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Terribles canciones
de una insoportable
juventud
9
Canción en el balcón
11
que nos encontremos en sus calles.
Ni siquiera me ofrece un café,
siempre nos empeñamos
en que todo salga mal,
como la tormenta que al final
se retira vencida,
rota de edificios y luna,
de las veces que nos vimos
y no nos dijimos nada,
de las veces que media vuelta nos fuimos
esperando escuchar esa llamada.
Por qué no bajaré a la calle
a coger el veinticuatro
e irte a visitar.
Aunque ni siquiera saludes
y me quede con cara de gilipollas
sin poder soltar el discurso.
Con toda esa lucha contra el orgullo
y por las buenas intenciones.
Aunque al final siempre estalle
debería bajar a la calle,
coger el veinticuatro
e irte a visitar.
Aunque luego sólo escuche;
¿A qué vienes tú ahora?
Aunque todo cambia,
todo sigue igual.
12
Canción de fiesta
13
si bien por duda o aburrimiento,
presiente que el amor
tal y como se recibe hay que darlo).
A lo mejor perdiese el sentido
y el caminar fuera sólo caminar.
A lo peor lloviera silencio
justo cuando quisiera escuchar.
14
Canción camino del trabajo
15
porque su deber es demostrar con el tiempo,
y contra él, la inocencia, la inconclusión.
Malditos los días que se niegan a pasar
hasta hundirte en un mar de anhelos,
hasta conseguir, como todo un alquimista,
convertir el caldo en valor,
mis pasos, los semáforos, la llovizna…
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Canción de la niebla
17
Que me llena de dudas, preguntas, recuerdos,
dolores, palabras, fríos, abismos, siemprevivas...
Niebla esperma de las madrugadas
que fecunda de rumor las entrañas del invierno.
Que enciende los hogares y nos va matando
como viene pausadamente para darnos la vida.
Niebla que aun con todo no puede con el llanto
de Isaac que rompe la noche a las cuatro de la madrugada.
18
Canción de pueblo,
paisaje de Alconchel
19
Canción del libertado
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Lo que no sabía la mentira
21
Canción a la Esperanza
Querida esperanza;
que las trampas, incluso el tiempo pasado,
me van arrancando las entrañas,
que a veces se me revelan mis personajes,
Bea la cajera, Manolo el del bar,
que se me revelan, querida esperanza,
te quiero contar.
Que no me llena el vacío,
que me falta espacio para respirar.
Que ahora nos pintamos de redentores
y se ondean tantas banderas,
que ahora no encuentro de qué engancharme.
Que nunca caigo Esperanza,
mal rayo me parta, en el amor.
Que yo también crucifico al poeta
para que luche el trabajador.
Que aún no he aprendido a mentir
ni para ser feliz,
mal rayo me parta, ni para ser feliz.
Que yo también crucifico al hombre
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crucificando también al dios.
Y ya no sé qué venía a resolver.
Que te veo por todas partes
y no recuerdo tu mirada ni tu voz
23
Canción de lluvia
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Rápidamente salto
y me pongo a su lado
25
Canción de jazz en el pueblo
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Pero a mí me da igual,
me tatúo en el pecho con rocío la mañana
y siempre me trigo al pueblo,
en algún bolsillo, el jazz de las ciudades,
porque sabe aquí mecerse
al compás de la calma
que trae siempre temporal y naufragio.
Pero a mí me da igual,
aunque ya sólo sea ruina,
aunque ya no tenga nada
y me robe el barro tu sonrisa.
27
Canción de la felicidad
28
sólo un educado peatón que se alegra de llovizna,
que se entona de café y se empuja de ansiedad.
¿Cómo va a llegar el invierno si todo es esperar?
Seguro que la soledad, esa que doma al hombre,
que despierta a la mujer, lo trae de la mano
y le da ojos y sonrisas que devorar.
Que yo la quería tanto
que de no quererme
me destrozó las entrañas,
me minó los cimientos
hasta que no supe ni ser persona.
Pero todo eso ya se me pasa
y otra vez mis pensamientos
surgen al ritmo de la canción
de quien quiera cantar.
