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1.

Intervenciones terapéuticas de los coordinadores: ayudar al paciente a establecer metas y


objetivos, acciones y pasos para logarlos, instrucción en desarrollo de habilidades,
adiestramiento en enfrentamiento de los problemas; confrontación y role-playing, entre
otras.

Modificaciones de hábitos y conductuales de los obesos.

2. TERAPIA COGNITIVA

Los pensamientos automáticos son los pensamientos evaluativos, rápidos y breves, que no suelen
ser el resultado de un razonamiento, sino más bien aparecen automáticamente. Estos
pensamientos pueden tener forma verbal (“lo que me estoy diciendo a mí mismo”) y/o visual
(imágenes), (“veo un avión y pienso que se va a caer”). De estos, surgen las creencias centrales o
nucleares que son tomadas por la persona como verdades absolutas.

Estas son interpretaciones tan fundamentales y profundas que las personas frecuentemente no las
expresan ni aún a sí mismas, no tienen clara conciencia de ellas. Estas son desarrolladas desde la
infancia y consisten en definiciones, evaluaciones o interpretaciones de sí mismos, de las otras
personas y de su mundo.

Para un tratamiento bajo este abordaje, en una primera fase se solicita al paciente realizar una
autobservación con un autorregistro, no sólo del comportamiento alimentario, sino también del
procesamiento de la información. En una segunda etapa, se introducen técnicas más
personalizadas con el fin de incrementar las habilidades en enfrentamiento situaciones que
implican comida, por medio de técnicas de identificación de pensamientos disfuncionales, errores
cognitivos, búsqueda de soluciones alternativas, técnicas de distracción, relajación, programación
de actividades y biblioterapia

IDENTIFICACION DE PENSAMIENTO AUTOMATICOS O DISFUNCIONALES

  Características de los pensamientos automáticos:

Los pensamientos automáticos constituyen un flujo de pensamiento que coexiste


con otro flujo de pensamiento más manifiesto. Estos pensamientos no son
patrimonio sólo de las personas con trastornos psicológicos, sino que son una
experiencia común para todos. La mayor parte del tiempo no tenemos demasiado
registro de los pensamientos automáticos, pero con un poco de entrenamiento
podemos traerlos a la conciencia.

La terapia cognitiva provee entonces las herramientas para evaluar los


pensamientos de una manera consciente y estructurada, especialmente cuando se
sienten perturbados.
Aunque los pensamientos automáticos parecen surgir espontáneamente, una vez
que el paciente identifica las creencias subyacentes, se vuelven bastante
predecibles. El terapeuta cognitivo se interesa en la identificación de los
pensamientos disfuncionales, es decir, de aquellos que distorsionan la realidad,
son emocionalmente perturbadores y/o interfieren con la capacidad del paciente
para alcanzar sus objetivos. Los pensamientos automáticos disfuncionales son
casi siempre negativos.

Los pensamientos automáticos suelen ser breves, y el paciente a menudo está


más consciente de la emoción que experimenta como consecuencia del
pensamiento de que este en sí mismo.

Los pensamientos automáticos suelen aparecer en forma muy escueta, pero


generalmente el paciente logra expresarlos en cuanto el terapeuta pregunta por el
significado de ese pensamiento. Los pensamientos automáticos pueden aparecer
en forma verbal, visual o de ambas maneras.

Los pensamientos automáticos se pueden evaluar según su validez y su utilidad.


La mayor parte de ellos están distorsionados de alguna manera y se producen
pese a que existan evidencias objetivas que indiquen lo contrario. Un segundo tipo
de pensamientos automáticos son adecuados, pero el paciente extrae de ellos
conclusiones distorsionadas.  Otro tipo de pensamiento es aquel que también es
correcto, pero decididamente disfuncional.

En conclusión, los pensamientos automáticos coexisten con un flujo más


manifiesto de pensamientos, aparecen espontáneamente y no se basan en la
reflexión o en la deliberación. La identificación de los pensamientos automáticos,
su evaluación y la manera más adaptativa de responder a ellos suele producir
cambios positivos en las emociones.

  Explicar los pensamientos automáticos a los pacientes:

Es ilustrativo explicar los pensamientos automáticos utilizando los propios


ejemplos del paciente, se explican bajo sus propias experiencias, guiarlo a que
identifique el pensamiento y lo relacione con la emoción.

Al paciente se le informa que se le enseñará a identificar sus pensamientos


automáticos, que cada vez que perciba su estado de ánimo ha experimentado un
cambio.

            Pensamiento                                                                 


Sentimiento

Lo que uno piensa influye en lo que uno siente.


A veces el pensamiento no es correcto o es sólo parcialmente correcto.
       Pensamiento                                                                               Sentimiento
Nunca seré como esos estudiantes                                      
Tristeza

Pasos en la terapia:
1.    Identificar los pensamientos automáticos.
2.    Evaluar y reaccionar frente los pensamientos automáticos.
3.    Resolver problemas cuando los pensamientos son verdaderos.

  Indagar sobre los pensamientos automáticos:

Aprender a identificar los pensamientos automáticos entraña un proceso


semejante al del aprendizaje de cualquier otra habilidad.

El primer procedimiento consiste en identificar los pensamientos automáticos que


el paciente genera en la sesión. El segundo método trata de investigar los
pensamientos automáticos que el paciente ha tenido en situaciones problemáticas
que se presentaron entre sesiones, por medio de la evocación, la imaginería, las
dramatizaciones o el planteo de hipótesis.

