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CREAR UNA CIENCIA MORAL

PROPUESTA DE NIETZSCHE EN MÁS ALLÁ DEL BIEN Y DEL MAL

En Más allá del bien y del mal Nietzsche defiende tesis que nos impresionan
negativamente, a nosotros que vivimos en un mundo donde se apela
constantemente a valores democráticos. Baste pensar en lo que dice acerca del
lugar que la mujer debe ocupar dentro de las sociedades, o sobre la jerarquía
original que divide a unos seres humanos de otros, siendo unos señores y otros
esclavos. A la vez, no obstante, compartimos con Nietzsche algunas otras de sus
ideas, asentimos, al menos parcialmente, a ellas. Puedo citar en este caso su
crítica al concepto de voluntad tal como ha sido entendido por cierta filosofía y
ciertas personas, o también su análisis de cómo el sufrimiento (entendido éste en
un sentido determinado) contribuye constantemente en la formación de la cultura y
la personalidad. Más allá del bien y del mal se nos presenta, desde luego, como
un escrito polémico. Pero ¿cómo entender estos extremos que representan para
nosotros la filosofía de Nietzsche? ¿Qué podemos sacar hoy de su filosofía para
comprender nuestro mundo?
Considero que un hilo conductor adecuado para comprender Más allá del bien y
del mal consiste en estudiar la propuesta de Nietzsche de desarrollar lo que él
llama en diversos pasajes una “ciencia de la moral” (Wissenschaft der Moral). Los
prolegómenos para una filosofía del futuro descansan precisamente en la
posibilidad de que pueda desarrollarse una ciencia de la moral y en cómo
justamente se desarrolle. Propongo un itinerario que consta de cuatros estaciones.
La primera es la presentación de la propuesta y apuntar sus rasgos más
sobresalientes. La segunda es la de comentar cuáles son los principales
problemas que, de acuerdo con Nietzsche, han de ser abordados por una ciencia
de la moral. La tercera consiste en considerar los análisis específicos que dedica a
dichos problemas y las soluciones que propone. Finalmente, la cuarta estación de
este itinerario consiste en englobar todo en una síntesis para ver el aspecto que
tiene y alcanzar una comprensión global de lo que Nietzsche indica bajo la frase
“ciencia de la moral”.
I. Una nueva filosofía de la moral o psicología

Para comenzar, citaré in extenso el texto central donde Nietzsche señala en qué
consiste la ciencia de la moral. Se trata de la primera mitad del fragmento 186, el
cual es el primero de la sección quinta, titulada “Para la historia natural de la
moral”. Dice así:
El sentimiento moral es ahora en Europa tan sutil, tardío, multiforme, excitable,
refinado, como todavía joven, incipiente, torpe y groseramente desmañada es la
«ciencia de la moral» que a él corresponde: atractiva antítesis que a veces se encarna
y hace visible en la propia persona de un moralista. Ya la expresión «ciencia de la
moral» resulta, con respecto a lo designado por ella, demasiado presuntuosa y
contraria al buen gusto: el cual suele ser siempre un gusto previo por las palabras más
modestas. Deberíamos confesarnos, con todo rigor, qué es lo que aquí necesitamos
todavía por mucho tiempo, qué es lo único que provisionalmente está justificado, a
saber: recogida de material, formulación y clasificación conceptuales de un inmenso
reino de delicados sentimientos y diferenciaciones de valor, que viven, crecen,
engendran y perecen, y, acaso, ensayos de mostrar con claridad las configuraciones
más frecuentes y que más se repiten de esa viviente cristalización, como preparación
de una tipología de la moral. Desde luego: hasta ahora no hemos sido tan modestos.
Con una enervada seriedad que hace reír, los filósofos en su totalidad han exigido de
sí mismos, desde el momento en que se ocuparon de la moral como ciencia, algo
mucho más elevado, más pretencioso, más solemne: han querido la fundamentación
de la moral, y todo filósofo ha creído hasta ahora haber fundamentado la moral; la
moral misma, sin embargo, era considerada como «dada». ¡Qué lejos quedaba del
torpe orgullo de tales filósofos la tarea aparentemente insignificante, y abandonada en
el polvo y en el moho, de una descripción, aunque para realizarla es difícil que
pudieran resultar bastante finos ni siquiera las manos y los sentidos más finos de
todos! Justo porque los filósofos de la moral no conocían los facta morales más que de
un modo grosero, en forma de un extracto arbitrario o de un compendio fortuito, por
ejemplo como moralidad de su ambiente, de su estamento, de su iglesia, de su espíritu
de época, de su clima y de su región, justo porque estaban mal informados e incluso
sentían poca curiosidad por conocer pueblos, épocas, tiempos pretéritos, no llegaron a
ver en absoluto los auténticos problemas de la moral: los cuales no emergen más que
cuando se realiza una comparación de muchas morales. Aunque esto suene muy
extraño, en toda «ciencia de la moral» ha venido faltando el problema mismo de la
moral: ha faltado suspicacia para percibir que aquí hay algo problemático. Lo que los
filósofos llamaban fundamentación de la moral, exigiéndose a sí mismos realizarla, era
tan sólo, si se lo mira a su verdadera luz, una forma docta de la candorosa creencia en
la moral dominante, un nuevo medio de expresión de esta, y, por lo tanto, una realidad
de hecho dentro de una moralidad determinada, incluso, en última instancia, una
especie de negación de que fuera lícito concebir esa moral como problema: y en todo
caso lo contrario de un examen, análisis, cuestionamiento, vivisección precisamente de
esa creencia.

Estamos familiarizados con este tipo de objeciones a las teorías morales. Ya


Hegel, por ejemplo, cuestionó a Kant en un sentido no muy distinto en que ahora
lo hace Nietzsche.1 Pero vayamos por partes y atengámonos al texto de
Nietzsche.
Su ciencia de la moral se reduce a una fundamentación de una moral
determinada. Sentimiento moral fuerte, pertenencia a una moralidad; del otro lado,

1
Polémica entre Habermas y Alasdair MacIntyre.
no han visto como tarea necesaria, preliminar o como se quiera, la de analizar
muchas morales.
Una ciencia de la moral que no tenga por objeto primario la fundamentación de
una moral, sino que, antes que nada, haga un trabajo de recolector y clasificador
dentro del universo compuesto por muchas morales. ¿Qué se pide del sentimiento
moral? Que, al menos, sea capaz de hacer este trabajo delicado. Se le pide algo
más, que vea en la moral un problema. Habría por lo pronto dos opciones. De
acuerdo, esta es mi moral, y voy a trabajar como alguien al que le han dado una
tarea entre otras. Desde la ciencia actual, describir la astrología o la alquimia. Pero
lo que Nietzsche propone es que estos estudiosos reconozcan la moral se
convierta en un problema. El universo moral es un problema, incluso mi moral.
Parece que las dos posibilidades deberían de estar abiertas. Aunque Nietzsche se
inclina por la segunda. Si quisiéramos explicarnos por qué, tal vez deberíamos
decir que esto le permitiría al investigador estar a abierto a realizar mejores
análisis.
Aquí lo que está en cuestión, entre otras cosas pero principalmente, es el
camino que hemos de seguir en el desarrollo de esta ciencia. Nietzsche dice algo
más en esta misma sección. Aquí no habla directamente de la ciencia de la moral,
sino que se refiere a diversas ciencias sin mencionar una en específico, pero
considero justo entender el fragmento donde aparecen estos comentarios, el 192,
como un discurso directamente relacionado con la ciencia de la moral de la que ya
ha hablado. Esto es lo que dice Nietzsche. Somos precipitados. Debemos
entender que hay que corregirnos. Esto probablemente no significa para Nietzsche
como una diferencia entre modo errado de ver y modo acertado, ni tampoco desde
luego entre error y verdad como opuestos. Ver menos e inventar mucho, ver más.
Matices. Pero en todo caso ya hay un desarrollo de la ciencia, un salto importante.
Ya no se encuentra ésta en sus comienzos.
228.
Hay una tensión entre ciencia de la moral y exposición de una propia moral. De
moralizar, aunque en nombre de otra moral. Tensión productiva, al parecer.

¿De ahí la ambivalencia de “más allá del bien y del mal”?


Se cuestionan algunos de los prejuicios fundamentales del anterior modo de
proceder:
Intención
Voluntad
Verdad

Se analizan problemas novedosos y de importancia. La democratización de


Europa, por ejemplo.