29
Canción de discoteca
30
Al salir a la llovizna
Al salir a la llovizna
esta mañana,
ya sé qué alegría me inundaba;
saber que la esperanza
vive en tu sonrisa,
no como un ave cautiva,
como el gris más bien
de esta mañana diferente.
31
Canción mañanera
32
Canción del dolor que vendrá
33
Y por qué rayo de luz
34
Canción resacosa
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Tengo una piedra, huevo infinito
36
Canción del amor dependiente
37
Canción marinera
38
Seguro que algún día
dejaré de escribir
estas cosas de madrugada
que quizá yo sólo entiendo.
39
Canción en el andamio
40
mala vida, mala gente y poco más1.
O como un vendaval que pide el biberón
y no como un quejido que se parte de sol a fa.
Que sepa decir y no decir, callar.
41
Canción de invierno
Veo en la oscuridad,
a través de la niebla,
y con palabras de invierno
dibujo jardines donde los chopos
lloran desde el otoño.
Donde el sauce se hace pequeño
para los grandes edificios
contra los que se rompe la tormenta
como contra una quebrada.
Las estrellas son farolas de luz blanca,
amarilla, distante, a veces fría.
En el quinto una mujer fríe patatas y huevos
para el guerrero que regresa
sin saber qué batallas
se libraron en el hogar.
Paisajes que se dibujan en la niebla,
cuatro por cuatro enloquecido
que desgarra la voz del trovador
para grandeza del caminante.
Hay espadas y molinos
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y jóvenes haciendo parejas
para adornar los fríos bancos
que alguna vez fueron
sombras a la orilla del río.
Y madres con sus hijos
y partes de baja.
Extranjeros a los que el frío sorprendía
mirando inamovibles vestigios del pasado.
La Navidad, que cada vez llega antes,
llena de tiernas tradiciones,
de exámenes de conciencia,
de pasajeras promesas que al final
nunca se llegan a cumplir,
ni con querer ni con poder.
Como una guitarra lejos en la noche
y el poeta que asusta
con su pluma y su vulgar silueta.
Quieta se perfumaba las manos
o fumaba unos chinos
cerca de la Avenida Madrid,
parada inevitable para el caminante apresurado.
Oh, mi dulce amor,
mi tierno amor,
qué dulce era ir caminado
de tu brazo por el mar.
Y los silbidos de los adolescentes
que suenan de proa a popa
de este parque.
Entonces me reclino sobre el cuaderno
43
y estoy en otra ciudad
y la catedral ya no se deshace
en sombras sobre la plaza.
Ni el jazz explota en las ventanas
de una vieja casa del centro.
Y os tengo tan cerca
a los que tan lejos perdí,
un segundo en mi reloj de arena.
La madre que se quema con los calamares
y las facturas de teléfono.
Los perros, que también aúllan;
Oh, amor, mi dulce amor,
en los callejones y arrabales
aún resuena tu canción.
Oh, amor, mi tierno amor,
aún resuena en callejones
y arrabales tu canción.
No, la ciudad no se siente culpable
y aún ilumina sus calles para ti.
Aún ladran los perros
y el número de teléfono
de la última vez que te vi.
Y no es justo que cayera Manuel,
ni que pase como un suspiro el porvenir,
ni ir viviendo con las manos vacías.
Con los tacones de qué amor
rebotando en la memoria,
como un cuatro por cuatro desenfrenado.
Tic, tic, tic, tic; tac,tac,tac,tac,
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reloj corazón que nos alienta a sufrir
autobús para arriba, autobús para abajo
a la hora de comer.
Pero que no se preocupen los chopos,
tac, tic, tac, volverá la primavera
sus soles en nuestra ventana a colgar.
45
Canción de andamio 1
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seguimos imparables hasta el ocaso,
y por si acaso,
esto es lo primero,
manteniendo la velocidad de crucero.
47
Canción de musas
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Y así se hunde y se queda,
inventando poemas para tantos gritos,
de tantos ahogados, en cuántos naufragios.
49
Canción de amor
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se gana dándola,
sabiendo besar sin afán,
sólo con querer y caricias.
