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Algunas Implicaciones de la Teofanía Volcánica de YHWH en Su Identidad


Primordial
norteISIMUNMZALLAG
nissamz@post.bgu.ac.il
Universidad Ben-Gurion en el
Negev
Beerseba, Israel

Resumen: Algunas Implicaciones de la Teofanía Volcánica de YHWH en Su


Identidad Primordial
La teofanía y el modo de acción de YHWH se evocan con frecuencia en la Biblia
como un evento volcánico. Se muestra aquí que esta representación, de importancia
central en la historia del Pacto del Sinaí, probablemente no esté anclada en ninguna
erupción volcánica específica experimentada por los israelitas en el pasado. En la
Antigüedad, la actividad volcánica estaba específicamente asociada a los dioses
patronos de la metalurgia, dada la homología entre la lava que brotaba de un volcán
y la escoria que soltaba un horno en la fundición. La evidencia hacia tal vínculo
también se identifica en la Biblia. En consecuencia, en lugar de ser simplemente un
artificio literario que imagina los poderes sobresalientes de YHWH, el vulcanismo
puede reflejar la existencia de raíces metalúrgicas en la teología israelita. Esta
afirmación está respaldada por evidencias bíblicas que asocian a YHWH con la
producción de metales: (i) su primitivo dominio en las zonas mineras, (ii) su especial
culto por parte de los metalúrgicos, (iii) la representación de su universo celestial
como un gigantesco horno. Se concluye que la representación volcánica de la
teofanía y el modo de acción de YHWH revelan un sorprendente nivel de
preservación de las tradiciones religiosas metalúrgicas en la antigua teología
israelita.
Palabras clave:Vulcanismo – Metalurgia – Dios de fundición – Orígenes del
yahvismo – Pacto del Sinaí
Resumen: Algunas implicancias de la teofanía metalúrgica de Yahvé en su
identidad primitiva
La teofanía y el modo de acción de Yahvé son frecuentemente evocadas en la Biblia
como un evento volcánico. Se muestra aquí que esta representación, de importancia
central

Artículo recibido: 20 de abrilel2014; aprobado: 3 de septiembrerd2014.


Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
12 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

tancia en la historia de la Alianza del Sinaí, probablemente no se encuentra anclada


en ninguna erupción volcánica experimentada por los israelitas en el pasado. En la
antigüedad, la actividad volcánica estaba asociada específicamente con los dioses
que apadrinaban la metalurgia, dada la homología entre la lava que fluye de un
volcán y la escoria liberada de un horno de fundición. También es posible encontrar
evidencia sobre este vínculo en la Biblia. En consecuencia, en vez de ser un simple
artificio literario que representa los poderes excepcionales de Yahvé, el volcanismo
podría reflejar la existencia de raíces metalúrgicas en la teología de los israelitas.
Esta opinión se sostiene por las evidencias bíblicas que asocian a Yahvé con la
producción de metales: (i) su dominio en las zonas mineras, (ii) su adoración
especial por parte de los trabajadores metalúrgicos, (iii) la representación de su
universo divino como un horno gigante. Se concluye que la representación volcánica
de la teofanía de Yahvé y su modo de acción revelan un nivel sorprendente de las
tradiciones religiosas metalúrgicas en la teogonía del Antiguo Israel.
Palabras clave:Vulcanismo – Metalurgia – Dios de la Fundición – Orígenes del
Yahvismo – Alianza del Sinaí

INTRODUCCIÓN

La revelación de YHWH en el Sinaí es uno de los principales fundamentos


de la religión del antiguo Israel. Esta teofanía se informa en el capítulo 19 de
Éxodo como un evento extraordinario. Comienza con una serie de
relámpagos acompañados de un humo intenso y un ruido aterrador que se
amplifica gradualmente. Estos fenómenos van seguidos de un intenso fuego
asociado a violentos terremotos que sacuden toda la montaña (Ex 19,16-19).
Tanto los eruditos bíblicos como los geólogos han reconocido claramente en
esta descripción las fases sucesivas de una erupción volcánica.1 El carácter
volcánico de la revelación del Sinaí se confirma en Deuteronomio: “La
montaña ardió con fuego hasta el corazón del cielo, con tinieblas, nubes, y
densas tinieblas” (Dt 4,11). La lava que fluye no se menciona aquí, sino en la
canción de Débora,

1
La revelación del Sinaí ha sido identificada como una erupción volcánica por muchos autores,
como Noth (1962: 156), Koenig (1964; 1966; 1968), Bentor (1990: 336) y Humphreys (2003: 84–
87).
Ver Dunn (2014: 388–397) para una revisión de esta opinión.

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5:5). Parece, pues, que la tradición bíblica ha conservado el recuerdo de una


íntima asociación entre el vulcanismo y la teofanía de YHWH en el Sinaí.
Tres explicaciones pueden justificar esta teofanía volcánica. La primera
presupone un trasfondo histórico de esta historia. Asume que en este pasaje
la Biblia informa sobre una genuina “ceremonia del pacto” experimentada
por los israelitas en el pasado en las cercanías de un volcán en erupción. La
segunda explicación supone que el vulcanismo se introdujo únicamente con
fines literarios, proporcionando la erupción volcánica un trasfondo fantástico
e impresionante para la revelación. Según la tercera explicación, esta
representación refleja un vínculo teológico entre YHWH y las erupciones
volcánicas independientemente de cualquier consideración histórica o
literaria. Primero se examina la validez de estas tres eventualidades.

TÉLVOLCANICOREPRESENTACIÓN ENSINAI

La Justificación Histórica
Durante tiempos históricos, la actividad volcánica era totalmente
desconocida en el sur de Canaán y la península del Sinaí. En consecuencia,
la suposición de que la teofanía del Sinaí refleja el recuerdo de una auténtica
erupción implica su reubicación en torno a un volcán activo. Con respecto a
los paralelos entre las descripciones bíblicas del monte Sinaí y el paisaje del
noroeste de la Península Arábiga, algunos eruditos han sugerido desplazar el
monte de la revelación del Sinaí a esta área, donde se atestigua actividad
volcánica a lo largo de los últimos milenios.2 se supone que las andanzas de
los israelitas los trajeron a esta zona, donde descubrieron (o al menos
escucharon hablar) del fenómeno de la erupción volcánica. Otros eruditos
justificaron la reubicación de la ceremonia en la Península Arábiga
asumiendo que el Sinaí no designa un área,

2
Algunos estudiosos (Philby 1955: 125–126; Noth 1962: 156) ubicaron el Monte Sinaí en el
campo volcánico Tabuk, al noroeste de la Península Arábiga. Otros identificaron el Sinaí
bíblico con el volcán Hala' al-Badr, Harrat ar-Raha, Jabal al-Lawz o Al-Jaw (ver Silversten
2009: 59–66; Hoffmeier 2005: 131–136; Whittacker 2003: 85–145; Koenig 1971: 67–102
respectivamente).
3
La afinidad más convincente es la representación de Sîn como un becerro de oro (Key 1965:
20), aunque también es un modo común de figuración de dioses jóvenes en el Levante. Esta
hipótesis encaja también con la identificación del Sinaí con Hala' al-Badr, el volcán árabe
cuyo nombre significa
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14 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

naciones no están respaldadas por ninguna evidencia positiva con respecto a


la presencia de los israelitas en esta área. Además, el recuerdo preciso de la
dimensión volcánica durante la revelación del Sinaí, tal como está
atestiguado en la Biblia, no es compatible con una completa amnesia sobre
su ubicación. Por estas razones, es difícil justificar la representación
volcánica en el Sinaí sobre la base de consideraciones puramente históricas.

