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Fragmentos de Cosmología Presocrática

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Hesíodo de Ascra
(s. VIII-VII A.C.)

[Hesíodo. Teogonía. 116-133]


En primer lugar existió el Caos. Después Gea la de amplio pecho, sede siempre
segura de todos los Inmortales que habitan la nevada cumbre del Olimpo. [En el
fondo de la tierra de anchos caminos existió el tenebroso Tártaro.] Por último,
Eros, el más hermoso entre los dioses inmortales, que afloja los miembros y cautiva
de todos los dioses y todos los hombres el corazón y la sensata voluntad en sus
pechos. Del Caos surgieron Érebo y la negra Noche. De la Noche a su vez nacieron
el Eter y el Día, a los que alumbró preñada en contacto amoroso con Brebo. Gea
alumbró primero al estrellado Urano con sus mismas proporciones, para que la
contuviera por todas partes y poder ser así sede siempre segura para los felices
dioses. También dio a luz a las grandes Montañas, deliciosa morada de diosas, las
Ninfas que habitan en los boscosos montes. Ella igualmente parió al estéril piélago
de agitadas olas, el Ponto, sin mediar el grato comercio.

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Tales de Mileto
(624-546 A.C.)

[Aristóteles. Met. I, 3, 983b]


La mayoría de los que filosofaron por primera vez consideraron que los únicos
principios de todas las cosas son de especie material. Aquello a partir de los cual
existen todas las cosas, lo primero a partir de lo cual se generan y el término en que
se corrompen, permaneciendo la sustancia mientras cambian los accidentes, dicen
que es el elemento y el principio de las cosas que existen; por esto consideran que
nada se genera ni se corrompe, pues tal naturaleza se conserva siempre…Debe de
haber, pues, alguna naturaleza única o múltiple a partir de la cual se generan las
demás cosas, conservándose ella. No todos dicen lo mismo sobre el número y la
especie de tal principio, sino que Tales, quien inició semejante filosofía, sostiene
que es el agua (Y por ello también manifestó que la tierra está sobre el agua). Tal
vez llegó a esta concepción tras observar que todas las cosas tienen un alimento
húmedo y que el calor se produce y se mantiene en la humedad (ya que aquello a
partir de lo cual se generan las cosas es el principio de todas ellas). Por eso llegó a
esta concepción y también porque todas las simientes son de naturaleza húmeda y
el agua es el principio natural de las cosas húmedas.

[Hipólito. I, 1, 1]
Se dice que el milesio Tales, uno de los siete sabios, fue el primero que se abocó a la
filosofía natural. Dijo que el agua es el principio y fin de todo. A partir de ella, por

1
reunión, se forman todas las cosas y, a la inversa, al disolverse, son llevadas
nuevamente hacia ella.

[Cicerón. De nat. Deor. I, 10, 25]


El milesio Tales, el primero que investigó estas cosas, dijo que el agua es el
principio y que dios es esa inteligencia que hace todas las cosas a partir del agua.

[Plinio. Hist. Nat. II, 53]


El primero entre los griegos que investigó la causa de un eclipse fue el milesio
Tales, quien predijo el eclipse de sol que se produjo en el reinado de Aliates, en el
cuarto año de la olimpiada 48a. (585 A.C.), año 170 de la fundación de Roma.

[Aristóteles. Del Cielo, II, 13, 294a]


Otros sostienen que [la tierra] descansa sobre el agua. En efecto, conocemos este
antiquísimo argumento que dicen que sostuvo el milesio Tales: por ser flotante, [la
tierra] permanece como un leño o algo similar (pues ninguna de estas cosas puede
mantenerse sobre el aire, sino sobre el agua) como si no pudiera argumentarse
acerca del agua que sostiene a la tierra lo mismo que se dice de ésta. Pues tampoco
el agua puede permanecer naturalmente suspendida, si no está sobre algo.

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Anaximandro de Mileto
(610-545 A.C.)

[Cicerón. Acad. II, 37, 118]


Pero en esto [a saber, de que todas las cosas constan de agua, Tales] no persuadió a
su conciudadano y amigo Anaximandro, pues éste dijo que hay una naturaleza
infinita, de la cual se generan todas las cosas.

