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Etapas del desarrollo humano

El desarrollo humano es un proceso complejo que se divide en cuatro dimensiones básicas: desarrollo físico,
cognoscitivo, emocional y social. El desenvolvimiento y constitución de cada uno de nosotros como sujetos
únicos, es el producto de la integración e interdependencia de estas áreas o dimensiones del desarrollo.

DESARROLLO COGNOSCITIVO

En este marco, se ubican los aportes teóricos de Jean Piaget, quien planteó los siguientes estadios, que se
explican brevemente a continuación:
Cuando se habla de estadio, entendemos que el conocimiento se adquiere a través de una evolución de
etapas, las que son invariables. Todas las personas atraviesan las mismas a su ritmo y de acuerdo a las
posibilidades de la experiencia.
Además, se comprende que en cada etapa se producen reestructuraciones cognitivas, las que no se
“pierden” sino que se reintegran en las siguientes etapas.
El paso de un estadio a otro es gradual, no es un cambio abrupto.

Etapa sensoriomotora

Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad. Durante este periodo los niños comienzan
a entender la información que perciben a través de sus sentidos y se inician en el desarrollo de su capacidad
de interactuar con el mundo, aprendiendo a manipular objetos.
En este periodo, uno de los mayores logros de esta etapa es la capacidad de entender que estos objetos
continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre
sale de la habitación regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla
hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o
persona) sin percibirlo.

Etapa preoperacional

Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete
años.
Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja
mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la
creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella.
También creen que los objetos inanimados tienen las mismas percepciones que ellos, y pueden ver, sentir,
escuchar, etc. Un segundo factor importante en esta etapa es la conservación de la cantidad, que es la
capacidad para entender que la cantidad no cambia cuando la forma cambia. Es decir, si el agua contenida
en un vaso corto y ancho se vierte en un vaso alto y fino, los niños en esta etapa creerán que el vaso más
alto contiene más agua debido solamente a su altura.
Esto es debido a que se centran en sólo un aspecto del objeto, por ejemplo la altura, sin tener en cuenta
otros aspectos como la anchura.
Otro logro importante de esta etapa la reversibilidad del pensamiento, es decir, poder realizar operaciones o
pensamientos de forma inversa.
Etapa de las operaciones concretas

Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución
gradual del pensamiento egocéntrico y por la capacidad creciente decentrarse en más de un aspecto de un
estímulo.
Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo
ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de
dinero.
Solo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos (aquellos que han experimentado con
sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo
místicos para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.

Etapa de las operaciones formales

En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar
una visión más abstracta del mundo y a utilizar la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la
conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor comprensión
del mundo y de la idea de causa y efecto.
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la
solución a un problema.
Otra característica del individuo en esta etapa es su capacidad para razonar en contra de los hechos. Es
decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice como la base de una discusión, es capaz de realizar la
tarea. Por ejemplo, pueden razonar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el cielo fuese rojo?”.

DESARROLLO EMOCIONAL

En este aspecto, tomamos los aportes de Sigmund Freud, quien proponía que la personalidad se
desarrollaba a través de una serie de etapas en la infancia en las que las energías o impulsos que buscan el
placer de la Identificación se enfocan en ciertas zonas erógenas. Desde la teoría psicoanalítica  la infancia es
una etapa crucial en la que se da forma a nuestra personalidad y comportamiento como adultos.
Consideraba el desarrollo como un proceso discontinuo, creía que cada uno de nosotros debe pasar por una
serie de etapas durante la infancia, las llamadas etapas psicosexuales.
Si estas etapas psicosexuales se completan con éxito, el resultado es una personalidad sana. Según Freud, los
impulsos de placer que buscan los niños se centran en un área diferente del cuerpo, llamados una zona
erógena, en cada una de las cinco etapas de desarrollo: oral, anal, fálica, de latencia y genital.

La fase oral

Durante la fase oral las actividades relacionadas con la alimentación como la succión y la masticación son lo
más importante. Se desarrolla desde 0 a 1 año. La zona erógena es la boca.
La principal fuente interacción del bebé se realiza a través de la boca, que es de vital importancia para la
alimentación, pero además el niño a través de ella obtiene placer gracias a actividades satisfactorias como la
degustación y la succión. Debido a que el bebé es totalmente dependiente de los cuidadores (que son los
responsables de su alimentación), el pequeño también desarrolla un sentido de confianza y comodidad a
través de esta estimulación oral.
El conflicto principal en esta etapa es el proceso de destete: el niño pasa a ser menos dependiente de sus
cuidadores y pierde las gratificaciones que obtenía con la succión. Si la fijación se produce en esta etapa,
Freud creía que el individuo tendría problemas con la dependencia o la agresión.

