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SINÁPSIS EN LA SOLEDA
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1.1. VEJEZ Y ENVEJECIMIENTO
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1.2.1. ENVEJECIMIENTO BIOLÓGICO
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1.2.2 ENVEJECIMIENTO PSICOLÓGICO
Sin embargo, dado esta nueva variable provocada por la pandemia del
Corona Virus, es importante considerar la caracterización de las alteraciones post-
Covid que se han documentado a nivel cognitivo, para poder diferenciar las
manifestaciones que ocurren entre lo normal y patológico. Dichos déficits es un
fenómeno de aparición frecuente y en continuo crecimiento. Muestra de ello, la
Asociación Internacional de Alzheimer, menciona que existe relación entre el
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covid-19 y el déficit cognitivo persistente, incluido una aparente aceleración
sintomática de la enfermedad de Alzheimer en adultos mayores que han sido
infectados con el virus.
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Hasta el momento, con lo que se ha revisado, se ha hecho ver, que el
fenómeno del envejecimiento amerita un estudio y visión integradora y no
seccionista, revisando aspectos biológicos y psicológicos del ser humano; sin
embargo, a estas dos dimensiones, se le agrega una más la cual es las de índole
social del ser por la peculiaridad de ser gregario por naturaleza.
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Esta interacción dinámica, la podemos ejemplificar a la vez, con el siguiente caso
conjetural:
Como se aprecia en este caso, las tres dimensiones se influyen entre sí,
perjudicando el estado de salud de la persona mayor. Conocer como todas las
dimensiones actúan conjuntamente para enriquecer o debilitar la calidad de vida,
es imprescindible para discernir y entender los cambios que se suscitan en los
patrones de envejecimiento, sea normal o anómalo. Por lo tanto, al profundizar en
los próximos capítulos, no hay que perder vista, la visión integrativa de la vejez y
el envejecimiento.
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1.3. ENVEJECIMIENTO EN LA HISTORIA
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lo tanto, sin valor alguno. Contrastando con esta idea, San Agustín ennoblece la
visión de la persona mayor “ya que de ella se espera un equilibrio emocional y la
liberación de las ataduras de los deleites mundanos” (Carbajo, 2008). Aun así,
existía en el Medievo, estereotipos heredados de la sociedad greco-romana,
como lo mencionado por Santo Tomas, el cual describe la vejez, como periodo
“decadente, física y moralmente” (Carbajo, 2008).
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actividades de la vida diaria de manera apropiada. Si el adulto mayor, llegase a
presentar deficiencias cognitivas, que se correlacionen con un empeoramiento de
su función, es decir, que este por debajo de lo esperado para su edad y nivel de
escolaridad o desempeño previo, se podría estar a las puertas de un Deterioro
Cognitivo Leve (DCL) o Trastorno Neurocognitivo Mayor (demencia).
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“limitaciones en velocidad de procesamiento” (Cohen, 2019), influirían en dicha
división atencional. En relación con la atención selectiva, la literatura menciona
resultados ambiguos, para algunos autores, no se encontró variaciones
significativas asociadas a la edad en la focalización de la atención. Sin embargo,
se ha llegado a documentar dificultades para “inhibir información irrelevante
presentada por el mismo o por diferente medio sensitivo” (Hernández et. al, 2007).
En el mismo rubro, Cohen (2019) añade que esta disminución en el rendimiento
selectivo, se asociado con una carga de memoria excesiva y cuando la tarea
amerita una selección simultánea. Además, Sánchez y Pérez (2008) mencionan
que “el déficit en la atención selectiva se ha explicado por la dificultad de
discriminación entre estímulos relevantes e irrelevantes, lo que significaría que se
trata de un problema perceptivo”.
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rendimiento en tareas que requieren atención dividida, tanto en procesamiento de
imágenes como de palabras” (Hernández et. al 2007).
1.4.3. MEMORIA
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1.4.4. LENGUAJE
Por otra parte, los cambios más frecuentes según Román y Sánchez
(1998), son los fallos en las redes lexicales que generan dificultades en la
denominación; los mismos autores ejemplifican este suceso, en el caso cuando
una persona mayor “quiere decir el nombre de una cosa y no le sale la palabra
oportuna, referirse a ello diciendo que -lo tiene en la punta de la lengua-” (Román
y Sánchez, 1998). Además, la literatura indica dificultades en el procesamiento y
análisis posterior de la lectura, aludiendo a posibles alteraciones en memoria de
trabajo y deficiencias en la velocidad del procesamiento de la información
(Hernández et. al, 2007).
