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Ficha etnográfica de los

grupos indígenas de Sonora.


compilación para la materia de Artes/Danza
de primer grado de la
Escuela Secundaria Técnica no. 41
‘Ezequiel Silvas López’
Diciembre 2020
Los yaquis.
Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que
significa hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a
su vez, de los demás pueblos indígenas. El pueblo yaqui ocupaba,
tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste del actual estado
de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui, hasta el cerro Tetakawi,
al norte de la actual ciudad de Guaymas. Bajo el control de las misiones jesuitas,
la población se concentró en ocho poblados situados de sur a norte a lo largo del
Valle del Yaqui. El territorio tradicional ha sufrido importantes mermas, de tal
manera que quedó, a partir de 1937, restringido al distrito de riego número 18.
Los municipios en donde se ubica son: Guaymas, Bácum, Cajeme y Empalme. El
conjunto del territorio comprende tres zonas diferenciadas: el área serrana -la
sierra de Bacatete-; una zona costera, que abarca los poblados vecinos de
Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las tierras irrigadas.
Los ocho pueblos tradicionales son, de sur a norte: Loma de Guamúchil, Loma de
Bácum, Tórim, Vicam, Pótam, Ráhum, Huirivis y Belem. Vícam es considerado el
centro político del grupo y lugar de encuentro de las autoridades tradicionales
de los ocho pueblos. En los años veinte se fundó Vícam Estación, en el paso de la
vía férrea. En esta población habitan más yoris que yaquis y es el lugar de
mercado y centro administrativo de las representaciones de los gobiernos estatal
y federal de la zona.

Los Mayos.
Los Mayos habitan en parte de los estados de Sonora y Sinaloa, que comprende
tres áreas naturales: la sierra, los valles y la zona costera, las cuales definen sus
características productivas, así como sus problemáticas. En Sonora, habitan en la
porción sur, en los municipios de Etchojoa, Huatabampo y Navojoa,
principalmente. Las principales celebraciones religiosas son la semana santa, las
fiestas patronales, cuya función principal es consolidar las complejas redes
sociales tejidas en el territorio mayo, así como mantener vigente su identidad
étnica. Otras celebraciones son velación de imágenes de santos, fallecimiento de
una persona, el cumplimiento de una semana o un año del fallecimiento y el Día
de Muertos.
Los Konkaak (Seris).
Habitan en dos localidades de la costa desértica del estado de Sonora:
Desemboque, municipio de Pitiquito, y Punta Chueca, municipio de Hermosillo.
Periódicamente y de acuerdo con los ciclos de pesca, radican también en diversos
campos pesqueros distribuidos a lo largo de su territorio de aproximadamente
100 km de litoral. El territorio konkaak comprende un área aproximada de 211
000 ha al nivel del mar, y está integrado por una parte continental y por la isla de
Tiburón. Su interpretación del mundo, sus ritos, sus fiestas y demás
manifestaciones culturales tienen un carácter estrechamente relacionado con la
naturaleza y con los aspectos biológicos y sociales de la reproducción del grupo.
Sus principales ritos están vinculados con ciclos de la vida como el nacimiento, el
inicio de la pubertad y con la muerte; sus canciones y relatos giran en torno al
mar, los tiburones, las zorras y las antiguas hazañas de héroes y guerreros. Al no
haber sido evangelizados formalmente, carecen de los elementos católicos. En la
zona seri no hay ninguna iglesia católica ni sacerdotes de este culto. Existen dos
templos protestantes. A pesar de todo, mantienen en su lengua y sus prácticas
esa matriz cultural que los asocia directamente con la naturaleza.

Los Guarijios.
Habitan una región accidentada en las estribaciones de la Sierra Madre
Occidental, en los límites estatales de Chihuahua y Sonora. Se estima que el
territorio donde habitan los guarijíos es el mismo que ocupaban a la llegada de
los españoles, abarca los municipios de Álamos, Quiriego y Rosario en el estado
de Sonora, y Uruachi, Chínipas y Moris en Chihuahua. El terreno es escabroso y
con escasas planicies; los suelos son, en su mayoría, de baja calidad para las
labores agrícolas, a excepción de las tierras que se encuentran en las márgenes
de los ríos. Su cosmovisión está integrada por un conjunto de mitos y leyendas, y,
en distintos momentos, llevan a cabo ceremonias. Su mitología trata temas acerca
de su origen, de la naturaleza, la tierra, el agua, Dios, la Virgen y la Cruz. Así, se
registran diferentes relatos como la creación de los guarijíos a partir del barro; la
existencia del diablo como hermano mayor de Dios; los yoris (hombres blancos)
como hijos del diablo; la existencia de una serpiente gigante que habita en el río
mayo, capaz de llevar a las personas a la muerte; y víboras invisibles llamadas
paisori, protectoras de los aguajes y arroyos. Algunas de estas narraciones
cumplen la función de regular el comportamiento con respecto al entorno natural,
guían el desarrollo de algunas ceremonias o explican el orden de las cosas.
Los Pápagos.
Se localizan en Arizona, Estados Unidos, y en Sonora se encuentran en Quitovac,
Las Norias, Pozo Verde (ejido), Pozo Prieto, Sonoyta, Caborca y Puerto Peñasco.
Debido a esta movilidad los municipios registrados con población pápago son
Altar, Pitiquito, Trincheras, Ures y General Plutarco Elías Calles. El desierto de
altar-yuma, o desierto de Sonora-Arizona es uno de los lugares con los más bajos
índices de humedad en todo el mundo. Tiene una fauna pobre y vegetación baja,
diseminada en manchones de matorral espinoso. Se considera llanura desértica,
su clima es seco desértico muy cálido, extremoso, con fuertes variaciones en
cuanto a la temperatura y la humedad; hay zonas con clima tipo estepario
semicálido. Las ceremonias conservan un trasfondo mitológico; un elemento
importante de la cosmovisión era un mito de creación que involucraba a dos seres
sobrenaturales que crearon diversas razas de hombres y luego las destruyeron;
estos dioses lucharon entre ellos, el “mago de la tierra” desapareció, dejando el
mundo a l’itoy o Montezuma, quien finalmente creó a la gente pápago. Esta
divinidad expulsó a los hombres creados primero y ocupó su territorio, la
Papaguería.

