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I PARTE: EL ARTE EN GRECIA Y EL MUNDO GRIEGO

BLOQUE II. EL ARTE GRIEGO


Introducción al arte griego
La civilización griega ocupa un área formada por la Grecia peninsular y continental, por las islas del
Egeo y las costas de Asia Menor, al este, y por Sicilia, la Italia meridional, la costa del sur de Francia y
este de España y por el norte de África,
al oeste (Fig.1).
Por arte griego se entiende la
producción artística de las
poblaciones de lengua helénica
establecida tanto en la Grecia
continental como en el mar
Egeo, así como en las colonias
costeras del mar Mediterráneo
de Europa, Asia Menor y África.
Las peculiaridades geográficas
determinan la existencia de un
clima diverso y una flora y fauna
muy variada, lo cual fomentó su
singular trayectoria histórica. Ésta se caracterizó por la existencia de una fuerte regionalización, lo que
determinó la carencia de unidad política y de un sistema de gobierno comunitario estable en la
antigüedad. Por esta razón existieron pequeños estados independientes frecuentemente enfrentados
entre sí, en los que la polis, o ciudad estado independiente, fue la unidad social básica.
Pese a las luchas y rivalidades entre ellas, desarrollaron una fuerte conciencia de pertenencia a un
contexto racial, cultural y religioso común, lo que permitió a estas urbes disfrutar de un estilo artístico
unitario a lo largo de su historia. Por ello, desde el siglo VIII a.C., lugares sagrados como Delfos, Olimpia
o Delos se convirtieron en puntos de referencia para el contacto panhelénico.
En Grecia la estructura social sitúa al hombre, y no a los dioses y a sus monarcas, como medida del
universo, concibiéndose así un arte cuyos antropomorfos modelos están en constante evolución desde
las fases más antiguas a los periodos más recientes.
A lo largo de los siglos XVIII y XIX se propiciaron las primeras campañas de excavación, con
importantísimos descubrimientos arqueológicos de Schliemann en Troya y Micenas y de Evans en
Creta, tras las cual surgieron los primeros estudios que sentaron la base de importantes reflexiones
artísticas posteriores. Entre ellos Cabe señalar el de J. J. Winckelmann, Historia del Arte Antiguo,
aparecida en el año 1764, cuya novedosa visión determinó el reconocimiento del Arte Clásico y de la
Arqueología como ciencia.
Dado que una parte considerable de las manufacturas originales se han perdido, el estudio del arte
griego antiguo requiere esforzarse en imaginar cómo fueron éstas en su origen. En la actualidad es
escasa la arquitectura que conserva su espacio original, la mayoría de las esculturas han desaparecido,
dado lo fácil de fundir, o bien está desubicado con respecto a su emplazamiento inicial, y sus pinturas,
apenas han llegado hasta nuestros días. Por esta razón el estudio de las artes figurativas griegas debe
hacerse a través de los escasos originales llegados hasta nuestros días, de las fuentes literarias
grecolatinas y de las copias efectuadas tanto en la época griega tardía como en época romana.
Sobre las primeras reproducciones conviene recordar que a comienzos del siglo II a.C. en el Ática y en
el Peloponeso tuvo lugar un destacado movimiento de retorno a los presupuestos artísticos del
pasado. Esto generó la imitación de antiguas obras escultóricas de los talleres griegos, tanto copias
fieles de los modelos originales como variantes más o menos libres de los mismos. Estas réplicas
fueron ejecutadas durante el Helenismo Tardío y también hasta avanzado el Imperio Romano,
produciéndose encargos a escultores griegos por parte de emperadores y de la élite romana.
La conquista del mundo griego por Roma proporcionó como botín de guerra pinturas, joyas y otros
objetos artísticos procedentes del mundo helenístico. Así pues, tanto a través del comercio como las
contiendas bélicas, Roma heredó no sólo las pautas estéticas griegas sino también la convicción de que
sus propias creaciones debían estar basadas en los supuestos artísticos helenos, lo cual ha generado no
pocos problemas a los investigadores a la hora de escribir obras pertenecientes al arte griego o al
romano.

TEMA 3. El NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 a. C.)


1. La Edad Oscura (1100-900 a. C.): la tradición prehelénica.
Con el hundimiento micénico desaparece la escritura, y la lengua se fragmenta en dialectos.
Surgen grandes migraciones, de tal manera que el arte que aparece después tiene un desarrollo propio
fundamentado en el micénico, su precursor.
Se consolida una nueva estructura social, que marca diferencias sociales entre los individuos, con una
clase dominante formada por la aristocracia sacerdotal y la clase militar.
En las nuevas urbes se separa el trabajo artesanal del productivo.
Entre los siglos XII y X a.C., transcurre la mal conocida etapa denominada “Siglos Oscuros”.
Hacia el 1100 a.C., una vez finalizada la Edad de Bronce, aparecen nuevas tribus procedentes de la
cuenca del Danubio, entre ellos los jonios y dorios, que penetran en la Península Balcánica por el norte,
absorbiendo a los aqueos. Los dorios se extienden por la Grecia continental y por el Peloponeso;
huyendo de ellos, los jonios se instalan en las islas del Egeo y Asia Menor.
Las invasiones dorias y jonia, el hundimiento del comercio y las invasiones de los “Pueblos del Mar” en
el Mediterráneo oriental y en Egipto son algunas de las causas que generan esta situación de
inestabilidad y cambio.
Apenas nos quedan manifestaciones artísticas que son un vago recuerdo de la antigua tradición
micénica, salvo la cerámica que se simplifica en extremo.
En el siglo XI a.C. se inicia la Edad del Hierro en Grecia sin que el bronce llegue a desaparecer y se
observan ya indicios de cambios.

