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PRINCIPIOS DE ECONOMÍA I

Profesor Carlos Torres G.


Teoría del Comportamiento del Consumidor

COMPORTAMIENTO DEL CONSUMIDOR

La teoría económica del consumidor se ocupa de la forma en que los consumidores eligen
la mejor “cesta” de bienes dentro de las que pueden adquirir, dados los escasos recursos
de que disponen. Además de estudiar cómo el consumidor toma decisiones, esta parcela
de la teoría económica pretende explicar y predecir la demanda observada de bienes y
servicios de los consumidores.
Existen dos enfoques que hoy día tienden a integrarse, el de la teoría de las preferencias
y el de la teoría de la utilidad. Didácticamente es posible iniciar el análisis por cualquiera
de los dos enfoques. Veamos en primer lugar el enfoque de la teoría de las preferencias.

TEORIA DE LAS PREFERENCIAS


La teoría del comportamiento del consumidor descansa en la hipótesis de que el individuo
elige entre las distintas alternativas de un modo consistente con sus preferencias, para
alcanzar los mejores resultados posibles. Es decir, que tiene un comportamiento racional.
Para comprender mejor el comportamiento de los consumidores es recomendable
analizar:
1.- Las preferencias de los consumidores. Cómo se puede analizar este proceso. Por
qué las personas prefieren unos bienes a otros.
2.- Las restricciones presupuestarias. El ingreso del consumidor es limitado y los
bienes y servicios tienen precios.
3.- La elecciones de los consumidores. Dadas las preferencias y los ingresos limitados
los consumidores deciden comprar las combinaciones de bienes que más los puedan
satisfacer. Entender cómo se realiza esto nos permitirá comprender la demanda, es decir,
como la cantidad de un bien que los compradores deciden adquirir depende de su precio.

Canasta de bienes
Para buscar captar este comportamiento utilizaremos como recurso analítico el concepto
de canasta de bienes o cesta de mercado. Esto es, una lista de cantidades específicas
de uno o más bienes que los consumidores seleccionan para mejorar su bienestar. Nos
preguntaremos entonces si los consumidores prefieren una cesta a otra y para ello vamos
a suponer que las preferencias de los consumidores son coherentes y tienen sentido.
Para eso determinaremos algunos supuestos básicos.

Veremos de seguida estos supuestos


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Supuestos de la teoría
Los supuestos de la teoría son cuatro (4), a saber:

1. Completitud o comparabilidad. Las preferencias son completas; es decir los


consumidores pueden comparar y ordenar todas las cestas posibles. Decidir por ejemplo
si entre A y B escogen A o escogen B o ambas le son indiferentes, es decir le
proporcionan igual satisfacción. Siempre es posible comparar dos cestas cualesquiera
mediante la relación de preferencia-indiferencia. Esto permite que la ordenación de
preferencias sea completa, esto es, que “no tenga agujeros” (áreas donde no se aplica),
ya que el consumidor es capaz de expresar preferencia o indiferencia entre cualquier par
de combinaciones de bienes, independientemente de lo parecido o dispares que puedan
ser.
2. Transitividad. Si un consumidor prefiere la cesta A a B y B a C , también prefiere A a
C. por tanto, una misma cesta de bienes no puede encontrarse en dos curvas de
indiferencia distintas, o lo que es lo mismo, las curvas de indiferencia no pueden cortarse.
3. No saciedad. Suponiendo que los bienes son deseables, es decir, son buenos, el
consumidor siempre prefiere cuánto más mejor.
.
Curvas de indiferencia
Las preferencias de los consumidores se pueden representar gráficamente por medio de
un segundo instrumento analítico: las curvas de indiferencia. Una curva de indiferencia
representa las combinaciones de cestas de mercado que reportan el mismo nivel de
satisfacción a una persona. Por tanto, la persona es indiferente entre las cestas de
mercado representadas por puntos de la curva.

