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UNIVERSIDAD TECNOLOGICA DE LOS ANDES – FILIAL CUSCO

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, CONTABLES Y SOCIALES


CARRERA PROFESIONAL DE DERECHO.
CURSO DE ACTUALIZACION PRE PROFESIONAL

ACTOS PROCESALES

MODULO : PROCESOS CONTECIOSOS CIVILES


DOCENTE : MG. PEDRO EMILIANO SEVILLANO MENDOZA
GRUPO : N° 01
INTEGRANTES : Escobar Vilca, Gary
Cuervo Hermosa Jorge ali Anthony
Galiano Loaiza Jose Marcelo
Niño de Guzman Castro Javier
CUSCO- 2022

Contenido
PRESENTACION............................................................................................................................................4
LOS ACTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL...........................................................................................5
DEFINICIONES:.........................................................................................................................................5
¿EXISTEN DIFERENCIAS ENTRE ACTO JURIDICO Y ACTO JURIDICO PROCESAL?.......................................7
¿QUE ENTENDEMOS POR “FORMA” DE LOS ACTOS PROCESALES?.........................................................8
CLASES DE ACTOS PROCESALES:..............................................................................................................9
EL TIEMPO EN LOS ACTOS PROCESALES:...............................................................................................13
ELEMENTOS...........................................................................................................................................14
ACTOS PROCESALES DENTRO DEL PROCESO NO CONTENCIOSO..............................................................19
CONCEPTO.............................................................................................................................................19
CARACTERISTICAS..................................................................................................................................20
ASUNTOS TRAMITADOS EN LA VIA DE PROCESO NO CONTENCIOSO....................................................20
COMPETENCIA:......................................................................................................................................21
TRAMITE DE LOS PROCESOS NO CONTENCIOSOS..................................................................................22
INTERVENCION DEL MINITTERIO PÚBLICO............................................................................................24
ACTOS PROCESALES IMPROCEDENTES EN EL PROCESO NO CONTENCIOSO..........................................25
ACTOS PROCESALES EN EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN.....................................................................26
CONCEPTO:............................................................................................................................................26
DEFINICIÓN:...........................................................................................................................................26
LOS TÍTULOS EJECUTIVOS......................................................................................................................27
REQUISITOS DE FONDO:........................................................................................................................28
REQUISITOS DE FORMA:........................................................................................................................29
TÍTULOS EJECUTIVOS DE NATURALEZA JUDICIAL..................................................................................30
1.- RESOLUCIONES JUDICIALES FIRMES.............................................................................................30
2. LA PRUEBA ANTICIPADA QUE CONTIENE UN DOCUMENTO PRIVADO RECONOCIDO................31
3. LA COPIA CERTIFICADA DE LA PRUEBA ANTICIPADA QUE CONTIENE UNA ABSOLUCIÓN DE
POSICIONES, EXPRESA O FICTA..........................................................................................................31
TÍTULOS EJECUTIVOS DE NATURALEZA EXTRAJUDICIAL........................................................................32
LOS LAUDOS ARBITRALES FIRMES.....................................................................................................32
LAS ACTAS DE CONCILIACIÓN DE ACUERDO A LEY............................................................................33
EL DOCUMENTO PRIVADO QUE CONTENGA TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL....................................36
EL DOCUMENTO IMPAGO DE RENTA POR ARRENDAMIENTO, SIEMPRE QUE SE ACREDITE
INSTRUMENTALMENTE LA RELACIÓN CONTRACTUAL.......................................................................37
EL TESTIMONIO DE ESCRITURA PÚBLICA...........................................................................................37
OTROS TÍTULOS A LOS QUE LA LEY LES DA MÉRITO EJECUTIVO........................................................38
LA CONTRADICCIÓN EN NUESTRO CÓDIGO PROCESAL CIVIL.................................................................39
LAS CAUSALES DE CONTRADICCIÓN -....................................................................................................40
CONCLUSIONES.....................................................................................................................................43
BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................................................44
PRESENTACION

Con mucho afecto presentamos el siguiente trabajo monográfico con el fin de poder brindar

mayor alcance al conocimiento y preparación de los estudiantes del Curso de Actualización Pre

Profesional de la Escuela Profesional de Ciencias Jurídicas, Contables y Sociales, pertenecientes

a la Facultad de Derecho – Filial Cusco, y de ser un trabajo perteneciente al módulo de

“PROCESOS CONTENCIOSOS CIVILES”, dictado por el catedrático MG. Pedro Emiliano

Sevillano Mendoza, a quien hacemos llegar nuestra estima y agradecimiento por el dictado y

aporte académico.

El tema a tratar es la parte inicial del Capítulo I del material de aprendizaje proporcionado

por el MG. Pedro Emiliano Sevillano Mendoza, ACTOS PROCESALES, los tópicos a

desarrollarse por el grupo son; i) Actos procesales, clasificación, ii) actos procesales en los

distintos procesos dentro de nuestra normativa civil, esperando que este trabajo cumpla con las

expectativas del docente, y pueda ser de aporte académico a los alumnos pertenecientes al

módulo de “Procesos Contenciosos Civiles”, tomando de conocimiento que dicho trabajo es

realizado con esfuerzo, tiempo y dedicación de los integrantes del grupo, con información de

autores, libros físicos y digitales, páginas web y comentarios de juristas.


LOS ACTOS PROCESALES EN EL PROCESO CIVIL

“El legislador nunca debe olvidar que el proceso no es mas que un instrumento; que las formas

no tienen un fin en sí y que todas ellas están puestas al servicio de una idea: la Justicia”.

(Francisco Carnelutti) “ Podemos definir el proceso judicial como el conjunto dialéctico de los

actos jurídico procesales, realizados por los elementos activos de la relación jurídico procesal,

con las finalidades de resolver el conflicto de intereses o acabar con la incertidumbre de

relevancia jurídica y conseguir la paz social en justicia. “ Partiendo de esta definición podemos

ingresar al tema en particular teniendo en cuenta que cada acto jurídico procesal es un elemento,

y por ende esencial en el proceso.

DEFINICIONES:

Iniciaremos con definir los actos jurídicos procesales de acuerdo al Diccionario de Ciencias

Jurídicas, Políticas y Sociales elaborado por Manuel Osorio, así tenemos que los actos jurídicos

procesales: “Son aquellos actos producidos dentro del procedimiento, en la tramitación por los

órganos jurisdiccionales, las partes o terceros, y que crean, modifican o extinguen derechos de

orden procesal.” Dentro de concepciones tradicionales, tenemos a Eduardo J. Couture, quien

considera que el acto procesal, es: “El acto jurídico emanado de las partes, de los agentes de

jurisdicción o aun de los terceros ligados al proceso, susceptibles de crear, modificar o extinguir

efectos procesales “. Con un criterio mas elaborado Giuseppe Chiovenda, en su obra “Derecho
Procesal Civil “, señala”: Llámese actos jurídico procesales, los que tienen importancia jurídica

respecto de la relación procesal, o sea los actos que tienen por consecuencia inmediata, la

constitución, conservación, desarrollo, modificación o definición de la relación procesal y puede

proceder de cualquiera de los sujetos de la relación procesal. El acto jurídico procesal más

importante de parte, es la demanda y del órgano Jurisdiccional, es la sentencia.” Pasando a

definiciones contemporáneas, tenemos que a diferencia de la doctrina tradicional los

procesalistas modernos han tratado de formular una teoría general de los actos procesales para

poder aprehender los caracteres y principios generales que se dan en los actos del proceso, los

cuales están conformados por ideas generales, así como particularidades propias de estos actos

jurídicos en el proceso. Entre estos tenemos a Jorge Peyrano, para quien:”…son actos procesales

los hechos voluntarios lícitos, que tienen por finalidad directa la constitución y desarrollo o

extinción de la relación procesal.”Tal como el mismo lo explica citando a Roberto Berizonce,

son actos jurídicos que se encuentran en relación. En ese mismo sentido: Víctor Jorge Urquizo

Pérez, señala que: “Son actos procesales los hechos voluntarios que tienen por efecto directo e

inmediato la constitución el desenvolvimiento o la extinción del proceso, sea que procedan de las

partes, del Órgano Jurisdiccional, los Auxiliares Jurisdiccionales o los Órganos de Auxilio

Judicial.” Finalmente, citaremos a Jorge Carrión Lugo quien señala que: “Son hechos jurídicos

procesales voluntarios o simplemente actos procesales, como todo acto jurídico son aquellos

producidos por el hombre como una manifestación de su voluntad, donde existe de por medio la

libertad de actuar positiva o negativamente (acción u omisión).“ El autor para explicarlo

conceptúa primero a los hechos como acontecimientos o sucesos que ocurren en el mundo,

cuando estos producen efectos jurídicos se llaman “hechos jurídicos”, que de tener efectos en el

proceso los denominaremos “hechos jurídicos procesales”; porque tienen efectos jurídicos
procesales y son actos jurídicos procesales cuando emanan de la voluntad de los sujetos

procesales. De todas las definiciones señaladas podemos concluir diciendo que los actos

jurídicos procesales son precisamente, actos jurídicos que se dan dentro del proceso y provienen

de la voluntad de los sujetos procesales ( las partes, el Juez o terceros que intervienen en el

proceso),destinados a crear, modificar o extinguir relaciones jurídicos procesales.

