Está en la página 1de 37

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

“PROCEDIMIENTOS
JURISDICCIONALES”

DOCENTE:

Isidora Concepción Zapata Pulache

RESPONSABLES:

Siancas Sosa Franklin


Sosa Fernández Gianella
Sotelo Pangalima Daniela
Trelles Pasapera Jesús Alexander
Troncos Urrego Ronald Humberto

2022-II
ÍNDICE
INTRODUCCION.............................................................................................................5
OBJETIVOS.......................................................................................................................6
I. EL PROCESO..............................................................................................................7
1.1. Las nociones de proceso y procedimiento................................................................7
1.2. La jurisdicción y el derecho internacional...............................................................8
1.3. Los juzgadores........................................................................................................10
1.3.1. Percepciones sobre su labor. ¿Cómo entienden su labor?..............................10
1.3.2. El ejercicio de la labor jurisdiccional. ¿Cómo ejercen su labor?....................11
1.4. La tramitación.........................................................................................................12
1.4.1. Productividad..................................................................................................12
1.4.1.1. proceso civil.................................................................................................12
1.4.1.2 proceso penal................................................................................................14
LOS PROCEDIMIENTOS JURISDICIONALES...........................................................16
II. ESTRUCTURA JURISDICCIONAL DEL PERÚ................................................16
2.1. SISTEMA JUDICIAL........................................................................................16
2.1.1. Presidente del Poder Judicial.......................................................................17
2.1.2. Sala Plena de la Corte Suprema..................................................................17
2.1.3. Consejo Ejecutivo del Poder Judicial..........................................................17
2.1.4. Oficina de Control de la Magistratura.........................................................18
2.2. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL.......................................18
2.2.1. Corte Suprema de Justicia...........................................................................18
2.2.2. Cortes Superiores de Justicia.......................................................................19
2.2.3. Juzgados Especializados y Mixtos..............................................................19
2.2.4. Juzgados de Paz Letrados............................................................................19
2.2.5. Juzgados de Paz...........................................................................................20
III. PRINCIPIOS Y DERECHOS DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL...............20
3.1 PRINCIPIOS DE LA FUNCION JURISDICCIONAL.....................................20
3.1.1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional................................20
3.1.2. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional.....................21
3.1.3. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley..........21
3.1.4. Principio de las dos instancias.....................................................................21
3.1.5. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la
ley. 22
3.1.6. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas
que restrinjan derechos..................................................................................................22
3.1.8. Principio de favorabilidad...........................................................................23
3.1.9. La inadmisibilidad de la persecución múltiple (ne bis in idem)..................23
3.1.10. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración................23
3.1.11. Principio de la prohibición de ejercer función judicial por quien no ha
sido nombrado legalmente.............................................................................................23
3.1.12. El principio de la función preventiva de defensa social del proceso penal
24
IV. DERECHO COMPARADO...................................................................................24
4.1. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ARGENTINA........24
4.1.1. Sistema Judicial...........................................................................................24
4.1.2. Organización...............................................................................................25
4.1.3. Corte Suprema de Justicia de la Nación......................................................26
4.2. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE BRASIL.................27
4.2.1. Sistema Judicial...........................................................................................27
4.2.2. Poder Judicial..............................................................................................27
4.2.3. Tribunales y Jueces Estaduales...................................................................28
4.3. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ESTADOS UNIDOS
28
4.3.1. Poder Judicial Federal.................................................................................28
4.3.2. Corte Suprema de los Estados Unidos........................................................29
4.4. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ESPAÑA................30
4.4.1. Tribunales Superiores de Justicia................................................................30
4.4.2. Audiencia Nacional.....................................................................................31
4.4.3. Audiencias Provinciales..............................................................................31
4.4.4. Autonomía de acuerdo con las exigencias de trabajo..................................31
4.4.5. Juzgados de Menores...................................................................................31
4.4.6. Juzgados de Vigilancia Penitenciaria..........................................................31
4.4.7. Juzgados de lo Contencioso-Administrativo...............................................32
4.4.8. Juzgados de lo Social..................................................................................32
4.4.9. Juzgados de lo Penal....................................................................................32
4.5. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ITALIA..................32
4.5.1. Estructura jerárquica jurisdiccional.............................................................32
4.5.2. Las Jurisdicciones Especiales......................................................................33
CONLUSIONES..............................................................................................................35
BIBLIOGRAFÍA..............................................................................................................36
INTRODUCCION

A medida que el hombre va evolucionando en la sociedad, surgen nuevas necesidades, las


cuales conllevar a realizar varios actos jurídicos con tal de satisfacerlas, y ante el
incumplimiento de ellos ya sea por muchos factores, nuestro ordenamiento jurídico peruano
les otorga la facultad de hacer valer su derecho de acción y esto se da a través de la via
jurisdiccional. No obstante, se genera todo trayecto por la cual pasar, a esto se le conoce
como el procedimiento jurisdiccional, que son el conjunto de actuaciones que se desarrollan
ante un órgano jurisdiccional o asimilado en aquellos supuestos en que se lo habilitad para
desarrollar actividades que deberán ser objeto de posterior incorporación conforme a lo
previsto legalmente.

En aras de una mejor comprensión, se desarrolla este trabajo investigado para ayudar a
contribuir con algunos aportes de eficacia o ineficacia que se da en los procedimientos
jurisdiccionales.

Por lo expuesto se desarrollará aspectos generales del proceso y procedimiento, los criterios
de los juzgadores, así como el orden jerárquico en nuestro marco legal, y la estructura
jurisdiccional en el derecho comparado.
OBJETIVOS

OBJETIVO GENERAL

1. Conocer y comprender sobre los procedimientos jurisdiccionales en el Perú y en


otras legislaciones extranjeras.

OBJETIVOS ESPECÍFICOS

1. objetivo 1
2. Conocer cuál es la estructura jurisdiccional y jerárquica en el Perú
3. Reconocer y explicar la importancia de los principios y derechos dentro del marco
de la función jurisdiccional.
4. objetivo 4
5. Conocer la estructura jerárquica jurisdiccional de las naciones extranjeras de
Argentina, Brasil, Estados Unidos, España e Italia.
I. EL PROCESO
1.1. Las nociones de proceso y procedimiento