Te conocí bien este viernes,
aunque me entristezco pensando;
la vida como nos ha juntado
nos volverá a separar.
¡Pero no pongas mi vida
esa carita de pena!
Que al final el camino
es esperanza
y cuánto te quiero.
51
¿Cómo pudiste abandonar el mar?
52
Yo estoy bien así
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restos de todo dejados sin afán,
como el que solamente quiere dormir
y con eso se refugia de la lluvia,
con eso es suficiente;
el que tiene sueño, todo lo tiene.
54
Nana a Isaac
Ríe,
que del pequeño blanco de tus dientes
despierta la perla
que alumbra el día
y adorna la noche.
Candelarias, viejas amigas,
candelarias del amor y el olvido.
Ríe,
que del blanco pequeño de tus dientes
despierta la aurora
con su perla que brilla,
que adorna la noche.
Grita, si quieres,
duerme cuando quieras dormir,
come cuando tengas hambre,
pero juega y ríe
que de tus dientes el pequeño blanco
despierta la perla
que alumbra el día
y adorna la noche,
55
candelaria pequeña
que se traba con el nombre de las cosas,
mi principito en el desierto.
Candelaria
que alumbra el día
y adorna la noche.
56
Nana entresemana
57
Canción de madrugada
58
Quisiera saber del espejo
qué lado en verdad habito,
qué silencio en mi pecho es grito
y si respiro por qué me quejo.
59
Por eso no tengo miedo
ni a caminar en la penumbra,
solo en la niebla,
a naufragar en medio de la tempestad,
a perderme por las calles,
como se pierden, de pronto,
a lo lejos, los barcos en la mar...
Porque en tu nombre
revolotea la alegría como un ave
que tras el invierno regresa
y busca desesperada su hogar.
60
Canción del desamor
61
el gris de abril que dará
a la Virgen todas sus flores.
62
Nana del sueño sin prisa
63
Si tuviera yo voz para darle camisa
a la risa del caballo que calor reclama.
Una nana sin sueño ni prisa
que siempre llega y nunca avisa,
si tuviera yo ritmo y calma mi alma.
64
Blues de San José
65
Suben como suben las mareas
que la luna trae y lleva
de puerto a alta mar,
vuelven subiendo la cuesta
caminito de La Paz,
unos suben torcidos,
otros derechito y sin dudar,
por San José sube la tropa
caminito de La Paz...
66
Canción de sombras
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el aliento que te trajo al mundo.
El viento está enamorado
y busca ansioso el remolino
de chocar contra tus giros.
Está enamorado, con tal pasión,
que va dejando ruinas allá,
silencio, brisa acullá,
silbidos por todas partes,
como si fuera su sino
ahogar el trino, crecer y más enfurecerse
cuanto más se enfurece y crece.
El sueño, el amante más probable,
te tiene cogida por las greñas
y viene y va arrastrándote
como una carga muy pesada.
Y todos gritan; ¡sombras nada más!,
mi eternidad es mi condena,
¡sombras, nadie sabe, sombras nada más!
68
Nana de ciudad
69
Te escribo amor
70
Te escribo amor esta noche para decirte
que de tanto hablar con la sombra del viento,
rogándole que te lleve mi canción,
me olvidé de hablar con los hombres.
71
Miró de cara a la mañana
72
Canción sin dientes
73
regala acaso su inmensa sonrisa.
De llegar a ella el tiempo endureció
y ella cantando con arrugas los momentos
a veces dice recordar alguna noche.
74
Canción heroína
75
salía la luna borracha de soñar.
Me sabe a poco la sobremesa
cuando salgo disparado a forjar
esas pequeñas historias
que se van quedando dormidas en el autobús.
76
Déjame
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en el tronco muerto. Pero no, aún.
Y deja que nos perdamos,
que siempre el reencuentro es una explosión
maravillosa, vital.
78
Copla del arrepentimiento
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como yo me fui yendo,
dejando de ser querido,
por dejar de querer.
(Yo que tanto he vivido,
que habito tu pecho y tu aliento,
sé tan poco de los hombres,
que se juntan y se separan,
olvidando risas, rajando la vida
que vendada de escarmientos
no tiene dolor para mañana
con las tristezas de ayer).
