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Un factor importante en la consolidación de la grandeza mexica fue el consejero real,

Tlacaélel, sobrino de Itzcóatl, quien inició una reforma en el orden político, religioso,
económico y social. Profundo conocedor de la herencia cultural recibida de los toltecas,
aprovechó de ella, pero dándole un sesgo distinto, dirigido fundamentalmente a
consolidar la grandeza y poderío de los mexicas.

Decidió dar una nueva visión de la historia a su pueblo, en ella los mexicas aparecen
frecuentemente emparentados con la nobleza tolteca. Las divinidades mexicas,
especialmente Huitzilopochtli, se sitúan en un mismo plano con los antiguos dioses
creadores, es decir con Tezcatlipoca y con Quetzalcoatl.

Se agiganta cada vez más la figura de huitzilopochtli que tiene como misión someter a
todas las naciones sobre la tierra, para hacer cautivos, con cuya sangre habrá que
conservar la vida del astro que va haciendo vida.

Gracias a la obra de Tlacaelel se consolida el poder de los mexicas; le da sentido a las


“guerras floridas”, surgen cambios en el pensamiento, en el culto religioso y en la
organización de los comerciantes.

Programa de Arqueología Urbana (PAU)del Instituto Nacional de


Antropología e Historia (INAH)

calmécac. "En la hilera de casas". Templo escuela en el que se educaban los


tlamacazque. Su principal población era de jóvenes nobles. Estaba dedicado a
Quetzalcóatl./ Es posible que por calmécac pueda entenderse un linaje de gente
principal, opuesto al de la gente del calpulli común

telpochcalli. "La casa de los jóvenes". Templo escuela en el que se educaba a los
telpopochtin o "jóvenes". Su principal población era de jóvenes plebeyos. Estaba
dedicado a Tezcatlipoca.

telpochpan. "Lugar de los jóvenes". Sinónimo de telpochcalli. Se


daba este nombre tanto a templos para varones como a templos
para doncellas, aunque debiera esperarse que los de éstas se llamasen ichpochpan.

teopan. "Lugar de dios". Templo. Sahagún menciona a los estudiantes del calmécac
como pertenecientes al teopan, en oposición a los del telpochcalli, los del tecpan
Educación: → Para los aztecas la educación era universal y obligatoria, era un bien
muy valioso y buscaban que los niños, las niñas y los jóvenes asistieran, bien sea los
calmecác o centros de educación especializada, o a los telpochcalli, a los que acudía la
mayor parte del pueblo. Mujeres y varones asistían a ambas, pero lo hacían separados
unos de otras.

• El tepochcalli o “casa de jovenes” eran los centros de educación para la gran mayoría
del pueblo en el mundo prehispanico. Casi todos los “Capullis” o barrios tenían su
propio tepochcalli. Dichos centros de educación estaban consagrados al dios
Tezcatlipoca. estaba destinado a los hijos de las familias comunes y corrientes. Ahí se
enseñaba la historia, los mitos, la religión y los cantos ceremoniales de los aztecas. Los
varones recibían un intenso entrenamiento militar y aprendían cuestiones relacionadas
con la agricultura y los oficios. Las mujeres se educaban para formar una familia y en
las artes y los oficios que ayudarían al bienestar de su futuro hogar.

• El calmécac: según parece en la ciudad de méxico-tenochtitlan existian al menos seis,


era donde recibían educación los hijos de la nobleza, pero hay testimonios históricos
donde indican que en algunos casos podían asistir niños y jóvenes del pueblo, con el
propósito de formar a los nuevos dirigentes militares y religiosos. La preparación para
la guerra era completa y se ponía gran atención a la escritura de códices y a la
interpretación de los calendarios, por la importancia que esas dos actividades tenían en
la religión y la vida de la comunidad.

