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Prof. Dr.

Rodrigo Cardozo Pozo


rodrigo.cardozo@uda.cl
1.-) Delitos de Apropiación: son aquellos en que el sujeto activo
despliega una conducta destinada a hacerse de una cosa ajena. Hay
aquí un ánimo de enriquecimiento, de obtener un beneficio
ilegitimo, aumentar el patrimonio a través de una conducta que
afecta a un tercero. Estos delitos de apropiación se sub-clasifican en
dos grupos:
a.-) Delitos de Apropiación por Medios Materiales: son aquellos en
virtud del cual la conducta de apropiación se lleva acabo a través de
comportamientos físicos. En este punto veremos:
- Hurto.
- Robo.
- Usurpación.
b.-) Delitos de Apropiación por Medios Inmateriales o Intelectuales: son aquellos
en los cuales el sujeto no se hace físicamente de la cosa a través de un
comportamiento de apropiación material, sino que el sujeto se hace entregar la
cosa a través, generalmente, de fraude, de argucias, de mentiras, de actividades
simulantes, a través de maquinación. Aquí estamos frente a la gran familia de los
fraudes, que incluyen:
 Fraudes del Deudor: que comete el deudor en perjuicio del acreedor o de la masa
de acreedores
 Fraudes por Engaño: estafa y otros engaños.
 Fraudes por Abuso de Confianza: el logro abusivo se obtiene a través de una
forma abusiva de la relación de confianza que existe entre el sujeto activo y la
víctima. - Apropiación Indebida (extraño caso)
 Fraudes Impropios.

2) Delitos de Destrucción.
 Incendio: Someramente podemos adelantar que se trata de la destrucción de cosas
mediante fuego.
 Daños y otros estragos: Figura residual establecida en el artículo 484 y siguientes
del Código Penal.
 El artículo 432 establece: "El que sin la voluntad de su dueño y con ánimo
de lucrarse se apropia cosa mueble ajena usando de violencia o
intimidación en las personas o fuerza en las cosas, comete robo; si faltan
la violencia, la intimidación y la fuerza, el delito se califica de hurto”.
 Como es evidente este artículo, en una economía legislativa extrema,
define no sólo al hurto sino además al robo con fuerza en las cosas,
conjuntamente al que se comete con violencia o intimidación en las
personas.
 Con lo que de manera análoga al caso del homicidio simple, el hurto resulta
ser una figura residual. Así, para estar en presencia del hurto no han de
concurrir ni la violencia o intimidación en las personas ni la fuerza en las
cosas, caso en cual se estará ante una de las figuras del robo, con lo que el
hurto es definible como la apropiación de cosa mueble ajena sin la voluntad
de su dueño con ánimo de lucro. Analicemos estos elementos:
Sobre la Consumación
 La cuestión que trataremos aquí se caracteriza por ser
eminentemente teórica a la par que rebosante de práctica
cotidiana. Todos los días en tribunales debe responderse a esta
arista, por ser fundamental en el veredicto final.
 Naturalmente, siendo una cuestión compleja, existen una gran
variedad de respuestas a lo largo del tiempo, sin perjuicio de que
parece que en los últimos 10 años se ha ido imponiendo la postura
que aquí también compartimos.
 Pero partiremos explicando cuestiones básicas, comenzando por la
esfera de custodia, el momento de la consumación y, por último, la
naturaleza jurídica del hurto.
Esfera de Resguardo
 Dada la abstracción del elemento toral del que tratamos, este
dependerá de las circunstancias. De esta forma, se dice, la esfera de
resguardo estará constituida por limites claramente visibles, como
una habitación, una casa, un auto, etc... pero también por una
cuestión simbólica como la invisible pero por ello no menos concreta
esfera de custodia que existe cuando un sujeto en el terminal de
buses deja su bolso a sus pies para encender un cigarrillo.