Hay desarrollos. Por ejemplo:


229. Sobre la crueldad
244. Sobre “el alma alemana”

Planteamiento de la propuesta
Maneras posibles de echar a andar la propuesta (no olvidar el perspectivismo)
Ejercicios de la propuesta
Ante qué problemas se detiene la propuesta

El presente ensayo parte de una pregunta: ¿en qué consiste la desigualdad más
radical entre los seres humanos?
¿Nietzsche alguna vez vivió en el pueblo, de manera que pudiera entender la
moral del vulgo? Tiene noticias desde arriba (picardía, etc., ¿pero del – dentro,
diría él - pueblo?)

Nietzsche se opone en muchos y relevantes sentidos a nuestra comprensión, a


nuestra forma de entender el mundo. Mientras actualmente vivimos en sociedades
que apelan a valores democráticos, Nietzsche sostiene que no existe, en el plano
más hondo, una verdadera igualdad entre los seres humanos. Lo que existe,
señala, es una diferencia abismal.

Parece que más allá del bien y del mal tiene una, al menos, doble significación.

No podemos escamotearle algo a Nietzsche: es un psicólogo. Basta entenderlo


como un miembro de su siglo prodigioso en excelsos (aunque pocos) psicólogos:
Stendhal, Dostoievski, Tolstoi. No es poca cosa poder estar al lado de ellos.
Pero aquí empiezan las preguntas: ¿qué clase de psicólogo es Nietzsche?
No podemos escamotearle tampoco que es un hombre que piensa. No es que
simplemente tenga pensamientos, sino que ellos, como le gusta decir, salen de
caza. Indagan, huelen, persiguen.

Europa va saliendo de una larga crisis de autoritarismo. ¿No ha creado eso una
enorme cantidad de neurosis? ¿No es la reflexión psicológica de Nietzsche una
manera de interpretar el estado de su pueblo? Piénsese en lo que pasa hoy (o
podría pasar hoy) entre los musulmanes.

¿Cuál es mi vanidad y cuál mi orgullo? ¿Cómo traducir estos fenómenos al día de


hoy?
Nietzsche es una manera de atreverse; la democracia o, mejor, la comunidad,
otra.

Como señala Martha Nussbaum, Nietzsche no quiere que olvidemos que existen
sentimientos que se tienen por bueno, incluso por buenos hacia el prójimo, pero
que en realidad son maneras de ejercer la tiranía veladamente.

Religión: lo sagrado, lo divino; ahí la manifestación de las fuerzas, apetitos,


sentimientos.

¿Qué piensan las personas que es mejorar? Salir de pobres. Pero ¿qué es salir de
pobres?

Método, camino
Psicología moral, ciencia moral.
Desconfiar de sí mismo. Véase el p. 214. Interpretaciones y hechos.

Problemas. Se distancia de los planteamientos al estilo de Kant. Nietzsche suele


plantearlos de manera más concreta. ¿Cómo son posibles los juicios sintéticos a
priori? No. ¿Cómo es posible el santo?
La verdad y la vida
El cómo llegar a configurar un nuevo tipo de ser humano, de hombre.
La democratización de Europa
¿La “última” (digo, hasta ese momento) configuración de los estados nacionales
europeos?

Conceptos
a) Voluntad. Pero no tematiza poder. ¿Por qué? Pero a través de ejemplos.
Combate contra una tradición anquilosada. En este caso la teológica, cierta
interpretación y utilización del concepto de voluntad. Quizá sea
Schopenhauer su directo contrincante. Y Kant, por lo tanto.
b) Europa. Muchas cosas por decir. Pero, para empezar, entiende su propia
filosofía dentro de Europa.

SECCIÓN PRIMERA
DE LOS PREJUICIOS DE LOS FILÓSOFOS

Parágrafo 1
La vida está antes (en el tiempo) que la verdad

Parágrafo 2:
“¿Cómo podría una cosa surgir de su antítesis?”
“Las cosas de valor sumo es preciso que tengan otro origen”, así hablan los
metafísicos
“La creencia básica de los metafísicos es la creencia en las antítesis de los
valores”
Pero hay que dudar de eso

Parágrafo 3
El pensar consciente del filósofo está guiado por sus instintos
“También detrás de toda lógica y de su aparente soberanía de movimientos se
encuentran valoraciones o, hablando con mayor claridad, exigencias fisiológicas
orientadas a conservar una especie de vida”
Quizá los engaños son necesarios para conservar a seres como nosotros.
Principio “bien establecido” ya en psicología.

Parágrafo 4
“Admitir que la no-verdad es condición de la vida: esto significa, desde luego,
enfrentarse de modo peligroso a los sentimientos de valor habituales; y una
filosofía que osa hacer esto se coloca, ya sólo con ello, más allá del bien y del
mal”.
Es como decir, yo pienso desde otra perspectiva. O, al menos, trato de hacerlo. Y
eso significa que es preciso pensar el bien y el mal en función de la vida-

Parágrafo 5
El filósofo razona sobre (trata de justificar) algo que ya le ha dado el instinto (sus
ideas).
Dicen que tienen verdades, pero en realidad han hecho de sus prejuicios
verdades.
Señala que en su enmascarada filosofía, se revela que Spinoza era un “enfermo
erimítico”. ¿No es así también Nietzsche?

Parágrafo 6
Los instintos de los filósofos han intentado ganar un puesto: el de señores. “Pues
todo instinto ambiciona dominar: y en cuanto tal intenta filosofar”.
“En el filósofo, por el contrario [a diferencia del docto], nada, absolutamente nada
es impersonal; y es especialmente su moral la que proporciona un decidido y
decisivo testimonio de quién es él – es decir, de en qué orden jerárquico se
encuentran recíprocamente situados los instintos más íntimos de su naturaleza”.

Parágrafo 9
Empieza con un análisis, muy a su estilo, de que sería el “vivir según la
naturaleza”, defendido por los estoicos. ¿Qué es la naturaleza, pregunta
Nietzsche? “Derrochadora sin medida, indiferente sin medida, que carece de
intenciones y miramientos, de piedad y justicia, que es feraz y estéril e incierta al
mismo tiempo”.
“¿Vivir no es evaluar, preferir, ser injusto, ser limitado, querer-ser-diferente?”
“¿No es el estoico un fragmento de la naturaleza?”
La filosofía, la estoica y casi cualquier otra, crea el mundo a su imagen y
semejanza, es un instinto tiránico, es voluntad de poder.

Parágrafo 10
Nietzsche crítica las ideas modernas (menciona al positivismo) por su falta de
vigor y jovialidad. Los escépticos anti-realistas (¿una especie de doctores en
filología?) entonces se alejan (hacia el pasado) de las ideas modernas. Pero bien
podrían alejarse, hacia el futuro, parece decirnos Nietzsche.

Parágrafo 11. En varios parágrafos (al menos 2) se ha mencionado el


perspectivismo.
El desarrollo de la filosofía alemana no depende de los descubrimientos de Kant.
Es decir, no tanto de eso como del orgullo que se vio en Kant y el afán de
emularlo.
Kant: herramienta que tomaron algunos grupos importantes para tratar de
adormecer “el prepotente sensualismo” que aún existía en Europa.

Parágrafo 12.
“En primer término hay que acabar también con aquel otro y más funesto
atomismo, que es el que mejor y más prolongadamente ha enseñado el
cristianismo, el atomismo psíquico”
Alma: eterna e indivisible (cristianismo).
El nuevo psicólogo: “alma como estructura social (Gesellschaftsbau) de los
instintos y afectos”, “alma mortal”, “alma como pluralidad del sujeto”

Parágrafo 13
¿Instinto de autoconservación es el central de un ser vivo?
“Algo vivo quiere, antes que nada, dar libre curso a su fuerza – la vida misma es
voluntad de poder -: la autoconservación es tan solo una de las consecuencias
indirectas y más frecuentes de esto”.
Parágrafo 14
La física también es una interpretación y una manera de inventar el mundo.
Una interpretación sobre todo buena para los sentidos (un tanto democrática,
pues). A diferencia de la aristocrático-platónica: el dominio de los poderosos
sentidos.

Parágrafo 16
¿Certezas inmediatas?
Hay que saber dudar (de Descartes a la fecha lo han aprendido un poco los
filósofos) y no creer en pretendidas certezas: Yo pienso. Y, quizá, hasta dudar de
la verdad.

