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INTRODUCCIÓN A LAS HUMANIDADES MÉDICAS:

1. HUMANIDADES MÉDICAS. HECHOS Y VALORES EN LA


PRÁCTICA CLÍNICA:
El médico debe tener en cuenta en su tratamiento la influencia de lo moral (lo psíquico) sobre lo físico, ya que
los hechos biológicos se ven contaminados por factores sociales, morales y familiares. Estos factores se
llaman “valores”, porque dependen de las valoraciones que individuos y grupos sociales realizan de los
hechos. Así, se puede decir que los problemas humanos y sociales se presentan a los ojos del clínico con tal
envergadura y frecuencia que ya es difícil negar que han de ser analizados por disciplinas que tienen una
metodología distinta de la que es propia las ciencias biológicas, pero una exigencia de rigor no menor que la
de estas.
La medicina basada en pruebas intentó calibrar con el método científico el valor epistémico, es decir, el
valor científico, de los saberes médicos, incluyendo el estudio del valor de verdad de los métodos que analizan
los hechos biológicos.
Las Humanidades Médicas son el conjunto de disciplinas que intentan estudiar con rigor profesional los
múltiples valores personales y sociales que permanentemente se articulan con los hechos biológicos en la
práctica clínica.

1.2. HECHOS Y VALORES EN MEDICINA:


La racionalidad estricta de la medicina debe complementarse con los aspectos afectivos, los personales, los
culturales o los biográficos: medicina basada en narrativas o en valores, también conocido como
racionalidad axiológica, que influyen en el agente de las decisiones y determinan de forma decisiva tanto el
proceso de enfermar como la respuesta al tratamiento.
La racionalidad axiológica acotada intenta poner límites al concepto tradicional de racionalidad
optimizadora de la relación entre los medios disponibles y los fines deseados, seleccionando de entre la
información disponible, la pertinente y significativa.
Surgen problemas a la hora de limitar la información como el derecho del paciente a no saber frente al
enfermo autónomo propio de las sociedades democráticas que tiene el deber de aceptar esa información.
Algunas veces el conocimiento de datos clínicos puede ser muy perjudicial para la evolución del enfermo o
puede dificultarle la toma de decisiones racionales y serenas. El derecho del enfermo a no saber solo es
posible si ha existido una oferta de información explícita, es decir, la posibilidad de que el paciente rechace la
información no exime al médico de su obligación a ofrecérsela.
En cuanto al médico, tan importante es, a la hora de hacer un diagnóstico, la información que se considera
como la que se desecha y la que se renuncia a buscar: Observa los signos y síntoma para hacer un primer
diagnóstico clínico. La exploración clínica, las pruebas de laboratorio y la tecnología afirman con un alto
grado de certidumbre el diagnostico, pero es una ciencia probabilística.
Detrás de los valores explícitos, encontramos los valores ocultos o latentes, que ofrecen un significado
alternativo de los hechos aparentes. Hay 12 tipos según su mayor o menor relevancia:
1. Valores básicos o vitales con sus 6. Valores políticos.
correspondientes disvalores o valores 7. Valores morales.
negativos. 8. Valores jurídicos.
2. Valores científicos o epistémicos. 9. Valores estéticos.
3. Valores técnicos. 10. Valores religiosos.
4. Valores económicos. 11. Valores ecológicos.
5. Valores sociales. 12. Valores militares.
Así, el conjunto básico de humanidades médicas se puede estructurar en nueve bloques o disciplinas:
1. Filosofía de la Medicina: Valores científicos y técnicos: Método científico y razonamiento clínico.
2. Historia de la medicina: Perspectiva histórica de las etapas y civilizaciones humanas.
3. Ética médica: Valores morales, jurídicos, sociales y políticos.
4. Narrativa médica: Vivencias personales.
5. Economía sanitaria: Valores económicos.
6. Medicina Legal y Derecho sanitario: Valores jurídicos, sociales, políticos, económicos…
7. Psicología médica: Valores básicos (bienestar, salud, madurez…).
8. Sociología médica: Valores derivados de la inscripción y relación con instituciones sanitarias e
instituciones que configuran la sociedad.
9. Comunicación, documentación y terminología médica: Bibliografía científica, recursos
informáticos y comunicación con los pacientes.

