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Sala Tercera de la Corte

Resolución Nº 01571 - 2015

Fecha de la Resolución: 04 de Diciembre del 2015 a las 9:35 a. m.


Expediente: 13-015120-0042-PE
Redactado por: No indica redactor
Clase de asunto: Recurso de casación
Analizado por: CENTRO DE INFORMACIÓN JURISPRUDENCIAL

Sentencia con datos protegidos, de conformidad con la normativa vigente

Contenido de Interés:
Tipo de contenido: Voto de mayoría
Rama del Derecho: Derecho Penal
Tema: Homicidio criminis causa
Subtemas:
Tipo no requiere que el delito relacionado sea necesariamente un robo.
Tema: Homicidio calificado
Subtemas:
Modalidad criminis causa no requiere que el delito relacionado sea necesariamente un robo.

“III.- El recurso presentado por el defensor particular Leonel Villalobos Salazar se declara sin lugar. Del análisis de los
argumentos, se desprende que contrario a lo afirmado por el recurrente, existen elementos suficientes para dejar incólume la
calificación jurídica de homicidio calificado en aplicación del inciso 8), del artículo 112 del Código Penal y por ende, lo normativa fue
correctamente aplicada por el Tribunal de Apelación de Sentencia. De previo, es necesario aclarar la confusión de conceptos que
realiza el abogado defensor entre los términos noticia críminis y causa críminis, los cuales utiliza como sinónimos, ya que el primero
hace referencia al medio por el cual la autoridad se entera de un delito, es decir, tiene noticia del ilícito, como ocurre por ejemplo
con la denuncia; mientras el segundo, hace referencia al homicidio críminis causa, es decir, a los supuestos en que el homicidio ha
sido cometido a causa de otro delito, ya sea para prepararlo, facilitarlo, consumarlo, ocultarlo, asegurar su resultados, procurar su
impunidad o ante la ausencia de obtención del fin propuesto. Por otra parte, es necesario delimitar que el reclamo admitido, no
objeta le existencia de la tentativa de homicidio, sino más bien la circunstancia que lo hace agravante, pues a su criterio, al haberse
declarado parcialmente con lugar el recurso de apelación y con ello, dejado sin efecto la tentativa de robo agravado, no es posible
adecuar la conducta a los elementos objetivos del tipo descritos en el inciso citado supra de la normativa sustantiva. Sobre el
particular, se debe considerar que el Código Penal no requiere que el delito relacionado con el homicidio calificado sea
necesariamente un robo, sino que se puede tratar de cualquier ilícito, ya que el inciso 8) del artículo 112 de la normativa sustantiva,
tipifica la conducta indicando en lo que interesa que: “Se impondrá prisión de veinte a treinta y cinco años, a quien mate (…) Para
preparar, facilitar, consumar y ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar, para sí o para otro, la impunidad o por
no haber logrado propuesto al intentar otro delito”. En este sentido, analizando el artículo 80, inciso 7) de la legislación argentina,
según el cual, el homicidio calificado se presenta cuando el agente actúa “para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o
para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro y por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro
delito” (construcción del tipo penal que resulta idéntica a la establecida por el legislador costarricense), la doctrina ha indicado que
«Debemos aquí hacer un señalamiento aparte. Tanto la doctrina y la jurisprudencia se refieren permanentemente al otro delito
como “robo”. En realidad, esto puede llevar a confusión, porque el art. 80, inc. 7º, no dice que el otro delito deba ser un robo: es
cualquier otro delito. Sin embargo, la enorme mayoría de los casos que se presentan en los tribunales incluyen al segundo delito
como un robo” (BREGLIA ARIAS, Omar, Homicidios agravados, Astrea, Buenos Aires, 2009, pag. 407). Precisamente, dicha
circunstancia es la que de manera adecuada valoró el ad quem en su sentencia, al fundamentar que “Del mismo modo, no porque
se absuelva del delito de robo agravado, que es por duda, afecta la conducta calificada de homicidio, pues fue claro que los