En el lenguaje común, existe una diferencia clara entre los conceptos de “proceso” y
“procedimiento”; el “proceso” implicaría una serie de actos o fenómenos que se
suceden en el tiempo, mientras que el “procedimiento” es un método, un esquema,
una forma de hacer las cosas. En el lenguaje técnico-jurídico, sin embargo,
despliegan un significado distinto, aunque se mantienen algunas conexiones con el
lenguaje común. A primera vista, pueden parecer sinónimos, pero hay algunos
matices que los distinguen y pueden cobrar una cierta importancia. (Concha &
Caballero, 2001)
Por una parte, la palabra “proceso” se reserva para el ejercicio del poder
jurisdiccional, pero no para otras instituciones jurídicas que presentan una cierta
similitud. Por ejemplo, una multa de tráfico se tramita por medio de un
procedimiento administrativo en el que se suceden una serie de actos en el tiempo, se
aportan pruebas si es necesario, se hacen alegaciones, etc., pero no puede hablarse de
proceso administrativo, salvo que el sujeto sancionado decida impugnar la resolución
ante el orden contencioso-administrativo, una vez haya agotado la vía administrativa.
(Concha & Caballero, 2001)
En el marco de la actuación jurisdiccional, el proceso es lo mismo que el litigio o el
pleito, esto es, un determinado conflicto o controversia entre dos o más sujetos (las
partes) que, una vez ejercitada la acción, resuelto por el poder judicial aplicando el
Derecho. Desde esta perspectiva, podría decirse que el proceso no es otra cosa que el
ejercicio y contenido de la actividad jurisdiccional en un supuesto concreto.
En cambio, el procedimiento se refiere en principio a la sucesión ordenada de actos
procesales a través de los cuales el proceso se sustancia, es decir, se manifiesta, toma
forma, se lleva a cabo; se refiere por tanto a la manifestación externa y formal del
proceso. Si se utiliza el esquema metafórico del continente/contenido, el proceso
sería el contenido, mientras que el procedimiento sería el continente. De la misma
manera, un contrato, en sí mismo (contenido), no es más que un acuerdo de
voluntades, que puede manifestarse o no a través de un documento escrito
(continente); un despido es la extinción unilateral de un contrato de trabajo
(contenido), que puede y debe tomar forma a través de una “carta de despido”
(continente).
Desde otra perspectiva, más cercana al lenguaje común, el procedimiento se
identifica a veces con las reglas de procedimiento, es decir, con el esquema abstracto
en torno al cual se articulan y ordenan los distintos actos procesales: así, por
ejemplo, puede establecerse que en primer lugar, el actor formule la pretensión en un
escrito llamado demanda, que después, el juez deba decidir si la demanda es
admisible o no, etc.
Cada uno de los actos procesales debe realizarse en el momento procesal oportuno,
es decir, en la fase fijada en abstracto en las normas de procedimiento. Por ejemplo,
el juez no puede inadmitir la demanda durante el juicio oral ni puede dictar sentencia
en la fase de la contestación a la demanda; tampoco las partes pueden proponer
testigos cuando el asunto está visto para sentencia. Esto es así por razones de orden
lógico y necesidades organizativas; de hecho, sucede en cualquier actividad humana
que se organice en torno a un esquema ordenado de actos que se suceden en el
tiempo (nadie espera que los novios inauguren el baile antes de comenzar el
banquete de bodas o que el cliente de un restaurante pida la cuenta antes de que le
sirvan la comida). Pero, además, en el marco del proceso, es especialmente
importante que todos los actos se realicen de manera ordenada para garantizar la
igualdad de las partes y el principio de audiencia. (Concha & Caballero, 2001)
Estos factores son los fundamentos de la preclusión. La preclusión consiste en la
imposibilidad de realizar un acto procesal determinado cuando ha transcurrido el
momento procesal oportuno o el plazo previsto por el ordenamiento para su
realización. Por ejemplo, hemos visto que, en el seno del orden social, la excepción
declinatoria debe plantearse en el acto del juicio, en el momento de la contestación a
la demanda. No tiene sentido que el demandado plantee la incompetencia del órgano
judicial que está enjuiciando el asunto cuando éste ha quedado visto para sentencia,
o cuando se está interrogando a un testigo.

1.2. La jurisdicción y el derecho internacional

La función jurisdiccional no ha sido ejercida exclusivamente por el Estado, aunque


históricamente se ha vinculado la jurisdicción con el poder estatal y expresión misma
de la soberanía. El vínculo entre jurisdicción y Estado y la idea de la creación
exclusiva a partir del propio poder constituyente han sido afirmados desde la época
moderna (siglos XVII y XVIII), pero este referente paradigmático por el que se
define la jurisdicción como función estatal de solución de litigios entre partes puede
ser perfectamente replanteado. Aunque desde el mismo se justifican principios
procesales como los de la exclusividad de la jurisdicción e independencia judicial,
teniendo en cuenta el régimen liberal y republicano, en el que el poder constituyente
es titular de la función jurisdiccional, no puede soslayarse la evolución del concepto
dado el reconocimiento que se hace frente a concesión de tutelas concretas más allá
del propio Estado. (Concha & Caballero, 2001)
La asociación que se establece entre Estado, soberanía y jurisdicción ha de
reformularse, en atención al ejercicio de la jurisdicción por fuera del propio Estado
como se advierte en la actualidad con determinadas figuras de derecho internacional
que no pueden ser explicadas desde los estrechos límites de la soberanía estatal. Se
hace referencia a la jurisdicción internacional. Como ejemplos se consideran, entre
otros, el arbitramento internacional, la jurisdicción comunitaria ejercida desde el
Tribunal de Justicia de Luxemburgo (Tribunal de Justicia de las Comunidades
Europeas), Tribunal de Justicia de La Haya, Tribunal Europeo de Derechos
Humanos, Corte Interamericana de Derechos Humanos y la Corte Penal
Internacional. Adicionalmente, es dable encontrar actividad de juzgamiento
encomendada a determinados Estados; a propósito, este caso genera numerosos
problemas, ya que no resulta fácil aceptar el predominio de determinados terceros
Estados que adopten una posición de terceros supra partes en el ámbito de la
comunidad internacional. (Concha & Caballero, 2001)
La jurisdicción internacional permite comprender la cesión de la soberanía de los
propios Estados, y así la jurisdicción deja de ser una función monopólica
exclusivamente estatal; aunque al interior del propio Estado no resulta viable
excepcionar el principio de exclusividad de la jurisdicción, teniendo en cuenta que
sólo pueden ejercer la función referida, además de los jueces, los equivalentes
jurisdiccionales que estén autorizados constitucionalmente. En la jurisdicción
internacional se realiza la mencionada cesión a favor de órganos supranacionales que
se pronuncian sobre temas litigiosos entre Estados o entre Estados y personas, o que
juzgan sobre la responsabilidad de individuos. De otra parte, se destaca que
proyectos como los de una Constitución Europea confirman este cambio de
concepción que posibilita la integración supranacional, en la que los tratados
internacionales cumplen un papel significativo, consolidándose cada vez más la
articulación entre un ordenamiento jurídico supranacional y los ordenamientos
nacionales. (Concha & Caballero, 2001)

1.3. Los juzgadores

Los juzgadores se dividen en dos grandes áreas. Por una parte, se encuentran los
jueces y, por la otra, los magistrados. Los jueces son los operadores primarios del
sistema. Su actividad de interpretación y aplicación de las normas cotidianas
representa la sustancia principal de la actividad jurisdiccional. (Concha & Caballero,
2001)
Los magistrados, por su parte se encargan fundamentalmente de revisar y, en su
caso, corregir la labor de los jueces. De esta manera, puede sostenerse que el peso de
la sustanciación del procedimiento recae en los jueces, y la responsabilidad de
revisarlo, en los magistrados. (Concha & Caballero, 2001)

1.3.1. Percepciones sobre su labor. ¿Cómo entienden su labor?

Según el Instituto de investigaciones jurídicas revela que un alto porcentaje de


los juzgadores, considera que su labor se limita a la aplicación de la ley. En ese
sentido, da la impresión de que el juez se considera como un técnico
especializado en enlazar hechos con hipótesis normativas. (Concha &
Caballero, 2001)
Sin embargo, la otra parte minorista del porcentaje, dice que los jueces tienen
diversas visiones sobre la labor que desempeñan, además también destaca el
hecho de que las respuestas de los juzgadores pueden relacionarse con la
naturaleza de la función que desempeñan. (Concha & Caballero, 2001)
Suele indicar que los jueces se enfrentan a una importante sobrecarga de trabajo
que les impide realizar su función de forma adecuada. Un magistrado se refirió
a los efectos de la carga de trabajo, al mencionar que los juzgadores se
convierten en “maquinas que dictan sentencias” mediante la aplicación de la
ley, por no existir otra alternativa. (Concha & Caballero, 2001)

La falta de infraestructura o recursos, materiales y humanos, suele mencionarse


como una razón importante para llevar a cabo su labor de mejor manera.
También a propósito de la forma en que se resuelven los procesos, algunos
juzgadores mencionaron la ausencia de compromiso con la institución entre
ciertos integrantes del Poder Judicial. (Concha & Caballero, 2001)
Asimismo, se habló de los efectos de la carga administrativa que los juzgadores
deben absorber en sus respectivas unidades jurisdiccionales con la consecuente
distracción de recursos de la actividad jurisdiccional propiamente dicha. Entre
los juzgadores que consideraron que su función consiste en impartir justicia
deben destacarse algunas opiniones que identificaron la función jurisdiccional
con un servicio que se presta a la sociedad.