Un consumidor siempre puede expresar preferencia por una cesta de mercado frente a
otra o una indiferencia entre las dos, en correspondencia con los supuestos que hemos
señalado. La curva de indiferencia, de acuerdo al supuesto de no saciedad (el consumidor
siempre preferirá más a menos), tiene pendiente negativa de izquierda a derecha. (Si la
curva fuese de pendiente positiva querría decir que el consumidor sería indiferente entre
cestas diferentes, conteniendo la una más bienes que la otra (Verlo gráficamente).
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Una curva de indiferencia es el lugar geométrico1 de las combinaciones de bienes


poseídas que proporcionan la misma satisfacción de las necesidades para el consumidor
individual analizado.
Este proceso puede repetirse para combinaciones iniciales distintas de las combinaciones
A y B y de esta forma podría obtenerse una familia de curvas de indiferencia, cada una de
las cuales une los puntos que representan combinaciones de X e Y que reportan la misma
satisfacción.
Ahora bien, toda cesta o combinación que se encuentre a la derecha y por encima de la
curva de indiferencia en la que se encuentra A es preferible a A y viceversa.

Mapa de curvas de indiferencia


Para describir las preferencias de los consumidores por todas las combinaciones posibles
de bienes, podemos representar un conjunto de curvas de indiferencia llamado mapa de
curvas de indiferencia que nos expresan distintos niveles de satisfacción. Estas curvas
no pueden cortarse o el razonamiento sería ilógico (una misma cesta (C) en dos curvas
distintas (I1 e I2) que expresan diferentes combinaciones).

Esto da origen a un mapa de curvas de indiferencia que se rige por cuatro principios:
a) Las curvas de indiferencia no pueden cortarse.
b) Curvas de indiferencia más altas corresponden a niveles más altos de satisfacción y vs.
c) Las curvas de indiferencia tienen pendiente negativa.
d) Una curva de indiferencia tiene que ser convexa respecto al eje de coordenadas.

Cuando nos desplazamos por una curva de indiferencia, gráficamente podemos apreciar
a cuanta cantidad de un bien Y debemos renunciar para incrementar el consumo de un
bien X, manteniendo constante el nivel de satisfacción. Por ello, la forma de las curvas de
indiferencia es importante, porque nos permite apreciar en qué medida un consumidor
está dispuesto a renunciar al consumo de un bien para incrementar el de otro. Una curva
de indiferencia muy inclinada nos estaría indicando que el consumidor estaría dispuesto a
renunciar a una mayor cantidad de un bien, para incrementar su satisfacción por el
consumo del otro bien. Una curva menos inclinada, más suave, nos estaría indicando lo
contrario. Por tanto, la pendiente de la curva nos daría la medida de esta relación.

1
Un lugar geométrico es un conjunto de puntos que cumplen determinadas condiciones o propiedades
geométricas. Ejemplos: la circunferencia, la bisectriz, etc.
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El punto A (x1, y1) situado en la curva de indiferencia I, está a la misma distancia del
origen 0 de los ejes de coordenadas que el punto C (x’1, y’1) situado en la curva de
indiferencia I’; pero el punto D (x’2, y’2) está a la misma distancia del origen 0 del eje de
las coordenadas, en el eje de las abscisas X, que el punto B, pero a una mayor distancia
del origen 0 del eje de las coordenadas, en el eje de las ordenadas Y. Esto quiere decir
que para consumir la misma cantidad del bien X el consumidor situado en la curva de
indiferencia I tuvo que sacrificar una cantidad mayor del bien Y que el consumidor situado
en la curva de indiferencia I’. Esto porque la pendiente de la curva I es mayor, en términos
absolutos, que la pendiente de la curva I’ (∆Y > ∆Y’). Entiéndase que estamos
comparando dos curvas de forma distinta.