1.3. LOS VALORES PERSONALES EN LA PRÁCTICA CLÍNICA:


Los valores que condicionen continua y necesariamente la práctica clínica cotidiana de los médicos son
muchos, muy variados y muy relevantes. (Ejemplos págs. 27 – 37).
2. LA TERMINOLOGÍA MÉDICA:
3. DEL MÉDICO TRADICIONAL AL MÉDICO ASALARIADO:
A lo largo del tiempo se ha producido una peculiar amistad (con sus rasgos específicos de benevolencia,
beneficencia y confidencia) que se establece entre el médico y el enfermo.
A día de hoy el concepto “médico – paciente” resulta inexacto, siendo más apropiado hablar de “relación
clínica”, ya que intervienen agentes sociales y diversos profesionales sanitarios. Esto se debe, en parte, a los
impresionantes avances de la tecnología sanitaria, acompañada de cambios estructurales en la profesión de la
misma. La relación médico – paciente a lo largo de la historia ha ido evolucionando:

 Medicina monástica: En los primeros siglos de la Edad Media, la medicina estaba en manos de los
clérigos, siguiendo la tradición de las culturas primitivas del médico – sacerdote.
 Medicina profesional: A partir del siglo XI en Salerno se crea la primera escuela médica laica de la
Edad Media, iniciándose un progreso de secularización y adquisición de estatus profesional.
Tradicionalmente existían solo tres profesiones: Sacerdote (macrocosmos); gobernante o juez
(mesocosmos); y médico (microcosmos). Durante este periodo predomina el médico paternalista,
basado en el principio de beneficencia.
 Medicina autónoma: En el último tercio del siglo XX se generaliza el derecho del enfermo al
consentimiento informado, comenzando la era de la autonomía o era del paciente, que tiene una
serie de obligaciones:
o Contener el gasto y administrar con eficiencia los recursos sanitarios.
o Analizar los riesgos y posibles beneficios de cada intervención clínica en un marco social.
o Equilibrar las necesidades y los deseos del paciente con la justicia social de la comunidad de
la que forma parte.
 Medicina gestionada: Poco a poco el paternalismo y la autonomía del paciente se verán
reemplazados por las razones económicas y necesidades sociales. Así, los deseos tanto de médicos
como de pacientes están subordinados a los deseos de los administradores y burócratas.
En el siglo XX el médico dejó de cobrar honorarios libremente establecidos y se convierte en asalariado al
servicio de los usuarios de un sistema colectivo de asistencia en el que la confidencialidad se diluye. Deja de
ser una figura paternal y se transforma en un técnico que informa a su cliente de las opciones terapéuticas
posibles para que él mismo elija.
Puede decirse que en el segundo milenio aparece un médico que es un nuevo sacerdote laico de la sociedad de
bienestar. Quizás por eso la bioética pone tanto énfasis en respetar el principio de autonomía: para proteger a
los médicos de la tentación autoritaria propia de todo estatus sacerdotal.
4. MEDICINAS EMPÍRICA, MÁGICA Y RACIONAL:
La medicina se ha configurado como un método de búsqueda de un conocimiento objetivo y contrastable
sobre las enfermedades humanas. Hay cuatro tipos de pensamiento y ejercicio médico en la historia humana,
pero ninguna de ellas hace desaparecer a las anteriores, sino que se adaptan al nuevo paradigma o sobreviven
al margen de este.:
1. La práctica empírica: Repetición de una conducta que en ocasiones anteriores fue beneficiosa, sin
disponer de conocimiento alguno sobre las razones.
2. El acto mágico religioso: Busca en fuerzas sobrenaturales la explicación y la curación de las
enfermedades. Se entiende la enfermedad como pérdida del alma, castico de los dioses, maleficio…
3. La técnica de base racional y especulativa: Se apoya en una argumentación lógica sobre las leyes
de la naturaleza. No hace concesiones a la irracionalidad ni al mundo ultraterreno, pero tampoco exige