La fase anal

Durante la etapa anal, Freud creía que el objetivo principal de la libido se hallaba en lograr el control de los
movimientos del intestino y la vejiga. Se desarrolla desde el primer año hasta los tres años.
El conflicto importante en esta etapa es el control de esfínteres: el niño tiene que aprender a controlar sus
necesidades corporales. El desarrollo de este control conduce a una sensación de logro y la independencia.
Según Freud, el éxito en esta etapa depende de la forma en que los padres se acercan a esfínteres. Los
padres que utilizan la alabanza y la recompensa por usar el inodoro en el momento apropiado, fomentan
resultados positivos y ayudan a los niños a sentirse capaces y productivos. Freud creía que las experiencias
positivas durante esta etapa sientan las bases para que las personas se conviertan en adultos competentes,
productivos y creativos.
Sin embargo, no todos los padres proporcionan el apoyo y el estímulo que los niños necesitan durante esta
etapa. Algunos padres castigan, ridiculizan o incluso avergüenzan a un niño cuando tiene accidentes.
Para él las respuestas parentales inadecuadas pueden dar lugar a resultados negativos.

La fase fálica

Durante la etapa fálica, el enfoque principal de la libido se centra en los genitales. Desde los tres a seis años,
los niños empiezan a descubrir las diferencias entre hombres y mujeres.
Freud creía que los niños comienzan a ver a sus padres como un rival por el afecto de la madre. El complejo
de Edipo describe estos sentimientos de querer poseer la madre y el deseo de reemplazar al padre. Sin
embargo, el niño también teme que será castigado por el padre por estos sentimientos, a este miedo Freud
lo llamó la angustia de castración.
El término complejo de Electra se ha utilizado para describir estas mismas sensaciones experimentadas por
las niñas. Freud, sin embargo, creía que las niñas por su parte experimentan la envidia del pene.
Con el tiempo, el niño varón comienza a identificar el padre del mismo sexo como un medio para poseer
indirectamente a la madre. Para las niñas, sin embargo, Freud creía que la envidia del pene nunca se
resuelve totalmente y que todas las mujeres siguen teniendo una fijación en esta etapa.

Período de latencia

Durante el período de latencia los intereses de la libido son suprimidos temporalmente. Se da entre los seis a
los doce años.
El desarrollo del ego y superego contribuyen a este período de calma. La etapa comienza alrededor del
momento en que los niños entran a la escuela y se preocupan más por las relaciones entre iguales, juegos y
otros intereses.
El período de latencia es un tiempo de exploración en el que la energía sexual está todavía presente, pero se
dirige hacia otras áreas, tales como las actividades intelectuales y las interacciones sociales. Esta etapa es
importante en el desarrollo de habilidades sociales y de comunicación y confianza en sí mismo.
La fase genital

Durante la etapa final del desarrollo psicosexual, el individuo desarrolla un fuerte interés hacia el sexo y las
relaciones sexuales. Esta etapa comienza en la pubertad, pero dura el resto de la vida de una persona.
En las primeras etapas descritas por Freud la atención se centraba únicamente en las necesidades
individuales. En esta etapa crece al fin el interés por el bienestar de los demás. Si las demás etapas se han
completado con éxito, el individuo debe estar ahora bien equilibrado, cálido, y el cuidado. El objetivo de esta
etapa es establecer un equilibrio entre las diversas áreas de la vida.

DESARROLLO PSICOSOCIAL

En esta mirada, se toman los planteos teóricos propuestos por Erikson La Teoría del Desarrollo Psicosocial
fue ideada por Erik Erikson a partir de la reinterpretación de las fases psicosexuales desarrolladas
por Sigmund Freud.
Erikson también propone una teoría de la competencia. Cada una de las etapas vitales da pie al desarrollo de
una serie de competencias.
Si en cada una de las nuevas etapas de la vida la persona ha logrado la competencia correspondiente a ese
momento vital, esa persona experimentará una sensación de dominio que Erikson conceptualiza
como fuerza del ego. Haber adquirido la competencia ayuda a resolver las metas que se presentarán durante
la siguiente etapa vital.
Otro de los rasgos fundamentales de la teoría de Erikson es que cada una de las etapas se ven determinadas
por un conflicto que permite el desarrollo individual. Cuando la persona logra resolver cada uno de los
conflictos, crece psicológicamente.
En la resolución de estos conflictos la persona halla un gran potencial para el crecimiento, pero por otra
parte también podemos encontrar un gran potencial para el fracaso si no se logra superar el conflicto propio
de esa etapa vital.
Brevemente, las etapas del desarrollo psicosocial son las siguientes:

Confianza vs Desconfianza

Este estadio transcurre desde el nacimiento hasta los dieciocho meses de vida, y depende de la relación o
vínculo que se haya creado con la madre.
La relación con la madre determinará los futuros vínculos que se establecerán con las personas a lo largo de
su vida. Es la sensación de confianza, vulnerabilidad, frustración, satisfacción, seguridad… la que puede
determinar la calidad de las relaciones.

Autonomía vs Vergüenza y duda

Este estadio empieza desde los 18 meses hasta los 3 años de vida del niño.
Durante este estadio el niño emprende su desarrollo cognitivo y muscular, cuando comienza a controlar y
ejercitar los músculos que se relacionan con las excreciones corporales. Este proceso de aprendizaje puede
conducir a momentos de dudas y de vergüenza. Asimismo, los logros en esta etapa desencadenan sensación
de autonomía y de sentirse como un cuerpo independiente.