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“Las pruebas empleadas para identificar las funciones
Visoespaciales, como la orientación de líneas, las primeras láminas de las
matrices progresivas de Raven y la rotación mental de figuras geométricas,
pueden encontrarse influidas por la educación, agudeza visual o falta de
familiaridad con estas tareas” (1998).
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etc.” (Clemente et. al, 2015). En relación con los déficits, se puede notar cambios
de manera temprana en aspectos como “planeación, organización, toma de
decisiones, a la vez en tareas que requieren inhibición; mostrando un
pensamiento más concreto disminuyendo la flexibilidad para hacer abstracciones”
(Hernández et. al, 2007). Sin embargo, pese a los cambios, la persona mayor
podrá mantenerse activa mentalmente y continuar con sus procesos de
aprendizaje, todo gracias a la plasticidad cerebral (Binotti et. al, 2009).
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Figura 1. Tomado de cerebriti.com. Todo ser humano le corresponde vivir una serie de etapas en su
existencia las cuales van desde el proceso de nacimiento hasta culminar con la vejez, que es el periodo
final de existencia de toda persona.
Por su parte, los casos de DCL amnésico multidominio, además del declive
en memoria, presenta alteración en otras funciones (Cascudo et. al, 2016) con
mayor frecuentes en funciones ejecutivas y lenguaje (Gutiérrez y Guzmán, 2017).
Igualmente, la categoría no amnésica, se tipifica en único y múltiple dominio
(Cascudo et. al, 2016). En esta categoría, los casos mono dominio, se
distinguirían, con una alteración exclusiva de una función distinta a memoria
(Cascudo et. al, 2016), siendo la divergencia más notable con el DCL no amnésico
multidominio, que, en este último, se encuentran alterados dos o más dominios
diferentes al proceso amnésico (Gutiérrez y Guzmán, 2017).
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Un diagnóstico especifico de estas categorías, brinda información con un
valor pronostico. Como ya se mencionó, el DCL amnésico puede correlacionarse
con una etapa inicial de la Enfermedad de Alzheimer, o demencia vascular
(Petersen, 2016), en tanto el no amnésico, correlaciona con otros tipos de TNM;
“alteración de las funciones ejecutivas frente a demencia fronto-temporal;
alteración de la capacidad visoespacial frente a demencia por cuerpos de Lewy;
alteración del lenguaje frente a afasia progresiva primaria” (Gutiérrez y Guzmán,
2017).A pesar de lo anterior, es imprescindible, mencionar como nota de balance,
que no todas las personas mayores con DCL desarrollaran demencia; habrán
casos que puedan regresar a un patrón de envejecimiento normal, otros, que se
mantengan en un rendimiento debajo de lo esperado para toda su vida, y en el
más desafortunado de los casos, progresará a demencia. Por lo que se considera,
que el pronóstico de DCL, es heteromodal y su progresión a un TNM, dependerá
en gran medida de la etiología causante del declive.
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c) Los déficits cognitivos no ocurren exclusivamente en un contexto de
Delirium, y
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Los criterios de diagnósticos más ampliamente usados son los propuestos
en el Manual Diagnóstico y Estadístico en su quinta edición, (DSM-V). Dentro de
los cuales, destacan los siguientes:
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1.6.1. EVALUACIÓN DE CRIBADO
Figura 2. Tomado de Facundo et, al. (2011) “La prueba del reloj: reproducibilidad, consistencia
interna y variables predictivas de la prueba del reloj utilizando el método de puntuación de Cacho.
Rev. Neurología Argentina. La prueba de reloj es una prueba breve ampliamente usada en la
evaluación de demencias.
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Para el caso de las actividades básicas, se emplea el índice de Barthel,
tomando en consideración la funcionalidad en tareas como, vestirse, comer,
deposición, ir al retrete, etc. Además de las escalas clínicas orientadas a valorar
el estado afectivo, incluidas aquí cuestionarios como la Escala de Depresión
Geriátrica (GDS), y el Inventario de Ansiedad Geriátrico “GAI”. Ambas de fácil
aplicación e interpretación. Con la selección de estas pruebas breves, se
pretende, identificar dentro de la población general, aquellas con alteración
cognitiva, para ser referidas a una evaluación neuropsicológica exhaustiva, con el
neuropsicólogo especialista que brinde ese tipo de servicios.