Parágrafo 19
¿La voluntad es algo sencillo y accesible sin más, como quiere Schopenhauer?
No, es complicada.
“Un hombre que realiza una volición es alguien que da una orden a algo que hay
en él, lo cual obedece, o él cree que obedece”. Y en eso ya conocemos el mandar
y el ser mandado. El yo oculta esta dualidad.
Aquí, Nietzsche es muy platónico y muy aristotélico, al menos en cierto sentido.

“Toda volición consiste sencillamente en mandar y obedecer, sobre la base, como


hemos dicho, de una estructura social de muchas almas; por ello un filósofo
debería arrogarse el derecho de considerar la volición en sí desde el ángulo de la
moral: entendida la moral, desde luego, como la doctrina de las relaciones de
dominio en que surge el fenómeno «vida»”

Parágrafo 20
Dime qué tipo de lengua hablas y te diré de qué manera filosofas
Un parentesco indudable, ¿pero hasta dónde?, con Lenkesdorf

Parágrafo 21
¿Puede uno causarse a sí mismo? ¿Sacarse de la nada sin responsabilidad de la
historia y la vida y Dios? Nadie es causa de sí mismo.

Parágrafo 22
¿Voluntad libre y no libre, pregunta Nietzsche? Voluntad fuerte y débil
Nietzsche sabe, este parágrafo lo demuestra, que su interpretación de la
naturaleza, de lo que la mueve, también puede ser considerada justamente como
interpretación y no como una descripción del en sí de las cosas. Pero señala (es
mi forma de verlo): no buscas la verdad, eres relativo. O: tu verdad es relativa, la
mía también, pero al menos es más fuerte.

¿No será que cada interpretación de la vida huma, que casi forzosamente lleva en
sí una de la naturaleza y el universo, descubre algo, pero sólo algo, en el universo,
una parte de él?

Parágrafo 23
¿Qué puede ser la nueva psicología? Una teoría de la evolución de la voluntad de
poder, esa es la propuesta de Nietzsche.
Odio, envidia, avaricia, forman parte de la economía de la vida. Y han de
acrecentarse si queremos que la vida crezca
Este parágrafo nos muestra que la de Nietzsche es la apuesta de un investigador.
La psicología, con este viraje, se mostrará como la señora de las ciencias.

SECCIÓN SEGUNDA
EL ESPÍRITU LIBRE

24
La ciencia es un refinamiento de la voluntad de no-saber, de no-verdad. Pero esto
es muy difícil de entender.
En realidad no hay antítesis: verdad y no-verdad, sino grados.
La ciencia ama la simplificación, el falsear, ¿por qué? Porque ama la vida, dice
Nietzsche.

25
Filósofos: “hay una veracidad más laudable en cada uno de los pequeños signos
de interrogación que colocáis detrás de vuestras palabras favoritas y de vuestras
doctrinas preferidas (y en ocasiones detrás de vosotros mismos), que en todos los
solemnes gestos y argumentos invencibles presentados ante los acusadores y los
tribunales”.

26
Hay que estudiar a la multitud y, dice Nietzsche, ponerse en camino “hacia
adentro”.

¿He de tomarlo como un consejo para el examen de las tradiciones?

28
El tiempo vivo de la prosa. ¿Quién es mencionado aquí? Maquiavelo, Petronio,
Aristófanes.

29
Sobre su elección filosófica: un peligro solitario.

30
La diferencia “exotérico/esotérico”, nos dice Nietzsche, no tiene que ver con
adentro, afuera, sino con la visión. El primero ve de abajo hacia arriba, el segundo,
al revés. Es decir, supone las jerarquías, no la igualdad.

31
Los jóvenes, no hacen matices. Afirmación.
Los adultos, se lamentan por no haber hecho matices. Dureza contra la fácil
afirmación, nos sometemos a la duda.
Diez años después: también lo anterior continuaba siendo juventud.

32
Periodos del desarrollo moral o humano:
El valor o disvalor de una acción dependen de su efecto (periodo premoral; no hay
eso de conócete a ti mismo)
Últimos diez mil años: el valor depende de la procedencia (“repercusión
inconsciente del dominio de valores aristocráticos”; periodo moral. Tentativa de
conocerse a sí mismo).
Quizá esté comenzando un periodo extramoral: “alienta la sospecha de que el
valor decisivo de una acción reside justo en aquello que en ella es no-
intencionado, y de que toda intencionalidad […] pertenece todavía a su superficie
y su piel”
Intención: signo y síntoma que requieren ser interpretados. Sutiles y honestas
conciencias de hoy, ese es su trabajo, entender que la moral ha de superarse a sí
misma.
Muy sugerente. ¿Es una investigación dentro de la modernidad, como quieren
MacIntyre y otros? ¿O se trata de algo más?

33
Se impone ser cautelosos ante: “por los otros”, “no por mí”. Esta parte de
Nietzsche puede parecer un tanto atrasada, como que peleara contra un enemigo
débil, una batalla equivocada. Pero no lo creo: ahí está el comienzo de En algún
valle de lágrimas.

34
El pensar, es posible que nos haya venido engañando, dice Nietzsche, eso está
casi claro en su (nuestro) mundo. “Ése [el que ya no lo queda nada más sincero
que desconfiar] tendría al menos un buen motivo para aprender por fin a
desconfiar de todo pensar: ¿no nos habría venido jugando el pensar hasta ahora
la peor pasada de todas?, ¿y qué garantía habría de que no continuará haciendo
lo que siempre ha hecho?”
“Que la verdad sea más valiosa que la apariencia, eso no es más que un prejuicio
moral; es incluso la hipótesis peor demostrada que hay en el mundo.
Confesémonos al menos una cosa: no existiría vida alguna a no ser sobre la base
de apreciaciones y de apariencias perspectivistas; y si alguien, movido por la
virtuosa exaltación y majadería de más de un filósofo, quisiera eliminar del todo el
“mundo aparente”, entonces, suponiendo que vosotros pudierais hacerlo [¿no le
pasó ya a Selene?], ¡tampoco quedaría ya nada de vuestra verdad! Sí, ¿qué es lo
que nos fuerza a suponer que existe una antítesis esencial entre «verdadero y
falso»? ¿No basta con suponer grados de apariencia y, por así decirlo, sombras y
tonos generales, más claros y más oscuros, de la apariencia? […] ¿Por qué el
mundo que nos concierne en algo no iba a ser una ficción?”

35
Voltaire. Es una imbecilidad decir que se busca la verdad para hacer el bien. ¿Qué
se va encontrar así?
¿Pero no hay aquí la misma propuesta que en Nietzsche? A saber, medir el valor
de la verdad por su contribución a otra cosa (el bien, el poder, qué más da). En
ese sentido, la doctrina de Nietzsche, la de la voluntad de poder, no es nada
novedosa.

36. Esencial para el tema de la voluntad de poder. Cabe notar que hay una
mención del propio Nietzsche de que esta propuesta sea tal vez llevar todo hasta
el absurdo.

Una propuesta metodológica (o exigencia): entender el mundo mecánico, también


llamado material, desde las posibles únicas cosas que haya, o sea, apetitos y
pasiones, pero en un grado más, ¿cómo decirlo?, anterior a la vida.
Esa es una buena hipótesis: en verdad eso, lo que sea que fuera, fue lo que se
convirtió en vida. ¿No es, de alguna manera, ya una cierta vida?
Pero Nietzsche, dinos, qué significa eso de “suponiendo, finalmente, que se
consiguiese explicar nuestra vida instintiva entera como la amplificación y
ramificación de una única forma básica de voluntad – a saber, de la voluntad de
poder, como dice mi tesis – suponiendo que fuera posible reducir todas las
funciones orgánicas a esa voluntad de poder, y que se encontrase en ella también
la solución del problema de la procreación y nutrición – es un único problema –
entonces habríamos adquirido el derecho a definir inequívocamente toda fuerza
agente como voluntad de poder. El mundo visto desde dentro, el mundo definido y
designado en su “carácter inteligible” sería cabalmente “voluntad de poder” y nada
más”.

39
Dureza y astucia versus “bonachonería suave, complaciente”. Las primeras son
mejores cualidades para un filósofo que las segundas. Para los nuevos filósofos,
dice Nietzsche.
Esta puede tomarse como una prueba, ciertamente indirecta, de que la “búsqueda
de la verdad”, guiada prácticamente por el bien y lo bueno, es inferior a la que está
guiada por la sospecha, lo malvado y asume la voluntad de poder. Quizá aquí hay
que oponer (¿oponer? ¿Dejar ahí?) los juegos que nos gustan. No todos son de
voluntad de poder.

