Los amorosos callan. sin Dios y sin diablo. El amor es el silencio más fino, Los amorosos salen de sus cuevas el más tembloroso, el más insoportable. temblorosos, hambrientos, Los amorosos buscan, a cazar fantasmas. los amorosos son los que abandonan, Se ríen de las gentes que lo saben todo, son los que cambian, los que olvidan. de las que aman a perpetuidad, verídicamente, Su corazón les dice que nunca han de de las que creen en el amor encontrar, como una lámpara de inagotable aceite. no encuentran, buscan. Los amorosos andan como locos Los amorosos juegan a coger el agua, porque están solos, solos, solos, a tatuar el humo, a no irse. entregándose, dándose a cada rato, Juegan el largo, el triste juego del amor. llorando porque no salvan al amor. Nadie ha de resignarse. Dicen que nadie ha de resignarse. Les preocupa el amor. Los amorosos Los amorosos se avergüenzan de toda viven al día, no pueden hacer más, no saben. conformación. Siempre se están yendo, Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla, siempre, hacia alguna parte. la muerte les fermenta detrás de los ojos, Esperan, y ellos caminan, lloran hasta la madrugada no esperan nada, pero esperan. en que trenes y gallos se despiden dolorosamente. Saben que nunca han de encontrar. El amor es la prórroga perpetua, Les llega a veces un olor a tierra recién siempre el paso siguiente, el otro, el otro. nacida, Los amorosos son los insaciables, a mujeres que duermen con la mano en el los que siempre -¡que bueno!- han de estar sexo, solos. complacidas, Los amorosos son la hidra del cuento. a arroyos de agua tierna y a cocinas. Los amorosos se ponen a cantar entre labios Tienen serpientes en lugar de brazos. una canción no aprendida, Las venas del cuello se les hinchan y se van llorando, llorando, también como serpientes para asfixiarlos. la hermosa vida. Los amorosos no pueden dormir porque si se duermen se los comen los gusanos. En la oscuridad abren los ojos y les cae en ellos el espanto. Encuentran alacranes bajo la sábana y su cama flota como sobre un lago. LA TIA CHOFI Tan miserable fuiste que te pasaste dando tu vida a todos. Pedías para dar, desvalida. Amanecí triste el día de tu muerte, tía Chofi, Y no tenías el gesto agrio de las solteronas pero esa tarde me fui al cine e hice el amor. porque tu virginidad fue como una preñez de Yo no sabía que a cien leguas de aquí estabas muchos hijos. muerta En el medio justo de dos o tres ideas que llenaron con tus setenta años de virgen definitiva, tu vida tendida sobre un catre, estúpidamente muerta. te repetías incansablemente Hiciste bien en morirte, tía Chofi, y eras la misma cosa siempre. porque no hacías nada, porque nadie te hacía Fácil, como las flores del campo caso, con que las vecinas regaron tu ataúd, porque desde que murió abuelita, a quien te nunca has estado tan bien como en ese consagraste, abandono de la muerte. ya no tenías qué hacer y a leguas se miraba que querías morirte y te aguantabas. Sofía, virgen, antigua, consagrada, ¡Hiciste bien! debieron enterrarte de blanco Yo no quiero elogiarte como acostumbran los en tus nupcias definitivas. arrepentidos, Tú que no conociste caricia de hombre porque te quise a tu hora, en el lugar preciso, y que desjaste que llegaran a tu rostro arrugas y harto sé lo que fuiste, tan corriente, tan simple, antes que besos, pero me he puesto a llorar como una niña porque tú, casta, limpia, sellada, te moriste. debiste llevar azahares tu último día. ¡Te siento tan desamparada, Exijo que los ángeles te tomen tan sola, sin nadie que te ayude a pasar la y te conduzcan a la morada de los limpios. esquina, Sofía virgen, vaso transparente, cáliz, sin quien te dé un pan! que la muerte recoja tu cabeza blandamente Me aflige pensar que estás bajo la tierra y que cierre tus ojos con cuidados de madre tan fría de Berriozábal, mientras entona cantos interminables. sola, sola, terriblemente sola, Vas a ser olvidada de todos como para morirse llorando. como los lirios del campo, Ya sé que es tonto eso, que estás muerta, como las estrellas solitarias; que más vale callar, pero en las mañanas, en la respiración del buey, ¿pero qué quieres que