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importancia con otra clase de exámenes, como en el caso de Orueta et. al, (2017)
refiriendo que “de forma conjunta a las investigaciones médicas, una evaluación
neuropsicológica detallada desempeña un papel importante en el proceso
diagnóstico del deterioro cognitivo leve y la demencia”. Por ello, se describen
brevemente, algunas baterías neuropsicológicas, que pueden ser de utilidad en
el proceso diagnóstico.
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Una batería de elección es el Neuropsi Atención y Memoria, por poseer
perfiles de edad que ronda de los 6 a 85 años, incluyendo perfiles para
personas mayores de baja escolaridad. El cual permite evaluar un amplio
espectro de funciones cognitivas en pacientes psiquiátricos, neurológicos
y geriátricos. Evaluando un amplio abanico de procesos como “orientación,
atención y concentración, memoria de trabajo, memoria verbal y visual, y
funciones ejecutivas y motoras” (Palomares et. al, 2010).
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frecuencia diagnostica, el Deterioro Cognitivo Leve DCL, el Trastorno
Neurocognitivo Mayor TNM, delirium, y la pseudo-demencia depresiva.
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surgen de manera aguda, de rápido establecimiento, y de curso fluctuando
durante el día, siendo estas de origen orgánico y en muchos casos reversibles.
Los familiares pueden testificar que “Hace unas horas estaba bien, y ahora no nos
reconoce o no sabe quién es o donde esta”. Por su lado, el Trastorno
Neurocognitivo mayor TNM, es de origen “insidioso” y progresivo. Por lo general
los familiares no saben “exactamente” cuando inició el declive, y comentan que
este ha sido de lento establecimiento, agravándose en intervalos de meses o
años. Es importante decir que, en este último caso, el declive por lo general no
será reversible.
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En tales casos, para llegar a un diagnóstico diferencial, es necesaria
contemplar lo siguiente. El declive cognitivo dentro de un cuadro depresivo tendrá
un inicio claro y con sintomatología de corta duración antes de consultar, además
su evolución se ha caracterizado por una rápida progresión sintomática,
igualmente, el paciente posee una historia clínica con antecedentes psiquiátricos
(Iribarne et. al, 2019). Contrastado con signos distinguibles de demencia, como lo
es un inicio insidioso de larga duración y lenta progresión, aunado con
antecedentes psiquiátricos inusuales, (Iribarne et. al, 2019). Agregando valor
diagnóstico, el uso de escalas clínicas y de cribado o tamizaje cognitivo, que
puedan brindar información clara.
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Figura 3. Fuente de imagen: Portal de la OPS. Cuando se llega a la vejez, la persona experimenta un
conjunto de enfermedades como diabetes, osteoporosis, trastornos del sueño, problemas con el
corazón. La atención médica oportuna es necesaria para que se viva una senectud satisfactoria.
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autor propone, que las personas casadas gozarían de mayor contacto social, en
comparación a las solteras, lo que contribuiría a la reserva cerebral. Por el
contrario, la viudez, es “un estado el cual se ha reportado como una circunstancia
de riesgo para la enfermedad de Alzheimer” (Ferreira et. al, 2019). Tales
afirmaciones describen la necesidad de conocer a detalle la influencia que existe
entre soledad subjetiva y rendimiento cognitivo, más aún, en un contexto de
restricciones sociales, como lo es la pandemia actual que ha llevado al adulto
mayor a una crisis de encierro y por ende soledad, lo cual repercute en su cada
vez más deficiente rendimiento cognitivo.
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de cada tres personas en los países occidentales se siente sola” (García, 2017).
La soledad está vinculada con el aislamiento social, sin embargo, es necesario
precisar sus divergencias y la forma en que debe ser abordada.
Para Badia et. al, (2016) la soledad “es la sensación subjetiva de tener
menor afecto y cercanía de lo deseado en el ámbito íntimo”. El mismo autor
propone, que el aislamiento social, seria catalogado como una “situación objetiva
de tener mínimos contactos con otras personas, bien sean familiares o amigos”,
por lo cual, ciertas situaciones, como el vivir solo no siempre implicará una
sensación desagradable. Una persona mayor que vive sola puede tener una vida
socialmente activa fuera de casa y solventar así sus necesidades de interacción.
Destacando incluso, que en ocasiones el estar solo, es algo que se puede buscar
de forma voluntaria, como una actividad placentera.
