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La generación de residuos hospitalarios ha aumentado debido a la pandemia de COVID-19. Se han enviado más de 140 millones de kits de pruebas y administrado más de 8000 millones de vacunas, generando grandes cantidades de desechos no infecciosos y químicos. Además, la atención se centró más en el suministro de equipos de protección que en la gestión sostenible de los desechos relacionados con la salud. En Europa, la pandemia también ejerce presión en la gestión de residuos, especialmente los hospitalarios y urban
La generación de residuos hospitalarios ha aumentado debido a la pandemia de COVID-19. Se han enviado más de 140 millones de kits de pruebas y administrado más de 8000 millones de vacunas, generando grandes cantidades de desechos no infecciosos y químicos. Además, la atención se centró más en el suministro de equipos de protección que en la gestión sostenible de los desechos relacionados con la salud. En Europa, la pandemia también ejerce presión en la gestión de residuos, especialmente los hospitalarios y urban
La generación de residuos hospitalarios ha aumentado debido a la pandemia de COVID-19. Se han enviado más de 140 millones de kits de pruebas y administrado más de 8000 millones de vacunas, generando grandes cantidades de desechos no infecciosos y químicos. Además, la atención se centró más en el suministro de equipos de protección que en la gestión sostenible de los desechos relacionados con la salud. En Europa, la pandemia también ejerce presión en la gestión de residuos, especialmente los hospitalarios y urban
Contaminación de los residuos hospitalarios nacionales e internacionales
La mayor parte de estos equipos acabarán convertidos en desechos una vez utilizados. Los autores apuntan a que esto solo da una primera indicación de la magnitud del problema de los desechos generados en el contexto de la COVID-19. No tiene en cuenta ninguno de los productos básicos adquiridos para hacer frente a la COVID-19 al margen de esta iniciativa, ni los desechos generados por la población, por ejemplo, las mascarillas quirúrgicas desechables. Los autores señalan que se han enviado más de 140 millones de kits de pruebas, que podrían generar 2600 toneladas de desechos no infecciosos y 731 000 litros de desechos químicos , y que se han administrado más de 8000 millones de dosis de vacunas a nivel mundial, lo que ha generado 144 000 toneladas de desechos adicionales en forma de jeringas, agujas y contenedores de seguridad. Mientras las Naciones Unidas y los países lidiaban con la tarea inmediata de garantizar el suministro y la calidad de los EPP, se prestó menos atención y se dedicaron menos recursos a la gestión segura y sostenible de los desechos de la atención de salud relacionados con la COVID- 19. 1.1. Los residuos hospitalarios en el Perú: En los establecimientos de salud del Perú se generan aproximadamente 20,000 toneladas de residuos hospitalarios al año, el 75% en Perú y el 25% restante en las provincias. 1.2. Los residuos hospitalarios en otros países 1.2.1. China: En China, las partículas que se encuentran en el aire y que provocan la contaminación pueden ser de monóxido de carbono, dióxido de azufre, óxido de nitrógeno, caucho o amianto. El principal contaminante en China es el carbón, que emite CO2. Las plantas de carbón de China, además de CO2, emiten óxido de azufre y otros gases tóxicos. China necesita consumir mucha energía para que su industria funcione. 1.2.2. España: La contaminación ha afectado a 42 millones de personas en España en 2020. Considerando los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud, la población española que ha respirado aire contaminado durante el año 2020 alcanza los 42 millones de personas, el 88 por ciento de la población. El informe anual elaborado por la ONG pretende «dibujar una imagen ampliar y fiel» de la calidad del aire en España, en relación a la protección de la salud y de la vegetación y ecosistemas.
2. Europa y la crisis por residuos hospitalarios:
La crisis del coronavirus ha puesto a prueba la resiliencia de nuestra sociedad. Esta emergencia sanitaria ejerce una presión sin precedentes en un buen número de actividades económicas, incluidas aquellas que resultan fundamentales para nuestro bienestar. Cada persona produce, de media, cerca de media tonelada de residuos urbanos anuales en la UE, lo que supone más de 20 kg de residuos urbanos generados por cada hogar semanalmente. El total de residuos anuales generados en la UE representa 5 toneladas per cápita. Evitar perturbaciones en la gestión de los residuos, especialmente en la recogida selectiva y el reciclado, resulta fundamental para la salud y la seguridad de nuestros ciudadanos, para el medio ambiente y para la economía. A menudo, estos esfuerzos implican evitar o reducir las perturbaciones causadas por la escasez de personal, garantizar una mejor salud y seguridad en el trabajo, ofrecer una gestión segura de los residuos domésticos producidos por ciudadanos que han enfermado de coronavirus, gestionar las cantidades crecientes de residuos médicos o asegurar un traslado fluido de los residuos desde su recogida al lugar de reciclado o tratamiento. La legislación de la UE en materia de residuos reconoce que la protección de la salud humana es clave en el contexto de la gestión de los residuos y que existe cierta flexibilidad para responder a los riesgos detectados para la salud de las personas.