1.3.2. El ejercicio de la labor jurisdiccional. ¿Cómo ejercen su labor?

En este subapartado, se analiza la forma en la que los juzgadores desempeñan la


función jurisdiccional. Se plantean los problemas a que se enfrentan para
resolver las controversias, que pueden estar relacionadas con problemas
técnico-legislativos, con los litigantes, con el personal o el equipamiento de los
juzgados. Hipotéticamente, cada una de estas variables incide en el desempeño
de los funcionarios judiciales. La interrogante que plantear es si todas afectan
efectivamente y en qué medida lo hacen, aunque no pretende de ninguna
manera responderse de forma exhaustiva tan complicada cuestión, digna de
trabajos especializados sobre el desempeño judicial. Por otro lado, se establece
la forma en la que los jueces se relacionan con los procesos. Es decir, se
determina el papel que juegan en relación con el proceso. En condiciones
ideales, puede sostenerse que el juez dirige el proceso y se encuentra al tanto de
cada una de sus etapas. Sin embargo, existen diversos factores que dificultan la
existencia de una relación tan estrecha. De esta manera, la perspectiva de
análisis que se busca es aquélla que permita observar el papel del juez en el
proceso conforme a lo que ocurre en realidad. (Concha & Caballero, 2001)

1.4. La tramitación

La tarea cotidiana de los Poderes es la tramitación y resolución de los procesos que


llegan a su jurisdicción. Los lineamientos generales para el desempeño de estas
funciones son fijados por la legislación procesal. De esta manera, la estimación sobre
el tiempo en el que se desarrolla un proceso, así como las diligencias que se
requieren para su solución, se encuentran debidamente formuladas. Esta
circunstancia hace que el marco de referencia idóneo principal para el análisis de la
tramitación de los procesos en las instituciones jurisdiccionales sean las reglas
procesales contenidas en la legislación (Concha & Caballero, 2001)

1.4.1. Productividad

En este ítem, identificamos no sólo el número de asuntos que los tribunales son
capaces de tramitar, sino también la forma que son tramitados hasta llegar a su
conclusión. El concepto de productividad, en el sentido que aquí se emplea, no
pretende únicamente enfatizar la capacidad de las unidades jurisdiccionales para
generar más resoluciones en un menor tiempo. Es decir, no se alude únicamente a
cuestiones que tienen que ver con mayor eficacia, que incluye las variables de
velocidad y cantidad. Tiempo y números de resoluciones son, desde luego,
factores importantes; no obstante, la función jurisdiccional requiere muchos otros
elementos para ser debidamente satisfecha, por lo que preferimos hablar de
productividad. Un análisis que únicamente privilegie aquellos factores sería
necesariamente incompleto. Se analizará en los procesos civil y penal. En primer
término, abordamos el caso de las unidades jurisdiccionales que se ocupan de la
materia civil.

1.4.1.1. proceso civil

a) Rezago
Uno de los principales focos de atención de los Poderes Judiciales en el país
es el relativo al tiempo que tardan en resolver los conflictos que se les
presentan. Por lo general, la legislación procesal establece claramente los
términos que corresponden a cada etapa procesal. El rezago, en términos
generales, representa el incumplimiento de dichos tiempos establecidos en la
Códigos de Procedimientos Civiles. (Concha & Caballero, 2001)

b) Tiempo de tramitación

Un fenómeno muy cercano al rezago es el relativo a los esfuerzos que se


llevan a cabo en las instituciones judiciales con el objeto de dar mayor
celeridad a la tramitación de los procesos. La cuestión de la celeridad del
proceso no sólo es un problema técnico que tiene que ver con la forma en la
que la justicia debe cumplir con su labor; se trata de una cuestión que
también es fácilmente perceptible por la ciudadanía en general y que, en
consecuencia, es particularmente vigilada por los miembros del Poder
Judicial. En ese sentido, es claramente perceptible que todos los programas
de reforma judicial o de ajuste a la administración de justicia contemplan
medidas destinadas a acelerar los procesos.4 Las medidas propuestas para
enfrentarse al problema han sido muy variadas. No obstante, es posible
identificar un planteamiento que suele ser común en los Poderes Judiciales
del país. Se trata de la reducción de los términos procesales. Esta cuestión
fue mencionada en la sección Reglas procesales (IV.A.5.), donde se dijo que
algunos administradores de justicia consideran que el proceso puede
acelerarse mediante la reducción de los términos en cada etapa. (Concha &
Caballero, 2001)

c) Pruebas

La fase probatoria es una etapa del proceso que en muchas ocasiones


requiere particular atención del juzgador, en función de los problemas que
plantea el desahogo de cada prueba. En materia civil, el ofrecimiento de
pruebas suele estar principalmente en manos de las partes. No obstante, la
influencia de los juzgadores puede ser fundamental en esta materia. Aspectos
como la admisión, el desahogo y la valoración de las pruebas pueden tener
efectos sobre la forma en que los abogados plantean sus estrategias para el
litigio. Por ello, la opinión de los juzgadores sobre algunas cuestiones en
materia probatoria resulta relevantes. (Concha & Caballero, 2001)

d) Ejecución

La última parte del proceso jurisdiccional es la ejecución de la sentencia. Se


trata del momento en el que el Poder Judicial emplea la fuerza del Estado para
obligar a los particulares a acatar las resoluciones que emite. Desde la
perspectiva legislativa este proceso debe desarrollarse con celeridad y sin
contratiempos. No obstante, los Poderes Judiciales se enfrentan a diversos
problemas para la ejecución de sus resoluciones. Esto tiene como
consecuencia retrasos y, en ocasiones, la suspensión de las ejecuciones. Esta
sección ofrece un panorama general sobre los problemas que tienen los jueces
para la ejecución de sus sentencias y el tiempo que tardan en lograrlo.

1.4.1.2 proceso penal

a) Rezago

El rezago en materia penal es una cuestión que por lo general tiene influencia
sobre la libertad de los procesados. En estos casos, el compromiso del
juzgador con la sociedad es todavía más delicado. Por ello, resulta necesario
revisar con mayor cuidado aquellos problemas que también se presentan en
esta materia. Al igual que en el caso de los jueces civiles, hay jueces penales
que mencionan la dificultad de ajustarse a los términos procesales dada su
brevedad.

b) Términos Constitucionales

El problema de la forma en que los juzgadores se ajustan a los términos


procesales establecidos en la ley presenta importantes particularidades en
materia penal. En estos casos, la Constitución es el ordenamiento que los
prescribe como salvaguarda de la libertad y seguridad de los individuos. Los
jueces están obligados a conocer y resolver en el término de tres días (setenta
y dos horas) sobre la situación jurídica de los detenidos que se les presenten.
Posteriormente, deben continuar con el procedimiento respectivo hasta dictar
sentencia, también dentro de un plazo determinado.

c) Defensoría de oficio

La Defensoría de Oficio es una herramienta que permite garantizar el


adecuado acceso de los justiciables a la administración de justicia. Los
sistemas de Defensoría de Oficio deben ser capaces de proveer a los
ciudadanos de la asistencia legal que requieran. Esta sección se ocupa de la
presencia de los defensores de oficio en los procesos penales desde la
perspectiva del Poder Judicial.

d) Ministerio Publico

Las relaciones entre las Procuradurías de Justicia y los Poderes Judiciales


tienen características complejas que suelen ser mal caracterizadas. Los agentes
del Ministerio Público son los responsables de iniciar los procedimientos, pero
también de seguirlos hasta su conclusión. Desde esa perspectiva, son parte, y
muy importante, en el proceso. Sin embargo, dadas las características del
Ministerio Público, en tanto único titular del ejercicio de la acción penal, su
posición no parece ser la de una parte en un procedimiento ordinario. Por otro
lado, el Poder Judicial decide sobre la viabilidad de las consignaciones y
demás peticiones que, como supuesta parte, presenta la Procuraduría de
Justicia a través de sus agentes ministeriales. Como puede verse, se trata de
una relación permanente entre ambas instituciones y que por lo general
involucra puntos controvertidos.
LOS PROCEDIMIENTOS JURISDICIONALES

II. ESTRUCTURA JURISDICCIONAL DEL PERÚ


II.1. SISTEMA JUDICIAL

El Sistema Judicial Peruano, está conformado, en lo medular, por el Poder Judicial, el


Consejo Nacional de la Magistratura, el Ministerio de Justicia, la Defensoría del Pueblo,
el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y otros organismos que cumplen
funciones vinculadas al ámbito jurisdiccional, como el Instituto Nacional Penitenciario,
el Instituto de Medicina Legal y la Policía Nacional.

