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TEMA 19.

LOS PROYECTOS DE OBRAS. - ANTEPROYECTOS Y ESTUDIOS PREVIOS. -


ESTRUCTURA DEL PROYECTO. - FORMALIZACIÓN. -APROBACIÓN.
1) LOS PROYECTOS DE OBRAS
El Diccionario de la Real Academia define un proyecto como el conjunto de escritos, cálculos y dibujos,
que se hacen para dar idea de cómo ha de ser y lo que ha de costar una obra de arquitectura ó
ingeniería.

Esta definición de proyecto, encaja perfectamente dentro de lo que podría denominarse Proyectos de
Ingeniería (Obra Civil y Edificación). Su finalidad es, efectivamente, servir de base para la ejecución de
una determinada obra.

Pero el ingeniero proyectista (o ingeniero consultor) realiza, en su ejercicio profesional, otros tipos de
trabajos que pueden tener cierta similitud con dichos proyectos, pero que no tienen como finalidad
inmediata la ejecución de una obra. Estos son los denominados Proyectos de Urbanismo, cuyo fin es
establecer una ordenación de un territorio, o fijar las líneas maestras de una futura actuación. También
efectúa, usualmente, otro tipo de trabajos, relacionados más o menos directamente con los Proyectos
de Ingeniería (trabajos topográficos, mediciones, cálculos, ensayos) y que pueden agruparse dentro de
la denominación genérica de Trabajos Especiales.

En España los proyectos de obras están regulados por:

 Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público (LCSP), por la que se
transponen al ordenamiento jurídico español las Directivas del Parlamento Europeo y del
Consejo 2014/23/UE y 2014/24/UE, de 26 de febrero de 2014.
 Real Decreto 1098/2001, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento general de la
Ley de Contratos de las Administraciones Públicas (RGLCAP).

Según el art. 232.2 LCSP, las obras se clasificarán según su según su objeto y naturaleza, en los grupos
siguientes:

a. Obras de primer establecimiento, reforma, restauración, rehabilitación o gran reparación.


b. Obras de reparación simple.
c. Obras de conservación y mantenimiento.
d. Obras de demolición. Las que tengan por objeto el derribo o la destrucción de un bien
inmueble.

Son obras de primer establecimiento las que dan lugar a la creación de un bien inmueble.

El concepto general de reforma abarca el conjunto de obras de ampliación, mejora, modernización,


adaptación, adecuación o refuerzo de un bien inmueble ya existente.

Se consideran como obras de reparación las necesarias para enmendar un menoscabo producido en un
bien inmueble por causas fortuitas o accidentales. Cuando afecten fundamentalmente a la estructura
resistente tendrán la calificación de gran reparación y, en caso contrario, de reparación simple.

Si el menoscabo se produce en el tiempo por el natural uso del bien, las obras necesarias para su
enmienda tendrán el carácter de conservación. Las obras de mantenimiento tendrán el mismo carácter
que las de conservación.

Son obras de restauración aquellas que tienen por objeto reparar una construcción conservando su
estética, respetando su valor histórico y manteniendo su funcionalidad.

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Son obras de rehabilitación aquellas que tienen por objeto reparar una construcción conservando su
estética, respetando su valor histórico y dotándola de una nueva funcionalidad que sea compatible con
los elementos y valores originales del inmueble.

Son obras de demolición las que tengan por objeto el derribo o la destrucción de un bien inmueble.

A diferencia de los Proyectos de Urbanismo y de los Trabajos Especiales, los Proyectos de Ingeniería
tienen como fin directo la construcción de una determinada obra. Sin embargo, a veces le interesa a la
Propiedad establecer una serie de etapas, o de fases, en la redacción de un proyecto. Según la etapa de
que se trate, los proyectos de ingeniería recibirán las denominaciones de Estudios de Viabilidad,
Anteproyectos ó Proyectos propiamente dichos.