Cita a Stendhal, “este último psicólogo grande”.


40
Sobre el pudor. Es genial.
“Hay acontecimientos de especie tan delicada que se obra bien en recubrirlos y
volverlos irreconocibles con una grosería; hay acciones realizadas por amor y por
una magnanimidad tan desbordante que después de ellas nada resulta más
aconsejable que tomar un bastón y apalear de firme al testigo de vista a fin de
ofuscar su memoria”. Me recuerda al personaje de “Dormir en tierra”.
Y este mismo parágrafo recuerda, completamente, casi de aquí podría haberlo
tomado, a “Tres versiones de Judas”.
La voluntad de poder, ¿no será entonces simplemente un gran amor?

41
Hay que saber guardarse dice Nietzsche en este parágrafo que parece hermano
del anterior. Guardarse ante cosas difíciles, cosas que quieren nuestra entrega, es
prueba, son pruebas de estar destinados a la independencia y al dominio.

42
Los nuevos filósofos: tentadores

43. Uno de los que hablan sobre la diferencia esencial entre unas personas y
otras.
Verdad no es necesariamente verdad para todos. ¿No necesariamente? Jamás,
dice Nietzsche. ¿Por qué? Lo explica así:
“las cosas tienen que ser tal como son y tal como han sido siempre: las grandes
cosas están reservadas para los grandes, los abismos, a los profundos, las
delicadezas y estremecimientos, a los sutiles y, en general, y dicho brevemente,
todo lo raro, a los raros”.

Pero, Nietzsche, tal vez algo raro sea, también, que todos somos raros en algún
sentido.

44
¿Qué es un (actual) espíritu libre (y en un futuro, muy libre)?
No, por cierto, los niveladores, de gusto democrático y moderno. No los que
responsabilizan a la vieja sociedad del mal presente. Los defensores de la
“igualdad de derechos” y “compasión con todo lo que sufre”. Ellos quieren el prado
verde de la felicidad de ovejas, quieren eliminar el sufrimiento. Tranquilidad es su
utopía.
Esta crítica de Nietzsche hay que ponerla en perspectiva: ¿dos ideas de
democracia?
De acuerdo con Nietzsche, para que el hombre fructifique “la peligrosidad de su
situación tuvo que aumentar antes de manera gigantesca”. Según él esto se debe
a una “correcta” apreciación del asunto. Todo lo despiadado, malvado y escondido
que hay en el ser humano sirve (“tanto como su contrario”, pero ¿qué quiere decir
esto?) a la elevación (superación) de la especie hombre

SECCIÓN TERCARA
EL SER RELIGIOSO

45
Hay muchas cosas que deseamos conocer. Pero no hay suficientes personas
preparadas para investigarlas del modo en que es preciso. Y entonces el curioso
tiene que hacer muchas cosas por él mismo.
Nos ayuda a entender por qué Nietzsche habla de esto y aquello. Tal vez por eso
no leía demasiado (dejó de hacerlo).

46
Primer cristianismo. No pedía cándida fe. Fe tenaz, de gusano “que no se deja
matar de una sola vez y con un solo golpe”.
Cristianismo primitivo: crueldad ante la debilidad a la que se había llegado.
Buena esa: para los antiguos un Dios en la cruz era terriblemente paradójico. Ya
después dice Nietzsche que aquí actúa el Oriente profundo.
Entonces dice Nietzsche que el escepticismo respecto al sufrimiento, “rasgo
afectado de la moral aristocrática”, es lo que hace que los esclavos, los sufrientes,
se subleven. Ellos, que han sufrido, se revelan contra quien los desprecia (teórica
y prácticamente) de esa manera. También, dice Nietzsche, dicho escepticismo ha
contribuido a la última gran rebelión europea de los esclavos: La revolución
francesa.

47
Neurosis religiosa. ¿Qué prescribe? Soledad, ayuno y abstinencia sexual.
El problema del santo. De malo a bueno, eso es lo que ha fascinado en el
problema del santo. Aquí está el fenómeno de AA.
Pero, dice Nietzsche, el problema es que el problema se había visto desde un
punto de vista moral o, mejor, desde cierta óptica de la moral: creer que los
valores, bueno y malo, son antitéticos.
¿No hay aquí también aristotelismo? ¿No hay también aquí sub specie bonis?
¿Sub specie voluntad de poder?

48
Catolicismo e incredulidad. Son distintas en los países latinos y en los nórdicos.
Latinos: el incrédulo es sublevarse contra el espíritu de la raza
Nórdicos: es un regreso al espíritu o a la falta de espíritu.

49
La religiosidad de los antiguos griegos. Agradecimiento abundante (¿A qué se
refiere? ¿A los “regalos” a los santuarios? ¿O a la cantidad de ofrendas a los
dioses? Según Nietzsche, esto es aristocrático.
Cuando el vulgo domina en Grecia, entonces “prolifera el temor también en la
religión; y el cristianismo se estaba preparando”.
Eso no quiere decir que también allá hubiera temor y acá agradecimiento.

50
Rústicos de la fe apasionada por Dios: Lutero y Agustín. Esclavo inmerecidamente
elevado, dice Nietzsche.
51
Es excelente
Hombres poderosos honran al santo. Honran el poderío, dice Nietzsche. Estaban
asombrados delante de él, delante de ese monstruo. “Tenían que hacerle
preguntas”.

52
“… sobre la vieja Asia y sobre Europa, su pequeña península avanzada, la cual
significaría frente a Asia, el «progreso del hombre»”.
Esta frase nos permite pensar en la dificultad de llamar a algo tradición.
Gracioso: el máximo pecado “cultural” de la Europa literaria: encuadernar juntos el
Nuevo Testamento al Viejo.

53
Actualmente se es ateo en Europa por diversas cuestiones relativas a los
“defectos” de Dios. Sin embargo, el instinto religioso, asevera Nietzsche, está en
crecimiento, sólo que no bajo la solución teísta.

54
Filosofía moderna: escéptica en materia gnoseológica, entonces, anticristiana,
pero no antirreligiosa.
Interesantes propuestas para interpretar fenómenos culturales, sociales.
Por ejemplo, en este caso no hace uso de la voluntad de poder.

55
Escalera de la crueldad religiosa. Muchos peldaños, pero 3 importantísimos:

Sacrificar a los seres humanos más queridos


Sacrificar los instintos más fuertes que posee (el asceta)
Sacrificar a Dios mismo (¡y quedarse con la nada!) Pero esto, ¿lo conoce ya el
pueblo?
56
Más allá del bien y del mal versus la ilusión moral. Nietzsche versus Buda y
Schopenhauer. Dice Nietzsche que en ambos casos, él y los budismos, hay una
esencia de pesimismo.
El hombre petulante quiere que todo se repita, el mismo espectáculo. Tiene
necesidad del espectáculo, tiene necesidad de sí mismo, dice Nietzsche.
Para entenderlo, ¿qué querían Buda y Schopenhauer?
El del hombre petulante es un extraño “pesimismo”.

58
Los modernos trabajadores y ocupados, y sus hijos, comunes y corrientes, se
preguntan (clases medias protestantes y doctos): ¿qué es la religión? ¿Un nuevo
negocio o una diversión?
“Cada época tiene su propia especie divina de ingenuidad, cuya invención le
envidiarán otras épocas”
Esos modernos se sientes un poco por encima del hombre religioso, “él, el
pequeño y presuntuoso enano y hombre de la plebe, el diligente y ágil trabajador
intelectual y manual de las ideas, de las «ideas modernas»”

59
Los hombres religiosos pertenecen, tal vez, a la categoría de los artistas, “como su
categoría suprema”.
No hay que ser profundamente pesimistas, hagámonos de una interpretación
religiosa de la existencia. Según Nietzsche ha sido un milenario razonamiento.
Mediante la piedad la vida tiene menor sufrimiento.

60
Amar el hombre por… (amor a Dios, dice Nietzsche, pero al surgimiento de
hombres superiores también diría) eso es aristocrático
Amar al hombre por el hombre es una estupidez.
¿Por qué amamos al hombre? Por una utopía, por eso podemos amarlo.

