fraude a la Ley", las cuales permiten salvar el déficit valorativo propio de los supuestos
fijados por la doctrina, tal como lo señala: EMBID IRUJO, op cjt p. 1039.

hl DOBSON, op cit p. 23.

h2 EMBlD IRUJO, op cit p. 1042.

1>3 DIAZ CAPMANY, op cit p. 114. El autor cita la sentencia del 22 de octubre de 1988 (Ar. 7631) de la Sala Civil del Tribunal Supremo
Español.

h4 Cfr.: ESPINOZA ESPINOZA, Juan. Capacidad y Responsabilidad Civil de la Persona jurídica. En: rus el Veritas (en prensa) ; y del

mismo autor: Una aplicación de los" Abusos de tkrecho" en la experiencia jurídica: El problema del abuso de la personalidad jurídica.
En: Gaceta jurídica. Tomo 17 (mayo de 1995), y las citas en ellos vertidas.

THEMIS 38
370
tema, serán estudiadas, en mejora del mismo, en "El Derecho no es algo que esté ahí y que hay que
adelante. descubrir sino, más bien, es algo por hacer, que hay
que inventar dentro de los límites impuestos por el
Asimismo, como hemos podido apreciar, el objetivo texto de la Ley. El Derecho nunca está totalmente
de nuestro trabajo no ha sido el de cerrar puertas, bos- hecho. La fuerza de la interpretación correcta no
quejando opiniones personales en algo hasta cierto está en la letra muerta de la Ley sino en el espíritu
punto novedoso en nuestro ordenamiento que trae del intérprete que la vivifica. El jurista no puede ser
consigo el proyecto de Ley de la Empresa, en este ca- el servidor sumiso del legislador, o de la Escuela, o
so, la inclusión de la doctrina del levantamiento del de la doctrina aceptada sino que tiene que asumir el
velo; sino que, el propósito del mismo es abrir el deba- papel de héroe trágico y proseguir, a su propio
te sobre la materia, introduciéndonos a algunos pun- riesgo, la tarea de creación permanente del Derecho.
tos primarios que sirvan de base a futuros trabajos. Ahora bien, si la aplicación del Derecho no es tanto
una disciplina que descubre o que entiende, sino un
Para concluir, quisiera hacer propia la siguiente obrar que crea y que transforma, el Derecho no es
apreciación: una ciencia, es un arte. Como la guerra".65

,,5 De TRAZEGNIES GRANDA, Fernando. La muerte del Legislador. En: Revista Jurídica del Perú. Afto XLV. Nro. 2 (abr-jun 95). p. 39
Yss.

THEMIS38
371
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THEMIS TE ACERCA AL DERECHO

Como ya es tradicional para nuestra Revista, el día


3 de septiembre de 1998 se llevó a cabo en el Audi-
torio de la Facultad de Derecho de la Pontificia
Universidad Católica del Perú, el evento "THEMIS
te acerca al Derecho". La finalidad de este evento es
dar a conocer a los alumnos de Estudios Generales
Letras y de los primeros ciclos de nuestra Facultad
-yen general a todo aquel interesado, las posibilida-
des de desarrollo, tanto personal como profesional,
en las diversas áreas del Derecho.

No se trata de un análisis complejo, sino de una


exposición clara y accesible, aún para aquellos no
familiarizados con los conceptos jurídicos, de lo que
significa ejercer la abogacía en las distintas áreas del
Derecho. Para ello se contó con la gentil participa-
ción del doctor Jorge Avendaño, quien expuso so-
bre Derecho Civil; el doctor Roger Yon, quien trató
sobre el Derecho Penal; el doctor Francisco
Eguiguren, quien expuso sobre Derecho Constitu-
cional, y el doctor Humberto Medrano, quien trató
sobre Derecho Tributario.