1.1 Arquitectura.
En sus inicios aparece un urbanismo planificado dentro de núcleos amurallados, controlados por la
aristocracia, son el germen de la futura polis de época clásica. Tras la regresión cultural producida en
las últimas centurias del II milenio a.C., generada por la desaparición de la cultura micénica y la crisis
que afectó al área mediterránea, determinó que las construcciones se hicieron en materiales
perecederos, madera y barro, desapareciendo por ello sus sencillas estructuras. Es al inicio del primer
milenio a.C. cuando las comunidades griegas comienzan a establecer una organización estatal nueva,
“la polis o ciudad estado”, que posibilitará nuevos rituales religiosos y los lugares donde celebrarlos.
Por ello, surgen pequeños santuarios, cuya estructura se fundamenta en la tradición del mégaron
micénico, aunque no se ubican ya en el entorno urbano, doméstico o palacial. En estas construcciones,
erigidas en torno a la urbe, se efectuaban ofrendas votivas a las divinidades locales; estableciéndose en
ellas los fundamentos de la arquitectura monumental del Periodo Arcaico.
Del siglo X a.C. procede el rico yacimiento de Lefkandi,
en Eubea, donde se construye un edificio dedicado
posiblemente al culto vinculado con algún ritual heroico.
Es una curiosa construcción que utiliza una técnica
constructiva nueva: paredes de adobe dispuestas sobre
un zócalo de piedra, lo cual constituye un precedente de
la empleada en algunos templos posteriores del siglo
VIII a.C.

1.2 Artes figurativas.


1.2.1 Escultura: Los orígenes de la figuración.
La Edad Oscura supuso la casi total desaparición de la escultura. Aunque supone el punto de partida de
los tipos figurativos propios del arte griego.
Las primeras manifestaciones figurativas tras la desaparición del arte micénico se reducen a la
cerámica y a pequeñas, y esquemáticas, estatuillas de terracota, piedra y metal, que se depositaban en
los santuarios y en las tumbas, durante los dos primeros siglos del primer milenio a.C.
Al siglo X a.C. (durante la fase Protogeométrica), corresponde una
singular figura de terracota que fue hallada fragmentada en dos
tumbas de Lefkandi (Fig.2).
Es un centauro (mitad hombre, mitad caballo) siendo la primera
vez que se plasma este ser mítico, que luego en otros periodos
tendrá gran protagonismo. Decorado con motivos geométricos
oscuros sobre fondo claro, similares a los empleados en los
talleres cerámicos de la época. El esquemático e inmóvil cuerpo
está compuesto de elementos cilíndricos, y el rostro triangular
con grandes orejas.
(Fig.2). Centauro de Lefkandi. Protogeométrico (h 1000 a.C.),
Eritrea, Museo Arqueológico.

2. El periodo geométrico (900-700) a. C.: las raíces del arte griego.


En los siglos IX y VIII a.C. surge un renacimiento de lo griego, basado en la afinidad de la lengua y
creencias y tradiciones comunes, aunque se vive en separadas ciudades-estado, rivales entre sí política,
militar y comercialmente.
La mayor importancia cultural de esta etapa son las dos epopeyas de Homero: La Ilíada y La Odisea.
A nivel artístico, en estos dos siglos, se desarrollan los rasgos fundamentales de la civilización griega.
En esta etapa tiene lugar la colonización de Italia y Sicilia, en el Mediterráneo oriental, y la aparición de
los estilos artísticos denominados Geométrico y Orientalizante. El último surge como consecuencia de
la recuperación del comercio con el Mediterráneo oriental.