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la soledad como factores que influyen en el bienestar de los adultos mayores, el
mismo autor sugiere que una red social satisfactoria promueve hábitos
saludables, en tanto que, la ausencia de esta puede llevar a comportamientos
perjudiciales para la salud de quienes experimentan vivir en soledad.
A su vez Fung (2019) comenta, que existe una correlación negativa entre
soledad y la densidad de diferentes regiones de sustancia blanca, cuyas áreas se
vinculan a procesos sociales y emocionales como la empatía y cognición social.
En la literatura, se menciona la postura de la plasticidad cerebral, la cual intenta
explicar los cambios cerebrales en personas que experimenta una soledad
prolongada. Dicha postura pregona, que la exposición a un ambiente enriquecido
conlleva beneficios en las medidas estructurales de regiones protagonistas para
el aprendizaje y memoria.
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Düzel et. al, (2019) Comenta, que se puede asumir que las áreas
cerebrales que son sensibles a los cambios de las demandas ambientales,
estimulación social y cognitiva, serían más endebles a las consecuencias
negativas de la soledad prolongada, desconexión social y privación ambiente,
mismo autor añade que la percepción subjetiva de la integración social juega un
papel importante para la salud y funcionamiento social, como en diferencias
individuales en el volumen de regiones cerebrales específicas. Por lo tanto, no
es de extrañar la presencia de deterioro y/o discapacidad cognitiva en un contexto
de soledad y aislamiento, y más aún, como el que se vive en el presente.
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personas mayores con un cuadro demencial ya establecido. A parte de empeorar
el declive cognitivo, una persona con demencia, bajo condiciones de
confinamiento, puede presentar síntomas neuropsiquiátricos, destacando entre
ellos la ansiedad, inquietud desencadenada sin causa aparente, apatía,
depresión, alucinaciones y agresiones (Schapira, 2020), alteraciones que se
asocian a un empeoramiento cognitivo, a la vez de generar un impacto agotador,
que perjudica la calidad de vida de los adultos mayores y sus cuidadores.
Figura 5. Tomado de Julayanont et. al, (2016). “Isolated Left Posterior Insular Infarction and Convergent
Roles in Verbal Fluency, Language, Memory, and Executive Function. Bayl Univ Med Cent. La prueba
MOCA es una de las pruebas más usadas a nivel internacional para la evaluac Figura 8. Tomado de
El Salvador.com 18-03-2020.
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1.10 ENVEJECIMIENTO EXITOSO
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lo habitual” (Petretto et. al, 2015). A este curso en el envejecer, se le llamo
“envejecimiento exitoso”. Cuyos principales componentes englobarían: 1) baja
probabilidad de enfermarse, 2) una alta capacidad física y cognitiva, y 3) alta
participación social (Carrazco et. al, 2017).
Bretton et. al, (2015) detalla cada una de estas peculiaridades. La primera
propiedad, no inquiere únicamente en la privación o aparición de una enfermedad
o trastorno, sino, a la ausencia o presencia de factores de riesgo para
desencadenarlo. La segunda de estas implica la globalidad de las habilidades que
lo hacen funcional, estos son los aspectos cognitivos y físicos, además de resaltar
que “la capacidad física y cognitiva indica lo que la persona puede hacer, pero no
lo que realmente hace” (Petretto et. al, 2015). Y por último, la participación social
activa, englobando tanto actividades con goce de remuneración y las que no,
siendo lo realmente importante, aquellas actividades en las que la persona mayor,
tenga una connotación de significado a nivel personal. Tales tareas serian
aquellas que crean valor social como el voluntariado, y las de connotación más
interpersonal, como el brindar y recibir apoyo emocional.
Figura 6. Imagen tomada del portal “Redadultomayor.org”. La vida activa en la época de la senectud es
un detonante que incide en el sistema neurofisiológico de los adultos mayores, esto les conduce a
participar en actividades sociales que fortalecen sus relaciones y contribuye al bienestar en la etapa de
la vejez. 46
Otro elemento, digno de citar de la postura de Rowe, es el énfasis que hace
en lo preventivo. Así como menciona Colette (2008), que habrá ciertos
requerimientos para el buen envejecer, los cuales necesitaran la participación
intencionada para alcanzarlos, es decir que “ciertos problemas de salud pueden
evitarse adoptando conscientemente medidas preventivas” (Colette, 2008).
Algunas de estas medidas podrían ser, adoptar hábitos saludables, como una
dieta balanceada, ejercicio regular, reducción o eliminación de consumo de
bebidas alcohólicas y tabaco, como buscar activamente relaciones sociales
significativas. Todas ellas a la vez, tipificadas como factores protectores.