61
Filósofo, tal como lo concibe Nietzsche: “que considera asunto de su conciencia el
desarrollo integral del hombre”. El filósofo se sirve de la religión para alcanzar, su,
nuestro, el propósito. Brahmanes, un ejemplo de ello.
Religión es, entre otras cosas, lazo que vincula a señores y sus súbditos, dice
Nietzsche. Una guía para quienes van ascendiendo, aumentando su espiritualidad.
Según Nietzsche “la especie más refinada de dominio” es la que se ejerce sobre
discípulos y hermanos de Orden. No suena muy bien.
Ascetismo y puritanismo, necesaria educación para ennoblecerse, dice.
Religión: descanso para el pueblo, la plebe, los que hacen las tareas más bajas y
sólo así les es lícito existir.
“Quizá no exista ni en el cristianismo ni en el budismo cosa más digna de respeto
que su arte de enseñar aun a los más bajos a integrarse por piedad en un orden
superior de las cosas y, con ello, seguir estando contentos con el orden real,
dentro del cual llevan ellos una vida bastante dura -¡y precisamente esa dureza
resulta necesaria!

62
En contraste con lo anterior, las religiones pueden no están en manos de un
filósofo. Y suelen no estarlo.
En el ser humano hay muchos, como en las otras especies, individuos no
logrados.
El ser humano es “el animal aún no fijado”.
Los ideales, mejor dicho, los seres humanos por alcanzarse muchas veces se
malogran. Está lejos el blanco.
Cristianismo y budismo, en su afán de conservar todo lo útil, incluido lo enfermo,
se vuelven religiones para los sufrientes (apunte marginal de Nietzsche: bien por
su indulgencia porque también ha alcanzado a los hombres superiores, muchas
veces grandes sufrientes). Y han mantenido en un nivel realmente bajo al ser
humano.
Para hacer todo eso, invirtieron los valores: lo soberano, varonil y conquistador,
“todos los instintos que son propios del tipo supremo y mejor logrado de hombre”,
hicieron que se viera con malos ojos.

Hombres no lo suficientemente aristocráticos, incapaces de ver la jerarquía más


abismal entre los hombres, han tenido en su mano la capacidad de forjar al
hombre, esa es la historia del cristianismo en Europa, dice Nietzsche.

¿Pero qué dice Nietzsche a favor de este justamente es el mejor tipo de hombre?

SECCIÓN CUARTA
SENTENCIAS E INTERLUDIOS

63 en adelante
¿Hay mención de la voluntad de poder en estas sentencias?
No por completo, pero bordea la cuestión.

78
“Quien a sí mismo se desprecia continúa apreciándose, sin embargo, a sí mismo
en cuanto despreciador”.
Se acerca a lo que dijo Sócrates del manto roto de Antístenes. En todo caso, es
de psicología cierta.

93
“En la afabilidad no hay nada de odio a los hombres, pero justo por ello hay
demasiado desprecio por los hombres”

Esta debería figurar a las puertas de Sanjuro, Varias de las anotaciones de


Nietzsche son aplicables precisamente a este tipo de personajes como el increíble
Sanjuro

114
“La inmensa expectación respecto al amor sexual y el pudor inherente a esa
expectación échanles a perder de antemano a las mujeres todas las perspectivas”.
¿Y a los hombres?

120
“A menudo la sensualidad apresura el crecimiento del amor, de modo que la raíz
queda débil y es fácil de arrancar”
¡Cierto! Contenerse en la sensual sexualidad deja que otras cosas crezcan, por
ejemplo, el amor, o la certeza de que no están hechos para convivir más de dos
semanas.

126
“Un pueblo es el rodeo que da la naturaleza para llegar a seis, a siete grandes
hombres. Sí, y para eludirlos luego”.

143
“Aquello que nosotros hacemos mejor, a nuestra vanidad le gustaría que la gente
lo considerase precisamente como lo que más difícil de hacer nos resulta. Para
explicar el origen de más de una moral”. ¿Cómo las vírgenes consagradas al dios?
¿O como la prostitución sagrada?

153
Fundamental: “Lo que se hace por amor acontece siempre más allá del bien y del
mal”.

158
“A nuestro instinto más fuerte, al tirano que hay dentro de nosotros, se somete no
sólo nuestra razón, sino también nuestra conciencia”.

164
Impresionante.
“Jesús dijo a sus judíos: «La ley es para los esclavos, ¡amad a Dios como lo amo
yo, como hijo suyo! ¡Qué nos importa la moral a nosotros los hijos de Dios!»”

180
“Hay una inocencia en la mentira que es señal de que se cree con buena fe en
una cosa”.

SECCIÓN QUINTA
PARA LA HISTORIA NATURAL DE LA MORAL

186
Este es un parágrafo con el que concuerdo, en el sentido de que es necesaria,
necesarísima, una ciencia de la moral. Una ciencia, de un lado, y como siempre
una práctica, del otro.
Este parágrafo debe vincularse con el 192

187
“Las morales no son más que una semiótica de los afectos”.

188
Para crecer, hay que obedecer durante largo tiempo. Obedecer “durante mucho
tiempo y en una única dirección”
189
Los ayunos prolongados y rigurosos sirven para tener hambre de nuevo

190
En este parágrafo habla de “sub specie bonis”, de su origen en Sócrates y cómo
se trata de filosofía plebeya. Y, ya que está hablando de cómo esa construcción
filosófica se coló en la filosofía platónica, Nietzsche dice: “
tomó [Platón] de la calle a Sócrates entero tan sólo como un tema popular y una
canción del pueblo”.

191
Sócrates ya había enfrentado un viejo problema: ¿razón o instinto? ¿Cuál decide
sobre el verdadero valor de las cosas? Sócrates, dice Nietzsche, se puso
talentosamente del lado de la razón; los aristócratas atenienses, del lado de los
instintos. Ellos no pudieron contra Sócrates; éste reía de sí mismo por su propia
incapacidad para dar una respuesta adecuada.
Buenísimo: Sócrates tenía, y a Platón le faltaba, la picardía del plebeyo.

192
Sobre qué difícil es hacer una ciencia de la moral.

Quizá es necesario navegar en la etnografía, en cierta clase de historia y, sin


duda, en la psicología y en la psiquiatría para aprender algo de este arte.

194
Muy sutil en las diferenciaciones del tener y el poseer. Dejarse conocer es una
más profunda manera de poseer al otro. ¿Pero seguirá siendo poseer? ¿O
entretanto habrá abandonado esa forma?

195
Una reflexión personal. Los judíos (o los que se les parecieran, eh) ¿prosperaron
entre los romanos o dentro de algún otro pueblo de la antigüedad, incluidos los
asiáticos? Tal vez no debido a que allá no era valorada en mucho el préstamo con
intereses. O tal vez porque ellos mismo no habían desarrollado esta técnica. ¿O
por las dos cosas (una más importante que otra, claro)?
Dice Nietzsche que con los judíos comienza la “rebelión de los esclavos en la
moral”. ¿Por qué, preguntamos? Porque, nos responde Nietzsche, ellos hicieron
de la palabra pobre un sinónimo de santo y amigo. Pero Nietzsche, ¿realmente
ellos lo hicieron? ¿En qué momento? Por favor, hay que rastrear bien esa historia,
no vaya a ser que nos estemos equivocando. Quizá fue un subproducto de su
historia, algo marginal dentro de su tradición. ¿O es que sufrieron tantos reveses
que así tuvo que ser? Pero ¿a qué refieres exactamente con eso? Si ya los
egipcios decían que era preciso atender al pobre, si ya la Odisea nos muestra que
hay una deferencia o un cuidado hacia el necesitado y extranjero.

196
Sobre la sutileza con la que tienen que operar los psicólogos (o, como Nietzsche
lo llama aquí, el psicólogo de la moral)

197
César Borgia, indica, es un ejemplo de animal sano. ¿Vivía un infierno dentro de
sí? No, comenta Nietzsche.

198 Dice que este parágrafo y el anterior son para un capítulo de: la moral como
forma de miedo
La felicidad (tal como muchas veces ha sido administrada, sugerida) parece ser un
sedante contra los impulsos y pasiones.
Esta descripción está hecha explícitamente desde la voluntad de poder.