 Esta resulta de enorme relevancia, pues, por ejemplo, para la ablatio
la consumación estaría dada por el sacar la cosa de la esfera de
resguardo en cambio, para quienes sostienen la teoría de la
Disposición, la consumación se dará en el momento que exista
posibilidad real de disposición y, para la Teoría de la nueva custodia,
pues se crea una nueva esfera de resguardo.
Apropiación:
 La apropiación es definida por Etcheberry, citando Vivanco, como: “La
sustracción de una cosa de la esfera de resguardo de una persona, con el
ánimo de comportarse de hecho como propietario de ella”.
 Esto es, explica el autor referido, “...ante todo es necesario tomar
materialmente la cosa, apoderarse de ella, pero además es preciso el deseo o
ánimo de tomarla para ejercer sobre ella esas facultades propias del dueño,
lo que suele indicarse con la expresión ánimo de señor y dueño”.
 Para establecer desde cuando podemos hablar de apropiación,
históricamente se plantean cuatro teorías, la de la contrectatio, la de la
amotio, la de la ablatio, y la de la illatio. La primera esta referida al mero
hecho del contacto con la cosa para la consumación del delito, su
fundamento histórico introduce sus raíces hasta la misma Roma y su nunca
bien ponderado Digesto.
 Pero tan extrema posición se explica por el hecho que los
romanos no conocían de grados de desarrollo del delito, con lo
que castigaban sólo los consumados, de manera que en pro de
la no impunidad la consumación abarcaba un ámbito
exagerado y repugnante para estos días.
 Carrara vino a temperar esta posición exigiendo que además
del contacto con la cosa, ésta debe trasladarse (amotio),
surgiendo luego la teoría de la ablatio que establece un
requisito más, esto es que el traslado implique sacar la cosa de
la esfera de resguardo de quien la tenía y para finalizar la
teoría de la illatio exige que quien sustrajo la cosa haya
llevado la cosa al lugar que se propuso, esta última carga con
el lastre de confundir la etapa de la consumación con la del
agotamiento.
Teorías Jurídicas o normativas
 Como se desprende de lo dicho, aquellas teorías denominadas
fácticas, caen bajo el peso de su propia denominación. Tratándose de
derecho, y sobre todo de penal, lo que importa es la cuestión
normativa, antes que un hecho como tal. De esta manera se da paso
a teorías más adecuadas, y por eso denominadas jurídicas o
normativas.
1.- Teoría de la Disposición
 El profesor Bustos, como Garrido Montt, aceptan como momento
consumativo de la apropiación el momento en que la disponibilidad
de la cosa a pasado del sujeto pasivo al activo, lo que implica no sólo
que la cosa haya salido de la esfera de resguardo de la victima sino
que exista posibilidad real de disposición. Sobre este concepto, Soto,
construye su tesis de los delitos contra la propiedad.
 Su fundamentación tiene como punto axial el hecho que la
apropiación no es un concepto material, sino más bien uno jurídico
y pasa por entender que la apropiación se consumará entonces no
desde las teorías fácticas vistas, sino desde el momento en que el
sujeto pasivo tiene la disposición de la cosa.

 Desde el momento en que este sujeto puede comportarse como


dueño de la cosa y ejercer los atributos propios del dominio y esto
obviamente no se logrará mientras el sujeto huye despavorido de
los carabineros, sino desde el momento en que efectivamente
puede disponer con animo de señor y dueño.
 Entender de esta manera lo planteado, se dice desde esta tesis, tiene la
virtud de superar por completo toda teoría basada en la conducta fáctica de
sustracción, pues el momento consumativo pende no de ella, sino de la
posibilidad real de disposición.
 Soto va más allá, sosteniendo que ha de comprenderse que la apropiación
es el concepto esencial dentro de esta familia de delitos y por ello hemos de
tener como figura base al 470 n° 1 ya que en el se demuestra que no es
necesaria la sustracción para configurar apropiación. Así en este delito el
que llegará a ser sujeto activo obtiene el bien mueble ajeno
voluntariamente, no hay sustracción, pero de todos modos hay
apropiación, tal es así que el delito en si se llama “apropiación indebida”.