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neurodegenerativa que lleva a la involución de sus capacidades psíquicas y
físicas.
1.11.1. DIETA
1.11.2. EJERCICIO
Según Arias y Martínez (2020), el tipo de actividad física que tiene mayor
injerencia sobre el declive en la cognición es el aeróbico, además las mismas
autoras añaden que parte de los beneficios en pacientes con Alzheimer seria el
enlentecimiento de la enfermedad. Otros autores como Menéndez et. al, (2011)
mencionan que la actividad física moderada como caminar en personas mayores,
reduce el deterioro cognitivo asociado a la edad, especialmente en mujeres.
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CAPITULO II
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2.1. INTERVENCIÓN EN EL ENVEJECIMIENTO ANÓMALO
51
MOCA o el Mini-Cog para su evaluación cognitiva de cribado (Langa y Levine,
2014).
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recomendando mantener una presión arterial diastólica menor a 140 mmHg
(Pueyo y Pelegrin, 2015).
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terapéutico no farmacológico, se encuentra la estimulación cognitiva, la cual
pretende “estimular, mantener y mejorar la capacidad mental” (Ramos y Yubero,
2016). Por lo tanto, y debido a su naturaleza, será el aspecto terapéutico al cual,
se le dedicará más atención en esta obra.
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lenguaje o cualquier otro proceso cognitivo. Este tipo de estimulación no
específica parece tener su origen en la creencia popular de que la mera
repetición de tareas resulta suficiente para la generalización del beneficio
en la vida cotidiana” (2012).
Por ello, parte de los retos del terapeuta, en esta clase de abordajes, será
pretender que los aprendizajes obtenidos en las sesiones puedan ser de utilidad
en la vida cotidiana, situación que no se logra, con la simple repetición. Un claro
ejemplo, seria aquel paciente que, a través de ejercicios de fluidez verbal, y
evocación categorial, le resulta más fácil puntuar mejor en la ejecución de un test,
pero, además, logra que estos aprendizajes le ayuden a nombrar y recordar los
nombres de las marcas y productos, cuando compra en la “tiendita” de la esquina.
Por lo tanto, para el establecimiento de objetivos y la adaptación de las estrategias
a la necesidad muy particulares del paciente, se logra únicamente con un
profesional de salud capacitado.
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Figura 7. La estimulación cognitiva se auxilia de las habilidades que posee la persona para realizar
actividades que permiten poner a trabajar la mente como es el resolver crucigramas, pintar y asociar
figuras. Tomado del blog de SERCA. Personas mayores en un taller de estimulación cognitiva, con
ejercicios de lápiz y papel.
a) Aprendizaje sin errores: “Este aspecto debe considerarse más que una
técnica específica, una filosofía de trabajo” (Ruiz-Sánchez, 2012).
Consistiendo, en el intento de que la persona no emita ningún error,
durante el proceso de aprendizaje de nueva información (Arrollo et. al,
2012). Esto se debe, a la idea que el paciente con problemas amnésicos
no será capaz de recordar las instrucciones, por lo cual, será más propenso
a reproducir una conducta errónea repetidamente, lo que generaría una
asociación equívoca dado los mecanismos de memoria implícita, por lo
cual, antes que el paciente cometa el error, se debe proporcionar la
respuesta correcta o pistas que faciliten su evocación (Ruiz-Sánchez,
2012).
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b) Estrategias semánticas y fonológicas: Pueden ser de utilidad en los talleres
de memoria, favoreciendo la filosofía del aprendizaje sin errores. Por
ejemplo, al tratar de recordar un listado de cinco palabras, en la cual la
persona omitió una de estas, se puede dar pistas, como el mencionar la
letra con la que inicia dicha palabra, o mencionar la categoría a la cual
pertenece la palabra a recordar. Así en el caso, de querer recordar la
palabra “manzana”, se menciona que “es una fruta “o se le dirá que inicia
con la letra “m”. En ambas situaciones, lo que se emplea son pistas
semánticas. En relación con estrategias fonológicas, y apoyándose en el
mismo ejemplo de “manzana”, se diría que la palabra inicia con “man”.
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la evaluación del paciente como la puesta en marcha del programa de
entrenamiento cognitivo.