disparos en contra de la víctima se dieron bajo los presupuesto del 112 inciso 8) del Código Penal . En otras palabras, el
Tribunal a quo (sic) por el delito de tentativa de robo agravado eximió a Díaz Palacios de la pena de cinco años de prisión que se le
impuso y de allí que no se afecte, entonces, la sumatoria de la sanción en virtud de la absolutoria que ahora se dicta, al subsistir las
penas por los delitos de tentativa de homicidio calificado y privación de libertad que se le impusieron” (f. 821 vuelto, subrayado no
corresponde al original). Si de los hechos probados se realiza una supresión de los aspectos relacionados con el robo, se puede
concluir que el cuadro fáctico en cuanto a la privación de libertad y las razones por las cuales los encartados le dispararon al
ofendido permanecen incólumes, teniendo como probados que: “…. fuertemente armados, interceptaron a las agraviadas [Nombre
005] Y [Nombre 006] (sic) y de acuerdo a la distribución de funciones prevista por los asaltantes, el imputado CARLOS DIAZ
PALACIOS sujetó por fuerza a la ofendida [Nombre 006] y le colocó un arma de fuego en la cabeza, a la vez que la amenazó
diciéndole que si gritaba la mataba, así mismo, los coimputados JOSÉ LUIS LACARYO LACAYO y ALEXANDER ALVARADO
ALVAREZ sujetaron a la agraviada [Nombre 005] y la amenazaron con armas de fuego diciéndole que no gritara porque si lo hacía
la mataría. De inmediato, el ofendido [Nombre 001], salió de su vivienda con un arma de fuego y le solicitó a los imputados que
soltaran a las ofendidas, sin embargo, los acusados, de acuerdo con el plan ideado, con la clara intención de (…) darle muerte al
ofendido, le dispararon a [Nombre 001] logrando impactarlo en el costado izquierdo de su pecho, por lo que el agraviado se
defendió y les disparó, logrando impactar al imputado CARLOS DIAZ PALACIOS. 4. En virtud de lo anterior, los endilgados
decidieron retirarse del sitio, por lo que DIAZ PALACIOS mediante la utilización de un arma de fuego, privó de libertad a la
agraviada [Nombre 006] (sic) por el lapso de una hora aproximadamente, pues la trasladó hacia las afueras de la propiedad citada
hacia un lugar desconocido, sin embargo, en determinado momento la ofendida aprovechó el descuido del imputado, lo golpeó y
huyó a toda prisa buscando ayuda, siendo que el imputado DIAZ PALACIOS fue detenido en vía pública por oficiales de policía que
ya habían sido alertados del suceso, mientras los coimputados LACAYO LACAYO Y ALVARADO ALVAREZ privaron de libertad a la
ofendida [Nombre 005] pues se la llevaron hacia su automóvil donde la introdujeron, la amenazaron con armas de fuego y la
trasladaron del sitio hacia un lugar desconocido, sin embargo, los mismos al observar que de (sic) camina había un retén policial, la
lanzaron del automotor y huyeron, siendo detenidos por parte de los oficiales de policía, unos metros mas adelante a bordo del
citado automotor” (f. 594-595). Desde esta perspectiva, es claro que la absolutoria por la tentativa de robo agravado, no incide en
el delito de privación de libertad agravada y es este ilícito, el que permite mantener la calificación de los hechos como tentativa de
homicidio calificado, ya que según el cuadro fáctico probado, al percatarse que las ofendidas [Nombre 006]. y [Nombre 005] se
encontraban privadas de su libertad, es que el ofendido [Nombre 001] le solicita a los encartados la liberación de las mismas, lo
cual no sucede y por el contrario, deciden disparar en su contra para acabar con su vida, impactándolo en el pecho, circunstancia
que le permitió a Diaz Palacios, Lacayo Lacayo y Alvarado Álvarez huir del lugar con las ofendidas, consumando con ello el ilícito
descrito en el inciso 8), del numeral 112 del Código Penal. Por estas razones, considerando que los hechos probados siguen
siendo susceptibles de encuadrar en el delito de homicidio calificado, por concurrir la agravante dispuesta en el inciso 8) del
artículo 112 del Código Penal, se concluye que el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal aplicó adecuadamente la normativa
sustantiva y por ello, el recurso se declara sin lugar.”