2) ANTEPROYECTOS Y ESTUDIOS PREVIOS


La definición de anteproyectos y estudios previos podemos localizarlas en la Ley 37/2015. De 29 de
septiembre, de Carreteras, en su artículo 11:

 Estudios previos, que consisten en la recopilación y análisis de los datos necesarios para definir
en líneas generales las diferentes soluciones de un determinado problema, valorando todos sus
efectos.
 Estudios informativos, en los que se definen y comparan, en líneas generales, diferentes
alternativas de trazado, de conexión y de explotación de la actuación objeto de estudio, a
efectos de que pueda servir de base al expediente de información pública y, en su caso, al
trámite de evaluación de impacto ambiental, con objeto de poder seleccionar la más adecuada
 Anteproyectos, que consisten en el estudio a escala adecuada para definir o comparar con la
precisión suficiente la mejor o mejores soluciones para satisfacer una determinada necesidad,
de forma que pueda concretarse la solución óptima.

a) Estudios de Viabilidad
Es evidente que, en caso de proyectos muy complejos o poco usuales, interesa a la Propiedad la
realización de un conjunto de estudios, previos a la redacción del proyecto, tendentes a la
determinación de la viabilidad de aquello que pretende construirse. Surgen así los Estudios de
Viabilidad, cuyo objeto es la determinación, a grandes rasgos, de la rentabilidad de la inversión, tanto
económica como social, así como la programación de los recursos en el tiempo, para las diferentes
alternativas consideradas.

Muchos proyectos no precisan de estudios de viabilidad, bien sea porque su trascendencia no lo exige o
porque ésta se supone a la vista de actuaciones anteriores.

El estudio previo constará de memoria con sus anexos, y planos, que comprenderán:

 La exposición del objeto del estudio y del problema a resolver.


 La recopilación y análisis de los datos necesarios, tales como estudios de planeamiento,
medioambientales, de tráfico, seguridad vial y de terrenos.
 La definición, en líneas generales, de las diferentes opciones para resolver el problema
planteado.
 La valoración y comparación de dichas opciones, con inclusión en cada caso, y con la
aproximación adecuada, de las expropiaciones y modificaciones de servidumbres y servicios
afectados, así como del planeamiento urbanístico en vigor.
 La posibilidad de limitación de accesos y eliminación de cruces a nivel, y sus consecuencias.
 La selección de alternativas más convenientes entre las opciones estudiadas.

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Una síntesis del estudio previo constituirá la memoria-resumen a los efectos del procedimiento de
evaluación de impacto ambiental, cuando éste sea exigible.

b) Anteproyectos
La finalidad del Anteproyecto es presentar un conjunto de soluciones al problema planteado, y
clasificarlas de acuerdo con el grado de cumplimiento de los objetivos previamente fijados, con el fin de
facilitar a la Propiedad la elección de la solución definitiva.

Un Anteproyecto deberá contener una síntesis de la información recogida así como los estudios previos
necesarios para poder definir con cierta aproximación las diversas soluciones. Junto con la definición de
las alternativas será preciso adjuntar los estudios pertinentes (funcionales, económicos, constructivos,
ambientales) que permitan establecer una comparación entre ellas y, por consiguiente, seleccionar la
óptima o presentar el conjunto de aquéllas que mejor cumplen con los objetivos prefijados.

En ocasiones, y en el caso de proyectos relativamente simples y usuales no suele la Propiedad exigir la


elaboración de un Anteproyecto, como documento independiente. Sin embargo, no cabe duda que las
actividades propias del Anteproyecto, aquí descritas, (recogida de información, estudios previos, tanteo
y discusión de soluciones), serán inexcusables, previamente a la elaboración del Proyecto propiamente
dicho.

Según el art. 121 RGLCAP, cuando en una obra concurran especiales circunstancias determinadas por su
magnitud, complejidad o largo plazo de ejecución podrá acordarse por el órgano de contratación la
redacción de un estudio informativo o un anteproyecto de la misma, con el alcance y contenido que se
establezcan en el propio acuerdo.

