Está en la página 1de 6

EL JUICIO COMO ETAPA FUNDAMENTAL DEL PROCESO PENAL calzadilla

El Juicio Oral es el momento culminante del proceso penal acusatorio y constituye


el verdadero debate penal, por cuanto es en esta oportunidad procesal cuando
debe ponerse a prueba, más allá de toda duda razonable, la culpabilidad del
acusado.

Es en el Juicio Oral donde se despliegan, o deben desplegarse todas las energías


de los contendores procesales, a fin de lograr que resplandezca la verdad. Es en
el juicio oral donde se ponen de manifiesto a plenitud todos los principios del
sistema acusatorio y todas sus virtudes.

El Juicio oral es la fase más importante del proceso penal acusatorio porque,
siguiendo la lógica acusatoria, si la fase preparatoria sirve para formar la
acusación y la fase intermedia sirve para comprobar su sustento, el juicio oral, que
existe por existir una acusación bien fundada, sirve, finalmente, para comprobar la
certeza última de la acusación, su verdadera dimensión. No se trata ya de
determinar que una acusación es viable por existir un abundante acervo probatorio
contra el acusado, sino de determinar, de manera categórica la verdadera eficacia
de esas pruebas.

PRINCIPIOS RECTORES Y CARACTERISTICAS DEL JUICIO ORAL


calzadilla

En el desarrollo del debate se deben observar y poner en plena vigencia principios


que son específicos del sistema acusatorio y que son esenciales para la validez de
todo procedimiento oral. Tales principios específicos del Juicio Oral son: Oralidad,
Publicidad, Igualdad entre las Partes, Concentración, Inmediación y Contradicción

1. ORALIDAD.

Este principio está previsto en el artículo 14 COPP.,

Artículo 14 COPP.

“El juicio será oral y sólo se apreciarán las pruebas incorporadas en la audiencia,
conforme a las disposiciones de este Código”.
También es acogido en el artículo 338 COPP, que establece:

“La audiencia pública se desarrollará en forma oral, tanto en lo relativo a los


alegatos y argumentaciones de las partes, como a las declaraciones del acusado,
a la recepción de las pruebas y, en general, a toda intervención de quienes
participen en ella. Durante el debate, las resoluciones serán fundadas y dictadas
verbalmente por el tribunal y se entenderán notificadas desde el momento de su
pronunciamiento, dejándose constancia en el acta del juicio.

El Tribunal no admitirá la presentación de escritos durante la audiencia pública”.

La oralidad implica la realización de los principales actos del proceso a través de


la palabra viva, con independencia de que su contenido pueda ser recogido en
actas escritas, grabaciones o filmaciones. Pero para que esto sea posible es
necesario juntar a las partes y al tribunal en un mismo local o espacio físico, cual
es la sala de audiencia y hacerles partícipes simultáneos de los actos. De allí que
esa cercanía simultánea, que no es otra cosa que la inmediación, sea un correlato
de la oralidad.

El hecho de que el debate penal, se desarrolle en forma oral, determina la


condición de existencia de la inmediación en esta fase procesal, tanto en la
apreciación de la prueba como las posiciones de las partes en el proceso
(presentación del caso, informes orales conclusivos, etc.). La ventaja de la
oralidad sobre la escritura en esta etapa del proceso consiste en la posibilidad de
apreciar los testimonios de viva voz de sus emisores, sin que entre dicho emisor y
los receptores, que son todos los asistentes al juicio oral, medie intérprete alguno
que pueda desvirtuar el contenido o la intención de la declaración.

2. PUBLICIDAD.

Este principio está previsto en el artículo 15 COPP., como en su momento


estudiamos.

Artículo 15 COPP.

“El juicio oral tendrá lugar en forma pública”.

La publicidad en el juicio oral se refiere a que en él, la percepción y recepción de


la prueba, su valoración y las intervenciones de los sujetos procesales, se realizan
con la posibilidad de asistencia física, no sólo de las partes sino de la sociedad en
general. La publicidad no puede estar circunscrita a simples alegatos y a conocer
el contenido de la sentencia, sino a que los intervinientes deduzcan la absoluta
transparencia de los procedimientos y estén conscientes de lo que ocurrió y por
qué ocurrió.
Excepciones al principio de Publicidad.

