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Aclaración sobre el alma y el espíritu

Después de leer el documento “Rompiendo las maldiciones de nuestra Herencia


Espiritual” hemos aprendido que nosotros somos como el tabernáculo de Yehovah.
Así como el tabernáculo se componía de 3 secciones, el patio exterior, el lugar
santo y el lugar santísimo, nosotros podemos considerar que tenemos 3
compartimientos.
En el documento se nos presentan estos 3 compartimientos como cuerpo, alma y
espíritu. Esta, por supuesto, es la manera tradicional como hemos entendido que
los seres humanos somos seres espirituales experimentando una vida terrenal.
Sin embargo, debido a las distintas tradiciones no escriturales que explican este
fenómeno, es necesario hacer algunas aclaraciones.

El espíritu
Es posible que en nuestro caminar con Yehovah por distintas creencias y
denominaciones nos hayamos encontrado con la idea de que los seres humanos
tenemos un espíritu propio. Esta idea de espíritu se entiende como el aliento de
vida de Yehovah pero como si este se fragmentara en muchos pedacitos para
darle uno a cada persona que nace.
La realidad es que el espíritu es solamente de Yehovah, no nuestro. Lo recibimos
prestado y cuando morimos vuelve a él:
Eclesiastés 12:7 RVR1960
7 “y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.”
En Hebreo podemos observar que la palabra espíritu es ruach:
֖ ִ ֱ‫וְי ָׁ֧ש ֹב הֶ עָ ָ ֛פר עַ ל־הָ ָ ֖א ֶרץ ּכְׁשֶ הָ ָי֑ה ו ְהָ ֣רּוחַ ָּת ׁ֔שּוב אֶ ל־הָ א‬
‫ֹלהים אֲ ֶ ׁ֥שר נ ְָתנָ ּֽה‬
Esto quiere decir que lo que conocemos como el ruach de Yehovah, que se movía
sobre las aguas, es lo que nos da la vida pero no nos pertenece. Y, si en realidad
nosotros no tenemos como tal un espíritu, porque es de Yehovah, ¿cómo
podemos decir que somos cuerpo, alma y espíritu?
Más aun, en el caso de una persona que no guarda la Torá, ¿cómo podemos decir
que los espíritus inmundos pueden poseer su espíritu, como dice el documento, si
es el espíritu de Yehovah? Lejos de pensar que los espíritus inmundos puedan
poseer el espíritu de Yehovah o el lugar santísimo del tabernáculo, hay una
importante explicación para esto.
Neshama
Mucha de la riqueza de las Escrituras, desafortunadamente, se pierde en las
traducciones. Gracias a Yehovah que existen, pues de esta manera todos
podemos tener acceso a ellas. Pero el Hebreo es un idioma complejo, que alberga
un gran número de términos y significados que requerirían estar haciendo notas y
aclaraciones a las traducciones continuamente.
Resulta que la palabra espíritu en muchas ocasiones se utiliza de manera
indistinta para describir dos palabras hebreas diferentes. Una de estas es ruach,
como ya hemos visto. Pero hay otra palabra, que en la tradición hebrea es
ampliamente conocida pero no así en la concepción cristiana, la cual encierra el
significado profundo de lo que es el alma humana.
Esta palabra es neshama, y la encontramos en el relato de la creación cuando
Yehovah sopla su aliento de vida en el primer hombre. En español no tendríamos
manera de darnos cuenta:
Génesis 2:7 RVR1960
7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
En el Hebreo dice: y sopló en su nariz un alma de vida, siendo la palabra para
alma neshama. La expresión es nishmat chaim:
‫ָֽאדם ל ְֶנ֥פֶ ׁש חַ ּיָ ֽה‬
֖ ָ ‫ן־האֲ דָ מָ֔ ה וַּי ַ ִּ֥פח ּבְאַ ָ ּ֖פיו נִׁשְ ַ ֣מת חַ ִּי֑ים ַוֽי ִ ְ֥הי ָה‬
֣ ָ ִ‫ָֽאדם עָ פָ ֙ר מ‬
ָ ֗ ‫ת־ה‬
ָ ֶ‫ו ַ ִּ֩יי ֶצ ֩ר י ְה ָֹ֨וה אֱ ֹלהִ֜ ים א‬

