Universidad del Valle.

Facultad de Educación y Pedagogía.

Curso de Mediación didáctica.
Estudiantes: Paula Andrea Cuaran (1827406), Melissa Díaz (1880019) &
María José Escobar (1823001)

Lectura 1: FORMACIÓN DOCENTE, PRÁCTICA PEDAGÓGICA Y SABER

PEDAGÓGICO.

Resumen

El docente desde su actuación profesional, como mediador y formador, debe reflexionar

sobre su práctica pedagógica para mejorarla o fortalecerla, y desde esa instancia elaborar
nuevos conocimientos. De este modo, la reflexión desde la práctica educativa implica la
condición de un docente investigador. Por lo cual, resulta importante preguntarse ¿Por qué es
necesario convertirse en un docente investigador? Podemos decir que, al convertirse en un
docente investigador, se rompe con la concepción heredada de formar sólo para enseñar
porque se supone que la investigación está reservada para los expertos u otros profesionales
quienes deben investigar los problemas de la educación, lo cual no es verdad. Cuando el
docente investiga, crece a nivel profesional, ya que pueden generar teorías o producir nuevos
conocimientos, desde un proceso reflexivo, los cuales deben ser socializados y sistematizados
para que sean útiles a la sociedad. En este orden de ideas, la formación docente, como objeto
de estudio, se puede analizar desde dos categorías importantes: la práctica pedagógica y el
saber pedagógico.

Con respecto a la práctica pedagógica, esta se define como todas las acciones que ejecuta el
docente en el aula de clase, la cual se encuentra influenciada por el currículo, estudiantes y
proceso formativo. Pero estas pueden ser transformadas si se generan espacios institucionales
necesarios para reflexionar acerca de los supuestos que las sustentan, para ello se requiere de
una disposición individual favorable a la crítica, a la aceptación de la incertidumbre y la
propia vulnerabilidad. Asimismo, la reflexión, permite dilucidar que hay una serie de
conocimientos que se transmiten de manera generacional y que van alineados con unos
imaginarios de una sociedad idealizada o un estándar de sujeto. Con esto, queda entendido
que la escuela es más que un recinto donde se va aprender a leer y a escribir, sino que
también es una institución que se encarga de transmitir conocimientos, valores, promover
cambios socio-culturales y contribuir a la formación integral del individuo.

Por otro lado, el saber pedagógico se define como los conocimientos construidos de manera
formal e informal por los docentes, en su vida profesional y personal. De manera que, para
poder lograr construir un buen saber pedagógico, se necesita de una reflexión consciente de la
práctica educativa.
Finalmente, tanto la práctica pedagógica como el saber pedagógico, hacen parte de nuestra
formación docente, la cual hace referencia a la formación académica recibida por las
entidades educativas y por la formación que se da en el ejercicio de la profesión.