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En fecha 18 de abril de 2001, se dio cuenta en Sala del presente asunto, designándose
ponente al Magistrado que con tal carácter suscribe el presente fallo.
Concluida la sustanciación del recurso de casación y cumplidas las demás formalidades
legales, pasa esta Sala a decidirlo en los términos siguientes:
PUNTO PREVIO
Al respecto la Sala debe señalar, que si bien bajo el imperio del Código de
Procedimiento Civil previgente, no se admitía el recurso de casación contra las sentencias dictadas
en juicio breve, actualmente sí se concede, siempre que el interés discutido alcance la cuantía
necesaria para recurrir y la sentencia pueda ser apelable, criterio que se ha venido estableciendo y
aceptando por vía jurisprudencial. El ejemplo clásico sería la sentencia pronunciada en el juicio por
cumplimiento o resolución de contrato de venta con reserva de dominio, que se tramita por el
procedimiento breve. Por esta razón, la Sala conocerá del recurso de casación interpuesto. Así se
decide.
ÚNICO
Por razones metodológicas, la Sala altera el orden de conocimiento de las denuncias, y
analizará la tercera de actividad.
Al amparo del ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil, denuncia el
formalizante la violación por parte de la recurrida de los artículos 12, 15, 196, 206 y 891 eiusdem,
al haber causado indefensión a la parte demandada.
En efecto, de conformidad con el ordinal 1° del artículo 313 del Código de Procedimiento Civil,
denunciamos la infracción de los aludidos artículos porque el Juzgado Superior en la sentencia de
segunda instancia causó indefensión a Bon Bril cuando consideró que tres de las apelaciones
intentadas por ella eran extemporáneas por adelantadas y una extemporánea por tardía, lo que
condujo a declararlas inadmisibles.
...Siendo que la apelación debe interponerse en tiempo útil, que en el caso de especie es de tres
(3) días, por mandato expreso del artículo 891 del Código Procesal citado y que el estado de
suspensión del proceso solo cesa por la circunstancia de que las partes se encuentran a derecho y
haya transcurrido el término de tres (3) días para recusar o allanar al juez avocado, es obligante
concluir que las apelaciones propuestas por la demandada el 18 de septiembre del 2000, el 18 de
diciembre del 2000 y el 21 de diciembre también del año 2000, son extemporáneas por delantadas
(sic), según se ha explicado y que la intentada el 11 de enero del 2001, también es extemporánea
por tardía, ya que el lapso de tres (3) días para apelar se cuenta a partir del vencimiento de los tres
(3) días que otorga el artículo 90 citado para recusar o allanar, término que venció el día 10 de
enero del 2001 y a partir de esa fecha que se computa el de tres días para apelar, término que
transcurrió los días 8, 9 y 10 de enero del 2001 y visto que la apelación fue interpuesta por la
demandada el día 11 de enero del 2001, ésta resulta evidentemente extemporánea por tardía...
(Omissis).
Ciudadanos Magistrados, el Juzgado Superior sin que norma alguna se lo permitiera adicionó o
incorporó al lapso normal (o natural) de apelación de tres días que establece el artículo 891 del
Código de Procedimiento Civil, otro lapso (ilegal para el caso), esto es, el de (3) días que otorga el
artículo 90 del Código de Procedimiento Civil para recusar o allanar al Juez, lapso que por cierto es
inaplicable al caso que nos ocupa como se señalará en la primera denuncia por infracción de ley
expuesta en este mismo escrito. Con dicha conducta procesal el Juzgador Superior causó
indefensión a Bon Bril cuando consideró que tres de las apelaciones intentadas por ella eran
extemporáneas por adelantadas y una extemporánea por tardía, lo que condujo a declararlas
inadmisibles y privó a Bon Bril nada menos que del recurso de apelación...”
3.- EL 21 de septiembre de 2000, la parte actora se dio por notificada de la sentencia de primera
instancia.
6.- EL 21 de diciembre de 2000, tercer día de despacho contado a partir del 18 de diciembre, la
parte demandada apeló por tercera vez de la sentencia definitiva.
7.- El 8 de enero de 2001, la parte actora solicitó un cómputo por Secretaría de días de despacho.
8.- El 11 de enero de 2001, la parte demandada apeló por cuarta vez de la sentencia definitiva.
