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Su nombre ya
no ocupa un lugar en la memoria colectiva
española,
no así Hispanoamérica donde todavía se le recuerda. Desterrado de su
en
Vila no dejaba de enorgullecerse por estos inciden¬ res de la época, sin los cuales su éxito no hubiera
tes, ni por la fama de escritor maldito que lo perse¬ sido posible? Como mínimo, Vargas Vila merecería
guía. Hierático, se mostraba ante el publico, como un sitio aparte en la historia de la lectura en
un dios vengador, procurando despertar ira su y, Colombia e Hispanoamérica.
muy en el fondo, queriendo «fanatizarlo»; al ser
muy consciente de su éxito en términos económi¬ Obviamente, a la popularidad del feroz pan-
cos: 60.000 pesetas al año por concepto de regalías, fletario contribuyó la piratería que lo dio a conocer
40 Consuelo Triviño Anzola
en el continente americano. Esa clandestinidad ali¬ un gran amigo de Martí, con quien coincidió en
mentó la leyenda de su malditismo y convirtió en Nueva York. ¿Es esta la razón de que el régimen
pecaminoso el acto de lectura, que era a la vez de tenga cautiva su memoria, pese al interés de críti¬
iniciación sexual y de recóndita protesta. Allende cos, investigadores y editores por acceder a ella?
los mares viajaban las ediciones francesas de
Bouret5 y las españolas de Maucci y Sopeña. Esta Los manuscritos de
Vargas Vila reposaban en
última emprendió la edición de sus Obras 1986 en un inmenso baúl
el Archivo del Consejo
en
embargo, poco decían esas páginas (tituladas por su liada, ante quien fui recomendada, y que, al alojar¬
autor Tagebüch) sobre sus circunstancias personales me en su casa unos días, me permitió conocer la
y sobre la época que le correspondió vivir. Era el vida familiar de sus vecinos habaneros.
diario de un solitario que no dejó de mirarse en el
espejo de su «egotismo» o que tal vez se ocultó tras Guardo una inmensa gratitud hacia el colec¬
la monotonía de unas palabras gastadas: Soledad, tivo de bibliotecarios con los que he tropezado a lo
Libertad, Verdad...)6. Sobre mi interés por Vargas largo de mi vida. Cuba no puede ser la excepción.
Vila fuiinterrogada por García Márquez, en el tono Allí meacogieron, con maternal actitud, bibliote-
despectivo que han padecido quienes se ponen en carias de mente abierta y amplitud de miras. Ellas
su punto de mira, sean éstos biógrafos o críticos de me concertaron una cita con don Enrique, que
su obra, y especialmente, si no tienen relación con había visto a Vargas Vila en 1923 y quien me contó
el poder que tanto ama. Fue en el segundo viaje que la historia de Cuba en tres horas. A la tertulia se
realicé a la isla, en diciembre de 1987, cuando en unió la periodista Nidia Saravia. Ella sabía
exacta¬
previas conversaciones telefónicas hablé con él de mente dóndeencontraba el diario y buscó la
se
mi pretensión de estudiar aquellos escritos y prepa¬ forma de hacerme llegar hasta él. A Nidia debo
rar una edición del diario, para una editorial cuba¬ también mi encuentro Georgina Palacio y
con
na, incluso, si ellos así lo preferían. Mi respuesta fue Jorge, sobrino, claves para la edición que realicé.
su
clara: deseaba seguir con la investigación sobre este Mis protectoras vigilantes y mi ángel guardián,
autor, tema de mi tesis doctoral. Pero acercarse a decidieron que lo mejor era escribirle una carta al
Cuba con afán investigador puede ser sospechoso y comandante y hacérsela llegar a través del
ponerte en el punto de mira del «comité de vigilan¬ Secretario del Consejo de Estado. Don Enrique y yo
cia de la revolución», una institución muy suspicaz. nos acercamos en un taxi hasta el Palacio de la
Revolución y dejamos la carta en el registro. El pri¬
En 1986, al terminar mi tesis doctoral en la mero de enero de 1987 recibí respuesta del señor
mación de su existencia (que acababa de anunciar Habana me enseñó que por encima de los sistemas
Fidel Castro, en una entrevista concedida para la están las personas.