En el Perú, el Poder Judicial tiene como función el ejercicio de la potestad


jurisdiccional, o potestad de administrar justicia, como lo prescribe la actual
Constitución (artículo 138º, párrafo 1), la que comprende, entre otros, los siguientes
actos:

 La tutela de los derechos fundamentales.


 La tutela de los derechos ordinarios o intereses legítimos.
 La sanción de los delitos.
 El control de la legalidad de la actuación de las autoridades administrativas.
 El control de la constitucionalidad y la legalidad del ejercicio de la potestad
reglamentaria; y
 El control difuso de la constitucionalidad de las leyes y normas con rango de
Ley.

El rol gubernativo está relacionado con la conducción del Poder Judicial y consiste en
la potestad de decidir la marcha institucional en sus diversos planos de actividad. Así,
las funciones de gobierno judicial, comprenden las siguientes tareas específicas:

 Fijar políticas generales,


 probar los planes de desarrollo de la institución,
 Aprobar los presupuestos, asignando los recursos necesarios para alcanzar los
objetivos de la institución,
 Proyectar el comportamiento futuro de la organización,
 Dictar normas y reglamentos para la administración del propio Poder Judicial,
 Mantener relaciones institucionales con los otros poderes y organismos
públicos y privados,
 Establecer mecanismos de comunicación interna y externa,
 Designar autoridades judiciales,
 Seleccionar y designar a los integrantes de la organización; y
 Realizar el control institucional.

Los órganos de gobierno del Poder Judicial son el Presidente del Poder Judicial, La
Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, la
Oficina de Control de la Magistratura y el Consejo Nacional de la Magistratura, que a
pesar de ser un órgano autónomo, tiene atribuciones relevantes para la administración de
justicia

II.1.1. Presidente del Poder Judicial

Conforme a la Constitución vigente, el presidente de la Corte Suprema, lo es


también del Poder Judicial (Artículo 144º) y como tal, según prescribe la Ley
Orgánica del Poder Judicial, es el jefe máximo del Poder Judicial y como tal, le
corresponde los honores de titular de uno de los poderes del Estado2 (Artículo 73º,
LOPJ). El Presidente de la Corte Suprema de Justicia, del Poder Judicial y del
Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, es pues, la primera autoridad ejecutiva de la
institución.

II.1.2. Sala Plena de la Corte Suprema

La actual Constitución Política señala que la Sala Plena de la Corte Suprema, es el


órgano máximo de deliberación del Poder Judicial (Art. 144º). En tal sentido, decide
sobre la marcha institucional de dicho Poder y sobre todos los asuntos que no sean de
competencia exclusiva de otros órganos.
II.1.3. Consejo Ejecutivo del Poder Judicial

El Consejo Ejecutivo del Poder Judicial es el tercer órgano de gobierno de la


institución y constituye una novedad respecto del antiguo sistema gubernativo, que
descansaba solo sobre el Presidente de la Corte Suprema y la Sala Plena del máximo
tribunal3 . Este órgano que posee importantes atribuciones de dirección de la entidad,
tiene una composición plural, en la que participan magistrados de diversos grados y
un representante del Gremio de los Abogados (Sociedad Civil).

Entre sus atribuciones, destacan: Proponer a la Sala Plena de la Corte Suprema la


política general del Poder Judicial y aprobar el Plan de Desarrollo del mismo,
determinar el número de Salas Especializadas Permanentes, y excepcionalmente, el
número de Salas Transitorias de la Corte Suprema.

II.1.4. Oficina de Control de la Magistratura

La Oficina de Control de la Magistratura (OCMA), tiene a su cargo la función


disciplinaria al interior del aparato de administración de justicia y ejerce atribuciones
tanto sobre los jueces como sobre los auxiliares de justicia. En tal sentido, la Ley
Orgánica del Poder Judicial estipula que la OCMA es el órgano que tiene por función
investigar regularmente la conducta funcional, la idoneidad y el desempeño de los
magistrados y auxiliares jurisdiccionales del Poder Judicial, facultad que sin embargo
no excluye la evaluación permanente que deben ejercer los órganos jurisdiccionales al
conocer los proceso en grado.

La OCMA, es dirigida por un vocal supremo designado por la Sala Plena de la


Corte Suprema de Justicia. La integran vocales superiores y Jueces especializados o
mixtos, a dedicación exclusiva, en el número determinado por el Consejo Ejecutivo
del Poder Judicial, que los nombra por un período improrrogable de tres años.

II.2. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL


II.2.1. Corte Suprema de Justicia
La Constitución actual señala que corresponde a la Corte Suprema fallar en
casación, o en última instancia, cuando la acción se inicia en una Corte Superior o
ante la propia Corte Suprema conforme a Ley, agregando que asimismo conoce en
casación las resoluciones del Fuero Militar, con las limitaciones que establece el
artículo 173º5 , el cual se refiere a los muy excepcionales supuestos de imposición de
pena de muerte.
Las funciones casatorias de la Corte Suprema, están relacionadas con el control
que debe ejercer el máximo tribunal de justicia sobre la correcta aplicación y la
correcta interpretación de una norma de derecho material y el respeto a las garantías
de un debido proceso y a las formas esenciales de los actos procesales por los
juzgados y tribunales inferiores, así como con la labor de unificación jurisprudencial
(sentencias uniformes y reiteradas) que el principio de igualdad ante la ley y el
principio de seguridad Jurídica, exigen al Poder Judicial. Por contraste, la
intervención jurisdiccional como última instancia importa que la Corte Suprema,
expida sentencias.
II.2.2. Cortes Superiores de Justicia

Las Cortes Superiores de Justicia extienden su competencia jurisdiccional al


interior de su respectivo distrito judicial, cada una de ellas, cuenta con las salas
especializadas o mixtas que señala el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial, según las
necesidades del correspondiente distrito.

Las Salas Superiores pueden funcionar en una ciudad o provincia distinta de la


sede de la Corte Superior. Cada Sala está integrada por tres vocales superiores y es
presidida por el de mayor antigüedad. Conforme a la Ley Orgánica del Poder
Judicial; las salas de las Cortes Superiores resuelven en segunda y última instancia,
con las excepciones que establece la Ley. Si la Corte Superior, tiene más de una sala
de la misma especialidad, los procesos han de ingresar por turnos que fija el Consejo
Ejecutivo Distrital.

II.2.3. Juzgados Especializados y Mixtos

Los Juzgados Especializados y Mixtos, cuya sede es la capital de la provincia y, a


veces, la capital de distrito, tienen las siguientes especialidades: civil, penal, de
trabajo, de familia, contencioso administrativo y comercial. Allí donde no haya
Juzgados Especializados, el Despacho debe ser atendido por un Juzgado Mixto, con
la competencia que ha de establecer el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. Todos
los Juzgados - Especializados y Mixtos- tienen la misma jerarquía.
II.2.4. Juzgados de Paz Letrados

Los Juzgados de Paz Letrados extienden su competencia jurisdiccional al ámbito


que establece el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial. Este último, crea los Juzgados
de Paz Letrados, considerando los volúmenes demográficos, rurales y urbanos de los
distritos, y señala los requisitos que deben cumplirse para tal creación. En estos
Juzgados se sustancian las causas de menor cuantía que la ley determina o de rápida
solución. Resuelven además, las apelaciones de los Juzgados de Paz.