Los O’ob (Pimas).


Los pimas bajos, quienes en mayor número representan al pueblo o’ob en
territorio mexicano, se concentran en las áreas circundantes a Maycoba, en el
municipio de Yécora, Sonora. Algunos núcleos más pequeños Mulatos, en el
municipio sonorense de Sahuaripa, y Yécora, cabecera municipal en ese mismo
estado. La Pimería baja presenta un paisaje accidentado con grandes montañas y
cañones. Corren los ríos Mulatos y Argos en la zona de Maycoba, y el Tutucaca y
el Papigóchic en Mesa Blanca y Las Juntas. Predomina el bosque de coníferas en
las cumbres montañosas, y la selva baja caducifolia en las cañadas de menor
elevación. Tanto en Sonora como en Chihuahua siguen teniendo lugar las
celebraciones de San Francisco cada 4 de octubre. Durante Semana Santa es
cuando el carácter híbrido de los elementos religiosos de la cultura indígena y
occidental aparece con mayor intensidad. A fines de noviembre o durante
diciembre se celebra el yúmare una festividad de carácter propiciatorio en la que
se da gracias por los beneficios recibidos durante el año y se pide para que sean
buenas las cosechas del año siguiente. Esta celebración está emparentada con el
Tugurio guarijío y con el propio yúmare de los rarámuri.
Los Kikapús.
En México viven en el lugar conocido como El Nacimiento de los Kikapúes,
ubicado en el municipio de Melchor Múzquiz, Coahuila. Otro grupo pequeño de
Kickapoo habita en Tamichopa, municipio de Bacerac, en el estado de Sonora. La
ceremonia del Año Nuevo, considerada la más grande, reúne a sus parientes de
Oklahoma, Texas y Kansas. La fecha la establece el jefe de la tribu de acuerdo con
algunas señales naturales como el brote de hojas de los árboles, los relámpagos,
truenos e inicio de la lluvia. En su desarrollo, los sacerdotes fuman sus pipas en
dirección a los puntos cardinales, mientras cantan y rezan al Gran Espíritu,
pidiendo su bendición del año, así como sabiduría para el jefe y protección para
el pueblo.

Los Cucapás.
Los cucapá han habitado históricamente en el valle de Mexicali, localizado en el
extremo noreste del estado de Baja California, que comprende porciones del
delta del río Colorado. En la zona se encuentran además las sierras Cucapá y el
Mayor. Su clima es predominantemente desértico con temperaturas de hasta 50
grados centígrados en verano y una precipitación pluvial de escasos 70
milímetros. Habitan sobre todo en las localidades Cucapá Mestizo y Cucapá El
Mayor, en el municipio de Mexicali, Baja California, y en Pozas de Arvizu y la
cabecera municipal de San Luis Río Colorado en el estado de Sonora; mientras
que sus parientes cocopah viven sobre todo en Somerton, Arizona, en Estados
Unidos. Las fiestas se celebraban en torno al ciclo de vida de los individuos, como
en el de la pubertad de las mujeres, en el cual la madre enseñaba a su hija a cuidar
de su cuerpo; además realizaban diferentes rituales entre los que se encontraba
la prohibición de algunos alimentos. Otra ceremonia se llevaba a cabo cuando
alguien moría, en la que durante varios días velaban al difunto con danzas y cantos
en los que expresaban su dolor. En este ritual se quemaba la casa del difunto con
todas sus pertenecías, actualmente sólo se abandona la vivienda o, los materiales
lo permiten, se desmantela con el propósito de construir una nueva. Las pocas
fiestas dedicadas al santoral católico se celebran de acuerdo con el calendario
ritual, como la dedicada a San Francisco el cuatro de octubre, esta fiesta está
asociada a ritos de fertilidad de la tierra. Desde 2003, los cucapá convinieron
realizar anualmente un festejo identificado como Encuentro de las Nacionas
Cucapáh, que congrega a los habitantes de El Mayor, Baja California y Somerton,
Arizona, y se presentan danzas, cantos tradicionales, venta de artesanía y
ofrecimiento de comida.

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