La justificación literaria
El vulcanismo es un fenómeno natural sobresaliente. Presenta todos los
componentes esperados en la teofanía: los impresionantes fenómenos
atmosféricos (relámpagos, truenos) evocan una intervención celestial; la
espesa columna de humo ascendente explica una repentina comunicación
entre el cielo y la tierra. El calor extremo en el cráter, alcanzado sin
combustión, es esencialmente un fenómeno milagroso. La naturaleza
impredecible y caprichosa de una erupción volcánica fortalece el aura de
misterio sobre su causa. Finalmente, el efecto devastador de las erupciones
volcánicas (junto con los fenómenos relacionados como terremotos,
tsunamis) recuerda espontáneamente las expresiones de la ira divina.4 Con
esta perspectiva, no es difícil suponer que el autor de esta historia, deseando
subrayar el carácter excepcional de la teofanía del Sinaí, podría verse tentado
a representarlo como una erupción volcánica.5 Tal uso literario del
vulcanismo tiene otras ventajas. Dado que la imaginería volcánica fue mal
explotada por las antiguas religiones del Cercano Oriente, su uso en el Sinaí
enfatiza la singularidad de YHWH y de su Pacto con los israelitas.
Si la erupción volcánica no es más que una metáfora pintoresca, no se
esperaría que interfiriera sustancialmente con el pacto mismo. Sin embargo,
en la narración de la revelación en el Sinaí, la visión de la erupción
volcánica, y especialmente del gran fuego, se aborda como la evidencia de
que YHWH se reveló verdaderamente en el Sinaí y habló a los israelitas (Dt
5:19-20). . Además, parece que el vulcanismo introduce restricciones en la
forma de acercarse a YHWH. Por ejemplo, se pide a los israelitas que se
mantengan alejados de la montaña para sobrevivir a la revelación. Este
peligro se presenta explícitamente como consecuencia del carácter volcánico
de la teofanía (Ex 19,21).

“el cráter de la luna” (Lewy 1946: 442; Koenig 1964: 137). Sin embargo, la identificación
sobre esa base sigue siendo tenue.
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4
Humphreys 2003: 84–85.
5
Vitaliano 2007.

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En Deuteronomio, los israelitas incluso se negaron a encontrarse con


YHWH, justificando su reserva por el riesgo de muerte inherente a la
erupción volcánica: “Ahora pues, ¿por qué hemos de morir? Porque este gran
fuego nos consumirá; si volvemos a oír la voz de YHVH nuestro Dios,
entonces moriremos” (Dt 5:21). Estas restricciones son totalmente
inesperadas si el vulcanismo se introduce sólo con fines literarios. Más bien,
su aparición sugiere un vínculo esencial entre YHWH y el vulcanismo,
independientemente de cualquier trasfondo histórico o contingencia literaria.

La justificación teológica
Si el vulcanismo está esencialmente relacionado con YHWH, podemos
esperar encontrar en la Biblia una multiplicidad de representaciones de la
teofanía de YHWH como un evento volcánico, y una estrecha relación del
significado simbólico del vulcanismo con un atributo esencial
específicamente relacionado con YHWH. Este punto se examina aquí.

El pilar de la nube
La presencia de YHWH entre los israelitas, durante los 40 años de
peregrinación, está simbolizada por una columna de nube (Ex 40, 36-38).
Abordado como una genuina teofanía de YHWH, este fenómeno milagroso
se describe como una columna de humo de día y un fuego de noche.6 Una
descripción de esta naturaleza es, una vez más, un recordatorio preciso de lo
que se observa al acercarse a un volcán: una nube espesa y oscura de ceniza
volcánica, gas y vapor hacia el cielo, que en la oscuridad irradia una luz
rojiza desde el cráter.7 Por esta razón, la “nube” que se movía con los
israelitas puede considerarse el epítome del fenómeno volcánico. nomenon
La homología volcánica entre la teofanía del Sinaí y la “presencia” de
YHWH en la columna de nube es tan profunda que algunos autores asumen
una estricta equivalencia entre ambas8. Sin embargo, la columna de nube
aparece inmediatamente después del Éxodo (Ex 13). :21-22), antes de la
teofanía del Sinaí e independientemente de ella. Por eso no debe ser
considerado como un sustituto de la teofanía del Sinaí, sino como un
marcador volcánico más de la presencia divina.

6
Éx 13:21; 16:10; Números 14:14; Nehemías 9:12,19. Véase también Mann 1971.
7
Para la identificación de la naturaleza volcánica de la columna de nube/fuego, ver Bentor
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1996: 334; Norte 1962: 109; Lewy 1946: 442; Humphreys 2003: 164–171.
8
Cassuto (1953: 337-340) concluyó que el tabernáculo y la columna de nube simbolizan juntos
un Monte Sinaí en miniatura moviéndose con los israelitas.

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dieciséis norteISIMUNMZALLAG
UNNTIGUOORIENTE

El derretimiento de las montañas


YHWH es elogiado por su habilidad general de transformar montañas en
volcanes activos. En el Sal 114, el salmista evoca a YHWH licuando la
piedra (v. 8) y “saltando” los montes (v. 4.6).9 La misma realidad se
atestigua en el Sal 46, 7 (“El da su voz, la tierra se derrite ”). Aquí
nuevamente, el vulcanismo es considerado como una consecuencia
inevitable de la manifestación de YHWH en la tierra. Este poder específico
de YHWH se confirma en Sal 97:5, donde la actividad volcánica parece estar
esencialmente relacionada con YHWH: “Los montes se derriten como cera
ante la presencia de YHWH, ante la presencia del dueño de toda la tierra. ”
También se reconoce explícitamente en Sal 104,32: “Él mira la tierra, y se
estremece. Toca las montañas y echan humo”.
La actividad volcánica incluso parece ser una consecuencia inevitable de
la manifestación de YHWH en la tierra. Esto se expresa claramente en el
Salmo 144:5, donde el llamado a YHWH a revelarse conduce
espontáneamente a un evento volcánico: “YHWH, inclina Tus cielos y
desciende, toca las montañas para que echen humo”. Exactamente el mismo
vínculo se enfatiza en Isa 63:19: “Que rasgarás los cielos, que descenderás,
que las montañas se licuarán (nāzōlû) en tu presencia”. 10 La consecuencia
de esta dimensión volcánica inherente a la Amós evoca trágicamente la
revelación divina: “Mi Señor, YHWH-Sebaoth, toca la tierra y se derrite, y
todos los que en ella habitan lloran” (Amós 9:5). Si YHWH no puede
acercarse a la tierra sin provocar una erupción volcánica destructiva,

El Modo Volcánico de Acción de YHWH


En el librode Job, se menciona que YHWH regularmente remodela el paisaje
al “mover” montañas: “El quita las montañas, y no lo saben, cuando las
trastorna en Su ira” (Job 9:5). Tal proceso característico de las erupciones
volcánicas se evoca aquí como un modo general de acción que sigue

9
Sobre las metáforas de la dimensión volcánica utilizadas en el Salmo114, véase Amzallag y Avriel
2011: 311–
313. Exactamente la misma metáfora de la lava que fluye montaña abajo como un rebaño
(“Las montañas saltaban como carneros, las colinas como ovejas jóvenes”, Sal 114:4) se usa
en la mitología griega para evocar la actividad volcánica del Etna. . Véase Scarth 1989: 92–
94.
10
La misma imagen se reproduce en Isa 64:1-2, esta vez en contacto directo con la revelación
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del Sinaí. Esta es otra evidencia de la dimensión volcánica de esta teofanía.