una demostración experimental. En el siglo V a.C. surge la teoría humoral, con los cuatro elementos
líquidos en el cuerpo (sangre, flema, bilis amarilla y bilis negra) y como tratamiento los eméticos,
laxantes, diuréticos y sangrías: Carecían de un método de comprobación experimental. Consideraban
la enfermedad como un desequilibrio cuantitativo o una alteración cualitativa de esos mismos
humores.
4. La técnica de base científica y experimental: Comienza con el siglo XVII y tiene su máxima
expansión en el siglo XIX. Tiene tres grandes proyectos para elaborar una patología objetiva:
o Mentalidad anatomoclínica: Trata de reducir las enfermedades a lesiones anatómicas.
o Mentalidad fisiopatológica: Intenta explicar las enfermedades como disfunciones
cuantificables.
o Mentalidad etiopatológica: pretende aclarar las enfermedades identificando sus causas
microbiológicas.
Pretende convertir la medicina en una ciencia exacta basada en la evidencia, una “medicina cierta”.
La ciencia médica ha hecho un enorme esfuerzo por alcanzar la objetividad, pero los enfermos siguen
siendo subjetivos, lo que no se puede resolver con el método científico – experimental.
5. LA MEDICINA CIENTÍFICA Y EXPERIMENTAL:
1. Antecedentes de la medicina científica:
La medicina basada en narraciones o valores intenta dar cuenta con rigor de los aspectos subjetivos de la
relación clínica que no pueden ser objetivados experimentalmente pero que son determinantes para la
evolución del enfermo.
Galeno de Pérgamo dio lugar al canon de la medicina occidental clásica y medieval: La esencia de las cosas
puede ser deducida mediante la razón y no obtenido trabajosamente a través de la experiencia de los datos
perceptibles. Es una medicina esencialista y realista porque se considera capaz de conocer racionalmente la
esencia de las cosas.
Federico II Hohenstaufen: Obligatoriedad de combinar estudios teóricos con actividades prácticas.
El triunfo del método experimental empieza con la revolución científica en el siglo XVII.
2. La revolución científica:
El libro Ejercitación anatómica sobre el movimiento de corazón y de la sangre en los animales (1628) de
William Harvey se convirtió en un hito de la revolución científica experimental:
 Hipótesis de trabajo a comprobar o refutar.
 Cálculo matemático y el experimento como instrumentos metodológicos.
 Posibilidad siempre abierta de que otros científicos repitan y confirme o refuten observaciones.
 Experimentos.
En el siglo XX llega el ensayo clínico controlado y aleatorizado: Método de investigación que la
comunidad científica considera determinante para evaluar cualquier intervención médica. Suele hacerse
comparando una nueva técnica, o un nuevo tratamiento con otro ya muy estudiado y sobre el que hay gran
experiencia. Está sometido a requisitos tanto en el aspecto técnico como en el ético. Se pueden hacer:
 Comparando el nuevo procedimiento con el ya conocido.
 Placebo: Sustancia inerte de aspecto idéntico al producto en experimentación, que se administra a uno
de los grupos para comprobar las mejorías producidas por la simple creencia de que se está realizando
el tratamiento.
Se logra conocer la eficacia y la seguridad de cualquier procedimiento.
Nota: En el siglo XVIII, James Lind publica su Treatise on the Scurvy: Experiencia marineros que padecían
escorbuto con naranjas y limones (página 77).
3. Las mentalidades médicas del siglo XIX:
Surge la mentalidad positivista: Se creía que los datos comprobables que procedían del laboratorio llegarían a
convertir la medicina en una ciencia exacta. Se desarrollaron métodos capaces de objetivar las lesiones,
disfunciones y causas de las diversas enfermedades.
Las formas principales en que se concretó la ambición de certidumbre fueron: La mentalidad anatomoclínica,
la fisiopatológica y la etiopatológica.