Relación marginal de sustitución


Para cuantificar cuanto de un bien está dispuesto a sacrificar el consumidor por el
consumo de otro, utilizamos una medida denominada Relación Marginal de Sustitución
o Tasa Marginal de Sustitución (RMSYX o TMSYX). Es la cantidad máxima de un bien Y
a la que una persona está dispuesta a renunciar para obtener una unidad más del bien X.
Mide el valor que el individuo asigna a una (1) unidad más de un bien (X) expresado en
unidades del otro (Y). Se describe en función de la cantidad del bien representado en el
eje de las ordenadas a la que el consumidor está dispuesto a renunciar para obtener una
unidad más del bien representado en el eje de las abscisas. La TMSYX (o RMSYX)
correspondiente a un punto cualquiera es igual en valor absoluto a la pendiente de la
curva de indiferencia.

El signo negativo se introduce para que la RMSYX sea positiva. El valor absoluto de la
pendiente disminuye conforme mayor es la cantidad de X. En consecuencia la TMSYX
decrece al aumentar las unidades consumidas del bien X.

La TMSYX disminuye a medida que descendemos por la curva de indiferencia y esto


expresa un cuarto supuesto a los ya mencionados.

4. Relación marginal de sustitución decreciente. A medida que una persona consuma


más de un bien es de esperar que esté dispuesto a renunciar a una cantidad menor de
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otro para consumir más de éste. Por tanto, esto define una curva negativa decreciente
(similar a una curva de demanda).

Bienes sustitutivos perfectos y bienes complementarios perfectos


Dos bienes son sustitutivos perfectos cuando la TMS de uno por otro es una constante.
Y son complementarios perfectos cuando sus curvas de indiferencia tienen forma de
ángulo recto.

Dos bienes son sustitutivos cuando compiten entre sí en el consumo. En el caso de los
bienes sustitutivos perfectos el consumidor ordena las cestas de acuerdo con la cantidad
total de ambos bienes, siendo indiferente respecto de cuanto consuma de cada uno de
ellos. En este caso las curvas de indiferencia serán rectas con pendiente negativa y valor
absoluto igual a la unidad. La relación marginal de sustitución de uno por el otro es una
constante. Las curvas de indiferencia que describen la disyuntiva entre el consumo de
estos bienes son líneas rectas.

Los bienes son complementarios cuando desde el punto de vista del consumidor van
juntos. En el caso de los complementarios perfectos el consumo de éstos ha de realizarse
en proporciones fijas, de forma tal que si la cantidad consumida de un bien permanece
constante y se incrementa la cantidad consumida del otro, el consumidor permanece en la
misma curva de indiferencia (x=constante, y + ∆y). Este hecho se debe a que las curvas
de indiferencia tienen la forma de un ángulo recto.

Esto se puede ilustrar con la preferencia de los zapatos de un pié por los del otro pié,
expresada por líneas rectas que forman ángulos rectos. Los bienes son complementarios
perfectos porque un zapato de un pié no aumenta la satisfacción del consumidor si no
puede conseguir la pareja del otro pié. La TMSYX de los zapatos del pié derecho (x) por los
del izquierdo (y) es cero, porque si hay más zapatos del pié derecho que del izquierdo, el
consumidor no renunciará a un zapato del pié izquierdo para conseguir más del pié
derecho (no tiene sentido). La TMSYX es infinita si hay más zapatos del pié izquierdo (y)
que del derecho (x), ya que el consumidor renunciará a todos los zapatos del pié
izquierdo que sobren, para conseguir un zapato más del pié derecho (y formar otro par).
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LA RESTRICCIÓN PRESUPUESTARIA

El segundo elemento a considerar para analizar el comportamiento del consumidor es su


restricción presupuestaria. El consumidor enfrenta una serie de bienes cuyos precios
están fijados por el mercado y dispone de una renta monetaria limitada para adquirirlos. El
problema es entonces adquirir la combinación de bienes que le pueda proporcionar la
máxima satisfacción, dada su restricción presupuestaria. Es decir, establecidas sus
preferencias, optimizar su elección dadas las limitaciones que confronta constituye el
tercer y último aspecto a analizar. Estos puntos los desarrollaremos más detenidamente
en los párrafos siguientes, en lo que se refiere al enfoque de la utilidad marginal.