Los anteproyectos constarán, al menos, de los documentos siguientes:

a) Una memoria en la que se expondrán las necesidades a satisfacer, los factores sociales,
técnicos, económicos y administrativos que se tienen en cuenta para plantear el problema a
resolver y la justificación de la solución que se propone desde los puntos de vista técnico y
económico, así como los datos y cálculos básicos correspondientes. También se justificarán los
precios descompuestos adoptados.
Figurará en dicha memoria la manifestación expresa y justificada de que el anteproyecto
comprende una obra completa.
b) Los planos de situación generales y de conjunto necesarios para la definición de la obra en sus
aspectos esenciales y para basar en los mismos las mediciones suficientes para la confección
del presupuesto.
c) Un presupuesto formado por un estado de mediciones de elementos compuestos,
especificando claramente el contenido de cada uno de ellos; un cuadro de los precios
adoptados para los diferentes elementos compuestos y el correspondiente resumen o
presupuesto general que comprenda todos los gastos, incluso de expropiaciones a realizar por
la Administración.
d) Un estudio relativo a la posible descomposición del anteproyecto en proyectos parciales, con
señalamiento de las fracciones del presupuesto que corresponderán a cada uno y de las etapas
y plazos previstos para la elaboración, contratación y ejecución de los mismos.
e) Cuando la obra haya de ser objeto de explotación retribuida se acompañarán los estudios
económicos y administrativos sobre régimen de utilización y tarifas que hayan de aplicarse.

Los anteproyectos y los estudios informativos deberán ser aprobados por el órgano de contratación.

Al aprobarse un anteproyecto o un estudio informativo quedará autorizada la redacción del proyecto o


proyectos que en el mismo se indiquen que deberán ser objeto de contratación y ejecución
independientes.

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3) ESTRUCTURA DEL PROYECTO.


Describiremos los documentos de un proyecto de construcción de acuerdo con lo exigido por la Ley
9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público:

a) Memoria
En la que se describa el objeto de las obras, que recogerá los antecedentes y situación previa a las
mismas, las necesidades a satisfacer y la justificación de la solución adoptada, detallándose los factores
de todo orden a tener en cuenta.

Según el artículo 128 del Reglamento General de la Ley de Contratos la memoria tendrá carácter
contractual en todo lo referente a la descripción de los materiales básicos o elementales que forman
parte de las unidades de obra. En los demás aspectos tendrá carácter informativo. Debe incluir la
manifestación expresa y justificada de que el proyecto comprende una obra completa o fraccionada,
según el caso.

El Reglamento General de Carreteras establece en su artículo 27 que los anexos a la memoria (anejos),
además de los datos de tráfico, topográficos, hidrológicos, hidráulicos, geológicos, geotécnicos,
territoriales, ambientales, de seguridad vial, etc. que justifiquen el trazado y el proceso constructivo
elegido incorporarán:

1. Los antecedentes administrativos del proyecto.


2. El estudio de yacimientos y procedencia de materiales.
3. Las condiciones establecidas en la Declaración de Impacto Ambiental, en los casos en que sea
preceptiva, y en particular la concreción de las medidas correctoras y protectoras y el programa
de vigilancia. En los restantes casos, la concreción de las medidas correctoras y protectoras
derivadas del análisis ambiental.
4. Las medidas para garantizar la fluidez y seguridad del tráfico, con expresión de los desvíos de
circulación precisos y de los períodos en que no se puede perturbar la circulación.
5. La señalización fija y variable, el balizamiento, defensa y otras medidas para la gestión de la
circulación, tanto durante la ejecución de las obras como en su posterior explotación.
6. La ordenación de accesos o reordenación de los existentes.
7. Las medidas para armonizar y coordinar el proyecto con el planeamiento territorial y
urbanístico.
8. La documentación relativa a la coordinación con otras Administraciones y entidades afectadas.
9. La relación de bienes, derechos y servicios afectados, identificados en el correspondiente plano
parcelario.
10. El presupuesto total de la inversión, incluyendo expropiaciones, modificaciones de servicios, y
asistencias técnicas realizadas o necesarias.
11. El cálculo de la fórmula aplicable de revisión de precios, en su caso.

b) Planos
Los planos de conjunto y de detalle necesarios para que la obra quede perfectamente definida, así como
los que delimiten la ocupación de terrenos y la restitución de servidumbres y demás derechos reales, en
su caso, y servicios afectados por su ejecución.

Los planos tienen carácter contractual y, por lo tanto, deberán estar firmados. A partir de los planos
deberá ser posible deducir las mediciones.

