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La mayoría de los personajes de Dragon Ball tienen algo de extrañ o.

Lanch, por
ejemplo, padece un estornudo má gico que la lleva a cambiar, una y otra vez, de
una sencilla inocencia a la violencia má s exagerada y viceversa. Krilin no tiene
nariz. Bulma, una chica brillante y de familia científica, desea que la magia le
conceda un novio guapo. Ten Shin Han tiene tres ojos. Un gato burló n es un
sabio maestro. Gokú se convierte en una especie de mono gigantesco al ver la
luna llena, tiene un hambre invencible y un corazó n completamente puro.
Bacteria, vagabundo y peleador de las artes marciales, no se ha bañ ado una sola
vez en toda su vida. El má ximo dios de la Tierra es en realidad un extraterrestre
que, antiguamente, tenía un alto grado de maldad.
Má s que personajes parecen monstruos.
Con estos personajes de carnaval, ¿puede construirse un mundo con pies y
cabeza? Por supuesto: a los que nos gusta Dragon Ball sabemos que sus
historias tienen algo que decirnos. Al verlas no es raro sentir admiració n, pena
ajena, un extrañ o miedo, alegría, desesperació n… Toriyama nos detiene, nos
pide que abramos bien los ojos y nos pregunta: ¿qué humano no es deforme?
Pícoro, Vegeta, Freezer, Cell, Bills, Jiren tienen batallas monstruosas con
Gokú . Algunas se vuelven infinitas, como un tiro de Oliver Atom contra la
portería del Francocanadiense, y nos llegan a aburrir. No hay remedio. Pero las
memorables son siempre algo má s que una pelea sangrienta. Son, al mismo
tiempo, una transformació n. ¿Qué poder tiene la batalla que hace que el
corazó n del personaje se transforme? ¿No es eso también lo que nos gusta?
Por otro lado, hay algo que, al ir avanzando la serie, ya no tuvo tanta
presencia. La verdad, lo lamento. Se trata de… ¿có mo decirlo con precisió n?,
algo así como la bajeza, la vulgaridad, la simpleza de Dragon Ball. Quiero
recordar tres escenas.
Una ocurre en casa de Kame-senin. Ahí está n Bulma, Gokú , Krilin y Roshi (tal
vez también Ulong, no recuerdo). Tienen en su poder algunas esferas del
dragó n que han logrado rescatar del fondo del mar, peleando contra el general
Blue. Entonces, el general llega a escondidas a la pequeñ a isla del maestro Roshi
y, usando una poderosa magia, hace que unas cuerdas se muevan y, por sí
mismas, amarren a Gokú y a sus amigos. Blue se presenta frente a ellos y
disfruta de su victoria. Antes de escapar les deja un recuerdo: una bomba que
va a explotar en seis minutos. La desesperació n de todos es terrible, no logran
desatarse. Voltean a ver al maestro Roshi, entonces el má s fuerte de todos ellos.
Roshi comienza a hacer un esfuerzo por romper las sogas que lo envuelven,
concentra una gran cantidad de energía y cuando parece que va a lograrlo… se
echa un pedo sin querer. Los demá s hacen gestos de asco y desaprobació n.

La segunda escena ocurre en el vigésimo segundo Torneo de las Artes


Marciales. En los cuartos de final, Yaki Chun se enfrenta al Lobo-hombre.
Resulta que la diferencia de poder es abismal. Yaki Chun podría vencer a su
oponente de un solo golpe. Pero no lo hace, só lo juega con él: le da alguna
patada, algú n puñ etazo y se mueve por la plataforma. En el curso de la batalla,
Yaki averigua que el Lobo-hombre está triste porque, debido a su figura de lobo
(aunque con pantaló n y camisa), no logra ser aceptado por chicas bellas y
delicadas. No só lo está triste, también está emperrado. ¿Con quién? Con Yaki
Chun ya que, como recordará n, en la final del vigésimo primer Torneo de las
Artes Marciales lanzó un poderoso Kame-hame-ha que pulverizó la Luna.
Yaki Chun entiende a su oponente y le dice que lo convertirá en humano. El
Lobo-hombre no le cree y lo ataca; no sabe que Yaki tiene una técnica secreta:
de entre sus ropas saca un hueso, de esos que muerden los perros, y lo avienta
lejos. El Lobo-hombre, fiel a sus instintos, se lanza por el hueso y utilizando su
hocico lo recoge. Sin darse cuenta ha salido de la plataforma. El resto de la
historia es bien conocido. Yaki Chun hipnotiza al Lobo-hombre y hace que crea
que la cabeza de Krilin es la Luna. Al mirarla fijamente, el Lobo-hombre se
transforma en hombre. Se pone muy contento. Sin embargo, Yaki, Krilin, Gokú ,
Ten, Chaos, el pú blico entero y nosotros, los espectadores, nos damos cuenta de
que ha sido un cambio espantoso: su rostro humano es realmente feo.
Ú ltima escena. Krilin y Gokú está n entrenando con el maestro Roshi. Se
encuentran cerca de un lago. Krilin se aparta un poco porque tiene que hacer
sus necesidades. Gokú lo alcanza unos segundos después, debido a que quiere
preguntarle algo. La pantalla nos muestra el chorro de orina que despide Krilin,
el cual no cae directamente al suelo, sino sobre un pequeñ o sapo. Parece que el
curioso animal se está refrescando.

A ti, que desde los diez añ os hasta los cuarenta has visto Dragon Ball; a ti, que
sientes que un largo recorrido es ya un camino de la serpiente; a ti, que tienes
un amigo al que le apodan Krilin; a ti, que has encontrado esferas del dragó n en
má s de un sueñ o; a ti, que como Ten Shin Han tal vez te has transformado; a ti,
que prefieres encontrar una pareja como Vegeta y no como Gokú , como Bulma
má s que como Milk; a ti, que te has enredado entre el futuro y el pasado; a ti,
que lloraste cuando Gokú volvió a ver a su abuelo; a ti, que quisieras un corazó n
puro y una nube voladora; a ti, que sin querer has entrenado bajo gravedades
poco usuales; a ti, que has tenido que ir al bañ o en momentos decisivos; a ti,
atrevida y atrevido espectador de fieras batallas; a ti te pregunto: ¿cuá les son
las cosas que má s te gustan de Dragon Ball?

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