Neshama y ruach no son lo mismo


La expresión nishmat chaim o alma de vida se compone de dos términos, uno
referente al alma, pero el otro hace referencia a la vida. De manera similar como
vemos en Eclesiastés 12:7, lo que le va vida al hombre es el ruach.
Vemos en Génesis 2:7 que Yehovah le dio al hombre un alma de vida, es decir, un
alma que vive gracias al ruach de Yehovah. Sin embargo, en español neshama
se traduce como aliento. La palabra aliento en español no es una traducción
correcta para neshama.
La palabra aliento, en realidad, es ruach. De esta manera, se nos comienza a
presentar muy temprano en las escrituras el alma y el espíritu, la neshama y el
ruach, como si fueran lo mismo. Por el contrario, alma – neshama es una cosa y
espíritu – ruach es otra.
El alma también es de Yehovah, igual que el cuerpo, Él todo nos lo dio. Pero a
diferencia del espíritu, cuya función es dar vida y cuando morimos vuelve a Él, el
alma es lo que nos hace ser nosotros mismos.
El alma no puede vivir sin el espíritu
Dado que el alma también depende del ruach de Yehovah para vivir, cuando
morimos no puede tampoco seguir viviendo. Por esto está escrito que el alma
duerme mientras espera la resurrección:
Daniel 12:2 RVR1960
2 “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados,
unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua.”
Contrario a esto, tal vez hemos escuchado que cuando morimos el alma va al
cielo, o al infierno, o incluso que se queda atrapada en este mundo. Nada de esto
tiene fundamento escritural en realidad. El alma puede ser destruída, y en
Apocalipsis vemos que en muchos casos así será, y esta es la muerte segunda:
Apocalipsis 21:8 RVR1960
8 “Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que
arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.”
Entonces, lo que realmente va al cielo es el espíritu de Yehovah, porque es suyo
y Él lo vuelve a tomar. Tanto el espíritu de los buenos como de los malos, todos
son solamente uno. Son nuestras almas las que podrán juzgadas en un momento
futuro, aunque no todas irán a juicio, y en ese momento seremos salvos o no.
Aun así, ocurre que hay más de una palabra hebrea para alma, y en ocasiones la
palabra neshama se confunde con espíritu, porque está asociada al aliento de
vida del Creador. Se confunde el ruach con la neshama pero en realidad es el
ruach el que le da la vida a la neshama. Nosotros sin el espíritu del Creador
simplemente no podemos vivir, aunque tengamos un alma.

El alma
Resulta que en Hebreo existe otra expresión para esa parte inmaterial de todo ser
vivo. La palabra es nefesh y la encontramos también en el relato de la creación en
el mismo versículo de Génesis 2:7 traducida como ser:
Génesis 2:7 RVR1960
7 “Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su
nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.”
En Hebreo diría: y sopló en su nariz un alma de vida, y fue el hombre un alma
viviente. La expresión es nefesh chaiah.
‫ָֽאדם ל ְֶנ֥פֶ ׁש חַ ּיָ ֽה‬
֖ ָ ‫ן־האֲ דָ מָ֔ ה וַּי ַ ִּ֥פח ּבְאַ ָ ּ֖פיו נִׁשְ ַ ֣מת חַ ִּי֑ים ַוֽי ִ ְ֥הי ָה‬
֣ ָ ִ‫ָֽאדם עָ פָ ֙ר מ‬
ָ ֗ ‫ת־ה‬
ָ ֶ‫ו ַ ִּ֩יי ֶצ ֩ר י ְה ָֹ֨וה אֱ ֹלהִ֜ ים א‬
Otro lugar donde encontramos el término nefesh, esta vez traducido como alma,
es cuando se nos ordena afligir nuestras almas en Yom Kippur:
Levítico 23:27 RVR1960
27 “A los diez días de este mes séptimo será el día de expiación; tendréis santa
convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a
Jehová.”
‫יכם‬ ֑ ֶ ֵ‫ִיתם אֶ ת־נַפְׁש ֹת‬֖ ֶ ‫א־ק ֹדֶ ׁש֙ י ִהְ ֶי֣ה ָל ֶ֔כם ו ְעִ ּנ‬
֙ ‫ׁש הַ ּׁשְ בִיעִ֨ י הַ ֶּ֜זה י֧ ֹום הַ ּכִּפֻ ִ ֣רים ֗הּוא ִמֽקְ ָר‬
֩ ֶ‫ַח ֹד‬
֩ ‫אַ֡ ְך ּבֶעָ ׂ֣שֹור ל‬
‫ְּתם אִ ֶ ּׁ֖שה לַיה ֹ ָו ֽה‬
֥ ֶ ‫ו ְהִ קְ ַרב‬
La conjugación en este versículo se encuentra hecha en plural.