 Claro es, dice Miguel Soto, que la apropiación penalmente relevante ha de
ser indebida, y es lo mismo que sucede en el hurto.
 La figura del hurto entonces requiere de la apropiación, pero eso no quiere
decir que no deba existir sustracción. Desde esta teoría de la disposición, la
apropiación es el elemento fundamental en todos los delitos de
apropiación no pluriofensivos, con lo que en el hurto esta (la sustracción)
debe existir porque le da la naturaleza de tal y además viene a servirnos
como señalamiento de los limites del iter criminis.
 Así entonces quien saca una juguera del supermercado y es atrapado por
los guardias a las afueras del establecimiento, no habrá cometido sino
hurto, pero no consumado sino frustrado, desde que jamás pudo disponer
de la cosa, por ende no hubo apropiación ni hurto consumado.
 Todo lo cual, desde esta teoría, resulta lógico si estamos a que el bien
jurídico protegido es el patrimonio, con lo plantean que el delito ha de
consumarse desde que se ejerce de hecho alguno de los atributos propios
del dominio.
 En Chile la jurisprudencia dominante acepta como correcta la teoría
de la ablatio. Durante bastante tiempo se fue imponiendo en
doctrina la teoría de la disposición. Sin embargo, en la actualidad es
otra la teoría que puede calificarse como más adecuada,
básicamente por el carácter innecesariamente subjetivizador de la
Teoría de la disposición.
 En efecto, como resulta de esta teoría, se adelanta o retrasa el
momento de la consumación al de la acreditación de la posición
intelectual del sujeto, lo que hace depender todo del sujeto activo.
 En dicho sentido, tercia también Bascuñán, indicando que bien es
cierto que la apropiación indebida tienen como verbo rector
apropiar. Sin embargo, se diferencia en que en el hurto la cosa
ajena pertenece y está bajo la custodia de otro, que debe romperse.
De manera que es un error hablar de el 470 nº 1 como base de estos
delitos.
 Esta diferencia es crucial, ya que en la apropiación indebida,
al encontrarse el objeto bajo la custodia del mismo sujeto
activo, no es necesaria una sustracción, ni violación de la
custodia de nadie, por lo que la apropiación como acción,
implica arrogarse el poder correlativo a la posición jurídico
formal del propietario.
 La apropiación como acción para los delitos de hurto y
robo, estaría compuesta por la sustracción de una cosa
mueble ajena, con ánimo de señor o dueño, que implique
la ruptura de la custodia del sujeto pasivo y la constitución
de una custodia nueva por el sujeto activo.
 La disposición entonces, representa sólo a la apropiación en
los delitos de apropiación indebida, NO en los de sustracción
donde lo primordial es la ruptura de la custodia ajena,
integrando dicha disposición la etapa de agotamiento del
delito, como entre nosotros destacó la excelente tesis de
grado de doña Macarena Castillo Lilis.
 En definitiva, tanto por su carácter subjetivizador extremo,
como por la confusión entre los elementos esenciales del
hurto y la apropiación indebida, la tesis de Mera ha de
rechazarse.
2.- Teoría de la constitución de nueva custodia
 La teoría que esta cátedra entiende como correcta es la del
rompimiento de la custodia anterior y de la constitución de una nueva
custodia, sostenida en Chile por Bascuñán, entre otros.
 Este autor concibe a la acción de apropiarse como la ruptura de la
custodia ajena (rompimiento de la relación entre la cosa mueble ajena y
su dueño) y la constitución de la nueva, realizadas con ánimo de
apropiación.