Además, de capacitar al cuidador primario, para poder recibir apoyo en las tareas
y actividades estimulantes indicadas por el profesional para hacer en casa
después de la sesión. Para este cometido se hace uso de materiales que
habitualmente se encuentra en el hogar, constituyéndose en la materia prima a
utilizar en los ejercicios cognitivos, ejemplo de ello, son los “ganchitos de ropa”,
periódicos viejos, revistas de supermercado, monedas, e incluso elementos de la
canasta básica, como libras de frijoles, y comida enlatada. Dentro de todas las
actividades que se pueden realizar se tiene por ejemplo el aprovechamiento de la
utilidad de estos productos en el juego de roles, dramatizando la compra de estos,
se estaría estimulando cálculos, denominación y además propiciando la
interacción social en casa.
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La literatura menciona que, dentro de las opciones terapéuticas, se ha elevado
el uso e interés, sobre las intervenciones no farmacológicas, que como ya se ha
mencionado, son todas aquellas estrategias no químicas, empleadas con el
propósito de mejorar la calidad de vida de la persona mayor enferma y de sus
cuidadores. Este enfoque no químico, emplea un abanico de métodos
terapéuticos, destacando entre ellos los siguientes:
61
espacio (donde se encuentra) (Barrientos y Sosa, 2010). Hay autores, que
añaden una cuarta categoría, como situación (¿Cuál es el motivo de estar
en este lugar? o ¿Qué estamos haciendo aquí?). La razón de echar mano
de intervenciones como esta es debido a la sensación de control y
autoestima que puede generar en pacientes con deterioro cognitivo.
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3- Trastornos neuropsiquiátricos: Las alteraciones psicológicas y
conductuales o también llamadas trastornos neuropsiquiátricos, suelen ser
una fuente considerable de estrés para el cuidador y la familia. Para su
abordaje no farmacológico, se plantea la psicoeducación del síntoma, es
decir, explicar a la familia que la demencia no solo conlleva síntomas
cognitivos como pérdida de memoria, sino, que es acompañada por un
conjunto de alteraciones del comportamiento. Tal acción, permite elevar el
nivel de conciencia de la enfermedad, llevando a generar mayor empatía y
tolerancia hacia el paciente.
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envejecimiento esperado, dado que, el lenguaje es un proceso que se
mantiene estable a medida la persona envejece.
64
informales. Una de las diferencias primordiales entre ambos, radica en que,
por lo general, el cuidador formal no es integrante de la familia, recibiendo
por sus servicios una remuneración económica, lo cual pueden realizar
solamente las familias que poseen ingresos significativos para destinar
fondos para tal fin. En cambio, cuando los cuidados los realizan familiares
ocurren situaciones de indiferencias o desconocimiento de los tratos que
se le debe dar a los adultos mayores.
65
CAPITULO III
RECORDANDO A QUIENES
OLVIDAN
66
3.1. EL MITO DE “LA DEMENCIA SENIL
67
la actualidad, incluso y tristemente en el ámbito de la salud, en especial en el
personal médico no especializado en áreas como geriatría, psiquiatría o
neurología.
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PREVENCIÓN DEL ALZHEIMER: Se ha considerado, que no se puede
hacer nada, para reducir el riesgo de esta enfermedad, algo que es falso.
Situaciones como la inactividad mental y física, tabaquismo, obesidad, diabetes,
hipertensión y depresión, son factores asociados a mayor riesgo para desarrollar
la enfermedad, sin embargo, cada uno de estos puede ser modificado.
Dado que, la demencia por Alzheimer constituye del 60% al 80% de todas
las demencias diagnosticadas, dedicaremos este apartado a explicar su etiología.
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Como se ha mencionado, la senilidad no es un factor causal, sino de riesgo, por
lo que, hay que preguntarse ¿Qué causa la enfermedad de Alzheimer?
71
Al microscopio, se identifican varias particularidades de índole anómalo,
una de estas son los llamados ovillos neurofibrilares. Iniciando su acumulación
cerebral 20 o 30 años antes del inicio de los síntomas (Swarbrick, S; Wrangg,
2019). Para Pérez (2007) Los ovillos neurofibrilares son “formaciones
interneuronales Secundarias a la hiperfosforilación de proteínas Tau formando
filamentos helicoidales pareados asociados a ubicuitina y son reflejo de la
destrucción de microtúbulos y microfilamentos, manifestando el daño y posterior
muerte neuronal.” En palabras más comprensibles, en la microestructura del
axón, sobre el cual recorre el potencial de acción, está formado por “pequeños
canales” llamados microtúbulos, los cuales para mantener su forma necesitan
filamentos, los tales, en la enfermedad de Alzheimer, terminar enrollándose en sí
mismos, retirando el soporte sobre los microtúbulos provocando su
desintegración.
