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Los textos anteriores nos enseñan una forma de concebir la existencia, de como
estar el ser humano en su universo.
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Padilla Corral, José Luis, “Curso de acupuntura”, pág.12.
La enfermedad surge por falta de conexión con su entorno. El cual es la relación
con mi universo, relación conmigo mismo y los demás.
Y aquélla medicina que previene “antes” de que el sujeto enferme es una medicina
excelente. La que mejora cuando el paciente tiene primeros síntomas es una
medicina “regular” y la que cura cuando el sujeto esta enfermo es una medicina
“mediocre.”
De la Tradición antigua china, se pueden obtener tres textos que marcan como el
hombre ve el universo:
El ser humano se plantea la idea de como estar en el universo por dos razones
fundamentales:
Primero, el hombre de la antigüedad tenía un conocimiento bastante extenso del
universo. Segundo, llega a la idea de que el hombre es también un universo.
De ahí que se conciba el “macrocosmos” como cosmos general y al hombre como
“microcosmos”.
Cuando el hombre observa el universo, contempla una diversidad casi interminable
de acontecimientos. Ve que se va modificando. El universo que el hombre
contempla es básicamente, por presencia de la luz.
La antigua tradición china dice que el Tao que puede ser expresado no es el Tao
Absoluto, no es el Tao verdadero, hay algo más que está fuera de toda
representación.
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Op.cit., pág.14.
vida del ser humano: nace, comienza a moverse, crece y va cambiando su
estructura, se transforma en su pensamiento, muta su concepción de la existencia
y al final cuando llega el momento de morir, se transmuta en otra realidad. Estas
cinco actividades se pueden encontrar en todas las manifestaciones del mundo
conocido, ya que es el proceso natural de cualquier existencia. Lo que ocurre en el
universo también ocurre en el ser humano nada más que en diferentes
proporciones.
El Tao, Yin y Yang, es la máxima posibilidad que tiene de desarrollarse “el tres”,
combinaciones de tres tomadas de dos en dos.
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Op. Cit., pág.16.
constituido por espacios curvos, reflejando el espacio curvo del universo en donde
habita.
Aparece otra vía de luz: “Yang Oe”, que une al hombre desde la tierra con el Cielo.
Después de unirle, necesita una vía de luz que le equilibre, apareciendo “Yang Keo”.
La idea del Cielo para crear al hombre, se constituye en ocho vectores de luz. Ese
es el concepto según la tradición. Así surgen dos vectores que son “San
Jiaoyxinbao” o Maestro de Corazón. Dando lugar al: norte, sur, este, oeste y centro.
Que constituirán los cinco reinos mutantes de la tradición antigua china y devendrán
como: el RM del agua, RM de madera, RM del fuego, RM de la tierra y RM del metal.
Cinco Reinos que se generan unos a otros pero que a su vez establece un control
entre unos y otros. Se tendrá: el agua en el Riñón, madera en el Hígado, fuego en
el Corazón, Tierra en el Bazo y metal en el Pulmón.
El concepto de Reino Mutante implica que cada uno de los reinos se va a mutar en
el otro: El agua en madera, la madera en fuego, el fuego en tierra, la tierra en metal
y éste otra vez en agua. Sin dejar de existir uno se va a convertir en el otro
guardando siempre la memoria del anterior.
El Reino Mutante que marca el inicio de Cinco, es el Agua. Como estructura en dos
fuerzas de luz es el Riñón y Vejiga. Corresponde con la orientación Norte. Cuando
está en déficit generará miedo.
El siguiente Reino Mutante es la Madera, tiene una función fisiológica que es el
Hígado y la Vesícula Biliar, dentro de su otra visión de luz están bajo el Este, el
sabor agrio-ácido como sabor, de equilibrio y desequilibrio está la violencia, la cólera
y la duda.
Existen dos ciclos: uno externo como Yang como línea entera, que se expande a un
ciclo interno Yin.
Mientras tanto, la luz que anima al ser hay dos tipos de agua y una doble naturaleza:
Una naturaleza celeste, que era la del oráculo. Una naturaleza evolutiva, que es el
10 “lo perfecto”. Y una practificación definida como el agua de pozo.
Se sabe que la constitución del cuerpo es entre un 68 a 70% agua y sabemos que
es el elemento absolutamente imprescindible para la vida. La verdadera naturaleza
del hombre es el agua, en sus diferentes formas. Con lo que se puede afirmar que
el Qi que anima nuestra existencia es luz de agua.
Los componentes del agua forman parte de la atmósfera, que nos brinda la otra
alimentación, la respiración H2O que se descompone y nos da el O2 . Efectivamente,
en la naturaleza lumínica del agua, está el alimento verdadero del ser.
De lo eterno se generan todas las cosas. El Qi de cada ser, tiene que evolucionar
hacia lo perfecto para llegar a la esencia que le permitirá incorporarse a Lo Eterno.
Esto quiere decir que cuando se trabaja con el Qi, se trabaja con Lo Eterno.
Para concluir, los textos de los tres emperadores serán antiguos, pero no por eso
dejan de ser válidos para nuestra época. Al contrario, más que nunca es necesario
practicar esta manera de como relacionarse con el universo (macrocosmos) y con
uno mismo (microcosmos). Al saber cómo vivir y coexistir se estará evitando la
enfermedad.
Además de esto, el hombre puede encontrar su propia identidad, como ser humano
y como sanador que ayuda a otros a encontrar su propia identidad.
Servir y entregar sin esperar nada a cambio, son las cualidades que ha de tener el
ser humano. Más ahora que estamos en un tiempo crítico y la humanidad peligra en
su propia enfermedad. Recordando que la verdadera naturaleza del humano es la
naturaleza del universo.
Además, el saber que anima al ser es la luz eterna, ésta cambia la actitud ante la
propia vida, ante la enfermedad y ante toda la existencia.
Dice el “Sowen” que si esta energía está en equilibrio, el hombre no puede enfermar:
Bibliografía:
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Op. Cit., pág. 35.
Padilla Corral, José Luis, “Curso de acupuntura”, Miraguano ediciones, Madrid,
España, 2001