Indagar sobre los pensamientos automáticos que aparecen en la sesión:

Es oportuno trabajar sobre los pensamientos automáticos cuando el terapeuta


observa un cambio en el estado anímico del paciente durante la sesión.

Es importante estar alerta para captar las pistas verbales y no verbales que da el
paciente, y de esta manera llegar a las “cogniciones candentes”, es decir, a los
pensamientos automáticos e imágenes importantes que surgen en la sesión y
están asociados con un cambio o un incremento de las emociones.

Técnicas para modificar pensamientos automáticos:

Pregunta básica:
         ¿Qué estaba pasando por su mente en ese momento?

Para identificar los pensamientos automáticos:


1.    Formular esta pregunta en los momentos en que se observe un cambio o una
intensificación en los afectos durante la sesión.
2.    Hacer que el paciente describa una situación problemática o un momento en el
que experimentó un cambio en los afectos y formular entonces la pregunta básica.
3.    En caso necesario, hacer que el paciente utilice imágenes mentales para describir
la situación específica o el momento con la mayor cantidad de detalles posibles y
formular entonces la pregunta básica.
4.    Si es necesario o si se prefiere, hacer que el paciente dramatice una interacción
determinada con el terapeuta y luego formular la pregunta básica.
Otras preguntas para indagar sobre los pensamientos automáticos:
1.    ¿En qué supone que estaba pensando?
2.    ¿Cree usted que estaba pensando en ________ o en _______?
3.    ¿Estaba usted imaginando algo que podría suceder o recordando algo que
ocurrió?
4.    ¿Qué significó esa situación para usted?
5.    ¿Estaba usted pensando________?

Identificar los pensamientos automáticos en una situación específica:

Las mismas preguntas se pueden utilizar para ayudar al paciente a identificar los
pensamientos automáticos que aparecieron entre sesiones.  En este caso
también, cuando el paciente describe una situación problemática, el terapeuta
primero plantea la pregunta básica “¿Qué estaba pasando por tu mente?”.

Si describir la situación verbalmente no basta para sacar a la luz los pensamientos


automáticos, el terapeuta le solicita al paciente que imagine la situación, como si
estuviese sucediendo en ese momento.

El terapeuta ayuda al paciente a que vuelva a experimentar la situación tal como si


estuviese ocurriendo en ese momento. Cuando nota que ella se refiere a la
escena en tiempo pasado, amablemente se le guía al paciente para que relate en
tiempo presente, para lograr que la experiencia sea más inmediata.

Identificar pensamientos automáticos adicionales:

Es importante continuar indagando aun después de que el paciente refirió el


pensamiento automático inicial. El terapeuta debe saber que la paciente puede
tener, además otros pensamientos automáticos no relacionados con la misma
situación, sino con su reacción frente a la situación. También puede estar
percibiendo su emoción, comportamiento o reacción fisiológica de una manera
negativa.

  Identificar la situación problemática:

Hay ocasiones en las que aparte de no lograr identificar pensamientos


automáticos asociados con una emoción dada, el paciente tiene problemas hasta
para reconocer la situación o problema más difícil para él. Cuando esto sucede el
terapeuta puede ayudar a encontrar la situación más problemática presentándole
una cantidad de problemas existentes, pidiéndole que los elimine de a uno y
observando el grado de alivio que obtiene en cada caso. Una vez que se ha
identificado una situación específica, resulta más sencillo descubrir los
pensamientos automáticos asociados a ella.

  Diferenciar entre pensamientos automáticos e interpretaciones:


Hasta que el paciente aprende a reconocer los pensamientos automáticos
específicos que lo perturban, es posible que refiera otra serie de pensamientos.
Algunos de ellos son sencillamente descriptivos y resultan inocuos o irrelevantes
en relación con sus problemas. Los pensamientos automáticos relevantes suelen
estar asociados con un marcado malestar.

  Especificar pensamientos automáticos insertos en el discurso:

Los pacientes necesitan aprender a especificar las palabras exactas que pasan
por su mente, para poder evaluarlas de una manera efectiva.

El terapeuta ayuda amablemente al paciente para que identifique las palabras


exactas que pasaron por su mente. 

  Reformular los pensamientos telegráficos o en forma de pregunta:

Los pacientes muchas veces refieren pensamientos sin expresarlos en forma


completa. Como es bastante difícil evaluar esos pensamientos telegráficos, el
terapeuta debe guiar al paciente para que los exprese de una manera más
completa.

Si el paciente no logra hacer explícito el pensamiento, el terapeuta puede hacer un


nuevo intento proveyéndole un pensamiento opuesto. Los pensamientos
automáticos muchas veces se presentan en forma de pregunta y esa modalidad
dificulta su evaluación. El terapeuta trata de guiar al paciente para que lo exprese
en forma de enunciación, antes de comenzar a evaluarlo.

  Enseñar a los pacientes a identificar sus pensamientos automáticos:

El terapeuta puede comenzar desde la primera sesión a enseñar al paciente la


habilidad de identificar los pensamientos automáticos, en sesiones posteriores, el
terapeuta puede enseñar al paciente otras técnicas en forma explícita, en caso de
que la pregunta básica no haya sido suficiente.

Si no resulta suficiente formular la pregunta básica y valerse de imágenes


mentales, el terapeuta puede enseñar al paciente a formular teorías acerca de sus
pensamientos.

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