 En la determinación de la existencia de una relación de custodia sobre
una cosa, no solo pueden influir consideraciones descriptivas sino que
también normativas. Por tanto, la esfera de custodia no es una cuestión
objetiva y espacial, sino que de carácter normativo que admite
diferenciar caso a caso.
 De esta manera, como ejemplifica Castillo Lilis, quien se
apropia de una cosa mueble ajena en un supermercado, no
entenderá completa su nueva custodia sobre ella, sino hasta
traspasar las líneas de cajas, ya que sólo en ese momento se
puede corroborar la conducta objetiva y el ánimo de
apropiarse.
 Así también, por ejemplo, quien sustrae del bolso de otra
persona un teléfono mientras viajan en el metro, consumaría
el delito, toda vez que la relación de custodia entre la víctima
y el objeto, se rompió y reemplazó por otra.
Naturaleza Jurídica del Hurto (Excurso)
 Teniendo en consideración lo dicho respecto del momento
consumativo del hurto, parece evidente que dada la postura sobre
ello tomada, sobre este punto se entienda que se trata de un delito de
mera actividad.
 Recordando lo visto el año pasado, estos se oponen a los de resultado
material, en cuanto los primeros no puede distinguirse en la conducta
y el resultado.
 Así, la conducta apropiatoria no puede escindirse de la constitución
de la nueva custodia. Se agota en el mismo acto, lo que en materia de
Iter Criminis resulta del todo relevante, pues estos ilícitos presentan
tentativa pero, jamás, frustración, por ser una contradicción en sí
mismo, por mucho que el legislador lo pretenda. (Vid. Art. 494 bis)
Cosa Mueble:
 Debemos tener en consideración que este es un elemento
normativo jurídico del tipo, de manera que lo que ha de
determinarse es si el artículo 432 del Código Penal se está
refiriendo al mismo concepto civil, o a uno de naturaleza penal.
 Es pacífico en doctrina que el concepto establecido por el
legislador penal es distinto de aquel señalado civilmente, se dice
que aquí hemos de estar a la naturaleza y objetos distintos para
claramente darse cuenta que cosa mueble penal difiere de la
regulación civil y entonces cosa mueble vendría a ser simplemente
aquella que puede transportarse de un lugar a otro, sin que
quepan institutos jurídicos como la destinación, éstos siguen
siendo muebles para el derecho penal.
 Ahora bien, nos parece que esta controversia en verdad tiene una
respuesta más sistémica y coherente, si nos percatamos que es el
propio Código Civil el que establece en el artículo 574 que cuando
por la ley o el hombre se usa la expresión bienes muebles sin otra
calificación, se comprende lo señalado en el artículo 567, artículo
que nos entrega como concepto el que la doctrina penal acepta por
mueble,
 Luego es lógico concluir que en verdad no hay tal discrepancia civil
v/s penal, lo que hace innecesario plantear que son conceptos
distintos salvando de esta manera una cuestión básica: el derecho
es uno sólo.
 Terminemos diciendo que por razones evidentes sólo es posible
aceptar que puede cometerse este delito en bienes corporales. Sin
embargo existe un caso en que el objeto del delito es uno sin
materialidad que sin embargo constituye hurto, para ello fue
necesario establecerlo especialmente en el D.F.L. N° 4, artículo 168.
Ajenidad
 Cuando hablamos que la cosa debe ser ajena, nos estamos
refiriendo a que esta cosa ha de ser de otro, y por tanto no
importa de quien, así se hurta si quien se apropia lo hace
tomando la cosa que otro tenia como mero tenedor.
 Ahora bien, que la cosa sea ajena necesariamente implica que
esta sea de alguien, así Bustos con razón afirma que no hay
hurto por apropiarse de res nullius (cosas que no pertenecen a
nadie) y tampoco en caso de las res derelictae (cosas
abandonadas para que se haga dueño el primer ocupante).