La recurrida, determinó que las tres primeras apelaciones fueron extemporáneas por
prematuras y la última, por tardía. El argumento de la sentencia impugnada fue el siguiente:
“...Siendo que la apelación debe interponerse en tiempo útil, que en el caso de especie es de tres
(3) días, por mandato expreso del artículo 891 del Código Procesal citado y que el estado de
suspensión del proceso solo cesa por la circunstancia de que las partes se encuentran a derecho y
haya transcurrido el término de tres (3) días para recusar o allanar al juez avocado, es obligante
concluir que las apelaciones propuestas por la demandada el 18 de septiembre del 2000, el 18 de
diciembre del 2000 y el 21 de diciembre también del año 2000, son extemporáneas por delantadas
(sic), según se ha explicado y que la intentada el 11 de enero del 2001, también es extemporánea
por tardía, ya que el lapso de tres (3) días para apelar se cuenta a partir del vencimiento de los tres
(3) días que otorga el artículo 90 citado para recusar o allanar, término que venció el día 10 de
enero del 2001 y a partir de esa fecha que se computa el de tres días para apelar, término que
transcurrió los días 8, 9 y 10 de enero del 2001 y visto que la apelación fue interpuesta por la
demandada el día 11 de enero del 2001, ésta resulta evidentemente extemporánea por tardía...”
La Sala no comparte el criterio establecido por la recurrida. Una vez que ambas partes
se dieron por notificadas del fallo definitivo de primera instancia, comenzó el lapso para
interponer el recurso de apelación. Si el Tribunal dio despacho los días 14 y 18 de diciembre de
2000, se entiende que la ciudadana Juez había asumido el cargo, a pesar de no haberse avocado a
la presente causa. El lapso para interponer el recurso de apelación, es para la actuación de las
partes, no del Juez, en especial aquella que ha sufrido el gravamen del fallo y tiene interés legítimo
en apelar. La intervención del Juez en este caso, se ve restringida o limitada a la admisión o
inadmisión posterior del recurso interpuesto, pero su falta de avocamiento en esta etapa del
proceso, ya sentenciado, ni genera la suspensión de la causa ni constituye un presupuesto
procesal que impida el inicio y vencimiento del lapso para recurrir.
“...De la anterior relación de actos procesales, la Sala advierte que, a partir del auto de fecha 27 de
marzo de 2000, se suscitó una serie de irregularidades en el Juzgado Superior, en el cual se dictó la
sentencia recurrida, desencadenadas luego de computar el lapso de tres (3) días de despacho para
que las partes ejercieran el derecho de recusar al nuevo Juez, de manera previa al lapso
correspondiente para sentenciar; obsérvese que dicho lapso no interrumpe el curso de la causa,
sino que el mismo corre paralelo en relación a cualquier otro que esté corriendo, en este caso, el
lapso para sentenciar, con la salvedad específica de que, aun cuando ambos lapsos transcurren
paralelamente el nuevo juez no puede sentenciar dentro de los tres (3) días a que hace referencia
el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil...” (Sentencia de la Sala de Casación Civil de fecha
16 de noviembre de 2001, en el juicio seguido por Roger Galindo Trias contra Inversora Germano
Venezolana, S.R.L., y Banco Mercantil S.A.C.A., expediente N° 00-500).
Formuladas estas consideraciones, debe concluirse que en el caso bajo estudio, el lapso para el
ejercicio del recurso de apelación comenzó a transcurrir a partir de la última notificación de las
partes, 21 de septiembre de 2000, que es el acto procesal que sí tiene trascendencia para el inicio
del lapso y la eficacia del anuncio del recurso. El segundo día de despacho siguiente a esta
notificación, 18 de diciembre de 2000, la parte demandada apeló del fallo de primera instancia. Tal
recurso se intentó dentro de los tres días de despacho siguientes a la última notificación de las
partes, de acuerdo al artículo 891 del Código de Procedimiento. Por tal motivo, la apelación
ejercida por la demandada en esa fecha, 18 de diciembre de 2000, es tempestiva. Así se decide.