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c) Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares


El pliego de prescripciones técnicas particulares, donde se hará la descripción de las obras y se regulará
su ejecución, con expresión de la forma en que esta se llevará a cabo, las obligaciones de orden técnico
que correspondan al contratista, y la manera en que se llevará a cabo la medición de las unidades
ejecutadas y el control de calidad de los materiales empleados y del proceso de ejecución.

Por su carácter contractual entre Administración y Contratista, deberá estar firmado.

En los Proyectos de carreteras, el Pliego de Prescripciones Técnicas Particulares se redactará de forma


que complemente aquellos aspectos no establecidos en el PG- 3/75 o seleccione las alternativas
ofrecidas por éste.

d) Presupuesto
Un presupuesto, integrado o no por varios parciales, con expresión de los precios unitarios y de los
descompuestos, en su caso, estado de mediciones y los detalles precisos para su valoración. El
presupuesto se ordenará por obras elementales, en los términos que reglamentariamente se
establezcan.

Según el Reglamento General de Contratos, el precio de las unidades de obra se basará en la


determinación de los costes directos (aquellos que pueden atribuirse directamente a la ejecución de una
unidad: Mano de obra, materiales, combustible, energía, amortización o alquiler de maquinaria e
instalaciones, equipos individuales de seguridad y salud, etc) e indirectos (aquellos que no pueden
atribuirse a una unidad concreta, como oficinas a pie de obra, comunicaciones, almacenes, talleres,
laboratorio, personal técnico y administrativo adscrito a la obra, etc. Se suelen estimar como un
porcentaje del coste directo).

Según el Reglamento General de Carreteras, en el Presupuesto se incluirán los Cuadros de Precios nº 1


para el abono de las unidades de obras completas y el nº 2 para las incompletas, debiendo estar
firmados por su carácter contractual.

El presupuesto de ejecución material (PEM) se confeccionará multiplicando la medición de cada unidad


por su precio unitario establecido en los Cuadros de Precios, y adicionando las partidas alzadas. Entre
ellas cabe distinguir:

 Las partidas alzadas a justificar: Se trata de unidades susceptibles de medición, pero cuya
medida exacta se desconoce a priori en proyecto, por lo que su presupuesto se estima en una
partida alzada. Es el caso de los saneos en cimentación, que se abonarán multiplicando la
medición real ejecutada por el precio del proyecto.
 Las partidas alzadas de abono íntegro: Se trata de trabajos no susceptibles de medición. Tal es
el caso de la partida de “Limpieza y terminación de las obras”.

El presupuesto de licitación se obtiene sumando al PEM los gastos generales de estructura del
contratista (13 % del PEM*) y el beneficio industrial del contratista (6% del PEM), a lo que hay que
añadir el 21 % de IVA sobre el total.

* Del 13 al 17 por 100, a fijar por cada departamento ministerial. La Orden FOM/1824/2013, de 30 de
septiembre, lo ha fijado en el 13 % para las obras del Ministerio de Fomento.

e) Un programa de desarrollo de los trabajos o plan de obra de carácter


indicativo, con previsión, en su caso, del tiempo y coste.
El Reglamento General de Contratos indica que el proyecto establecerá los plazos parciales en que
deberán ser ejecutadas las distintas partes fundamentales en que pueda descomponerse la obra,
determinándose los importes que corresponderá abonar en cada uno de ellos, y el plazo total. Para ello

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el Proyecto deberá contener un Programa de trabajos indicativo, que será posteriormente desarrollado
por el contratista de las obras y aprobado por la Administración.

Este tema es importante para la gestión presupuestaria del contrato de obras, pues de él derivarán las
anualidades que son necesarias en los contratos de obra plurianuales.

f) Las referencias de todo tipo en que se fundamentará el replanteo de la obra.