2.1 Arquitectura.
2.1.1 Los primeros templos griegos.
La configuración inicial del templo griego se produce en el siglo VIII a.C.,
(primeros siglos del Periodo Geométrico)
Se consolida en el VII a.C., al inicio del Arcaísmo.
En su origen, bastaba con un altar al aire libre para realizar ofrendas o
sacrificios a los dioses.
Con el tiempo, se establece la necesidad de disponer de un recinto
cerrado, el templo, para albergar la imagen de culto y las ofrendas, si
bien sus rituales se desarrollaban en el exterior, en el altar situado a la
entrada. Este edificio era exclusivamente la morada de la divinidad, al
que solo tenía acceso el oficiante religioso.
Posteriormente se disponen otros edificios en torno al templo para el
encuentro de la colectividad con los dioses. Se creó el entorno sagrado Santuario de Hera (Perajora)
del santuario o témenos, que va ganando en monumentalidad en
etapas posteriores (sin llegar a la grandeza de Egipto o Mesopotamia).
Se han hallado dos pequeñas maquetas arquitectónicas de terracota, ofrendadas en el s. VIII a.C. como
exvotos, en el Santuario de Hera (Perajora) y en el Heraion (Argos) (Fig.3).
que nos permiten hacernos una idea de estos primeros edificios. Ambas
están muy decoradas con motivos geométricos. Se trata de una pequeña
y única habitación rectangular, cubierta a dos aguas y con ventana
triangular abierta entre los faldones de la cubierta que podría
presagiar los frontones de los templos posteriores.
En el exvoto del Heraion de Argos (S. VIII a.C. Atenas, Museo A. N.),
el porche de entrada se cubre con una techumbre plana, quizá
anticipando el modelo del futuro templo próstilo.
(Fig.3). Exvoto del Heraion de Argos, S. VIII a.C.
Atenas, Museo Arqueológico nacional
2.1.2 La definición de la estructura templaria.
Los primitivos templos de la época geométrica son pequeños y fabricados en materiales perecederos,
adobe y madera (nos han llegado pocos restos). Las cubiertas serían de tejas y su estructura básica:
-Altar para sacrificios al aire libre,
-Pronaos o recinto intermedio.
-Oikos o cella, espacio interior, de forma rectangular, que constituía el núcleo de la construcción en los
templos griegos y romanos, y comunicaba por uno de sus lados con el pronaos o pórtico; albergaba la
estatua de culto y las ofrendas.
A comienzos del S. VIII a.C. ya hay evidencias en Esparta de construcciones de adobes, pero con
bloques de piedra en el zócalo. En el centro de la cella se disponían una fila de columnas de madera
para sostener el techo. Se concreta la construcción de un singular edificio de forma alargada,
construido con una medida sagrada de cien pies, hekatompedon.
Santuario de Hera en Samos (Fig.4), construcción estrecha y larga, con una fila central de columnas
para sujetar la techumbre que obliga a desplazar la imagen del culto.
En el exterior, está rodeado de columnas, y será
modelo del templo períptero (rodeado de columnas),
del Arcaísmo. Otros edificios que responden a
este tipo de estructura se encuentran en
Delos, Samos, Esparta y Olimpia.
Desde mediados del siglo VII a.C. a partir de este momento comienzan a individualizar las
construcciones, renovándose y ampliándose para lo
cual se emplea la piedra en los paramentos verticales y las tejas en la techumbre.
Desde finales de este siglo se produjo la evolución de la primitiva (Fig.4). Planta del hekatompedon del Santuario de Hera en
Samos (S. VIII a.C.)
estructura templaria.
Uno de ellos es la perístasis o columnata que rodea a la cella, que surge en el Heraion de Samos.
Otro cambio a partir del siglo VII a.C. se produce en la estructura de la planta, incluyéndose en la cella
otra fila de columnas para sostener la techumbre. La presencia de esta doble columnata ensanchó
notablemente el interior de la cella, dividiéndolo ahora en 3 naves, que permitían la colocación en el
centro de la imagen divina.
La evolución de los templos se constata en Thermon, en Etolia, donde
existió inicialmente un mégaron micénico hasta el Periodo Protogeomé-
trico. El edificio religioso más antiguo es el denominado Mégaron B: plan-
ta rectangular con ábside, columnata exterior (antecedente de la perísta-
sis arcaica y clásica que rodea al templo, con la función de proteger el
muro de la cella). Sobre esta construcción, se construyó el Templo de Apo
lo (Fig.5). Aquí destacan las columnas de madera, siendo el ejemplo más
antiguo de la utilización del orden dórico. Tiene una doble fachada, mode-
lo de templo anfipróstilo, al prolongar los muros de la pared postrera de
la cella. Se conserva la decoración cerámica de metopas y antefijas.

(Fig.5). Planta del Mégaron B del Templo de Apolo


2.2 Artes figurativas. en Thermon, Etolia (S. VII a.C.)
2.2.1 Escultura: la plástica de pequeñas dimensiones.
Durante los siglos IX y VIII a.C. se desarrolla el Estilo Geométrico creando objetos en terracota, bronce y
marfil. Son pequeñas ofrendas de carácter sacro, enterradas en el interior de los santuarios, sobre todo
en el de Olimpia, depositados como exvotos de los dioses. Cuando los santuarios se saturaban o los
gustos artísticos cambiaban, se las enterraba en ellos. Se trata de estatuillas de barro y bronce, muy
expresivas y de gran estilización formal, también de calderos trípodes de bronce, material de gran
prestigio aristocrático y artesanal. Las representaciones abarcan figuras de animales ciervos, caballos y
aves y también hombres. A partir del siglo VIII a.C. se realizan en bronce mediante la cera perdida,
mostrando un estilo geométrico similar a las imágenes con que decoran la cerámica. En ellas los
cuerpos se reducen esquemáticamente, obviando los detalles innecesarios.
Entre los tipos de animales mencionados las figuras de caballos son de gran importancia. En el mundo
griego los caballos son símbolo de poder y prosperidad, y que solo poseen las altas clases sociales y los
héroes (Fig.6.) Su vigorosa e inmóvil anatomía se plasma con
extremo cuidado mostrando un esquematizado cuerpo filiforme,
cuello fuerte y destacados cuartos traseros. Hocico y vientre de
forma tubular. Estas imágenes desaparecen a finales de siglo en
los santuarios del sur del país, y se mantienen en los santuarios
del norte como signo distintivo de la aristocracia.
En las representaciones de hombres, la cabeza es pequeña y los
rasgos del rostro apenas esbozados. El torso es triangular, cintura
delgada, hombros anchos, brazos fuertes, piernas largas y glúteos
prominentes. Algunos son guerreros con armas. La desnudez, las
exageradas proporciones y el cinturón enmarcando la estrecha
cintura podrían indicar su condición de seres mitológicos. (Fig.6). Caballos de terracota del P. Geométrico S.
VIII a.C. Múnich. Staatliche Antikensammmlunhen.
Las figuras de marfil resurgen, en el primer mileno a.C., por los contactos
comerciales con África y Próximo Oriente, (habían desaparecido con los
micénicos). Es relevante, por su estado, la figura llamada Diosa del Dípylon
(Fig.7), encontrada junto a otras en la Tumba nº 13 del cementerio
Cerámico de Atenas, fechadas en la segunda mitad del S. VIII a.C..
Se trata de una alargada estatuilla femenina, 25 cm, de pie, desnuda,
rostro con grandes ojos que evocan los marfiles de Nimrud, torso
triangular, cabeza adornada con gorro de origen fenicio, llamado polos,
decorado con una greca con meandros. Su iconografía se fundamenta en
los modelos orientales de las voluminosas diosas sirio-fenicias, pero con
rasgos anatómicos y decorativos novedosos.