[San Agustín. Civ. Dei. VIII, 2]


No pensaba [Anaximandro] que cada cosa naciera de una sola, como Tales con el
agua, sino de sus propios principios, y creía que los principios de las cosas
singulares eran infinitos.

[Simplicio. Fís. 24, 18-20]


Ahora bien, a partir de donde hay generación para las cosas, allí también se
produce la destrucción, según la necesidad; en efecto, pagan la culpa unas a otras y
la reparación de la injusticia, de acuerdo con el ordenamiento del tiempo.

[Aecio, II, 16, 5]


Anaximandro dice que los astros son movidos por los círculos y las esferas en las
cuales se encuentra cada astro.

[Diógenes Laercio, II, 1]


La tierra está situada en el medio [del universo], ocupando el puesto de un centro,
y es de forma esférica.

2
[Hipólito. I, 6, 3]
La tierra está suspendida libremente, sin estar sostenida por nada, y está firme a
causa de su distancia semejante respecto de todas las cosas.

[Aristóteles. Del Cielo II, 13, 295b]


Hay algunos que dicen que ésta [a saber, la tierra], se mantiene [firme] en razón de
su equidad, tal como, entre los antiguos, Anaximandro. En efecto, nada puede
moverse más hacia arriba que hacia abajo o que en dirección oblicua, cuando está
situado en el centro y se mantiene en relación igual con los extremos; y es
imposible moverse a la vez en [direcciones] opuestas, de modo que necesariamente
se mantiene firme.

[Aecio. III, 10, 2]


Anaximandro dice que la tierra es similar a una columna de piedra.

[Aecio. II, 24, 2]


Anaximandro dice que el eclipse de sol se produce al obstruirse la abertura por la
que se exhala el fuego.

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Anaxímenes de Mileto
(585-528 A.C.)

[Aristóteles. Met. I, 3, 984a]


Anaxímenes y Diógenes piensan que el aire es anterior al agua, y primer principio
entre los cuerpos simples.

[Simplicio. Fis. 24, 26-28]


El milesio Anaxímenes, hijo de Eurístrato, discípulo de Anaximandro, dijo, como
este, que la naturaleza subyacente es una e infinita, pero no indeterminada, como
dice [Anaximandro], sino determinada, y la llamó “aire”.

[Simplicio. Fis. 24, 28-31]


El aire se diferencia en las sustancias particulares por rarefacción y condensación.
Al enrarecerse se convierte en fuego, y al condensarse se convierte en viento, luego
en nube, más condensado aún en agua, tierra y piedra; las demás cosas se producen
a partir de éstas.

[Aecio. I, 7, 13]
Anaxímenes dice que el aire es dios.

[Hipólito. I, 7, 4]
La tierra [según Anaxímenes] es plana y se sostiene sobre el aire.

3
[Aecio III, 10, 3]
Anaxímenes dice que la tierra tiene forma de tabla.

[Aristóteles. Del Cielo. II, 13, 294b]


Anaxímenes [y otros] dicen que lo plano [de la superficie de la tierra] es la causa de
su estabilidad, pues no corta [el aire] sino que cubre como una tapa el aire de abajo,
lo cu8al parece que hacen los cuerpos que tienen [superficie] plana; pues también
éstos se mantienen firmemente contra los vientos por la resistencia [que ofrecen].

[Pseudo Plutarco. 3.]


Y el sol y la luna y los demás astros tienen en la tierra el principio de su generación;
así, pues, declara que el sol es tierra, pero que, a causa del movimiento veloz,
adquiere calor muy adecuadamente.

[Hipólito. I, 7, 4-5]
De modo semejante, el sol, la luna, y los demás astros ígneos cabalgan en el aire por
lo plano [de sus superficies]. Los astros nacen de la tierra por la humedad que de
ella se levanta y al enrarecerse se convierten en fuego, y del fuego que se eleva hacia
lo alto se constituyen los astros. Hay otros [cuerpos] de naturaleza terrestre en la
región astral, que giran junto con los astros.