Pero maldita sea, ¡¡necesitémonos!!
Como necesitan las huellas los caminantes,
como necesita el estío calor,
como necesitan sed los amantes.
Porque si necesito rosas
serán gratas sus espinas,
si necesito dolor,
pensar si los cachitos de corazón que te di
seguirán latiendo a tu vera aún.
Porque estas coplas de ser,
son del arrepentimiento,
por eso grito que quiero
un Dios dentro de mí,
porque tengo huellas sin camino
y nostalgia sin dolor,
porque no me importa la luna
ni me importa el sol.
80
Canción de Teseo
81
Porque se lamenta el laberinto
de no ser luz,
como de su condición el monstruo,
como de su música la guadaña
cuando esta es la voz de un Dios
que nos da su verdad y silencio
sin ayudarnos a comprender.
82
Porque, si volaras y vieras
que al mundo le han salido labios,
¿qué enorme corazón llorarías?
El tuyo, quizá, sepultado
en el vientre de la madre.
¡¡Que sí, que ese es el fin!!
¿Pero tienes tú el valor de comprender
que el vacío es el éxtasis,
el cénit, el por qué
de todo lo demás?
83
Canción sin hueso
84
yo en vigilia te respiro,
inundo tu casa hasta comprender
todas tus formas,
que entrevenadas conforman
tu forma de caminar,
la sonrisa que llevas colgada de la inocencia
que te ha hecho bruja, cometa, mujer,
tiránica sencillez de pensar no mucho las cosas.
A cada momento creo que nunca te conoceré,
nada te reprocho, yo que nada traigo
y hasta aire me llevo para respirar.
85
Canción del año del Caballo
86
que despertando se encuentra uno
con pesadillas en las manos.
Cuidado con lo que se desea
que anda capicúo el caballo
esparciendo la casualidad de cada día,
mendigando su postura de fiebre,
su gramito equilibrio del amanecer.
87
Canción del Cierzo
88
Canción de angustia
89
Cambia el tiempo
90
Canción en agosto
91
Canción de más
Partiendo de la base
de que al final improvisando
todo solo se hace,
y suponiendo que no sabe
a que sabe lo que el cariño
por el secarral pace.
Sabiendo que el más niño
es el viejo que vence
aun sin saber que nace
como la muerte que lo muere.
Dando todo esto por sentado,
no se dirá me quiere
de aquel que nos deja olvidado.
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seguro estoy, sin maldad,
pero no se le puede decir;
no pises las flores, a un perro en libertad.
Quédate pues atada a la vida que vives,
al mundo que odias y quieres
como a su jaula el ruiseñor.
La libertad da miedo, uno que impide
que vuelen las aves o florezca la flor.
Pediremos pues al que pide
que sepa sólo recibir
lo que está dispuesto a entregar.
93
Canción del valiente
No tiene miedo,
porque su voz sin grito levanta la tormenta,
porque entonces su cielo sin estruendo le mira,
porque su pena se pierde por el blanco y negro
de las películas antiguas, de las palabras a medias.
Porque no mira los periódicos
que no tienen más que guerra que proclamar.
(Porque las cabezas hundidas entre las noticias
acaban pareciéndose a estas,
y esto no ayuda al bien común).
No tiene miedo porque su conciencia limpia
lo invita a la esperanza.
(¡Arriar las venas —grita loco de lejanía—
y que el mar no nos hinche
de nostalgia el pecho!).
Y no tiene miedo
porque su alma como la nao
jamás zozobra ni naufraga.
Porque el amor, imagina que el amor,
en cada puerto espera,
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hincha las venas cada día
y dice su nombre,
tu nombre, hasta que la risa explota
sin humo ni histeria en su vientre.
No tiene medio, aunque a veces
siempre le diga nunca. No tiene miedo.
Tiene abismos por eso el miedo
es cariño que lo abraza y aparta de mirar abajo.
Porque tantas cosas tuvo,
que no tiene miedo,
sólo mares donde loco de lejanía
canta con un racimo de temblores en la voz.