Además de las mencionadas imágenes se conocen la existencia en este


siglo de representaciones de divinidades, ejecutadas en madera o bronce,
(Fig.7). Diosa del Dípylon
que cumplieron la función de estatuas de culto en los santuarios, (no se ha
S. VIII a.C. Atenas, conservado ninguna).
Museo Arqueológico Nacional. Al final del Periodo Geométrico, las figuras son de mayor volumen y
vitalidad. Se difunden nuevos modelos decorativos provenientes de
Oriente como: palmetas, rosetas, grifos, esfinges, dando paso a la fase
arcaica del denominado estilo orientalizante.
2.2.2 La cerámica: los primitivos vasos pintados.
2.2.2.1 El periodo geométrico.
El estilo geométrico es preferentemente cerámico y está asociado al florecimiento de ciudades-estado
como Atenas, Corinto, Tebas o Argos. Hay uniformidad cultural, por lo que los talleres de las diversas
ciudades emplean en la decoración de sus vasijas motivos similares. Es en las piezas fabricadas en los
talleres de Atenas donde mejor puede documentarse este estilo. Son las piezas de mayor calidad.
También Corinto con singulares motivos decorativos.
Se denomina Estilo Geométrico por el componente geométrico que predomina tanto en la decoración
como en la morfología (forma) de los vasos. Además de los cántaros, enócoes (jarra de vino que sirve
para sacar el vino de una crátera), cuencos, píxides, destacan las ánforas (tumbas masculinas), cráteras
funerarias (tumbas femeninas), encontradas en las necrópolis atenienses del Dípylon y del Cerámico.
El Dípylon se hallaba próximo a la doble puerta al oeste de la ciudad de Atenas.
El Cerámico se situaba en el barrio de los ceramistas. En sus alfares se crearon estas grandes vasijas
como parte del ajuar de incineración, siendo empleadas como monumentos funerarios
conmemorativos de la nobleza ateniense al disponerse sobre las tumbas a modo de estela.
Las ánforas y las cráteras funerarias estaban horadadas en su base para filtrar las libaciones que se
efectuaban al difunto. Al final del periodo, estos grandes recipientes se decoraron
con escenas alusivas al ritual fúnebre (sin hacer referencia a la vida de ultratumba como en Egipto).
Técnica: empleo del torno. Concebido como una estructura arquitectónica
con todas sus partes articuladas.
Decoración: bícroma, en color oscuro sobre fondo claro de la arcilla, trazada
mediante regla, compás y pincel múltiple. En un primer momento, son motivos
geométricos situados en bandas (Fig.8), con predominio de la línea recta,
esvásticas, ajedrezados, rombos, triángulos y también motivos curvilíneos
y líneas onduladas (grecas, empleadas a lo largo de todo el arte griego).
La forma globular del vaso se cubre totalmente de estos motivos (tienen in-
fluencias minoicas y micénicas, pero totalmente esquematizados), los motivos
más importantes se disponen en la zona central. El pintor debe hacer un
cálculo exacto del espacio del que dispone.
En los momentos iniciales de este estilo, (finales del siglo IX a.C.), los
tipos de vajillas aumentan, así como el número de bandas decorativas (Fig.8). Crátera del periodo Geométrico
S. IX a.C.) 9, Atenas, M. A. Nacional. .
que se ensanchan hasta cubrir casi por completo el cuerpo del vaso.
Desde mediados del siglo IX a.C. y hasta mediados del siglo VIII a.C. se va aumentando paulatinamente
la complejidad de los diseños. Aparecen las primeras figuraciones de animales, también de forma
esquematizada y geométrica y se disponen repetidos en ordenadas hileras dentro de frisos sobre
distintas zonas de la superficie del vaso. Los temas decorativos de ordenan en frisos superpuestos.
-Entre el 770 y 700 a.C., (finales del Periodo Geométrico) hay una mayor ostentación por parte de las
altas esferas, perceptible en la complejidad de sus enterramientos. Aparecen escenas
correspondientes al ritual fúnebre en las que participan figuras humanas, surgiendo con ellas la
narración en el arte griego.
-Hacia el 750 a.C. el lujo funerario es total. Se crean monumentales ejemplares que se disponen sobre
las tumbas de los personajes más ricos del cementerio ateniense del Dípylon, en cuyas escenas
decorativas aflora el relato asociado al contexto de la muerte.
-Los temas de estas vasijas son alusivos al ritual funerario. Se representan esquemáticas figuras de
hombres y mujeres que acompañan al difunto, colocado sobre un catafalco, así como guerreros que
desfilan en carros tirados por caballos. Podrían aludir a temas de carácter heroico (se buscan las raíces
a través de las hazañas heroicas) como de carácter deportivo (se organizaban juegos en honor del
difunto). También en etapas posteriores se popularizarán las narraciones míticas, quizá procedentes de
la epopeya o de los poemas homéricos.
-A finales del siglo VIII a.C., la figura humana y la narración se afianzan definitivamente desplazando a
la decoración lineal.
-Iconográficamente, la figura humana se representa como silueta con los torsos triangulares, la cabeza
reducida a un punto, largas y delgadas piernas y brazos, estrechas cinturas, posición frontal del ojo y un
pequeño apéndice para significar la barbilla. Con el tiempo los cuerpos ganan en volumen y se sitúan
en frisos cada vez más anchos. Así los dibujos geométricos quedan reducidos a los espacios libres del
vaso.
En resumen, los caracteres básicos de este periodo son: tendencia a ordenar los componentes
decorativos, compartimentación de los temas, precisa ejecución técnica, inicio en la búsqueda de la
proporción ideal, perfecta conjunción entre la ejecución del vaso (alfarero) y el equilibrio decorativo de
las esquemáticas y estáticas figuras que lo adornan (pintor).
Entre las obras más significativas del Periodo Geométrico destacan las magníficas ánforas y cráteras del
denominado maestro del Dípylon, halladas en las tumbas de este cementerio ateniense, sobrepasando
algunas el metro y medio de altura.
-Gran ánfora del Dípylon (S. VIII a.C.) Atenas. M. A. Nacional. Ejemplo de armonía, belleza y perfección
técnica. Señalaba una tumba femenina. Aquí confluyen la maestría del alfarero (con un cálculo
matemático de las proporciones del vaso) y del pintor, (ejecutando minuciosamente los motivos
geométricos y figurativos que llenan toda la superficie del vaso) (Fig.9). En el cuello del recipiente se
disponen dos filas de idénticos animales, colocados uno a continuación del otro, alternándose con
grecas y otros diseños lineales. En su cuerpo, en una ancha banda, se sitúan escenas del cadáver. En
ella los abstractos personajes de las plañideras se mesan los cabellos y velan en distintas posturas a la
difunta, la cual se halla expuesta sobre un lecho fúnebre cubierto con un dosel (fig.10).