televisión colombiana). Hasta entonces nadie había
tenido noticia de esos documentos sobre cuyo des¬ Hasta esa etapa de mi viaje (diciembre, 1986-
tino se había especulado hasta la fatiga. enero, 1987) no existía García Márquez en mi hori¬
zonte, pese a que los amigos me aconsejaron bus¬
carlo. Tras un intenso mes en La Habana, regresé a
Ayudantes del camino España con «mi tesoro»: unas notas tomadas del
diario y un par de fotocopias que daban prueba de
Al llegar a la isla, me acerqué a la Biblioteca «mi proeza» (entregadas en secreto por una biblio-
Nacional José Martí, donde creí encontrar las res¬ tecaria). Estas notas fueron publicadas como primi-
42 Consuelo Triviño Anzola
cia en la revista Margen de Madrid7. La Presidenta que asistían, éstos se acariciaban la barba y me
de la Comisión que me becó, y que había hecho ges¬ escrutaban desde el microscopio. Supe que un
tiones paraavalar mi presencia en la isla, me comu¬ «selecto» grupo de colombianos se reuniría más
nicó a
«triunfal» que el Ministerio de
mi regreso tarde con el comandante. Yo estaba segura de que
Cultura de Cuba no tenía ninguna relación con los jamás se me incluiría entre los elegidos y bajé
inéditos de Vargas Vila y aconsejaba ponerse en corriendo las escaleras del Palacio con ira vargasvi-
contacto con el escritor colombiano, para lo rela¬ lesea.
cionado con dicha documentación. Con la prueba
de la existencia de los manuscritos tenía asegurada Pese a los desplantes del Nobel, lo llamé a su
una segunda beca al día siguiente para saber si
que me permitiría regresar a La casa
había una respues¬
Habana al año siguiente. No dudé en trabajar en ta mi pretensión de ver el diario y traba¬
respecto a
esa dirección. jar en unaedición del mismo. En un tono bastante
teatral para mi gusto, se «lamentaba del retroceso»
en las gestiones: la ocasión de hablar con Fidel «se
me llevó hasta el
lugar donde se celebraba el festi¬ que guardaba Jorge Gómez de Mello, el sobrino de
val de cine8. Con decisión, ella lo agarró del brazo
y Georgina Palacio10. Amigos y amigas me seguían en
le dijo que yo estaba desde hacía dos semanas espe¬ quijotesca
esta
bordeaba los límites de
aventura que
rando hablar con él. Tuve la sensación de lo permitido. ¿Entrevistar a Mercedes Guigou?
que el
tema le resultaba molesto.
¿Jugaba en contra mía el Claro que sí, dijo Nidia. Y fuimos a verla a la resi¬
hecho de ser colombiana? ¿Era sospechosa mi tena¬ dencia de ancianos donde me habló de los últimos
cidad? Imposible saber a qué atenerse con alguien días de Vargas Vila. ¿Y las grabaciones...?, pregunté
que hace profesión de «mamagallismo», un deporte cuando vi que Nidia las guardaba. No, estas se que¬
colombiano bastante peculiar que consiste en enga¬ dan aquí. ¿Pero qué tienen de malo? Georgina dice
ñar hábilmente al otro, con un
pretendido humor que durante la revolución los papeles de Vargas Vila
surrealista, es decir, escabullándose, saliéndose por estuvieron en un sótano inundado y no conviene...
la tangente. ¿Y qué hay de malo en eso?... yo te dejo una copia.