Sin la voluntad de su dueño
 Nos parece inoficioso plantear las discusiones doctrinarias en torno a la
aparente contradicción entre el epígrafe del párrafo 1 y el texto del
artículo 432.
 Claramente lo que se ha de entender es que sin la voluntad es
comprensivo de la contrariedad, es estúpido pensar que por el hecho de
no estar el dueño de una cosa al momento del hurto no se cometió delito,
porque como no estaba no pudo señalar que no estaba de acuerdo.
 No merece la pena gastar líneas argumentativas para desacreditar una
posición del todo disparatada. Lo importante es señalar que no hay delito
de hurto si es voluntad del dueño entregarla, desde que la propiedad es
un bien jurídico disponible, y si esta voluntad de entregar la cosa es
viciada, como cuando el cogotero te dice que le entregues la chaqueta,
tampoco habrá hurto sino robo, como veremos en su oportunidad.
Ánimo de Lucro
 Este elemento viene a precisar el tipo penal, así para
estar en presencia de hurto se requiere que se
persiga un beneficio económicamente apreciable.
 De hecho toda la construcción de la pena que se
aplicará se basa en el valor económico de la cosa
sustraída.
1º Hurto simple. Artículo 446.
2º Hurtos agravados. A que se refiere
el artículo 447,
3° Hurto de Hallazgo, artículo 448.
4° Hurto de Energía Eléctrica
 La doctrina general no dice mucho respecto del hurto simple. Así, es aquél
señalado en el artículo 446 y que reúne los requisitos del hurto.
 Los penalistas nacionales en general han sido duros en la crítica en lo
referido a la forma “anacrónica”, dicen, de establecer la penalidad. Esta se
estimará de acuerdo al valor de la cosa sustraída de la manera señalada en el
artículo 446 del Código Penal.
 Se critica esta determinación pues, como señala Labatut, el delincuente
difícilmente sabrá el valor de la cosa que hurta, además la desvalorización de
la moneda afecta directamente esta forma de determinación, pues, de
seguirse a Etcheberry, y aceptar que esta forma se justifica desde que en
este delito debe existir ánimo de lucro y por ello la forma de determinación,
no es argumento a favor de la defensa de esta determinación.
 El profesor Mera va más lejos y señala que esta no es sino una forma de
discriminación respecto de los más carenciados en relación con los
poderosos.
 Los hurtos establecidos en este artículo (447) se dicen que son
agravados por el abuso de confianza, y señala una facultad al
juez para aumentar la penalidad en un grado.
 Lo que en todo caso no es obligatorio, es decir, el hurto
agravado se rige por las penas básicas del hurto simple, con la
facultad para el juez para agravar la pena, lo que es bastante.
 Así a un sujeto que hurta una cosa que vale más de 300 UTM,
que tiene una penalidad de 3 a 5 años, aumentada en un grado
se aumenta de 5 años y un día a 10 años. Es decir, podría
aumentar a una pena que corresponde al homicidio.
 Esto refleja la excesiva protección que tienen los delitos contra
la propiedad en nuestro país.
 Está contemplado en el Artículo 448 inciso 1º y 2º del Código
Penal y básicamente se trata del caso en que una persona
encuentra algo y no lo entrega a su dueño.
 Este es un tipo penal doble en que se categorizan dos
situaciones diversas que nuestros comisionados al hacer el
Código Penal tuvieron en mente como formas de concreción
de disposiciones civiles vinculadas con el hallazgo o invención.
 El Código Civil señala lo que debe hacer un sujeto que se
encuentra algo y establece que cuando ello ocurre el sujeto
está obligado a devolverlo según las circunstancias al dueño o
a la autoridad.
 Nuestros comisionados recogieron penalmente el atentado contra la
propiedad que implicaba que un sujeto que se encontrara algo
sabiendo de quien era, se quedaba con la cosa.