(Fig.9) Gran Ánfora del


Dípylon, S. VIII a.C.
Atenas, Museo Arqueológico
Nacional.

(Fig.10). Detalle de la Gran


Ánfora del Dípylon
S. VIII a.C. Atenas, Museo
Arqueológico Nacional.

-Crátera de Atenas (siglo VIII a.C.) Atenas M. A. Nacional de Arte Clásico.


Aquí se combinan dos escenas alusivas al ritual fúnebre, en el friso superior,
entre las asas, y otra debajo. En este segundo friso se alude, seguramente, a
los juegos funerarios que se organizaban tras la muerte del difunto. Así mismo
hay motivos geométricos que llenan por completo la superficie del vaso. En las
dos narraciones se reflejan diversas fases del ritual fúnebre del noble, como el
traslado al cementerio en un carro tirado por dos caballos, rodeado por amigos
y familiares que se mesan los cabellos. También en el friso inferior hay personajes
que portan escudos, posiblemente guerreros.
(Fig.11). Crátera de Atenas S. VIII a.C.
Atenas, Museo Arqueológico Nacional.

-Jarra del taller de Atenas (siglo VIII a.C.) Madrid. M. A. Nacional (Fig.12).
En su cuello aparecen figuras femeninas de largos cabellos y faldas de
retícula que, agarradas de las manos, parecen participar en una danza
ritual. La narración en la parte superior apenas destaca con la decoración
del cuerpo del recipiente formada por un friso de ciervos y por las líneas
que cubren completamente el resto de la obra.

-Vaso Trípode de Atenas (siglo VIII a.C.)


Atenas Museo Dípylon (Fig.13).
Se encuadra en los temas de narraciones
míticas.
En la futura iconografía del arte griego
tendrán mucha relevancia los trabajos
de Heracles, y sobre todo su lucha contra
el León de Nemea.
Este episodio podría estar representado (Fig.12). Jarra del Taller de Atenas
S. VIII a.C. Madrid, M. A. N.
en el Vaso trípode en una de sus patas.
El esquematismo de las figuras no siempre permite una identificación
clara de los personajes que participan en ella. En este vaso, el supuesto
héroe tiene un cuerpo más voluminoso que en vasos anteriores y un
(Fig.13). Vaso trípode (S. VIII a.C.) mayor movimiento.
Atenas, M. A. Nacional.