II.2.5. Juzgados de Paz


Les corresponde a éstos, investigar y sancionar casos de faltas menores y
funcionan en los pueblos, caseríos y distritos pequeños donde no hay mucho
movimiento judicial. Para que desempeñe este cargo, el mismo pueblo elige a una
persona de prestigio, probidad y honestidad, que no necesariamente será abogado.
Los Jueces de Paz, dependen de la Corte Superior que ratifica su nombramiento.
Los Jueces de Paz, que en al actualidad suman alrededor de 5,000, son mucho mas
numerosos que los magistrados formales y, empleando su propio criterio de justicia -
dado que no están obligados a fallar de acuerdo con la ley- logran resolver millares de
casos al año. La Justicia de Paz, se mantiene especialmente en las zonas rurales y las
dos terceras partes de los Jueces de Paz, se, encuentran en la región andina. El resto
se divide, en una proporción similar, entre la costa y la región amazónica. Estas
diferencias son muy importantes, por cuanto la Justicia de Paz reproduce, en si
misma, la heterogeneidad y las diferencias culturales presentes entre los peruanos.
De esta forma, tenemos que los Jueces de Paz de la sierra suelen vivir bajo un
marcado aislamiento. Muchos de ellos tienen un nivel educativo muy bajo y
resuelven el conflicto en el idioma de las partes, quechua o aimara. Es notable el
contraste con muchos Jueces de Paz de la costa, quienes tienen educación superior y
un contacto más cercano con las leyes y el Poder Judicial.

III. PRINCIPIOS Y DERECHOS DE LA FUNCIÓN JURISDICCIONAL


III.1 PRINCIPIOS DE LA FUNCION JURISDICCIONAL
3.1.1. La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional

Art. 139°.1 Const.- La unidad y exclusividad de la función jurisdiccional, no existe ni


puede establecerse jurisdicción alguna independiente, con excepción de la militar y la
arbitral. No hay proceso judicial por comisión o delegación.
Una interpretación desde la constitución, obliga, pues, a señalar en simple vista, que, es
el Poder Judicial el único órgano con la capacidad de Juris dicto: “decir el derecho”. Y
solo se explica la presencia de la jurisdicción militar como un fuero privativo, en el que
sólo estaría incurso el personal policial y militar, con las excepciones,
constitucionalmente previstas a los civiles que pueden ser objeto del juzgamiento
privativo militar.
3.1.2. La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional

Art. 139°.2 Const.- La independencia en el ejercicio de la función jurisdiccional.  


Ninguna autoridad puede avocarse a causa pendiente ante el órgano jurisdiccional ni
interferir en el ejercicio de sus funciones. Tampoco puede dejar   sin efecto soluciones
que han pasado en autoridad de cosa juzgada, ni cortar   procedimientos en trámite, ni
modificar sentencias ni retardar su ejecución. Estas disposiciones no afectan el derecho
de gracia ni facultad de investigación del Congreso, cuyo ejercicio no debe, sin
embargo, interferir en el procedimiento jurisdiccional ni surte efecto jurisdiccional
alguno.  
El principio de independencia judicial exige que el legislador adopte las medidas
necesarias y oportunas a fin de que el órgano y sus miembros administren justicia con
estricta sujeción al Derecho y a la Constitución, sin que sea posible la injerencia de
extraños (otros poderes públicos o sociales, e incluso órganos del mismo ente judicial) a
la hora de delimitar e interpretar el sector del ordenamiento jurídico que ha de aplicarse
en cada caso.
3.1.3. La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley.

Art. 139°.4 Const.- La publicidad en los procesos, salvo disposición contraria de la ley.
Los procesos judiciales por responsabilidad de funcionarios públicos, y por los delitos
cometidos por medio de la prensa y los que se refieren a derechos fundamentales
garantizados por la Constitución, son siempre públicos.
De la lectura de este principio se puede interpretar que no debe haber justicia secreta, ni
procedimientos ocultos, ni fallos sin antecedentes, ello no quiere decir que todo el
proceso debe ser necesariamente público y que toda persona pueda conocer en cualquier
momento los expedientes. Esto perjudicaría gravemente la buena marcha de los
procesos, especialmente en procesos penales. La publicidad se reduce a la discusión de
las pruebas, a la motivación del fallo y a su publicación, y a la intervención de las partes
a sus apoderados y a la notificación de las providencias. Así también va a permitir el
control de la imparcialidad, probidad y profesionalidad de los jueces mediante la
publicidad de los juicios.
3.1.4. Principio de las dos instancias

Art. 139°.6 la pluralidad de la instancia. Este principio consagra la posibilidad que las
resoluciones judiciales puedan ser objetos de revisión por una instancia superior. Se
entiende por instancia, en su acepción más simple; cada uno de los grados del proceso,
o, en sentido amplio, el conjunto de actuaciones que integran la fase del proceso surtida
ante un determinado funcionario y a la cual le pone fin mediante una providencia en la
cual decide el fondo del asunto sometido a su consideración. La regulación de este
derecho busca en el fondo el reexamen, a solicitud del imputado, del primer juicio,
citando, es decir, el doble examen del caso bajo juicio es el valor garantizado por la
doble instancia de jurisdicción. Esta doble instancia es al mismo tiempo una garantía de
legalidad y una garantía de responsabilidad contra la arbitrariedad”.
3.1.5. El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la
ley.

Art. 139°.8.- El principio de no dejar de administrar justicia por vacío o deficiencia de la


ley.   No siempre la ley puede contener las diversas manifestaciones de la vida humana.
Corresponde al magistrado suplir esas deficiencias para administrar justicia. Lo que no
se  puede hacer en el campo penal. Esta atribución se desenvuelve en el área civil y
también en lo que corresponde a derecho humanos. Sobre principios generales del
derecho las tendencias positivistas (no hay mas justicia que la positiva) y de las
corrientes ius naturalistas que considera que por encima del derecho escrito hay un
derecho que lo sustenta. A pesar de esta histórica controversia no definida se estima que
pueden considerarse la equidad, buena fe, fuerza mayor, la igualdad que también pueden
derivar de la doctrina referente a los derechos humanos. Por lo tanto el juez tendrá que
crear una norma cuando no encuentre disposición en la ley ni en la costumbre y necesite
resolver una controversia determinada, ya que no puede abstenerse de fallar so pretexto
de no existir norma para el caso. Pero nunca en normas penales sustanciales.
3.1.6. El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas que
restrinjan derechos.

Art. 139°.9.- El principio de inaplicabilidad por analogía de la ley penal y de las normas
que restrinjan derechos. Este principio es muy importante y como se ha mencionado
tiene su base en la frase de Feuerbach “Nullum crimen, Nullum poena sine lege” que
quiere decir: no hay delito, no hay pena sin ley, solo se considera como delito el hecho y
solo se puede aplicar una sanción penal si este está establecido previamente en la ley.
Según el tribunal constitucional establece que nadie será procesado ni condenado por
acto u omisión que al tiempo de cometerse no esté previamente calificado en la ley, de
manera expresa e inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no
prevista en la ley”. El principio de legalidad exige que por ley se establezcan los delitos
y que las conductas prohibidas deban estar claramente delimitadas previamente por la
ley. Como tal, garantiza la prohibición de la aplicación retroactiva de la ley penal
(lex praevia), la prohibición de la aplicación de otro derecho que no sea el escrito (lex
scripta), la prohibición de la analogía (lex stricta) y de cláusulas legales indeterminadas
(lex certa).
3.1.7. El Juicio Previo
Art. 139°.10.- El principio de no ser penado sin proceso judicial. En virtud de este
principio, ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en
ley anterior al hecho del proceso. Si bien se trata de una disposición que generalmente
ha sido relacionada exclusivamente con el proceso penal, entendemos que ella es
aplicable a todo tipo de proceso judicial en donde se analiza la restricción y limitación
de los derechos de una persona, aunque no revista naturaleza criminal.
3.1.8. Principio de favorabilidad