¿EXISTEN DIFERENCIAS ENTRE ACTO JURIDICO Y ACTO JURIDICO

PROCESAL?

Partiremos por diferenciar el hecho procesal del hecho jurídico procesal, en ese sentido,

citaremos a Juan Monroy Gálvez, quien diferencia claramente estos conceptos indicando que el

hecho procesal es cualquier suceso o acontecimiento susceptible de producir la constitución,

desenvolvimiento o extinción de la relación procesal, y que este hecho procesal cuando tenga por

origen la manifestación de voluntad expresada por cualquiera de los sujetos de la relación

jurídico procesal, que produzca efectos jurídicos al interior del proceso seria un acto procesal,

siendo este último diferente al primero porque contiene la finalidad o el deseo de producir

efectos jurídicos queridos por el sujeto de la relación procesal que lo realiza. En la doctrina

encontramos dos tendencias para diferenciar el acto jurídico del acto jurídico procesal, la primera

considera que el acto procesal es distinto del acto jurídico en general. Adolfo Alvarado Velloso

concordando con esta posición señala que el acto procesal se diferencia del acto jurídico en

general, pues solo tiene vida y eficacia dentro del proceso en el que se lo ejecuta y su finalidad es

hacer posible que se dicte sentencia para componer el litigio; es decir el acto jurídico procesal

vendría a ser una especie del acto jurídico en general. La segunda corriente y a la cual se adhiere

el procesalista argentino Jorge Peyrano, con ciertas atingencias, es aquella que señala que el acto
procesal es una especie que no se diferencia del acto jurídico en cuanto a su contenido, sino solo

en cuanto a su forma, por que la legislación los regula de manera autónoma.

¿QUE ENTENDEMOS POR “FORMA” DE LOS ACTOS PROCESALES?

Es necesario partir por señalar que nuestro Sistema Procesal Civil acoge el ”Principio de

Elasticidad ” de las Formas Procesales, que podríamos entenderlo como el punto medio entre la

libertad de las formas y el principio de la legalidad, así lo establece el Articulo IX del Titulo

Preliminar del Código Procesal Civil y regulado expresamente en el Articulo 171 del mismo

cuerpo normativo, cuando en su segundo párrafo establece”: Cuando la ley prescribe formalidad

determinada, sin sanción de nulidad, para la realización de un acto procesal, este será valido si

habiéndose realizado de otro modo, ha cumplido con su propósito.” Primando de esta manera la

finalidad del proceso por sobre la formalidad que lo rige, Continuando con el desarrollo de este

tema, citaremos algunas definiciones de lo que la doctrina entiende por forma de los actos

jurídicos procesales. Así, para J. Monroy Gálvez forma es la envoltura plástica que recubre a los

actos procesales permitiendo que sean apreciados e identificados, es decir, la manifestación

externa del acto procesal que acredita la existencia y eficacia del mismo. Por su parte, Manuel

Osorio la define en su “Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales como: “Los

Requisitos externos de los actos Jurídicos. Manera o modo de proceder en la instrucción de una

causa, instancia o proceso y en celebración de un contrato o acto que deba surtir efectos legales,

tramitación y procedimiento, en contraposición al fondo de una causa o pleito.” Finalmente,

Jorge Pérez Urquizo señala:” Las formas procesales son las normas de conducta procesal

previstas en la ley tanto para el Juez, y también para las partes y todos los que intervienen en el

proceso, están obligados a cumplirlos.” Concluyendo podemos decir que las formas o
formalidades que la ley establece para la validez de un acto jurídico procesal, son la

manifestación externa del acto procesal que le dará eficacia a ese acto jurídico procesal, pero por

ello no debemos confundir y subordinar los principios procesales, de elasticidad y finalidad de

los actos procesales a la forma de los mismos.

CLASES DE ACTOS PROCESALES:

Nuestra legislación establece la siguiente clasificación: a. Actos Procesales del Juez: Los actos

procesales del Juez están referidos fundamentalmente a las resoluciones que emiten en el

proceso; pero también realiza las llamadas actuaciones judiciales, las audiencias, inspección

judicial, entre otras propias de la actividad procesal. Estas resoluciones son actos procesales de

decisión, y; “las decisiones que acuerda el juez con ocasión del proceso, mediante las cuales el

Juez cumple con un deber jurisdiccional que le impone el derecho de acción y el de

contradicción” . De acuerdo a nuestro Código Procesal Civil las resoluciones que puede emitir el

Juez son: i. Los Decretos: En principio, existe consenso en la doctrina al señalar que son

resoluciones de mera sustanciación del proceso, porque no inciden sobre ninguna cuestión de

fondo de la controversia sino meramente formalidades propias para impulsar el proceso. Son

resoluciones de carácter breve e interlocutorio, mediante el cual se impulsa el proceso aplicando

apenas la norma procesal y sobre todo no requieren de reflexión por parte del juez ya que no son

fundamentadas. Los decretos son actos procesales de mero tramite, mediante los cuales el Juez

impulsa el desarrollo del proceso, y como señala la ley no requieren de fundamentación, no son

apelables y solo procede contra ellos el Recurso de Reposición ante el Juez o Sala que conoce el

proceso, son expedidos por los Auxiliares Jurisdiccionales respectivos (Secretarios de las Cortes

Supremas, Superiores y Juzgados) y los suscribe con su firma completa, salvo que se expidan por

el juez dentro de la audiencia. ii. Autos: Podemos conceptuarlos como resoluciones a través de
las cuales se resuelven incidencias en el proceso y requieren de fundamentación. Los autos

dentro de la sustanciación de la relación jurídica procesal en cuanto a su valor se denominan

autos simples y resolutivos. Los autos simples, son aquellas resoluciones que admiten o rechazan

resolviendo algún trámite o entredicho de los Justiciables dentro de la secuela del proceso sin

poner fin a la controversia demandada, y los autos resolutivos, son aquellos que cobran

importancia porque ponen fin a una cuestión incidental o de fondo que se promueve antes de la

sentencia o que repercute en esta. Para Monroy Gálvez la diferencia entre Decreto y Auto se

encuentra en que esta última es el producto de una elaboración lógico – jurídica por parte del

Juez, quien además, destaca la importancia que los Autos tienen en el proceso y si bien no son

los que motivan el proceso, salvo excepciones, con estas resoluciones se resuelven incidencias

menores para el normal desarrollo del proceso. El Código Procesal Civil regula expresamente los

casos que requieren de autos para su solución y son: La admisibilidad o rechazo de la demanda,

admisibilidad o rechazo de la revocación, el Saneamiento procesal, Interrupción del Proceso,

Conclusión del Proceso, las Formas de Conclusión Especial del Proceso, concesorio o

Denegatorio de Medios Impugnatorios, Extromisión dentro del Proceso del tercero legitimado,

los que declaran Inadmisibles o improcedentes los actos de parte, admisión, Improcedencia o

modificación de medidas cautelares. iii. La Sentencia: Dentro de las definiciones tradicionales

que podríamos citar de la Resolución mas trascendental a cargo del Juez, tenemos la de Eduardo

J. Couture, quien señala:” La sentencia es el acto procesal emanado de los órganos que deciden

la causa o punto sometidos a su conocimiento.” Por su parte, Hugo Alsina, la define como el:

“Modo Normal de Extinción de la Relación Procesal. “. Autores contemporáneos como Juan

Monroy Gálvez, afirman que: ”La sentencia es el acto jurídico procesal más importante que

realiza el Juez. A través de ella, el Juez resuelve el conflicto de intereses e incertidumbre con
relevancia jurídica aplicando el derecho que corresponde al caso concreto, incluso en atención a

la instancia en que se expida, la sentencia puede ser la que ponga fin al proceso si su decisión es

sobre el fondo.” Jorge Carrión Lugo, sin mayor análisis al respecto, hace referencia al Código

Procesal Civil Peruano, señalando que la sentencia viene a ser la decisión expresa y motivada del

Juez sobre la cuestión controvertida declarando el derecho de las partes y mediante la cual se

pone fin al proceso. Para Ramírez Gronda, es la “Decisión judicial que en la instancia pone fin al

pleito civil o causa criminal, resolviendo respectivamente los derechos de cada litigante y la

condena o absolución del procesado.” Finalmente, Remigio Pino Carpio nos dice:”que es la

resolución judicial máxima llamada sentencia, con las que se pone fin a cada una de las

instancias por las que pasa el proceso, y en virtud de la cual se resuelve de una manera

concluyente y definitiva, dentro de la respectiva instancia, la cuestión controvertida denominada

litis, causando ejecutoria la sentencia expedida por el tribunal superior en jerarquía, si las partes

han recurrido a él mediante el respectivo recurso.” Si nos referimos a las clases de sentencias,

encontraremos un sin numero de clasificaciones; sin embargo, adoptaremos la clasificación que

hace el tratadista peruano Jorge Carrión Lugo en su Tratado de Derecho Procesal Civil; así

tenemos sentencias ejecutables y no ejecutables; las primeras también llamadas de Ejecución,

son aquellas que imponen el cumplimiento de una prestación de dar, hacer o no hacer, así están

definidas como: “… aquellas que contienen una condena (sentencia ejecutiva que manda pagar

una suma de dinero) o una declaración y condena (sentencia de indemnización que manda pagar

una suma de dinero por el daño causado).” De otro lado las sentencias no ejecutables, son

