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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE CHIAPAS

Facultad de Medicina Humana


Dr. Manuel Velasco Suárez
Campus II

BIOETICA Y SALUD PÚBLICA


Ensayo

Subcompetencia: 5

Alumno: Edén José Olivera Láscares

Modulo: 8 Grupo: “A”

Docente: Dr. Conrado Solís Gómez

Asignatura: Bioética Operativa (Dilemas Medico


Jurídicos)

Tuxtla Gutiérrez Chiapas; a 10 de Noviembre de 2022


Contenido
INTRODUCCION ................................................................................. 3

En la enseñanza en la salud............................................................... 3

Bioética y SIDA .................................................................................. 4

En la epidemiología. .......................................................................... 6

En el medio ambiente ....................................................................... 7

CONCLUSION ...................................................................................... 8

BIBLIOGRAFÍA .................................................................................... 9

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INTRODUCCION
El desarrollo de la ética médica ha estado marcado por sus vínculos
estrechos con la práctica clínica. En esta relación se han ido definiendo
valores o principios que permiten ordenar el debate y orientar las
decisiones: ellos son los de “no maleficencia”, “beneficencia”,
“autonomía” y “justicia”. Cuando se aplican a los individuos estos
principios no se oponen entre sí; al contrario, se complementan en una
mirada amplia del respeto que merecen las personas en el momento de
buscar y recibir atención médica. En este sentido, han alimentado las
iniciativas legales de protección de los derechos de los pacientes.

La salud pública, por su esencia, va más allá del individuo. Existen


acepciones variadas de la salud pública, pero todas se refieren al
entorno que rodea a los individuos y toman en cuenta su familia, su
comunidad y la sociedad en general. Dentro de esta visión común se
pueden identificar de manera esquemática dos polos, que calificaríamos
como minimalista y maximalista. La mirada minimalista tiende a
considerar que el campo de la salud pública debe limitarse a medidas,
generalmente de promoción y prevención, que no interesan al libre
mercado de la atención médica. Debe centrarse en los llamados “bienes
públicos”, es decir, aquellos para los cuales se reúnen las condiciones
de obligatoriedad y de no rivalidad. Son bienes al beneficio de los cuales
uno no puede escapar, pero cuyo uso no reduce la cantidad disponible
para otros. Un ejemplo clásico de este tipo de bienes es el aire que
respiramos: presenta cierta calidad, independiente de nuestra voluntad
individual de modificarla, y lo podemos consumir sin afectar al resto de
la población.

En la enseñanza en la salud
La bioética favorece el cambio adecuado en los comportamientos y
actitudes que obligan a médicos y otros integrantes del equipo de salud
a promover una relación médico-paciente más saludable, amén de
permitir generar cambios en los modelos de salud cuya prioridad es
ofrecer el mejor servicio a los pacientes.

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Es menester considerar la importancia de la enseñanza y fomentar
los valores éticos más apropiados e indispensables para que médicos,
enfermeras, técnicos y otros profesionales de la salud brinden una
atención médica óptima. Para cumplir con esto último se requiere el
trabajo en equipo entre quienes toman decisiones, las autoridades y los
participantes en la operación, puesto que juntos lograrán una atención
médica eficiente, ética, segura y de alta calidad, misma que redundará
en beneficio de los pacientes.

Es esencial acompañar a los estudiantes, internos o residentes en


la práctica diaria, lo que permite que el aprendizaje se adquiera en los
casos clínicos cotidianos, pues facilita descubrir la actitud de los
pacientes y da la oportunidad a los equipos formados por diferentes
grupos de médicos de analizar los posibles métodos de resolución. Es
posible evaluar el aprendizaje relacionado a contenidos, pero medir el
cambio de actitud se vuelve más complicado y más difícil aún es
garantizar la adquisición de valores aplicados de manera reflexiva, por
lo que el examen de este aprendizaje no es otro que la vida profesional
que hace el trabajo del docente más grande y comprometedor.