Sin embargo, podemos señalar que la restricción presupuestaria partiendo del análisis de
solo dos bienes (X e Y), implica que dados los precios pX y pY para X e Y respectivamente,
si el consumidor gastase su ingreso, m, en adquirir solo el bien X entonces px x X es la
cantidad de dinero gastada en X y pY x Y la cantidad de dinero gastada en Y si solo
adquiriese el bien Y. Es decir, que al representarlo gráficamente tendríamos entonces dos
puntos de una recta situados sobre los ejes respectivos (abscisas y ordenadas).

Esa recta es la recta presupuestaria, indicando todas las combinaciones de X e Y con


las cuales la cantidad total de dinero gastada es igual a la renta (o ingreso del
consumidor). Las combinaciones de X e Y que puede comprar se encuentran todas en la
recta pX x X + pY x Y = m.
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LA ELECCIÓN DE LOS CONSUMIDORES

Veamos entonces como los consumidores maximizan su satisfacción, dados los precios
de los bienes y su restricción presupuestaria.
Para ello la cesta maximizadora debe satisfacer dos condiciones:
1. Debe encontrarse en la recta presupuestaria. Si está a la izquierda y por debajo de
la recta presupuestaria es indicativo de que una parte de la renta no se asigna al
consumo, que si se hiciese aumentaría el nivel de satisfacción. Y si se encuentra a
la derecha y por encima es simplemente inalcanzable, dada la renta disponible.
2. Debe suministrar al consumidor la combinación de bienes y servicios por la que
muestra una preferencia mayor.

Dadas estas premisas, el punto correcto debe encontrarse en la recta presupuestaria. El


que le proporciona la máxima satisfacción es aquel que se encuentra en la curva de
indiferencia más alta que toca la recta presupuestaria. El punto E (en la gráfica) es el
punto de tangencia de la recta presupuestaria y la curva de indiferencia I1. En E la
pendiente de la recta es exactamente igual a la de la curva (más adelante, en el enfoque
del análisis marginal desarrollaremos el punto con más detalle).

Es posible, como hemos visto, basar una teoría de la elección del consumidor en los
conceptos de preferencia e indiferencia. Para ello sólo es necesario el conjunto de curvas
de indiferencia con las propiedades que se han supuesto. Sin embargo, para llevar a cabo
ciertos análisis resulta conveniente disponer de un instrumento que asocie a cada
combinación de bienes un número real que indique su lugar en la ordenación de las
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preferencias. Esto es, resulta útil una función que provea una representación numérica de
la ordenación de preferencias.

TEORIA DE LA UTILIDAD

El concepto de utilidad, en su sentido actual, ofrece un enfoque alternativo al de las


curvas de indiferencia para representar las preferencias individuales. Históricamente, el
concepto de utilidad se empleó en economía para denotar sensaciones subjetivas
derivadas del consumo, tales como placer y satisfacción. Algunos autores fueron más allá
de esta definición e interpretaron la utilidad como algo que se podía medir como una
cantidad absoluta. Estos desarrollos fueron criticados pues el supuesto de mensurabilidad
de la utilidad se consideraba excesivo, ya que implicaba tratar como cantidades a las
sensaciones subjetivas agrupadas bajo el nombre de utilidad. A esto se llamó el enfoque
de utilidad cardinal. El definitivo rechazo de esta postura se vio alentado por la
demostración de que, para construir una teoría de la elección del consumidor, no son
necesarios ni la mensurabilidad de la utilidad ni el propio concepto de utilidad.

No obstante, resulta conveniente contar con un instrumento mediante el cual se asigne un


número real a cada cesta de consumo, de manera que en la comparación de dos cestas
de consumo aquella que tenga un número mayor significa que es estrictamente preferida.
A este criterio denominamos función de utilidad ordinal. La utilidad tiene, pues, un
carácter objetivo en cuanto es una cualidad que reside en los bienes, y un carácter
subjetivo porque al poseer cada individuo gustos y apetencias diferentes, la utilidad que
reporta un bien a diversas personas también es diferente. La forma de medir las
preferencias de una persona sería a través de las funciones de utilidad.