95
Canción del sueño
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y lo encuentra, el que lo persigue lo ahuyenta,
le da que pensar.
El sueño da de beber a los caballos
hasta que les sale un cuerno en la frente
y toda la vida brinca por sus venas.
Se tiende al sol hasta que lo evapora
y lo lleva en nubes de aquí allá el viento,
lo mismo niebla, nieve o aguacero.
Baja a comprar el pescado, a tomar
un cortado, a discutir sin discutir, a enfadarse
para curarse de vivir.
Es esa voz dulce arengada en la calma
que no vigila el puchero
y a la hora de comer le pita en la cocina
ese olorcito que todo lo cura.
Es esa fina prenda con la que se visten
los poetas, los rezos al alba del labrador,
los cantos y bravatas del soldado ciego de sed.
El candil eremita con el que se alumbra
el camino de vuelta a las cavernas o al sol.
No lo abarcan mis brazos, ni el conjunto de mis rezos,
no lo conjura ningún verbo,
ni matriz hubo que lo cobijara.
Siempre espera despierto, dando vueltas por la casa,
tomando café en la cocina... siempre espera despierto.
Me traje de mis pesadillas mi propia cura
y era su rostro al sol amable del invierno,
ese que viene y va en hojas y nubes.
Es perfume de violetas el sueño...
97
Sonata de agosto
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(guardando siempre un poco
de aire cuerdo en el bolsillo),
imaginaba que la noche
volaba al levante de agosto...
¡Imaginaos la noche volando!
Y tiene que ir todo tan junto,
nosotros así, tan lejos,
yo a veces tan frío que me fundo,
tú... ¿¡Quién sabe de ti!?
Yo seguro tan cambiado
aunque a solas siga siendo el mismo,
tocando la guitarra, pegando los mocos bajo la mesa,
tú; ¿¡qué se yo dónde estamos nosotros!?
Sé que todo está en mis manos,
pero a veces se necesita perder algo
para saber que se quiere.
No, la guitarra aún la toco, de veras que la toco,
y escribir aún escribo, a veces, cuando apetece,
cuando lo permite la noche
y el levante de agosto,
ni la escasez de uno ni el exceso del otro.
Sin dolor ni entrega,
como un humo que se revuelve
reverdeciendo las palabras, sembrando
adjetivos en la mirada.
(¡Ay, ese pecadillo de nada!).
Ele ahí esa magia,
Que sabias las flores que no quieren urnas
ni temen a los tigres.
99
Canción de obra
100
de vivir cada día.
Ese temblor que nos hace más sabios o más tristes
a golpe de quebranto
y a cambio nos concede dudar.
101
Canción de olvido en el andamio
102
lo sé porque desde el andamio
se ve hasta lo que no se debería ver.
¿¡Cómo nos salvamos, olvidada mía!?
Todo se lo lleva el cierzo, todo.
Menos la extraña sabiduría
de estos hombres que aguantando
sobre sus hombros el sol
consiguen no pensar en nada,
hasta ser parte de la corriente,
así, sin más.
No, yo no, yo siempre me paso
y acabo sudando de no poder dejar de pensar
tonterías que nunca me llevan a ninguna parte.
¿Dónde me había quedado? Sí,
en que ella se hacía fuerte en el olvido,
en que el uno tenía silencio
y el otro se reservaba la complicidad,
que el uno tenía pasado
y el otro esta canción.
No se trata de dar la vida,
pero se hacía fuerte dando la vara en el olvido.
103
Canción inconformista
en una ermita
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ni el barro. Y la paja,
perdonadme, es hija del viento,
del sol del verano, de la lluvia
de primavera, como hija
de dioses que no sirven más
que a divinos designios que escapan,
como escapa ella en el viento,
a los confines del amor.
No me gusta este mundo
que habito y pretende habitarme
con su maraña de mentiras.
Aunque sea empezando por mi silencio,
no me gusta este mundo que habito
y apenas consigue alimentarme,
porque me gusta hablar con la lluvia
y contarle que el barro
adora la erosión que le procura,
porque sabe que ha de volver
a ser tierra, ser más,
a ser hijo de dioses
que muere por vivir.
