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El espíritu
Es posible que en nuestro caminar con Yehovah por distintas creencias y
denominaciones nos hayamos encontrado con la idea de que los seres humanos
tenemos un espíritu propio. Esta idea de espíritu se entiende como el aliento de
vida de Yehovah pero como si este se fragmentara en muchos pedacitos para
darle uno a cada persona que nace.
La realidad es que el espíritu es solamente de Yehovah, no nuestro. Lo recibimos
prestado y cuando morimos vuelve a él:
Eclesiastés 12:7 RVR1960
7 “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.”
En Hebreo podemos observar que la palabra espíritu es ruach:
֖ ִ ֱוְי ָׁ֧ש ֹב הֶ עָ ָ ֛פר עַ ל־הָ ָ ֖א ֶרץ ּכְׁשֶ הָ ָי֑ה ו ְהָ ֣רּוחַ ָּת ׁ֔שּוב אֶ ל־הָ א
ֹלהים אֲ ֶ ׁ֥שר נ ְָתנָ ּֽה
Esto quiere decir que lo que conocemos como el ruach de Yehovah, que se movía
sobre las aguas, es lo que nos da la vida pero no nos pertenece. Y, si en realidad
nosotros no tenemos como tal un espíritu, porque es de Yehovah, ¿cómo
podemos decir que somos cuerpo, alma y espíritu?
Más aun, en el caso de una persona que no guarda la Torá, ¿cómo podemos decir
que los espíritus inmundos pueden poseer su espíritu, como dice el documento, si
es el espíritu de Yehovah? Lejos de pensar que los espíritus inmundos puedan
poseer el espíritu de Yehovah o el lugar santísimo del tabernáculo, hay una
importante explicación para esto.
Neshama
Mucha de la riqueza de las Escrituras, desafortunadamente, se pierde en las
traducciones. Gracias a Yehovah que existen, pues de esta manera todos
podemos tener acceso a ellas. Pero el Hebreo es un idioma complejo, que alberga
un gran número de términos y significados que requerirían estar haciendo notas y
aclaraciones a las traducciones continuamente.
Resulta que la palabra espíritu en muchas ocasiones se utiliza de manera
indistinta para describir dos palabras hebreas diferentes. Una de estas es ruach,
como ya hemos visto. Pero hay otra palabra, que en la tradición hebrea es
ampliamente conocida pero no así en la concepción cristiana, la cual encierra el
significado profundo de lo que es el alma humana.
Esta palabra es neshama, y la encontramos en el relato de la creación cuando
Yehovah sopla su aliento de vida en el primer hombre. En español no tendríamos
manera de darnos cuenta:
Génesis 2:7 RVR1960
7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
En el Hebreo dice: y sopló en su nariz un alma de vida, siendo la palabra para
alma neshama. La expresión es nishmat chaim:
ָֽאדם ל ְֶנ֥פֶ ׁש חַ ּיָ ֽה
֖ ָ ן־האֲ דָ מָ֔ ה וַּי ַ ִּ֥פח ּבְאַ ָ ּ֖פיו נִׁשְ ַ ֣מת חַ ִּי֑ים ַוֽי ִ ְ֥הי ָה
֣ ָ ִָֽאדם עָ פָ ֙ר מ
ָ ֗ ת־ה
ָ ֶו ַ ִּ֩יי ֶצ ֩ר י ְה ָֹ֨וה אֱ ֹלהִ֜ ים א
El alma
Resulta que en Hebreo existe otra expresión para esa parte inmaterial de todo ser
vivo. La palabra es nefesh y la encontramos también en el relato de la creación en
el mismo versículo de Génesis 2:7 traducida como ser:
Génesis 2:7 RVR1960
7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
En Hebreo diría: y sopló en su nariz un alma de vida, y fue el hombre un alma
viviente. La expresión es nefesh chaiah.
ָֽאדם ל ְֶנ֥פֶ ׁש חַ ּיָ ֽה
֖ ָ ן־האֲ דָ מָ֔ ה וַּי ַ ִּ֥פח ּבְאַ ָ ּ֖פיו נִׁשְ ַ ֣מת חַ ִּי֑ים ַוֽי ִ ְ֥הי ָה
֣ ָ ִָֽאדם עָ פָ ֙ר מ
ָ ֗ ת־ה
ָ ֶו ַ ִּ֩יי ֶצ ֩ר י ְה ָֹ֨וה אֱ ֹלהִ֜ ים א
Otro lugar donde encontramos el término nefesh, esta vez traducido como alma,
es cuando se nos ordena afligir nuestras almas en Yom Kippur:
Levítico 23:27 RVR1960
27 “A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa
convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a
Jehová.”
יכם ֑ ֶ ִֵיתם אֶ ת־נַפְׁש ֹת֖ ֶ א־ק ֹדֶ ׁש֙ י ִהְ ֶי֣ה ָל ֶ֔כם ו ְעִ ּנ
֙ ׁש הַ ּׁשְ בִיעִ֨ י הַ ֶּ֜זה י֧ ֹום הַ ּכִּפֻ ִ ֣רים ֗הּוא ִמֽקְ ָר
֩ ֶַח ֹד
֩ אַ֡ ְך ּבֶעָ ׂ֣שֹור ל
ְּתם אִ ֶ ּׁ֖שה לַיה ֹ ָו ֽה
֥ ֶ ו ְהִ קְ ַרב
La conjugación en este versículo se encuentra hecha en plural.
El lugar santísimo
Ahora que sabemos que en realidad el ruach no es nuestro espíritu, que lo que se
nos presenta como nuestro espíritu en realidad es la neshama, y que esta es en
realidad un nivel más elevado del alma, podemos comenzar a entender cuál es
nuestro lugar santísimo.
Los seres humanos tenemos, a diferencia de los demás seres vivos, este tercer
lugar. Tenemos esta conciencia espiritual, el lugar que nos permite conectarnos
con el Creador y decidir obedecerle a Él. Este es nuestro lugar santísimo, que en
Hebreo se llama neshama.
De esta manera, la vida en este planeta es perfectamente posible sin neshama,
dado que lo que nos da la vida a todos los seres vivientes es el ruach de
Yehovah. Pero sin neshama no es posible la conexión con el Creador. Los demás
seres vivientes alaban, porque así les fue encomendado, obedecen ciertas
instrucciones, como fructifiquen y multiplíquense.
Pero los demás seres vivientes no tienen una Torá que obedecer. No tienen una
elección que tomar. Y por último, en sus manos no fue encomendado el dominio
sobre toda la creación. Esta es una función encomendada exclusivamente a la
humanidad.