[Hipólito. I, 7, 6]
Dice que los astros no se mueven debajo de la tierra, como han supuesto algunos,
sino alrededor de ella, como el sombrero alrededor de nuestra cabeza. El sol no se
oculta debajo de la tierra sino detrás de las partes elevadas de la tierra, y por la
mayor distancia alcanzada en relación con nosotros. Los astros, en cambio, no
calientan por la longitud de la distancia.

[Teón de Esmirna. 198, 4]


Eudemo narra… que Anaxímenes fue el primero en descubrir que la luna toma su
luz del sol y de qué modo se eclipsa.

[Hipólito. I, 7, 8]
El arco iris surge cuando los rayos del sol se precipitan en el aire condensado.

[Aecio. I, 22, 1]
El sol es plano como una “lámina”.

4
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Pitágoras de Samos
(569-475 A.C.)

[Aristóteles. Met. XIII, 6, 1080b]


Los pitagóricos dicen que el número es uno, el matemático, pero afirman que no
está separado, sino que las sustancias sensibles están compuestas de él. Sostienen
en efecto que el cielo íntegro está fabricado de números, aunque no de unidades
abstractas, ya que piensan que las unidades tienen magnitudes: ahora, cómo se
construyó con magnitud el primer Uno, se ven en dificultades para explicarlo.

[Simplicio. Fis. 651, 26-28]


Aquellos (los pitagóricos), en efecto, dijeron que el vacío ingresa en el cosmos como
si este lo inspirara como aire que proviene de los que circunda por fuera.

[Alejandro de Afrodisias. Met. 39, 24]


Decían también [los pitagóricos] que el universo todo se halla configurado de
acuerdo a una escala musical…, pues está compuesto de números y conforme a
número y a una escala. En efecto, como los cuerpos que giran en torno del centro se
hallan a distancias proporcionales, unos se mueven más deprisa y otros más
despacio, y producen en su movimiento un sonido grave los más lentos, agudo los
más rápidos, tales sonidos según la proporción de sus distancias, producen un
conjunto afinado.

[Aristóteles. Met. I, 5, 985b-986a]


…los llamados pitagóricos se aplicaron al estudio de las matemáticas, y fueron los
primeros en hacerlas progresar, así que, cebados en ellas como estaban, creyeron
que sus principios eran los principios de todas las cosas. Dado que los números son
por naturaleza los primeros de estos principios, y en los números se les antojaba
contemplar múltiples similitudes con lo que es y lo que deviene—más que en el
fuego, la tierra y el agua…, y al ver a demás en los números las afecciones y las
proporciones de las escalas musicales, dado además que las otras cosas parecían
asemejar a los números toda su naturaleza , y los números daban la impresión de
ser los primeros de toda la naturaleza, supusieron que los números eran los
elementos de todas las cosas y que todo el cielo era armonía y número. Y cuantas
similitudes podían mostrar entre los números y las escalas musicales en relación
con las afecciones y partes del cielo y en relación con el ordenamiento cósmico en
su conjunto, las reunían y trataban de hacerlas corresponder. Y si algo faltaba en
alguna parte, se desvivían porque todo el sistema les resultara coherente. Por
ejemplo, como les parecía que una década es perfecta y abarca la naturaleza entera
de los números, afirman que los cuerpos que se mueven por el cielo son diez y,
aunque los visibles son solo nueve, crean por esta razón la “antitierra”, más de ello
hemos hablado con más detalle en otro lugar.

5
[Aecio. II, 30, 1]
Algunos pitagóricos, entre ellos Filolao, dicen que la luna aparece semejante a la
tierra a causa de estar habitada tal como nuestra tierra, aunque por animales y
plantas más grandes y más bellos. Dice, en efecto, que los animales que hay en ella
son quince veces más poderosos y no expelen excrementos; y que el día es otro
tanto más extenso.

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Alcmeón de Crotona
(500-450 A.C.)

[Clemente. Protr. 66]


Alcmeón de Crotona creía que los astros, en cuanto están animados, son dioses.

[Diógenes Laercio. VIII, 8]


Acerca de las cosas invisibles, acerca de las cosas mortales, los dioses tienen
conocimiento claro; pero para los hombres <sólo existe la posibilidad de> juzgar a
partir de signos.