Debe tenerse en cuenta que, según la Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del Sector Público,
el proyecto y previamente a la tramitación del expediente de contratación de la obra, se debe proceder
a efectuar el replanteo del mismo, el cual consistirá en comprobar la realidad geométrica de la misma y
la disponibilidad de los terrenos precisos para su normal ejecución. Esto se sustancia con la firma de un
acta de replanteo previo que se incorporar al expediente.

g) El Estudio de seguridad y salud o, en su caso, el estudio básico de seguridad y


salud.
El Real Decreto 1627/1997, de 24 de octubre, implanta la obligatoriedad de la inclusión de un estudio de
seguridad y salud en los proyectos de obras públicas en que el presupuesto global del proyecto de obra
sea igual o superior a 450.000 euros (75 millones de pesetas), el plazo sea superior a 30 días laborables,
empleando a más de 20 trabajadores, el volumen de mano de obra sea superior a 500 o se trate de
obras de túneles, galerías, conducciones subterráneas y presas. Este estudio deberá formar parte del
proyecto de ejecución de obra y será elaborado por el técnico competente designado por el promotor.

La oficina de Supervisión de proyectos debe hacer mención expresa de la existencia de este estudio en la
aprobación del proyecto. El Estudio de Seguridad y Salud constará de una Memoria, Planos, Pliego de
Prescripciones y Presupuesto, que se integrará en el presupuesto del Proyecto como un capítulo más.
Será desarrollado por el contratista de las obras con la implantación del correspondiente Plan de
Seguridad y Salud.

h) Cuanta documentación venga prevista en normas de carácter legal o


reglamentario.
Tales como:

 Un estudio de impacto ambiental, en los proyectos que deban someterse a evaluación de


impacto ambiental
 La Norma de Construcción Sismorresistente NCSR-02 establece que en la memoria de todo
proyecto de obras se incluirá preceptivamente un apartado específico con el título “Acciones
Sísmicas”, convenientemente desarrollado en el caso de que sea de aplicación la Norma.
 De acuerdo con el Real Decreto 112/2012 por el que se regula la producción y gestión de
residuos de construcción y demolición, el proyecto debe contener un estudio de gestión de
residuos y materiales de construcción y demolición.

i) Estudio geotécnico de los terrenos.


Debe tenerse en cuenta que el insuficiente estudio de la geotecnia es una de las causas más frecuentes
de modificación de contratos de obra. De hecho, Ley 9/2017, de 8 de noviembre, de Contratos del
Sector Público, prevé como causas de modificación del contrato de obras la inadecuación del proyecto a
las circunstancias de tipo geológico, hídrico, arqueológico, medioambiental o similares, puestas de
manifiesto con posterioridad a la adjudicación del contrato y que no fuesen previsibles con anterioridad.
En este sentido, la ley, al exigir la existencia de este estudio geotécnico, trata de prevenir esta causa de
modificado.

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4)

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5) FORMALIZACIÓN.
En el ámbito de los contratos de las Administraciones Públicas, la formalización constituye el momento
de perfeccionamiento del contrato. Además, el acto de formalización, a modo de línea divisoria, culmina
del proceso de adjudicación y, al mismo tiempo, marca el pistoletazo de salida para la ejecución de los
trabajos en que consista el contrato.

Así, mediante la formalización se exterioriza el acuerdo de voluntades entre la Administración


contratante y el adjudicatario que, precisamente en virtud de dicha formalización, deviene plenamente
en contratista, estableciéndose así el marco de derechos y obligaciones de las dos partes del contrato.

La contratación administrativa tiene un marcado carácter formal. La voluntad de la Administración de


celebrar un contrato deberá materializarse de forma expresa previa tramitación de un procedimiento de
contratación que culmine con la aprobación de la adjudicación, quedando prohibida la contratación
verbal (art. 37.1 LCSP), salvo que el contrato tenga, conforme a lo señalado en el Art. 120.1, carácter de
emergencia.

Según el art. 37.2 LCSP, los contratos de las Administraciones Públicas se formalizarán de acuerdo con lo
previsto en el art. 153 según el cual:

“1.- Los contratos que celebren las Administraciones Públicas deberán formalizarse en documento
administrativo que se ajuste con exactitud a las condiciones de la licitación, constituyendo dicho
documento título suficiente para acceder a cualquier registro público. No obstante, el contratista podrá
solicitar que el contrato se eleve a escritura pública, corriendo de su cargo los correspondientes gastos.
En ningún caso se podrán incluir en el documento en que se formalice el contrato cláusulas que
impliquen alteración de los términos de la adjudicación”

Así, la formalización del contrato consiste en su plasmación en un documento formal, suscrito por el
órgano de contratación y por el adjudicatario, culminando el procedimiento de contratación.