aquellas que no contienen ninguna condena y a su vez, pueden ser, declarativas o constitutivas,

las declarativas, son el pronunciamiento judicial que se limita a establecer sobre una cuestión de

hecho o de derecho, pero sin producir efecto constitutivo o disolutivo; es decir, aquellas que solo
declaran la certeza de un determinado hecho o relación jurídica. La declaración contenida en esta

clase sentencias pueden ser, Positivas, cuando afirman la existencia de un determinado acto

jurídico del que lo demanda y; Negativas, cuando afirman la inexistencia de un efecto jurídico

que fue dirigida contra el demandado; y las Constitutivas, son aquellas que a mas de declarar un

derecho o la obligación que corresponda a cada una de las partes, crea una situación jurídica

hasta entonces inexistente, o modifica o extingue la situación que ya existía, pero previamente

debe existir una declaración de certeza de las condiciones que según la legislación son necesarias

para que produzca el cambio, como la que pronuncia el divorcio que disuelve un matrimonio, se

diferencia de las sentencias declarativas en que generalmente producen efectos preestablecidos

por la ley. b. Actos Procesales de las Partes: Para Leo Rosemberg los actos procesales de las

partes son”: Todas las actividades configurativas del proceso, es decir, toda conducta externa

basada en la voluntad consiente (voluntad de actuar), regulada por el derecho procesal según

presupuestos y efectos.” Estos actos jurídicos procesales se clasifican en: i. Actos de Postulación:

Son los actos que realizan las partes y con ellos buscan una resolución del órgano jurisdiccional

suministrando la materia para su fundamento. Entre estos podemos señalar, a la demanda como

un acto jurídico procesal exteriorizado en el escrito que inicia el juicio y tiene por objeto

determinar las pretensiones del actor mediante el relato de los hechos que dan lugar a la

invocación del derecho que la fundamenta y la petición clara de lo que reclama, conteniendo los

requisitos establecidos por el Código Procesal Civil. La respuesta a este primer acto procesal,

demanda, es el auto admisorio, siempre que cumpla con todos los requisitos establecidos por la

ley tanto de forma como de fondo, y durante el proceso se dan una sucesión de actos procesales

tanto del juez como de las partes, e incluso de terceros que llegan a intervenir en el proceso. La

Demanda puede entenderse como sinónimo de petición, solicitud, requerimiento, postulación,


deriva del verbo demandar que se entiende como encomendar o encargar. Así mismo, dentro del

lenguaje cotidiano se entiende la palabra Demanda como el escrito o recurso con que se inicia un

juicio exponiéndose las pretensiones del actor, sus fundamentos de hecho y derecho y la petición

concreta sobre lo que debe pronunciarse el Juez. Sin embargo, jurídicamente debemos entenderlo

como el acto procesal mediante el cual el justiciable introduce ante el órgano jurisdiccional una

pretensión concreta de actividad. Por su parte, Nelson Ramírez Jiménez la conceptúa como el

acto procesal que da inicio al proceso, documenta el ejercicio de nuestro derecho de acción y

contiene la pretensión respecto de la cual pedimos tutela, acción que se dirige contra el Estado

para que a través del tercero imparcial (Juez) se resuelva. En ese mismo sentido, Víctor Ticona

Postigo, afirma.”La demanda es el acto procesal que da inicio al proceso. Documenta el ejercicio

de nuestro derecho de acción y contiene la pretensión respecto de la cual pedimos tutela, acción

que se dirige contra el estado para que a través del tercero imparcial (Juez) se resuelva. El

petitorio por el contrario se dirige contra el demandado de quien exigimos cumpla, se abstenga o

reconozca un derecho respecto del cual creemos ser titulares; ello va a originar el desplazamiento

con la demanda la que debidamente notificada permitirá al ciudadano demandado exponer sus

razones. “ Con mayor acierto, Juan Monroy Gálvez, la define como:”… el acto Jurídico procesal

por el que el actor (demandante) somete al órgano jurisdiccional su pretensión o falta de certeza.

Por extensión el medio material a través del cual se ejercita el acto jurídico antes citado, con el

que se inicia el proceso.” ii. Actos Constitutivos: Son aquellos que fundan una situación procesal

dentro de un proceso y a veces surten efectos más allá del proceso. Dentro de estos actos se

encuentran todos aquellos que las partes, tanto demandante como demandado realizan a lo largo

de la actividad del proceso, como por ejemplo las excepciones, por cuanto son actos jurídicos

procesales que depuran o buscan el perecimiento de la pretensión incoada.


EL TIEMPO EN LOS ACTOS PROCESALES:

El tiempo tiene decisiva influencia en el proceso y en cada acto procesal, porque este se

desarrolla dentro de un espacio y tiempo, y su eficacia dependerá de que se ejecute en su

oportunidad, y como señala Eduardo J. Couture: “En el proceso el tiempo no solo es oro, sino

algo mas, Justicia.” Si bien, no hay consenso en distinguir estos dos conceptos jurídicos, plazo y

término, porque incluso algunos los consideran sinónimos, ya que ambos significan siempre un

periodo, y para otros como Francisco Carnelutti, la diferencia esta en que el término es un

periodo de tiempo que tiene dos extremos, que son dos puntos, es decir, dos días, el de comienzo

o partida (dies a quo) y el de cumplimiento o vencimiento (dies ad quem), siendo como el mismo

señala la distancia entre estos dos extremos la duración del termino. Empero adoptaremos la

postura de nuestro Código Procesal Civil, conforme al cual se entiende el tiempo en el proceso

en dos sentidos: El plazo, que es el intervalo o periodo de tiempo durante el cual puede

practicarse la actuación o cumplimiento de un acto jurídico procesal, siendo importante señalar

que de acuerdo a nuestra legislación el plazo de los actos procesales debe computarse desde del

día siguiente de notificada la resolución que lo fija. Y el Término, que es el punto limite del

plazo, es decir, el momento en que finaliza el plazo, así, si el momento es cuando el plazo

comienza, hablamos del termino inicial y si el momento es cuando el plazo finaliza, nos

referimos al término final, entonces él termino es el comienzo y fin del plazo. Es el instante a

partir del cual los efectos de un acto, derecho u obligación, comienzan o concluyen.

ELEMENTOS

A. Tres son los elementos del acto procesal: los sujetos, el objeto y la actividad que

involucra. Este último elemento se descompone, a su vez, en tres dimensiones: de lugar,

de tiempo y deforma.
Más arriba se ha dicho que pueden ser sujetos de los actos procesales las partes (o

peticionarios), el órgano judicial (o arbitral) o sus auxiliares y los terceros directamente

vinculados al proceso.

Su respectiva posición acusa, sin embargo, diferencias de importancia, pues mientras que

el órgano judicial y sus auxiliares cumplen sus actividades en ejercicio de un deber de

oficio que tienen hacia el Estado y también hacia los litigantes, en virtud de lo cual la

omisión del acto o su cumplimiento defectuoso aparejan la imposición de sanciones

contra el magistrado o funcionario responsable, los actos de las partes y peticionarios

responden a la libre determinación de éstas, que no se hallan sujetas, como principio, a

deber alguno, sino a cargas instituidas en su propio interés. Cuando los actos de los

terceros responden al cumplimiento de una carga pública —como ocurre en el caso de los

testigos— la actuación personal de aquéllos resulta sustancial mente equiparable a la del

órgano o a la de sus auxiliares permanentes.

Con exclusión de la responsabilidad política y disciplinaria, que se halla descartada por el

origen de su designación, la posición de los arbitros es también equivalente a la de los

órganos judiciales.

Para que el acto procesal produzca sus efectos normales es necesario, por lo pronto, que

el sujeto que lo realiza tenga aptitud para ello: el órgano, en ese sentido, debe ser

competente, y las partes y peticionarios (o sus representantes) procesalmente capaces.

Aparte de la aptitud, constituye requisito subjetivo del acto procesal el de la voluntad,

pues aquél comporta, por definición, una expresión voluntaria de quien lo realiza. En lo

que al tema concierne, la doctrina más generalizada señala que el requisito de la voluntad
no juega, en los actos procesales, la misma función que en los actos jurídicos del derecho

privado. Ocurre, en efecto, que mientras en estos últimos la voluntad del sujeto determina

directamente la producción de efectos jurídicos, los actos procesales producen efectos en

la medida en que se hayan cumplido, a su respecto, los requisitos prescriptos por la ley,

con prescindencia de las motivaciones internas del sujeto de quien proceden. Como

GUASP señala, es regla del derecho procesal la de la prevalencia de la voluntad

declarada sobre la voluntad real. De allí que, como principio, se descarte la aplicabilidad,

a los actos procesales, de las normas contenidas en el Cód. Civ. acerca de los vicios del

consentimiento (error, dolo, violencia), tanto más cuanto que las modalidades

características de aquéllos, particularmente la consistente en la intervención de un órgano

del Estado (o equiparable a tal), excluyen en medida sustancial la posibilidad de que tales

vicios interfieran la voluntad de los sujetos procesales. Algunos autores, sin embargo,

admiten la aplicación analógica de las normas referentes a los actos jurídicos del derecho

privado con respecto a los actos procesales a los que atribuyen el carácter de negocios

jurídicos, como el juramento, la confesión, la renuncia, etcétera. Se trata, de todas

maneras, de un aspecto todavía insuficientemente elaborado por la doctrina, cuyo estudio

exhaustivo escapa al propósito de este libro. Pero corresponde dejar debidamente

aclarado que, aun en el caso de admitirse, excepcionalmente, la relevancia jurídica de la

voluntad en el cumplimiento de los actos procesales, los vicios consecuentes serian en

todo caso convalidables dentro del proceso y conforme al régimen prescripto en la ley

procesal.

