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Las técnicas de litigación oral aplicadas en los alegatos de

apertura y clausura, así como, en los interrogatorios y


contrainterrogatorios.

Con el tiempo las técnicas de litigación oral se han hecho de mucha importancia al
momento de que un superior tome la decisión final, ya que como sabemos dichas
técnicas están relacionadas a la capacidad argumentativa y persuasiva del litigante,
por ello es considerada fundamental durante algún proceso ya que ha permitido a las
partes expresar de manera clara y directa los argumentos ante el juez o tribunal
correspondiente.

Ahora hablemos de los alegatos de apertura, aquellos alegatos iniciales constituyen la


narración que las partes hacen al Tribunal de enjuiciamiento para poder manifestar,
desde sus respectivos puntos de vista, cómo fue que ocurrieron los hechos, como
podría probarse lo ocurrido y cuál es la calificación jurídica que les corresponde; en
otras palabras, consiste en la exposición de las teorías del caso. Este debe contener o
tener en cuenta tres elementos de la teoría del caso; factico, probatorio y Jurídico.
Empecemos con un tema llamémosle el título de nuestro caso que en si es la idea que
resume valga la redundancia el caso. Por consiguiente, seria el elemento factico el cual
sería o narraría según nuestra versión, lo que ocurrió, sin destapar aun nuestras
pruebas, por tanto, los jueces no conocen lo que pasó y toda conclusión de los
litigantes representa su opinión. Ya se sabe que el litigante hablará a favor de su caso,
pero si en lugar de narrar hechos expone sus conclusiones, el tribunal no sabrá
exactamente lo que sucedió. Hacer eso arriesga, además, a que la contraparte objete
nuestro alegato. Después estaría el elemento probatorio el cual seria los medios de
prueba, en otras palabras, la versión que se ha dado lo puedo probar con…. Si bien es
cierto algunos abogados prefieren que solo mencionar o indicar que la teoría del caso
se probara con los testigos o elegir una u otra forma de presentación, ya que depende
de la estrategia del litigante. Por ultimo está el elemento jurídico, es el cual menciona
la consecuencia que tiene el delito o consiste en indicar al Tribunal de enjuiciamiento
el cumplimiento o no del tipo penal. Dado que los alegatos iniciales son una especie de
adelanto o avances sobre la película que se desarrollará en el juicio. Para el cierre del
alegato de apertura o iniciales es la petición el cierre, la solicitud que se dirige al
tribunal de enjuiciamiento.

Analizando lo escrito anteriormente puedo decir que elaborar un guion no es redactar


un “escrito de alegatos iniciales”, consiste en tener la información básica claramente
estructurada para manejarla con facilidad. Eventualmente el guion se convertirá en
una herramienta para planeación de los alegatos y su utilización en las audiencias la
cual aportará o servirá de soporte para la información esencial del caso, ya que es
información básica, sin olvidar de ser lo más concreto y contundente posible ya que
será más fácil la atención que nos brinda el tribunal.

José A. Herrera Guzmán


Una vez expuestos los alegatos iniciales la audiencia de juicio oral continúa con los
interrogatorios, pues interrogar es cuestionar al testigo acerca de los hechos relevantes del
caso. Al igual que los alegatos iniciales, el interrogatorio precisa de la previa elaboración
de la teoría del caso, pues las preguntas deben ir en pos de información específica que
el testigo debe comunicar al Tribunal de enjuiciamiento. En si los alegatos iniciales
exponen la teoría del caso, los interrogatorios la prueban. Tienen como finalidad que
los testigos brinden información que de una u otra manera pruebe la teoría del caso
ante el tribunal de enjuiciamiento, lo cual busca que la información que ellos brinden
persuada a los jueces. Algunos expertos sugieren que, una vez que se ha acreditado lo
suficiente a un testigo, se deben utilizar frases de transición o títulos que indiquen a
los jueces que se pasará a otro tema o fase del interrogatorio. Dichas frases de
transición son útiles tanto en el interrogatorio como en el contrainterrogatorio y deben
usarse siempre que se vaya a abordar un tema diferente. Para que el Tribunal de
enjuiciamiento comprenda adecuadamente la historia, se deben dirigir las preguntas
de modo que cubran las dimensiones de tiempo y espacio; es decir, las interrogantes
deben llevar un hilo secuencial y descriptivo, Siempre se debe procurar que el
interrogatorio concluya con una declaración impactante. Un cierre fuerte causará
mayor impresión en los jueces.