Comparados los telpochcallis con los cálmecacs, puede decirse que los primeros
poseían un carácter más técnico y elemental. Como se ha dicho, al menos en la ciudad
de méxico-tenochtitlan, todos los niños concurrían a uno de estos dos tipos de centros
educativos, ya que al nacer sus padres hacían promesa de enviarlos cuando tuvieran la
edad adecuada, que al parecer fluctuaba entre los seis y nueve años.
Almena procedente de las excavaciones en el calmécac. Centro Histórico de la Ciudad de México. Foto: Boris
de Swan / Raíces. Derecha: Reconstrucción del calmécac de Tenochtitlan. Ilustración: Ramiro Medina Ortiz /
Proyecto Templo Mayor.

Grupo del Calmecac de Calixtlahuaca

El grupo del calmecac es una serie de edificios agrupados alrededor de un patio en la


parte inferior del cerro, cerca del río Tejalpa. La palabra calmecac proviene de la
palabra náhuatl calli, casa, y mecatl, cuerda. El nombre es una referencia a un edificio
con largos y angostos corredores .

Figura 167. Grupo del Calmecac de Calixtlahuaca (foto de Fernando González y


González).
Según las crónicas españolas, los sacerdotes a cargo de la educación de los hijos de
los nobles vivían en el calmecac. Los calmecacs eran las escuelas de la elite, donde
Quetzalcoatl era un dios patrono. En el día de Ce Acatl, “uno caña” de su calendario, se
le ofrendaban al dios flores, caña de azúcar, bebidas, y alimentos. Durante la
exploración de los cuartos de estos edificios, se encontraron conchas de caracol
cortadas, símbolos de Quetzalcoatl.

Los jóvenes nobles comenzaban su educación en casa cuando y entre los 7 y 15


años entraban al calmécac. Desde el momento que cruzaban la puerta, se
hacía un ritual en el que se hería al niño para acostumbrarlo a soportar el dolor.
Su educación variaba de acuerdo a la edad, pero cuando eran adolescentes
iniciaba su entrenamiento militar, y cuando eran jóvenes adultos, se les llevaba a
la guerra.

Para los mexicas era muy importante que sus gobernantes fueran aptos para los
cargos que desempeñaban, tuvieran la capacidad de tomar buenas decisiones y
fuertes convicciones morales. En el calmécac los alumnos sufrían diversas
pruebas, sobre todo en la guerra, para demostrar su valor y su habilidad militar.
A los que fracasaban, se les marcaba y rechazaba socialmente.

Desde pequeños se les levantaba en la madrugada para recibir baños de agua


fría. Hacían penitencia y autosacrificio, usando espinas de maguey, ayunaban
frecuentemente y practicaban la abstinencia. Además usaban ropa ligera para
desarrollar el control de sus cuerpos contra el frío. Trabajaban duro durante el
día, y pasaban en vela muchas noches en rituales de purificación.

Si se quedaban dormidos o cometían una falta, se les castigaba de forma dura.


Todo esto servía para forjar un carácter fuerte y resistente, digno de un noble, y
para probar a los que no pudieran desempeñarse en su vida de adultos.