Aunque con exclusiva referencia a las partes y peticionarios, finalmente, constituye

requisito subjetivo del acto procesal el interés que determina su cumplimiento. No


concurriría tal requisito, por ejemplo, respecto de la parte o peticionario que impugnase

una actuación o resolución que la beneficia.

B. El objeto es la materia sobre la cual el acto procesal recae. Dicho objeto debe ser: I)

Idóneo, o sea apto para lograr la finalidad pretendida por quien lo realiza. Carecerían de

este requisito, v.gr., el reconocimiento judicial requerido para probar un hecho que no ha

dejado rastro alguno, o la sentencia dictada sobre el fondo del litigio si éste ha sido objeto

de transacción o conciliación. II) Jurídicamente posible, es decir no prohibido por la ley.

No reúnen esta condición, por ejemplo, el testimonio de las personas mencionadas en el

art. 427 CPN; el embargo sobre los bienes a que se refiere el art. 219 del mismo código;

etcétera.

C. Las dimensiones en que se escinde la actividad serán analizadas en el próximo parágrafo.

1. Sobre la base de un criterio objetivo o funcional, y concibiendo el proceso como una

secuencia cronológica, resulta adecuado formular una clasificación de los actos

procesales atendiendo a la incidencia que éstos revisten en las tres etapas

fundamentales de dicha secuencia que, como tal, tiene un comienzo, un desarrollo y

un final. De allí que, correlativamente a la existencia de esas tres etapas, y en

concordancia con la definición enunciada supra, n° 142, resulte pertinente distinguir,

ante todo, entre actos procesales de iniciación, de desarrollo y de conclusión o

terminación.

2. En ese orden de ideas son actos de iniciación aquellos que tienen por finalidad dar

comienzo a un proceso. En el proceso civil el acto típico de iniciación procesal se

halla constituido por la demanda, aunque, a título excepcional, aquél puede comenzar
con el cumplimiento de ciertas diligencias preliminares (CPN, arts. 323 a 329).

Denomínense actos de desarrollo a aquellos que, una vez producida la iniciación del

proceso, propenden a su desenvolvimiento ulterior hasta conducirlo a su etapa

conclusional. Este tipo de actos admite, a su vez, una sub clasificación fundada en la

circunstancia de que tiendan a proporcionar al órgano judicial la materia sobre la cual

ha de versar la decisión definitiva o a posibilitar la adecuada utilización o manejo de

esa materia. Atendiendo a cada una de esas finalidades cabe hablar, respectivamente,

de actos de instrucción y de dirección.

Los actos de instrucción, a su turno, implican el cumplimiento de dos tipos de

actividades. Por un lado, en efecto, es preciso que las partes introduzcan o incorporen

al proceso los datos de hecho y de derecho involucrados en el conflicto determinante

de la pretensión, y, por otro lado, se impone la necesidad de comprobar la exactitud

de tales datos. La diferencia existente entre esas dos clases de actividades permite sub

clasificar a los actos de instrucción en actos de alegación y de prueba.

Los actos de dirección pueden a su vez subdividirse en actos de ordenación, de

comunicación o transmisión, de documentación y cautelares.

Son actos de ordenación los que tienden a encauzar el proceso a través de sus diversas

etapas, sea impulsándolo para lograr el tránsito de una a otra de éstas, sea admitiendo

o rechazando las peticiones formuladas por las partes, sea impugnando los actos que

se estiman defectuosos o injustos. Dentro de la categoría analizada cabe, de tal

manera, diferenciar tres tipos de actos: de impulso, de resolución o decisión y de

impugnación.
Son actos de impulso aquellos que, una vez iniciado el proceso, tienden a hacerlo

avanzar a través de las diversas etapas que lo integran.

Los actos de resolución son los que tienen por objeto proveer las peticiones

formuladas por las partes durante el curso del proceso o adoptar, de oficio, las

medidas adecuadas al trámite de éste o a la conducta asumida por las partes (v.gr.,

correcciones disciplinarias). Corresponde advertir que este tipo de actos carece, en

rigor, de un encuadramiento jurídico autónomo, yaque, al mismo tiempo, pueden

revestir el carácter de actos de impulso (CPN, art. 36, inc. Io, sapra, n° 26), de

instrucción (prueba de oficio), de comunicación (traslados y vistas) y cautelares.

Son actos de impugnación, por último, aquellos que tienden a obtener la sustitución

de una resolución judicial por otra que la reforme, anule, rectifique o integre, o a

lograr la invalidación de uno o más actos procesales defectuosos. De acuerdo con este

concepto son actos típicos de impugnación los recursos y el incidente de nulidad.

Existen asimismo actos anormales de conclusión, los cuales pueden provenir de declaraciones de

voluntad formuladas por una o ambas partes (allanamiento, desistimiento, transacción y

conciliación) o ser la consecuencia de un hecho, como es el transcurso de ciertos plazos de

inactividad, a los que la ley atribuye efectos extintivos sobre el proceso (caducidad de la

instancia). El siguiente cuadro resume la clasificación precedentemente enunciada:

ACTOS PROCESALES DENTRO DEL PROCESO NO CONTENCIOSO

CONCEPTO.

Segun José de Vicente y Caravantes concibe a la jurisdicción voluntaria como "La que ejerce el

juez en actos o asuntos que, o por su naturaleza o por el estado en que se hallan, no admiten

contradicción de parte, emanando su parte intrínseca de los mismos interesados, que acuden ante
la autoridad judicial, la cual se limita a dar fuerza y valor legal a aquellos actos por medio de su

intervención o de sus providencias, procediendo sin las formalidades esenciales de los juicios".

Según Clemente Díaz, la jurisdicción voluntaria (o no contenciosa) es “la función que

legislativamente se atribuye a los organismos jurisdiccionales para la fiscalización o contralor de

las condiciones legales exigidas por el ordenamiento jurídico para la existencia o inexistencia de

determinadas situaciones jurídicas cuya eficacia depende de su publicidad o autenticidad”.

CARACTERISTICAS

En el proceso no contencioso no existe controversia, ni dualidad entre las partes. Se trata de

actuaciones ante los jueces, para la solemnidad de ciertos actos o para el pronunciamiento de

determinadas resoluciones que los tribunales deben dictar.

Segun Gozani quien considera como características de la jurisdicción voluntaria las que se

indican a continuación:

A. En la jurisdicción voluntaria no hay controversia concreta, sino únicamente un interés a

tutelar.

B. No hay partes, porque no hay conflicto; hay, en cambio, peticiones y motivos de

intervención.

C. Los efectos perseguidos son diferentes a los del proceso contencioso; mientras en éstos se

quiere comprometer los intereses y derechos de terceros o de otro; en los procesos

voluntarios los fines pretendidos son personales.

D. La posición del Juez en el proceso también difiere. En los asuntos litigiosos resuelve

como tercero imparcial; en cambio, en los voluntarios, conservando el motivo ajeno deja

de ser tercero cuando acude supliendo una voluntad estatal (legislativa)”.


ASUNTOS TRAMITADOS EN LA VIA DE PROCESO NO CONTENCIOSO.

De acuerdo a lo normado en el articulo 749 del Código Procesal Civil, se tramitan en proceso no

contencioso los siguientes asuntos:

1. Inventario (art. 749 -inc. 1)- del C.P.C.).

2. Administración judicial de bienes (art. 749 -inc. 2)- del C.P.C.).

3. Adopción (art. 749 -inc. 3)- del C.P.C.)

4. Autorización para disponer derechos de incapaces (art. 749 -inc. 4)- del C.P.C.).

5. Declaración de desaparición, ausencia o muerte presunta (art. 749 -inc. 5)- del C.P.C.).

6. Patrimonio familiar (art. 749 -inc. 6)- del C.P.C.).

7. Ofrecimiento de pago y consignación (art. 749 -inc. 7)- del C.P.C.).

8. Comprobación de testamento (art. 749 -inc. 8)- del C.P.C.).

9. Inscripción y rectificación de partida (art. 749 -inc. 9)- del C.P.C.).

10. Sucesión intestada (art. 749 -inc. 10)- del C.P.C.).

11. Reconocimiento de resoluciones judiciales y laudos expedidos en el extranjero (art. 749 -

inc. 11)- del C.P.C.).

12. Las solicitudes que, a pedido del interesado y por decisión del Juez, carezcan de

contención (art. 749 -inc. 12)- del C.P.C.)

13. Los que la ley señale (art. 749 -inc. 13)- del C.P.C.).

COMPETENCIA:
El Código Procesal Civil, en cuanto a la competencia para conocer de los procesos no

contenciosos, establece lo siguiente:

 Son competentes para conocer los procesos no contenciosos, los Jueces Civiles y los de

Paz Letrados, salvo en los casos en que la ley atribuye su conocimiento a otros órganos

jurisdiccionales o a Notarios (art. 750 primer párrafo- del C.P.C.).

 En el proceso no contencioso es inaplicable la competencia por razón de turno (art. 750 -

segundo párrafo- del C.P.C.).