III CONGRESO INTERNACIONAL


DE DERECHO PENAL

Del 24 al28 de agosto se llevó a cabo el III Congreso


Internacional de Derecho Penal, que tuvo como
tema central las modernas tendencias doctrinarias y
legislativas del Derecho Penal Económico, en el
marco del Derecho Internacional.

El Congreso, realizado en el Auditorio Principal de


la Facultad de Derecho de la Pontificia Universi-
dad Católica del Perú, contó con la presencia de los
más destacados profesores nacionales en el ámbito
del Derecho Penal, así como de un selecto grupo de
profesores extranjeros, lo que creó un ambiente de
discusión académica, desde diversas perspectivas
internacionales, de la política criminal.

El evento, organizado por tercer año consecutivo


por la Pontificia Universidad Católica del Perú,
contó con la co-organización de la Universidad de
Salamanca (España) y el apoyo institucional de
THEMIS-Revista de Derecho.

Temas como las relaciones entre el Derecho Penal y


el Derecho Administrativo sancionador, delitos tri-
butarios como la defrau·dación, la tipificación de los
delitos contables, delitos como el abuso de informa-
ción bursátil y el lavado de dinero fueron algunos de
los temas principales del Congreso. Entre los

THEMIS38
373
expositores destacaron los españoles Ignacio litos ambientales, los derechos económicos y socia-
Berdugo, Juan Teradillos y José Ramón Serrano- les desde la perspectiva del consumidor y los dere-
Piedecasas, así como los peruanos Laura Zuñiga, chos de los Pueblos Indígenas; contamos también
José U gaz y Carlos Caro. con una interesante Mesa Redonda sobre el rol que
cumplen los organismos de defensa de los Derechos
Humanos en el Perú en la que participaron el Defen-
SEMINARIO INTERNACIONAL DE sor del Pueblo, Jorge Santistevan .de Noriega, el
DERECHOS HUMANOS Representante de Amnistía Internaci~nal en el Perú,
Hans Landolt y el Director del Instituto de Defensa
Celebrando el 50 aniversario de la Declaración Uni- Legal, Ernesto de la Jara.
versal de los Derechos Humanos, THEMIS - Revis-
ta de Derecho, junto a la Pontificia Universidad El Seminario contó con la presencia de reconocidos
Católica del Perú, organizó un importante evento juristas internacionales como Vladimiro Naranjo,
denominado Seminario Internacional de Derechos Presidente de la Corte Constitucional de Colombia;
Humanos. Dicho evento tuvo lugar los días 9, ID, 11, Oscar Puccinelli, profesor titular de la Pontificia
Y 12 de noviembre, y contó con la participación de Universidad Católica de Buenos Aires; Hector
destacados académicos, tanto nacionales como ex- Faundez, profesor de Derecho Internacional Públi-
tranjeros. co de la Universidad Central de Venezuela; y Diego
Iturralde, Secretario Técnico del Fondo para el De-
El Seminario trató diversos temas dentro del amplí- sarrollo de los Pueblos Indígenas de América Latina
simo ámbito de los Derechos Humanos, algunos ya y el Caribe. Entre los nacionales cabe mencionar a
conocidos, pero tratados desde perspectivas origi- Beatriz Boza, Presidenta del INDECOPI, Diego
nales tales como la aplicación judicial de los pactos Carda Sayán, Director de la Comisión Andina de
internacionales a nivel interno, el Sistema Interame- Juristas, Francisco Eguiguren y Domingo Carda
ricano de Protección Internacional de los Derechos Belaúnde, a quienes agradecemos en especial por su
Humanos, la problemática de los denominados de- colaboración en la preparación de este evento.

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del común denominador para
poder calificar a un sistema como
democrático y un Estado como
de Derecho. Idea que pareció muy
conveniente en un momento en
que tantos países, a uno y otro
lado del Atlántico, estaban lle-
gando o retornando a la demo-
cracia.