Se puede asimilar al trabajo que hace “el hilo que sostiene las cuencas de un
collar de perlas”, al cortarse el hilo, las perlas se caen, perdiendo su forma de
collar. Otra peculiaridad son las placas amiloideas o seniles, acumuladas fuera
del cuerpo neuronal (Quintal, 2017). Las placas neurales o placas seniles “son
agregados anormales del péptido Aβ (beta-amiloideo)” asociadas con neuronas
en proceso de muerte (Quintal, 2017). Que además del péptido Aβ pueden estar
compuestas por neuritas distróficas y degeneradas, microglía y astrocitos
reactivos (Pedrosa, 2020). Que al igual que los ovillos, se relaciona con pérdida
de la capacidad sináptica.
73
enfermedad. Según Antigüedad (2004), en la mayoría de los casos de Alzheimer,
apenas el 10% de los pacientes tienen historia de familiares reportados con la
misma enfermedad. Y en tales ocasiones no se aprecia una clara base genética.
Sin embargo, el llamado Alzheimer familiar, referiría a aquellos pacientes con
dicha patología, que cuentan en su historia clínica con parientes cercanos que
han sufrido de demencia. Es decir que, en tales situaciones, la influencia genética
es más clara.
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CAPITULO IV
ENVEJECER EN EL
PULGARCITO
75
4.1. UNA MIRADA A NUESTRA REALIDAD
Estos datos confieren, una visión de los cambios que nuestra demografía
esta y seguirá sufriendo, en la espera de que las personas mayores, lleguen a
convertirse por primera vez en el país, en un sector más numeroso que la
población infantil. Por lo tanto, la necesidad de conocer la realidad de este grupo
etario acarre más relevancia. Según la Coalición Nacional para la Dignidad de las
Personas Mayores en su informe publicado en el 2018, señala y describe las
principales carencias y logros en relación con las condiciones de vida de las
personas mayores en El Salvador.
4.1.1. INGRESOS
Pese a documentarse que, para las personas mayores, existen tres formas
de ingreso habitual, esto en zonas rurales, en las cuales se incluye la familia,
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trabajo y pensiones, es el núcleo familiar quien suele tomar el estandarte de la
responsabilidad del sustento de la persona mayor y así minimizar las bajo
condiciones de riesgo económico para las personas adultas (Coalición Nacional
para la Dignidad de las Personas Adultas Mayores, 2018). La pensión mínima,
hasta el año 2018 era de US$207, tratando de cubrir según el DIGESTYC un
costo de la canasta básica rural de US$144.85, y un monto de US$199.1 en zonas
urbanas, y en este último caso, elevándose a US$202.60 en el 2020.
Figura 8. Tomado de El Salvador.com 18-03-2020. La crisis económica que por siempre está
presente en la población salvadoreña, obliga a los adultos mayores a salir a las calles para
vender productos y de esa manera ganar el sustento diario. Esta es la realidad que viven
miles de personas mayores de 60 años.
77
protección básica alguna, pero suele ser unas de las pocas opciones reales de
las que pueden echar mano el adulto mayor, dado que, en el mercado laboral
formal, se carece de ofertas de empleo dirigidas a ese grupo etario. Y mucho de
esto reforzado por prejuicios que no permiten considerar el crear oportunidades
que beneficien a las personas de la tercera edad.
4.1.2. HÁBITAT
4.1.3. SALUD
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Figura 9. Tomada de SEHOGAR 8-11-2018. Una alimentación saludable es esencial para tener una buena
salud en cualquier etapa de la existencia humana. Sin embargo, cuando se trata de adultos mayores llevar
una dieta sana más que una recomendación es una obligación si se desea vivir agradablemente esa etapa
de la vida.
79
desigual, lo que aguda la problemática de poder garantizar salud y calidad de vida
digna en la vejez.
4.1.4. EDUCACIÓN
4.1.5. GÉNERO
80
Procurar mejores condiciones para ambos géneros, sigue siendo una
necesidad vigente, para las mujeres de todas las edades.