De este modo, la formalización constituye un requisito general de todos los contratos de las
Administraciones Públicas. Las únicas excepciones a esta regla general las encontramos en los contratos
basados en un acuerdo marco o en los contratos específicos dentro de un sistema dinámico de
adquisición en que no será necesaria la formalización (por mandato del propio art. 153.1) así como los
contratos menores (toda vez que respecto de estos el art. 153.2 LCSP se remite a la documentación
reseñada en el art. 118 del mismo texto legal).

En cuanto al órgano competente para intervenir en la formalización en nombre de la Administración


contratante ni la LCSP ni la legislación de régimen local se pronuncian expresamente sobre esta
cuestión. Resulta necesario acudir a lo dispuesto en el RGLCAP 2001 en el que se indica que la facultad
de formalizar el contrato corresponde al órgano de contratación (art. 4) y que el contrato será suscrito
por el órgano de contratación (art. 71)

6) APROBACIÓN
Según el art. 231.1 LCSP, la adjudicación de un contrato de obras requerirá la previa elaboración,
supervisión, aprobación y replanteo del correspondiente proyecto que definirá con precisión el objeto
del contrato.

Antes de la aprobación del proyecto, cuando el presupuesto base de licitación del contrato de obras sea
igual o superior a 500.000 euros, IVA excluido, los órganos de contratación deberán solicitar un informe
de las correspondientes oficinas o unidades de supervisión de los proyectos encargadas de verificar que
se han tenido en cuenta las disposiciones generales de carácter legal o reglamentario así como la
normativa técnica que resulten de aplicación para cada tipo de proyecto.

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La responsabilidad por la aplicación incorrecta de las mismas en los diferentes estudios y cálculos se
exigirá de conformidad con lo dispuesto en el apartado 4 del artículo 233 de la LCSP (el autor o autores
del mismo incurrirán en responsabilidad en los términos establecidos).

En los proyectos de presupuesto base de licitación inferior al señalado, el informe tendrá carácter
facultativo, salvo que se trate de obras que afecten a la estabilidad, seguridad o estanqueidad de la obra
en cuyo caso el informe de supervisión será igualmente preceptivo

En las administraciones locales, según la Disposición adicional tercera, La supervisión podrá efectuarse
por las oficinas o unidades competentes de la propia entidad contratante o, en el caso de municipios
que carezcan de ellas, por las de la correspondiente Diputación provincial o Administración autonómica
uniprovincial. En el acuerdo de aprobación de los proyectos se recogerá expresamente la referencia a la
supervisión favorable del mismo.

La aprobación del proyecto corresponderá al órgano de contratación salvo que tal competencia esté
específicamente atribuida a otro órgano por una norma jurídica

En las administraciones locales, según la Disposición adicional segunda, corresponden a los Alcaldes y a
los Presidentes de las Entidades Locales las competencias como órgano de contratación, respecto de los
contratos de obras, de suministro, de servicios, los contratos de concesión de obras, los contratos de
concesión de servicios y los contratos administrativos especiales, cuando su valor estimado no supere el
10 por ciento de los recursos ordinarios del presupuesto ni, en cualquier caso, la cuantía de seis millones
de euros, incluidos los de carácter plurianual cuando su duración no sea superior a cuatro años,
eventuales prórrogas incluidas siempre que el importe acumulado de todas sus anualidades no supere ni
el porcentaje indicado, referido a los recursos ordinarios del presupuesto del primer ejercicio, ni la
cuantía señalada.

Corresponden al Pleno las competencias como órgano de contratación respecto de los contratos
mencionados en el apartado anterior que celebre la Entidad Local, cuando por su valor o duración no
correspondan al Alcalde o Presidente de la Entidad Local,

Según el art. 134 RGLCAP 2001 , realizada, en su caso, la correspondiente información pública,
supervisado el proyecto, cumplidos los trámites establecidos y solicitados los informes que sean
preceptivos o se estime conveniente solicitar para un mayor conocimiento de cuantos factores puedan
incidir en la ejecución o explotación de las obras, el órgano de contratación resolverá sobre la
aprobación del proyecto

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