El libro consta de dieciseis capí-


tulos, en los cuales se recogen las
EDUARDO GARCÍA DE ponencias que sobre cada tema
ENTERRÍAy MANUEL CLA VE- pronunciaran los grupos de ju-
RO ARÉ V ALO (DIRECTORES)
ristas conformados en función al
mismo, además de unas palabras
EL DERECHO PÚBLICO introductorias al debate.
DE FINALES DE SIGLO.
UNA PERSPECTIVA Así, los temas recogidos son Esta-
IBEROAMERICANA do y democracia; la reforma cons-
Madrid: Civitas, 844 p. titucional; representación políti-
ca y partidos políticos; derecho
Tuvo lugar en Toledo, los días de sufragio y régimen electoral;
once, doce y trece de diciembre sistemas de gobierno, sistema
de 1994, el encuentro de juristas presidencial y sistema parlamen-
de distintos países de América, tario en la organización de los
España y Portugal. poderes; el Poder Judicial, inde-
pendencia del Ministerio Públi-
Auspiciado e ideado por la Fun- co; la Administración, funciónpú-
dación Bilbao Viscaya "Los En- blica; la distribución territorial del
cuentros de Toledo" como han poder, federalismo, regionalismo,
sido llamados, versaron sobre tres autonomía local; fuerzas arma-
temas básicamente. Derecho PÚ- das y cuerpos de seguridad; el
blico a finales del Siglo XX; y dos sistema de fuentes del Derecho;
temas de Derecho Privado: Ga- los derechos constitucionales;
rantías a Primera Demanda y Las control de la constitucionalidad;
Condiciones Generales de Con- garantías de los derechos, control
tratación y Cláusulas Abusivas. judicial, amparo, ombudsman;
A continuación reseñamos el justicia administrativa, la integra-
tomo que han producido los ción supranacional; migraciones
conversatorios sobre Derecho internacionales; y, la responsabi-
Público de finales del siglo XX en lidad civil de la Administración
Iberoámerica. Pública.

En el prólogo al aludido trabajo Manuel Aragón Reyes, Catedrá-


Eduardo García de Enterría nos tico de Derecho Constitucional
comenta que "en los umbrales de la Universidad Autónoma de
del siglo XXI los dos grandes con- Madrid, en ponencia-ensayo, toca
tinentes de América y Europa un tema de especial relevancia:
viven fenómenos parecidos en el democracia y control.
campo del Deres:ho Público, cua-
les son la expansÍón de la demo- Señala que el Estado constitucio-
cracia y el robustecimiento del nal (en el que impera una carta
Estado de Derecho". constitucional) se presenta, des-
de sus orígenes, como una forma
En este sentido, las exposiciones de organización cuya caracterís-
giraron en torno a la búsqueda tica esencial es la limitación y el