4.1.6. ALCANCES
Con todo lo anterior, y para concluir este apartado, es importante hacer una
invitación a todos los gestores de la sociedad salvadoreña como iglesia,
organizaciones no gubernamentales, y sociedad civil en general, que el “honrar
las canas” no es solamente obligación del estado, es importante vernos a cada
uno de nosotros, como garantes de lo que proclama la convención de los
82
derechos humanos, en su artículo 11.1 “Toda persona tiene derecho al respeto
de su honra y al reconocimiento de su dignidad” (OEA, 2011). Y si se desea verlo
así también, garantizar el segundo mandamiento más importante “Amarás a tu
prójimo como a ti mismo” (Mateo 22:39, Reina-Valera).
Figura 10. Tomada de OPS 30-09-2020. Las personas mayores de 60 año han sido las más afectadas en la pandemia del
Covid 19. La salud física y mental se deteriora por lo que la atención y el tratamiento deben realizarse de manera
continua para evitar secuelas no sólo en la salud sino en la vida social de los adultos mayores.
83
El salvador, “calcula que de los 600 mil salvadoreños que superar los 60 años,
uno 30 mil padecen esta enfermedad” (Hasbún et. al, 2014). A esto hay que
añadirle, todos aquellos casos no diagnosticados por “pensar que son parte
normal de la vejez”.
85
4.3. PALPANDO LA SOLEDAD
86
Gráfica 1. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba Gráfica 2. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba
Neuropsi con base a la frecuencia de contacto social y tipo Neuropsi con base a la frecuencia de contacto social y tipo
de ayuda recibida de los hijos. de ayuda recibida de familiares próximos.
87
4.3.1. ANÁLISIS GRÁFICAS NEUROPSI
88
Gráfica 4. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba Gráfica 5. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba
Pfeiffer con base a la frecuencia de contacto social y tipo de Pfeiffer con base a la frecuencia de contacto social y tipo
ayuda recibida de los hijos. de ayuda recibida de familiares próximos.
89
4.3.2. ANÁLISIS TEST PFEIFFER
90
Gráfica 7. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba Gráfica 8. Se muestra el rendimiento cognitivo en prueba
FotoTest con base a la frecuencia de contacto social y tipo de FotoTest con base a la frecuencia de contacto social y tipo de
ayuda recibida de los hijos. ayuda recibida de familiares próximos.
91
4.3.3. ANÁLISIS FOTO TEST
92
4.4. RESULTADOS CUANTITATIVOS DE LAS PRUEBAS APLICADAS
Inventario de Ansiedad
Geriátrica Porcentaje
(GAI)
Normal 63%
Presencia de síntomas 37%
Tabla 5. Porcentajes de Resultados de Escala Clínica GAI.
93
4.5. DISCUSIÓN DE RESULTADOS
94
sociales como la jubilación, falta de clubes del adulto mayor, y últimamente la
pandemia, lo que, a su vez, lleve a normalizar la falta de amigos en esta etapa.
Sin embargo, es importante resaltar, que unas redes sociales ricas y extensas son
beneficiosas para la salud de la persona mayor, necesidad que puede ser suplida
en nuestro medio a través del contacto frecuente con redes generadas en
contextos eclesiales, como las comunidades de fe.
97
La gran mayoría del porcentaje de la muestra se encuentra dentro de los
parámetros normales de desempeño neuropsicológico, como intervalos normales
en el estado afectivo. Con una porción mínima, que presenta síntomas cognitivos
y ansiedad.
Personas mayores:
Familias y cuidadores:
98
- Evitar normalizar las quejas de memoria, un diagnóstico temprano y a
tiempo trae beneficios.
- Si se vive con adulto mayor con diagnóstico de demencia, entrenarse y
educarse en todo lo concerniente a la enfermedad.
- Tratar de mantener relaciones sanas y significativas con sus padres
mayores.
- Si hay traumas o resentimientos con padres, resolverlos en terapia, evitar
el maltrato filo-parental.
Universidad:
Futuras investigaciones:
99
- Se recomienda garantizar un ambiente libre de distractores al momento de
ejecutar las pruebas cognitivas
- Profundizar sobre las variables que inciden negativa como positivamente
sobre la frecuencia del contacto social que las personas mayores
experimentan por parte de sus hijos e hijas.
100
sesiones grupales, distribuidas en dos sesiones semanales a lo largo de tres
meses.
101
SEMANA 4 SEMANA 5 SEMANA 6
Sesión 7 Sesión 9 Sesión 11
102
SEMANA 7 SEMANA 8 SEMANA 9
Sesión 13 Sesión 15 Sesión 17
103
SEMANA 10 SEMANA 11 SEMANA 12
Sesión 19 Sesión 21 Sesión 23
104
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