Art. 139°.11.- La aplicación de la ley más favorable al procesado en caso de duda o de


conflicto entre leyes penales. Este principio persigue la defensa de la libertad frente a la
parcialización que puede asumir el sistema penal en la persecución de sus fines
proclamados u ocultos. Es un derecho del justiciable para que el juez interprete la norma
a su favor, en aquellos casos en los que una nueva ley favorezca al reo, a pesar de
haberse iniciado el proceso en función de una ley anterior que estaba vigente al
momento de someterse la infracción. En este supuesto, el juez por humanidad y justicia
interpreta que debe aplicar la ley retroactivamente, siempre que la segunda ley sea más
benigna que la primera, según señala el Art. 103 de la Constitución política del Perú.
3.1.9. La inadmisibilidad de la persecución múltiple (ne bis in idem)

Art. 139°.13.- La prohibición de revivir procesos fenecidos con resolución ejecutoria. La


amnistía, el indulto, el sobreseimiento definitivo y la prescripción producen los efectos
de cosa juzgada. Esto principio significa que la persona no puede ser procesado o
castigado de nuevo por la misma jurisdicción de un mismo país a causa de una
infracción penal por la que ya haya sido absuelto o condenado en virtud de sentencia
firme. Sin embargo, si se puede ser sometida a un segundo proceso si el objeto de este
último consiste en revisar la sentencia condenatoria del primero para determinar si es
admisible una revocación de esa condena y una absolución
3.1.10. La obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración

Art. 139°.18.- la obligación del Poder Ejecutivo de prestar la colaboración que en los
procesos le sea requerida. Esta disposición se fundamenta en el principio de
colaboración entre órganos, pues mientras que la judicatura administra justicia, el
ejecutivo es el órgano que gobierna la administración porque cuenta con los
instrumentos coercitivos idóneos. Con ese fin, el Ejecutivo, a través de su presidente
presta su potestas a la Judicatura sin la cual no podría ejecutar las sentencias; una
atribución que no hace ver que, en teoría general, la judicatura no es un poder
equiparable al ejecutivo o legislativo sino que tiene naturaleza distinta
3.1.11. Principio de la prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido
nombrado legalmente

Art. 139°.19.- La prohibición de ejercer función judicial por quien no ha sido nombrado
en la forma prevista por la Constitución o la ley. Los órganos jurisdiccionales no pueden
darle posesión del cargo, bajo responsabilidad. Mediante este principio se establece que
quien nombra es el Consejo Nacional de la Magistratura y, cuando elija a los jueces, o se
les quiere revocar el mandato, lo hará el pueblo, probablemente bajo la supervisión de
los magistrados electorales en cuanto a la organización del proceso y para dar fe de los
resultados. En cualquier otro procedimiento de designación habrá usurpación de cargo.
Lo que constituye delito y en cuyo caso asumen responsabilidad penal, además del
usurpador, quien o quienes le han dado la posesión en el cargo.
3.1.12. El principio de la función preventiva de defensa social del proceso penal

Art. 139°.22.- El principio de que el régimen penitenciario tiene por objeto la


reeducación, rehabilitación y reincorporación del penado a la sociedad. Este principio
consiste en que en el proceso penal debe ser concebido no solamente como instrumento
para la investigación de los ilícitos penales y la aplicaciones consecuente de  penas o
medidas de seguridad a los autores, cómplices y encubridores de aquellos , sino también
como instrumento para la tutela de la libertad, la vida , el honor y los demás derechos
fundamentales de la persona humana, e igualmente para la educación y readaptación
social de los delincuentes, como medida de defensa social contra las futuras
reincidencias y por ultimo como medida de seguridad social de readaptación y
rehabilitación de sujetos que todavía no han cometido ilícitos penales, pero que están en
una situación propicia para ello por tanto representan cierta peligrosidad, para evitar que
incurran en tales ilícitos (como se puede dar en los vagos , prostitutas, drogadictos, etc.).
IV. DERECHO COMPARADO
IV.1. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE
ARGENTINA
IV.1.1. Sistema Judicial

Según lo establece la Constitución Nacional, el país vecino de Argentina adopta


para su gobierno la forma representativa, republicana y federal. La Constitución
estableció el gobierno federal, con sus tres poderes, Ejecutivo, Legislativo y
Judicial, y reconoció la existencia de los gobiernos provinciales, los cuales retienen
todo el poder no delegado a la Nación. En base a estas facultades no delegadas, cada
provincia debe dictar su propia constitución de acuerdo a los principios,
declaraciones y garantías de la Constitución Nacional; asegurando la administración
de justicia, el régimen municipal, y la educación primaria. (Constitución de la
Nación Argentina -CNA- Art. 1)

El sistema judicial argentino, está compuesto por el Poder Judicial de la Nación,


el Ministerio Público de la Nación, ambos instituidos por la Constitución Nacional y
por los poderes judiciales de las provincias, y de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires, y en el ámbito del Poder Ejecutivo, se incluye al Ministerio de Justicia de la
Nación, el Servicio Penitenciario Federal y la Policía Federal.

El sistema judicial argentino, está basado en la tradición europea continental de


derecho codificado. Los procedimientos judiciales son mayormente escritos, la
excepción a esto se da principalmente en los procesos penales, en la etapa de
juzgamiento donde se realizan debates orales. No obstante, existen provincias que
aún no han implementado la oralización para las causas penales.

Para dimensionar este sistema se puede entonces sumar a los ministerios de


justicia u organismos análogos dentro de la órbita de los poderes ejecutivos, y en los
casos en que exista, los servicios penitenciarios y policía judicial (o de investigación
si la hubiera). Por otra parte, no debemos olvidar el fundamental rol que cumplen
los abogados, ya sea a través del ejercicio profesional como así también el
despliegue corporativo que realizan los colegios de abogados.
IV.1.2. Organización

El Poder Judicial de la Nación, está compuesto por la Corte Suprema de Justicia


de la Nación, las Cámaras de Apelaciones y los Juzgados de Primera Instancia.

La estructura del Poder Judicial de la Nación, está dividida en tres jurisdicciones:

1. La jurisdicción federal, que incluye aquellos tribunales con competencia


para conocer sobre asuntos federales en todo el territorio del país.
2. La jurisdicción federal de la Capital Federal, que incluye aquellos
tribunales con competencia para conocer sobre asuntos federales en el
territorio de la Capital Federal.
3. La jurisdicción ordinaria de la Capital Federal que incluye aquellos
tribunales con competencia para conocer sobre asuntos de derecho común
en el territorio de la Capital Federal.
IV.1.3. Corte Suprema de Justicia de la Nación

IV.1.3.1. Organización y Composición

La Corte Suprema de Justicia de la Nación, es el Órgano Supremo y


máximo del Poder Judicial, está compuesta por 9 miembros ejerce su
jurisdicción en todos aquellos puntos regidos por la Constitución y las leyes
de la Nación (CNA - Art. 117°); pero, ejerce su competencia en forma
originaria y exclusiva en todos los asuntos que conciernen a los embajadores,
ministros y cónsules extranjeros, y en los que alguna provincia fueses parte.
La Corte Suprema es también la cabeza del Poder Judicial, y conjuntamente
con el Consejo de la Magistratura) tiene a su cargo la administración del
Poder Judicial (CNA - Art. 116°).

El presidente de la Corte Suprema de Justicia, es elegido por sus pares.


Todos los miembros de la Corte Suprema son designados por el Poder
Ejecutivo con acuerdo del Senado y a partir de la vigencia del Decreto número
222 del 19 de junio del 2003 se incorpora un requisito más en el
procedimiento para la designación de los miembros del Superior Tribunal de
la Nación, que es la de la publicación previa en los antecedentes curriculares
de los candidatos con el objeto que los ciudadanos en general, las
organizaciones no gubernamentales, los colegios y asociaciones profesionales)
presenten ante el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación sus
observaciones y consideraciones que crean de interés expresar sobre el
candidato propuesto por el Poder Ejecutivo.