[Aristóteles. Del Alma. I, 2, 405a-b]


Alcmeón parece pensar acerca del alma de manera similar…Dece, en efecto, que es
inmortal porque se asemeja a las cosas inmortales, y que posee esta cualidad en
cuanto se mueve siempre, puesto que todas las cosas divinas—la luna, el sol, los
astros y el cielo íntegro—se mueven siempre, en forma incesante.

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Heráclito de Éfeso
(540-480 A.C.)

[Platón. Crát. 402a]


En algún lugar dice Heráclito que todo se mueve y nada permanece, y comparando
las cosas con la corriente de un río, dice que en el mismo río no nos bañamos dos
veces.

[Plutarco. De E. 388e]
“Con el fuego tienen intercambio todas las cosas” dice Heráclito, “y todas las cosas
con el fuego, tal como con el oro las mercancías, y las mercancías con el oro”.

[Hipólito. IX, 10, 7]


Afirma también que hay un juicio del mundo y de todas las cosas que hay en él por
obra del fuego, cuando dice: “todas las cosas las gobierna el rayo”, esto es, las
dirige, porque llama “rayo” al fuego eterno.

6
[Escoliasta. Rep. VI, 498a]
Heráclito de Éfeso, que es un filósofo de la naturaleza, decía que el sol, en su
marcha hacia el mar occidental, se apaga al sumergirse en éste; luego pasa debajo
de la tierra y, tras llegar al levante, se enciende nuevamente, y que esto sucede
siempre.

[Alejandro de Afrodisias. Meteor. 72, 31]


Respecto del sol no sucede nada semejante, puesto que, si el sol se alimentara como
el fuego… como afirma Heráclito, sería nuevo cada día, encendiéndose cada día
distinto del anterior que se apagó en el ocaso, sino que siempre y continuamente
sería nuevo, y distinto en cada momento.

[Olimpodoro. Meteor. 136, 6]


…En efecto, Heráclito decía que el sol, por ser fuego, cuando está en el levante se
enciende por causa del calor que hay allí, mientras al marcharse hacia el poniente
se apaga por el frío que hay allí.

[Plutarco. De Exil. 604a]


“El sol no traspasará sus medidas”, dice Heráclito; “si no, las Erinias, asistentes de
Diké [la justicia], lo descubrirán”.

[Clemente. Strom. V. 103-104]


El cosmos, el mismo para todos, ninguno de los dioses ni de los hombres lo ha
hecho, sino que existió siempre, existe, y existirá, en tanto fuego siempre vivo, que
se enciende con medida y se apaga con medida.

[Simplicio. Fis. 24, 4]


Atribuye [Heráclito] a la transformación del cosmos un cierto orden y un tiempo
determinado, según una necesidad fatal.

[Aecio, I, 3, 11]
Heráclito e Hipaso de Metaponte… dicen que del fuego se genran todas las cosas, y
en el fuego todas terminan; al extinguirse éste todas las cosas forman el universo…
y nuevamente el cosmos y todos los cuerpos son consumidos en la conflagración.

[Orígenes. C. Celso. VI, 42]


Al decir de Heráclito “es necesario saber que la guerra es común y la justicia
discordia, y que todo sucede según discordia y necesidad”.

7
[Aristóteles. Ét. Eud. VII, 1, 1235a]
También Heráclito censura al poeta que dice “que cese la discordia tanto entre
dioses como entre hombres”; pues entonces no habría armonía, si no existieran lo
agudo y lo grave; ni habría animales si no existieran hembra y macho, que son
contrarios.

[Aecio. I, 7, 22]
Heráclito dice que el fuego periódico es dios eterno, y que el destino es la razón
moldeadora de las cosas a partir del movimiento de contrarios.

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Parménides de Elea
(530-470 A.C.)

[Hipólito. I, 11, 1]
También Parménides concibe al universo uno, eterno, inengendrado y esférico.

[Simplicio. Fis. 86, 31-32]


Pues [dice Parménides] ni hay ni habrá nada ajeno aparte de los que es.

[Simplicio. Fis. 145, 23-26]


Tampoco es [el universo] divisible, ya que es un todo homogéneo, ni mayor en
algún lado, lo que impediría su cohesión, ni algo menor, sino que todo está lleno de
ente; por ello es un todo continuo, pues el ente se reúne con el ente.