Qué Dios, qué padre
soporta ver cómo sus hijos se destruyen.
No me gusta este mundo que habito
y confieso que me duele muy adentro,
que sólo la muerte cura la soledad,
ya que el amor permanece
capturado en el deseo y la necesidad
esperando que tome cuerpo el viento
105
y la lluvia le preste su voz.
Yo esperaré en mi pequeño rincón,
sobre mi pequeño monte,
conjurando el día que la bondad
escape del barro y se la lleve
el viento a su casa, con su madre.
106
Canción descreída
107
la de las cruces
que retan las cuerdas,
la de los ahogados
que llaman a las puertas por la noche
y de sueño en sueño velan
que las huellas que faltan
no sean las de caminar sobre el mar.
108
Canción de andamio 2
109
Quisiera perderme hasta olvidarte
mirando Zaragoza en niebla,
llenarme los ojos de altura
y desde mi castillo de hierro,
al que tanto bien procuro
y que tan necesario mal me da,
no callar con tu nombre hecho grito en el pecho.
110
Canción de despedida
111
Canción de soledad
112
a apoyar su cabeza sobre mi pecho
y se esconda la zozobra en el cajón
donde guardas bragas y cartas.
Antes de que apagues la luz
mira bien bajo la cama,
que siempre habrá un te quiero mío
para acibarar tus sueños
y amamantarlos pesadillas que te asalten en la noche.
Pero yo soy un viejo poeta
y la ternura me pica
como piojos revoltosos por mi barba azul.
Así que niña, que nunca mía,
si no te ciega el sol cuando lo miras,
ni derrite tus alas cuando vuelas hacia él,
no quieras mal a este ingenuo pastor
que deja su rebaño
para hundirse en la tristeza y la ceniza
de quererte cada día tanto más hasta odiarte.
113
Hasta conseguir perder
Se empeña en no ganar
y es por eso que pierde.
Pero el día tiene su noche,
la cola del mercado
la recompensa de ver
esa falsa dulce sonrisa
de la cajera al saludar.
Y no es verdad que el placer
sea caro pecado
que después requiere arrepentimiento
y redimirse sufriendo
la pena de mirarse al espejo,
o flagelarse con lo que fue,
que el agua más fresca
es la que jamás se bebió.
Tantos lo han dicho,
empeñados en no ganar
hasta conseguir perder.
114
Canción orientada
Mi corazón brújula
de bar a impar.
Pero también son historias,
no sólo el vaho de los cristales,
no sola la soledad
y la tristeza, oh, la tristeza,
esa dama vagabunda
que de cama en cama va,
que no puede amar
ni consigue ser odiada.
Y la alegría, esa vaga esperanza
que sin pena ni gloria
puede al fin con la mañana.
Que sin saberlo la luna
aún se ve de madrugada.
Que esta canción no tiene por qué,
que no viene a nada pensar
si vale la pena o no
venderse por un poco de aire.
¡Pero no pongas mi vida
115
esa carita de pena!
Que el corazón es la mejor brújula
y a veces te obliga a bailar.
116
Regala la vida
Regala la vida
y vigila que no se te escape.
Regálala y vigila
que nadie te pide más
de lo que puedas recibir.
Ella te querrá,
la que no te pide y te deja ser tú,
cuídala que te querrá,
aun cuando no quieras,
aunque le duela te querrá.
Y regala la vida
que sólo hay una forma de ganarla,
y vigila que te quede,
aunque no lo quieras, libertad
para estar con tu soledad.
117
Blues del perdido
Este es el blues
que cantan los perdidos,
los náufragos del bar,
que silban bajo el sol
camino de ningún lugar,
camino de ningún lugar.
El son maldito
de las llaves en el bolsillo,
corroyendo siendo oído
y no recordar
dónde está el hogar,
¡dónde está el hogar!
Y el amor, ¿eh?
dónde está esa bestia asesina,
dónde esa fruta
capaz de dar el cielo
y el infierno también,
y también el infierno.