Chica, tú sabes, el imperialismo... ¿Acaso no hay
En la ceremonia de cierre del festival de cine libertad de prensa en Cuba? Bueno, quédate con la
en el Palacio de la Revolución, García
Márquez9 cinta, pero tú sabes, el imperialismo...
me enseñaba la espalda, cada vez que me veía
cerca. Lo cierto es que estuve a cincuenta centíme¬ He de agradecer a vigías tan entrañables el
tros de Fidel Castro, con la tentación de dirigirme a contacto con Jorge Gómez de Mello, cuya sensata
él, pero no pude. Mientras les hablaba de mi pro¬ actitud fue reconfortante: él no sabía por qué me
yecto de investigación a algunos escritores cubanos ponían tantos obstáculos, pero iba a dejarme leer el
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La memoria de Vargas Vila cautiva en Cuba
diario. Con la emoción del que se cree cerca de los Al parecer, éste fue encarcelado, acusado de rete¬
papeles de Aspern, compré varias cintas y me fui a ner los manuscritos de «un autor amigo de Martí».
leer en voz alta las páginas del diario que consideré Podría pensarse que Cuba es el mejor lugar
de mayor interés. El resultado de esas grabaciones para preservar la memoria de Vargas Vila, acaso por
es el Diario secreto, que se publicó en Colombia y su fervoroso antiimperialismo. Pero recordemos que
que prologó Rafael Conte, en cierta forma cómpli- el célebre autor de Ante los bárbaros también era un
ce de esa aventura. Esta fue la solución ante la apasionado defensor del concepto romántico de la
imposibilidad de obtener fotocopias o microfilms en Libertad, que escribía con mayúscula. Él no hubie¬
el Archivo. Los detalles de mis dos viajes, como es ra admitido ningún atropello a las libertades indivi¬
lógico, los compartí con algunos amigos. El editor duales. ¿Qué representa Vargas Vila para el régimen
en Colombia sabe que no quise darle un carácter cubano y para el propio García Márquez? ¿Es Vargas
sensacionalista a la publicación, mencionando el Vila rehén de la codicia de sus admiradores o feti¬
incidente con García Márquez. Vargas Vila no lo che de los que se llaman a sí mismos revoluciona¬
necesitaba. rios? ¿Tiene algo que ver con el presente y el futuro
de las relaciones entre Colombia y Cuba? ¿Es sólo
Lo que más me satisface de este libro es que una disculpa para practicar el mamagallismo a esca¬
viera la luz, pese a los obstáculos del Nobel y a lo la internacional? Veinte años después de la famosa
que por entonces consideré su falta de respeto hacia entrevista concedida por Fidel Castro a la televisión
mí como persona y como profesional. Es verdad colombiana, justo es preguntarse por la propiedad
que, finalmente, me dejó el mensaje de que había de esos documentos, ya que en Colombia los dere¬
conseguido permiso para que yo pudiera entrar al chos de autor pertenecían a la familia" que en oca¬
archivo a consultar los documentos. ¿Para qué, dije siones ha percibido regalías por concepto de los
yo, si esto ya lo conseguí en mi primer viaje, gracias libros publicados.
a don Enrique de la Osa y a mis amigas biblioteca-
rias? Pero las hermanas Giráldez, que así se apellida¬ Pensando en mi «odisea habanera» no he
ban, me insistían: -Consuelo, las naves,
no quemes podido evitar establecer cierta semejanza con los
como Cortés, tienes que ir al archivo,
nada pierdes. miles de ciudadanos anónimos que, en la antigua
¿Para qué iba a ir, si ya tenía las llaves de otro cofre? Unión Soviética, copiaban a mano o a máquina los
Ir al archivo ya no era tan emocionante para mí. En escritos prohibidos, como cuenta Vitali
resumen, Nidia me había presentado a Mercedes, a Shentalinski en un apasionante relato que publicó
Georgina y a Jorge, poco antes de que éste entrega¬ en España la editorial Anaya &. Mario Muchnik
que tiene las llaves de acceso. Se decía en Colombia público que lo lee, pero no deja de registrar las visi¬
que el historiador Aníbal Noguera, amigo del tas que recibe, como un acontecimiento del día, o
Nobel, iba a encargarse de consultar los documen¬ del mes. El diario evidencia lo contrario de lo que
tos y de editarlos. Supe, por el editor colombiano, nos dice. Cuando se detiene en una librería a obser¬
que cuando éste tuvo en sus manos mi libro, se var las reacciones que
despierta la mención de su
llevó una gran sorpresa. ¿Cómo era posible? A los nombre en una
busca libros, en realidad
mujer que
pocos años falleció. No a causa de mi edición del nos muestra la fragilidad de su exaltado
ego. Es
diario, lógicamente. Tampoco por la lectura de los obvio que hace gala de su imagen de escritor maldi¬
manuscritos, para nada perniciosa, como se ve en to, pero cuando habla de sí mismo en ese sentido,
los fragmentos que ilustran esta crónica. manifiesta su desprecio por las masas que lo «acla¬
man».