 Esta una situación de hecho que no calza con la situación fáctica que
establece la teoría dominante en nuestros tribunales (ablatio)
 Para esta teoría es de la esencia del hurto el concepto complejo de
apropiación que comprende una aprensión física, lo que
denominados sustracción, tomar la cosa y en segundo lugar, un
ánimo de señor y dueño.
 Sustraer, por consiguiente, es sacar la cosa de las esfera de custodia
del propietario para llevarla a la esfera del sujeto activo, todo esto
con animo de señor y dueño.
 El que se encuentra algo no sustrae, no hay una traslación a la esfera de
dominio del sujeto activo del delito. Hay un ánimo de señor y dueño, hay
un ánimo de tomar la cosa, pero no hay una sustracción, un sacar la cosa.
 Bien hace Etcheberry, exponente de esta posición, cuando denomina
este delito como apropiación sin sustracción, desde que la cosa ya ha
salido de la esfera de resguardo del sujeto pasivo.
 Desde la teoría de la apropiación como un concepto jurídico y no
material no hay inconveniente para aceptar que hay apropiación, pues la
sustracción viene a ser una característica del hurto y no de la
apropiación, con lo que lo difícil es conceptuarla como hurto.
 Lo que hay para esta posición, es más bien una particular forma de
apropiación indebida donde la obligación de entregar o devolver la cosa
no proviene de una fuente convencional, como en la figura de 470 n° 1,
sino que de la misma ley.
 El Artículo 448. establece dos clases de Hurto de Hallazgo:
a.-) La primera alternativa se refiere a la apropiación de una especie al parecer
perdida. Inciso 1º, artículo 448. Se castiga con una pena privativa de libertad
y una pena pecuniaria al sujeto que no devolvió la cosa sabiendo quien era el
dueño y que no la devuelve ya sea al dueño o a la autoridad. Se toma en
cuenta el valor de la cosa sustraída para aplicar la pena. Si la cosa vale menos
de 5 UTM hay una simple falta, artículo 494 n°19.
b.-) La segunda alternativa se refiere a las cosas al parecer perdidas o
abandonadas a consecuencia de un naufragio, incendio, inundación, etc. En
este caso estamos frente a una cosa que propiamente tal no esta perdida,
sino que es el efecto de una calamidad. Es importante hacer notar aquí la
diferencia que existe entre este delito y la agravante general del 12 n° 10,
pues en esos casos habrá hurto con agravante y no de hallazgo, ya que en
aquél habría sustracción, a diferencia de este.
 Esta es una figura no contemplada en el Código Penal y que encuentra su
consagración en el DFL Nº 4 de 1959. Se discutió la naturaleza que tenía la
energía o el fluido eléctrico y su eventual ineptitud para poder ser
considerada una cosa susceptible de apropiación.
 Como el tipo de hurto requiere apropiación de un a cosa mueble, la
cosificación del fluido eléctrico era una cuestión que se consideraba
arbitrario, según entendieron los tribunales en su tiempo, todo basado en
que ha de tratarse de bienes corporales entendiendo a aquellos que tienen
una extensión física.
 Frente a la dificultad de aplicar las normas generales sin norma especial y
dada la disparidad de opiniones que existía se optó por dictar una ley
especial en la cual se castiga a todo aquel que sustraiga energía eléctrica a
través de conexiones clandestinas o fraudulentas.
 Etcheberry señala que por conexión clandestina han de entenderse las
ocultas, y por fraudulentas aquellas que no lo están (ocultas), en ambos
casos, no autorizadas por la empresa correspondiente.
 Como ya habíamos anticipado, los delitos de que tratamos
tienen consideraciones dogmáticas divergentes, son
diferencias notorias las que conllevan aceptar una u otra
posición.
 Veamos, dijimos ya antes que cuando se hablaba del bien
jurídico protegido en estas figuras penales comenzaban las
bifurcaciones conceptuales.