 La lesión como evidencia: La mentalidad anatomopatológica: El estudio de las lesiones orgánicas


es el camino recto hacia el conocimiento firme y seguro de la esencia de las enfermedades (Xavier
Bichat). Requiere de una técnica diagnóstica capaz de proporcionar un conocimiento de certidumbre
asegurada y permite establecer una correlación sistemática y rigurosa entre dos tipos de fenómenos
observables: La exploración clínica y la lesión propia (estudio post mortem). La auténtica evidencia es
la lesión.
 La disfunción como evidencia: La mentalidad fisiopatológica: El estudio experimental pasó de ser
estático a dinámico. La enfermedad no es solo una alteración material sino un proceso regido por
leyes que la ciencia puede aclarar, como un trastorno funcional, una alteración energética que debe ser
estudiada con los conceptos y los métodos de la física y la química, que han de sustituir los de la
anatomía patológica. Laboratorio. Supuso un cambio de medios, pero no un cambio de fin: encontrar
la clave que podía proporcionar un diagnóstico firme y seguro, y a través de él un conocimiento de las
enfermedades exacto e infalible.
 El microbio como evidencia: La mentalidad etiopatológica: Supuso la creación de la microbiología
médica y el desarrollo sistemático de vacunas. Considera que una clasificación correcta de las
enfermedades tendría que ser superponible con la clasificación de los microorganismos patógenos.
4. El sueño decimonónico de una “medicina cierta”:
La medicina empírica es una medicina conjetural porque está basada en la estadística y compara casos
análogos pero indeterminados en sus causas próximas. Precede a la medicina cierta o medicina experimental,
basada en el determinismo experimental de la causa de la enfermedad.
Claude Bernard considera la anatomía patológica como la auténtica ciencia porque logra determinar la
relación precisa entre la lesión del órgano y el fenómeno patológico, pero no pasa del rango de práctica clínica
porque no se puede establecer nada más que probabilidades, porque no hay posibilidad de ciencia. La ciencia
para él es incompatible con la posibilidad de excepciones.
Hoy, las enfermedades responden a una constelación de causas internas y externas, pero en el siglo XIX
triunfa la tesis de monocausalidad: El hallazgo de una única esencia de cada enfermedad permitía un
diagnóstico médico seguro hasta la infalibilidad.
5. La histeria como destructora de evidencias: La mentalidad antropopatológica:
Las enfermedades neuróticas descubrieron las limitaciones de las tres grandes mentalidades. La teoría
anatomoclínica impidió ver el papel de la sugestión y la psicogénesis en la formación de los síntomas
histéricos, ya que se encontraban con el imprevisto de que las enfermedades tienen aspectos profundamente
subjetivos: Es necesario profundizar en la vida personal del paciente, su intimidad e individualidad. Se
atiende a la biografía del enfermo como un elemento esenciar para la compresión de su enfermedad, al
desarrollo psico(pato)lógico  Se debe reconocer la necesidad de introducir el sujeto humano en medicina.
La plena introducción del sujeto humano en la medicina (hominización de la patología) desbordaba por
completo las posibilidades de las tres grandes mentalidades decimonónicas y obligó al desarrollo de una
nueva forma de entender las enfermedades humanas: La mentalidad antropopatológica.
La teoría psicogenética de Freud abrió el camino a la consideración de los aspectos más profundos en la
comprensión de las enfermedades  Pérdida de la objetividad científica. Por lo tanto, se amplía el objeto de
investigación, aun rebajando el grado de seguridad y objetividad.
6. La renuncia a la evidencia: La mentalidad probabilista actual:
De la relación entre unos factores y otros dependerá la probabilidad de que se produzca un cierto efecto. Hay
un conjunto de concausas, una correlación de factores que pueden desencadenar un proceso o no
desencadenarlo.
Esta concepción etiológica multicausal ha influido en que el diagnóstico de especies morbosas haya sido
desplazado por el juicio clínico y en que el tratamiento específico de cada enfermedad haya sido sustituido por
un plan terapéutico que supone un árbol de decisiones con diferentes alternativas evaluables mediante la
lógica probabilista.
El asumir la incertidumbre necesaria sin renunciar a la mayor racionalidad posible es lo que permite llegar a
una decisión prudente y a una actuación sensata. Así, la mejor decisión médica es tan solo la que tiene más
probabilidades de acertar.