118
Y la fruta que el invierno
guarda y alienta,
y mima en soledad
para los labios que quieran
besar su locura,
su oscura pasión sinfín.
119
Canción de loco
120
«¡¡este, no, o este otro sol fa,
ta, ta, tara ta!!».
Que me pierdo henchido de esperanza el velamen
de pronto en la lejanía,
como se pierden los barcos en la mar,
como se pierden los hombres
que callan lo que es de hablar,
que me dicen; «quién es este
que busca agua, que quiere hablar,
que se descubre como un niño
que olvidando su barba se lanza a navegar».
A quién voy a decirle que oigo voces,
que a veces converso con ellas,
y con todo aún me lanza la esperanza
a perderme en la mar.
Como le digo yo ahora
que si la toco la devoro
y encima al alba puedo ser otro.
Y una voz: «se bueno, que no se surcan los vientos
si no se hinchan de ternura las venas».
Y otra; «ven, déjate llevar
que no hay grilletes para la suerte,
ni le falta bondad al azar».
Yo sueño y sé que al final
te hará huir la mañana
que no consigue derretir el fuego que te quema,
la brisa que te arrastra
a perderte de pronto en la lejanía
como se pierden los barcos en la mar.
121
Canción de temporal sin porr…
122
y me acurruco en el abrigo
a esperar que la felicidad vuelva
al primer silbido del cierzo por las calles.
Qué desierto para este pescador
que echa su barca a la arena
en busca de rosas sin urnas.
Ningún miedo vale la pena,
me dice la belleza,
pero válgame dudar de la pena.
Ay, marinero que entre canciones tristes
duerme al fin para navegar por sus sueños.
¡¡Temporal, temporal!!
123
Canción de un día diferente
124
que sin rumbo fijo va siguiendo el compás.
Pero no, tú no sabes todavía
por qué siempre vuelven las golondrinas,
o por qué huyen los gorriones
de las canciones de amor...
Ay, si tuviera un verso para cada suspiro,
para cada sueño un verbo,
melodía para cada momento,
perdón para cada pecado.
125
Canción génesis
Me engendró un murmullo
en una lejana noche de invierno.
Me vistieron primero las vides,
después el cierzo
y la leche amarga de las aliagas,
de sus flores amarillas.
Me cantaba su nana la niebla
perdida siempre por el monte
buscando a su hijo
que yo con mi tristeza le recordaba.
No salía la luna si no lloraba,
no salía el sol si al fin no dormía,
y siempre al despertar,
despertaba conmigo le ventisca,
la furia de los indefensos.
Me enseñaron los romeros sus secretos
que propagaba el viento
hasta donde el trigo ya será vida.
Me contó la lluvia su sonido,
ese aplauso incomprensible
126
de premio o de castigo.
Me enseñó la rana a callar
cuando la luna brilla.
Me enseñó el zorro a husmear
sin que las ranas se enterasen.
Aprendí de mi propia vida a mentir
para que no me doliesen las verdades.
Y la verdad, aprendí tanto de la verdad,
que me devolvió a la caverna,
cegado de luz, ahíto de miserias,
porque en la oscuridad mira uno para dentro
y sólo ve lo que quiere ver.
127
Canción promesa
128
Canción que te recuerda
129
Vacío
130
Canción sin secretos
131
ceniza nada más.
Palabras que van al desierto
a predicar sus corazones rotos.
Antes prefiero un sueño que todo eso.
132
Canción mística
133
Canción volviendo a lo de siempre
134
cuando más atruena la ciudad,
y el silencio hace brotar selvas
donde trinan mil pájaros,
donde rugen mil fieras, que si supieran de su compás,
de su cadencia, no haría falta silencio,
ni que vengan aquí el recuerdo
de unos ojos, de un no, una sombra,
una sonrisa, todo lo que queda por preguntar.
Pero como siempre volviendo a divagar,
infantil, comentarios de versos,
por un ven, que el gozo hace tanto por el amor,
como el amor por el gozo.
135
Canción de duda
136
que cumple y cumple su oficio prisión,
barriendo las hojas caídas de la vida
que acaban siendo castigo del viento,
o pasión de la nostalgia,
o quién sabe si lluvia del próximo otoño.