 La competencia de los Juzgados de Paz Letrados es exclusiva para los procesos de

inscripción de partidas y para los que contienen en la solicitud una estimación

patrimonial no mayor a cincuenta unidades de referencia procesal. Los procesos de

rectificación de partidas podrán ventilarse ante los Juzgados de Paz Letrados o ante

Notario (art. 750 -in fine- del C.P.C.).

 En el proceso no contencioso es competente el Juez del lugar del domicilio de la persona

que lo promueve o en cuyo interés se promueve, salvo disposición legal o pacto en

contrario (art. 23 del C.P.C.).

TRAMITE DE LOS PROCESOS NO CONTENCIOSOS

El trámite del proceso no contencioso es como se indica a continuación:

 Una vez presentada la solicitud el Juez la calificará, debiendo pronunciarse sobre su

inadmisibilidad o improcedencia (arts. 551 -primer párrafo- y 752 del C.P.C.).

 Si declara inadmisible la solicitud, concederá al solicitante tres días para que subsane la

omisión o defecto, bajo apercibimiento de archivar el expediente. Esta resolución es

inimpugnable (arts. 551 segundo párrafo- y 752 del C.P.C.).


 Si declara improcedente la solicitud, ordenará la devolución de los anexos presentados

(arts. 551 -último párrafo- y 752 del C.P.C.).

 En caso de declarar admisible la solicitud, fijará el Juez fecha para la audiencia de

actuación y declaración judicial, la que debe realizarse dentro de los quince días

siguientes, salvo lo dispuesto en el artículo 758 del Código Procesal Civil, referido a los

plazos especiales de emplazamiento (primer párrafo del art. 754 del C.P.C.).

 El emplazado con la solicitud puede formular contradicción dentro de cinco días de

notificado con la resolución admisoria, anexando los medios probatorios, los que se

actuarán en la audiencia de actuación y declaración judicial (art. 753 del C.P.C.). Esta

audiencia, dicho sea de paso, según el artículo 760 del Código Procesal Civil, se regula,

supletoriamente, por lo dispuesto en el indicado Código para la audiencia de pruebas

(arts. 202 al 211 del C.P.C.).

 De haber contradicción, el Juez ordenará la actuación de los medios probatorios que la

sustentan. Luego, si se solicita, concederá al oponente o a su apoderado cinco minutos

para que la sustenten oralmente, procediendo a continuación a resolverla.

Excepcionalmente, puede reservar su decisión por un plazo que no excederá de tres días

contados desde la conclusión de la audiencia (segundo párrafo del art. 754 del C.P.C.).

 Si no hubiera contradicción, el Juez ordenará actuar los medios probatorios anexados a la

solicitud (tercer párrafo del art. 754 del C.P.C.).

 Concluido el trámite, ordenará la entrega de copia certificada de lo actuado al interesado,

manteniéndose el original en el archivo del Juzgado, o expedirá la resolución que

corresponda, si es el caso, siendo ésta inimpugnable (último párrafo del art. 754 del
C.P.C.). Es de resaltar que las resoluciones finales que requieran inscribirse, se ejecutarán

mediante oficio o partes firmados por el Juez, según corresponda (art. 762 del C.P.C.).

 La resolución que resuelve la contradicción es apelable sólo durante la audiencia. La que

la declara fundada es apelable con efecto suspensivo, y la que la declara infundada, lo es

sin efecto suspensivo y con la calidad de diferida (sujetándose el trámite a lo dispuesto en

el art. 369 del C.P.C., que regula la apelación diferida: art. 757 del C.P.C.). Si la

contradicción hubiera sido resuelta fuera de la audiencia, es apelable dentro de tercer día

de notificada (primer párrafo del art. 755 del C.P.C.).

 La resolución que pone fin al proceso es apelable con efecto suspensivo (último párrafo

del art. 755 del C.P.C.)

 Declarada fundada la contradicción el proceso quedará suspendido. En lo demás, será de

aplicación lo dispuesto en el artículo 376 del Código Procesal Civil (que versa sobre el

plazo y trámite de la apelación de autos con efecto suspensivo). Este último trámite

también se aplica a la apelación de la resolución final. Ello de conformidad con lo

dispuesto en el artículo 756 del Código Procesal Civil. Es de subrayar que el trámite

descrito líneas arriba es el correspondiente a los procesos no contenciosos en general y

que algunos asuntos no contenciosos se sujetan a ciertas disposiciones legales especiales

que, obviamente, prevalecerán sobre las normas generales del proceso no contencioso,

siendo estas últimas, por ello, consideradas supletorias ante el caso particular de que se

trate.

INTERVENCION DEL MINITTERIO PÚBLICO

Se desprende del artículo 759 del Código Procesal Civil que, cuando se haga referencia al

Ministerio Público en los procesos regulados en el Título II de la Sección Sexta del indicado
Código (inventario, administración judicial de bienes, adopción, autorización para disponer

derechos de incapaces, declaración de desaparición, ausencia o muerte presunta, patrimonio

familiar, ofrecimiento de pago y consignación, comprobación de testamento, inscripción y

rectificación de partida, sucesión intestada y reconocimiento de resoluciones judiciales y laudos

expedidos en el extranjero), el referido Ministerio Público será notificado con las resoluciones

que se expidan en cada proceso, para los efectos de velar por la independencia de los órganos

judiciales y por la recta administración de justicia. Tal función del Ministerio Público se hallaba

contenida en el inciso 2) del artículo 250 de la Constitución Política de 1979, al que nos remitía

el artículo 759 del Código Procesal Civil, debiendo entenderse que la remisión actual

corresponde al inciso 2) del artículo 159 de la Constitución Política de 1993, norma que

prácticamente reproduce el primero de los dispositivos constitucionales mencionados. En los

casos en que se produzca la intervención del Ministerio Público, éste no emitirá dictamen. Ello

de acuerdo a lo normado en la parte final del artículo 759 del Código Procesal Civil.

ACTOS PROCESALES IMPROCEDENTES EN EL PROCESO NO

CONTENCIOSO

En el proceso no contencioso son improcedentes:

1. La recusación del Juez y del Secretario de Juzgado (art. 761 -inc. 1)- del C.P.C.).

2. Las excepciones y las defensas previas (art. 761 -inc. 2)- del C.P.C.).

3. Las cuestiones probatorias cuyos medios de prueba no sean susceptibles de actuación

inmediata (art. 761 -inc. 3)- del C.P.C.).

4. La reconvención (art. 761 -inc. 4)- del C.P.C.).

5. El ofrecimiento de medios probatorios en segunda instancia (art. 761 -inc. 5)- del C.P.C.).
6. Las disposiciones contenidas en los artículos 428 y 429 del Código Procesal Civil (art.

761 -inc 6)- del C.P.C.), que regulan, respectivamente, la modificación y ampliación de la

demanda y el ofrecimiento de medios probatorios extemporáneos.

La Corte Suprema de Justicia de la República, acerca de los actos procesales improcedentes en el

proceso no contencioso, ha establecido lo siguiente: “. En dichos procesos [no contenciosos o de

jurisdicción voluntaria] no es procedente el recurso de casación en tanto no subyace el

denominado conflicto de intereses, lo cual equivale a la pretensión de un sujeto, resistida por

otro; además porque en vía contenciosa se puede examinar e incluso contradecir el eventual

conflicto que se derive del presente proceso no contencioso...” (Casación Nro. 91-2008 / Ancash,

publicada en el Diario Oficial El Peruano el 30-06-2008, págs. 22387-22388).

ACTOS PROCESALES EN EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

CONCEPTO:

El proceso único de ejecución es un proceso a través del cual se despliega la Tutela Ejecutiva

tiene un análisis literal dentro Código Procesal Civil, la misma que toma en consideración la

modificatoria realizada al Código Procesal Civil, mediante Decreto Legislativo 1069,

entendiendo así que el proceso único de ejecución es de trámite breve y coercitivo, al respecto en

el presente trabajo tomamos la conceptualización del proceso único de ejecución entendiendo

que aquel tiene una característica esencial la misma que hace referencia al título ejecutivo la

misma que se encuentra regulados en el Código Procesal Civil Peruano, dentro de ello se observa

la acción ejecutiva la cual cumple requisitos de admisibilidad como son que en el título es cierta,

expresa, exigible y cuando es de obligación de dar suma se debe ser, además, líquida o

liquidable, asimismo analizamos la contradicción y sus principales causales señalados


taxativamente en el Código Procesal Civil, se concluye que el proceso único de ejecución tiene

como fin que se cumpla con un derecho que ya ha sido reconocido en un título ejecutivo.

DEFINICIÓN:

El proceso único de ejecución es un proceso a través del cual se despliega la Tutela Ejecutiva

que brindan los órganos jurisdiccionales del Estado para hacer cumplir obligaciones contenidas

en documentos denominados títulos teniendo como principal característica ser de trámite breve y

coercitivo, además de tener como fin el cumplimiento de un derecho que ya ha sido reconocido

en un título ejecutivo.