6. LA MEDICINA NARRATIVA:
Hay una historia que discurre de forma paralela y se enfrenta a dificultades no menores: La del
reconocimiento clínico de la subjetividad personal y del papel que la palabra tiene para expresarla.
1. Los orígenes del diálogo terapéutico:
En la medicina de la Grecia antigua, la asistencia sanitaria en esclavos se reducía a maniobras rudimentarias
realizadas por otros esclavos, mientras que los hombres libres y ricos eran atendidos por los médicos
hipocráticos. Esta atención incluía el conocimiento personal y familiar, la ilustración teórica del enfermo, el
diálogo persuasivo en la conversación amistosa y la adecuación del tratamiento a las peculiaridades
biográficas de cada paciente.
En textos filosóficos como La curación por la palabra en la Antigüedad clásica de Laín (1987) da una idea
clara del papel de los males del alma y en su influencia sobre los del cuerpo.
Desde la Antigüedad, la filosofía nos habla de la importancia de las palabras como vehículo de los afectos,
como vehículo entre médico y enfermo y como alivio de este último.
2. Galeno y las pasiones del alma:
Galeno concentró toda su atención en el componente somático de la enfermedad, pero se pregunta si la ira es
una enfermedad del alma y en que describe el tratamiento de los violentos ataques de ira de un amigo
mediante el discurso razonable y persuasivo. Fue desarrollada por el galenismo medieval como doctrina de las
“cosas no naturales”.

 Cosas naturales: Cuerpo humano sano donde los cuatro humores están cualitativamente inalterados y
cuantitativamente equilibrados.
 Cosas contranaturales: Cuerpo enfermo en el que la corrupción de alguno de los humores o el
desequilibrio entre ellos (discrasia) ha alterado el orden natural de la materia.
 Cosas naturales o neutras: Cosas que según se administren y manejen pueden causar la enfermedad,
prevenirla o curarla: Aire o medio ambiente, comida y bebida, el sueño y la vigilia, movimiento y
reposo, excreciones y secreciones. El sexto lugar en la clasificación de las “cosas neutras o no
naturales” lo ocupan las pasiones y los afectos del alma: la ira, la cólera, la vergüenza, el miedo, la
envidia, el amor o el odio exagerados…
Cuerpo y alma se influyen mutuamente, según los humoralistas, pues la estructura del alma depende
directamente de la constitución humoral del cuerpo.
3. El psicoanálisis y la medicina antropológica:
A finales del siglo XIX Joseph Breuer y Sigmund Freud publican Estudios sobre la histeria: Freud es
obligado a renunciar a los distintos métodos de diagnóstico y tratamiento vigentes en la época, y es orientado
después hacia otra forma de practicar la medicina. Se constata el fracaso y se describe la renuncia a una vieja
metodología médica, esbozándose el inicio de otra nueva.
Las histéricas de Freud le descubren que las técnicas diagnósticas y terapéuticas tradicionales no tienen para
ellas ninguna utilidad y que lo que realmente precisan es una nueva medicina basada en la escucha de sus
narraciones.
Freud comienza así con un interrogatorio a presión, pero posteriormente pasa a una técnica de la
asociación libre y la atención flotante. Presenta así, uno de los requisitos técnicos de la psicoterapia: la
exigencia de que el analista escuche pacientemente el discurso espontáneo del enfermo y evite toda
interferencia que pueda desviar ese discurso desde lo que el paciente trata de decir hacia lo que el terapeuta
espera escuchar.
Este cambio, implica un desarrollo del método psicoanalítico como un intercambio de palabras en el que el
paciente habla libremente de cuanto le viene a la cabeza y el médico busca interpretaciones de sus palabras
que revelen las raíces oscuras del malestar.
Introducción del sujeto en medicina:
Procedente del encuentro entre el psicoanálisis y la medicina interna, Weizsäcker trató de elaborar una sólida
teoría personalista del hombre enfermo y, a partir de ella, una concepción amplia de la enfermedad. Esa
concepción quería integrar la explicación de los mecanismos materiales que subyacen a los procesos vitales
con la comprensión de las valoraciones, sentimientos y pensamientos que se ocultan tras los mecanismos
corporales. Aspiraba a abarcar tanto los aspectos en que el enfermo es paciente de lo que la enfermedad hace
en él como aquellos en que es agente. Pretendía, en definitiva, hominizar plenamente, personalizar de modo
riguroso la patología y la clínica

Para la MEDICINA ANTROPOLÓGICA, la enfermedad tiene aspectos objetivos que deben ser
técnicamente constatados, pero también una significación íntima y biográfica para el enfermo, un sentido
que debe ser comprensivamente interpretado por el médico; y un desarrollo narrativo, un carácter de relato
que el paciente suele estar ansioso por contar y que el médico no siempre está deseoso de escuchar.

