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Movimientos nacionales y populares en Sudamérica.

Década Infame
en la Argentina I

Hoy les vamos a dejar un tema nuevo para que vaya empapándose y la semana que viene
habrá repaso de esto mismo. Lo que sucede en el Cono Sur a partir de la segunda década del
siglo XX es que, en gran parte de sus estados, se desarrollan movimientos políticos que son
críticos del modo de conducción política y el modelo que llevan adelante los gobiernos de las
oligarquías. Estos movimientos, van más allá del reclamo de la corrupción y reclaman la
democratización de estos regímenes, además, en materia económica, cuestionan el núcleo de
los modelos llevados adelante en aquellos momentos: el endeudamiento (con Inglaterra en la
mayoría de los casos), la inserción en el mercado mundial en carácter de exportadores de
materias primas e importadores de manufacturas y la falta de regulaciones en las leyes
laborales que hacían de la mano de obra, en algunos casos, una situación rayana a la
esclavitud. Otra cuestión importante que se criticó a los gobiernos de las elites fue la falta de
intervención estatal para poner un freno a los abusos de las compañías extranjeras y, en el
ámbito de la política internacional, como contrapartida, se buscaba una salida a través de
alianzas con los otros países de la región en gran parte de los casos.  En suma, lo que tienen
en común estos movimientos, a pesar de las grandes diferencias en materia de matices
políticos, acontecimientos y coyunturas propias de las especificidades de cada país es la
voluntad de cuestionar las bases de los modelos llevados adelante por las oligarquías.

A parte del caso argentino, que veremos más en detalle, podemos citar otros ejemplos que nos
permiten hablar de una tendencia a nivel sudamericano, sobre todo, también, porque estas
medidas se toman como reacción al período anterior dominado por las políticas de la
oligarquía. En Uruguay, se considera el período entre 1903 a 1929 como la era del batllismo,
por las presidencias de José Battle y Ordóñez de 1903 a 1907 y de 1911 a 1915 que lo
pusieron como protagonista de las políticas de aquellos momentos. El battlismo propuso que el
sufragio fuera para los mayores de dieciocho años y que se eliminaran las restricciones hacia
los peones, los jornaleros, analfabetos y sirvientes a sueldo. Además de promulgar el voto
secreto, se marcó un antecedente de la apertura del sufragio hacia la población femenina. En
materia económica, el gobierno creó agencias estatales que fueron un instrumento importante
para la regulación económica como por ejemplo las Usinas Eléctricas del Estado (1912) o la
Agencia para la Administración de los Ferrocarriles del Estado (1915). Así mismo, se
promulgaron leyes laborales como el establecimiento de la jornada de trabajo en ocho horas, el
establecimiento de un salario mínimo del peón rural y urbano, entre otras.

¿Qué pasa en Centroamérica y el Caribe? En estos casos no podemos hablar de la misma


tendencia ya que fue una época de fuerte injerencia de los Estados Unidos en esa región. ¿En
qué se basó la estrategia norteamericana para desarrollar esa injerencia? En la inversión de
sus compañías (sobre todo la United Fruit Company) y en el otorgamiento de préstamos a los
débiles estados de la zona. Semejante flujo de dólares les daba tanto a las compañías como al
mismo estado norteamericano un poder de presión muy grande para imponer políticas que
resultaran beneficiosas para sus negocios. Otra estrategia que se empezó a dar luego de la
crisis de 1930 fue la de formar a los altos mandos militares caribeños y centroamericanos en
escuelas norteamericanas para inculcarles sus valores y objetivos, esto permitió crear un
nuevo sector de las oligarquías locales que pronto se hicieron con el poder a fuerza de golpes
militares y que, como era de esperarse, gobernaron en función de los intereses del país del
norte.

¿Qué pasa en Argentina? Es conocido como "década infame" el conjunto de años que van de
1930 a 1943, se agrupan así porque constituyen un mismo proceso histórico con
características específicas. Este período comienza con el golpe de estado perpetrado por José
Félix Uriburu el 6 de septiembre de 1930 a Hipólito Yrigoyen. A partir de 1931  una coalición,
denominada Concordancia (integrada por radicales antiyrigoyenistas, conservadores y
socialistas independientes) llega al poder mediante elecciones y se va a mantener mediante el
fraude electoral, la proscripción de los opositores, las intervenciones federales, la represión
popular y el estado de sitio. 