Por estas razones, la sentencia impugnada ciertamente infringió el derecho a la defensa de la
demandada, al considerar ilegalmente extemporánea e inadmisible la apelación ejercida el 18 de
diciembre de 2000, quebrantando directamente el artículo 15 del Código de Procedimiento Civil, y
por vía refleja, los artículos 891 y 196 eiusdem. En consecuencia, la presente denuncia por defecto
de actividad deberá ser declarada procedente, para que se anule la recurrida y se reponga la causa
al estado de dictar nueva sentencia en Segunda Instancia, a fin de que el Juez competente conozca
del fondo del asunto controvertido, teniendo como tempestiva la apelación del demandado. Así se
decide.
DECISIÓN
El Presidente de la Sala-Ponente,
____________________________________
FRANKLIN ARRIECHE G.
El Vicepresidente,
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La Secretaria,
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Exp. 01-255
El Magistrado CARLOS OBERTO VÉLEZ, expresa su disentimiento respecto del criterio consignado
por los otros Magistrados integrantes de esta Sala de Casación Civil del Tribunal Supremo de
Justicia, que aprobaron el fallo que antecede, en el cual se declaró con lugar el recurso de casación
formalizado por el demandante, al declarase procedente una denuncia por defecto de actividad,
razón por la cual con vista del contenido y alcance del artículo 59 de la Ley Orgánica de la Corte
Suprema de Justicia, procede a consignar su voto salvado en los siguientes términos:
“...la recurrida para desestimar esta apelación del 18 de diciembre de 2001, se centró en que el
Juez de la causa se avocó a su conocimiento en esa misma fecha y por ello, ‘...la sustanciación del
expediente se mantendría en suspenso...’ hasta tanto el Juez no se avocara. En otras palabra, la
recurrida determinó que mientras el Juez no se había avocado, el lapso de apelación no había
comenzado a transcurrir.
La Sala no comparte el criterio establecido por la recurrida. Una vez que ambas partes se dieron
por notificadas del fallo definitivo de primera instancia, comenzó el lapso para interpone el
recurso de apelación. Si el Tribunal dio despacho los días 14 y 18 de diciembre de 2000, se
entiende que la ciudadana Juez (Sic , había asumido el cargo, a pesar de no haberse avocado a la
presente causa. El lapso para interponer el recurso de apelación, es para la actuación de las partes,
no del Juez, en especial aquélla que ha sufrido el gravamen del fallo y tiene interés legítimo en
apelar. La intervención del Juez en este caso, se ve restringido limitado a la admisión o inadmisión
posterior del recurso interpuesto, pero su falla de avocamiento en esta etapa del proceso, ya
sentenciado, ni genera la suspensión de la causa ni constituye un presupuesto procesal que impida
el inicio y vencimiento del lapso para recurrir.
No debe confundirse la situación procesal y trascendencia de la ausencia del Juez antes de la
publicación del fallo definitivo con la planteada una vez resuelta la controversia. (...).Pero una vez
decidida la controversia, el Juez pierde jurisdicción par alterar o ejecutar lo decidido y al ser
notificadas las partes del fallo publicado fuera del lapso, sólo queda la interposición y admisión del
recurso interpuesto...”
(..Omissis...)
Otras de las conclusiones que no comparto y que se encuentra implícita en la decisión disentida,
es que la recurrida que declaró la extemporaneidad del recurso, y por ende, su inadmisibilidad,
constituya o pueda ser tenida como manifestación per sé de indefensión. El sentenciador de
instancia podría haber incurrido en interpretación errónea o falta de aplicación de alguna norma
que consagrara algún derecho, pero afirmar que tal declaratoria constituye indefensión, es
atribuirle a esos presupuestos efectos que no tienen y a la conducta del Sentenciador
trascendencia que tampoco tiene, si nos atenemos al hecho incuestionable de que esta
Jurisdicción Suprema conoce y resuelve actualmente el recurso extraordinario de casación
interpuesto contra aquella decisión. Obviamente, si la Sala debate la bondad del criterio de
extemporaneidad aplicado a la apelación propuesta es como consecuencia del ejercicio del
derecho de defensa materializado en el recurso en cuestión. Ello pareciera perogrullesco. Sin
embargo, lo que se discute es otro tema: la no habilitación de la Jueza para admitir recurso alguno
contra la sentencia de instancia por no haberse dejado transcurrir el término para allanar o
recusar que establece el artículo 90 citado. A este respecto, esta Sala, en sentencia de 17 de junio
de 1977, caso de Gerardo Antonio López Aular, dijo; ‘...el sentenciador debe dejar transcurrir los
tres (3) días de despacho previstos en el artículo 90 del Código de Procedimiento Civil, a los fines
de salvaguardar el derecho que tienen las partes de recusar al nuevo Juez o Secretario. De no
respetar este lapso estaría violando el mencionado artículo de procedimiento Civil, vicio
evidentemente censurable en casación, a través del menoscabo del derecho a la defensa.”