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la ira de YHVH. De hecho, su ira se describe como un fuego que enciende


los cimientos de las montañas (mosdey harim, Deut 32:22), imagen que
evoca, aquí nuevamente, su transformación en volcanes activos.11 De
manera similar, algunos profetas representan explícitamente el “ ira de
YHWH” como un líquido caliente y destructivo que fluye sobre la tierra.12
Incluso las visiones escatológicas, donde se espera que YHWH se revele a
toda la tierra, se caracterizan por una intensa actividad volcánica. Esto lo
expresa claramente Miqueas:

Porque he aquí, YHWH sale de su lugar, y descenderá,


y hollará sobre las alturas de la tierra. Y los montes se
derretirán debajo de él, y los valles se hendirán, como
cera delante del fuego, como aguas que se derraman
por un precipicio.(Miqueas 1:3–4)

También en el libro de Isaías, la visión escatológica de la revelación de


YHWH va acompañada de una gran erupción volcánica que oscurece el cielo
y destruye ciegamente al mundo.13 Esta representación volcánica puede
explicar por qué esta escatología tiene un carácter tan aterrador.14 Es No
sorprende que Isaías aborde el resultado de esta revelación final como un
evento que conduce a la génesis de un nuevo paisaje, donde los valles se
allanan y las montañas se quitan: “Todo valle será levantado, y todo monte y
collado será abatido; y lo escabroso será allanado, y lo escabroso en llanura”
(Isaías 40:4).
Estos muchos casos muestran que la teofanía volcánica de YHWH no
puede de ninguna manera estar restringida a la revelación del Sinaí. También
revelan que esta representación volcánica no puede interpretarse
simplemente como una metáfora. El lamento de Amós sobre la consecuencia
ciego-destructiva de la teofanía volcánica de YHWH (Amós 9:5), el llamado
de Isaías a una intervención volcánica de YHWH contra los enemigos de
Israel (Isa 63:19) y la representación explícita de la día de YHWH como un
evento volcánico gigante sugiere que el vulcanismo fue interpretado

11
Por lo tanto, no sorprende que la destrucción de Jerusalén se describa precisamente como un
fuego que consume los cimientos profundos de la ciudad (Lamentaciones 4:11).
12
Ezequiel 22:31; Os 5:10; Sof 3:8.
13
Isaías 13:9–10, 42:14–15.
14
El libro de Joel describe en detalle la devastación que se espera que la lava provoque en la
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tierra (Joel 2:1–10), en el momento en que el sol será velado (Joel 3:4, 4:15), probablemente
por una espesa nube de ceniza volcánica.

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18 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

como la manifestación genuina de YHWH en la tierra. Además, la creencia


de que el vulcanismo puede revelar a YHWH a la humanidad (Joel 4:15–17;
Sof 3:8–9) implica la existencia de una relación esencial entre YHWH y el
vulcanismo.
Dos posibles explicaciones pueden justificar un parentesco tan esencial.
El primero asume que YHWH fue anteriormente un dios-volcán extranjero
introducido en Canaán por los israelitas. La segunda explicación posible
supone que YHWH no es un dios-volcán, sino que el vulcanismo sirve como
un símbolo que representa uno de sus atributos más esenciales. Para probar
esta última eventualidad, es necesario primero identificar qué simbolizaba el
vulcanismo en la Antigüedad, y examinar si esta realidad está esencialmente
relacionada con YHWH.

TÉLRELIGIOSOSIGNIFICANCIA DEVOLCANISMO

Hornos y Volcanes
La fundición, la transformación del mineral en metal en un horno, es la única
actividad humana que involucra la fundición de piedra. Por lo tanto, existe
una homología perfecta e incluso exclusiva entre el flujo de lava de un
volcán y la liberación de escoria de un horno durante el proceso de
fundición.15 Esto explica por qué los volcanes se relacionaban típicamente
con los dioses de la metalurgia en la Antigüedad. Hefesto, el dios-herrero
griego, es llamado el príncipe del Etna.16 También sus “siervos”, los
Cíclopes, habitaban alrededor de los volcanes Etna y Lipari. Se suponía que
su actividad metalúrgica ocurría en el corazón del volcán.17 Las contrapartes
etruscas y romanas de Hefesto (respectivamente Sethlans y Vulcan) también
están plenamente identificadas con volcanes activos. Una homología entre la
metalurgia y el vulcanismo también está claramente atestiguada en las
mitologías de Europa Central y del Norte.

15
Esta homología la relata Dieterle (1987: 5) así: “... Entre los aparatos de la fragua, no hay
duda de que es el horno el que corresponde al volcán, ya que la escoria fundida que sale de él
es profundamente parecida a el flujo de la lava fundida de un volcán...”
dieciséis
Eurípides, Cíclope, v. 600.
17
En la Odisea, Polifemo, el cíclope más famoso, es incluso completamente asimilado a la
actividad volcánica del Etna. Véase Scarth 1989.
18
Véase Davidson 1958: 158; Dieterle 1987: 3–6. Surt, el dios del volcán islandés, es
reconocido como el maestro de los gigantes, los míticos metalúrgicos del pasado. Sus
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conocidos metalúrgicos los confirma su legendaria espada flamígera y la barca metálica en la
que se mueve. Y exactamente como la escatología relatada por algunos profetas bíblicos, los
mitógrafos nórdicos cuentan que se espera que la actividad volcánica de Surt, en un futuro
lejano, consuma por completo

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UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 19

La naturaleza esencial de la asociación entre la metalurgia y el


vulcanismo es confirmada por la figuración, en la antigua Grecia, de las islas
de Rodas y Lemnos como sitios de actividad volcánica.19 Exactamente
como con el Sinaí en la Biblia, este vulcanismo sigue siendo una pura
ficción. Aparentemente fue introducido para justificar la presencia de los
metalúrgicos semidivinos y su deidad patrona en estas islas.20 Estas
observaciones reflejan una correspondencia simbólica muy extendida, en la
Antigüedad, entre los volcanes activos y los talleres metalúrgicos, y
especialmente el horno. 21

Vulcanismo y Metalurgia en la Biblia


En la Biblia, la intimidad de la relación entre metalurgia y vulcanismo se
revela en el texto referente a la teofanía de YHWH en el Sinaí. Allí se
promueve una homología entre la columna de humo que sube del monte y el
humo de un horno: “Todo el monte Sinaí humeaba, porque YHWH
descendió sobre él en fuego. Su humo subía como el humo de un horno
(kibšan), y todo el monte tembló en gran manera” (Ex 19:18). Esta
comparación es muy llamativa. La mención de una enorme columna de
humo que se eleva desde la montaña se ve fácilmente, por lo que no requiere
ninguna aclaración por analogía. Además, el poder didáctico de la fundición
de imágenes es muy limitado, siendo la fundición una actividad altamente
especializada. Por fin, el humo de un horno es tan reducido con respecto al
humo de un volcán que la analogía minimiza la amplitud sobresaliente de los
acontecimientos relativos a la revelación del Sinaí. Estas consideraciones
sugieren que la referencia a la metalurgia de hornos se introduce aquí para
enfatizar la homología entre erupciones volcánicas y actividad de hornos.
Esta interpretación es confirmada por consideraciones literarias. El texto
de la revelación del Sinaí (Éxodo 19) está organizado como un quiasma
gigante centrado en el versículo

la creación para reemplazarla por un mundo nuevo (ver Davidson 1958: 154). MacCulloch
(1930: 202, 279-280) informa que en la mitología nórdica se considera que las erupciones
volcánicas son causadas por los gigantes y su actividad. Sobre la relación entre los Gigantes y
la metalurgia en la mitología nórdica, véase Dieterle 1987: 4.
19
Newbold 2006: 3. Sobre la asociación entre los telquines de Rodas y la metalurgia, ver
Martin 2004: 10; Eliade 1977: 87; Blakely 2006: 15–16, 152–156.
20
Burckert 1970: 1-16; Capdeville 1995: 272.