137
Canción de tu veneno
138
Canción sustitución
139
De la mano
140
Canción mística de guitarra
141
para que sólo los locos,
los tocados por el divino azar,
que lo mismo sufre y padece
lo que esparce en su labor,
los que ya casi de tan rota el alma
a otro lugar se les fue,
y entonces vieron y callaron
porque hay cosas inefables.
142
Canción de hermandad
143
Canción que crece
144
florecillas terribles que extienden su desierto,
más, mucho más allá, del saber y la sed.
Como esa luz sin mentira de tus ojos,
o esa música como un guiñar confusiones.
145
Canción iniciada
146
Canción del polvo
147
Canción pelirroja en la ventana
148
Canción del camello
149
Sabed que no la luna llama,
que sólo en su aliento
es una pequeña llama
todo el oscuro alimento
que esta pasión reclama.
Ya bastante el sufrimiento
es del que ama,
si acaso, sólo fuera invento,
sopla y no canta el viento
el nombre que el corazón ama.
150
Cancionero
Proemio.............................................................9
Canción en el balcón......................................11
Canción de fiesta............................................13
Canción camino del trabajo...........................15
Canción de la niebla.......................................17
Canción de pueblo, paisaje de Alconchel ......19
Canción del libertado.....................................20
Lo que no sabía la mentira.............................21
Canción a la Esperanza .................................22
Canción de lluvia ..........................................24
Rápidamente salto y me pongo a su lado......25
Canción de jazz en el pueblo..........................26
Canción de la felicidad...................................28
Canción de discoteca......................................30
Al salir a la llovizna.........................................31
Canción mañanera ........................................32
Canción del dolor que vendrá.......................33
Y por qué rayo de luz.....................................34
Canción resacosa ...........................................35
153
Tengo una piedra, huevo infinito..................36
Canción del amor dependiente .....................37
Canción marinera .........................................38
Canción en el andamio...................................40
Canción de invierno.......................................42
Canción de andamio 1...................................46
Canción de musas .........................................48
Canción de amor............................................50
¿Cómo pudiste abandonar el mar?................52
Yo estoy bien así..............................................53
Nana a Isaac ..................................................55
Nana entresemana .........................................57
Canción de madrugada..................................58
Canción del desamor......................................61
Nana del sueño sin prisa ...............................63
Blues de San José.............................................65
Canción de sombras.......................................67
Nana de ciudad .............................................69
Te escribo amor..............................................70
Miró de cara a la mañana................................72
Canción sin dientes .......................................73
Canción heroína ............................................75
Déjame............................................................77
Copla del arrepentimiento.............................79
Canción de Teseo ...........................................81
Canción sin hueso..........................................84
Canción del año del Caballo..........................86
Canción del Cierzo .......................................88
Canción de angustia.......................................89
154
Cambia el tiempo...........................................90
Canción en agosto..........................................91
Canción de más..............................................92
Canción del valiente.......................................94
Canción del sueño..........................................96
Sonata de agosto.............................................98
Canción de obra...........................................100
Canción de olvido en el andamio................102
Canción inconformista en una ermita........104
Canción descreída .......................................107
Canción de andamio 2.................................109
Canción de despedida..................................111
Canción de soledad......................................112
Hasta conseguir perder.................................114
Canción orientada........................................115
Regala la vida ...............................................117
Blues del perdido..........................................118
Canción de loco...........................................120
Canción de temporal sin porr…...................122
Canción de un día diferente........................124
Canción génesis ...........................................126
Canción promesa.........................................128
Canción que te recuerda..............................129
Vacío..............................................................130
Canción sin secretos.....................................131
Canción mística............................................133
Canción volviendo a lo de siempre..............134
Canción de duda..........................................136
Canción de tu veneno..................................138
155
Canción sustitución.....................................139
De la mano...................................................140
Canción mística de guitarra.........................141
Canción de hermandad ..............................143
Canción que crece........................................144
Canción iniciada..........................................146
Canción del polvo........................................147
Canción pelirroja en la ventana...................148
Canción del camello.....................................149
156
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