Iniciativa vs Culpa

Este estadio viaja desde los 3 hasta los 5 años de edad.


El niño empieza a desarrollarse muy rápido, tanto física como intelectualmente. Crece su interés por
relacionarse con otros niños, poniendo a prueba sus habilidades y capacidades. Los niños sienten curiosidad
y es positivo motivarles para desarrollarse creativamente.
En caso de que los padres reaccionen de negativamente a las preguntas de los niños o a la iniciativa de éstos,
es probable que les genere sensación de culpabilidad.

Laboriosidad vs Inferioridad

Este estadio se produce entre los 6-7 años hasta los 12 años.


Los niños muestran un interés genuino por el funcionamiento de las cosas e intentan llevar a cabo muchas
actividades por sí mismos, con su propio esfuerzo y poniendo en uso sus conocimientos y habilidades. Por
esa razón es tan importante la estimulación positiva que pueda ofrecerle la escuela, en casa o por el grupo
de iguales. Éste último comienza a adquirir una relevancia trascendental para ellos.
En el caso de que esto no sea bien acogido o sus fracasos motiven las comparaciones con otros, el niño
puede desarrollar cierta sensación de inferioridad que le hará sentirse inseguro frente a los demás.

Exploración de la Identidad vs Difusión de Identidad

Este estadio tiene lugar durante la adolescencia. En esta etapa, una pregunta se formula de forma insistente:
¿quién soy?
Los adolescentes empiezan a mostrarse más independientes y a tomar distancia de los padres. Prefieren
pasar más tiempo con sus amigos y comienzan a pensar en el futuro y a decidir qué quieren estudiar, en qué
trabajar, dónde vivir, etc.
La exploración de sus propias posibilidades se produce en esta etapa. Comienzan a apuntalar su propia
identidad basándose en las experiencias vividas. Esta búsqueda va a causar que en múltiples ocasiones se
sientan confusos acerca de su propia identidad.

Intimidad frente al Aislamiento

Este estadio comprende desde los 20 años hasta los 40, aproximadamente.


La forma de relacionarse con otras personas se modifica, el individuo empieza a priorizar relaciones más
íntimas que ofrezcan y requieran de un compromiso recíproco, una intimidad que genere una sensación de
seguridad, de compañía, de confianza.
Si se evade este tipo de intimidad, uno puede estar rozando la soledad o el aislamiento, situación que puede
acabar en depresión.

Generatividad frente al Estancamiento

Este estadio transcurre entre los 40 hasta los 60 años.


Es un lapso de la vida en el que la persona dedica su tiempo a su familia. Se prioriza la búsqueda de
equilibrio entre la productividad y el estancamiento; una productividad que está vinculada al futuro, al
porvenir de los suyos y de las próximas generaciones, es la búsqueda de sentirse necesitado por los demás,
ser y sentirse útil.
El estancamiento es esa pregunta que se hace el individuo: ¿qué es lo que hago aquí si  no sirve para nada?;
se siente estancado y no logra canalizar su esfuerzo para poder ofrecer algo a los suyos o al mundo.

Integridad del yo frente a la Desesperación


Este estadio se produce desde los 60 años hasta la muerte.
Es un momento en el que el individuo deja de ser productivo, o al menos no produce tanto como era capaz
anteriormente. Una etapa en la que la vida y la forma de vivir se ven alteradas totalmente, los amigos y
familiares fallecen, uno tiene que afrontar los duelos que causa la vejez, tanto en el propio cuerpo como en
el de los demás.

Conocer estas proposiciones teóricas cooperan al estudio y práctica del acompañante terapéutico, ya que
proporcionan datos orientativos acerca de las adquisiciones esperadas para el momento vital que atraviesa
el acompañado. Se ubican como pautas orientativas de las intervenciones, a fin de brindar los estímulos y
herramientas adecuadas para el avance del sujeto y su desarrollo.
En este sentido, ayudan a la tarea como profesional del ámbito de la salud, pues son parámetros a tener
presente, incluyendo también el componente contextual. El desarrollo del sujeto estará afectado por el
ambiente, las oportunidades y a las experiencias que pueda acceder, las que actúan como puentes de
crecimiento o pueden enlentecerlo.
Allí será la tarea del profesional, identificando los obstáculos y las circunstancias que pueden favorecer para
superarlos, diseñando un plan de trabajo que concentre herramientas favorecedoras de un desarrollo
saludable del sujeto, en todos sus planos como persona: físico, emocional, social y cognitivo.
Fuentes:
https://psicologiaymente.com/desarrollo/teoria-del-desarrollo-psicosocial-erikson

https://www.psicoactiva.com/blog/etapas-del-desarrollo-psicosexual-freud/

https://aprendiendomatematicas.com/etapas-de-desarrollo-cognitivo-segun-piaget/

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