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2. TERAPIA COGNITIVA
Los pensamientos automáticos son los pensamientos evaluativos, rápidos y breves, que no suelen
ser el resultado de un razonamiento, sino más bien aparecen automáticamente. Estos
pensamientos pueden tener forma verbal (“lo que me estoy diciendo a mí mismo”) y/o visual
(imágenes), (“veo un avión y pienso que se va a caer”). De estos, surgen las creencias centrales o
nucleares que son tomadas por la persona como verdades absolutas.
Estas son interpretaciones tan fundamentales y profundas que las personas frecuentemente no las
expresan ni aún a sí mismas, no tienen clara conciencia de ellas. Estas son desarrolladas desde la
infancia y consisten en definiciones, evaluaciones o interpretaciones de sí mismos, de las otras
personas y de su mundo.
Para un tratamiento bajo este abordaje, en una primera fase se solicita al paciente realizar una
autobservación con un autorregistro, no sólo del comportamiento alimentario, sino también del
procesamiento de la información. En una segunda etapa, se introducen técnicas más
personalizadas con el fin de incrementar las habilidades en enfrentamiento situaciones que
implican comida, por medio de técnicas de identificación de pensamientos disfuncionales, errores
cognitivos, búsqueda de soluciones alternativas, técnicas de distracción, relajación, programación
de actividades y biblioterapia
Pasos en la terapia:
1. Identificar los pensamientos automáticos.
2. Evaluar y reaccionar frente los pensamientos automáticos.
3. Resolver problemas cuando los pensamientos son verdaderos.
Es importante estar alerta para captar las pistas verbales y no verbales que da el
paciente, y de esta manera llegar a las “cogniciones candentes”, es decir, a los
pensamientos automáticos e imágenes importantes que surgen en la sesión y
están asociados con un cambio o un incremento de las emociones.
Pregunta básica:
¿Qué estaba pasando por su mente en ese momento?
Las mismas preguntas se pueden utilizar para ayudar al paciente a identificar los
pensamientos automáticos que aparecieron entre sesiones. En este caso
también, cuando el paciente describe una situación problemática, el terapeuta
primero plantea la pregunta básica “¿Qué estaba pasando por tu mente?”.
Los pacientes necesitan aprender a especificar las palabras exactas que pasan
por su mente, para poder evaluarlas de una manera efectiva.