OPCIONAL ..Unión sociedad-arquitectura: → Las familias de nobles y plebeyos


pertenecían a clanes. Cada clan poseía una zona de tierra que estaba dividida entre familias según
sus individuales necesidades. Los plebeyos cultivaban sus propias tierras, mientras que las de los
nobles eran trabajadas por los siervos. Los nobles vivían en grandes casas de dos pisos
hechas de piedra o piezas de adobe. Se sabe que las casas tenían el tejado plano,
algunas con jardines encima, y se construían en torno a un patio. Había dormitorios,
salones, cocinas y una zona para los sirvientes. Las casas de los plebeyos o
macehuales eran mucho más sencillas y a menudo estaban construidas de cañas y
arcilla. Sin embargo, los ejemplos de arquitectura que sobresalen por su grandeza y
bellezas son las plazas y templos que los aztecas dedicaron a sus múltiples dioses, ya
que ellos eran politeístas. Las plazas y la estructura urbana de la ciudad fueron en
sumo complejas, acorde a las necesidades y circunstancias de la población azteca,
velozmente en aumento al paso de los años. Los templos y pirámides no poseen
innovaciones de rubro formal, ya que se basan en la vasta gama de tipologías
desarrolladas por las culturas anteriores. Lo que sí representa una innovación es el
nivel de organización alcanzado por la ciudad, que poseía zonas completamente
jerarquizadas de acuerdo a función y uso. Existieron zonas de viviendas, edificios para
mercados y tianguis [que los españoles describieron como experiencias que jamás
miraron antes en ningún otro viaje alrededor del mundo], escuelas, calzadas y avenidas
de comunicación y, desde luego, edificios de carácter sagrado. El símbolo de la ciudad
de Tenochtitlán es, sin lugar a dudas, el llamado Templo Mayor, donde el culto a los
dioses se traduce en monumentales espacios sagrados, a base de piedra y grandeza,
dedicados a infinidad de dioses. El poder militar, y el nivel de organización de la
sociedad azteca se tradujo en la estructura espacial y funcional de la ciudad, y llegó a
tal grado, que los españoles tuvieron que diseñar infinidad de tácticas y estrategias de
ataque, antes de vencer la inteligencia, organización y resistencia de los aztecas.

MATERIALES Y TÉCNICAS DE CONSTRUCCIÓN

Los aztecas eran diestros constructores y artesanos que usaron cinceles, piedras
duras, y navajas de obsidiana a modo de herramientas. Muchos de los materiales
usados eran los mismos que se usaron durante alrededor de dos mil años en el valle
central de México. Sin embargo, en las construcciones más recientes de Tenochtitlan,
los aztecas comenzaron a concentrarse en la solidez de sus edificios, debido al
subsuelo que paulatinamente se iba hundiendo. Como resultado, se usó ampliamente
el tezontle, una piedra volcánica fuerte y liviana. El tezontle era muy popular porque
resultaba fácil de tallar y su textura y color eran atractivos. Se usó en la construcción de
edificios monumentales, como relleno de muros, y para hacer techos. Los aztecas
atribuyeron la gran cantidad de piedra de tezontle a la destrucción del mundo, según la
Leyenda de los Soles, la cual explica que durante la era del tercer sol (tletonatiuh) hubo
una lluvia de fuego que destruyó el mundo, dejando el tezontle en la superficie. Otra
técnica popular que se empleó para evitar el hundimiento de la ciudad fue el uso de
plataformas como cimientos, o encajar pilotes de madera en la tierra, en apretada
formación. Esto quedó a la vista durante las excavaciones.

El metal (con la excepción del cobre) era desconocido para los aztecas. Se usaron
cuerdas, cuñas, u otros medios para cortar la piedra, en tanto que la arena y el agua se
utilizaban comúnmente como abrasivos. La mayoría de los materiales de construcción
usados por los aztecas eran de la región o los adquirían por medio del comercio. En
Tenochtitlan, los manjares de las ciénagas tales como las ranas, los peces, y las algas,
se trocaban por materiales de construcción como las rocas y el relleno. Las rocas y los
rellenos se usaban para ampliar y estabilizar las pantanosas chinampas (parcelas de
tierra que se usaban para la agricultura) [Figura 75]. El escombro, el mortero, el adobe,
y la cal para hacer estuco también se usaban en forma habitual. La piedra suelta y el
escombro se importaban de las regiones costeras. Fuera de Tenochtitlan, las gentes
usaban madera de los bosques deshabitados. El pino y el roble se usaban
comúnmente para hacer vigas de soporte y jambas de puertas.

Education and Music Education Among the Indigenous before the Spanish
Conquest

The most important Aztec schools were called Calmecac, a Nahuatl name meaning
"line of houses." The Calmecacs were schools for privileged children. In the Calmecacs,
upper class children learned what the Aztecs knew about religion, the arts, and science.
The children of commoners, or plebeian, as they were called in what is now Mexico
City, were occasionally admitted. The Calmecacs stressed religious education.
However, not all Calmecac students wanted to become priests. Many of them were
preparing to assume high-level positions in the army, public administration, and legal
system that could be held only by Calmecac alumni.