Los 2 niveles del alma


Como vemos, se utilizan 2 palabras diferentes en el mismo versículo para
expresar la palabra alma. Y como ya hemos mencionado previamente, cada una
de estas palabras en realidad encierra un conjunto de significados que no se
expresan simplemente al escribir la palabra alma.
La palabra nefesh hace referencia a la vida sin un grado de conciencia superior o
conciencia espiritual. En el contexto de Levítico 23:27 puede ser entendida como
apetito, o todo aquello que nos causa alegría o placer. Nefesh es entonces un
nivel inferior del alma que compartimos con los animales.
En el nefesh se alojan las necesidades y apetitos del cuerpo, como el hambre,
pero también emociones y recuerdos. Vemos, por ejemplo, que en el reino animal
las madres son capaces de llegar hasta el autosacrificio por proteger a sus crías.
Esto puede considerarse como un instinto, que también poseemos los seres
humanos, y pertenece al campo del nefesh.
Incluso, en ocasiones podremos observar que los seres humanos pueden llegar a
comportarse de maneras inferiores a esta. Los seres humanos pueden abandonar
a sus hijos, incluso abusar de ellos. Esto ocurre porque los seres humanos
tenemos conocimiento del bien y del mal, algo que pertenece a la esfera de un
nivel de conciencia que los animales no tienen.

El lugar santísimo
Ahora que sabemos que en realidad el ruach no es nuestro espíritu, que lo que se
nos presenta como nuestro espíritu en realidad es la neshama, y que esta es en
realidad un nivel más elevado del alma, podemos comenzar a entender cuál es
nuestro lugar santísimo.
Los seres humanos tenemos, a diferencia de los demás seres vivos, este tercer
lugar. Tenemos esta conciencia espiritual, el lugar que nos permite conectarnos
con el Creador y decidir obedecerle a Él. Este es nuestro lugar santísimo, que en
Hebreo se llama neshama.
De esta manera, la vida en este planeta es perfectamente posible sin neshama,
dado que lo que nos da la vida a todos los seres vivientes es el ruach de
Yehovah. Pero sin neshama no es posible la conexión con el Creador. Los demás
seres vivientes alaban, porque así les fue encomendado, obedecen ciertas
instrucciones, como fructifiquen y multiplíquense.
Pero los demás seres vivientes no tienen una Torá que obedecer. No tienen una
elección que tomar. Y por último, en sus manos no fue encomendado el dominio
sobre toda la creación. Esta es una función encomendada exclusivamente a la
humanidad.

La importancia de la obediencia a Yehovah


Los seres humanos somos los únicos en toda la creación del Padre que podemos
decidir obedecer las instrucciones que nos fueron dadas. Adam y Havah
decidieron no hacerlo, y como consecuencia ingresó la muerte a hacer parte de
la existencia que Yehovah había diseñado para nosotros.
La consecuencia del pecado – transgresión de la Torá es la muerte. Y la Torá de
Yehovah es toda instrucción que sale de su boca para nosotros. Por esta razón es
importante decidir todos los días obedecerle. La Torá, Sus instrucciones, son un
cerco de protección alrededor nuestro.
Es por esto que cuando decidimos no obedecerle, abrimos la posibilidad de que
otro tipo de seres espirituales ocupen ese lugar santísimo, ya que al no darle el
trono de nuestras vidas al Padre se lo damos al adversario. No hay término
medio, el que no recoge esparce.
Por esta razón, los espíritus inmundos no pueden llegar a ocupar el lugar
santísimo de un auténtico creyente, un hacedor de la Torá. Pero donde hay
desobediencia, los espíritus inmundos pueden tomar posesión de este lugar.
Recordemos al rey Nabucodonosor cuando fue reducido a una bestia:
Daniel 4:16 RVR1960
16 “Su corazón de hombre sea cambiado, y le sea dado corazón de bestia, y
pasen sobre él siete tiempos.”
Versículos 28 – 34:
28 Todo esto vino sobre el rey Nabucodonosor. 29 Al cabo de doce meses,
paseando en el palacio real de Babilonia,30 habló el rey y dijo: ¿No es esta la gran
Babilonia que yo edifiqué para casa real con la fuerza de mi poder, y para gloria de
mi majestad? 31 Aún estaba la palabra en la boca del rey, cuando vino una voz del
cielo: A ti se te dice, rey Nabucodonosor: El reino ha sido quitado de ti; 32 y de
entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del campo será tu habitación, y
como a los bueyes te apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que
reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los hombres, y lo da a
quien él quiere. 33 En la misma hora se cumplió la palabra sobre Nabucodonosor,
y fue echado de entre los hombres; y comía hierba como los bueyes, y su
cuerpo se mojaba con el rocío del cielo, hasta que su pelo creció como plumas de
águila, y sus uñas como las de las aves.
34 Mas al fin del tiempo yo Nabucodonosor alcé mis ojos al cielo, y mi razón me
fue devuelta; y bendije al Altísimo, y alabé y glorifiqué al que vive para siempre,
cuyo dominio es sempiterno, y su reino por todas las edades. 35 Todos los
habitantes de la tierra son considerados como nada; y él hace según su voluntad
en el ejército del cielo, y en los habitantes de la tierra, y no hay quien detenga su
mano, y le diga: ¿Qué haces? 36 En el mismo tiempo mi razón me fue devuelta,
y la majestad de mi reino, mi dignidad y mi grandeza volvieron a mí, y mis
gobernadores y mis consejeros me buscaron; y fui restablecido en mi reino, y
mayor grandeza me fue añadida. 37 Ahora yo Nabucodonosor alabo, engrandezco
y glorifico al Rey del cielo, porque todas sus obras son verdaderas, y sus caminos
justos; y él puede humillar a los que andan con soberbia.