Dentro del Poder Judicial de la Nación, hay distintos fueros, los cuales se
encuentran separados unos de otros. Cada uno de estos fueros se componen
por una Cámara de Apelaciones y los respectivos Juzgados de Primera
Instancia. A su vez, estos fueros, están subdivididos en la jurisdicción Federal
y la Ordinaria. La jurisdicción Ordinaria maneja los asuntos judiciales
comunes de la Ciudad de Buenos Aires, y está compuesta, además, por la
Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil, la Cámara Nacional de
Apelaciones en lo Criminal, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Comercial y la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo. La Jurisdicción
Federal, está separada por las Cámaras Federales del Interior del país. Los
siguientes fueros tienen asientos en la ciudad de Buenos Aires: Cámara
Criminal y Correccional Federal, Cámara Civil y Comercial federal, Cámara
Contencioso Administrativo Federal. Cámara de la Seguridad Social Federal.
En el interior del país, las Cámaras Federales no están separadas por fueros,
sino que juzgan causas de todas las materias.

IV.2. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE BRASIL

IV.2.1. Sistema Judicial

El sistema de justicia en Brasil, sigue la tradición europea continental de derecho


escrito. Está integrada por el Poder judicial, el Ministerio Publico, el Ministerio de
Justicia y las Fuerzas de Seguridad.
IV.2.2. Poder Judicial

El Sistema Judicial brasileño posee una organización federal y una estatal.

A nivel federal, el Poder judicial se divide en 5 regiones. Los órganos de mayor


jerarquía son: el Supremo Tribunal Federal y los Tribunales Superiores, que ejercen
su jurisdicción sobre todo el territorio de la República. Además, cada una de las 5
regiones judiciales posee un Tribunal Regional Federal, el que conoce,
principalmente, los recursos de apelaciones. Por último, cada región judicial se
divide en un número variable de secciones judiciales, las que poseen juzgados de
primera instancia en todas las materias. La jurisdicción laboral cuenta con
características propias: esta divida en 24 regiones judiciales, cada una de las cuales
tiene su propio Tribunal Regional del Trabajo.

Los Tribunales Regionales del Trabajo conocen los recursos ordinarios que se
interponen en contra de las decisiones de los juzgados del trabajo. Además, deben
resolver los conflictos colectivos surgidos entre asociaciones de trabajadores y su
empleador o empleadores. Hay 24 Tribunales Regionales del Trabajo.

El Tribunal Superior del Trabajo -cuya sede se halla en Brasilia-DF- posee


jurisdicción en todo el territorio nacional y su principal función es uniformar la
jurisprudencia en materia laboral.

En esta línea le corresponde juzgar los recursos interpuestos contra las decisiones
de los Tribunales Regionales. El Tribunal Superior del Trabajo está integrado por 17
ministros.

IV.2.3. Tribunales y Jueces Estaduales.

La Constitución Federal delega a los Estados, la competencia de organizar su


propia justicia y competencias definidas en la Constitución del Estado. La Justicia
Estadual comprende un Tribunal de Justicia por Estado, con capacidad para revisar
las decisiones de los Tribunales de Primera Instancia Estadual, entre otras. La
Constitución Federal prevé la posibilidad a los Estados de crear su propia Justicia
Militar Estadual, con competencia para procesar y juzgar a los policías militares y
bomberos militares en los crímenes definidos en la ley.
La Justicia estadual comprende, también, los Juzgados Especiales Estaduales,
formados por jueces o jueces y legos, idóneos para la conciliación y juzgamiento de
causas civiles de menor cuantía e infracciones penales menores, mediante
procedimiento sumarísimo.

IV.3. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ESTADOS


UNIDOS
IV.3.1. Poder Judicial Federal

La Judicatura Federal fue establecida por el Artículo III de la Constitución y es


uno de tres poderes iguales, pero distintivos del Gobierno Federal. Tiene la misión
de aplicar e interpretar las leyes y resolver disputas. Dicho artículo prescribe: El
Poder Judicial de los Estados Unidos será confiado a una Corte Suprema y a los
Tribunales menores, cuya formación sea ordenada por el Congreso en distintas
oportunidades.

Visto como una pirámide, el sistema de cortes federales está encabezado por la
Corte Suprema de los Estados Unidos. En el próximo nivel están las 13 Cortes de
Apelaciones correspondientes a los Circuitos Judiciales y, en la base, las 94 Cortes
de Distrito y las Cortes Especializadas.

La Judicatura Federal, de acuerdo con lo establecido en el Artículo III de la


Constitución, tiene jurisdicción sobre controversias que surjan de asuntos federales
y jurisdicción sobre diversidad de ciudadanía. Las Cortes Federales deciden casos
que involucran al Gobierno de Estados Unidos, la Constitución, actos del Congreso
y tratados, o controversias entre Estados o entre Estados Unidos y un gobierno de
otro país. También tiene jurisdicción en las controversias entre ciudadanos de
distintos Estados.

Las Cortes federales y estatales tienen jurisdicción simultánea - o en el mismo


período - sobre ciertos asuntos como crímenes asociados a drogas. Esto significa
que los litigantes pueden escoger entre una corte federal o una social. Algunos
asuntos legales solo pueden ser conocidos en una corte federal o en una estatal. Los
casos de quiebra y relacionados con el derecho marítimo, por ejemplo, son de
competencia de las cortes federales.

IV.3.2. Corte Suprema de los Estados Unidos

Es la Corte de Apelaciones de mayor importancia en el país y la corte de último


recurso para apelaciones de casos conocidos en otras cortes federales y estatales.
Está integrado por nueve miembros conocidos como Justices, nombrados por el
presidente de EE.UU., con la aprobación del Senado.

El presidente de la Corte Suprema tiene deberes administrativos adicionales


relacionados a la Corte Suprema y al sistema de cortes federales en su totalidad. Los
otros ocho miembros de la Corte son conocidos como Associate Justices.

La Corte Suprema posee jurisdicción original en disputas entre dos o más


Estados y en casos donde algunas de las partes son embajadores o ministros.

También actúa como Tribunal de Apelaciones, para revisar casos de las cortes de
circuito federal y las cortes estatales de último recurso.

La Corte decide, más o menos 100 de los 5,000 o más casos que son presentados
para revisión cada año. Normalmente solo acepta los casos que involucran
importantes interpretaciones de la Constitución, actos de órganos legislativos y
tratados.

La mayoría de sus decisiones se dan a conocer en opiniones públicas. Algunos de


los aspectos que la Corte considera para revisar un caso:

- Si dos cortes federales de apelaciones han llegado a distintas conclusiones


con respecto a un solo tema legal.
- Si una corte federal de apelaciones ha decidido un tema federal de una
forma que entra en conflicto con la decisión de una corte de último recurso
(La Corte Superior en el Estado).
- Si una corte federal de apelaciones ha ido más allá de los procedimientos
judiciales aceptados, o ha sancionado ese tipo de acción por parte de una
corte menor.
- Si una corte de último recurso ha decidido un caso federal de una forma
que entra en conflicto con la decisión de la corte de último recurso de otro
Estado o de una corte federal de apelaciones; y
- Si una corte estatal o corte federal de apelaciones ha decidido un
importante tema de ley federal de una forma que entre en conflicto con
anteriores decisiones de la Corte Suprema, a un tema de ley federal que no
ha sido, pero debería de ser decidido por la Corte Suprema.

IV.4. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ESPAÑA

IV.4.1. Tribunales Superiores de Justicia

Representan la innovación más importante en la estructura judicial española que


es una consecuencia del Estado de las Autonomías, ya que, con ellos, culminará la
organización judicial en el ámbito territorial de la Comunidad Autónoma, sin
perjuicio de la jurisdicción que corresponde al Tribunal Supremo. Los Tribunales
Superiores de Justicia están integrados por las Salas de lo Civil y Penal, de lo
Contencioso - Administrativo y de lo Social Art. 72º L.O.P.J.).

IV.4.2. Audiencia Nacional

Con su sede en Madrid, tiene jurisdicción en toda España. Consta de tres Salas:
Sala de lo Penal (de única instancia para los delitos más graves previstos en el
artículo 65º de la Ley Orgánica del Poder Judicial), Sala de lo Contencioso
Administrativo y Sala de lo Social.