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control del poder mediante el De- riamente es también Estado de ron siempre gobiernos centrali-
recho con el objetivo de preser- Derecho. Aquí no se frena el po- zadores, lo que creó una tradi-
var la libertad. Constitución y der por el poder, sino el poder ción centralista; contra la que se
control resultan, nos dice, por el Derecho. Su ejercicio debe intentó combatir vía la creación
indisociables. Sin embargo, para estar confiado a órganos inde- de gobiernos federales (México,
la efectividad normativa de la pendientes e imparciales que Venezuela, Brasil y Argentina) y
Constitución del Estado se re- comprueben si las normas jurí- mediante gobiern.os unitarios (en
quiere, necesariamente, que la dicas se cumplen, sancionando todos los demás páíses) que tien-
cooperación, la responsabilidad sus infracciones. Son un comple- den a la descentralización. Pero
y el control queden asegurados. mento de los otros controles, de- en los países federales crece el
Los controles son de naturaleza ben ser utilizados cuando los Gobierno Federal a instancias de
social, política y jurídica. Sobre otros no han sido suficientes. los Gobiernos Estatales, provin-
los sociales destaca que proce- ciales o de las entidades
den del ejercicio de los derechos La coronación del Estado Cons- federativas. Hecho que comien-
fundamentales y que sólo son titucional de Derecho se produ- za a ser cuestionado en la década
eficaces en la medida en que el ce mediante la progresiva im- de los ochenta, y en eso se está
pueblo goce de un grado sufi- plantación contemporánea del actualmente. Algo se ha avanza-
ciente de cultura política demo- control de la constitucionalidad do, nos dice, pueden haber habi-
crática. Son así el sostén más im- de las leyes; es un instrumento do retrocesos pero hacia allá
portante de la democracia en la indispensable para hacer que to- apuntan las grandes líneas de
medida en que suponen una fis- dos los poderes queden someti- manejo de nuestros países, con-
calización espontánea, cotidiana dos a control. cluye.
y permanente de la acción de los
gobernantes. La democracia no puede asegu- Constituye la obra una vasta re-
rar, señalan, que accedan al po- visión de temas trascendentales
Los controles políticos son los der sólo gobernantes virtuosos para la concepción del desarro-
previstos como tales en el orde- pero puede evitar que causen llo futuro de estas naciones. De
namiento jurídico, ejercitados grave daño a la comunidad pre- ahí su, por nosotros augurada,
mediante instrumentos y proce- cisamente porque dispone de permanencia en el tiempo del
dimientos también concebidos e suficientes elementos de control. interés cultural.
impuestos por éste. Sus dos for- Aún así, la existencia de contro-
mas principales son el control les no puede compensar entera-
electoral y el parlamentario. El mente la ausencia generalizada
control electoral supone la limi- de "virtud", concluye.
tación temporal del poder por
parte de los gobernados, supues- Deben considerarse los procesos
to esencial de la democracia. de selección de cargos públicos,
Popper ha dicho, señala, que "la asentarse en la cultura política
democracia es sobre todo un sis- de la comunidad en pleno los
tema político que permite a los valores de la participación ciu-
gobernados derribar pacífica- dadana y ejemplaridad
mente a quienes están en el po- institucional, prestarse atención
der". El control parlamentario a la dimensión "personal" de la JUAN ESPINOZA ESPINOZA
como capacidad de remoción del democracia (los cargos nunca
gobierno ha desaparecido en la son independientes de quienes LA CAPACIDAD CIVIL
democracia de partidos dada la los" actúan"). DE LAS PERSONAS
fusión mayor parlamento-go- NATURALES
bierno. No obstante, es evidente Otra nota interesante que nos trae Tutela jurídica de los
que puede desplegar suficiente este libro es la participación de sujetos débiles.
eficacia como freno de poder en Domingo García Belaúnde en Lima: Grijley, 1998.173 p.
la medida en que funcionare representación de la Pontificia
como institución que alerta a la Universidad Católica del Perú, El Derecho Civil, y no sólo por su
opinión pública. que tiene a su cargo la exposición aplicación supletoria en el orde-
sobre la "La distribución territo- namiento, es probablemente la
Los controles jurisdiccionales rial del poder en Iberoamérica", rama del Derecho de mayor tras-
suponen la última garantía del sobre la que concluye que los cendencia y aplicación práctica
Estado democrático, que necesa- países de América Latina tuvie- en la vida diaria. Particularmen-

