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LLAMADA DE LARGA DISTANCIA

PACIENTE: Billie

MOTIVO: Fallecimiento de la abuela

Signos

 Retraimiento
 Alucinaciones de tipo auditiva
 Conducta suicida como resultado de la desesperanza
 Desconfianza
 Ausencia de respuesta emocional

Síntomas

 Tristeza
 Búsqueda del fallecido (ir al estanque)
 Apatía
 Ideas delirantes imaginativa
 Ideas de ordenanza

Diagnóstico Psicopatológico

La presencia de síntomas son característicos de una reacción de un duelo


normal por lo que, según Migdyrai Martín el duelo, en especial para un niño con
la edad de Billie es peculiar, pues el niño de 3 a 6 años tiene un concepto no
desarrollado de la muerte, suelen pensar que la persona aún está viva o
limitada de alguna parte (como vemos en este caso). La muerte es vista como
una forma de dormir, un proceso temporal, reversible y no definitivo.

Vemos que el paciente se niega a comenzar por su proceso de duelo y


comienza a mostrar una reacción anormal frente a la muerte de sus ser
querido, como parte de su reacción ante una pérdida así, comienza con una
idealización de la persona fallecida, lo que permite una relación imaginaria lo
que si no se maneja a tiempo más adelante desembocaría en un duelo
patológico o complicado pues existe dos antecedentes de conductas suicidas
Diagnóstico Patopsicológico

El personaje de Billie al mantener una conducta de apego emocional con su


abuela, adopto ciertas actitudes, pensamientos, ideas, conductas y emociones
tras el fallecimiento de esta, pasando de ser un niño alegre y entusiasta, a un
niño retraído, desconfiado con la figura materna, y que con frecuencia pensaba
en el suicido como forma de volver a encontrase con su abuela, promoviendo
aún más su desesperanza. Asociado a ello, a pesar de que su discurso
continuaba siendo fluido, en este se identificó la presencia de ideas delirantes y
de ordenanza que se manifestaron en el pensamiento suicida que lo
condujeron a los dos intentos suicidas posteriores. Sin embargo, a pesar de
que Billie reconocía que su abuela había muerto, a causa de simbolizar al
teléfono como parte del vínculo afectivo con ella, continuaba con una baja
introspección, por su búsqueda frecuente de comunicación con su ser fallecido.

Objetivos y metas

1. Aprender a identificar la pérdida del ser querido, para incrementar la


introspección del paciente.
2. Resolver los problemas que pueda tener el paciente a la hora de
separarse de la persona que murió.
3. Explorar y desactivar objetos de vinculación con el ser fallecido, puesto
que así el niño lograra reconocer que los objetos son solo un recuerdo.
4. Modificar las ideas irracionales y las conductas derivadas de estas, para
fomentar la resiliencia.
5. Ayudar a que el niño exprese sus emociones, para que el reconozca sus
sentimientos tanto positivos como negativos.
6. Promover las conductas adecuadas existentes y reducir las no
adecuadas, para que logre tener una mejor relación interpersonal.
7. Desarrollar habilidades de afrontamiento, para facilitar la toma de
decisiones asertivas en relación a eventos dolorosos posteriores.

Técnicas a emplearse

1. Psi coeducación
2. Modificación de la conducta
3. Rituales de despedida
4. Reestructuración cognitiva
5. Educación emocional
6. Mantener rutinas
7. Técnica de solución de problemas

Plan terapéutico

La intervención durará aproximadamente 10 sesiones, en la primera sesión se


llevará a cabo la entrevista al paciente y a los padres, con el fin de obtener
mayor información del caso e identificar la manera en como los padres han
abordado el tema de muerte con el niño. Posterior a ello, en la segunda sesión
se trabajara con la psi coeducación, cuya finalidad es orientar e informar al niño
sobre el tema de duelo, cual es el proceso que viven los niños cuando un
familiar al cual han sido muy apegados fallece, que emociones experimentan
los niños y cómo se comportan frente al duelo, esto se lograra a través de
material didáctico, como imágenes, cuentos o dibujos.

En base a lo que manifieste el niño, en la tercera y cuarta sesión se trabajara


con la modificación de la conducta, puesto que esto ayudara a que el niño
frente a la problemas que haya tenido por la separación de su ser amado, logre
identificar la conducta inapropiada y aquella que desea obtener para que así
continúe con sus actividades de juego, ampliando su círculo de amistades,
recuperando la confianza para con sus padres y sobre todo identificando que
su conducta ha sido una respuesta de aquello que en su mente no tenía una
clara noción.

Una vez que el niño, logre lo anterior, a fin de continuar con la superación del
duelo, el paciente en la quinta sesión llevara aquel objeto de la persona
fallecida que tiene mayor significado, para que él describa él porque es valioso
y porque no lo puede dejar, de este modo, se procederá, a emplear el ritual de
despedida, para que así el niño pueda reconocer aquel objeto, como un
recuerdo.

Durante la sexta y séptima sesión se empleará la técnica de reestructuración


cognitiva en donde el paciente podrá expresar las ideas y cuestionar las
creencias que le producen malestar y las sustituya por otras más adaptativas.
El motivo de esta técnica es que se asuma la propia mortalidad y la propia
vulnerabilidad ante el mundo y el paso del tiempo.

Los niños no están acostumbrados al concepto de la muerte por lo que en


general les afecta más que a lo adultos es por ello que surge la necesidad de la
educación emocional, esto es lo que se va a tratar en la octava sesión donde
el paciente aprenderá a distinguir lo que siente y a diferenciar las emociones
unas de otras tanto negativas como positivas.

Después de haber realizado una correcta educación emocional pasamos a la


novena sesión en donde trabajaremos en mantenimiento las rutinas que
existían antes del fallecimiento del familiar esencial para la superación del
duelo de forma que el niño no sienta que el mundo se desorganiza o se
desestabiliza mostrando que la vida sigue, esto ayuda a conservar un cierto
orden dentro de la confusión que se produce en estos eventos, pues lo que
más ayuda al niño frente a la pérdida es la recuperación del ritmo cotidiano de
sus actividades y potenciar los elementos adaptativos existentes.

Y para finalizar en la décima sesión buscamos implementar la técnica de


resolución de problemas donde fomentaremos al paciente a vivir sin el
fallecido, esto implica poder adaptarse a una nueva vida sin dicha persona de
manera que el paciente pueda fomentar ideas y generar alternativas útiles
frente a diversas respuestas emocionales.

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