2.2.2.2 El estilo orientalizante.


Al final de la etapa geométrica, en la 2ª mitad del siglo VIII a.C. (750 a.C.), junto a la tradición ática, en
algunos talleres es posible hallar objetos con una tradición estética diferente vinculada al arte del
Próximo Oriente.
Arte Orientalizante: influencia cultural resultado de la expansión colonial griega y del incesante
comercio de tejidos, marfiles y metales desde Asia Menor hasta el Mediterráneo occidental, y desde el
norte de África hasta el Mar Negro, con motivos iconográficos que perduraran.
En las escuelas de la Grecia Continental (Corinto y Atenas) y en la zona jonia de Asia Menor e Islas del
Egeo (Creta, Paros o Rodas) los artistas helenos crean nuevos objetos cerámicos cargados de exotismo,
inexistente en la estética de los vasos fabricados durante el Periodo Geométrico.
Se crea una concepción decorativa fundamentada en el empleo de diseños curvilíneos, (se pierde la
línea recta del Geométrico austero), ordenados también en frisos superpuestos. La paleta tonal se
amplía con los colores rojo y blanco, lo que, junto con la pérdida del diseño angular en las figuras, les
proporciona vitalidad y mayor volumen. Así mismo en los detalles interiores de las imágenes se
practican finas incisiones con objeto de recalcarlos, después se pinta y a continuación se cuece el vaso,
lo que supone un anticipo de las figuras negras de la cerámica ateniense posterior. Los motivos del
repertorio vegetal y animal egipcio y mesopotámico, reinterpretados, especialmente en los alfares de
Corinto (finales del S. VIII a.C.), (en Corinto se asienta con menor fuerza la influencia del estilo
geométrico que en Atenas), y van a inundar la superficie de los vasos griegos. Esto tendrá lugar entre
finales del S. VIII a.C. y la segunda mitad del S. VII a.C., ya durante la siguiente etapa del Arcaísmo.
Este nuevo estilo se inicia en Corinto en la 2ª mitad del S. VIII a.C. (750), fase “Protocorintio
Temprano”. Prevalece la 1ª mitad del S. VII a.C. (650), fase “Protocorintio Medio”.
Declina a mediados S. VI a.C. (550).
Sus mejores creaciones tienen lugar en el S. VII a.C. en pleno Arcaísmo, momento en el que Corinto se
convierte en el principal centro alfarero del Mediterráneo. A final de este siglo los vasos se
estereotipan perdiendo calidad.
Entre los animales representados en sus vasos (algunos convertidos en monstruosos seres fantásticos),
están leones y panteras, esfinges, sirenas y grifos, en ocasiones todos ellos formando composiciones
Heráldicas (Fig.14). Normalmente las rosetas, palmetas y los “árboles de la vida” van a tapizar por
completo la superficie del vaso,
del mismo modo que los motivos
geométricos de la etapa anterior.
A esta ornamentación se une la
aparición de las primeras escenas
mitológicas derivadas de la
epopeya. Como ejemplo la
Crátera de Columnas, (Fig.15),
del Museo del Louvre de París,
en la que se plasma la escena del
banquete de Heracles y Éurito,
el centauro que intentó raptar a (Fig.14). Enócoe corintio (S. VII a.C.) (Fig.15).Crátera de columnas (S. VII a.C.)
Hipodamía durante su boda con Londres, Museo Británico Paris, Museo del Louvre
Pirítoo, provocando la Centauromaquia o guerra entre
l. lapitas y centauros. .

También relevante es el Olpe Chigi (S. VII a.C.), (Fig.16), Roma, cuya decoración figurativa dispuesta en
anchos frisos separados por bandas de color negro, ocupa ya la casi totalidad del cuerpo del vaso.
Friso superior: dos compactos grupos de hoplitas, formado cada uno por 4 guerreros provistos de
casco, lanza y redondos escudos, uno de ellos decorado con el mítico tema de la Gorgona. Ambos
contrincantes se enfrentan al son de la música del aulós, o doble flauta, que toca otro personaje. Los
cuerpos tienen ya una sólida musculatura y muestran el torso y el ojo de frente, mientras que la cabeza
y los miembros se representan de perfil.
Segundo friso: un grupo de jinetes cabalgan en fila. Las crines de los caballos, los detalles internos de
los cuerpos y el atuendo están hechos
mediante incisiones. Todo ello se
complementa con motivos vegetales
y curvilíneos, colocados entre las
figuras, con brillantes colores

(Fig.16). Olpe Chigi (S. VII a.C. Roma Museo


Villa Giulia).

l.
Otro vaso similar es el Olpe corintio del Museo Arqueológico Nacional de Madrid (S. VII a.C.), (Fig.17),
con abigarrada decoración dispuesta en seis frisos de anchura variable, separados entre sí por líneas
rectas paralelas. Los motivos figurativos de brillantes colores, están formados por leones y panteras
que alternan con esfinges aladas dispuestas en cinco frisos. Las dos situadas en el cuello se disponen
enfrentadas a una imagen femenina, siguiendo un antiguo esquema oriental. Bajo ellas, en una ancha
banda, aparecen otras figuras femeninas cogidas de la mano y ataviadas con peplo, en la actitud de
danza, tema decorativo empleado ya en los vasos del estilo geométrico. La gran profusión de
elementos vegetales, palmetas, completan
la decoración.
El peplo es una túnica femenina de la antigua Grecia que llevaban
las mujeres antes de 500 a. C.

(Fig.17). Olpe corintio (S.VII a.C.), Madrid,


Museo Arqueológico Nacional

También es importante el Enócoe Lévi (siglo VII a.C.) Louvre.


Obra maestra del estilo rodio (de Rodas) orientalizante, decorada con seis frisos de motivos
reticulados, rellenos con delicadísimas figuraciones monocromas y complejos y variados temas
vegetales y geométricos insertados. En el friso bajo el cuello, aparecen esfinges y grifos alternando con
cérvidos, y bajo él, otros 5 friso con cabras salvajes, separados entre sí por finas bandas decorativas.
El delicado acabado de las imágenes y la profusión de detalles
decorativos colocados entre ellas evidencian claramente la
vinculación de esta obra con el repertorio fantástico oriental.

(Fig.18). Enócoe Lévi (S. VII a.C.), Paris, Museo del Louvre.
A partir del 2º cuarto del s. VI a.C. los alfares corintios sufren un descenso radical en la calidad de sus
productos, siendo éstos sustituidos por vasijas áticas debido a que durante el s. VII a.C., en los alfares
atenienses se experimenta con una técnica gestada previamente en Corinto. Este hecho deriva en la
aparición de un estilo cerámico propio de Atenas, que desplaza totalmente al anterior, denominado
Protoático. Esta nueva tendencia decorativa mezcla al comienzo motivos geométricos y orientales y,
tras evolucionar las figuraciones humanas hacia formas más naturalistas, a finales del s. VII a.C. deriva
en la aparición de los insuperables vasos áticos de Figuras Negras del periodo arcaico.

