Está en la página 1de 1

5.1. La Guerra de la Independencia: antecedentes y causas.

Bandos en conflicto y fases de la


guerra.

El inicio de la guerra de la Independencia (1808) coincide con el reinado de Carlos IV, hijo de
Carlos III. Su mandato empieza a la par del estallido de la Revolución Francesa (1789). Para
evitar que las ideas revolucionarias se extiendan de igual forma en España, Carlos IV reemplaza
los ilustrados del gobierno por el primer ministro Manuel Godoy. Además, el país adopta una
política antifrancesa hasta la Paz de Basilea (1795). A partir de ella, España aplica una política
profrancesa y antibritánica, hasta el comienzo de la Guerra de Independencia.

A partir de ahora nos centraremos en las causas y los antecedentes de esta guerra. A principios
del siglo XIX, el país sufre una era de crisis. Motivada por la derrota en la batalla de Trafalgar,
que dificulta el comercio con el Atlántico, aumentando así el precio de los productos, tienen
como consecuencia una crisis con la hacienda pública. Es por ello que se desamortizan las
tierras eclesiásticas. Este hecho junto al descontento popular por la oposición de Carlos IV y
Manuel Godoy, provocan el surgimiento del partido fernandino. Junto a lo anteriormente
descrito, en 1807 Francia y España firman el tratado de Fontaineblau. España permite el paso
de tropas francesas en el país bajo el pretexto de que Francia invada Portugal. España recibiría
la zona sur de Portugal y Godoy el título “Príncipe de la Paz”. Sin embargo, Godoy tras ver la
intención de Napoleón de ocupar también España, traslada la familia real a Aranjuez para huir
después a América. No obstante, el pueblo de Madrid se amotina (marzo 1808) exigiendo la
proclamación en Fernando VII. Más tarde, Carlos IV pide ayuda a Napoleón, quien convoca a
padre e hijo para negociar entre ambos, produciéndose las “Abdicaciones de Bayona”.
Fernando VII entrega el trono a su padre, Carlos IV a Napoleón y éste a su hermano José I
Bonaparte. En consecuencia, el pueblo de Madrid se revoluciona contra las tropas francesas
(dirigidas por el general Murat) en “Los Levantamientos del 2 de Mayo” y “Los Fusilamientos
del 3 de Mayo” en el cuartel general de Príncipe Pío, dando inicio a la Guerra de
Independencia.

Se trata de una guerra de liberación nacional (concepto contemporáneo) contra el invasor


francés. Existen 2 bandos: los afrancesados (partidarios de José I) y los sublevados, divididos en
absolutistas (partidarios de la restauración del antiguo régimen) y liberales (partidarios de una
monarquía constitucional). De ahora en adelante comentaremos las fases de la guerra. Se
dividen en 3. La fase inicial (mayo a otoño de 1808) son todas victorias de los sublevados. Se
caracteriza por la guerra de guerrillas que somete emboscadas al ejército francés. Zaragoza y
Gerona son algunos de los sitios que resisten contra Napoleón. Además, José I es obligado a
mudarse a Vitoria y el ejército francés a replegarse al otro lado del Ebro. La segunda fase
(otoño 1808 a enero 1812) son victorias del bando francés gracias al ejército de “La Gran
Armée” dirigido por el propio Napoleón. En la última fase (enero 1812 a agosto 1813), son
victorias de los sublevados gracias al apoyo inglés (dirigido por el general Wellington) y el
desplazamiento de tropas francesas a Rusia. Cabe destacar las batallas de San Marcial, Vitoria
y Arapiles. Con el tratado de Valencay (diciembre de 1813) la guerra acaba y se produce la
restauración de Fernando VII.

Por último decir que durante este tiempo las consecuencias que trae son una enorme tasa de
mortandad y descenso de la tasa de natalidad. Disminuye la producción agraria, industrial y
ganadera; se multiplica la deuda pública y se destruyen infraestructuras, ciudades y
patrimonios artísticos.

También podría gustarte