199
Es muy interesante la forma de razonar de Nietzsche:
Hasta ahora ha habido, en el mundo de los hombres, rebaños, grandes rebaños,
con muchos que están dedicados a obedecer y unos pocos dedicados a mandar.
Qué experiencia, señala Nietzsche, no tenemos ya en obedecer. Se puede hablar
hasta de una conciencia formal del deber.
Ha sido tanto así, que se llega al extremo de que, quienes mandan, tienen que
llegar a un extremo de hipocresía para tener buena conciencia. Piensan que ellos
también se limitan a obedecer. Así llegan a llamarse “los primeros servidores de
su pueblo”, “Instrumentos del bien común”.
Entonces hay unas virtudes del hombre comunitario (el verdadero y único tipo de
europeo actual) europeo. Y llegan incluso, en este afán por el cultivo de sus
virtudes en ellos legislar (mandar). Pero qué alivio cuando llega un Napoleón y
descargar en él el mando.

200
Hombre de culturas tardías: mezcla de razas, con instintos y criterios de valor tan
dispares, con luchas intestinas obviamente. ¿Qué puede querer si no es la paz?
Así, los hombres ordinarios de estas culturas. Pero la guerra puede producir algo
distinto, la guerra puede estimular a ese pecho. ¿Qué pasa entonces? Pasa
Alcibíades y César, entre los artistas, Leonardo.

201
Buena parte de la moral (y de la moral de la modernidad) nace del miedo. Del
miedo al prójimo (el de otro pueblo o nación) y del miedo al que sobresale y es la
posibilidad de que la comunidad se rompa. ¿Qué pasaría, pregunta Nietzsche, si
el miedo/peligro desaparece?
Progreso se llama en Europa, en el fondo, a ese deseo y a esa construcción de
que ya no haya nada que temer.

202
El animal gregario es actualmente, dice Nietzsche, el baremo de todos los valores.
Este “predomina sobre todos los demás instintos”.
Animal gregario: “aproximación y asemejamiento fisiológicos”.
Apuesta, Nietzsche, por morales superiores.
Lo moral del animal gregario es la moral casi en sí. EL movimiento democrático
constituye la herencia del movimiento cristiano”

203
La democracia es una mediocrización del hombre.
Nietzsche, en cierto modo, plantea el problema así: ¿avanzar o retroceder? ¿Cuál
es tu máximo deseo? ¿Tu ideal? ¿La mediocrización? ¿O el nuevo tipo de
hombre, más salvaje y más fuerte? ¡Hay que leer a Stendhal!

¿Pero sabe Nietzsche en qué consiste en verdad la democracia? Quizá más que
nosotros. ¿Pablo o Jesús?

SECCIÓN SEXTA
NOSOTROS LOS DOCTOS

204
Este es una precisión psicológica: “¿experiencia significa siempre, según me
parece a mí, mala experiencia?”. Esto, discúlpenme las palabras, es
fenomenología.
La inversión de la jerarquía filosofía/ciencia tiene, desde el punto de vista de
Nietzsche, raíces democráticas. ¿Será?
Pero también encuentra que un filósofo (tal vez inadvertidamente, pone de
ejemplo a Schopenhauer) indispuso a los científicos y doctos contra la filosofía.
Y encuentra, oh magia del pensamiento, al positivismo, esa filosofía raptada por la
ciencia, como el motivo cierto y merecido de desprecio para la filosofía.
Está bien que la ciencia, digo yo, se independice de la filosofía. Pero que el
científico quiera ser filósofo, por el amor de Dios.
Filósofo: señor. ¿No hay aquí, en el campo del saber, un verdadero mundo de
jerarquías? ¿No está bebiendo de aquí el instinto de Nietzsche?

205
Los peligros que acechan la formación de un filósofo. Penetrante.

206
El docto no fecunda ni es fecundado, en cierta forma.
Al hablar del docto, habla de lo aristocrático. Se trata de un pasaje fundamental:
“[…] las virtudes de una especie no aristocrática de hombre, es decir, no
dominante, no autoritaria y tampoco contenta de sí misma”. Y también habla de los
defectos. Pero no de la picardía.

207
El docto es tan solo un instrumento, no una finalidad en sí.
No es un filósofo, es una sublime especie de esclavo.
“No es una conclusión, y menos todavía es un comienzo, una procreación y causa
primera, no es algo rudo, poderoso, plantado en sí mismo, que quiere ser señor”.

208. Fundamental. Sobre estamentos y razas. Sobre la voluntad enferma.

Sobre el escéptico. El escepticismo, como el de Montaigne, muy posiblemente sea


una respuesta a una constitución de nervios frágiles, mezcla, hay que advertirlo,
indica Nietzsche, de razas o estamentos antes separados.

209
Sobre Federico el Grande.
El escepticismo de la virilidad, dice Nietzsche: “no cree, pero al corazón lo sujeto
con rigor”. Ese, dice, es el escepticismo alemán.
210
Es posible que los filósofos futuros tuvieran que ser escépticos alemanes. En
parte, dice Nietzsche. Pero más críticos que escépticos, o sea, con seguridad.
Le pega duro al parlamentarismo moderno. ¿Cómo era en realidad? ¿Cómo el de
hoy? Entonces tendríamos que decir con él: qué náusea.
Esta pregunta, aunque sin formularla directamente (pero ya supuesta en su
descripción de Jesús), hace ya Nietzsche: ¿Por qué son ustedes democráticos?
¿Jesús o Pablo?

211
Nuevamente esto es muy importante para la diferencia jerárquica. Y nuevamente,
también, se sitúa en el plano de la ciencia y la filosofía. Distingue a los
trabajadores filosóficos de los filósofos. ¿Cómo serán los futuros filósofos? “Su
conocer es crear, su crear es legislar, su voluntad de verdad es voluntad de
poder”.

212
Filósofos: promotores del hombre
Pero, Nietzsche, ¿no son muchas personas “promotores del hombre”, como tú las
llamas?

213
“Libertad” y “ausencia de voluntad”. Creo que las ideas paradójicas que aquí
presenta Nietzsche pueden entenderse desde su concepto de voluntad. Y eso
podría explicar también lo que sucede con Iris Murdoch.

“Para entrar en un mundo elevado hay que haber nacido, o, dicho con más
claridad, hay que haber sido criado para él: derecho a la filosofía, tomando esta
palabra en el sentido grande, sólo se tiene gracias a la ascendencia, también son
aquí los antecesores, la «sangre», los que deciden. Muchas generaciones deben
haber trabajado anticipadamente para que surja el filósofo; cada una de sus
virtudes tuvo que ser adquirida, cultivada, heredada, apropiada individualmente, y
no sólo el paso y carrera audaces, ligeros, delicados los pensamientos, sino sobre
todo la prontitud para las grandes responsabilidades, la soberanía de las miradas
dominadoras, de las miradas hacia abajo, el sentirse a sí mismo separado de la
multitud y de sus deberes y virtudes, el afable proteger y defender aquello que es
malentendido y calumniado, ya sea dios, ya sea el diablo, el placer y la ejercitación
en la gran justicia, el arte de mandar, la amplitud de la voluntad, los ojos lentos,
que raras veces admiran, raras veces miran hacia arriba, que raras veces aman…”

SECCIÓN SÉPTIMA
NUESTRAS VIRTUDES

214. Para el concepto de Europa


“Nosotros los últimos europeos con buena conciencia”.

215
Eso es buenísimo:
“Los hombres modernos, gracias a la complicada mecánica de nuestro «cielo
estrellado», estamos determinados por morales diferentes; nuestros actos brillan
alternativamente con colores distintos, raras veces son unívocos, y hay bastantes
casos en que realizamos actos multicolores”.

216
Cómo se ama, en ese tiempo en general, a los enemigos. Y sobre la “evolución”
de Europa.

218
Sobre los psicólogos de Francia y su deleite en la estupidez burguesa (menciona a
Flaubert).

219
“El hombre con alta espiritualidad y, por eso, en cierta forma un tanto ajeno a la
moral, es el desarrollo de los que lo critican: “la espiritualidad elevada es
precisamente la espiritualización de la justicia y de aquel rigor bonachón que se
sabe encargado de mantener en el mundo el orden del rango, entre las cosas
mismas y no sólo entre los hombres”.

220. Precioso para la escritura literaria


Cosas que atraen y cultivan diferentes personas. Por ejemplo:
Espíritus sutiles. Esas que precisamente les atraen…
Hombre medio. …si pueden ser cultivadas por estos hombres medios, entonces
califican a ese cultivo y a esa atracción como desinteresadas.

222
La compasión de los modernos nace de que se sienten a disgusto consigo
mismos. Quiere que, como ellos padecen, los que están con ellos y entre ellos los
compadezcan.

223
Mestizo hombre europeo. Da risa, da risa con su mejor traje para reír: el de la
ciencia histórica, así se ha preparado para un carnaval.

