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INTEGRANTES:

MIGUEL ARMIJOS

CURSO:

SEXTO “A”

DOCENTE:

DRA. XIMENA CAMPOVERDE

ASIGNATURA:

ADICIONES CONVENCIONALES Y NO CONVENCIONALES


I. Estupefaciente. _ Toda sustancia psicotrópica, con alto potencial de producir
conducta abusiva y/o dependencia (psíquica/física, con perfil similar a morfina,
cocaína, marihuana, etc.), que actúa por sí misma o a través de la conversión en
una sustancia activa que ejerza dichos efectos. Los estupefacientes han sido
regulados y fiscalizados desde principio de siglo mediante normativas legales que
no han cambiado sustancialmente, a pesar de lo cual, sigue existiendo un cierto
grado de desconocimiento general sobre su utilización entre los profesionales
sanitarios, que dificulta su uso racional (Becoña, 2017).

II. Episodios de consumo intensivo de alcohol. _ Patrón de consumo de grandes


cantidades de alcohol concentrado en un período de tiempo que se reserva
expresamente para este fin. En las encuestas de población, este período suele
definirse como más de un día sin dejar de beber; “atracón”, “colocón” o “ponerse
ciego de alcohol” son expresiones que se utilizan para referirse a esta práctica.
Las personas que beben predominantemente de este modo, a menudo con períodos
intermedios de abstinencia, se denomina “bebedor intensivo episódico pueden
provocar síntomas que indican una intoxicación, por ejemplo: taquicardia,
dilatación de las pupilas, aumento de la tensión arterial, hiperreflexia, sudoración,
escalofríos, náuseas o vómitos y alteraciones del comportamiento, tales como
agresividad, grandiosidad, hipervigilancia, agitación y alteración del
razonamiento (Becoña, 2017).
III. Efecto Antabús._ Antabus está indicado para el tratamiento de la dependencia al
alcohol (alcoholismo crónico), como parte de programas integrados de
deshabituación el paciente debe estar adecuadamente motivado, de manera que
el tratamiento se realice con la cooperación voluntaria del paciente. Es importante
tener un apoyo social y familiar que predisponga el cese del consumo de alcohol.
Tras la ingesta de alcohol, éste da lugar en el organismo a acetaldehído, el cual
sigue transformándose. El disulfiram bloquea la enzima que degrada el
acetaldehído (aldehído-deshidrogenasa) provocando la acumulación de
acetaldehído en sangre. El aumento de concentración en sangre de acetaldehído
contribuye a la reacción que aparece después de la ingesta de alcohol en pacientes
(Sanz, 2018).

IV. Ebriedad. _ Estado de intoxicación. El término indica normalmente un patrón


habitual de embriaguez y solía utilizarse en situaciones en las que actualmente se
emplea “alcoholismo” o “dependencia del alcohol”, implicando una enfermedad.
Junto con “ebrio” (persona en estado de embriaguez), era la terminología
convencional empleada a finales del siglo XIX para designar la intoxicación
etílica habitual y siguió utilizándose hasta los años cuarenta. En Estados Unidos,
el concepto sigue vigente en los textos jurídicos, por ejemplo, en las expresiones
“embriaguez crónica” (chronic inebriate) o “embriaguez pública” (public
inebriate), que se refiere a una persona culpable del delito de estar ebrio en un
lugar público (Becoña, 2017).

V. Encefalina. _ El dolor causado por las lesiones inicia la producción de encefalinas


que, al contar con receptores endoteliales, activan y favorecen dicho proceso. Al
aumentar la encefalina se disminuye el dolor hasta desaparecerlo y, a la vez, se
activa la reparación a una velocidad tan importante que suprime totalmente la
causa del dolor. La producción de encefalinas y endorfinas, las cuales no solo
disminuyen el dolor y la ansiedad, sino que incrementan el sueño; esto favorece
la producción de elementos antiinflamatorios como esteroides y promueve la
reparación de tejidos en pacientes que han tenido algún tipo de lesión (Martínez
Rozo & Husain Talero, 2019).
VI. Encefalopatía. _ Término impreciso que se refiere a un trastorno cerebral
orgánico de cualquier grado. Algunos autores utilizan esta palabra en sentido más
estricto para designar una enfermedad cerebral crónica con alteraciones
patológicas irreversibles, mientras que otros lo usan para describir un delirio
agudo. Hay quien lo emplea incluso para referirse a los primeros signos de la
disfunción del tejido cerebral que son demasiado sutiles como para justificar un
diagnóstico definitivo. La expresión encefalopatía alcohólica (G31.2) indica que
la lesión de los tejidos cerebrales está causada por el consumo de alcohol o
relacionada con él (Lizarbe , 2019).