LOS TÍTULOS EJECUTIVOS

Noción del título ejecutivo, El presupuesto infaltable para iniciar un proceso único de ejecución

(aparte de los requisitos de los artículos 424 y 425 del CPC) es el título ejecutivo. Tal es así que,

el maestro Calamandrei resume lo dicho con la siguiente frase: “como la llave indispensable para

abrir la puerta de la ejecución, o mejor como la tarjeta de entrada sin la cual no es posible

atravesar el umbral del proceso ejecutivo”. Pero, ¿qué es realmente el título ejecutivo?, y ¿por

qué su exigencia antes de iniciar un proceso único de ejecución? Carnelutti sostenía que el título

ejecutivo era el documento que contiene la obligación y no el acto que está representado;

mientras que Liebman sostenía que el título no era el documento, sino el acto constituido en el

documento. Finalmente, ambos juristas se pusieron de acuerdo para llegar a una conclusión que

fuera posteriormente el punto de partida para la regulación de muchos textos normativos: así

Carnelutti se vio precisado a admitir que: “cuando el título es definido como documento, es claro

que su eficacia depende no solo del continente, sino además del contenido, esto es, no solo de

algo que representa, sino de lo que está representado”, mientras que Liebman no pudo dejar de

admitir que: “se llaman títulos ejecutivos también los documentos que acreditan la existencia de
los actos” y en tal sentido el título ejecutivo está constituido por requisitos sustanciales

(referentes al acto) y requisitos formales (referentes al documento).

En tal sentido, nosotros consideramos que es título ejecutivo, tanto el documento como el acto

jurídico contenido en el mismo, pero sobre todo que la propia ley disponga la calidad de título

ejecutivo (expresamente) y que su exigencia antes de iniciar un proceso único de ejecución se

debe al privilegio que la ley ha establecido para la solución de conflictos en determinados casos

específicos, pero sobre todo porque el título ejecutivo es la llave que apertura dicho proceso y

“tiene su razón de ser en la distensión diacrónica del proceso, o si se quiere, en la necesidad de

pagar, en términos de tiempo, el precio de un satisfactorio acercamiento de la verdad”. De esta

forma, se ha establecido: “Que tratándose de una acción ejecutiva, el accionante está obligado a

promover y recaudar su demanda, con un título que amerite ejecución (es decir, con un título que

pruebe de plano la pretensión del ejecutante) lo que ha sido cumplido en el caso de autos con la

letra a la vista de fojas dos girada por cierre de cuenta corriente, en virtud de lo dispuesto en los

artículos trescientos tres y trescientos siete del Decreto Legislativo número setecientos setenta

(…)” (Exp. Nº 139-7-97-Lima).

Una versión más completa se ofrece en la siguiente definición: “En los procesos ejecutivos, el

análisis no se centra en la cuestión de fondo respecto de las relaciones jurídicas sino por el

contrario se trata de hacer efectivo lo que consta y fluye del propio título ejecutivo, pues no se

trata de emitir pronunciamiento sobre derechos dudosos y no controvertidos, sino de hacer

efectivo lo que consta de manera indubitable en el título que, por sí mismo, constituye prueba del

crédito y, por ende, hace del proceso ejecutivo uno en el que desaparece la fase en la que se trate

de obtener la declaración de un derecho”.


Sin embargo, ¿bastará que solamente se adjunte el título ejecutivo para iniciar un proceso único

de ejecución? La respuesta es negativa, porque, previamente a ello, el título ejecutivo debe estar

conformado por requisitos indispensables que ameriten su ejecución.

REQUISITOS DE FONDO:

Son los que versan sobre la declaración de la existencia de la obligación. Están contemplados en

el artículo 689 del CPC como requisitos comunes, el cual prescribe: “Procede la ejecución

cuando la obligación contenida en el título es cierta, expresa y exigible. Cuando la obligación es

de dar suma de dinero, debe ser, además, líquida o liquidable mediante operación aritmética”. Y

tenemos los siguientes:

• Cierta: Cuando su objeto (prestación) de la obligación como la participación de los

sujetos (acreedor y deudor) están señalados en el título.

• Expresa: Cuando aparece así (sin discusión) en el título y, no es resultado de una

presunción legal o de la interpretación de algún precepto normativo.

• Exigible: Cuando la obligación en el título no está sometida a alguna modalidad (plazo o

condición) o a alguna contraprestación. Por tanto, será exigible, por razón de tiempo, lugar y

modo.

• Líquida: Es una exigencia solo aplicable a las obligaciones dinerarias y aparece cuando el

monto es claro y concreto. Y será liquidable cuando gracias a una operación aritmética se puede

obtener el monto exacto. Asimismo, si en caso una parte de la obligación sea líquida y otra

liquidable, entendemos que se deberá tener en cuenta el artículo 697 del CPC, esto es, se tendrá

que demandar por ser líquida.


La Corte Suprema resume así lo expresado: “Que una obligación se considera cierta, cuando es

conocida como verdadera e indubitable; es expresa cuando manifiesta claramente una intención o

voluntad, y es exigible cuando se refiere a una obligación pura y simple, y si tiene plazo, que este

haya vencido y no esté sujeta a condición” (Cas. N° 251-98-Lima).

REQUISITOS DE FORMA:

Son los que se refieren a la existencia del documento mismo que contiene la obligación. La

legislación en cada caso determinará los requisitos indispensables para que un documento tenga

el carácter de un título. Así por ejemplo, la Ley de Títulos Valores señala la forma esencial del

documento para que tenga calidad y efectos de título valor y como es obvio para que

posteriormente sea título ejecutivo, con lo cual, concluimos que no basta que se cumplan los

requisitos de fondo, sino también los de forma.

En esa línea: “Es errado considerar que la consignación de la fecha es un requisito esencial del

endoso y que su omisión acarrea la pérdida del mérito ejecutivo del título valor, pues el artículo

34 de la Ley de Títulos Valores regula de manera clara que la omisión de la fecha de endoso

hace presumir que ha sido efectuado con posterioridad a la fecha que tuviera el endoso anterior.

Esta norma busca preservar el título valor que ha sido objeto de endoso” (Cas. N° 1443-2009-

Cajamarca); por tanto, se advierte que en estos casos sí amerita la ejecución del título valor como

un título ejecutivo, debido a que la propia Ley de Títulos Valores regula el procedimiento y los

requisitos formales.

TÍTULOS EJECUTIVOS DE NATURALEZA JUDICIAL

Los títulos ejecutivos judiciales son aquellos documentos que contienen un acto obtenido por un

órgano jurisdiccional, los cuales son: las resoluciones judiciales firmes y la prueba anticipada.
En efecto, la razón nos dice que los títulos judiciales son aquellos de formación judicial, a

diferencia de los títulos extrajudiciales que se fundan en la autonomía de la voluntad de las

partes.

1.- RESOLUCIONES JUDICIALES FIRMES.


Las resoluciones judiciales se pueden clasificar en: decretos, autos y sentencias. Pero para el

estudio del presente trabajo, solamente nos referiremos a las sentencias y a algunos autos que

permiten iniciar un proceso único de ejecución. Ahora bien, cuando hablamos de sentencias,

doctrinariamente estas se pueden a su vez clasificar en: sentencias declarativas, constitutivas y de

condena. Siendo las sentencias declarativas, las que buscan la declaración de la existencia o

inexistencia de un derecho o de una determinada relación jurídica con la finalidad de eliminar

una incertidumbre jurídica; así por ejemplo: la falsedad de un documento, la inexistencia de una

obligación; en cambio, las sentencias constitutivas son las que crean, modifican o extinguen una

determinada relación jurídica; por citar un ejemplo, la resolución de un contrato o la disolución

del vínculo conyugal y finalmente las sentencias de condena, las que orientan no solo a declarar

la certeza de una determinada situación jurídica, sino que además ordena al vencido el

cumplimiento de un dar, hacer o no hacer algo; por ejemplo, la obligación de dar suma de dinero,

el desalojo.

2. LA PRUEBA ANTICIPADA QUE CONTIENE UN


DOCUMENTO PRIVADO RECONOCIDO.
Una forma de materializar el derecho de acción, no solamente es con la interposición de la

demanda, sino también en situaciones excepcionales, a través de la prueba anticipada, acudiendo

a un órgano jurisdiccional en busca de tutela procesal de sus derechos.


La característica primordial de la actuación de una prueba anticipada es que busca garantizar que

determinados medios probatorios, al no actuarse oportunamente, sean afectados y se frustre la

posibilidad de ser utilizados en un proceso posterior, es decir, busca asegurar la eficacia

probatoria en el futuro proceso a promover.

La prueba anticipada, entonces, puede considerarse como un proceso no contencioso que busca

pre constituir un medio probatorio para el futuro proceso contencioso a entablarse, pues solo se

invoca la jurisdicción para buscar tutela en la conservación de los medios de prueba, de manera

urgente o para buscar información preliminar para un futuro proceso.

En concordancia, el CPC en su artículo 284 establece que toda persona legitimada puede solicitar

la actuación de medio probatorio antes del inicio de un proceso. Para ello deberá expresar la

pretensión genérica que va a reclamar y la razón que justifica su actuación anticipada15. Los

cuales son los requisitos para que el juez admita la solicitud de prueba anticipada.