Función de utilidad
Se dice que una función u(x) que asigna un número real u a cada cesta de consumo x
representa las preferencias del consumidor si a las combinaciones que se encuentran en
conjuntos de indiferencia más preferidas que x les corresponden números mayores y a las
cestas indiferentes a x les asigna el mismo número. Toda función que cumpla esas
condiciones es una función de utilidad del consumidor. Esta función lo único que hace
es asignar números a los conjuntos de indiferencia del consumidor de forma que dichos
números sean mayores a medida que se alcancen conjuntos o curvas de indiferencia más
preferidos. Esto es, la utilidad se contempla en términos estrictamente ordinales de forma
tal que la magnitud de la diferencia entre los números asignados a las combinaciones de
bienes diferentes no tiene ningún significado.

Función de utilidad y curvas de indiferencia


Dada la función de utilidad u = u(x), donde x representa una combinación de cantidades
de los bienes X e Y, parece claro que todas aquellas combinaciones a las que dicha
función asigna un mismo nivel de utilidad, ū, serán indiferentes entre sí y por tanto
deberán estar situadas sobre la misma curva de indiferencia. La función de utilidad
permitirá ordenar las curvas de indiferencia asignándoles un número mayor conforme más
alejadas se encuentren del origen.

Utilidad y valor
Son conceptos relacionados. Utilidad es la capacidad que tiene un bien o servicio de
satisfacer una necesidad. Para ello, el consumidor deberá asignarle algún valor. Los
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bienes no tienen valor intrínseco. El valor es un concepto subjetivo (Escuela Austríaca),


no puede medirse cardinalmente. Un mismo individuo en oportunidades distintas puede
valorar una misma cosa de distintas formas.

El valor de las cosas se determina por: la utilidad y la escasez. Ambos conceptos son
relativos. El valor se determina en forma subjetiva por la utilidad o satisfacción marginal,
es decir, por la satisfacción que proporciona a su propietario la última utilidad que posea
del bien. La escasez incrementa el valor del bien. Los bienes abundantes tienen poco o
ningún valor.

Los individuos no son autosuficientes, concurren al mercado para procurarse bienes a


cambio de otros bienes o de dinero. Para hacerlo es necesario un mecanismo de
valoración. Este es el mecanismo de los precios monetarios. Los precios miden la
importancia relativa de los bienes.

A los bienes se les pueden atribuir dos valores: un valor de uso (consumo) y un valor de
cambio (producción). El valor subjetivo determinará el destino del bien. Si el de uso es
mayor que el de cambio, lo conservo; caso contrario lo cambio. Si mi valoración subjetiva
cambia, el valor relativo de todos los demás bienes se altera (estructura de precios
relativos).

Utilidad total y utilidad marginal


El consumidor selecciona aquellos bienes que dentro de sus posibilidades
presupuestarias y su apreciación subjetiva con respecto al valor específico de cada bien,
le satisfagan mejor sus necesidades.

La utilidad de un bien varía a medida que lo hace la cantidad consumida del mismo. Se
denomina utilidad total a la proporcionada por el conjunto de las unidades consumidas
del bien considerado, es decir, a la suma de las utilidades que reportan las diversas
unidades consumidas.

La utilidad total se comporta de manera que va creciendo a medida que aumenta el


consumo de un producto, hasta un punto máximo - punto de saturación - a partir del cual
empieza a disminuir.

A partir de la utilidad total se define el concepto de utilidad marginal como la variación


(incremento o disminución) de la utilidad total que resulta de la variación en una unidad
del consumo del bien en cuestión. Utilidad marginal es la utilidad que aporta el consumo
de una unidad adicional de ese bien, hasta la saciedad, en que el incremento de utilidad
es negativo o una desutilidad.