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21
Véase Virgilio, Enneid iii 571.582; Jorge. i. 471, Ovidio. metam. xv, 340. En Escandinavia,
por ejemplo, el horno (aflar) se identifica explícitamente con un volcán (ver Einarson 2011:
63, 84).

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20 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

18, un rasgo que destaca su importancia central para comprender la historia


como un todo.22 La homología entre el humo del volcán y el del horno que
se promueve en este versículo se convierte, por lo tanto, en una clave para
leer toda la historia de la revelación del Sinaí. 23
La homología entre metalurgia y vulcanismo también aparece en el libro
de Isaías. Por un lado, se relata que el lugar santísimo del templo de
Jerusalén está lleno de una nube de humo de día y de una luz visible de
noche (Is 4,5), descripción inspirada en la teofanía volcánica de YHWH (ver
sobre). Por otro lado, el templo de Jerusalén es considerado simbólicamente
como el lugar de la actividad metalúrgica divina. Así lo revela la frase que
cierra el discurso divino en Is 31,9: “Esta es la palabra de YHWH, cuyo
fuego está en Sión, y su horno en Jerusalén” (Is 31,9). Aquí, la mención del
“horno divino” en Jerusalén no puede ser abordada simplemente como una
metáfora porque se introduce para asegurar que YHWH realmente habló,
exactamente como el vulcanismo asegura que la teofanía en el Sinaí es la de
YHWH.
El libro de Isaías describe el trono celestial de YHWH rodeado de
serafines (Isa 6:2). Estas criaturas parecidas a dragones están de pie cerca de
carbones encendidos (Isa 6:6) que exudan un humo denso (Isa 6:4). Estos
detalles sugieren que el trono de YHWH se asimila simbólicamente aquí a
algo que recuerda tanto a un horno como a un volcán. Este parentesco se
confirma en el libro de Daniel evocando al Divino Maestro sentado en un
trono situado sobre un gran torrente de fuego (Dan 7,10). Esta visión
recuerda a una efusión volcánica de lava y/o un flujo de escoria expulsada de
un horno abierto.
Todas estas consideraciones indican que la homología entre vulcanismo y
metalurgia fue reconocida en el antiguo Israel como lo fue en otras culturas
antiguas. Esto nos invita a examinar en qué medida la teofanía volcánica y el
modo de acción de YHWH reflejan un vínculo esencial entre la deidad y la
metalurgia, y especialmente con la fundición en horno.

Avishur 2000: 119–203.


22

Como relata Meynet (2010: 310–311), el verso central de una estructura concéntrica es bien
23

conocido por representar una clave de lectura para todo el texto. Véase también Van der Lugt
2010: 537–542.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 21

METROETALLURGIA COMOYHWH'SmiESENCIALUNATRIBUTO

Algunos elementos vinculan a YHWH con los metales y la metalurgia en la


Biblia. Por ejemplo, el modo de acción de YHWH a veces se visualiza como
un proceso metalúrgico (tostación de minerales, fundición, refundición en
horno y purificación de metales).24 La transformación cetro-serpiente
realizada por Moisés en el nombre de YHWH (Ex 3:2– 3, 4:2–5) se asemeja
a un proceso de fundición en un horno.25 También el emisario divino de
YHWH (malak-YHWH) muestra fuertes afinidades con el dios-herrero
cananeo.26 Incluso la cojera de Jacob inherente a su transformación en Israel
( Gen 32:32-33) recuerda una enfermedad iniciática típicamente asociada
con herreros y trabajadores del metal.27 Estos elementos juntos sugieren una
relación esencial entre YHWH y la metalurgia. Esta conclusión se ve
confirmada por otras observaciones.

YHWH y las Zonas Mineras


El vínculo esencial entre YHWH y las zonas mineras se revela en la mención
de su “origen” en la región montañosa de Seir, el sur de Arabá y el Sinaí (Dt
33,2; Jue 5,4; Hab 3,3). El punto común de estos lugares es la presencia de
ricos recursos de mineral de cobre: el área minera de Punon (Faynan, North
Arabah), de Timna (South Arabah) y de Serabit El-Khadim se ubican en
Seir, Paran y Sinai. respectivamente. Todas estas áreas conocieron una
intensa actividad minera y de producción de cobre en la Antigüedad,
atestiguada por la enorme cantidad de escorias encontradas en estos sitios.28
A fines del segundo milenio a. C., esta actividad metalúrgica fue
particularmente intensa en el valle de Arabah. .29 Se espera que el dios
específicamente relacionado con estas áreas esté profundamente involucrado
en la riqueza de sus habitantes. Desde la explotación del mineral de cobre y

24
Véase Gén 19:24–28; Is 34:9; Jeremías 6:27–30, 9:6; Ezequiel 22:18, 24:11. Para una
discusión sobre la dimensión metalúrgica de este modo de acción, ver Amzallag 2013: 158–
162.
25
Ver Laughlin 1975: 16, n. 41; Amzallag 2009a: 395–396.
26
Véase Amzallag 2012.
27
Véase Eliade 1977 [1956]: 88–89; Martín 2005: 17–20; Dieterle 1987: 3–4; Amzallag 2009a:
400–401.
28
La cantidad de escoria producida entre el cuarto y el primer milenio a. C. se evalúa como
100.000 toneladas en el área de Punon (Faynan) (Bartlett 1989: 36; Levy et al. 2004: 867). La
misma cantidad se evalúa en BirNasib en el distrito minero de Serabit el Khadim (Rothenberg
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.
1987: 4). La cantidad de escoria en Timna se estima en hasta 10.000 toneladas (Erez Ben-
Yosef, com. pers.).
29
Véase Levy et al. 2004.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


22 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

la reducción de metales era prácticamente la única actividad local de estas


regiones desérticas, es probable que YHWH patrocinara la producción de
cobre. Esto se confirma con otras consideraciones. La tierra otorgada por
YHWH a los israelitas es evocada en Deuteronomio como un país rico en
recursos minerales de hierro y cobre, considerados una fuente sustancial de
riqueza: “Un país donde comerás tu pan sin escasez, donde nada te faltará;
una tierra cuyas piedras son de hierro y de cuyos montes podrás sacar cobre”
(Dt 8, 9). Sin embargo, esta afirmación es infundada porque la “Tierra
Prometida” está completamente desprovista de estos minerales. Los ricos
recursos de mineral de cobre en el sur de Canaán (la región del Arabá)
fueron otorgados por YHWH a los edomitas, no a los israelitas
(Deuteronomio 2:5). Los israelitas obviamente estaban conscientes de que
esta mención de recursos minerales fabulosos era una ficción, por lo que una
afirmación tan falsa debilita toda la promesa. Esto significa que
probablemente no se introdujo como un instrumento de persuasión, sino más
bien como un requisito teológico. Si YHWH habitó originalmente en un área
minera, su presencia entre los israelitas requiere la transformación simbólica
de toda la “tierra prometida” en un área minera gigante.

