Está en la página 1de 2

REGULACIÓN EMOCIONAL

Todas las emociones son importantes en nuestra vida y cada una tiene su función en
nuestras vidas. Por lo que no hay que calificar las emociones de cuál es la mejor o
peor, sino que cada una expresa una vivencia emocional distinta. Dentro de las
emociones tenemos las emociones básicas las cuales tienen una función adaptativa
en las personas. Y para poder regularlas adecuadamente, es necesario dejar que
cumplan su propósito, sin dañar a los demás ni a nosotros mismos.
Para ello es necesario saber qué emociones hay y para qué sirven: aquí se presenta
una lista de las emociones básicas y su función principal:
 Alegría: se asocia con la felicidad, su función es promover conductas
beneficiosas para uno mismo y la afiliación entre las personas.
 Tristeza: Aparece ante una pérdida o situación que nos vemos
superados. Su función es ayudar a recomponernos del dolor. Además,
nos permite buscar apoyo social cuando más lo necesitamos.
 Asco: Es una respuesta de rechazo ante estímulos que nos resultan
desagradables, donde destacan: apartarnos de situaciones dañinas,
potenciar hábitos saludables e higiénicos y modular muestras sociales.
 Miedo: Es la respuesta ante un peligro inminente. Su función es
hacernos reaccionar para escapar ante un peligro y promueve
conductas de evitación frente a situaciones peligrosas.
 Sorpresa: se da ante una situación inesperada, desconocida. su
función principal es hacer que el organismo se adabte al cambio
imprevisto en el medio ambiente.
 Enojo o ira: se trata de una respuesta negativa producida ante
situaciones frustrantes. Entre sus funciones se encuentran: elevar
nuestro nivel de activación y aumentar el vigor de nuestras conductas.
LA IMPORTANCIA DE LA REGULACIÓN EMOCIONAL
Frecuentemente muchos de nuestros problemas cotidianos se ven afectados por fallos
en la regulación emocional, teniendo problemas tanto personales como sociales, por
ejemplo: una mala contestación, un impulso repentino, la incomprensión hacia los
sentimientos de otra persona o ignorar lo que nos han dicho.
Por ello para poder gestionar nuestras emociones se debe de regularlas, para eso se
debe aprender a mantener, aumentar o suprimir un estado afectivo en curso con la
finalidad de lograr una meta “el equilibro emocional”, es importante ser consciente de
la relación que existe entre pensamiento, emoción generar y emociones positivas.
Gracias a ello, desarrollaremos una serie de competencias y habilidades que nos
ayudarán a favorecer tanto el bienestar personal como el de los demás.
DISTINCIÓN ENTRE EMOCIÓN Y RESPUESTA
Para lograr la regulación emocional adecuada, es necesario distinguir la emoción
experimentada y la acción resultante. Por ejemplo, cuando sentimos ira puede ser
legítimo ante una situación de agresión, pero lo que no es legítimo es actuar con
violencia. De ahí, la importancia de saber expresar la emoción y regularla.

Para lograr este objetivo se aplica la reevaluación cognitiva, donde la persona debe
recrear pensamientos alternativos ante situaciones determinadas. Por ejemplo, cuando
hacemos una llamada a un ser querido y que no conteste, esto nos hace pensar que
no quiere atendernos o que le paso algo malo. En el primer caso, es probable que nos
enojemos, mientras que en el segundo posiblemente nos preocupemos. Sin embargo,
podemos pensar en otras alternativas que cambien nuestros pensamiento y
emociones, como pensar que está ocupado y luego nos devolverá la llamada. En este
caso, estamos haciendo una respuesta emocional más adecuada a la situación.

LOS BENEFICIOS DE LA REGULACIÓN EMOCIONAL


Nos permitirá controlar los impulsos, canalizar las emociones desagradables, tolerar la
frustración y esperar las gratificaciones. En la mayoría de las ocasiones, el ejercicio
físico o el arte crean emociones que regulan y canalizan las potencialidades de las
personas.
Aunque el proceso de regulación no cambiará totalmente la emoción, sí nos permitirá
introducir cambios en cuanto a la duración e intensidad de la misma, ya que poder
llegar a regular las emociones requiere de un gran trabajo personal y responsabilidad.
Las habilidades de regulación emocional muestran efectos positivos para la mejora de
diversos dominios relacionados con el funcionamiento personal, social y laboral.

También podría gustarte