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te, el Derecho de las Personas, es sólo un trabajo que reúne lo de un punto de vista eminente-
por su objetivo natural de estu- más destacado de la doctrina mente teórico, sino también, y es
dio, es una de las ramas del Dere- europea y latinoamericana en la lo más rescatable, de reforma
cho más apasionantes. En tal sen- materia, adecuándola a la propia normativa.
tido, muchas de las discusiones realidad, sino que busca abrir
doctrinarias actuales más rele- caminos sobre las modernas aris- En resumen, el trabajo que en
vantes se enmarcan dentro de su tas que presenta el mencionado esta oportunidad nos presenta
ámbito de estudio. tema de estudio. Así, se incluye Espinoza, toma en consideración
en el trabajo de Espinoza pro- las modernas tendencias en ma-
El autor, uno de los más destaca- puestas de reforma del Código teria de la capacidad jurídica de
dos especialistas de la materia en Civil vigente, las cuales, en estos las personas naturales, desde di-
nuestro país, nos presenta esta momentos, se encuentran en ple- ferentes ordenamientos jurídicos,
vez su tercer trabajo bibliográfi- na etapa de discusión en las Co- aplicándolos de manera didácti-
co, el cual, como sus anteriores misiones de Reforma respecti- ca y acertada en el contexto na-
publicaciones, nos presenta un vas. cional, sentando probablemente
elaborado trabajo académico des- las bases obligatorias de reflexión
de visiones diversas, expuestas Cabe resaltar, además, que el tra- del tema en un futuro cercano.
desde la revisión de doctrina, le- bajo del autor refleja diferentes
gislación y jurisprudencia com- propuestas plasmadas luego de
parada de diversos ordena- un riguroso trabajo de investiga-
mientos. ción, no sólo desde el ámbito ju-
rídico, sino también a la luz de
El autor, instruido sobre la base los constantes avances médicos,
de una cultura jurídica sólida a la los cuales, muchas veces logran
cual accedió en sus estudios en modificar nuestra perspectiva
Europa, recoge una metodología jurídica, la cual busca tener voca-
poco frecuente en nuestro país. ción de general y perdurable,
En ese sentido, lo más valioso del mientras que la perspectiva
trabajo de Espinoza sea proba- medica, por el contrario, nos
blemente su tendencia al estudio muestra una vocación de cons- MANUEL A TIENZA
de la jurisprudencia comparada, tante avance y desarrollo.
método de trabajo académico CONTRIBUCIÓN A UNA
dejado de lado en los estudios El trabajo expuesto realiza espe- TEORÍA DE LA
jurídicos nacionales. Si a lo seña- cial hincapié en la protección de LEGISLACIÓN
lado se añade un trabajo de re- los denominados sujetos débi- Madrid: Civitas, 1997. 110 p.
flexión serio en materia de doc- les. En tal aspecto, Santos
trina y legislación comparada Cifuentes, uno de los más desta- El desarrollo de la teoría de la
podemos entender el valor di- cados juristas latinoamericanos, legislación puede considerarse
dáctico de dicho trabajo. que prologa el presente trabajo como una de las tendencias más
de Espinoza, resalta que "la pre- significativas en la cultura jurí-
Pero, una primera objeción, sea ocupación del mundo por la de- dica de las últimas décadas.
planteada a partir de la búsqueda fensa integral de las personas,
de soluciones en lo foráneo, sin particularmente en el resguardo La idea central de esta "Contri-
percatarnos de los problemas pro- de su individualidad personal, bución a una Teoría de la Legis-
pios de una sociedad como la pe- de su existencialidad libre y au- lación" consiste en configurar la
ruana, diversa en matices de con- tónoma, se acentúa frente a los racionalidad legislativa como
ducta y necesidades. Sin embar- individuos débiles, a los someti- una estructura articulada en cin-
go, el trabajo de Espinoza no sólo dos, dirigidos y puestos bajo tu- co niveles: lingüístico, en cuanto
reúne lo más destacado de los tela. Es mérito de este trabajo el emisor (editor) debe ser capaz
ordenamientos foráneos en estu- proponer un régimen legal que de transmitir con fluidez un men-
dio, sino que también, los adecua cumpla con el respeto de dichas saje (la ley) al receptor (el desti-
a las necesidades propias, plan- personalidades" . natario); jurídico-formal, pues la
teando soluciones y alternativas a ley debe insertarse armoniosa-
nuestra realidad, local y actual. Como vemos, el presente trabajo mente en un sistema jurídico;
sienta las bases de una visión pragmático, pues la conducta de
Como vemos, La Capacidad Ci- diferente respecto al tema de la los destinatarios tendría que
vil de las Personas Naturales no capacidad jurídica, no sólo des- adecuarse a lo prescrito en la ley;