La década infame, además, se caracterizó por un fuerte crecimiento de la corrupción estatal, el


emblema de esta situación fue el pacto Roca-Runciman con Inglaterra que significó grandes
concesiones a favor de las empresas frigoríficas inglesas y norteamericano-inglesas en el
negocio de la exportación de la carne. Esto sumado a la toma de un empréstito con una banca
inglesa para que estas empresas tengan divisas disponibles a la hora de repatriar sus
ganancias. 

 En el terreno económico y social se desarrollaron dos procesos importantes: la


industrialización y las migraciones internas. La industrialización se dio como resultado de las
dificultades impuestas por la crisis del '30 al desarrollo del comercio internacional como se
venía dando. Tuvieron que dejar de importarse muchos artículos por falta de disponibilidad y
tuvieron que comenzar a fabricarse en el país, lo cual, generó un crecimiento de la industria y
de la demanda de empleo en las ciudades más importantes del país, sobre todo, la Capital
Federal y el Conurbano bonaerense. Por todo esto se produjeron las migraciones de
pobladores que llegaban de sectores rurales y de otras provincias, estos nuevos trabajadores
se sumaron a la clase obrera urbana y el aumento en el volumen de la masa trabajadora
redundo, a su vez, en grandes avances a nivel sindical. Los sindicatos crecieron en número,
pero también, en capacidad de negociación porque se unificaron, aún así, el proceso todavía
era incipiente.

Otro fenómeno importante que se da en estos años es la implementación por parte del Estado
argentino de ciertas medidas alejadas de la ortodoxia liberal debido a las necesidades propias
de la coyuntura económica mundial. Estas medidas se tomaron para solucionar problemas
derivados de la crisis del '30, primero, y la Segunda Guerra Mundial, después. Algunas de ellas
fueron: elevación de tarifas aduaneras, control de cambios, creación del Banco Central, control
de la producción a través de juntas reguladoras, creación de la Flota Mercante y de
Fabricaciones Militares. Este intervencionismo estatal fue tomado por gobiernos conservadores
como los de la época por necesidad y no por la convicción de cambiar el rumbo liberal que
deseaban imprimirle a la economía, el estado interventor no tenía el objetivo -en este
momento- de ser un estado de Bienestar.

La resistencia política y los cuestionamientos económicos a este modelo corrupto e injusto fue
llevada adelante por un grupo de radicales yrigoyenistas que formaron FORJA (Fuerza de
Orientación Radical de la Joven Argentina) para denunciar, como eje principal, la injerencia del
capital extranjero en la economía. Su ideólogo, Raúl Scalabrini Ortiz, fue quien investigó, por
ejemplo, la historia de los ferrocarriles argentinos y a través de ella, cómo los capitales
británicos que vinieron a establecerse como empresas prestatarias del servicio se vieron
favorecidas hasta el escándalo por concesiones del Estado a su favor.

También, hubo ciertos cambios en el rumbo de la Iglesia y el Ejército. En el primer caso,


siguiendo la estrategia del Vaticano, se buscó avanzar en la clericalización de la vida pública a
través de la creación de múltiples organizaciones laicas como Acción Católica Argentina, entre
otras, y en la búsqueda de inserción de la Iglesia en el Estado (que logró la confesionalización
del Ejército, por ejemplo). A su vez, el Ejército creció en infraestructura edilicia e inserción
territorial, además de que, en su interior, crecieron corrientes internas que promovían la
industria pesada, en especial, la armamentista.
Todos estas novedades que se presentaron en la década del ´30 contribuyeron al surgimiento
de nuevos sectores sociales que, finalmente, encontraron en el peronismo, una fuerza política
que los representó. Vamos a dejar ese análisis para las próximas clases.

Para cerrar, les recordamos que esto es un resumen de los temas que están más desarrollados
en el libro que estamos usando este año: Atlas Histórico de América Latina y el Caribe,
publicado por la Universidad de Lanús. Estos temas se encuentran en el tomo II. Les pedimos
que lean los temas en el libro y consulten en el foro (haciendo click AQUÍ) si tienen dudas. La
semana que viene hay repaso.

Movimientos nacionales y populares en Sudamérica. Década Infame


en la Argentina II

Esta semana vamos a continuar con el tema de la semana anterior (por eso el mismo título de
la clase), específicamente, lo que vamos a dejarles por acá es un video con un repaso sobre la
situación de Argentina desde la caída del orden oligárquico hasta el fin de la llamada Década
Infame.