Music was one of the subjects taught at the Calmecacs. One ofthe first and most
important chroniclers of the Spanish conquest, Fray Bernardino de Sahagun, listed the
rules for the Calmecacs, rules to be observed by the schools' teachers, or ministers,
who were called Tlamacazque. One rule was an obligation for the Tlamacazque to
teach students all verses of the "divine songs" that were to be sung during religious
services." In the Calmecacs, students learned the "divine songs" through the use of a
codex." The Tlamacazque were also responsible for teaching proper behavior and for
providing academic training to students. 13 Other music specialists at the Calmecacs
included the Tlapizcatzin and the Orne Tochtzin. The Tlapizcatzin were priests
responsible for preparing singers and dancers for religious services, and the Orne
Tochtzin were leaders of musical performances." According to Guzman Bravo, some
students were placed in charge of putting together choreography and musical pieces for
holy celebrations. There were also instrumentalists who knew the symbolic meanings of
the dance steps. These individuals were instructed in the interpretation of the
ideographs, and they were adept at preserving the songs' verses and rhythms.
In addition to schools for the wealthy, there was a public school in each neighborhood
for the common Aztecs known as Tepochcalli, "the house ofthe youth.?" Plebeian
children attending these schools learned neither reading nor writing; instead, they
studied basic subjects and divided task subjects. For boys, divided task subjects often
included courses that taught them skills needed to become warriors or tradesmen. Boys
also learned agriculture and crafts. The divided subjects for girls included household
duties such as cooking and sewing. Girls were also taught to be responsible mothers
and household caretakers. I

In Mexico City and surrounding cities such as Texcoco and Tacuba, buildings within the
temple complex were devoted to the teaching of music and dance. These schools were
called Cuicacalli, "the house of songs.''"
Cuicacallis were located adjacent to the temples in every city. In these schools,
students also learned to sing, dance, and play instruments. Dancing was an art
integrated with music and physical exercise. These skills were so important for the
Aztecs that failure in them was considered a crime."

General teachers at the Calmecacs and Tepochcallis taught music by rote. However, it
appears that the Aztecs did have a system of verse metric notation. According to
Sahagun, the Aztecs wrote song verses in their books by signs. Therefore, Cuicacalli
students who could read hieroglyphics learned to write song verses in their books with
signs. The capacity to read these texts increased the students' repertoires. Students
were taught composition also. First they wrote poems based on historical, religious, or
military subjects, and then they set them to music. Finally, instrumental
accompaniments and choreographies were added.

The boys learned the main beliefs of their religion, strengthened their will through rigid
discipline, and were intensively trained as warriors. We can say that the prevalent traits
of indigenous education were the formation of a disciplined character and a religious
personality.

Nuestro interés por determinar la relación causal entre programa arquitectónico e


ideología, entre arquitectura y necesidades. Indagar para la reconstrucción
hipotética del significado; es decir, que dada la obra, en tanto objeto de estudio,
cabe preguntarnos ¿cuál fue la ideología que la concibió?

MÉXICO. VESTIGIOS PREHISPÁNICOS


En la calle de Donceles núm. 97 o bien desde la calle de Guatemala núm. 18, el público
puede ingresar a un edificio moderno y bajar a través de unas escaleras y es como si
se retrocediera alrededor de 500 años al pasado, hasta llegar a un imponente museo
de sitio subterráneo. La convivencia armónica entre los vestigios del pasado y el
presente se logró gracias a la intervención del PAU entre 2007-2008, cuando se
llevaron a cabo excavaciones arqueológicas en el predio debido a la construcción de un
nuevo edificio diseñado para contar con galería, auditorio, teatro, cine, oficinas,
elevadores, aulas para seminarios y talleres, al servicio del Centro Cultural de España
en México (Barrera et al., 2008). El museo de sitio está conformado por una sala
museográfica que en su parte central exhibe vestigios arquitectónicos mexicas
correspondientes a dos etapas constructivas de aposentos con escalinatas, a los que
se accedía desde el sur a través de una plaza abierta.