VII. Enfermedad alcohólica del músculo cardíaco. _ La miocardiopatía alcohólica


es causada por el abuso prolongado del alcohol. Es un tipo de miocardiopatía
dilatada. El músculo cardíaco se debilita y no puede bombear la sangre de manera
eficiente. Si su corazón se debilita, usted podría llegar a tener insuficiencia
cardíaca. El alcohol en cantidades excesivas tiene un efecto directamente tóxico
en las células del músculo cardíaco. Los síntomas son el resultado del
debilitamiento del músculo cardíaco. Los síntomas incluyen fatiga, falta de aire,
hinchazón y tos. También puede haber debilidad muscular debido al efecto del
alcohol sobre los músculos (Cedeño-Zambrano, 2016).

VIII. Escorbuto. _ Síndrome de déficit nutricional causado por déficit de ácido


ascórbico (vitamina C) y caracterizado por hemorragia e hipersensibilidad
gingivales, hemorragias en la piel y músculos y dolor e hipersensibilidad de
músculos y articulaciones. Afecta sobre todo a personas desnutridas que comen
pocas frutas y verduras altera la producción de colágeno, y con esto, afecta la
composición de tejidos vitales. Está relacionado con una nutrición baja, así como
con el consumo excesivo de sustancias como el alcohol. En los países
desarrollados, el escorbuto se observa principalmente en la población alcohólica
(Sánchez, 2020).

IX.
X. Esteatosis hepática alcohólica. _ Acumulación de grasa en el hígado que se
produce por la exposición a un consumo de riesgo, que se acompaña de un
aumento de tamaño de las células hepáticas y, a veces, de hepatomegalia,
alteración de la función hepática, dolor abdominal recurrente inespecífico,
anorexia y, con menor frecuencia, ictericia. El diagnóstico definitivo sólo puede
confirmarse mediante un examen histológico del hígado. En ocasiones se produce
un hígado graso después de beber sólo unos días, por lo que no debería asumirse
que la enfermedad indica una dependencia del alcohol. La abstinencia induce la
regresión de las alteraciones histológicas. El término preferido para designar esta
enfermedad es “hígado graso inducido por el alcohol” (Lizarbe, 2019).

XI. Endorfina. _. La ingesta de bebidas alcohólicas provoca la secreción


de endorfinas, lo que produce sensación de placer. Al consumir alcohol, el cerebro
secreta endorfinas en el núcleo accumbens y la corteza orbitofrontal del cerebro,
lo que produce sensaciones de placer que podrían conducir a la adicción, cuantas
más endorfinas se liberaban en el núcleo accumbens, mayor era el sentimiento de
placer del individuo, tanto bebedor como no bebedor. el consumo de
alcohol provoca la liberación de endorfinas, unos compuestos químicos opioides
que se adhieren a receptores en los centros de recompensa del cerebro provocando
la sensación de placer que produce el alcohol ( Lizarbe, 2019).

Referencias Bibliográficas

Becoña, E. (2017). MANUAL DE ADICCIONES PARA PSICOLOGOS


ESPECIALISTAS EN PSICOLOGíA CLíNICA EN FORMACION. In Manual de
adicciones para psicólogos especialistas en psicología clínica en formación.
http://www.fundacioncsz.org/ArchivosPublicaciones/270.pdf

Cedeño-Zambrano, J. E. (2016). Riesgo cardiovascular relacionado con el consumo de


alcohol. Dominio de Las Ciencias, 2(4), 17–27. https://doi.org/10.23857/
12-7

Erin Sánchez. (2020). Antabus 250 mg comprimidos Disulfiram. MINISTERIO DE


SANIDAD POLITICA SOCIAL E IGUALDAD, 59, 1–8.

Martínez Rozo, J., & Husain Talero, S. (2019). Citoprotección y reparación mediadas
por encefalinas en el ejercicio físico. Revista de La Facultad de Medicina, 62(1),
91–99. https://doi.org/10.15446/revfacmed.v62n1.43758

Sanz, P. (2018). Efecto antabús debido a la inhalación e substancias de origen


industrial.

Vicenta Lizarbe Alonso, María Villar Librada Escribano Ma, Antonia Astorga Vergara,
Javier Álvarez Antoni Gual i Solé Martos, A. R., & Desarrollo. (2019). Glosario de
términos de alcohol y drogas. Dirección General de Salud Pública y Sanidad
Exterior, 59.

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