[Aecio I, 24, 1]
Parménides y Meliso niegan la generación y la destrucción, a raíz de considerar el
universo inmóvil.

[Alejandro de Afridisias. Meteor. 31, 7]


Respecto de Parménides y su doctrina, Teofrasto, en el primer libro de la Física,
habla así: “Parménides… recorre ambos caminos… por un lado, según la verdad,
supone que el universo es uno, inengendrado y esférico; y, por otro lado, según la
opinión de la mayoría, asigna a la generación de los fenómenos dos principios:
fuego y tierra, uno como materia, y el otro como causa y agente”.

[Aristóteles. Fis. III, 6, 207a]


El todo es aquello fuera de lo cual no hay nada.

[Aecio. II, 7, 1]
Parménides dice que hay anillo que se enroscan uno sobre el otro, unos
compuestos de lo sutil y otros compuestos de lo denso… Y el más central de todos
los anillos mixtos es tanto <principio> como <causa> del movimiento y de la
generación, a la cual denomina divinidad gobernante y portadora de las llaves, Diké
(justicia) y necesidad.

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[Cicerón. De Nat. Deor. I, 11, 28]
Parménides ideó algo semejante a una corona (stepháne la llama), un círculo pleno
de fuegos y luz que circunda el cielo.

[Cicerón. Acad. II, 37, 118]


Parménides dice que el fuego mueve a la tierra, la cual es formada por aquel.

[Aecio. II, 15, 4]


Parménides ordena en el éter primeramente la estrella matutina—que es
considerada por él la misma vespertina—, después de ella el sol, abajo del cual
están los astros, situados en la región ígnea, que se llama cielo.

[Anónimo Bizantino. 52, 19]


Y de las estrellas fijas que giran con el universo, algunas son para nosotros
indeterminables y sin nombres, como ha dicho Parménides el físico, en tanto otras,
que poseen nombres hasta la sexta magnitud, son miles, según Arato.

[Aecio. II, 26, 2]


Parménides dice que la luna es semejante al sol y que es iluminada por él.

[Aecio. III, 1, 4]
Dice Parménides [sobre la vía Láctea] que la mezcla de lo denso y lo sutil produce
el color lácteo.

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Meliso de Samos
(470-430 A.C.)

[Simplicio. Fís. 103, 31-104, 1]


Lo que es homogéneo no puede perecer, ni hacerse más grande, ni cambiar su
forma, ni tener dolor, ni sufrir pena. En efecto, si padeciese alguna de estas cosas,
no sería entonces uno. Ciertamente, lo que se mueve por un movimiento cualquiera
cambia a partir de algo en algo distinto. Pero [dijimos que] no había otra cosa que
lo que es; y esto, por tanto, no se mueve.

[Aristóteles. Fís. IV, 6, 213b]


Meliso demuestra que el todo es inmóvil sobre la base de esas argumentaciones: si,
en efecto, se moviese, necesariamente existiría –dice—el vacío, pero el vacío no es
una de las cosas que son.

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Empédocles de Agrigento
(495-444 A.C.)

[Filópono. De Gen. y Corr. 19, 3]


Y expresa nuevamente Empédocles que al dominar la Amistad todo llega a ser uno
y se realiza la Esfera, que no posee cualidad. De este modo ni lo característico del
fuego ni de cualquiera de los otros elementos se preserva en él, dejando de lado
cada uno de los elementos su forma particular.

[Aristóteles. De Gen. y Corr. I, 1, 315a]


Pues en verdad sin que existieran aún el fuego, la tierra y el agua, el todo era Uno.

[Hipólito. VIII, 29]


Empédocles… llama Necesidad a la transformación de los Uno en lo múltiple según
el Odio, y de lo múltiple en lo Uno según la Amistad.

[Aecio. I, 3, 20]
El agrigentino Empédocles, hijo de Metón, dice que hay cuatro elementos—fuego,
aire, agua y tierra—y dos fuerzas originarias, Amistad y Odio, una de las cuales es
unificadora y la otra divisiva.