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teleológico, pues la ley tendría A partir de este postulado el autor que incluya, pues, tanto el mo-
que alcanzar los fines sociales concluye que habría que desarro- mento de aplicación como el de la
perseguidos; y el ético, pues las llar una teoría del Derecho que producción de las normas-, y que
conductas prescritas y los fines elabore los marcos conceptuales permita conectar la cultura y la
de las leyes presuponen valores en que se inscriben esas técnicas, práctica jurídica en general con el
que tendrían que ser suscepti- que ofrezca una explicación tota- conjunto de los saberes y las prác-
bles de justificación ética. lizadora del fenómeno jurídico - ticas sociales.

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AGRADECIMIENTOS

THEMIS - Revista de Derecho agradece a todas las personas que de una u otra manera
colaboraron con nosotros y sin cuyo apoyo no hubiera sido posible la publicación del
presente número, en particular a:

Manuel Barrios, Beatriz Boza, Alfredo Bullard, Franklin Cáceres, Mario Castillo, Isidro
Delgado, Luis Diez Canseco, Francisco Eguiguren, Juan Espinoza Espinoza, Gastón
Fernández, Carlos Fernández Sessarego, Hugo Forno, Domingo García Belaúnde, Diego
García Sayán, Enrique Ghersi, Gorki González, Patricia Harman, José Juan Haro, Baldo
Kresalja, Leysser León, Fernando Morales, Rafael Muente, Virginia Nakagawa, Javier
Neves, Eric Palacios, José Antonio Payet, Luis Pizarro, Marcial Rubio, Edgar Saba,
María Cecilia Tello, Fernando Vega, Gonzalo Zegarra, Lorenzo Zolezzi Ibárcena.

Asimismo, agradecemos a las siguientes personas:

Milagros Alfageme, Gladys Amayo, Gabriel Arrisueño, David Ascue, Ana María
Asmat, Inés Baca, Verónica Baca, Ana Cristina Barrionuevo, Jorge Betancourt, José
Antonio Bezada, Gonzalo Bonifaz, Janeyri Boyer, Antonio Bueno, Familia Cáceres
Freyre, Gladys Cadenillas, Jaime Carbajal, Carlos Carrasco, Noelia Cornejo, Jerónimo
Chiarella, Claudia Díaz, Sergio Figueroa, Daniela García Belaúnde, María del Carmen
Gasco, Ana María Grados, Gianina Gotuzzo, Zoila Horna, Mario Huapaya, Familia
Kresalja Santos, Katy Laguna, Familia Lanfranco Gallofré, Gabriela López, Sonia
Maguiña, Luis Alberto Mejía, Eduardo Melgar, Katia Mendieta, Víctor Odiaga, Erika
Palacios, Miguel Paredes, Francisco Peñaloza, Alfredo Polo, Juan Carlos Prado, Elizabeth
Quiroz, Gabriel Quispe-Correa, Familia Ramírez Raéz, Cecilia Sánchez, Gisela
Santivañez, Karen Sheppard, Angy Tamayo, Filiberto Tarazona, Claudia Tengan, Luis
Vargas León, Familia Vargas Loayza, Carmen Velarde, Tania Vilcapoma, Julio Vílchez,
Ursula Villanueva, Yamila Vivanco, María Yshimura.

Todos los interesados en colaborar con THEMIS - Revista de Derecho mediante sugerencias,
comentarios o la publicación de artículos y / o investigaciones, podrán acercarse a nuestra oficina en
el segundo piso de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica del Perú o enviar
sus trabajos a la casilla postal 110711 - Lima 11 (con una copia en diskette) o a nuestro correo
electrónico: themis@pucp.edu.pe

THEMIS - Revista de Derecho agradece todo envío sin comprometerse a su publicación.

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