... Ver menos


Otras Referencias: Artículo 80, inciso 7) de la legislación penal argentina

Citas de Legislación y Doctrina

Texto de la Resolución
*130151200042PE*
Exp: 13-015120-0042-PE
Res. 2015-01571
SALA TERCERA DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA. San José, a las nueve horas con treinta y cinco minutos del cuatro de
diciembre de dos mil quince.
Recursos de Casación, interpuestos en la presente causa seguida contra Alexander Alvarado Álvarez , mayor, casado,
costarricense, cédula de identidad número 1-0487-0546, nacido el 13 de abril de 1953 en Puriscal, San José, hijo de Nelson
Alvarado Fonseca y María de Jesús Álvarez Zamora, Carlos Alberto Díaz Palacios , mayor, casado, costarricense, cédula de
identidad número 6-0186-0689, nacido en Golfito, Puntarenas, el 15 de noviembre de 1964, hijo de Leandro Díaz Rojas y Juliana
Palacios Palacios, José Luis Lacayo Lacayo, mayor, divorciado, costarricense, cédula de identidad número 1-0872-0093, nacido
en San José el 1º de enero de 1974, hijo de José Anastacio Rodríguez Rodríguez y Luz Marina Lacayo Lacayo; por los delitos de
Homicidio Calificado en grado de Tentativa, Robo Agravado en grado de Tentativa y Privación de Libertad Agravada,
cometidos en perjuicio de [Nombre 001], [Nombre 005] y [Nombre 006]. Intervienen en la decisión de los recursos, los magistrados
Carlos Chinchilla Sandí, Jesús Ramírez Quirós, María Elena Gómez Cortés, Rosibel López y Ronald Cortés Coto, estos tres útlimos
en condición de magistradas suplentes y magistrado suplente. Además intervienen en esta instancia, el licenciado Leonel Villalobos
Salazar, en su condición de defensor particular de Lacayo Lacayo y Alvarado Álvarez, la licenciada Karla Solano Rivas y Álvaro
Pérez Roda defensores de Díaz Palacios. Se apersonó el representante del Ministerio Público.
Resultando:
1.- Mediante sentencia N° 0531-2015, dictada a las quince horas y cuarenta minutos del nueve de abril del dos mil quince ,
el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, Goicoechea, resolvió: “ POR TANTO: Se
declaran parcialmente con lugar los recursos de apelación presentados por Carlos Alberto Díaz Palacios y por su defensora
pública, la licenciada Karla Solano Rivas. En consecuencia, en aplicación del principio in dubio pro reo se absuelve a Carlos Alberto
Díaz Palacios, José Luis Lacayo Lacayo y Alexander Alvarado Álvarez del delito de tentativa de robo agravado acusado como
cometido en perjuicio de [Nombre 001] y de [Nombre 005]. En todo lo demás, se declaran sin lugar los recursos y permanece
incólume la sentencia. Sin lugar el recurso de apelación presentado por el licenciado Leonel Villalobos Salazar, defensor particular
de los acusados José Luis Lacayo Lacayo y Alexander Alvarado Álvarez. NOTIFÍQUESE. Edwin Salinas Durán Jorge Luis Arce
Víquez Sandra Zúñiga Morales Jueces y Jueza del Tribunal de Apelación de Sentencia Penal” (sic).
2.- Contra el anterior pronunciamiento, los imputados Alexander Alvarado Álvarez, Carlos Alberto Diaz Palacios y José Luis Lacayo
Lacayo y el licenciado Leonel Villalobos Salazar en su condición de defensor particular de José Luis Lacayo Lacayo y Alexander
Alvarado Álvarez, interpusieron sendos Recursos de Casación.
3.- Se realizó la audiencia oral y pública a las catorce horas con cincuenta y nueve minutos del veintidós de septiembre de dos mil
quince.
4.- Verificada la deliberación respectiva, la Sala se planteó las cuestiones formuladas en el recurso.
5.-- En los procedimientos se han observado las prescripciones legales pertinentes.
Considerando:
I.- Mediante escrito visible de folios 840-852, el imputado Carlos Alberto Díaz Palacios interpuso recurso de casación en contra de
la sentencia 2015-000531, de las 15:40 horas, del 9 de abril de 2015. Dicha resolución, también fue impugnada por encartado
Alexander Alvarado Álvarez (f. 854-870 y 893-920), el imputado José Luis Lacayo Lacayo (f. 924-939) y el defensor particular
Leonel Villalobos Salazar, en representación de los encartados José Luis Lacayo Lacayo y Alexander Alvarado Álvarez (f. 877-888).
De la totalidad de los recursos incoados, mediante resolución 2015-000940, de las 11:55 horas, del 10 de julio de 2015, esta
Cámara declaró inadmisibles los recursos presentados por Alexander Alvarado Álvarez, José Luis Lacayo Lacayo y se declaró
parcialmente admisible el recurso presentado por el defensor particular Leonel Villalobos Salazar, ante la posible existencia de vicio
de carácter absoluto (f. 961-980).
II.- Único motivo admitido: errónea aplicación de la normativa sustantiva. Advierte el impugnante que la sentencia incoada mantiene