 Polis: Ciudad
 Ethnos: Organización de Estados federales compuestos por un número variable de grandes aldeas o
pequeñas ciudades.
 Entre los siglos XII y X a.C., transcurre la mal conocida etapa denominada “Siglos Oscuros”.
 La Edad Oscura supuso la casi total desaparición de la escultura. Aunque supone el punto de
partida de los tipos figurativos propios del arte griego.

 Protogeométrico 1050 - 950 a.C.


 Se denomina Estilo Geométrico por el componente geométrico que predomina tanto en la
decoración como en la morfología de los vasos. Abarca ca. 850 a.C. a 750 a.C. (s. IX-VIII a.C.).

 El Estilo Geométrico es preferentemente cerámico y está asociado al florecimiento de ciudades-


estado como Atenas, Corinto, Tebas o Argos.
 Se denomina Estilo Geométrico por el componente geométrico que predomina tanto en la
decoración como en la morfología de los vasos. Abarca ca. 850 a.C. a 750 a.C. (s. IX-VIII a.C.).

Inicial 900 – 850 a.C.


 Geométrico 900 – 700 a.C. Medio 850 – 760 a.C.
Final 760 – 700 a.C.
 Estilo Geométrico:
Protogeométrico: círculos.
Geométrico Inicial: Líneas, meandros y almenas.
Geométrico medio: se cubre toda la superficie del vaso Con meandros, metopas,
zigzags, rombos, grecas, ajedrezados, esvásticas, etc.
Geométrico final: representaciones figuradas; primero animales, y después
figuras humanas.
 Obras más significativas del Periodo Geométrico: ánforas y cráteras del Maestro del Dípylon.
 Los vasos más repetidos durante el periodo geométrico son:
cráteras, ánforas, enócoes de boca trilobulada, cántaros, píxides esféricas, y lecitos.
 Además de los cántaros, enócoes (jarra de vino para sacar el vino de una crátera), cuencos, píxides,
destacan las ánforas (tumbas masculinas), cráteras funerarias (tumbas femeninas), encontradas en
las necrópolis atenienses del Dípylon y del Cerámico.
 … Se representan esquemáticas figuras de hombres y mujeres que acompañan al difunto, colocado
sobre un catafalco, así como guerreros que desfilan en carros tirados por caballos. Podrían aludir a
temas de carácter heroico (se buscan las raíces a través de las hazañas heroicas) como de carácter
deportivo (se organizaban juegos en honor del difunto). También en etapas posteriores se
popularizarán las narraciones míticas, quizá procedentes de la epopeya o de los poemas homéricos.
 Entre 750 y 700 a.C. se produce la separación entre el lugar de enterramiento y el de residencia.

 El estilo Orientalizante:
Inicio en Corinto en el 750 a.C. (2ª mitad del S. VIII a.C.) fase “Protocorintio Temprano”.
Prevalece en el 650 a.C. (1ª mitad del S. VII a.C.) fase “Protocorintio Medio”.
Declina a mediados S. VI a.C. (550 a.C.)
 Estilo Orientalizante: influencia cultural tras expansión colonial griega y del comercio de tejidos,
marfiles y metales desde Asia Menor hasta el Mediterráneo occidental, y desde el norte de África
hasta el Mar Negro.
 Estilo Orientalizante: Elementos vegetales; flores de loto, palmetas, rosetas, volutas…
Animales: León, felinos rugientes, en escenas de caza o rampantes, en
composiciones heráldicas. también ciervos o panteras.
Del área mesopotámica: animales fabulosos, como grifos, esfinges o sirenas.
Se introducen nuevos colores como el rojo y el blanco.

 Las formas más características de la cerámica orientalizante corintia son:


Aríbalo, o la píxide o el alabastrón, Enócoe, Olpe y la crátera.
 En los alfares rodios las formas más repetidas son:
los Enócoes, Dinos de pequeño tamaño con pie y los Platos.
 Cerámica de figuras negras, inicio: Finales s. VII a.C.
 Artesanos destacados en cerámica de figuras negras: Ergótimos (alfarero) y Clitias (pintor).
 Cerámica figuras rojas, inicio: 530 a.C.
 Artesanos destacados en cerámica de figuras rojas: Pintor de las Nióbides, Pintor de Pan ...
 A partir del siglo VII aparecen en abundancia las joyas, siendo escasas las del periodo geométrico.
 Técnicas orfebres en época helenística:
o Deformado: martillado, repujado, estampado...
o Fundido: vaciado, granulado, filigrana...
o Acabado: pulido y bruñido
 Invasiones dorias y jonia, hundimiento del comercio e invasiones de los “Pueblos del Mar” en el
Mediterráneo oriental y en Egipto, causas que generan situación de inestabilidad y cambio.
 Surgen pequeños santuarios, cuya estructura se fundamenta en la tradición del mégaron micénico,
aunque no se ubican ya en el entorno urbano, doméstico o palacial.
 La configuración inicial del templo griego se produce en el siglo VIII a.C., (en los primeros siglos del
Periodo Geométrico) y se consolida en el VII a.C., al inicio del Arcaísmo.
 Témenos: entorno sagrado del santuario, que va ganando en monumentalidad en etapas
posteriores.
 La perístasis o columnata que rodea a la cella surge en el Heraion de Samos.

NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 a. C.)

Protogeométrico 1050 - 950 a.C.


Periodo geométrico (900-700) a. C.: las raíces del arte griego.
-Estilo Geométrico: abarca ca. 850 a.C. a 750 a.C. (s. IX-VIII a.C.)
Inicial 900 – 850 a.C.
Medio 850 – 760 a.C.
Final 760 – 700 a.C.