Primera ley de Gossen


De acuerdo a la primera ley de Gossen, si todas las demás circunstancias permanecen
constantes, en especial la intensidad de las necesidades (cantidad del bien poseída), la
utilidad marginal decrece con la cantidad del bien poseída (la utilidad marginal
depende de la intensidad de las necesidades). La utilidad marginal de cada unidad
adicional, de acuerdo con la Ley de la Utilidad Marginal Decreciente, disminuye hasta
llegar a cero. Cuando la utilidad marginal comience a ser negativa, la utilidad total
empieza a decrecer.
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Utilidad media
Utilidad media es la utilidad total entre el número total de unidades consumidas por un
consumidor individual. Estos conceptos de Utilidad Total, Utilidad Marginal y Utilidad
Media pueden aplicarse igualmente a la producción y al ingreso y de la misma forma nos
referiremos a Producción Total, Producción Marginal y Producción Media e Ingreso Total,
Ingreso Marginal e Ingreso Medio.

Comportamiento del consumidor y utilidad


En la misma medida en que satisface sus necesidades, el consumidor procura cubrir
necesidades de otros bienes; los cuales le reportarán una utilidad marginal superior al
saciarse la necesidad satisfecha anteriormente.
Dadas las limitaciones presupuestarias, el consumidor deberá distribuir sus ingresos para
adquirir bienes -una canasta- que le aporten utilidades marginales comparables. Existe
por tanto relación entre el precio de un bien y su utilidad marginal.

Ley de igualación de las utilidades marginales ponderadas o ley de


equimarginalidad.
El consumidor intentará maximizar su utilidad distribuyendo su gasto de forma tal que la
utilidad marginal de la última unidad monetaria gastada en cada bien sea la misma. Si los
UM g x p x
bienes son solo dos = la UMg de una unidad de X / UMg de una unidad de Y
UM g y p γ
UM g x UM g y
= Precio de una unidad de X / Precio de una unidad de Y; de donde =
px pγ

Ejemplo. La siguiente es la tabla de utilidad total de un consumidor, de diferentes


cantidades de los bienes A, B y C (para simplificar vamos a suponer que estas tres series
de valores son independientes unas de otras, es decir, que la utilidad atribuida a A no
está influida por la cantidad de B consumida simultáneamente).

Utilidad total medida en unidades de utilidad derivadas del consumo de 1 a 12 unidades


físicas
1 2 3 4 un. 5 un. 6 7 un. 8 un. 9 un. 10un 11un. 12un.
un. un. un. un. .
A 50 120 200 240 258 268 275 280 285 289 293 296
B 400 700 900 1000 1020 103 1038 1044 1048 1050 1051 1052
0
C 70 130 180 225 265 300 328 348 360 366 370 373
1. Completar con estos datos la tabla siguiente, que indica las utilidades marginales de
distintas cantidades de A, B, C.

Utilidad marginal medida en unidades de utilidad cuando el consumo es de 1 a 12


unidades físicas
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10un 11un. 12un.
un. un. un. un. un. un. un. un. un. .
A 50 70 80 40 18 10 7 5 5 4 4 3
B 400 300 200 100 20 10 8 6 4 2 1 1
11

C 70 60 50 45 40 35 28 20 12 6 4 3

2. El sujeto del ejercicio anterior dispone de 52 unidades monetarias (u.m.) semanales


para gastar en los bienes A, B y C. El precio de A es de 1 u.m. por unidad; el de B de 2
u.m. y el de C de 4.
¿Qué cantidades de A, B y C comprará para conseguir la máxima satisfacción? ¿Cuál
será el gasto en unidades de A, B y C?
(Recordar que la máxima satisfacción se obtiene en el punto en el cual UMgA / PA =
UMgB / PB =UmgC / PC y se trata de comprar con las 52 u.m. el mayor número posible de
unidades de utilidad).

La forma más eficaz de averiguar la posición de máxima utilidad consiste en comparar la


relación entre las UMg con la relación entre los precios. En este caso, la relación entre
los precios A:B:C es 1:2:4 y buscamos tres utilidades marginales que se hallen en la
misma proporción. Si la combinación ABC correspondiente a esas UMg cuesta más de 52
dólares, buscamos tres UMg más altas, pero que conserven la proporción 1:2:4 y, si la
nueva combinación cuesta menos de 52 dólares, volvemos a buscar tres más bajas).