El Patrón de las Fundidoras


Como dios originario de un área de producción de cobre, se espera que
YHWH muestre una relación especial con los fundidores y trabajadores del
metal. Este punto se reconoce en el libro de Isaías, donde YHWH revela su
presencia en el taller del herrero. Está involucrado en soplar aire sobre las
brasas, e incluso participa en la producción de artefactos de metal:
“Ciertamente, yo soy (YHWH) que he creado al herrero, que sopla sobre el
fuego de las brasas y que saca el instrumento de su trabajo” (Isaías 54:16).
En la Biblia, tal participación no se ve en relación con ninguna otra actividad
humana, una característica que sugiere, aquí nuevamente, un parentesco
especial de YHWH con la metalurgia.
Esta conclusión es confirmada por la cercanía de YHWH a los fundidores
cananeos, los quenitas.30 Su importancia es enfatizada por la mención de
Caín, el antepasado de la tribu, como el primogénito de la humanidad (Gen
4:1).31 El apego especial a YHWH de esta congregación es promovido por
la señal de su

30
Para la identificación de los quenitas como metalúrgicos cananeos, véase Miller 1974;
McNutt 1990: 239–249; Blenkinsopp 2008: 140; Mondriaan 2011: 416–418.
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
31
El análisis comparativo de las genealogías en Génesis 4 y 5 llevó a algunos autores a asumir
que Caín, y no Set, fue considerado anteriormente como el antepasado de Noé. Ver Lewy
1956: 431; Sawyer 1986: 158; Knohl 2004: 63–70. Según Sawyer (1986), Génesis 4 evoca no
sólo la cercanía a YHWH de Caín y su linaje, sino también su condición de héroes
civilizadores.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 23

protección divina (Gn 4,15), señal de su prestigio y cercanía a YHWH,32 así


como de su fervor e inspiración yahvistas.33 La mención de Jetro el quenita
como sacerdote que moraba cerca del monte santo de YHWH (Horeb)
confirma estas conclusiones. Además, es muy significativo que Moisés
descubriera la identidad genuina de YHWH hasta entonces desconocida para
los israelitas (Ex 6:3) después de habitar durante años cerca de Jetro, su
suegro.34 Por todas estas razones, muchos autores asumen que YHWH era
anteriormente un dios ceneo, es decir, un dios adorado específicamente por
los metalúrgicos cananeos.35
Edom fue una nación que surgió a fines del segundo milenio AEC en el
Arabá en estrecha relación con los ceneos y con la producción de cobre.36
Muchas indicaciones bíblicas sugieren que YHWH estaba comprometido
con los edomitas como lo estaba con los israelitas.37 A incluso se revela el
estado mayor de Edom.

32
Véase Blenkinsopp 2008: 141–142; McNutt 1990: 239–241. Esta señal también se menciona
en Ezequiel 9:4.
33
Caleb y Otoniel, dos miembros de un clan (qenizitas) afiliado a los ceneos, son elogiados por
su celo por YHWH y su inspiración divina (Núm 32:12; Jue 3:9–11). El apego de los quenitas
y sus clanes relacionados (qenizitas, recabitas, véase McNutt 1990: 242–243) a YHWH se
evoca en Ex 18.10–12; número 13,6; Josué 14:13–14; 2 Reyes 10:15–16; y Jeremías 35:18–
19. También se considera que Bezalel y Uri, los metalúrgicos involucrados en la construcción
del tabernáculo, estaban llenos del “espíritu de dios” (Ex 31:1–5).
34
Con respecto a la influencia quenita sobre Moisés, véase North 1964: 381; Albright 1963;
Garbini 1988; Weinfeld 1988; Blenkinsopp 2008: 133–136.
35
La hipótesis cenea del origen de YHWH se debate durante mucho tiempo. Véase, por
ejemplo, Smith 1918; Schmökel 1933; gris 1953; Albright 1963; Norte 1964; Weinfeld 1988.
Para desarrollos y discusiones recientes, ver Blenkinsopp 2008; Mondriaan 2011.
Curiosamente, las afinidades metalúrgicas de YHWH y su culto fueron negadas incluso por
los autores que promovían la hipótesis kenita. Por ejemplo, Immanuel Lewy (1956: 431)
asumió que “Los ceneos y tribus afines adoraban a Yahu o Yahweh pero desconocían el
origen de ese culto y por eso lo atribuían a su antepasado, Caín, el primer herrero o
martillador”. Sin embargo, esta explicación especulativa sigue siendo poco probable, debido
al gran conservadurismo de las tradiciones y creencias metalúrgicas en la Antigüedad, como
lo revelan sus similitudes en diferentes culturas. Véase Eliade 1977: 82–91. Esta característica
se ve confirmada por las similitudes observadas entre las tradiciones metalúrgicas de las
sociedades tradicionales de África y las de la antigua Grecia y Canaán. Véase Blakely 2006:
1–5; McNutt 1990: 241, 245–246.
36
Véase Levy y Najjar 2006; Tebes 2009: 107–108. La continuidad étnica/cultural entre el
pueblo antiguo de Seir y la nueva entidad política edomita, ya sugerida en Génesis 36, está
respaldada por la comparación de los hallazgos arqueológicos de la Edad del Bronce Final
(Seir) y la Edad del Hierro Temprana (Edom) (ver Levy 2009: 251–252). El culto a YHWH
por parte de esta población está confirmado por una inscripción egipcia del templo de Amón
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.
en Soleb (Nubia) de la época de Amenofis III que menciona “la tierra shasu de Yahu” (ver
Giveon 1971: 27). Para conocer las interrelaciones entre los quenitas y los edomitas, véase
Abramsky 1953: 119–120.
37
Sobre las evidencias bíblicas sobre la adoración de YHWH en Edom, ver Haney 2007;

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


24 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

guiados por la bendición divina que Isaac pretendía dar a Esaú “Que los
pueblos te sirvan, y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus
hermanos, e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito todo el que te
maldiga, y bendito todo el que te bendiga” (Gn 27,29). La tormentosa
historia de la transferencia de los derechos de primogenitura de Esaú a Jacob
(Génesis 27) confirma que el estatus privilegiado de Israel como “pueblo de
YHWH” estaba originalmente destinado a los edomitas, y no a los
israelitas.38
Juan Manuel Tebes sugirió que la “sabiduría” de Edom mencionada
explícitamente en Jer 49:7–8 (ver también Abad 8) está estrechamente
relacionada con la metalurgia.39 Unos versículos más adelante, los edomitas
son comparados con los de Israel que son consagrados a YHWH, a través de
su prohibición común del consumo de vino (Jeremías 49:12).40 Esto sugiere
que la sabiduría “metalúrgica” de los edomitas no se restringía a la habilidad
manual, sino que también se extendía al conocimiento profundo de YHWH.

El horno celestial
En la visión que abre el libro de Ezequiel, el trono celestial es evocado como
un universo de fuego, llamas y brasas (Ez 1,4,13). En medio de estas brasas,
Ezequiel evoca una extraña realidad que él llama ḥašmal: “Y miré, y he aquí,
un viento huracanado venía del norte, una gran nube, y un fuego
resplandecía, de modo que un resplandor lo rodeaba; y de en medio de ella
como el color de ḥašmal, de en medio del fuego” (Ezequiel 1:4).
electrónico, el término griego que se traduce como ḥašmal en la
Septuaginta, se usa generalmente para designar el ámbar o una aleación de
metal de color amarillo pálido. El mismo significado dual también se
encuentra en las palabras cercanas a ḥašmal en egipcio (ḥasmn), acadio
(ešmarû) y elamita (išmalu).41 El ámbar es una resina fosilizada, de modo
que se carboniza sin brillar una vez rodeada de fuego. Esto significa que, en
la visión de Ezequiel, ḥašmal designa un metal. Al estar colocado entre
brasas incandescentes, esta materia probablemente no se encuentre en un
estado sólido. Parece que aquí Ezequiel describe el metal fundido a través de
la radiación de color amarillo pálido.