Bioética y sida
Cualquier enfermedad es tan compleja como mortal, y no solo por
la gravedad de su patología o diagnóstico, sino por la negligencia e
indiferencia y la falta de compromiso y responsabilidad que arrastra la
asistencia médica para con las personas enfermas. En este contexto las
personas con VIH/sida padecen mucho más por la falta de acceso a la
salud como un derecho, y la negación de tratamientos y medicamentos,
que mejorarían sustancialmente la salud y la vida de las personas, están
soportados por la consideración excluyente que genera el hecho de ser
estigmatizados. La estigmatización dada en el contexto del VIH/sida, y
por ello, como un imperativo estará presente la bioética para aportar a
la reflexión interdisciplinar, en la comprensión de la acción humana
frente a contextos límite que hacen de la vida y la existencia un
acontecimiento frágil y vulnerable. Vivir condiciones de vulnerabilidad,
miedo e incertidumbre, como las que produce el VIH/sida, en muchos

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casos es sinónimo de exclusión y discriminación, pero, también después
de aceptar y comprender su situación de fragilidad, sucede un sentido
de fuerza y valor que sostiene a la persona, y reafirma su vida y su
existencia con un sentido más profundo y esperanzador. La bioética
desde sus principios generales trata de hacer justicia cuidando la
valoración absoluta y universal de la vida y la dignidad, también es
custodia de derechos, principios, creencias, valores éticos, morales,
culturales y sociales.

El VIH/sida conmueve la realidad óntica y ontológica del ser humano,


afecta y fisura el proyecto de vida que se ve truncado por el abandono,
la culpabilidad, los señalamientos, la marginación, y por la negación de
oportunidades. La existencia se pone a prueba porque es incierta desde
un sentido expectante de la vida, pero al mismo tiempo invita a darle un
cambio de horizonte; Por consiguiente se emprende este camino
tratando de hacer una reflexión desde la comprensión bioética de la
dignidad humana, la cual se conmueve con el VIH/sida.

Las reflexiones que se hacen del VIH/sida, requieren involucrar


nuevas comprensiones que permitan reevaluar e interpretar el valor de
la vida, de la existencia, valorar el respeto que exige la dignidad de la
persona humana desde la igualdad, la equidad, la inclusión, la oferta de
oportunidades y la justicia social. Pero independiente de cualquier
comprensión e interpretación, el VIH/sida sigue siendo un reto, y ha
unido esfuerzos médicos, científicos y tecnológicos, como también ha
generado nuevas reflexiones bioéticas, éticas, morales y religiosas. Las
reflexiones que se hacen acerca del VIH/sida, no se agotarán, y
seguirán exigiendo a la medicina, nuevos avances científicos para lograr
su cura, lo mismo que a las valoraciones éticas y morales exigen nuevas
interpretaciones y comprensiones en las cuales se ponga como objetivo
principal acabar con moralismos condenatorios, y con la
estigmatización. La bioética como un saber interdisciplinar puede
brindar todo lo necesario para una nueva reflexión sobre la ética de la
vida. Por lo tanto, es para la bioética una exigencia tener en cuenta los
argumentos filosóficos de la antropología y la hermenéutica, para

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interpretar y comprender al VIH/sida que como un fenómeno aparece
en la historia, en la realidad y en la existencia humana.

En la epidemiología.
La epidemiología es la ciencia que estudia la distribución y los
determinantes de las enfermedades en la población. La investigación
en salud es uno de los capítulos más importantes de la Bioética, la cual
puede definirse como el estudio sistemático de las normas y acciones
morales de todos los individuos relacionados con la ciencia de la vida y
la atención a la salud. El Reglamento de investigación de la Ley General
de Salud de México señala puntos muy relevantes en referencia a
principios éticos que deben regular las investigaciones e incluso hace
mención de muchas bases científicas y técnicas que les dan valor a las
investigaciones en seres humanos.

La investigación epidemiológica tiene por objeto la obtención de


un conocimiento generalizable a través de la observación en seres
humanos de los fenómenos en estudio. Esta utilización de grupos de
población para adquirir conocimiento aplicable después a la sociedad le
confiere connotaciones éticas específicas y diferenciadas de la
investigación biomédica, porque el beneficiario de la investigación es
siempre la sociedad en su conjunto. Las repercusiones sociales y
políticas de la aplicación de los resultados de los estudios
epidemiológicos conllevan una carga bioética específica. El avance
técnico y científico de la epidemiología ha obligado también a una
actualización de su relación con los principios de la ética; los principios
de justicia y no maleficencia en un nivel superior, porque obligan con
independencia de la voluntad de las personas. En un segundo nivel
ubica los de autonomía y beneficencia. En un proyecto epidemiológico
llevado a cabo en un país en desarrollo, cuando las personas
necesiten atención médica debe ser remitidas a un servicio de salud
local ser directamente tratadas. Mientras se realizan los estudios, debe
capacitarse a los trabajadores de la salud del lugar en especialidades
y técnicas que puedan usarse para mejorar los servicios que prestan.