4. La naturaleza narrativa de la medicina clínica:


La medicina basada en pruebas y la medicina narrativa (basada en personas) son las expresiones actuales de
dos caras perennes de la ciencia y la práctica médica.
El médico ante un enfermo determinado trata de realizar un juicio clínico razonable sopesando los datos
exploratorios, pero también sus circunstancias biográficas, su situación social, sus rasgos de carácter y todo lo
que expresa, la forma verbal y extraverbal, en la relación profesional, pero a la vez personal, que se ha
establecido entre ellos  Todo médico ha de moverse entre la patología y el encuentro clínico.
De hecho, uno de los factores que parecen favorecer a las medicinas marginales es justamente la reacción de
los pacientes ante su insatisfecha necesidad de ser escuchados por la tecnificada medicina oficial.
El reconocimiento de esta dimensión esencialmente narrativa de la medicina clínica plantea la cuestión de la
fiabilidad de los relatos como medio de aproximación a la realidad, ya que el diálogo, aunque siempre es
hermenéutico, está lejos de ser una ciencia experimental.
5. Medicina narrativa dialógica, personal, afectiva…:
 Medicina basada en pruebas:
o El compendio How to read a paper de Trisha Greenhalgh explica que la medicina basada en
pruebas es la expresión actual de una vieja aspiración de los médicos: alcanzar un saber lo
más documentado, lo más objetivo, y lo más seguro que sea posible.
o El libro Narrative Based Medicine. Dialogue and discourse in clinical practice: La medicina
basada en pruebas trata de recoger y refinar el método científico experimental que se ha
venido desarrollando en los tres últimos siglos: una formulación clara del problema que se
plantea; una amplia y rigurosa recopilación de los conocimientos existentes sobre el mismo;
un análisis crítico de las publicaciones y las ideas recibidas; una exigencia metodológica
máxima a la investigación clínica. Frente al rigor científico se alza una reivindicación: Que el
clínico no olvide que todo incremento de rigor en el método de investigación se logra siempre
a costa de centrar, limitar, concretar y reducir el objeto de conocimiento. Cuanto más estricto
sea el método, más estrecho será el campo de abarque. Cuanto más riguroso sea el
protocolo de investigación, más limitado habrá de ser el objeto investigado.
 Medicina narrativa: ¿Puede realmente plantearse una medicina que no sea narrativa? ¿Puede
concebirse un ser humano que no sea narrativo? Nos permite contextualizar e individualizar el
problema que tenemos delante. Alternativas sugeridas a la medicina narrativa:
o Medicina dialógica de Juan Rof Carballo: Alternativa de la medicina narrativa, entendida
como una consecuencia de esa antítesis en que se mueve todo médico entre las exigencias del
saber científico, por un lado, y la experiencia particular que aporta cada enfermo con sus
características personales, por otro. Esta antítesis se agrava con la existencia de una “laguna
antropológica”: abismo que separa los saberes aprendidos y las exigencias que plantea una
consulta.
o Medicina basada en la efectividad: Incluye la mejor formación humanística del médico, la
participación de los pacientes en el diseño de un entorno sanitario menos agresivo y el énfasis
en la deliberación clínica, para enriquecer la práctica de la medicina acompañando su
desarrollo técnico con un desarrollo afectivo. Es excesivamente reduccionista.
o Medicina basada en la persona: Toda persona se relaciona con el mundo y con los otros a
través del lenguaje y a través de os discursos que se construyen lingüísticamente.
6. La particularidad de la psiquiatría:
La psiquiatría es la única especialidad médica en la que el habla y la escucha son explícitamente
consideradas terapéuticas. Está entre la necesidad de objetivar la información sobre los hechos y la de
atender el contexto narrativo que les da sentido; entre los sólidos datos de pobre significación y las sinuosas
ficciones ricamente significativas.
Los pacientes tienen una carga mucho mayor de sufrimiento subjetivo, de biografía torturada, de fantasía
sintomática, de narrativa deformada. Por ello, el psiquiatra es el especialista en los trastornos de la
subjetividad.
A mediados del siglo XX, se esforzó por abarcar toda esa dimensión personal de la enfermedad que la
medicina positivista tendía a dejar de lado. Trataron también de entender el sentido y el sinsentido de la vida
humana, la influencia de las vivencias sobre la enfermedad, el del inconsciente que se expresa en la palabra.
Es la época del psicoanálisis y de la medicina antropológica alemana.
Después de la II Guerra Mundial, la clasificación de las enfermedades mentales quedó unificada, la
terminología profesional globalizada y la erradicación del pensamiento teórico oficialmente proclamada como
un logro.
Así, la psiquiatría tiene un papel especial en la tarea de equilibrar el conocimiento médico objetivo con el
reconocimiento de la dimensión subjetiva de los pacientes, porque revela con particular energía esta segunda
dimensión a la que la medicina no puede renunciar sin car en el reduccionismo.
Sin embargo, la búsqueda de la objetividad científica por parte de la psiquiatría basada en pruebas, mediante
el análisis de datos colectivos y el reconocimiento de la peculiaridad personal de cada paciente, por parte de la
psiquiatría narrativa, no son tareas alternativas sino necesidades complementarias.
La influencia de las emociones en la evolución de síntomas físicos se ha ido observando y se han acumulado
los fracasos en el intento de explicar el mecanismo concreto de esta influencia.
El encuentro entre un paciente y un psiquiatra se presenta por una búsqueda de sentido. Se despliega entonces
un relato que aportará la comprensión necesaria para que el clínico pueda diagnosticar y tratar. Es necesario
para ello comentar las experiencias que han afectado emocionalmente al paciente, las respuestas que les dio y
lo que pensó de todo ello.
Para el psiquiatra es imprescindible ese relato para poder elegir la prescripción más idónea. En el caso
contrapuesto de un psicoterapeuta, las preguntas y respuestas darán paso a una relación verbal que se
convertirá en el instrumento diagnóstico y el recurso terapéutico fundamental.
Así, la psiquiatría es el arte de reconducir, narrativa y terapéuticamente, relatos biográficos que se han
distorsionado, se han descarriado y han empezado a generar sufrimiento.