Peronismo I

El fin de la década Infame

Este período de la historia argentina termina con el golpe de estado del 4 de junio de 1943. En
el ejército hubo tres corrientes diferenciadas políticamente que coincidieron en la necesidad de
derrocar al presidente en ejercicio en ese momento que era Ramón Castillo. 

Había una corriente más identificada con el liberalismo que es la que primero hegemoniza el
movimiento e impone a uno de sus integrantes como presidente, Rawson. Al poco tiempo, este
sector es desplazado por un sector nacionalista de derecha, que impone a Pedro Ramírez y
luego, en febrero de 1944 es reemplazado por Edelmiro Farrel de un tercer grupo, de
características nacionalistas pero de tinte popular. A esta ultima facción, también conocida
como GOU (Grupo de Oficiales Unidos) pertenecía el coronel Juan Domingo Perón quien es
designado, desde los primeros momentos posteriores al golpe, como autoridad máxima del
Departamento de Trabajo, convirtiéndolo en seguida en Secretaría de Trabajo y Previsión.

Desde la Secretaría, Perón se encargó de promover un conjunto de medidas que en poco


tiempo redundaron en grandes mejoras para las condiciones de trabajo y de vida de los
trabajadores: vacaciones pagas, aguinaldo, indemnización por despido, tribunales laborales,
sanción del estatuto del peón rural. Toda esta labor es apoyada por la mayoría de los
sindicatos de la CGT pero genera molestias en las principales cámaras patronales y en un
sector del gobierno militar. La creciente oposición en el seno mismo del gobierno obliga a
Perón a recluirse en la Isla Martín García pero esta situación generó una fuerte respuesta por
parte de los sectores populares, los principales beneficiados por la gestión del coronel Perón,
que terminó impulsando el llamado a elecciones por parte del gobierno militar, la candidatura
de Perón a la presidencia y la elección favorable a la fórmula por él encabezada en Febrero de
1946 . La citada respuesta popular al desplazamiento de su líder se dio el 17 de octubre de
1945.

La primera y la segunda presidencia de Perón


En febrero de 1946 Juan D. Perón es electo como presidente en elecciones tras haber obtenido
el 53,7% de los votos. Pero ¿A quiénes representó el peronismo? Es decir: ¿Cuál fue su base
social? Confluyeron diversos sectores sociales que el peronismo tuvo la habilidad de unir pero,
como dice el texto, no fusionar. Los asalariados fueron el principal sustento del movimiento
pero también estaba el sector del empresariado ligado a la industria liviana que dependía de la
existencia de un mercado interno en expansión, también hubo dirigentes sindicales, fragmentos
del radicalismo así como del socialismo y el comunismo, además del Ejército y la Iglesia
Católica (que consideraba a este nuevo movimiento como una alternativa al crecimiento del
comunismo en el mundo). El eje que unía a estos sectores tan diversos era la propuesta
nacional y antiimperialista que encarnaba el peronismo: lo que se proponía era una alianza
estratégica entre capital y trabajo para así, superar la dependencia económica de las potencias
extranjeras factor que se observaba como la principal fuente de problemas económicos para el
país, las tres banderas principales del movimiento fueron soberanía política, independencia
económica y justicia social.

¿Cómo se llevaron adelante estos objetivos? A través de un estado presente que buscó
intervenir para torcer el rumbo de la economía a favor de los sectores a los que representaba.
Así, el estado tomo medidas que buscaron fomentar el desarrollo industrial para así generar
trabajo y oportunidades para los sectores populares, de esta manera, también ganaba el
empresariado nacional ya que vendían más porque se agrandaba el mercado interno, pero
además, hubo medidas de fomento de la producción como créditos baratos y el congelamiento
de alquileres. Para lograr el desarrollo de la industria nacional fueron fundamentales otros tres
factores, primero, la estatización de un gran número de empresas de bienes y servicios que se
consideraban estratégicos (trenes, aviones, barcos, acero, carbón, petróleo, gas, teléfonos,
usinas eléctricas, servicios sanitarios, entre otros). En segundo lugar fue muy importante que el
estado tomara el control del comercio internacional a través del IAPI (Instituto Argentino de
Promoción del Intercambio) que compraba las cosechas a los grandes productores
agropecuarios fijando un precio conveniente para el estado y, luego, exportaba esa producción,
sacando de esta transacción el grueso de los recursos que le permitieron al gobierno hacer
fuertes inversiones en el ámbito económico y social; por último, la coyuntura internacional jugó
un papel preponderante (Europa en reconstrucción después de la Segunda Guerra Mundial y el
precio internacional de los productos agropecuarios que exportaba el país en alza). Gracias a
esto se pudo producir un fenomenal crecimiento económico y una transferencia de recursos
hacia los sectores populares (el salario nominal de un trabajador creció un 40% en solo dos
años, además se ganó en derechos laborales y reconocimiento social) sin precedentes en la
historia nacional.