Al iniciar el recorrido, los visitantes apreciarán un fragmento de la plaza: un piso de


lajas de basalto que sirve de desplante de una banqueta y arranque de una escalinata
contemporánea de la etapa VII (1502-1519) del Templo Mayor, época en la que
gobernaba Moctecuhzoma Xocoyotzin. En el núcleo de la banqueta de esta misma
etapa aún es posible observar un drenaje en sentido este-oeste que fue cubierto con
losas grabadas con representaciones relacionadas con el desmembramiento humano
(Barrera y López, 2008, pp. 18-25).

La penúltima etapa constructiva del edificio, la que mejor se conserva, incluye restos de
un aposento con piso de estuco y el desplante de pilastras que servían para soportar el
techo. En el interior se ve una banqueta adosada a un muro elaborado con piedras de
tezontle y lodo, correspondientes a la etapa VI (1486-1502 d.C.), época del mandato de
Ahuítzotl. Con base en las evidencias arqueológicas, es probable que este edificio haya
formado parte del Calmécac (“hilera de casas”), colegio en el que eran educados los
hijos de los nobles para ejercer el oficio de sacerdotes y se preparaba a los futuros
gobernantes de Tenochtitlan.

Organizada en ejes temáticos, la museografía está integrada por 87 piezas


arqueológicas que fueron colectadas durante las excavaciones y distribuidas
cronológicamente en vitrinas en las que se da cuenta de los procesos culturales que a
lo largo de casi siete siglos han ocurrido en este espacio del Centro de la Ciudad de
México. En los extremos frontales del interior del museo, como si lo custodiaran, se
exhiben dos de las siete almenas de arcilla en forma de caracol cortado que fueron
localizadas durante las excavaciones. Hay otros objetos mexicas colocados en vitrinas
laterales del espacio museográfico: esculturas en piedra, vasijas, cuchillos de pedernal,
objeto de concha que representa un quincunce, fragmentos de puntas de proyectil, una
mandíbula humana finamente esgrafiada con la representación de una xiuhcóatl
(serpiente de fuego), un rostro humano que representa a Mixcóatl (“serpiente de
nube”), una coa y un pilote de madera. Destaca asimismo el emblemático rostro pétreo
de Ehécatl, dios del viento, con franjas negras y amarillas en el rostro y la boca pintada
de rojo; lleva como adornos una cuerda en la frente y orejeras epcololli (concha torcida)
en forma de caracol cortado, símbolo asociado con la fertilidad. De la época colonial
puede verse cerámica mayólica, vidriada, porcelana europea y fragmentos de
imágenes religiosas.

****Cada Telpochcali o templo escuela, tenía sus propias caracterísitcas


arquitectónicas y la más importante es que las almenas mostraban a qué dios
estaba dedicado.

https://www.youtube.com/watch?v=b1rkPuDuX4A

históricos

Before the Spanish conquest, priests controlled education, which was based on a rigid
religious system throughout the Aztec world." Calmecac, Tepochcalli,
After the European conquest, the Franciscan missioners organized popular
schools, following the Aztec model, but changed the curriculum. At the popular
Tepochcalli they taught catechism. Instead of Calmecacs, they founded, in 1536, "Santa
Cruz Tlaltelolco" school, in the suburbs of the capital, which was for children of the
indigenous elite. In that school, the Franciscans brought together the sons of the Indian
nobility and taught them Christian doctrine, Latin, and classic humanities. Many
students spoke fluently three languages, Nahuatl, Spanish, and Latin. They became the
first "mestizo" intellectuals who began to bridge the cultural worlds of Europe and
America

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