haga en el temblor de las plantas, si me conmueves más que el presentimiento de en la mansedumbre de los arroyos, tu muerte? en la nostalgia de las ciudades, serás como la niebla intocable, hálito de Dios que Ah, jorobada, tía Chofi, despierta. me gustaría que cantaras o que contaras el cuento de tus enamorados. Sofía virgen, desposada en un cementerio de Los campesinos que te enterraron sólo tenían provincia, tragos y cigarros, con una cruz pequeña sobre tu tierra, y yo no tengo más. estás bien allí, bajo los pájaros del monte, Ha de haberse hecho el cielo ahora con tu y bajo la yerba, que te hace una cortina para muerte, mirar al mundo. y un Dios justo y benigno ha de haberte escogido. Nunca ha sido tan real eso en lo que tu creíste. POR EL ARTE Bajo las estrellas te meces y el viento te lleva, pasando por las cuatro estaciones ¡Cuán hermosa es la muerta! Exuberante de un poema El sueño de tu cuerpo su desnudez sobre la losa brilla; canta a la primavera, devorando tu risa yo la contemplo pálido y jadeante en leguas a la redonda. Abierta y alegre y tiembla entre mis manos la cuchilla. viajas por doquier, buscando el silencio para mojar una rosa. El árbol te espera y El profesor, que la ocasión bendice más allá la alegría de aquellos campos de poder explicar algo muy bueno, sembrados. Pálida tu cara, alumbra a la a mí se acerca y con placer me dice: vida y la plenitud de tu alma, blanca y -Hágale usted la amputación del seno. oscura, amanece sobre los cuadros de tu ambición. De repente te mueves en el Yo que siempre guardé por la belleza aire y en el tiempo. Por caminos y fanatismos de pobre enamorado, senderos con nostalgia y sonrisas. -Perdonadme —le dije con tristeza—, Sembrando y levantando la tierra pero esa operación se me ha olvidado. piadosa, con un poco de viento. Se habla de la nube viajera, un día y otro, quién Se burlaron de mí los compañeros; sabe si de repente nos hace llorar y ganó una falla mi lección concisa, sonreír al contemplarla de verdad. Como vi en la faz del maestro surcos fieros quisiera galopar sobre ella, olvidando la y en la faz de la muerta una sonrisa. tempestad pasada. Y avanzando feliz a la tierra soñada, con un letrero absurdo, “estoy de vuelta” Ella y yo galopamos al LA ZANDUNGA trueno y al rayo, advirtiendo al tiempo, y al temporal anunciado. En camino a Cuando en la calma de la noche quieta casa, me acompaña y me sonríe, triste y doliente la zandunga gime, despidiéndose satisfecha, para viajar un suspiro en mi pecho se reprime donde la esperan. Una gaviota en el aire y siento de llorar ansia secreta. la saluda muy atenta, al pasar sorprendida por un instante sobre ella. Y ¡Cómo en notas sentidas interpreta la nube viajera continúa su viaje, a esta angustia infinita que me oprime! través del tiempo, galopando sobre ella, ¡El que escribió esa música sublime mí sonrisa y mi sueño. fue un gran compositor y un gran poeta!
Cuando se llegue el suspirado día
en que con dedo compasivo y yerto cierre por fin mis ojos la agonía,
la zandunga tocad, si no despierto
al quejoso rumor de la armonía, ¡dejadme descansar que estaré muerto!... FRENES LA NUBE VIAJERA Se apodera de mí mi frenesí se desboca.
Una violenta exaltación
Mientras te busco y te beso Poseído estoy por el delirio
Busco una razón con solo mirar tu figura
Una palabra clave el deseo recorre cada rincón de ti,
Ya encontré el culpable acaricio tu piel de melocotón
se llama frenesí. beso tus labios con sabor a coco
tu cuerpo sabe a fresa y limón
Tu fragancia me atrapa tu aliento a fruta de la pasión,
golpea todos mis sentidos eres una macedonia para mí
me dejo llevar por la pasión que saboreo poco a poco
no veo mas alla de donde estoy para alimentar la ilusión
se me nubla la vista al mirarte de este frenesí loco.
mi cuerpo solo desea
fundirse con el tuyo y amarte Viviré siempre a tus píes
pisare por donde tú pises
luchare contra tus tormentas
Todo lo que veo en ti velare todos tus sueños
me vuelve cada vez más loco, serán tus días mis unicos dueños.
te devoran mis ojos Pero quiero pedirte un deseo
se comen hasta tus huesos una única condición,
mis labios buscan con ansia quiero que seas solo para mí