224
Esencial en la medida en que se quiera describir la veracidad (y su ciencia moral)
de Nietzsche, eso por una parte, y, por otra, en la medida en que se aspire a ver
en qué medida Nietzsche se considera parte, producto de una cierta sociedad
histórica, en ese sentido no puede reconocerse más que como un moderno.
La mezcolanza de razas viene a parar, por un lado, en el sentido histórico. Se es
mezcla de tantas cosas, que el corazón y la sangre llegan a abrirse a muchas
otras, quiero entender que eso dice Nietzsche.
“El sentido histórico (o la capacidad de adivinar con rapidez la jerarquía de las
valoraciones según las cuales ha vivido un pueblo, una sociedad, un ser humano,
el «instinto adivinatorio» de las relaciones existentes entre esas valoraciones, de
la relación entre la autoridad de los valores y la autoridad de las fuerzas efectivas)
[…]”
La perfección siempre aparece en Nietzsche. Y cómo no va a aparecer. También
en Jesús: seamos perfectos. Y con no poca ambigüedad en este último.

225
Los modernos quieren acabar con el sufrimiento. Nietzsche y los que están con él
quieren que éste sea más profundo. “Parece cabalmente que nosotros preferimos
que el sufrimiento sea más grande y peor que lo ha sido nunca”.
El sufrimiento es lo que le ha permitido al hombre elevarse.
Nietzsche califica a esta pugna como “compasión contra compasión”, pero
también señala que no se puede reducir una filosofía y menos una vida al tema del
sufrimiento-placer y al de la compasión.

227
Honestidad (¿veracidad?). La virtud de los espíritus libres.
Magnífico. Y creo que también va en auxilio del tema de la ciencia de la moral.

228
Una observación preciosa. Nietzsche está hablando de los moralistas ingleses:
“¿No es un moralista lo contrario de un puritano? ¿A saber, en cuanto es un
pensador que considera la moral como algo problemático, cuestionable, en suma,
como problema? ¿Moralizar no sería inmoral?”
“Existe un orden jerárquico […] entre una moral y otra moral”.
229. Sobre la crueldad, magnífico.
“Casi todo lo que nosotros denominamos «cultura superior» se basa en la
espiritualización y profundización de la crueldad, esa es mi tesis”.
Respecto a la interpretación de qué sea crueldad “tenemos que ahuyentar de aquí
a la psicología cretina de otro tiempo”.

230
Querer ampliarse, crecer, devorar.
Un deseo de mantenerse en el interior, cerrado.

231-233
Nietzsche no se abre a diversos horizontes en relación con el tema de la mujer.
Nada de que “en unas sociedades la mujer tiene tales sitios”, “en unas sociedades
estos otros”. No, él se encuentra en un estado de rigidez, aunque parece que lo
sabe. ¿Y nosotros?

234 y ss.
Para la mujer, el hombre es temible y deseable. ¿Todavía ahora?
Para el hombre, la mujer es extraña, voluble y deseable. ¿Todavía ahora?
Para la mujer, la mujer es una competencia y criticable. ¿Todavía ahora?
Para el hombre el hombre es alguien con quien pelear y mejorar. ¿Y tu nieve de
qué la quieres? De ilusiones, por favor.

Para la mujer, hay hombres que son seres a los que pueden proteger y cuidar.
Pero hay otros, quienes las pueden proteger y cuidar.
Para el hombre, hay mujeres a las que pueden engañar y tener comiendo de su
mano.

No estoy de acuerdo con la forma en que Nietzsche lo ve. Pero los elementos que
están en el fondo de la discusión sí tienen carne.
SECCIÓN OCTAVA
PUEBLOS Y PATRIAS

241
Dice de ellos “nosotros «los buenos europeos»”. Es alentador lo que dice de un
nuevo político, si pensáramos en nosotros.

242
El movimiento democrático en Europa “ese proceso está abocado probablemente
a resultados con los cuales acaso sea con los que menos cuenten sus ingenuos
promotores y panegiristas, los apóstoles de las ideas modernas”. Y señala algo
terrible:
“La democratización de Europa es a la vez un organismo involuntario para criar
tiranos, entendida esta palabra en todos los sentidos, también en el más
espiritual”.

244
Alma alemana: compuesta de elementos yuxtapuestos y superpuestos
Parece que el intento de Octavio Paz se queda lejos de estas penetrantes
observaciones. ¿Qué pasa con los del grupo Hiperión?
¡Excelente!

245
Mozart y Beethoven como acontecimientos europeos, no simplemente alemanes.

246-247
Libros, lectura, escritura y habla entre los alemanes.

248
Pueblos fecundables y pueblos fecundadores. Grecia y Roma; Francia y Alemania;
mujer y hombre. Suelen malentenderse entre sí.

250
Hay que entender bien la herencia que han dado los judíos a los europeos. La
capacidad por lanzarse a espacios infinitos, a exigencias infinitas en el terreno
moral. “Nosotros los artistas entre los espectadores y filósofos sentimos por ello
frente a los judíos, gratitud”.

251
Cómo hay un antisemitismo generalizado en Alemania. Y lo dice sin pelos en la
lengua.

252
Filosofía, baile y belleza en Inglaterra.

253
Que la democracia es de origen inglés; la plebeyez y vulgaridad, también. “La
nobleza europea […] es obra e invención de Francia”.

254
Que Francia sigue siendo de la más alta cultura en Europa. Tres hechos a favor
de esto:
Su “música de cámara” de la literatura, no presente en ningún otro país europeo.
Compleja cultura moralista. Incluso los pequeños novelistas la tienen. Nuevamente
habla en términos de admiración de Stendhal, el último psicólogo grande de
Francia.
La síntesis, no acabadamente lograda, señala Nietzsche, entre sur y norte. Bizet
ha escrito su música para ellos.

255
Dice algo bastante interesante. Se dice a sí mismo amante del sur, de lo
meridional, entonces: “Este hombre meridional, meridional no por ascendencia,
sino por fe […]”. Ese es un punto bien interesante, porque incluye una opción más
en los modos de pertenencia: raza, crianza, fe. La raza a la que se refiere
Nietzsche casi siempre es la de crianza.

256
“Europa quiere llegar a ser una. En todos los hombres más profundos y más
amplios de este siglo su verdadera orientación global en el misterioso trabajo de
su alma tendía a preparar el camino a esta nueva síntesis y a anticipar a modo de
ensayo el europeo del futuro”. Se refiere a Napoleón, Goethe, Beethoven,
Stendhal, Henrich Heine, Schopenhauer, Wagner (admira su Sigfrido), Delacroix,
Balzac.

SECCIÓN NOVENA
QUÉ ES ARISTOCRÁTICO

257
“Toda elevación del tipo «hombre» ha sido hasta ahora obra de una sociedad
aristocrática, y así lo seguirá siendo siempre”.
Sociedad que cree en las escalas, jerarquías. Tiene el pathos de la distancia,
gracias al cual es posible el pathos de ampliación del alma, “la elaboración de
estados [pasiones, inclinaciones, etc.] siempre más raros”.
La pregunta a la cual responde es: ¿cómo ha comenzado hasta ahora en la tierra
toda cultura superior? Y su respuesta es: bárbaros se lanzan sobre razas más
débiles, más civilizadas y pacíficas, “su preponderancia no residía ante todo en la
fuerza física, sino en la fuerza psíquica, eran hombres más enteros (lo cual
significa también, en todos los niveles «bestias más enteras»)”.
258
La corrupción se dice de muchas maneras. En el caso de la aristocracia francesa,
al inicio de la Revolución Francesa: dejó de sentirse como sentido de la realeza y
de la comunidad, dejo de aceptar que por causa de ella deba sacrificarse el ser, la
personalidad de innumerables personas.

259
Este es de los parágrafos más extraños, pero va en consonancia con la idea de
Nietzsche de que los hombres superiores son una casta y no tanto un individuo:
“abstenerse mutuamente de la ofensa, de la violencia, de la explotación: equiparar
la voluntad de uno a la voluntad de otro”, dice, está bien hacerlo cuando hay una
semejanza real entre la fuerza de los individuos que componen un cuerpo o clase
o estamento. Pero cuando se trata de hacer esto en toda la sociedad, dice, ahí
hay una negación de la vida. Pero, Nietzsche, debemos preguntar, ¿cómo
entender esta negación de la vida? Porque la vida es… Y aquí Nietzsche nos dice
qué piensa que es la vida. ¿Las especies no hacen comunidad entre sí?
Los individuos se tratan como iguales en las aristocracias sanas.
El final de este parágrafo es fundamental acerca de la vida entendida como
voluntad de poder.