Restricción presupuestaria: recta del poder de compra o recta de balance o recta de


presupuesto (RB), (RP)
Para propósitos de simplificación supondremos que las combinaciones de bienes o cestas
de consumo contienen únicamente dos bienes y así el análisis gráfico se simplifica. Si
consideramos solo la existencia de dos productos, el consumidor deberá distribuir su
gasto entre éstos, dadas sus limitaciones de ingreso. Sea pX el precio por unidad del bien
X; pY el precio por unidad del bien Y y m la renta que el consumidor tiene disponible para
gastar. Dado que las cantidades gastadas en X e Y no pueden superar su renta
disponible, la restricción presupuestaria se expresa como sigue: pX x X + pY x Y = m.
Esto representa una recta que nos muestras las distintas combinaciones de consumo y
que se denomina recta presupuestaria o recta de balance.

La abscisa en el origen (m/pX) se obtiene haciendo Y = 0 en la ecuación presupuestaria e


indica el número máximo de unidades de X que el consumidor puede comprar con su
renta m. Cuando hacemos X = 0 obtenemos la ordenada en el origen (m/pY) que indica el
número máximo de unidades de Y. Dado que precios y renta son independientes de las
cantidades adquiridas X e Y, la representación gráfica de la ecuación presupuestaria es
una línea recta que pasa por la ordenada y la abscisa en el origen Y = m/pY – pX/pY X. Por
tanto ∆Y/∆X = - pX/pY.
Esta expresión permite interpretar la pendiente de la recta presupuestaria como el “costo
de oportunidad” con el que se enfrenta el consumidor cuando tiene que elegir entre las
distintas combinaciones de los bienes X e Y.
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La inclinación de la recta viene dada por las relaciones de precios de los productos
considerados, es el cociente de los precios de dichos productos. Si aumenta (disminuye)
el ingreso la recta se desplaza (o si se modifican ambos precios); si se modifica un precio
la inclinación de la recta se altera.

Curvas de indiferencia (CI)


El consumidor puede hacer un conjunto de distintas combinaciones de bienes que le
resulten indiferentes, dependiendo de su valoración, porque le reportan el mismo nivel de
utilidad. Podría variar su consumo de un bien reduciéndolo para aumentar el de otro(s),
pero siempre manteniendo su mismo nivel de utilidad, por lo que todas las combinaciones
le resultarían indiferentes. Si prefiriese mayor cantidad de un bien, manteniendo constante
las otras, es evidente que tendría preferencia porque esta combinación le reportaría
mayor utilidad. Podría haber entonces infinitas combinaciones al mismo nivel de
satisfacción. Alterar el nivel de satisfacción solo puede ocurrir dentro de una nueva curva
de indiferencia, las cuales pueden también ser infinitas.

Tasa YX (Relación) marginal de sustitución (TMSYX)


TMSYX es la máxima cantidad de un bien a la cual se está dispuesto a renunciar para
aumentar el consumo de otro bien, manteniendo constante el nivel de utilidad
(satisfacción).
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Al renunciar a una determinada cantidad de Y, el consumidor sacrifica la utilidad vinculada


a ella y al aceptar en compensación una determinada cantidad de X acepta la utilidad
vinculada a ella. Para que las situaciones anterior y posterior al cambio sean indiferentes,
es preciso que la utilidad perdida por la renuncia de Y quede exactamente compensada
por la utilidad ganada con la aceptación de X y el nivel de satisfacción (utilidad) del
consumidor se mantenga constante. Luego, para quedar indiferente:

TMSYX está en proporción inversa a las respectivas utilidades marginales.

Equilibrio del consumidor


Se encuentra allí donde la curva de indiferencia (CI) es tangente a la recta de balance
(RB). Las pendientes de la CI y de la RB son iguales; la relación de precios de ambos
productos determina la TMSYX; es decir, es el cociente de los precios de dichos productos.

En E la pendiente de la recta presupuestaria y la de la curva de indiferencia son iguales.