La regla es la publicidad en la celebración del juicio oral, sin embargo este


principio comporta ciertas excepciones, previstas en el artículo 333 COPP, que
establece 4 supuestos en los cuales el tribunal podrá resolver que se efectúe, total
o parcialmente a puertas cerradas:

“1. Cuando afecte el pudor o la vida privada de alguna de las partes o de alguna
persona citada para participar en él.

2. Cuando perturbe gravemente la seguridad del Estado o las buenas costumbres.

3. Cuando peligre un secreto oficial, particular, comercial o industrial, cuya


revelación indebida sea punible.

4. Cuando declare un menor de edad y el tribunal considere inconveniente la


publicidad.

La resolución será fundada y se hará constar en el acta del debate.

Desaparecida la causa de la clausura, se hará ingresar nuevamente al público. El


tribunal podrá imponer a las partes el deber de guardar secreto sobre los hechos
que presenciaron o conocieron, decisión que constará en el acta del debate”.

3. DEFENSA E IGUALDAD ENTRE LAS PARTES.

Este principio está consagrado en el artículo 12 COPP.

“La defensa es un derecho inviolable en todo estado y grado del proceso.

Corresponde a los jueces garantizarlo sin preferencias ni desigualdades.

Los jueces profesionales, escabinos y demás funcionarios judiciales no podrán


mantener, directa o indirectamente, ninguna clase de comunicación con alguna de
las partes o sus abogados, sobre los asuntos sometidos a su conocimiento, salvo
con la presencia de todas ellas.”

La función de la defensa en el proceso penal acusatorio consiste en servir de


contrapeso de la imputación y su misión última es tratar de desvirtuar la base de
ésta y destruirla o disminuirla.

En cuanto a la igualdad de las partes, a los efectos de este artículo, significa


mantener el equilibrio entre el poder coercitivo de la vindicta pública y el derecho
de la defensa del acusado, algunos le llaman la “igualdad de armas”, lo que debe
reflejarse, en concreto, en el respeto del acceso del acusado a su defensor en las
oportunidades establecidas en la ley, en la práctica de las diligencias de
investigación solicitadas por el acusado y su defensor, cuando no sean
manifiestamente improcedentes o dilatorias, en la abstención de todo acoso u
hostigamiento a los acusados, sus defensores, sus testigos o sus familiares, en la
observancia de los principios de licitud y pertinencia de la prueba incriminatoria y
en el libre acceso a ella por parte del acusado y la defensa. Este mismo respeto
debe observarse en torno a la participación de la víctima y sus abogados.

4. CONCENTRACIÓN Y CONTINUIDAD

Este principio, como antes estudiamos está consagrado en el artículo 17 COPP.

“Iniciado el debate, éste debe continuar en el mismo día. Si ello no fuere posible,
continuará durante el menor número de días consecutivos.”.

También está previsto en el artículo 335 COPP:

“El Tribunal  realizará el debate en un solo día. Si ello no fuere posible, el debate
continuará durante los días consecutivos que fueren necesarios hasta su
conclusión. Se podrá suspender por un plazo máximo de diez días, computados
continuamente, sólo en los casos siguientes:

1.    Para resolver una cuestión incidental o practicar algún acto fuera de la sala de
audiencia, siempre que no sea posible resolverla o practicarlo en el intervalo entre
dos sesiones.

2.    Cuando no comparezcan testigos, expertos o intérpretes, cuya intervención


sea indispensable, salvo que pueda continuarse con la recepción de otras pruebas
hasta que el ausente sea conducido por la fuerza pública.

3.    Cuando algún Juez, el imputado, su defensor o el Fiscal del Ministerio


Público, se enfermen a tal extremo que no puedan continuar interviniendo en el
debate, a menos que los dos últimos puedan ser reemplazados inmediatamente; o
el tribunal se haya constituido, desde la iniciación del debate, con un número
superior de jueces que el requerido para su integración, de manera que los
suplentes integren el tribunal y permitan la continuación; la regla regirá también en
caso de muerte de un Juez, Fiscal, defensor.