Blenkinsopp 2008. Sobre las afinidades entre Qos, el dios edomita y YHWH, véase Kelley 2009:
264–271.
38
Sobre el significado del conflicto entre Jacob y Esaú, ver Waterman 1938; Tebes 2006.
39
Véase Tebes 2009.
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
40
Esta prohibición del consumo de vino por parte de los metalúrgicos se confirma en Jeremías
35:6 (dando cuenta del parentesco entre los recabitas y los ceneos subrayado en 1 Crónicas
2:55).
41
Véase Bodi 1991: 82–90.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 25

saliendo de él, exactamente como se puede observar en un horno.42 Este es


un detalle adicional que revela que el trono de YHWH fue concebido por los
israelitas como si estuviera colocado sobre un horno celestial gigante. Esta
representación confirma el supuesto de una relación entre una teofanía
volcánica y la metalurgia como atributo esencial de YHWH.

TÉLCAULDRÓNSSIMBOLISMO

El vínculo entre horno y vulcanismo también puede deducirse del uso del
caldero como símbolo del templo de Jerusalén, ya que el caldero fue en la
Antigüedad el artefacto de culto que expresaba la homología entre
metalurgia y vulcanismo.

El caldero como horno/volcán


Las calderas de culto se consideraron en la Antigüedad como sitios
específicos de rejuvenecimiento por medio del fuego y la licuefacción.43 La
única actividad humana correspondiente a tal propiedad es el reciclaje del
cobre herrumbroso mediante su refundición en un horno. El fuerte poder
reductor del horno permite regenerar un lingote de cobre brillante a partir de
viejos artefactos de óxido sin pérdida de materia. El horno es, por lo tanto, el
lugar de la regeneración infinita del metal a través de la destrucción/pérdida
de forma por el fuego. Esta consideración introduce una homología esencial
entre calderos y hornos. Incluso se ve reforzado por la forma similar de
calderos y hornos utilizados en la metalurgia del cobre, así como por la
naturaleza metálica de este artefacto de culto.
El análisis comparativo del simbolismo del caldero en la Antigüedad
revela su fuerte homología con el cráter de un volcán en actividad.44 Esto se
expresa especialmente a través del símbolo de la serpiente. Las serpientes se
asocian típicamente con calderos en la Antigüedad, adornando el cuerpo, los
protomos e incluso el soporte de este artefacto ritual.45 Las afinidades
volcánicas de este símbolo son

42
Driver (1951: 62) ya concluyó que la visión de Ezequiel identifica el trono celestial de
YHWH con un horno de fundición de cobre.
43
Véase Tresidder 2008, artículo “Caldero”. Este hecho está atestiguado desde la Edad del
Bronce en el mundo mediterráneo. Véase Willets 1962: 315–316.
44
Según Suhr (1967: 218-219), "El caldero de bronce, alrededor del cual se colocan los
protomos, tiene una forma similar a la caldera o cráter del que se expulsa el gas y la lava".
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.
45
Véase Hopkins 1960; Suhr 1971; Erdy 1995; Ridgway 1977. Esta asociación entre calderos
y serpientes es aparentemente antigua en el Cercano Oriente (ver Hornblower 1933: 84).

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


26 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

revelado por el hecho de que el volcán era frecuentemente considerado como


el hábitat preferencial de los dragones-serpiente.46
Como paralelo, este animal mítico también se asocia típicamente con la
metalurgia. En Mesopotamia, los dioses que patrocinaban la actividad
metalúrgica estaban estrechamente relacionados con los dragones.47 Su
contraparte egipcia, Ptah, se identificaba con el dragón cósmico Ir-ta.48 El
mismo simbolismo ofídico se encuentra en la antigua Grecia, donde Hefesto
es el padre del serpiente-dios Erectonio. En el Levante y la Península
Arábiga, el culto a la serpiente está claramente atestiguado en las áreas
mineras, donde se observa en estrecha relación con la metalurgia ritual.49
También en la Biblia, se informa que los israelitas fueron mordidos por
serpientes ardientes. (serafines) en las inmediaciones de la zona minera de
cobre de Punón (Núm. 21:4–9).50 Esto revela que estas criaturas estaban,
nuevamente aquí, estrechamente relacionadas con la metalurgia.
El vínculo entre metalurgia, serpientes y calderos se confirma con la
representación, en el caldero de Gundestup (Dinamarca), de una deidad
(probablemente Cernunnos) que sostiene una serpiente en una mano y un
torque en la otra, como signo de su estrecha relación. 51 El torque era la
forma preferida de almacenamiento de metal en Europa Central durante la
Edad del Bronce.52 En consecuencia, la relación entre las serpientes y los
lingotes de metal en el contexto del caldero confirma que este artefacto ritual
simbolizaba la regeneración del cobre mediante el reciclaje de viejos
artefactos de óxido en un horno.
Estas consideraciones revelan que el uso de la serpiente/dragón para
simbolizar el caldero, el volcán y la actividad metalúrgica refleja un vínculo
esencial entre ellos.

46
En la mitología griega, por ejemplo, Typhoon vive en el Etna. Incluso se le considera
responsable de las erupciones volcánicas. Véase Ogden 2013: 162–163, 219–220.
47
Enki se llama la serpientede Apsu (Espak 2006: 51–53), Ea está estrechamente asociada con
las serpientes (Budge 1921: 24–26) y Ningizzida, su homólogo, se representa como un dragón
(Van Buren 1934; McDonald 1989: 29–35; Wiggermann 1997 : 40–41).
48
Sauneron y Yoyotte 1959: 33–38; Cruz-Uribe 1994: 188.
49
Véase Rothenberg 1984: 93–100; Potts 2007: 65; Benoist 2007: 38, 46–48.
50
Para la identificación del sitio como Punon, ver Sawyer 1986: 156; Tebes 2009: 108.
51
Ver Fickett-Wilbar 2003: 85–87, 95. Weland, la contraparte nórdica de Cernunos, también se
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
asocia explícitamente con serpientes y dragones. Véase Davidson 1958: 152, 154, 156–157.
52
Schaeffer 1949.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 27

El caldero como símbolo del templo de Jerusalén


El libro de los Reyes evoca diez carros de cobre colocados a la entrada del
templo de Jerusalén, cada uno de los cuales sostiene una pila de cobre (kior)
(1Re 7, 27–39). Este artefacto de culto es generalmente interpretado como el
recipiente del agua que usaban los sacerdotes para las purificaciones.53 Sin
embargo, más allá de este propósito, es probable que las palanganas tuvieran
también una función simbólica. El término kior también designa en la Biblia
un lugar de combustión: “En aquel día pondré a los jefes de Judá como kior
de fuego entre leña, y como antorcha de fuego entre gavillas” (Zacarías
12:6). En 1 Sam 2:14, este término designa explícitamente un caldero de
culto en el que se cocinaba la carne del sacrificio.
Una estrecha similitudexiste entre los carros evocados en 1 Reyes 7:27–
39 y el carro del caldero de Enkomi que data de los siglos XI y X a. sugiere
sus conocidos metalúrgicos. De acuerdo con la similitud entre el carro del
caldero de Enkomi y los carros del templo de Jerusalén, podemos suponer
que la cuenca (kior) de estos últimos también fue abordada como un caldero
de culto.
También el “mar de cobre” de dimensiones sobresalientes colocado a la
entrada del templo de Jerusalén (1Re 7:23–26) parece un caldero de culto
gigante. Su denominación como “mar de cobre” (2 Reyes 25:13; Jeremías
52:17; 1 Crónicas 18:8) incluso sugiere que el agua que lo llena simbolizaba
cobre fundido, escoria y/o lava.55
La asimilación de Jerusalén como un todo con un caldero de culto
humeante está atestiguada en Ezequiel 24:6. Exactamente como en 1 Samuel
2:14, aquí se espera que el caldero del culto cocine la carne de los sacrificios
(Ezequiel 24:3-5). Sin embargo, dos capítulos antes, la ciudad de Jerusalén
se representa como un sitio metalúrgico gigante en el que los israelitas son
fundidos por la deidad:

53
Esta interpretación está respaldada por la mención del cuenco de cobre a la entrada del
tabernáculo (Ex 30:18–21, 40:30).
54
Véase la figura. 8 en Hopkins 1960.
55
Esta interpretación está respaldada por el hecho de que el término mayim en hebreo bíblico
no solo designa el elemento agua, sino también cualquier otra materia en estado fundido. En
Sal 114:8, mayim evoca explícitamente piedra fundida (ver Amzallag y Avriel 2011: 312–
314). De manera similar, la lava fundida vertida por YHWH como expresión de su ira se
equipara al agua en Miqueas 1:4 y Oseas 5:10 (ver Koenig 1966: 16–17). La identificación del

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


metal fundido como agua ya está atestiguada en las culturas de la Edad del Bronce. Véase
Lambert 1980: 382–387.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


28 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

Por tanto, así dijo mi señor YHWH: Porque todos


vosotros os habéis convertido en escoria, por tanto, he
aquí, os reuniré en medio de Jerusalén. Como juntan
plata y bronce y hierro y plomo y estaño en medio del
horno, para soplar fuego sobre él, para fundirlo; así os
recogeré en mi ira y en mi furor, y os arrojaré dentro, y
os fundiré. Sí, os reuniré y soplaré sobre vosotros con el
fuego de Mi ira, y seréis derretidos en medio de él.
Como se funde la plata en medio del horno, así seréis
fundidos en medio de él; y sabréis que Yo, YHWH, he
derramado Mi furor sobre vosotros.(Ezequiel 22:19–22)

La combinación de estas dos representaciones revela la equivalencia


promovida por Ezequiel entre caldero cultual y metalurgia. Esta equivalencia
se confirma por el hecho de que la destrucción de Jerusalén se justifica por la
incapacidad de eliminar el óxido acumulado en el caldero/Jerusalén sin
procesar en un horno completo la refundición de este artefacto de culto
(Ezequiel 24: 9–13). En consecuencia, Ezequiel asume aquí que la función
purificadora/revitalizadora inherente al caldero de culto, simbolizada por la
refundición en horno de cobre herrumbroso, se vuelve imposible porque este
artefacto de culto está demasiado corroído como para que él mismo tenga
que volver a fundirse. Esta mención de todo el derretimiento de Jerusalén
como un caldero no solo se ajusta a la imagen de un nuevo horno, sino
también a un evento volcánico similar al mencionado en Dt 32:22; Miqueas
6:2 y Sal. 18:8.

DISCUSIÓN

El vulcanismo como representación simbólica de la metalurgia


El presente análisis indica que la revelación de YHWH en el Sinaí está
condicionada por la naturaleza volcánica del evento. Sin embargo, también
enfatiza que el vulcanismo no debe ser abordado como un evento histórico,
ni como una simple metáfora de los poderes abrumadores de YHWH. Más
bien, el uso extensivo de la imaginería volcánica en el contexto divino revela
un trasfondo teológico de esta representación.
A la luz del volcánactividad atestiguada en la Península Arábiga durante
el período histórico, algunos autores han sugerido que YHWH fue
anteriormente un dios del volcán árabe. Esta posición fue reformulada
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
recientemente por Jacob Dunn de la siguiente manera:

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 29

Sin duda, la destrucción por fuego y terremoto fue el


modus operandi de YHWH en sus primeras tradiciones
conectadas con una montaña sagrada cerca de Madián
en el noroeste de Arabia Saudita. En esencia, YHWH
puede ser visto como un djinn, un “demonio” de fuego
árabe que fue adorado por las poblaciones indígenas en
las proximidades de Madián. Se sugiere, además, que el
yahvismo entró secundariamente en la religión israelita,
y que esta feroz deidad volcánica fue traída al norte por
los madianitas/ceneos en la ruta comercial.
tes que unen Arabia con el Levante. En una tierra
completamente nueva— Canaán—casi
completamente desprovisto de montañas
volcánicas, una deidad volcánica como YHWH
fue rápidamente transformada.
med en una deidad de la tormenta como Baal. Con el
tiempo la naturaleza volcánica de YHWH fue
eclipsada...56

Los datos expuestos en este estudio sugieren otra explicación:


exactamente como lo atestiguan otras religiones antiguas, el vulcanismo
puede haber sido introducido en la Biblia para expresar el parentesco
esencial de YHWH con la metalurgia. La verosimilitud de estas dos hipótesis
puede compararse a la luz de los datos expuestos en este estudio.
(i) Metalurgia: Si YHWH fue anteriormente un dios-volcán, no se espera
que muestre ningún parentesco específico con la metalurgia. En
consecuencia, la asociación simbólica entre la metalurgia y el
vulcanismo en las religiones antiguas y el trasfondo metalúrgico del
yahvismo identificado aquí apoyan la segunda hipótesis.
(ii) Actividad volcánica: Si YHWH fue anteriormente un dios volcánico
árabe, se espera que su teofanía y modo de acción estén inspirados en
la actividad volcánica específicamente atestiguada en esta área. En el
Salmo 46 encontramos una mención explícita a la actividad volcánica
(“hace su voz, la tierra se derrite”, v. 7) junto con la descripción de
montañas (islas) que se derrumban repentinamente en el mar (v. 3). El
único fenómeno natural posible que se ajusta a esta descripción es el
colapso de una caldera después de una actividad volcánica
sobreextendida. Esta realidad (que recuerda la erupción volcánica de
Santorini) no tiene nada que ver con la actividad de un dios volcánico
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.
árabe. Sin embargo, está perfectamente justificado si el vulcanismo,
dondequiera que ocurra, es evocado como símbolo de los poderes
metalúrgicos de YHWH.

56
Dunn 2014: 423–424.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


30 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

(iii) Origen de YHVH: Si YHWH fue en el pasado un dios de los volcanes,


esperamos encontrar mención de su origen en una zona volcánica
(primera hipótesis). Sin embargo, esta información falta en la Biblia.
En cambio, algunas fuentes bíblicas mencionan explícitamente el
origen de YHWH en las zonas mineras de Arabá y Sinaí, como
predice la segunda hipótesis.
(iv) El estatus prominente de YHWH. No se sabe nada sobre el antiguo
culto de un dios volcán en la Península Arábiga. Esto significa que tal
deidad, si realmente existió en esta área, de ninguna manera fue
abordada como el dios supremo. Por lo tanto, es difícil justificar cómo
un ser divino árabe tan menor puede haberse convertido en un dios
supremo en una tierra (Canaán) donde su poderosa expresión es
totalmente ignorada. En contraste, el estatus de deidad suprema del
dios de la metalurgia del cobre es perfectamente plausible dada la
importancia cultural y religiosa central de la metalurgia en la Edad del
Bronce.57Algunos de los avances más esenciales en la metalurgia
temprana del cobre, como la invención del horno, se elaboraron en
Canaán durante el quinto milenio a. Más tarde, los cananeos se
mantuvieron profundamente involucrados en el comercio internacional
de metales, por lo que la metalurgia siguió siendo una importante
fuente de riqueza y prestigio. 58Estas singularidades justifican la
posición destacada, en el panteón del sur de Canaán, del dios patrono
de esta actividad.
De acuerdo con estas consideraciones, podemos concluir que la teofanía
volcánica de YHWH atestiguada en la Biblia no refleja su identidad
primigenia como un dios volcán. Más bien, parece ser introducido con fines
teológicos, como expresión de su relación esencial con la metalurgia.