la condenatoria en contra de Jose Luis Lacayo Lacayo y Alexander Alvarado Álvarez por el delito de homicidio calificado, en
aplicación del artículo 112 inciso 8) del Código Penal, aún cuando el a quo tuvo por acreditado que los disparos dirigidos a [Nombre
001], se realizaron con la finalidad de dar muerte al ofendido y de consumar el robo. Lo anterior, a pesar que el ad quem declaró
parcialmente con lugar el recurso de apelación, absolviendo de toda pena y responsabilidad a los imputados por el delito tentativa
de robo agravado. Desde esta perspectiva, señala que la eliminación de la tentativa de robo agravado, suprime uno de los
elementos objetivos del tipo penal del homicidio calificado, elemento que denomina como “la causa del crimen, la noticia del crimen”
(f. 885). Precisa la existencia de un gravamen irreparable, al no existir un reenvío y mantener la pena impuesta con base en la
tentativa de homicidio. Como agravio, indica que la sentencia firme, obliga a los encartados a descontar 26 años de prisión, a pesar
de la incorrecta aplicación de la normativa. Como petitoria, solicita declarar con lugar el recurso, decretar la ineficacia de la
resolución impugnada y ordenar el reenvío al Tribunal Penal de Pavas para la celebración de un nuevo debate.
III.- El recurso presentado por el defensor particular Leonel Villalobos Salazar se declara sin lugar. Del análisis de los
argumentos, se desprende que contrario a lo afirmado por el recurrente, existen elementos suficientes para dejar incólume la
calificación jurídica de homicidio calificado en aplicación del inciso 8), del artículo 112 del Código Penal y por ende, lo normativa fue
correctamente aplicada por el Tribunal de Apelación de Sentencia. De previo, es necesario aclarar la confusión de conceptos que
realiza el abogado defensor entre los términos noticia críminis y causa críminis, los cuales utiliza como sinónimos, ya que el primero
hace referencia al medio por el cual la autoridad se entera de un delito, es decir, tiene noticia del ilícito, como ocurre por ejemplo
con la denuncia; mientras el segundo, hace referencia al homicidio críminis causa, es decir, a los supuestos en que el homicidio ha
sido cometido a causa de otro delito, ya sea para prepararlo, facilitarlo, consumarlo, ocultarlo, asegurar su resultados, procurar su
impunidad o ante la ausencia de obtención del fin propuesto. Por otra parte, es necesario delimitar que el reclamo admitido, no
objeta le existencia de la tentativa de homicidio, sino más bien la circunstancia que lo hace agravante, pues a su criterio, al haberse
declarado parcialmente con lugar el recurso de apelación y con ello, dejado sin efecto la tentativa de robo agravado, no es posible
adecuar la conducta a los elementos objetivos del tipo descritos en el inciso citado supra de la normativa sustantiva. Sobre el
particular, se debe considerar que el Código Penal no requiere que el delito relacionado con el homicidio calificado sea
necesariamente un robo, sino que se puede tratar de cualquier ilícito, ya que el inciso 8) del artículo 112 de la normativa sustantiva,
tipifica la conducta indicando en lo que interesa que: “Se impondrá prisión de veinte a treinta y cinco años, a quien mate (…) Para
preparar, facilitar, consumar y ocultar otro delito o para asegurar sus resultados o procurar, para sí o para otro, la impunidad o por
no haber logrado propuesto al intentar otro delito”. En este sentido, analizando el artículo 80, inciso 7) de la legislación argentina,
según el cual, el homicidio calificado se presenta cuando el agente actúa “para preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito o
para asegurar sus resultados o procurar la impunidad para sí o para otro y por no haber logrado el fin propuesto al intentar otro
delito” (construcción del tipo penal que resulta idéntica a la establecida por el legislador costarricense), la doctrina ha indicado que
«Debemos aquí hacer un señalamiento aparte. Tanto la doctrina y la jurisprudencia se refieren permanentemente al otro delito
como “robo”. En realidad, esto puede llevar a confusión, porque el art. 80, inc. 7º, no dice que el otro delito deba ser un robo: es
cualquier otro delito. Sin embargo, la enorme mayoría de los casos que se presentan en los tribunales incluyen al segundo delito
como un robo” (BREGLIA ARIAS, Omar, Homicidios agravados, Astrea, Buenos Aires, 2009, pag. 407) . Precisamente, dicha
circunstancia es la que de manera adecuada valoró el ad quem en su sentencia, al fundamentar que “Del mismo modo, no porque
se absuelva del delito de robo agravado, que es por duda, afecta la conducta calificada de homicidio, pues fue claro que los