4.    Si el Ministerio Público lo requiere para ampliar la acusación, o el defensor lo


solicite en razón de la ampliación de la acusación, siempre que, por las
características del caso, no se pueda continuar inmediatamente”.

El principio de concentración en la fase de Juicio Oral y Público se caracteriza


porque durante su realización se condensan en un solo acto los alegatos iniciales
de las partes, la práctica o evacuación de las pruebas y los informes conclusivos
de los intervinientes, lo cual contribuye a la celeridad procesal.

5. INMEDIACIÓN

Este principio, está previsto en el artículo 16 COPP.

“Los jueces que han de pronunciar la sentencia deben presenciar,


ininterrumpidamente, el debate y la incorporación de las pruebas de las cuales
obtienen su convencimiento.”.

El principio de inmediación es uno de los pilares esenciales de los procesos


basados en la oralidad, ya que ambas categorías están íntimamente ligadas en el
juicio oral y se presuponen recíprocamente.

El principio de inmediación implica que los jueces deben escuchar los argumentos
de las partes y presenciar la práctica de la prueba.

El juicio oral responde de manera total al principio de inmediación, pues el tribunal


tiene que escuchar de viva voz los alegatos de las partes, presenciar la práctica de
las pruebas en la audiencia y decidir el caso. Por eso los jueces que deben decidir
en un juicio oral tienen que ser los mismos que han presenciado el debate en
todas sus sesiones, so pena de nulidad en caso contrario. Esta manifestación de
la inmediación ha sido elevada a la categoría de principio independiente por
algunos autores bajo el nombre de “principio de la identidad física del juzgador”.

Este principio de inmediación, conlleva lo siguiente:

1. Los jueces que han presenciado el juicio oral han de decidirlo inmediatamente
después de terminado el debate, a fin de prevenir olvidos o confusiones respecto a
lo escuchado, por razón del paso del tiempo.

2. Toda decisión en la que haya intervenido alguna persona que no presenció


íntegramente el debate será nula de nulidad absoluta, porque esta falla afecta la
formación de la convicción del órgano jurisdiccional y no puede ser saneada de
modo alguno.

3. Toda decisión que sea acordada por menos jueces de los que la ley establece
para el caso concreto, es nula de nulidad absoluta, ya que la composición legal del
órgano es una formalidad esencial con incidencia directa en la formación de la
convicción sobre el caso, pues en la deliberación el ausente puede inclinar la
balanza en un sentido u otro.

4. Es nula de nulidad absoluta toda sentencia que se funde en pruebas que no se
han practicado en el debate oral y público, ya que no sólo se quebranta el principio
de inmediación, en tanto el tribunal no presenció la práctica de esa prueba, sino
también se viola el derecho a la defensa de las partes, que no pueden controlar
aquella prueba.

En el caso de que el Juicio deba suspenderse, tras tomar la decisión, el Tribunal lo


anunciará a las partes e indicará el día y hora en que continuará el debate. Esto
valdrá como citación para todas las partes. Antes de continuarlo, el Juez
Presidente resumirá brevemente los actos cumplidos con anterioridad.

En caso de suspensiones si el debate no se reanuda a más tardar al undécimo día


después de la suspensión, se considerará interrumpido y deberá ser realizado de
nuevo desde su inicio.

6. CONTRADICCIÓN.

El principio de contradicción supone que los actos procesales se realizan con


intervención de todas las partes acreditadas en el proceso, las cuales pueden
hacer alegaciones, oposiciones o pedimentos en relación con las diligencias de
que se trate o sobre los alegatos o pedimentos de la contraparte.

El principio de contradicción está estrechamente ligado al principio de igualdad de


partes, puesto que no puede concebirse su participación en los actos procesales,
sino sobre la base de una absoluta igualdad de oportunidades, ya que lo contrario
sería lesivo al derecho a la defensa como expresión suprema de legalidad del
proceso.

También podría gustarte