son
manos
todas las
hacia usted, haciéndole un homenaje;
de los jardines de mi vida inte¬
rosas
HEMOS VENIDO
la
Exposición AQUÍ Miconhijoel objeto dehos¬
Universal. ver y yo nos
lectual, atados con el haz de rayos de mis victorias pedamos Nueva York, en casa de nuestra
como en
noble amiga, la señora Hamilton. Ella ha traslada¬
efímeras, porque yo también tuve victorias. Sólo
do a París su pensión de Nueva York [...]
una cosa anuncia la declinación del genio, y es la
MONÓLOGO
UNdiálogo en mi Soleserá
conmigo mismo, dad, o mejor,
diario. un
eso El este
blos y a los
Alemania;
hombres traicionados; mi hijo viaja
se me reunirá pronto.
por
CONGRESO
de UNIVERSAL
Librepensadores. Dipu¬
no tenía otro ejercicio que
el de mis ensueños, y ellos
tado por los centros de España y me han seguido dichosos
UY MALO DE SALUD.
Parto
UNA GRAN agitaciónla
Ramblas;
en las
Málaga buscando un clima más suave;
a
partida de los reclutas y su embarque para
este jirón de Africa me seduce; su barbarie violenta
Marruecos da lugar a protestas airadas. Las mujeres
gusta a mi corazón; es una embriaguez de sangre y se
distinguen por esa exaltación; aparecen terri¬
de perfumes; asesinos y flores por todas
partes; bles...Esas madres tienen el aspecto de lobas
que
todos los días se mata un hombre y florecen nuevos
defienden sus cachorros; esas Ménades irritadas tie¬
rosales. «Mata al rey y vete a Málaga», dice el nen razón...
refrán. Los tribunales hechos aquí como el de la
son
Penitencia: paraabsolver. Como en toda España, no ¿No habiendo servicio obligatorio para todos,
se conocen más delitos
que los de imprenta; los porqué sus pobres hijos deben ir a morir más allá del
demás son falsos. Esta cabila es encantadora. He
mar, mientras los de las otras quedan aquí, impasi-
47
La memoria de Vargas Vila cautiva en Cuba
Junio, 1913
Porque ellos no han tenido con qué rescatar
su sangre; la insultante injusticia subleva los ánimos
y la oscura conciencia popular principia a hacerse
amenazante...
RELEO ESTASellasNOTASlibrosobre mi mívidasólo,
ra hacer de un y quilibro
para sie¬
La guardia civil principia a patrullar las calles. ajeno a toda impresión y a toda publicación; es
decir, a toda profanación. Escribo una especie de
Barcelona, 1909 prefacio a este respecto. Llega de París Pretéritas,
publicada por Bouret. Este libro contiene toda mi
política desde 1887 hasta 1900; guerra, polémica y
todo prevargasviliano.
la CORAZÓNrígidafilial, persihaceste enmásmí
AUSENTE ELSilencio,
cura de tan que ya
Agosto, 1914
de un mes dirijo la palabra a nadie...Gozo en
que no
hacer yo solo ejercicios de lenguaje, para probarme
a mí mismo que no he olvidado hablar. ¿Qué haré
2 de enero, 1917
LLEGA
¡Qué bellas hijas!Antonio
MI HERMANO Elvira con su fami
Isabel.
son sus Yo lia. e no
las había visto. No las conocía, hago esfuerzos
me
cidio.