disparos en contra de la víctima se dieron bajo los presupuesto del 112 inciso 8) del Código Penal . En otras palabras, el
Tribunal a quo (sic) por el delito de tentativa de robo agravado eximió a Díaz Palacios de la pena de cinco años de prisión que se le
impuso y de allí que no se afecte, entonces, la sumatoria de la sanción en virtud de la absolutoria que ahora se dicta, al subsistir las
penas por los delitos de tentativa de homicidio calificado y privación de libertad que se le impusieron” (f. 821 vuelto, subrayado no
corresponde al original). Si de los hechos probados se realiza una supresión de los aspectos relacionados con el robo, se puede
concluir que el cuadro fáctico en cuanto a la privación de libertad y las razones por las cuales los encartados le dispararon al
ofendido permanecen incólumes, teniendo como probados que: “…. fuertemente armados, interceptaron a las agraviadas [Nombre
005] Y [Nombre 006] (sic) y de acuerdo a la distribución de funciones prevista por los asaltantes, el imputado CARLOS DIAZ
PALACIOS sujetó por fuerza a la ofendida [Nombre 006] y le colocó un arma de fuego en la cabeza, a la vez que la amenazó
diciéndole que si gritaba la mataba, así mismo, los coimputados JOSÉ LUIS LACARYO LACAYO y ALEXANDER ALVARADO
ALVAREZ sujetaron a la agraviada [Nombre 005] y la amenazaron con armas de fuego diciéndole que no gritara porque si lo hacía
la mataría. De inmediato, el ofendido [Nombre 001], salió de su vivienda con un arma de fuego y le solicitó a los imputados que
soltaran a las ofendidas, sin embargo, los acusados, de acuerdo con el plan ideado, con la clara intención de (…) darle muerte al
ofendido, le dispararon a [Nombre 001] logrando impactarlo en el costado izquierdo de su pecho, por lo que el agraviado se
defendió y les disparó, logrando impactar al imputado CARLOS DIAZ PALACIOS. 4. En virtud de lo anterior, los endilgados
decidieron retirarse del sitio, por lo que DIAZ PALACIOS mediante la utilización de un arma de fuego, privó de libertad a la
agraviada [Nombre 006] (sic) por el lapso de una hora aproximadamente, pues la trasladó hacia las afueras de la propiedad citada
hacia un lugar desconocido, sin embargo, en determinado momento la ofendida aprovechó el descuido del imputado, lo golpeó y
huyó a toda prisa buscando ayuda, siendo que el imputado DIAZ PALACIOS fue detenido en vía pública por oficiales de policía que
ya habían sido alertados del suceso, mientras los coimputados LACAYO LACAYO Y ALVARADO ALVAREZ privaron de libertad a la
ofendida [Nombre 005] pues se la llevaron hacia su automóvil donde la introdujeron, la amenazaron con armas de fuego y la
trasladaron del sitio hacia un lugar desconocido, sin embargo, los mismos al observar que de (sic) camina había un retén policial, la
lanzaron del automotor y huyeron, siendo detenidos por parte de los oficiales de policía, unos metros mas adelante a bordo del
citado automotor” (f. 594-595). Desde esta perspectiva, es claro que la absolutoria por la tentativa de robo agravado, no incide en
el delito de privación de libertad agravada y es este ilícito, el que permite mantener la calificación de los hechos como tentativa de
homicidio calificado, ya que según el cuadro fáctico probado, al percatarse que las ofendidas [Nombre 006]. y [Nombre 005] se
encontraban privadas de su libertad, es que el ofendido [Nombre 001] le solicita a los encartados la liberación de las mismas, lo
cual no sucede y por el contrario, deciden disparar en su contra para acabar con su vida, impactándolo en el pecho, circunstancia
que le permitió a Diaz Palacios, Lacayo Lacayo y Alvarado Álvarez huir del lugar con las ofendidas, consumando con ello el ilícito
descrito en el inciso 8), del numeral 112 del Código Penal. Por estas razones, considerando que los hechos probados siguen
siendo susceptibles de encuadrar en el delito de homicidio calificado, por concurrir la agravante dispuesta en el inciso 8) del
artículo 112 del Código Penal, se concluye que el Tribunal de Apelación de Sentencia Penal aplicó adecuadamente la normativa
sustantiva y por ello, el recurso se declara sin lugar.
Por tanto:
Se declara sin lugar el único motivo del recurso presentado por el defensor particular Leonel Villalobos Salazar. Notifíquese.

Carlos Chinchilla S.

Jesús Ramírez Q. Rosibel López M.


(Magistrada Suplente)

María Elena Gómez C. Ronald Cortés C.


(Magistrados Suplente) (Magistrado Suplente)

ACABAL
*130151200042PE*
Int. 598-4/2-10-15

Clasificación elaborada por CENTRO DE INFORMACIÓN JURISPRUDENCIAL del Poder Judicial. Prohibida su reproducción y/o
distribución en forma onerosa.

Es copia fiel del original - Tomado del Nexus PJ el: 19-04-2022 10:41:03.

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