 En clase adelantamos que el concepto de propiedad no es
aceptado pacíficamente y que algunos prefieren el concepto
de delitos contra el patrimonio, aunque aceptando que no es la
panacea, y así se dan tres corrientes, digamos, patrimoniales:
la jurídica, la económica y la mixta.
 Digamos brevemente que la primera sólo considera el conjunto de
derechos y obligaciones, la segunda en lo fundamental es la referencia a un
conjunto de cosas o entidades con valor económico, de lo cual resulta un
concepto demasiado vago y poco precisable en que, como acertadamente
puntualiza Bustos, se protegería sólo una relación fáctica que por ejemplo
podría llevarnos al absurdo del hurto del propietario respecto del ladrón
que está en posesión de su cosa o de un ladrón a otro.
 Luego la teoría mixta, temperando ambas posiciones, viene a
complementarlas teniendo como resultado un concepto de carácter
jurídico-económico, según la cual el patrimonio está integrado por el
conjunto de cosas o entidades con valor económico y respecto de las
cuales se dé una determinada relación jurídica.
 No basta una relación fáctica, sino que se debe dar una determinada
relación jurídica, pero por otra parte en lo jurídico no se agota el problema,
sino que además es necesario que las relaciones tengan una significación
económica, esto es valuables en dinero.
 La interpretación político criminalmente orientada del profesor Mera, pasa
por aceptar que el delito de hurto requiere de perjuicio patrimonial
efectivo, así como se exige para otras figuras como la apropiación indebida
y la estafa.
 Así, dice el profesor, “...esta interpretación, conveniente político
criminalmente y consecuente con los principios de lesividad y última ratio,
puede conducir a una reducción importante...en las condenas por hurto”.
Ahora bien, el hurto según como actualmente está tipificado no exige el
perjuicio y este se vería consumado desde el momento de la apropiación,
sin embargo, señala, la tipicidad no es el único elemento de la
responsabilidad penal.
 La conducta además de típica debe ser antijurídica y sin la exigencia del
perjuicio patrimonial efectivo faltaría esta en su aspecto material, lo que
conllevaría a aceptar la vulneración al principio de lesividad desde que el
patrimonio no se vería afectado y se consumaría el delito sólo por la
sustracción con animo de señor y dueño y de lucro.
 Esto lleva a concluir que tal interpretación sería atentatoria contra el
derecho constitucional que impide que se presuma de derecho la
responsabilidad penal, pues la antijuridicidad, parte de la responsabilidad
penal, se presumiría en el mismo momento en que se presume que hay
afectación al bien jurídico sólo con la apropiación con animo de lucro.
 “Para declarar una conducta como delito no debería bastar que suponga una
infracción de una norma ética o divina, es necesario ante todo la prueba de
que se lesiona intereses materiales de otras personas, es decir, de que se
lesiona bienes jurídicos” (cita de Mera a Hassemer).
 Otra consideración interesante de este autor viene a ser aquella que
establece que de seguir con la interpretación actual del hurto se mantendría
la discriminación doble del hurto, por una parte constituye un elemento
altamente discriminante el hecho que la pena del hurto esté determinada
de acuerdo al monto de lo sustraído.
 Ello significa mayor severidad en la sanción para quien hurta bienes
muebles más caros, lo que implica según nuestro parecer una
manifestación más de la desprotección de las clases carenciadas en
contraposición con el interés del Estado por los bienes de quienes
más tienen.
 Pero por otra parte no sólo se discrimina a los ciudadanos honrados
pobres respecto de los honrados ricos, sino también se discrimina a
los delincuentes pobres en relación con los delincuentes con
capacidad de consumo.
 Esto, pues resulta que en las figuras penales conocidas como de
“cuello y corbata”, léase estafa o apropiación indebida, el perjuicio
esta señalado como elemento del delito, lo que implica que el hurto
tiene menos elementos y por ende se configura con menos
exigencias, en otras palabras, el Estado pone más requisitos para
sancionar al rico que al pobre.

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