[Aecio. II, 31, 4]


Dice Empédocles que la distancia de la tierra al cielo—o sea, su elevación respecto
de nosotros— es menor que la dimensión según la anchura. Según esto, al hayarse
el cielo con mayor extensión, el mundo está dispuesto en forma parecida a la de un
huevo.

[Aecio. II, 1, 4]
Dice Empédocles que la órbita sola es el contorno del límite del mundo.

[Aecio. II, 20, 13]


Empédocles cree que hay dos soles: uno es el arquetipo y es el fuego que está en el
otro hemisferio del mundo. Llena el hemisferio y está siempre colocado en frente
del lugar en el que refleja sus rayos. El otro es el visible, y es el reflejo en el otro
hemisferio, hemisferio que está lleno de aire mezclado con calor. Es producido por
la reflexión de la tierra redonda hacia el sol cristalino y se arrastra circularmente
con el movimiento del hemisferio ígneo. Para decirlo brevemente, el sol es un
reflejo del fuego que rodea a la tierra.

[Aecio. II, 21, 2]


[El sol] producto de reflejo, es del mismo tamaño que la tierra.

10
[Aecio. II, 25, 15]
Empédocles [dice que la luna] es de aire condensado en forma de nube, solidificada
por el fuego, por lo cual constituye una combinación.

[Aecio. II, 31, 1]


El sol dista de la tierra el doble que de la luna.

[Aecio. II, 13, 11]


Dice Empédocles que las estrellas fijas están atadas al hielo, mientras que los
planetas están sueltos.

[Aristóteles. Meteor. II 9, 369b]


[Sobre el relámpago] Algunos dicen que se produce fuego en las nubes. Y expresa
Empédocles que ello es por el aprisionamiento de los rayos del sol [en las nubes.]

[Aristóteles. Del Cielo. II, 134, 205a]


Otros, como Empédocles, [dicen] que es el movimiento del cielo el que, rotando en
círculo con mayor rapidez, impide el movimiento de la tierra. Es comparable al
agua en las copas, pues cuando la copa es agitada en círculos también cae a pesar
de que muchas veces se halla debajo del bronce y sería lo natural para ella dirigirse
hacia abajo. Es debido a la misma causa.

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Anaxágoras de Clazomenas
(500-428 A.C.)

[Diógenes Laercio. II, 6]


El clazomenio Anaxágoras…, fue discípulo de Anaxímenes, y el primero que dio
primacía al intelecto sobre la materia. Al comienzo de su libro, expresándose de
una manera agradable y solemne, dice: “todas las cosas estaban juntas; después
llegó el intelecto y las ordenó cósmicamente”

[Hipólito. I, 8, 1]
El clazomenio Anaxágoras… dijo que el principio del universo es intelecto y
materia: el intelecto como agente, la materia en tanto deviene. En efecto, estando
todas las cosas juntas, al llegar el intelecto las ordenó cósmicamente.

[Cicerón. Acad. II, 37, 118]


Anaxágoras dice que la materia es infinita, pero que de ella surgen diminutas
partículas, similares entre sí, mezcladas en un comienzo y después puestas en
orden por una mente divina.

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[Simplicio. Fís. 154, 29-31]
Anaxágoras dice que el mundo se genera una sola vez a partir de la mezcla y que
permanece por el resto [del tiempo], administrado y discernido por el intelecto que
lo comanda.

[Hipólito. I, 8, 3]
La tierra tiene forma plana y permanece suspendida en el cielo a causa de su
magnitud y de no existir vacío, así como a causa de una gran fuerza del aire, que
soporta a la tierra “cabalgante”.

[Simplicio. Del Cielo. 511, 23]


La mayoría dice que la tierra está situada en el centro, como… Anaxágoras.

[Filóstrato. V. Apol. I, 2, p. 3, 6]
¿Quién no sabe que Anaxágoras… dijo la verdad cuando pronosticó que el día se
haría noche y que del cielo caerían piedras en Egospótamos?

[Diógenes Laercio. II, 10]


Se cuenta que [Anaxágoras] predijo la caída de la piedra que se produjo en
Egospótamos, la cual –según dijo— cayó desde el sol.