7. MEDICINAS MARGINALES:
8. VIVENCIA DE LA ENFERMEDAD: LAS TRES CEGUERAS DE
BORGES:
9. EPIDEMIAS Y ENDEMIAS:
Mientras que las endemias se caracterizan por aparecer, extenderse y desaparecer rápidamente, las endemias
son enfermedades (infecciosas o no) que afecta a buena parte de la población de un lugar y permanece de
forma estable durante un largo tiempo. Existen enfermedades de carácter epidémico - endémico u otras que
van a aparecer como brotes epidémicos y se estabilizan en forma de endemias, como el sida o la sífilis.
Factores que estabilizan las epidemias y las convierten en endemias:
Geográficos, climático, alimentarios, sociales.
1. La lepra:
Enfermedad infecciosa, crónica y poco contagiosa. Mycobacterium leprae.
Se trata de una enfermedad muy antigua que se originó probablemente en África o Asia. Llega a su
máximo auge en el siglo XIII.
Los diagnósticos de lepra eran realizados por sacerdotes considerando a los enfermos como impuros y
eran recluidos en leproserías o lazaretos alejados de las ciudades. Este aislamiento se debía a:
- Miedo al contagio.
- Razones psíquicas: reacción al especto repulsivo, eran considerados monstruos.
- Razones morales: era un castigo divino.

La transmisión es poco frecuente ya que se requiere un estrecho contacto, persistente y en penosas


condiciones higiénicas. La evolución es lenta y torpe. Existen diferentes formas:

- Lepra tuberculoide: Benigna, maculas hipoestésicas.