Si el consumidor gasta una unidad adicional de dinero en X, resulta que UX ∆X será la
ganancia de utilidad de las unidades adicionales de X.

En consecuencia, UX/pX es la ganancia en utilidad resultante de gastar una unidad


adicional de dinero en X y UY/pY tiene una interpretación similar.

De ello se deduce que el consumidor maximizará su utilidad cuando asigne su renta entre
X e Y de forma tal que la utilidad marginal del gasto en X sea igual a la utilidad marginal
del gasto en Y. Esto es, cuando

(principio de equimarginalidad o segunda ley de Gossen)

En el equilibrio debe satisfacerse la igualdad entre la relación marginal de sustitución del


bien Y por X y el cociente de los precios de los bienes. Por tanto
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La curva de Engel (renta-consumo)


Consideremos en primer lugar los efectos de alteraciones en la renta monetaria. Un
aumento de la renta monetaria del consumidor, m, permaneciendo los precios constantes,
originará un desplazamiento de la recta presupuestaria (RP) hacia arriba y a la derecha
paralelamente a sí misma. Al alterarse la recta presupuestaria la posición de equilibrio
pasa de A a B. La curva recta-consumo es aquella que incluye el conjunto de puntos
óptimos resultantes de alteraciones en la renta manteniendo constantes los precios.
En el ejemplo (a) al aumentar la renta pasamos de x0 a x1 incrementándose la cantidad
demandada de ambos bienes. Este es el caso de los bienes normales, que aumentan la
cantidad demandada cuando aumenta la renta. Pero puede suceder lo contrario, como es
el caso de los bienes inferiores Y en el ejemplo (b) que reducen la cantidad demandada
cuando se incrementa la renta.
La relación de la cantidad consumida de cada bien con la renta permite obtener la
denominada curva de Engel, la cual será distinta dependiendo del bien de que se trate.

La curva precio-consumo
Veamos ahora los efectos de los cambios en los precios sobre la demanda de los
consumidores. Supongamos una reducción del precio de X, permaneciendo la renta y el
precio de Y constantes. La recta presupuestaria pasa de la posición de RP0 a RP1. La
cesta elegida pasa de A a B. La curva de precio-consumo representa las combinaciones
óptimas de bienes obtenidas suponiendo alteraciones en uno de los precios, px en el caso
considerado, permaneciendo constantes el otro precio y la renta monetaria. Al reducirse
pX y pasar la combinación óptima de A a B la demanda de ambos bienes aumenta.

La curva de demanda
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En términos gráficos la curva de demanda se puede obtener a partir de la curva precio-


consumo. Como sabemos la curva precio-consumo muestra las combinaciones elegidas a
medida que varía el precio, manteniendo constante la renta monetaria y el precio del otro
bien. La curva de demanda D muestra el efecto de los cambios en pX, con m y pY
constantes, en el espacio (o sistema de coordenadas) formado por pX y X. En la gráfica el
caso de un bien ordinario.

Recordemos que en el equilibrio del consumidor las cantidades demandadas óptimas son
tales que

La deducción de la curva de demanda a partir de la citada igualdad supone que, si ante


una disminución de precio el consumidor permanece en la misma combinación de bienes
que tenía antes de la disminución, quedará fuera del equilibrio.
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El consumidor para alcanzar su nuevo equilibrio tendrá que disminuir la utilidad marginal
obtenida de ese producto, lo que dado el carácter decreciente de la misma supone
aumentar el consumo del bien. Por tanto, de esta manera se han obtenido dos puntos de
la curva de demanda de esta persona para el bien en cuestión, el resto de los puntos se
obtendrían con la misma mecánica aplicada.

Excedente del consumidor


Es una aplicación del análisis de la utilidad. Nos dice la diferencia entre lo que los
consumidores estarían dispuestos a pagar y el precio de mercado. Es decir, la diferencia
entre la utilidad total que obtendría por el consumo del bien y el precio de mercado al cual
se adquiere.

Excedente del consumidor = UT – Valor de mercado.


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