La razón pertenece a la neshamá


Este pasaje sobre el rey Nabucodonosor nos muestra cómo es posible vivir sin
neshamá pero no conectarnos con el Creador. Nos muestra también cómo el uso
de razón pertenece a un nivel de conciencia más elevado del que pueden tener
los animales, y por lo tanto, no pertenece al nefesh sino a la neshamá.
Cuando Yehovah entrega el lugar santísimo de una persona a las influencias que
ella misma ha escogido, el resultado es que se vuelve como un animal. Esto es lo
que entendemos como una posesión demoniaca. Sin embargo, es posible para
un seguidor de la Torá tener este tipo de influencias en los otros dos lugares.
En este caso el creyente andaría a medias, medio en obediencia y medio como un
animal. No suena bien ¿cierto? Pero eso es justamente lo que pasa cuando hay
lugares de nuestros tabernáculos que todavía no le entregamos a Él.
Más aun, vemos que es posible vivir como un animal, pero sabemos que la
consecuencia del pecado es la muerte. El rey Nabucodonosor no murió, ¿qué
ocurrió?. Yehovah es misericordioso y nos permite experimentar las
consecuencias de nuestras transgresiones con la esperanza de que clamemos a
Él y recuperemos nuestra razón, tal como el rey hizo.

La muerte primera o la muerte segunda


Como hemos visto, en realidad las Escrituras nos hablan de 2 muertes, y en
muchos pasajes encontramos que se nos anima a no temer a la muerte primera.
Es decir que la muerte de nuestro cuerpo físico no es la muerte a la cual nos
referimos como consecuencia de la transgresión de la Torá.
Muchos de nuestros justos y santos antepasados murieron a causa de su
obediencia. Esto no significa que estaban bajo alguna clase de maldición. Todos
ellos ahora duermen en el polvo y esperan la resurrección. Lo que el enemigo de
nuestras almas busca no es solamente nuestro cuerpo ni nuestras emociones. Él
busca ocupar el trono.
El gran peligro de no corregir lo que se pueda considerar como “pequeños
desvíos” a tiempo es que todo lo sembrado da fruto. Todo árbol crece, toda semilla
se multiplica. Quien alberga un poco de inmundicia tarde o temprano se enfrentará
a que se le ha podrido toda la cosecha y se le ha leudado toda la masa.
Un auténtico seguidor de la Torá no albergará espíritus inmundos en su lugar
santísimo mientras obedezca, pero si tarde o temprano no toma conciencia de su
presencia en los otros lugares, estos lo conducirán a violar el Pacto y abandonar el
cerco de protección.

Por esto es que…


Es importante renovar nuestro compromiso con Yehovah todos los días, pero
además seguir profundizando en nuestro crecimiento y conocimiento de Él. Por lo
anterior, ponemos a su disposición esta actividad, la cual esperamos que
contribuya a traer luz a áreas oscuras de las cuales nisiquiera somos conscientes.
Gracias a todos por participar, y esperamos que les sea de mucho provecho.

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