3. LA COPIA CERTIFICADA DE LA PRUEBA ANTICIPADA


QUE CONTIENE UNA ABSOLUCIÓN DE POSICIONES,
EXPRESA O FICTA.
Igualmente, como hemos analizado, el título ejecutivo anterior, el CPC, ha otorgado mérito

ejecutivo para los casos en que la copia certificada de la prueba anticipada que contiene una

absolución de posiciones, sea expresa o ficta. En estos casos es necesario aclarar que la

absolución de posiciones, se define en palabras de Marianella Ledesma “como un medio para

provocar que el presunto adversario (absolvente) reconozca, bajo juramento o promesa de decir

la verdad, un hecho pasado, pero que han de ser materia de un futuro proceso, previamente

afirmado por el ponente, personal o de conocimiento personal de aquel y contrario al interés que

sostiene en la concreta causa”.


TÍTULOS EJECUTIVOS DE NATURALEZA EXTRAJUDICIAL.

Los títulos ejecutivos extrajudiciales son aquellos documentos de formación privada, los que

nacen de la autonomía de la voluntad de las partes y que la ley les ha otorgado el privilegio de

ser títulos ejecutivos. Situación que en la práctica dan posibilidad para que el acreedor ingrese a

la ejecución sin más cognición judicial.

LOS LAUDOS ARBITRALES FIRMES.


Una mención especial ocurre con los laudos arbitrales. Su regulación como título ejecutivo

responde a la importancia del arbitraje en nuestro ordenamiento jurídico, y no solo por su

regulación en nuestra Constitución Política (que la consagra como una jurisdicción más), sino

por los avances que han significado las propias instituciones del arbitraje con el D. Leg. Nº 1071.

Sin embargo, en la práctica se presentan serios problemas al momento de ejecutar el laudo

arbitral como un título ejecutivo regulado en el artículo 688 del CPC, las preguntas pasan por

determinar previamente: ¿qué se entiende por laudo arbitral firme? ¿Es necesario para ejecutar

un laudo que este se encuentre consentido o ejecutoriado?

Que un laudo llega a obtener firmeza cuando ha quedado consentida por las partes en el proceso

arbitral, es decir, ninguna de ellas ha interpuesto recurso impugnatorio o cuando luego de

interpuesta el recurso de anulación esta ha quedado desestimada, (la cual incluso puede ser luego

de la espera del resultado en sede casatoria) y por tanto ha alcanzado ejecutoriedad.

El artículo 59 prescribe sobre los efectos de laudo:

1. Todo laudo es definitivo, inapelable y de obligatorio cumplimiento desde su notificación a las

partes.

2. El laudo produce efectos de cosa juzgada


LAS ACTAS DE CONCILIACIÓN DE ACUERDO A LEY
Un punto que no podemos dejar de analizar es que las actas de conciliación no son títulos

ejecutivos judiciales; para ello, nos apoyaremos en la propia Ley Nº 26872 (Ley de Conciliación)

cuando en su artículo 4 de manera clara y precisa señala que: “La conciliación no constituye acto

jurisdiccional”, siendo así, el procedimiento conciliatorio no puede generar un título de ejecución

de naturaleza judicial.

Asimismo, la regulación de la conciliación extrajudicial es distinta a la regulación intra proceso.

Por tanto, en este extremo sí es de valiosa importancia el acta de conciliación, pues será el único

documento, título ejecutivo, para iniciar un proceso único de ejecución, sin siquiera transitar por

un proceso de cognición.

Nos parece oportuno hacer mención que consideramos solamente al acta de conciliación y no

también a la resolución que controla la legalidad por parte del juez, como título ejecutivo, porque

dicho control verifica los requisitos de fondo, como puede hacerse a cualquier título ejecutivo, es

decir, no es la aprobación que le da el juez a los documentos la calidad de títulos ejecutivos, sino

son los propios documentos a los cuales la ley les confiere tal calidad, lo otro tan solo es un

examen para materializar la ejecución, pero eso no implica que previamente se deba contar desde

el inicio del proceso único de ejecución sino también servirá para su concreción luego de cumplir

con ciertos requisitos adicionales y pasar por las etapas procesales.

Los títulos valores que confieran la acción cambiaria, debidamente protestados o con la

constancia de la formalidad sustitutoria del protesto respectiva; o, en su caso, con prescindencia

de dicho protesto o constancia, conforme a lo previsto en la ley de la materia


Para que pueda iniciarse un proceso único de ejecución, es necesario contar con un título valor

que confiera acción cambiaria, pues no todos los títulos valores, por el solo hecho de ser un título

valor confiere acción cambiaria o tiene mérito ejecutivo. Por tanto, el título valor para que

califique como título ejecutivo, debe reunir requisitos adicionales.

Uno de estos requisitos es que primero sea un título valor y por tanto cumpla con todos los

requisitos que requiere la Ley de Títulos Valores (en adelante, LTV); es decir, que deberá

cumplir con ciertos requisitos formales como por ejemplo: que representen o incorporen

derechos patrimoniales, estén destinados a la circulación, y los que por su propia naturaleza sean

exigibles, sino realmente no estaremos frente a un título valor; en pocas palabras, el rótulo del

título valor, no lo hace realmente un título valor.

El artículo 18 de la LTV, sobre mérito ejecutivo y ejercicio de las acciones cambiarias, prescribe:

“18.1 Los títulos valores tienen mérito ejecutivo, si reúnen los requisitos formales exigidos por la

presente Ley, según su clase”.

La constancia de inscripción y titularidad expedida por la Institución de Compensación y

Liquidación de Valores, en el caso de valores representados por anotación en cuenta, por los

derechos que den lugar al ejercicio de la acción cambiaria, conforme a lo previsto en la ley de la

materia

Como hemos anotado, en el acápite anterior, los valores negociables son: títulos valores o

valores con anotación en cuenta. Siendo el título ejecutivo el documento o constancia que

representa el valor con anotación en cuenta que está en soporte informático.

El Certificado expedido por la Institución de Compensación y Liquidaciones de valores

correspondientes según el artículo 2 de la LTV, es una empresa privada que en el Perú es Cavali,
Institución de Compensación y Liquidación de Valores S.A. (Cavali ICLV S.A.), la cual es una

asociación anónima cuyo objeto exclusivo es el registro, custodia, compensación, liquidación y

transferencia de valores, de acuerdo con lo previsto en la Ley del Mercado de Valores (D. Leg.

Nº 861), la que está autorizada y controlada por la Comisión Nacional Supervisora de Empresas

y Valores (Conasev). Cabe precisar que estos títulos valores desmaterializados surgieron para el

beneficio del tráfico comercial, respaldando los créditos en un soporte informático.

a) Llevar el registro contable de valores representados por anotaciones en cuenta de

emisiones no inscritas en Bolsa y realizar las anotaciones correspondientes.

b) Efectuar en exclusiva la transferencia de valores por anotaciones en cuenta que se deriven

de la negociación extrabursátil de estos valores.

c) Expedir certificaciones de los actos que realice.

EL DOCUMENTO PRIVADO QUE CONTENGA


TRANSACCIÓN EXTRAJUDICIAL.
Un análisis sobre el tema fue el realizado a raíz del Primer Pleno Casatorio en materia civil –Cas.

N° 1465-2007-Cajamarca–, que tuvo como eje central exactamente la “transacción

extrajudicial”. En esta reunión de jueces supremos se estableció varios puntos resaltantes, siendo

uno de ellos el siguiente:

“(…) Se concluye que para nuestro ordenamiento jurídico nacional la transacción es un acto

jurídico de naturaleza patrimonial (contrato) por el que las partes, en ejercicio de su autonomía

de la voluntad, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o

litigioso. A nivel formal, al ser un contrato, apunta a zanjar cuestiones ya existentes entre las

partes, es decir, a extinguir relaciones jurídicas existentes que se encuentran en controversia. Por
ello su ubicación es más clara dentro de los medios extintivos de las obligaciones. En cuanto al

nivel de fondo, lo que subyace en el corazón de esta fi gura se centra en la búsqueda de la paz y

la armonía”

Ahora bien, también se sostiene que los efectos de la transacción, como es opinión mayoritaria

en la doctrina, produce los siguientes efectos: a) es obligatoria o vinculante por dos razones: por

su carácter contractual y porque el contrato entre las partes es ley; b) es extintiva; ya que luego

de celebrada la transacción se resuelven conflictos que no pueden volverse a discutir c) tiene

efecto declarativo; pues ya existía previamente al acuerdo, solo que se reafirma con su

celebración y d) tiene valor de cosa juzgada la cual solo ocurre, sin embargo, con la transacción

judicial, mas no con la extrajudicial porque aquella está sometida a un control jurisdiccional con

la homologación correspondiente.

EL DOCUMENTO IMPAGO DE RENTA POR ARRENDAMIENTO, SIEMPRE QUE SE

ACREDITE INSTRUMENTALMENTE LA RELACIÓN CONTRACTUAL.

En este título ejecutivo ha existido múltiples contradicciones en la doctrina, por establecer ¿cuál

es realmente lo que constituye título ejecutivo. ¿Es el documento impago de renta (recibo) o el

contrato de arrendamiento celebrado por las partes?

Consideramos que son ambos documentos los que componen el título ejecutivo, a pesar de que

algunos consideren que, como la celebración de un contrato no requiere de soporte material sino

el solo consentimiento entre las partes para celebrarlo, no es necesario adjuntar el contrato de

arrendamiento. No obstante, creemos que tal afirmación es veraz pero solo desde una

interpretación genérica de la norma, en cambio en este extremo, cuando la propia ley exige la
formalidad de acreditar la instrumentalidad de la relación contractual, es necesario (como es

obvio) que se presente también el contrato de arrendamiento celebrado.