[Plinio. Hist. Nat. II, 149]


Los griegos cuentan que, en el segundo año de la olimpiada 78ª (467-466 A.C.), el
clazomenio Anaxágoras, por su conocimiento de la ciencia del cielo, predijo en qué
días caería una piedra desde el sol, lo cual sucedió de día en un lugar de Tracia,
junto al río Egos. La piedra se exhibe aún hoy, es del tamaño de una carretada y de
color marrón; también durante aquellas noches ardieron cometas. Si alguien cree
que ésta fue una predicción, debe reconocer que la capacidad adivinatoria de
Anaxágoras era muy grande.

[Aecio II, 20, 6]


Anaxágoras dice que el sol es una masa incandescente o una piedra de fuego.

[Hipólito. I, 8, 6]
[De acuerdo a Anaxágoras] el sol, la luna y todos los astros son piedras
incandescentes.

[Hipólito. I, 8, 9]
El eclipse de sol [se produce] porque la luna lo oculta durante la luna nueva.

[Diógenes Laercio. II, 9]


Al comienzo los astros se movían según la forma de una cúpula, de modo que el
polo aparecía siempre perpendicular a la tierra, pero después adoptaba su
inclinación. La vía Láctea es un reflejo de la luz de los astros que no brillan [a
causa] del sol. Los cometas son una conjunción de planetas que lanzan llamas; las
estrellas fugaces son como chispas que irradia el aire.

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[Aecio II, 21, 3]
Anaxágoras dice que el sol es mucho más grande que el Peloponeso.

[Aecio, III, 2, 9]
Anaxágoras dice que las llamadas estrellas fugaces son como chispas que caen
desde el éter; por eso también se extinguen inmediatamente.

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Demócrito de Abdera
(460-370 A.C.)

[Pseudo Plutarco, 7]
Demócrito de Abdera sostenía que el universo es infinito, puesto que no ha sido
modelado por artesano alguno. Afirma además que es inmutable; y, en general,
expone con precisión cual es la naturaleza del universo: ningún principio poseen
las causas de lo que ahora está sujeto al devenir, sino que desde siempre, desde un
tiempo infinito, la necesidad gobierna absolutamente todo, “tanto lo que ha sido
como lo que es y lo que será”.

[Hipólito. I, 12]
[Los átomos], entrelazándose, dieron origen a los astros, que aumentan y
disminuyen por causa de la necesidad; pero [Leucipo] no explica qué es la
necesidad.

[Cicerón. De Nat. Deor. I, 24, 66]


[De los corpúsculos] surgió el cielo y la tierra sin que nada los haya obligado, sino
en forma fortuita.

[Aecio. I. 26, 2]
Dice Demócrito [acerca de la naturaleza de la necesidad] que consiste en la
impenetrabilidad, el desplazamiento, y el choque de la materia.

[Lactancio. Inst. Div. I, 2]


…comenzar por aquella cuestión que parece ser la primera por naturaleza: si hay
una providencia que se ocupa de todo o si todas las cosas son o se generan por obra
de azar. Demócrito es el autor de esta sentencia…

[Simplicio. Fís. 1153, 22]


Democrito estaba a tal punto convencido de la eternidad del tiempo, que para
demostrar que no todas las cosas han sido generadas, tomó como ejemplo, para él
evidente, que el tiempo no ha sido generado.

[Hipólito. I, 12]
[Leucipo] dice que los mundos se produjeron así: cuando muchos cuerpos, a partir
de lo circundante, se reunieron y confluyeron en un gran vacío, chocando entre sí,

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se combinaron los que tenían figuras semejantes o eran similares en cuanto a sus
formas, y entrelazándose, dieron origen a los astros.