IV.4.3. Audiencias Provinciales

Tendrán su sede en la capital de la provincia, de la que tomarán su nombre y


sobre la que extenderán su jurisdicción, pudiendo crearse secciones fuera de la
capital de la provincia, a la que quedarán adscritos uno o varios partidos judiciales.
Son órganos mixtos ya que tienen competencias en materia penal y civil.
IV.4.4. Autonomía de acuerdo con las exigencias de trabajo

Les corresponde el ejercicio de las funciones que establezcan las leyes para con
los menores que hubieren incurrido en conductas tipificadas por la ley como delito o
falta y aquellas otras que, en relación con los menores, les atribuyan las leyes.

IV.4.5. Juzgados de Menores

Su ámbito territorial es la provincia, aunque es posible establecerlos con


jurisdicción sobre un partido determinado o agrupación de partidos o sobre dos o
más provincias de una Comunidad.

IV.4.6. Juzgados de Vigilancia Penitenciaria

En cada provincia, y dentro del orden jurisdiccional penal, habrá uno o varios
Juzgados de Vigilancia Penitenciaria, que tendrán funciones jurisdiccionales
previstas en la Ley General Penitenciaria, en materia de ejecución de penas
privativas de libertad, medidas de seguridad, control jurisdiccional de la potestad
disciplinaria de las autoridades administrativas, amparo de los derechos y beneficios
de los internos en los establecimientos penitenciarios y demás que señale la ley.

IV.4.7. Juzgados de lo Contencioso-Administrativo

Son órganos de instancia con competencia objetiva para conocer de los recursos
que se deduzcan contra actos y disposiciones de determinados órganos
administrativos. Su demarcación judicial es la Provincia.

IV.4.8. Juzgados de lo Social

Su ámbito territorial es la provincia, si bien podrán establecerse en poblaciones


distintas de la capital cuando las necesidades del servicio o la proximidad a
determinados núcleos de trabajo lo aconsejen. Excepcionalmente podrán extender su
competencia a dos o más provincias dentro de la misma Comunidad Autónoma.
Conocerán en primera o única instancia de los procesos sobre materias propias de
este orden jurisdiccional que no están atribuidas a otros órganos del mismo.
IV.4.9. Juzgados de lo Penal

De ámbito provincial tienen competencias en el ámbito penal. Fundamentalmente


les corresponde el enjuiciamiento de los delitos menos graves. Al Juzgado Central
de lo Penal, con sede en Madrid y jurisdicción en toda España, le corresponde el
enjuiciamiento de aquellos delitos que por su naturaleza se le atribuyen a la
Audiencia Nacional, pero que por su pena están dentro de los límites de los
atribuidos a los Juzgados de lo Penal.

IV.5. ESTRUCTURA JERÁRQUICA JURISDICCIONAL DE ITALIA


IV.5.1. Estructura jerárquica jurisdiccional
Actualmente la justicia, en las materia civil y penal es administrada por el Juez
de Paz, El Tribunal, el Tribunal de Apelación, el Tribunal Supremo de Casación, el
Tribunal de Menores, el Magistrado de Vigilancia y el Tribunal de Vigilancia.
Con la reforma sobre el Juez único de Primera Instancia, se ha procedido a la
reestructuración de los departamentos judiciales de Primera Instancia, mediante la
supresión del Departamento del Pretore (Juez de Primera Instancia para causas
menores) y las competencias correspondientes han sido transferidas al tribunal, que
ahora tiene una composición monocrítica para los asuntos menores y una
composición colegial para los de mayor complejidad; de la misma manera, se ha
eliminado el Departamento del Fiscal ante el Juzgado de Distrito y sus funciones
han sido transferidas al Fiscal ante el Tribunal.
En la misma perspectiva, los magistrados honorarios en servicio ante el órgano
eliminado (Prefectura-Juzgado de Primera Instancia) han cambiado su
denominación de Vice Juez Honorario a Juez Honorario del Tribunal.
IV.5.2. Las Jurisdicciones Especiales
La Constitución prohíbe la institución de nuevos jueces ordinarios o especiales,
permitiendo, en el ámbito de la jurisdicción ordinaria, la creación de secciones
especializadas en determinados sectores, caracterizadas por la co-presencia, en el
mismo órgano que juzga, de magistrados ordinarios y de ciudadanos idóneos pero
ajenos al ordenamiento jurídico (por ejemplo, las secciones especializadas agrarias)
(Art. 102º Constitución).
De todos modos, están previstos jueces especiales, como los jueces
administrativos, el Tribunal de Cuentas y el Juez Militar, ya existentes a entrada en
vigor de la Constitución (Art. 103º Constitución).
El Tribunal de Cuentas está compuesto por magistrados contables y, ante el
mismo, está constituida una Fiscalía General a la que se han atribuido funciones
requerientes. Recientemente, la Magistratura Contable ha sido reformada
estableciendo secciones autónomas jurisdiccionales y requerientes sobre base
regional.
El órgano de gobierno autónomo es el Consejo de Presidencia del mismo
Tribunal.
Además de la competencia en materia de control previo de legitimidad sobre
numerosos actos del Gobierno y de otros organismos públicos, y de control
posterior sobre la gestión del presupuesto y del patrimonio de las administraciones
públicas, al Tribunal de Cuentas se han atribuido los juicios en materia de
contabilidad pública, de pensiones y de responsabilidad de los empleados y
funcionarios del Estado o de otros entes públicos.
Los Jueces Militares, a los que es atribuida la competencia de juzgar los delitos
militares cometidos por quienes pertenecen a las fuerzas armadas, constituyen un
orden de la Magistratura Ordinaria y es administrado por un órgano de gobierno
autónomo, el Consejo Superior de la Magistratura General.
La jurisdicción administrativa es atribuida a un conjunto de entes, distintos de la
magistratura ordinaria: los Tribunales Administrativos Regionales, como Jueces de
Primera Instancia, y el Consejo de Estado, como Juez de Segunda Instancia.
CONLUSIONES

 El procedimiento jurisdiccional que se desarrolla en nuestro país es muy precario, e


ineficiente, es por eso que se obstruye el derecho del ejercicio de acción de las
personas.
 Nuestra estructura jurisdiccional en el Perú está conformada por el Poder Judicial, el
Consejo Nacional de la Magistratura, el Ministerio de Justicia, la Defensoría del
Pueblo, el Ministerio Público, el Tribunal Constitucional y otros organismos que
cumplen funciones vinculadas al ámbito jurisdiccional.
 En atención a los principios de la función jurisdiccional, desarrollan un papel
importante dentro y al término del procedimiento jurisdiccional, para que el tercero
decisorio resuelva la controversia de las partes con una decisión de carácter de cosa
juzgada. Esto es que no puede volver a ser revisado.
 Logramos conocer, a pesar de una forma superficial, la estructura jurisdiccional de
algunos países extranjeros como el caso de Argentina, Brasil, Estados Unidos,
España e Italia, con el propósito de ubicar los órganos de gobierno y los órganos de
apoyo que conforma el Sistema Judicial de cada nación mencionada.

BIBLIOGRAFÍA

 CONCHA CANTÚ & CABALLERO JUÁREZ. (2001) Diagnóstico sobre la


administración de justicia en las entidades federativas. National Center For State
Courts.
 CONSTITUCIÓN DE LA NACIÓN ARGENTINA û Ediciones País 8va. Edición.
Buenos Aires, 2002.
 CONSTITUCIÓN DE ITALIA de 1947
 LA CONSTITUCIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA. Con notas
explicativas. Servicio Informativo y Cultural de los Estados Unidos. 1987.
 MIRANDA, M. (2007). ESTRUCTURA ORGANIZACIONAL PIRAMIDAL DE
LOS ORGANOS JURISDICCIONALES EN EL PERÚ Y EN EL EXTRANJERO.
Obtenido en:
https://www.pj.gob.pe/wps/wcm/connect/d183b38046cf1527a502a544013c2be7/5+
Doctrina+Nacional+-+Magistrados+-+Miranda+Canales.pdf?
MOD=AJPERES&CACHEID=d183b38046cf1527a502a544013c2be7

También podría gustarte