Hago un esfuerzo inaudito por trabajar.
Adelante... Agosto, 1920
Adelante...
Adelante....?
1 de mayo, 1918
jpOMPEYO GENER ha muerto...
Era mi único amigo entre los catalanes, el
único a
quien sentí y el único que me fue amado. Su
OTROS HOMBRES conservan de la infancia
recuerdo más amable... la mía fue
un tan silueta dartañanesca de mosquetero elegante y
inconmensurablemente triste que no recuerdo con señorial, no se veía ya recorrer las Ramblas, en el
placer sino los grandes y bellos ojos de mi madre, bullicio barcelonés que tanto amaba, pero ella que¬
velando sobre ella. Lo demás es
intemperie y el dará presa en el corazón y en la mente de los que
vigor de una mañana sonriendo, aurora de ese día conocieron ese encantador jirón de tierras medite¬
de angustia fue mi Vida y de la cual entro en el cre¬ rráneas; ella quedará grabada como un medallón en
púsculo y doy mis mismos pasos sobre una tumba el escudo armonioso de la ciudad condal...como
insigne hunde bajo mis pies. La vida injusta
que se una partícula en su alma caballeresca y su genio
y terrible sin embargo, miserable que me ha toca¬
y, inmortal.
do vivir... tan llena de faustos engañosos y de visi¬
bles dolores...Otros escritores de mi época aparecen 16 de noviembre, 1920
como unos desgraciados porque pudieron mostrar
al mundo sus llagas. Yo no puedo mostrar el Dolor
de qué morir.
SIlibro
ALGUIEN
sobre PUEDE
poder dey, laaún,
el debería escribir
leyenda, [...] un soy yo
Por eso cuando hablo de mis tristezas en
pre¬
sencia de escritores [...]Una mujer, al parecer joven, flirteaba
jóvenes, estos miran con auda¬
cia el nudo de mi corbata donde entrelos libros. El librero la miraba indiferente
hay un camafeo, y un
y
el anular de mi mano derecha donde poco burlón, escamado, sin duda, de verla buscar
ven una ser¬
mucho y comprar poco; ella preguntaba... Buscaba
piente de platino que muestra su cabeza hecha de
brillantes que centellean a la luz. Y, me creen feliz. novelas. El librero, tal vez por congraciarse conmi¬
go, tal vez, por serle desagradable a ella, le dijo:
Agosto, 1918
«¿No le gustan a usted las novelas de Vargas
Vila?»
1 de octubre, 1918
Enero, 1922
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La memoria de Vargas Vila cautiva en Cuba
1
GENER, POMPEYO, "Figuras contemporáneas",
ALGUIEN ME TRAElo un libro de Eugenioa
D'Ors para que conozca; ensayo
Cervantes, Madrid, año I, ns 2, 1916.
2
MACHADO, MANUEL A., "Vargas Vila bajo relieve",
leerlo...me falta abnegación para concluirlo; nunca
incluido en la edición de La demencia de Job (novela de
la trivialidad, unida a la pedantería, había provoca-
Vargas Vila), Madrid, Librería de Antonio Rubiños, 1916.
do algo semejante: es conmovedor el esfuerzo que 1
Una de las actividades de las tabacaleras era la lectura
Eugenio D'Ors hace para pensar sin lograrlo; y sería que se realizaba para todos los trabajadores, mientras
más conmovedor si no fuera tan grotesco, el esfuer¬ éstos llevaban cabo su tarea. Este ejercicio influyó sin
a
zo que algunos españoles hacen para hallar un pen¬ duda en el desarrollo de la consciencia política en este
sador en Eugenio D'Ors. colectivo, que fue decisivo para la independencia de
Cuba.
UGARTE, MANUEL, "José María Vargas Vila", La dra¬
I
23 de abril, 1923
mática intimidad de una generación, Madrid, Prensa espa¬
ñola, 1951.
A esta editorial declaró haberle entregado la primera
5