Asimismo, “se puede promover proceso ejecutivo en mérito al título consistente en documento

impago de renta por arrendamiento, siempre que se acredite instrumentalmente la relación

contractual, siendo necesario precisar que dicho dispositivo legal no impone formalidad alguna

con relación al denominado ‘documento impago de renta por arrendamiento’” (Cas. Nº 1627-

2005-Lima).

EL TESTIMONIO DE ESCRITURA PÚBLICA.


Lo importante en este título ejecutivo es la participación del notario como profesional del

Derecho que está autorizado para dar fe de los actos y contratos que ante él se celebran. Para ello

formaliza la voluntad de los otorgantes, redactando los instrumentos a los que confiere

autenticidad, conserva los originales y expide los traslados correspondientes. Su función también

comprende la comprobación de hechos y la tramitación de asuntos no contenciosos previstos en

las leyes de la materia (art. 2 del D. Leg. Nº 1049).

Ahora bien, las escrituras públicas son instrumentos públicos protocolares que el notario

incorpora al protocolo notarial, que debe conservar y expedir los traslados que la ley determina y

siempre contiene un acto jurídico; en cambio, los instrumentos públicos extraprotocolares, son

las actas y demás certificaciones notariales que se refieren a hechos o circunstancias que

presencie o le conste al notario por razón de su función y; de manera excepcional, también actos

jurídicos.

OTROS TÍTULOS A LOS QUE LA LEY LES DA MÉRITO


EJECUTIVO.
En este extremo, el CPC ha considerado como númerus apertus, la posibilidad de incoar un

proceso único de ejecución a través de leyes específicas que otorgan a determinados documentos

la calidad de títulos ejecutivos.

Una de estas leyes es la consagrada en el Código de Protección y Defensa del Consumidor, en la

cual en su artículo 115.6, Medidas correctivas reparadoras, señala:

“El extremo de la resolución final que ordena el cumplimiento de una medida correctiva

reparadora a favor del consumidor constituye título ejecutivo conforme con lo dispuesto en el

artículo 688 del CPC, una vez que quedan consentidas o causan estado en la vía administrativa.

La legitimidad para obrar en los procesos civiles de ejecución corresponde a los consumidores

beneficiados con la medida correctiva reparadora”.

Este título ejecutivo se sustenta porque Indecopi no cuenta con facultad coercitiva para exigir el

cumplimiento de lo ordenado en su resolución final, por eso a través de lo dispuesto por su

normatividad solicita al órgano jurisdiccional la ejecución del mismo. Cabe resaltar, sin

embargo, que es necesario que la obligación contenida en el título sea cierta, expresa y exigible.

LA CONTRADICCIÓN EN NUESTRO CÓDIGO PROCESAL CIVIL.

Para el proceso de ejecución de título se plantean posiciones distintas respecto a la absolución de

la demanda, pues precisamente la contradicción o mejor llamada oposición según Satta (1971),

estará orientada en atacar a dicho título, de un análisis a su libro Instituciones de Derecho

Procesal Civil podemos observar que señala lo siguiente: “dinámica de lo concreto hay que

destruir el título para impedir que lo concreto se determine a través de la acción; y a esto tiende

la oposición a la ejecución, término muy propio, porque en su concreción lo que llamamos

derecho no es más que el derecho a proceder a la ejecución forzada” (p.161) Es por ello que
debemos remitirnos a nuestra legislación a fin de dilucidar la contradicción. Para comprender la

contradicción tenemos que tener en consideración al artículo 690-D del Código Procesal Civil la

misma que señala:

Dentro de cinco días de notificado el mandato ejecutivo, el ejecutado puede contradecir la

ejecución y proponer excepciones procesales o defensas previas. En el mismo escrito se

presentarán los medios probatorios pertinentes; de lo contrario, el pedido será declarado

inadmisible. Sólo son admisibles la declaración de parte, los documentos y la pericia. La

contradicción sólo podrá fundarse según la naturaleza del título en:

1. Inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en el título;

2. Nulidad formal o falsedad del título; o, cuando siendo éste un título valor emitido en

forma incompleta, hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados,

debiendo en este caso observarse la ley de la materia;

3. La extinción de la obligación exigida;

Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, sólo podrá formularse

contradicción, dentro del tercer día, si se alega el cumplimiento de lo ordenado o la extinción de

la obligación, que se acredite con prueba instrumental. La contradicción que se sustente en otras

causales será rechazada liminarmente por el Juez, siendo esta decisión apelable sin efecto

suspensivo.

De dicho análisis del artículo en mención podemos concluir que en el proceso único de

ejecución se estructuró a la “contradicción” como un mecanismo de defensa.

LAS CAUSALES DE CONTRADICCIÓN -


Para comprender las causales de contradicción nos remitiremos al VI Pleno Casatorio (Casación

N° 2402-2012, Lambayeque); la misma que detalla las causales de contradicción, en base a lo

regulado en el CPC (fundamento 39 del citado pleno casatorio):

• La inexigibilidad de la obligación contenida en el título.- Dicha causal se invoca para

cuestionar el fondo del título. Aquí no hay cuestionamiento al documento en sí, sino al acto que

recoge dicho documento. Se cuestiona la ejecutabilidad del título por carecer de una prestación

cierta, expresa y exigible; condiciones básicas para que un título revista ejecución, tal como lo

describe el artículo 689° del CPC.

• La liquidez de la obligación contenida en el título: La contradicción puede invocar la

“iliquidez de la obligación contenida en el título”. Esto implica que no tiene inmediata ejecución

una prestación ilíquida se puede demandar la primera. Las prestaciones liquidables se liquidan

mediante operación aritmética. Cuando el título es ilíquido, no puede procederse a la ejecución

con una simple operación aritmética porque ella responde a razones muy distintas. En estos

casos, estamos ante las llamadas sentencias de condena genérica o de condena de reserva.

• La nulidad formal del título. - El documento se cuestiona de nulo cuando no acoge la

forma señalada por ley.

• El título valor completado en forma contraria a los acuerdos adoptados. - Se debe probar

que se completó en el título valor contrariamente a los acuerdos adoptados por las partes

intervinientes en el título; siendo que la actividad probatoria se reduce a la prueba documental.


• La falsedad del título.- Cuando se invoca la falsedad del “título ejecutivo” es necesario

tener en cuenta que el título valor es un documento constitutivo, en cuanto el derecho contenido

en el título se constituye en el mismo título; con él nace y se transmite el derecho incorporado.

Un documento redactado con caracteres indelebles sobre soporte adecuado, puede ser falso en el

acto que le da vida o ser falsificado en su contenido en cualquier momento posterior a la

creación; tanto la alteración como la falsificación de la firma del emitente constituyen diversos

aspectos de la falsedad.

• Extinción de la obligación.- La “extinción de la obligación” constituye otra causal para

sustentar la contradicción contenida en el artículo 690- D inciso 3) del CPC. Los hechos

extintivos para invocarla no se diferencias de aquellos previstos para aquellas obligaciones del

derecho común, como el pago, la novación, la compensación, la consolidación, etc.

• Excepciones y defensas previas.- Bajo el proceso único de ejecución se permite recurrir a

las excepciones y defensas previas. Tradicionalmente se definía a las excepciones como medios

de defensa del demandado que atacan aspectos formales o procesales de la demanda interpuesta

o el derecho material en que se funda la pretensión. Si se declara fundada una excepción

procesal, su consecuencia será la nulidad de todo lo actuado, no existiendo pronunciamiento

sobre el fondo; mientras que de ampararse una excepción sustantiva, va a existir un

pronunciamiento sobre el fondo de la litis y se declarará fundada la oposición e infundada o

fundada. La defensa previa viene a ser una modalidad de ejercer el derecho de contradicción y
busca la suspensión del trámite del proceso hasta que se cumpla con el requisito de

procedibilidad que la ley dispone se debe satisfacer previamente sin los cuales no es posible

iniciar el proceso civil.

NIÑO DE GUZMAN.

CONCLUSIONES

 Eduardo J. Couture, quien considera que el acto procesal, es: “El acto jurídico emanado

de las partes, de los agentes de jurisdicción o aun de los terceros ligados al proceso,

susceptibles de crear, modificar o extinguir efectos procesales “.

 Actuaciones que permiten que el proceso pase de una etapa a otra y las realizadas dentro
de cada una de ellas, por cualquiera de los sujetos del proceso.

 Actuaciones surtidas por los sujetos del proceso u otras personas que accesoria y

tangencialmente intervienen y tendentes a iniciarlo, desarrollarlo y ponerle término.

 Es un aspecto especifico del acto como los efectos que produce por su esencia, como

parte de un todo, caracterizado por el movimiento es precisamente, la de servir de medio

o vehiculo para que el proceso se inicie desarrolle y culmine, son producto de la voluntad

de los sujetos.

 El hecho procesal es acontecimiento o suceso en virtud del cual se crea, modifican o

extinguen algunos de los vínculos jurídicos que componen la compleja relación jurídico -

procesal.

 El acto procesal el suceso o acontecimiento caracterizado por la intervención de la

voluntad humana, en virtud del cual se va a modificar o extinguir alguno de los vínculos

que componen la relación jurídico-procesal.

 La nota característica del acto procesal es que tiene que tener una influencia directa e

inmediata en el proceso.

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