Se suele decir que los alegatos finales son una exposición crucial del proceso, por que ya
sabríamos lo que se ha logrado probar y aquello que no pudo probarse en el juicio;
sabemos en qué atenuamos la versión de la contraparte y en qué menguó o mejoró
nuestra posición al mostrarse las pruebas; por tanto, no queda más que la última
disertación, con la cual los jueces fallarán el caso. Entonces con los alegatos finales se
produce una transición, en la que la teoría del caso pasa a ser la verdad del caso por lo
que es necesario que centremos nuestra exposición en los hechos probados, e
indiquemos con qué fueron acreditados, para no dejar duda alguna a los jueces y
estos puedan fallar a nuestro favor.

A diferencia de lo que son los alegatos iniciales, como lo menciono al principio que son
en donde únicamente se exponen los hechos, en estos la exposición se hace tanto
narrativa como argumentativa, su objetivo es mostrarles a los jueces las razones por
las que los hechos ocurrieron de una determinada manera, con esto se busca que al
exponer frente a los jueces se pretende comprobar que los elementos del tipo penal
se cumplieron o no, y en consecuencia, los jueces deben fallar en determinado
sentido. Si bien es cierto estos alegatos tienen como finalidad comunicar a los jueces
que determinada teoría del caso se ha sostenido y por ese debe fallarse a su favor.
Estos contienen una determinada secuencia. Los alegatos finales se hacen cotejando la
teoría del caso propia con las pruebas obtenidas en el juicio, y la teoría del caso y
pruebas de la contraparte. Lo primero sirve para argumentar y lo segundo para hacer
refutaciones a la teoría del caso contraria. De ahí la importancia de evaluar, en el
momento, cada una de las actuaciones que tienen lugar en el juicio.

Así como he mencionado que a lo largo del juicio se evalúa cada actuación. Al finalizar
el desahogo de la prueba, hay que ensamblar las piezas de todo el rompecabezas que
se llama alegatos finales. Hay que unir toda la información que se recibió durante todo

José A. Herrera Guzmán


el juicio oral: qué si bien es cierto ofrecimos probar nosotros, qué ofreció probar la
contraparte, qué dijeron los testigos, qué probaron, cuál reveló falta de credibilidad,
etc. Ello permite, con visión de conjunto, determinar fehacientemente si acreditamos
nuestra teoría del caso. Si los alegatos iniciales sirvieron para ofrecer que
determinados hechos se prueben, los alegatos finales sirven para confirmar los puntos
probados, y dar así consistencia a lo ofrecido. Esto hay que anunciarlo a los jueces,
pues con ello se fortalece nuestra teoría del caso y la credibilidad.

En síntesis, la correcta utilización de estas técnicas puede tener un impacto


significativo en el resultado del proceso, así como en la transparencia e imparcialidad
del sistema de justicia penal ecuatoriano. Se exploran las principales técnicas de
litigación oral y se enfatiza su importancia en la comprensión de los hechos y pruebas
presentadas, lo cual puede generar confianza en el proceso penal y en la toma de
decisiones del juez o tribunal. Se concluye que la oralidad es esencial para un correcto
desarrollo del proceso penal. Este dominio requiere de una previa preparación y
constante práctica, pero su correcta utilización puede tener un impacto significativo en
el resultado del proceso y en la confianza en el sistema de justicia penal.

José A. Herrera Guzmán

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