- Lepra lepromatosa: progresiva y maligna, frecuentes lepromas en la cara, “fascies” leonina”.
Necrosis de dedos, nariz y de ahí las típicas mutilaciones.
Actualmente es una enfermedad residual con focos en África, Asia y Sudamérica. En España también
hay casos.
2. Sífilis:
Enfermedad de transmisión sexual. Treponema Pallidum. Ha recibido otros nombres como mal
francés, mal español o mal napolitano.
Se tiende a pensar que aparece por un cambio biológico en algún tipo de treponema que dio lugar a la
evolución de trepanomatosis a sífilis. Se extiende por el mundo debido al cambio en los hábitos
sexuales.
Prácticamente desaparece con la aparición de los antibióticos en el siglo XX. Actualmente debido a la
relajación en los hábitos sexuales se están volviendo a aparecer casos. La resistencia a los antibióticos
también está empeorando el pronóstico de la enfermedad.

Etapas de la enfermedad:
- Sífilis primaria: aparecen chacros sifilíticos e inflamación de ganglios, muy fácil contagio.
- Sífilis secundaria: clavos sifilíticos, alta posibilidad de contagio. Fiebre, dolor de cabeza,
inflamación ganglionar…
- Sífilis terciaria: afectación del sistema nervioso, puede llegar a producir la muerte.

3. Malaria o paludismo:
Infección transmitida por la picadura de un mosquito.
Características de lugares cálidos y húmedos, por ello se origina en Centroáfrica y se transmite al
mediterráneo donde puede vivir este tipo de mosquito. La malaria tiene la misma mortalidad que
todas las enfermedades endémicas juntas. Se considera que intervino en el declive de la cultura griega
y la caída del imperio romano.
La intervención humana facilito la propagación de esta enfermedad debido a la extensión de los
cultivos de arroz, fue muy difícil acabar con esta causa por motivos económicos.
- Agente causante: Plasmodium malariae, mosquito anopheles.
- Síntomas: fiebre intermitente.
- Tratamiento: el primer tratamiento que se utilizo fue la corteza de quinina que además tienen un
efecto antipirético. Actualmente se ha llegado a la erradicación en los países desarrollados debido
a la desecación y a la higiene. En los países subdesarrollados sigue existiendo. Tan solo la OMS
puede intervenir en la creación de una vacuna que no va a ser rentable ya que solo va a venderse
en estos países.
4. Bocio hipotiroideo:
Enfermedad endémica no infecciosa causada por factores genéticos, geográficos y alimentarios.
También la actuación del ser humano, por ejemplo, cuando los españoles llegaron a América, los
nativos que tenían una dieta rica y variada se vieron obligados a consumir productos que llevamos los
españoles, dando lugar a un aumento generalizado del bocio. El intento de crear mejor forma de vida
lleva a la aparición de nuevas enfermedades.
- Causa: deficiencia de yodo, que lleva al mal funcionamiento de la glándula tiroides, produciendo
hipertrofia de la misma (bocio hipertiroideo).
- Condiciones para su aparición endémica: Característico de zonas frías, secas y montañosas como
los Alpes y los Pirineos. Aguas bajas en yodo características de las zonas montañosas, dietas
hipocalóricas y con carencias, alimentos típico de estas zonas como nabo, berza o nueces
(dificultan la función del tiroides). Existe también un factor genético que predispone.
Todo esto conlleva a un descenso de la hormona tiroidea T3.
5. Tuberculosis (tisis):
Bacteria: mycobacterium tuberculosis o bacilo de koch. Enfermedad muy antigua con alto nivel de
mortalidad, llega a su máximo con la revolución industrial. Debido a condiciones de vida de miseria y
antihigiénicas.

Cambios de costumbres higiénicas, mejora de los derechos de los trabajadores y mejora de


condiciones de vida en general desde mitad del siglo XIX da lugar a un descenso progresivo de la
tuberculosis.

Esta enfermedad fue muy temida, incluso en la España de la postguerra por su alta mortalidad y falta
de curación.

El tratamiento es un quimioterápico. Existe vacuna BCG. Ambas cosas consolidan el declive de la


enfermedad. Aunque en los últimos años ha aumentado el numero de casos debido al aumento de
pacientes de sida con deficiencias del sistema inmunitario y a la resistencia de los gérmenes a los
antibióticos.
Transmisión por gotas a través del aire, cursa con tos, expectoración, febrícula hasta que el paciente se
consume y muere. Su nombre tradicional tisis.

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