¿Cómo conciliar lo que dice Nietzsche en este parágrafo con lo que dice en otros,
donde habla de la función de la “mediocrización” del hombre como una actividad
que contribuye, sin quererlo, en el impulso del ser humano?

260
Esencial para reflexionar acerca del desarrollo de la ciencia moral. Ver mis
apuntes.
261
La vanidad, producto de la mentalidad del esclavo. De dejarse dar valores.

262
“Una especie surge, un tipo se fija y se hace fuerte en una larga lucha con
condiciones desfavorables esencialmente idénticas”.
Los aristócratas normalmente “tienen que imponer su especie o de lo contrario
corren un peligro horroroso de ser exterminados”. Las propiedades que les
permitan seguir siendo, seguir creciendo, son sus virtudes. De pronto, puede
aparecer una situación afortunada: sobreabundancia. La moral antigua ya no sirve.
Todo esto parece un diálogo con Aristóteles y su explicación del origen, desarrollo,
clímax y caída de Esparta.
Nietzsche dice que entonces es enseñada la moral de los mediocres.

263
Aristocracia entre el pueblo: respeto por lo sagrado (libros, personas; la Biblia).

264
“No es posible en modo alguno que un hombre no tenga en su cuerpo las
propiedades y predilecciones de sus padres y antepasados; y ello, digan lo que
digan las apariencias. Ese es el problema de la raza. Suponiendo que sepamos
algo de los padres, está permitido sacar una conclusión acerca del hijo”. Y con lo
que continúa Nietzsche entra en el centro de su análisis, aunque no lo parezca:
“cierta incontinencia repugnante, cierta envidia mezquina, un torpe darse a sí
mismo la razón, y estas tres cosas juntas han constituido en todas las épocas el
auténtico tipo plebeyo”.

265
Aristocracia es altura. Y esta descripción que hace Nietzsche del sentir
aristocrático (y cuánto daño les debe hacer a estas almas el saber que cagan y
tienen necesidad de coger) permitiría explicar el problema de la esclavitud en la
antigua Grecia, tal como quedó en suspenso en Vergüenza y necesidad.

268
Palabras-conceptos-sensaciones. Pero sensaciones, aquí, como experiencias
prácticas compartidas, con énfasis en compartidas. Peligro, amistad y amor
abrevian, concentran el lenguaje.
“Cuáles son los grupos de sensaciones que se despiertan más rápidamente en un
alma, que toman la palabra, que dan órdenes; eso es lo que decide sobre la
jerarquía entera de sus valores, eso es lo que en última instancia determina su
tabla de bienes”. De los dos hechos anteriores se desprende que la vulgaridad, las
experiencias ordinarias, de acuerdo con Nietzsche, son las que han tenido la
ventaja. Lo raro no, tiende a desaparecer; se necesita mucha fuerza para que
suceda otra cosa.

269
Constante: la ruina de los hombres superiores.
Y entonces viene una interpretación de Jesús. ¿Será de Jesús? De acuerdo con
Nietzsche, Jesús se habría dado cuenta de que el amor humano es
extremadamente pobre e ignorante.

270
“El sufrimiento profundo vuelve aristócratas a los hombres”.

271
Ser limpio es ser aristocrático

272
Tener nuestras propias e íntimas responsabilidades y no compartirlas con los
demás, también eso es aristocrático.
274
El azar puede mucho.

277
Hermoso. “La melancolía de todo lo terminado”.

280
“¡Mal! ¡Mal! ¿Cómo?, ¿no va hacia atrás? ¡Sí! Pero entendéis mal a ese hombre
cuando os quejáis de eso. Va hacia atrás como todo aquel que quiere dar un gran
salto”.

289
Son complejos los pensamientos de esta sección.
En este parágrafo, por ejemplo, señala que siempre hay un más allá al que no
llega el filósofo en sus reflexiones. Hay un lugar donde se detiene. Esta bien,
¿pero no es inevitable? ¿No quedaríamos atrapados en la inacción y en el
mutismo, como los 22 jugadores de la final de Monty Payton?

291
La moral podría ser un precioso instrumento para tratar con un ser complejo (el ser
humano), haciendo de su alma algo sencillo. Quizá.

292
Ten compasión, no la prediques, eso es lo que podría sacar de estas palabras. Se
cauto, paciente; que tu mano derecha no sepa qué es lo que hace la izquierda.
Jesús como señor por naturaleza.
en realidad la vida humana está lejos de comprenderse si se piensa que todos
somos iguales. O, en todo caso, se comprende de modo torcido. Porque para
Nietzsche

Vacilación entre raza y educación (crianza)


Justicia aristocrática y justicia plebeya, democrática. Describirlas, con sus
complejidades.

¿Qué significa que sea un escrito más allá del bien y del mal?

Genealogía y estado actual de ciertas cosas.

Voluntad de poder: descriptivo y orientador.


La voluntad de poder tiene como sustento o evidencia el mundo mismo.

Se trata de un texto que contiene, por un lado, formulaciones penetrantes que le


dan consistencia a la suposición de que la acción, la vida humana está guiada por
la voluntad de poder y, por otro lado, búsquedas independientes de ese principio
que sirve, de acuerdo con Nietzsche, para describir la acción humana.

Formulaciones penetrantes acerca de la formación, desarrollo y transformación de


las desigualdades (e igualdades) inherentes a una sociedad, comunidad o grupo
de personas.
¿Existe una desigualdad fundamental dentro de la sociedad (o vida) humana?
Si existe, ¿cuál es y en qué consiste?

Todos somos iguales, hay algo divino en nosotros.

Bibliografía

Aristóteles
Nietzsche
Tugendhat
MacIntyre
Se mueve entre a) impulsar una búsqueda en los archivos de las concepciones de
la justicia y b) haber encontrado un método o, mejor, principio explicativo.

La reflexión de Villoro es filosa, cortante en su aparente tranquilidad:


“Una pregunta inquieta al poder: ¿Cómo dar un sentido superior a la pertenencia a
un orden político, sin romper con la estructura de dominación?” (PV. p. 279)

Y más adelante:

“La vía más simple y llana es la empleada por todo poder absoluto, la
sustentadora de imperios, apoyo de privilegios, razón de todo dominio sobre los
hombres. Es la presentación de una concepción particular del bien común como si
fuera universal y objetiva. […] Es la proclamación de una religión de Estado en
todos los imperios, la imposición de una fe única en los integrismos; es también la
proclamación de la verdad objetiva de una doctrina sobre los fines de la sociedad,
en los totalitarismos modernos, y la aceptación de un pensamiento depositario de
las “esencias nacionales”, en los tradicionalismos conservadores. […] La
concepción de bien común se convierte en ideología. El grupo gobernante tiene
entonces que compartir un espacio de poder con los creadores y difusores de la
ideología: sacerdocio en las sociedades antiguas, intelectuales “orgánicos” y
medios de comunicación, en las modernas” (PV. pp. 279).

Y antes de las dos citas anteriores: “Porque el hombre necesita resguardarse de la


inseguridad, pero también del sinsentido” (pp. 279)

“Toda discriminación suele alegar en su favor la existencia, en una raza o en un


sector social, de propiedades que no comparte con los demás” (p. 339). No sólo
propiedades, sino propiedades intrínsecas, inalienables.
Notas

Cuando Julián se pregunta si realmente es hijo de su padre y piensa que quizá


viene de un aristócrata. En todo caso, es un excepcional hijo de su padre.

Viejo testamento y Mitos y leyendas griegas. Una reflexión sobre los límites del ser
humano y el poder de lo divino.

Influencias y personajes modernos que nombra Nietzsche:

Wagner

Beethoven

Mozart
Mendelsson

El Abate Galiani (siglo xviii, segunda mitad). Buscar su correspondencia

Diderot

Voltaire

Goethe

Lessing

Bayle
Stendhal, en 39, buscar la cita. Llama la atención que sus personajes son no
burgueses. Una de sus novelas, La cartuja de Parma, parece de un siglo antes. La
otra, de cincuenta años después o del mero presente.

Lutero

Cromwel

Napoleón

Federico de Hohenstaufen

César Borgia

Federico el Grande y su padre

Taine

Heine

Renan

Michelet

Flaubert

Pascal

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