[Aecio. I, 4]
El mundo se estableció asumiendo una forma curva, y su formación fue así: como
los átomos tienen un movimiento imprevisible y azaroso, incesante y velocísimo,
muchos cuerpos confluyeron hacia un mismo lugar, en virtud de tener una gran
variedad de figuras y de tamaños. Una vez reunidos en el mismo lugar, los que eran
mayores y más pesados, se replegaron completamente; los pequeños, redondos,
lisos, resbaladizos, se apretujaron hacia arriba en virtud de la reunión de los otros
átomos. Como, por una parte, la fuerza que los hacía chocar cesó y el choque ya no
los llevó hacia arriba, y, por otra parte, no podían descender, se comprimieron en
los lugares que pudieron recibirlos. Se quedaron en la periferia y hacia allí se curvó
la multitud de los cuerpos. Combinándose entre sí de forma flexionada, dieron
origen al cielo. Los átomos, aunque tienen la misma naturaleza, son diversos—
como ya se dijo—y los que se dirigieron hacia arriba forjaron la naturaleza de los
astros. La multitud de los átomos que subían como resultado de la evaporación,
golpeaban el aire y lo comprimían. Esta multitud, convertida en viento a causa del
movimiento y abarcando completamente a los astros, los llevó consigo y vigila
ahora toda la traslación celeste.

[Cicerón. Acad. II, 17, 55]


…Y dices que Demócrito sostiene que hay innumerables mundos, entre los cuales
algunos son no solo semejantes, sino tan perfecta y absolutamente iguales que
ninguna diferencia los separa, cosa que ocurre también entre los hombres.

[Hipólito. I, 13, 2]
[Afirma Demócrito] que hay infinitos mundos y que ellos difieren por su magnitud;
dice, además, que en algunos de ellos no hay ni sol ni luna, que en algunos el sol y
la luna son más grandes que los de nuestro mundo y que en otros mundos hay más
de un sol y más de una luna. Las distancias entre los mundos son desiguales y en
algunas partes <del vacío> hay más mundos y en otras menos; mientras que
algunos mundos están desarrollándose, otros han alcanzado su pleno desarrollo y
otros están en vías de decadencia; y mientras que en otras partes hay mundos en
formación, en otras los hay que están en declinación; además, los mundos perecen
cuando se abalanzan el uno sobre el otro. Dice, además, que hay varios mundos
carentes de animales, de plantas y de todo elemento húmedo… Un mundo se
desarrolla hasta que ya no tiene la capacidad de englobar algo exterior a él.

[Epifanio. Adv. Haer. III, 2, 9]


Demócrito… afirma que el mundo es infinito y que reposa sobre el vacío.

[Diógenes Laercio. IX, 44]


Los átomos… se desplazan en el universo arremolinándose y de este modo generan
todos los compuestos, fuego, agua, aire, tierra; pues también estos son compuestos
de ciertos y determinados átomos.

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[Aristóteles. Del Cielo. III, 4, 303a]
Pero [Demócrito y Leucipo] no precisaron qué ni cuál es la figura de los cuatro
elementos, excepto la del fuego, al que corresponden átomos esféricos.
Diferenciaron al aire, al agua y a las demás <sustancias> por la grandeza o
pequeñez <de sus átomos>, en la suposición que su naturaleza era la totalidad
seminal de los elementos.

[Filópono. Del Alma. 83, 27]


…el fuego es incorpóreo, pero no incorpóreo en sentido estricto (pues ninguno de
ellos [los atomistas] admite esto), sino para dar a entender que entre los cuerpos es
incorpóreo debido a la sutileza de sus partes.

BIBLIOGRAFÍA

Fragmentos Presocráticos: de Tales a Demócrito (2010). Introducción,


Traducción y notas de Alberto Bernabé. Madrid, Alianza Editorial.

Hesíodo (1978). Obras y Fragmentos. Traducción de Aurelio Pérez Jiménez y


Alfonso Martínez Díez. Madrid, Editorial Gredos.

Los Filósofos Presocráticos. Vol. I. (1981). Introducción, traducción y notas de


Conrado Eggers Lan y Victoria E. Juliá. Madrid, Editorial Gredos.

Los Filósofos Presocráticos. Vol. II. (1985). Introducción, traducción y notas de


Néstor Luis Cordero, Francisco José Oliveri, Ernesto de la Croce y Conrado
Eggers Lan. Madrid, Editorial Gredos.

Los Filósofos Presocráticos. Vol. III. (1986). Introducción, traducción y notas de


Armando Poratti, Néstor Luis Cordero, María Isabel Santa Cruz de Prunes y
Conrado Eggers Lan. Madrid, Editorial Gredos.

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