-Estilo Orientalizante: abarca ca. 750 a.C. (2ª mitad del S. VIII a.C.). a mediados S. VI a.C. (550 a.C.)
Protocorintio 720 – 640 a.C. (Vaso Chigi)
Corintio Antiguo 625 – 600 a.C.
Corintio Medio 600 – 570 a.C.
Corintio Final 570 – 500 a.C.
Protoático 710 – 620 a.C.
Protoático Inicial 710 – 680 a.C.
Protoático Medio 680 – 650 a.C. (Ánfora de Eleusis)
Protoático Final 650 – 620 a.C.
Alfares Rodios

ARTE GRIEGO ARCAICO (700-480 a. C.)


-Cerámica de figuras negras, inicio: 699 a.C.
-Cerámica figuras rojas, inicio: 530 a.C.

ARTE CLÁSICO GRIEGO (480-400 a. C.).


-Clasicismo Temprano (480-450 a.C.)
-Clasicismo pleno (450-400 a.C.)

ARTE DEL CLASICISMO TARDIO Y DE LA GRECIA HELENÍSTICA (400-31 a. C.)


-Clasicismo Tardío (400-323 a.C.)
-Arte Helenístico (323-31 a.C.)
CERÁMICA GEOMÉTRICA

Ánfora de la fase protogeométrica.


Decoración con dos círculos concéntricos.
Fabricado en Atenas en el siglo X a.C.
Expuesta en el Museo Británico

Píxide ática del periodo geométrico inicial (760-750 a. C.)


en el Museo del Louvr
Oinokoe geométrico del período Geométrico Medio

Figura 4. Cerámica geométrica final. Vaso de Dipylon.


Siglo VIII a.C. Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Crátera funeraria del tardo geométrico ático. Taller del Pintor de Hirschfeld (atribución),
750-735 a. C., altura 108,3 cm. Nueva York, Museo Metropolitano de Arte.

CERÁMICA ORIENTALIZANTE

Protocorintio

(Fig.16). Olpe Chigi (S. VII a.C. Roma Museo Villa Giulia).

l.

Corintio Antiguo (720 – 640 a.C.)

(Fig.14). Enócoe corintio (S. VII a.C.)


Londres, Museo Británico
l.

Corintio Medio (600 – 570 a.C.)

Pinax de Penteskouphia, 575-550 a. C.

Dentro de la cultura de la Antigua Grecia y Magna


Grecia, un pínaxes una tablilla votiva de madera
pintada, terracota, mármol o bronce, que se utilizaba
como objeto votivo, depositado en un santuario, o
como artículo conmemorativo, fijándolo dentro de una
cámara mortuoria
Protoático 710 – 620 a.C.

Cuello de un lutróforo protoático del Pintor de Analatos.

Protoático Inicial 710 – 680 a.C.

Las figuras durante el primer período Protoático se


agrandan y son más estructuradas. La composición
abandona la simetría anterior y llega a ser más libre. Los
ornamentos característicos son hojas puntiagudas, las
palmetas y las parejas de espirales en forma de corazón

Protoático Medio 680 – 650 a.C. (Ánfora de Eleusis)


El paso del Protoático antiguo al medio se caracteriza por dos
tendencias opuestas y contemporáneas: un estilo minucioso y delicado,
realizado con técnica de contorno, y un estilo exuberante que utiliza de
manera abundante pintura blanca y a veces roja. Los exponentes de
este último muestran un trazo cursivo que llega a ellos mediante la
eliminación de la disciplina geométrica. Este modo fue llamado «estilo
blanco y negro», por una alternancia predominante de estos dos
colores.
Pintor de Polifemo (atribución.), Odiseo  y Polifemo, detalle de ánfora Protoática en
estilo blanco y negro (Ánfora de Eleusis), c. 660 a. C., altura 142 cm, Museo
Arqueológico de Eleusis.
Protoático Final 650 – 620 a.C.

Con el Pintor de Polifemo y el Pintor de la jarra de los carneros se


cierra el periodo álgido de la cerámica Protoática. El periodo
definido «Protoático reciente» se superpone en parte a las
«primeras figuras negras» y el tratamiento del primero o de las
segundas depende de la posición asumida por el observador. Es
el periodo que va del Pintor de Cinosargo al Pintor de Neso, este
último excluye los ornamentos, estando este ya en posesión de
una técnica consolidada y de un estilo constante que indican el
advenimiento de las figuras negras y la clausura de la
experimentación Protoática. Durante el Protoático reciente el
dibujo se hace generalmente más controlado y la decoración de
relleno más invasiva.
Pintor de Analato  (atr.) contorno de lutróforo Protoático,
inicios del siglo VII a. C., altura 80 cm. París, Museo del Louvre,
TEMA 3. El NACIMIENTO DEL ARTE GRIEGO (1100-700 a. C.)
1. La Edad Oscura (1100-900 a. C.): la tradición prehelénica.
1.1 Arquitectura.
1.2 Artes figurativas.
1.2.1 Escultura: Los orígenes de la figuración.
2. El periodo geométrico (900-700) a. C.: las raíces del arte griego.
2.1 Arquitectura.
2.1.1 Los primeros templos griegos.
2.1.2 La definición de la estructura templaria.
2.2 Artes figurativas.
2.2.1 Escultura: la plástica de pequeñas dimensiones.
La cerámica: los primitivos vasos pintados.
2.2.2.1 El periodo geométrico.
2.2.2.2 El estilo orientalizante.

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