El conocimiento sobre la actividad volcánica


La teofanía del Sinaí en Ex 19:16-19 detalla nada menos que siete fases
diferentes de una erupción volcánica, todas mencionadas en su orden
cronológico de aparición.59 Esto indica que el autor dedicó especial atención
a proporcionar un máximo de realismo. a su descripción, probablemente para
asegurar la

57
Según Kristiansen y Larsson (2005: 43-61) los metalúrgicos fueron identificados en las
sociedades de la Edad del Bronce como héroes civilizadores y maestros del conocimiento

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


esotérico. Esta opinión está respaldada por el estatus prestigioso de los metalúrgicos
observado más tarde en las sociedades tradicionales de África y la India, que recuerda el
estatus de los metalúrgicos en la Antigüedad. Véase McNutt 1990: 43–81; Blakely 2006: 99–
121, 166–183.
58
Amzallag 2009b: 502–505, 511–513.
59
Bentor 1990: 336.

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.


UNNTIGUOORIENTE SOMEyoIMPLICACIONES DE LAVOLCANICOTHEOFANÍA DEYHVH 31

autenticidad de la revelación de YHWHa los israelitas en el Sinaí. Implica


que el autor estaba bien informado sobre la actividad volcánica, aunque no se
conocía ninguna erupción volcánica en Canaán durante el tiempo histórico.
Pueden contemplarse tres posibles fuentes de conocimiento sobre el
vulcanismo:
(i) Memoria de antiguos eventos volcánicos. La actividad volcánica de
Santorini, a mediados del segundo milenio a. C., tuvo un profundo
impacto en el Mediterráneo oriental. 60Esto se refleja en mitos e
historias de Egipto y el Egeo. 61Algunos autores han interpretado las
plagas que afectaron a Egipto en el Éxodo como una reutilización
literaria de las perturbaciones geoclimáticas que afectaron a Egipto
durante la explosión de Santorini.62La descripción de la teofanía
volcánica en el Sinaí puede ser, por lo tanto, una extensión de tal uso
literario de esta memorable erupción. 63
(ii) Vecindad de laCampo volcánico árabe. La Península Arábiga es el
sitio de actividad volcánica en tiempos históricos. 64La tierra de
Madián, una confederación de nómadas en estrecho contacto con los
israelitas, se extendía hasta el campo volcánico del noroeste de
Arabia.sesenta y cincoAdemás, el libro de Jeremías menciona contactos
entre Israel y los reinos de Dedán y Tema (Jer 25,23; 49,8), también
ubicados en una zona volcánica.66Además de-

60
LaMoreaux (1995) reportó la identificación de cenizas volcánicas desde Santorini hasta
Creta, Egipto y Anatolia.
61
Véase Foster et al. 1996: 3–5.
62
Incluso la destrucción del ejército del faraón en el mar es considerada por muchos autores
como una "actualización literaria" del poderoso tsunami que acompañó a la explosión de
Santorini. Véase Silversten 2009: 8, 23–24 y las referencias allí contenidas.
63
También se pueden considerar otros eventos volcánicos. Un milenio antes (2880-2460 a. C.),
se identifica una serie de erupciones volcánicas en el noreste de Canaán (campo volcánico de
Kra), 100 kilómetros al este de Galilea. Véase Trifonov 2007: 133–142; Camp y Roobol 1989:
71–95. Estas erupciones destruyeron muchos pueblos, una característica que dejó huellas
duraderas en la memoria colectiva.
64
Véase Camp et al. 1987: 489–490. Según Camp et al. (1991, 1992), no menos de 21
erupciones volcánicas están atestiguadas en la península arábiga durante los últimos 15 siglos.
sesenta y cinco
Véase Whittaker 2003: 18–39. Sobre la extensión del territorio madianita, véase
Philby (1955). Sobre los contactos entre esta región y el sur de Canaán a principios del primer
milenio a. C., véase Rothenberg (1998). Es notable que el monte Horeb, el primer sitio de la
revelación de YHWH a Moisés (Ex 3:1,19), está ubicado en el territorio de Madián. El
nombre de esta montaña (= destrucción) y la presencia de un fuego misterioso que arde sin
combustible (Éxodo 3:6) son particularmente adecuados para un volcán.
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.
66
Ver Ezequiel 25:15,20. Uno de los puntos calientes volcánicos más importantes de esta zona
volcánica, Harrat Rahat, se encuentra a unos 600 kilómetros al este del valle de Arabah (Camp
y Roobol 1989: 71, 79).

Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, págs. 11–28.


32 norteISIMUNMZALLAG UNNTIGUOORIENTE

ción, muchos campos volcánicos están cerca de las rutas de las


caravanas que aseguran el tráfico de oro, incienso, especias y
perfumes desde el sur de Arabia hasta la costa mediterránea. .
(iii) Conocimiento de lejos. El volcán Etna tiene un modo de erupción
consistente con el descrito en el Sinaí. Además, muestra una actividad
casi continua durante épocas históricas. Aunque este volcán está lejos de
Canaán, el conocimiento sobre su actividad pudo haber llegado al área del
Mediterráneo oriental por dos vías: los filisteos y los fenicios. 68Estas
consideraciones revelan que, a pesar de la ausencia de erupciones
volcánicas en
Canaán, la información confiable estaba disponible para los autores bíblicos
para hacer una descripción precisa del Sinaí como un volcán en actividad e
identificar el modo de acción divino e incluso el día final de YHWH como
un evento volcánico.

CONCLUSIÓN

El presente estudio ha revelado la dimensión teológica de la actividad


volcánica íntimamente relacionada con YHWH en la Biblia. Al mismo
tiempo, el parentesco específico entre YHWH y la producción de metales
revela la existencia de raíces metalúrgicas en el yahvismo. Estas dos
realidades se vinculan aquí a través de la relación simbólica reconocida en la
Antigüedad entre vulcanismo y metalurgia. Más allá de estas
consideraciones, la multiplicidad de representaciones volcánicas en la Biblia
revela que el trasfondo metalúrgico del antiguo yahvismo era
sorprendentemente vívido entre los israelitas.

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67
Véase de Maigret 1998: 221–222; Dunn 2014 y referencias allí.
68
Los documentos egipcios evocan la presencia de Sherden y Sekelesh entre los filisteos
(Plst). Estos pueblos fueron identificados por algunos historiadores como originarios de
Antiguo Oriente, tomo 12, 2014, pp. 11–38.
Cerdeña y Sicilia respectivamente. Véase Woudhuizen 2006: 34, 38, 95–98, 111–115. En
cuanto a los fenicios pre-
sentido en esta área, véase Stern 1991: 91–93; Tykot 1994: 73.

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