La ponencia concluye afirmando que hubo infracción del derecho a la defensa al considerarse
extemporánea e inadmisible el recurso procesal de apelación ejercido, siendo así se está
admitiendo que la Jueza estaba habilitada para pronunciarse. En ese sentido discrepo de tal
criterio. De allí que es cuestión prioritaria precisar la habilitación de la Jueza ante quien se recurre.
La idea de un lapso solapado, que corre paralelo a otro de igual trascendencia jurídica, crea
confusión y niega accesibilidad al ejercicio de los recursos legales, transparencia a la decisión
virtualmente recurrible y puede provocar reposiciones inútiles, situación que colide con el
propósito y razón que inspira el artículo 26 de nuestra Constitución, por lo que estimo de urgencia
su consideración.
Asimismo discrepo del criterio asentado por la ponencia en cuanto a la capacidad del Juez para
decidir los temas que le pueden ser propuestos después de sentenciar. Dice la ponencia que la
intervención del Juez en ese caso se ve restringida o limitada a la admisión o inadmisión del
recurso propuesto; que el Juez pierde jurisdicción para alterar o ejecutar lo decidido y que sólo le
queda la interposición y admisión del recurso interpuesto.
Tales afirmaciones no son del todo ciertas, en razón a que existe la figura jurídica de la aclaratoria,
ampliación o corrección del fallo, que ha permitido que la propia Sala, aún en casos de evidente
extemporaneidad de dicha solicitud respecto a sus decisiones, haya considerado mantener su
jurisdicción para atenderla por ser constatable el error y necesaria su corrección, como son los
casos contenidos en la sentencia N°.26 del 30 de noviembre de 2001 Exp. 00-009, caso de Yarelis
Oliveros contra Marcelo Bortolussi; o la N° 55 del 30 de abril de 2002, Exp. 01-318 en el juicio del
Banco Industrial de Venezuela c.a contra Roque’s Air Land & Sea, c.a., entre otras; de manera que
mal puede limitarse a la jurisdicción de instancia, en el sentido de sólo admitir o no admitir el
recurso, máxime cuando el avocamiento es una actuación personalísima.
a).- En la situación particular, mal puede determinarse que el lapso para apelar se inició a partir del
21 de septiembre de 2000, por considerarse que en esa fecha se practicó la última notificación de
las partes, máxime cuando la sentencia según se desprende de su texto no ordenó tales
notificaciones, entendiéndose en principio, que la misma salió a término, lo cual no fue así, pues
según el cómputo consignado al folio 301 la sentencia salió fuera del lapso, pues el mismo venció
el 6 de mayo día no hábil por lo que correspondió al 7, había que notificar aun cuando no lo
ordenó pues se publicó el 10 de julio, de esta manera debieron analizarse los supuestos surgidos
en el ínterin procesal y que se configuraron a partir de la publicación del fallo para establecer
desde cuando correría el lapso para apelar.
b).-Luego de publicada la sentencia (10-07-2000) la actuación del 18 de septiembre de ese año
hecha por el demandante inexplicablemente puede tenerse como notificado pues no había
despacho.
c).-La actuación procesal del 14 de diciembre del demandante puede tenerse como su notificación
pues hubo despacho, aún cuando no había avocamiento de la jueza.
d).-La efectuada por la demandada el 18 de diciembre bien puede tenerse como notificada por
cuanto si hubo despacho, aún cuando en esa misma fecha se produjo el abocamiento de la jueza.
e).-Hecho el avocamiento de la Jueza, estimo entra en juego el efecto de su habilitación, que sólo
se produce como consecuencia de no haber sido recusada, es decir luego de vencido los tres días.
Dejo así expresado el fundamento del voto salvado en relación a la sentencia que en esta causa ha
tomado la mayoría sentenciadora. Fecha ut supra
El Presidente de la Sala-Ponente,
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FRANKLIN ARRIECHE G.
El Vicepresidente-Disidente,
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Magistrado,
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La Secretaria,
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