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En el medio ambiente
La bioética del medio ambiente, un planteo ético de la calidad de
vida en el planeta, una ética y un patriotismo planetario que colocara a
la nave tierra en el rumbo correcto, tal la relación armónica entre seres
humanos y naturaleza. La relación entre bioética, ecología y salud
humana parte del reconocimiento de que el medio ambiente se halla
íntimamente asociado con los problemas de índole social, cultural,
económico y político que condicionan modos de vivir y de enfermar
"humanamente". El agotamiento de los recursos naturales, la presencia
del agujero de ozono, el empobrecimiento progresivo de los suelos, el
decaimiento de los cultivos, la lluvia ácida y otros tantos problemas
cotidianos que afectan la salud humana, son algunos de los graves
efectos negativos que ya forman parte de los actuales tratados de
medicina. Parten del reconocimiento de la vida constituye un sistema de
interdependencias dinámicas entre la materia viva organizada y el
medio ambiente, un sistema ecológico abierto en el que se intercambia
materia y energía, a través de una serie de cadenas metabólicas
alimentadas desde el exterior. Los sistemas biológicos son, como el
cuerpo humano, sistemas abiertos porque dependen del ambiente para
los aportes y descartes necesarios. La ecología humana se interesa
además por los sistemas complejos, aquellos que van más allá de los
individuos aislados y su campo de estudio se extiende a las
poblaciones, las comunidades, los ecosistemas urbanos y rurales, como
así también a los fenómenos sociales.

Bioética en ecología sugiere el nacimiento de una nueva


mentalidad, que plantea entre otras cosas una cierta ascesis humana
en relación con el ambiente que nos rodea, basada en la moderación,
el renunciamiento al consumismo brutal que trata de convertir en
necesidad primaria lo que la mayoría de las veces es solamente
superfluo.

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CONCLUSION
En conclusión, por su desarrollo propio, tanto la bioética como la salud
pública están llegando a un punto de encuentro. Por lo tanto, no es
extraño observar que estas relaciones son el objeto de un interés
creciente en las esferas tanto políticas como académicas. Una mirada
cruzada nos da la posibilidad de avanzar hacia una identificación de
problemas éticos propios de la salud pública, es decir, a la relación entre
individuos y sociedad, entre lo subjetivo y lo objetivo. Basándose en la
clasificación propuesta por Massé, algunos ejemplos de estos
problemas podrían ser: a) la persuasión y la coerción en las
intervenciones de salud pública; b) la identificación de riesgos, la
estigmatización y la discriminación social; c) la justicia social, la
discriminación positiva y el mérito; d) la certitud científica, la probabilidad
estadística y la precaución; e) la responsabilidad individual en acciones
colectivas, y f) las condiciones concretas de la práctica de la bioética en
los servicios de salud. Esta identificación permitiría, por su parte,
precisar el nivel de desarrollo de esta disciplina en salud pública, las
falencias eventuales, las respuestas aportadas y sus modalidades.

Al respecto, se podría preguntar si la palabra “bio”ética es la más


apropiada cuando se entra en el terreno de la salud pública. En efecto,
induce a pensar en términos biológicos más que en términos sociales,
en prácticas individuales más que de organizaciones, en problemas de
vida y muerte más que de justicia y democracia. Sin embargo, como en
todo campo naciente, avanzar con prudencia parece ser una sana y
sabia recomendación. El entusiasmo de la innovación puede resultar en
daños no previstos, precisamente porque el campo es desconocido. Un
espíritu de investigación, una buena dosis de imaginación y un debate
permanente y abierto deberían conformar útiles resguardos.

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BIBLIOGRAFÍA
Andino Acosta, C. A. (2017). BIOÉTICA, Y VIH/Sida UNA
PERSPECTICA DESDE LA HERMENÉUTICA DE LA
EXISTENCIA. Revista Colombiana de
Bioética, 12(2). https://doi.org/10.18270/rcb.v12i2.2032

León-Correa FJ. Enseñanza bioética: cómo trasmitir conocimientos,


actitudes y valores. Acta Bioethica. 2008; 14 (1): 11-18.
Rodríguez Weber, F. L. (2018, enero). Bioética y su aprendizaje
en el equipo de
salud. Sácielo. https://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_a
rttext&pid=S1870-72032018000100005
Armando M. Pérez de Nucci. (1999). Bioética y Medio
Ambiente: El gran desafío del siglo XXI. Cuadernos de
bioética, 11(42), 177-
183. https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=170463

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