En el plano político, Perón logró subordinar a aquellas agrupaciones que acompañaron su


candidatura presidencial mediante la conformación del Partido Peronista y la sucesiva victoria
en las elecciones legislativas de 1948. Al año siguiente, el Congreso aprobó la sanción de una
nueva Constitución nacional, la de 1949, que incorporó los derechos sociales, laborales, de la
familia, de la educación, de la cultura, de la ancianidad, en materia económica se estipuló la
función social de la propiedad privada, la nacionalización de los recursos naturales y el
monopolio estatal del comercio exterior. Con respecto a las cuestiones políticas, lo que más
revuelo en la oposición causó fue que se estableció la posibilidad de que la presidencia
nacional sea reelegida.

En todo este período se logró poner en valor el lugar en la sociedad que ocupaban los
trabajadores, tanto porque se legisló a favor del fortalecimiento del sindicalismo (sindicato único
por rama de actividad, personería gremial otorgada por el Estado, la existencia de comisiones
internas integradas al sindicato y delegados por fábrica legalmente protegidos de la patronal)
como porque, tras una rica y tumultuosa historia, los trabajadores lograron alcanzar una sólida
unidad acompañada de una identidad y de una cultura obrera propia.
La esposa de Perón, Eva Duarte, por su militancia y compromiso político, pronto se convirtió en
un actor central del gobierno que funcionó, por ejemplo, como interlocutora entre los sindicatos
y el presidente. Además, Evita, impulsó la creación de la Rama Femenina del Partido Peronista
desde la cual desarrolló políticas públicas y legislación para lograr el reconocimiento y la
igualdad de los derechos políticos, sociales y civiles de las mujeres, teniendo como logro
principal la ley de sufragio femenino. Otra de sus funciones fue la de comandar la "Fundación
Eva Perón" que se abocó a desarrollar distintas actividades para mejorar las condiciones de
vida de los sectores más postergados (personas que por distintas razones -enfermedades
crónicas, hogares monoparentales o simplemente habitantes de rincones del país con muy
bajas posibilidades de empleo- no tenían acceso a las mejoras en el ámbito laboral formal). La
fundación también construyó policlínicos, barrios obreros y parques de esparcimiento para las
familias. Evita tuvo un rol importantísimo que estaba en pleno ascenso cuando, debido a un
cáncer no diagnosticado a tiempo, falleció el 26 de Julio de 1952.

El segundo período presidencial de Perón tuvo que enfrentar diversas dificultades en varios
planos, para empezar, la oposición arreció en hostilidad, hubo, también, conflictos en el frente
interno (empresarios y sindicatos que se manifestaron en el Congreso de la Productividad)
debido a que el crecimiento se ralentizó y la coyuntura económica exterior dejó de ser tan
favorable, por lo tanto, esta situación de menor bonanza económica puso en evidencia las
diferencias en los intereses hacia el interior de la alianza de clases que era el peronismo. La
ruptura con la Iglesia católica le valió al gobierno diversas dificultades ya que la oposición se
abroqueló detrás de esta institución para buscar la desestabilización del gobierno. En
septiembre del año 1955, tras un intento fallido en junio (bombardeo a la plaza de Mayo y la
casa de gobierno que dejó más de trescientos muertos y novecientos heridos), un
levantamiento militar logró ser lo suficientemente fuerte para vencer a los miembros del ejército
que apoyaban a Perón y forzaron su renuncia, este golpe cívico militar fue autodenominado
"Revolución Libertadora".

Las páginas del archivo en formato pdf van de la 145 a la 158. El primer título es "El fin
de la década Infame" tienen que leer desde ahí hasta el final de la segunda presidencia
de Perón.

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